Sesion 8 Los Interdictos Posesorios

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Asignatura: Derecho Procesal II y Prácticas Forenses

Unidad : Los Juicios sobre la Propiedad y Posesión


Tema 6: Los Interdictos Posesorios

Sesión 8

Los Interdictos Posesorios

1. Posesión

Para Álvarez (2000), la posesión designa el poder de hecho que alguien tiene sobre una cosa
corporal, con ánimo de tenerla para sí. Por su parte, Sánchez (2001), señala que la posesión es

“el poder de hecho que una persona ejerce sobre un bien, mediante la tenencia efectiva del
mismo con la intención de tenerlo como propio.” Tal definición envuelve:

1. La posesión es un estado de hecho, es decir, es una relación fáctica

2. La persona tiene la cosa en su poder de manera exclusiva

3. Como manifestación de este poder, quien retiene la cosa, realiza sobre ella un
conjunto de actos materiales que generalmente se refieren a su aprovechamiento

4. Puede tener origen en un derecho real, personal o carecer de fundamento, como


cuando se deriva de la simple ocupación.

Los elementos de la posesión son el corpus y el animus. El corpus, constituye el elemento


material de la posesión, relacionado con el poder físico entre el poseedor y la cosa y, el
animus, es el elemento intelectual de la posesión, es decir, la intención que debe animar al
poseedor a tener la cosa como suya propia.

En el Código de Procedimiento Civil se señala en el artículo 771 que la posesión viene a ser así

“la tenencia de una cosa, o el goce de un derecho que ejercemos por nosotros mismos o por
medio de otra persona que detiene la cosa o ejerce el derecho en nuestro nombre”, siendo
legítima, como versa en el artículo 772, cuando es “continua, no interrumpida, pacífica,
pública, no equívoca y con intención de tener la cosa como suya propia”.

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2. Los Interdictos

Para Sánchez (2001) el interdicto es el medio procesal a través del cual se garantiza la defensa
de la posesión legítima que se ejerce sobre las cosas, mediante un procedimiento breve,
frente al despojo, la perturbación, o la amenaza de obra nueva o vetusta.

Para Núñez (1988), por su parte, constituye un procedimiento especial mediante el cual el
poseedor de un bien o de un derecho solicita del Estado se le proteja el derecho posesorio
ante un despojo, una perturbación o un daño posible que se desprenda de una obra nueva o
vieja que la perjudique y, a tal fin, se tomen las medidas precautelativas necesarias, hasta la
conclusión del procedimiento.

3. Naturaleza Jurídica

La acción interdictal, según señala Álvarez (2000), es una acción posesoria que se configura
como una medida cautelar, que está dirigida a evitar los conflictos y mantener la paz social.
Se discute sólo posesión, es decir, poder de hecho, que genera consecuencias jurídicas, entre
las que se encuentra precisamente, la protección de una situación que debe estar
caracterizada por la tenencia de una cosa, o el goce de un derecho en forma continua y
estable.

Para Duque, citado por Sánchez (2001), las acciones interdictales -en general- son acciones
posesorias, no petitorias, ya que las mismas “…no discuten la propiedad sino la posesión. Por
otra parte, la querella mediante la cual se la ejerce, es una medida cautelar que tiene por fin
mantener la paz social, mediante la tutela del Estado, con lo cual en este proceso entran en
juego dos intereses: el público y el privado”

4. Clases

Como interdictos posesorios se consagra, según Sánchez (2001, p.334):

a. Interdictos de amparo o por perturbación: el Artículo 782 del Código Civil señala:

“Quien encontrándose por más de un año en la posesión legítima de un inmueble, de


un derecho real, o de una universalidad de muebles, es perturbado en ella, dentro del
año, a contar desde la perturbación, pedir que se le mantenga en dicha posesión”

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b. Interdictos de restitución o por despojo: el Artículo 783 del Código Civil dice: “Quien
haya sido despojado de la posesión, cualquiera que ella sea, de una cosa muebles o
inmueble, puede dentro del año del despojo, pedir contra el actor de él, aunque
fuere el propietario, que se le restituya en posesión”

