TEMA 10 - Estudios Especiales
TEMA 10 - Estudios Especiales
TEMA 10 - Estudios Especiales
1. El sistema endocrino
El sistema endocrino está formado por un conjunto de glándulas que liberan una serie de mensajeros químicos a la sangre para la comunicación
y control del organismo. Junto con el sistema nervioso, conforman el mecanismo por el cual el organismo controla e integra la función de los
distintos tejidos y órganos.
Los mediadores químicos sintetizados y liberados a la sangre por el sistema endocrino se denominan hormonas. En general, sus funciones son:
• Mantener la homeostasia.
• Iniciar, mediar y regular los procesos de crecimiento, desarrollo, maduración, reproducción y envejecimiento.
La sangre se encarga de transportar las hormonas hasta otro lugar diferente en el que se encuentran las células sobre las que tienen un efecto.
Esas células se llaman células diana. La hormona transmite su mensaje porque se acopla a unos receptores específicos situados en la membrana
o en el interior de las células diana, lo cual permite una gran especificidad de la acción hormonal.
Para la síntesis hormonal, las células endocrinas específicas (que normalmente se agrupan en glándulas), perciben una alteración y responden
secretando pequeñas cantidades de hormonas o sus precursores (prohormonas, que se transformarán en hormonas). Éstas llegan a su célula
diana y actúan sobre ella. El resultado es que la célula diana responde oponiéndose al cambio que provocó la secreción hormonal, de forma que
el organismo vuelve a su estado inicial.
En condiciones normales, existe un equilibrio hormonal en el organismo: el grado de secreción y el grado de metabolismo o inactivación de las
hormonas está regulado perfectamente, aunque pueden aparecer alteraciones ocasionales influidas por circunstancias ambientales que afectan
al individuo.
Las hormonas se encuentran en sangre en concentraciones muy bajas, por lo que se requieren técnicas con una gran sensibilidad para
detectarlas.
2. Las hormonas
• Proteínas o péptidos: por ejemplo, las hormonas hipofisarias. La mayoría de las hormonas son de este tipo, y suelen
sintetizare en forma de prohormona (sin acción biológica).
• Aminoácidos o derivados: por ejemplo, hormonas tiroideas.
• Esteroideas: las hormonas de la corteza suprarrenal y las de las gónadas, que derivan del colesterol. Lo más importante de estas
hormonas esteroideas es su capacidad para atravesar membranas.
• Reconocimiento de la hormona y el receptor: tiene lugar cuando la hormona se une a su receptor específico de la
célula diana. Existen dos tipos de receptores:
• Receptores de membrana: se encuentran en la superficie de la membrana celular. Se unen a hormonas
proteicas y derivadas de aminoácidos, que no pueden atravesar la membrana plasmática.
• Receptores intracelulares: se encuentran en el citoplasma de la célula o en el núcleo de la célula diana. A ellos
se unen las hormonas esteroideas y tiroideas, respectivamente.
• Generación de la señal intracelular:
• Cuando una hormona se une a un receptor de membrana, los receptores de membrana interactúan con unas
proteínas llamadas proteínas G, que se encargan de activar a un segundo mensajero. Este segundo mensajero
puede ser AMP cíclico (AMPc) o el ion calcio, que provocan una serie de reacciones para dar comienzo a
cambios en el metabolismo celular. Se llama periodo latente al periodo que tarda una hormona en mostrar
su acción, y puede ser de horas o días.
• Cuando se produce la asociación entre la hormona y el recetor citoplasmático o del núcleo, el complejo
formado interacciona con moléculas de ADN, generalmente activando un gen determinado e incrementado
la síntesis de la proteína correspondiente.
• Resultado de la acción hormonal: tiene que aumentar o disminuir uno o más procesos celulares (reacciones
enzimáticas, movimientos iónicos…). En general, las hormonas promueven la homeostasis, por eso lo más frecuente es
que se autorregulen mediante mecanismos de feedback negativo o retroalimentación negativa. Su acción no llega a ser
excesiva porque está limitada por un efecto contrario desencadenado por las mismas hormonas.
• Sobre células diana aisladas, siendo transportadas por la circulación sanguínea a los diversos tejidos donde actuarán:
función endocrina.
• Sobre células diana que se encuentran en el mismo lugar, mediante la simple difusión a través del líquido intersticial
que las separa: función paracrina.
• Retrógradamente sobre las mismas células de origen, para modular su propia secreción u otros procesos
intracelulares: función autocrina.
