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UNIVERSIDAD DEL VALLE DE GUATEMALA

Facultad de Ciencias y Humanidades

Mito y realidad: construcción mitológica en cinco cuentos de Elena


Garro, a través de la mitocrítica al mitoanálisis

Trabajo de graduación presentado por


Farah María Chicas Alday
para optar al grado académico de Licenciada en Comunicación y Letras

Guatemala,

2020
Mito y realidad: construcción mitológica en cinco cuentos de Elena
Garro, a través de la mitocrítica al mitoanálisis
UNIVERSIDAD DEL VALLE DE GUATEMALA

Facultad de Ciencias y Humanidades

Mito y realidad: construcción mitológica en cinco cuentos de Elena


Garro, a través de la mitocrítica al mitoanálisis

Trabajo de graduación presentado por


Farah María Chicas Alday
para optar al grado académico de Licenciado en Comunicación y Letras

Guatemala,

2020
Vo. Bo. :

(f) _________________________________________________
MA. María Olimpia Vásquez

Tribunal Examinador:

(f) _______________________________________________

MA. María Olimpia Vásquez

(f) _______________________________________________

MA. Luna Mishaan

(f) _______________________________________________

MA. Denise Phé Funchal

Fecha de aprobación: 17 de noviembre del 2020

Fecha de aprobación: Guatemala,


v 17 de noviembre de 2020
Prefacio
Este trabajo ha sido posible gracias a un ejército de personas que estuvieron a mi
lado durante todo el proceso y nunca me dejaron caer. Primero, quiero agradecer a Luna
Mishaan, mi directora de carrera, que me acompañó durante toda la carrera. Gracias por los
consejos, el tiempo, las decisiones y ser un gran apoyo. A Olimpia Vásquez, mi asesora,
gracias por iluminar el camino de mis ideas desde los días de clases hasta el punto final de
este trabajo. Este tema nunca habría logrado salir a la luz sin su ayuda y asesoría.

A Mario Chicas, mi ejemplo de vida. Gracias por enseñarme lo que es la disciplina,


la responsabilidad y la resiliencia. Todos los días me recordaste la importancia de nunca
darse por vencido y siempre creer en mis sueños. Tu continua motivación y cariño me
guiaron durante todo el camino. Sin ti, esto no sería posible. A Farah Alday, mi segundo
ejemplo de vida. Gracias por aconsejarme, tomarme de la mano cada vez que sentía que ya
no podía y por enseñarme a ser una mujer imparable. Es gracias a ti que las letras
encontraron un hogar en mi corazón. Estaré eternamente agradecida con ambos por
formarme como ser humano, darme todas las oportunidades posibles y dejarme crecer
libremente con mis propias decisiones. Su ejemplo de vida me dio las fuerzas para luchar
toda mi vida.

A Ximena Chicas, mi cómplice y más grande apoyo. Gracias por escuchar todas
mis quejas y motivarme a seguir luchando por mis sueños. Tu dedicación y visión de la
vida me inspiran cada día ser una mejor versión de mí. También agradezco a mi abuelita,
Amparo Valdizán, por creer en mi y estar siempre pendiente de la evolución de este trabajo.
Por celebrar mis logos y siempre creer en mí. Sin ella, no sería la mujer independiente,
resiliente y soñadora que soy hoy. A pesar de la dificultad del tema, siempre me escuchó
pacientemente y me aconsejó sin medida. A Boris Girón, por escucharme hablar sobre mi
tema por horas sin interrupción. Su apoyo incondicional y paciencia me ayudaron a
sentirme más segura sobre mis propios conocimientos.

Quiero también agradecer a mis amistades más cercanas. A Jackie Bendfeldt, por
ser mi mejor amiga y confidente. Siempre confiando en mis habilidades y empujándome
seguir luchando por mis metas, celebrando mis éxitos con amor y honestidad. Gracias por
creer en mi, en este trabajo y por siempre leerme. A Heidy Hernández, Karin Aroche y
Cristina Sandoval por siempre estar pendientes, por su incondicional apoyo y las
incontables resoluciones de dudas académicas. También quiero agradecer a Ana Lucía

vi
Gómez, José Vega y Mónica Beltethón por acompañarme durante el curso de la carrera y
los incontables trabajos en grupo.

Este ensayo fue una recolección de semillas esenciales para mi vida. Me siento
afortunada de haber encontrado en Elena Garro una voz mágica que inspira a nuevas
generaciones. El proceso fue largo, pero gratificante. El amor por las letras solo sigue
creciendo gracias a voces como la “garriana”. Gracias a todos los que participaron y me
ayudaron a crecer como académica y persona.

vii
Índice
Prefacio ....................................................................................................................... vi
Lista de figuras .............................................................................................................x
Resumen..................................................................................................................... xii
Abstract...................................................................................................................... xii
I. El mundo mitológico en la obra de Elena Garro ......................................................... 1
II. Los colores mitológicos en la realidad Garriana ....................................................... 3
A. Mito: una aproximación a la definición .............................................................................3
1. El juego de los mitos en las sociedades ............................................................................................. 4
2. De la mitocrítica al mitoanálisis ......................................................................................................... 4
3. El mundo arquetípico de Carl G. Jung ................................................................................................ 6
4. La sociedad mitológica de Mircea Eliade ........................................................................................... 7
5. Los arquetipos femeninos de Clarissa Pinkola Estés.......................................................................... 8
6. Los arquetipos femeninos de Toni Wolff ......................................................................................... 11
B. Elena Garro .....................................................................................................................12
1. La vida en colores de Elena Garro.................................................................................................... 12
2. Voz silenciada en el Boom ............................................................................................................... 14
III. Panorama mitológico en la narrativa de Elena Garro .............................................17
A. La culpa es de los tlaxcaltecas .........................................................................................17
1. La Malinche ...................................................................................................................................... 19
2. Mito comparado con La Malinche ................................................................................................... 19
3. Mitoanálisis del cuento.................................................................................................................... 21
a. Arquetipos de personajes ........................................................................................................... 21
b. Elementos e imágenes arquetípicas ........................................................................................... 23
c. El tiempo real y el tiempo mítico ................................................................................................ 27
d. La traición ................................................................................................................................... 29
B. El anillo ...........................................................................................................................29
1. Bluebeard o barba azul .................................................................................................................... 31
2. Mito comparado con Bluebeard ...................................................................................................... 32
3. Mitoanálisis del cuento.................................................................................................................... 32
a. Personajes arquetípicos .............................................................................................................. 34
b. Elementos e imágenes arquetípicas ........................................................................................... 38
c. Situaciones arquetípicas.............................................................................................................. 40
C. Perfecto Luna..................................................................................................................41
1. Mitología céltica: Dullahan .............................................................................................................. 42
2. Mito comparado con Dullahan ........................................................................................................ 43
3. Mitoanálisis del cuento.................................................................................................................... 45
a. Personajes arquetípicos .............................................................................................................. 45
b. Elementos arquetípicos .............................................................................................................. 47

viii
c. Situaciones arquetípicas.............................................................................................................. 51
d. Tiempo ........................................................................................................................................ 53
D. El Duende .......................................................................................................................53
1. Génesis: Adán y Eva ......................................................................................................................... 54
2. Mito comparado con el Génesis 3 ................................................................................................... 55
3. Mitoanálisis del cuento.................................................................................................................... 57
a. Personajes arquetípicos .............................................................................................................. 57
b. Elementos y imágenes arquetípicas............................................................................................ 60
c. Situaciones arquetípicas.............................................................................................................. 62
d. Dos mundos ................................................................................................................................ 63
E. La semana de colores ......................................................................................................64
1. Mitología greco-romana sobre la creación de los días .................................................................... 65
2. Mitología comparada en La semana de colores .............................................................................. 66
3. Mitoanálisis del cuento.................................................................................................................... 67
a. Personajes arquetipicos .............................................................................................................. 67
b. Elementos arquetípicos .............................................................................................................. 70
c. Situaciones arquetípicas.............................................................................................................. 74
IV. Los hilos mitológicos en los cinco cuentos garrianos ..............................................77
A. La mitocrítica que construye los hilos mitológicos ..........................................................77
B. El mitoanálisis que construye los hilos mitológicos .........................................................78
1. Los personajes que construye Elena Garro...................................................................................... 78
2. Los elementos arquetípicos que construye Elena Garro ................................................................. 82
3. Las situaciones arquetípicas que construye Elena Garro................................................................. 85

V. Recuento de relatos sagrados para la construcción de una nueva mitología ...........87


V. Bibliografía.............................................................................................................91
VII. Anexos .................................................................................................................95
A. Glosario ..........................................................................................................................95

ix
Lista de figuras

1. ESTRUCTURA DEL ARQUETIPO ........................................................................................ 7


2. RELACIÓN DE LOS ARQUETIPOS DE TONI WOLFF ........................................................ 12
3 RELACIÓN ENTRE DIOSES, PLANETAS Y DÍAS DE LA SEMANA ....................................... 66

x
xi
Resumen
Elena Garro, (1916-1998) escritora mexicana con una voz literaria, mítica y llena
de realismo mágico entrelaza las problemáticas sociales con la mitología. Este estudio hace
un análisis profundo sobre la construcción mitológica, en cinco de sus cuentos, con base en
la teoría de Gilbert Durand y Carl C. Jung. La presencia de mitos fundadores ayuda a la
construcción de estas realidades y la implementación en los textos modernos. El lenguaje
literario de Elena Garro es simbólico y trasciende hasta romper barreras.

Palabras claves: mitología, Elena Garro. Gilbert Durand, Carl. C. Jung, mitoanálisis,
mitocrítica, arquetipos.

Abstract
Elena Garro, (1916-1998) Mexican writer with a literary, mythical voice full of
magical realism intertwines social problems with mythology. This study makes an in-depth
analysis of mythological construction in five of his stories, based on the theory of Gilbert
Durand and Carl C. Jung. The presence of founding myths helps the construction of these
realities and their implementation in modern texts. Elena Garro's literary language is
symbolic and transcends to break down barriers.

Key Words: mythology, Elena Garro, Gilbert Durand, Carl C. Jung, myth analysis and
myth critic

xii
xiii
I. El mundo mitológico en la obra de Elena Garro
Elena Garro es una de las escritoras mexicanas del siglo XX. Su incursión en la
literatura no se detuvo en solo un género. Sus letras se encuentran en la novela, el cuento,
la poesía, el teatro, el ensayo y el género epistolar. Además, incursionó en el periodismo
durante algunos años, antes de publicar oficialmente su primera novela. Así, la autora se
consagró como una escritora polifacética y una de las más talentosas de México.

Su literatura se ve mayormente influenciada por su vida personal. Las experiencias


que la marcaron desde su infancia hasta el día de su muerte se convirtieron en temas
literarios que se repiten en sus obras. La persecución, la culpa, la cosmovisión indígena, la
política y las relaciones sentimentales son algunos de estos temas. Gracias al exilio que
sufrió, por persecución política, el número de sus textos es mayor. Sin embargo, debido a
la misma razón, es hasta hace unos años que se empieza a recuperar su literatura para
presentarla al público.

La literatura de Elena Garro es mejor conocida por el uso del realismo mágico
dentro de textos literarios tan cotidianos. El uso de esta corriente ayuda a crear un mundo
mitológico con los elementos cotidianos que conforma la sociedad latinoamericana. A
pesar de está corriente, Elena nunca fue considerada como parte de la generación del Boom.
Por un lado, esto se pudo dar debido a que esta generación no reconoció ninguno de los
trabajos de las escritoras femeninas del tiempo. Por el otro lado, los problemas que la autora
tuvo con los escritores y con la política la llevaron a ser nombrada como “la escritora
maldita”.

Los cuentos son una mirada íntima a la vida de Elena Garro. Estos hacen un
recorrido por la vida de la autora, desde su infancia hasta su tiempo de exilio y de regreso
a México. Debido a esto, las apariciones de cosmovisiones indígenas, de personajes
femeninos fuertes y hasta sobre relaciones complicadas, con personajes masculinos que se
convierten en predadores, no es raro encontrarlas en sus narraciones. El matrimonio con
Octavio paz dejó en Elena una visión de las relaciones amorosas muy dañada y negativa.

La literatura de Elena Garro nos deja con mucho potencial perdido. Durante años
fue silenciada por su propio país, creando un cerco lleno de posibilidades para que la autora
creciera literariamente. Siguió escribiendo por necesidad económica, pero no por el amor
al arte. Muchas de estas obras se perdieron o no fueron publicadas. Solo queda la esperanza
de recuperar su obra en la actualidad para conocer más del talento de la escritora mexicana.

El colorido camino que se tomará en los siguientes análisis, nos abren la puerta
hacia una nueva perspectiva en las letras garrianas: la realidad mitológica en los cuentos de

1
Elena Garro. Es una nueva propuesta de cómo la autora construye mitología, desde el
género literario del cuento. Es importante recalcar que la autora hace esta misma
construcción en otras de sus obras, como Los recuerdos del porvenir. Jugando con sus
conocimientos personales, creencias y la literatura, ella construye un universo lleno de
elementos mitológicos.

2
II. Los colores mitológicos en la realidad Garriana

A. Mito: una aproximación a la definición

La definición de la palabra mito no existe como tal porque su significado varía


según a qué cultura esté siendo referido. Existen diferentes aproximaciones por parte de
diferentes académicos que ayudan a estructurar la palabra y su significado. Es una palabra
que predomina dentro de las civilizaciones en forma de relatos que construyen la
cosmovisión de una sociedad. Es una herramienta primordial para poder entender la
historia. Especialmente, porque ayuda al humano a describir sus temores y dudas con
respuestas.

Es un relato oral que se pasa de generación en generación con un carácter fundador.


En la actualidad, se encuentra en textos que solo los reproducen en formato escrito. Aquí
es donde la literatura se fusiona con el mito y lo deja archivado para las generaciones del
presente y del futuro. Es la conexión de la persona con su pasado histórico. El tiempo mítico
no tiene límites, pero busca presentar un mundo primitivo que todavía está en la búsqueda
de la esencia humana. Su tiempo es puramente cíclico y natural.

Carl Jung creía que los mitos y los sueños eran formas de expresión del inconsciente
colectivo. Estas ideas nacen para responder al humano como parte de un todo y su
construcción está principalmente creada por los arquetipos. Joseph Campbell confirma que
a través de cualquier tiempo y cualquier circunstancia los “mitos del hombre han florecido;
y han sido la inspiración viva de cualquier otra cosa que haya aparecido de las actividades
del cuerpo humano y su mente” (Campbell, 2008, p.1). Para Gilbert Durand (2013), por el
otro lado, el mito es la construcción de símbolos dentro de un relato, los arquetipos y los
sistemas míticos.

El mito es un relato que no se puede comprobar pero que es intrínsecamente


verdadero y que busca representar la percepción de un mundo. Hugo Bauzá afirma que el
mito “desafía la razón lógica con el fin de provocar un quiebre en los razonamientos
habituales y, a través de ellos, acceder al conocimiento” (Bauzá, 2012, p.23). El mythos
ayuda a darle una respuesta a lo más primitivo del ser humano sin un razonamiento.

El mito es un relato que es sagrado, al mismo tiempo que puede ser mundano. Esto
se da, principalmente, para poder darle explicación al mundo y su continuidad para llegar
a ser una creencia. Cada cultura y civilización tiene una mitología propia, a pesar de
encontrar similitudes entre estas. Su razón de ser principal es crear realidades que logren
orientar al humano a darle una respuesta a la identidad y a los misterios. Hugo Bauzá
menciona que el mito “pretende abrirnos la puerta al desconocido, a esa realidad que está

3
más allá de nuestra percepción ordinaria y que solemos describir como mysterium” (Bauzá,
2012, p.30). Los mitos ayudan a ver más allá de lo que observa el ojo, creando realidades
que no son reales ni ficcionales y que solo se puede ingresar por medio del universo mítico.
Estos relatos nunca mueren, solo se van transfigurando con los diferentes discursos de la
historia.

1. El juego de los mitos en las sociedades

Joseph Campbell observa la mitología como la inspiración para explicar cómo


surgieron todas las cosas y actividades del ser humano. La creación de rituales por las
civilizaciones pasadas explica la necesidad de tener patrones que expliquen, inconsciente y
subconsciente, la razón de existencia humana. Dentro de cada persona hay un reino
mitológico que destruye y reconstruye la vida humana para darle sentido a su vida, su
cultura y su sociedad.

Explica Joseph Campbell que los símbolos mitológicos no son fabricados, no se


pueden inventar o evitar. Son creaciones espontaneas de la psique que tienen un poder
desde su propia fuente. La mitología siempre ha buscado que el símbolo sea esa herramienta
que lleven al espíritu humano hacia adelante. Consideró que los arquetipos que se deben de
analizar son los mismos que inspiran las bases de la mitología, los rituales y la visión.

“El sueño es el mito personalizado, el mito es el sueño despersonalizado”, dice Campbell


sobre la relación entre los mitos y los sueños (Campbell, 2008, p.14). Tanto el mito y los
sueños son simbólicos de la misma forma dentro de la psique. Los sueños presentan
problemas que afectan solo al soñador, mientras que los mitos presentas problemas y
soluciones que son válidas para toda la humanidad. Están cercanamente conectados, pero
no responden a las mismas necesidades. La función del mito se debe de analizar desde
cómo ha servido a la humanidad en el pasado y cómo puede servir en el presente. Los
rituales e iniciaciones dentro de la mitología ayudan a describir los comportamientos de las
civilizaciones y ayudan a darle una esencia a la persona individual.

2. De la mitocrítica al mitoanálisis

Gilbert Durand propone que el mito constituye, “la soberanía de los símbolos que
organiza en relato: arquetipos o símbolos profundos, o también simples sistemas
anecdóticos” (Durand, 2013, p.30). Los mitos son necesarios para la construcción de la
inteligencia histórica. Da fe a la historia y la convierte en algo legitimo. Los mitos están
estructurados a través de mitemas: secuencias semánticas más pequeñas que reúnen
personajes y escenas valorizadas. Es un metalenguaje que tiene una naturaleza fundadora
y que tiene como esencia una creencia.

4
Gilbert Durand demuestra, a través de la Teoría del Conocimiento, que la
mitocrítica funda el mitoanálisis. Describe que,

Todo mitoanálisis deberá empezar haciendo un estudio mitocrítico exhaustivo de


las obras de una época o de una cultura dada, entonces héroes y dioses se alzan
como paradigmas que nos permiten entender el objeto humano que se está
estudiando (Durand, 2013, p.340).

Esto quiere decir que la mitocrítica es toda la base teórica mitológica que es
necesaria para hacer un estudio desde el mitoanálisis.

El término de mitocrítica apareció en los años setenta para darle un significado al


método de crítica literaria que se centra en el estudio del relato mítico y su significación.
Pretende ser un puente entre las diferentes percepciones (críticas literarias y artísticas), ya
sean antiguas o nuevas. Crea las preferencias del lector hacia la lectura mítica y la
comprensión del mismo universo. La existencia limitada de mitos fundadores requiere de
construcciones nuevas míticas que expliquen las diferentes culturas y sus sociedades dentro
de la historia. Todo mito tiene su esencia: el mitema. Es un átomo mítico que tiene una
naturaleza estructural que para Carl Jung es un arquetipo y para Gilbert Durand es una
esquemática. Esta estructura pequeña puede funcionar desde dos niveles: forma patente y
forma latente.

• Forma patente: Por la repetición explícita de su o sus contenidos


homólogos (situaciones, personajes, emblemas, entre otros).
• Forma latente: Por la repetición de su esquema intencional en un
fenómeno muy cercano a los desplazamientos.
El estudio de la obra se puede hacer a través de tres tiempos. El primero es la
relación de los temas, seguido de la comparación desde el mismo espíritu de las situaciones
y sus personajes y terminando con la localización de mitos comparados en un espacio
cultural determinado. La lectura se obtiene a través de tres parámetros:

1. La sicronicidad estructural del relato


2. La diacronicidad literaria
3. La temporalidad cronológica.

El mitoanálisis es un término que define un método de análisis para la mitología. Su


propósito es obtener el sentido psicológico, sociológico y, hasta en ciertos casos, literario
o artístico. Es el reclamo de un momento cultural y su conjunto social desde la psique
humana. Este tipo de estudio logra crear una reivindicación de la mitología desde su
momento de vivencia.

5
3. El mundo arquetípico de Carl G. Jung

Los mitos son fenómenos psíquicos que revelan la naturaleza del alma. Los procesos
naturales mitológicos son expresiones simbológicas de la psique del individuo que se ven
representados en la naturaleza. Carl Jung reconoce que existen patrones que se repiten en
el presente y el pasado, al igual que símbolos y temas. Los mitos son, entonces, estructuras
idénticas que son conocidas por la humanidad, influencian la forma en que se percibe el
mundo y son generacionales.

La psique humana, según Jung, contiene elementos personales y comunes que


construyen la personalidad. Estos elementos también se pueden identificar como
arquetipos. La psique se compone en niveles que interactúan constantemente: el consciente,
el inconsciente personal y el inconsciente colectivo. El consciente es el campo de
consciencia en donde existen los contenidos de los que se está inconsciente y de este se
desprenden el inconsciente personal y el inconsciente colectivo. El inconsciente personal
consiste en eventos que se creen insignificantes o que fueron reprimidos por su naturaleza
abrumadora. El inconsciente colectivo son estructuras físicas que son compartidos por un
todos e influencian los comportamientos, las ideas y la forma de ver al mundo.

Carl G. Jung describía que los contenidos del colectivo inconsciente se llamaban
arquetipos. La palabra arquetipo proviene de la referencia que hizo Filo de Alejandría sobre
la imagen la Imago Dei (imagen de Dios en el hombre). Una de las formas en las que se
expresa un arquetipo son los mitos y los cuentos de folklore. Sus representaciones se
encuentran atadas a las visiones y a los sueños. Es un elemento que nace del inconsciente
pero que es alterado por el consciente y percibido por el individuo.

Los arquetipos no se pueden ver físicamente, sino que se producen dentro de la


consciencia en manifestación de símbolos. Estos son imágenes que le dan una
representación y un significado a un misterio. Carl Jung dice que los arquetipos son los
temas mitológicos y los símbolos las imágenes que van construyendo los mismos. El
arquetipo está conformado por símbolos, tal como lo podemos ver:

6
Ilustración 1 Estructura del arquetipo

Fuente: Jung, C. G. (1969). The Archetypes and the Collective


Unconscious: Vol. Volume 9. Princeton university Press.

Carl G. Jung identificó una gran cantidad de arquetipos, debido a que estos pueden
ser percibidos dentro de la realidad y son repetitivos a través de la historia. Jung menciona
que,

Hay tantos arquetipos como situaciones típicas en la vida. La repetición sin fin ha
grabado estas experiencias en nuestra constitución psíquica, no solo en las formas
de imágenes llenas de contenido, sino al principio solo como formas sin contenido,
que representan simplemente la posibilidad de un cierto tipo de percepción y acción
(Jung, 1969, p.48).

De los arquetipos más comunes se encuentran: la madre, el nacimiento, la muerte,


el renacimiento, el poder, el héroe y el niño. A pesar de la gran variedad, Carl Jung se centró
en cuatro de los cuales se desprenden los demás. Estos son el anima/animus, la sombra, el
ego y el ser.

4. La sociedad mitológica de Mircea Eliade

Mircea Eliade hace un recorrido por la mitología y cómo se ve representada en la


sociedad. Para Eliade, un mito es una historia verdadera porque es sagrada. La mitología
es la respuesta para entender el fenómeno humano. Menciona que “el mito es una realidad
sumamente compleja, que se puede abordar e interpretar desde puntos de vista diversos y
complementarios” (Eliade, 1963, p.5). El mito es necesario debido a su naturaleza
fundadora.

7
La función de la mitología es revelar los modelos ejemplares que deben seguir la
humanidad y que son importantes para las actividades ordinarias de las personas. Eliade
menciona que “en definitiva, los mitos revelan que el mundo, el hombre y la vida tienen un
origen e historia sobrenaturales, y que esta historia es significativa, preciosa y ejemplar”
(Eliade, 1963, p.19). El hombre está conformado por todos los eventos mitológicos que se
han relatado. En sí, los mitos son una explicación del mundo y de la forma en que se
desarrolla la vida humana en el mismo.

Los mitos originarios son importantes porque justifican nuevas situaciones para
darle sentido a la creación del mundo. Estos crecen hasta llegar a convertirse en un mito
cosmogónico. Este tipo de mito ayuda a ejemplificar como el mundo cambia después de la
creación. Al entender el principio y como regresar a él, se logra un renacimiento. Al
entender la raíz de la creación, se puede crear algo completamente nuevo, pero que está
mejorado.

“El retorno a los orígenes da esperanza a un renacimiento”, menciona Mircea Eliade


describiendo el mito del eterno retorno (Eliade, 1963, p.30). Al cerrar un ciclo y empezar
con uno nuevo se dan una variedad de ritos que tienen como función hacer una renovación
del mundo. El origen es móvil, pero su raíz siempre es perfecta e inmovible. La importancia
del origen es, simplemente, tener una explicación para la creación. Por esta razón, el tiempo
mítico es cíclico dentro de las diferentes civilizaciones de la historia.

La mitología es esencial para el humano porque lo mantiene consciente de las voces


de sus ancestros. Le asegura que lo que está por hacer ya se ha hecho. El lenguaje que el
mundo usa para comunicarse es mitológico. Es decir, un lenguaje lleno de símbolos. Los
mitos son “un constante recuerdo que grandiosos eventos tuvieron lugar en la Tierra y que
ese “glorioso pasado” es parcialmente recuperable” (Eliade, 1963, p.145).

El mito, directa o indirectamente, eleva al hombre. No cualquiera puede recitar


mitología. La persona que es digna recibe una educación especifica e instrucciones de los
oradores previos. Esta persona debe tener una memoria impecable y una gran imaginación.
Dentro de la historia, se puede observar la creación de una variante mitológica, pero nunca
la creación de uno nueva. Esto porque los mitos fundadores ya se encuentran, las
explicaciones ya están grabadas en la historia.

5. Los arquetipos femeninos de Clarissa Pinkola Estés

Clarissa Pinkola Estés es una poeta que se dedica al psicoanalismo y especialista


postraumática. En Mujeres que corren con los lobos, Clarissa Pinkola estudia los arquetipos
que se construyen, principalmente en los personajes femeninos, dentro de la mitología y
los cuentos folclóricos. Con una descendencia de los nativos americanos y español

8
mexicana, sus tradiciones narrativas son orales y ancestrales. el estudio se basa en el uso
de los arquetipos, de los que Clarissa dice:

El leitmotiv o tema central de un cuento representa un arquetípico trance de la


psique. Así́ son los arquetipos: depositan algunos de sus matices en su punto de
contacto con la psique. Como representaciones simbólicas que son, a veces dejan
una huella de su paso por las biografías, los sueños y las ideas de todos los mortales.
Se podría decir que los arquetipos, cuya morada nadie cono- ce, constituyen toda
una serie de instrucciones psíquicas que atraviesan el tiempo y el espacio y ofrecen
su sabiduría a cada nueva generación (Pinkola Estés, 1995, p.355).

Los relatos fundadores están en nuestros huesos. Son los elementos que construyen
nuestro ser. La mujer salvaje es el símbolo que se encuentra en la psique femenina que crea
un enlace entre la mujer y la naturaleza. De este arquetipo nace “la loba”, la encargada de
recoger huesos y los preserva de los peligros del mundo. Ambas prosperan en la psique del
alma más profunda de las mujeres, separando el mundo mitológico y el lógico.

De los arquetipos, específicamente el de La Loba, Clarissa Pinkola dijo:


Descubrimos vestigios del arquetipo en las imágenes y los símbolos de los cuentos,
la literatura, la poesía, la pintura y la religión. Al parecer, la finalidad de su
resplandor, de su voz, de su fragancia, es la de apartarnos de la contemplación de la
porquería que cubre nuestras colas y permitirnos viajar de vez en cuando en
compañía de las estrellas. En el lugar donde vive La Loba, el cuerpo físico se
convierte, tal como escribe el poeta Tony Moffeit, en "un animal luminoso", y
parece ser que, por medio de los relatos anecdóticos, el pensamiento consiente
puede fortalecer o debilitar el sistema inmunitario corporal. En el lugar habitado
por La Loba los espíritus se manifiestan como personajes y La voz mitológica de la
psique profunda habla como poeta y oráculo (Pinkola Estés, 1995, p.29).

Por ende, la loba es el paralelo mitológico en donde los muertos regresan a los vivos
y es la mujer salvaje la voz mitológica.

Toda naturaleza femenina tiene un depredador. La psique femenina es ingenua a


menos que se le enseñe sobre los peligros por medio de los padres. La llave para escapar
esa prisión es el conocimiento. Clarissa Pinkola dice que:

Cuando las mujeres emergen de nuevo a la superficie liberadas de su arrastran


consigo y hacia sí mismas algo inexplorado. En este caso, la mujer, que ahora es
más sabia y juiciosa, echa mano de una energía interior masculina. En la psicología
junguiana, este elemento se denomina animus, un elemento de la psique femenina
parcialmente mortal, parcialmente instintivo y parcialmente cultural que se presenta

9
en los cuentos de hadas y en los símbolos oníricos bajo la apariencia de su hijo, su
marido, un extraño y/o un amante, que a veces reviste un carácter amenazador según
las circunstancias psíquicas del momento (Pinkola Estés, 1995, p.63).

