DESORDEN VISUAL U OCULAR EN PERSONAS PADECIENTES DE ALZHEIMER
El tema a consideración tiene como finalidad abarcar factores que están implicados en la
enfermedad de Alzheimer, entre ellos podemos encontrar las causas que llevan a padecer este
trastorno que se basa en la implicación de las proteínas del cerebro que no funcionan bien de
manera habitual interrumpiendo el trabajo de las células cerebrales, llamadas neuronas que
desencadena una serie de eventos, dañando las neuronas y perdiendo las conexiones entre sí,
causando que eventualmente se mueran.
En la mayoría de los casos, la enfermedad de Alzheimer es consecuencia de una combinación
de agentes genéticos, ambientales y del estilo de vida que afectan el cerebro a lo largo del
tiempo, por otra parte, hay pocos casos de que la enfermedad ocurra por cambios genéticos.
El desarrollo de la enfermedad comienza años antes de que aparezcan los primeros síntomas.
El daño comienza a menudo en la región del cerebro que controla la memoria. La pérdida de
neuronas se extiende en un patrón algo predecible a otras regiones del cerebro. En la etapa
avanzada de la enfermedad, el tejido cerebral está considerablemente reducido.
Por otro lado, también se encuentran los factores de riesgo que aumentan la probabilidad de
contraer alzhéimer son: la diabetes, la hipertensión, la depresión, la obesidad, el tabaquismo y
una vida sedentaria, además, se debe tener en cuenta otros aspectos como la edad avanzada,
que, si bien esta enfermedad no es parte del proceso normal de envejecimiento, pero al
envejecer aumentan las probabilidades de desarrollarla; deterioro cognitivo leve, una persona
con este padecimiento muestra un empeoramiento en la memoria u otras habilidades de
pensamiento que es mayor a lo normal para la edad de esa persona, así mismo, corren un
riesgo significativo de tener demencia; también se ven implicadas las personas que padecen
del síndrome de Down desarrollando así la enfermedad de Alzheimer, esto probablemente
esté relacionado con tener tres copias del cromosoma 21; patrones de sueño deficientes o
irregulares, se le considera como la dificultad para conciliar el sueño o permanecer dormido,
asociándose así con más riesgo a esta enfermedad; estilo de vida, aquellos hábitos de vida
poco saludables, como fumar y beber en exceso, pueden tener a edades tempranas el riesgo
de sufrir de demencia.
La prevención es un aspecto importante a tener en cuenta, sin embargo, esta afección no se
puede prevenir, pero se pueden implementar hábitos saludables en el estilo de vida, como, por
ejemplo:
Hacer ejercicio con regularidad.
Llevar una alimentación de frutas y verduras frescas, aceites saludables y alimentos
bajos en grasas saturadas.
Evitar el tabaco y el alcohol
Mantener una mente activa
Evitar golpes y lesiones en la cabeza
Mantener unos correctos hábitos de sueño
Mantener un estilo de vida activo
¿Por qué el Alzheimer afecta degenerativa mente la visión de un paciente?
Gracias a investigaciones que se han realizado se encontró que la enfermedad del Alzheimer
provoca lesiones en el cerebro y estas a su vez afectan la corteza visual, y esto hace
manifestaciones en determinadas partes del sistema visual como en el decrecimiento del
número de células ganglionares en la retina, adelgazamiento en la vascularización retiniana y
coroides, Hay una palidez en disco óptico y también se reducen los de axones en el nervio
óptico.
Esta patología se la puede asociar con el síndrome degenerativo que afecta al nervio óptico y
al cerebro nombrado como atrofia cortical posterior y esto puede provocar una disminución
progresiva de la visión, también dificultad para leer y problemas para calcular distancias,
reconocer objetos y caras familiares.
Tomando postura sobre la anterior hipótesis, se podría darle una afirmación a lo que pregunta y
para ello sostenemos nuestras ideas con lo que anteriormente acabamos de responder.
“El curso de la EA comienza con una disminución progresiva de la cognición, esta se
divide generalmente en memoria, lengua, atención y funcionamiento visuoespacial, provocado
por el depósito de proteína β amiloide (Aβ) y proteína Tau hiperfosforilada intracelular. A su vez
presentan síntomas visuales que se deben a que la patología se localiza en la región parieto-
occipital, la cual es conocida como la variante visual de la enfermedad de Alzheimer (Garzón,
Camacho, Tapiero, & Reina, 2018, pág. 23)”
En la anterior cita podemos apreciar la EA que es una enfermedad neurodegenerativa con
cicatrización por un deterioro cognitivo progresivo, especialmente en pérdida de la memoria y
cambios de personalidad y en el estado de ánimo, con esto también hay problemas visuales
que es nuestro tema inicial y en conclusión esto es producido ya que el Alzheimer afecta a
células cerebrales lo que da efecto en la retina.
