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GUÍA DE ESTUDIOS DEL LIBRO

EL LLAMADO DE DIOS PARA MI HOGAR

Capítulos seleccionados
Introducción
La familia ha estado y estará siempre presente en los planes de Dios. Está llamada
a ser un instrumento de salvación en su propio hogar y en otras familias.
Dios, el autor de esta misión, envió a su Hijo al mundo para cumplir su plan de
salvación y redención de la humanidad. Jesús, a su vez, llamó a sus discípulos a ir a
predicar al mundo. Como consecuencia, al ser también sus discípulos, nosotros tam-
bién somos invitados a llevar el mensaje de salvación a quienes nos rodean.
A Abraham se le prometió que en él serían “benditas todas las familias de la tie-
rra” (Gén. 12:3). Esta debe ser también nuestra misión: bendecir y ser instrumentos
de salvación para otras familias. Al llevar este mensaje de esperanza estamos salvando
nuestro propio hogar.
Sin embargo, independientemente del formato de cada familia: padre, madre e
hijos; madre e hijos; padre e hijos; abuelos y nietos; entre otros, Dios nos hace un
llamado y quiere utilizarnos para que cumplamos la misión. Por lo tanto, el culto, la
adoración y el servicio deben estar presentes en nuestros hogares todos los días. En-
tonces Dios actuará y hará de nuestra familia un poderoso instrumento de salvación.
Vivamos una vida cristiana en nuestros hogares para que seamos como “la sal
de la tierra” y “la luz del mundo” (Mat. 5:13, 14), imposible de pasar desapercibidos.
Cuántos miembros de familias y vecinos son ganados para Jesús cuando observan y se
benefician del testimonio de transformación que Dios obró en la vida de nuestra fami-
lia. ¿Sabes por qué pasa esto? Porque “ustedes son una familia escogida, un sacerdocio
al servicio del rey, una nación santa, un pueblo adquirido por Dios. Y esto es así para
que anuncien las obras maravillosas de Dios, el cual los llamó a salir de la oscuridad
para entrar en su luz maravillosa” (1 Ped. 2:9, DHH)
Que cuando estudiemos, a través de esta guía de estudio, el libro Familia en mi-
sión: el llamado de Dios para mi hogar, podamos tomar conciencia del hermoso pri-
vilegio de ser bendición y compartir la esperanza de salvación y vida eterna. ¡Preparé-
monos para recibir los milagros más grandes que Dios tiene reservados para nuestra
vida y nuestra familia!

Alacy Mendes Barbosa


Líder de Ministerios de la Familia y MAP
División Sudamericana de la IASD

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Llamados
ci
Le c ó n

1
para
la misión
E
n todas partes, especialmente en las grandes ciudades, nos rodea la indi-
ferencia, el miedo, la violencia, el abandono, la muerte y la soledad. Por lo
tanto, nuestra familia puede ser un centro de influencia para quienes nos
rodean, derribar estas barreras y llevar esperanza al ser el medio por el
cual Cristo pueda entrar en estos hogares.
“Se nos ordena que avancemos como mensajeros de Cristo con el fin de en-
señar, instruir y persuadir a hombres y a mujeres, instándolos a prestar atención
a la Palabra de vida. A nosotros también se nos asegura la permanente presencia
de Cristo. Cualesquiera fueren las dificultades con las cuales tengamos que con-
tender, cualesquiera las pruebas que debamos soportar, la siguiente promesa llena
de gracia nos pertenece constantemente: ‘He aquí yo estoy con vosotros todos los
días, hasta el fin del mundo’ [Mat. 28:20]” (p. 8).

1. Ya sea que estemos con la familia, en el trabajo o en la iglesia, la co-


herencia entre la teoría y la práctica es necesaria ya que predicamos
con nuestra vida. ¿Cómo debe ser presentado el evangelio? ¿Qué quiere
Dios?

“El evangelio no ha de ser presentado como una teoría sin vida, sino como una
para cambiar la vida. Dios desea que los que reci-
ben su gracia sean de su poder” (p. 8).

2. Estamos viviendo en los últimos días de la historia de este mundo. En


medio de este caos, ¿qué nos dice Dios? ¿Qué es necesario hacer?

“Las naciones están inquietas. Vivimos en tiempos de perplejidad. Rugen las


olas de la mar; el corazón de los hombres desfallece por el temor y la expectación
de las cosas que han de sobrevenir a la redondez de la Tierra; pero los que creen
en el Hijo de Dios oirán su voz en medio de la tormenta, la cual les dirá: ‘Yo soy,
' (Mat. 14:27)... Contemplamos el mundo que
yace en maldad y apostasía. Pareciera casi universal la rebelión contra los manda-
mientos de Dios. En medio del tumulto de la excitación acompañado de confusión
que reina por doquiera, hay una que debe ser
hecha en el mundo” (p. 10).

3
3. ¿Qué pasará cuando el mensaje de Dios encuentre oposición?

“Cuando el mensaje de Dios lucha con oposición, él le


fuerza adicional para que pueda ejercer mayor
influencia. Dotado de energía divina, podrá
camino a través de las barreras más fuertes, y
sobre todo obstáculo” (p. 11).

