Estudio
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MÉTODO HISTÓRICO
MÉTODO LITERARIO
MÉTODO PANORÁMICO
Todos en algún momento nos hemos enfrentado a las preguntas más difíciles
de la vida: ¿Por qué hay maldad y sufrimiento en el mundo? ¿Por qué sufren los
justos? ¿Dónde está Dios en los momentos de dolor? Las respuestas simplistas
pasan la realidad por alto y nos dejan con serias interrogantes acerca del carácter
de Dios. No encontrarás nada de eso aquí. La angustiosa búsqueda de Job por
respuestas en medio del terrible dolor lleva a un encuentro transformacional con
Dios. Su experiencia dramática nos trae cara a cara con el Dios que tiene las
respuestas a nuestras preguntas más profundas.
Pero sólo nosotros, los lectores, tenemos el beneficio de esta perspectiva «tras
bambalinas». Todo lo que Job sabía era que de repente todo lo bueno en su vida
había sido destruido, aunque no sabía por qué. Estaba desesperado por entender,
quería una explicación. Hizo una infinidad de preguntas hasta que finalmente tuvo
un encuentro con Dios en medio de su dolor. Ese momento lo cambió todo. Al final
del drama, Job exclama, «Hasta ahora sólo había oído de ti, pero ahora te he visto
con mis propios ojos.» (Job 42:5). Pídele a Dios que tú también puedas verlo de
una manera nueva mientras lees esta historia.
Considera las distintas voces que aparecen a través de este libro, las mismas
que encontramos en los momentos de prueba: Dios, el diablo, amigos bien
intencionados, familia y el propio corazón de Job. Disfruta también la extensa
variedad de técnicas literarias usadas en este libro: diálogo, poesía, proverbios,
acertijos, lamentos, maldiciones, y metáforas. Lee con cuidado, recordando que
nosotros tenemos el privilegio de ver la realidad «tras bambalinas» que Job y sus
amigos no tuvieron.
TÍTULO: Como sucede con otros libros de la Biblia, Job lleva el nombre del
personaje primordial de la narración. Este nombre pudo haber sido derivado de la
palabra hebrea para "persecución", y por esta razón significa "el perseguido", o de
una palabra árabe que quiere decir "arrepentirse", y por esta razón significa
"arrepentido". El escritor relata una época en la vida de Job. Los escritores del
Nuevo Testamento citaron de manera directa a Job en dos ocasiones (Ro 11:35;
1Co 3:19), además Ezequiel 14:14, 20 y Santiago 5:11 muestran que Job fue una
persona real.
TEMAS:
1. La soberanía de Dios. Dios está en control de todo (37:14-24; 14:24), hasta
de Satanás (1:12-2:6). Su manera de actuar está fuera de la compresión
humana (26:1-28), y nuestra habilidad para entender la sabiduría está limitada
a temerle y a obedecer sus órdenes (28:28). Puede que nunca descifremos las
razones tras nuestro sufrimiento o el de otros mientras estemos en la Tierra, y
puede que Dios nunca nos la explique. Sin embargo, él se ofrece a sí mismo;
su presencia, consuelo y amor.
2. La bondad y la justicia de Dios. ¿Cómo puede ser Dios bueno y justo si
permite que los inocentes sufran mientras los impíos disfrutan de la prosperidad
(12:6)? Job afirma la bondad de Dios (1:1-2:13; 42:7-17) mientras concede que
a veces cosas malas les ocurren a personas buenas y viceversa.
3. Satanás. Satanás es el adversario de Dios y, por lo tanto, del pueblo de
Dios. Como el acusador (Zac 3:1; Ap 12:9-10) sus metas son distanciar a las
personas de Dios y generar falta de fe (Gn 3; Mt 4:1; 2Co 4:4). Aunque casi
siempre estemos inconscientes de lo que ocurre en el mundo espiritual, nos
afecta de todos modos.
4. Una respuesta apropiada al sufrimiento. Mientras luchamos con nuestro
sufrimiento y con el de otros, es importante equilibrar nuestras preguntas
honestas con humildad y reverencia a Dios (Dt 4:5-6: Job 28:28; 42:1-6; Pr 8:4-
9; 9:10; Ec 12:13) Debemos resistir las tentaciones y de justificarnos a nosotros
mismos a costa de Dios o de culparlo e él. Dios espera que seamos fieles y que
confiemos en él a pesar de nuestro sufrimiento.