Y, como interdictos prohibitivos se consagran:

a. Interdicto de obra nueva: el Artículo 785 del Código Civil declara: “Quien tenga razón
para temer que una obra nueva emprendida por otro, sea en su propio suelo, sea en
suelo ajeno, causa perjuicio a un inmueble, a un derecho real o a otro poseído por él,
puede denunciar al juez la obra nueva, con tal que no esté terminada y de que no
haya transcurrido un año desde su inicio”

b. Interdictos de daño temido o de obre vetusta: el Artículo 786 del Código Civil
especifica: “Quien tuviere motivo racional para temer que un edificio, un árbol o
cualquier otro objeto amenace con daño próximo un predio u otro objeto poseído
por él, tendrá derecho a denunciarlo al Juez y de obtener según las circunstancias,
que se tomen las medidas conducentes a evitar el peligro, o que se intime al
interesado la obligación de dar caución por los daños posibles”

5. Tribunal competente para el conocimiento de los interdictos

Esta competencia la regulan dos artículos del Código de Procedimiento Civil, los 697 y 698:

Artículo 697:

“El conocimiento de los interdictos corresponde exclusivamente a la jurisdicción civil


ordinaria salvo lo dispuesto en leyes especiales.”

Artículo 698:

“Es Juez competente para conocer de los interdictos el que ejerza la jurisdicción
ordinaria en Primera Instancia en el lugar donde esté situada la cosa objeto de ellos;
respecto de la posesión hereditaria lo es el de la jurisdicción del lugar donde se
haya abierto la sucesión.”

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El primero de ellos, consagra a favor de la competencia en materia civil la exclusividad para
conocer de las acciones interdictales. Esto quiere decir, que las acciones interdictales no
pueden ser sino civiles. Aunque como luego se creó la competencia agraria, si se tratara de
predios rústicos o rulares, la competencia es para los Jueces de Primera Instancia Agrarios, esto
es posible gracias a que el artículo prevé la salvedad de “salvo lo dispuesto en leyes
especiales” y, esta salvedad la encontramos en la Ley Orgánica de Tribunales y
Procedimientos Agrarios.

Por su parte el segundo artículo, consagra la competencia a los Jueces de Primera Instancia
Civil independientemente de la cuantía que se estime en la querella interdictal, pero además,
señala la competencia por el territorio, será competente el Juzgado del lugar donde se
encuentre el bien. En el caso de que se trate de bienes muebles, la competencia por el
territorio será en el lugar del domicilio del poseedor.

6. Procedimiento Interdictal

Los interdictos encuentran tres procedimientos distintos regulados en el Capítulo II del Título III
del Libro Cuarto del Código de Procedimiento Civil. En la sección 2da se encuentran los
procedimientos relativos a los interdictos posesorios propiamente dichos, esto es, el interdicto
restitutorio (Art. 699) y el interdicto de amparo (Art. 700), que luego de la parte sumaria, ambos
siguen un procedimiento común a partir de la citación del querellado (Art. 701 y ss)

Una característica común a todos los procedimientos interdictales es la existencia de una fase
sumaria en la que el Juez dicta providencia sólo con vistas a los elementos de prueba que le
presente el querellante junto con la querella, diferenciándose de los interdictos prohibitivos en
que éstos, una vez dictada la sentencia por el Juez, no se abre el contradictorio probatorio
que sí está prevista en los posesorios.

a. Querella Interdictal

No se señala en ninguna de las normas de los interdictos, cuáles deben ser los requisitos de
forma de la querella interdictal, es por esto que, como no puede ser a criterio del querellante,
debe cumplirse los requisitos del artículo 340 Código de Procedimiento Civil.

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b. Interdicto de Amparo:

El artículo 782 del Código Civil dice:

“Quien encontrándose por más de un año en la posesión legítima de un inmueble,


de un derecho real, o de una universalidad de muebles, es perturbado en ella,
dentro del año, a contar desde la perturbación, pedir que se le mantenga en
dicha posesión.

El poseedor precario puede intentar esta acción en nombre y en interés del que
posee, a quien es facultativo intervenir en el juicio.

En caso de una posesión por menor tiempo, el poseedor no tiene esta acción sino
contra el no poseedor o contra quien lo fuere por un tiempo más breve”.