4. La familia necesita inculcar en el corazón de los jóvenes el deseo de par-


ticipar en la evangelización. ¿Por qué es necesario preparar a los jóvenes
para esta misión?

“Los portaestandartes están cayendo, y deben prepararse jóvenes para lle-


nar las vacantes, con el fin de que el siga
. Se ha de extender la lucha activa. Los que
poseen juventud y fuerza han de ir a los lugares oscuros de la Tierra, para llamar al
arrepentimiento a las almas que perecen” (p. 14).

5. Dios invita a sus hijos, especialmente a los jóvenes, a trabajar en su viña.


¿Qué hará él por aquellas personas que acepten la invitación? ¿Qué dis-
tingue a estos jóvenes?

“Dios hace este llamamiento: ‘Hijo, ve hoy a trabajar en mi viña’ [Mat. 21:28]. Dios
convertirá a los jóvenes de hoy en mensajeros
para presentar ante la gente la verdad en contraste con el error y la superstición, si
ellos quieren entregarse a él. Que Dios deposite la carga sobre hombres jóvenes y
fuertes, en quienes more y quienes estén dis-
puestos a presentar la verdad a otros” (p. 14).

6. Para reflexionar: la boca habla de lo que abunda en el corazón (Luc.


6:45). ¿Qué sucede cuando nuestro corazón está ardiendo por la Pala-
bra del Señor? (ver p. 11).

Conclusión
“El solemne y sagrado mensaje de advertencia debe proclamarse en los campos
más dif íciles y las ciudades más pecaminosas, en todo lugar donde todavía no brilla la
luz del gran triple mensaje. Cada uno debe oír la última invitación a la cena de bodas
del Cordero” (p. 12).

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ci
Le c ó n

2 La misión como
prioridad
“L
os crímenes y la iniquidad que dominan en las ciudades populosas
han alcanzado un nivel abrumador. La perversidad de los impíos
casi escapa a toda comprensión. Muchas ciudades se están convir-
tiendo en otras tantas Sodomas ante la vista del Cielo. El aumento
de la maldad es tan grande que las masas se aproximan rápidamente a un punto
en su experiencia personal más allá del cual resultará sumamente dif ícil alcanzar
a los individuos con el conocimiento salvador del mensaje del tercer ángel. El ene-
migo de las almas trabaja con toda pericia para obtener un pleno dominio de la
mente. Y lo que los siervos de Dios realicen para amonestar y preparar a esa gente
para el día del juicio deben hacerlo prestamente” (p. 15).

1. En los días de Noé la condición humana era deplorable y se encaminaba


hacia la autodestrucción. ¿Cómo es la gente hoy? ¿Qué ha hecho el ene-
migo para destruirlos?

“Satanás trabaja laboriosamente en nuestras ciudades populosas. El re-


sultado de su trabajo se advierte en la confusión reinante, en las luchas y las
entre las fuerzas trabajadoras y el capital, y en
la que ha entrado en las iglesias. Con el fin
de lograr su propósito de que los hombres no tengan tiempo para meditar, Satanás
los mantiene ocupados en la búsqueda de la alegría y el placer, y dedicados a beber y
comer. Los llena de por llevar a cabo empresas
que exalten su propia personalidad. El mundo se está aproximando paso a paso a la
condición que existía en los días de Noé... Los instrumentos satánicos desempeñan
su parte en la estimulación de la de la carne,
los deseos de los ojos, la manifestación de , la
extralimitación en el poder, la crueldad y la fuerza empleadas para unir a los hombres
en confederaciones y sindicatos...” (pp. 15, 16).

2. U
 na escena asombrosa le fue revelada a Elena de White acerca del fin de
los tiempos. Un ángel estaba a su lado. ¿Cuál fue una de las advertencias
dadas por este ángel?

5
“Entonces el ángel que estaba a mi lado me dijo que muy
personas
de la maldad que reina en el mundo hoy, especialmente en las ciudades grandes. De-
claró que el Señor un tiempo cuando su ira
castigará a los transgresores por su persistente menoscabo de su ley” (p. 17).

3. ¿Qué actitudes necesita tener el pueblo de Dios para que el evangelio


avance hoy?

“En este tiempo, el pueblo de Dios necesita


el corazón plenamente a él, pues el fin de todas las cosas está cer-
ca. Necesitan sus mentes, y es-
tar a la voluntad del Señor,
con fervoroso deseo en aquello que Dios ha
mostrado que debe ser hecho, con el fin de amonestar a las ciudades con respecto
a su ruina inminente” (p. 18).

4. Hay muchas personas que, si tuvieran la oportunidad de escuchar la


Palabra de Dios, se convertirían. ¿Cuál es nuestra parte en este proceso?

“Debemos para realizar un


ferviente ahora cuando los ángeles de Dios están espe-
rando para asistir con su ayuda maravillosa a todos los que deseen trabajar para
despertar las conciencias en lo que atañe a la justicia, la temperancia y el juicio
que está por sobrevenir” (p. 20).

5. ¿Qué sucederá cuando el mensaje de Dios sea proclamado con gran


poder?