Estructura de Job
Título: “Job demostrando la infinita sabiduría de Dios”
Los acontecimientos de la odisea de Job parecen ser patriarcales. Job, por otro
lado, parecía saber de Adán (31:33) y el diluvio noéico (12:15). Estas
características culturales / históricas halladas en el libro parecen colocar los
acontecimientos cronológicamente en un tiempo probablemente después de Babel
(Gn 11:1-9) pero antes o contemporáneo con Abraham (Gn 11:27).
Retos de Interpretación
El reto de interpretación más crítico tiene que ver con el mensaje
primordial del libro. Aunque frecuentemente se piensa que es el asunto
primordial del libro, la pregunta de por qué Job sufre nunca es revelada a
Job, aunque el lector sabe que tiene que ver con que Dios está mostrándole
algo a Satanás , un asunto que completamente trasciende la capacidad de
Job de entender. El comentario de Santiago en el caso de Job (5:11) llega a
la conclusión de que era para mostrar la compasión y misericordia de Dios,
pero sin disculparse, no ofrece explicación del sufrimiento específico de Job
Los lectores se encuentran a sí mismos, colocando sus manos llenas de
dilemas sobre sus bocas, sin derecho alguno de cuestionar o acusar al
Creador sabio y Todopoderoso, que hará como se le place, y al hacer esto,
por un lado demuestra sus propósitos en la esfera espiritual a ángeles y
demonios y por otro lado define su compasión y misericordia. Meterse en la
"teodicia", esto es, el intento del hombre por defender la relación de Dios con
la calamidad y el sufrimiento, se muestra como apropiado en estas
circunstancias, aunque en el fin, es aparente que Dios no necesita ni quiere
un abogado humano. El libro de Job incisivamente ilustra Deuteronomio
29:29: "Las cosas secretas pertenecen a Jehová nuestro Dios".
La naturaleza de la culpabilidad y la inocencia de Job da lugar a
preguntas que nos dejan perplejos. Dios declaró que Job era perfecto y
recto, temeroso de Dios y apartado del mal (Job 1:1). Pero los consoladores
de Job hicieron una crítica basada en el sufrimiento de él: ¿No había
pecado Job? En varias ocasiones Job prontamente admitió haber pecado
(7:21; 13:26). Pero Job cuestionó hasta qué punto había pecado comparado
con la severidad de su sufrimiento. Dios al final reprendió a Job por sus
demandas de ser justificado de las acusaciones de los consoladores (Job
38-41). Pero Él también declaró que lo que Job dijo era correcto y lo que los
consoladores dijeron estaba mal (42:7).
Otro reto viene al mantener separado los preentendimientos que Job
y sus consoladores trajeron al sufrimiento de Job. En el principios, todos
estaban de acuerdo en que Dios castiga el mal, recompensa la obediencia y
no es posible que haya excepciones a la regla. Job debido a su sufrimiento
inocente, fue forzado a concluir que son posible las excepciones ya que los
justos también sufren. Él también observó que los impíos prosperan. Estas
son más que pequeñas excepciones a la regla, de esta manera forzando a
Job a volver a pensar en su entendimiento simple de la interacción soberana
de Dios con su pueblo. El tipo de sabiduría que Job llega a adoptar no
dependía meramente de la promesa de recompensa o castigo. Las disputas
largas e impertinentes entre Job y sus acusadores fueron intentos por
reconciliar las desigualdades percibidas de la retribución de Dios en las
experiencias de Job. Tal método empírico es peligroso. Finalmente, Dios no
le ofreció explicación a Job, sino que más bien llamó a todas las partes a un
nivel más profundo de confianza en el Creador, quien gobierna por encima
de un mundo confundido por el pecado con poder y autoridad dirigido por
sabiduría y misericordia perfectas.
Entender este libro requiere:
1. Entender la naturaleza de la sabiduría, particularmente la diferencia
entre la sabiduría del hombre y la de Dios.
2. Admitir que Job y sus amigos carecían de la sabiduría divina para
interpretar las circunstancias de Job con precisión, aunque sus amigos
seguían tratando mientras que Job aprendía a estar satisfecho en la
soberanía y misericordia de Dios.
El punto de cambio de dirección o resolución para este asunto se
encuentra en Job 28 donde la identidad de la sabiduría divina es explicada:
la sabiduría divina es única y con un valor inestimable; el hombre no puede
esperar comprarla; y Dios la posee en su totalidad. Quizá no sepamos qué
está sucediendo en el cielo o cuáles son los propósitos de Dios; pero
debemos confiar en Él. Debido a esto, el asunto de los creyentes sufriendo
toma un lugar secundario al lado del asunto de la sabiduría divina.