Este depredador se encuentra, no solo en los relatos, sino que también en los sueños.
Los sueños son portales al siguiente nivel de consciencia, por lo que los sueños con el
depredador son llamadas de aviso. Pinkola menciona que:

En los cuentos populares, al igual que en los sueños, podernos comprender los
contenidos de manera subjetiva, en cuyo caso todos los símbolos representan
aspectos de la psique de una sola persona, pero también podemos comprender los
cuentos de manera objetiva, puesto que se refieren a situaciones y relaciones del
mundo exterior (Pinkola Estés, 1995, p.124).
La intuición es la parte más esencial de la psique femenina. Carl Jung mencionó que
nadie se pierde dentro del inconsciente, por lo que la intuición siempre está en lo correcto.
Este elemento se pasa estrictamente de la madre a la hija, por lo que cuando se interrumpe
este ciclo, la mujer se encuentra en más peligro. No logra desarrollar esa intuición dentro
de ella. Clarissa Pinkola dice que la mujer tiene una dualidad: el ser exterior y la criatura
interior. La primera vive en el mundo superior y la segunda en el que no es tan visible.
Dentro del tema de dos, se encuentran los gemelos. Se les enlaza con poderes supernaturales
que crean una dualidad divina.

El arquetipo de la madre ha sido desarrollado exhaustivamente. Existen diferentes


tipos: la ambivalente, la colapsada, la madre de la niña sin amamantar y madre fuerte/niño
fuerte. La madre ambivalente es aquella que se inclina a los deseos de la sociedad y no a
los de su hijo. La madre colapsada es aquella que perdió el sentido de sí misma. La madre
de la niña sin amamantar es aquella que siente que no es amada ni siquiera por su propio
bebé. La mamá fuerte/hijo fuerte es aquella que completó el ciclo de la mujer salvaje.

En la psique instintiva, el cuerpo es un sensor. Mientras que en el mundo imaginario


es un vehículo poderoso en donde vive el espíritu. Este arquetipo también se puede
transportar a objetos inanimados que asemejen con el cuerpo humano. Es un símbolo para
crear una tierra propia que transmite el poder de la mujer salvaje. Siguiendo con las
dualidades, existen dos tiempos: el humano y el salvaje. La psique y el alma femenina
tienen ciclos entre estos dos tiempos. Es importante que la mujer siempre se mantenga entre
estos dos tiempos o perderá su esencia. Ella puede escuchar su voz interior por medio de
sus sueños que la ayudan a mantener ese equilibrio.

La creatividad es un cambia formas. Es un espíritu libre que toma diferentes formas


rápidamente. Este arquetipo es fluye entre los diferentes canales que se encuentran en la
psique. Clarissa menciona que:

10
En la tradición arquetípica se tiene la idea de que si alguien prepara un lugar
psíquico especial, el ser, la fuerza creativa, la fuente del alma se enterará, se abrirá
camino hacia él y establecerá en él su morada (Pinkola Estés, 1995, p.323).

La contaminación del alma salvaje se da gracias a la destrucción de la fertilidad


femenina. Esta contaminación llega a la creatividad en forma de excusas y peligros. Aquí
entra el arquetipo animus en juego, en donde:
El animus se puede considerar más bien una fuerza que ayuda a las mujeres a
afirmarse en el mundo exterior. El animus ayuda a la mujer a exponer sus
pensamientos y sentimientos interiores específicamente femeninos de una manera
concreta —emocional, sexual, económica y creativa y también de otras maneras—
en lugar de hacerlo según un esquema calcado de un desarrollo masculino estándar
culturalmente impuesto en una cultura determinada (Pinkola Estés, 1995, p.336).

El animus se mueve por medio de tres territorios: el inframundo, el mundo exterior


y el mundo interior. Lo más importante es entender que el desarrollo de este arquetipo se
mueve de mujer a mujer.

6. Los arquetipos femeninos de Toni Wolff

Toni Wolff presentó cuatro arquetipos femeninos que se mueven como las agujas
de un reloj: Madre/Dadora, Amazona, Hetera y Medial. Las ubicó dentro de un cuadrante
según su relación. La Madre y Hetera están relacionadas personalmente, mientras que la
Amazona y Medial lo están de forma impersonal. La importancia de estos arquetipos para
Wolff es entender cómo integrarlos y aplicarlos en el inconsciente.

Los cuatro arquetipos femeninos son:


• La Madre es «una mujer cuya prioridad de ego principal es el bienestar de sus hijos
(o cargas)». (Molton & Sikes, 2011, p.11) También se le conoce como la dadora de
vida.
• La Hetera es «una mujer comprometida principalmente con la calidad de su vida
relacional con su pareja». (Molton & Sikes, 2011, p.14) También es conocida como
amante y compañera.
• La Amazona una mujer «cuyo enfoque personal, o prioridad del ego principal,
más o menos inconsciente, se encuentra en el reino impersonal de la conciencia
colectiva». (Molton & Sikes, 2011, p.15) También reconocida como la guerrera.
• La mujer Medial la describe «como alguien cuya imaginación abarca tanto lo
conocido como lo desconocido. Ella se erige como un puente entre dos mundos».

11
menos inconsciente, se encuentra en el reino impersonal de la conciencia
colectiva». (Molton & Sikes, 2011, p.120) También conocida como sabia.

El cuadrante de los arquetipos femeninos de Toni Wolff se ve así:

Ilustración 2 Relación de los arquetipos de Toni Wolff

Madre/dadora
Relacionado personalmente

Mujer medial/ Amazona/


sabia guerrera
Relacionado Relacionado
impersonalmente impersonalmente

Hetera
Relacionado personalmente

Fuente: Molton, M. D., & Sikes, L. A. (2011). Four Eternal


Women: Toni Wolff Revisited: A Study in Opposites. Fisher King
Press.

B. Elena Garro

1. La vida en colores de Elena Garro

Elena Garro nació el 11 de diciembre de 1916 en Puebla, México. Existe una gran
confusión entre cuál es la verdadera fecha de nacimiento debido a las diferentes cartas que
la autora envío en donde publicaba dos fechas diferentes. Escribió novela, teatro, poesía y
ensayo histórico por lo que se le reconoce como una escritora polifacética. Varios críticos
literarios la han posicionado como una de las escritoras más importantes del siglo XX. La
infancia y primeros años de su adolescencia fueron los mejores. Estos años se ven mejor
representados en sus cuentos La semana de colores. Su padre fue el español José Antonio
Garro Menendreras y su madre la mexicana Esperanza Navarro Benítez. Tuvo cinco
hermanos, siendo ella la tercera. Su hermana Sofía murió cuando era pequeña.

Se casó con el poeta Octavio Paz después de dos años de ser novios. Se conocieron
en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) el 24 de mayo de 1937. Según

12
lo narrado por Elena Garro, ella fue manipulada al casamiento a través de conspiraciones
por parte Paz. La escritora mexicana nunca le perdonó no casarse por la Iglesia Católica y
creo fricción en el matrimonio desde el principio. La familia de Elena no aprobaba el
matrimonio debido a que sabían que Octavio Paz siempre le reclamaría la superioridad
intelectual de Garro.

Después de casarse, no continuó con sus estudios y casi termina con toda su carrera
artística. Tuvieron una hija, Helena Paz Garro, que nació en 1939. Cuando su hija tenía 13,
Elena Garro es hospitalizada en Suiza debido a una parálisis. Es durante este tiempo que
escribe Los Recuerdos del Porvenir. Su enfermedad la vieron como una respuesta a la
represión dentro de su matrimonio. Esta opresión la llevo a intentar suicidarse dos veces.

Elena Garro y Helena Paz tienen una relación conflictiva durante el tiempo que
vivieron juntas. Al principio, Helena tenía más cercanía a su padre quien la consentía y
educaba a su manera. Todo cambió cuando se fueron exiliadas y durante este tiempo
permanecieron juntas. Helena Paz sufría de problemas de salud, lo que la llevó a ser
admitida en un hospital para problemas mentales en su estadía en París. La relación entre
la hija y el papá colapsó cuando Helena escribió una carta en donde acusaba a Octavio Paz
de no ayudarlas al renunciar a su puesto como Embajador de India.

En los años 40, ambos escritores empezaron a tener relaciones extramaritales.


Octavio Paz empezó a salir con la pintora Bona Tibertelli. Elena, por otro lado, se enamoró
del escritor argentino Adolfo Bioy Casares. Sin embargo, nunca lograron estar juntos
porque Octavio Paz no le dio permiso de llevarse a su hija afuera de México. Elena asegura
que es del único hombre del que se ha enamorado, algo que Octavio Paz nunca se lo
perdonó.

Creó varias obras literarias durante varios años, pero siempre decía que no tenía la
libertad creativa. Primero se limitaba por el miedo a opacar a su esposo. Luego se vio
silenciada por las circunstancias de su exilio. Decidió dedicarse al periodismo en donde
nacen las crónicas que la hacen tan famosa. Su nombre se vio en escándalos debido a la
naturaleza de sus crónicas. En el periódico en el que trabaja le dieron la libertad de hablar
sobre las tierras de los indígenas, la Reforma Agraria y los campesinos de Ahuatepec.

Se divorció en 1959 después de un aviso judicial inesperado. Elena nunca lo aceptó


hasta que Octavio Paz se volvió a casar. Con el divorcio, Paz siguió obteniendo
reconocimiento, mientras que Elena empezó una de las etapas más difíciles de su vida. Ella
hizo de su vida un “cuento absurdo”, pero nos dejó literatura rica y polifacética. Elena Garro
escribió para sobrevivir. Por mucho tiempo, después de su exilio, pasó pobreza y por
necesidad vendió muchas de sus obras. Su escritura también le sirvió para hacer testimonio

13
de lo que estaba ocurriendo y como un método de auto búsqueda. Sus creencias le sirven
de empuje para crear mundos ficticios que están muy cercanos a su realidad.

Antes de 1968, sus obras buscaban darles voz propia a los niños, los campesinos y
las mujeres. Las obras que están escritas después de 1968 están marcadas por un momento
histórico y político controversial, tanto para la autora como para México. Desde pequeña
leyó a los griegos, a los españoles del Siglo de Oro, los románticos alemanes y a los rusos.
Por eso tiene sentido que el tiempo dentro de las obras de Elena Garro no tienen límites y
exploran un más allá.

Tuvo mucha cercanía con el partido político PRI, al acusarlos de ser opresores, y
prestó servicios como espía. Elena Garro se vio involucrada en la masacre de Tlatelolco, lo
que afectó su escritura y la frecuencia de sus publicaciones debido al exilio. La escritora
siempre negó ser participe y que defendió que fue culpada erróneamente. Diana del Ángel
describe que,

La actuación contradictoria de Elena Garro respecto del movimiento estudiantil de


1968 fue determinante para su vida personal, y fundamentalmente, para su obra, ya
que a partir de este año es marginada del panorama literario mexicano, y sólo hasta
la década de los noventa fue promovida (Del Ángel, 2017).

Fue atacada por los medios periodísticos que publicaron varias notas sobre ella.
Acusó y aclaró que los culpables de la masacre habían sido los intelectuales. Ellos eran los
culpables por tanto dolor y tristeza. Según Elena Garro, ella nunca dio nombres, pero los
medios igual los publicaron. Elena Garro se autoexilia y sale de México por más de 20
años. Primero estuvo en Estados Unidos, luego en España y terminó en París, Francia.
Dentro de este tiempo vive con su hija y se apoya económicamente de las regalías de sus
obras literarias.

Elena Garro uso su voz para visibilizar a las voces menos escuchadas, lo que explica
porque se describía como una “antirrevolucionaria”. Ahora es considerada como una de las
mejoras autoras del siglo XX en la lengua española. En la actualidad, sus obras están siendo
rescatadas para nuevas publicaciones. Murió el 22 de agosto de 1998 de una insuficiencia
cardíaca.

2. Voz silenciada en el Boom

La voz literaria y personal de Elena Garro tiene un impacto fuerte dentro de la


literatura hispanoamericana. Se sitúa dentro del grupo de mujeres que pertenecen a la época
de la generación del Boom, pero que fueron silenciadas por el mismo grupo. La generación
está conformada exclusivamente por voces masculinas. Sin embargo, sus obras tienen todas

14
las características que la situarían en este grupo. Por eso, ella es una de las autoras de la
época que luego fueron parte de la generación post-boom.

Los textos garrianos están llenos de las características principales del movimiento.
Tenían una experimentación sobre la época y la sociedad, innovó en el lenguaje, cursó
dentro de los diferentes géneros literarios y enfrentó los temas políticos sin temor. Su obra
mezcla la realidad con la ficción, creando el realismo mágico que se volvió en un patrón
dentro de los trabajos literarios de la generación del Boom.

La participación de Elena Garro dentro de la literatura se vio opacada por su


actividad política y la persecución que tuvo por la misma. Elena Garro, específicamente,
tienen una fuerza cultural que representa la época y la vida de la autora. Sus cuentos son
una excelente representación de la voz literaria de la autora. Se convirtió en un mito. La
percepción del público misteriosa ayudó a la creación de ella como un personaje, más que
una persona.

Se le posicionó dentro el grupo de la generación post boom, al igual que muchas


autoras de la época, considerándola como una escritora maldita. Fue una escritora
polifacética. Presentó obras dentro de los diferentes géneros literarios que existe.
Actualmente, con el rescate de las obras de Elena Garro y la búsqueda de elevar su voz, se
logró su inclusión dentro del grupo.

15
16
III. Panorama mitológico en la narrativa de Elena Garro
A. La culpa es de los tlaxcaltecas

El cuento comienza con la aparición de Laura en la puerta de la cocina, toca y le


abre Nacha. Entra silenciosamente y se sienta al lado de la estufa. Laura le pide un café y
Nacha le dice que en la casa ya la creían muerta. Laura le explica que la culpa es de los
Tlaxcaltecas. Laura le pregunta si ella también está de acuerdo en la culpabilidad de los
tlaxcaltecas y le dice que ella es una traidora. Laura le explica a Nacha cómo fue su
desaparición: iban de viaje a Guanajuato cuando tuvieron varios accidentes, se les acabó la
gasolina y el coche se paró. Margarita, su suegra, se va al pueblo en un camión de turistas
para buscar a un mecánico. En el puente donde se quedaron ve una luz muy blanca y el
tiempo se da vuelta, regresando a ser la niña que era.

Aparece un hombre que Laura reconoce inmediatamente. Es su primo y Laura sabe


que ella está casada con este hombre. No se atreve a confesarle que está casada otra vez. El
hombre le dice que está desteñida y Laura culpa al sol. Se recuesta en su pecho y escucha
la sangre caer y luego van a ver la casa de Laura. De camino tienen una conversación que
termina con Laura besándolo y él declarándole su amor. El hombre le dice que su tiempo
se está acabando, pero que pronto estarán juntos. Él se va y Laura se queda escuchando
sonidos de pelea.

Regresa Margarita, ve el vestido de Laura manchado de sangre y culpa a los indios


por el “ataque”. Cuando regresan a su casa, Laura ya no puede ver a los guerreros, pero los
siente. Al entrar, las recibe Nacha. Se sientan Laura y Margarita a cenar con Pablo, esposo
de Laura, quien le reclama a Laura que ella es la culpable del ataque. Margarita la defiende
y Laura se da cuenta de lo mucho que la aburre Pablo. Los empieza a comparar, sus dos
esposos, y se da cuenta que son muy parecidos, con la única diferencia que Pablo es muy
enojado. Mientras besaba a Pablo en la noche, Laura solo puede pensar en cuando vendría
su primo esposo. Pablo no se habría enterado del otro hombre si no hubiera sido por
Josefina.

Entra Josefina con el desayuno diciendo que un hombre vino en la noche y estuvo
esperando en la ventana de Laura. Ella grita “es él” y Pablo enojado le pregunta quién es.
Laura le responde asustada que es el indio de Cuitzeo y su esposo propone llamar a la
policía. Pablo observa huellas de sangre en la ventana y el vestido de Laura lleno de sangre.
Le reclama cómo es posible y le comienza a pegar.

Nacha le sirve un café y Laura le explica como conoció a Pablo. Explica que decidió
casarse con el porque le recordaba a alguien y que después del casamiento se arrepintió
cuando vio que su esposo era controlador y violento. Josefina le dice a Nacha que le avise

17
a Margarita que Pablo le está pegando a Laura. La presencia de Margarita calma a Pablo e
inventa excusas para explicar la sangre. Mientras tanto, Laura se encierra en sus
pensamientos, pensaba en su esposo primo y si la había visto besarse con Pablo. Se vuelve
a poner el vestido con sangre, lo cubre con un suéter y sale a la calle.

Llega al Café Tacuba, en donde debería encontrarse con Pablo, pero decide salirse.
Al salir, se encuentra con su otro esposo. Mientras hablan, Laura siente que empieza a
arder. Cuando voltea ve su casa de infancia ardiendo en llamas, mientras su familia se
encuentra adentro muerta. Le pide a su esposo que se la lleve a otro lado, que se esconda y
regrese al amanecer.

Laura regresa a la casa, en donde Nacha le dice que su esposo y Margarita están en
la policía. Le explica que lleva dos días desaparecida y que hasta había salido un artículo
en el periódico sobre su desaparición. Laura desgarra la prensa con la nota y se va a dormir.
Nacha y Josefina afirman que la señora está enamorada. Cuando regresa Pablo con
Margarita, el cuestiona a Laura sobre donde estuvo, pero no le cree.

Mientras pelean, a Laura se le sale que estuvo con “el indio”. Pablo la encierra en
su casa y no la deja salir en días. Josefina comenta que este hombre llegaba a la ventana.
Pablo decide llamar a un médico para que revise a su esposa. Este le pregunta por su
infancia, pero Laura no recuerda nada. Así que, en vez de hablar sobre ella, empieza a
contar la historia sobre la conquista. Margarita dice que Laura está loca.

Pablo cree que su esposa tiene depresión y ordena que tome paseos todas las tardes
custodiada por su suegra. Un día, después del paseo, Margarita regresa y anuncia que Laura
se escapó. Dice que se fue con su esposo primo porque sabe que no le perdonaría una
traición permanente. Laura conversa con su esposo quien le dice que el la quiere así
traidora. El le dice que el tiempo se está acabando y que lo espere mientras se va a combatir.

Los mundos de Laura se empiezan a unir, mientras espera a que regrese su esposo,
empieza a ver a los muertos. Al no aguantar la espera, se va en un taxi a la Ciudad de
México. Llega a la casa de Pablo a el momento en que Nacha abre la puerta del inicio de la
historia. Nacha le dice que Pablo se fue a Acapulco después de semanas de investigación
por su búsqueda. Margarita si se encuentra en la casa, pero sería mejor que no la vieran.

Se quedan escuchando los coyotes. Nacha es el primero en verlo y le avisa a Laura


que ya vienen por ella. Laura se va con esposo y Nacha limpia las ventanas de la cocina
para que no quede ningún rostro. En la mañana le dice a Margarita que la señora no era de
este tiempo, ni para el señor Pablo. Sin que nadie se percate, Nacha desaparece y se va sin
cobrar su último sueldo.

18
1. La Malinche

La Malinche también fue conocida como Malintzin, Malinal o Marina. El múltiple


uso de nombres ayuda a entender como tiene múltiples identidades. Esto lleva a la
comprensión de cómo pasó de ser una figura histórica a una mitológica y por qué tantos
académicos la han estudiado. Malintzin es su nombre originario y Marina es el nombre que
le dio Hernán Cortés luego de bautizarla bajo la religión cristiana.

Malinche fue una mujer de origen náhuatl, hija de un cacique y una esclava. Las
fechas de nacimiento y muerte no están definidas. Al morir su padre, la mamá se vuelve a
casar, teniendo un hijo producto de esa unión y vende a Malinche. Debido a esto, ella
termina siendo esclava de un cacique. Cuando Hernán Cortés llegó a Tabasco, le asignan
un grupo de mujeres jóvenes indígenas, en donde se encuentra la Malinche.

Le da el rol de traductora, al darse cuenta de sus habilidades lingüísticas, y la


convierte en una intermediara entre pueblos. Además, también se le conoce como su
concubina y con quien tuvo un hijo, llamado Martín. La unión de Malinche y Hernán no
duró mucho tiempo. La esposa del conquistador español llegó a Tabasco. Por esto, Cortés
la casó con Juan Jaramillo, uno de sus soldados, con quien tuvo una hija llamada María.
Después de esto, se le dio tierra y encomiendas como pago por sus trabajos. Murió poco
después de causas desconocidas.1

2. Mito comparado con La Malinche

Carl Jung explicó que los mitos se repetían a través de la historia y sus diferentes
épocas. Lo que lo hace tan característico es el hecho que estos relatos mitológicos se pueden
ver en diferentes culturas, aunque no haya tenido contacto. Por ejemplo, mitos griegos se
pueden ver repetidos en la cultura céltica antes de que tuvieran algún tipo de unión. Esto
explica como Elena Garro usó la figura de La Malinche como personaje dentro del cuento
La culpa es de los tlaxcaltecas. Rompe con el mito de este personaje y usa las piezas para
poder ir armando uno nuevo que responde a las nuevas realidades, pero también haciendo
honor al pasado.

Malinche es la madre mítica de los mexicanos. Hay dos referentes históricos que
simbolizan la traición. Por un lado, está la Malinche y por el otro, el reino de Tlaxcala. Ella
es la traidora emblemática que le da la espalda a su raza, trayendo el primer mestizo

1
Datos históricos sobre la Malinche por Romero, R., & Harris, A. N. en su libro Feminism, Nation and
Myth: Malinche y el libro La malinche de la historia al mito. Instituto Nacional de Antropología e Historia
de Fernanda Becerra.

19
conocido. El pueblo simboliza traición por haber tomado la decisión de unirse con los
conquistadores españoles para vencer al Imperio Azteca.
Laura es una figura de traición. Ella traiciona a sus dos esposos y a sus raíces por
querer ser libre. Pero dentro de esa libertad encuentra la esencia de su naturaleza. Dentro
de la historia latinoamericana, la culpabilidad, la traición, la pasividad y el rechazo son
elementos que se repiten constantemente. Laura se identifica con sentimientos de
culpabilidad y traición.

La dualidad también se presenta como un símbolo dentro del relato. El cuento se


encuentra dividido en dos espacios: el México actual y el de la conquista prehispánico.
Estos dos mundos se logran unir a través del personaje de Nacha. Este personaje representa
la conexión ya que es de origen indígena, pero se encuentra en una casa de mestizos.

Laura es llamada a regresar a sus orígenes. Esto sucede al encontrarse con su esposo,
que también es su primo. Es el llamado a casa, la atadura a sus raíces y la necesidad de ser
completamente libre desde su esencia. La Malinche se encontró el mismo dilema de escoger
entre ser libre en su pueblo o la comodidad que le proporcionaba Hernán Cortés y los
españoles.

Pablo es aquel que la mantiene enjaulada. El es quien la hace olvidar sus orígenes
y sus antepasados. Al casarse con él, Laura renuncia a quién ella es en realidad. Pablo es
aquel Hernán Cortés que rechazaba a los indígenas, pero que se mezclaba con la Malinche.
Le ofrece las comodidades y la libertad del estatus, pero es un ambiente conflictivo y
violento.

Su esposo-primo representa el pueblo. El es recordatorio de las raíces que ella


traicionó. Tiempos de guerra y conflictos se presentan siempre que él esposo aparece. Laura
regresa al tiempo de la Conquista con él. Ella asocia este tiempo con descripciones
amorosas y de identificación. El es el regreso a lo esencial y puro. Es también el llamado a
casa y el puente para regresar a sus orígenes.

Laura y la Malinche tienen otro aspecto en común: ambas no tienen padres


presentes. Es decir, Laura no se recuerda de sus padres y las pocas veces que menciona a
su padre, es aquél del otro tiempo. Mientras que la Malinche pierde a su padre temprano y
su madre la vende. No tienen figuras paternas que las guíen y las aconsejen. Laura le dice
a Nacha,

Me preguntaba por mi infancia, por mi padre y por mi madre. Pero, yo, Nachita, no
sabía de cuál infancia, ni de cuál padre, ni de cuál madre quería saber. Por eso le
platicaba de la conquista de México. ¿Tu me entiendes, verdad? (Garro, 2016, p.37)

20
Ambas mujeres tienen experiencias muy parecidas que las une en la historia. La
Malinche es esa mujer mítica que participó en ambos mundos. Laura también los vivió. La
diferencia es que Laura escogió regresar a sus orígenes y mantenerse fiel a sus raíces. Laura
es hija de la conquista, dando una resignificación al mito de la Malinche y el juego que
jugó en este tiempo.

3. Mitoanálisis del cuento

Laura pelea todo el relato con su persona. La persona es aquella imagen pública que
cada uno busca crear ante el mundo. Ella pasa en una batalla constante entre ser quién es y
quedarse como una traidora. Este arquetipo muestra a Laura como es en el tiempo real. Su
contraparte va a ser la sombra.

La sombra se puede manifestar como el hombre salvaje de piel morena, según


propone Gilbert Durand. En el cuento de La culpa es de los tlaxcaltecas se presenta en la
forma del esposo primo. Él es la parte inconsciente de la psique de Laura que la enfrenta
con su yo consciente. El esposo primo es quién la empuja a enfrentar su destino. Es el
puente que la regresa a sus orígenes.

Otra manifestación del esposo primo es en forma de animus. Este arquetipo, de


acuerdo con cada teoría o escuela, presenta las cualidades masculinas dentro de la psique
de una mujer. Él también se presenta dentro del tiempo mítico, predominante en la mente
de Laura, para recordarle su verdadero ser. Pasa las memorias de ella desde su inconsciente
a su consciente. Al final, él y su mundo son la realidad de Laura.

Laura se convierte en el arquetipo del Ser al final del cuento cuanto decide irse con
su esposo primo. Cuando ella escoge la huida como decisión final, ella se vuelve completa.
Es en este momento en el que ella es quién siempre debió ser. Ha cumplido la profecía y
completa su destino. Es su destino final, el cuál recorrió dentro de su viaje interno.

a. Arquetipos de personajes

Laura se construye a través del arquetipo de damisela en apuros. Ella es una mujer
atractiva que se encuentra atrapada en un matrimonio infeliz. Se siente atrapada en una
jaula y busca siempre una salida. Cuando aparece su esposo primo encuentra un salvador y
una salida. Su primo esposo le promete que volverá por ella, “a la noche vuelvo, espérame,
suspiró. Agarró su escudo y me miró desde muy arriba. Nos falta poco para ser uno, agregó
con su misma cortesía” (Garro, 2016, p.30). Ella se siente indefensa, perdida en una vida
equivocada y con grandes ganas de escapar. Su primo esposo le recuerda que pronto estarán
juntos. Todo lo que tiene que hacer Laura es esperar a que él arregle todo para poder

21
encontrarse. Es él quien va a la guerra, quien derrama la sangre y prepara el espacio donde
permanecerán juntos.

Laura también se manifiesta como una marginada. La mayoría de los mitos tienden
a estar alrededor de este arquetipo. Laura es el personaje principal que se encuentra
torturada por los eventos que ocurren en su proximidad. Se presenta como una víctima
indefensa que no tiene control de su propia vida. Ella sabe que no encaja en la vida que
lleva con Pablo. Al final, Pablo y Margarita la culpan de ser ella quien arruinó todo,
llamándola una traidora.

El esposo primo es el arquetipo de héroe. Es él quién va a salvar a la damisela en


apuros. A él no le importa la traición de Laura asegurándole que: “traidora te conocí y así
te quise” (Garro, 2016, p.39). Él va a la guerra y pelea por su país porque es lo que es
correcto. Cuando Laura lo describe con Nacha menciona:

Desde lejos me llegaron sus chispas negras y vi ondear sus cabellos negros en medio
de la luz y blanquísima del encuentro. Antes de que pudiera evitarlo lo tuve frente
a mis ojos. Se detuvo, cogió la portezuela del coche y me miró. Tenía una cortada
en la mano izquierda, los cabellos llenos de polvo, y por la herida del hombro le
escurría una sangre tan roja, que parecía negra. No me dijo nada. Pero yo supe que
iba huyendo, vencido. Quiso decirme que yo merecía la muerte, y al mismo tiempo
me dijo que mi muerte ocasionaría la suya. Andaba malherido, en busca mía (Garro,
2016, p.29).

Es la descripción de un héroe que regresa de la guerra, vencido y sin esperanzas.


Aquel que no logró vencer su propósito dentro de su recorrido. El esposo es el héroe, el
guerrero y el liberador.

Margarita es la mimetista que cambia de roles y de pensamientos sin previo aviso.


Primero, ella es la suegra que se preocupa y defiende a Laura de Pablo. Se preocupa cuando
regresa al carro y ve que tiene el vestido lleno de sangre. La protege de los celos de su hijo
e intercede cuando este le pega descontroladamente a su nuera. Crea excusas para las
situaciones que estaban pasando. Cuando Laura regresa por última vez a la casa, Nacha le
dice que Margarita está furiosa con ella y que es mejor que no se entere que volvió. Ella
empieza a dudar de la esencia de Laura y ese enojo la llevó a aullar como coyotes
descontrolados.