Requisitos de Procedencia:

Se deducen de la norma antes transcrita:

- Que la posesión sea mayor a un año.

- Que la posesión sea legítima, es decir, que se cumplan los requisitos del artículo
772 del Código Civil.

- Que se trate de posesión de un inmueble, de un derecho real, o de una


universalidad de muebles, quedando fuera de estas acciones los bienes
muebles y los derechos personales. La universalidad de muebles, para Borjas
citado por Sánchez (2001), debe entenderse como universalidad de derechos,
como

“conjunto de bienes muebles que compongan una herencia, o la cuota parte


de una sucesión, o el activo puramente mueble de una comunidad o de una
sociedad” (p.340). También, puede tratarse de una biblioteca o muebles de
una casa.

Resulta improcedente la acción interdictal cuando:

a. sea contra la República


b. sea contra medias judiciales y,

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c. no proceden los interdictos cuando existan relaciones contractuales.

- Que la posesión sea perturbada, es decir, que haya una perturbación material o
civil que redunden en la alteración, lesión o menoscabo de la posesión colidiendo
con ella o menoscabándola. Requiere también que la perturbación sea intencional
para desconocer la posesión

- Que la acción se intente dentro del año siguiente a la perturbación.

- Que la ejerza el poseedor legítimo, que es el legitimado activo, este es el que


ejerce la posesión de la cosa como si fuera suya propia. Aunque esta acción la
puede ejercer también el poseedor precario, pero siempre en nombre e interés de
quien posee.

- Que se intente contra el ejecutante de los actos de perturbación, que es el


legitimado pasivo.

c. Fase Sumaria y Prueba requerida

Tratándose del interdicto de amparo, señala Sánchez (2001), tiene por finalidad la protección
de la posesión de la cosa contra los actos que perturban la misma al poseedor legítimo, si bien
el artículo 700 del Código de Procedimiento Civil exige al querellante sólo la demostración de
la ocurrencia de la perturbación, lo que pareciera indicar que es ese hecho el fundamento de
la pretensión de los hechos en la querella y que es ese hecho el fundamento de la pretensión,
no creemos que la querella así explanada baste por sí sola para que en una sentencia
definitiva en el procedimiento interdictal la declare procedente.

Debe alegar el querellante las características de su posesión legítima, alegar el año


de posesión, pues estos constituyen presupuestos de procedencia de la acción
interdictal de amparo posesorio; por ello, se hace necesario, que además de la
explanación de los hechos en que consiste la perturbación, se haga la narrativa de
los hechos en que se basa la posesión que se dice perturbada y los elementos de
hecho que determinan la legitimidad de tal posesión, pues será de la existencia de
este tipo de posesión que podrá derivarse a favor del querellante la cualidad par
interponer de amparo. Tal contenido se hace necesario a los fines de que el

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querellado pueda formular los alegatos de fondo que resulten procedentes contra
la posesión alegada y de que el sentenciador pueda decidir si tal posesión se hace
acreedora de la protección solicitada; esa relación estará referida a las descripción
del objeto de la querella, los hechos que determinan el hecho posesorio, los hechos
materiales ejecutados por el querellante que califiquen su posesión como legítima,
los hechos que constituyan perturbación. (p.343)

d. Examen de la querella. Admisión. Decreto de Amparo Provisional

Corresponde al Juez analizar la querella y las pruebas presentadas para comprobar los hechos
constitutivos de la perturbación para determinar:

1. ¿Cuáles son los alegatos del querellante?

2. ¿Cuáles son las pruebas producidas por el querellante en apoyo de la querella?

3. ¿Cuál es la acción esgrimida por el querellante?

4. La correspondencia entre alegatos, hechos y la acción esgrimida.

5. La correspondencia entre los hechos alegados y pruebas producidas.

De la determinación de los hechos alegados y demostrados por el querellante, así como de la


correspondencia entre los alegatos, pruebas y la acción propuesta, dependerá el
pronunciamiento del Juez. Puede ser que los hechos no correspondan con amparo, entonces
le corresponde al Juez la calificación jurídica de los hechos.

Si se cumplen los requisitos de la querella el juez la admitirá, en caso contrario, desestimará la


demanda.

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