Neuroanatomia Clinica 7ma Edic Snell
Neuroanatomia Clinica 7ma Edic Snell
Neuroanatomia Clinica 7ma Edic Snell
ÍNDICE
Prefacio
Agradecimientos
Atlas en color del cerebro
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ERRNVPHGLFRVRUJ
ERRNVPHGLFRVRUJ
9
ERRNVPHGLFRVRUJ
ERRNVPHGLFRVRUJ
Arco reflejo
Influencia de los centros neuronales superiores sobre las actividades de
los reflejos espinales
Células de Renshaw e inhibición de la motoneurona inferior
Notas clínicas
Solución de problemas clínicos
Respuestas y explicaciones acerca de la solución de los problemas
clínicos
Preguntas de revisión
Respuestas y explicaciones a las preguntas de revisión
Lecturas recomendadas
10
ERRNVPHGLFRVRUJ
ERRNVPHGLFRVRUJ
clínicos
Preguntas de revisión
Respuestas y explicaciones a las preguntas de revisión
Lecturas recomendadas
CAPÍTULO 7 El cerebro
Objetivos del capítulo
Subdivisiones del cerebro
El diencéfalo
Aspecto general de los hemisferios cerebrales
Surcos principales
Lóbulos del hemisferio cerebral
Estructura interna de los hemisferios cerebrales
Notas clínicas
Solución de problemas clínicos
Respuestas y explicaciones acerca de la solución de los problemas
clínicos
Preguntas de revisión
Respuestas y explicaciones a las preguntas de revisión
Lecturas recomendadas
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Notas clínicas
Solución de problemas clínicos
Respuestas y explicaciones acerca de la solución de los problemas
clínicos
Preguntas de revisión
Respuestas y explicaciones a las preguntas de revisión
Lecturas recomendadas
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Polo frontal
LObulO frontal
Orcunv01uc1oa precentral
rcocenttal
Hemisferio cerebral
Izquierdo ·rcunvoluclOn poscentral
Lób<Jlo parietal
Lóbulo OOCipital
Lóbulo frontal
Fascículo ottatorio
Hemlstello cerelllal
C!ete<:ho
LOblAo temPoral
MesencetalO
Puente
(pro1 uoorancla)
Cerel>elo
Mé<lula oblongaaa
(oolbO raquraeo)
Figura L-1 Arriba: vista superior del encèfalo. Abajo: vista inferior del encèfalo.
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Clrcun\/Oluclón
frontal superior
Puente
(protuberancia)
Médula oblongada
Polo temporal
Homlsfeño ceret>ral
IZQulerdo
LOl>ulo occipital
Polo occipital
Fisura no<l.zontaJ
dei cerebelo
Cavidad del cuarto
Vennls ventrlculO
del cerebelo
Hemisferio
cerebeloso
Izquierdo
Tubérculo gnlcll
Médula olllongada
(bulbo raquídeo) Tullérculo cunelfonne
Figura L-2 Arriba: vista anterior del encèfalo. Abajo: vista posterior del encèfalo.
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surco 1atera1
l.óoolo occipital
CireunvoluOfOn
tMlporal supeI1o,
Hem1Sfér10
cerebeloso CireunvoluciOn
derecno teml)Oralme<lia
vennls
del cer&belo
Lóbulo temporal
Puente {Protuberancia) cavidad del cuarto
ven1~u10
Medula oblOnga<la
(bulllO raQuldeo)
Figura L-3 Arriba: vista lateral derecha del encèfalo. Abajo: vista medial del lado derecho del encèfalo despuès de
haber realizado un corte sagital medio.
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Núcleo caudado
Tercer ventrlctJo
Fórnlx
Nervio óptico
Cuerpo calloso
Plexo coroideo
del ventriculo lateral
Puente
(protuberancia)
Figura L-4 Cortes coronales del encèfalo que pasan a travès del cordón anterior del ventrículo lateral (arriba),
cuerpos mamilares (centro) y puente (abajo).
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Rodlna de la •► Claustro
cápsula interna
capsula interna
Putamen ~ Núeleo lenticular
(brazo POSteriOI)
Globo pálido
T - ventrlculo Tálamo
Puente
{Protut>erancla)
Figura L-5 Arriba: corte horizontal del cerebro que muestra el núcleo lenticular, el núcleo caudado, el tálamo y la
cápsula interna. Abajo: corte coronal oblicuo del encèfalo.
21
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NloóptiCO
. «,lico
CUIOOJ)tiCO
Nervio vestíbulocoelear
Rafees de los nervios
glosofartngeo, vago y parte
Craooal del ac:cesono
Raiz espina, del nervio accesorto
Circunvo1uci0n ,ecta
FISI.R longitudinal
Ouiasma 6Púco
\.klcus 1ntundibulo
Nervk> trodear = •
1 ___... , ~ ,..¡C.l:]b-----~ -
~ - -;l.....,...!_ _
postenor en et suelo
J_ de '8 fosa tlterpectuncu!ar
Puente -:-·-:----;-;,-,.:_,;,L_L_ "5c-= -----i Nér\lfo ocuk>mOtOC'
(J)roluberancla) ,' _Ár-yg,
_. • , Surco l>'lf8 la arteria basl ar
Pedl'.Jnculo cerebeloso _Z .~
~ ~'....;l,C.:.__,_
1nreno,-t,--'i(fZ Surco medio anlerio<
,; , , r \
oova Pira.mide
f '
Figura L-6 Arriba: vista inferior del encèfalo que muestra los nervios craneales. No se ven los nervios abducens
y facial. Abajo: vista inferior agrandada de la parte central del encèfalo.
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sureo Eminencia
Atea vestibular en el suelO del cuano ventrfcUIO MesencéfalO medio media
Estrias medulares
COIICUIO lacia!
Sll'CO limltante
HQ!Yltsrer\O cembelOSO
Izquierdo
Hemisferio
cembeloso deredlo
PedúnOUIO
cen,beloso medlO LObl.1111!0 central
FlóoulO
cara lnfenor
Amlgdala del vermis
Túbef
Hemisferio Hemlsfer1o
cerebeloso deredlo O~beloso llQUler<lo
Figura L-7 Arriba: vista posterior del tallo cerebral. La ma yor parte del cerebelo ha sido retirada para e xponer el
suelo del cuarto ventrículo. Centro: vista superior del cerebelo que muestra el vermis y los hemisferios
cerebelosos derecho e izquierd o. Abajo: vista inferior del cerebelo que muestra el vermis y los hemisferios
cerebelosos derecho e izquierdo.
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ERRNVPHGLFRVRUJ
Esplenio
o rodete
c.,erpo pJneaJ
Rodilla
del cuerpo
calloso
R0$1rO
o PICO
ComlSLr.t
.:..- .J~::;-¡:-i-, POStOllor
veto
medular
superior
Plexo
.__.,r coroideo
del cuarto
ventriculo
1/oonls
del cerebelo
Comlsma
anterior Abertura
media
Conducto
ventrloolo ependimario
Figura L-8 Vista medial ampliada del lado derecho del encèfalo despuès de un corte sagital que muestra la
continuidad del conducto ependimario, cuarto ventrículo, acueducto cerebral y el tercer ventrículo y la entrada al
ventrículo lateral a travès del agujero interventricular.
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CAPÍTULO 1
INTRODUCCIÓN Y ORGANIZACIÓN
DEL SISTEMA NERVIOSO
n estudiante de 23 años iba conduciendo a su casa procedente de una fiesta y se
U estrelló con el coche frontalmente contra un árbol. En la exploración en el servicio
de urgencias del hospital local se pudo apreciar que tenía una fractura luxación de
la séptima vértebra torácica, con signos y síntomas de importante lesión de la médula
espinal. Posteriormente, se observó que tenía parálisis de la pierna izquierda. Las pruebas
de sensibilidad cutánea pusieron de manifiesto una banda de hiperestesia cutánea
(aumento de la sensibilidad) que se extendía alrededor de la pared abdominal en el lado
izquierdo a nivel del ombligo. Inmediatamente por debajo tenía una banda estrecha de
anestesia y de analgesia. En el lado derecho presentaba analgesia y termoanestesia totales
y pérdida parcial de la sensibilidad al tacto en la piel de la pared abdominal por debajo del
ombligo y afectaba a la totalidad de la pierna derecha.
Con el conocimiento de la anatomía, un médico sabe que una fractura luxación de la
séptima vértebra torácica da lugar a un importante daño del décimo segmento torácico de
la médula espinal. Por el pequeño tamaño del agujero vertebral en la región torácica, una
lesión así da lugar inevitablemente a afectación de la médula espinal. El conocimiento de
los niveles vertebrales de los diversos segmentos de la médula espinal permite al médico
determinar los déficits neurológicos probables. Unas pérdidas sensitivas y motoras
desiguales en ambos lados indican una hemisección izquierda de la médula. La banda de
anestesia y analgesia estaba causada por la destrucción de la médula en el lado izquierdo
a nivel del décimo segmento torácico; todas las fibras nerviosas aferentes que se
introducen en la médula en dicho punto quedaron interrumpidas. La pérdida de las
sensibilidades dolorosa y térmica y la pérdida de la sensación al tacto ligero por debajo
del nivel del ombligo en el lado derecho estaban causadas por la interrupción de los
tractos espinotalámicos lateral y anterior en el lado izquierdo de la médula.
Para comprender lo que le ha pasado a este paciente ha de entenderse el conocimiento
de la relación entre la médula espinal y la columna vertebral que la rodea. Los diferentes
déficits neurológicos se comprenderán con mayor facilidad después de que el lector haya
aprendido el modo en que las vías nerviosas tienen un trayecto hacia arriba y hacia abajo
por la médula espinal. Esta información se comentará en el capítulo 4.
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ERRNVPHGLFRVRUJ
ERRNVPHGLFRVRUJ
El sistema nervioso central y el sistema endocrino controlan las funciones del organismo.
El sistema nervioso central está compuesto básicamente por células especializadas cuya
función es recibir los estímulos sensitivos y transmitirlos a los órganos efectores, ya sean
musculares o glandulares (fig. 1-1). Los estímulos sensitivos que se originan en el exterior
o en el interior del organismo se correlacionan en el sistema nervioso central y los
diferentes impulsos son coordinados de modo que los órganos efectores trabajen juntos
armoniosamente para el bienestar de la persona. Además, el sistema nervioso de las
especies superiores tiene la capacidad de almacenar información sensitiva recibida
durante experiencias pasadas. Esta información, cuando es apropiada, se integra con
otros impulsos nerviosos y se canaliza a la vía eferente común.
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neuroglía; tiene un color gris. La sustancia blanca consta de fibras nerviosas incluidas
en la neuroglía; tiene un color blanco debido a la presencia de material lipídico en las
vainas de mielina de las fibras nerviosas. En el sistema nervioso periférico, los nervios
craneales y raquídeos, que constan de fascículos de fibras nerviosas o axones, conducen
información desde y hasta el sistema nervioso central. Aunque los nervios están rodeados
por vainas fibrosas a medida que se dirigen hacia las diferentes partes del cuerpo, se
hallan relativamente desprotegidos y se dañan con frecuencia por traumatismos.
Médula espinal
La médula espinal está situada dentro del canal vertebral y está rodeada por tres
meninges (figs. 1-3A, 1-5 y 1-6): la duramadre, la aracnoides y la piamadre. Se
confiere una mayor protección por el líquido cefalorraquídeo del espacio
subaracnoideo que rodea la médula espinal.
Se puede considerar que la médula espinal es cilíndrica (fig. 1-6) y comienza a nivel
del agujero occipital del cráneo, donde se continúa con la médula oblongada (o bulbo
raquídeo) del encéfalo (figs. 1-5 y 1-6). Termina por la parte inferior en la región
lumbar. Por debajo, la médula espinal se afila en el cono medular, desde cuya punta
desciende una prolongación de la piamadre, el filum terminal, hasta insertarse en la
parte posterior del cóccix (fig. 1-5B).
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? Memoria
Estímulos
sensitivos
t ,¡
Correlación
Músculos,
glándulas,
Aferente coordinación Eferente etc.
Figura 1-1 Relación entre los estímulos sensitivos aferentes y el banco de la memoria, centros de correlación y
de coordinación y vía eferente común.
¡'
~,··
1'
fi Plexo lumbaJ
Nervio mediano I
Plexo sacro
Nervio cubital
Nervto obturador
,.
Ne<VIO ciático---............
Médula Ne,vlo femoral
Dorsal
espinal
1
\ \
7
Lumbar
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A lo largo de toda la médula espinal figuran unidos 31 pares de nervios raquídeos por
las raíces anteriores motoras y las raíces posteriores sensitivas (figs. 1-6 y 1-7). Cada
raíz está unida a la médula por una serie de fibras radiculares, que se extienden a lo largo
del correspondiente segmento de la médula. Cada raíz nerviosa posterior posee un
ganglio espinal, situado en la raíz posterior, cuyas células dan lugar a fibras nerviosas
periféricas y centrales.
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Encéfalo
El encéfalo (fig. 1-8) está situado en la cavidad craneal y se continúa con la médula
espinal a través del agujero occipital (fig. 1-6A). Está rodeado por las meninges (fig. 1-3):
la duramadre, la aracnoides y la piamadre; éstas se continúan con las correspondientes
meninges de la médula espinal. El líquido cefalorraquídeo rodea el encéfalo en el espacio
subaracnoideo.
El encéfalo se divide de modo convencional en tres divisiones principales (esta
cuestión se desarrolla con más profundidad en el capítulo 18). Son éstas, en orden
ascendente a partir de la médula espinal, el rombencéfalo, mesencéfalo y
prosencéfalo. El rombencéfalo puede subdividirse en médula oblongada, el puente
(protuberancia) y cerebelo. El prosencéfalo puede subdividirse, igualmente, en
diencéfalo (entre encéfalo), que es la parte central del prosencéfalo, y el cerebro. El
tallo cerebral (término colectivo para la médula oblongada, el puente
[protuberancia] y el mesencéfalo) es la parte del encéfalo que permanece después de
haber retirado los hemisferios cerebrales y el cerebelo.
Rombencéfalo
Médula oblongada
La médula oblongada tiene forma cónica y conecta el puente por arriba con la médula
espinal por abajo (fig. 1-9). Contiene muchas colecciones de neuronas, denominadas
núcleos, y sirve como conducto para las fibras nerviosas ascendentes y des cendentes.
Puente (protuberancia)
El puente está situado en la superficie anterior del cerebelo, por debajo del mesencéfalo y
por encima de la médula oblongada (figs. 1-9 y 1-10). El nombre del puente, o
protuberancia, deriva del gran número de fibras transversales en su cara anterior que
conectan los dos hemisferios cerebelosos. Contiene también muchos núcleos y fibras
nerviosas ascendentes y descendentes.
Cerebelo
El cerebelo está situado en el interior de la fosa craneal posterior (figs. 1-8 a 1-10), por
detrás del puente y la médula oblongada. Consta de dos hemisferios colocados
lateralmente conectados por una porción media, el vermis. El cerebelo está conectado
con el mesencéfalo por los pedúnculos cerebelosos superiores, al puente por los
pedúnculos cerebelosos medios, y a la médula oblongada por los pedúnculos
cerebelosos inferiores (v. fig. 6-9). Los pedúnculos están compuestos por grandes
fascículos de fibras nerviosas que conectan el cerebelo con el resto del sistema nervioso.
La capa superficial de cada hemisferio cerebeloso recibe la denominación de corteza y
está compuesta de sustancia gris (fig. 1-12). La corteza cerebelosa está moldeada en
pliegues, o folias, separados por unas fisuras transversales muy próximas entre sí. En el
interior del cerebelo se encuentran ciertas masas de sustancia gris, incluidas en la
sustancia blanca, y la mayor de ellas recibe la denominación de núcleo dentado (v. fig.
30
ERRNVPHGLFRVRUJ
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6-7).
La médula oblongada, el puente y el cerebelo rodean una cavidad rellena de líquido
cefalorraquídeo, denominada cuarto ventrículo. Éste se conecta por arriba con el tercer
ventrículo por el acueducto cerebral; por abajo se continúa con el conducto del
epéndimo de la médula espinal (figs. 1-11 y 1-12). Se comunica con el espacio
subaracnoideo a través de tres aberturas en la parte inferior del techo. A través de estas
aberturas, el líquido cefalorraquídeo del interior del sistema nervioso central puede
penetrar en el espacio subaracnoideo.
Nervio raquldeo Ramalllanca
gris
Ralz anterior ~ Tronco stmpátlco
Ralz posterior Ganglio slmpátleo
Gang.lio espinal
:!l-~~~:';---- Piamadre
4 ~~ -4 :;.,._- - -Aracnoldes
:::s¡~~ ~L,.~tt;::;::.::,,_-jf!---- ouramadre
__;:;~ - -- cuerpo ve<1ebral
._,_,,,___ _ _.:,..,__ _ Plexo wnoso
Apófisis lrans:versa ~ v"'1ebral Interno
Vena baslvertebral
Rama PoSterlor ,. ·.·;.-,,"
Rama 8'lt8f1or
'.
·~
NeNlo espinal ·r ,¡ 11'1•
¿,
"'
A
Hueso parletal
Capa meNOQea <le la <1urama<1ra
vuelta hacia abato para fonnar
la hoz delcerebro
Capa meníngea
de la duramadre
Plama<lte
Lóbulo lrontal
del cerebro
Figura 1-3 A: cubiertas protectoras de la mèdula espinal. B: cubiertas protectoras del encèfalo
Mesencèfalo
El mesencèfalo es la parte estrecha del encèfalo que conecta el prosencèfalo con el
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ERRNVPHGLFRVRUJ
Diencèfalo
El diencèfalo está casi completamente oculto a partir de la superficie del encèfalo. Consta
de un tálamo dorsal y de un hipotálamo ventral (fig. 1-11). El tálamo es una gran masa
de forma ovoide de sustancia gris que está situado a ambos lados del tercer ventrículo.
La parte más anterior del tálamo forma el límite posterior del agujero interventricular,
la abertura entre el tercer ventrículo y los ventrículos laterales (fig. 1-11). El hipotálamo
forma la parte inferior de la pared lateral y del suelo del tercer ventrículo (fig. 1-11).
Cerebro
El cerebro, la mayor parte del encèfalo, consta de dos hemisferios cerebrales, que se
conectan por una masa de sustancia blanca denominada cuerpo calloso (figs. 1-10 y 1-
11). Cada hemisferio se extiende desde el hueso frontal al occipital del cráneo, por
encima de las fosas craneales anterior y media; en la parte posterior, el cerebro está
situado por encima de la tienda del cerebelo (v. fig. 15-3). Los hemisferios están
separados por una profunda hendidura, la fisura longitudinal, en la que se proyecta la
hoz del cerebro (v. fig. 15-1).
Figura 1-4 Microfotografía de varias células nerviosas grandes con la neuroglía circundante.
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Médula
espinal
Pñmera
vMebnl lumbar Cono medular
,,_.,,,¡--dela médula espinal
ESPaclo subaracnoldeo
':Ñl'J'"'.:t.,.~'#- relleno de líquido
cefaJorraquldeo
Fllum terminal
Umlle Inferior
!-1,~--;;:l+- del espacio
sut>aracnoldeo
Segunda
vétlebnl sacra
B e
Figura 1-5 A: feto con el encéfalo y médula espinal expuestos en la superficie posterior. Obsérvese que la
médula espinal se extiende a lo largo de toda la columna vertebral. B: sección sagital de la columna vertebral en
un adulto que muestra la médula espinal que termina por abajo a nivel del borde inferior de la primera vértebra
lumbar. C: médula espinal del adulto y meninges que la recubren que muestran la relación con las estructuras
circundantes.
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ERRNVPHGLFRVRUJ
ERRNVPHGLFRVRUJ
Sustancia t>tanea
lumbares,
sac,ooy
cocdoeos
--
-_
.....
l.trole ln1eriof
____..,...,_
,:: ltli.te~
St.OIIIQIICMOIO
s...o
SS
Aun•-- c«cbc
A e
Figura 1-6 A: encèfalo, mèdula espinal, raíces nerviosas raquídeas y nervios raquídeos tal como se ven en la
cara posterior. B: sección transversal a travès de la región torácica de la mèdula espinal que muestra las raíces
anterior y posterior de un nervio raquídeo y las meninges. C: vista posterior del extremo inferior de la mèdula
espinal y cola de caballo que muestra sus relaciones con las vèrtebras lumbares, sacro y cóccix.
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Conducto del
epéndimo o
canal central
-~'V/*
··.,
..
·
~
.
raquldeo
/
Ganglio espinal
/Neivio raquídeo
Rama postenor
del neivio raquídeo
Rama anteñor
del neivio raquídeo
A Sustancia gris
Raíz anteñor del nervio raquídeo
Surco medio posteñor Raicillas anteñores del nervio raquídeo
Sepi a medio posteñor Columna blanca posteñor
Columna blanca anteñor
Figura 1-7 A: sección transversal a travès de la parte lumbar de la mèdula espinal; vista oblicua. B: sección
transversal a travès de la parte lumbar de la mèdula espinal, vista frontal, que muestra las raíces anterior y
posterior de un nervio raquídeo.
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Hueso frontal
Hueso
occip ital
Lóbulo
occipital
Cerebelo
Lóbulo t emporal
Surco lateral Hueso temporal
(acueducto cerebral)
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Fisura longitudinal
Lóbulo frontal
Bulbo oUatorio
lnfundibulo
Sustancia perforada 311teri<x N ><"_,_ J,-..._,!,;; Ouiasma óptico
transversales::---,~-¡;,~;~~~~~~~r~:~l
Mesencéfo.lo
Fibras del puente
Puente (protuberancia)
.c....
,...,_x Nervio motor ocular común
Neivio trocleardel nervio tngémino
Raíz motora
AócuJo del cerebelo ----f!--/-:....:1...,~ "°".;::i,J.»~~ c-:'.---,,1.JL . Raiz sensitiva del neNio trigérruno,
Nervio abdUCEIO$
Oliva
Raíces del nervio facial
Raíces del nervio hipogloso
Nervio vestibuloooolear
Fisuramedia - -
Pi'ámide Nervio glosofaríngeo
Médula oblongada
N-ervio accesorio
Hemisferio cerebeloso _,..-----
Porción espinal del nervio accesorio
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ERRNVPHGLFRVRUJ
Circunvolución precentral
Surco central
Circunvolución frontal superior
Circunvolución poscentral
'~0
Cerebelo
;~~;:=:;~~~~~,,-A~ cuna
~:_,~~?~~¡- Gran vena cerebral
.__---.1:f -- Suroo
- calcarino
Velo medular superior
avldad del cuarto ventnculo
- Cerebelo
Corteza del cerebelo
Velo medular lnfeoor
Gana! central
Cuerpo plneaJ
Acueducto ceretlral o mesenoefálico
Puente (Protuberancia) Cornl.sura postenor
.
38
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Figura 1-11 Sección sagital del encéfalo para mostrar el tercer ventrículo, el acueducto cerebral y el cuarto
ventrículo.
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Mesencéfalo
Pedúnculo
cerebral ~
Ne/Vio motor Declive
ocular común ----___:::
Lámi na
Puente ,=.__
(protuberancia) - - - - - - - [
cavidad del L
cuarto ventr1culo --4~-~~~~
Hemisferio
cerebeloso
Médula oblongada
Nódulo Pirámide
Ú\11.Jla Am'
canal central ,gdala
Figura 1-12 Sección sagital a través del tallo cerebraly del cerebelo.
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Corona radiada
Cápsula Interna
Fibras temporopontlnas
Núcleo lenticular
Figura 1-13 Vista lateral derecha que muestra la continuidad de la corona radiada, la cápsula interna y el pie
peduncular de los pedúnculos cerebrales. Obsérvese la posición del núcleo lenticular por fuera de la cápsula
interna.
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Fibras parletopontlnas
Cápsula interna
Tálamo
Fibras frontopontinas
Fibras
Cabeza del núcleo temporopontlnas
caudado
Núcleo lenticular
GIObO pálido
/
Ple peduncular
Núcleo amlgdallno
Figura 1-14 Diagrama que muestra la relación entre el núcleo lenticular, el núcleo caudado, el tálamo y la cápsula
interna, vistas desde el lado izquierdo.
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1 Muchos neurocientíficos se refieren a las raíces nerviosas anterior y posterior como raíces nerviosas ventral y
dorsal, aunque en el ser humano en posición erecta las raíces son anterior y posterior. Probablemente se debe al
hecho de que la investigación básica inicial se llevó a cabo en animales. De cualquier modo, el estudiante ha de
acostumbrarse a oír ambos conjuntos de términos.
Ganglios
Los ganglios pueden organizarse en ganglios sensitivos de los nervios raquídeos (ganglios
espinales) y ganglios de los nervios craneales y autónomos.
Ganglios sensitivos
Los ganglios sensitivos son tumefacciones fusiformes (fig. 1-6) situadas en la raíz
43
ERRNVPHGLFRVRUJ
ERRNVPHGLFRVRUJ
Nervio raquídeo C1
Ele ca
Segme.-.tos cervicales
Séptima vértebra cervical de ta médula espinal
Primera vértebra
dorsal --::::>--e::::::..__-"--!-,.;)[.;¡:
{ Segmentos dorsales
DI de ta médula espinal
Segmentos lumbares.
Duodécima vértebra dorsal - -~Ñj'7',;-.:::::g;¡-¡
sacros y cocclgeos
Primera vértebra lumbar - - -!-11....- ~.,t. 1 de ta médula espinal
Extremo Inferior
de la médula espinal
Quinta vértebra dorsal
Figura 1-15 Vista posterior de la médula espinal que muestra los orígenes de las raíces de los nervios raquídeos y
su relación con las diferentes vértebras. A la derecha, se han retirado las láminas para mostrar la mitad derecha de
la médula espinal y de las raíces nerviosas.
44
ERRNVPHGLFRVRUJ
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Décima costilla _ _ _ / ¡
j,!-:1._-_.::,~.,_-
-=- - - -Primera vértebra lumbar
Figura 1-16 Vista oblicua posterior del extremo inferior de la médula espinal y de la cola de caballo. A la derecha,
las láminas han sido retiradas para mostrar la mitad derecha de la médula espinal y las raíces nerviosas.
Ganglios autónomos
Los ganglios autónomos, con frecuencia de forma irregular, están situados a lo largo del
curso de las fibras nerviosas eferentes del sistema nervioso autónomo. Se encuentran en
las cadenas simpáticas paravertebrales (v. figs. 14-1 y 14-2) alrededor de las raíces de las
grandes arterias viscerales del abdomen y próximos a las paredes de diversas vísceras o
incluidos en su interior.
45
ERRNVPHGLFRVRUJ
ERRNVPHGLFRVRUJ
46
ERRNVPHGLFRVRUJ
ERRNVPHGLFRVRUJ
Pliegue neural
Placa neural Surco neural
\··ra
Surco ne<Jral
•, . ':- :1
·.~
·J fl :.
J '
1 Fusión de IOs pliegues
cresta neural ... •
.; t ; J .. neurales
i" ~ .,;¡
. ': :"·
Pliegue neural
Notocorda - - -- ••
Neuroporo antenor
'
,''
l 'ji.
::, ··:,!
1¡ J/ ,:
''
~
' ,,.~ .
..
Neuroporo
-posterior
Figura 1-17 Formación de la placa neural, surco neural y tubo neural. Las células de la cresta neural se
diferencian en células de los ganglios espinales, ganglios sensitivos de los nervios craneales, ganglios autónomos,
células del neurilema (células de Schwann), células de la médula suprarrenal y melanocitos.
Durante la invaginación de la placa neural para formar el surco neural, las células que
forman el borde externo de la placa no se incorporan al tubo neural, sino que forman una
tira de células ectodérmicas que se sitúan entre el tubo neural y la cubierta del
ectodermo. Esta tira de ectodermo recibe la denominación de cresta neural (fig. 1-17);
posteriormente, este grupo de células migra en sentido ventrolateral a cada lado alrededor
del tubo neural. En último término, las células de la cresta neural se diferencian en
ganglios espinales, ganglios sensitivos de los nervios craneales, ganglios
autónomos, las células de la médula suprarrenal y los melanocitos, entre otros. Se
cree también que estas células dan lugar a las células mesenquimales de la cabeza y
cuello.
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Mesencéfa~ ?
A
\
1
Gavidad
del tubo neural
1
1
•'-+------,,------- ·---~~
Zona Zona
e ventricular intermedia
Figura 1-18 A: expansión del extremo cefálico del tubo neural para formar las vesículas del prosencéfalo,
mesencéfalo y rombencéfalo. B y C: corte transversal del tubo neural en desarrollo en la región de la médula
espinal. Las células de la capa neuroepitelial han sido separadas ampliamente para conseguir mayor claridad.
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NOTAS CLÍNICAS
Relación de los segmentos de la médula espinal con los números de las vértebras
Dado que la médula espinal es más corta que la columna vertebral, sus segmentos no
se corresponden numéricamente con las vértebras que se hallan situadas al mismo
nivel (fig. 1-15). La tabla siguiente ayudará al clínico a determinar qué segmento
medular se relaciona con un cuerpo vertebral dado (tabla 1-3).
En la exploración de la espalda de un paciente, se puede ver que las apófisis
espinosas se sitúan aproximadamente al mismo nivel que los cuerpos vertebrales. En la
región torácica inferior, no obstante, debido a la longitud y a la extrema oblicuidad de
las apófisis espinosas, las puntas de dichas apófisis se sitúan a nivel del cuerpo
vertebral que está debajo.
Lesiones de la médula espinal y el encéfalo
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apófisis articulares o articulaciones entre los cuerpos vertebrales pueden dar lugar a
compresión, estiramiento o edema del nervio raquídeo emergente. Tal compresión
puede dar lugar a dolor en el dermatoma, debilidad muscular y disminución o ausencia
de reflejos.
Hernia de discos intervertebrales
La hernia de discos intervertebrales se produce muy comúnmente en las áreas de la
columna vertebral donde una parte móvil se une a una parte relativamente inmóvil, por
ejemplo, la unión cervicotorácica y la unión lumbosacra. En estas áreas, la parte
posterior del anillo fibroso del disco se rompe y el núcleo pulposo central se fuerza en
sentido dorsal como si fuera la pasta dentífrica saliendo del tubo. Esta hernia del
núcleo pulposo puede dar lugar a una protrusión central en la línea media por debajo
del ligamento longitudinal posterior de las vértebras o una protrusión lateral al lado del
ligamento posterior próximo al agujero intervertebral (fig. 1-20).
Las hernias discales cervicales son menos frecuentes que en la región lumbar. Los
discos más susceptibles a esta afección son los situados entre la quinta y sexta y la
sexta y séptima vértebras cervicales. Las protrusiones laterales causan presión sobre
un nervio raquídeo o sus raíces. Cada nervio raquídeo sale por encima de la
correspondiente vértebra; así, la protrusión del disco entre la quinta y sexta vértebras
cervicales puede comprimir el nervio raquídeo C6 o sus raíces. Se siente dolor cerca
de la parte inferior de la parte posterior del cuello y el hombro y a lo largo de la
distribución del nervio raquídeo afectado. Las protrusiones centrales pueden presionar
la médula espinal y la arteria espinal anterior y afectar a varios tractos espinales.
Las hernias de disco lumbares son más comunes que las hernias de disco
cervicales (fig. 1-20). Los discos afectados son, generalmente, los correspondientes a
la cuarta y quinta vértebras lumbares y entre la quinta lumbar y el sacro. En la región
lumbar, las raíces de la cola de caballo corren por detrás de numerosos discos
intervertebrales (fig. 1-20). Una hernia lateral puede presionar una o dos raíces y
afecta con frecuencia a la raíz nerviosa que va al agujero intervertebral
inmediatamente inferior. El núcleo pulposo en ocasiones se hernia directamente hacia
atrás, y en el caso de ser una gran hernia, puede resultar comprimida la totalidad de la
cola de caballo, produciendo paraplejía.
En las hernias de disco lumbares el dolor se refiere hacia abajo, a la pierna y el pie
en la distribución del nervio afectado. Dado que las raíces posteriores sensitivas
comprimidas con mayor frecuencia son la quinta lumbar y la primera sacra, el dolor
suele sentirse en la parte inferior de la región lumbar y en la cara externa de la pierna,
irradiándose hacia la planta del pie. Con frecuencia esta afección recibe la
denominación de ciática o dolor ciático. En los casos intensos puede producirse
parestesia o pérdida sensitiva real.
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A Lumbar e
Figura 1-19 A: articulaciones de las regiones cervical, torácica y lumbar de la columna vertebral. B: tercera
vértebra lumbar vista desde arriba que muestra la relación entre el disco intervertebral y la cola de caballo. C:
corte sagital a través de tres vértebras lumbares que muestra los ligamentos y los discos intervertebrales.
Obsérvese la relación entre la salida del nervio raquídeo en un agujero intervertebral y el disco intervertebral.
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C6 ~:>::::~
C7 ~ :z: : : :~
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• 1 )
L5
L5 ........
S1
Figura 1-20 A y B: vistas posteriores de los cuerpos vertebrales en las regiones cervical y lumbar que
muestran las relaciones que podrían existir entre un núcleo pulposo herniado y las raíces de los nervios
raquídeos. Obsérvese que hay ocho nervios raquídeos cervicales y sólo siete vértebras cervicales. En la región
lumbar, por ejemplo, las raíces emergentes del nervio L4 salen lateralmente en la proximidad del pedículo de la
cuarta vértebra lumbar y no se relacionan con el disco intervertebral entre la cuarta y la quinta vértebras
lumbares. C: hernia posterolateral del núcleo pulposo del disco intervertebral entre la quinta vértebra lumbar y
la primera vértebra sacra que muestra presión sobre la raíz nerviosa S1. D: disco intervertebral que ha
herniado su núcleo pulposo en sentido posterior. E: la presión sobre la raíz nerviosa motora de L5 produce
debilidad a la dorsiflexión del tobillo; la presión sobre la raíz nerviosa motora S1 produce debilidad de la flexión
plantar en la articulación del tobillo.
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Una protrusión grande de localización central puede dar lugar a dolor bilateral y
debilidad muscular en ambas piernas. También puede producirse retención aguda de
orina.
Punción lumbar
Puede efectuarse la punción lumbar para extraer una muestra de líquido
cefalorraquídeo para examen microscópico o bacteriológico o para inyectar
medicamentos con el fin de combatir una infección o de inducir anestesia.
Afortunadamente, la médula espinal termina en su parte baja a nivel del borde inferior
de la primera vértebra lumbar en el adulto (en el lactante, puede llegar hasta la tercera
vértebra lumbar). El espacio subaracnoideo se extiende por abajo hasta el borde
inferior de la segunda vértebra sacra. La parte lumbar inferior del conducto vertebral
está así ocupado por el espacio subaracnoideo, que contiene las raíces nerviosas
lumbares y sacras y el filum terminal (la cola de caballo). Una aguja introducida en el
interior del espacio subaracnoideo en esta región suele empujar las raíces nerviosas
hacia un lado sin causar daño.
Con el paciente en posición de decúbito lateral o sentado en posición erguida, con la
columna vertebral bien flexionada, el espacio entre las láminas adyacentes en la región
lumbar se abre hasta el máximo (fig. 1-21). Una línea imaginaria que une los puntos
más elevados de las crestas ilíacas pasa por encima de la apófisis espinosa de la cuarta
lumbar. Mediante una técnica aséptica cuidadosa y anestesia local, el médico pasa la
aguja de punción lumbar, equipada con una guía, en el interior del conducto vertebral
por encima o por debajo de la apófisis espinosa de la cuarta vértebra lumbar. La aguja
pasa a través de las siguientes estructuras anatómicas antes de entrar al espacio
subaracnoideo: a) piel, b) fascia superficial, c) ligamento supraespinoso, d) ligamento
interespinoso, e) ligamento amarillo, f) tejido conectivo laxo que contiene el plexo
venoso vertebral interno, g) duramadre y h) aracnoides. La profundidad hasta la que
tiene que pasar la aguja varía de 2,5 cm o menos en un niño hasta 10 cm en un adulto
obeso.
