Alicia Aguilar - Denuncia Penal

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SEÑOR

FISCALÍA SECCIONAL IBAGUE– POR COMPETENCIA TERRITORIAL


E.S.D
REPARTO

ASUNTO:
DENUNCIA POR FRAUDE PROCESAL, FALSEDAD EN DOCUMENTO Y EL QUE
DESIGNE LA FISCALIA COMO ENTE INVESTIGADOR.

DENUNCIANTE: ALICIA AGUILAR PEÑA


DENUNCIADO: LUIS ALFONSO CASILIMAS SANCHEZ

MELISSA VICTORIA QUINTERO CUELLAR, colombiana, mayor de edad,


identificada con la cédula de ciudadanía número 1.110.510.271 de
Ibagué y abogada portadora de la TP. 239250, con correo electrónico
[email protected], domiciliada y residente en este
municipio, como apoderada de la demandada dentro del proceso de
la referencia ALICIA AGUILAR PEÑA, identificada con la cédula de
ciudadanía número 65.786417, según poder que anexo y expresamente
acepto, respetuosamente, por medio del presente escrito me permito
presentar denuncia bajo los siguientes:

HECHOS

1. El señor LUIS ALFONSO CASILIMAS SANCHEZ presento


demanda de ejecutivo singular de mínima cuantía y cuyo
reparto le correspondió al Juzgado Séptimo De Pequeñas
Causas Y Competencias Múltiples de esta ciudad bajo el
radicado 73001418900720220065500.

2. La obligación la amparo bajo un título valor razón a que el


señor LUIS ALFONSO CASILIMAS SANCHEZ, giró ALICIA
AGUILAR PEÑA, la suma de siete millones de pesos
($7.000.000.) sin embargo la letra de cambio presentada
que denomina la No. 001 no fue llenado por mi
representada y en ocasiones anteriores ya había suscrito
letras de cambios con el señor CASILIMAS SANCHEZ.

CARRERA 6ª #48-15 BALCONES DE PROVENZA 3165781746 [email protected]


IBAGUE/ TOLIMA
3. De la letra de cambio no es cierto que se haya aceptado de
manera INCONDICIONAL, tampoco es cierto que la fecha en la
cual se aduce que se hizo exigible la misma, ya que mi mandante
manifiesta que solo estampo su firma dejando los espacios en
blanco de dicho título valor "Letra de cambio", Mi mandante no
niega que haya recibido dineros prestados por el señor CASILIMAS
SANCHEZ, ya que según manifiesta (mi mandante) el señor
CASILIMAS SANCHEZ le ha hecho diversos créditos personales en el
sistema "Gota a Gota" con un interés del 8% mensual. Adicional mi
mandante manifiesta que lleva cinco (5) años recibiendo créditos
personales del señor CASILIMAS SANCHEZ (hoy demandante),
pagándole interés al 10 al 20 % mensual sobre el dinero prestado,
firmando en cada crédito la letra correspondiente y dejando los
espacios en blanco en ellas, nunca le hizo devolución o anulación
de la letra suscrita, y se sorprende (mi mandante) al observar que
le esté ejecutando deudas pasadas que ya se pagaron.

4. Debo manifestar que la letra presentada por el señor LUIS


ALFONSO CASILIMAS SANCHEZ es falsa y fue adulterada para
poder realizar este proceso ejecutivo

5. Como podemos ver, en la letra de cambio en la parte superior


derecha hay una fecha la cual es el 17 de septiembre de 2019
Ibagué –de igualmente el nombre de LUIS ALFONSO CASILIMAS
SANCHEZ en el titulo corresponden a una letra diferente que la
que suscribió mi cliente
6. lo que se resaltó en la imagen anterior es lo que se escribió de
manera fraudulenta por el señor CASILIMAS SANCHEZ para poder
ejecutar la letra, puede observarse que la letra de lo resaltado es
diferente a lo demás espacios, pues con la prueba científica se
podrá probar que lo resaltado fue escrito en ese título en otra
fecha diferente a la que se realizó la misma.
7. De igual manera debo manifestar que allego foto de los cartones
azules donde mi representada realizo los respectivos abonos y
cancelación de la letra de cambio y el denunciado OMITIO
PRESENTAR PARA PRODUCIR FRAUDE PROCESAL Y HACER INCURRIR
EN ERROR EL JUEZ DE PEQUEÑAS CAUSAS.

FUNDAMENTO JURÍDICO

i) El delito de falsedad en documento privado


El delito de falsedad en documento privado se encuentra contenido en
el artículo 289 del Código penal, cuyo tenor literal establece:

“El que falsifique documento privado que pueda servir de prueba,


incurrirá, si lo usa, en prisión de dieciséis (16) a ciento ocho (108) meses”.

El delito así descrito es de aquellos denominados de peligro, en cuanto


no se exige la producción de un daño, en el entendido que el
comportamiento falsario pone en riesgo el bien jurídicamente tutelado,
es decir, la fe pública, traducida en la confianza de la colectividad en
el tráfico jurídico de los documentos privados.