Margarita también es la madre ambivalente. Esta madre es la que protege a su hijo


hasta que cede a las presiones de su sociedad. Ella se comporta como una madre con Laura.
Pasa de protegerla a obedecer las decisiones de Pablo. Al final, sucumbe a las necesidades

22
del soberano para mantener su seguridad y libertad. Deja a Laura a su merced y le niega la
entrada a su casa.

Pablo es el arquetipo del villano y el soberano. Él es el que manda en la casa. Le da


instrucciones a Laura de cómo debe comportarse. Se siente dueño de ella y la cela
constantemente. Es violento y su agresión llega a lo físico. Él juzga a su esposa por sus
decisiones y descuidos. La agresividad de Pablo llega a lo físico,

Nacha sabía que era cierto lo que ahora le decía la señora, por eso aquella mañana
en que Josefina entró a la cocina espantada y gritando: “Despierta a la señora
Margarita, que el señor está golpeando a la señora”, ella, Nacha, corrió al cuarto de
la señora grande. (Garro, 2016, pp.33-34)

El hecho de que Pablo se identifique con estos arquetipos no le quita el afecto que
sentía por Laura. Simplemente no eran compatibles y él no satisfacía las necesidades del
alma de Laura. Nacha termina el relato diciéndole a Margarita que, “yo digo que la señora
Laura no era de este tiempo, ni era para el señor” (Garro, 2016, p.41). Esto confirma el
destino de los personajes.

Nacha, por su parte, es el arquetipo del sabio. Ella es la confidente de Laura. Ella
escucha los consejos de Nacha y le confía sus secretos. La cocinera es el eslabón que une
el mundo mítico con el mundo real que vive Laura. Se convierte en este cuando Laura le
pregunta si ella también se siente una traidora y ella le contesta que sí. Así es como sellan
esa relación.

Nacha es también la cuidadora. Es el ángel que cuida de Laura. Ella vela por la
señora, le da de comer y le abre las puertas de la casa cuando ya no es bienvenida. La
protege de Pablo y trata de evitar conflictos que puedan involucrar a Laura. Al final, Nacha
se va al mismo tiempo que se va Laura, como un ángel guardián. Termina el relato diciendo,
“ya no me hallo en casa de los Aldama. Voy a buscarme otro destino” (Garro, 2016, p.41).
Su trabajo estaba terminado.

Josefina es el arquetipo de la tentadora. Ella no tiene una afiliación con ninguno de


los personajes. Sin embargo, siempre delata a Laura con Pablo para ocasionar problemas.
Esto a pesar de que no gana nada al hacerlo. Revela que el esposo primo estuvo en la casa
y comenta sobre las huellas de sangre. Varias de sus confesiones llevan a las peleas
violentas entre Pablo y Laura.

b. Elementos e imágenes arquetípicas

23
En la mitología el hombre salvaje busca a su esposa terrenal, dice Clarissa Pinkola
Estés. El primo esposo de Laura es el hombre salvaje. El se mantiene unido con sus raíces
y su naturaleza. Ella, por el otro lado, es esa esposa terrenal que se ha perdido, pero que
mantiene su esencia. Por eso, él la busca hasta por abajo de la tierra y ella siente una
conexión muy fuerte con él.

El color rojo es un arquetipo que se repite dentro del relato varias veces. Es un
simbolismo a la sangre, la cual si describe las situaciones dentro del cuento. Alude a la
guerra y a la destrucción. Cuando este color aparece está asociado con el esposo primo que
se encuentra en una batalla constante con muertes. Dentro de la primera descripción que
hace Laura dice, “tenía una cortada en la mano izquierda, los cabellos llenos de polvo, y
por la herida del hombro le escurría una sangre tan roja, que parecía negra” (Garro, 2016,
p.29).

La sangre, que es parte del significado del color rojo. Es un arquetipo que representa
el anuncio de la muerte. Esto debido a la generalización del vinculo de la sangre con la
muerte. Cada vez que Laura sale con su vestido blanco, está manchado de sangre. Es un
aviso del cambio que va a pasar el personaje y que va a cambiar de tiempo. El día que Laura
desaparece por última vez tiene puesto este vestido.

El agua es un arquetipo de gran importancia en el cuento. Simboliza vida y


fertilidad, ya que siempre ha sido asociada con la luna. El flujo del agua representa el ciclo
de la vida, un constante movimiento. Laura siempre está rodeada de un río cuando está con
su esposo primo. Es ese canal que la ayuda a cruzar, pero al mismo tiempo simboliza el
final de esa vida que conoce.

Laura menciona que mientras espera que llegue su esposo primo, ella puede ver el
resultado de la batalla. En el río ve flotar el cuerpo de los que no sobrevivieron. Están
flotando hacia el cruce a la otra vida. Ella describe,

Me miró y se fue a combatir con la esperanza de evitar la derrota. Yo me quedé


acurrucada. No quise ver a las gentes que huían, para no tener la tentación, ni
tampoco quise ver a los muertos que flotaban en el agua para no llorar (Garro, 2016,
pp.39-40).

En contraposición, el fuego es un arquetipo que simboliza destrucción y pureza. Es


un elemento que purifica los males del alma y elimina todo aquello que está haciendo un
mal. La casa de los padres de Laura se quema, destruyendo todo recuerdo y raíz asociado
con este. Laura describe:

24
“Sácame de aquí”, le grité con todas mis fuerzas, porque me acordé de que estaba
frente a la casa de mi papá, que la casa estaba ardiendo y que detrás de mí estaban
mis padres y mis hermanitos muertos. Todo lo veía retratado en sus ojos, mientras
él estaba con la rodilla hincada en tierra apagando mi vestido. Me dejé caer sobre
él, que me recibió en sus brazos. Con su mano caliente me tapó los ojos (Garro,
2016, p.35).
Ella también termina quemada de las piernas y el vestido, lo que alude a que ella
está purificada del alma y cuerpo. Significa que Laura puede empezar una nueva vida sin
ataduras.

La piedra es un arquetipo que simboliza lo perdurable e imperecedero. Es la


metamorfosis de algo que está cambiante y se convierte en un final eterno. Dentro de la
literatura de Elena Garro, este arquetipo se repite varias veces. Laura describe las palabras
como piedras. No se pueden cambiar, son eternas y pasan de generación en generación.
Dice Laura a Nacha:

Todo se olvida, ¿verdad Nachita?, pero se olvida solo por un tiempo. En aquel
entonces también las palabras me parecieron de piedra, solo que de una piedra fluida
y cristalina. La piedra se solidificaba al terminar cada palabra, para quedar escrita
para siempre en el tiempo. ¿No eran así́ las palabras de tus mayores? (Garro, 2016,
p.28)

Laura ve estas acciones como piedras que no se pueden romper. Incluso describe
cómo pasan por esa metamorfosis que las vuelve desde algo fluido a algo que está en
concreto. Luego, ya en la batalla, las piedras funcionan como armas dentro de la guerra,
que llegan a simbolizar lo mismo.

Los espejos son arquetipo de dualidad, de reflejo y de puerta. En el cuento, hay


diferentes tipos de espejos. Los ojos son los espejos al alma, nos abren la puerta a la esencia
del ser y nos dejan conocer más allá de lo físico. Mientras el esposo primo le apaga el
vestido que tiene fuego, ella se da cuenta que, “todo lo veía retratado en sus ojos, mientras
él estaba con la rodilla hincada en tierra apagando mi vestido. Me dejé caer sobre él, que
me recibió́ en sus brazos. Con sus manos calientes me tapó los ojos” (Garro, 2016, p.35).
Los ojos de su esposo primo reflejan su esencia del alma. Así es como Laura logra entender
con quien recae su futuro. Cuando él le tapa los ojos, simboliza que él cuidará de su alma
hasta el día que muera.

Los cuerpos celestiales son imágenes arquetípicas que ayudan a crear símbolos
dentro de la narración. El sol simboliza la luz, lo bueno, la energía, la creatividad. El sol da
luz y claridad, mientras que la oscuridad no deja ver con claridad. Laura dice, “el sol estaba
plateado, el pensamiento se me hizo un polvo brillante y no hubo presente, pasado ni

25
futuro” (Garro, 2016, p.35). Se ve representados específicamente en la dualidad de sus
esposos.

El esposo primo siempre aparece en el amanecer o a medio día. Esto simboliza que
él es quien le da claridad, luz y vida a la esencia de Laura. Mientras que Pablo suele aparecer
en la noche, que está asociado a sentimientos de temor y confusión. Esto provoca los
sentimientos de cautiverio, peligro y violencia en la relación. Por eso, Laura busca a su
primer esposo y trata de escapar de Pablo.

El sol es quien le da vida y es este el que le produce esas ideas brillantes que
empiezan esa trayectoria a su pasado. Laura dice, “la luz produce esas catástrofes, cuando
el sol se vuelve blanco y uno está en el mismo centro de sus rayos” (Garro, 2016, p.28).
Este arquetipo es importante para mostrar esa dualidad entre los personajes, los
sentimientos, el tiempo y la importancia de la vida.

Las estrellas y el cielo son un arquetipo que representan un mapa de respuestas para
quienes lo ven. Cada vez que Laura se siente confundida o triste, voltea a ver el cielo
buscando una solución. Estos cuerpos celestiales han sido usados para crear mapas, las
constelaciones sitúan y les dan significados a las necesidades de los humanos para encontrar
un camino. Cobran importancia dentro del texto ya que iluminan el camino de regreso a su
origen.

El arquetipo del puente simboliza en la mitología unión entre dos eslabones. Es


también el camino hacia el más allá. La primera vez que Laura ve a su primo esposo es
cruzando un puente,

Yo me quedé en la mitad del puente blanco, que atraviesa el lago seco con fondo de
lajas blancas. La luz era muy blanca y el puente, las lajas y el automóvil empezaron
a flotar en ella. Luego la luz se partió en varios pedazos para convertirse en miles
de puntitos y empezó a girar hasta que se quedó fija como un retrato (Garro, 2016,
p.28).

Laura logra cambiar de realidad al cruzar el puente y abre las puertas para poner en
movimiento su destino. Este arquetipo prende la mecha para las acciones del relato.

El último elemento mítico es la voz mitológica. Esta voz la escucha Laura todo el
tiempo, llamándola a regresar y ser quien ella es en realidad. Esta voz es la que le muestra
su pasado, la niña que fue y lo que perdió al traicionarse. Es quien llama al esposo marido,
quien busca a Nacha y quien toma la decisión final. Esta voz es la Laura del pasado, la que
todavía es una mujer salvaje.

26
c. El tiempo real y el tiempo mítico

El cuento La culpa es de los tlaxcaltecas está dividido en dos tiempos: el tiempo


real y el tiempo mítico. El tiempo actual se da en México en nuestros días, siglo XXI, y el
mítico se da en el México de la Conquista. La pieza que mantiene los dos tiempos unidos
es Nacha y el lugar es la cocina. La primera ruptura del tiempo se da en el puente donde se
queda averiado el carro en el que viajaban Laura y Margarita. Se quedan justo al medio,
abriendo el segundo tiempo con una luz blanca y el río que pasa por debajo. Ambos son
arquetipos de portales. Cruza de lo mítico a lo real el esposo primo y se encuentran. Laura
al ver lo que está pasando dice:

Luego la luz se partió en varios pedazos hasta convertirse en miles de puntitos y


empezó a girar hasta que se quedó fija como un retrato. El tiempo había dado la
vuelta por completa, como cuando ves una tarjeta postal y luego la vuelves para ver
lo que hay escrito atrás. Así llegué en el lago Cuitzeo, hasta la otra niña que fui
(Garro, 2016, p.28).

Así tan rápido como ese portal se abre, se cierra y el tiempo se vuelve inmóvil otra
vez. Ella dice, “pero el tiempo se cerró alrededor de mí, se volvió único y perecedero y no
pude moverme del asiento del automóvil” (Garro, 2016, p.28). Regresa con el sentimiento
de traición, que es lo que la mantiene anclada a su vida actual.

Dentro de todo el relato, Laura se refiere muchas veces a la niña que fue. Cuando
menciona su infancia, siempre se refiere a la que existió en el tiempo mítico. Esto hace
alusión a que Laura en algún momento cruzó del tiempo mítico al real y fue cuando conoció
a Pablo. Ella solo menciona a la familia que era familia con su esposo primo y sus recuerdos
de infancia se encuentran en ese momento. Por eso, el momento de regresar y volver a
cruzar mundo es posible.

Las dualidades del tiempo también son una herramienta para crear la profecía, la
razón del camino del héroe. Mientras Laura habla con Nacha y le explica sobre las
revelaciones que ahora recuerda con la llegada de su esposo primo. Ella dice,

“Ya falta poco para que se acabe el tiempo y seamos uno solo… por eso te andaba
buscando”, se me había olvidado, Nacha, que cuando se gaste el tiempo, los dos
hemos de quedarnos el uno en el otro, para entrar en el tiempo verdadero
convertidos en uno solo (Garro, 2016, p.30).

Al final de esta narración, Laura hace una premonición a su final y al tiempo que
ella escogerá para su eternidad.

27
Cuando Laura conoce a Pablo, ella describe como él le recordaba a alguien de su
pasado, a una persona que ella amó. Ella se enamora de su esposo actual cuando viajan en
una carretera, igual que la noche que vuelve a ver a su esposo primo. Los dos tiempos viven
en armonía y siguen los mismos patrones, pero solo uno es el verdadero para las
necesidades del alma de Laura. Cuando conoce a Pablo, su inconsciente ya recuerda a su
otro esposo y se ve cuando dice:

Yo me enamoré de Pablo en una carretera, durante un minuto en el cual me recordó


a alguien conocido, a quien yo no me recordaba. Después, a veces, recuperaba aquel
instante en el que parecía que iba a convertirse en ese otro al cual se parecía. Pero
no era verdad. Inmediatamente volvía a ser absurdo, sin memoria, y sólo repetía los
gestos de todos los hombres de la Ciudad de México (Garro, 2016, p.33).

El siguiente salto al tiempo mítico se da cuando Laura visita el café Tacuba.


Mientras espera, ella ve los relojes y dice que el día en que estos sean transparentes por
uso, ese día es en el que ella y su esposo primo estarán juntos de nuevo. Ella describe:

En todas las ciudades hay relojes que marcan el tiempo, se debe estar gastando a
pasitos. Cuando ya no quede sino una capa transparente, llegará él y las dos rayas
dibujadas se volverán una sola y yo habitaré la alcoba más preciosa de su pecho
(Garro, 2016, p.34).

Al salir del café, ella ve la casa de sus padres prendida de fuego. Detrás de ella están
los cuerpos muertos de su familia. Ella ve la respuesta al porqué ella cruzó al tiempo actual.
Sin embargo, ella entiende que el tiempo del hombre está terminando y es tiempo de
regresar. La última vez que entra al tiempo mítico antes de la decisión final es cuando se
queda esperando a su primo esposo a que regrese de la batalla. Ella ve cuerpos en el río que
van flotando y se asusta. Se da cuenta de la realidad y se asusta que su esposo tuvo el mismo
destino. Regresa a la cocina con Nacha.

Laura habita ambos tiempos. Uno es una realidad dura y de guerra que termina en
la derrota, pero en la que ella se siente libre. La otra le da libertades y no hay batallas, pero
ella se siente en una jaula. Al final, Laura escoge irse con su esposo primo. En la cocina,
Nacha le avisa que ya llegaron por ella. La cocinera dice, “después, cuando ya Laura se
había ido para siempre con él, Nachita limpió la sangre de la ventana y espantó a los
coyotes, que entraron en su siglo que acababa de gastarse en ese instante” (Garro, 2016,
p.41).

La cocina de Nacha es el espacio neutral en donde convergen ambos tiempos. Por


eso, Laura siempre llega del tiempo mítico hacia la cocina y luego entra al tiempo real. Al
final del cuento, ella escoge huir con su esposo primo. Esto representa el retorno al tiempo

28
original, al cual también se le puede llamar un tercer tiempo. Laura escoge regresar al
tiempo de la conquista junto con su esposo primo. Las civilizaciones, históricamente,
repiten y regresan a ese tiempo fundador, dice Mircea Eliade. El mito del eterno retorno
habla sobre la teoría del tiempo cíclico. La culpa es de los tlaxcaltecas es un cuento que
construye este mito desde el juego de los tiempos y los personajes de los esposos.

Los espejos, el puente, la cocina, los ecos y las dualidades son herramientas que
Elena Garro utiliza para crear estas diferencias. Hace una repetición de la historia a través
de arquetipos que unen ambos tiempos. Así, logra hacer un regreso cíclico al mito original.
Laura decide regresar y ser fiel a sus raíces y a las necesidades de su alma.

d. La traición

La traición dentro del cuento es una situación arquetípica. Es el obstáculo del viaje
del héroe y el elemento que mueve toda la culpa de Laura. Este aparece por primera vez
cuando el esposo primo se encuentra con ella en el puente. El portal se abre y Laura regresa
a todos los recuerdos que estaban suprimidos por esta misma culpa. Es el recuerdo de quién
era y la necesidad de regresar.

La traición va atada estrechamente con la figura mítica de la Malinche. Ella


traicionó a su pueblo por estar al lado de Hernán Cortés. Laura hace lo mismo al casarse
con Pablo, sabiendo inconscientemente que tiene otra vida y otro esposo. La culpabilidad
de Laura crece conforme más tiene acercamiento con el tiempo mítico. Laura menciona la
primera vez que ve a su esposo primo, “en ese instante, también recordé la magnitud de mi
traición, tuve miedo y quise huir” (Garro, 2016, p.28). Es la primera vez que ella
conscientemente se recuerda de su vida pasada, la que la construyó. Él rompe con el olvido
y empuja a Laura a enfrentarse a su destino.

Ella tiene miedo porque sabe que él no es un traidor como ella. Él se mantuvo fiel
a sus orígenes y se quedó en la batalla peleando por ambos. Su primo esposo le asegura,
“ya sé que eres traidora y que me tienes buena voluntad. Lo bueno crece junto con lo
malo… traidora te conocí y así te quise” (Garro, 2016, p.39). Al final del cuento, ella huye
con él al tiempo mítico en donde ambos pertenecen, Laura se redime de la traición y pierde
el sentimiento de culpabilidad.

B. El anillo

El cuento comienza con la descripción de un anillo y la maldición que este posee.


Camila está regresando de Cuernavaca y se apresura porque sino su esposo empieza a tratar
mal a sus hijas. Ya casi llegando a su casa se encuentra con un anillo entre dos rocas. Decide
recogerlo ya que está en la calle y no le pertenece a nadie. Decide que se lo va a regalar a

29
Severina, su hija mayor. El anillo cobra importancia porque como familia no poseen oro.
Además, su hijo mayor murió protegiendo la tierra que poseen.

Al llegar a su casa, prepara la cena y cuando todos están sentados en familia le da


el anillo a Severina. En ese mismo momento llega al pueblo Adrián, quien trabaja
construyendo aceras de piso. Un día, Adrián para a Aurelia, hermana de Severina, y le
pregunta por su hermana. La cuestiona si le pertenece a alguien y quién le dio el anillo,
pero ella le contesta que no sabe nada. Al regresar a su casa, le cuenta a Severina lo que le
acababa de pasar. Camila manda a Severina a comprar refrescos. Mientras espera, Camila
describe cómo murió su hijo en manos de Legarreta, el gobernador del pueblo, y habla
sobre las injusticias entre los ricos y pobres.

Cuando Severina regresa tiene los ojos tristes. Camila se da cuenta que su hija ya
no trae el anillo. Cuando le pregunta qué le pasó, ella se niega responder. Entonces, regresa
Gabino, esposo de Camila, y Severina está demasiado delgada. Ambos se preguntan qué le
pasa a su hija, que con el paso de los días se sigue adelgazando, pero mientras esto pasa, su
mano se hincha más cada día que pasa.

Camila va a Cuernavaca a buscar al doctor. La acompaña al pueblo a ver a Severina


y le deja recetas para que se cure. Aurelia le confiesa a su mamá que fue Adrián quien le
quitó el anillo a Severina. Él es el culpable de dejarle la mano hinchada a su hermana.
Camila entonces entendió que el doctor no podía hacer nada por su hija. Camila visita a
Leonor, tía de Adrián, para pedirle que su sobrino le regrese el anillo a su hija. Él dice que
no sabe nada sobre un anillo. Además, lo acusa de todos los males que está sufriendo su
hija. Le dice que seguramente es por su pasado. Leonor defiende a su sobrino diciendo que
él no es un “hijo de bruja”.

Camila vela toda la noche a Severina, quien empieza a hablar en el idioma de los
maleados. Camila le pide ayuda a Gabriela, su comadre, y juntas van a buscar a Fulgencia
para que le saque el mal del pecho a Severina. Fulgencia pasa toda la noche curándole los
males. Severina le saca de la boca un animal tan grande, como del tamaño de una mano por
la boca. El animal traía pedacitos del corazón de Severina. Por eso, Fulgencia le dice a
Camila que le deben regresar el anillo porque antes de los tres meses crecerán más crías.

Camila sale en busca de Adrián, lo encuentra y le pide que le devuelva el anillo. El


niega tenerlo y ella lo maldice. Severina empieza a mejorar mientras Fulgencia la cuida y
Camila se va a trabajar en los campos. Sin embargo, las crías siguen creciendo y el anillo
aún no regresa a la posesión de Severina. Camila vuelve a buscar a Adrián y le ruega que
le regrese el anillo, pero él se niega. Aurelia le dice a su mamá que Adrián no le puede
regresar el anillo, aunque quisiera porque estando borracho lo machaco y lo tiró en una
barranca.

30
Después de la confesión Camila vuelve a enfrentar a Adrián y él vuelve a negar
tenerlo, pero le informa a Camila que en 14 días se casa con su prima Inés. Cuando Camila
regresa, Severina está en cama porque ya no puede caminar. Pasa varios días en la cama
después de que Fulgencia afirmara que Severina no tiene cura. El tercer animal se aferra
del pequeño pedazo que queda del corazón de Severina. Suenan las campanas y Severina
le pregunta a Camila por qué están sonando. Camila le dice que es por la boda de Adrián.
Camila se va a la casa de Leonor, donde encuentra a Adrián e Inés. Le vuelve a pedir el
anillo y él vuelve a recordarle que no lo tiene. De hecho, confiesa que Severina se muere
por otra razón.

A manera de enfrentamiento, Adrián camina de espaldas hacia la casa de Severina


mientras Camila camina enfrente de él. Al llegar a la casa, Camila apuñala a Adrián en el
corazón y se la llevan presa. En la comisaría, Severina llega a reclamarle a su mamá por
haber matado a Adrián. Le reclama a su mamá la muerte de Adrián. Además, ella sabía que
Adrián se iba a casar, por lo que ahora que lo ha matado nunca le iba a perdonar. Inés
entonces explica que Adrián lloró mucho la noche en la que Fulgencia le sacó su niño a
Severina del vientre y por enojo decidió casarse con su prima. Al final, le entregan a Inés
la camisa de Adrián con un cosido en el corazón, en forma de serpiente que decía: «Adrián
y Severina gloriosos».

1. Bluebeard o barba azul

Bluebeard o Barba Azul es el relato del captor y hombre oscuro de las mujeres. Es
el predador de la psique femenina. Es un hombre rico, pero con una barba azul que lo vuelve
feo. Consigue casarse con una mujer inocente que se deslumbra con los regalos que le da.
Ya casados, él decide irse de viaje y le deja instrucciones a su esposa, a manera de prueba.
Ella puede pasear libremente por todo el castillo e invitar a su familia, pero no puede usar
la llave que le ha dejado en ninguna circunstancia. La curiosidad gana y la esposa busca la
puerta a la que le pertenece la llave. Al abrirla encuentra los cuerpos colgados de mujeres
y sangre por todo el piso. Al querer salir, se le cae la llave en la sangre y rápidamente la
recoge.

Decide esconder la llave para que su esposo no se de cuenta. Pero al tratar de


limpiarla, la llave nunca deja de botar sangre. Cuando regresa Barba Azul, se da cuenta que
su esposa abrió la puerta prohibida. Le dice que la va a matar. Ella se encierra en un cuarto,
escondiéndose, y llama a sus hermanos para que la vengan a rescatar. Justo cuando Barba
Azul la encuentra, llegan sus hermanos y matan al esposo.2

2
Relato recompilado del libro Las mujeres que corren con los lobos de Clarissa Pinkola Estés.

31
2. Mito comparado con Bluebeard

Ambas historias muestran al hombre como el captor/villano y a las mujeres como


las heroínas/damiselas en apuros. Son mujeres inocentes que se entregan por amor, pero
terminan atrapadas en una oscuridad. Barba Azul y Adrián poseen el mismo poder sobre la
esposa y Severina, respectivamente. En las dos historias están presentes un depredador de
la psique y una víctima en apuros. Los dos relatos se construyen principalmente dentro de
estos dos arquetipos.

En Barba Azul, una llave abre la puerta que muestra los esqueletos de las mujeres
que no obedecieron con anterioridad. En El Anillo, Severina tiene animales pegados al
corazón que se lo comen y que mantienen su mano hinchada sin el anillo. Al final, ambas
escapan de la muerte por parte de su captor, quien a su vez mueren. En el caso de Bluebeard
es por parte de los hermanos de la esposa y en El Anillo, Camila mata a Adrián clavándole
un cuchillo en el corazón.

El mal siempre encuentra una forma de atraer. Barba Azul tuvo que deslumbrar a
su esposa con regalos para que ella aceptara casarse con él. Adrián deja un hijo en Severina
y ella le promete su silencio. Ambas sienten miedo y desesperación por el porvenir que las
espera. Las dos mujeres son lo que Clarissa Pinkola Estés llama “mujeres ingenuas como
presa” (Pinkola Estés, 1995, p.46).

En los dos relatos, hay un símbolo que une el inconsciente con el consciente. En
Barba Azul es la llave y en El Anillo es el anillo que le regalan a Severina. La llave
representa fidelidad y compromiso. Es aquello que hace a la esposa inconsciente del
conocimiento del verdadero ser de su esposo. El anillo simboliza compromiso y fidelidad,
por lo que cuando Adrián se queda con el anillo, Severina queda atada a él hasta que muere.
Ambas mujeres son liberadas cuando su captor muere. La esposa de Barba Azul se
vuelve a casar con un hombre que la hace feliz y que la trata con respeto. La hace olvidar
lo que vivió con su primer esposo. Severina recupera su salud después de que Camila mata
a Adrián. Desde la perspectiva jungiana, los hombres de ambos relatos son los predadores
de la psique que mantienen cautivas las almas femeninas.

A continuación, el análisis de cómo este objeto cumple con las características de los
arquetipos jungianos y sus símbolos dentro del relato.

3. Mitoanálisis del cuento

El anillo dentro de la mitología universal ha sido repetido varias veces. Este


arquetipo se puede encontrar en los mitos griegos, celtas, nórdicos, romanos, entre otros.
Lo que une el significado de este símbolo dentro de todas las mitologías es que siempre

32
representa el mal en la esencia humana. Por un lado, es la unión. Por el otro, es el mal que
se encuentra innato en cada persona.

En la mitología griega, se encuentra en el anillo de Giges. Este relato cuenta como


el pastor Giges encontró en un abismo un caballo de bronce que tenía un cuerpo sin vida
adentro. Este cuerpo llevaba un anillo y Giges se lo queda. El anillo lo vuelve invencible.
Lo usa para matar al rey, seducir a su esposa y quedarse con su reino. El anillo hace que
florezca el mal en Giges.3

En la mitología nórdica se encuentra el anillo de Draupnir. El anillo se lo dieron a


Odín, el dios principal, como representación de su poder. Esta argolla tenía el poder de
reproducir ocho copias de este, cada nueve días. El nacimiento de este anillo se da gracias
a la avaricia de Loki. Al final, regresa a sus creadores. Simboliza fertilidad y poder, pero
tiene un nacimiento negativo.4

El anillo es también el arquetipo que simboliza unión, fidelidad y compromiso. En


El Anillo, Severina obtiene el anillo que le regala su mamá como representación de fortuna.
Camila y su familia no tienen mucho y, como no le han dado mucho a su hija, decide darle
el lazo de oro. Desde este nivel, el anillo simboliza estatus y riqueza. Cuando Camila
encuentra el anillo exclamó, “¡Ándale Camila, un anillo dorado! y me agaché y lo cogí. No
fue un robo. La calle es la calle y lo que pertenece a la calle nos pertenece a todos” (Garro,
2016, p.106). Lo describe dorado, por lo que es de oro, y lo encuentra en la calle donde
todo es de todos. También dice que no tiene ninguna piedra, solamente es una alianza.

El anillo simboliza estatus y riqueza para la familia porque ellos no tienen mucho.
Incluso explica que cuando mataron a su hijo mayor, tuvo que hacer esfuerzos para
conseguir zapatos para el entierro. Por eso decide dárselo a su hija, para que tenga algo de
valor y que le recuerde a ella. Camila decide:

En el camino a mi casa me iba yo diciendo: “Se lo daré a Severina, mi hijita mayor.”