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Aguja de la
punción lu
Ligamen ;;;:;;;;:;,;,\:';--Apófisis
interespino articular
Apófisis
Ligamento transversa
amarillo
Ligamento
supraespinoso
Cola de caballo
Duramadre
Aracnoides
Figura 1-21 Corte sagital a través de la parte lumbar de la columna vertebral en posición de flexión.
Obsérvese que las apófisis espinosas y las láminas están bien separadas en esta posición, lo que permite la
introducción de la aguja de la punción lumbar en el espacio subaracnoideo.
A medida que se retira la guía, por lo general se escapan unas gotas de sangre, lo
que suele indicar que la punta de la aguja se halla situada en una de las venas del plexo
vertebral interno y no ha llegado aún al espacio subaracnoideo. Si la aguja que penetra
estimulase una de las raíces nerviosas de la cola de caballo, el paciente experimentará
unas molestias fugaces en uno de los dermatomas o se contraerá un músculo,
dependiendo de si se hubiese lesionado una raíz sensitiva o motora.
Puede determinarse la presión del líquido cefalorraquídeo conectando un
manómetro a la aguja. Cuando el paciente se halla en posición de decúbito, la presión
normal es aproximadamente de 60 a 150 mmH2OO. La presión muestra oscilaciones
que corresponden a los movimientos respiratorios y al pulso arterial.
Puede detectarse un bloqueo del espacio subaracnoideo en el conducto vertebral,
que puede estar causado por un tumor de la médula espinal o de las meninges,
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comprimiendo las venas yugulares internas en el cuello. Con esta maniobra se eleva la
presión venosa central y se inhibe la absorción de líquido cefalorraquídeo en las
granulaciones aracnoideas, produciéndose así un aumento en el manómetro de lectura
de la presión del líquido cefalorraquídeo. Si no se produce esta elevación, el espacio
subaracnoideo está bloqueado y se dice que el paciente presenta un signo de
Queckenstedt positivo.
Anestesia caudal
Se puede inyectar soluciones anestésicas en el conducto sacro a través del hiato sacro.
Las soluciones pasan en dirección ascendente en el tejido conectivo laxo y bañan los
nervios raquídeos en los puntos de salida de la vaina dural (fig. 1-22). Los obstetras
utilizan este método de bloqueo nervioso para aliviar los dolores en los estadios
primero y segundo del trabajo de parto. La ventaja es que cuando se administra el
anestésico por este método, el feto no resulta afectado. También puede utilizarse la
anestesia caudal en operaciones de la región sacra, incluida la cirugía anorrectal.
Traumatismos craneoencefálicos
Un golpe en la cabeza puede dar lugar a una mera contusión en el cuero cabelludo; los
golpes intensos pueden hacer que el cuero cabelludo se desgarre o divida. Incluso si la
cabeza está protegida por un casco, el encéfalo puede resultar gra vemente dañado sin
datos clínicos de lesión en el cuero cabelludo.
Fracturas del cráneo
Los golpes intensos en la cabeza dan lugar con frecuencia a un cambio en la forma del
cráneo en el punto del impacto. Los pequeños objetos pueden penetrar a través del
cráneo y producir una laceración local en el mismo. Los objetos de mayor tamaño
aplicados con gran fuerza pueden fragmentar los huesos del cráneo y los fragmentos
óseos pueden penetrar en el interior del encéfalo en el sitio del impacto.
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Filum terminal
Cola de caballo
~ Duramadre
.r ~
~ ~ ::;sneMos
Ralees nerviosas
Espina ilfac
posterosuperio
' •,
.!fJ~~;;~!:s
;~•
·. .
· ¡ Láminas del
sacro cortadas
Filum terminal
Figura 1-22 Vista posterior del sacro. Se han retirado las láminas para mostrar las raíces de los nervios sacros
situados en el interior del conducto sacro.
En el adulto, las fracturas de cráneo son comunes, pero en los niños pequeños son
menos frecuentes. En el lactante, los huesos craneales son más elásticos que en el
adulto y están separados por ligamentos suturales fibrosos. En el adulto, la tabla
interna del cráneo es particularmente frágil. Además, los ligamentos suturales
comienzan a osificarse durante la edad media de la persona.
El tipo de fractura que se produce en el cráneo depende de la edad del paciente, de
la intensidad del golpe y del área craneal que recibe el traumatismo. El cráneo del
adulto puede compararse con la cáscara de un huevo, porque posee una cierta
elasticidad limitada, pasada la cual se astilla. Un golpe localizado e intenso produce una
indentación local, acompañada, a menudo, de astillamiento del hueso. Los golpes en la
bóveda craneana suelen dar lugar a una serie de fracturas longitudinales que se irradian
a través de áreas delgadas del hueso. Las partes petrosas de los huesos temporales y
las crestas occipitales (v. página 193) refuerzan de modo importante la base del cráneo
y tienden a desviar las fracturas longitudinales.
El cráneo de un niño pequeño puede compararse a una pelota de tenis de mesa,
porque un golpe localizado produce una depresión sin astillamiento. Este tipo común
de lesión circunscrita recibe la denominación de fractura hundimiento en «pelota de
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ping-pong».
Lesiones encefálicas
Las lesiones encefálicas se producen por desplazamiento y distorsión de los tejidos
neuronales en el momento del impacto (figura 1-23). El encéfalo, que no puede
comprimirse, se asemeja a un leño suspendido en agua. Flota en el líquido
cefalorraquídeo en el espacio subaracnoideo y es capaz de un cierto movimiento de
deslizamiento anteroposterior y lateral. El movimiento antero-posterior se ve limitado
por la unión de las venas cerebrales superiores al seno sagital superior. El
desplazamiento lateral del encéfalo está limitado por la hoz del cerebro. La tienda y la
hoz del cerebelo también restringen el desplazamiento del encéfalo.
Partiendo de estos hechos anatómicos, se concluye que los golpes sobre la parte
frontal o posterior de la cabeza llevan a desplazamiento encefálico, que puede producir
un daño cerebral importante, con estiramiento y distorsión del tallo cerebral, y
estiramiento e incluso desgarro de las comisuras del cerebro. Los golpes en la parte
lateral de la cabeza producen un menor desplazamiento encefálico, por lo que las
lesiones encefálicas, en consecuencia, tienden a ser menos importantes. Debe
observarse, no obstante, que la hoz del cerebro es una estructura resistente y puede
causar un daño considerable en el tejido cerebral blando en los casos en que ha habido
un golpe intenso en la parte lateral de la cabeza (fig. 1-23). Además, es importante
recordar que unos golpes de refilón en la cabeza pueden causar una importante
rotación del encéfalo, con desgarros y distorsión encefálica, sobre todo en áreas en las
que se evita una mayor rotación con las prominencias óseas en las fosas craneales
anterior y media. Es muy probable que se produzcan laceraciones cerebrales cuando el
cerebro es lanzado con fuerza contra los bordes afilados de hueso en el interior del
cráneo, como las alas menores del esfenoides, por ejemplo.
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-Traumatlsmocerebraldlraclo
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Distorsión del .\ \
tauo cerebral
~' •,I
Traumatismo cerebral
dlrecto
Hemorragia subdural
Hemorragia lntracerebral
Traumatismo
cerebral directo
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Hemorragia intracraneal
Aunque el encéfalo está protegido por el líquido cefalorraquídeo circundante en el
espacio subaracnoideo, cualquier hemorragia intensa en el interior de la cavidad
craneal, relativamente rígida, da lugar, en último término, a presión en el encéfalo.
La hemorragia intracraneal puede ser consecuencia de lesiones traumáticas o
vasculares cerebrales (fig. 1-21). Se consideran aquí cuatro variedades: 1) epidural, 2)
subdural, 3) subaracnoidea y 4) cerebral.
La hemorragia epidural (extradural) es consecuencia de lesiones en las arterias o
venas meníngeas (v. pág. 432). La división anterior de la arteria meníngea media es la
arteria que más se lesiona. Un golpe comparativamente leve en la parte lateral de la
cabeza, que da lugar a fractura craneal en la región de la porción anteroinferior del
hueso parietal, puede seccionar la arteria (fig. 1-23). Es especialmente probable que se
produzca una lesión arterial o venosa si los vasos entran en contacto con un conducto
óseo en esta región. Se produce hemorragia y se lesiona la capa meníngea de la
duramadre de la superficie interna del cráneo. Se eleva la presión intracraneal y el
coágulo de sangre que aumenta de volumen ejerce presión local sobre la
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Tumor cerebral
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Distorsión y • ~,
desplazamiento- -_¡t¡;.ll!;L,_ _ _ ---1,_:¡, "
de los ventrículos , ,~
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fosa craneal posterior después de una punción lumbar; el tumor cerebral está situado en el hemisferio cerebral
derecho. Debe utilizarse la TC o la RM en vez de la punción lumbar cuando se estudie un tumor cerebral.
La posición del tumor en el interior del encéfalo puede tener un efecto espectacular
sobre los signos y síntomas. Por ejemplo, un tumor que obstruye la salida de líquido
cefalorraquídeo o que comprime directamente las grandes venas causa un rápido
aumento de la presión intracraneal. Los signos y síntomas que permiten al médico
localizar la lesión dependen de la interferencia con la función cerebral y con el grado
de destrucción de tejido nervioso producida por la lesión. La cefalea intensa,
posiblemente debida a estiramiento de la duramadre, y el vómito, debido a la presión
sobre el tallo cerebral, son síntomas comunes.
No debe realizarse una punción lumbar en los pacientes con sospecha de tumor
intracraneal. La extracción de líquido cefalorraquídeo origina un desplazamiento súbito
del hemisferio cerebral a través de la escotadura de la tienda del cerebelo a la fosa
craneal posterior (fig. 1-24) o herniación de la médula oblongada y cerebelo a través
del agujero magno. Para realizar el diagnóstico se utilizan estudios de TC o RM.
Tomografía computarizada
Se utiliza la TC para la detección de lesiones intracraneales. El procedimiento es
rápido, seguro y exacto. La dosis total de radiación no es mayor que la emitida en una
placa de cráneo convencional.
La TC se basa en la misma física que los rayos X convencionales al distinguirse las
estructuras por su capacidad para absorber energía de los rayos X. El tubo de rayos X
emite un estrecho haz de radiación al pasar por una serie de movimientos del escáner a
través de un arco de 180 grados alrededor de la cabeza del paciente. Los rayos X que
han pasado a través de la cabeza se recogen por un detector de rayos X especial. La
información se envía a un ordenador que la procesa y, a continuación, se muestra
como una imagen reconstruida en una pantalla de televisión. Esencialmente, el
observador ve la imagen de una rebanada delgada a través de la cabeza, que puede
luego ser fotografiada para un examen posterior (fig. 1-25).
La sensibilidad es tal que pequeñas diferencias en la absorción de rayos X pueden
ser mostradas fácilmente. Se puede reconocer la sustancia gris de la corteza cerebral,
sustancia blanca, cápsula interna, cuerpo calloso, ventrículos y espacios
subaracnoideos. Puede inyectarse un medio de contraste yodado por vía intravenosa,
que realza el contraste entre los tejidos que tienen un torrente sanguíneo diferente.
Dado que la TC se puede realizar en entre 5 min y 10 min, es el método de elección
en una situación de emergencia en los pacientes con traumatismo craneoencefálico o
con sospecha de hemorragia intracraneal.
Resonancia magnética
La técnica de RM utiliza las propiedades magnéticas del núcleo de hidrógeno excitado
por radiación de radiofrecuencia transmitida por una bobina que rodea la cabeza. Los
núcleos de hidrógeno excitados emiten una señal que es detectada como corrientes
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.............. .............
Figura 1-25 Exploración por TC que muestra la estructura del cerebro. A y B: cortes horizontales (secciones
axiales).
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CUerpo caliOSO
ROdllladal
cuerpo calloso
Lóllulo frontal
Puente
(protuberancia) - Meseooéfalo
Cavidad nasal
cuarto ventrfrulo
Paladar dllro
Cerebelo
Médula ol>longada
Lengua
Receso lntundlbular
del tercer ventriculo
!N(deo lenticlAar
Lóbúo temporal
Mesencéfalo
Tracto óptioo
B
Figura 1-26 RM que muestra la estructura del encéfalo. A: sagital. B: coronal. Compárese con la figura 1-25.
Obsérvese la mejor diferenciación entre la sustancia gris y la sustancia blanca.
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Figura 1-27 Exploración con PET; vista axial (horizontal) de un encéfalo normal después de la inyección de
18-fluorodesoxiglucosa. En la corteza cerebral se observan regiones de metabolismo activo (áreas amarillas).
También se demuestran los ventrículos laterales. (Cortesía del Dr. Holley Dey.)
Figura 1-28 Exploración con PET; vista axial (horizontal) de un paciente varón de 62 años con glioma
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Figura 1-29 Exploración con PET; vista coronal de un paciente varón de 62 años con glioma maligno en el
lóbulo parietal izquierdo, después de la inyección de 18-fluorodesoxiglucosa (mismo paciente que en la figura
1-27). Se observa una elevada concentración del com-puesto (área circular amarilla) en la región del tumor.
(Cortesía del Dr. Holley Dey.)
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3. Un varón de 20 años con historia prolongada de tuberculosis pulmonar fue examinado por un cirujano
ortopeda por el desarrollo súbito de cifosis. Tenía también síntomas de dolor punzante que se irradiaba a
ambos lados del tórax intensificado al toser o estornudar. Se emitió el diagnóstico de osteítis tuberculosa de
la quinta vértebra torácica, con colapso del cuerpo vertebral responsable de la cifosis. Con empleo de su
conocimiento de neuroanatomía, explique por qué el colapso del cuerpo de la quinta vértebra torácica
produce dolor en la distribución del quinto nervio raquídeo torácico en ambos lados.
4. Un varón de 50 años se levantó una mañana con dolor intenso cerca de la parte inferior del cuello y del
hombro izquierdo. El dolor se irradiaba también a lo largo del lado externo de la parte superior del brazo. El
movimiento del cuello causaba un aumento de la intensidad del dolor, que también se acentuaba al toser. Una
radiografía lateral del cuello mostró un ligero estrechamiento del espacio entre los cuerpos vertebrales de la
quinta y sexta vértebra cervicales. Una RM mostró desestructuración del disco intervertebral entre la quinta
y la sexta vértebras cervicales. Con empleo de su conocimiento de anatomía, diga qué raíz nerviosa se
hallaba afectada. Igualmente, diga cuál es la naturaleza de la enfermedad.
5. Un estudiante de medicina se ofreció para ayudar a un compañero de estudios a enderezar el parachoques de
su coche deportivo extranjero. Acababa de terminar el curso de neuroanatomía y se hallaba en baja forma
física. Sin desanimarse, intentó levantar la extremidad del parachoques mientras su amigo estaba de pie en el
otro extremo. De repente, sintió un intenso dolor agudo en la espalda que se extendía por la parte posterior y
lado externo de la pierna derecha. Posteriormente, fue explorado por un cirujano ortopeda que encontró que
el dolor se acentuaba por la tos. Una radiografía lateral de la columna vertebral lumbar no puso de manifiesto
nada anómalo. Una RM, obtenida en el plano sagital, mostró un pequeño prolapso posterior del núcleo
pulposo en el disco entre las vértebras quinta lumbar y primera sacra. Se hizo el diagnóstico de hernia del
disco intervertebral entre la quinta vértebra lumbar y la primera sacra. Con empleo de su conocimiento de
neuroanatomía, explique los síntomas de esta enfermedad. ¿Qué raíces nerviosas raquídeas estaban
comprimidas?
6. Un niño de 5 años de edad se visitó en la sala de urgencias. Se hizo el diagnóstico de meningitis aguda. El
residente decidió realizar una punción lumbar para confirmar el diagnóstico. Con empleo de su conocimiento
de neuroanatomía, ¿dónde realizaría la punción lumbar? Enumere, por orden, las estructuras perforadas
cuando se introduce una aguja de punción lumbar en el espacio subaracnoideo.
7. Una mujer joven embarazada dijo a sus amigas que odiaba la idea de tener que pasar por el dolor del
nacimiento de su hijo, pero que, igualmente, detestaba el pensamiento de ser sometida a un anestésico
general. ¿Hay alguna técnica de analgesia local que produzca un parto sin dolor?
8. Al cruzar la carretera, un peatón fue golpeado por un coche en la parte derecha de la cabeza. Cayó al suelo
pero no perdió el conocimiento. Después de descansar una hora y levantarse luego, parecía estar confuso e
irritable. Posteriormente, se tambaleó y cayó al suelo. Al realizarle el interrogatorio, se observó que estaba
somnoliento y presentaba una contracción en la parte inferior izquierda de la cara y del brazo izquierdo. Se
hizo el diagnóstico de hemorragia epidural. ¿Cuál es la arteria que probablemente haya sido dañada? ¿Qué
está causando la somnolencia y la contracción muscular?
9. Una mujer de 45 años fue explorada por un neurólogo que encontró que tenía un tumor craneal. La paciente
refería cefalea intensa, que ocurría durante la noche y por la mañana temprano. Describía el dolor «como si
le fuera a reventar la cabeza», y aunque al principio, 6 meses antes, la cefalea era intermitente, ahora era más
o menos continua. La tos, encorvarse y los esfuerzos al defecar empeoraban el dolor. El dolor se acompañó
de vómitos en tres ocasiones recientes. ¿Cuál es la secuencia de acontecimientos que se da en el cráneo
cuando se produce un aumento de la presión intracraneal? ¿Realizaría una punción lumbar de modo habitual
en los pacientes con sospecha de tener un tumor intracraneal?
10. Mientras exploraba a un varón inconsciente de 18 años ingresado en la sala de urgencias después de un
accidente de motocicleta, el neurocirujano preguntó al estudiante de medicina asistente qué sucede en el
encéfalo en un accidente en el que súbitamente se produce una desaceleración en el interior del cráneo. ¿De
qué sirve llevar casco?
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esta región y es seccionada en el momento de la fractura. La hemorragia resultante causa una acumulación
gradual de sangre bajo una elevada presión fuera de la capa meníngea de la duramadre. La presión se ejerce
sobre el cerebro subyacente a medida que aumenta de volumen el coágulo de sangre, y se manifiestan los
síntomas de confusión e irritabilidad. Posteriormente, aparece la somnolencia. La presión sobre la
extremidad inferior del área motora de la corteza cerebral (circunvolución precentral derecha) causa
contracciones de los músculos faciales y, más adelante, contracciones de los músculos del brazo izquierdo.
A medida que aumenta de volumen el coágulo de sangre, la presión intracraneal se eleva y el estado del
paciente se deteriora.
9. En la página 23 se relatan con detalle los diversos cambios que se producen en el cráneo de los pacientes
con un tumor intracraneal. Un paciente con sospecha de tener un tumor in tracraneal no debe ser sometido a
punción lumbar. La retirada de líquido cefalorraquídeo puede llevar a un desplazamiento súbito del
hemisferio cerebral a través de la abertura en el tentorio (tienda) del cerebelo al interior de la fosa craneal
posterior o hernia de la médula oblongada y del cerebelo a través del agujero magno. Los estudios con TC o
RM se utilizan en la actualidad para realizar el diagnóstico.
10. El encéfalo flota en el líquido cefalorraquídeo en el interior del cráneo, de modo que un golpe en la cabeza o
una desaceleración súbita lleva a un desplazamiento del mismo. Se puede producir así un daño cerebral
importante; el estiramiento o la distorsión del tallo cerebral, avulsión de nervios craneales y comúnmente,
rotura de las venas cerebrales ancladas. (Para más detalles, v. pág. 21). El casco ayuda a proteger el encéfalo
al amortiguar el golpe y reducir así la velocidad de desaceleración del encéfalo.
PREGUNTAS DE REVISIÓN
Instrucciones: cada una de las aseveraciones de esta sección se sigue de diferentes finales de frase.
Seleccione el mejor en cada caso.
1. La médula espinal tiene:
(a) Una cubierta externa de sustancia gris y un núcleo interno de sustancia blanca.
(b) Un engrosamiento por debajo que forma el cono me dular.
(c) Raíces anteriores y posteriores de un único nervio raquídeo unido a un único segmento.
(d) Células en el asta gris posterior que originan fibras eferentes que inervan los músculos esqueléticos.
(e) Un canal central que está situado en la comisura blanca.
2. La médula oblongada:
(a) Es de una forma tubular.
(b) Tienes el cuarto ventrículo situado por detrás de su parte inferior.
(c) Tiene el mesencéfalo directamente continuo a su borde superior.
(d) No tiene canal central en su parte inferior.
(e) Tiene la médula espinal directamente continua a su parte inferior en el agujero magno.
3. El mesencéfalo:
(a) Posee una cavidad denominada acueducto cerebral.
(b) Tiene un gran tamaño.
(c) No tiene líquido cefalorraquídeo a su alrededor.
(d) Consta de una cavidad que se abre por arriba en el ventrículo lateral.
(e) Se localiza en la fosa media craneal.
Instrucciones: cada uno de los apartados numerados en esta sección se acompaña de respuestas.
Seleccione la letra de la respuesta CORRECTA.
4. Las siguientes aseveraciones se relacionan con el cerebelo:
(a) Está situado en la fosa media craneal.
(b) La corteza cerebelosa está compuesta de sustancia blanca.
(c) El vermis es el nombre dado a la parte que une los hemisferios cerebelosos.
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Instrucciones: cada historia clínica continúa con preguntas. Seleccione la MEJOR respuesta.
Una mujer de 23 años se hallaba inconsciente cuando fue ingresada en el servicio de urgencias. Cuando
cruzaba la carretera fue golpeada en la parte lateral de la cabeza por un autobús. Una hora después se observó
que la paciente tenía tumefacción sobre la región temporal derecha. Tenía también signos de parálisis muscular
en el lado izquierdo del cuerpo. Una radiografía lateral del cráneo mostraba una línea de fractura que iba hacia
abajo y delante a través del ángulo anteroinferior del hueso parietal derecho. El coma de la paciente se volvió
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diminuto (v. fig. 1-2). C. El mesencéfalo está completamente rodeado de líquido cefalorraquídeo en el
espacio subaracnoideo (v. pág. 457). D. El mesencéfalo tiene una cavidad denominada acueducto cerebral,
que se abre por arriba en el tercer ventrículo (v. fig. 1-11). E. El mesencéfalo se localiza en la fosa craneal
posterior.
4. C es correcta. El vermis es el nombre dado a la parte del cerebelo en la que se juntan los hemisferios del
cerebelo (v. pág. 231). A. El cerebelo está situado en la fosa craneal posterior (v. fig. 1-8). B. La corteza
cerebelosa está compuesta de sustancia gris (v. pág. 231). D. El cerebelo está situado por detrás del cuarto
ventrículo (v. fig. 1-11). E. El núcleo dentado es una masa de sustancia gris que se encuentra en cada uno
de los hemisferios del cerebelo (v. pág. 235).
5. D es correcta. La cápsula interna es una colección importante de fibras nerviosas ascendentes y
descendentes que tiene el núcleo caudado y el tálamo en su parte medial y el núcleo lenticular en su parte
externa (v. fig. 1-14). A. Los hemisferios cerebrales están separados por un septo fibroso vertical, colocado
sagitalmente denominado hoz del cerebro (v. pág. 428). La tienda del cerebelo está situada horizontalmente y
forma el techo sobre la fosa craneal posterior y separa el cerebelo de los lóbulos occipitales del cerebro (v.
pág. 428). B. Los lóbulos del hemisferio cerebral reciben su denominación por los huesos craneales bajo los
que están situados. C. El cuerpo calloso es una masa de sustancia blanca situado en el interior de cada
hemisferio cerebral (v. pág. 265). E. La cavidad presente dentro de cada hemisferio cerebral recibe la
denominación de ventrículo lateral.
6. B es correcta. Hay 8 pares de nervios raquídeos cervicales (sólo 7 vértebras cervicales). A. Hay 12 pares de
nervios craneales. C. La raíz posterior de un nervio raquídeo contiene fibras nerviosas aferentes (v. pág.
12). D. Un nervio raquídeo está formado por la unión de una raíz anterior y de otra raíz posterior en un
agujero intervertebral. E. Un ganglio espinal contiene los cuerpos celulares de las fibras nerviosas sensitivas
que entran en la médula espinal.
7. C es correcta. La RM del encéfalo utiliza las propiedades magnéticas del núcleo de hidrógeno excitado por
radiación de radiofrecuencia transmitida por una bobina que rodea la cabeza del paciente (v. pág. 24). A. La
exploración encefálica por TC puede distinguir entre la sustancia blanca y la gris (v. fig. 1-23). B. Los
ventrículos laterales se comunican indirectamente con el cuarto ventrículo a través del agujero
interventricular, el tercer ventrículo y el acueducto cerebral del mesencéfalo (v. fig. 1-11). D. Por un
traumatismo y un movimiento súbito del encéfalo en el interior del cráneo, rara vez se desgarran las grandes
arterias de la base del cráneo. E. El movimiento del encéfalo en el momento de las lesiones craneales puede
estirar y dañar el pequeño y delicado sexto par craneal (también puede resultar dañado el pequeño cuarto par
craneal).
8. B es correcta. Con el paciente en posición de decúbito, la presión normal del líquido cefalorraquídeo es de
60 a 150 mmH2 O. A. El líquido cefalorraquídeo en el canal central de la médula espinal es capaz de entrar en
el cuarto ventrículo a través del canal central de la parte inferior de la médula oblongada (v. pág. 450). C. El
líquido cefalorraquídeo es importante para proteger el encéfalo y la médula espinal de una lesión traumática
al disipar la fuerza. (Compárese con la función del líquido amniótico en la protección del feto en el útero de
una mujer embarazada.) D. La compresión de la vena yugular interna en el cuello eleva la presión del líquido
cefalorraquídeo al inhibir su absorción en el sistema venoso (v. pág. 460). E. El espacio subaracnoideo está
lleno de líquido cefalorraquídeo: el potencial espacio subdural contiene sólo líquido tisular.
9. E es correcta. La tercera vértebra cervical está situada frente al cuarto segmento de la médula espinal (v.
tabla 1-3, pág. 16). A. La primera vértebra lumbar está situada frente a los segmentos medulares sacros y
coccígeos. B. La tercera vértebra torácica está situada frente al quinto segmento medular torácico. C. La
quinta vértebra cervical está situada frente al sexto segmento medular cervical. D. La octava vértebra
torácica está situada frente al undécimo segmento medular torácico.
10. C es correcta. La tumefacción sobre la región temporal derecha y el hallazgo radiológico de una fractura
longitudinal sobre el ángulo anteroinferior del hueso parietal derecho son muy sugestivos de lesión de la
arteria meníngea media derecha y de formación de una hemorragia epidural (extradural). La sangre se
extiende a través de la línea de fractura al músculo temporal y tejido blando por encima.
11. B es correcta. La parálisis del lado izquierdo (hemiplejía izquierda) se debía a la presión ejercida por la
hemorragia epidural del lado derecho sobre la circunvolución precentral del hemisferio cerebral derecho.
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12. D es correcta. En las personas en las que el conducto medular era originalmente pequeño, una estenosis
significativa del conducto en la región lumbar puede llevar a compresión neurológica de la cola de caballo,
con dolor que se irradia hacia la espalda, como en este paciente.
13. C es correcta. Una de las complicaciones de la artrosis de la columna vertebral es el crecimiento de
osteofitos, que comúnmente invaden los agujeros intervertebrales, por lo que se origina dolor a lo largo de la
distribución del nervio segmentario. En este paciente estaban afectados los nervios segmentarios L4-L5 y
S1-S3, que forman el importante nervio ciático. Ello explicaría el dolor que se irradiaba hacia abajo, en la
pierna izquierda y la atrofia de los músculos de la pierna.
LECTURAS RECOMENDADAS
American Academy of Neurology Therapeutics Subcommittee. Positron emission tomography. Neurology 41:163,
1991.
Becker, D. P., Gudeman, S. K. Textbook of Head Injury. Philadelphia: Saunders, 1989.
Brooks, D. J. PET: Its clinical role in neurology. J. Neurol. Neurosurg. Psychiatry 54:1, 1991.
Duhaime, A. C., Christian, C. W., Rorke, L. B., et al. Nonaccidental head injury in infants—The “shaken-baby
syndrome.” N. Engl. J. Med. 338:1822–1829, 1998.
Goetz, C. G. Textbook of Clinical Neurology (2nd ed.). Philadelphia: Saunders, 2003.
Rowland, L. P. (ed.). Merritt’s Neurology (10th ed.). Philadelphia: Lippincott Williams & Wilkins, 2000.
Snell, R. S. Clinical Anatomy by Systems. Philadelphia: Lippincott Williams & Wilkins, 2007.
Snell, R. S. Clinical Anatomy by Regions (8th ed.). Philadelphia: Lippincott Williams & Wilkins, 2008.
Standing, S. (ed). Gray’s Anatomy (39th Br. ed.). London: Elsevier Churchill Livingstone, 2005.
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CAPÍTULO 2
NEUROBIOLOGÍA DE LA NEURONA Y
DE LA NEUROGLÍA
n varón de 38 años con historia de movimientos involuntarios, cambios de la
U personalidad y problemas cognitivos fue remitido a un neurólogo. Los síntomas
comenzaron de modo insidioso 8 años antes y fueron empeorando
progresivamente. Los primeros síntomas consistían en movimientos involuntarios,
bruscos y sin propósito de las extremidades superiores, asociados con torpeza y caída de
objetos. En la presentación, el paciente tenía dificultad para de ambular, hablar y deglutir.
Asociados con estos defectos de movimientos se observó un deterioro de la memoria y
pérdida de la capacidad intelectual. También había conducta impulsiva y crisis
depresivas. Un interrogatorio detallado al paciente y a su esposa puso de manifiesto que
el padre y el hermano mayor del paciente habían tenido síntomas similares antes de que
fallecieran. Se estableció el diagnóstico de enfermedad de Huntington.
La enfermedad de Huntington es un trastorno autosómico recesivo, con la anomalía
localizada en el brazo corto del cromosoma 4. Histológicamente, el núcleo caudado y el
putamen muestran una extensa degeneración que afecta principalmente a las neuronas
productoras de acetilcolina y de ácido γ-aminobutírico (GABA); las neuronas productoras
de dopamina no resultan afectadas. También se observa degeneración secundaria de la
corteza cerebral. Este caso es un ejemplo de un trastorno hereditario que afecta
principalmente a un grupo particular de neuronas.
• Revisar la función de sostén de las células neurogliales en relación con las células
nerviosas, y el papel que desempeñan en el metabolismo, función y muerte
neuronal.
La finalidad de este capítulo es preparar al lector para explicar cómo la célula excitable
básica –la neurona– se comunica con otras neuronas. Se considerarán también ciertas
lesiones de la neurona y los efectos de los fármacos sobre el mecanismo por el cual las
neuronas se comunican entre sí.
DEFINICIÓN DE NEURONA
Neurona es el nombre que se da a la célula nerviosa y a todas sus prolongaciones (fig. 2-
1). Las neuronas son células excitables especializadas para la recepción de estímulos y la
conducción del impulso nervioso. Varían considerablemente en tamaño y forma, pero
todas ellas contienen un cuerpo celular o pericarion y, a partir de su superficie, se
proyectan una o más procesos o prolongaciones denominados neuritas (fig. 2-2). Las
neuritas responsables de recibir la información y de conducirla hacia el cuerpo celular se
denominan dendritas. La neurita tubular larga, única, que conduce los impulsos desde el
cuerpo celular recibe la denominación de axón. Las dendritas y los axones se conocen
con frecuencia como fibras nerviosas.
Las neuronas se encuentran en el encéfalo, la médula espinal y los ganglios. A
diferencia de la mayoría de otras células del cuerpo, las neuronas maduras normales de la
persona adulta no se dividen ni replican. Sin embargo, actualmente se sabe que existe
neurogenia en la persona adulta, ya que células madre de estirpe astrocitaria localizadas
en la zona subventricular de los ventrículos laterales originan nuevas neuronas durante
toda la vida, aunque en cantidad reducida.
VARIEDADES DE NEURONAS
Aunque el cuerpo celular de una neurona puede ser tan pequeño como de 5 µm o tan
grande como de 135 µm de diámetro, las prolongaciones o neuritas pueden extenderse en
una distancia de más de 1 metro. El número, la longitud o el modo de ramificación de las
neuritas proporcionan un método morfológico para clasificar las neuronas.
Las neuronas unipolares o seudounipolares son aquellas cuyos cuerpos celulares
tienen una única neurita, que se divide a una corta distancia del cuerpo celular en dos
ramas, una que se dirige a alguna estructura periférica, y otra que se introduce en el
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sistema nervioso central (fig. 2-3). Las ramas de esta neurita única tienen las
características estructurales y funcionales de un axón. En este tipo de neurona, las finas
ramas terminales que se encuentran en el extremo periférico del axón en el sitio receptor
reciben con frecuencia la denominación de dendritas. En el ganglio espinal se encuentran
ejemplos de esta forma de neurona.
Las neuronas bipolares poseen un cuerpo celular alargado, a partir de un extremo
emerge un axón y del otro una dendrita (fig. 2-3). En las células bipolares de la retina se
observan ejemplos de este tipo de neuronas, así como las neuronas de los ganglios
sensitivos coclear y vestibular.
Las neuronas multipolares tienen una gran cantidad de neuritas que se originan a
partir del cuerpo celular (fig. 2-3). Con la excepción del axón, que es único, el resto de
las neuritas son dendritas. La mayoría de las neuronas del cerebro y de la médula espinal
son de este tipo. Las neuronas también pueden clasificarse según el tamaño:
Las neuronas de Golgi tipo I tienen un axón largo que puede tener una longitud de 1 m
o más (figs. 2-4 a 2-6). Los axones de estas neuronas forman los largos tractos de
fibras del cerebro, de la médula espinal y de las fibras nerviosas de los nervios
periféricos. Las células piramidales de la corteza cerebral, las células de Purkinje de la
corteza cerebelosa y las células motoras de la médula espinal son ejemplos de este tipo
de células.
Las neuronas de Golgi tipo II tienen un axón corto que termina en la vecindad del
cuerpo celular o está completamente ausente (figs. 2-5 y 2-6). Sobrepasan en número
a las neuronas de Golgi tipo I. Las cortas dendritas que se originan de estas neuronas
les confieren un aspecto estrellado. Estas neuronas son numerosas en la corteza
cerebral y en la corteza cerebelosa y, con frecuencia, tienen una función inhibidora. La
tabla 2-1 resume la clasificación de las neuronas.
ESTRUCTURA DE LA NEURONA
Cuerpo de la célula nerviosa
El pericarion o cuerpo de la célula nerviosa, como el de otras células, consta
esencialmente de un citoplasma en la que se halla incluido el núcleo (figs. 2-7 y 2-8),
limitado externamente por una membrana plasmática. Es interesante destacar que el
volumen del citoplasma en el interior del cuerpo de la célula nerviosa es, con frecuencia,
muy inferior al volumen total del citoplasma en las neuritas. Los cuerpos celulares de las
pequeñas células granulosas de la corteza cerebelosa miden aproximadamente 5 µm de
diámetro, mientras que las de las grandes células del asta anterior de la médula pueden
medir hasta 135 µm de diámetro.