• Mediante un sistema híbrido de transmisión de señales, en el cual la señal hormonal tiene su origen en una neurona
y, tras el transporte axonal a la circulación sanguínea, es llevada a una célula diana lejana: función neurocrina.
• Control nervioso: de forma general, podemos decir que el sistema nervioso controla el sistema endocrino. Esta
regulación se puede deber a:
• Impulsos nerviosos directos, como ocurre en la médula suprarrenal (a través del SN simpático) o en la
neurohipófisis (ADH y oxitocina).
• Por sustancias químicas producidas en el SN. El ejemplo más claro es la adenohipófisis que es controlada por
el hipotálamo.
• Control por otras glándulas endocrinas: la hipófisis anterior regula la producción de hormonas de muchas glándulas
endocrinas, como, por ejemplo, la TSH, que regula la T3 y T4.
• Control por la concentración en la sangre de sustancias metabólicas:
• El mecanismo de regulación dominante es la retroalimentación negativa o feedback negativo. Éste consiste
en que, si la hormona A actúa elevando la concentración plasmática del sustrato B, un descenso de B
estimulará la secreción de la hormona A; mientras que un aumento del sustrato B suprimirá dicha secreción.
Es decir, las condiciones fisiológicas que requieren la acción de una hormona también estimulan su liberación
y las condiciones o los productos resultantes de la acción previa de la hormona, suprimen su liberación. Esta
asociación homeostática puede existir entre una hormona y uno o más sustratos, otras hormonas o incluso
factores químicos.
• En algunas ocasiones la secreción hormonal se regula mediante retroalimentación positiva, de forma que el sustrato u
hormona final estimula la síntesis de la hormona inicial y ocasiona un incremento de su propia producción. Un ejemplo es
la oxitocina.
Es importante saber que existen pautas de liberación hormonal dirigidas por ritmos
diurnos, fases del sueño, variaciones estacionales y fases del desarrollo. Además, el
dolor, las emociones, las lesiones, etc., pueden desencadenar la liberación de
hormonas.
2.4. Pruebas diagnósticas en endocrinología.
Debido a la complejidad del funcionamiento del sistema endocrino, la investigación analítica en endocrinología comprende un gran número de
determinaciones, ya que, para interpretar los valores hormonales, debe tenerse en cuenta la secreción pulsátil de algunas hormonas como LH o
testosterona; así como las hormonas con ritmo circadiano, es decir, con variaciones diarias en su secreción, como la hormona de crecimiento,
el cortisol, etc. En estos casos, una determinación aislada no reflejará fielmente el estado endocrino, siendo más representativa la medida de la
excreción urinaria de la hormona o sus metabolitos; o bien, la realización de pruebas funcionales. En estas pruebas es muy importante
considerar:
• Edad, sexo y patología del paciente, para una correcta interpretación de los resultados.
• Preparación correcta del paciente, para que esté en situación basal o no, según el tipo de prueba
• Manejo escrupuloso de la muestra, que suele ser suero y va en tubo sin aditivos. Si la muestra es orina, debe ser de
24 horas y generalmente hay que centrifugarla.
Las pruebas hormonales pueden ser de diversos tipos:
• Medida de las concentraciones plasmáticas o en suero de hormonas: con métodos de inmunoanálisis, ya que ofrece
una alta sensibilidad.
• Cuantificación de la excreción urinaria de la hormona o sus metabolitos.
• Medida de anticuerpos circulantes que interfieren la acción hormonal o lesionan la glándula en estudio: son
estudios de autoanticuerpos.
• Determinación de la tasa de producción y secreción hormonal: se basan en el uso de hormonas marcadas con
isótopos radiactivos, pero debido a su coste y complejidad se realizan en casos aislados.
• Pruebas funcionales dinámicas, de estimulación o supresión:
• Las pruebas de estimulación ayudan al diagnóstico de casos con niveles hormonales plasmáticos bajos
(hipofunción).
• Las pruebas de supresión ayudan a la evaluación de las hiperfunciones.
• Estudio de los receptores tisulares de una hormona: en biopsias o en cultivos celulares.
Cuando hablamos de órganos y tejidos secretores de hormonas hemos de distinguir tres niveles:
• El hipotálamo.
• La hipófisis.
• Las glándulas periféricas.