Somos tan pobres, que nunca hemos tenido ninguna alhaja y mi lujo, señor, antes
de que nos desposeyeran de las tierras para hacer el mentado tiro al pichón en donde
nosotros sembrábamos, fue comprarme unas chanclitas de charol con trabilla, para
ir al entierro de mi niño. Usted debe acordarse, señor, de aquel día en que los
pistoleros de Legorreta lo mataron a causa de las tierras. Ya entonces éramos
pobres, pero desde ese día sin mis tierras y sin mi hijo mayor, hemos quedado
verdaderamente en la desdicha (Garro, 2016, p.106).

3
de Cañizares, J., & Barrientos, J. A. (1983). El anillo de Giges. Consejo Superior de Investigaciones
Científicas.
4
Sánchez, C. D. (2018). Breve historia de la mitología nórdica. Ediciones Nowtilus.

33
El anillo simboliza también compromiso. Severina pierde el anillo y se enferma con
animales en su corazón. La argolla termina en las manos de Adrián, con quien tienen una
relación amorosa que nadie sabe. Desde que Severina regresa sin el anillo, todos los males
la llevan a secarse y que su mano se mantenga hinchada. Es hasta que Aurelia le dice a su
mamá que Adrián fue el que le quitó el anillo que Camila entiende que su hija no tiene
cura.

El anillo es destruido dentro del curso de la historia. Cuando Adrián se entera que
Fulgencia sacó el niño que Severina llevaba de él, decide romperlo y tirarlo en una barranca.
Al destruir el anillo, Severina está atada Adrián hasta la muerte. Severina recupera su salud
cuando Camila lo asesina, él deja el alma de su hija en libertad. El anillo saca lo
esencialmente malo del ser humano. El cuento comienza describiendo que:

Siempre fuimos pobres, señor, y siempre fuimos desgraciados, pero no tanto como
ahora en la congoja campea por mis cuartos y corrales. Ya sé que el mal se presenta
en cualquier tiempo y que toma cualquier forma, pero nunca pensé que tomara la
figura de un anillo (Garro, 2016, p.106).

En los personajes del cuento saca su lado negativo, lo peor de sus personalidades.
Camila se pelea con la tía de Adrián y lo acusa de ser hijo de una bruja. Ella menciona:
“mira, Leonor, yo no sé quién es tu sobrino, ni qué lo trajo al pueblo, pero quiero que me
devuelva el anillo que le quitó a mi hija, pues de él se vale para hacerle mal” (Garro, 2016,
p.109). Acusa a una persona sin tener evidencias y la lleva a matarlo al final del relato.

Adrián también muestra su lado más oscuro. No hace nada al respecto cuando se da
cuenta que Severina está enferma. Decide casarse con su prima Inés por venganza de lo
que pasó con el niño que llevaba Severina en su vientre. Cuando ella le pide que no se case
con su prima, él no la escucha y la deja para que cumpla su destino: la muerte. Sabiendo
todos los males que estaba creando, nunca regresó el anillo.

El anillo también es un arquetipo que muestra lealtad. Está se ve representada por


medio de Severina. Ella pierde el habla para no tener que explicar su situación y cómo llegó
a ella. Sufre en silencio y se deja llevar por lo que se ha convertido en su destino para
proteger a Adrián. Es hasta el final que ella confiesa lo que le está pasando porque su lealtad
se ve comprometida con la muerte de Adrián.

a. Personajes arquetípicos

Camila representa el arquetipo de madre. Sus instintos maternales entran en acción


desde el momento en que Severina regresa con los ojos tristes. Durante todo el relato, ella

34
lucha contra Adrián y la maldad que ella observa en él. Busca la cura para su hija con el
doctor y, luego, con Fulgencia. Al final, mata a Adrián de la impotencia de no poder salvar
a su hija y la actitud de él.

Ella es una madre colapsada, como diría Clarissa Pinkola Estés. Camila pierde su
esencia tratando de salvar a su hija. Dentro de este proceso, ella deja de ponerse primero
como persona y deja todo lo que tiene hasta llegar al cansancio. Al dar todo lo que tiene,
deja que su inconsciente tome posesión y termina clavándole un cuchillo en el corazón a
Adrián. Se condena a una vida en prisión debido a que pierde el control de su psique.

Camila también representa a la dadora. Para Toni Wolff, la dadora es aquella que
tiene “el poder de entregar algo necesario para que la otra persona, a la que se da, se
mantenga viva, física y/o psicológicamente” (Colectivo Conspirando, 2001, p.12). Ella
encuentra el anillo y se lo da a su hija, a pesar de que ella no posee joyas. Busca soluciones
para la enfermedad de Severina y se enfrenta con Adrián. El ser la dadora, termina dando
su libertad por la de su hija para que esté saludable.

Siguiendo la línea de los arquetipos presentados por Toni Wolff, Camila también es
una guerrera/amazona. Este arquetipo representa, “la habilidad de actuar con coraje, la
encontramos en otra forma de la memoria: la amazona, la guerrera valiente. Ella puede ser
muy pequeña y tener miedo, pero tiene valentía” (Colectivo Conspirando, 2001, p.7).
Camila nunca cuestiona los enfrentamientos y se deja ir en todas las situaciones sin
pensarlo.

Ella enfrenta a Adrián y su tía Leonor acusándolos de hacer magia negra. Sale del
pueblo para buscar al doctor hasta Cuernavaca para que revise a su hija. Busca a Fulgencia
y enfrenta de nuevo a Adrián. Mata al hombre que le causó el mal a Severina y su familia.
Ella mantiene a su familia, los protege y trabaja para traer comida a la mesa. Es una guerrera
que no se da por vencida.

Severina representa al arquetipo de la doncella en apuros. Pierde el anillo y como


castigo contrae una enfermedad. Pierde el habla y se va secando cada día que pasa. Camila
describe que,

Se tendió en su camita con los ojos abiertos. Yo me tendí junto a ella. La noche
pasó larga y mi hija no volvió a usar la palabra en muchos días. Cuando Gabino
llegó con los muchachos, Severina ya empezaba a secarse. —¿Quién le hizo el mal?
—preguntó Gabino y se arrinconó y no quiso beber alcohol en muchos días. Pasó
el tiempo y Severina seguía secándose. Sólo su mano seguía hinchada (Garro, 2016,
p.108).

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Su madre pelea por ella y mata al villano para que regrese a la normalidad. Ella
nunca hace nada por su ser, solo se deja llevar por lo que está pasando hasta que alguien
haga algo por ella. Severina depende completamente de Camila para recuperarse.

Severina representa el arquetipo que Toni Wolff llamó Heteira. La mujer que se
manifiesta como Heteira es compañera y amante. Busca “la autonomía, la independencia,
esa independencia ancestral de la tierra; representa salir de la dominación masculina y de
las madres que aplastan y nos hacen estar de acuerdo con la ley” (Colectivo Conspirando,
2001, p.7). Ella representa este arquetipo porque busca romper con lo que se espera de ella
y toma sus propias decisiones.

Severina no le cuenta a su mamá que tuvo un encuentro con Adrián y que él es quien
posee el anillo. Empieza a enfermarse, su mano se hincha y deja de hablar, pero sigue sin
dar explicaciones. Es Aurelia, su hermana, la que le dice a su mamá lo que está pasando.
Al final, ella le explica a Camila que ella sabía que Adrián se iba a casar y que había dejado
que todo pasara porque sino él la perseguiría toda la vida desde el más allá. Su amor por
Adrián es mayor que su deseo a sanarse de su enfermedad.

La sombra se manifiesta a su vez dentro de Severina. Los animales que se están


comiendo su corazón son el lado oscuro que la mantiene cautiva. Cada vez que una de estas
sombras sale, Severina pierde un pedazo de su corazón. Son los males que se la están
comiendo viva y no la dejan pedir ayuda. La sombra se apodera de la fragilidad e inocencia
de Severina y su necesidad de dar amor.

En Aurelia se manifiesta el arquetipo shapeshifter. Ella no tiene una alianza definida


con ninguno de los personajes. No es unida con su hermana y tampoco tiene una relación
cercana con su mamá. Por eso, cuando Adrián le pregunta sobre su hermana y el anillo, ella
no sabe qué responderle. Duda dónde está su lealtad. Además, se tarda en confesarle a su
mamá quién es el culpable de la enfermedad de su hermana hasta que Severina está en
peligro.

Gabino, el padre de Severina y esposo de Camila, representa el arquetipo del


patriarca. Es el que impone las reglas dentro del hogar y que tiene relaciones estereotipadas
con sus hijas. Por eso, es su esposa la que cuida de los hijos y mantiene la casa. Mientras
tanto, Gabino pasa sus días tomando alcohol. Sin embargo, también muestra características
de un padre. Cuando Severina se enferma, él se llega a preocupar por su hija. Incluso,
cuando ve a su hija tan delgada dice, “cuando Gabino llegó con los muchachos, Severina
ya empezaba a secarse. —¿Quién le hizo el mal? —preguntó Gabino y se arrinconó y no
quiso beber alcohol en muchos días” (Garro, 2016, p.108).

36
Adrián es el arquetipo de villano. Es un personaje que, desde el principio, no es bien
recibido en el pueblo y tiene una mala reputación. Le quita el anillo a Severina cuando se
ven en El Capricho. Se niega a darle respuesta a Camila sobre qué pasó con el anillo.
Incluso el día de la boda de Adrián, él se niega a confesar el destino de la argolla y se
enfrenta con Camila.

Adrián se manifiesta dentro del arquetipo del trickster o tramposo. No sigue las
reglas sociales y desobedece a la forma en que se espera que actúe. Sin importar cuantas
veces lo enfrenta Camila, nunca le dice qué pasó con el anillo, sabiendo que Severina moría
por razones muy diferentes a las que Camila pensaba. Él es la razón del mal de Severina y
lo usa para su propia conveniencia.

El arquetipo de la persona se ve mejor identificado en Adrián. Presenta diferentes


personalidades dependiendo con quien interactúa. Cuando está con Camila, se ve
desinteresado y arrogante. Con su tía se porta bien y dentro de las normas de la sociedad.
Con Severina se presenta de tal forma que logra evitar que ella hable de lo que está pasando
y la cautiva lo suficiente para crear un lazo amoroso con ella.

Los animales dentro de Severina también representan el animus. Estos entran a su


corazón por medio de Adrián. Él crea un pacto en donde ella pierde el habla. Severina no
hace nada para curarse porque si lo hacía iba a tener represalias. Cuando Camila mata a
Adrián, Severina llega a la comisaría y le dice:

Los deudos de Adrián Cadena se volvieron a la puerta por la que acababa de


aparecer Severina. venía pálida y con las trenzas deshechas. —¿Por qué lo mató,
mamá…? Yo le rogué que no se casara con su prima Inés. Ahora el día que yo
muera, me voy a topar con su enojo por haberlo separado de ella…Severina se tapó
la cara con las manos y Camila no pudo decir nada (Garro, 2016, pp.112-113).

Todo el tiempo, Severina sabía por qué debía de quedarse callada y mantener su
destino.

Fulgencia es el arquetipo de la sabia/shamana. Ella es la encargada de curar los


males que atormentan a Severina. Camila la llama cuando se da cuenta que ningún doctor
puede salvar a su hija. Cuando deciden buscarla, Camila dice:

Esa noche Severina empezó a hablar el idioma de los maleados. ¡Ay, Jesús bendito,
no permitas que mi hija muera endemoniada! Y me puse a rezar una Magnífica. Mi
comadre Gabriela, aquí presente, me dijo: “Vamos por Fulgencia, para que le saque
el mal del pecho”. Dejamos a la niña en compañía de su padre y sus hermanos y nos
fuimos por Fulgencia. Luego, toda la noche Fulgencia curó a la niña, cubierta con

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una sabana. —Después de que cante el primer gallo, le habré sacado el mal —dijo
(Garro, 2016, p.109).

Fulgencia es la curandera que tiene los conocimientos para enfrentarse con los
males que solo se imponen por una persona mala. Ella es la única que puede quitarle los
males a Severina, porque sus males no son médicos.
Fulgencia también se manifiesta en el arquetipo de mujer medial. Toni Wolff las
definió como:

Mujeres cuyo enfoque principal se caracteriza por su preocupación básica por


fenómenos relacionados con el inconsciente colectivo. Se rigen por un conjunto de
leyes naturales que siguen siendo misteriosas, incluso para ellas mismos. A veces
están dotadas de una imaginación profética (Molton & Sikes, 2011, p.18).

Ella es la única que puede tratar con los animales que se encuentran en el corazón
de Severina. Es un mal desconocido, del que ella sí tiene conocimiento. Toni Wolff las
describe como mujeres “cuya imaginación abarca tanto lo conocido como lo desconocido.
Ella se erige como un puente entre dos mundos” (Molton & Sikes, 2011, p.20). Por eso,
Fulgencia tiene el poder de decir que al canto del primer gallo le habrá sacado el mal del
corazón a Severina. Así, ella tiene conocimiento de ambos mundos y sus respectivos
funcionamientos.

b. Elementos e imágenes arquetípicas

La lluvia es un arquetipo que simboliza limpieza. El agua que cae del cielo da
esperanza a limpiar lo malo y empezar de nuevo. En el cuento, la lluvia crea ríos en las
aceras que llevan a Camila a encontrar el anillo. Camila dice:

Apenas salía yo de la calle que baja del mercado, cuando me cogió la lluvia. Llovía
tanto, que se habían formados ríos en las banquetas. Iba yo empinada para guardar
mi cara de la lluvia, cuando vi brillar a mi desgracia en medio del agua que corría
entre las piedras. Parecía una serpientita de oro, bien entumida por la frescura del
agua. A su lado se formaban remolinos chiquitos (Garro, 2016, p.106).

La lluvia crea un nuevo comienzo. Aquí se empiezan a mover las ruedas de lo que
se convertirá en el destino de Severina y Camila. El agua es un arquetipo que significa vida
y muerte. El río de agua donde encuentra el anillo simboliza el nuevo comienzo de la vida
que tendrán los personajes. Al mismo tiempo, simboliza la muerte que se asoma porque
trae el anillo de la discordia y los flujos que llevan a los muertos al más allá. Al final del
cuento, se dan tres muertes. La primera es la de Adrián que muere físicamente. La segunda
y tercera se dan por medio de la muerte del alma: Severina y Camila.

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La serpiente es un arquetipo que simboliza el veneno. Las serpientes están asociadas
al pecado y lo malo. Es el animal que creó discordia entre el ser humano y Dios. En el
cuento, Camila describe el anillo como una pequeña serpiente dorada. Esto alude a lo que
va a pasar. Al final, en la camisa de Adrián, se encuentra una serpiente bordada que
representa el pecado que cometieron Adrián y Severina. “Al rato le entregaron la camisa
roja de su joven marido: cosido en el logar del corazón había una alianza, como una
serpientita de oro y en ella grabadas las palabras: “Adrián y Severina gloriosos” (Garro,
2016, p.113).

Las trenzas son el arquetipo que simbolizan encierro y cautiverio. Severina usa su
pelo en trenzas durante todo el relato. Simboliza cómo Severina está atrapada en una
relación sin futuro, en las manos de Adrián. También es un símbolo del cautiverio que
sufre. Ya en la comisaría, describen que “los deudos de Adrián Cadena se volvieron a la
puerta por la que acababa de aparecer Severina. Venía pálida y con las trenzas desechas”
(Garro, 2016, p.112). Al momento que Camila mata a Adrián, Severina se ve liberada del
cautiverio que tenía por amarlo. Por eso aparece sin sus trenzas.

Las estrellas simbolizan mapas en el cielo. Guían al ser humano para llegar a un
destino especial. Son también, símbolos que dan respuestas a interrogantes que tiene el
personaje. Camila describe cómo veía las estrellas en el cielo buscando respuestas del por
qué su hija no había llegado. Cuando baja la mirada, ve a Severina que viene regresando
con sus ojos tristes. Las estrellas le dan las respuestas que necesitaba.

Los ojos son un arquetipo que simboliza espejos y puertas. Los ojos son la puerta
que reflejan el alma. Ver a una persona a los ojos, es conocerla más allá de lo físico. Por
eso, Adrián le dice a Aurelia: “mira, niña, dile a tu hermanita Severina que cuando compre
la sal me deje que se la pague y que me deje mirar sus ojos” (Garro, 2016, p.107). Cuando
Adrián logra ver los ojos de Severina, se roba su esencia dejándola con un mal.

El número tres es un arquetipo que simboliza el principio de lo básico. Durante la


historia, el tres ha representado cosas básicas. Uno de los tríos básicos más importantes es:
el principio, medio y fin. Fulgencia le dice a Camila, “tu hija no tiene cura. Tres veces le
sacaremos el mal y tres veces dejará crías. No cuentes más con ella” (Garro, 2016, p.111).
La enfermedad de Severina es básica: el mal del amor.

La enfermedad de Severina tiene un principio, medio y fin. El principio es cuando


Severina conoce a Adrián. El medio es la enfermedad de Severina y la lucha por mantenerla
viva. El final es la muerte de Adrián que la libera de todos los males que tenía. Fulgencia
pensó que el final era la muerte para la hija de Camila, pero en el curso de la historia esto
cambió.

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El número seis es un arquetipo que simboliza la perfección y la responsabilidad.
Camila busca a Adrián para reclamarle el mal que le dejó a Severina. Ella describe que,
“seis veces fui a ver al ingrato de Adrián a rogarle que me devolviera el anillo. Y seis veces
se recargó contra las cercas y me lo negó gustoso” (Garro, 2016, p.110). Camila siente la
responsabilidad como madre de enfrentar a Adrián, por eso los busca exactamente seis
veces.

Las campanas son un arquetipo que han simbolizado el aviso. Se le atribuye que el
sonido que producen es la voz de Dios avisando a la comunidad lo que está por suceder.
Por eso, las campanas avisan los ritos iniciadores más importantes: nacimiento, casamiento
y muerte. Severina está en cama y escucha las campanas sonar. Cuando pregunta qué están
avisando, Aurelia le contesta que los repiques son por la boda de Adrián. Es hasta ese
momento, cuando ella se entera que Adrián decidió seguir adelante con la boda con su
prima.

El fuego es un arquetipo que simboliza destrucción y pureza. Cuando Camila y


Adrián tienen el último enfrentamiento, Camila dice,

Así salimos hasta la calle, porque él me seguía llevando, con las llamas de sus ojos.
“Va a mi casa a matar a Severina”, le leí el pensamiento, señor, porque para allá se
encaminaba, de espaldas, buscando el camino con sus talones. Le vi su camisa
blanca, llameante, y luego, cuando torció la esquina de mi casa, se la vi bien roja.
No sé cómo, señor, alcancé a darle en el corazón, antes de que acabara con mi hijita
Severina…. (Garro, 2016, p.112)

Las llamas que salen en los ojos de Adrián muestran su alma y los tormentos que
están dentro. Su alma se está purificando, sacando todo lo malo que había hecho y
teniéndolo que enfrentarlo.

c. Situaciones arquetípicas

El anillo se mueve dentro de la renovación de vida. Esta situación arquetípica se


centra en la vida, la muerte y la resurrección. Los tres elementos se ven presentes dentro de
los personajes. La vida presenta salud, acciones y memorias. La muerte es el acto final que
finaliza la esencia de una persona. La renovación de vida presenta el comienzo de una
nueva forma de vivir o el nacimiento de un nuevo ser.

Severina pasa por ser una persona saludable, llena de vida que vive con su familia.
Se enferma de amor y el mal se come su corazón poco a poco. Fulgencia anuncia que ya
nada se puede hacer por ella. Severina ve la muerte cerca, pero es liberada en el último

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momento. Severina recupera su salud y tiene una renovación de vida cuando su alma es
liberada. Esta liberación viene unida con la sentencia de su mamá y la muerte de Adrián.

Camila tiene una muerte que es más metafórica que literal. Al final, cuando
Fulgencia dice que ya nada se puede hacer por Severina, la psique y voluntad de Camila
muere. Por esto, ella ya no toma decisiones lógicas y mata a Adrián. Ya en la comisaría,
ella ya no tiene vida ni encuentra el sentido por el cual seguir luchando. Camila tiene una
nueva vida por enfrentar: la cárcel.

Adrián muere al final del cuento. Desde que conoce a Severina hasta el día que
Camila lo apuñala, Adrián es quien tiene el poder de controlar la vida de Severina. Cuando
muere, libera los males del cuerpo de Severina. Deja a su reciente esposa viuda y condena
a Camila a una vida en la cárcel. Adrián no tiene una renovación de vida. Para él, la muerte
es el final de su camino.

C. Perfecto Luna

Empieza el cuento a las 11:30 de la noche, Perfecto Luna camina por las calles
mientras todos duermen para que nadie pueda acusarlo de robo. No quiere que lo manden
al otro mundo, así que camina para olvidarse de quién era, sus amigos y el mundo que lo
rodea. Se dirige al pueblo de Actipán para que cuando lo busquen en San Pedro ya no lo
encuentren. Al llegar buscaría trabajo y compraría un pañuelo de seda. Tiene que huir para
que nadie le pueda hacer daño, aún cuando siente que en el campo las noches y los días son
eternas.

Se encuentra con un hombre entre los huizaches y lo saluda por cortesía. Se presenta
como Crisóforo Flores y lo ayuda a buscar el objeto perdido del hombre. Mientras lo
buscan, Perfecto Luna le confiesa su pesar y cómo fue que hasta esa noche se dejó de llamar
así. Le anuncia que esa será su última noche desgraciada y que desde entonces será
conocido como Crisóforo Flores, mientras que el hombre no le da importancia al relato.

Empiezan a hablar sobre cómo existen dos tipos de muertos: los de cuerpo presente
y los “otros”. Entonces le explica que él dejó su existencia gracias a un difunto. Mientras
narra esta historia empieza a parecerse cada vez más a Crisóforo Flores. Aparece Don
Celso, que es la persona que crío a Perfecto Luna y que le enseñó todo lo que sabe.

Un día, mientras trabajaba para Don Celso, abrió unas zanjas y encontró el cadáver
de un difunto. Le faltaba la cabeza y solo había puros huesos. Dejó tapado el cuerpo del
difunto mientras almorzaba y luego se los llevó a su cuarto. Decidió enterrar un dedo de
pie en adobe y así siguió con los demás hasta que ya no quedó ningún hueso. Después de

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hacer esto se enteró que cuando se entierran los huesos de un muerto por separado, este se
vuelve loco tratando de buscarlos de regreso.

Empezó a construir las casas con los ladrillos de adobe separados. Perfecto Luna
quería que “el sin cabeza” regresara a espantar a los residentes de las casas. Se queda
cuidando la casa que acaba de construir y admira el trabajo que ha hecho. De repente todo
se puso muy oscuro y se dio cuenta que lo estaban espantando. Decidió esperar hasta la
noche para hacer algo, pero esta se alargó por varias noches más. Entonces, se cambia de
cuarto y decide cerrar sus ojos para no tener que ver la noche. Lo vuelven a espantar y al
día siguiente no puede quitarse el frío. Sus noches se volvían eternas, sus días muy largos,
no comía y no se cambiaba. Se empezó a consumir hasta verse puro esqueleto.

Lo siguen espantando con las mismas situaciones que pasó el difunto. Desesperado,
Perfecto Luna pide si puede dormir en el almacén pensando que no lo lograrían asustar ahí.
Pero todo su esfuerzo fue inválido, ya que lo vuelven a asustar. Los costales se empiezan
abrir y todo el contenido empieza a llenar el almacén. Perfecto Luna lucha por su vida y
logra escapar. Termina de contarle su anécdota al hombre, explicándole como pudo escapar
del difunto “el sin cabeza” y porqué ahora se hace llamar Crisóforo Flores. El hombre voltea
a ver a su nuevo amigo después de la historia que le acaban de contar y se da cuenta que no
tiene cabeza. El cuento cierra con Don Celso explicando cómo encontró a Perfecto Luna
en su almacén. Dice que se endemonió y murió en el almacén soterrado por los contenidos
de los costales que él mismo rompió.

1. Mitología céltica: Dullahan

Dullahan es un personaje mitológico proveniente del folklore irlandés. Se cree que


es la encarnación del Dios celta Crom Dubh. También conocido como el Dios Negro, creía
que tenían que haber sacrificios humanos anuales para la purificación del alma. Estos se
daban en forma de decapitaciones, lo que explicaría porqué se le atribuye este Dios a
Dullahan. No hay una historia específica de cómo perdió su cabeza, pero se cree que en su
vida anterior fue un soldado que murió decapitado.

El personaje mitológico Dullahan se describe comúnmente con las siguientes


características: en ciertos momentos, cabalga en un caballo negro sin cabeza o con una
cabeza transparente y ojos iluminados. En otros momentos, va en un carruaje hecho de un
ataúd y huesos con seis caballos jalándole. Viste una capa negra larga que flota mientras
cabalga. En una de sus manos, lleva su cabeza, sonriente y los ojos iluminados, pendientes
de su próxima víctima. Los caballos cabalgan tan rápido que producen fuego, este sale de
sus fosas nasales y de sus herraduras.

42
También se le conoce por: headless horseman. Su historia, cuenta cómo es que
visita los pueblos después del atardecer buscando almas perdidas para matarlas y
llevárselas. A pesar de que lleva su cabeza con él, deambula por los lugares buscando la
cabeza que perdió. Todos se esconden cuando lo escuchan venir y cierran sus ventanas
porque al verlo pierden la vista. Dullahan lleva un látigo hecho de una columna humana
que usa para pegarle en los ojos a quienes lo ven. Lo único que lo llega a espantar son los
metales preciosos, que asustan a sus caballos. No puede hablar, por lo que las únicas
palabras que dice las reserva para el nombre de su siguiente víctima.5

El mito de Dullahan ha migrado desde Irlanda a diferentes historias del folklore


universal. En Estados Unidos, Washington Irving creó la leyenda de Sleepy Hollow. Es un
pueblo que tiene fantasmas, donde predomina el jinete sin cabeza quien fuera en vida
soldado, previo a ser decapitado. En el folklore germánico, se encuentran los dos relatos de
los hermanos Grimm. Ambos relatan sobre un sujeto que avisa, a través de un cuerno, que
no deben de salir a cabalgar esa noche o morirán. En la Edad Media se encuentra Sir Gawain
y el caballero verde que relata dos motivos: el juego de la decapitación y el intercambio de
ganancias. En la literatura moderna, se encuentra en las narraciones de los videojuegos y,
en el caso de este análisis, en el cuento de Elena Garro: Perfecto Luna.

2. Mito comparado con Dullahan

Perfecto Luna tuvo un destino muy parecido al de Dullahan. Él encuentra los restos
de un muerto mientras trabaja como albañil y toma la decisión de usar los huesos para
construir la casa. Sin embargo, los usa por separado, creando ladrillos con ellos. Nunca
encuentra la cabeza del muerto. Don Celso le dice que nunca hay que separar el cuerpo del
muerto o vendrán a buscarlo. Cuando Perfecto Luna le pregunta, este le responde que “—
Oiga, don Celso, ¿qué le pasa a un muerto despedazado? —Pues se vuelve loco, muchacho,
buscando sus pedacitos” (Garro, 2016, p.117).

Al finalizar la construcción, él se queda cuidándola por las noches. Continúa hasta


que lo empiezan a espantar, al punto de volverlo loco. Las noches se vuelven más largas y
el frío invade los cuartos en los que el personaje permanece. Pierde la batalla contra el
muerto en el almacén de Don Celso, dejando su vida y pasando al mundo de los muertos.
Regresa desde el más allá sin cabeza al igual que el esqueleto que profanó.

Los dos relatos no son exactamente iguales, pero tienen ciertas características que
comparten y, su esencia es la misma. En ambos, las víctimas se ven afectadas después del
atardecer. Dullahan aparece ya en la noche, cabalgando y asustando a las personas del

5
Connor. (2019). The Dullahan of Celtic Mythology [Corporativa]. The Irish Place: Explore the Emerald Isle.
https://www.theirishplace.com/heritage/the-dullahan/

43
pueblo que se esconden de él. Perfecto Luna se queda vigilando la casa que construyó, con
los huesos del esqueleto que encontró. Lo espantan alargando sus noches en siete días y
siente mucho frío. El cuarto se le hace grande y chiquito al mismo tiempo, hasta que pierde
la vida.

En ambos relatos, los muertos pierden su cabeza de formas misteriosas. En la


mitología celta se tiene la creencia que Dullahan fue un soldado que perdió su cabeza en la
guerra. En el relato de Elena Garro, Perfecto Luna se encuentra excavando una zanja
cuando encuentra los restos de un muerto que le falta la cabeza. Entonces, él decide usar
los restos y mezclarlos en adobe para construir una casa. Al nombrarlo “el sin cabeza”,
describe:
Recordó cómo empezó a construir las viviendas: cuidadosamente repartió los
adobes con los huesos en los muros de las viviendas; no quedó ni un lugar de la
vecindad en donde estuviera enterrado “el sin cabeza”. Y él, gozoso, seguía
abriendo ventanas, techando, haciendo puertas, mientras silbaba y se reía a solas
(Garro, 2016, 118).