El libro tarta dos temas principales y muchos otros menores, tanto
en el esquema narrativo del prólogo (caps. 1, 2) y el epílogo (42:7-17), como
en el relato poético del tormento de Job que se encuentra entre estos dos
polos (3:1-42:6). Una clave para entender el primer tema del libro es notar el
debate entre Dios y Satanás en el cielo y como se relaciona con los tres
ciclos de debates terrenales entre Job y sus amigos. Dios quería probar la
virtud de los creyentes a Satanás y a todos los demonios, ángeles y
personas. Las acusaciones son llevadas a cabo por Satanás, quien
cuestionó las declaraciones de Dios acerca de la justicia de Job como algo
que no había sido probado, y por lo tanto cuestionable. Satanás acusó a los
justos por ser fieles a Dios solo por que podían recibir. Debido a que Job no
sirvió a Dios con motivos puros, de acuerdo a Satanás, la relación entera
entre él y Dios era una farsa. La confianza de Satanás de que él podría
volver a Job en contra de Dios vino, sin duda alguna, del hecho de que
Satanás había guiado a los ángeles en rebelión con él (Ap 12:3, 4). Satanás
pensó que podía destruir la fe de Job en Dios al traer sufrimiento sobre él, y
de esta manera mostrar en principio que la fe salvadora podría ser sacudida.
Dios permitió a Satanás probar su teoría si podía, pero este último fracasó,
ya que la verdadera fe en Dios mostró ser inquebrantable. Aun la esposa de
Job le dijo que maldijera a Dios (2:9), pero él se rehusó; su fe en Dios nunca
fracasó (13:15). Satanás trató de hacer lo mismo con Pedro (Lc 22:31-34) y
no tuvo éxito en destruir la fe de Pedro (Jn 21:15-19). Cuando Satanás ha
desatado todo lo que puede hacer para destruir la fe salvadora, esta
permanece firme (Ro 8:31-39). Finalmente, Dios probó a Satanás que la fe
salvadora no puede ser destruida independientemente del número de
problemas que sufra un santo, o de lo incomprensible e inmerecido que
parezca.
Un segundo tema relacionado con el primero tiene que ver con
probar la identidad de Dios a los hombres. ¿Sugiere este tipo de situación,
en la que Dios y su oponente Satanás están cara a cara, y usando al justo
Job como el caso de prueba, que Dios carece de compasión y misericordia
para con Job? En absoluto. Como Santiago dice: "Habéis oído de la
paciencia de Job, y habéis visto el fin del Señor, que el Señor es muy
misericordioso y compasivo" (Stg. 5:11). Fue para probar exactamente lo
opuesto (42:10-17). Job dice: "¿Recibiremos de Dios el bien, y no el mal no
lo recibiremos?" (2:10). El siervo de Dios no niega que ha sufrido. Él niega
que su sufrimiento sea resultado del pecado. Ni tampoco entiende por qué
sufre. Job simplemente encomienda su prueba con un corazón devoto de
adoración y humildad (42:5, 6) a un Creador soberano y perfectamente
sabio, y eso fue lo que Dios quiso que él aprendiera en este conflicto con
Satanás. En el final, Dios inundó a Job con muchas más bendiciones de los
él jamás había conocido.
La principal realidad del libro es el misterio inescrutable del
sufrimiento inocente. Dios ordena que sus hijos caminen en tristeza y dolor,
algunas veces debido a pecado (Nm 12:10-12), algunas veces para
disciplinar (He 12:5-12), algunas veces para fortalecer (2 Co. 12:7-10; 1 P.
5:10), y algunas veces para dar oportunidad para revelar su consuelo y
gracia (2 Co. 1:3-7). Pero hay ocasiones en las que la razón del sufrimiento
de los santos no se conoce porque es por un propósito celestial que aquellos
que están en la tierra no pueden discernir (Éx. 4:11; Jn 9:1-3).
Job y sus amigos querían analizar el sufrimiento y buscar causas y
soluciones. Usando toda su teología sana y entendimiento en la situación,
buscando respuestas, pero solo encontraron ideas inservibles y
equivocadas, por las cuales Dios los reprendió al final (42:7). No pudieron
conocer la razón por lo que Job sufrió debido a que lo que sucedió e el cielo
entre Dios y Satanás les era desconocido. Pensaron que conocían todas la
respuestas, pero solo intensificaron el dilema por su ignorancia insistente.
Al observar algunos de los elementos de este gran tema, podemos
ver las siguientes verdades en la experiencia de Job:
1. Hay asuntos que se están llevando a cabo en el cuelo con Dios
acerca de los cuales los creyentes no tienen idea; sin embargo, afecta la
vida de ellos.