El hipotálamo es una zona del SNC que regula la función endocrina. Por medio de diferentes sustancias, puede actuar sobre la hipófisis, que es
una glándula endocrina situada justo debajo de él, produciendo la estimulación o la inhibición de la síntesis de una determinada hormona. A su
vez, esa hormona hipofisaria estimula una glándula endocrina situada en una determinada parte del organismo. Esa glándula produce una
hormona, que irá al tejido definitivo donde se encuentra su célula diana. El eje se autorregula porque un exceso de producción de esa hormona
periférica inhibe la síntesis de hormonas por el hipotálamo o por la hipófisis, con lo que deja de estimularse a la glándula periférica.
3.1. Hipotálamo
El mantenimiento de la actividad del organismo está mediado por el sistema endocrino en colaboración con el sistema nervioso vegetativo, y la
coordinación de ambos sistemas la realiza el hipotálamo. El hipotálamo está comunicado, por una parte, con el lóbulo anterior de la hipófisis o
adenohipófisis; y, por otra, con el lóbulo posterior de la hipófisis o neurohipófisis, transportando hormonas como la ADH y la oxitocina. El
hipotálamo produce:
• Hormonas: ADH y oxitocina. Estas hormonas son transportadas mediante axones a la zona posterior de la hipófisis,
llamada neurohipófisis, donde se almacenan. Se liberarán a la sangre desde la neurohipófisis, para su efecto sobre
las células diana.
• ADH, vasopresina u hormona antidiurética: actúa en los riñones. Vista en la UT 9.
• Oxitocina: Estimula el músculo uterino para su contracción en el parto y promueve la liberación de leche de
la glándula mamaria durante la lactancia.
• Factores u hormonas liberadoras: salen del hipotálamo a un conjunto de vasos llamados sistema venoso porta,
llegando a la hipófisis anterior o adenohipófisis. Estos factores regulan la síntesis de hormonas hipofisarias. Los
principales son:
FACTOR LIBERADOR HORMONA HIPOFISARIA GLÁNDULA PERIFÉRICA
3.2. Hipófisis
Se divide en dos partes: el lóbulo posterior o neurohipófisis y el lóbulo anterior o adenohipófisis. Estos lóbulos están relacionados
anatómicamente, pero tienen un origen embrionario distinto y sus funciones también son distintas.
• La tirotropina (TSH): sus células diana son las del tiroides. Su función es estimular la síntesis hormonal en esta
glándula.
• La corticotropina u hormona estimulante de la corteza adrenal (ACTH): sus células diana se encuentran en la corteza
suprarrenal. Su función es estimular la síntesis hormonal en esta glándula.
• Las gonadotropinas: hormona estimulante del folículo o folitropina (FSH) y hormona luteinizante o lutropina (LH).
Actúan sobre las gónadas, estimulando la síntesis hormonal en estas glándulas.
• La prolactina: es la hormona encargada del inicio y del mantenimiento de la lactancia, ya que estimula la producción
de leche en la glándula mamaria.
• La somatotropina (GH): estimula la síntesis de proteínas y favorece la captación de glucosa por el músculo, además
de promover el crecimiento de los tejidos y huesos. Sus células diana son todas las del organismo, y su concentración
varía según la edad del paciente.
El tiroides, histológicamente, está formado por folículos, constituidos por una sola fila de células que rodean una cavidad llena de coloide, rico
en una proteína llamada tiroglobulina.
Su función es la formación y el almacenamiento de tres hormonas: dos de ellas controladoras del metabolismo, la tiroxina (T4) y la
triyodotironina (T3); y la tercera, la calcitonina, que interviene en el metabolismo del calcio (es una hormona hipocalcemiante cuya función se
vio con detalle en la UT 9).
La célula del folículo tiroideo posee una bomba encargada de la captación de yodo. El yodo se une a la tirosina, que es uno de los aminoácidos
presentes en la tiroglobulina de los folículos (mediante la proteólisis previa de la misma). Según el número de átomos de yodo unidos, se forma
mono o diyodotironina, que al unirse entre sí forman:
• Triyodotironina (T3).
• Sobre las membranas celulares: aumento del transporte iónico, de glucosa y de aminoácidos.
• Sobre el citoplasma: aumento de la síntesis de proteínas.
• Sobre el núcleo: aumento de la síntesis de ARNm.
•Sobre las mitocondrias: mayor consumo de oxígeno y generación de calor.