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/ Núcleo
, •- ,
~~
.--!,<--,- - - Cuerpo celular
-~~--,~~
-- ~~~
-r¡ . Cono axónico
Núcleo
El núcleo contiene los genes y tiene, por lo general, una localización central en el interior
del cuerpo celular y clásicamente es de gran tamaño y esférico1. En las neuronas
maduras, los cromosomas ya no se duplican y funcionan sólo en la expresión génica. Por
consiguiente, los cromosomas no están dispuestos como estructuras compactas sino que
se hallan desenrollados. Así, el núcleo es pálido, y los finos gránulos de cromatina están
ampliamente dispersos (figs. 2-6 y 2-7). Suele haber un nucléolo prominente único que
se halla implicado en la síntesis del ácido ribonucleico ribosómico (ARNr) y en la unión
de las subunidades ribosómicas. El gran tamaño del nucléolo se debe probablemente a la
elevada tasa de síntesis de proteínas, que es necesaria para mantener el nivel de proteínas
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1 El término
núcleo en citología no debe confundirse con el término núcleo en neuroanatomía, que hace referencia
a un grupo discreto de cuerpos de células nerviosas en el sistema nervioso central.
Figura 2-2 Microfotografía de un frotis de médula espinal que muestra una neurona con su cuerpo celular y sus
prolongaciones o neuritas.
La membrana nuclear (figs. 2-8 y 2-9) puede considerarse como una porción
especial del retículo endoplásmico rugoso del citoplasma y se continúa con el retículo
endoplásmico del citoplasma. La membrana tiene una doble capa y posee finos poros
nucleares, a cuyo través los materiales pueden difundir al interior y al exterior del núcleo
(fig. 2-8). El nucleoplasma y el citoplasma pueden considerarse como funcionalmente
continuos. Las subunidades ribosómicas recién formadas pueden pasar al interior del
citoplasma a través de los poros nucleares.
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Citoplasma
El citoplasma es rico en retículo endoplásmico granular (rugoso) y agranular (liso) (figs.
2-9 y 2-10) y contiene los siguientes orgánulos (u organelos) e inclusiones: a) sustancia
de Nissl, b) aparato de Golgi, c) mitocondria, d) microfilamentos, e) microtúbulos, f)
lisosomas, g) centríolos y h) lipofucsina, melanina, glucógeno y lípido.
La sustancia cromófila o de Nissl consta de gránulos que se hallan distribuidos por el
citoplasma del cuerpo celular, excepto en la región próxima al axón, denominada cono
axónico (fig. 2-11). El material granular se extiende también a las partes proximales de
las dendritas; no está presente en el axón.
Dendritas
Axón~
Cuerpo,
L-- r;-- celular
t t
'k
Cono axónico
r.
Vt;t ;{
~{,;,o,t Cono axónico JJ----Axón
-;J_.J.
' t t
· Dendritas
Figura 2-3 Clasificación de las neuronas según el número, longitud y patrón de ramificación de las neuritas.
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Prolongaciones dendríticas
Capa mole c u l a r ~ de las células de Purkinje
•
• •
•
I
Figura 2-4 Microfotografía de un corte con tinción argéntica de la corteza cerebelosa que muestra dos células de
Purkinje. Son ejemplos de neuronas de Golgi tipo I.
Figura 2-5 Microfotografía de un corte con tinción argèntica de la corteza cerebral. Obsèrvese la presencia de
grandes cèlulas piramidales, que son ejemplos de neuronas de Golgi tipo I, y numerosas neuronas de Golgi tipo
II.
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Célula estrellada,
en la corteza cerebelosa
Célula granulosa,
en la corteza cerebelosa
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1
Tabla 2·1 Clasificación de las neuronas
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Dendrita
Núcleo
Nucléolo
Cuerpo de una
célula neiviosa
Neurópilo
Figura 2-7 Microfotografía de un corte del asta gris anterior de la médula espinal que muestra dos grandes
células motoras con núcleos. Obsérvese el nucléolo prominente en uno de los núcleos.
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Dendritas
Retículo
endoplásmico
rugoso
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axones (figs. 2-8 y 2-9). Tienen una forma esférica o de bastón. En las microfotografías
electrónicas las paredes muestran una doble membrana característica (fig. 2-8). La
membrana interna está dispuesta en pliegues o crestas que se proyectan hacia el centro
de la mitocondria. Las mitocondrias poseen muchas enzimas, que se localizan
principalmente en la membrana mitocondrial interna. Estas enzimas toman parte en el
ciclo del ácido tricarboxílico y en las cadenas del citocromo de la respiración. Por
consiguiente, las mitocondrias son importantes en las células nerviosas, como en otras
células, para la producción de energía.
Las neurofibrillas, tal como se ven al microscopio óptico después de la tinción
argéntica, son numerosas y tienen un trayecto en paralelo a través del cuerpo celular al
interior de las neuritas (fig. 2-13). Con el microscopio electrónico, las neurofibrillas se
disponen en fascículos de neurofilamentos; cada filamento mide unos 10 nm de
diámetro (fig. 2-14). Los neurofilamentos forman el principal componente del
citoesqueleto. Químicamente, los neurofilamentos son muy estables, y pertenecen a la
familia de la citoqueratina.
Los microfilamentos miden aproximadamente de 3 nm a 5 nm de diámetro y están
formados por actina. Los microfilamentos se concentran en la periferia del citoplasma,
inmediatamente por debajo de la membrana plasmática, donde forman una malla densa.
Junto con los microtúbulos, los microfilamentos desempeñan un papel clave en la
formación de las nuevas prolongaciones celulares y la retracción de las antiguas. Ayudan
tambièn a los microtúbulos en el transporte axónico.
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Aparato de Golgi
Gránulos de cromatina fina en el núcleo
Nucléolo Membranas nucleares
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Citoplasma de la neurona
Membrana
plasmática
Figura 2-10 Microfotografía electrónica de una neurona que muestra las membranas nuclear y plasmática y los
orgánulos citoplásmicos. (Cortesía del Dr. J. M. Kerns.)
Sustancia de Nissl
Cono axónico
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Figura 2-11 Microfotografía de un corte del asta gris anterior de la mèdula espinal teñida con azul de toluidina.
Obsèrvese la presencia de sustancia de Nissl teñida de oscuro en el citoplasma de cuatro neuronas.
Sustancia de Nissl
Figura 2-12 Microfotografía electrónica del citoplasma de dos neuronas que muestra la estructura de los cuerpos
de Nissl (sustancia). (Cortesía del Dr. J. M. Kerns.)
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a 3,0 mm/día).
El transporte rápido (100 mm/día a 400 mm/día) está originado por dos proteínas
motoras asociadas con los sitios del trifosfato de adenosina ATP-asa de los microtúbulos;
éstas son la cinesina para el movimiento anterógrado (alejándose de la célula) y la
dineína para el movimiento retrógrado. Durante el movimiento anterógrado, los
orgánulosrecubiertos de cinesina se mueven hacia un extremo del túbulo, y en el
movimiento retrógrado, los orgánulos recubiertos de dineína se mueven hacia el otro
extremo del túbulo. La dirección y velocidad del movimiento de un orgánulo pueden
estar originadas por la activación de una de las proteínas motoras o de las dos proteínas
motoras simultáneamente.
El transporte lento (0,1 mm/día a 3,0 mm/día) implica el movimiento de gran parte
del citoplasma, e incluye el movimiento de las mitocondrias y de otros orgánulos. Se
produce un transporte axónico sólo en dirección anterógrada. No se ha identificado el
motor molecular, pero probablemente sea de la familia de la cinesina.
Los lisosomas son vesículas unidas a la membrana que miden unos 8 nm de diámetro.
Actúan en la célula como «barrenderos» intracelulares, y contienen enzimas hidrolíticas.
Están formados por la gemación del aparato de Golgi. Los lisosomas existen en tres
formas: a) lisosomas primarios, que se acaban de formar, b) lisosomas secundarios,
que contienen material parcialmente digerido (formas de mielina) y c) cuerpos
residuales, en los que las enzimas son inactivas y los cuerpos han evolucionado a partir
de materiales digeribles, como pigmentos y lípidos.
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Figura 2-13 Microfotografía de un corte con tinción argéntica de una neurona que muestra la presencia de
grandes cifras de neurofibrillas en el citoplasma del cuerpo celular y de las neuritas.
Los centríolos son unas pequeñas estructuras dispuestas en pares que se encuentran
en las células nerviosas en división durante el período embrionario. Cada centríolo es un
cilindro hueco cuya pared está compuesta de haces de microtúbulos. Se asocian con la
formación del huso durante la división celular y en la formación de los microtúbulos. Los
centríolos se encuentran también en las células nerviosas maduras, donde se cree que
están implicados en el mantenimiento de los microtúbulos.
La lipofuscina (material pigmentario) forma gránulos de color pardo amarillento en
el interior del citoplasma (fig. 2-15). Se cree que se produce como resultado de la
actividad lisosómica, y representa un producto metabólico de degradación. La lipofuscina
se acumula con la edad.
Los gránulos de melanina se encuentran en el citoplasma de neuronas de ciertas
partes del encéfalo (p. ej., sustancia negra del mesencéfalo). Su presencia puede
relacionarse con la capacidad sintetizadora de catecolaminas de estas neuronas, cuyo
neurotransmisor es la dopamina. En la tabla 2-2 se resumen las principales estructuras
presentes en el cuerpo de una neurona.
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Membrana plasmática
La membrana plasmática forma el límite externo continuo del cuerpo celular y sus
prolongaciones, y la neurona es el sitio de inicio y conducción del impulso nervioso
(figuras 2-10 y 2-14). La membrana tiene un grosor de aproximadamente 8 nm,
demasiado delgada para poder observarla al microscopio óptico. Al microscopio
electrónico, la membrana plasmática se muestra como dos líneas oscuras, con una línea
clara entre ellas.
La membrana plasmática está compuesta de una capa interna y de otra capa externa
de moléculas proteicas dispuestas muy laxamente, y cada capa tiene un grosor de
aproximadamente 2,5 nm, separadas por una capa media de lípidos de aproximadamente
3 nm. La capa lipídica está compuesta por dos filas de moléculas de fosfolípidos
dispuestas de tal modo que sus extremos hidrófobos se hallan en contacto entre sí, y sus
terminaciones polares están en contacto con capas de proteínas. Ciertas moléculas de
proteínas están situadas en el interior de la capa fosfolipídica y se extienden por toda la
anchura de la capa lipídica. Estas moléculas proporcionan a la membrana conductos
hidrófilos a través de los cuales los iones inorgánicos pueden penetrar en la célula o salir
de ella. Las moléculas de carbohidratos están unidas a la parte exterior de la membrana
plasmática, y, por lo tanto, están unidas a las proteínas o a los lípidos formando lo que se
conoce como cubierta celular o glucocáliz.
La membrana plasmática y la cubierta celular juntas forman una membrana
semipermeable que permite la difusión de ciertos iones, pero que restringe la de otros. En
la fase de reposo (estado no estimulado), los iones de K+ difunden a través de la
membrana plasmática desde el citoplas ma celular hasta el líquido tisular (fig. 2-16). La
permeabilidad de la membrana a los iones de K+es muy superior a la de los iones de Na+;
así, la salida pasiva de iones de K+es muy superior a la entrada de iones de Na+. Se
produce con ello una diferencia de potencial estable de aproximadamente -80 mV, que
puede determinarse a través de la membrana plasmática, ya que el lado interno de la
membrana es negativo con respecto al lado externo. Este potencial se conoce con el
nombre de potencial de reposo.
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A Microtúbulos B Microtúbulos
Figura 2-14 Microfotografía electrónica de las dendritas que muestra la presencia de neurofilamentos y
microtúbulos en el interior del citoplasma. (Cortesía del Dr. J. M. Kerns.) A: corte longitudinal de dos dendritas
adyacentes. B: corte transversal de una dendrita.
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Figura 2-15 Microfotografía de un corte longitudinal de un ganglio espinal que muestra la presencia de gránulos
de lipofuscina en el interior de las neuronas sensitivas.
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FA:1ruc1ura
N1íckto
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Grofido,
<t'<londrodo
-·· LocaU,odóo
96
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97
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+ + .. + .. + + +
o
.¡. - - - K.
+ K. -80mV
+
+ +
Na+
+ A + ·~ +
CI
Estado de reposo (estado no estimulado)
• 40 mV
+ + + .,. + + o
-80mV
+ + +
-80mV
+ + + + + + + +
o
.. .. 0
+
~
+ +
-.,. - -80mV
+ + r +
Na+
Retorno ;;,I estado de reposo
Impulso nervioso
Figura 2-16 Cambios iónicos y eléctricos que se producen en una neurona cuando es estimulada.
+++ + + ++ +
Hiperpolarización
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Figura 2-17 Cambios iónicos y eléctricos que se producen en una neurona durante la hiperpolarización.
99
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••• •
K+ .••o•••. Na
+ •••••
•• o • :
••
·::!·:-· Sitio de
interacción
electrostática
Espacio
extt;,eelufor
Citoplasma de
la neuroon.a
·o·
K+ • • •
• •• •
Figura 2-18 Permeabilidad iónica de la membrana plasmática. La figura muestra las interacciones de los iones
con el agua, la bicapa lipídica de la membrana y los canales iónicos.
100
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Ax~ en contacto sináptico
con la dendrita
MicrotUbulos y microfilamento
Figura 2-19 A: microfotografía óptica de una motoneurona del asta gris anterior de la médula espinal que
muestra el cuerpo de la célula nerviosa, dos dendritas y el neurópilo circundante. B: microfotografía electrónica
de una dendrita que muestra sinapsis axodendríticas. (Cortesía del Dr. J. M. Kerns.)
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Los axones pueden ser muy cortos (0,1 mm), como se observa en muchas neuronas
del sistema nervioso central, o extraordinariamente largos (3,0 mm) como se ve cuando
se extienden desde un receptor periférico en la piel de un dedo del pie hasta la médula
espinal y de aquí al cerebro.
El diámetro de los axones varía considerablemente según las diferentes neuronas. Las
de mayor diámetro conducen los impulsos rápidamente, y las de diámetro más pequeño
conducen los impulsos con gran lentitud.
La membrana plasmática unida al axón recibe el nombre de axolema. El citoplasma
del axón recibe la denominación de axoplasma. El axoplasma se diferencia del
citoplasma del cuerpo celular por no poseer gránulos de Nissl ni aparato de Golgi. No hay
sitios para la síntesis de proteína, es decir, no hay ARN ni ribosomas. Así, la
supervivencia del axón depende del transporte de sustancias a partir de los cuerpos
celulares. El segmento inicial del axón está formado por los primeros 50 a 100 µm
después de haber abandonado el cono axónico del cuerpo de la célula nerviosa (fig. 2-
20). Ésta es la parte más excitable del axón, y es el lugar en el que se origina un potencial
de acción. Es importante recordar que en condiciones normales, un potencial de acción
no se origina en la membrana plasmática del cuerpo celular, sino que siempre lo hace en
el segmento inicial.
Un axón conduce siempre los impulsos alejándolos del cuerpo celular. Los axones de
las células de los ganglios sensitivos espinales son una excepción; aquí, la neurita larga,
que es indistinguible de un axón, lleva el impulso hacia el cuerpo celular. (Véase
«neuronas unipolares» en la pág. 34).
Transporte axónico
Los materiales son transportados desde el cuerpo celular hasta las terminaciones axónicas
(transporte anterógrado) y, en menor medida, en la dirección opuesta (transporte
retrógrado).
El transporte anterógrado rápido, de 100 mm/día a 400 mm/día, hace referencia al
transporte de proteínas y de sustancias transmisoras o de sus precursores. El transporte
anterógrado lento, de 0,1 mm/día a 3,0 mm/día, hace referencia al transporte del
axoplasma, e incluye a los microfilamentos y microtúbulos.
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Figura 2-20 Microfotografía electrónica de un corte longitudinal de una neurona de la corteza cerebral que
muestra la estructura detallada de la región del cono axónico y el segmento inicial del axón. Obsérvese la ausencia
de sustancia de Nissl (retículo endoplásmico rugoso) en el cono axónico y la presencia de numerosos
microtúbulos en el axoplasma. Obsérvense también las terminaciones axónicas (flechas) que forman sinapsis
axoaxónicas con el segmento inicial del axón. (Cortesía del Dr. A. Peters.)
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Axón que contiene un gran número Expansión terminal del axón {botón terminal)
de veslcuas presinápticas
Sinapsis
axodeodrítica
•
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. ,·., .. .,
,
•. . ... ! \,
. ~
. i
Sinapsis axodencttticas
Figura 2-21 Microfotografía electrónica que muestra múltiples sinapsis axodendríticas. Obsérvese la presencia
de un gran número de vesículas presinápticas en el interior de los axones. La definición incluye el sitio en el cual
una neurona se pone en estrecha proximidad con una célula muscular esquelética y se produce una comunicación
funcional. (Cortesía del Dr. J. M. Kerns.)
El transporte retrógrado explica el modo en que los cuerpos celulares de las células
nerviosas responden a los cambios en el extremo distal de los axones. Por ejemplo,
pueden ser transportados los receptores activados de factores del crecimiento a lo largo
del axón hasta su sitio de acción en el núcleo. Las vesículas pinocitósicas que se originan
en las terminaciones axónicas pueden ser devueltas rápidamente al cuerpo celular. Los
orgánulos desgastados pueden ser devueltos al cuerpo celular para su degradación por los
lisosomas.
El transporte axónico se lleva a cabo por microtúbulos ayudados por microfilamentos.
Sinapsis
El sistema nervioso consta de un gran número de neuronas que se unen entre sí para
formar vías de conducción funcional. El sitio en el que dos neuronas se ponen en
estrecha proximidad y se produce la comunicación interneuronal funcional recibe la
denominación de sinapsis2 (fig. 2-22). La mayoría de las neuronas realizan conexiones
sinápticas con unas 1 000 o más neuronas, y pueden recibir hasta 10 000 conexiones de
otras neuronas. La comunicación en una sinapsis, en condiciones fisiológicas, tiene lugar
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únicamente en una dirección. Las sinapsis se producen de diversas formas (fig. 2-22). El
tipo más habitual es el que se da entre un axón de una neurona y la dendrita o el cuerpo
celular de una segunda neurona. A medida que el axón se aproxima a la sinapsis, puede
tener una expansión terminal (botón terminal) o puede tener una serie de expansiones
(botón de transmisión), cada una de las cuales establece contacto sináptico. En otros
tipos de sinapsis, como las sinapsis axónicas, el axón establece contacto sináptico sobre el
segmento inicial de otro axón –es decir, proximal al lugar en que comienza la vaina de
mielina– o puede haber sinapsis entre expansiones terminales de diferentes neuronas.
Dependiendo del sitio de la sinapsis, se denominan con frecuencia como axodendríticas,
axosomáticas o axoaxónicas (fig. 2-22).
2 La definición incluye el sitio en el que una neurona se pone en contacto estrecho con la célula del músculo
esquelético o una célula glandular y se produce la comunicación funcional.
La forma en que termina un axón varía considerablemente en las diferentes partes del
sistema nervioso. Por ejemplo, un axón único puede terminar en una neurona única, o un
axón único puede establecer contacto con múltiples neuronas, como en el caso de las
fibras paralelas de la corteza cerebelosa que establecen sinapsis con múltiples células de
Purkinje. Del mismo modo, una neurona única puede tener uniones sinápticas con
axones de muchas neuronas diferentes. La disposición de estas sinapsis determina los
medios por los que una neurona puede ser estimulada o inhibida. Las espinas sinápticas,
extensiones de la superficie de la neurona, forman sitios receptores para el contacto
sináptico con botones aferentes (fig. 2-22).
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Axodeodrflica
A
Axosomallca
Axoaxóolca
~
e
o
•
•
•
~ o
Las sinapsis son de dos tipos: químicas y eléctricas. La mayoría de las sinapsis son
químicas, y en ellas una sustancia química, el neurotransmisor, pasa a través del
estrecho espacio entre las células y se fija a una molécula de proteína en la membrana
postsináptica denominada receptor.
En la mayoría de las sinapsis químicas puede haber varios neurotransmisores. Un
neurotransmisor suele ser el activador principal, y actúa directamente en la membrana
postsináptica, mientras que los otros transmisores funcionan como moduladores y
modifican la actividad del transmisor principal.
Sinapsis químicas
Ultraestructura de las sinapsis químicas
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Microtúbulos entremezclados
Mitocondrias Sitios sinápticos con microfilamentos
Figura 2-23 Microfotografía electrónica de alta resolución de sinapsis axodendríticas que muestra el
engrosamiento de las membranas celulares en los sitios sinápticos, vesículas presinápticas y la presencia de
mitocondrias en el interior de los axones, cerca de su terminación. (Cortesía del Dr. J. M. Kerns.)
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Sitio de la acetilcolinesterasa
Acetilcolina
Catecolaminas
Proceso de captación
B
Figura 2-24 Liberación de neurotransmisores. A: acetilcolina. B: catecolaminas.
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Sinapsis eléctricas
Las sinapsis eléctricas son uniones intercelulares comunicantes que contienen canales que
se extienden desde el citoplasma de la neurona presináptica al de la neurona
postsináptica. Son infrecuentes en el sistema nervioso central humano. Las neuronas se
comunican eléctricamente; no hay un transmisor químico. Los canales que forman
puentes permiten que se produzca el flujo de corriente iónica desde una célula a otra con
un mínimo retraso. En las sinapsis eléctricas, la rápida diseminación de la actividad desde
una neurona a otra asegura que un grupo de neuronas que desarrollan una función
idéntica actúen en conjunto. Las sinapsis eléctricas también tienen la ventaja de ser
bidireccionales; las sinapsis químicas no lo son.
DEFINICIÓN DE NEUROGLÍA
Las neuronas del sistema nervioso central se hallan sostenidas por diversas variedades de
células no excitables que, en conjunto, reciben la denominación de neuroglía (fig. 2-25).
Las células neurogliales son generalmente más pequeñas que las neuronas y las superan
en número en cinco a diez veces; comprenden aproximadamente la mitad del volumen
total del encéfalo y de la médula espinal.
Hay cuatro tipos de células neurogliales: a) astrocitos, b) oligodendrocitos, c) microglía y
d) células ependimarias (fig. 2-25). En la tabla 2-4 se presenta un resumen de las
características estructurales, localización y funciones de las diferentes células
neurogliales.
ASTROCITOS
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Los astrocitos tienen pequeños cuerpos celulares con prolongaciones que se ramifican y
que se extienden en todas direcciones. Hay dos tipos de astrocitos: los fibrosos y los
protoplásmicos.
Los astrocitos fibrosos se encuentran principalmente en la sustancia blanca, donde
sus prolongaciones pasan entre las fibras nerviosas (fig. 2-26). Cada prolongación es
larga, delgada, lisa y no muy ramificada. Los cuerpos celulares y las prolongaciones
contienen muchos filamentos en su citoplasma.
Los astrocitos protoplásmicos se encuentran principalmente en la sustancia gris,
donde las prolongaciones pasan entre los cuerpos de las células nerviosas (figs. 2-27 y 2-
28). Las prolongaciones son más cortas, más gruesas y más ramificadas que las de los
astrocitos fibrosos. El citoplasma de estas células contiene menos filamentos que el de los
astrocitos fibrosos.
Muchas de las prolongaciones de los astrocitos terminan en expansiones sobre los
vasos sanguíneos (pies perivasculares), donde forman una cubierta casi completa sobre la
superficie externa de los capilares. Muchas de las prolongaciones astrocíticas se hallan
entretejidas en las superficies externa e interna del sistema nervioso central, donde
forman las membranas limitantes neurogliales externa e interna. Así, la membrana
limitante externa se encuentra por debajo de la piamadre, y la membrana limitante interna
está situada por debajo del epéndimo que recubre los ventrículos cerebrales y el
conducto ependimario o canal central de la médula espinal.
Las prolongaciones astrocíticas se encuentran también en grandes cantidades alrededor
del segmento inicial de la mayoría de los axones, y en los segmentos desnudos de los
axones, en los nódulos de Ranvier. Las terminaciones axónicas en muchos sitios se hallan
separadas de otras células nerviosas y de sus prolongaciones por una cubierta de
prolongaciones astrocíticas. Además, existe un tipo de células neurogliales
(neurogliocitos) semejantes a los astrocitos que se encuentran localizadas en la
neurohipófisis, conocidas como pituicitos, que son las responsables del sostén del tejido
nervioso y procesos neuronales de esta región,
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Célula ,t
br microglial -~
limi Células de
------ n la piamadre
Figura 2-25 Representación esquemática de la disposición de los diferentes tipos de células neurogliales.
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astrocitos pueden producir sustancias que tienen una influencia trófica sobre las neuronas
vecinas. La investigación reciente ha sugerido que los astrocitos segregan citocinas que
regulan la actividad de las células inmunitarias al entrar en el sistema nervioso en la
enfermedad. Asimimo, los astrocitos desempeñan un papel importante en la estructura de
la barrera hematoencefálica. Aquí, las prolongaciones astrocitarias terminan como pies
expandidos en la membrana basal de los vasos sanguíneos (v. pág. 462). Por último, se
ha identificado una estirpe especial de astrocitos que se encuentran localizados en la zona
subventricular de los ventrículos laterales y en la zona subgranular del giro dentado del
hipocampo, que hacen la función de células madre adultas del cerebro. Sin embargo, la
neurogenia está muy limitada, de ahí que también lo estén los procesos regenerativos
cerebrales.
OLIGODENDROCITOS
Los oligodendrocitos tienen unos cuerpos celulares pequeños y pocas prolongaciones
delicadas; no hay filamentos en su citoplasma. Los oligodendrocitos se encuentran con
frecuencia en filas a lo largo de las fibras nerviosas mielínicas y rodean los cuerpos
celulares nerviosos (fig. 2-29). Las microfotografías electrónicas muestran las
prolongaciones de un único oligodendrocito que se unen a las vainas de mielina de varias
fibras nerviosas (fig. 2-30). Sin embargo, sólo una prolongación se une a la mielina entre
dos nódulos de Ranvier adyacentes.
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Tabla 2-4 Características estructurales, localización y funciones de las diferentes células ncurogliales
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Figura 2-26 A: microfotografía de un corte de sustancia gris de la médula espinal que muestra astrocitos
fibrosos. B: microfotografía electrónica que muestra un astrocito. (Cortesía del Dr. J. M. Kerns.)
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Membrana
celular
Citoplasma
del astrocito
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Figura 2-28 Microfotografía electrónica de un astrocito protoplásmico en la corteza cerebral. (Cortesía del Dr.
A. Peters.)
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Oligodendrocitos
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A
Figura 2-29 A: microfotografía de un grupo de oligodendrocitos. B: microfotografía electrónica de dos
oligodendrocitos. (Cortesía del Dr. J. M. Kerns.)
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MICROGLÍA
Las células microgliales no se relacionan embriológicamente con las otras células
neurogliales, y derivan de macrófagos externos del sistema nervioso. Son las células
neurogliales más pequeñas, y se encuentran esparcidas por todo el sistema nervioso
central (fig. 2-31). De sus cuerpos celulares pequeños se originan prolongaciones
ondulantes ramificadas de las que se separan numerosas proyecciones espiculares. Se
asemejan estrechamente a los macrófagos del tejido conectivo. Migran al sistema
nervioso durante la vida fetal. Las células microgliales aumentan en número en presencia
de tejido nervioso dañado por traumatismo o lesión isquémica y en presencia de
enfermedades como la enfermedad de Alzheimer, la enfermedad de Parkinson, la
esclerosis múl tiple y el sida. Muchas de estas células nuevas son monocitos que han
migrado desde la sangre.
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Prolongación del
oligodendrocito
Oligodend rocito
Vaina de mielina..____
Figura 2-30 Oligodendrocito cuyas prolongaciones se continúan con las vainas de mielina de cuatro fibras
nerviosas en el sistema nervioso central.
EPÉNDIMO
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Las células ependimarias revisten las cavidades del cerebro y del conducto ependimario
de la médula espinal. Forman una capa única de células de forma cuboide o cilíndrica y
poseen microvellosidades y cilios (fig. 2-32). Con frecuencia los cilios son móviles y sus
movimientos contribuyen al flujo del líquido cefalorraquídeo. Las bases de las células
ependimarias se hallan situadas en la membrana limitante interna de la glía. Las células
ependimarias pueden dividirse en tres grupos:
1. Ependimocitos, que revisten los ventrículos cerebrales y el conducto ependimario de
la médula espinal y se hallan en contacto con el líquido cefalorraquídeo. Las
superficies adyacentes tienen uniones intercelulares en hendidura, pero el líquido
cefalorraquídeo está en libre comunicación con los espacios intercelulares del sistema
nervioso central.
2. Tanicitos, que revisten el piso del tercer ventrículo por encima de la eminencia media
del hipotálamo. Estas células tienen largas prolongaciones basales que pasan entre las
células de la eminencia media y sitúan sus pies terminales sobre los capilares
sanguíneos.
3. Células epiteliales coroideas, que cubren las superficies de los plexos coroides. Los
costados y las bases de estas células forman pliegues, y cerca de sus superficies
luminales, las células se mantienen juntas por uniones estrechas que las rodean. La
presencia de uniones estrechas previene la fuga de líquido cefalorraquídeo a los tejidos
subyacentes.
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Aparato de Golgi
Figura 2-31 Microfotografía electrónica de una célula microglial en la corteza cerebral. (Cortesía del Dr. A.
Peters.)
ESPACIO EXTRACELULAR
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Figura 2-32 A: microfotografía de células ependimarias que revisten el conducto ependimario de la médula
espinal. B: microfotografía electrónica de células ependimarias que revisten la cavidad del tercer ventrículo.
(Cortesía del Dr. J. M. Kerns.)
NOTAS CLÍNICAS
Consideraciones generales
La neurona es una unidad funcional básica del sistema nervioso. En el ser humano
maduro, si se destruye por traumatismo o enfermedad, no será sustituida. Es incapaz
de realizar la división celular.
La neurona consta del cuerpo celular y de sus prolongaciones, los axones y las
dendritas. Las tres partes se hallan implicadas en el proceso de conducción. El cuerpo
celular es necesario para el metabolismo normal de todas las prolongaciones. En el
caso de que estas prolongaciones se separasen del cuerpo celular, degenerarían
rápidamente. Ello explicaría la necesidad del transporte de macromoléculas en el axón
en sentido distal, alejándose del cuerpo celular, y también subraya la dependencia del
axón del cuerpo celular. La velocidad del transporte axoplásmico es insuficiente para
satisfacer la liberación de sustancias transmisoras en las terminaciones nerviosas. Este
problema se supera de dos modos. Primero, hay enzimas en el interior de las
terminaciones nerviosas con el fin de sintetizar los transmisores a partir de
aminoácidos derivados del líquido extracelular, y, segundo, en algunas terminaciones el
transmisor es reabsorbido de nuevo a la propia terminación tras haber sido liberado.
Clínicamente, con el empleo de fármacos, es posible influir sobre este mecanismo de
recapturación.
Las células neurogliales, en contraste con las neuronas, no son excitables y no tienen
axones; además, las terminaciones axónicas no establecen sinapsis en ellas. Son más
pequeñas que las neuronas y, sin embargo, las superan en número en cinco a diez
veces. Comprenden aproximadamente la mitad del volumen total del sistema nervioso
central.
Reacción de una neurona a la lesión
La primera reacción de una célula nerviosa a la lesión es la pérdida de función. El
hecho de que la célula se recupere o muera depende de la intensidad y duración del
daño causado. Si se produce la muerte rápidamente, es decir en pocos minutos por
falta de oxígeno, no resultarán manifiestos inmediatamente cambios morfológicos. La
prueba morfológica de lesión celular requiere un mínimo de 6 a 12 h de supervivencia.
La célula nerviosa se hincha y se redondea, el núcleo se hincha y es desplazado hacia
la periferia de la célula, y los gránulos de Nissl se dispersan hacia la periferia del
citoplasma. En este estadio, la neurona aún se puede recuperar. Si el tipo de lesión
neuronal no fuera tan intenso como para causar la muerte, podrían comenzar a
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Neoplasias de la neuroglía
Los tumores de la neuroglía dan cuenta del 40% al 50% de los tumores intracraneales.
Estos tumores reciben la denominación de gliomas. Los tumores de los astrocitos son
los que se producen con mayor frecuencia, e incluyen los astrocitomas y los
glioblastomas.
A excepción de los ependimomas, los tumores de la neuroglía son muy invasivos.
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Ello explica la dificultad para lograr una resección quirúrgica completa, y la gran
posibilidad de recurrencia después de la cirugía. Otra característica es que estos
tumores van infiltrando sin interferir con frecuencia en la función de las neuronas
circundantes. Como consecuencia, el tumor es habitualmente mucho mayor de lo que
indicarían los síntomas y los signos físicos.
Esclerosis múltiple
La esclerosis múltiple es una de las enfermedades más frecuentes del sistema nervioso
central, y afecta a aproximadamente a 250 000 estadounidenses. Se caracteriza por la
aparición de placas de desmielinización en la sustancia blanca del sistema nervioso
central, iniciándose generalmente en el nervio óptico, médula espinal o cerebelo. Las
vainas de mielina degeneran, y la mielina es eliminada por las células microgliales. Los
astrocitos proliferan, lo que lleva a la formación de una cicatriz gliótica. A medida que
se produce la desmielinización, se obstaculiza la conducción de los impulsos nerviosos
en los axones. Dado que al elevar la temperatura se acorta la duración del potencial de
acción, uno de los primeros signos puede ser una mejoría por el enfriamiento y un
empeoramiento por el calentamiento al introducirse en un baño de agua caliente. La
mayoría de los casos se produce entre las edades de 20 y 40 años. La causa de la
enfermedad es desconocida, aunque una interacción entre una infección vírica y la
respuesta inmunitaria del huésped podría ser responsable. Para más detalles, véase el
capítulo 4.
Edema cerebral
El edema cerebral es una afección clínica muy habitual que puede seguir a las lesiones
de la cabeza, infecciones cerebrales o tumores. La tumefacción resultante del cerebro
puede llevar a aplanamiento de las circunvoluciones cerebrales, herniación cerebral a
través de la escotadura del tentorio (tienda) o del agujero magno, e incluso a la muerte.
Puede definirse el edema cerebral como un aumento anómalo del contenido acuoso
de los tejidos del sistema nervioso central. Hay tres formas: a) vasogénico, b)
citotóxico y c) intersticial. El edema vasogénico es el tipo más frecuente, y se debe a
la acumulación de líquido tisular en el espacio extracelular después del daño en las
paredes capilares vasculares, o a la presencia de nuevos capilares sin barreras
hematoencefálicas plenamente formadas. Puede ser consecuencia de infecciones,
traumatismo o tumores. El edema citotóxico se debe a la acumulación de líquido en
el interior de las células del tejido nervioso (neuronas y glía), lo que da lugar a
hinchazón celular. La causa puede ser tóxica o metabólica, y produce un fracaso en el
mecanismo de la bomba de sodio por ATP en la membrana plasmática. El edema
intersticial se observa en la hidrocefalia obstructiva cuando la elevación en la presión
del líquido cefalorraquídeo fuerza al líquido fuera del sistema ventricular al espacio
extracelular.
Siempre hay que considerar dos factores anatómicos en el edema cerebral: a) el
volumen cerebral se ve limitado por el cráneo circundante y b) el líquido tisular
desemboca principalmente en los senos venosos por las venas cerebrales, porque no
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10. En una autopsia, se pasó a un estudiante, del tercer curso de medicina, un corte de cerebro y se le preguntó
qué proporción del tejido nervioso central está compuesta de neuroglía. ¿Cómo habría respondido usted a
esta pregunta? ¿Qué células hay en mayor número? ¿Neuronas o células neurogliales?