“Mientras trabajemos con toda la fuerza que el Señor nos concede, y con hu-
mildad de corazón, colocando nuestra entera confianza en él, nuestras labores no
serán infructíferas. Nuestros resueltos esfuerzos para traer a las almas al conoci-
miento de la verdad para este tiempo serán secundados por los santos ángeles, y
serán . El
Señor nunca olvida a sus fieles mensajeros. Él manda en su auxilio los agentes
celestiales y acompaña sus labores con el poder de su Espíritu Santo para conven-
cer y convertir. respaldará vuestras súplicas
a la gente” (p. 24).

6. Para reflexionar: En tiempos en que existen tantas atracciones y diver-


siones, especialmente para los jóvenes, ¿qué esfuerzos y métodos se
deben emplear para proclamar el mensaje de Dios a esta generación?
(ver pp. 25, 26).

6
Conclusión
“Cuando por oración ferviente y perseverante sean dotados del Espíritu Santo y
avancen cargados con la preocupación de salvar almas, con sus corazones llenos de
celo por extender los triunfos de la Cruz, verán el fruto de sus labores. Rehusando re-
sueltamente desplegar sabiduría humana o exaltarse a sí mismos, realizarán una obra
que soportará los asaltos de Satanás. Muchas almas se volverán de las tinieblas a la
luz, y se establecerán muchas iglesias. Los hombres se convertirán, no al instrumento
humano, sino a Cristo” (p. 28).

7
ci
Le c ó n

3 Todo el mundo tiene


talento y es necesario

“H
ay que presentar en forma amplia planes bien definidos a quienes
corresponda, y debe estarse seguro de que estos planes son com-
prendidos. Luego pidan a todos los que están a la cabeza de los
distintos departamentos que cooperen en la ejecución de estos
planes. Si este método seguro y radical es adoptado de la debida manera y seguido
con interés y buena voluntad, evitará que se haga mucho trabajo sin objetivo defi-
nido alguno, y mucha fricción inútil” (pp. 29, 30).

1. Desde la más tierna edad se debe enseñar en el hogar la organización y


el orden. Esto se reflejará en la vida y el trabajo para el Señor. Para lograr
el éxito de la misión, ¿cómo quiere Dios que se haga su obra?

“Dios exige y
en su obra en nuestros días tanto como los exigía en los días de Israel. Todos los que tra-
bajan para él han de actuar con inteligencia, no en forma negligente o al azar. Él quiere que
su obra se haga con y ,
para que pueda poner sobre ella el sello de su aprobación” (p. 29).

2. E
 n muchos casos, la postergación ha impedido hacer la obra del Señor
como se debe hacer. ¿Qué sucede, ya sea en la obra de Dios o en la vida
privada, cuando se pospone el trabajo?

“A medida que la obra crezca resultará imposible, aun ocasionalmente, pospo-


ner los trabajos de una fecha a otra. Lo que no se haga en el momento debido, sean
asuntos sagrados o seculares, correrá un gran de
nunca; en todo caso, ese trabajo no podrá hacerse tan
bien como si se hubiese hecho en el tiempo debido” (p. 30).

3. Todos son talentosos y necesarios en la obra del Señor. ¿Cómo debe ser
el trabajo entre las personas para que todos se sientan útiles y valorados?

8
“Hay muchas clases de obra que deben ser hechas por obreros con dones variados. Al-
gunos han de trabajar de una manera, otros de otra... Como colaboradores con Dios deben
tratar de estar en el uno con el otro. Debe haber constan-
tes reuniones de consejo y una fervorosa y sincera. Sin
embargo, todos han de volverse hacia Jesús en procura de
, y no depender únicamente de los hombres para obtener dirección” (p. 32).

4. L
 as flores no tienen todas la misma forma, color y fragancia. Lo mismo
sucede con los seres humanos. Sin embargo, ¿qué problema vemos en
algunos cristianos? ¿Por qué esto no es correcto?

“Hay cristianos profesos que piensan que es su deber hacer que todos los demás
cristianos a ellos mismos. Este es el plan del hombre,
el plan de Dios. En la iglesia de Dios hay lugar para ca-
racteres tan variados como las flores de un jardín. En su jardín espiritual hay muchas
variedades de flores” (p. 33).

5. En muchos hogares hay conflictos por la diversidad de temperamentos y


costumbres. ¿Qué consejo da la autora a las familias y a la iglesia? ¿Por qué?

“En nuestro hogar disensión ni existen palabras


impacientes. Mis obreros son diferentes en temperamento y sus métodos y maneras
son distintos, pero nuestra acción y estamos unidos
en espíritu tratando de y fortalecernos mutuamen-
te. Sabemos que no podemos permitirnos discordias por diferir en temperamento.
los hijitos de Dios y le pedimos a él que nos ayude a vivir
[...] para agradarlo y glorificarlo a él” (p. 36).

6. Para reflexionar: La tendencia de las personas más experimentadas a criticar


a las más jóvenes está presente en todos los ámbitos de la vida. En ese caso,
¿qué consejo darías a las personas más experimentadas? (ver p. 38, 39).