En consecuencia, aumentan el metabolismo de todos los principios inmediatos, influyen en el crecimiento y maduración de tejidos, aumentan
la presión sanguínea, etc. Este aumento del metabolismo energético afecta a la degradación de carbohidratos y grasas, y estimula la síntesis de
proteínas. Por otro lado, también intervienen en el desarrollo del organismo y son imprescindibles para el crecimiento normal en estatura.
• Una secreción insuficiente de hormonas tiroideas se llama hipotiroidismo, que puede ser:
• Primario: el origen del problema está en la propia glándula tiroides.
• Secundario: tiene causa hipofisaria.
•Terciario: tiene causa hipotalámica.
La característica más llamativa del hipotiroidismo es el enlentecimiento del metabolismo originando disminución de la producción de calor. Una
secreción excesiva de hormonas tiroideas se llama hipertiroidismo o tirotoxicosis. La causa puede ser primaria, secundaria o terciaria. Produce
un aumento del metabolismo.
PATOLOGÍA ORIGEN T3 Y T4 TSH TRH
HIPERTIROIDISMO: primario: como la T3 y T4 estan altas va a disminuir la producción de TSH porque va a inhibir esta producción (sino produciría
aun mas cantidad de T3 y T4).
Un aumento generalizado del tamaño de la glándula se llama bocio, que puede coexistir con hipo, híper o eutiroidismo.
• Determinación basal de TSH en suero: la prueba de la TSH informa acerca del nivel de secreción hipofisario y, en
consecuencia, del estado de la glándula:
o Si los niveles de TSH son normales, el diagnóstico es el de eutiroidismo.
o Si los niveles de TSH son elevados, se sospecha hipotiroidismo. En este caso la prueba de la T4 libre dará la confirmación en
caso de ser baja, mientras que, si es normal, habrá que investigar los anticuerpos antimicrosomales en busca de patología
autoinmune.
o Si los niveles de TSH son bajos, se plantea el estudio de un posible hipertiroidismo, que se puede confirmar al
realizar la prueba de la T4 y obtener valores elevados. Sin embargo, si en este caso los niveles de T4 son normales,
se impone realizar una medida de T3 que, si está elevada, confirmará el hipertiroidismo; y si es normal orientará
hacia eutiroidismo.
• Test de estimulación con TRH: se inyecta TRH por vía intravenosa y se mide la concentración de TSH. En situaciones normales, la TSH
alcanza un pico a los 20- 45 minutos, y luego cae rápidamente. En hipertiroidismo, la respuesta de la TSH está disminuida.
5. Glándulas paratiroides
Las glándulas paratiroides son cuatro estructuras del tamaño de un grano de trigo situadas en la cara posterior de la glándula tiroides. En ellas se
sintetiza la hormona parathormona (PTH), una hormona hipercalcemiante cuya función es regular el metabolismo de calcio-fosfato.
Sus alteraciones son el hipoparatiroidismo (déficit de parathormona, que causa hipocalcemia e hiperfosfatemia) y el hiperparatiroidismo (exceso
de parathormona, que causa hipercalcemia).
6. Glándulas adrenales.
Las glándulas adrenales son dos formaciones de tipo piramidal unidas laxamente al polo superior de cada uno de los riñones. Están formadas
por dos partes de distinto origen embrionario, por lo que son funcional y estructuralmente distintas: la médula y la corteza adrenal.
6.1. Corteza
• La capa más externa de dicha corteza es la glomerular, dedicada a sintetizar mineralocorticoides, siendo el más
importante la aldosterona (vista en la UT 9).
•La capa intermedia es la fasciculada, y en ella se sintetizan los glucocorticoides: cortisol, cortisona y corticosterona.
•La capa más interna es la reticular, dedicada a fabricar andrógenos (la dehidroepiandrosterona y la androstendiona), que
producen virilización y un aumento del anabolismo proteico.
Todas son hormonas de estructura esteroide, derivadas del colesterol, de ahí que la corteza suprarrenal tenga muchos receptores para LDL.
6.2. Médula
La médula sintetiza adrenalina y noradrenalina, las llamadas catecolaminas. Su síntesis se estimula por el Sistema Nervioso Vegetativo
Simpático. Tienen un mecanismo de actuación típico de las hormonas, pero la noradrenalina es, además, un neurotransmisor del Sistema
Simpático sobre los órganos efectores.