11. Un hombre de 23 años, mientras se encontraba en el ejército en Vietnam, recibió una herida de bala
penetrante en el lado izquierdo de la cabeza. En la intervención, el neurocirujano pudo extraer la bala del
lóbulo frontal izquierdo del cerebro. Aparte de una ligera debilidad de la pierna izquierda, el paciente se
recuperó sin problemas. Dieciocho meses más tarde, el paciente comenzó a sufrir crisis generalizadas e
intensas de convulsiones, durante los cuales perdía la consciencia. Desde entonces, se han producido de
modo irregular, aproximadamente a intervalos mensuales. Cada crisis está precedida de la sensación de
irritabilidad mental, y se producen espasmos de la pierna derecha. Por la exploración neurológica se
estableció el diagnóstico de epilepsia. ¿Es posible que las crisis epilépticas de este paciente guarden relación
con la herida de bala que recibió en Vietnam? ¿Es la epilepsia traumática una afección común? ¿Qué
tratamiento recomendaría?
12. Una mujer de 42 años visitó a su médico por cefaleas muy intensas. Hasta 6 meses antes, la paciente
experimentaba sólo cefaleas ligeras. Desde entonces, las cefaleas han ido aumentando gradualmente de
intensidad y duración. En la actualidad, duran de 3 h a 4 h y son tan intensas que la paciente tiene que
guardar reposo en cama. Se ha sentido mal en dos ocasiones, pero ha vomitado en sólo una ocasión. Las
cefaleas tienen una naturaleza generalizada y empeoran al toser o con los esfuerzos al defecar. La exploración
física puso de manifiesto edema de ambos discos ópticos, con congestión de las venas retinianas y presencia
de múltiples hemorragias retinianas. También se detectó debilidad del músculo recto externo del ojo derecho.
Las radiografías anteroposteriores del cráneo mostraban desplazamiento de la hipófisis calcificada en un área
localizada en el hemisferio cerebral derecho. Estos hallazgos, junto con los obtenidos en la TC y resonancia
magnética (RM) del cerebro, certifican el diagnóstico de un tumor cerebral del lado derecho. La exploración
quirúrgica confirmó la presencia de un gran tumor infiltrante del lóbulo parietal derecho. ¿Cuál es el tipo de
tumor más frecuente observado en dicha localización en un paciente de mediana edad? ¿Cómo trataría a tal
paciente?
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evitado las adherencias articulares por movimientos pasivos de las articulaciones. En otras palabras, la
neurona aún retiene la capacidad de regenerar sus prolongaciones incluso después de 14 meses, pero el
grado de recuperación de la función depende en gran medida del cuidado recibido por las estructuras
desnervadas en el tiempo transcurrido.
4. En 1949, Barr y Bertram observaron la presencia de un cuerpo de cromatina pequeño y capaz de teñirse
(cuerpo de Barr) situado en la superficie interna de la membrana nuclear en la mujer, que no se observaba en
las células del hombre. Es uno de los dos cromosomas X presentes en la mujer. La presencia o ausencia del
cuerpo de Barr permite determinar con facilidad el sexo de la persona de la que se ha obtenido el tejido.
5. Al microscopio electrónico es posible observar en el interior del citoplasma de una neurona pequeños túbulos
que miden aproximadamente 25 nm de diámetro; también hay microfilamentos que miden de 3 nm a 5 nm de
diámetro. En la página 39 se comenta el posible papel de estas estructuras en el transporte celular.
6. El sistema nervioso central está compuesto de los siguientes tejidos: a) neuronas, b) neuroglía, c) vasos
sanguíneos y d) meninges. El sistema nervioso periférico está compuesto de los siguientes tejidos: a)
neuronas, b) células de Schwann, c) tejido conectivo y d) vasos sanguíneos.
7. a) La estructura de la membrana plasmática se describe en la página 42. b) Cuando una neurona es excitada,
aumenta la permeabilidad de la membrana a los iones de Na+ y éstos difunden desde el líquido tisular al
interior del citoplasma neuronal. c) Los analgésicos locales actúan como estabilizadores de la membrana e
inhiben el aumento de la permeabilidad a los iones de Na+como respuesta a la estimulación. No se
comprende cómo se lleva a cabo esta estabilización. Una hipótesis propone que el analgésico se une a sitios
receptores de la capa de proteínas de la membrana plasmática, reduciendo la permeabilidad a los iones de
Na+, evitando que tenga lugar la despolarización. Las fibras nerviosas de pequeño diámetro son bloqueadas
más fácilmente que las fibras de mayor diámetro, y las fibras amielínicas son bloqueadas más fácilmente que
las mielínicas. Por estas razones, las fibras nerviosas que conducen los estímulos del dolor y de la
temperatura se bloquean con mayor facilidad, mientras que las grandes fibras nerviosas son las que se
bloquean con menor facilidad. Las pequeñas fibras nerviosas del sistema autónomo son bloqueadas
tempranamente, y esto explica la rápida aparición de vasodilatación.
8. Las sales de tetraetilamonio y de hexametonio son los dos grupos de fármacos. Estas sales se asemejan
estrechamente en su estructura a la acetilcolina, y compiten con ésta en la membrana postsináptica. Por este
medio, bloquean satisfactoriamente un ganglio, aunque la cantidad de acetilcolina liberada no se ve afectada.
9. El neuroblastoma es un tumor de los neuroblastos primitivos, y se origina en la médula suprarrenal o en los
ganglios simpáticos abdominales superiores. Es maligno y queda confinado a los niños. El tumor produce
metástasis tempranas, que son el motivo por el cual un niño reciba atención médica, como en el caso citado.
Los huesos de la órbita son una localización habitual de las metástasis de un neuroblastoma.
10. La neuroglía comprende aproximadamente la mitad del volumen total del sistema nervioso central. Las
células neurogliales superan en número a las neuronas en cinco a diez veces.
11. En el sistema nervioso central, la reacción del tejido a la lesión se caracteriza por hiperplasia e hipertrofia de
los astrocitos. La proliferación de astrocitos recibe con frecuencia la denominación de astrocitosis o gliosis.
El grado de gliosis es muy superior en presencia de tejido cerebral dañado residual que con una incisión
quirúrgica limpia. El tejido cicatricial resultante, denominada cicatriz gliótica, en el caso de una herida
penetrante por proyectil de arma de fuego, puede ser extenso y causa de crisis epilépticas focales o
generalizadas. La mayoría de estos pacientes que se vuelven epilépticos lo hacen en el transcurso de 2 años.
Después de un examen cuidadoso de estos pacientes, incluida radiografía, estudios cerebrales con TC, RM y
electroencefalografía, debe explorarse el lugar del traumatismo con la intención de eliminar la cicatriz
gliótica. Esta cicatriz será sustituida por una cicatriz quirúrgica mucho más pequeña. Esta intervención
quirúrgica cura a muchos de estos pacientes.
12. El antecedente de cefalea intensa y náusea, y el hallazgo de edema de papila (edema del disco óptico,
congestión de las venas retinianas y hemorragias retinianas), no es siempre diagnóstico de un tumor cerebral.
Sin embargo, el hallazgo de debilidad del músculo recto externo del ojo derecho debida a compresión del
nervio abducens (VI par craneal) contra la base del cráneo, junto con los resultados positivos en las pruebas
radiológicas y otra de laboratorio, apuntan a ese diagnóstico. El glioma (tumor de la neuroglía) es el tipo de
tumor más frecuente que se encuentra en un paciente en estas circunstancias. Lamentablemente, los gliomas
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tienden a infiltrar el tejido cerebral y no pueden ser extirpados quirúrgicamente por completo. Se toma una
biopsia para hacer el diagnóstico, se extirpa el tumor lo máximo que se pueda y se trata el área
postoperatoriamente con radioterapia profunda. El tiempo de supervivencia logra aumentarse también con
quimioterapia.
PREGUNTAS DE REVISIÓN
Instrucciones: cada uno de los apartados numerados en esta sección se acompaña de respuestas.
Seleccione la letra de la respuesta CORRECTA.
1. Las siguientes aseveraciones se relacionan con la citología de una neurona:
(a) Una neurona unipolar es la que da lugar a una sola neurita que se divide a corta distancia del cuerpo
celular en dos ramas, una procedente de alguna estructura periférica y otra que se introduce en el sistema
nervioso central.
(b) Una neurona bipolar tiene dos neuritas que se originan juntas en el cuerpo celular.
(c) La sustancia de Nissl se encuentra en el axón de una neurona.
(d) El aparato de Golgi no sintetiza membranas celulares.
(e) Los gránulos de melanina no se encuentran en las neuronas de la sustancia negra.
2. Las siguientes aseveraciones se relacionan con la citología de una neurona:
(a) Las moléculas proteínicas que se proyectan a partir de los microtúbulos superficiales no toman parte en
el transporte rápido del axoplasma.
(b) Las moléculas proteínicas que se extienden por todo el grosor de la membrana plasmática de una neurona
sirven como canales del sodio y del potasio.
(c) Hay importantes datos experimentales que sugieren que las compuertas de los canales del sodio y del
potasio están formadas por moléculas de actina.
(d) El tamaño de un nucléolo de una neurona no se relaciona con el volumen del citoplasma de las neuronas.
(e) Una sinapsis es el sitio en el que dos neuronas se ponen en contacto a partir de sus membranas; se
produce, así, una comunicación interneuronal.
3. Las siguientes aseveraciones se relacionan con el axón:
(a) El segmento inicial del axón son los primeros 500 µm después de abandonar el cono axónico.
(b) El impulso nervioso generado por una neurona no se origina en el segmento inicial de un axón, sino en
una dendrita.
(c) El potencial de acción se produce por la entrada súbita de iones de Na+en el interior del citoplasma.
(d) Después de la entrada de iones de Na+en la producción del potencial de acción, la permeabilidad para los
iones de Na+aumenta aún más, y cesa la permeabilidad para los iones de K+.
(e) La propagación del potencial de acción a lo largo de los microtúbulos del axón constituye el impulso
nervioso.
4. Las siguientes aseveraciones se relacionan con un impulso nervioso:
(a) El período refractario es la duración del estado no excitable de la membrana plasmática después del paso
de una onda de repolarización.
(b) Los estímulos subumbrales, cuando se aplican a la superficie de una neurona, no pueden ser sumados.
(c) Se cree que los estímulos inhibidores producen su efecto al originar una entrada de iones de K+ a través
de la membrana plasmática de la neurona.
(d) Puede producirse hiperpolarización, causando una entrada de iones de K+ a través de la membrana
plasmática.
(e) El axolema es el sitio de la conducción nerviosa.
5. Las siguientes aseveraciones se relacionan con la estructura de una sinapsis:
(a) Las sinapsis pueden ser axodendríticas, axosomáticas o axoaxónicas.
(b) La hendidura sináptica es el espacio entre las membranas presináptica y postsináptica, y mide
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del cuerpo celular en dos ramas, una que se dirige a alguna estructura periférica, y otra que se introduce en
el sistema nervioso central (v. pág. 34). B. Una neurona bipolar es la que da origen a una neurita que emerge
de cada extremidad del cuerpo celular. Los ganglios sensitivos del nervio vestibulococlear (VIII par craneal)
poseen neuronas bipolares. C. La sustancia de Nissl no se encuentra en el axón de una neurona sino en el
cuerpo celular de la neurona. D. El aparato de Golgi es importante en la síntesis de las membranas celulares.
E. Los gránulos de melanina se encuentran en las neuronas de la sustancia negra, y son estas neuronas las
encargadas de la liberación del neurotransmisor dopamina.
2. B es correcta. Las moléculas proteínicas que se proyectan a través del grosor completo de la membrana
plasmática de una neurona sirven como canales de sodio y de potasio (v. pág. 45). A. Las moléculas
proteínicas que se proyectan desde la superficie de los microtúbulos participan en el transporte rápido en el
axoplasma. C. Las compuertas de los canales del sodio y del potasio están formadas por moléculas
proteicas, pero no por moléculas de actina. D. El gran tamaño del nucléolo en una neurona se relaciona con
el volumen muy grande del citoplasma que tienen ciertas neuronas. E. Una sinapsis es el sitio en el que dos
neuronas se ponen en estrecha proximidad y en donde se produce la comunicación interneuronal funcional.
3. C es correcta. El potencial de acción en el interior de un axón está producido por la entrada súbita de iones
de Na+ al interior del citoplasma (v. pág. 45). A. El segmento inicial del axón corresponde a los primeros 50
µm a 100 µm después de abandonar el cono axónico. B. El impulso nervioso generado por una neurona se
origina en el segmento inicial del axón, pero no en la dendrita. D. Después de la entrada de iones de Na+en la
producción del potencial de acción cesa la permeabilidad para los iones de Na+y aumenta la permeabilidad
para los iones de K+; así, los iones de K+ comienzan a fluir desde el citoplasma celular. E. La propagación
del potencial de acción a lo largo de la membrana plasmática del axón constituye el impulso nervioso.
4. E es correcta. El axolema es el sitio de la conducción nerviosa. A. El período refractario es la duración del
estado no excitable de la membrana plasmática después del paso de una onda de despolarización (v. pág.
45). B. Los estímulos subumbrales, cuando se aplican a la superficie de una neurona, pueden sumarse. C.
Se cree que los estímulos inhibidores producen su efecto al causar la entrada de iones de Cl– a través de la
membrana plasmática de la neurona. D. Puede producirse hiperpolarización al causar la entrada de iones de
Cl– a través de la membrana plasmática.
5. A es correcta. Las sinapsis pueden ser axodendríticas, axosomáticas o axoaxónicas (v. fig. 2-22). B. La
hendidura sináptica es el espacio existente entre las membranas presináptica y postsináptica, y mide
aproximadamente 20 nm. C. El retículo subsináptico está situado por debajo de la membrana postsináptica.
D. Las vesículas presinápticas pueden contener la sustancia neurotransmisora (v. pág. 50). E. La mayoría de
las neuronas producen y liberan sólo un neurotransmisor principal en todas sus terminaciones nerviosas.
6. A es correcta. Las fibras nerviosas son las dendritas y axones de una neurona (v. pág. 34). B. El volumen de
citoplasma en el interior del cuerpo de la célula nerviosa es, con frecuencia, muy inferior al volumen total de
citoplasma en las neuritas. C. Las neuronas de Golgi tipo I tienen axones muy largos. D. Las neuronas de
Golgi tipo II tienen axones muy cortos. E. Las neuronas de Golgi tipo I forman las células de Purkinje de la
corteza cerebelosa.
7. E es correcta. Las mitocondrias se encuentran en las dendritas y axones. A. Los centríolos se encuentran en
las células nerviosas maduras, así como en las células nerviosas inmaduras en división. B. Los gránulos de
lipofuscina tienden a acumularse con la edad. C. La sustancia de Nissl se halla ausente del cono axónico. D.
Los microfilamentos contienen actina, y probablemente ésta participe en el transporte celular (v. pág. 39).
8. B es correcta. Las espinas dendríticas son pequeñas proyecciones de la membrana plasmática que aumentan
la superficie receptora de la dendrita. A. Una dendrita conduce el impulso nervioso hacia el cuerpo de la
célula nerviosa (v. pág. 34). C. El citoplasma de las dendritas contiene ribosomas y retículo endoplásmico
agranular, así como gránulos de Nissl, microtúbulos y microfilamentos. D. La mayoría de las dendritas se
afilan a medida que se extienden desde el cuerpo de la célula nerviosa. E. Las dendritas con frecuencia se
ramifican de modo profuso.
9. A es correcta. Los neuromoduladores pueden coexistir con el transmisor principal (clásico) en una única
sinapsis (v. pág. 52). B. Los neuromoduladores con frecuencia favorecen y prolongan el efecto del
transmisor principal. C. Los neuromoduladores actúan a través de un segundo mensajero (v. pág. 52). D.
Los neuromoduladores pueden tener un efecto prolongado sobre la membrana postsináptica. E. La
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LECTURAS RECOMENDADAS
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CAPÍTULO 3
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FIBRAS NERVIOSAS
Fibra nerviosa es la denominación con que se conoce un axón o una dendrita de una
célula nerviosa. La estructura de los axones y de las dendritas se describe en la página
47. Los fascículos de fibras nerviosas que se encuentran en el sistema nervioso central
reciben con frecuencia la denominación de tractos nerviosos (fig. 3-1); los fascículos de
fibras nerviosas que se encuentran en el sistema nervioso periférico reciben la
denominación de nervios periféricos (fig. 3-2).
En las partes central y periférica del sistema nervioso hay dos tipos de fibras nerviosas:
las mielínicas y las amielínicas.
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Una fibra nerviosa mielínica es una fibra que está rodeada por una vaina de mielina. La
vaina de mielina no es parte de la neurona sino que está formada por una célula de sostén
(figuras 3-2 y 3-3). En el sistema nervioso central, la célula de sostén recibe la
denominación de oligodendrocito; en el sistema nervioso periférico se conoce como
célula de Schwann.
La vaina de mielina es una capa segmentada, discontinua e interrumpida a intervalos
regulares por los nodos de Ranvier (figs. 3-4 y 3-6). Cada segmento de la vaina de
mielina mide aproximadamente de 0,5 mm a 1,0 mm de longitud. En el sistema nervioso
central, cada oligodendrocito puede formar y mantener las vainas de mielina hasta de 60
fibras nerviosas (axones). En el sistema nervioso periférico hay una sola célula de
Schwann para cada segmento de una fibra nerviosa.
Formación de la mielina
Las vainas de mielina comienzan a formarse antes del nacimiento y durante el primer año
de vida. Se ha estudiado este proceso con el microscopio electrónico.
En el sistema nervioso periférico la fibra nerviosa o axón indenta primero en la parte
lateral de una célula de Schwann (fig. 3-4). Más adelante, a medida que el axón se hunde
más en la célula de Schwann, forma un mesoaxón, que sostiene el axón en el interior de
la célula de Schwann. Posteriormente, se cree que la célula de Schwann rota sobre el
axón, de modo que la membrana plasmática queda envuelta alrededor del axón en una
espiral. La dirección de rotación de la espiral es horaria en algunos segmentos y
antihoraria en otros. Al principio las capas son laxas, pero de modo gradual el citoplasma
entre las capas de la membrana celular desaparece, y sólo queda citoplasma cerca de la
superficie y en la región del núcleo. Las capas se vuelven más oscuras con la maduración
de la fibra nerviosa. El grosor de la mielina depende del número de vueltas de la
membrana de la célula de Schwann. Algunas fibras nerviosas están rodeadas por sólo
unas vueltas de la membrana, mientras que otras tienen hasta 50 capas. En las
microfotografías electrónicas de cortes transversales de fibras nerviosas mielínicas
maduras se observa que la mielina está laminada (figura 3-5). Cada lámina tiene un
grosor de 13 nm a 18 nm. La línea densa mayor oscura, de aproximadamente 2,5 nm
de grosor, consta de dos capas proteínicas internas de membrana plasmática que están
fusionadas. La línea densa menor más clara, de unos 10 nm de grosor, está formada
por la aproximación de las superficies externas de las membranas plasmáticas adyacentes,
y está compuesta de lípidos. Las capas de proteínas externas fusionadas de las
membranas plasmáticas son muy finas y forman una línea intraperiódica delgada situada
en el centro de una capa lipídica más clara (figs. 3-4 y 3-5). En el nodo de Ranvier
terminan dos células de Schwann adyacentes, y las vainas de mielina se vuelven más
delgadas porque es donde se doblan y finalizan las láminas (fig. 3-6). En estas regiones
queda expuesta la membrana plasmática del axón, el axolema.
Las incisuras de Schmidt-Lanterman se observan en cortes longitudinales de fibras
nerviosas mielínicas. Representan áreas en que la línea densa mayor no se forma por la
persistencia localizada del citoplasma de las células de Schwann (fig. 3-7). Esta
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persistencia del citoplasma afecta a todas las capas de mielina y, por tanto, hay una
espiral continua del citoplasma desde la región más externa de la célula de Schwann hasta
la región del axón. La espiral de citoplasma puede proporcionar una vía para la
conducción de metabolitos desde la región superficial de la célula de Schwann al axón.
vra sensitiva ascendente Qas colecciones
vra motora descendente. motoneurona superior <Je estas fibras nerviosas se COOOC$1
(las colecciones de estas fibras nerviosas como tractos ascendentes)
se conocen como tractos deSCendentes)
Nervio espinal
peñféflco
Salida motora
(motoneurona
lnfeñOI)
Figura 3-1 Cortes a través de la región torácica de la médula espinal que muestran ejemplos de fibras nerviosas
que entran o salen del sistema nervioso central; también se muestran fibras nerviosas ascendentes y descendentes
(tractos o vías).
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Epineuro
Células de Schwann
Células de Schwann
Citoplasma de la
célu!a de Schwann
Fibra nerviosa
am1e1rn1ea
vaina de mielina
Axón seccionado
transversalmente
Figura 3-2 Esquema de un nervio periférico que muestra las vainas de tejido conectivo y la estructura de las
fibras nerviosas mielínicas y amielínicas.
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\"\f.,.,
.
Prolongación del
oligodendrocito
NOcleo - t-== ~ - - 1f
~ ,,,,,,,.,,t:
Ollgo<Jenaroctto
Nodo de Ranvier
MesoaxOn
seccionado
Estadio Inicial
de 1a m1e11n1zac 1on
Figura 3-3 Relación entre un oligodendrocito y las fibras nerviosas mielínicas en el sistema nervioso central.
Obsérvese la ausencia de membrana basal.
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Axón Cl!Ol)lasma
Unea Clensa mayor
orneaperl6dlco) Unea deíl$BI menor
AXOlema (fl108 inlraperiódlca)
1
'
'
CitQPla,ma
una oélu&a ,
1
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:
deSchwann ·,.
. ' Membrana
B
• ,•
b8SaJ
'
NodOde
Ranviér
.'
1
'
' '
... , . ,, . E
Núcleo de una ~ulo
Urn,a densa mayo, Qfnea pe,lódica) Mesoaxon oesc:nwann
D Unea densa menor -0rnea lntraPMOdica)
Figura 3-4 Fibra nerviosa mielínica en el sistema nervioso periférico. A-D: cortes transversales que muestran los
estadios en la formación de la vaina de mielina. E: corte longitudinal de una fibra nerviosa mielínica madura que
muestra un nodo de Ranvier. Obsérvese la presencia de una membrana basal.
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Figura 3-5 Microfotografía electrónica de un corte transversal de un nervio periférico que muestra un axón
mielínico con láminas de mielina en espiral (centro). Obsérvese el mesoaxón (flecha). También se muestran
partes de otras dos fibras mielínicas. Algunos axones amielínicos se hallan encerrados en el citoplasma periférico
de una célula de Schwann (arriba). Los mesoaxones están indicados por flechas (3 28.000). (Cortesía del Dr. H.
de F. Webster.)
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Figura 3-6 Microfotografía electrónica de un corte longitudinal de varios axones mielínicos que muestran la
estructura de un nodo de Ranvier (flecha). En el nodo, terminan dos células de Schwann adyacentes, y las vainas
de mielina se adelgazan por desviación de las laminillas. Obsérvense los numerosos microtúbulos y
microfilamentos en el interior de los axones (312.220). (Cortesía del Dr. H. de F. Webster.)
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Incisura de SChmidt-Lanterman
(9. .'
\\s.:.:-- \.,.-.~~
AXOO
Figura 3-7 Incisuras de Schmidt-Lanterman en la vaina de mielina de un nervio periférico. A: corte transversal
de una fibra nerviosa mielínica. B: diagrama esquemático de una fibra nerviosa mielínica en la que ha sido
desenrollada la vaina de mielina.
149
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ERRNVPHGLFRVRUJ
Schmidt-Lanterman en las fibras nerviosas del sistema nervioso central. La tabla 3-1
proporciona un resumen de los hechos relacionados con la mielinización en los sistemas
nerviosos central y periférico.
En el sistema nervioso periférico, cada axón, por lo general con un diámetro inferior
a 1 µm, indenta en la superficie de la célula de Schwann de tal modo que está situado en
una depresión (fig. 3-2). Hasta 15 o más axones pueden compartir una única célula de
Schwann, cada uno de ellos situado en su propia depresión o en ocasiones compartiendo
una depresión. En algunas situaciones, las depresiones son profundas y los axones están
incluidos profundamente en las células de Schwann, formando un mesoaxón a partir de
la membrana plasmática de la célula de Schwann (figs. 3-5 y 3-8). Las células de
Schwann están situadas muy próximas unas a otras a lo largo de la longitud de los axones
y no hay nodos de Ranvier.
En las áreas en las que hay sinapsis o en las que se produce transmisión motora, el
axón emerge de la depresión de la célula de Schwann durante una corta distancia,
exponiendo así la región activa del axón (fig. 3-9).
En el sistema nervioso central las fibras nerviosas amielínicas se trasladan en
pequeños grupos y no tienen una relación particular con los oligodendrocitos.
150
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vaina de mielina
Axones
amlelfnlcos
Figura 3-8 Microfotografía electrónica de un corte transversal de una fibra nerviosa mielínica y de varias fibras
nerviosas amielínicas. (Cortesía del Dr. J. M. Kerns.)
151
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Figura 3-9 Unión neuromuscular autónoma entre un axón amielínico y una fibra muscular lisa.
NERVIOS PERIFÈRICOS
La denominación de nervios perifèricos es un tèrmino colectivo para los nervios
craneales y raquídeos. Cada nervio perifèrico consta de fascículos paralelos de fibras
nerviosas, que pueden ser axones eferentes o aferentes, ser mielínicos o amielínicos, y
hallarse rodeados por vainas de tejido conectivo (figs. 3-10 y 3-11).
El tronco nervioso está rodeado por una densa vaina de tejido conectivo denominado
epineuro (fig. 3-12). En el interior de la vaina hay haces de fibras nerviosas, cada una de
las cuales se halla rodeada por una vaina de tejido conectivo denominada perineuro.
Entre las fibras nerviosas individuales se encuentra un tejido conectivo laxo y delicado
que recibe la denominación de endoneuro. Las vainas de tejido conectivo sirven de
soporte a las fibras nerviosas, a sus va Nervios perifèricos La denominación de nervios
perifèricos es un tèrmino colectivo para los nervios craneales y raquídeos. Cada nervio
perifèrico consta de fascículos paralelos de fibras nerviosas, que pueden ser axones
eferentes o aferentes, ser mielínicos o amielínicos, y hallarse rodeados por vainas de
tejido conectivo (figs. 3-10 y 3-11). El tronco nervioso está rodeado por una densa vaina
de tejido conectivo denominado epineuro (fig. 3-12). En el interior de la vaina hay haces
de fibras nerviosas, cada una de las cuales se halla rodeada por una vaina de tejido
conectivo denominada perineuro. Entre las fibras nerviosas individuales se encuentra un
152
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tejido conectivo laxo y delicado que recibe la denominación de endoneuro. Las vainas de
tejido conectivo sirven de soporte a las fibras nerviosas, a sus vasos sanguíneos y vasos
linfáticos asociados. Las fibras de los nervios perifèricos pueden clasificarse de acuerdo
con su velocidad de conducción y tamaño (tabla 3-2).
-
Nodo de Ranvier Endoneuro
•
j --
-
Figura 3-10 Microfotografía de un corte longitudinal de un nervio perifèrico teñido con hematoxilina y eosina
(×400).
153
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Endoneuro
Fibras nerviosas mielínicas
Penneuro
Figura 3-11 Microfotografía de un corte transversal de un nervio perifèrico teñido con hematoxilina y eosina
(3275).
154
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Rbras nerviosas
I,
.........
Ganglios sensitivos
155
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Los ganglios sensitivos de las raíces posteriores de los nervios raquídeos y de los troncos
de los nervios craneales trigémino (V), facial (VII), glosofaríngeo (IX) y vago (X) tienen
la misma estructura. Cada ganglio se halla rodeado por una capa de tejido conectivo que
se continúa con el epineuro y el perineuro del nervio periférico. Las neuronas son
unipolares y poseen cuerpos celulares redondos u ovalados (fig. 3-14). Los cuerpos
celulares tienden a estar agregados y separados por haces de fibras nerviosas. Una sola
prolongación amielínica sale de cada cuerpo celular y después de un recorrido enredado
se bifurca en una unión en T en las ramas periférica y central. El primer axón termina en
una serie de dendritas en una terminación sensitiva periférica, y el último axón se
introduce en el sistema nervioso central. El impulso nervioso, al llegar a la unión en T,
pasa directamente desde el axón periférico al axón central, con lo que evita así el cuerpo
de la célula nerviosa.
Cada cuerpo de la célula nerviosa está rodeado estrechamente por una capa de células
aplanadas que se denominan células capsulares o células satélite (fig. 3-14). Las
células capsulares tienen una estructura similar a la de las células de Schwann, y son
continuas con estas células, ya que envuelven las prolongaciones periférica y central de
cada neurona.
Tabla 3-2 Clasificación de las fibras nerviosas según la velocidad de conducción y el tamaño
156
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Ganglio espinal
Segmento torácico
ele la médula espinal
RaJz ante<ior
A
Núcleo motor del nervio trlgémlno
,{J.
o
. ~ /,
¿o~o;:
íSo
~~~"::;::'/4
0 -::~
.. 1//
B ~
Figura 3-13 A: corte transversal de la región torácica de la médula espinal que muestra la formación de un nervio
raquídeo desde la unión de una raíz nerviosa anterior y posterior. B: corte transversal del puente (protuberancia)
que muestra las raíces sensitivas y motoras del nervio trigémino.
157
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Células capsulares
158
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.. . .., •••
~
, -
Figura 3-15 Microfotografía de un corte longitudinal de un ganglio del tronco simpático teñido con hematoxilina
y eosina (×300).
En la raíz de las extremidades, las ramas anteriores de los nervios raquídeos forman
plexos complicados. Los plexos cervical y braquial se hallan en la raíz de las
extremidades superiores (fig. 3-16), y los plexos lumbar y sacro se encuentran en la raíz
de las extremidades inferiores. Esto permite que las fibras nerviosas derivadas de
diferentes segmentos de la médula espinal se organicen y distribuyan de modo eficiente
en diferentes troncos nerviosos a las diversas partes de las extremidades superior e
inferior.
159
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Nervio subclavio
Nervio supraescapular V
,..,,..-/
' es
~ e6
e7
es
01
160
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ERRNVPHGLFRVRUJ
proporcionar energía.
Un impulso nervioso (potencial de acción) comienza en el segmento inicial del axón,
y es una onda de negatividad eléctrica que se autopropaga rápidamente a lo largo de la
superficie de la membrana plasmática (axolema). La onda de negatividad eléctrica se
inicia por un estímulo adecuado que se aplica a la superficie de la neurona (fig. 3-18). En
circunstancias normales, se produce en el segmento inicial del axón, que es la parte más
sensible de la neurona. El estímulo altera la permeabilidad de la membrana a los iones de
Na+ en el punto de la estimulación. Entonces, los iones de Na+ entran rápidamente en el
axón (fig. 3-17). Los iones positivos en el exterior del axolema disminuyen a cero con
rapidez. Por tanto, el potencial de membrana se reduce a cero y se dice que está
despolarizada. Un potencial de reposo característico es de –80 mV, con el exterior de la
Membrana semipermeable polarizada
Oespalarización momentánea
Estimulo aplicado \ .Na+ desde el liquido extracelular difunde hacia el interior
1--:i +++++
= ----- Ka <lesde el llquiao intracelular dlfunde hacia el exterior
º~~·----- )
-SOmV 1 /dela membrana
_ r..:, + + + + +
o ..
+++- r--i ++
- + L-B
Figura 3-17 Intercambios iónicos y eléctricos que se producen en una fibra nerviosa durante la conducción de
un impulso.
161
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+ +
Potencial
de reposo
Sitio de
estimulación Potencial
de acción
Figura 3-18 Creación del potencial de acción por la llegada de un estímulo procedente de una terminal
presináptica única. Obsérvese que el potencial de acción generado en el segmento inicial sólo se producirá si se
alcanza el umbral para la excitación en el segmento inicial. (De Snell, R. S. Clinical Neuroanatomy: A Review
with Questions and Explanations [3. aed., pág. 7]. Baltimore: Lippincott Williams & Wilkins.) membrana positivo
con respecto al interior; el potencial de acción es aproximadamente de +40 mV, con el exterior de la membrana
negativa con respecto al interior. En los axones de pequeño diámetro, es posible que el potencial de acción no se
eleve hasta 40 mV.
El punto con carga negativa en el exterior del axolema actúa entonces como estímulo
para el axolema adyacente cargado positivamente, y en menos de 1 ms se invierte la
polaridad del potencial de reposo adyacente (fig. 3-17). El potencial de acción se ha
movido ahora a lo largo del axolema desde el punto estimulado originalmente hasta el
punto adyacente en la membrana. De este modo, el potencial de acción se traslada a lo
largo de la longitud total de una fibra nerviosa hasta su terminación.
A medida que el potencial de acción se desplaza a lo largo de la fibra nerviosa, cesa la
entrada de iones de Na+ en el interior del axón y aumenta la permeabilidad del axolema a
los iones de K+. Entonces, los iones de K+salen rápidamente del axón, ya que la
concentración es mucho mayor en el interior del axón que en el exterior, de modo que se
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Axón mielfnico
+ + n + + + + + + +
@· t
+ + - ~+ + + + + + + +
Axón amiellnico
B
Figura 3-19 Cambios eléctricos que se producen en el axón mielínico estimulado (conducción saltatoria) (A) y
axón amielínico estimulado (B).
TERMINACIONES RECEPTORAS
Una persona recibe impresiones desde el mundo exterior y desde el interior del propio
cuerpo a través de terminaciones nerviosas sensitivas especiales o receptores.
Los receptores sensitivos pueden clasificarse en cinco tipos funcionales básicos:
Mecanorreceptores. Responden a la deformación mecánica.
Termorreceptores. Responden a los cambios de temperatura; algunos receptores
responden al frío y otros al calor.
Nociceptores. Responden a cualquier estímulo que causa daño en el tejido.
Receptores electromagnéticos. Los conos y los bastones de los ojos son sensibles a los
cambios en la intensidad de la luz y a la longitud de onda.
Quimiorreceptores. Responden a los cambios químicos asociados con el gusto y el
olfato, y a las concentraciones de oxígeno y de dióxido de carbono en la sangre.
164
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Receptores no encapsulados
Terminaciones nerviosas libres
Las terminaciones nerviosas libres se hallan ampliamente distribuidas por todo el cuerpo
(fig. 3-20). Se encuentran entre las células epiteliales de la piel, córnea y aparato
digestivo, y en los tejidos conectivos, incluida la dermis, fascias, ligamentos, cápsulas
articulares, tendones, periostio, pericondrio, conductos de Havers del hueso, membrana
timpánica y pulpa dental; también se hallan presentes en el músculo.
Las fibras nerviosas aferentes a partir de las terminaciones nerviosas libres son
mielínicas o amielínicas. Las terminaciones finales están desprovistas de una vaina de
mielina y no hay células de Schwann que cubran las puntas.
La mayoría de estas terminaciones detectan el dolor, mientras que otras detectan el
tacto grueso, la presión y sensaciones de cosquilleo, y posiblemente frío y calor.
Modalidad
·npo de receptor Localización Estimulo se-nsiti\lO Adaplabilidad Fibras
Reccptol"(",s no c:-apsulad08
Termi1lacionéS E.p,idermis,cómea, intestino, Mocanmreceptor Dolor (rapido),dolor Rápida A-6
nerviosas libres dc!rmis. ligamcntos. (lonto).tacto e
c~las articulares, hu~ (grue,o),¿pre,ión?
pulpa dental.etc. calor y frío
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Epidennis
Tenninaciones
nerviosas
desnudas
Dermis
Figura 3-20 Terminaciones nerviosas libres en la piel. Las fibras nerviosas en la epidermis están desnudas.