Perfecto Luna hace esta alusión, la que cierra el círculo de la acción que acaba de
cometer. Lo espantan durante varios días hasta que perece. Cuando su nuevo amigo que
está en el campo lo vuelve a ver al final de la narración se da cuenta que no tiene cabeza.
Sin embargo, la decapitación del personaje de Elena Garro si tiene una explicación. La
pérdida de la cabeza y el destino que obtienen ambos personajes se dan por castigos divinos.
Dullahan pasa el resto de su vida inmortal aterrorizando a los humanos y llevándose las
almas de los que no siguen las reglas. Hasta cierto punto, su castigo es deambular por los
pueblos en busca de su cabeza hasta el fin de la eternidad, por profanar el cuerpo de un
muerto.

El personaje mitológico Dullahan ha migrado dentro de los relatos folclóricos desde


su aparición. No sería extraño que este personaje se encuentre dentro del cuento de Elena
Garro. En el relato del origen del personaje celta se dice que muere en una batalla. Cuando
Perfecto Luna encuentra el esqueleto, no se puede saber quién es o cómo llegó hasta ahí.
Por eso, podría ser este personaje que estaba en la búsqueda de su próxima víctima. Perfecto
Luna se convierte en el Dullahan por profanar el cuerpo del muerto.

Perfecto Luna pensó que podía pelear y combatir contra el “sin cabeza”. Sin
embargo, él no tomó en cuenta que nunca se gana contra la muerte y, específicamente,
contra Dullahan. En un punto del relato, Perfecto cree haber ganado y dice:

A estas horas, señor, estaría allí sepultado en el maíz, y “el maldito sin cabeza” me
tendría cogido de los pelos para toda la eternidad. Pero me le fui. Y me le fui no
solamente de Amate Redondo sino de Perfecto Luna, porque cuando lo busqué ya

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no lo va a hallar. Ahora soy Crisóforo Flores. ¡Lo que es tener un poco de presencia
de ánimo! ¿Verdad, señor? Por eso le preguntaba si creía usted en los muertos,
porque antes del “sin cabeza” tampoco yo creía (Garro, 2016, p.120).

Lo que no sabe él es que nunca logró escapar de “el sin cabeza” y que no lo volverá
a buscar porque él ya está muerto y se ha convertido en él.

3. Mitoanálisis del cuento

a. Personajes arquetípicos

Perfecto Luna es el narrador y personaje principal del cuento. Su personaje se


presenta a través del arquetipo de scapegoat o chivo expiatorio. Durante todo el relato,
reitera que en su otra vida era Perfecto Luna, pero que ahora se llama Crisóforo Flores.
Toda la culpa de lo que pasó recae en su identidad pasada. Cuando se encuentra con un
hombre entre los huizaches, ya había decidido cambiar de persona y empieza a actuar como
Crisóforo, describiendo:

—Buenas noches —contestó el desconocido sin abandonar su búsqueda. —¿Busca


algo? —dijo Perfecto Luna amablemente, pensando que así lo diría Crisóforo
Flores. —Sí —contestó el desconocido con voz quejumbrosa—. Y no lo hallo…—
¿Puedo ayudarlo, señor? —preguntó Perfecto Luna, sintiéndose cada vez más
Crisóforo Flores (Garro, 2016, p.115).

Perfecto Luna se convierte en el chivo expiatorio que arruinó el almacén de Don


Celso y jugó con el cuerpo de un muerto. Deja que la culpa resida en la esencia que era
Perfecto Luna. Esa culpabilidad se queda enterrada junto con su cuerpo terrenal en el
pueblo de Amate Redondo. Termina diciendo al hombre que su transformación se ha
completado:

A estas horas, señor, estaría allí sepultado en el maíz, y “el maldito sin cabeza” me
tendría cogido de los pelos para toda la eternidad. Pero me le fui no solamente de
Amate Redondo sino de Perfecto Luna, porque cuando lo busqué ya no lo va a
hallar. Ahora soy Crisóforo Flores. ¡Lo que es tener un poco de presencia de ánimo!
¿Verdad, señor? Por eso le preguntaba si creía usted en los muertos, porque antes
del “sin cabeza” tampoco yo creía (Garro, 2016, p.121).

Este personaje también se manifiesta en el arquetipo de storyteller. Este arquetipo


presenta una voz sabia, que conoce las verdades y los errores. Narra la historia que da forma
a la acción. El cuento termina con Perfecto diciendo, “le voy a ayudar a buscar, ya que le
conté la triste historia del que Perfecto Luna (...)” (Garro, 2016, p.122). Por esto, el

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personaje representa a este arquetipo. Él es el único que tiene la verdad absoluta de lo qué
le pasó y de cómo murió Perfecto Luna. Por eso, es él quién le cuenta al hombre lo que está
pasando, quién no sé da cuenta de la verdad hasta el final del relato por la maravillosa
narración que está escuchando.

Crisóforo Flores se construye en el arquetipo de la persona. Este arquetipo es la


máscara que una persona presenta al mundo. Es esa personalidad que Perfecto Luna
construye para no presentar su verdadero ser. Decide convertirse en Crisóforo para
presentarse en su nueva vida limpio y sin prejuicios. Con esta máscara, él ya no tiene
ninguna culpabilidad y los que lo conocen no podrán encontrarlo. Toma la decisión de
convertirse en Crisóforo Flores cuando se va del pueblo y piensa:

Tenía que irse lejos de Amate Redondo y lejos de Perfecto Luna, porque era a
Perfecto Luna al que querían; por eso lo habían metido en aquellas noches redondas
que duraban más que el día. Apretó el paso otra vez. Las capas de aire se separaron;
su nariz quedó en el espacio vacío entre dos de ellas y casi no podía respirar. En
cambio, a la altura de sus ojos y de sus cabellos el aire soplaba sin soplar,
levantándole los pelos y enfriándoselos, hasta sentir que miles y miles de hielitos le
perforaban la cabeza. ¿Cuándo acabaría de salir de esos lugares extraños? «Seré
Crisóforo Flores, no andaré por estos parajes y volveré a gozar con mis amigos»
(Garro, 2016, p.115).

Don Celso se manifiesta en el arquetipo de patriarca o padre. Perfecto Luna dice


explica que él es huérfano de nacimiento y que llegó a Amate Redondo donde conoció a
Don Celso. Desde ese momento, Don Celso le enseñó a ser la persona en la que se convirtió.
Por eso, Perfecto Luna lo veía como una figura paterna en su vida. Describe esta historia
diciendo que:

—¿Pasó usted por Amate Redondo? De seguro conoció a don Celso, el dueño del
almacén. Yo le debo a él todo lo que fui. Él me enseñó a trabajar mientras fui
Perfecto Luna. Andaba yo en los cinco años, cuando ya le hacía los mandados. Con
él me crie, porque fui huérfano de nacimiento. «¡Ándale, Perfecto, mira cómo se
cepilla la madera! ¡Aquí quédate, Perfecto! ¡Ya sabes cuánto cuesta un cuartillo de
maíz, aquí lo marcas en la registradora!». Porque sólo don Celso tiene registradora
en Amate Redondo. Es el único que lo ha trabajado, aunque digan que se roba los
gramos en los kilos. Y así viví, trabajando, hasta que don Celso quiso hacer las
mentadas accesorias (Garro, 2016, p.116).

Este muerto representa la sombra de Perfecto Luna. Es la parte de la psique que


lleva a Perfecto a perder el control. La culpabilidad de haber profanado el cuerpo de un
muerto hace que la sombra en la psique de él se despierte y empiece a jugar con su sanidad.

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b. Elementos arquetípicos

El arquetipo de la noche simboliza la oscuridad, la muerte, el mal del alma. El relato


comienza con el personaje principal viajando hacia otro pueblo dejando su pasado atrás. Él
decide hacerlo en la noche, en el momento de silencio y oscuridad. Describe, “tal vez serían
las once y media de la noche, cuando Perfecto Luna pasó las últimas casas del pueblo. A
esas horas ya todos dormían y nadie notó sus pasos” (Garro, 2016, p.114). Nadie se da
cuenta que Perfecto se va.

Es en las noches cuando Perfecto Luna permanece en la casa que construyó. La


sombra del muerto regresa a espantarlo por varias noches. Esto crea la alusión en Perfecto
que sus noches se vuelven más largas y el frío más intenso. Incluso al cambiarse de cuarto,
estas acciones se siguen repitiendo. Él termina siendo un esqueleto y describe:

Los labios se le quedaron tiesos, y el cuarto se volvió tan oscuro que perdió la vista
a la ventana. «¿Quién oscureció la noche?». Buscó a tientas la vela que había dejado
junto al petate. Estiró el brazo y sintió que se le había hecho muy corto; en cambio
el cuarto había crecido enormemente y la vela estaba lejos, fuera de su alcance. Se
resignó a la oscuridad. Abrió mucho los ojos tratando de ver algo, pero la sombra
se hacía cada vez más y más densa. «Creo que aquí espantan». Se quedó quieto. De
pronto vio brillar la marca que él había puesto en el adobe. «¡Es el sin cabeza!». Su
corazón empezó a golpear con tal fuerza que le pareció que iba dentro de un río muy
crecido. Sintió que se quedaba sordo. No le quedaba sino esperar a que amaneciera.
Pero la noche se alargó en muchas noches. Cuando rayó el día, vio que su petate
estaba húmedo de sudor (Garro, 2016, p.118).

El arquetipo del alma es aquella que simboliza los aspectos morales que tiene una
persona. Por esto, Perfecto decide robarse la identidad de Crisóforo Flores. Él explica que
«recordó los nombres de sus amigos. Crisóforo Flores: ni modo de llamarse así, era robar
el ánima de su amigo y, sin embargo, tal vez tendría que hacerlo». (Garro, 2016, p.114) El
ánima de su amigo está limpia y llena de moral, lo que le dará esa libertad en su nueva vida.
El alma es un aspecto del ser humano que resiste la muerte y que sigue el camino en el
mundo de los muertos. Así, la esencia de Perfecto Luna no deja el mundo, solo se
transforma al “sin cabeza”.

Las piedras son un arquetipo que simbolizan algo que está solidificado, un final que
no tiene cambios. Perfecto Luna decide irse de Amate Redondo para dejar sus males y,
mientras va caminando se tropieza con una piedra. El exclama:

47
Se saltó de la vereda para agarrar a campo traviesa el rumbo de Actipán. Así, cuando
todos lo buscaran por San Pedro, él andaría muy tranquilo por Acatepec. Le gustaba
el mercado de Acatepec. Apenas llegara se iba a comprar su buen pañuelo de seda
y comenzaría a buscar trabajo. Al fin, él para todo servía. Tardaría toda la noche en
cruzar la huizachera, pero iba más seguro. ¿Quién iba a encontrar sus huellas entre
aquellas matas? Apresuró el paso y se tropezó con una piedra. «¡Ora sí, Perfecto
Luna, ya te desgraciaste un dedo!», se dijo en voz alta para espantar aquel silencio
redondo que en ese momento lo rodeó (Garro, 2016, p.114).

Esta mención a la piedra en su camino hace una alusión a lo que está por venir en
su vida. Además, solidifica la acción de su muerte debido a lo que hizo con los restos del
muerto.

El arquetipo de la muerte dentro del cuento está presente con fuerza. En el relato,
simboliza el proceso de liberación que pasa Perfecto Luna. Este se da a través del
sufrimiento y la pérdida de su esencia. Desde el principio, hace alusiones a su muerte,
específicamente cuando dice:

Perfecto Luna se sentó en el suelo descorazonado. —¡Ay, señor, a mí me han pasado


cosas! —continuó, olvidándose de ser Crisóforo Flores—. ¡Mire cómo me he
quedado, en los puros huesos! La confesión no conmovió al desconocido, ni lo hizo
cambiar de actitud. —¡Usted sabe que yo fui Perfecto Luna hasta esta noche!
(Garro, 2016, p.116)

Sigue profundizando en el tema de la muerte, hablando con el hombre en los


huizaches, siguiendo con las insinuaciones de que la muerte ya lo atrapó:

—¡Señor! —gritó con optimismo y sintiéndose ya en el otro día—. ¿Usted cree en


los muertos? —¿En los muertos? —preguntó el otro sorprendido. Su voz le llegó
desde muy abajo. —Sí, señor, pero no en los muertos de cuerpo presente, sino en
los otros… —¿En los otros? —volvió a preguntar el desconocido deteniéndose en
su búsqueda. —Sí, en los otros —contestó con aplomo Perfecto, cada vez más
Crisóforo Flores—. ¡Figúrese usted, yo fui Perfecto Luna y tuve que dejar de serlo,
por causa de un difunto! —¡Ah! —contestó el desconocido (Garro, 2016, p.116).

Don Celso juega con el personaje de la muerte. Él es quien le advierte a Perfecto


Luna que lo va a venir a buscar: «a poco muchacho, ¿para qué lo quieres? ¿Te anda
buscando el miedo?». (Garro, 2016, p.120) El miedo es un anuncio a la llegada de la muerte.
Esto lleva a que Perfecto se enfrente con el difunto y le diga: «¿Qué quieres que haga por
ti, difunto? No puedo deshacer las accesorias, para juntar de nuevo tus huesos. (Garro,
2016, p.120).

48
En la última noche en la casa que construyó, Perfecto entiende que quién lo está
espantando es el “sin cabeza”. Decide cambiar de refugio para dormir y escapar del muerto.
Sin embargo, la muerte ya lo está buscando. Perfecto Luna siente su deceso venir y
describe:

Ya los días apenas eran una raya de luz entre dos inmensas noches. No tenía
tiempo ni de ponerse y quitarse los huaraches. La ropa se le empezó a hacer vieja
en el cuerpo. ¡Qué esperanzas que pudiera ir a recortarse los bigotes o el pelo! ¡Si
apenas amanecía, ahí estaba ya la noche! No tenía tiempo ni de comer y se fue
quedando en los puros huesos. Recorrió la fila de cuartos hasta que los acabó y en
todos halló la presencia del difunto, que lo quería sacar de su pellejo. Desde lejos,
arrinconado en el patio de las accesorias, oía a Crisóforo tocar la armónica y cantar
con los amigos. De seguro estaban en la cantina. Eso lo sumía más en la tristeza,
pues era el anuncio de que la noche estaba ahí esperándolo. —¿Qué te pasa,
muchacho? Si sigues así, no vas a tardar en entregar tu alma. —¡Don Celso, déjeme
que duerma en el almacén! Así «el sin cabeza» vagaría furioso por todos los cuartos,
sin hallarlo, pues él estaría durmiendo entre los manojos de canela y los costales de
maíz. —Ándale, pero si es por miedo, allí no lo vas a perder (Garro, 2016, p.120).

Al final, la muerte lo alcanza. Así es como Perfecto Luna se convierte en el sucesor


del “sin cabeza”.

El blanco es un arquetipo que simboliza pureza, paz y claridad. Mientras que el


color rojo simboliza vida y amor. El hombre que se encuentra dentro de los huizaches viste
de blanco y rojo. La vestimenta de este personaje representa vida y luz. Al hacer una
comparación con Perfecto, vemos una dualidad de vida y muerte.

El número doce es un arquetipo que manifiesta lo que está completado y en un


estado perfecto. Perfecto encuentra al muerto al mediodía, en donde dice que “fue un día
cuatro de abril, cuando don Celso le dijo: «Abre las zanjas para echar los cimientos». Como
a las doce del día, mientras ahondaba en la zanja, encontró al muerto. Era un muerto viejo
porque no quedaban de él sino los puros huesos” (Garro, 2016, p.117). Esto llega a
simbolizar que, al encontrar al difunto, el destino de Perfecto Luna es el indicado y que
debe de suceder para que exista un equilibrio perfecto.

El arquetipo de la cabeza es de los más importante porque contiene a la psique y la


vida inteligente del ser humano. Simboliza la sabiduría, el intelecto y la espiritualidad de
la persona. Al perder esta parte, se pierde lo más importante en la vida física. Perfecto Luna
al encontrar al muerto dice:

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Como a las doce del día, mientras ahondaba en la zanja, encontró al muerto. Era un
muerto viejo porque no quedaban de él sino los puros huesos. Le pareció volver a
verlo, relumbrando al sol, con los brazos puestos sobre las costillas. «Habrá tenido,
de seguro, una muerte mala, porque no tiene cabeza. ¿Quién lo mataría? ¿Dónde
andará su cabeza?». —¡Fíjese, señor, le faltaba la cabeza, seguro alguien lo degolló!
(Garro, 2016, p.117)

Él sabe la importancia de la pérdida de la cabeza del muerto. Sin embargo, señala


que por un tiempo fue una persona mala y que es esa persona quien decide jugar con los
huesos que restan. Toma esta decisión a pesar de que Don Celso le dice que los difuntos
que pierden su cabeza se vuelven locos. Ya no tienen la sabiduría para controlarse y por
eso vagan buscándola.

El arquetipo de la casa es aquel que representa el centro del universo. Es un símbolo


explícitamente femenino. Dentro del relato no se encuentra a ningún personaje femenino.
Entonces, la casa es ese personaje femenino que cobra vida a través del ánima. Perfecto
Luna obtiene esas características de la psique femenina a través de la casa que construye.

El color azul es un arquetipo que manifiesta estabilidad y profundidad. Es una


alusión al cielo y la calma que trae. Por eso, cuando Perfecto Luna llega con Don Celso y
tienen la siguiente conversación: “—¡Mira, Perfecto, quedaron bonitas, ¡ponles su lambrín
azul! —Yo eché el azul más vivo, señor, para alegrar el sepulcro encalado” (Garro, 2016,
p.118). El poner el lambrín azul, la casa queda con una sensación de estabilidad que se ve
afectada por la mala decisión de Perfecto.

Las estrellas son cuerpos celestiales, por lo que se consideran arquetipos. Estas
simbolizan protección y fuerza divina. Emiten luz, energía y positividad. Cuando Perfecto
termina de construir las casas, ve por la ventana y describe: “el cielo estaba tranquilo y
claro y desde donde estaba veía dos estrellas brillantes” (Garro, 2016, p.118). Después de
verlas, se siente satisfecho con su trabajo y positivo con los resultados que le presenta a
Don Celso.

El sol también es considerado una estrella. La fuerza mayor de energía y luz en el


universo. Es el constante recuerdo que es de día y que existe vida por vivir. Por eso, Perfecto
siempre busca el sol para que no aparezca la noche. Es esta estrella la última forma de
seguridad que él encuentra para protegerse y evitar su desaparición.

Los grandes cuerpos de agua son arquetipos que muestran símbolos de vida y
muerte. En el río se origina la vida y también se la lleva. El corazón mueve grandes
cantidades de agua, que también se puede interpretar como la sangre. Perfecto Luna
describe que:

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Su corazón empezó a golpear con tal fuerza que le pareció que iba dentro de un río
muy crecido. Sintió que se quedaba sordo. No le quedaba sino esperar a que
amaneciera. Pero la noche se alargó en muchas noches. Cuando rayó el día, vio que
su petate estaba húmedo de sudor (Garro, 2016, p.118).

Su corazón es el órgano que se encarga de llevar la sangre a todo el cuerpo,


manteniéndolo vivo. Al momento que dice que siente que va en un río crecido, quiere decir
que va hacia la muerte.
Las alas son un arquetipo que simbolizan libertad, espiritualidad y movimiento.
“Las alas giraban al tiempo que subían y bajaban por los muros. Pasaron sobre su frente y
sobre su cuerpo. Se fue quedando helado” (Garro, 2016). Es el llamado al mundo del más
allá. En el relato, las alas hacen un llamado al cielo divino: es la muerte que se está llevando
al personaje.

c. Situaciones arquetípicas

En la mitología griega, conocemos los castigos que recibían aquellos que no seguían
las reglas impuestas por los Dioses, específicamente Zeus. Los mortales recibían la muerte
como castigo, mientras que los semidioses o deidades menores tenían castigos eternos.
Existen cuatro que son los más conocidos: Prometeo, Sísifo, las Danaides y Atlas. Cada
uno tuvo un desenlace trágico debido a las acciones que tomaron en la Tierra.

Prometeo decide desafiar a Zeus al no eliminar la raza humana y devolverles el


fuego que estaba en el Olimpo. Como castigo, Zeus lo encadena a una roca, en donde un
águila come de su hígado durante todo el día. En la noche, el órgano de Prometeo se
regenera y todo vuelve a empezar el día siguiente hasta el final de la eternidad. Prometeo
dice:
¡Oh éter divino, y vientos de alas rápidas, y fuentes de los ríos, y sonrisa
innumerable de las olas marinas, y Tierra madre universal, y círculo omnividente
del Sol; yo os invoco: ved lo que, siendo dios, sufro de los dioses! Mirad con qué
ultrajes desgarrado he de padecer durante un tiempo infinito de años. Tal es la
cadena infame que contra mí ha inventado el joven caudillo de los Felices. ¡Ay, ay!
Por el sufrimiento, presente y futuro gimo, sin saber cuándo surgirá el fin de estos
males. Pero ¿qué digo? Todo lo que ha de acontecer lo sé bien de antemano y
ninguna desgracia imprevista vendrá de nuevo sobre mí. Pero es preciso soportar lo
más ligeramente posible la suerte decretada, sabiendo que no hay lucha contra la
fuerza de la Necesidad (Esquilo, 2019, p.5).

El siguiente castigo es el que Zeus le dio a Atlas. No todos los castigos son por
razones morales. Algunas se dieron por razones cósmicas. Dice el mito que, al perder una

51
guerra, Zeus condena a Atlas a cargar la esfera azul en sus hombros sin descanso alguno
hasta el fin de la eternidad. Lo que se conoce del mito de Atlas es:

Gigante, hijo de Jápeto y de la oceánide Clímene – a veces, de la oceánide Asia -.


Es hermano de Menecio, Prometeo y Epímeteo, los «hombres violentos». Según
ciertas tradiciones, sería hijo de Urano y, por tanto, hermano de Crono. Pertenece
la generación divina anterior a la de los Olímpicos, la de los seres monstruosos y
sin medida. Participó en la lucha de los Gigantes y los Dioses, y fue condenado por
Zeus a sostener sobre sus hombres la bóveda del cielo (Grimal, 2008, p.61)

El castigo de Sísifo ha sido estudiado desde varias perspectivas académicas. Sísifo


fue encadenado a una roca que debía subir cuesta arriba. Cuando estaba a punto de llegar a
la cima, la roca caía y debía empezar de nuevo. Esta escena se repetirá hasta el final de la
eternidad. Albert Camus, acerca de Sísifo, explica:

Los dioses habían condenado a Sísifo a subir sin cesar una roca hasta la cima de
una montaña desde donde la piedra volvía a caer por su propio peso. Habían
pensado con algún fundamento que no hay castigo más terrible que el trabajo inútil
y sin esperanza. (Camus, 1955 p.119)

El último castigo de las divinidades es el de las Danaides. El mito describe el


desenlace de 50 princesas que asesinaron a sus esposos en el lecho matrimonial. Como
castigo, los dioses las encierran en el Hades mientras hacen labores inútiles. Una de estas
es la de llenar con agua una vasija con hoyos. Esto hasta el fin de la eternidad. A este
respecto Rohde Erwin dice:

La leyenda según la cual son las hijas del Dánao las condenadas en el Hades a llenar
un tonel desfondado, es por haber asesinado a los hijos de Egipto en el lecho
nupcial: pero ¿por qué se les impone precisamente este castigo, y no otro? es
indudable que también en las Danaides se castiga con este infructuoso trasiego de
agua por toda una eternidad el no haber llegado a terminar un importante
matrimonio (Rohde, 2006, p.333).

Perfecto Luna obtiene un castigo “divino” que deberá realizar por el resto de la
eternidad. Se puede aludir que este personaje no es humano. Se sabe que es huérfano y
nadie sabe quiénes fueron sus papás. Al morir, no deja de existir como los seres humanos.
En cambio, el se convierte en el “sin cabeza”, vagando por los pueblos buscando limpiar
su culpa y encontrar al final la libertad. Al igual que los semidioses, Perfecto no muere solo
se transforma en lo que él se burló y así, enmendar lo que hizo mal.

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d. Tiempo

Desde que comienza el relato, Perfecto Luna describe que conoce el otro mundo al
decir: “sobre todo después de haber visto que en el otro mundo no había sino chiflones de
aire frío” (Garro, 2016, p.114). Este otro mundo, que es frío y, por ende, oscuro es el de los
muertos. Desde este momento podemos aludir que Perfecto ya se encuentra muerto y en el
tiempo mitológico. Perfecto Luna siente una gran curiosidad sobre lo que pasa en la otra
vida. Le pregunta a Don Celso:

—Oiga, don Celso, ¿qué le pasa a un muerto despedazado? —Pues se vuelve loco,
muchacho, buscando sus pedacitos. —¡Ja, ja, ja! —y me fui muy contento a ver mis
tumbitas—. ¡Lo que es ser muchacho y ser alegre, señor! —dijo Perfecto Luna
sentándose de nuevo en el suelo y buscando con los ojos al otro, que indiferente
seguía por allí sin hacerle caso (Garro, 2016, p.117).

Su curiosidad por lo que se encuentra después de la muerte empieza por el


descubrimiento del muerto. Esto lo lleva a acercarse cada vez más a este mundo mitológico
que no conoce, pero que quiere conocer.

Finalmente, el relato termina con la revelación de que Perfecto Luna está muerto y
que se encuentra decapitado. En este momento, él ya no pertenece al tiempo real. Ha
cruzado al mitológico. Es parte del mundo de los muertos. Se describe su muerte y su nueva
realidad:

—Le voy a ayudar a buscar, ya que le conté la triste historia del que fue Perfecto
Luna. —¡Ya no! —contestó el desconocido de pie junto al narrador. Éste apenas
tuvo tiempo para ver el rostro sin rostro de su nuevo amigo: el cuerpo del
desconocido terminaba sobre los hombros. —¡Se endemonió! —dijo don Celso al
día siguiente—. Me soltó todo el maíz y murió en medio de la huizachera. ¡Caray!
¡Y parecía tan buen muchacho el tal Perfecto Luna! (Garro, 2016, p.122)

D. El Duende

El cuento comienza con Eva y Leli hablando sobre la muerte, sobre la descripción
del mundo de los vivos/muertos y la luz contra la oscuridad. Eva introduce al Duende, el
dueño del jardín. Deciden salir a jugar al jardín hasta donde se encuentra el pozo y se bañan.
Leli corta una hoja verde con venas rojas. Su padre siempre les advertía no comer de las
plantas del jardín ya que podrían ser venenosas. Pero Eva le convenció que no era así
porque su amigo el Duende le había confesado la verdad.

53
Leli empieza a comerse las hojas y se empieza a sentir mal mientras sus encías
empiezan a crecer. Entonces, Leli empieza a pensar que va a morir sola y envenenada. Por
eso, le ofrece a Eva las hojas y ella se las come, todo para que mueran juntas. Eva huye de
su hermana acusándola de mala, mientras Leli le dice lo bonito que es el otro mundo. Leli
se desmaya y la acuestan con su hermana que también está inconsciente.

Cuando se despierta, Eva la ve con disgusto y no le dirige la palabra. Entra Elisa al


cuarto, que es la mamá de las niñas, para interrogar a Leli porque no puede aceptar las
acciones de su hija. Leli le confiesa que ella sabía que las hojas eran venenosas y que quería
matar a su hermana. Elisa llora con Eva debido a las confesiones de Leli. Entra su papá y
sus hermanos a llorar con Eva.

Toda la familia sale del cuarto, dejando a Leli sola para que reflexione sobre sus
acciones. Le llevan comida y Candelaria, la empleada, le pregunta si algún día dejará de
hacer maldades. Escucha afuera a Eva y Antoñito jugar a las pistolas. Se percata que sus
papás entran y salen del cuarto cada cierto tiempo y que la ven con desaprobación. Entra
su hermana Estrella, que generalmente se mantiene en los techos de la casa. Leli le
pregunta si ha visto al Duende, pero ella le contesta que no. Luego, le pregunta por qué se
envenenaron ambas si eran hojas diferentes. Ella le contesta que fue porque ambas hojas
provenían de la misma mata. Entonces, Estrella le pregunta a Leli por qué envenenó a su
hermana y ella le responde que porque quería que murieran juntas. En ese momento entra
Elisa y se lleva a Estrella.

En los días que le siguieron cae una ruina en el jardín, los cultivos se marchitaban
y todo se llena de polvo. Eva y Leli no se hablan y se pasan los días meciéndose en las
hamacas aburridas. Ahora Leli entendía que Eva le había mentido sobre conocer al Duende
y que no tenía ningún secreto. Una de esas tardes, Eva y Leli observaron como el jardín
volvía a su gloria y luego se volvía a llenar de polvo. Se repitió esta acción varias veces.
Desde el techo, Estrella observa a sus hermanas.

Eva le pregunta a Leli si es ella la que está haciendo los cambios en el jardín y ella le dice
que no. Entonces Eva anuncia que fue el Duende porque ya no está enojado con ella. Desde
el techo, Estrella las ve asqueada. Una teja a su lado se levanta y de ella sale una voz que
pregunta si ella cree que es su culpa. Estrella le contesta que no, Eva es una mentirosa y
Leli una matona. Era el Duende hablando con su única amiga, Estrellita Garro.