Conclusión
“Recuerden que somos obreros juntamente con Dios. Dios es el promotor todopode-
roso y eficaz. Sus servidores son sus instrumentos. Estos no deben separarse para trabajar
cada uno de acuerdo con sus propias ideas. Deben trabajar en armonía y tratarse con
bondad, cortesía y fraternidad []. No debe existir la crítica descomedida ni la destrucción
de la obra de otra persona. Juntos han de impulsar la obra hacia adelante” (p. 38).

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4 Aprovechar todas las


oportunidades

“A
lgunas personas pueden estar escuchando su último sermón, y otras
nunca más estarán en una situación donde podrán recibir la explica-
ción de la cadena de la verdad y donde se hará una aplicación práctica
de ella a su vida. Cuando se pierde esa preciosa oportunidad, se pierde
para siempre. Si Cristo y su amor redentor hubiesen sido exaltados en relación con
la teoría de la verdad, esto podría haberlos llevado al lado del Salvador” (pp. 47, 48).

1. ¿Cuál es el llamado principal que se debe hacer en las conferencias y


sermones? ¿Por qué?

“Con la unción del Espíritu Santo, que le dé una preocupación por las almas, no
despedirá a la congregación sin presentar ante ella a , el
único refugio del pecador, haciendo un fervoroso llamado que llegue al corazón de
los oyentes. Debe pensar que tal vez no habrá de encontrarse nunca más con estos
oyentes hasta el gran día del Dios Todopoderoso.
“En todo discurso debieran efectuarse fervorosos llamados a los oyentes para
que sus pecados y se
a Cristo” (p. 48).

2. Cada ángel en el cielo está interesado en la obra de salvar almas, y la


hueste angélica se convierte en nuestra ayudadora. Entonces, ¿cómo
debe ser nuestro trabajo para salvar almas?

“Trabajen por la salvación de las almas como si a


plena vista de el universo del Cielo. Todos los ángeles
de la gloria están interesados en la obra que se realiza por la salvación de las almas.
No estamos despiertos como debiéramos. Todos los miembros de la hueste angélica
son nuestros ayudadores. ‘Jehová está en medio de ti, poderoso, él salvará; se gozará
sobre ti con alegría, callará de amor, se regocijará sobre ti con cánticos’. Entonces, ¿no
podemos trabajar con y fe?” (p. 49).

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3. ¿Qué llamamiento debe hacerse cuando se presentan verdades decisi-
vas que involucran la vida y la muerte?

“Descarten toda apariencia de apatía, e induzcan a la gente a pensar que hay


vida o muerte en estas solemnes cuestiones según las reciban o rechacen. Al pre-
sentar verdades decisivas, a menudo quién está
hoy, después de haber oído las palabras de Dios y des-
pués de haberles señalado su deber, a a Cristo Jesús su
corazón y su mente con todos sus afectos” (p. 51).

4. ¿Cuál es el mayor milagro realizado por el poder divino en la vida del


ser humano? ¿Cómo podemos cuidar diligentemente esta salvación
personal?

“La del alma humana no es de pequeña con-


secuencia. Es el mayor milagro realizado por el poder divino. Los resultados
reales se alcanzan al en Cristo como Salvador
personal. Purificados por la a la ley de Dios, san-
tificados por una perfecta de su santo sábado,
, creyendo, esperando pacientemente, y ocupándonos
fervorosamente en nuestra propia salvación con temor y temblor, aprenderemos que es
Dios el que obra en nosotros así el querer como el hacer según su beneplácito” (p. 55).

5. En la obra de salvación, ¿cuál es el papel de cada miembro de la familia,


de cada cristiano? ¿Cómo debe ser la preparación para este trabajo?

“En la obra de rescatar a las almas perdidas que perecen, no es el hombre el que
efectúa la obra de salvarlas; es Dios quien trabaja con él. Dios obra y el hombre obra.
‘Somos de Dios’ [1 Cor. 3:9]. Debemos trabajar en
formas e métodos dis-
tintos, permitiendo que Dios obre en nosotros para revelar la verdad y revelarlo a él
como el Salvador que perdona el pecado” (p. 56).

6. Para reflexionar: Necesitamos preparar a nuestras familias para hacer la


obra del Señor y para estar involucrados en la misión. Debemos ense-
ñarles de acuerdo con el “Así dice el Señor”. ¿Cómo debe ser esta prepa-
ración para sacar el yo del centro del mensaje? (ver p. 59).

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Conclusión
“No estimulen la presentación de las Escrituras en forma alguna que despierte
vanagloria en la persona que abre la Palabra para enseñarla a otros. La obra para este
tiempo debe ubicar a los alumnos y a los obreros en un lugar donde traten con los te-
mas en forma seria, solemne y sencilla, para que no haya tiempo mal empleado en esa
gran obra. No yerren el blanco. El tiempo es demasiado corto para revelar todo lo que
debía conocerse; se requerirá la eternidad para conocer la extensión y la profundidad
de las Escrituras. Hay verdades que tienen más importancia para unas almas que para
otras. Se necesita habilidad para educar en el conocimiento de las Escrituras” (pp. 59,
60).