Discos de Merkel
Los discos de Merkel se encuentran en la piel glabra (sin pelo), por ejemplo, en las
puntas de los dedos (figs. 3-21 y 3-22) y en los folículos pilosos. La fibra nerviosa pasa a
la epidermis y termina en una expansión discoide que está estrechamente yuxtapuesta a
una célula epitelial teñida de oscuro en la parte más profunda de la epidermis,
denominada célula de Merkel. En la piel con pelo, se encuentran grupos de discos de
Merkel, conocidos como cúpulas táctiles en la epidermis, entre los folículos pilosos.
166
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Epidem,is
Célula táctil
\
Célula de Schwann Axón desnudo
Dermis
A B
Figura 3-21 Discos de Merkel en la piel. A: bajo aumento. B: disco de Merkel que muestra la terminación
expandida de un axón con una célula táctil punteada.
Célula de Merkel
Discos de Merkel
Disco de Merkel
Fibras nerviosas •
167
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Figura 3-22 Microfotografía de la piel de los dedos que muestra terminaciones nerviosas finas que acaban en
discos de Merkel, teñida con método de coloración plateada. (Cortesía del Dr. N. Cauna.)
Los discos de Merkel son receptores del tacto de adaptación lenta que transmiten
información sobre el grado de presión ejercida sobre la piel, como cuando se sostiene un
bolígrafo.
Receptores encapsulados
Los receptores encapsulados muestran amplias variaciones en tamaño y forma, y la
terminación del nervio se halla cubierta por una cápsula.
Corpúsculos de Meissner
Los corpúsculos de Meissner se localizan en las papilas dérmicas de la piel (figs. 3-25 y
3-26), especialmente en la palma de la mano y en la planta del pie. Muchos se hallan
también presentes en la piel del pezón y en los genitales externos. Cada corpúsculo tiene
una forma ovoide y consiste en una pila de células de Schwann modificadas aplanadas,
dispuestas transversalmente por toda la longitud del eje del corpúsculo. El corpúsculo
está encerrado en una cápsula de tejido conectivo que es continuo con el endoneuro de
los nervios que entran en él. Algunas fibras nerviosas mielínicas entran en el extremo
profundo del corpúsculo; las ramas mielínicas y amielínicas disminuyen en tamaño y se
ramifican entre las células de Schwann. Hay una considerable reducción en el número de
corpúsculos de Meissner entre el nacimiento y la edad avanzada.
Los corpúsculos de Meissner son muy sensibles al tacto y se adaptan rápidamente a
los mecanorreceptores. Capacitan a una persona para distinguir entre dos estructuras
puntiformes cuando están colocadas próximas sobre la piel (discriminación táctil entre
dos puntos).
Corpúsculos de Pacini
Los corpúsculos de Pacini (figs. 3-27 y 3-28) se hallan ampliamente distribuidos por todo
el cuerpo, y son abundantes en la dermis, tejido subcutáneo, ligamentos, cápsulas
articulares, pleura, pericardio, pezones y genitales externos. Cada corpúsculo tiene una
forma ovoide, con una longitud aproximada de 2 mm y una anchura aproximada de 100
µm a 500 µm. Consta de una cápsula y de una parte central que contiene la terminación
168
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Glándula sebácea
Plexo
nervioso
alrededor
del folículo
- 7-~;::;;;;:;;;~ Músculo piloerector
piloso :,, ·/ ' '
.·'
--------.
-··
,
·· - --
.... --
=-=-=----=--.:=.,.,...,,.,. Dermis
169
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Pelo
Figura 3-24 Microfotografía de terminaciones nerviosas alrededor de un folículo piloso con tinción argéntica.
(Cortesía del Dr. M. J. T. Fitzgerald.)
Epidermis
Fibras nerviosas
- amielínicas
Cápsula continua
con el endoneuro -
Células aplanadas
-·--
.
170
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Figura 3-26 Microfotografía de un corpúsculo de Meissner de la piel. (Cortesía del Dr. N. Cauna.)
171
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Cápsula de tejido
conectivo
Laminillas
Axón desnudo
Centro
Célula de Schwann
Dermis
Cápsula continua con
J,=~~t"--- el endoneuro
Figura 3-28 Microfotografía de parte de un corpúsculo de Pacini de la piel visto en un corte transversal que
muestra laminillas concéntricas de células aplanadas. (Cortesía del Dr. N. Cauna.)
Corpúsculos de Ruffini
Los corpúsculos de Ruffini se localizan en la dermis de la piel pilosa. Cada corpúsculo
consta de varias fibras nerviosas amielínicas grandes que terminan en un fascículo de
fibras colágenas y se hallan rodeadas por una cápsula celular. Estos mecanorreceptores
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de adaptación lenta son receptores de distensión, que responden cuando se estira la piel.
Receptores articulares
Se pueden localizar cuatro tipos de terminaciones sensitivas en la cápsula y ligamentos de
las articulaciones sinoviales. Tres de estas terminaciones son capsuladas y se asemejan a
los receptores de Pacini, Ruffini y de distensión tendinosa. Proporcionan al sistema
nervioso central información en relación con la posición y los movimientos de la
articulación. Un cuarto tipo de terminación no está encapsulada, y se supone que es
sensible a los movimientos excesivos y transmite sensaciones de dolor.
Husos neuromusculares
Los husos neuromusculares, o husos musculares (figs. 3-29 y 3-30), se encuentran en el
músculo esquelético, y son más numerosos hacia la inserción tendinosa del músculo.
Proporcionan al sistema nervioso central información en relación con la longitud del
músculo y la velocidad de cambio en la longitud del músculo. El sistema nervioso central
173
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Fibras mielinteaS
~uetias
Fibnl muscular
extmfus:i.l
Placo terminal
motora
.···
. '
Terminaciones: anuloe:,,pirnk,s
o ·· e
1
11
Bolsa nuclear
~ o,; .
Tenninadon~ en ramillete
Figura 3-29 Huso muscular que muestra dos tipos de fibras intrafusales: fibras en bolsa nuclear y en cadena
nuclear.
174
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175
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Reflejo de estiramiento
Las neuronas de la médula espinal implicadas en el reflejo de estiramiento simple
funcionan del siguiente modo: al estirarse un músculo, se produce una elongación de las
fibras intrafusales del huso muscular y una estimulación de las terminaciones
anuloespirales y en ramillete. Los impulsos nerviosos alcanzan la médula espinal en las
neuronas aferentes y establecen sinapsis con las motoneuronas α grandes situadas en el
asta gris anterior de la médula espinal. Los impulsos nerviosos pasan entonces a través de
los nervios motores eferentes y estimulan las fibras musculares extrafusales, y el músculo
se contrae. Este reflejo de estiramiento simple depende de un arco bineuronal que consta
de una neurona aferente y de una neurona eferente. Es interesante observar que los
impulsos aferentes del huso muscular inhiben las motoneuronas α que inervan los
músculos antagonistas. Este efecto recibe la denominación de inhibición recíproca.
176
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Se calcula que aproximadamente un tercio de todas las fibras motoras que pasan a un
músculo son eferentes γ; los dos tercios restantes son las grandes fibras motoras α. Se
cree que las fibras en bolsa nuclear se hallan implicadas en las respuestas dinámicas, y se
asocian más con la posición y la velocidad de contracción, mientras que las fibras en
cadena nuclear se asocian con contracciones estáticas lentas del músculo voluntario.
Husos neurotendinosos
Los husos neurotendinosos (órganos neurotendinosos de Golgi) se hallan presentes en los
tendones, y se localizan cerca de las uniones entre los tendones y los músculos (fig. 3-
31). Proporcionan información sensitiva al sistema nervioso central en relación con la
tensión de los músculos.
Cada huso consta de una cápsula fibrosa que rodea un pequeño fascículo de fibras
tendinosas (colágenas) dispuesto laxamente (fibras intrafusales). Las células tendinosas
son más grandes y más numerosas que las que se encuentran en otras partes del tendón.
Una o más fibras nerviosas sensitivas mielínicas perforan la cápsula, pierden su vaina de
mielina, se ramifican y acaban en terminaciones en forma de palillo de tambor.
Las terminaciones nerviosas se activan al ser comprimidas por las fibras tendinosas
adyacentes en el interior del huso cuando se desarrolla tensión en el tendón. A diferencia
del huso neuromuscular, que es sensible a los cambios en longitud muscular, el órgano
neurotendinoso detecta cambios en la tensión del músculo.
177
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Fibras musculares
·'
>'1': \ ; 1
'\I :· ', l
1• 1., ·'
i. 1 Nervio m1e11n1co
TERMINACIONES EFECTORAS
Inervación del músculo esquelético
El músculo esquelético está inervado por uno o más nervios. En las extremidades y en la
cabeza y el cuello, la inervación suele ser única, pero en los grandes músculos de la pared
abdominal, la inervación es múltiple, ya que estos músculos han conservado su
inervación segmentaria embrionaria.
La inervación y la irrigación musculares adoptan una configuración más o menos
constante denominada hilio neurovascular. El nervio que va a un músculo contiene
fibras motoras y sensitivas. Las fibras motoras son de tres tipos: a) fibras grandes
mielínicas α, b) fibras pequeñas mielínicas γ y c) fibras finas C amielínicas. Los grandes
axones mielínicos de las células α de las astas anteriores inervan las fibras extrafusales
que forman la masa principal del músculo. Las pequeñas fibras amielínicas γ inervan las
fibras intrafusales de los husos neuromusculares. Las fibras amielínicas finas son
eferencias autónomas posganglionares que inervan el músculo liso de las paredes de los
vasos sanguíneos.
Las fibras sensitivas son de tres tipos principales: a) fibras mielínicas que se originan
178
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Unidad motora
Puede definirse la unidad motora como la motoneurona α y las fibras musculares por ella
inervadas (fig. 3-32). Las fibras musculares de una única motoneurona se hallan
ampliamente dispersas por todo el músculo. Allí donde se requiere un control muscular
fino y preciso, como en los músculos extraoculares o en los pequeños músculos de la
mano, las unidades motoras poseen sólo unas pocas fibras musculares. Sin embargo,
donde no se requiere un control preciso, como en un gran músculo de una extremidad,
como el glúteo mayor, un único nervio motor puede inervar cientos de fibras musculares.
Husos
neurornusculares
f.
'·
Motoneurona Célula a del
' inferior asta anterior
' .,
l '•.,
•,
'
Placa terminal motora
,
Placa terminal
motora
Fibra muscular
Figura 3-32 Arco reflejo simple que consta de una neurona aferente que se origina de los husos neuromusculares
y los husos neurotendinosos y de una motoneurona inferior eferente cuyo cuerpo celular es una célula α del asta
179
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anterior de la médula espinal. Obsérvese que la neurona eferente termina sobre fibras musculares en las placas
terminales motoras.
Mielina Axón
Endoneuro
Células de Schwann
misio
Axón desnudo
Placa basal
A
Endoneuro
Células de Schwan
Endomlslo
.· · : & Membrana basal
. ºo
~.;)9 • ()
<:>o ~ 7 o)
• o
Veslculas presináplicas •
1
· &.,..,-. ••~ • •
• O 9 , .~ u
Sarcolema
Hendidura sináptica
B Pliegues de la unión
Figura 3-33 A: unión neuromuscular esquelética. B: vista a mayor aumento de una fibra muscular que muestra
el axón terminal desnudo situado en el surco superficial de la fibra muscular.
180
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Acetilcollnesterasa en las
placas tennlnales motoras:
Figura 3-34 Microfotografía que muestra fibras nerviosas que terminan sobre fibras musculares esqueléticas en
las placas terminales motoras, teñidas histoquímicamente para acetilcolinesterasa y contrateñidas con plata.
(Cortesía del Dr. M. J. T. Fitzgerald.)
Fibra muscular
Célula de Schwann
181
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La gran mayoría de las fibras musculares están inervadas por sólo una placa terminal
motora. Al alcanzar la fibra muscular, el nervio pierde su vaina de mielina y se desdobla
en varias ramas finas. Cada rama termina como un axón desnudo y forma el elemento
nervioso de la placa terminal motora (fig. 3-35). El axón se expande ligeramente y
contiene muchas mitocondrias y vesículas (aproximadamente de 45 nm de diámetro). En
el sitio de la placa terminal motora, la superficie de la fibra muscular se eleva ligeramente
para formar el elemento muscular de la placa, a la que con frecuencia se denomina
placa basal (fig. 3-33). La elevación se debe a la acumulación local de sarcoplasma
granular por debajo del sarcolema y a la presencia de numerosos núcleos y mitocondrias;
éstas proporcionan ATP, que es la fuente de energía para la síntesis del transmisor
acetilcolina (ACh).
El axón desnudo expandido se halla situado en un surco de la superficie de la fibra
muscular, fuera de la membrana plasmática (sarcolema). Cada surco está formado por el
repliegue de la membrana plasmática. El surco puede ramificarse muchas veces y cada
rama contiene una división del axón. Es importante destacar que los axones están
realmente desnudos; las células de Schwann sirven meramente como casquete o techo
para el surco, y nunca se proyectan en él. El suelo del surco está formado por membrana
plasmática, que está moldeada en numerosos pliegues pequeños, denominados pliegues
de la unión; éstos sirven para aumentar la superficie de la membrana plasmática situada
próxima al axón desnudo (fig. 3-36).
La membrana plasmática del axón (axolema o membrana presináptica) está separada
por un espacio de aproximadamente 30 a 50 nm de anchura, de la membrana plasmática
de la fibra muscular (el sarcolema o membrana postsináptica). Este espacio constituye la
hendidura sináptica. La hendidura sináptica está llena de membranas basales del axón y
de la fibra muscular (fig. 3-33). La placa terminal motora está reforzada por la vaina de
tejido conectivo de la fibra nerviosa (endoneuro), que se continúa con la vaina de tejido
conectivo de la fibra muscular (endomisio).
182
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ERRNVPHGLFRVRUJ
~ula ae SOhwann
Mi1ocondña$
del axón
Veskulas
presinapticas
Axon
Pliegues de la ll'lión
del 5a1001ema
Mltooooctr1as de
ta fibf'a musculat
Figura 3-36 Microfotografía electrónica de un corte transversal de un axón en una placa terminal motora que
muestra el axón situado en un surco del sarcolema plegado. (Cortesía del Dr. J. M. Kerns.)
183
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(fig. 3-34). La enzima se adhiere a las finas fibrillas de colágeno de la membrana basal en
la hendidura; parte de la acetilcolina difunde alejándose de la hendidura. La acetilcolina
permanece durante 1 ms en contacto con la membrana postsináptica, y es rápidamente
destruida para prevenir la reexcitación de la fibra muscular. Después de la caída de la
concentración de la ACh en la hendidura, se cierran los canales iónicos y permanecen
cerrados hasta la llegada de más ACh.
La contracción de la fibra muscular esquelética está controlada de este modo por la
frecuencia de impulsos nerviosos que llegan a la placa terminal motora. Unas fibras
musculares en reposo muestran pequeñas despolarizaciones ocasionales (potenciales de la
placa terminal) en la placa terminal motora, pero son insuficientes para causar un
potencial de acción y conseguir que la fibra se contraiga. Se cree que se debe a la
liberación esporádica de acetilcolina en la hendidura sináptica a partir de una única
vesícula presináptica.
La secuencia de acontecimientos que tienen lugar en una placa terminal motora en la
estimulación de un nervio motor puede resumirse brevemente como sigue:
ACh → Receptor nicotínico de ACh, apertura de los canales dependientes de la ACh →
Entrada de Na+→ Generación de un potencial de placa terminal.
Potencial de placa terminal (si es suficientemente grande) → Se abren los canales
dependientes del Na+→ Entrada de Na+→Generación de un potencial de acción.
Potencial de acción → Aumento en la liberación de Ca2+ → Contracción de la fibra
muscular.
Hidrólisis inmediata de la ACh por la AChE → Se cierran los canales dependientes de la
ACh → Repolarización de la fibra muscular.
En el caso de que llegasen fármacos con estructura química similar a la de la
acetilcolina al sitio receptor de una placa terminal motora, podrían producir los mismos
cambios que la acetilcolina y simular su acción. Dos ejemplos de tales fármacos son la
nicotina y la carbamilcolina. Si, por otra parte, fármacos con una estructura química
similar a la acetilcolina llegasen al sitio receptor de una placa terminal motora y fueran
incapaces de llevar a cabo la secuencia de cambios inducidos habitualmente por la
acetilcolina, ocuparían el sitio receptor y bloquearían el acceso de la acetilcolina. Estos
fármacos competirían con la acetilcolina, y se denominan agentes bloqueadores
competitivos. Un ejemplo de tal fármaco es la d-tubocurarina, que hace que se relaje
el músculo esquelético y no se contraiga al impedir la acción local de la acetilcolina (v.
pág. 116).
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Célula de Schwann
Di\:
fi}r °1~5·l=-
e,
o
Figura 3-37 Unión neuromuscular del sistema neurovegetativo. Los axones expuestos se hallan próximos a las
fibras de músculo liso.
El músculo liso está inervado por la división simpática y parasimpática del sistema
neurovegetativo. Los nervios colinérgicos liberan acetilcolina en sus terminaciones por un
proceso de exocitosis, y la acetilcolina se halla presente en las vesículas en la terminación
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.. ·---
!
/ Acino
Axones desnudos
conducto
--~~...--.--·--...
. - -.......
Figura 3-38 Fibras nerviosas que terminan alrededor de los ácinos glandulares.
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Nervios supraclaviculares
Rama cutánea anterior del segundo
nervio intercostal
ervio cutáneo lateral superior del brazo
Neivlo braquial cutáneo medial
C7
Ne<Vio safeno
Figura 3-39 Superficie anterior del cuerpo que muestra la distribución de los nervios cutáneos en el lado
izquierdo y los dermatomas en el lado derecho.
Aprender la inervación segmentaria de todos los músculos del cuerpo es una tarea
imposible. No obstante, debe conocerse la inervación segmentaria de los siguientes
músculos, porque es posible explorarlos clínicamente desenca denando reflejos
musculares simples en el paciente (fig. 3-41):
Reflejo bicipital C5-6 (flexión de la articulación del codo al percutir el tendón del bíceps
braquial).
Reflejo tricipital C6-7 y C7 (extensión de la articulación del codo al percutir el tendón
del tríceps).
Reflejo estilorradial C5-6 y C7 (supinación de las articulaciones radiocubitales al
percutir la inserción del tendón del braquiorradial).
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L3
NelVio saf;
noJ
'
' \
1
NelVio plantar lateral --
Figura 3-40 Superficie posterior del cuerpo que muestra la distribución de los nervios cutáneos en el lado
izquierdo y los dermatomas en el lado derecho.
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C5-C6
Figura 3-41 Reflejo bicipital. Obsérvese que el arco reflejo pasa a través de los segmentos quinto y sexto de la
médula espinal. Suele ser monosináptico y no hay neurona internuncial (negro) (v. pág. 103).
Motoneurona
Axón
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asíncrona de impulsos nerviosos en las motoneuronas del asta anterior gris de la médula
espinal.
Básicamente, el tono muscular depende de la integridad de un arco reflejo
monosináptico simple compuesto de dos neuronas en el sistema nervioso (fig. 3-43). El
alargamiento y acortamiento de un músculo se detecta por las terminaciones sensitivas
denominadas husos musculares (v. pág. 93) y la tensión es detectada por los husos
tendinosos (v. pág. 94). Los impulsos nerviosos se desplazan por las grandes fibras
aferentes hasta la médula espinal. Allí establecen sinapsis con las motoneuronas situadas
en la columna gris anterior la cual, a su vez, envía impulsos por sus axones hasta las
fibras musculares (fig. 3-43). Los propios husos musculares se hallan inervados por
pequeñas fibras γ eferentes que regulan la respuesta de los husos musculares, actuando
de modo sinérgico con el estiramiento externo. De esta manera, se mantiene el tono
muscular de modo reflejo y se ajusta a las necesidades de la postura y del movimiento.
En el caso de que se cortasen las vías aferentes o eferentes del arco reflejo, el músculo
perdería su tono inmediatamente y se volvería flácido. A la palpación, un músculo flácido
se siente como una masa blanda que ha perdido completamente su elasticidad.
Rápidamente se atrofia y reduce en volumen. Es importante destacar que el grado de
actividad de las células motoras de la columna anterior y, por tanto, el grado del tono
muscular, dependen de la suma de los impulsos nerviosos recibidos por estas células de
otras neuronas del sistema nervioso.
El movimiento muscular se logra al poner en acción cantidades crecientes de unidades
motoras y, al mismo tiempo, reducir la actividad de las unidades motoras de músculos
que se oponen al movimiento o lo antagonizan. Cuando se requiere el máximo esfuerzo,
todas las unidades motoras se ponen en acción.
Huso neurotendinoso Ganglio espinal
'
!
Huso neuromuscular
Fibras musculares
Figura 3-43 Arco reflejo simple que consta de una neurona aferente que se origina de husos neuromusculares y
de husos neurotendinosos y de una neurona eferente cuyo cuerpo celular se halla situado en el asta gris anterior
de la médula espinal. Obsérvese que, por motivos de simplicidad, las fibras aferentes del huso neurotendinoso y el
huso neuromuscular se muestran como una vía; en efecto, el receptor neurotendinoso es inhibidor y reduce el
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FATIGA MUSCULAR
La pérdida progresiva de fuerza de un músculo con contracción fuerte prolongada se
debe a la reducción de la cantidad de ATP en el interior de las fibras musculares. Los
impulsos nerviosos continúan llegando a la unión neuromuscular, y se produce una
despolarización normal de la membrana plasmática de la fibra muscular.
POSTURA
Puede definirse la postura como la posición adoptada por la persona en su ambiente. En
la posición de bipedestación, la línea de gravedad pasa a través de la apófisis odontoides
del eje, por detrás de los centros de las articulaciones de la cadera y por delante de las
articulaciones de las rodillas y de los tobillos (fig. 3-44). Con el fin de estabilizar el
cuerpo y prevenir que se colapse, no es sorprendente encontrar que en los seres
humanos los músculos antigravitatorios están bien desarrollados y muestran el máximo
grado de tono. Por consiguiente, se puede decir que la postura depende del grado y de la
distribución del tono muscular, el cual, a su vez, depende de la integridad normal de los
arcos reflejos simples centrados en la médula espinal.
Una persona puede adoptar una postura particular (en sedestación o en bipedestación)
durante largos períodos de tiempo, con pocos signos de fatiga. La razón de ello es que el
tono muscular se mantiene por diferentes grupos de fibras musculares que se contraen en
relevos, con sólo una pequeña cifra de fibras musculares dentro de un músculo que se
hallan en estado de contracción en un momento dado. Los grupos de fibras musculares
activas están diseminados por el músculo.
Con el fin de mantener la postura, el reflejo miotático simple, del que depende el tono
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Figura 3-44 Vista lateral del esqueleto que muestra la línea de gravedad. Dado que la mayor parte del peso
corporal queda por delante de la columna vertebral, son importantes los músculos profundos de la espalda para
mantener las curvas de la postura normal de la columna vertebral en la posición de bipedestación.
Cuando una persona adopta una postura dada, el tono de los músculos que controlan
la postura está realizando constantemente finos ajustes para que se mantenga la postura.
La postura normal depende, por tanto, no sólo de la integridad del arco reflejo sino
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también de la suma de los impulsos nerviosos recibidos por las células motoras de la
columna anterior gris de otras neuronas del sistema nervioso (fig. 3-46). En el capítulo 4
se trata del detalle de las diferentes vías nerviosas implicadas en el aporte de información
a las células de la columna gris anterior.
Corteza cerebral
.,.,,;; - · '
~ NúeleoroJo
;;.-"'
~~~---~1 - '
i {'/ ; ,
....
.
:
Fonnación reticular
Fascículo cortlcoesplnaJ - -- 1
.__.J..\".¡;
t·~
j Músculo del cueUo
Fasclculo rubroespinal -
Fasclculo reticuloespinal
.__ ,l':V Mtísculo del tronco
Motoneurona inferior
,
..
·•
y MOsculo de la extremidad
Figura 3-45 Aporte nervioso de los niveles superiores del sistema nervioso central, que puede influir sobre la
actividad de las células del asta gris anterior de la médula espinal.
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Fibras reticuloespinales
Fibras rubroespinales
Fibras corticoespinales Fibras vestibu!oespinales, olivoespinales
y tectoespinales
Célula nerviosa en
el ganglio espinal
Neurona eferente y
Huso neuromuscular
Motoneurona Inferior
oa•Vla final común•)
Placa terminal motora
Figura 3-46 El tono postural normal del músculo esquelético depende no sólo de la integridad del arco reflejo,
sino también de la suma de los impulsos nerviosos recibidos por las células del asta gris motora anterior de otras
neuronas del sistema nervioso.
NOTAS CLÍNICAS
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~-
Nuevo fiamento axóoieo
e Fibra en banda
Múltiples brotes axónicos fino, o filamento,
Nuevo axón
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las células microgliales. Es poco lo que se sabe sobre el papel de los oligodendrocitos
en este proceso. Los astrocitos proliferan entonces, y sustituyen a los axones.
Cambios en el segmento proximal del axón
Los cambios en el segmento proximal del axón son similares a los que tienen lugar en
el segmento distal (fig. 3-47), pero se extienden sólo proximalmente por encima de la
lesión hasta el primer nodo de Ranvier. Los cordones proliferantes de las células de
Schwann en los nervios periféricos protruyen desde las superficies de corte de los
tubos endoneurales.
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B
Figura 3-48 Microfotografías de motoneuronas de la columna gris anterior de la mèdula espinal. A: sustancia
de Nissl en neuronas sanas. B: despuès de la sección de las raíces anteriores del nervio raquídeo, que muestra
cromatólisis.
Si los muñones proximal y distal del nervio seccionado están bien yuxtapuestos,
tienen lugar los siguientes procesos regenerativos regenerativos (fig. 3-47). Las cèlulas
de Schwann, que habrán sufrido una división mitótica, llenan ahora el espacio en el
interior de la lámina basal de los tubos endoneurales del muñón proximal, tan cerca
como hasta el siguiente nodo de Ranvier, y en el muñón distal tan lejos como los
órganos efectores. Donde exista una pequeña brecha entre los muñones proximal y
distal, las cèlulas de Schwann en multiplicación forman cordones para rellenar el
hueco.
Cada extremidad del axón proximal da lugar entonces a múltiples brotes finos o
filamentos con puntas bulbosas. Estos filamentos, a medida que crecen, avanzan a lo
largo de las hendiduras entre las cèlulas de Schwann, y cruzan de este modo el
intervalo entre los muñones nerviosos proximal y distal. Muchos de estos filamentos se
introducen entonces en la extremidad proximal de cada tubo endoneural y crecen
distalmente en contacto con las cèlulas de Schwann (fig. 3-50). Está claro que los
filamentos procedentes de muchos diferentes axones pueden introducirse en un único
tubo endoneural. Sin embargo, sólo persiste un filamento, el resto degenera, y este
filamento crece distalmente para reinervar un órgano efector motor o sensitivo.
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Croma tólis is
~ -·
"\ '
Figura 3-49 Cambios que pueden tener lugar en el cuerpo de una cèlula nerviosa despuès de la sección de una
de sus prolongaciones.
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Fragmentación
ue crecen
de los axo~es ,,- Axones q I tubos
a lo largo de os
Y miehna
endoneurales
Figura 3-50 Microfotografía de un corte longitudinal del muñón distal del nervio ciático que muestra
degeneración y regeneración del axón después de una lesión. (Cortesía del Dr. M. J. T. Fitzgerald.)
Pueden transcurrir muchos meses antes de que el axón alcance su órgano efector
apropiado, dependiendo del sitio de la lesión nerviosa. Se ha calculado que la velocidad
de crecimiento es aproximadamente de 2 mm/día a 4 mm/día. Sin embargo, si se toma
en consideración el casi cierto retraso en el que incurren los axones cuando cruzan el
sitio de la lesión, es útil recordar para su utilización clínica una cifra de 1,5 mm/día de
velocidad de la regeneración global. Incluso en el caso de que se superen todas las
dificultades antes indicadas y de que una neurona dada alcance el órgano efector
original, el filamento axónico en crecimiento dentro del tubo endoneural sólo alcanza
aproximadamente el 80% de su diámetro original. Por este motivo, la velocidad de
conducción no será tan alta como la del axón original. Además, un axón motor dado
tiende a inervar más fibras musculares que el antiguo; por ello, es menos preciso el
control del músculo.
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circulatorio.
Síntomas y signos de recuperación después de la neurotmesis
Suponiendo que el nervio periférico dividido haya sido suturado cuidadosamente, el
médico ha de conocer los síntomas y signos de recuperación y su secuencia.
Recuperación motora
Los axones motores en regeneración crecen a una velocidad media de
aproximadamente 1,5 mm/día. Los músculos proximales se recuperan primero, y los
músculos distales, más tarde. Los músculos pueden responder a la estimulación
farádica antes de recuperar el control voluntario.
Recuperación sensitiva
Se produce la recuperación sensitiva antes que el movimiento voluntario. La parte del
nervio distal a la sección se vuelve muy sensible a la estimulación mecánica una vez
que los axones sensitivos en regeneración han entrado en el segmento distal. Un simple
contacto en el tronco nervioso distal da lugar a una sensación de parestesias en el área
de distribución cutánea del nervio. Este signo recibe la denominación de signo de
Tinel. La recuperación de la sensibilidad cutánea profunda –es decir, dolor causado
por presión profunda– es el primer signo de recuperación. Sigue al retorno del dolor
cutáneo superficial mal localizado. Más tarde, se recuperan la sensibilidad al frío y al
calor. El tacto ligero y la discriminación táctil son las últimas sensaciones en
recuperarse; estas sensaciones vuelven muchos meses más tarde y, con frecuencia,
son incompletas.
Lesiones de nervios raquídeos específicos
Aunque no pertenece al ámbito de este libro una descripción detallada de las
deficiencias neurológicas que se producen después de las muchas lesiones de los
nervios raquídeos que se observan en la práctica clínica, parece apropiado incluir una
tabla que resuma las características importantes que se encuentran en los síndromes de
las raíces cervicales y lumbosacras (tabla 3-4). También se incluyen las tablas que
resumen las ramas de los plexos braquial (tabla 3-5) y lumbosacro (tabla 3-6) y su
distribución. Estas tablas pueden ser de utilidad al lector para determinar la lesión
nerviosa específica asociada con un déficit motor o sensitivo particular en las
extremidades superiores o inferiores.
En el capítulo 11 se consideran las lesiones de los nervios craneales.
Algunos principios clínicos básicos en las lesiones de los nervios periféricos
• En las heridas abiertas y sucias, en las que hay un elevado riesgo de infección, el
nervio seccionado debe ser pasado por alto, y tratarse la infección de la herida.
Más adelante, cuando la herida haya cicatrizado satisfactoriamente, se debe
explorar el nervio y suturar sus extremidades cortadas.
• En un paciente con una herida cicatrizada y sin datos de recuperación del nervio, el
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tratamiento debe ser conservador. Debe permitirse a las fibras nerviosas que
transcurra un tiempo suficiente para que alcancen los músculos proximales. Si no
se produce la recuperación, se debe explorar el nervio quirúrgicamente.
• En los casos en los que se llegue a interponer tejido conectivo, fragmentos óseos o
músculos entre los extremos cortados de un nervio seccionado, se debe explorar el
nervio; si es posible, se aproximan los extremos cortados y se suturan.
• Debe mantenerse la nutrición de los músculos paralizados con una fisioterapia
adecuada. Los baños calientes, el masaje y ropa cálida ayudan a mantener la
circulación adecuada.
• No se debe permitir que los músculos paralizados queden alargados por los
músculos antagonistas o por la fuerza de la gravedad. Por otra parte, el
acortamiento excesivo de los músculos paralizados lleva a su contractura.
• Debe preservarse la movilidad por medio de movimientos pasivos diarios de todas
las articulaciones en el área afectada. Si no se hace, se producirá la formación de
adherencias y la consiguiente limitación del movimiento.
208
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infC'roexlffllO del bmo.neMQ ~lll.'O pojleriof dcl br:u». y net\io cudneo
"°'"'riofd<'I an-;póolde loc,n,,x"ma del dono de I• m,noy,u¡-.e
dONI de los 3 ti dedos~~ rama.s art.icuJarc5, al codo. mul\eca )' mano
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la mano y palma.piel de l:.supl"ff,caes pa,lm:.u )' dor:sal 00 los 1 ~dedo5 ililer~
La mlt rnedsa.1 del ne"io 1r1Ediano (con Pn,moo, n.'do<,oo,0,,.,. ,od,.I del crupo.palnw l"'!l'l,_, "'l)eñ•:o•I dolO.<dooos.
la iaiz taleral) eonro t"I fl(!l'\io .sepilrador corto dl'I pu~ llexor corto dlol pulg;,.t opon<'llte <k!l pulgar.dos
medi>no(CSC8,01) prime,os lumbñca.k'S(por la r.un."l inWfÓ!i(!II anlí'riof),tlexor largodcl pulgatllemr
profundo de los dedos (m1L:ld t»~rN), pronador cuadtadó. r.una 1)-'fm.v cutá:DISI
a La mil3d externa de Ll po.lma y m.masdigitlle:sa lasupt>rfide pa!m.ude b3 \oS
dedo5 externos;: ftlmlS Miculan.>s .1 las :,.rticulaciones del codo, mutaecti yC&lpO
Una vez que vuelva el movimiento voluntario a los músculos más proximales, el
fisioterapeuta puede ayudar al paciente a la realización de ejercicios activos. Se ayuda
así no sólo a la vuelta de una circulación normal a la parte afectada, sino que ayuda
también al paciente a aprender de nuevo la complicada función muscular de los
movimientos especializados.
Trasplante de nervios
Se han utilizado injertos de nervios con cierto éxito para restablecer el tono muscular
en la parálisis del nervio facial: en las lesiones nerviosas mixtas, los injertos nerviosos
han tenido éxito sólo en el restablecimiento de la función sensitiva y una ligera
actividad muscular. La presencia de dos líneas de sutura y la mayor posibilidad de
mezcla de las fibras nerviosas es, probablemente, la razón de la falta de éxito en los
injertos nerviosos. En la mayoría de las lesiones nerviosas, incluso en el caso de que la
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separación entre las extremidades proximal y distal sea hasta de 10 cm, suele ser
posible movilizar el nervio o alterar su posición en relación con las articulaciones, de
modo que puedan juntarse los extremos proximal y distal sin una tensión excesiva; a
continuación, se suturan los extremos.
Ramas Distribución
Ne"io femoral (12-IA) Mús<;ulos maco.peclíneo,$élrtorio y C."\ládrkeps femoral: picl,nervios cutáneo medial y c:u1ánoo
intcnnedio del muslo.ne1vío safeno a la cara interna de la pícma,lado interno del pie hasta
el primer dedo,ramas aniculares a las articulaciones de la cadera y las rodillas
Nonio obturador (L2-IA) Múscul0$ pectíneo.aductor largo.aductor corto.aductor mayor (porción aductora).re<:to
interno: piel, cara interna del muslo; ramas articulares a las articulaciones de la cadera y
fas rodillas
Ne"io ciático (IA-LS.S1-53)
Nenio peronoo común Músculo bíce~ femoral (cabeza corta): piel.nervio cutáneo externo de la pantorrilla. rama
sural comunicante a la cara externa de la pierna, cara exrema del pie y dedo pe,que.f10
Nervio percneo superficial Músculos percneo largo y corto. parte inferior de la piema y dorso del pie
Ner,,-io peroneo profundo i1úsculocs tíbiaJ anterior. extensor del primer dedo.extensor largo de k:is dedos, pcronro
anterior.extensor cono de las dedos: piel,hendidura entre el primer dedo y el segundo dedo
del pie: ramas articulares a las articulaciones l.ibioperonea,del tobillo y del pie
Nen.io tibial Músculosse.mitcndinoso, bíceps femoral (cabeza larga).semimembranoso.aduclor mayor
(panes i,quiOCibia les). gaS1rocnemio.s<íleo. ptantaq,oplileo. libial posterior, Oexor largo
de los dedos. ílexor del primer dedo: piel. cara interna del tobillo: ramas articulares a las
articulaciones de la cadera, la rodilla y el tobillo
Nervio plan1ar medial Separador del primer dedo, flexor cono de IO'I dedO'l,flexor cono del primer dedo. primer
lumbrical: piel. cara interna de la planta del pie: ramas articulares a IM articulaciones del pie
Ner.-io plantar lateral Mlisculos Oexor accesorio,abductor del quinto dedo, flexor del quinto dedo,segundo,. tercero
y ,-uarto lumbricales.aductor del primer dedo.todos los músculO'I interóseos:piel.cara
extema de la planta del pie
210
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espacios entre las fibras nerviosas individuales. Parece haber pocas dudas de que estos
espacios endoneurales sirven de ruta potencial para el ascenso de la toxina tetánica a
la médula espinal.