1. Génesis: Adán y Eva

El relato empieza con la serpiente preguntándole a la mujer por qué no comían de


los árboles del jardín. Ella le responde que sí pueden comer de los árboles, exceptuando
uno porque si lo hacían iban a morir. La serpiente le contesta que eso no pasará y que Dios

54
puso la regla porque no quería que ellos tuvieran conocimiento del bien y el mal. La mujer
y el hombre se comen la manzana.

Al comerse la manzana, se dan cuenta que están desnudos y buscan hojas para
taparse. Escucharon a Dios llegar al jardín y se esconden. Él los llama y el hombre le
confiesa que se escondieron porque estaban avergonzados de su desnudez. Dios le dice que
ellos no deberían saber que están desnudos y el hombre culpa a la mujer de haber comido
el fruto prohibido. Las castiga por haber comido del árbol prohibido. A la serpiente le dice
que será el animal menos querido y que permanecerá en conflicto con la raza humana. A la
mujer la castiga con dolores en el embarazo y será dominada por el hombre. Al hombre le
dice que trabajará por su comida en árboles que dan frutos entre espinas. Les prohíbe la
entrada al Edén hasta que se conviertan en polvo nuevamente.

El relato termina con el nombramiento del hombre y la mujer. Dios nombra a la


mujer Eva, porque ella simboliza la vitalidad y la vida. Al hombre le pone Adán, por ser el
nombre común que nombra a los hombres. Pasan el resto de sus vidas trabajando la tierra
fuera del Edén. En la puerta del jardín celestial pone a sus querubines con la espada de
fuego para proteger el árbol del conocimiento.6

2. Mito comparado con el Génesis 3

El Génesis es un mito que se presenta como un relato simbólico que busca dar un
significado a la esencia humana. El tiempo dentro de este mito es atemporal y se ve repetido
en las diferentes épocas históricas como una respuesta necesaria para el ser humano. Por
eso, el relato está presente en las civilizaciones como la significación del hombre. Paul
Ricouer defiende la idea anterior y asegura que el mito es:

Un relato tradicional referido a acontecimientos ocurridos en el origen de los


tiempos y destinado a fundar la acción ritual de los hombres de hoy y, de modo
general, a instaurar todas las formas de acción y de pensamiento mediante las cuales
el hombre se comprende a sí mismo dentro de su mundo (Ricoeur, 2004, p.237-
238).

Con base en el enfoque anterior, Elena Garro presenta un cuento que tiene una
similitud y comparte elementos míticos con este mito. Los dos relatos muestran un tiempo
sin medición. Las acciones se dan una tras otra sin cambios específicos. En Génesis, se
narra cómo llegan al jardín Adán y Eva, aparece la serpiente, comen la manzana, Dios los

6
Vida, I. F. (2009). La biblia católica para jóvenes: Ed. Azul., lujo, polipiel con estuche. Editorial Verbo
Divino

55
descubre y les da el castigo divino. No hay cambios de tiempo o de espacios, pero se sabe
que están en un ciclo por el destino que les imponen.

En el relato de Elena Garro, las escenas también se dan una tras otra. No se dan
detalles específicos sobre el cambio de días, pero sí una hora específica en el día. Las
acciones pasan de forma cíclica. Leli y Eva comienzan y terminan meciéndose en las
hamacas. Adán y Eva son creados en el jardín y regresan a él, después de ser desterrados,
cuando mueren. Ambos relatos tienen lugar en un jardín. El primero es en el Edén y el
segundo en el patio de la casa de las niñas. El jardín del paraíso se describe lleno de las
creaciones de Dios, donde todo es perfecto y libre. Eva y Adán pueden hacer y comer lo
que quieran, menos el árbol del conocimiento.

En El duende, por el otro lado, el jardín es descrito lleno de frutos y flora, con un
pozo y a su alrededor unas hojas muy verdes, pero venenosas. Elena describe este diciendo,

Salieron al jardín. Pasaron bajo las jacarandas, rodearon a la fuente, cruzaron el


macizo de los plátanos, llegaron hasta las palmeras, sesgaron un poco hacia la
izquierda y alcanzaron el pozo. El pozo era el lugar más fresco del jardín, rodeado
de helechos, espadañas y otras hojas, rezumaba la humedad. Hasta allí no llegaban
los rumores de la casa. Era la parte secreta del jardín. Un pretil de piedra negra
guardaba a su agujero profundo. Muy abajo corría el agua de los ríos en los cuales
se bañan las mujeres plateadas y los pájaros de plumas de oro (Garro, 2016, p.100).

Existe una correlación entre los dos mitos y los jardines que presentan. Ambos están
llenos de naturaleza y frutos. Uno tiene un árbol del conocimiento que representa el bien y
el mal. El otro tiene un pozo que da conocimiento sobre la muerte. Los dos elementos están
prohibidos por un ente mayor que deben obedecer sin explicaciones.

Los personajes comparten características que imitan un relato con el otro. Leli es la
Eva del mito. Ella es quien come las hojas prohibidas e incita a Eva, su hermana, a comerlas
también. Ambas terminan envenenadas y traen mal al jardín. Eva es el Adán. Ella se deja
influenciar por Leli y luego la culpa de todos sus males, a pesar de que es ella quien le dice
que en realidad las hojas no son venenosas.

El siguiente elemento compartido es el mismo personaje mítico que tiene


características negativas asociadas a él. En el Génesis, la serpiente es el animal de la
discordia. Es el que convence a Eva a comerse el fruto prohibido y obtener el conocimiento
que solo Dios tiene. En el relato garriano, el duende es el ente que le dice a Eva que las
hojas no son venenosas. Esta información lleva a que ambas niñas coman las hojas
prohibidas. La serpiente y el duende son personajes considerados, histórica y
mitológicamente, como entes malignos, espíritus y energías negativas que deben de ser

56
evitados. En el mito, la serpiente solo habita dentro del jardín, pero crea la discordia entre
los humanos y Dios. En el cuento, el duende es el guardián del jardín, y quien crea la
discordia entre las hermanas.

Existen diferencias entre los dos relatos. Leli y Eva son niñas y son hermanas,
mientras que Adán y Eva son esposos. Las niñas tienen nombre desde el principio y los
mantienen, mientras que la pareja los obtiene hasta el final del relato cuando se convierten
en seres mortales. La serpiente tiene contacto con los personajes principales, mientras que
el duende aparece solamente al final del cuento y habla solamente con la hermana menor
de las hermanas.

Adán y Eva representan arquetipos de vida y tierra. Eva representa fertilidad,


maternidad y vida. Adán representa tierra y a ese hombre común que está en todos los
humanos. Ambos crearon la respuesta a la esencia del ser humano. Leli representa a Eva,
quién muerde lo prohibido. Ella representa la vida y la muerte, al tener el conocimiento de
un mundo más allá del que está. Eva, por su parte, representa a Adán. Ella posee una
inocencia que la lleva a comerse la hoja que le ofrece a su hermana. Eva es la tierra, el ser
que pertenece a la naturaleza y al mundo del momento.

3. Mitoanálisis del cuento

a. Personajes arquetípicos

Leli es la narradora del cuento y quien mueve las acciones dentro de la historia. Su
personaje representa el arquetipo del héroe. Es ella quien tiene que pasar por el camino
cíclico que la lleva de existir en el mundo real al mundo de los muertos. Dentro del camino,
comprende que debe morir y debe llevar a su hermana con ella. Pasa por el obstáculo de
convencerla y luego tener que aceptar los tratos de sus padres. Al final, regresa al mismo
lugar en el que empezó sin recolección de lo que pasó:

No Eva, que ajena al mal irremediable que había caído sobre ella, seguiría
regocijándose con el agua. Tenían horas diferentes. Estaban en distintos espacios y
cada segundo que pasaba sus tiempos se separaban más y más. Los lazos que las
ataban a Evita se soltaban y caían sin ruido sobre la hierba. Debía ir sola al otro
mundo. Y sólo era una hoja verde lo que la separaba de su hermana. Siempre son
cosas minúsculas las que determinan las catástrofes. Miró a Eva con ojos postreros.
Pero no podía despedirse, ni irse sola, ni dejarla sola. Una idea acudió a su cabeza:
matar a su hermana (Garro, 2016, p.101).

Leli también se manifiesta a través del arquetipo del marginado. Ella sabe que debe
morir para ver el otro mundo y lo que le espera. En el último momento decide que no se

57
quiere ir sola y decide que Eva debe acompañarla. Cuando despierta, después de comerse
las hojas envenenadas, se da cuenta que sigue en su casa y toda su familia la rechaza. Le
repiten que ella es mala y la dejan sola:

Eva le dice mala cuando se da cuenta que ella también está envenenada después
de aceptar la hoja que Leli le ofrece. Elisa, la mamá de las hermanas, la vuelve a
llamar mala cuando Leli le confiesa que ella si quería envenenar a su hermana. El
hermano y el papá la ven con disgusto y la evitan en los días que pasan. Estrellita,
la hermana menor, la ve con decepción. Candelaria, la empleada, le sirve la comida
y le pregunta, «¿hasta cuándo dejarás de hacer maldades?» (Garro, 2016, p.103)

Leli manifiesta, al mismo tiempo, la sombra. Este arquetipo se presenta dentro del
personaje en pensamientos y acciones. Estos pensamientos se manifiestan en ideas sobre la
muerte y la desobediencia. Estos mismos, la llevan a tomar la decisión de envenenamiento.
Desafía las órdenes de su papá y se come las hojas. La acción más poderosa que la sombra
la impulsa es hacerle el mal a Leli.

Por aparte, Eva representa el arquetipo de la doncella en apuros. Ella es quien acepta
la hoja venenosa que le ofrece Leli. Al ver que su lengua se inflama y que está envenenada,
culpa a su hermana. Deja que sus padres la consientan y la rescaten de la muerte. Espera
que alguien más la ayude, en vez de ayudarse ella misma. Al final, regresa al mismo lugar
en donde su familia, su hermana o el duende son los que la van a rescatar.

Candelaria se manifiesta en el arquetipo de shamana o sabia. Ella es la empleada


que le da de comer a las niñas y que pasa tiempo con ellas. Les da consejos y las regaña
cuando es necesario. Incluso ella le dice a Leli que ya no sea mala. Leli ya no quiere los
consejos de ella y la describe como, “Candelaria tenía las narices aplastadas y que su voz
la aburría tanto como sus gestos. Ya no le interesaban sus consejos: siempre eran los
mismos. Al atardecer, su cuarto no le interesaba nada” (Garro, 2016, p.103). Leli cambia
después de ser envenenada y ya no acepta los consejos de Candelaria porque ya no son
aplicables.

Elisa es el arquetipo de la madre. Sus instintos maternos se activan cuando sus hijas
se enferman y aplica su papel a la perfección. La negación de la mamá ante las acciones de
Leli son una respuesta de defensa por el amor a su hija. La protección hacia Eva también
es una respuesta materna. Elena Garro lo retrata escribiendo:

—¿Verdad que no es cierto?... Tú no quisiste matarla —insistió su madre, que como


siempre no entendía nada. Leli miró con visible disgusto la cal blanca de la pared.
—No sabías que eran venenosas. ¿Verdad, hijita? La niña se sentó en la cama y
miró con ojos serios a su madre (Garro, 2016, p.102).

58
Elisa no quiere creer que su hija sea capaz de hacer algo tan malvado. Cuando Leli
le confiesa, ella le grita que es mala. Su sentido de madre la lleva a proteger a Eva de su
hermana. Ella dice, “—¡Mala! —Se alejó de prisa de su cama —¡Mala! —Volvió a repetir,
dirigiéndose hacia la cama de Evita. Su hermana abrazó a su madre y las dos se pusieron a
llorar” (Garro, 2016, p.102).

Antonio representa el arquetipo de padre. El es una figura de autoridad para Leli


específicamente. El advierte el peligro y busca cuidar de la salud de sus hijos. Está
pendiente de sus hijas y las acompaña mientras se recuperan. Después del envenenamiento,
Antonio no siente rechazo por Leli, solo se siente asustado por lo que pasó.

Estrellita es el arquetipo del hijo espiritual. El hijo espiritual es:

La unión de esos contrarios que son el ego y el alma produce algo de valor infinito,
el hijo espiritual. Es bien cierto que, cuando el ego se entremete violentamente en
los aspectos más sutiles de la psique y el alma, se produce una fertilización cruzada.
Paradójicamente, robando la protección del alma y su capacidad de ocultarse bajo
el agua a voluntad, el ego participa en la creación de un hijo portador de la doble
herencia del mundo y del alma, capaz de transmitir mensajes y regalos entre ambos
(Pinkola Estés, 1995, p.221).

Estrellita es la única que tiene una conexión con el mundo mítico y el mundo real.
Ella se mantiene en el tejado viendo el jardín con su familia y el cielo con las respuestas
del más allá. Es también la única que ve y habla personalmente con el duende. Ella es la
niña milagrosa que tiene el poder de entender ambos mundos y encontrar cuales son las
respuestas.

El duende representa el arquetipo de guardián. Él es el dueño del jardín y quien está


a cargo de cuidarlo. Por eso, Eva se siente segura de que las hojas no son venenosas.
Después del episodio del envenenamiento, Leli y Eva ya no creen en él. Esto causa que el
jardín se marchite, se llene de polvo y desaparezca su magia. Al final, cuando las hermanas
olvidan todo el conocimiento que habían obtenido, el jardín vuelve a ser el mismo y el
duende vuelve a cuidarlo.

El duende también se manifiesta como el animus de Eva. Se encuentra en la psique


del personaje como la fuerza que le asegura que las hojas no son venenosas. Eva asegura
que este es su amigo y que es el dueño del jardín. Sin embargo, nunca se da una interacción
física entre estos dos personajes. Leli prueba que Eva estaba equivocada y demuestra que
el duende solo se encuentra dentro de la psique de Eva.

59
b. Elementos y imágenes arquetípicas

El jardín es un arquetipo que manifiesta el Edén. Presenta un ambiente de paz y


armonía. Es un lugar donde los hombres se llevan bien y conviven con la naturaleza. No
existe la violencia y la tranquilidad se siente en todas las temporadas. El jardín garriano es
el lugar donde las hermanas pasan su tiempo. Es un lugar armonioso en donde la familia y
la naturaleza crean lazos.

También es el lugar donde pasan todas las acciones principales. Aquí es donde se
bañan y juegan todos los días. Es donde encuentran las hojas venenosas y se las comen. Se
manifiesta la discordia y la expulsión de la familia de este. Al final, también es el lugar
donde se da el regreso y cierre del ciclo.

El pozo es un arquetipo que representa un camino hacia la muerte. Es el túnel que


conecta el mundo de los vivos con el de los muertos. Su oscuridad y profundidad son un
simbolismo que aluden al más allá. El pozo en el cuento se describe:

Con su propio pie daría el paso que iba a precipitarla al abismo por el cual iría
descendiendo por los siglos de los siglos, con la cabeza hacia abajo, en una caída
sin fin dentro del pozo negro que era la muerte. Por ahí caerían también su padre,
su madre y sus hermanos. Y nunca se encontrarían, porque todos caerían en
diferentes horas. Sólo Eva se quedaría flotando en el jardín, mirando con sus ojos
amarillos las cosas que pasaban en la casa (Garro, 2016, p.99).

El pozo literalmente es el camino hacia la muerte. Esto es una referencia a La Caída,


el mito visto desde la perspectiva de Adán, que explica que cuando una persona
experimenta la caída lo hace de cabeza.

El cuerpo es una forma de transporte para el alma. Desde el principio de la historia,


este arquetipo ha sido un vehículo para experimentar el mundo físico y darle un lugar a la
esencia del hombre. Leli le explica a Eva que, “era irremediable no tener cuerpo. Elisa decía
lo mismo. El sacerdote decía lo mismo. El cuerpo se quedaba acá y no podíamos llevarnos
ni un mechoncito de pelo, para recordar de qué color habíamos sido” (Garro, 2016,
p.99). Dentro del cuento, la desnudez representa la inocencia que ambas poseen. De la
misma manera, Adán y Eva también están desnudos sin saberlo hasta que muerden el fruto
prohibido. Esta idea reitera el arquetipo del cuerpo como símbolo de ser un vehículo hasta
que pasen al siguiente mundo.

El agua es un arquetipo que significa vida y muerte. En el cuento se encuentra el


agua la primera vez cuando se describe,

60
Hasta allí no llegaban los rumores de la casa. Era la parte secreta del jardín. Un
pretil de piedra negra guardaba a su agujero profundo. Muy abajo corría el agua de
los ríos en los cuales se bañan las mujeres plateadas y los pájaros de plumas de oro
(Garro, 2016, p.100).

El agua da la vida y, al mismo tiempo, se la lleva. En los ríos nace la existencia del
ser. Sin embargo, es también en los ríos que sus corrientes se llevan a los muertos. El hecho
de que el pozo contenga ríos oscuros simboliza que es el túnel que se lleva los vehículos de
los seres humanos.

Las mujeres son señal de fertilidad y del comienzo de vida. Los pájaros con plumas
de oro muestran vida y naturaleza. Todo esto se encuentra en la oscuridad, que representa
la vida después de la muerte. Leli quiere conocer el otro mundo, en el que los cuerpos no
sudan. Es decir, en donde solo existen las ánimas. Entonces recuerda que existe una forma
para llegar a este mundo: las hojas prohibidas. Todo esto sucede mientras están bañándose,
por lo que el agua es quien invoca estas ideas oscuras en Leli.

El veneno es un arquetipo que hace alusión a la serpiente. Este animal, en la


mitología, representa la transformación, la inmortalidad y el volver a nacer. Estos reptiles
mudan de piel, dejando lo malo en el pasado y comienzan de cero cada cierto tiempo. Por
eso, Leli y Eva al envenenarse, ellas pasan por un proceso de limpieza y sanación. Al final,
tienen un nuevo comienzo con el olvido. Su inocencia está de regreso. Leli recuerda el
negro que sale en Las mil y una noches que reparte el veneno a las infieles. El negro es un
arquetipo que simboliza muerte, luto, dolor y resurrección. Este símbolo aparece después
de que Leli se come la hoja envenenada y su mente se va a este punto. La sombra de la
muerte ya la acecha y le hace entender que ya está envenenada.

Elena Garro describe las hojas como hermosas pero desconocidas y, que “tenían
venas rojas y por debajo del verde oscuro había un verde clarísimo, que iluminaba al verde
oscuro con reflejos de vidrio” (Garro, 2016, pp.100-101). El color verde simboliza
abundancia, naturaleza y crecimiento. Las hojas representan esto y se amplifican con las
acciones de los personajes. El rojo es un arquetipo para la vida, la sangre y la guerra. Las
venas de las hojas llevan sangre que representan la vida y que crean existencia.

Estrellita está vestida blanco, “Estrellita parecía un doctor javanés, de párpados


pesados, flequillo lacio y labios muy arqueados. Ningún músculo de la cara le cambiaba de
sitio y las manos cruzadas con solemnidad sobre la faldita blanca, inmóviles” (Garro, 2016,
p.103). El blanco simboliza pureza, inocencia y luz. Ella es el personaje que busca la unidad
y paz entre todos los demás personajes. Es la única que tiene una conexión con la
espiritualidad. Estrellita es la única que tiene contacto directo con el duende. Al final del
cuento, ella está sentada en el tejado:

61
Ella, Estrellita, miró incrédula el esplendor de aquel amor desde su tejado, y sin
descruzar las manos, parpadeó varias veces, disgustada. Su faldita blanca brillaba
como un hongo sobre el tejado rojo. Una teja se levantó a su lado y la niña miró
hacía allí sin sorpresa (Garro, 2016, p.103).

Ella es el único personaje que posee la vida y la inocencia. Tiene una luz que le
permite tener contacto con el mundo mítico en donde se encuentra el duende. Al mismo
tiempo, tiene contacto con el mundo real en donde están sus padres y hermanas.

El arquetipo de gemelas ha representado en la mitología y el folklore el equilibrio


de la naturaleza. Son dos cuerpos que comparten un alma. Dice Clarissa Pinkola Estés de
este símbolo que:

Hay mucho que aprender acerca de la fuerza de Dos cuando examinamos el símbolo
de las gemelas. En todo el mundo y desde la más remota antigüedad, se ha creído
que los gemelos están dotados de poderes sobrenaturales. En algunas culturas,
existe toda una disciplina dedicada al equilibrio de la naturaleza de los gemelos,
considerados dos seres que comparten una sola alma. Incluso después de su muerte,
a los gemelos se les da de comer, se les habla y se les ofrecen obsequios y sacrificios
(Pinkola Estés, 1995. p.99).

Eva y Leli son dos fuerzas que se mueven en conjunto. Sus almas pertenecen en el
mismo lugar, por lo que lleva a que Leli sienta que no se puede ir sola del mundo. Ellas dos
tienen una relación extraordinaria entre todos los hermanos. Comparten sus días y las
experiencias que viven. Representan la doble naturaleza de lo femenino y la unión entre
ambas. Sus almas son gemelas, aún cuando no pertenecen en el mismo mundo para toda la
eternidad.

c. Situaciones arquetípicas

La situación arquetípica principal dentro del texto es La Caída. La expulsión de


Adán y Eva del Edén se ha visto representado a lo largo de la historia y la literatura. El
cuento narra cómo las dos hermanas tenían entrada libre al jardín y después de comerse las
hojas prohibidas, pierden el acceso y traen la muerte al mismo. Se describe que Leli,

Con su propio pie daría el paso que iba a precipitarla al abismo por el cual iría
descendiendo por los siglos de los siglos, con la cabeza hacia abajo, en una caída
sin fin dentro del pozo negro que era la muerte (Garro, 2016, p.99).

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Ambas hermanas pierden su inocencia y se vuelven más humanas. La muerte es lo
que las desatará del mal humano. Después del envenenamiento, Eva se despoja de la culpa,
la de Leli y del conocimiento que obtuvieron. Olvidan todo y vuelven a tener acceso al
jardín porque trasladan la culpa al duende. De la misma manera que la culpa se traslada a
la serpiente dentro de La Caída.

El pecado es el arquetipo que se manifiesta dentro del cuento sin nombrarlo. El


relato es una pelea constante entre el bien y el mal. Tomar decisiones entre comer la hoja
prohibida o no, que Leli le ofrezca la planta a su hermana y la relación entre las hermanas.
Los personajes cometen el pecado original, condenando a todo y todos los que están a su
alrededor. Después del envenenamiento, las niñas obtienen el conocimiento, pero pierden
su inocencia.

d. Dos mundos

La muerte es un arquetipo que construye los dos mundos dentro del cuento. Leli, al
principio, tiene una discusión con ella misma sobre si quedarse en este mundo o irse al otro
que es mucho mejor. El veneno representa muerte. El pozo es un túnel para la muerte. El
jardín, que se llena de polvo y se apaga después de la culpa también empieza a morirse. Al
final, cuando las hermanas olvidan todo lo que pasaron y vuelven a tener entrada al jardín,
la muerte es la llave que les permite entrar otra vez.

Existen dos tiempos dentro del cuento. El primer tiempo es dentro del mundo real.
En él se dan las situaciones principales: se encuentra el pozo, se envenenan, dañan su
relación y se contentan. En este mundo pertenece Eva, ella “lo sabía todo, era distinta,
estaba en la casa porque tenía curiosidad por este mundo, pero pertenecía a un orden
diferente” (Garro, 2016, p.99). Incluso, Eva será la única que quede en el jardín hasta el
final de los tiempos. El segundo, es el tiempo mítico y el mundo del más allá. Al principio
se describe que, “todos los días a esa hora, la muerte las rondaba: se detenía sobre las ramas
y desde allí las miraba” (Garro, 2016, p.99). Este se refiere al lugar después de la muerte.
Un lugar donde el cuerpo ya no es necesario, donde todo se experimenta con el alma.

La dualidad entre el tiempo crea una puerta para que se desarrolle la razón del viaje
del héroe. Leli es la que posee el conocimiento del otro mundo, es la que decide que ambas
deben irse juntas y que su destino las espera ahí. Leli piensa que,

Debía ir sola al otro mundo. Y sólo era una hoja verde lo que la separaba de su
hermana. Siempre son cosas minúsculas las que determinan las catástrofes. Miró a
Eva con ojos postreros. Pero no podía despedirse, ni irse sola, ni dejarla sola. Una
idea acudió a su cabeza: matar a su hermana. Se inclinó y cortó un ramo de hojas
venenosas (Garro, 2016, p.101).

63
Es en este punto en donde se presenta el obstáculo de su viaje, su verdadero destino
y la solución para obtenerlo. El tiempo mítico presenta las decisiones más importantes para
cambiar el curso de la historia.

E. La semana de colores

El cuento comienza con Don Flor pegándole a Domingo hasta sacarle sangre y
Viernes también resulta golpeada. Al mismo tiempo, Candelaria les pega a las sábanas que
está colgando con seguridad. Eva llega con Candelaria y le pregunta qué está pasando, pero
las interrumpe Tefa. Candelaria le dice a Eva que no le va a decir que está pasando.
Entonces, Eva pregunta qué día es y su padre le contesta que es viernes, pero ella lo duda
porque sabe que las semanas y los días no se comportan como él lo cree. Leli responde que
ella quisiera que todos los días fueran jueves, mientras que Eva quiere que sean martes.
Leli anuncia con disgusto que ya van cinco viernes seguidos y su padre la regaña por no
saber contar los días de la semana.

Siguen describiendo los días y deseando que ya no fuera viernes. Su padre les dice
que los días tienen un orden que se debe de respetar. Cuando le preguntan a Rutilio, este
solo les contesta que cualquier día es un buen día para morir por lo que no importa qué día
es. Eva y Leli deciden ir a ver a Don Flor, que no lo llegan a visitar, a menos que sea por
una pena. Su casa está llena de todos los colores y se pasa su tiempo tejiendo canastos en
su patio mientras habla con los días. Regresan a su casa al anochecer y las regañan cuando
se enteran de que fueron a ver la casa de Don Flor. Otro día vuelven a visitarlo y ven como
le pone una flor anaranjada en la trenza negra de jueves. Las niñas declaran que en la casa
de Don Flor siempre es jueves.

Cuando Eva y Leli regresan a la casa de Don Flor, la tarde está rojiza y él estaba
solo en su patio. Entonces vieron como el traje de Don Flor se volvía más grande y el patio
más chiquito. Deciden preguntarle qué está pasando. Cuando el les abre y las entra al patio
en donde ellas ven varias puertas cerradas y cada una con un color distinto. Don Flor lee
las mentes de las niñas, a Eva por la rodilla y a Leli por la frente. Le dice a Leli que ella se
irá del otro lado del agua y a Eva que se va a quedar entre los días.

Eva le pregunta a Don Flor a dónde se fueron los días. El les responde que la semana
se fue a la feria y que se quedó solo en el centro de los días. Las lleva hasta la primera
puerta de color rojo y dice que le pertenece a Domingo. Entran y el cuarto está vacío. Don
Flor les pregunta si escuchan algo y ellas les contesta que no. Les cuenta sobre Domingo.
Las niñas sienten miedo y le dicen que mejor se van, pero Don Flor no las deja. La siguiente
puerta es rosa y le pertenece a Sábado. El cuarto está lleno de muñecas con alfileres en las

64
paredes y el piso con caña de azúcar. Don Flor dice que Sábado es perezosa. Declara que
él es el dueño de los días.

El siguiente cuarto es el de Viernes y es morado. Viernes es difícil de tratar, pero es


la que mejor teje y se la pasa en las alturas. Las niñas sienten la tristeza por Don Flor al
salir del cuarto. La siguiente habitación es la de Jueves y tiene una puerta anaranjada. Don
Flor dice que los otros días le tienen miedo y es la que más placer le da. Les enseña un
petate con todos los placeres vividos, pero las niñas no lo ven.

El cuarto de miércoles es verde y Don Flor la describe como envidiosa, pero


paciente. Si por ella fuera, Don Flor pasaría todos los días con ella. La otra puerta es de
Martes y es amarilla pálido. Ella es la más débil y la que menos le gusta a Don Flor. La
última puerta es la de Lunes y es azul. Don Flor dice que es golosa y cuando la toca ella le
lame las manos. Don Flor les dice a las niñas que huelan sus manos, pero ellas no perciben
ningún olor en ellas ni en el cuarto.

Al terminar, les dice que ya aprendieron que nada tiene orden: los colores, los días,
las virtudes y los pecados. Esta es la razón de por qué las castiga y las regaña. Don Flor les
vuelve a preguntar a las niñas cuál es su pena. Ellas les responden que solo quieren regresar
a su casa. Él les contesta que nadie lo trata bien y que ellas son las primeras en visitarlo.
Les explica que la gente que viene de México solo lo visitan para desahogarse y buscar
castigo para uno de los días que los trató mal. Don Flor les pregunta sobre qué día quieren
castigar y con qué castigo. Ellas muy asustadas logran escapar y dejan la puerta abierta. Al
regresar a su casa, su papá les explica que no hay una semana de colores. Rutilio les cuenta
que encontraron a Don Flor, en el centro tirado y que fueron las mujeres quienes lo mataron.