6.3. Glucocorticoides
La zona fasciculada de la corteza adrenal produce los glucocorticoides, sustancias con estructura química de esteroides, que intervienen en el
metabolismo de la glucosa y en la inhibición de las reacciones inflamatorias. Una de las sustancias más activas de este grupo es el cortisol, con
un intenso efecto catabolizante (degradación de proteínas), que se relaciona con la formación de glucosa a partir de aminoácidos
(gluconeogénesis). Otros glucocorticoides son la cortisona y la corticosterona, entre cuyas funciones está la inhibición de las inflamaciones.
La secreción de cortisol está regulada por la ACTH hipofisaria. Unos niveles altos de cortisol disminuyen los de CRH y ACTH. El cortisol y la ACTH
muestran unos niveles muy variables a lo largo del día, lo que se conoce como ritmo circadiano. El cortisol alcanza su máximo aproximadamente
a las 8 horas y la ACTH alrededor de 3 o 4 horas antes.
La regulación de la concentración de glucocorticoides se efectúa mediante un circuito regulador que avisa al hipotálamo de un descenso en el
nivel plasmático de hormonas, de modo que, en el caso de disminuir la concentración de cortisol plasmático, se produce en el hipotálamo la
hormona liberadora de corticotropina (CRH), que pasa a la adenohipófisis y segrega hormona adrenocorticotrópica (ACTH o corticotropina). Esta
hormona estimula la formación de glucocorticoides en las glándulas adrenales.
Las pruebas de estimulación o supresión suelen ser necesarias para el estudio de las suprarrenales. Son las siguientes:
• Corteza:
• Existe una forma primaria de insuficiencia corticoadrenal denominada enfermedad de Addison, en la que
están dañadas las glándulas adrenales. Se produce un déficit general de hormonas adrenocorticales.
• La forma secundaria de insuficiencia corticoadrenal se produce como consecuencia de una disminución en
la secreción de ACTH, por una insuficiencia a nivel hipotalámico o hipofisario.
• Síndrome adrenogenital: secreción exagerada de andrógenos en la corteza adrenal.
• Hiperaldosteronismo: La secreción aumentada de aldosterona.
• Síndrome de Cushing o hipercortisolismo: existe un exceso de glucocorticoides.
• Insuficiencia suprarrenal.
• Médula: estados de hiperfunción, generalmente debidos a feocromocitomas (tumores benignos del tejido cromafín que se
originan con mayor frecuencia en la médula suprarrenal), que causan un aumento en la secreción de noradrenalina y, a veces, de
adrenalina.
HORMONAS EN HORMONAS O
PATOLOGÍA
SANGRE METABOLITOS EN ORINA
↓ aldosterona
HIPOFUNCIÓN
↑ACTH
↓ DHEA ↓ DHEA
GLÁNDULA SUPRARRENAL
↑ aldosterona
HIPERFUNCIÓN
↓ACTH
↑ adrenalina
MÉDULA
8.1. andrógenos
Se sintetizan en las células de Leydig, en la capa reticular de las glándulas suprarrenales, y una pequeña cantidad en el ovario. El andrógeno más
importante es la testosterona, que circula en sangre unida a proteínas transportadoras, y cuyas acciones biológicas son:
8.2. Estrógenos
Derivan de los andrógenos, y se sintetizan en el ovario (en las células tecales del folículo ovárico y en el cuerpo lúteo). Los más importantes son
el estradiol y la estrona. Sus acciones biológicas son:
8.3. Progestinas
Se sintetizan en las células granulosas y tecales transformadas del cuerpo lúteo del ovario, así como en la placenta. Las más importantes son la
progesterona y la 17-OH-progesterona. Su acción biológica principal es la transformación del endometrio durante el ciclo menstrual,
aumentando las secreciones glandulares, por lo que tienen un papel protagonista en el mantenimiento del embarazo.
• La LH estimula a las células de Leydig para que sinteticen testosterona y pequeñas cantidades de estradiol. La
testosterona llega directamente a las células de Sertoli y acelera la espermatogénesis. También pasa a la sangre
y produce un efecto de retroalimentación negativa sobre la hipófisis.
•
La FSH estimula a las células de Sertoli para que aceleren la espermatogénesis y para que produzcan inhibina,
que será la hormona dedicada a mantener la retroalimentación negativa. Además, provoca que la testosterona
se convierta en estradiol.
Además, existen otras sustancias producidas por las células de Leydig y por las de Sertoli para regularse entre sí, de forma que se activan o
estimulan mutuamente según lo que sea necesario en cada momento.
• El SNC, incluyendo al hipotálamo, que produce GnRH, que estimula la síntesis de FSH y LH hipofisarias. La
noradrenalina estimula la síntesis de GnRH, mientras que la dopamina la inhibe.