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5 Preparación
cuidadosa de la
familia para la misión

“S
i Cristo no se hubiera mantenido en la afirmativa en el desierto de
la tentación, habría perdido todo lo que deseaba ganar. El método
de Cristo es el mejor para hacer frente a vuestros oponentes. For-
talecemos sus argumentos cuando repetimos lo que ellos dicen.
Manténganse en la afirmativa. Puede ser que el mismo hombre que se les está
oponiendo llevará vuestras palabras a su hogar, y será convertido a la sensible
verdad que ha llegado a su comprensión” (p. 64).

1. En todas las áreas de nuestra vida nuestras palabras pueden lastimar
o bendecir, especialmente a quienes amamos. Al llevar el mensaje de
salvación, ¿qué cuidado debemos tener con nuestras palabras, especial-
mente cuando la otra persona se opone a la verdad?

“El amor debe ser el elemento predominante en nuestro trabajo. Cada ora-
dor, cuando habla a personas que no tienen las mismas creencias que noso-
tros, debe de realizar declaraciones que puedan
severas o consideradas como un juicio. Presenten la
verdad, y dejen que la verdad, el Espíritu Santo de Dios, actúe como un censor, como
un juez; pero que vuestras palabras no mortifiquen ni hieran el alma [...]. No pro-
nuncien ninguna palabra irritante. Guarden para ustedes mismos todos los discur-
sos incisivos que piensan presentar. Sean leales como el acero a los principios, sean
como la serpiente, pero inofensivos como la paloma.
Si no quieren que sus palabras hieran a otros, deben
solo las palabras que están seguros que no serán duras, frías ni severas” (pp. 64, 65).

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2. ¿Por qué es necesario preparar cuidadosamente a los nuevos conversos
antes del bautismo?

“Los candidatos para el bautismo necesitan una preparación más cabal.


ser instruidos más fielmente de lo que generalmente
se los ha instruido. Los de la vida cristiana deben ser
presentados claramente a los recién venidos a la verdad. Nadie puede depender de
su profesión de fe como prueba de que tiene una relación salvadora con Cristo. No
hemos de decir sólo: Yo creo, sino la verdad. Confor-
mándonos a la voluntad de Dios en nuestras palabras, nuestro comportamiento y
carácter, es como probamos nuestra relación con él” (p. 68).

3. ¿Cómo deben los padres y las madres ocuparse de la educación espiri-


tual de sus hijos?

“Las madres necesitan estar constantemente , no sea


que la tentación llegue a los niños en una forma que no la reconozcan. Los padres han de
a sus hijos con instrucciones sabias y placenteras. Como
los mejores amigos de estos seres inexpertos, deben en
la obra de vencer, porque para ellos el ser victoriosos significa todo. Deben considerar
que sus amados hijos que están tratando de hacer lo recto son miembros más jóvenes
de la familia del Señor, y deben sentir intenso interés por ayudarles a andar rectamente
en el camino real de la obediencia. Con amante interés, deben enseñarles día tras día
lo que significa ser hijos de Dios y la voluntad en obe-
diencia a él. que la obediencia a Dios entraña obedien-
cia a los padres. Esta debe ser una obra de cada día y hora. Padres, velen, velen y oren;
y hagan de vuestros hijos vuestros compañeros” (p. 69).

4. ¿ Cómo se debe proceder en la cuidadosa preparación para el bautismo


de los jóvenes, la nueva generación de la iglesia?

“Pero el pastor de la iglesia tiene un deber que cumplir para con estas almas. ¿Siguen
ellos malas costumbres y prácticas? Es deber del pastor
reuniones especiales con ellos. Deles , conver-
se y con ellos, y muéstreles claramente lo que el
Señor requiere de ellos. Léales la enseñanza de la Biblia acerca de la conversión.
Muéstreles cuál es el fruto de la conversión, la evidencia de que aman a Dios.
que la verdadera conversión es un cambio de corazón,
de pensamientos y propósitos. Han de a las malas cos-
tumbres. Han de desechar los pecados de la maledicencia, los celos y la desobedien-
cia. Deben sostener una guerra contra toda característica mala. Entonces el que cree
puede aceptar comprensivamente la promesa: ‘Pedid, y se os dará’ (Mat. 7:7)” (p. 70).

5. Con el fin de llegar a un mayor número de personas y clases sociales, se


ha llevado el evangelio por diversos medios de comunicación como TV,
radio, redes sociales, entre otros. ¿Qué cuidado debe tener el liderazgo

14
de la iglesia, especialmente el ministro, en la predicación de la Palabra
de Dios? ¿Por qué?

“Después que se ha dado la amonestación, después que la verdad ha sido pre-


sentada por medio de las Escrituras, muchas almas serán convencidas. Enton-
ces se necesita mucho cuidado. El agente humano no puede hacer la obra del Es-
píritu Santo; hemos de ser únicamente canales por los cuales el Señor trabaja.
Demasiado a menudo, si una medida de éxito corona el esfuerzo del obrero, se
introduce un de . Pero
no debe haber ; nada debe atribuirse al yo. La
es del Señor y su precioso nombre ha de recibir toda
la gloria. Escóndase el yo en Jesús” (p. 85).