Acción de los anestésicos locales sobre la conducción del nervio
Los anestésicos locales son fármacos que bloquean la conducción del nervio cuando se
aplican localmente en una fibra nerviosa en concentraciones adecuadas. Su sitio de
acción es el axolema (membrana plasmática) e interfieren en el aumento transitorio de
la permeabilidad del axolema a los iones de Na+, K+ y otros. La sensibilidad de las
fibras nerviosas a los anestésicos locales se relaciona con el tamaño de dichas fibras (v.
tabla 3-2). Las fibras nerviosas pequeñas son más susceptibles que las grandes; las
fibras pequeñas también se recuperan más lentamente.
Se utilizó en la clínica la cocaína para bloquear la conducción nerviosa.
Lamentablemente, es un potente estimulador de la corteza cerebral y causa fácilmente
adicción. La procaína es un compuesto sintético muy usado como anestésico local.
211
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Polineuropatía
La polineuropatía es el deterioro de la función de muchos nervios periféricos de modo
simultáneo. Existen muchas causas, como infecciones (endotoxina de la difteria,
síndrome de Guillain-Barré [v. «Ejemplo clínico» al comienzo del capítulo]),
trastornos metabólicos (deficiencia de vitaminas B1 y B12, intoxicación por metales
pesados, fármacos), y trastornos endocrinos (diabetes). Puede producirse
degeneración axónica y/o desmielinización segmentaria, y afectarse el cuerpo de la
neurona. En los casos leves, la afección es reversible, pero en los casos graves llega a
ser permanente. Puede haber síntomas y signos sensitivos y motores manifiestos.
Receptores
Por todo el cuerpo se hallan distribuidas terminaciones sensitivas tanto en las áreas
somáticas como en las viscerales. Afortunadamente, se hallan muy ampliamente
distribuidas, y así permiten que la persona reaccione a los cambios en el ambiente
externo e interno.
Para establecer un diagnóstico o estudiar el efecto del tratamiento sobre el proceso
de una enfermedad, el médico se basa casi completamente en la capacidad de los
pacientes para describir los cambios en las sensaciones subjetivas o para responder a
estímulos específicos durante la exploración física. Estas descripciones, como «dolor
como si me clavaran un cuchillo», «dolor sordo», «dolor cólico», «hormigueo» y «no
siento nada» resultan muy familiares para el clínico. Cada tipo de sensación principal
que pueda ser experimentada, como dolor, temperatura y tacto o presión, recibe la
denominación de modalidad de la sensación. El tipo de modalidad sentida por un
paciente a partir de una parte particular del cuerpo viene determinado por el área
específica del sistema nervioso central por la que pasa la fibra nerviosa aferente. Sin
embargo, es clínicamente útil recordar que los axones que transmiten modalidades
específicas se asocian con uno o más receptores anatómicamente distintos (tabla 3-7).
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Tabla 3-8 Fánnacos y enfermedades que afectan e les places tennineles motoras del músculo esquelético
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Toxinas bacterianas
Clostridium botulinum, el agente causal de ciertos casos de intoxicación alimentaria,
produce una toxina que inhibe la liberación de acetilcolina en la unión neuromuscular.
La muerte se produce como consecuencia de la parálisis de los músculos respiratorios.
El curso de la enfermedad puede mejorarse con la administración de gluconato de
calcio o guanidina, que promueven la liberación de ACh de las terminaciones
nerviosas.
Nervio motor y músculo esquelético
El nervio motor no sólo controla la actividad del músculo que inerva, sino que también
su integridad es esencial para el mantenimiento normal del músculo. Después de la
sección de un nervio motor, las fibras musculares rápidamente se atrofian y son
sustituidas por tejido conectivo. Puede reducirse la masa total del músculo en tres
cuartas partes en tan sólo 3 meses. Este grado de atrofia no se produce si el músculo
es simplemente inmovilizado; es decir, no es sólo atrofia por desuso. Es manifiesto que
el mantenimiento de un músculo normal depende de la recepción continuada de
acetilcolina en la membrana postsináptica en la unión neuromuscular.
Hipersensibilidad por desnervación del músculo esquelético
Después de aproximadamente 2 semanas de desnervación, las fibras del músculo
esquelético responden a la acetilcolina aplicada externamente en sitios distintos a las
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enfermedad que afecte a las células de la columna gris anterior (p. ej., poliomielitis)
reducirá claramente la fuerza de los músculos afectados o los paralizará.
Atrofia muscular
Se produce atrofia muscular 2 a 3 semanas después de la sección del nervio motor. En
las extremidades se explora fácilmente al medir el diámetro de las extremidades en un
punto dado sobre el músculo afectado y comparando las determinaciones obtenidas
con las del mismo sitio en la extremidad opuesta.
Fasciculación muscular
Se observa fasciculación de grupos de fibras musculares con mucha frecuencia en los
pacientes con enfermedad crónica que afecta a las células del asta anterior (p. ej.,
atrofia muscular progresiva).
Contractura muscular
Se observa contractura muscular muy comúnmente en los músculos que se oponen
normalmente a los músculos paralizados. Los músculos se contraen y sufren un
acortamiento progresivo.
Tono muscular
Un músculo sin tono –es decir, un músculo en el que no funcionan los arcos reflejos
simples– a la palpación no es contráctil y tiene consistencia blanda a la palpación. Se
pueden explorar los grados de pérdida moviendo pasivamente las articulaciones y
comparando la resistencia al movimiento por los músculos de los dos lados del cuerpo.
Puede producirse un aumento del tono muscular después de la eliminación de la
inhibición cerebral sobre la formación reticular (v. pág. 168).
Coordinación muscular
Para determinar la coordinación muscular, se pide al paciente que se toque, con los
ojos abiertos, la punta de la nariz con la punta del dedo índice, y luego que repita el
mismo proceso con los ojos cerrados. Puede llevarse a cabo una prueba similar en las
extremidades inferiores con el paciente acostado en decúbito. Se pide al paciente que
ponga un talón sobre la rodilla opuesta, con los ojos abiertos, y luego que repita el
proceso con los ojos cerrados.
Otra prueba consiste en pedir al paciente que haga movimientos rápidos y
simultáneos de supinación y pronación de ambos antebrazos. Una enfermedad del
cerebelo, que coordina la actividad muscular, daría lugar a la imposibilidad de llevar a
cabo estos movimientos repetitivos rápidos.
Movimiento involuntario de los músculos
Tic. Es un movimiento coordinado y repetitivo que afecta a un músculo o a más de
uno.
Movimientos coreiformes. Son movimientos rápidos, en sacudidas, e irregulares, que
no son repetitivos. Son ejemplos de esta afección las muecas y movimientos rápidos
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desviación se debía a parálisis del flexor radial del carpo y a la fuerza del flexor cubital del carpo y la mitad
interna del flexor profundo de los dedos. No era posible la flexión en las articulaciones interfalángicas de los
dedos índice y medio, aunque los interóseos intentaban una débil flexión de las articulaciones
metacarpofalángicas de estos dedos. Cuando se pidió al paciente que apretara la mano derecha, el índice y,
en menor medida, el dedo medio, tendían a permanecer extendidos, mientras que los dedos anular y meñique
estaban flexionados. Estos dos últimos dedos se hallaban debilitados por la pérdida del flexor superficial de
los dedos. Estaba perdida la flexión de la falange terminal del pulgar por parálisis del flexor largo del pulgar.
Los músculos de la eminencia tenar estaban paralizados y el pulgar derecho estaba en rotación externa y en
aducción.
La pérdida de sensibilidad de la piel de la mano derecha afectaba la mitad externa de la palma de la mano
y la cara palmar de los dedos tercero a quinto y mitad del índice. Había también pérdida sensitiva de la piel
de las partes distales de las superficies dorsales de los mismos dedos.
Las áreas cutáneas afectadas en la pérdida sensitiva se volvieron más calientes y secas de lo normal, lo
que evidenciaba cambios vasomotores. Se debían a la dilatación arteriolar y a falta de sudoración por
pérdida del control nervioso simpático.
a) Describa los cambios que tendrían lugar en el nervio mediano proximal y distalmente al sitio de
sección. b) ¿Cómo trataría este caso? c) ¿Cuáles serán los primeros signos y síntomas que indiquen que el
nervio se está regenerando adecuadamente? d) ¿Qué función volverá primero: la sensitiva o la muscular? e)
¿Qué tiempo llevará aproximadamente para que se produzca la regeneración del nervio y alcance a sus
órganos efectores?
5. Se exploró a una mujer de 45 años con parálisis facial del lado derecho. Al interrogarla, manifestó que 3
años antes había experimentado debilidad del lado derecho de la cara y cierta pérdida de la sensibilidad
gustativa, después de haber dado una vuelta en coche en un día frío. Se estableció el diagnóstico de parálisis
de Bell. ¿Qué es la parálisis de Bell? ¿Cómo trataría a esta paciente?
6. Una familia con cinco niños pequeños se mudó a una vieja casa. Seis meses más tarde, la madre observó
que su hijo de un año se estaba volviendo somnoliento y quieto. Aunque antes era un niño muy activo y
reptaba por toda la casa, ahora tendía a estar tumbado sobre el suelo, sin mostrar interés por sus juguetes.
También había dejado de comer bien, y estaba muy estreñido. La madre decidió llevarlo al pediatra cuando,
tal como dijo, el niño súbitamente se enfureció. En la exploración se observó la ausencia de signos físicos
positivos, a excepción de una línea oscura entre las encías y los dientes. Con un interrogatorio más
detallado, la madre reconoció que al niño le gustaba chupar la pintura que se estaba desprendiendo de las
barandillas fuera de la casa. Se estableció el diagnóstico de intoxicación crónica por plomo. Se confirmó por
el hallazgo de una concentración de plomo en sangre por encima de 50 µg/100 ml. ¿Qué efecto tiene el
plomo sobre el sistema nervioso?
7. Un hombre de 54 años tuvo súbitamente dolor intenso en ambas piernas en la distribución del nervio ciático.
Observó también entumecimiento en las nalgas y en el periné, y recientemente observó que no sentía la
salida de orina o heces al orinar o defecar, respectivamente. Se estableció el diagnóstico de hernia central en
sentido posterior del disco intervertebral entre las vértebras lumbares tercera y cuarta. Por los síntomas,
resultaba claro que la cola de caballo estaba siendo presionada. ¿Puede producirse regeneración en la cola de
caballo?
8. ¿Por qué ruta anatómica se piensa que pasa la toxina tetánica desde una herida hasta el sistema nervioso
central?
9. Después de un accidente de automóvil, un hombre de 35 años acudió al servicio de urgencias con fracturas
de las costillas quinta y sexta del lado derecho. Con el fin de aliviar el dolor y las molestias experimentadas
por el paciente al respirar, el médico decidió bloquear los nervios intercostales quinto y sexto derechos
inyectando un anestésico local, lidocaína (xilocaína), alrededor de los troncos nerviosos. ¿Cuál es el efecto
del anestésico local sobre las fibras nerviosas? ¿Son más susceptibles las fibras nerviosas de gran diámetro o
las de pequeño diámetro a la acción del fármaco?
10. Un hombre de 65 años, al volver a su casa de una fiesta, observó que no podía subir las escaleras. Había
consumido una gran cantidad de whisky, y parecía que había perdido el control de las piernas. Se sentó en
una silla en el vestíbulo y pronto se encontró en un sueño profundo y estuporoso, con el brazo derecho
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colgando sobre el respaldo de la silla. A la mañana siguiente, se despertó con cefalea intensa y no podía
mover el brazo ni la mano derechos. En la exploración en el servicio de urgencias se observó que el paciente
tenía una importante parálisis que afectaba a ramas del cordón medial del plexo braquial y del nervio radial. El
diagnóstico fue neuropraxia, que se produjo como consecuencia de la presión del respaldo de la silla sobre
los nervios afectados. ¿Qué es la neuropraxia? ¿En qué difiere la axonotmesis de la neurotmesis? ¿Cuál es el
pronóstico de este paciente? ¿Cómo trataría usted este caso?
11. Un político muy conocido asistía a un acontecimiento público cuando un joven súbitamente se acercó a él y
le disparó por la espalda. Durante la exploración en el servicio de urgencias, se observó que la bala había
penetrado por la espalda con dirección oblicua y se alojaba en el conducto vertebral a nivel de la octava
vértebra torácica. El paciente no podía sentir nada por debajo de este nivel y se hallaba paralizado desde la
cintura hacia abajo. En la intervención quirúrgica se llevó a cabo una laminectomía y se extrajo la bala. Se
observó una considerable lesión en la médula espinal. ¿Qué cambios tienen lugar en la médula espinal cuando
resultan dañadas las fibras nerviosas? ¿Tiene lugar la regeneración en el sistema nervioso central?
12. Una mujer de 18 años visitó a su médico porque tenía quemaduras, que no había sentido, en las puntas de
los dedos de la mano derecha. Mencionó también que sentía debilidad de la mano derecha. En la exploración
física se observó una intensa cicatrización de los dedos de la mano derecha. También se observó una atrofia
evidente de los pequeños músculos de la mano derecha. La exploración de las modalidades sensitivas de la
piel de la totalidad del cuerpo de la paciente mostró una pérdida de la sensibilidad termoalgésica de la parte
distal del miembro superior derecho. Tenía disminución de la sensibilidad termoalgésica en la mano izquierda.
Se demostró debilidad muscular definitiva en los pequeños músculos de la mano derecha, y también se
observó algo de debilidad en los músculos de la mano izquierda. Se estableció el diagnóstico de siringomielia.
a) Aplicando sus conocimientos de neuroanatomía, describa el tipo de terminaciones nerviosas sensitivas que
son sensibles al dolor y a la temperatura. b) ¿Cómo exploraría usted a un paciente para determinar si presenta
pérdida de la sensibilidad cutánea al dolor y a la temperatura?
13. Un hombre de 35 años, al pasar por delante de unos obreros que estaban cavando un agujero en la carretera,
súbitamente se dio cuenta de un cuerpo extraño en el ojo izquierdo. Dado que la córnea es
extraordinariamente sensible, sentía molestias considerables. ¿Qué terminaciones sensitivas se hallan
presentes en la córnea? ¿Es la córnea sensible a estímulos distintos al dolor?
14. Un hombre de 60 años acudió a su médico porque en los últimos 3 meses había estado experimentando un
dolor punzante muy angustioso en la parte media del lado derecho de la cara. Este dolor podía tener una
duración de unos segundos, pero se repetía varias veces. «El dolor es lo peor que haya experimentado
nunca», le dijo al médico. Había observado particularmente que una corriente de aire frío en la cara o tocar
unos pelos del cuero cabelludo en la región temporal podía desencadenar el dolor. La exploración física puso
de manifiesto que no había pérdida sensitiva ni motora del nervio trigémino. Se estableció el diagnóstico de
neuralgia del trigémino. Empleando sus conocimientos de neuroanatomía, explique por qué el pelo es tan
sensible al tacto.
15. Un hombre de 50 años fue diagnosticado de tabes dorsal. En la exploración física había muchos signos de
enfermedad sifilítica, como ausencia total a la sensibilidad profunda al dolor. Al apretar con fuerza el tendón
del calcáneo o los testículos no se produjo respuesta alguna. Utilice sus conocimientos de neuroanatomía
para explicar cómo se experimenta habitualmente la sensibilidad al dolor profundo.
16. Al llevar a cabo una exploración física del paciente, el médico le pidió que cruzase las rodillas y relajase los
músculos de las piernas. Con un martillo de reflejos realizó una suave percusión del ligamento rotuliano
izquierdo que inmediatamente produjo una extensión parcial involuntaria de la articulación de la rodilla
izquierda (reflejo rotuliano positivo). ¿Cómo recibe el sistema nervioso central la información nerviosa desde
el músculo cuádriceps femoral con el fin de responder de modo reflejo extendiendo la rodilla?
17. Un hombre de 55 años padecía sífilis de la médula espinal con los síntomas y signos característicos de la
tabes dorsal. Había experimentado dolores punzantes intensos en el abdomen y en las piernas durante los
últimos 6 meses. Cuando se le pidió que caminara, se observó que el paciente aumentaba la base de
sustentación, golpeando los pies contra el suelo. ¿Cómo exploraría la capacidad del paciente para percibir la
posición de las extremidades inferiores y la sensibilidad vibratoria? Utilice sus conocimientos de
neuroanatomía para explicar cómo una persona sana es capaz de percibir la posición de las extremidades y
detectar las vibraciones.
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18. Con sus conocimientos de farmacología, nombre dos fármacos que actúen como bloqueadores competitivos
sobre las uniones neuromusculares esqueléticas. Nombre la sustancia química frente a la cual compiten estos
fármacos. Nombre los sitios en los que se cree que actúan.
19. Nombre un fármaco que produzca parálisis flácida del músculo esquelético al causar despolarización de la
membrana postsináptica.
20. En los casos de intoxicación alimentaria grave, puede encontrarse que el organismo causante es Clostridium
botulinum. ¿Cómo causa este organismo la parálisis de los músculos respiratorios?
21. Durante la visita por la sala, un cirujano ortopédico afirma que el grado de atrofia muscular que se produce
en una extremidad inmovilizada en una férula es totalmente diferente del grado de atrofia muscular que sigue
a la sección de la inervación motora de los músculos. El cirujano le pidió a un estudiante de medicina que
explicase esta diferencia. ¿Cómo explicaría usted esta diferencia en el grado de atrofia muscular?
22. Un hombre de 57 años acudió a su médico por dolor en la nalga derecha que se extendía hacia abajo, por la
pierna derecha y la parte posterior del muslo, la parte externa y posterior de la pantorrilla y el borde externo
del pie. El paciente no aportó historia de lesión previa, pero afirmó que el dolor comenzó aproximadamente 3
meses antes, como un dolor sordo en la región lumbar. Desde entonces, el dolor ha aumentado en intensidad
y se ha extendido en sentido distal por la pierna derecha. Cuando se le preguntó si el dolor había
desaparecido en algún momento, replicó que en dos ocasiones el dolor había disminuido en intensidad, pero
que la espalda permanecía «rígida» todo el tiempo. Manifestó que el dolor se agravaba al encorvarse, toser o
estornudar. En ocasiones, había experimentado una sensación de hormigueo a lo largo del borde externo del
pie derecho. Después de una exploración física completa, se estableció el diagnóstico de hernia de un disco
intervertebral lumbar. Con sus conocimientos de anatomía, indique qué disco intervertebral es el que más
probabilidad tiene de haberse herniado.
23. Una mujer de 61 años fue visitada por su médico porque había experimentado un dolor fulgurante y
quemante en el lado izquierdo del tórax. Tres días más tarde apareció un grupo de pápulas localizadas sobre
la piel que cubría el quinto espacio intercostal izquierdo. Un día después, las pápulas se habían convertido en
vesículas; a los pocos días, las vesículas se habían secado y se habían convertido en costras.
Posteriormente, éstas se separaron dejando cicatrices pequeñas permanentes. La paciente observó también
que tenía pérdida de sensibilidad en el lado izquierdo del tórax. Se estableció el diagnóstico de herpes zóster.
Utilice sus conocimientos de anatomía para indicar cuál es el segmento afectado de la médula espinal en esta
enfermedad.
24. Mientras exploraba la inervación sensitiva de la piel de la cabeza y el cuello de un paciente, un estudiante de
medicina tenía dificultad para recordar el patrón dermatómico de la unión de la cabeza con el cuello y de la
unión del cuello con el tórax. ¿Se disponen los dermatomas de manera especial en estas áreas? En caso
afirmativo, ¿cuál es la razón?
25. En la exploración física, se observa que un hombre de 30 años presenta debilidad y disminución del tono de
los músculos romboides, deltoides y bíceps braquial en ambos lados del cuerpo. El grado de debilidad es
superior en el lado derecho. No se observa reflejo del tendón del bíceps en el lado derecho y está disminuido
en el lado izquierdo. Son normales los reflejos del tríceps en ambos lados. Los músculos del tronco y de la
extremidad inferior muestran aumento del tono y parálisis espástica. La radiología de la columna vertebral
puso de manifiesto la presencia de destrucción vertebral debido a un tumor que se originaba a partir del
conducto vertebral. Con sus conocimientos de anatomía, responda a las siguientes preguntas: a) ¿Cuál es la
vértebra que probablemente tenga el tumor en el conducto vertebral? b) Nombre los segmentos de la médula
espinal que se encuentran presionados por el tumor. c) ¿Qué segmentos de la médula espinal participan en los
arcos reflejos responsables del reflejo bicipital? d) ¿Por qué los músculos romboides y deltoides muestran
una disminución del tono muscular, mientras que los músculos de la extremidad inferior muestran un
aumento?
26. Nombre tres afecciones clínicas que podrían dar lugar a la pérdida del tono del músculo esquelético.
27. A un hombre de 69 años, con tabes dorsal avanzada, se le pidió que se mantuviera en posición bípeda con
los dedos de los pies y talones juntos y con los ojos cerrados. Comenzó inmediatamente a oscilar
violentamente, y si no hubiese sido porque la enfermera lo sujetó por el brazo, habría caído al suelo (prueba
de Romberg positiva). ¿Por qué era vital para este paciente mantener abiertos los ojos para mantenerse
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erguido?
28. A un hombre de 63 años, con enfermedad de Parkinson moderadamente avanzada, se le pidió que se
desvistiera y que anduviera en línea recta en la sala de exploración. El médico observó que el paciente tenía la
cabeza y los hombros inclinados hacia delante, los brazos ligeramente separados, los codos parcialmente
fijos y las muñecas ligeramente extendidas con los dedos flexionados en las articulaciones
metacarpofalángicas y extendidas las articulaciones interfalángicas. Se observó que al comenzar a andar, el
paciente se inclinaba hacia delante y arrastraba los pies lentamente. Cuanto más se inclinaba hacia delante,
más rápidamente movía las piernas, de modo que cuando ya casi había cruzado la habitación, iba casi
corriendo. La cara del paciente era como una máscara y casi no hacía gestos. Las manos mostraban un
temblor grueso, y los músculos de las extremidades superiores e inferiores mostraban aumento del tono en
los grupos musculares oponentes al mover las articulaciones pasivamente. La enfermedad de Parkinson, o
síndrome parkinsoniano, puede estar originada por numerosas afecciones patológicas, pero suelen interferir
en la función normal del cuerpo estriado o de la sustancia negra, o en ambos. Utilice sus conocimientos de
anatomía y de fisiología de la acción muscular para explicar los diferentes signos observados en este
importante síndrome.
29. Una niña de 10 años fue llevada al neurólogo por una historia de 6 meses de duración de crisis epilépticas.
Los padres describían que las crisis comenzaban con movimientos involuntarios súbitos del tronco, brazos o
piernas. En ocasiones, los movimientos musculares eran leves, pero en otras eran tan violentos que había
lanzado un objeto que cruzó la habitación. En otras ocasiones, la paciente caía al suelo como consecuencia
de una pérdida súbita del tono muscular. Después de caer al suelo, la paciente se levantaba para ponerse en
pie. En una ocasión, se produjo un gran hematoma en la cabeza y en el hombro al golpearse contra una silla
y la mesa. Un mes antes de la visita, los padres observaron que su hija perdió la consciencia por breves
instantes. En dicha ocasión, estaba manteniendo una conversación normal cuando, súbitamente, se calló y
mantuvo la mirada fija. Al cabo de unos segundos, volvió al estado de alerta y retomó la conversación. Esta
paciente padece una forma de epilepsia que se conoce con el nombre de petit mal (crisis de ausencia). ¿Cuál
es el término correcto para la contracción involuntaria súbita de los músculos del tronco o de las
extremidades? Nombre la afección en la que un paciente pierde súbitamente todo el tono muscular y se cae al
suelo.
30. Un hombre de 45 años que padecía esclerosis lateral amiotrófica fue explorado por una estudiante de
medicina de tercer año. La estudiante observó que los músculos flexores y extensores de las articulaciones
de la rodilla y el tobillo de la pierna derecha eran más débiles que los de la pierna izquierda. Sin embargo, le
pareció que los músculos de la pierna izquierda también eran algo más débiles de lo normal. A la palpación de
los músculos extensores del muslo derecho pudo detectar una contracción de las fibras musculares del
músculo cuádriceps. También se observó una acusada atrofia de los músculos de ambas piernas. No había
datos de pérdida sensitiva cutánea en ninguna de las extremidades. La esclerosis lateral amiotrófica es una
afección en la que hay degeneración de las células motoras del asta anterior de la médula espinal y del tronco
encefálico, con degeneración secundaria de los tractos nerviosos en las porciones lateral y anterior de la
médula espinal. ¿Por qué cree usted que este paciente tenía debilidad y atrofia de los músculos de las
extremidades inferiores? ¿Cuál es el término clínico correcto de las contracciones de las fibras musculares
en los músculos extensores de la rodilla derecha?
31. A una joven de 12 años se le diagnosticó meduloblastoma del cerebelo. Las exploraciones clínicas y
radiológicas pusieron de manifiesto que el tumor invadía de modo predominante el hemisferio cerebeloso
derecho. Sabiendo que el cerebelo se ocupa de la coordinación de la actividad motora de modo que puedan
producirse movimientos voluntarios complejos que impliquen a los grupos musculares antagonistas, ¿qué
exploración llevaría a cabo para demostrar pérdida de la función cerebelosa? Describa la prueba para cada
parámetro.
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1. Los tractos nerviosos son fascículos de fibras nerviosas que se encuentran en el encéfalo y en la médula
espinal, y la mayoría de ellos son mielínicos. Algunas de las principales diferencias estructurales entre un
tracto nervioso mielínico y una fibra nerviosa periférica amielínica son las siguientes:
Tracto nervioso
Oligodendrocito
Ausencia de mesoaxón
Presencia de incisuras de Schmidt-Lanterman
Fibras nerviosas sostenidas por neuroglía
Fibra nerviosa periférica
Célula de Schwann
Presencia de mesoaxón
Presencia de incisuras de Schmidt-Lanterman
Fibras nerviosas sostenidas por vainas de tejido conectivo, endoneuro, perineuro y epineuro
2. La mielinización se describe con detalle en la página 71. Las vainas de mielina comienzan a formarse durante
el desarrollo fetal y durante el primer año de vida posnatal.
3. No. En el sistema nervioso central, un único oligodendrocito puede ser responsable de la formación de
mielina hasta de 60 fibras nerviosas. Claramente no sería posible que un oligodendrocito rotara sobre cada
axón como lo hace la célula de Schwann en el sistema nervioso periférico. Se cree que en el sistema
nervioso central la prolongación del oligodendrocito crece en longitud y se enrolla alrededor del axón.
4. a) Los cambios microscópicos que se producen en los segmentos proximal y distal de un nervio periférico
dividido se describen plenamente en la página 107. Recuerde que en el segmento proximal los cambios se
producen, en sentido proximal, solamente hasta el nodo de Ranvier próximo, mientras que los cambios se
producen en sentido distal desde el sitio de la lesión e incluyen sus terminaciones. b) Si se tienen presente las
consideraciones delimitadas en la página 112 y que el cirujano tiene experiencia para llevar a cabo una sutura
nerviosa, debe instaurarse el siguiente tratamiento. Si el arma blanca estaba limpia, debe suturarse
inmediatamente el nervio, y repararse cualquier daño arterial. Por otra parte, si el cuchillo estaba
contaminado o si la herida tenía ya más de 6 h, debe tratarse la herida y pasar por alto el nervio. En este
último caso, cuando se haya cicatrizado la herida y no se observen signos de infección residual, se deben
explorar las terminaciones nerviosas y suturarlas sin tensión. En cualquier caso, se protegen los músculos
paralizados con una férula adecuada, y se ejercitan las articulaciones con suavidad diariamente. c) Una vez
que los axones en regeneración se han introducido en el segmento distal, el nervio distal a la sección se
vuelve muy sensible a la estimulación mecánica (signo de Tinel). d) La recuperación sensitiva se produce
primero. La sensibilidad a la presión profunda es el primer signo de recuperación. Le sigue el retorno del
dolor cutáneo superficial y el control vasomotor de los vasos sanguíneos. Más adelante, vuelve la
sensibilidad al calor y al frío. Todavía más tarde, reaparece el tacto ligero y la discriminación táctil. La
recuperación sensitiva se produce antes de que vuelva el movimiento voluntario. e) Con fines clínicos, una
cifra de 1,5 mm/día es la velocidad promedio de regeneración. Es posible, utilizando esta cifra, determinar
aproximadamente cuánto tiempo llevará que un nervio en regeneración llegue a sus órganos efectores.
5. La parálisis de Bell se produce por una inflamación del nervio facial (VII par craneal) en el conducto del
nervio facial del cráneo. Su causa es desconocida, aunque con frecuencia se produce después de una
exposición al frío. Dado que el conducto facial es óseo, el nervio no puede expandirse y, por tanto, se
comprime y sufre isquemia. En los casos intensos, quedan paralizados los músculos de la expresión facial en
un lado de la cara, y hay una pérdida de la sensibilidad gustativa en la parte anterior de la lengua del mismo
lado. Debe llevarse a cabo masaje de los músculos paralizados para preservar la integridad hasta que vuelva
la función nerviosa. En esta paciente había una importante parálisis residual 3 años después. Un tratamiento
que ha sido satisfactorio en muchos casos es seccionar el nervio hipogloso por debajo y por detrás del
ángulo de la mandíbula y anastomosar su extremidad proximal a la extremidad distal del nervio facial.
Aunque la mitad derecha de la lengua quedaría paralizada, causaría escasa discapacidad. Puede esperarse un
retorno razonable del movimiento facial. La paciente aprende a mover la cara en lugar de la lengua
practicando delante de un espejo. Obsérvese que los nervios hipogloso y facial son nervios periféricos; por
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que el más mínimo movimiento del pelo estimula fácilmente las terminaciones nerviosas del folículo. En este
paciente que sufría de neuralgia del trigémino, la región temporal del cuero cabelludo era el área
desencadenante, que al ser estimulada iniciaba los intensos dolores punzantes en la distribución de la división
maxilar del nervio trigémino.
15. En el tejido conectivo de los tendones y en el testículo se encuentran numerosas terminaciones nerviosas
libres. Habitualmente, al comprimir estas estructuras se produce un dolor sordo. En la tabes dorsal, el
proceso patológico afecta a las neuronas sensitivas de las raíces posteriores de los nervios raquídeos.
16. Al golpear el tendón rotuliano con un martillo de reflejos se produce una elongación de las fibras intrafusales
de los husos musculares del músculo cuádriceps y una estimulación de las terminaciones anuloespirales y en
ramillete. Los impulsos nerviosos alcanzan la médula espinal en las neuronas aferentes dentro del nervio
femoral y se introducen en la médula a nivel de L2-4. Las neuronas aferentes realizan sinapsis con las
grandes motoneuronas α de las astas anteriores grises de la médula espinal. Los impulsos nerviosos pasan
entonces a través de las motoneuronas eferentes del nervio femoral y estimulan las fibras musculares
extrafusales del músculo cuádriceps, que a continuación se contraen. Los impulsos aferentes del huso
muscular inhiben las motoneuronas de los músculos antagonistas (v. «inhibición recíproca» en la pág. 94).
17. Para explorar el sentido de la posición, el paciente se coloca en posición de decúbito supino y se le pide que
cierre los ojos. Se sujeta el dedo gordo por los lados, entre el pulgar y el índice, y se extiende y flexiona. Se
pregunta al paciente, al terminar cada movimiento ¿está el dedo gordo apuntando hacia arriba o hacia abajo?
Otra prueba sencilla es preguntar al paciente, también con los ojos cerrados, que coloque el talón derecho
sobre la espinilla izquierda y la deslice hacia abajo, hasta el dorso del pie izquierdo. A continuación, se pide al
paciente que repita la operación con el talón izquierdo sobre la espinilla derecha.
Puede probarse el sentido vibratorio colocando el mango de un diapasón sobre la tuberosidad tibial, el
borde anterior de la tibia y los maléolos interno o externo. Se pide al paciente que indique cuándo siente
primero la vibración y cuándo cesa. Se pueden comparar puntos simétricos en las dos extremidades, y el
médico puede utilizar sus propias extremidades como control. En la persona sana el sentido de la posición
depende de que el sistema nervioso central reciba información adecuada de los receptores de presión
(corpúsculos de Pacini) en las cápsulas y ligamentos articulares, receptores del tacto (terminaciones
nerviosas libres) de los tejidos y alrededor de las articulaciones, y los receptores de distensión de los
músculos y tendones (especialmente, los husos neurotendinosos).
Se cree que normalmente el sentido de la vibración puede ser debido a la estimulación de receptores de
presión superficiales y profundos (corpúsculos de Pacini).
La apreciación de los movimientos pasivos de las articulaciones, sensibilidad postural y sensibilidad
vibratoria se pierden con frecuencia en la tabes dorsal debido a la destrucción sifilítica de las columnas
posteriores de la médula espinal y a la degeneración de las raíces posteriores.
18. La d-tubocurarina, dimetiltubocurarina, galamina y benzoquinonio son ejemplos de fármacos bloqueadores
competitivos. Estos fármacos compiten con el neurotransmisor acetilcolina. Se cree que los fármacos
bloqueadores competitivos se combinan en los mismos sitios de la membrana postsináptica (sarcolema) de la
placa terminal motora utilizada normalmente por la acetilcolina.
19. El decametonio y la succinilcolina paralizan el músculo esquelético al causar la despolarización de la placa
terminal motora.
20. C. botulinum produce una toxina que inhibe la liberación de acetilcolina en la placa terminal motora. La
muerte se produce como consecuencia de la parálisis de los músculos respiratorios.
21. Los músculos esqueléticos que no son utilizados, como en una extremidad con una férula inmovilizante de
una fractura, sufren atrofia por desuso. Cuanto más tiempo estén estos músculos sin ser utilizados, mayor
será el grado de atrofia. En los casos intensos, la atrofia muscular puede llegar hasta una cuarta parte de la
masa muscular. Las fibras musculares se atrofian rápidamente después de la sección de un nervio motor, de
modo que la masa muscular total puede reducirse hasta en las tres cuartas partes en sólo 3 meses. No se
comprende la razón precisa de esta intensa atrofia. Aparentemente, el mantenimiento del músculo normal
depende de la recepción continuada de acetilcolina y de sustancias tróficas procedentes de las terminaciones
nerviosas en la membrana postsináptica en la unión neuromuscular. Este último mecanismo sería imposible
en caso de que se hubiese seccionado el nervio y se hubiese producido la degeneración del extremo distal.
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22. Su conocimiento de los dermatomas de la extremidad inferior le permitirá asegurarse que el dolor del
paciente se sentía en el área de distribución de las raíces de la quinta lumbar y de la primera sacra. La
afectación de estas raíces suele deberse a hernia del cuarto o quinto disco intervertebral.