• La hipófisis anterior, mediante la secreción de FSH y LH. La FSH estimula la proliferación de células granulosas
provocando el desarrollo del folículo primario. También influye en la transformación de la testosterona en
estradiol en las células tecales. El estradiol aumenta la sensibilidad de las células granulosas hacia la FSH, pero
también sirve de retroalimentación negativa para regular la producción de FSH.
• El ovario, produciendo estrógenos y progesterona. Esto se debe a la estimulación de FSH. A lo largo de la fase
folicular, van aumentando los niveles de estradiol, hasta que alrededor del día 14 ese aumento del estradiol
provoca la liberación de una gran cantidad de LH por la hipófisis. Ese pico de LH produce la ovulación.
• La LH, por su parte, estimula las células tecales del ovario que sintetizan testosterona que, por la acción ya
comentada de la FSH, termina transformándose en estradiol. Además, transforma las células granulosas del
folículo de Graaf en cuerpo lúteo, dando lugar a que aumente la producción de progesterona.
• En la menopausia, desciende la producción hormonal ovárica, por lo que estarán muy altos los niveles
de FSH y LH. Habrá un aumento de los andrógenos suprarrenales, lo que provoca signos de virilización.
• El endometrio, que es el órgano diana de las hormonas ováricas.
El ciclo menstrual
La menstruación o periodo se define como el flujo de sangre procedente del útero que se expulsa de manera natural durante unos días al mes.
Esto ocurre porque, todos los meses, el cuerpo se prepara para un posible embarazo; cuando esto no ocurre, el útero pierde su recubrimiento
(lo que se conoce como descamación del endometrio) y se expulsa mediante una pequeña hemorragia durante la menstruación. Se distinguen
distintas etapas:
• Fase menstrual: ésta se considera el inicio del ciclo. Se descama el endometrio junto con una pequeña cantidad de
sangre.
• Fase folicular o preovulatoria: dentro del ovario se encuentran un conjunto de células denominadas folículos en cuyo
interior se encuentran los óvulos inmaduros. Uno de los folículos irá madurando gracias a la acción de la FSH y,
paralelamente, también madurará el óvulo que contiene. Esta fase se inicia el primer día del ciclo menstrual hasta
el día anterior al aumento de la concentración de la hormona LH, aproximadamente el día 14 del ciclo. La variación
de la duración de esta fase influye en la variación total del ciclo, que no tiene que ser en todas las mujeres de 28
días.
• Fase ovulatoria: cuando se produce el pico de LH, se produce la ovulación, y el óvulo maduro abandona el folículo
que lo contenía (este folículo se convierte en el cuerpo lúteo). Esta etapa dura dos días aproximadamente.
• Fase luteínica o lútea: en esta etapa, que dura desde el momento de la ovulación hasta el primer día del ciclo
menstrual (aproximadamente del día 16 al 28 del ciclo), aumenta la producción de progesterona (secretada por el
cuerpo lúteo), que es la encargada de preparar el útero para un posible embarazo. Si no se produce este hecho, las
estructuras formadas se descomponen, los niveles de hormonas sexuales femeninas descienden y aparece el
sangrado menstrual, iniciándose de nuevo el ciclo.
Las causas que provocan alteraciones en el ciclo menstrual son múltiples: pueden ser desde desórdenes funcionales u hormonales hasta
causas hereditarias o enfermedades de los órganos sexuales, de la glándula tiroides… o enfermedades como la diabetes mellitus. También se
pueden dar alteraciones en el ciclo por estrés, trastornos psicológicos, alimentación incorrecta o deportes de competición. Las alteraciones
más importantes son:
• Oligomenorrea: hemorragias (regla) poco frecuentes e irregulares con ciclos de 35 e incluso de 41 días.
• Hipomenorrea: hemorragia regular, pero poco abundante.
• Menometrorragia: hemorragias irregulares y muy abundantes.
• Menorragia: hemorragias regulares con flujo excesivo y de larga duración.
• Polimenorrea: hemorragias normales y regulares con ciclos cortos de menos de 21 días.
• Amenorrea: ausencia del periodo durante varios meses.
• Dismenorrea: periodo doloroso.
• Determinaciones basales: lo fundamental es saber en qué momento del ciclo se han tomado las muestras para una
correcta interpretación. La determinación de progesterona entre los días 19 y 23 del ciclo es interesante para
averiguar si ha habido ovulación.