6. Para reflexionar: ¿Qué hacer si después de mucho esfuerzo y trabajo dili-


gente al predicar la Palabra de Dios, la gente no la acepta? ¿Deberíamos
rendirnos? (ver p. 83).

Conclusión
“No existe una bendición mayor de este lado del Cielo que la que se experimenta
al ganar almas para Cristo. El gozo llena el corazón de los obreros que comprenden
que este gran milagro nunca podría haberse obrado por medio de los agentes huma-
nos, sino solo por medio del Ser que amó a las almas hasta la muerte. La presencia
divina está muy cerca de todo verdadero obrero, induciendo a las almas al arrepenti-
miento. Así se forma la hermandad cristiana. El obrero y las personas por quienes él
trabaja, son tocados por el amor de Cristo. El corazón toca el corazón, y la fusión de
alma con alma es como la relación celestial entre los ángeles ministradores” (p. 86).

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6 Fortalecidos para
la misión

“H
ay diferentes clases de trabajo que deben realizarse. Las almas
son preciosas para Dios; edúquenlas, enséñenles, cuando abra-
cen la verdad, a llevar responsabilidades. El que ve el fin desde
el principio, que puede fructificar la semilla, estará con usted en
vuestros esfuerzos” (p. 88).

1. ¿Por qué es importante que se siga educando a los nuevos conversos?

“Los nuevos conversos necesitarán ser instruidos por fieles maestros de la Pala-
bra de Dios, para que en conocimiento y en amor a la
verdad, y hasta la plena estatura de hombres y mujeres
en Cristo Jesús. Deben estar ahora por las influencias
más favorables al crecimiento espiritual” (p. 89).

2. Muchos miembros de iglesia, especialmente jóvenes y nuevos conversos,


se encuentran débiles en la vida espiritual. ¿Por qué sucede? ¿Qué hacer
para ayudarlos?

“Cuando se han realizado las decisiones, las de los


poderes de las tinieblas se de las mentes que han sido
convictas de culpa pero que han resistido la persuasión del Espíritu Santo. Han acep-
tado sus creencias a ciegas, y Satanás obra en esas mentes hasta que se apodera de
ellas una intensa oposición a la verdad y a todos los que la creen [...].
“ con el para ro-
dear a nuestro pueblo y a nuestros jóvenes con un baluarte, para educarlos y prepa-
rarlos. Debemos hacer esto, y debemos hacer avanzar la verdad de Dios a cualquier
costo. Nosotros entendemos algo acerca de esto, pero hay muchos que no compren-
den nada, y por tanto debemos e instruirlos bondado-
samente y con ternura, y si el Espíritu de Dios está con nosotros, sabremos qué es lo
que debemos decir” (pp. 90, 91).

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3. ¿Qué actitudes muestran que el esposo es el vínculo de la familia? ¿Cuál
es su responsabilidad?

“El que formamos se manifestará en la vida del ho-


gar. Si hay armonía en el círculo de la familia, los ángeles de Dios ministrarán en el ho-
gar. Si se dirige la familia con sabiduría, , mansedumbre
y , combinadas con
firmes, entonces pueden tener la seguridad de que el esposo es un vínculo de unión
del hogar. a la familia con cuerdas de santidad y la
a Dios, uniéndose él mismo con los suyos en el altar
de Dios. ¡Cuánta luz refleja una familia como esta!” (p. 93).

4. Familias fuertes, iglesia fuerte. Si en la familia hay severidad, aspereza,


falta de cariño y amor, ¿cuál será el reflejo de ese hogar en la iglesia? Y
si hay unidad en el hogar, ¿qué pasa en la iglesia?

“Cuando quiera se manifieste severidad, aspereza y falta de afecto y amor en el


círculo sagrado del hogar, esos mismos rasgos con toda seguridad contribuirán al
de los y de la direc-
ción de la iglesia. La unidad en el hogar y la en la
manifiestan el modo de ser y la gracia de Cristo más
que los sermones y los argumentos... ¿Está la verdad, la verdad avanzada que hemos
recibido, produciendo en nuestros propios corazones los frutos de paciencia, fe, espe-
ranza y caridad, y de este modo ejerciendo su influencia salvadora sobre las mentes y
manifestando que somos pámpanos de la Vid verdadera debido a que llevamos fruto
abundante?” (p. 93).

5. Los niños son el futuro de la iglesia y la misión. ¿Cómo debe proceder la


iglesia para fortalecer la vida espiritual de esta nueva generación? ¿Por
qué todo este cuidado?

“En toda oportunidad adecuada la historia de


Jesús a los niños. En cada sermón, un pequeño rin-
cón. El siervo de Cristo puede hacerse amigos permanentes de estos pequeñuelos.
No pierda él ninguna oportunidad de a hacerse más
entendidos en el conocimiento de las Escrituras. Esto logrará más de lo que nos da-
mos cuenta para el paso a las tretas de Satanás. Si los
niños llegan a familiarizarse temprano con las verdades de la Palabra de Dios, ello
una barrera contra la impiedad, y podrán hacer frente
al enemigo con las palabras: ‘Escrito está’ ” (pp. 97, 98).

6. Para reflexionar: En Cristo todos somos miembros de una gran familia.


En vista de esto, ¿qué actitudes debemos tener para ayudar a los más
débiles en la fe? (ver p. 100).