1. Mitología greco-romana sobre la creación de los días

En la mitología griega y romana, la explicación sobre la creación de los días se les


atribuyen a las deidades que llevaban su mismo nombre. Cada uno representa a los siete
planetas de la astronomía clásica: el lunes es la Luna, martes es Marte, el miércoles es
Mercurio, jueves es Júpiter, viernes es Venus, sábado es Saturno y el domingo es el Sol.
Cada uno de los siete cuerpos celestiales tenía una deidad griega adjunta: lunes era para
Selene o Artemis, el martes para Ares, el miércoles para Hermes, el jueves para Zeus, el
viernes para Afrodita, el sábado para Cronos y el domingo para Helios. La ilustración
muestra la unión de estos tres elementos. 7

7
Vallejos, C. (2005) Una nueva visión de los Ciclos Planetarios. Editorial Kier. P.21

65
Ilustración 3 Relación entre Dioses, planetas y días de la semana

Fuente: Vallejos, C. (2005) Una nueva visión de los Ciclos Planetarios. Editorial
Kier. P.21

La palabra siete viene del latín septem, que hace referencia al número 7. La semana
se compone de siete días que corresponden a los siete cuerpos celestiales primordiales. Este
número es importante dentro de la mitología de la creación. Por ejemplo, desde la visión
judeocristiana, la creación del mundo y los humanos se dio en seis días y en el séptimo
Dios descansó. Su utilización se mantiene hasta el momento.

La mitología griega hizo uso de las deidades para poder responder las preguntas
principales de la existencia humana. Para poder crear los días y su razón de existir, se les
asoció con las deidades principales para poder crear la respuesta necesaria. Debido a que
la mitología cruza fronteras, se puede encontrar la adopción de este sistema en varias
culturas y que ha permanecido hasta la actualidad.

2. Mitología comparada en La semana de colores

El arquetipo del tiempo se divide en diferentes perspectivas. Dentro del cuento de


La semana de colores, el juego del tiempo se da específicamente en la personificación de
los días de la semana y la dualidad de las mitologías aplicadas: la azteca y la cristiana. Estas
dualidades ayudan a construir la realidad mitológica y la realidad actual que viven los
personajes.

Leli y Eva saltan entre los dos tiempos a través de los personajes que las rodean y
con quienes interactúan. La familia de las niñas tiene una perspectiva mitológica
judeocristiana. Ellos hablan del tiempo como lo conocemos hoy. Solo existen siete días a

66
la semana que se mueven cíclicamente. La construcción de este tiempo se basa en la
perspectiva judeocristiana, que al final del cuento se deja ver con el enunciado del papá:

Se echaron a llorar. Su padre les explicó que los días eran blancos y que la única
semana era la Semana Santa: Domingo de Ramos, Lunes Santo, Martes Santo,
Miércoles Santo, Jueves Santo, Viernes de Dolores, Sábado de Gloria y Domingo
de Resurrección. Pero era difícil olvidar a la semana de colores encerrada en la casa
de don Flor (Garro, 2016, p.74).

La contraparte de este tiempo es la que se presenta a través de la visión de los


empleados y Don Flor. Ellos se mueven a través de creencias indígenas que provienen de
la mitología azteca. Por eso, Fulgencia se siente tan escandalizada cuando se entera que
Eva y Leli visitaron a Don Flor. Rutilio ni siquiera quiere hablar sobre los días porque él
ya se encuentra en el medio de ambos tiempos. Cuando las niñas terminan la visita con Don
Flor, este les dice:

Bueno niñitas, ya vieron dónde viven los Días, y cómo son. Ya vieron también quien
maneja a la Semana. Y ya vieron que todo está en desorden: los colores, los pecados,
las virtudes y los Días. Estamos en el desorden, por eso yo chicoteo a los Días, para
castigarlos por sus faltas (Garro, 2016, p.73).

Los dos tiempos se ven enraizados estrechamente con las características culturales
que construyen la realidad mexicana. Los papás de las niñas crecieron con la visión de un
mundo grecolatino y cristiano. En este, los días son cíclicos y cada uno recibe el nombre
por los planetas más importantes. Al contrario, los empleados y Don Flor se basan en una
creencia indígena que es obsequiada por sus antepasados aztecas. Sin embargo, vale la pena
recalcar que, en la visión de Don Flor, también está conformada por tintes cristianos, se
puede ver, al describir los colores y adjuntarlos con los pecados capitales.

3. Mitoanálisis del cuento

a. Personajes arquetipicos

Don Flor es el viejo sabio. Su personaje se construye a través de este arquetipo para
representar la persona que lo conoce todo y que tiene una conexión con el mundo real y el
mitológico al mismo tiempo. Es el encargado de mantener a los días de la semana en orden
y que sigan el orden del universo. Cada vez que se presenta este arquetipo, es el encargado
de sanar y dar respuestas a los males de los demás. Por eso, él les dice a Eva y Leli:

Las gentes de por aquí me tratan mal, niñitas. Ustedes son las primeras en venir a
visitarme. En cambio, las gentes de la ciudad de México vienen hasta acá a buscar

67
consuelo para sus penas. Me llegan acobardados y yo les ensenó el desorden de los
días y el desorden del hombre. Me vienen a pedir que castigue al día en que van a
correr su suerte. Quieren llevar ventaja y entrar con el día cansado. Hay los que van
a jugar sus elecciones y yo les castigo el día del voto. También vienen las señoras,
a pedir castigos para el día de sus rivales. Todos me dejan mi buen dinero y se van
contentos, después de ver cómo les castigo al día que necesitan. Cuando ya lo ven
en sangre empiezan a sacar el dinero... (Garro, 2016, p.73).

La vestimenta blanca se enlaza con el cristianismo. Por eso, Don Flor no viste de
blanco como los demás hombres del pueblo. Esto le da el poder de cortar los lazos con las
creencias “más comunes”. Él es un ser andrógeno, debido a que las características que lo
construyen no tienen un género en sí. Algunos ejemplos son su nombre, su personalidad y
su vestimenta, que describe Garro:

Don Flor no se vestía de blanco, como los otros hombres, ni llevaba pantalones. Su
traje era largo, color bugambilia y parecía una túnica. Llevaba el cabello cortado a
la “Bob”, igual que las niñas y en las tardes se sentaba en el patio o en el corredor
de su casa, a tejer canastas y a platicar con los Días. Desde la colina ellas lo veían
tejer los mimbres y los ixtles blancos (Garro, 2016, p.66).

Leli y Eva se construyen a través del arquetipo del niño. Para Jung, el arquetipo del
niño representa inocencia y está presente en todos los humanos. De forma muy
transparente, las niñas dependen del conocimiento de los adultos para poder construir su
propia realidad. Por eso, ambas pueden entender los dos mundos e incluso juegan con los
días y su orden. Ellas explican al inicio del cuento que:

Las semanas no se sucedían en el orden que creía su padre. Podían suceder tres
domingos juntos o cuatro lunes seguidos. Podía suceder también lunes, martes,
miércoles, jueves, viernes, sábado y domingo; pero era una casualidad. ¡Una
verdadera casualidad! Era mucho más probable que del lunes saltáramos
bruscamente al viernes y del viernes regresáramos al martes (Garro, 2016, p.64).

La inocencia de Eva y Leli se presenta en la idea que los días no tienen orden y
juegan con esta idea, incluso cuando piensan en la muerte. Como cualquier niño con una
imaginación, los adultos a su alrededor anulan esta idea. Por eso, ellas terminan visitando
a Don Flor, a pesar de las advertencias para no hacerlo.

El retrato del Rey Felipe II es el retrato de la casa que personifica al arquetipo de


encubridor. Se narra,

68
El rey Felipe II las oyó desde su retrato. —¡Chist! Está oyendo... Lo miraron,
colgado en la pared, vestido de negro, oyendo lo que ellas murmuraban, junto a la
mesita en donde merendaban las natillas, cerca de las cortinas del balcón (Garro,
2016, p.65).

El retrato está atento a las decisiones de las niñas, pero nunca las delata con sus
padres. Hasta cierto punto, este silencio empuja a que Eva y Leli visiten a Don Flor y que
el caos del mundo despierte, a pesar de que pudo pararlo. Sin embargo, el retrato también
trae un sentimiento de seguridad a las niñas. Cuando quieren escapar de la casa de Don
Flor, se describe que, “las niñas se miraron asustadas, querían irse a su casa y estar cerca
de Felipe II y de Candelaria. Don Flor y su casa redonda les daba miedo” (Garro, 2016,
p.74). Ambas figuras representan seguridad para las niñas.

El papá de las niñas es el patriarca de la familia. Este arquetipo representa la figura


paterna, no solo para el niño, sino para una sociedad. En este caso, Antonio se construye
con este arquetipo por dos razones importantes. Primero, es el padre de las niñas y es quien
les imparte el conocimiento de los días y su funcionamiento. Segundo, es quien representa
la visión mitológica grecolatina y judeocristiana dentro del texto. El padre al final les
explica los días y se dice que:

Se echaron a llorar. Su padre les explicó que los días eran blancos y que la única
semana era la Semana Santa: Domingo de Ramos, Lunes Santo, Martes Santo,
Miércoles Santo, Jueves Santo, Viernes de Dolores, Sábado de Gloria y Domingo
de Resurrección (Garro, 2016, p.74).

Los días de la semana son personajes dentro del cuento. Ellas construyen el
arquetipo de los pecados capitales. Cada una de ellas tiene su propio cuarto, con un color
específico, una descripción que las acompaña y características humanas. Eva y Leli
describen:

Una tarde don Flor se acercó al jueves, que tejía un ixtle blanco y le puso en la punta
de la trenza negra, una flor naranja de nopal. La flor era del color de su vestido. Eva
y Leli se quedaron sentadas en la colina toda la tarde, a pesar del calor que bajaba
del cielo y subía de la tierra. No podían dejar de mirar la flor naranja sobre la trenza
negra (Garro, 2016, p.66).

Además de las características humanas, ellas tienen un pecado capital, innato y


como parte de su personalidad. Don Flor les explica qué pecado pertenece a cada una:
Lunes es gula, Martes es avaricia, Miércoles es envidia, Jueves es cólera, Viernes es
orgullo, Sábado es pereza y Domingo es lujuria. Además de los pecados capitales, también
representan una característica humana esencial: Lunes tiene humildad, Martes tiene

69
abstinencia, Miércoles tiene paciencia, Jueves tiene modestia, Viernes tiene diligencia,
Sábado tiene castidad y Domingo tiene largueza. Los pecados las vuelven arquetipos
mitológicos y las características arquetipos del ser humano.

Los papás de las niñas, Fulgencia y Rutilio no representan arquetipos como tal, sino
que son los encargados de manifestar los arquetipos de cada inconsciente colectivo al que
pertenecen. Esto quiere decir que son más de un arquetipo y representan a sus propias
creencias. Los papás son el inconsciente colectivo de la mitología grecolatina y
judeocristiana. Mientras que Fulgencia y Rutilio son representantes del inconsciente
colectivo, de la mitología azteca.

Por eso, Candelaria y Rutilio se sienten tan abrumados por la visita de las niñas a
Don Flor. Candelaria se niega a dirigirles la palabra, mientras que Rutilio les habla, pero
solo para hacerles una advertencia. Ellos saben los poderes que tiene Don Flor, porque él
es el representante del mundo mitológico azteca. Es importante recalcar que Fulgencia y
Rutilio se encuentran en medio de una metamorfosis. Ellos tienen sus creencias indígenas,
pero empiezan a verse representados dentro del mundo grecolatino y por eso, proyectan a
Eva y Leli una visión más parecida a la de los papás de las niñas.

b. Elementos arquetípicos

Las piedras en la mitología simbolizan, usualmente, el acto de petrificación. Este


acto construye la solidificación de un aspecto vital dentro de los relatos. Al inicio del
cuento, Candelaria se encuentra lavando las sábanas y las azota contra las piedras blancas.
El color blanco representa pureza e inocencia. Al juntar ambos arquetipos, obtenemos el
acto de pureza solidificado. Candelaria y Tefa se encuentran hablando:

Don Flor le pegó al Domingo hasta sacarle sangre y el Viernes también salió
morado en la golpiza. Después de su confidencia, Candelaria se mordió los labios
y siguió golpeando las sábanas sobre las piedras blancas del lavadero. Sus palabras
sombrías se separaron del estrépito del agua y de la espuma y se fueron zumbando
entre las ramas. La ropa era tan blanca como la mañana. —¿Y luego? —preguntó
Tefa. Evita quiso oír el resto de la conversación, pero Rutilio llamó a Tefa y ésta se
fue al lavadero. —¿Qué dijiste, Candelaria? —aventuró la niña. —Nada que deban
oír tus orejas de mocosa. Durante toda la mañana Candelaria siguió azotando la ropa
blanca contra las piedras blancas. Evita no obtuvo ni una palabra más de la boca de
la lavandera (Garro, 2016, p.64).

Candelaria está relatando lo que ella vio en la casa de Don Flor. Debido a que ella
está atada a la creencia indígena, lo que ella ve tiene más peso. Por eso, asustada somata

70
las sábanas en las piedras blancas. Simbológicamente, ella está tratando de limpiar sus
palabras al golpear las sábanas en las piedras que son específicamente blancas.

El agua simboliza, por un lado, vida y limpieza. Por otro lado, también simboliza
muerte y misterio. Cada tipo de cuerpo de agua puede llegar a representar algo diferente.
El arquetipo se ve representado de las dos formas dentro del cuento. Las niñas se bañan en
la alberca, simbolizando vida. Al mismo tiempo, representa el túnel de la muerte. Cuando
las niñas visitan a Don Flor, este les explica:

Acercó su silla de un empellón y se inclinó sobre ellas para mirarles los ojos. —Ojo
macho —agregó. Las niñas no supieron qué decir, bajaron los ojos y miraron con
fijeza las piedras redonditas y grises del suelo. —Hay mucha agua, mucha agua en
sus ojos. Don Flor dijo estas palabras con gravedad. Luego guardó un silencio
afligido. —Entre ustedes y yo, hay toda el agua del mundo. Al decir esto, don Flor
se quedó muy triste, puso los ojos en blanco, palmeó varias veces con fuerza, como
si fuera a hacer estallar la tarde, tendió́ las manos hacia adelante, con las palmas
hacia arriba y se quedó en éxtasis. Al cabo de un rato se inclinó sobre Leli, colocó
un dedo entre sus ojos y la miró con fijeza. —Tú, te vas a ir del otro lado del agua.
Cuando retiró el dedo de la frente de la niña, ésta pensó́ que le había quedado un
agujero. Don Flor sacudió́ las manos, como si las tuviera mojadas, se volvió́ a mirar
a Eva y colocó otra vez su dedo oscuro, sobre la frente pálida de la niña. —Y tú...
Guardó silencio, parecía perplejo. Retiró el dedo de la frente de la niña y le cogió́
una rodilla. —Voy a leer tu rodilla. Se inclinó con presteza sobre la pierna llena de
tierra de la colina y así́ estuvo largo rato. Evita no se movió́ . —Tú no te vas. Tú te
quedas en medio de estos días (Garro, 2016, p.68).

El agua que Don Flor ve en los ojos de las niñas simboliza vida. Sin embargo, el
agua que se encuentra entre él y las niñas es el puente que separa sus mundos. Además,
cuando insinúa que una de las niñas se va a ir al mundo de los muertos y la otra se quedará
en el universo actual, es un símbolo que alude a la muerte utilizando el agua.

El color negro simboliza la muerte, el luto y la tristeza. Este arquetipo se encuentra


en el personaje del Rey Felipe II, que viste de negro. Además, este color también simboliza
la resurrección. Es un retrato que cobra vida y que escucha a las niñas. El que su vestimenta
sea negra representa que ya está muerto, pero que ha resucitado en el retrato para estar
pendiente de las dos.

Las buganvilias son una planta que simboliza paz y libre comercio. Don Flor viste
una túnica del color de buganvilias, lo que quiere decir que él mismo simboliza paz. Él es
el encargado de mantener la calma y el orden en los días. Es el enlace entre los días y el

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mundo real. Su vestimenta representa el arquetipo que mantiene el orden del tiempo. Es el
único enlace entre los días y los seres humanos.

El círculo es el símbolo para la integridad y la unidad. Siempre es perfecto y,


generalmente, se presenta en ciclos. El patio de Don Flor es un círculo que está rodeado
por las puertas de los días. Describe que, “las hizo entrar a un zaguán minúsculo, pintado
de color lila. De allí al patio redondo. Las puertas de los cuartos daban a ese patio y estaban
todas cerradas. Cada puerta era de color distinto” (Garro, 2016, p.67). Esto simboliza el
ciclo del tiempo, que es circular porque se repiten los días una y otra vez.

Eva y Leli explican que Don Flor lleva muchos anillos en sus manos. Esto simboliza
que él tiene un compromiso. Este compromiso se da con los días, ya que cuando habla de
ellas mueve sus anillos. Por ejemplo, cuando está hablando de Domingo y se enoja, dice:
“el hombre movió la cabeza y dio de vueltas a los anillos que llevaba en los dedos” (Garro,
2016, p.69). Este arquetipo muestra el contrato y la responsabilidad que Don Flor tiene con
los días de la semana.

El acto de tejer se convirtió en un símbolo muy importante con la historia de


Penélope en La Odisea. Ella se pasa sus días tejiendo y las noches deshaciendo el tejido
para no volver a casarse. Este arquetipo se ve representado principalmente en los personajes
femeninos. En el relato, es el personaje de Don Flor quien obtiene este papel. El es hombre,
pero por su descripción, puede pasar como un ser andrógeno: “en las tardes se sentaba en
el patio o en el corredor de su casa, a tejer canastas y a platicar con los Días. Desde la colina
ellas lo veían tejer los mimbres y los ixtles blancos” (Garro, 2016, p.66). En sí, tejer
simboliza construcción, que puede ser aplicado en los diferentes ámbitos humanos. Por eso,
simboliza la construcción de la relación entre Don Flor con los días. En algunos momentos,
los días también se encuentran tejiendo, por lo que ambos están construyendo esta unión.

Además, las trenzas son un símbolo de cautiverio y de estar en una jaula. La primera
vez que se describe a Jueves, se dice que, “una tarde don Flor se acercó al jueves, que tejía
un ixtle blanco y le puso en la punta de la trenza negra, una flor naranja de nopal” (Garro,
2016, p.66). Este arquetipo simboliza el encierro que viven los días en la casa de Don Flor.
Esto se ejemplifica cuando cobran su libertad al final del relato y dejan la casa.

Las nubes rojizas simbolizan el peligro que corren Eva y Leli. Mientras ven la casa
de Don Flor, “un viento rojo hacía bajar a las nubes rojizas hasta tocar las pumas de los
girasoles” (Garro, 2016, p.67). Las nubes simbolizan el inconsciente de las niñas y el rojo
el peligro que está por venir. Es un aviso a lo que está por pasar.

Al empezar el relato, Candelaria menciona que: “la semana junta era como el arco
iris y salía sin que lloviera” (Garro, 2016, p.66). El arco iris es un arquetipo que simboliza

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la renovación y la calma después de un tormento. Al momento que Candelaria dice esto,
ella ya hace una alusión a la simbología de los días. Cada día tiene adjunto un color que se
convierte en la semana y en un arco iris.

Los días de la semana son arquetipos que simbolizan los siete pecados capitales.
Además, también cada una de ellas tiene añadido un color y una característica que describe
la personalidad de cada una. El juego de los pecados con los colores y las características
ayudan a crear un simbolismo sobre la interacción de los días con el mundo.

“Don Flor se detuvo en la puerta siguiente. La puerta estaba pintada de color de


rosa y con un rosa más oscuro habían escrito: “Sábado”, “Pereza”, “Castidad”” (Garro,
2016, p.70). Sábado es la pereza. El color rosado simboliza amistad, amor y armonía. Ella
está enlazada a la castidad, por lo que su puerta representa el color universal del amor hace
una conexión simbólica. El color rojo simboliza ambición, peligro, enojo, pasión y
sacrificio. Se describe a Domingo: “sobre la pintura roja de la puerta, en caracteres de un
rojo más oscuro, alguien había escrito: “Domingo” y con letras más pequeñas: “Lujuria” y
más abajo: “Largueza””. (Garro, 2016, p.69). Representa la lujuria y la largueza con su
puerta es roja.

“El hombre, sin hacerles caso, las llevó al cuarto de Viernes. Abajo de esta palabra
estaban escritas “Orgullo” y “Diligencia”. La puerta y los muros eran morados” (Garro,
2016, p.71). Ella es el pecado del orgullo y se le atribuye la diligencia. El color morado
simboliza heridas, sabiduría y claridad. Por eso, ella es diligente, pero actúa con su orgullo.
A Jueves la describe Don Flor: “el cuarto que decía Jueves tenía escrito: “Cólera” y
“Modestia”. Su puerta y sus paredes eran anaranjadas, como la flor de nopal que don Flor
había colocado sobre la trenza negra de la mujer” (Garro, 2016, p.71). Jueves representa la
cólera y se le atribuye la modestia. El anaranjado representa cambio y aventura. El
anaranjado de este día simboliza cambio.

El cuarto de Miércoles “era verde y las palabras escritas en verde más pálido eran:
“Envidia” y “Paciencia”” (Garro, 2016, p.72). Representa el pecado de la envidia y se le
asocia la paciencia. El color verde simboliza envidia, celos, crecimiento y renovación. Este
crecimiento se presenta con el crecimiento y los celos son parte de la naturaleza de este
color. El cuarto de Martes “era amarillo pálido. En su puerta decía: “Avaricia” y
“Abstinencia”” (Garro, 2016, p.72). Martes simboliza a la avaricia y está enlazada a la
abstinencia. El amarillo simboliza la luz, codicia y cobardía. Este día representa todos los
males que trae ser avaro, a pesar de que también da luz y riqueza.

La habitación de Lunes “era azul como su traje. Sobre la puerta también azul,
escritas con azules diferentes estaban las palabras: “Gula” y “Humildad”” (Garro, 2016,
p.72). Lunes representa a la gula y a ella está adjunta la humildad. El color azul simboliza

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depresión, lealtad y honestidad. La humildad viene en conjunto con la humildad y la
honestidad. Lunes refleja el arquetipo del color azul.

Para finalizar, el simbolismo representado en los días también está asociado a los
cuerpos celestiales principales. Esto ayuda a entender cómo se mueven y cuál es su
funcionamiento. Tienen un movimiento cíclico, al igual que los planetas. Al completar su
ciclo, empiezan nuevamente. De esta forma se mueven hasta el final de la eternidad.

c. Situaciones arquetípicas

La situación arquetípica que predomina en el cuento es el caos del universo. En la


mitología grecolatina encontramos el mito de la Caja de Pandora. Este mito habla sobre
como Zeus creo a Pandora y se la regaló a Epímeteo con una caja que nunca debía de abrir,
pero que al hacerlo desata todos los males que enfrenta ahora la humanidad. Miguel Ángel
Elvira Barba dice:

En el contexto de los enfrentamientos entre Prometeo y Zeus por la suerte de la


humanidad y su relación con los dioses, surge, además del castigo del Titán, un mito
etiológico muy sugestivo: el que pretende explicar la desdichada condición de los
hombres atribuyéndola a la actividad de una mujer, Pandora, creada por orden de
Zeus con este fin. Este mito, dominado por su protagonista femenina, aparece ya
descrito por Hesíodo, quien lo presentó en sus dos obras principales -la Teogonía y
Los trabajos y los días- asegurando así su pervivencia. En cuanto a los discutidos
orígenes de la leyenda, no cabe sino recordar los paralelismos remotos con el mito
bíblico de Eva, y algo más próximos con el cuento egipcio de Anup y Bata (Barba,
2008, p.68).

Zeus ordena a Hesíodo a crear a Pandora con la mezcla de tierra y agua, para que se
viera como una diosa pero que tuviera la esencia de un ser humano. Luego, pidió a las
diosas que le enseñaran las virtudes principales femeninas. Por último, Hermes le dio su
carácter cínico y voluble. Este mismo dios es quien la llama Pandora: pan- que significa
todos y -dora que es regalos. Él mismo se la entrega a Epítemeo, la contrafigura de
Prometeo. Epítemeo es el responsable de abrir la caja y dejar libre a todos los males.

Don Flor representa el tiempo y el universo. Él dice: “yo soy el dueño de los Días.
Soy el Siglo. Díganme en qué día las ofendieron, y ya verán lo que le hacemos al Día que
ustedes me pidan” (Garro, 2016, p.74) Este personaje es el encargado de darle vida a las
peticiones que la humanidad necesita. Incluso llega a decir:

Las gentes de por aquí́ me tratan mal, niñitas. Ustedes son las primeras en venir a
visitarme. En cambio, las gentes de la ciudad de México vienen hasta acá́ a buscar

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consuelo para sus penas. Me llegan acobardados y yo les enseño el desorden de los
días y el desorden del hombre. Me vienen a pedir que castigue al día en que van a
correr su suerte. Quieren llevar ventaja y entrar con el día cansado. Hay los que van
a jugar sus elecciones y yo les castigo el día del voto. También vienen las señoras,
a pedir castigos para el día de sus rivales. Todos me dejan mi buen dinero y se van
contentos, después de ver cómo les castigo al día que necesitan. Cuando ya lo ven
en sangre empiezan a sacar el dinero... (Garro, 2016, p.73)

La semana no es ordenada. Al igual que el universo, los días de la semana son un


caos. Cuando Don Flor termina de enseñarles a Eva y Leli las puertas de cada día, él les
dice:

Bueno niñitas, ya vieron dónde viven los Días, y cómo son. Ya vieron también quién
maneja a la Semana. Y ya vieron que todo está en desorden: los colores, los pecados,
las virtudes y los Días. Estamos en el desorden, por eso yo chicoteo a los Días, para
castigarlos por sus faltas (Garro, 2016, p. 73).

La casa de Don Flor representa el universo y dentro de este se encuentra el caos del
tiempo. Cuando Leli y Eva salen corriendo y dejan la puerta abierta, dejan destapada la
“Caja de Pandora”. Así, los días matan a Don Flor y salen al universo. Esto quiere decir
que los pecados están libres en el mundo de los humanos. Rutilio dice al final:

Eso se dice, que fueron ustedes las que dejaron la puerta abierta. Salía tanta
pestilencia, que los arrieros, al pasar por allí, la notaron, se metieron hasta el patio
y allí lo hallaron tirado en el mero centro. Dicen que fueron las mujeres las que lo
mataron, porque la Semana desapareció́ ... ¿Están seguras de que les habló?... Dicen
que murió́ hace varios días... (Garro, 2016, p.75)

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IV. Los hilos mitológicos en los cinco cuentos garrianos

A. La mitocrítica que construye los hilos mitológicos

Los mitos fundadores le dan la base al estudio de los cuentos desde una perspectiva
mitológica. Sin esta parte, no se puede comprender cuál es la esencia y la pregunta que cada
uno de los cuentos quiere responder. Los cinco mitos fundadores que se ven representados
son los siguientes: La Malinche, Bluebeard, Dullahan, Génesis 3 y la mitología greco-
romana.

Malinche y Laura se conectan a través de la historia. Ambas sienten traición que las
mantiene en una jaula. En Laura se ve en la culpabilidad que siento por abandonar sus
raíces y no serle completamente honesta a Pablo. Además, la dualidad de sus dos esposos
la atan a dos mundos diferentes. Malinche presenta la traición al concebir un hijo de un
español y darle la espalda a su pueblo. También hay conexión entre los relatos con las
dualidades que se encuentran: el México actual y el prehispánico, Pablo y el esposo primo
el hecho que ambas perdieron a sus padres desde pequeñas. Por último, Malinche es la
madre mitológica y Laura se convierte en la hija de la conquista.

Barba Azul y El anillo se conectan principalmente con el arquetipo del captor de la


psique femenina. En ambos relatos se muestra al hombre como captor: Barba Azul y
Adrián. Ambos tienen un elemento que trae los males: la llave y el anillo. Barba Azul logra
casarse regalando cosas preciosas y Adrián deja un hijo en Severina. Ambos tienen un
elemento que conecta el inconsciente con el consciente: la llave y el anillo. Ambas mujeres
se ven liberadas con la muerte de su captor con la ayuda de otros.

Dullahan y Perfecto Luna tienen conexión principalmente con la muerte. En ambos


relatos, las acciones suceden durante la noche. Dullahan cabalga en las noches buscando
su próxima víctima y a Perfecto lo espantan durante las noches que cuida la casa que
construyó. Los personajes pierden sus cabezas de forma misteriosa. Ambos personajes
reciben un castigo eterno en el que deambularan por los pueblos en búsqueda de un
propósito. Además, se puede hacer una referencia a que el cuerpo que Perfecto Luna
encuentra es el mismo Dullahan y viene a pasarle el castigo eterno.

El Génesis y El duende se conectan con la expulsión del jardín. Ambos relatos


muestran un tiempo sin medición y con acciones cíclicas. En el Génesis no hay un tiempo

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marcado para todas las acciones y al morir, Adán y Eva podrán regresar al Edén. En el
cuento garriano no hay un tiempo específico de horas o días y al final regresan al jardín
después de ser expulsadas. Ambos presentan un jardín especial y que tiene un objeto
prohibido: el árbol y las hojas. Tienen a personajes míticos que se les atribuyen
características negativas: la serpiente y el duende. Por último, encontramos una dualidad
de personajes: Eva es Adán, Leli es Eva y el duende es la serpiente.