• Pruebas funcionales:
• Prueba de estimulación con clomifeno: el clomifeno disminuye al principio la producción de hormonas
ováricas, pero esto estimula a la hipófisis para que produzca mayor cantidad de FSH y LH, por lo que
posteriormente se observará un aumento de las concentraciones de hormonas sexuales.
• Prueba de estimulación con GnRH: permite diferenciar hipogonadismos hipotalámicos e hipofisarios.
• Prueba de estimulación con hCG tras frenación con dexametasona: se realiza en mujeres con signos de
virilización para estudiar si la síntesis de andrógenos es de origen ovárico o suprarrenal. La dexametasona
inhibe a la glándula suprarrenal y obliga al ovario a producir hormonas esteroides. Se analizarán después
los niveles de testosterona en sangre y los de 17-hidroxi- corticosteroides en orina.
8.6. Embarazo
El embarazo comprende desde el momento de la fecundación del óvulo por el espermatozoide hasta el momento del parto. Durante las 40
semanas que tiene de duración, el feto crece y se desarrolla en el útero materno y la madre sufre numerosos y notables cambios a nivel físico y
metabólico.
Durante la duración del embarazo, se realizan una serie de pruebas de rutina en el laboratorio clínico que se verán a continuación.
La hCG está formada por una subunidad α y otra β, y para referirse a la molécula completa se habla de hCG intacta. La fracción β
de la hormona gonadotropina coriónica humana (β-hCG) es la que se suele determinar, porque es específica de esta hormona, a
diferencia de la α, que es idéntica a la de otras hormonas, como LH o FSH. Para la valoración de la hCG en el laboratorio, se
pueden usar diferentes técnicas:
• Anticuerpos monoclonales específicos para la subunidad β (determinación β-hCG), para evitar los falsos
positivos por interferencia con hormonas como la LH o FSH, que pueden verse aumentadas por otras
situaciones ajenas al embarazo. Consiste en un soporte que contiene el anticuerpo anti-hCG marcado con
microesferas coloreadas e inmovilizado sobre un soporte absorbente en una placa o tira. Al depositar unas
gotas de orina sobre ella, ésta difunde por capilaridad y, si tiene hCG, se une a los anticuerpos y arrastra las
partículas coloreadas; de forma que, cuando termina de migrar la orina, se observa una banda coloreada en
la ventana de resultados, así como en la zona de control. Es una técnica, por lo tanto, cualitativa.
• Técnicas cuantitativas: usan muestras de suero y se basan en diferentes variantes de inmnoanálisis (ELISA,
RIA, etc.)
• En orina: es aconsejable que la muestra sea la primera orina de la mañana, ya que es cuando los niveles de
β-hCG son más altos. Pueden darse falsos negativos porque la orina esté muy diluida o porque la
determinación se realice demasiado pronto.
Otras técnicas complementarias utilizadas para diagnosticar o confirmar un posible embarazo son las técnicas de diagnóstico por
imagen, como por ejemplo la ecografía.
• Albúmina descendida, por el aumento de demandad de proteínas por parte del feto.
• Inmunoglobulinas elevadas ligeramente (con proteínas totales bajas), para aumentar la protección inmunológica.
• Lípidos aumentados, puesto que se favorece la lipólisis para la nutrición del feto.
• Fosfatasa alcalina aumentada, porque hay una isoenzima plaquetaria y por el desarrollo óseo fetal.
• Estrógenos (sobre todo en el tercer trimestre) y progesterona altos; con FSH y LH bajos.
• T3 y T4 ligeramente elevadas, por la mayor demanda metabólica de la madre.
• PTH y calcitriol elevadas, por el crecimiento óseo.
• Tendencia a la diabetes gestacional (elevación de la glucemia), que puede o no desaparecer tras el parto.
• β-hCG y PAPP-A (proteína A plasmática asociada al embarazo): se determinan en suero en el primer trimestre de embarazo (entre las
semanas 10-13) para la detección temprana de anomalías cromosómicas, como el síndrome de Down(riesgo de trisomía 21), síndrome
de Edwards (trisomía 18) y síndrome de Patau (trisomía 13). Estos valores, junto a otros datos de la gestante como edad, raza, etc., y
datos ecográficos como translucencia nucal (TN), dan un índice de riesgo para las trisomías 21, 18 y 13. El resultado ajustado con todos
estos parámetros se expresa en forma de MoM (múltiplo de la mediana).