17
Conclusión
“El bondadoso interés que manifestamos en el círculo del hogar, las palabras de
simpatía que hablamos a nuestros hermanos y hermanas, nos preparan para trabajar
por los miembros de la casa del Señor, con quienes, si permanecemos leales a Cristo,
viviremos durante la eternidad. Cristo dice: ‘Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la co-
rona de la vida’ (Apoc. 2:10). Puesto que esto es así, ¡con cuánto cuidado deberían los
miembros de la familia del Señor velar por sus hermanos y hermanas! Háganse amigos
de ellos. Si son pobres y necesitan alimento y vestido, atiendan sus necesidades tem-
porales tal como lo hacen con sus necesidades espirituales. En esta forma serán una
doble bendición para ellos” (p. 100).

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7 Firmes en la fe

“E
l Espíritu Santo debe trabajar en el instrumento humano porque en
caso contrario otro poder dominará la mente y el juicio. El conoci-
miento espiritual de Dios y de Cristo, a quien él ha enviado, constituye
la única esperanza del alma. Cada alma debe ser enseñada en Dios,
línea sobre línea y precepto sobre precepto. Esta debe sentir que es responsable
delante de Dios de ocuparse en el servicio por su Maestro, a quien le pertenece y
a quien se le pide que sirva en la obra de salvar a las almas de la muerte” (pp. 101).

1. ¿Cuál es uno de los secretos para mantenernos firmes y fuertes en la fe,


especialmente a los nuevos conversos? ¿Cuál es el trabajo a realizar?

“La persona que se ha convertido genuinamente


para a otros que están en tinieblas. Un alma verdadera-
mente convertida avanzará por fe para salvar a otra y luego a otra más. Los que hacen esto
son instrumentos de Dios, son sus hijos y sus hijas. Forman parte de su gran empresa, y su
trabajo consiste en la
que Satanás y sus agentes han hecho en la ley de Dios al pisotear el día de reposo verda-
dero y al poner en su lugar un día de reposo espurio” (pp. 101, 102).

2. Vivimos en una época en la que cada uno dice lo que quiere y defiende
ideas que dice que están en consonancia con la voluntad de Dios. ¿Por
qué es tan importante estar alerta?

“ puede hábilmen-
te el juego de la vida con muchas almas, y trabaja en una forma solapada y engañosa
para arruinar la fe de la gente en Dios y para desanimarla... Trabaja hoy como lo hizo
en el Cielo, para al pueblo de Dios en la etapa final
misma de la historia de este mundo. Procura crear disensión y hacer surgir contiendas
y discusiones, y trata de si es posible, los pilares anti-
guos de la verdad dados por Dios a su pueblo. Procura hacer aparecer a Dios como si
se contradijera a sí mismo” (p. 105).

19
3. A
 nte tantas enseñanzas erróneas en nuestros días y tantas influencias
negativas, ¿de qué deben estar conscientes los jóvenes de la iglesia?
¿Qué necesitan aprender?

“A nuestro alrededor abundan las


, la falsa piedad, y la fe apócrifa. Vendrán maestros vestidos como ánge-
les de luz, y si es posible engañarán a los mismos escogidos. Los jóvenes ne-
cesitan aprender lo que puedan acerca de la
si no quieren ser engañados por la cadena de fal-
sedad que Satanás forjará. Necesitan a la luz de la
justicia de Cristo. Necesitan estar arraigados y fundados en la verdad con el fin de
impartir a otros la luz que reciban” (p. 108).

4. ¿Qué cuidado debemos tener al instruir a los pequeños, los jóvenes y


los nuevos conversos para que no abandonen la fe?

“Hay que preocuparse cuidadosamente de la educación de los recién con-


vertidos. No hay que dejarlos abandonados a sí mismos porque pueden ser des-
carriados por enseñanzas falsas, y porque pueden ir por sendas erradas. Estén
en guardia los centinelas, para que las almas no
sean engañadas por suaves palabras, por discursos hermosos y por sofisterías.
fielmente todo lo que Cristo ha ordenado. Cada per-
sona que recibe a Cristo debe ser a obrar como una
parte en la gran obra que debe realizarse en nuestro mundo” (p. 110).

5. L
 a apostasía en la iglesia es un hecho, especialmente entre los jóve-
nes y los nuevos conversos. Es importante no desistir y llevarlos a la
reconversión. Cuando hay un verdadero arrepentimiento, ¿qué paso
se debe dar?

“El Señor pide una reforma decidida. Y cuando un alma en verdad se ha convertido
de nuevo, debe ser .
ella su pacto con Dios, y Dios renovará su pacto con ella... La reconversión debe
ocurrir entre los miembros, para que, como testigos de Dios, puedan testificar del
poder y autoridad de la verdad que santifica el alma” (p. 116).

6. P
 ara reflexionar: Al final de la historia de este mundo, ¿qué pasará con
la iglesia? ¿Qué hacer para no ser engañado? (pp. 105, 106).