23. El herpes zóster es una infección vírica de los ganglios de las raíces posteriores (o ganglios sensitivos de los
nervios craneales), la raíz posterior o el asta gris posterior de la médula espinal. Esta paciente experimentó
dolor y tenía una erupción cutánea en el área de distribución del quinto nervio intercostal izquierdo. El virus
estaba produciendo una inflamación aguda en algún punto del curso de las neuronas sensitivas del quinto
segmento de la médula espinal en el lado izquierdo.
24. El nervio trigémino (V par craneal) inerva la piel de la mayor parte de la cara. El siguiente dermatoma que se
da inferior a ésta es el del segundo nervio cervical. Los pares (o nervios) craneales VI a XII no inervan la
piel de la cara. En la unión entre el cuello y el tórax, el cuarto dermatoma cervical es contiguo al segundo
dermatoma torácico; las ramas anteriores de los nervios raquídeos cervicales inferiores y primero torácico
pierden su distribución cutánea en el cuello y tronco durante el desarrollo de la extremidad superior.
25. a) La exploración física puso de manifiesto la debilidad de los músculos romboides, deltoides y bíceps
braquial, que son inervados por los segmentos cervicales quinto y sexto de la médula espinal. Estos
segmentos de la médula espinal se hallan situados en los agujeros vertebrales de las cervicales sexta y
séptima, respectivamente. b) Los segmentos cervicales quinto y sexto de la médula espinal están
presionados. c) El arco reflejo del bíceps braquial implica a los segmentos quinto y sexto de la médula
espinal. d) Los músculos romboides y deltoides muestran una disminución del tono porque los arcos reflejos
de los que depende su tono se desplazan con los segmentos comprimidos de la médula espinal; es decir, los
arcos reflejos ya no funcionaban normalmente. Por la presión del tumor sobre la región cervical de la médula
espinal, las vías nerviosas que pasan a los segmentos inferiores de la médula espinal estaban interrumpidos,
lo que dio lugar a que las células motoras de la columna gris anterior de los segmentos medulares por debajo
del nivel de compresión recibieran una menor información de los centros superiores, con el consiguiente
aumento del tono muscular.
26. Cualquier proceso patológico que interrumpa el funcionamiento normal del arco reflejo medular básico del
que depende el tono muscular causará pérdida del tono muscular. Algunos ejemplos son el shock medular
después de un traumatismo de la médula espinal; sección de un nervio raquídeo o presión sobre él, sobre una
raíz posterior o una raíz anterior, siringomielia o poliomielitis.
27. La tabes dorsal, que es una infección sifilítica del cerebro y de la médula espinal, produce degeneración de
las prolongaciones centrales de las células de la raíz posterior, y también, por lo general, de las propias
células ganglionares. En primer lugar se afectan los segmentos torácicos inferiores y lumbosacros de la
médula espinal, y la interrupción de las fibras propioceptivas da lugar a un trastorno en la apreciación de la
postura y la tendencia a caerse si se cierran los ojos cuando se está en bipedestación. La vista en este
paciente compensa la ausencia de propiocepción.
28. En una persona sana, la bipedestación y la deambulación son en gran medida automáticas, pero al haber
leído este capítulo, usted ya sabrá que estas actividades son muy complejas y que requieren una integración
propia de los mecanismos neurales en todos los niveles de la médula espinal y del encéfalo. El mecanismo
básico en el tono muscular es el reflejo segmentario medular. Para mantener una postura normal, estos arcos
reflejos han de recibir un aporte nervioso adecuado de los niveles superiores del sistema nervioso. Las
enfermedades que afectan al cuerpo estriado (núcleos caudado y lenticular) o la sustancia negra dan lugar a
una alteración del patrón de los impulsos nerviosos que inciden en las células del asta anterior de la médula
espinal, de aquí el tono muscular anómalo. El aumento del tono es igual en extensión en los grupos
musculares oponentes. El temblor del síndrome parkinsoniano está producido por movimientos alternantes
de los músculos agonistas y antagonistas de una articulación. El temblor es más prominente cuando la
extremidad se halla en reposo, cesa temporalmente cuando se realizan movimientos voluntarios y vuelve a
comenzar cuando se ha completado el movimiento. El temblor cesa cuando el sujeto está dormido. En la
enfermedad de Parkinson hay una degeneración neuronal de la sustancia negra, lo que da lugar a la pérdida
del control inhibidor de la sustancia negra sobre el núcleo lenticular, putamen o núcleo caudado.
29. El síndrome epiléptico del petit mal (crisis de ausencia) tiene habitualmente tres grupos de síntomas: a)
sacudidas mioclónicas, en las que el paciente experimenta una contracción involuntaria súbita de los
músculos del tronco y de las extremidades, b) crisis acinéticas, en las que hay una súbita pérdida del tono de
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todos los músculos del cuerpo y c) breves pérdidas de consciencia, en las que el paciente pierde contacto
con el ambiente durante algunos segundos.
30. La destrucción de las células de la columna gris anterior en las regiones lumbar y sacra de la médula espinal
dio lugar a parálisis y atrofia de los músculos de ambas piernas. La contracción de grupos de fibras
musculares reciben la denominación de fasciculaciones musculares, y suele observarse en los pacientes con
enfermedad crónica que afecta a las células del asta anterior.
31. a) Hipotonía muscular, que se halla presente en el mismo lado del cuerpo que la lesión. Se realizan
movimientos pasivos de las articulaciones del lado derecho del cuerpo y luego del izquierdo, y se compara la
resistencia de estos movimientos en los músculos de los dos lados del cuerpo. b) Postura. La cintura
escapular del lado afectado cae por pérdida del tono muscular. Con la paciente descubierta se le pide que se
ponga en bipedestación con la espalda hacia usted. En el caso de una lesión cerebelosa unilateral, el hombro
del lado afectado puede estar por debajo del lado normal. c) Trastornos del movimiento voluntario (ataxia)
debidos a la pérdida de la coordinación muscular. La prueba dedo-nariz y la prueba talón-rodilla se describen
en la página 119. Estas pruebas ponen de manifiesto ataxia del lado del cuerpo en el que se sitúa la lesión. d)
Nistagmo. Puede definirse como un movimiento involuntario en vaivén de los ojos. Se observa habitualmente
en la enfermedad cerebelosa, y se debe a la ausencia de coordinación muscular. Cuando los ojos se mueven
horizontalmente, hay sacudidas rápidas laterales, rítmicas, en dirección de la mirada. En las lesiones
cerebelosas unilaterales, la amplitud del nistagmo es mayor, y su velocidad es más lenta cuando se rotan los
ojos hacia el lado de la lesión que cuando se desplazan hacia el lado opuesto.
PREGUNTAS DE REVISIÓN
Instrucciones: cada uno de los apartados numerados en esta sección se acompaña de respuestas.
Seleccione la letra de la respuesta CORRECTA.
1. Las siguientes aseveraciones se relacionan con los nervios:
(a) Un tracto nervioso es el nombre que se da a una fibra nerviosa en los sistemas nerviosos central y
periférico.
(b) La célula de sostén de una fibra nerviosa mielínica en el sistema nervioso central recibe el nombre de
oligodendrocito.
(c) Un nodo de Ranvier en los nervios periféricos es el lugar en el que dos células de Schwann se juntan y
cubren la parte externa de la membrana plasmática axonal.
(d) Los nodos de Ranvier se hallan ausentes en las fibras nerviosas mielínicas del sistema nervioso central.
(e) La línea densa mayor de la mielina consta de dos capas lipídicas internas de la membrana plasmática
fusionadas.
2. Las siguientes aseveraciones se relacionan con los nervios:
(a) La línea densa menor de la mielina está compuesta de proteínas.
(b) Las incisuras de Schmidt-Lanterman están causadas por los mesoaxones de las células de Schwann.
(c) Sólo cinco o seis axones amielínicos pueden compartir una única célula de Schwann en el sistema
nervioso periférico.
(d) El nodo de Ranvier es el sitio de la actividad nerviosa.
(e) Cromatólisis es el término utilizado para describir los cambios en la disposición del material de Nissl en el
interior del axón después de la lesión.
3. Las siguientes aseveraciones se relacionan con un oligodendrocito:
(a) Un solo oligodendrocito puede asociarse con un segmento de mielina de un único axón.
(b) Las incisuras de Schmidt-Lanterman no existen en las fibras mielínicas del sistema nervioso central.
(c) La mielinización en el sistema nervioso central se produce por la rotación del axón en el interior de la
prolongación del oligodendrocito y el enrollamiento de éste alrededor del axón.
(d) Un axón amielínico en el sistema nervioso central tiene una relación especial con el oligodendrocito.
(e) Un solo oligodendrocito puede asociarse con las vainas de mielina hasta de 60 axones.
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(b) Las neuronas afuncionales nunca se hacen cargo de la función de las neuronas dañadas.
(c) Puede producirse una reducción en el número de sitios receptores en las membranas postsinápticas.
(d) Algunos axones se regeneran por completo.
(e) Con entrenamiento, el paciente puede utilizar otros músculos para compensar la pérdida de los músculos
paralizados.
11. Las siguientes aseveraciones se relacionan con las terminaciones receptoras:
(a) Los conos y los bastones de los ojos son quimiorreceptores.
(b) Las terminaciones gustativas y olfativas son receptores electromagnéticos.
(c) Las terminaciones nerviosas libres no tiene células de Schwann que recubran sus puntas.
(d) Los discos de Merkel son receptores del tacto de adaptación rápida.
(e) Los corpúsculos de Meissner se hallan ausentes de la piel de la palma de la mano y de la planta del pie.
12. Las siguientes aseveraciones se relacionan con las terminaciones receptoras:
(a) El corpúsculo de Pacini es un mecanorreceptor de adaptación lenta.
(b) Los corpúsculos de Rufini son receptores de estiramiento de adaptación rápida que se encuentran en la
dermis de la piel pilosa.
(c) Un corpúsculo de Pacini no tiene cápsula, pero tiene una parte central que contiene la terminación del
nervio.
(d) Las terminaciones anuloespirales del músculo esquelético no poseen fibras musculares intrafusales.
(e) Hay una considerable reducción en el número de corpúsculos de Meissner entre el nacimiento y la edad
avanzada.
13. Las siguientes aseveraciones se relacionan con los receptores cutáneos:
(a) Los diferentes tipos histológicos de receptores transmiten tipos diferentes de impulsos nerviosos.
(b) El tipo de sensación está determinado por el área específica del sistema nervioso central por la que pasa
la fibra nerviosa sensitiva.
(c) La transducción en el receptor es el proceso por el cual el estímulo es cambiado a la energía mecánica
del impulso nervioso.
(d) Cuando se aplica al receptor, el estímulo produce un cambio en el potencial de las membranas
plasmáticas de las células capsuladas, y no en la terminación nerviosa.
(e) Si es suficientemente pequeño, el potencial del receptor generará un potencial de acción en la fibra
nerviosa sensitiva aferente.
14. Las siguientes aseveraciones se relacionan con la función de un huso neuromuscular:
(a) Da lugar a impulsos nerviosos aferentes intermitentes.
(b) Sólo el movimiento muscular activo causa un aumento de la velocidad de paso de los impulsos nerviosos
por la fibra nerviosa aferente.
(c) El huso neuromuscular mantiene informado al sistema nervioso central de la actividad muscular.
(d) El huso neuromuscular influye directamente sobre el control del movimiento voluntario.
(e) Las terminaciones «en ramillete» se hallan situadas principalmente sobre las fibras en bolsa nuclear
próximas a la región ecuatorial.
15. Las siguientes aseveraciones se relacionan con los husos neurotendinosos:
(a) Se hallan situados en los tendones, a una cierta distancia de la unión musculotendinosa.
(b) El nervio termina en una terminación única en forma de palillo de tambor.
(c) Cada uno de ellos tiene una cápsula fibrosa, fibras colágenas de disposición laxa y células tendinosas.
(d) Los husos neurotendinosos se encuentran sólo en los músculos de acción lenta.
(e) Los husos neurotendinosos se activan por cambios en la tensión muscular y estimulan la contracción
muscular.
16. Las siguientes aseveraciones se relacionan con las uniones neuromusculares del músculo esquelético:
(a) Cada rama terminal del nervio motor termina como axón cubierto de tejido conectivo fino.
(b) Cada axón se halla situado en un surco sobre la superficie de la fibra muscular formada por el repliegue
de la membrana plasmática muscular (sarcolema).
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periféricos están formados por una red de fibras nerviosas. B. En los plexos de los nervios periféricos, los
fascículos de fibras nerviosas se ramifican, pero en la mayoría de los casos las fibras nerviosas individuales
no lo hacen. C. Los plexos de los nervios periféricos en las raíces de las extremidades están formados a
partir de las ramas anteriores de los nervios raquídeos. D. Los plexos nerviosos del sistema nervioso
neurovegetativo poseen una red de fibras nerviosas y de células nerviosas.
6. D es correcta. En la conducción nerviosa, un potencial de acción característico es de aproximadamente +40
mV (v. página 84). A. En la conducción nerviosa, un estímulo adecuado aumenta la permeabilidad del
axolema a los iones de Na+ en el punto de la estimulación. B. Durante el período refractario absoluto de la
conducción nerviosa, no hay estímulo alguno, por potente que sea, que pueda excitar la fibra nerviosa. C.
Durante la conducción nerviosa, el potencial de acción se desplaza a lo largo del axón; cesa la entrada de
iones de Na+ al interior del axón, y aumenta la permeabilidad de la membrana plasmática del axón a los iones
de K+(v. pág. 84). E. En la fibra nerviosa no estimulada en reposo, el interior de la membrana plasmática
(axolema) es negativa con respecto al exterior.
7. B es correcta. En las fibras nerviosas amielínicas, el potencial de acción se produce a lo largo de la fibra. A.
La velocidad de conducción es máxima en las fibras nerviosas con un gran diámetro de corte transversal. C.
Una fibra nerviosa mielínica puede ser estimulada sólo en los nodos de Ranvier. D. La conducción saltatoria
se produce tanto en el sistema nervioso central como en el periférico. E. En el nodo de Ranvier, el potencial
de acción establece una corriente eléctrica en el líquido tisular circundante (v. pág. 83).
8. A es correcta. En la degeneración walleriana, la mielina se desdobla en gotitas que son fagocitadas por las
células de Schwann. B. En la degeneración walleriana, el axón se rompe primero en fragmentos, antes de
que sea fagocitado por las células de Schwann circundantes (v. pág. 107). C. En la degeneración walleriana,
las células de Schwann proliferan rápidamente y se disponen en cordones paralelos en el interior de la
membrana basal persistente. D. En la degeneración walleriana en el sistema nervioso central, los restos son
eliminados por las células microgliales. E. En la degeneración walleriana en el sistema nervioso periférico, los
macrófagos tisulares son muy activos en la eliminación de los fragmentos nerviosos.
9. C es correcta. Después de una lesión en el sistema nervioso central, los oligodendrocitos no se multiplican y
forman una fibra en banda, como las células de Schwann en el sistema nervioso periférico dañado (v. pág.
108). A. La ausencia de tubos endoneurales puede ser importante en el fracaso de la regeneración del tejido
del sistema nervioso central (v. pág. 110). B. Los oligodendrocitos no tienen membrana basal. D. La
irrigación del tejido del sistema nervioso central suele ser adecuada. E. En el sistema nervioso central no hay
factores de crecimiento del nervio.
10. E es correcta. El retorno parcial de la función que se observa en las lesiones de la médula espinal puede
deberse, en parte, a que el paciente utiliza otros músculos para compensar la pérdida de los músculos
paralizados. A. Después de una lesión del sistema nervioso central, el líquido de edema suele remitir en el
sitio de la lesión y da lugar a una cierta mejoría clínica (v. pág. 114). B. Las neuronas afuncionales pueden
hacerse cargo de la función de las neuronas dañadas. C. Los sitios receptores en la membrana postsináptica
pueden aumentar en número y ser responsables de cierta mejoría postraumática. D. No hay datos de que los
axones destruidos en el sistema nervioso central se regeneren completamente después de una lesión.
11. C es correcta. Las terminaciones nerviosas libres no tienen células de Schwann que cubran sus puntas (v.
pág. 86). A. Los conos y bastones de los ojos son ejemplos de receptores electromagnéticos. B. Los
receptores del gusto y del olfato son quimiorreceptores. D. Los discos de Merkel son receptores del tacto de
adaptación lenta. E. Los corpúsculos de Meissner se hallan en la piel de la palma de la mano y de la planta del
pie.
12. E es correcta. Hay una considerable reducción en el número de corpúsculos de Meissner entre el nacimiento
y la edad avanzada. A. El corpúsculo de Pacini es un mecanorreceptor de adaptación rápida. B. Los
corpúsculos de Ruffini son receptores de estiramiento de adaptación lenta que se encuentran en la dermis de
la piel pilosa. C. Cada corpúsculo de Pacini tiene una cápsula laminada y una parte central que contiene la
terminación nerviosa (v. figuras 3-26 y 3-27). D. Las terminaciones anuloespirales del músculo esquelético
poseen fibras musculares intrafusales.
13. B es correcta. El tipo de sensibilidad percibida está determinada por el área específica del sistema nervioso
central por la que pasa la fibra nerviosa sensitiva (v. pág. 92). A. Aunque hay una variedad de tipos
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histológicos de receptores, sus nervios sólo transmiten los mismos impulsos nerviosos. C. La transducción
en el receptor es el proceso por el cual la energía de un estímulo cambia a la energía electroquímica del
impulso nervioso. D. Cuando se aplica al receptor, el estímulo produce un cambio en el potencial de la
membrana plasmática de la terminación nerviosa (v. pág. 92). E. Si es lo suficientemente grande, el potencial
del receptor generará un potencial de acción en la fibra nerviosa sensitiva aferente.
14. C es correcta. El huso neuromuscular mantiene informado al sistema nervioso central de la actividad
muscular (v. página 93). A. El huso neuromuscular da lugar a impulsos nerviosos aferentes durante todo el
tiempo. B. Cuando se produce un movimiento activo o pasivo del músculo, se origina un aumento de la
velocidad de paso de los impulsos nerviosos en las fibras nerviosas aferentes de los husos neuromusculares.
D. El huso neuromuscular influye de modo indirecto sobre el control del movimiento voluntario (v. pág.
167). E. Las terminaciones «en ramillete» están situadas principalmente en las fibras en cadena nuclear a
alguna distancia de la región ecuatorial (v. fig. 3-28).
15. C es correcta. Cada huso neurotendinoso tiene una cápsula fibrosa, fibras colágenas dispuestas de modo
laxo y células tendinosas (v. pág. 94). A. Los husos neurotendinosos se hallan situados en los tendones
próximos a la unión neurotendinosa. B. El nervio termina en el interior del huso al ramificarse, y acaba en
terminaciones en forma de palillo de tambor. D. Los husos neurotendinosos se encuentran en los músculos
de acción rápida y lenta. E. El huso neurotendinoso se activa por cambios en la tensión muscular e inhibe la
contracción muscular.
16. B es correcta. En la unión neuromuscular, cada axón se halla situado en un surco de la superficie de la fibra
muscular formado por el repliegue de la membrana plasmática muscular (sarcolema) (v. fig. 3-32). A. En la
unión neuromuscular, cada rama terminal del nervio motor termina como un axón desnudo. C. Una vez
causada la despolarización de la membrana postsináptica, la acetilcolina se hidroliza inmediatamente en la
hendidura sináptica por acción de la acetilcolinesterasa (v. pág. 98). D. La acetilcolina es liberada desde la
terminación axónica cuando el impulso nervioso alcanza la unión neuromuscular. E. En la unión
neuromuscular, las células de Schwann forman un casquete o techo para el surco en la superficie de la fibra
muscular.
17. D es correcta. Las fibras nerviosas neurovegetativas terminan en fibras musculares lisas como fibras
amielínicas (v. pág. 99). A. En las uniones neuromusculares del músculo liso, la fibra nerviosa
neurovegetativa ejerce control sobre varias fibras musculares (v. pág. 99). B. En el músculo liso, la onda de
contracción pasa de una fibra muscular a otra por medio de las uniones intercelulares comunicantes. C. En el
músculo cardíaco, la onda de contracción se disemina rápidamente desde una fibra muscular a otra por
medio de desmosomas y de las uniones intercelulares comunicantes. E. En el sitio de la unión neuromuscular
que afecta al músculo, el axón se halla situado en un surco superficial de la superficie muscular, y la célula
de Schwann está retraída para exponer el axolema (v. fig. 3-36).
18. A es correcta. Para producir una región de anestesia completa en el tronco, por lo menos tres segmentos de
la médula espinal han de estar dañados (v. pág. 118). B. Cuando resultan seccionados nervios raquídeos
contiguos, el área de pérdida táctil es siempre mayor que el área de pérdida de la sensibilidad dolorosa y
térmica. C. El dermatoma presente en la cara interna de la muñeca es C8. D. Los dermatomas presentes en
la punta del hombro son C3-4. E. Los dermatomas para las extremidades tienen un trayecto casi vertical (v.
figs. 3-38 y 3-39).
19. A es correcta. El reflejo bicipital implica los segmentos C5-6 de la médula espinal (v. pág. 101). B. El reflejo
tricipital implica los segmentos C6-7 y C8 de la médula espinal. C. El reflejo rotuliano implica a los
segmentos L2-4 de la médula espinal. D. Un tumor que presione sobre los segmentos S1-2 de la médula
espinal probablemente interfiera en el reflejo aquíleo. E. Los reflejos cutaneoabdominales implican a los
segmentos T6-12 de la médula espinal.
20. E es correcta. El dermatoma L1 se sitúa en el ligamento inguinal (v. fig. 3-38). A. El dermatoma T10 incluye
la piel del ombligo; el dermatoma T8 implica a la piel entre la apófisis xifoides y el ombligo. B. El dermatoma
L5 se sitúa en las superficies anterior y externa de la pierna, por debajo de la rodilla. C. El dermatoma L2 se
sitúa en las superficies anterior y externa del muslo. D. El dermatoma S2 se extiende hacia abajo, hasta la
mitad de la superficie posterior del muslo y la pierna (v. fig. 3-39).
21. D es correcta. El tono muscular depende de la integridad de un arco reflejo simple (v. pág. 103). A. Una
unidad motora consta de una motoneurona en la columna gris anterior (asta) de la médula espinal y de todas
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las fibras musculares que inerva (v. fig. 3-41). B. En los pequeños músculos de la mano, una fibra nerviosa
inerva sólo unas pocas fibras musculares. C. Los husos neurotendinosos están inervados por fibras
nerviosas mielínicas. E. Las fibras motoras eferentes γ inervan las fibras intrafusales de un huso muscular.
22. C es correcta. En el movimiento muscular voluntario, cuando se contrae un músculo principal agonista, se
inhiben los músculos antagonistas (v. págs. 93 y 94). A. Cuando comienza a contraerse un músculo, las
unidades motoras más pequeñas son estimuladas en primer lugar. B. La fatiga muscular está causada por una
reducción de las cantidades de ATP en el interior de las fibras musculares. D. Cuando un músculo resulta
paralizado, pierde inmediatamente su tono normal (v. pág. 118). E. Para paralizar completamente un
músculo, suele ser necesario destruir varios segmentos adyacentes de la médula espinal o de sus raíces
nerviosas.
23. A es correcta. En bipedestación, la línea de gravedad pasa a través de la apófisis odontoides del eje, por
detrás de los centros de las articulaciones de la cadera y por delante de las articulaciones de las rodillas y
tobillos (v. fig. 3-43). B. La postura depende del grado y distribución del tono muscular. C. Con frecuencia
puede mantenerse una postura particular durante largos períodos por grupos diferentes de fibras musculares
en un músculo que se contrae en relevos. D. La corteza cerebral contribuye de modo importante al
mantenimiento de la postura normal (v. pág. 104). E. Los impulsos nerviosos que se originan en los ojos y en
los oídos pueden influir en gran medida sobre la postura.
24. D es correcta. Puede producirse atrofia muscular si sólo resultan seccionadas las fibras nerviosas motoras
eferentes (v. pág. 117). A. La contractura muscular es una afección en la que el músculo se contrae y sufre
un acortamiento permanente; se produce con frecuencia en los músculos que habitualmente se oponen a los
músculos paralizados. B. Se observa fasciculación muscular en la enfermedad crónica que afecta a las
células del asta anterior o a los núcleos motores de los nervios o pares craneales. C. Se produce atrofia
muscular cuando una extremidad es inmovilizada en una férula. E. Se produce atrofia en los músculos que
actúan sobre la articulación del hombro en los pacientes con pericapsulitis dolorosa que afecta a dicha
articulación.
LECTURAS RECOMENDADAS
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1992.
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Asbury, A. K., McKhann, G. M., and McDonald, W. I. (eds.). Diseases of the Nervous System: Clinical
Neurobiology (vol. 1, pp. 123–353). Philadelphia: Saunders, 1992.
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CAPÍTULO 4
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Las lesiones de la médula espinal son frecuentes, y pueden producirse como resultado de
accidentes de automóvil o de motocicleta, caídas, lesiones deportivas y heridas por arma
de fuego. El daño de la médula y de los nervios raquídeos también puede guardar
relación con fracturas vertebrales, infecciones vertebrales, tumores vertebrales tanto
primarios como secundarios, y hernias de los discos intervertebrales. El profesional debe
aprender el recorrido y las conexiones de las diferentes vías dentro de la médula espinal
para poder diagnosticar y tratar las lesiones medulares. Se debe prestar atención
particular a si una vía específica cruza la línea media hasta el lado opuesto del sistema
nervioso central o si permanece en el mismo lado. Si la vía cruza la línea media, es
importante conocer el nivel en el que se produce la decusación.
La evaluación del daño neurológico requiere no sólo conocer las principales vías
nerviosas dentro de la médula, sino también ser capaz de correlacionar los signos
radiológicos de la lesión ósea con los niveles segmentarios de la médula espinal. La
relación íntima de la médula espinal con la columna vertebral ósea exige una revisión
breve de la columna vertebral antes de considerar la médula espinal.
243
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244
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Ligamento de la nuca
Acromion
Apófisis espinosa de
la III vértebra dorsal
Espina de la esc~pvta
Heodiduia natal
Punta del cóccix
/ Pliegue de la nalga
Figura 4-1 Vista posterior del esqueleto que muestra la columna vertebral. También se muestran las marcas
superficiales de la protuberancia occipital externa del cráneo, el ligamento de la nuca (línea negra sólida) y
algunas espinas palpables importantes (puntos sólidos).
Discos intervertebrales
Los discos intervertebrales (fig. 4-3) son más gruesos en las regiones cervical y lumbar,
donde la columna vertebral tiene más movilidad. Sirven como amortiguadores de
choques cuando la carga sobre la columna vertebral aumenta de forma súbita. Por
desgracia, su elasticidad se pierde gradualmente con la edad avanzada.
245
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Cada disco consiste en una parte periférica, el anillo fibroso, y una parte central, el
núcleo pulposo (fig. 4-3).
El anillo fibroso se compone de fibrocartílago, que está fuertemente unido a los
cuerpos vertebrales y a los ligamentos longitudinales anterior y posterior de la columna
vertebral.
El núcleo pulposo de la persona joven es una masa ovoide de material gelatinoso.
Habitualmente se encuentra bajo presión, y se halla situado ligeramente más cerca del
margen posterior del disco que del anterior. Las superficies superior e inferior de los
cuerpos de las vértebras adyacentes que contactan con el disco están cubiertas por placas
finas de cartílago hialino.
La naturaleza semilíquida del núcleo pulposo le permite cambiar de forma y hace
posible la inclinación hacia atrás y hacia delante de una vértebra sobre otra. El aumento
brusco de la carga de compresión sobre la columna vertebral origina que el núcleo
pulposo se aplane, cambio que es permitido por la elasticidad del anillo fibroso que lo
envuelve.
246
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E¡o
Lámina
Tvbirc;ulo potttwior
Agujt,n) lri31'1$ver,o
T~ulOMt~
Carillo P.:,.r4\
1ube!C\tocosta1
Vértebras
lt.mboru
(5)
w-..
""""
(5)
W11ebras coodgeas
A (4)
B
Figura 4-2 A: vista lateral de la columna vertebral. B: características generales de las diferentes clases de
vértebras.
A veces, el impacto es demasiado grande para que el anillo fibroso pueda soportarlo, de
forma que el anillo se rompe y permite que el núcleo pulposo se hernie y sobresalga en el
canal vertebral, donde puede llegar a comprimir las raíces nerviosas espinales, el nervio
raquídeo o incluso la médula espinal.
Con la edad avanzada, el núcleo pulposo se hace más pequeño y es sustituido por
fibrocartílago. Las fibras de colágeno del anillo degeneran y, en consecuencia, el anillo no
siempre es capaz de contener el núcleo pulposo bajo carga. En los ancianos, los discos
son finos y menos elásticos y se pierde la distinción entre el núcleo y el anillo.
247
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Apóím s articula!
superiof
Articulación entre apófisis
articube-$ (sinovbO
-,....
,,
~,:;- ..... ,
,. .-,,
Articulación entre ·1'- : ot <-.
apófisis artic.ukues
Ligamento
(shovial) L.,gamento Ug3meoto amarillO
Artieutación entre supraespinoso rlteresp1noso Pedíc\Ao
cuerpos (ca,ti<'Qinosa}
A Lumbar e
Figura 4-3 A: articulaciones en las regiones cervical, dorsal y lumbar de la columna vertebral. B: la tercera
vértebra lumbar vista desde arriba muestra la relación entre el disco intervertebral y la cola de caballo.
Ligamentos
Los ligamentos longitudinales anterior y posterior discurren como bandas continuas
por las superficies anterior y posterior de la columna vertebral desde el cráneo hasta el
sacro (fig. 4-3). El ligamento anterior es amplio y está fuertemente conectado en la cara
anterior y los lados de los cuerpos vertebrales a los discos intervertebrales. El ligamento
posterior es débil y estrecho, y está unido a los bordes posteriores de los discos.
248
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Ligamentos
• Ligamento supraespinoso (fig. 4-3): se traslada entre las puntas de las apófisis
espinosas adyacentes.
Apófisis
espinosa Rama articular
Nervio "-
raquídeo . ")(
dorsal
1 1
\
'
Rama posterior
del nervio raquídeo
Rama meníngea
del nervio raquídeo
Figura 4-4 Inervación de las articulaciones vertebrales. A cualquier nivel vertebral particular, las articulaciones
reciben fibras nerviosas de dos nervios raquídeos adyacentes.
249
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1 Dado que gran parte de las primeras investigaciones neurobiológicas se realizaron en animales, muchos
investigadores se refieren a las raíces posteriores y anteriores como raíces dorsales y ventrales, respectivamente.
Esta designación conduce a confusión, sobre todo debido a que, en lo referente a las sustancias gris y blanca de
la médula espinal en los humanos, la referencia se hace en general a los cordones grises anteriores, los cordones
blancos posteriores, etc. Por esta razón, se empleará la terminología usada para las raíces nerviosas espinales en
esta sección a lo largo del texto.
250
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Ocho segmentos
ceNicales 1
í =:"1"'
cordón blarx:o lateral
~~~Pía~:,
.•
.
.... ~
•
,.,
gO.posterior
Cordón gris lateral
-Cordón gris ant~lor
Cordón blanco anterior · 7 1. 1
, 1 1 : ,..,. canal ce11tral o
Agrandamiento cervical
(C3-02) -
J • '\. ~ ~·J~f
; '1..,- a:f::..~-
conducto ~ndimario
- fiSUra m&di,a anterior
Raíe&s artt6riores
de los nerv'tM
-.....~<
1 raquídeo$
ic•s postenonls
dem nerv,os
raquídeos
Doce
Gang'° tspinal post6rior
segmentos
dorsales
~ Duramadre
Un S89mento
coccígeo
Fiklm lenninal
Figura 4-5 Médula espinal. A: la vista posterior muestra los agrandamientos cervical y lumbar. B: tres segmentos
de la médula espinal muestran las coberturas de duramadre, aracnoides y piamadre.
251
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Sustancia gris
La sustancia gris aparece en una sección transversal como un pilar en forma de H, con
columnas o cordones de sustancia gris anteriores y posteriores, unidas por una
comisura gris fina que contiene el pequeño canal central o conducto ependimario
(fig. 4-6). En los segmentos dorsal y lumbar superior de la médula existe una pequeña
columna o cordón gris lateral. La cantidad de sustancia gris presente a cualquier nivel
de la médula espinal guarda relación con la cantidad de músculo inervado por este nivel.
Así, el tamaño es mayor dentro de los agrandamientos cervical y lumbosacro de la
médula que inervan los músculos de los miembros superiores e inferiores,
respectivamente (figs. 4-6 a 4-10).
Tabla 4-1 Comparación do los detalles estructurales do las diferentes regiones do lo medula espinal•
Sw~umd•' gri"
Co"1ón gri•
Rcgión formti Su~lanela hbmCA Cordón gri$ anterior Cordón grl,. ¡>Mlerior IMt~l
Cen'ical 0-·•lado Presencia de ti.sdculo Grupo medi.nl de eélulás Preseoc:ia de 13 .sus~nci3 Ausente
cuneiforme y p..-,,r~ los mdSC\IIOS del gek\lil\0$3,St' COOlinú3
tas<:kulo gr.fo.il (Uello: grupo <:enrml ~ con núdeo delV JXlf
~ IUIM fXU1) núd~ craneal o ni\~I C2:
n<:<esorio (Cl-cs) y presenc:itl de núdeo
núcleo frénico (C3CS): propio:ausenc:itJ de
&r\lJ>OS la1ernlt:S de dlolM nóc~ dorsal
para 10$ músculos del (columna, de Cl-'rke)
miembro superior
Dorna! Redonda Presenci.l de fasc-iculo Grupo medial de células Presencia de sust.lnc ia Pmsente~da lugar
cuneiforme (01•06) p.1ra los niisculos del g.eta.tinosa.núcleo a libras
y IMCículo grácil IIOOCO pn?1)io.n0cleo dorso! simpá1icas
(columna d• Clorke) preg....ng)kmares
y núdeo aferente.
\·is<:ier.tl
Lt1mbar Redondeada• lwsenc:ia de fasciculo Crupo medial de c:éh1las ~encia de sus:t., ncia Presente (Ll-l.2
ovalada cuneiforme; para los roosctllos de los gela1inosa,núcleo (31);da lugor •
presencia de miembros inferiores; propio.núcleo dorsal fibras simpálicas
lascfculo grádJ grupo central de células (columna de Clarke) pregangliomues
para el nervio lurnbosa.cro en LU A y núcleo
aferente ,isc.eral
Sacm Redondeada l\.>iqu~ cantidad~ Grupo medial de eélulM Prt'sencia de SUS!allC~ Ausienlf:; ~,nci:i,
ausencia de para miembro inferior y gelatiMM y n\ldeo de grupo,de
bsciculo mU.~ ulos perineales propio células en 52-54
cuneiforme; par.i inerwici6n
presencia de par.isimpátka
fa-.cic:ulo grácil
'U inlofm11d61i ~ ~ labl:us ÜIII pM~ b id~M16c11C"i6t1 ool M~ ~il\oo de l;i 11W!<hl 1a <,spin:.1 d.-1qui! Jé ~ totudo un COJk'.
Estructura
Como en otras regiones del sistema nervioso central, la sustancia gris de la médula
espinal consiste en una mezcla de células nerviosas y sus prolongaciones, neuroglía y
vasos sanguíneos. Las células nerviosas son multipolares, y la neuroglía forma una red
intrincada alrededor de los cuerpos celulares nerviosos y sus neuritas.
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raíces anteriores de los nervios raquídeos como eferentes α que inervan los músculos
esqueléticos. Las células nerviosas más pequeñas también son multipolares, y los axones
de muchas de ellas pasan a las raíces anteriores de los nervios raquídeos como eferentes
λ, que inervan las fibras musculares intrafusales de los husos neuromusculares.