2. Aun el mejor esfuerzo por explicar los problemas de la vida puede
ser inútil.
3. El pueblo de Dios sufre. Cosas malas suceden todo el tiempo a
buenas personas, por esta razón uno no puede juzgar la espiritualidad de
una persona por sus circunstancias dolorosas o por sus éxitos.
4. Aunque Dios parece estar lejos, la perseverancia en la fe es una
virtud sumamente noble debido a que Dios es bueno y uno puede dejar con
seguridad su vida en manos de Él.
5. El creyente en medio del sufrimiento no debe abandonar a Dios, sino
acercarse a Él, de tal manera que a partir de la comunión puede venir el
consuelo, sin la explicación.
6. El sufrimiento puede ser intenso, pero finalmente terminará para el
justo y Dios lo bendecirá abundantemente.
Entre los libros bíblicos, la estructura de Job es extraordinaria. Comienza con una
sección de prosa (1:1–2:13) en la cual Job es privado de su familia y posesiones
materiales; sin embargo, su fe permanece firme. La sección central es poesía
(3:1–42:6) en la cual varias personas dialogan acerca de las razones de las
calamidades de Job. La sección final es prosa (42:7–17) en la cual Job reacciona
al Señor en humilde arrepentimiento. En ninguna manera el arrepentimiento de
Job le concede la bendición de Dios, pero en su gracia Él le restaura la salud y le
duplica sus bendiciones anteriores.
Según Ez 14:14, 20, Job es una persona histórica (como lo son Noé y David), y es
de renombre por su paciencia (Stg 5:11). Los eventos registrados en el libro de
Job ocurrieron probablemente en el tiempo de Abraham, Isaac y Jacob (Gn 12–
35). Varios hechos atestiguan esto: Job es el patriarca de su familia (1:2; 42:11).
El ofrece sacrificios a favor de sus hijos (1:5), lo que sugiere que vivió antes que la
ley fuera dada. Su riqueza se expresa en términos agrícolas (1:3). La palabra
traducida moneda de plata (42:11) data del tiempo de Jacob (Gn 33:19). El antiguo
título Dios Todopoderoso es usado más de 30 veces por Job (cp. Gn 17:1). Las
verdades contenidas en este libro son eternas.
Referencias Proféticas
Mientras Job reflexionaba sobre la causa de su miseria, tres preguntas vinieron
a su mente, todas las cuales son respondidas solo en nuestro Señor Jesucristo.
Estas preguntas ocurren en el capítulo 14. Primero, en el verso 4 Job pregunta
“¿Quién hará limpio a lo inmundo? Nadie.” La pregunta de Job viene de un
corazón que reconoce que no es posible complacer a Dios o ser justificado a Sus
ojos. Dios es santo; nosotros no. Por tanto, existe un gran abismo causado por el
pecado, entre Dios y el hombre. Pero la respuesta a la angustiosa pregunta de Job
se encuentra en Jesucristo. Él ha pagado el castigo por nuestro pecado y lo ha
intercambiado por Su justicia, haciéndonos por ello aceptables a los ojos de Dios
(Hebreos 10:14; Colosenses 1:21-23; 2 Corintios 5:17).
Importancia en la Biblia
Job parece abrir la puerta al concepto neotestamentario de la gracia, al plantear
que Dios está más allá de la misma Ley y de las interpretaciones que los hombres
hicieron de ella en momentos específicos. Ese concepto nos lleva a confiar en
Dios en cualquier
circunstancia. No ganamos nada con tratar de entender el porqué de la dificultad.
A veces el justo sufre sin saber por qué, de ahí que sea importante aprender a
dejarlo todo en las manos de Dios.
Por otro lado, este magistral libro, nos deja ver que Dios no está amarrado ni a
este mundo, ni a su pueblo, ni al concepto que tengamos de la naturaleza divina.
Dios es libre y soberano. Ante su grandeza nos sentimos empequeñecidos. Como
Job, no hallamos más remedio que rendirnos a Él con humildad.
El libro no termina sin recalcar que Dios es bueno y justo en todos sus tratos. Al
final restauró a Job y hasta le dio más de lo que antes tenía. Si permanecemos
fieles, a la postre Dios siempre disipa las tinieblas de nuestra existencia con la luz
de su presencia.
Cristo en Job
El libro de Job hace surgir muchas preguntas en cuanto al propósito del
sufrimiento. Si bien es difícil hallar respuestas directas en Job, nuestra
esperanza está en Cristo, que se identifica con nuestros sufrimientos (He 4:15.
En última instancia Job clama a Cristo, el Mediador entre Dios y los seres
humanos (9:33; 25:4; 33:23).