20
Conclusión
“La iglesia necesita despertar a una comprensión de los sutiles poderes de los
agentes satánicos, a los cuales debe hacer frente. Si se mantienen vestidos con la ar-
madura completa, serán capaces de vencer a todos los adversarios que los enfrenten,
algunos de los cuales no se manifiestan todavía [...]. Hombres y mujeres se han confe-
derado para oponerse al Señor Dios del Cielo, y la iglesia está despierta solo a medias
para hacer frente a la situación. Se necesita mucho más oración, mucho más esfuerzo
ferviente entre los profesos creyentes” (p. 107).

21
ci
Le c ó n

8 Yo voy con mi familia

“C
uando se pronuncia un discurso, se siembra simiente preciosa.
Pero si no se hace un esfuerzo personal para cultivar el terreno, la
semilla no se arraiga. A menos que el corazón sea ablandado y sub-
yugado por el Espíritu de Dios, se pierde gran parte del discurso.
Observen en la congregación a esas personas que parecen interesarse, y háblenles
después de la reunión. Unas pocas palabras habladas en privado a menudo harán
más bien que todo lo que ha hecho el discurso. Averigüen cómo apelan los temas
presentados a los oyentes, y si el asunto es claro para sus mentes. Con bondad
y cortesía, muestren que tienen un verdadero interés en ellos y cuidado por sus
almas” (p. 123).

1. El trabajo personal es fundamental para ganar almas. ¿Cómo proceder con
aquellos que no aceptan la invitación de asistir a las reuniones públicas?

“Si no vienen a la fiesta del evangelio a la cual los invita el llamado de Cristo, los
mensajeros de Dios acomodarse a las circunstancias
y llevarles el mensaje por medio de una labor de en
, extendiendo así su ministerio por los caminos y los
vallados para dar el último mensaje al mundo” (p. 126).

2. Cuando una familia se involucra en la obra de salvar a otras familias,


también está trabajando por su propia salvación. ¿Cómo llevar a cabo
este trabajo?

“Nuestros hermanos deben ir siempre de , y enton-


ces cantidad de personas puede alistarse para ocuparse
en la obra de visitar y buscar a las familias interesadas, haciendo esfuerzos personales.
“Vigilen el rastro de las almas. tacto y habilidad
cuando visitan a las familias. con ellas y por ellas.
la verdad con gran ternura y amor, y seguramente ten-
drán recompensas. Si el ministro y su esposa pueden ocuparse juntamente en esta
obra, debieran hacerlo” (p. 129).

22
3. ¿Cómo pueden los jóvenes ayudar a compartir la palabra del Señor
cuando no tienen el talento para predicar?

“Puede ser que nunca lleguen a ser capaces de presentar la verdad des-
de el púlpito, pero ellos podrían ir de en
, y señalar a la gente el Cordero de Dios que quita el
pecado del mundo. El polvo y la basura del error han enterrado las preciosas joyas
de la verdad; pero los obreros del Señor descubrir es-
tos tesoros, de manera que muchos los miren con deleite y asombro. Hay una gran
de trabajo, adaptado a diferentes mentes y a capacida-
des variadas” (p. 134).

4. ¿Qué hacer cuando nos encontramos con personas que aparentemente


están preparadas para desafiar las verdades que presentamos?

“Cuando se encuentran con personas que, como Natanael, tienen pre-


juicios contra la verdad, presenten con
y con mucha fuerza vuestros puntos de vista pe-
culiares. Al principio con ellos de temas acer-
ca de los cuales tienen unanimidad. con ellos en
, y con fe humilde presenten sus peticiones al Trono
de la gracia. Tanto ustedes como ellos alcanzarán una relación aún más estrecha con
el Cielo, el prejuicio se debilitará y será más fácil alcanzar el corazón” (p. 135).

5. Cuando llegue el fin de los tiempos, ¿qué pasará con las ovejas que se
han descarriado?

“Cuando realmente se desate la tormenta de la persecución sobre nosotros, las


verdaderas ovejas la voz del verdadero pastor. Se rea-
lizarán esfuerzos abnegados para salvar a los perdidos, y muchos que se han desca-
rriado del redil de nuevo a seguir al gran Pastor. Los
hijos de Dios avanzarán y presentarán al enemigo un
frente unido” (p. 143).

6. Para reflexionar: Hoy más que nunca vivimos momentos difíciles en to-
dos los ámbitos de la vida: hogares destruidos, violencia, abandono,
desamor, muerte, desastres naturales, injusticia, entre otros. En medio
de este caos Dios tiene un llamado para ti y tu familia. ¿Cuál es tu res-
puesta? ¿Cuál es nuestro deber? (ver pp. 149-151).

23
YO VOY...

Conclusión
“Ahora, cuando el fin de las cosas terrenales se acerca rápidamente, Satanás rea-
liza esfuerzos desesperados para entrampar al mundo. Inventa muchos planes para
ocupar las mentes y apartar la atención de las verdades esenciales para la salvación”
(p. 151).
“Nuestro santo y seña debe ser: ¡Adelante, siempre adelante! Los ángeles de Dios
irán delante de nosotros para prepararnos el camino. No podemos deponer nuestra
preocupación por las regiones lejanas antes de que toda la Tierra esté iluminada por
la gloria del Señor” (p. 152).

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