“En la evolución de la enfermedad de Alzheimer hay tres fases amplias: enfermedad de
Alzheimer preclínica, deterioro cognitivo leve (DCL) debido a la enfermedad de Alzheimer y
demencia debido a la enfermedad de Alzheimer (ver Figura 1). El DCL es una condición clínica
en la que el individuo presenta una pérdida de memoria, mayor de lo esperado para su edad,
pero no lo suficiente como para afectar sus actividades diarias. Se puede considerar como una
etapa intermedia entre el envejecimiento normal y la demencia. El DCL amnésico, un subtipo
con un deterioro de la memoria predominante, puede ser considerado por muchos autores
como una etapa temprana de la EA, principalmente porque la tasa de progresión de DCL a EA
es de 10-15% por año, mientras que, en individuo anos, la tasa de conversión es solo del 1% al
2% anual” (Provetti, Maciel, Ferreira Costa, Ferreira, & Monteiro, 2016, pág. 25)
A partir de lo expuesto, en la presente nos da a conocer cómo va el deterioro del Alzheimer en
etapas y los indicios que tienen los individuos que la padecen, y es interesante ya que nos
muestra cómo afecta está enfermedad en la vida de las personas en sus actividades.
“EA solo puede diagnosticarse mediante un examen histopatológico, que requiere una
biopsia cerebral invasiva o un examen post mortem. Desde el punto de vista clínico, el
diagnóstico se basa en la historia, el examen y, cuando esté disponible, los relatos de
familiares o cuidadores. No obstante, los diagnósticos premortem se han considerado inexactos
en el 10-15% de los casos. Dadas las dificultades y el retraso en el diagnóstico clínico, los
pacientes a menudo desarrollan daño patológico antes de iniciar el tratamiento. El avance de
los biomarcadores mediante el uso de imágenes por resonancia magnética (RM), tomografía
por emisión de positrones (PET) y líquido cefalorraquídeo (LCR) ha llevado al desarrollo de
pautas y criterios de diagnóstico” (Javaid, Brenton, Guo, & Cordeiro, 2016, pág. 25).
Esto llama la atención como explica la forma en que se puede identificar mediante estudios
médicos está enfermedad que afecta tanto a nuestra población, pero a la vez es aún más
interesante cuando habla del retraso clínico donde los pacientes ya adquieren daño patológico
antes de iniciar su tratamiento lo cual los médicos prefieren dejarlos sin él.
“El descubrimiento de Aβ condujo al desarrollo de la 'Hipótesis de la cascada de
amiloide' (ACH), el modelo más importante de patología molecular de la EA desarrollado hasta
la fecha. La ACH propone que el depósito de Aβ es el evento patológico inicial de la
enfermedad debido al cambio de metabolismo de la proteína APP (proteína precursora de
amiloide) que provoca un aumento en la producción y un acúmulo anómalo del depósito Aβ, lo
que conduce a la formación de ovillos neurofibrilares, muerte celular y, en última instancia,
demencia” (Armstrong, 2009, pág. 27).
Gracias a la hipótesis de la cascada de amiloide, se pueden llevar a cabo estudio y análisis ya
que es el modelo más conocido de investigación y con esto también se puede explicar el origen
y evolución de esta demencia senil.
“Los péptidos Aβ, en condiciones fisiológicas, se producen principalmente en formas
monoméricas con función protectora de la sinapsis. Sin embargo, la acumulación de esta
proteína conduce a la formación de fibrillas que se acumulan en placas seniles. Los altos
niveles de Aβ pueden conducir a la formación de productos oligoméricos que conducen a la
toxicidad y degeneración neuronal en ciertas áreas del cerebro, incluida la corteza visual. Los
oligómeros juegan un papel importante en el desencadenamiento de la apoptosis de neuronas
en la EA que también contribuyen a la atrofia en la degeneración macular asociada a la edad
(DMAE), como se ha visto en modelos animales” (Silva, y otros, 2019) (Chang, y otros, 2014,
pág. 28).
De igual forma en el anterior texto nos explican de una manera más profunda y desde el punto
de vista de cómo estamos conformados, del modo que se origina esta enfermedad dándonos a
entender el por qué afecta de manera visual también a un paciente, concluyendo la explicación
de cómo va la degeneración neuronal en el cerebro.
“Un estudio realizado por (Trick, Trick, Morris, & Wolf, 1995, pág. 50) puso de manifiesto
que los registros de pirometría computarizada presentaban alteraciones en pacientes con la
EA. En este estudio, se utilizó la pirometría automatizada Humphrey para medir el umbral
luminoso diferencial. Las pérdidas de sensibilidad fueron mayores en el grupo de EA, y esta
pérdida se correlacionó con el grado de demencia, y los individuos con demencia más
avanzada tuvieron mayores pérdidas. Además, las pérdidas de sensibilidad en el grupo de EA
estaban presentes en todo el campo visual, pero eran más evidentes en el hemicampo inferior.”
Es posible notar que con la EA las personas pierden mayor sensibilidad que otros dependiendo
que tan avanzada sea su demencia, con esto varias personas suelen estar encamadas y
necesitan ayuda en todos los aspectos de su vida, algunas de las perdidas dependiendo el
adelanto de la EA estaban presentes en todo el campo visual como lo mencionamos
anteriormente causadas por un daño a las células cerebrales.