La semana de colores se construye con la mitología grecolatina y romana sobre la


creación y el tiempo. Además, presenta rasgos de la mitología azteca para contrarrestar a
la grecolatina. En ambos se da una personificación de los días. En lo greco-romano se le
atribuyen deidades a los días y en la semana de colores los días son mujeres con
características humanas. Los mitos aplicados se ven en cada una de las realidades que viven
las niñas. Los papás representan la mitología greco-romana y visión judeocristiana.
Mientras que los empleados y Don Flor son la visión indígena y mitología azteca.

B. El mitoanálisis que construye los hilos mitológicos

Después de terminar el mitoanálisis, se puede encontrar que hay arquetipos que se


repiten dentro de los cinco cuentos. Otros son importantes dentro de la construcción del
relato y tienen un mayor peso, a pesar de no verse repetidos en los diferentes cuentos. Por
último, tenemos los arquetipos que se presentan en un cuento específico y que no tiene una
mayor relevancia que la simple construcción de este dentro del cuento. A continuación, se
presenta la recolección de estos arquetipos. Estos patrones se encuentran dentro de los
personajes y elementos arquetípicos.

1. Los personajes que construye Elena Garro

La persona simboliza la máscara que se pone un individuo ante la sociedad. Aquí


encontramos a tres personajes. Primero, Laura usa una máscara cuando se encuentra en su
vida con Pablo. Ella actúa como Pablo espera que una esposa de sociedad y Margarita
espera que ella sea una mujer construida por la misma sociedad. Adrián usa una máscara
diferente con cada persona que interactúa. Con su tía Leonor se comporta respetuoso, con
Aurelia es amistoso para sacarle información y con Camila es irrespetuoso e inaccesible.
Perfecto Luna se convierte en el arquetipo de cuando muere. Deja toda la responsabilidad
en la persona que fue cuando estaba vivo y ante el mundo ahora se presenta como Crisóforo
Flores, quien es una persona de bien.

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La sombra simboliza el aspecto del inconsciente que el consciente no reconoce. El
esposo primo de Laura se muestra como la sombra. Él simboliza esa parte de la psique de
Laura que reprime sobre su pasado y sus raíces. Severina tiene una sombra que se presenta
en los males de su corazón que le deja Adrián y que la llevan casi hasta la muerte. El muerto
regresa a espantar a Perfecto Luna, llevándolo hasta la locura gracias a las acciones que
tomó. Leli tiene una sombra, que es la idea de la muerte y el mundo del más allá. Este
conocimiento es el que produce el desenlace de todas las acciones dentro del relato.

El animus simboliza lo masculino en la psique femenina. El esposo primo de Laura


se presenta en su psique y la ayuda a navegar por las memorias que le harán recordar su
esencia y a dónde pertenece. Esto la llevará a tomar la decisión final de irse con él al mundo
mítico. Los males en el corazón de Severina son los vestigios que Adrián le deja de su
encuentro. Son estos males la que la dejan sin habla y cautiva de su enfermedad sin que
ella busque una salida.

El arquetipo de damisela en apuros es aquel personaje que es rescatado de su jaula.


Laura simboliza este arquetipo porque ella no hace nada más que esperar. Es su esposo
primo quien la viene a buscar, la lleva por sus memorias, se presenta en el combate y luego
regresa por ella para irse juntos de regreso al origen. Laura no hace nada más que esperar
y tratar de escapar con intentos fallidos. Severina es una damisela en apuros debido a que
ella no hace nada para ayudar a su mamá a curarla de su enfermedad. Incluso, no confiesa
qué es lo que le pasó y es hasta que su mamá enfrenta por última vez a Adrián que ella es
rescatada. Por último, encontramos a Eva que al terminar envenenada no hace nada para
recuperarse y deja todo en las manos de su familia. Además, le entrega toda la culpa a su
hermana. Esto a pesar de que ella tenía conocimiento del mal en las hojas.

La marginada es la que vive fuera de las normas de la sociedad o ha sido expulsada


por la misma. Laura es una marginada ya que en ningún momento siente que ella pertenece
en la vida que comparte con Margarita y Pablo. Hace todo lo posible, pero nunca logra ser
aceptada completamente por esa vida. Leli, en El Duende, también representa este
arquetipo. Ella es quién tiene el conocimiento de la muerte y eso hace que ella ya no sienta
que pertenece a esa realidad. Después, su familia la rechaza cuando obtienen el
conocimiento de que fue ella quien trató de envenenar a Eva a propósito.
El shapeshifter o mimetista es el personaje que cambia de roles sin previo aviso.
Margarita mantiene una alianza con Laura al principio del relato. La protege de Pablo e
inventa excusas para que su hijo no la ataque. Sin embargo, para el final del relato ella le

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cierra las puertas de su casa y dice que ya no es bienvenida. Además, Aurelia también es
una mimetista. Ella no tiene una relación o alianza con alguno de los personajes. Sin
embargo, al principio ella al principio protege a Adrián al no revelar la información que
ella tiene. Es hasta que ve que su hermana está demasiado enferma, que le confiesa a Camila
lo que está pasando.

El arquetipo del héroe es aquel que debe derrotar a su monstruo de oscuridad.


Primero encontramos al esposo primo. Él es quien viene al rescate de Laura, quien la lleva
por todas las memorias, quien lucha en la guerra y la viene a traer para irse juntos. Es el
personaje que pasa por todas las situaciones para vencer al monstruo. Leli también es este
personaje dentro del relato El Duende. Ella es quien obtiene el conocimiento de la muerte,
quien decide que deben morir, recolecta las hojas, enfrenta las consecuencias y pide perdón
a su hermana al final para que puedan regresar al punto cero.

El arquetipo del villano es el personaje malo que busca causar males a los demás
personajes. Pablo es este arquetipo porque es quien mantiene enjaulada a Laura dentro de
su casa y la mantiene alejada de su esencia. También abusa física y emocional de Laura por
no seguir las reglas que él le impone. Por otro lado, está Adrián quien es el responsable de
los males de Severina y Camila. Él es quien le roba el anillo a Severina, se enfrenta con
Camila sin ayudarla y conscientemente deja a Severina cumplir el destino que él le impuso:
la muerte.

El arquetipo del hijo espiritual es el hijo que tiene herencia del mundo y del alma.
Aquí encontramos a Estrellita, el único personaje dentro del relato de El Duende que tiene
contacto con el duende. Ella tiene conocimiento más allá del mortal y logra tener contacto
con lo mítico de la casa. El arquetipo del niño es aquel que representa inocencia y que,
según Jung, se encuentra en todos los humanos. Leli y Eva, en ambos cuentos, representan
a la niñez. Su inocencia se ve representada en el hecho que ellas si creen en el duende y
Don Flor. Sus conocimientos y realidades se están construyendo con las influencias de los
adultos que las rodean. Por eso, ellas pueden ver más allá que la visión de los adultos.

Después encontramos los cuatro arquetipos femeninos que construyó Tonni Wolff.
La dadora es aquella que entrega algo a otra persona para que se mantenga viva. Camila es
una dadora porque le da el anillo que encuentra a su hija, a pesar de que no tiene ningún
tipo de joyería a su nombre. Este anillo se convertirá en la salud de su hija y al faltar,
Severina se secará con el paso del tiempo. La guerrera-amazona es valiente y se enfrenta a

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los problemas. Aquí volvemos a encontrar a Camila. Ella es quien lucha por su hija,
enfrenta a Adrián, busca ayuda para su hija y termina liberándola de sus males. La Hetaira
es la compañera y amante que busca salir del dominio de hombre y madre. Severina se
construye dentro de este arquetipo. Ella protege a su amante, Adrián, por el compromiso y
lealtad que tiene hacia él. Además, trata de salir del dominio de su madre porque al final le
reprocha a Camila sus acciones, en vez de agradecerle por liberarla.

Por último, encontramos al cuarto arquetipo que es el de la sabia. Este personaje


abarca todo lo conocido y lo desconocido. Nacha es la consejera de Laura y quien la
protege. Ella tiene conocimiento del mundo mítico que está buscando a Laura y la empuja
hacia el. Al final, ella se va de la casa de Margarita después de que Laura regresa a sus
raíces. Fulgencia entra en acción cuando Camila la llega a buscar para que cure a Severina.
Ella es la única que tiene conocimiento del mal de Severina y porque no se puede curar con
la medicina occidental. Candelaria sabe de la maldad de Leli y de donde proviene esta
misma. Las aconseja y vela por ellas, pero le tiene miedo a Leli por lo mismo. Don Flor es
quien tiene el poder de manejar los días y tiene el conocimiento del universo. Incluso las
personas llegan con él para castigar a los días.

El arquetipo de la madre es aquel que presenta las características maternas


ancestrales. Elisa se construye en este arquetipo porque se preocupa por Eva y Leli cuando
se envenenan. Incluso cuando se entera de lo que hizo Eva y la rechaza, está pendiente de
que todas sus necesidades básicas estén completas. La madre ambivalente es la que se
inclina a los deseos de la sociedad no en la de su hijo. Margarita es una figura materna para
Laura, la cuida y la protege de Pablo hasta que Laura deja de seguir las normas de la
sociedad. La madre colapsada es aquella que perdió el sentido de sí misma. Camila hace
todo lo posible por curar a su hija que en el camino se pierde a ella misma y termina
condenada a la cárcel.

El padre es la figura de autoridad que guía con ejemplo. Gabino es quien manda en
su casa e impone las reglas. Cuando se entera de la enfermedad de Severina la visita y se
preocupa por ella. Don Celso no es el padre de nacimiento de Perfecto Luna, pero lo adopta
y le enseña todo lo necesario para ser un adulto funcional. Antonio, tanto en el Duende
como en La semana de colores, está pendiente de sus hijas y las protege. Por un lado, las
ve cuando están envenenadas y es el único que no rechaza a Leli. Por el otro, él es quien
les enseña sobre los días desde su visión y les enseña sobre el tiempo.

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El scapegoat o chivo expiatorio es la persona que culpan por los errores de otros.
Al convertirse en Crisóforo Flores, Perfecto Luna deja toda la culpa en su yo del pasado. él
se convierte en un chivo expiatorio. El guardián es el encargado de cuidar y mantener el
orden. El duende es el guardián del patio donde pasan el tiempo Leli y Eva. Cuando él
desaparece, el jardín se llena de polvo y empieza a morir. Recupera su color y vida hasta
que el duende regresa al patio al ser perdonado. Las gemelas representan el equilibrio de la
naturaleza. Leli y Eva no son gemelas de nacimiento, pero son un alma. Ellas son una fuerza
única, a pesar de que no pertenecen al mismo mundo al mismo tiempo.

Por último, los días en La semana de colores se convierten en personajes


arquetípicos. Esto se construye al añadirle un pecado capital a cada uno de los días. El
domingo es la lujuria, el sábado es pereza, lunes es gula, martes avaricia, miércoles es
envidia, jueves es cólera y el viernes es orgullo. Siete pecados capitales para cada uno de
los siete días de la semana. Además, se convierten en personas debido a las características
humanas que Elena Garro le añade cada uno de los días.

2. Los elementos arquetípicos que construye Elena Garro

Los elementos arquetípicos construyen la base de la esencia de cada uno de los


cuentos. A continuación, encontramos los que se repiten en varios cuentos o que cobran
una importancia mayor.

La serpiente simboliza veneno. Primero, se presenta en las hojas que contienen


veneno y que comen Eva y Leli. Se menciona que las hojas tienen venas rojas que contienen
el veneno que pueden aludir a la serpiente. Luego, en el cuento El anillo se presenta de dos
formas. Primero, en el anillo que encuentra Camila y que lo describe como una serpiente
que se está mordiendo. Esto representa el veneno que Severina obtendrá al usarlo. La
segunda es al final del cuento, cuando encuentran la camisa de Adrián y tiene escrito:
Adrián y Severina gloriosos. Esto explica cómo el amor de ambos es veneno y que los
termina matando.

El anillo simboliza compromiso y fidelidad. En el cuento El anillo, el anillo


representa estatus y riqueza. La familia de Camila no tiene dinero y regalarle a su hija la
argolla representa poder. Además, también representa lealtad y compromiso. Severina se
siente comprometida con Adrián y esa lealtad la lleva a callar. En la Semana de colores,

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Don Flor usa anillos en sus dedos que representan la unión y compromiso que tiene con
cada uno de los días.

La lluvia simboliza la limpieza y nuevos comienzos. En El Anillo, Camila encuentra


el anillo en el agua de la lluvia que acaba de caer. Esto significa que la vida de Camila está
a punto de cambiar y está limpiando el pasado para dejar pasar al presente. El círculo
simboliza integridad y unidad. En La semana de colores, encontramos que el patio de Don
Flor es un círculo rodeado de las puertas de los días. Esto construye la unidad del tiempo y
de los días con el universo, que es Don Flor.

La trenza simboliza cautiverio y encierro. En La semana de colores, los días usan


trenzas que Don Flor les hace todos los días. Esto muestra que los días no son libres y viven
en la jaula que es la casa de Don Flor. Severina se muestra con trenzas durante todo el relato
representando su cautiverio a su enfermedad, Adrián y su mamá. Al final, cuando aparece
en la comisaría, llega con las trenzas deshechas. Esto muestra que Severina ha sido liberada.
El arquetipo de tejer simboliza la construcción. Don Flor teje canastos junto con los días.
Esto simboliza la construcción de la relación entre los días y su dueño, Don Flor.

El pozo simboliza el camino hacia el más allá y un túnel hacia la muerte. Las hojas
venenosas que se encuentran alrededor del pozo del patio simbolizan el aviso a la muerte y
el destino que llevan esas hojas. El espejo es un arquetipo que simboliza dualidad, reflejo
y es una puerta. Encontramos que este elemento es esencial para la decisión de Laura. Al
momento en que ve los ojos de su esposo primo, ve un espejo en el que se refleja su destino.
El jardín es un elemento arquetípico que simboliza paz, armonía y al Edén. En El duende,
se ve como se describe que el jardín está lleno de naturaleza, verde y vida. Es donde pasan
felices sus días jugando y existiendo Leli y Eva.

Las campanas simbolizan avisos de Dios, con los más importantes siendo el
nacimiento, el casamiento y la muerte. Las campanas suenan cuando Adrián se está casando
y estas le avisan a Severina de su destino y que pierde a su amor. La muerte es un arquetipo
que simboliza el proceso de liberación. Perfecto Luna se ve liberado de su culpabilidad y
transgresiones al morir y pasar a la vida del más allá. Siguiendo esta línea, la sangre es un
arquetipo que simboliza el anuncio de la muerte. Cada vez que Laura decide irse de la casa
y cuando oficialmente se va con su esposo primo, lleva puesto un vestido lleno de sangre.
Esto significa que se anuncia la muerte de Laura del presente para regresar a la Laura de
sus raíces.

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Las estrellas son un arquetipo que simboliza mapas y respuestas. Laura pide ayuda
y consejos a las estrellas mientras espera a que su esposo primo regrese del combate.
También Camila les pregunta a las estrellas el paradero de su hija y al instante aparece
Severina de regreso a casa. Además, lo encontramos en Perfecto Luna. Al terminar de
construir las casas, Perfecto Luna se sienta en el techo y pide una confirmación a las
estrellas sobre lo que hizo con la construcción y los restos del muerto.

La noche simboliza la oscuridad, la muerte y los males. Pablo aparece solamente en


la noche. El representa el mal que mantiene enjaulada a Laura y no la deja pensar bien,
llenándola de oscuridad. Por otro lado, también aparece en Perfecto Luna. El muerto solo
viene a espantar y castigar a Perfecto durante las noches. Él explica que sus noches se
vuelven tan largas que siente que pasan días de por medio. El sol, en contraste con la noche,
simboliza claridad, luz, energía y creatividad. El esposo primo de Laura aparece solo en el
amanecer o durante el día. El representa la claridad que Laura necesita y la energía para
poder dejar su vida actual. Perfecto Luna busca el sol y la luz después de sus largas noches,
buscando vida y calor para recuperarse de los males que lo aquejan.

El arquetipo del agua simboliza vida y fertilidad. El esposo primo se le aparece a


Laura siempre que ella se encuentra rodeada de algún cuerpo de agua. Él representa vida
en la psique de Laura. Camila encuentra el anillo en el agua de la lluvia. Esto lleva a
concluir que está por cambiar de vida, aún si no es un cambio positivo. El agua que se
encuentra en el pozo significa la vida del más allá, aquella que está llamando a Leli y la
lleva a consumir las hojas. Don Flor observa agua en los ojos de Eva y Leli y les explica
que es diferente a la de él. Esto confirma que los personajes pertenecen a dos mundos
diferentes con dos vidas diferentes.

El fuego simboliza destrucción y pureza. Laura ve como su casa de infancia está


llena de llamas con su familia adentro. Esto destruye los lazos que ella tiene con su infancia,
abriendo un nuevo espacio para convivir con sus raíces y con su alma pura. En el último
enfrentamiento, Camila ve en los ojos de Adrián llamas. Estos representan los males y los
tormentos del alma de Adrián que se destruyen con su muerte.

Las piedras son un arquetipo que simboliza lo perdurable e imperecedero. Durante


la batalla final, el batallón del esposo primo usa las piedras como armas. Esto representa lo
perdurable que serán las acciones, ya sea que ganen o pierdan. Perfecto Luna pone los restos

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del muerto en piedras que usa como ladrillos y asó solidifica su destino final. Por último,
Candelaria somata las sábanas en las piedras para purificar sus palabras y eliminarlas por
completo.

La cabeza simboliza la psique y la vida inteligente del hombre. Perfecto Luna pierde
su cabeza al final del relato, pero él lo desconoce porque pierde la consciencia y la
inteligencia para darse cuenta de su situación. Además, el muerto que lo espanta no tiene
control de sus acciones porque tampoco tiene una cabeza que lo dirija a las decisiones
lógicas y racionales. La voz mitológica es un arquetipo que simboliza a la mujer salvaje y
a la loba. Laura obtiene esta voz cuando se deja llevar por sus instintos y regresa a su origen,
completando el ciclo de la mujer salvaje.

Los colores son un arquetipo que Elena Garro usa con frecuencia dentro de los cinco
cuentos. Primero, el negro simboliza la muerte, el luto y la tristeza. Leli describe la
importancia del negro y sus implicaciones cuando obtiene el conocimiento de su destino:
la muerte. Segundo, el rojo simboliza sangre, guerra y destrucción. Este color se ve presente
en el vestido lleno de sangre de Laura y los colores de la batalla. Tercero, el verde simboliza
abundancia, naturaleza y crecimiento. El jardín donde se encuentra el duende se describe
que está lleno de verde, es abundante y tiene mucho crecimiento. El último color es el
blanco que simboliza pureza, inocencia y luz. Estrellita viste de blanco, siendo ella la única
que tiene la pureza para conectarse entre el mundo real y el espiritual.

Los números son el otro arquetipo que se usa varias veces en los cuentos. El número
tres simboliza el número más básico. Fulgencia le dice a Camila que tres veces le va a sacar
los males del corazón de Severina y que tres veces crecerán. Esto significa que Severina
tiene el mal más básico: el mal del amor. El número seis simboliza perfección y
responsabilidad. Camila se enfrenta a Adrián exactamente seis veces, lo que muestra el
nivel de responsabilidad que siente como madre de Severina. El número siete es un
arquetipo importante porque representa lo esencial. En la semana de colores se ve
representado en el número de los días, la cantidad de la semana, los pecados capitales y los
colores del arco iris.

3. Las situaciones arquetípicas que construye Elena Garro

La primera situación arquetípica es la traición. El personaje de Laura se mueve por


la culpa que siente del abandono de sus raíces y de la vida que lleva con pablo. Ella está

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atada al personaje de La Malinche al enfrentar las mismas decisiones de vida. Esta traición
la mueve de regreso al tiempo mítico y el esposo primo ayuda a tomar esta decisión. Cuando
Laura escoge el mundo mítico, ella se despoja de la culpa y de la traición que sentía.

La segunda situación es la renovación de vida. Esta se centra en el ciclo de la vida,


la muerte y la resurrección. Severina pasa por el ciclo completo. Ella tiene una vida, se
enferma, muere metafóricamente y tiene una resurrección al momento en que Adrián
muere. Camila también pasa por este ciclo, pero su muerte es de la psique. Ella lucha en
vida por su hija y muere cuando mata a Adrián, condenándose a una nueva vida de encierro.
Adrián se queda a mitad de este ciclo. El en vida produce los males de Severina y muere
cuando Camila lo ataca.

La tercera es el castigo divino. En la mitología grecolatina, Zeus impuso castigos


divinos a las deidades por diferentes razones. Entre estas deidades se encuentra Prometeo,
Atlas, Las Danaides y Sísifo. Perfecto Luna obtiene un castigo divino al final del cuento.
Debido a lo que profanó la muerte, él recibe el castigo de seguir deambulando por los
pueblos creyendo que está vivo y que no perdió su cabeza.

La cuarta situación es La Caída o expulsión del Edén. Esta situación explica la


expulsión de Adán y Eva del Edén. Cuando Leli y Eva se ven echan la culpa del
envenenamiento al duende, son vetadas del jardín. Las niñas pasan por un envenenamiento
metafórico en el que olvidan todo y vuelven a ser aceptadas en el jardín. Esto representa la
condición que Dios les impuso a Adán y Eva para que puedan regresar al Edén. Todas estas
acciones están perpetradas por el pecado.

La quinta y última situación es la caja de Pandora. Esta relata el escape de todos los
males al mundo por abrir la caja que Zeus le regaló a Pandora. Don Flor representa el
tiempo y el universo. En su casa están contenidos todos los elementos del universo, por eso
es por lo que los días son desordenados y tienen añadidos características humanas, los
colores y los pecados capitales. Cuando las niñas dejan la puerta abierta, los días escapan
y el mundo se llena de los días y sus añadiduras.

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V. Recuento de relatos sagrados para la construcción de una
nueva mitología
Elena Garro construye una realidad mitológica en su narrativa breve utilizando
herramientas arquetípicas. Se validó la construcción de esta nueva realidad, a partir del
método de Gilbert Durand. Tiene una base crítica mitológica de cada cuento, y se continuó
con el mitoanálisis. En el caso de la literatura garriana, el mitoanálisis se estudió con los
arquetipos de Carl Jung. Han sido la mejor herramienta para explicar este nuevo universo.

El recorrido que se hace desde la mitocrítica hasta el mitoanálisis crea conexiones


entre la mitología y la literatura de Elena Garro. Cada uno de los cuentos se basa en un mito
fundacional. Este crea un contexto específico para responder la problemática social de los
personajes y entender por qué es así. El mitoanálisis, por el otro lado, es esencial para
comprender cómo se hila la mitología dentro del texto moderno. Así, Garro crea una
realidad mitológica moderna que responde a la actualidad.

Elena Garro crea hilos mitológicos que se van tejiendo con los mitos fundadores y
problemáticas sociales que, específicamente en este caso, son mexicanas. Estas conexiones
terminan creando respuestas esenciales de la humanidad. Los mitos existen para
fundamentar la existencia de los seres humanos. Por lo tanto, Elena Garro usa esta
herramienta para presentar explicaciones del por qué del funcionamiento de la sociedad
mexicana.

En La culpa es de los tlaxcaltecas se juega con la traición y la culpabilidad de los


orígenes indígenas y su introducción al mundo ladino. Lo mismo sucede en La semana de
colores con la dualidad entre los Candelaria y Rutilio con la visión de los papás de Eva y
Leli. En El duende se juega con la idea del pecado y su representación en la humanidad. El
anillo explora al predador masculino y los impactos en la psique femenina. En Perfecto
Luna se muestra lo sagrado de la muerte y lo que pasa cuando no se respeta.

Es importante recalcar las influencias que construyeron a Elena Garro dentro de las
letras. Fue gran lectora de los griegos, los místicos españoles y de los grandes autores de la
Edad Media. La influencia de estas corrientes literarias se ven presentes en el lenguaje y la
presencia mitológica en los cuentos. No es tan difícil de creer que la construcción de estos
mundos haya sido a propósito. Al final del día, la literatura tiene como base la cultura
grecolatina.

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En la colección de cuentos La semana de colores, hay una gran presencia de
mitología azteca. Esto se puede ver como una gran influencia del tiempo en que la autora
vivió en un pueblo mexicano mientras crecía. Sin embargo, también se encuentran
apariciones mitológicas griegas, célticas y judeocristianas. Esto responde a la inexistencia
de barreras geográficas que ayudan al mito a transportarse por todo el mundo y adaptarse a
cada sociedad.

El lenguaje y estilo de escritura tiene un papel muy importante. La mayor parte de


la esencia mitológica en los cuentos de Elena Garro se construyen a través del lenguaje. El
uso de los arquetipos crea personajes, elementos y situaciones que responden al universo
mitológico. Esto se puede observar no solo en los cinco cuentos analizados, sino en todos
los que constituyen la colección de La semana de colores. El uso de los arquetipos ayuda a
crear símbolos que impulsan los significados de cada cuento y así construir mitología.

En La culpa es de los tlaxcaltecas, Elena Garro busca hacer una resignificación del
mito. Laura es el personaje que se encuentra entre los dos mundos: el de la visión indígena
y el grecolatino. Su personaje es quien logra la desmitificación de la traición y la
culpabilidad. Su finalidad es regresar a la cosmovisión indígena el poder, despojándolos de
esa culpa y traición que han cargado por siglos.

En El duende se hace una aproximación al mito del Génesis. En este caso, se hace
alusión al jardín de Edén con Adán y Eva. Tanto los personajes del mito fundador como el
relato garriano, buscan responder la pregunta: ¿cuál es nuestra esencia? El duende es un
personaje mitológico que contiene mucho poder y que su significante es negativo. Por eso,
la culpabilidad recae en él y al hacer esto, los personajes principales quedan libres de
cualquier sentimiento de culpa.

El cuento de El anillo responde a las consecuencias del depredador de la psique


femenina. El anillo como arquetipo se convierte en un símbolo de cautiverio. Al momento
que Adrián se roba el anillo de la mano de Severina, ella obtiene todos los males que la
matan lentamente. Con la muerte de Adrián, Severina es liberada y recupera su salud. El
depredador de la psique femenina es aquel que absorbe el alma de la mujer y que busca
destruirla.
Perfecto Luna juega con la idea de la muerte como algo sagrado. En la mitología
mexicana, la muerte es un elemento muy importante. La vida después de la muerte sigue

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muchos ritos, en vida y en el más allá. Jugar con el personaje mitológica Dullahan muestras
las consecuencias de la profanación a la muerte. La construcción de este mito moderno es
un recordatorio de la cosmovisión de la sociedad y la importancia de su cuidado.

La semana de colores es el cuento que está más empapado de la mitología clásica.


Está repleto de elementos grecolatinos, con Dioses, cuerpos celestiales y el caos del
universo. Cada día de la semana representa un Dios griego que está enlazado con un planeta
del universo. Del mismo modo, encontramos que son siete plantes con siete días que
construyen el tiempo de la semana. Además, el cuento juego con la mitología judeocristiana
con el pecado. Cada día también representa cada uno de los siete pecados capitales. Al
unirlos con colores, estos se convierten en símbolos muy poderosos. Al juntar todos estos
elementos arquetípicos, creamos el caos del universo.

Elena Garro tenía muy presente la problemática que se vivía en la realidad


latinoamericana y es así, como cada uno de los cinco cuentos crea un puente entre la
antropologia social y los elementos mitológicos. Utilizar los mitos fundadores y recrearlos,
se vuelve una necesidad para representar a latinoamerica, desde una visión que responda a
la esencia humana.

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90
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94
VII. Anexos

A. Glosario

Mitocrítica: Le da un significado al método de crítica literaria que se centra en el estudio


del relato mítico y su significación.

Mitoanálisis: El mitoanálisis es un término que define un método de análisis para la


mitología. Su propósito es obtener el sentido psicológico, sociológico y, hasta en ciertos
casos, literario o artístico.

Ideología: Conjunto de ideas fundamentales que caracteriza el pensamiento de una


persona, colectividad o época, de un movimiento cultural, religioso o político.8

Mitología: Es la respuesta para entender el fenómeno humano a través de relatos sagrados


que se reproducen de forma oral.

Mito: Es un relato oral que se pasa de generación en generación, su carácter es fundador y


tiene un tiempo que es puramente cíclico y natural.

Mitema: Es un átomo mítico que tiene una naturaleza estructural y que contiene símbolos
específicos para cada uno.

Arquetipos: Se producen dentro de la consciencia en manifestación de símbolos, que le


dan una representación y un significado a un misterio que responde a la necesidad humana.
Estos se repiten a través de la historia.

Símbolo: Son imágenes sensibles que responden a preguntas sobre la esencia humana y
sus misterios. Se comunica a través del inconsciente con un significado subjetivo.

Psique: Para Carl Jung, se divide en tres partes esenciales: consciente, inconsciente
personal y el inconsciente colectivo.

8
Real Academia Española. (s.f.). Cultura. En Diccionario de la lengua española. https://bit.ly/35kjvLk

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Inconsciente: Conjunto de caracteres y procesos psíquicos que, aunque condicionan la
conducta, no afloran en la conciencia.9

9
Real Academia Española. (s.f.). Cultura. En Diccionario de la lengua española. https://bit.ly/2TarEMD

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