• La hCG es utilizada como marcador tumoral y para el diagnóstico bioquímico de embarazo.
• La alfa-fetoproteína (AFP) también es utilizada como marcador tumoral, debido a que se produce un aumento de los valores séricos en
diversas enfermedades malignas, como cáncer testicular no seminomatoso.
• Entre las semanas 15 y 21 de embarazo (segundo trimestre), se determinan los niveles de alfa-fetoproteína (AFP) (normalmente en
suero materno, puesto que, mientras que en el suero fetal sus niveles disminuyen a partir de la semana 13, en el suero materno siguen
aumentando) con el fin de detectar defectos del tubo neural (DTN), un grupo de anomalías congénitas entre las que destaca la
anencefalia y espina bífida. El resultado de la AFP se informa como MoM (múltiplo de la mediana). Para obtener este valor se tienen en
cuenta, además del resultado de AFP en ng/ml, otros parámetros como edad gestacional, peso materno, raza, diabetes y embarazo
múltiple. Todos estos datos permiten ajustar el valor de AFP y estimar un posible riesgo para el feto.
En aquellos casos en los que el índice de riesgo para estas enfermedades es elevado, se informa a la paciente y se le ofrece la posibilidad
de realizar pruebas invasivas (amniocentesis, etc.) para un estudio más exhaustivo
Estas pruebas permiten detectar enfermedades metabólicas con las que puede nacer el bebé, pero que no presentan síntomas evidentes para
ser detectadas de otra forma y que provocan serios problemas en su salud, por lo que la detección precoz y la intervención médica inmediata
son fundamentales para disminuir el riesgo de mortalidad y discapacidad en los niños afectados.
• Hipotiroidismo congénito.
• Hiperplasia suprarrenal congénita: es una alteración de las glándulas suprarrenales que provoca un desequilibrio
en la producción de las hormonas sintetizadas en estas glándulas.
• Drepanocitosis: es una alteración en la morfología de los glóbulos rojos que produce anemia.
• Fibrosis quística: es una enfermedad que afecta a órganos de gran importancia, como pulmón y páncreas.
• Errores congénitos del metabolismo de aminoácidos, ácidos grasos y de ácidos orgánicos; como por ejemplo
fenilcetonuria, que se caracteriza por la incapacidad para metabolizar el aminoácido fenilalanina, que al acumularse
en el organismo provoca alteraciones neurológicas.
En la mujer, se evalúa el ciclo menstrual, las posibles alteraciones físicas de su aparato genital y la concentración de hormonas sexuales
femeninas, para lo cual se utiliza una muestra de suero. Es importante saber en qué momento del ciclo menstrual se realiza la extracción, pues la
concentración de las hormonas varía a lo largo del ciclo notablemente. Las principales pruebas de fertilidad son las siguientes:
a) Exploración física:
• Histerosalpingografía: donde se comprueba el estado de las trompas de Falopio.
• Ecografía: para detectar posibles anomalías en el útero.
• Histeroecografía: para detectar alteraciones uterinas o del endometrio.
• Ecografía transvaginal: para estudiar los órganos de la región pélvica.
b) Determinaciones bioquímicas:
• Bioquímica entre los días 2 y 5 del ciclo:
– FSH: pueden aparecer alteraciones en la concentración esperada, indicativas de quistes ováricos,
infertilidad, alteraciones en el ciclo menstrual…
– LH: niveles altos en este punto del ciclo pueden ser indicativos de ovarios poliquísticos o insuficiencia
ovárica.
– Estradiol: es el estrógeno femenino más importante.
– PRL (prolactina): niveles altos indican que puede haber un mal funcionamiento del sistema endocrino,
lo cual puede afectar al ciclo menstrual y a la ovulación.
– Insulina: niveles altos de esta hormona pueden provocar alteraciones en la ovulación.
• Bioquímica entre los días 20 y 25 del ciclo:
– Progesterona: niveles bajos pueden indicar síndrome del ovario poliquístico.
– Hidroxiprogesterona: cuando esta hormona, relacionada con la progesterona, aparece en niveles altos,
indica que sí se produce la ovulación.
– Otras valoraciones, según el clínico: hormonas tiroideas o testosterona.
Actualmente, existen diferentes técnicas de fertilidad que pueden ser útiles cuando otros tratamientos alternativos fracasan y el
problema consiste en la capacidad de la pareja para conseguir la fecundación. Se trata de las técnicas de reproducción asistida:
inseminación artificial y fecundación in vitro.