Este tipo penal regula o reprime tanto la carencia de autenticidad,


como la de veracidad de los documentos, así lo reconoció la Corte
Constitucional al determinar su exequibilidad en la Sentencia C-637-
2009, para lo cual recordó los postulados desarrollados por esta Sala,
contenidos entre otras, en SP1704-2019 radicación Nº 52700, que reiteró
lo expuesto el 29 de noviembre de 2000, radicación 13231, decisión en
la que a su vez se aludió a la casación de 18 de abril de 1985, pues allí
se estableció que la exigencia de veracidad para los particulares
respecto a los documentos privados es exigible cuando: i) el deber
proviene de la ley; ii) el documento tiene capacidad probatoria; iii) el
documento es utilizado con fines jurídicos y; iv) el documento determine
la extinción o modificación de una relación jurídica sustancial con
perjuicio de un tercero.
De esta forma, la corporación ha sostenido la existencia de dos
connotaciones para este delito, la primera producto de su alteración
material, “como puede ocurrir cuando alguien enmienda, tacha, borra,
suprime o de cualquier manera altera su texto”, y la segunda, la
falsedad ideológica que se configura cuando, “el particular consigna
en el documento privado hechos o circunstancias ajenas a la realidad,
es decir, cuando falta a su deber de verdad sobre un aspecto que
comporta quebrantamiento de relaciones sociales con efectos
jurídicos”.

ii) Sobre el delito de fraude procesal

El delito de fraude procesal, que se imputa al procesado, se encuentra


contenido en el artículo 453 del Código Penal de la siguiente manera:
«[e]l que por cualquier medio fraudulento induzca en error a un servidor
público para obtener sentencia, resolución o acto administrativo
contrario a la ley, incurrirá en prisión de seis (6) a doce (12) años, multa
de doscientos (200) a mil (1.000) salarios mínimos legales mensuales
vigentes e inhabilitación para el ejercicio de derechos y funciones
públicas de cinco (5) a ocho (8) años».
Amplio ha sido el desarrollo jurisprudencial de esta Sala en torno al
contenido y requisitos para la configuración de este delito, así en
Sentencia CSJ AP2329 – 2020, rad. 58007, se refirió su consumación con
“el despliegue de los medios fraudulentos idóneos para inducir en error
al funcionario, no siendo necesario, por tanto, para su estructuración, la
efectiva emisión de la sentencia, resolución o acto administrativo
contrario a la ley”.

En igual sentido, sobre el correcto entendimiento de este


comportamiento desde el análisis de la tipicidad objetiva, en decisión
CSJ SP3211-2020, rad. 55657, recordó CSJ SP2299-2019, rad. 48339 al
señalar:

«En el fraude procesal, el sujeto activo se propone obtener una


sentencia o resolución contraria a la ley. Esto quiere decir que el
fundamento material de punición estriba en el quebrantamiento del
principio de legalidad, el cual, en tanto pilar del Estado de derecho, es
el referente fundamental para determinar la compatibilidad de las
relaciones jurídicas, tanto de derecho público como de derecho
privado, con el ordenamiento jurídico.

El propósito buscado por el sujeto activo —ingrediente subjetivo del tipo


— es cambiar, alterar o variar la verdad ontológica, con el fin de
acreditar en el proceso que adelante el servidor público una verdad
distinta a la real, que con la expedición de la sentencia, acto o
resolución adquirirá una verdad judicial o administrativa (CSJ SP 18 jun.
2008, rad. 28.562).

El fin último del fraude procesal es, entonces, el de obtener una


declaración (judicial o administrativa) ilícita. Para ello, el sujeto activo ha
de desplegar una conducta inductora en error, cifrada en valerse de un
instrumento fraudulento, apto o idóneo —en abstracto— para provocar
en el sujeto pasivo -servidor público con facultad decisoria- una
convicción errada que puede ser determinante para que resuelva un
asunto contrariando la ley, entendida, desde luego, en sentido amplio.
El principio de legalidad exige que la actuación de los órganos del
Estado, máxime al decir el derecho, se lleve a cabo con estricta
sujeción al ordenamiento jurídico, como se extrae de los art. 1º, 4º, 6º, 29,
121, 123, 209 y 230 de la Constitución.

PRUEBAS

Teniendo en cuenta que las pruebas refiriéndome a la letra de cambio


se encuentra su original en manos del demandante y cuya imagen fue
allegada al Juzgado Séptimo De Pequeñas Causas Y Competencias
Múltiples de esta ciudad bajo el radicado 73001418900720220065500.
Solicito realizar el respectivo estudio de la misma bajo ese proceso
realizar la inspección.

NOTIFICACIONES

-Mi representada en el Jordán 9 etapa manzanas m casa 8


[email protected]

-La suscrita recibirá notificaciones en la Dirección: carrera 6ª # 48-15


torre 1 apto 702. Correo Electrónico: [email protected]
Celular: 3165781746

Cordialmente,

MELISA VICTORIA QUINTERO CUELLAR


C.C. 1.110.510.271 de Ibagué (Tolima)
TP. 239250 del CSJ

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