Para fines prácticos, las células nerviosas del cordón gris anterior pueden clasificarse
en tres grupos básicos: medial, central y lateral (fig. 4-6)2.
El grupo medial se halla presente en la mayoría de los segmentos de la médula espinal,
y es responsable de la inervación de los músculos esqueléticos del cuello y del tronco,
entre ellos la musculatura intercostal y la abdominal.
El grupo central es el más pequeño, y está presente en algunos segmentos cervicales y
lumbosacros (figs. 4-6 y 4-7). En la porción cervical de la médula, algunas de esas
células nerviosas (segmentos C3-5) inervan de modo específico el diafragma, y son
conocidas en conjunto como núcleo frénico (fig. 4-7). En los cinco o seis segmentos
cervicales superiores, algunas células nerviosas inervan los músculos
esternocleidomastoideo y trapecio, y son conocidas como núcleo accesorio (figs. 4-6 y
4-7). Los axones de estas células forman la parte espinal del nervio accesorio. El núcleo
lumbosacro, presente desde el segundo segmento lumbar de la médula hasta el primero
sacro, está constituido por células nerviosas cuyos axones tienen una distribución
desconocida.
2 En esta sección de la médula espinal, la sustancia gris parece tener una aspecto laminado (en capas). Rexed
(1954) describió 10 capas de neuronas en la médula espinal del gato. Esta laminación citoarquitectónica detallada
es útil para los investigadores, pero tiene poco valor para el neurólogo clínico.
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Sustancia Qelatino,a
Núcleo l)fOj)io
NUCleo accesorio para la Slervaci6n
Tercer segmento de los músculos esternocleidomasloideo
cervical y trape,cio
Sost..mci3 ge1;Jtinoo3
Sexto segmento
cervical Cord6n blanoo NUcleo p,opio
lateral Grupo lateral para in8fVación de
~,,:;,?- los mUsculos d&I mlembm S-Uper1or
Sustancia gelatmosa
Cordón !Jfi&
posterior
S&xto segmonto
dorsal
Cordón gris NUcleO dOr$~
lateral EferencJa simpática preganglioflat
Cotdóngrl$ Grupo medial para inervación
anterior de los mUSC:ulos d&I tmnco
~ --Sus1oncia gel(ltinos.a
Te-n::er $Cgmentc> Q,- - N UcSeoprop10
sacro Elerencia parasimpática
preg{lll'lgli01l {lil'
Figura 4-6 Los cortes transversales de la médula espinal a diferentes niveles muestran la disposición de las
sustancias gris y blanca.
254
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temperatura y el tacto desde las raíces posteriores. Además, recibe información de fibras
descendentes desde niveles supraespinales. Se cree que la información de las sensaciones
de dolor y temperatura se modifican por la información excitadora o inhibidora de otras
fibras sensitivas y por la información procedente de la corteza cerebral.
COO-.sura gris Fasclcuto grácil
Cordón blanco Posterior Fasclculo ameifornl&
Sustancia gelatinosa
Núcleo propio
Figura 4-7 Corte transversal de la médula espinal a nivel del quinto segmento cervical (tinción de Weigert).
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Fascteulo cuneiforme
Sustancia gelatilosa
Núcleo dorsal
Motoneuronas para
los mú$Cu los del tronco
Cordón gris anterior
Figura 4-8 Corte transversal de la médula espinal a nivel del segundo segmento dorsal (tinción de Weigert).
Figura 4-9 Corte transversal de la médula espinal a nivel del cuarto segmento lumbar (tinción de Weigert).
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ependimario se conoce con frecuencia como comisura gris posterior; de modo similar,
la parte situada por delante del conducto se conoce como comisura gris anterior.
El conducto ependimario o canal central está presente en toda la longitud de la médula
espinal (figs. 4-6 a 4-10).
Fa-scícuk> grácil
Raiz posterior
Cordón gris posterior
Sustaf)Cla gelatinosa
Efernncia simpática
Núcleo prop;o pregangfJOOar
Motoneuronas para
los músculos del miembro
inferior
Figura 4-10 Corte transversal de la médula espinal a nivel del segundo segmento sacro (tinción de Weigert).
/ Fascicu1o intersegmentario
~
Fasciculo corticoospinal lateral
Fasciculo
, / espino:cerebeloso
X' posterior
Fascículo
espinotalámico
_,,..t lateral
Fasciculo espinooUvru'
Fasclculo otivoespinal
Fasciculo espinotalá.mico anterior
Fascículo vestibuloéspinal
Fasciculo tectoespinal Fascteulo corticoespinal anterior
Figura 4-11 Corte transversal de la médula espinal en el nivel cervical medio que muestra la disposición general
de los tractos ascendentes a la derecha y los tractos descendentes a la izquierda.
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Sustancia blanca
Para fines de descripción, la sustancia blanca puede dividirse en columnas o cordones
anteriores, laterales y posteriores (figs. 4-5 a 4-10). La columna anterior de cada lado
se halla situada entre la línea media y el punto de salida de las raíces nerviosas anteriores;
la columna lateral se encuentra entre la salida de las raíces nerviosas anteriores y la
entrada de las posteriores; la columna posterior está localizada entre la entrada de las
raíces nerviosas posteriores y la línea media.
Estructura
Como en otras regiones del sistema nervioso central, la sustancia blanca de la médula
espinal consiste en una mezcla de fibras nerviosas, neuroglía y vasos sanguíneos. Rodea
la sustancia gris, y su color blanco se debe a la alta proporción de fibras nerviosas
mielínicas.
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1
1
1
1
1
1
1
1
2 1
1
1
y
1
1
1
1 Te(minación sensitiva
1
1
1
1
1
1
1
1
Figura 4-12 Forma más simple de la vía sensitiva ascendente desde la terminación nerviosa sensitiva hasta la
corteza cerebral. Obsérvese la participación de tres neuronas.
ORGANIZACIÓN ANATÓMICA
La información general procedente de las terminaciones sensitivas periféricas es
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conducida a través del sistema nervioso por una serie de neuronas. En su forma más
simple, la vía ascendente hasta la consciencia consiste en tres neuronas (fig. 4-12). La
primera neurona o neurona de primer orden tiene su cuerpo celular en el ganglio
espinal posterior del nervio raquídeo. Una prolongación periférica conecta con una
terminación receptora sensitiva, mientras que una prolongación central penetra en la
médula espinal a través de la raíz posterior para formar sinapsis con la neurona de
segundo orden. La neurona de segundo orden da lugar a un axón que se decusa (cruza
al lado opuesto) y asciende a un nivel más alto del sistema nervioso central, donde
establece sinapsis con la neurona de tercer orden (fig. 4-12). La neurona de tercer
orden suele estar en el tálamo, y da lugar a una fibra de proyección que llega a una región
sensitiva de la corteza cerebral (fig. 4-12). Esta cadena formada por tres neuronas es la
disposición más habitual, pero algunas vías aferentes usan un número mayor o menor de
neuronas. Muchas neuronas de las vías ascendentes se ramifican y envían información
importante a la formación reticular la cual, a su vez, activa la corteza cerebral y mantiene
el estado de vigilia. Otras ramas pasan a las motoneuronas y participan en la actividad
muscular refleja.
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3 Muchas descripciones actuales de las vías ascendentes combinan los fascículos espinotalámicos lateral y
anterior como uno solo, puesto que los dos se hallan situados uno al lado del otro; la vía combinada se conoce
como sistema anterolateral. Las vías ascendentes en el cordón blanco posterior también han sido denominadas
sistema lemniscal.
Ook>r y temperatura
Fasclc:ulo Sensibilidad muscular Mic*
espinooerebekts Ft'.L$C(CUIO had.1 el Cétebtlo
pos1orior gracil Fa,cículo dtscrimlna1ivo. sensibilidad vibta.toria
Fascbilo Fascículo y sensibilidad muscular articuklt consciente
espinotalámico
t(lteral
l=rnr-v-
1
1
¡
1
Fasciculo espinooliv
Figura 4-13 El corte transversal de la médula espinal muestra el origen de los principales fascículos sensitivos
ascendentes. Obsérvese que las sensaciones de dolor y temperatura ascienden por el fascículo espinotalámico
lateral, y el tacto ligero y la presión ascienden por el fascículo espinotalámico anterior.
Los axones de las neuronas de segundo orden cruzan en sentido oblicuo al lado
opuesto en las comisuras blanca y gris anterior dentro de un segmento espinal de
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262
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Corteza cerebral
Pon:lón
superior
dela médula
oblongada
Pon:ión
Inferior Fasclculo esplnotalamlco lat«al en
el cotdón blanoo contra&.itera1
del.imédula
e1e ta médula espina
oblongada
Po<clón
dorsal de
.."""'
lamé<Ua
El dolor puede clasificarse en dos tipos principales: dolor rápido y dolor lento. El
dolor rápido se experimenta aproximadamente una décima de segundo después de aplicar
el estímulo doloroso; el dolor lento se siente un segundo o más después de la
estimulación. El dolor rápido es descrito por el paciente como afilado, agudo o punzante,
y es el tipo de dolor que se siente después de pincharse el dedo con una aguja. El dolor
rápido está casi limitado a la piel.
El dolor lento se describe como urente, sordo y pulsátil y se produce cuando existe
destrucción tisular, por ejemplo en el desarrollo de un absceso o en la artritis intensa. El
dolor lento puede aparecer en cualquier tejido del cuerpo.
La recepción de todos los tipos de dolor tiene lugar en las terminaciones nerviosas
libres. El dolor rápido está producido por estímulos de tipo mecánico o térmico, mientras
263
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que el dolor lento puede ser causado por estímulos mecánicos, térmicos o químicos.
Se han encontrado muchas sustancias químicas en los extractos de tejidos dañados,
con efecto excitador sobre las terminaciones nerviosas libres. Entre ellas se incluyen
serotonina, histamina, bradicinina, ácidos, como el ácido láctico, e iones de
potasio. El umbral de excitación de las terminaciones sensibles al dolor puede ser
disminuido por las prostaglandinas y la sustancia P, pero estas sustancias no estimulan las
terminaciones directamente.
La persona debe ser consciente de la existencia de estímulos que, si permite que
persistan, originarán una destrucción tisular; los receptores del dolor tienen escasa o nula
capacidad de adaptación.
264
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lento está mal localizado. Por ejemplo, en el caso de artrosis de la cadera, la persona sólo
puede localizar de forma vaga el dolor en el área de la cadera, y no en el sitio específico
de la lesión. La diferencia se puede explicar por el hecho de que las fibras del dolor
rápido ascienden directamente por la médula espinal por el fascículo espinotalámico
lateral, mientras que las fibras del dolor lento establecen múltiples conexiones en el
cordón gris posterior antes de ascender hasta los centros superiores.
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Po,clón
superiof
de lamédu\a
oblongada
Porción
inferior
dela médula Fasdcuo
de Lissau!°51ero&ateral
oblongada
Sensaciones de taci
ligtfe>y<f9pr-6n o
El sistema de analgesia
La estimulación de ciertas áreas del tallo cerebral puede reducir o bloquear las
sensaciones de dolor. Estas zonas incluyen el área periventricular del diencéfalo, la
sustancia gris periacueductal del mesencéfalo y los núcleos de la línea media del tallo
cerebral. Se cree que las fibras del haz reticuloespinal descienden hasta la médula espinal
y forman sinapsis con las células participantes en la sensación del dolor del cordón gris
posterior. El sistema analgésico puede suprimir el dolor punzante agudo y las sensaciones
dolorosas urentes.
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267
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Los axones penetran en la médula espinal desde el ganglio espinal posterior y pasan
directamente al cordón blanco posterior del mismo lado (fig. 4-16). Aquí, las fibras se
dividen en ramas ascendentes largas y ramas descendentes cortas. Las ramas
descendentes bajan un número variable de segmentos y dan lugar a ramas colaterales que
forman sinapsis con las células del cordón gris posterior, con las neuronas internunciales
y con las células del cordón anterior (fig. 4-16). Está claro que estas fibras descendentes
cortas participan en los reflejos intersegmentarios.
Las fibras ascendentes largas también pueden terminar en sinapsis con las células del
cordón gris posterior, con las neuronas internunciales y con las neuronas del cordón
anterior. Su distribución puede extenderse sobre numerosos segmentos de la médula
espinal (fig. 4-16). Como en el caso de las fibras descendentes cortas, participan en los
reflejos intersegmentarios.
Muchas fibras ascendentes largas suben por el cordón blanco posterior como fascículo
grácil (o de Goll) y fascículo cuneiforme (o de Burdach; fig. 4-16). El fascículo grácil
está presente en toda la longitud de la médula espinal y contiene las fibras ascendentes
largas de los nervios raquídeos sacros, lumbares y seis dorsales inferiores. El fascículo
cuneiforme ocupa una posición lateral en los segmentos dorsales o torácicos superiores y
cervicales de la médula, y está separado del fascículo grácil por un tabique. Contiene las
fibras ascendentes largas de los seis nervios raquídeos dorsales superiores y las de todos
los cervicales.
Las fibras de los fascículos grácil y cuneiforme ascienden en posición ipsolateral y
terminan en sinapsis con las neuronas de segundo orden de los núcleos grácil y
cuneiforme de la médula oblongada (fig. 4-16). Los axones de las neuronas de segundo
orden, denominados fibras arcuatas internas, pasan en dirección anteromedial
alrededor de la sustancia gris central y cruzan el plano medio para decusarse con las
fibras correspondientes del lado opuesto en la decusación sensitiva (fig. 4-16). Las
fibras ascienden después como un solo fascículo compacto, el lemnisco medial, a lo
largo de la médula oblongada, el puente y el mesencéfalo (fig. 4-16). Terminan formando
sinapsis con las neuronas de tercer orden en el núcleo ventral posterolateral del tálamo.
Los axones de las neuronas de tercer orden pasan a través del brazo posterior de la
cápsula interna y la corona radiada para alcanzar el área somestésica en la
circunvolución poscentral de la corteza cerebral (fig. 4-16). La mitad contralateral del
cuerpo está representada invertida, con la mano y la boca situadas en la parte inferior,
según se ha descrito previamente. (Para más detalles, v. pág. 291.) De esa forma, se
pueden apreciar las sensaciones del tacto con gradaciones finas de intensidad,
localización exacta y discriminación entre dos puntos. La sensación de vibración y la
posición de las diferentes partes del cuerpo pueden ser reconocidas de forma consciente.
Muchas fibras del fascículo cuneiforme procedentes de los segmentos cervicales y
dorsales superiores, una vez finalizan en la neurona de segundo orden del núcleo
cuneiforme, hacen relevo y siguen como axones de las neuronas de segundo orden para
entrar en el cerebelo a través del pedúnculo cerebeloso inferior del mismo lado (fig. 4-
16). La vía se conoce como fascículo cuneocerebeloso, y las fibras se denominan
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Puonto Corteza
(.prOl\lbOrt'V'IC:ia} c&f&b<al
=~H.~
Cái>w\'l a"llerM
yj
l'fflcleo ventral
po$l~ter~I
dol t/Jlo
P<>dóo
i,ferior
dela médula
oblongada
Tacto disai'ninatorio.
P«ci6n seosibiidad vibratcwia.
dor$31d9 Wl$ítiaid~ l"l'IV$C:1,1l..1r
~ médu~ Mlovl:lr COl'lsciooto
0$pir1:11
Figura 4-16 Vías del tacto discriminatorio, la sensibilidad vibratoria y la sensibilidad muscular articular
consciente.
269
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Neurc>i1& Neur<>n.--
de primer dc s~undo Neurona d e
~ 11slbllld0.d Re«p1or orden orden tercer orden \'fa,4, Oe:i11no
Dolor y 1cmpcratura Tenninac-ion<'S GM¡¡lio Sustancia Nüdoo \.'CJUral F.:spil\ot~ámkas Circunvolución
oen'ios.l$ eS:pinal gela1inos.., po$ltrolateru.l 1.-iitmles, Ct1H.ral
libr~ posu:riOf del oáJomo ltmniseo posterior
espinal
'fa<to li;eroy presión Terminaeione, 0.ingfio 5'.L,~R(;i~ Núdeo E.spinQlaLimicM Cin:,Jm,:,lución
nerviosas espinal gelatinosa posterolateQI .&nteñores., cen1,ral
libres posterior vemral del lemnisco posterior
o.llamo espinal
Tacto disc.riminatorio. Corpúsculoe. de Gc,ngtio Núcleoc. gr.ldl Núdeo fasckulos grácil Clrcunvolución
sensibilidad Mclsmet espinal y euneifonn<: pc,sterok1terul y <"uneiforme. centro)
vibr.i,1orio., <:Orpú$cul05 po:scerlor "'1:ntral del lemnisco po$1<'i'ÍOr
sensibilidad de~ln.i. o.llamo mc-d~I
muscular a.nicular husos
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órganos
tendinosos
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270
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Pedúnculo cerebeloso
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superior
í0&
~ Fasoioulo
~
Fascículo espinocerebeloeo
anterior en el cordón &Spinoc(!l~beloso
blanco lateral de la = --.J!-,,1! 1 posterior
e b\
médula espinal i •• Núcleo dorsal
(columnadeClarke)
f Senslb.lidad muscular
artkwlr' fl')Consciente
,'
l
Neuron:.,, de Neur,ona de
Sensibilidod Receptor primer onJen segundo orden Yías {)el¡tfoo
271
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Los axones que llegan a la médula espinal desde el ganglio espinal posterior terminan en
sinapsis con las neuronas de segundo orden en el núcleo dorsal, en la base del cordón
gris posterior (fig. 4-17). La mayoría de los axones de las neuronas de segundo orden
cruzan al lado opuesto y ascienden como fascículo espinocerebeloso anterior en el
cordón blanco contralateral; la mayoría de los axones ascienden con el fascículo
espinocerebeloso anterior en el cordón blanco lateral del mismo lado (fig. 4-17). Las
fibras, después de ascender a lo largo de la médula oblongada y el puente, penetran en el
cerebelo por el pedúnculo cerebeloso superior y terminan en la corteza del cerebelo. Se
cree que esas fibras cruzadas al lado opuesto en la médula espinal, se vuelven a cruzar
dentro del cerebelo (fig. 4-17). El fascículo espinocerebeloso anterior transmite
información articular muscular desde los husos musculares, los órganos tendinosos y los
receptores articulares del tronco y de los miembros superiores e inferiores. Se cree que el
cerebelo también recibe información desde la piel y la fascia superficial mediante este
fascículo.
Las vías de la sensibilidad articular muscular hasta el cerebelo se resumen en la tabla
4-3.
Fascículo cuneocerebeloso
Estas fibras ya han sido descritas en la página 149. Se originan en el núcleo cuneiforme y
entran en el cerebelo a través del pedúnculo cerebeloso inferior del mismo lado (fig. 4-
16). Se conocen como fibras arcuatas externas posteriores, y su función consiste en
transmitir información de la sensibilidad articular muscular hasta el cerebelo.
Fascículo espinorreticular
Los axones entran en la médula espinal desde los ganglios espinales posteriores y
terminan en neuronas de segundo orden desconocidas en la sustancia gris (fig. 4-18). Los
axones de estas neuronas de segundo orden ascienden por la médula espinal como
fascículo espinorreticular en el cordón blanco lateral, mezclados con el fascículo
espinotalámico lateral. La mayoría de las fibras no se cruzan y terminan en sinapsis con
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Fascículo espinoolivar
Los axones entran en la médula espinal desde los ganglios espinales posteriores y
terminan en neuronas de segundo orden desconocidas en el cordón gris posterior (fig. 4-
18). Los axones de las neuronas de segundo orden cruzan la línea media y ascienden
como fascículo espinoolivar en la sustancia blanca de la unión de los cordones anterior y
lateral. Los axones terminan en sinapsis con neuronas de tercer orden en los núcleos
olivares inferiores de la médula oblongada (fig. 4-18). Los axones de las neuronas de
tercer orden cruzan la línea media y entran en el cerebelo a través del pedúnculo
cerebeloso inferior. El fascículo espinoolivar conduce información al cerebelo desde los
órganos cutáneos y propioceptivos.
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COlículo superio,
Mesencéfalo
Fasciculo espinocreticular
(', que se dirige a la formación
reticular
1V '
¡ Pedúnculo cerebeloso
\V
- L- - - - - - --
inferior
Médula oblongada
Se cree que los axones de las neuronas de segundo orden se unen a los fascículos
espinotalámicos y ascienden para terminar sobre neuronas de tercer orden en el núcleo
ventral posterolateral del tálamo. El destino final de los axones de las neuronas de tercer
orden probablemente sea la circunvolución poscentral de la corteza cerebral.
Muchas de las fibras aferentes viscerales que entran en la médula se ramifican para
participar en actividades reflejas.
4 Las causas del dolor visceral comprenden isquemia, daño por sustancias químicas, espasmo de la musculatura
lisa y distensión.
274
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C0r1ez.a C&rébral
Núcleo
lent.tC\ll&r
Zfp MesencefaJo
~
Neurona d& _ _J;:,_,,.._,,..,..,,.,...--;í 1
primer orden (1) r
r
1
1
C<>rebelo
1
1
1
1
1
1
1
¡y-
1
1
1
1
1
1
1
1 Neurona dé l&rcer orden (3)
Oecusaci6n de &as fibras 1
1
1
1
Músculo
Neurona de segundo orden (2)
Figura 4-19 Esquema simple de la vía motora descendente desde la corteza cerebral hasta el músculo
esquelético. Obsérvense las tres neuronas participantes.
275
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ORGANIZACIÓN ANATÓMICA
El control de la actividad de los músculos esqueléticos, procedente de la corteza cerebral
y de otros centros superiores, es conducido a través del sistema nervioso por una serie de
neuronas (fig. 4-19). La vía descendente desde la corteza cerebral se compone con
frecuencia de tres neuronas. La primera, o neurona de primer orden, tiene su cuerpo
celular en la corteza cerebral. Su axón desciende para formar sinapsis con la neurona de
segundo orden, una neurona internuncial situada en el cordón gris anterior de la médula
espinal (fig. 4-19). El axón de la neurona de segundo orden es corto, y forma sinapsis
con la neurona de tercer orden, la motoneurona inferior, en el cordón gris anterior (fig.
4-19). El axón de la neurona de tercer orden inerva el músculo esquelético a través de la
raíz anterior y el nervio raquídeo. En algunos casos, el axón de la neurona de primer
orden termina directamente en la neurona de tercer orden (como en los arcos reflejos).
276
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F.-i,clQAQ oortic:09$p1n..tlbt0ttll1
. FasdcUo ,ub......,_,¡
•-w-r,nal
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Fasdculo
OIM>t$pn.,l
Figura 4-20 Corte transversal de la médula espinal que muestra la terminación de los fascículos motores
descendentes. Téngase en cuenta que actualmente se pone en duda la existencia del fascículo olivoespinal como
una vía separada.
FASCÍCULOS CORTICOESPINALES
Las fibras del fascículo corticoespinal nacen como axones de las células piramidales
situadas en la quinta capa de la corteza cerebral (fig. 4-21). Aproximadamente una
tercera parte procede de la corteza motora primaria (área 4), otra tercera parte se origina
en la corteza motora secundaria (área 6) y otra tercera parte se origina en el lóbulo
parietal (áreas 3, 1 y 2); así pues, las dos terceras partes proceden de la circunvolución
precentral y la tercera parte restante procede de la circunvolución poscentral5. Puesto
que la estimulación eléctrica de diferentes partes de la circunvolución precentral produce
movimientos de distintas partes del lado opuesto del cuerpo, pueden representarse las
zonas corporales en esta área de la corteza. Dicho homúnculo se muestra en la figura 4-
21. Obsérvese que la región que controla la cara está situada en la parte inferior, mientras
que la región encargada del control del miembro superior se halla en la parte superior y
en la superficie medial del hemisferio. El homúnculo es una imagen distorsionada del
cuerpo, y las diferentes partes tienen un tamaño proporcional al área de la corteza
cerebral dedicada a su control. Es interesante destacar que la mayoría de las fibras
corticoespinales son mielínicas, y que se trata de fibras pequeñas con conducción
relativamente lenta.
5 Esas fibras no controlan la actividad motora, pero influyen en las aferencias sensitivas hacia el sistema nervioso.
Las fibras descendentes convergen en la corona radiada y después pasan a través del
brazo posterior de la cápsula interna (fig. 4-21). Allí, las fibras están organizadas de
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forma tal que las más próximas a la rodilla van destinadas a las porciones cervicales del
cuerpo, mientras que las situadas en una posición más posterior están destinadas a la
extremidad inferior. El fascículo continúa después a través de los tres quintos centrales de
la base del pedúnculo mesencefálico (figura 4-21). Aquí, las fibras relacionadas con las
porciones cervicales del cuerpo tienen una situación medial, mientras que las relacionadas
con la pierna tienen una situación lateral.
Al entrar en el puente, el fascículo es separado en muchos haces por las fibras
pontocerebelosas transversas. En la médula oblongada, los haces se agrupan a lo
largo del borde anterior para formar una tumefacción conocida como pirámide (de aquí
el nombre alternativo de fascículo piramidal). En la unión de la médula oblongada y la
médula espinal, la mayoría de las fibras cruzan la línea media en la decusación de las
pirámides (fig. 4-21) y entran en el cordón blanco lateral de la médula espinal para
formar el fascículo corticoespinal lateral (fig. 4-20). Las fibras restantes no cruzan en
la decusación sino que descienden por el cordón blanco anterior de la médula espinal
como fascículo corticoespinal anterior (figs. 4-20 y 4-21). Estas fibras acaban
cruzando la línea media y terminan en el cordón gris anterior de los segmentos
medulares, en las regiones cervical y dorsal superior.
278
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H~ d e f
á~ ~ de lt'I
oorteza cerebral
Poeote
(protuberancia)
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·-
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Porción
la cápsula interna ;
de&amedlAa F,_10 1 t....;~__,.
oblongada 00r1:ie0t)$,f)il'l.'II 1
en k>S 1rM quin1os !
medios de la base
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del mesencélalo
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de la n"l6ckib fasclc:,Ao corticoespinal
oblongada .-i,uorior on CI cordón bb"ICO Fmkulo eonlooMpin:tl
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la:eral de la médula espinal
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la médula 1
espónal '
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Ramas
1. Las ramas nacen pronto en el camino descendente y vuelven a la corteza cerebral para
inhibir la actividad en las regiones adyacentes.
2. Las ramas pasan a los núcleos caudado y lenticular, el núcleo rojo, el núcleo olivar y la
formación reticular. Estos ramos mantienen informadas a las regiones subcorticales
sobre la actividad motora cortical. Una vez alertadas, las regiones subcorticales pueden
reaccionar y enviar sus propios impulsos nerviosos a las motoneuronas α y λ a través
de otras vías descendentes.
FASCÍCULOS RETICULOESPINALES
A través del mesencéfalo, el puente (protuberancia) y la médula oblongada existen grupos
diseminados de células y fibras nerviosas que se conocen en conjunto como formación
reticular. Desde el puente, esas neuronas envían axones, en su mayor parte no
cruzados, hacia la médula espinal, y forman el fascículo reticuloespinal pontino (fig.
4-22). Desde la médula oblongada, neuronas similares envían axones cruzados y no
cruzados a la médula espinal, para formar el fascículo bulborreticuloespinal medular.
280
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1
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Motonau,ona
nferior
Las fibras reticuloespinales del puente descienden a través del cordón blanco anterior,
mientras que las procedentes de la médula oblongada descienden por el cordón blanco
lateral (fig. 4-22). Ambos conjuntos de fibras penetran en los cordones grises anteriores
de la médula espinal y pueden facilitar o inhibir la actividad de las motoneuronas α y λ.
Los fascículos reticuloespinales influencian por estos medios los movimientos voluntarios
y la actividad refleja. Actualmente se cree que las fibras reticuloespinales incluyen fibras
autónomas descendentes. Así pues, los fascículos reticuloespinales proporcionan una vía
mediante la cual el hipotálamo puede controlar las eferencias simpáticas y las eferencias
parasimpáticas sacras.
FASCÍCULO TECTOESPINAL
Las fibras de este fascículo proceden de células nerviosas en el colículo superior del
mesencéfalo (fig. 4-23). La mayoría de las fibras cruzan la línea media poco después de
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su origen, y descienden por el tallo cerebral cerca del fascículo longitudinal medial. El
fascículo tectoespinal desciende a través del cordón blanco anterior de la médula espinal
cerca de la fisura media anterior (figs. 4-20 y 4-23). La mayoría de las fibras terminan en
el cordón gris anterior, en los segmentos cervicales superiores de la médula espinal,
formando sinapsis con neuronas internunciales. Se cree que estas fibras participan en los
movimientos posturales reflejos como respuesta a estímulos visuales.
CoUculo
superior
~ ,1------Mesencéfalo
§5
Ojo
~ _Mlotoneurona
~ lnferlof
FASCÍCULO RUBROESPINAL
282
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El núcleo rojo está situado en el techo del mesencéfalo al nivel del colículo superior (fig.
4-24). Los axones de las neuronas de ese núcleo cruzan la línea media a nivel del núcleo
y descienden como fascículo rubroespinal a lo largo del puente y la médula oblongada
para entrar en el cordón blanco lateral de la médula espinal (figs. 4-20 y 4-24). Las fibras
terminan en sinapsis con neuronas internunciales del cordón gris anterior de la médula.
Las neuronas del núcleo rojo reciben impulsos aferentes a través de conexiones con la
corteza cerebral y el cerebelo. Se cree que constituyen una vía indirecta importante
mediante la cual la corteza cerebral y el cerebelo pueden influir en la actividad de las
motoneuronas α y λ de la médula espinal. El fascículo facilita la actividad de los
músculos flexores e inhibe la actividad de los músculos extensores o antigravitatorios.
FASCÍCULO VESTIBULOESPINAL
Los núcleos vestibulares están situados en el puente y la médula oblongada, debajo del
piso del cuarto ventrículo (fig. 4-25). Los núcleos vestibulares reciben fibras aferentes del
oído interno a través del nervio vestibular y del cerebelo. Las neuronas del núcleo
vestibular lateral dan lugar a los axones que forman el fascículo vestibuloespinal. El
fascículo desciende sin cruzar a través de la médula oblongada y de la médula espinal
por el cordón blanco anterior (figs. 4-20 y 4-25). Las fibras terminan en sinapsis con
neuronas internunciales del cordón gris anterior de la médula espinal.
283
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Vía glObosa•embofforme-tubffll
(
~ ~ , Mot.,_,ona
284
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ee....,.
-
NUC:160 eerebelo$0
Nel'llio ves.ti~
""'""""'""'
infeóOI"
Por medio de este fascículo, el oído interno y el cerebelo facilitan la actividad de los
músculos extensores e inhiben la actividad de los músculos flexores en asociación con la
conservación del equilibrio.
FASCÍCULO OLIVOESPINAL
Anteriormente se pensaba que el fascículo olivoespinal procedía del núcleo olivar inferior
y descendía por el cordón blanco lateral de la médula espinal (fig. 4-26) para influir en la
actividad de las motoneuronas del cordón gris anterior. Pero, actualmente, existen dudas
considerables sobre su existencia.
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Los centros superiores del sistema nervioso central relacionados con la actividad
autónoma se hallan situados en la corteza cerebral, el hipotálamo, el complejo amigdalino
y la formación reticular. Aunque no se han reconocido fascículos distintos, la
investigación de las lesiones medulares ha demostrado que existen los fascículos
autónomos descendentes y que, probablemente, formen parte del fascículo
reticuloespinal.
Las fibras nacen de neuronas de centros superiores y cruzan la línea media en el tallo
cerebral. Se cree que descienden con el cordón blanco lateral de la médula terminal y
terminan haciendo sinapsis con las células motoras autónomas de los cordones grises
laterales a los niveles dorsal y lumbar superior (eferencia simpática) y sacro medio
(parasimpática) de la médula espinal.
Corteza C e r e b r a l ~
o
T'r&CCOldtt<:tliOll•l.S
déS<ltk>$ Ctnll'O$ $UpériOfe$
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1
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1
1
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1
1
...!.-
.¡..., ..;· ·.
~
1
1
1
Figura 4-26 Fascículo olivoespinal. Actualmente se pone en duda la existencia de este fascículo como una vía
separada.
286
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FASCÍCULOS INTERSEGMENTARIOS
Existen tractos ascendentes y descendentes cortos que comienzan y terminan en la
médula espinal, en los cordones anteriores, laterales y posteriores. Estas vías tienen la
función de conectar las neuronas de diferentes niveles segmentarios, y tienen una
importancia particular en los reflejos espinales intersegmentarios.
ARCO REFLEJO
El reflejo puede ser definido como la respuesta involuntaria a un estímulo, y depende de
la integridad del arco reflejo (fig. 4-27). En su forma más simple, el arco reflejo consiste
en las siguientes estructuras anatómicas: a) órgano receptor, b) neurona aferente, c)
neurona efectora y d) órgano efector. El arco reflejo que contiene una sola sinapsis se
conoce como monosináptico. La interrupción del arco reflejo en cualquier punto a lo
largo de su curso puede abolir la respuesta.
287
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fasdculas
VÍH dcscendentet principales de J11 miiduh1 espinal-
C()flicoe;pin3k-$
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Movimientos
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Conm motor.'.I.
pri"'3rb
la.tp.r d<' tnJ<:f!
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in1emundale.:;
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C()fte:za mo(()f';)
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y descienden como
f.lSdculos corticoe'Sf,\nak>.s
lalerale5:algunas
o
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(J.
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núcleos
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delos miembros (ásea6), continúan como núcleos
lóbulo pariel.:d 1.roculos w rticoespinales oli\>.Ue:5,.
(áieas3.J y2) antedOJes y cruzan a lonnadoo
la. ahura del <k-siino N:ticul.sr
F>sdculos
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Motoneuronas
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simpático
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lectoespinal posJuralesrel\ejos ayy
relacionados con
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rubroe.,;pinal de los músculos un
Bexo,es e inhíbe
bactMdadde
k,s, mm(;ulos,
e>.1fflSOres
288
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Fibras reticuloespinales
Fibras reticuloespinales Fibras vestibuloespinaJes. olivoespinaJes
y tectoespinales
Fíb<as__J
corticoespinales Información propioceptiva ascendente
hasta la consciencia por el cordón
blanco posterior
Fibra eferente y
Huso neuromuscular
Neurona de retroalimentación de Renshaw
Figura 4-27 A: arco reflejo monosináptico. B: sinapsis de múltiples neuronas con la motoneurona inferior.
Nótese la presencia de la neurona de retroalimentación de Renshaw.
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El arco reflejo segmentario espinal que participa en la actividad motora está muy
influenciado por los centros superiores del encéfalo. Estas influencias se hallan mediadas
a través de los fascículos corticoespinal, reticuloespinal, tectoespinal, rubroespinal y
vestibuloespinal. En la entidad clínica conocida como shock medular (v. pág. 169) que
sigue a la eliminación súbita de estas influencias debido a la sección de la médula espinal,
los reflejos segmentarios espinales están deprimidos. Cuando el denominado shock
medular desaparece al cabo de pocas semanas, los reflejos espinales segmentarios
retornan y el tono muscular está aumentado. Esta llamada rigidez de descerebración se
debe a la hiperactividad de las fibras nerviosas eferentes λ que van a los husos
musculares, lo que se origina por la liberación de estas neuronas respecto a los centros
superiores (v. págs. 103 y 104). La fase siguiente puede ser la paraplejía en extensión
con predominio del tono aumentado de los músculos extensores sobre los músculos
flexores. Algunos neurólogos consideran que este cuadro se debe a la sección incompleta
de los tractos descendentes, con persistencia del fascículo vestibuloespinal. La sección de
todos los tractos descendentes produce paraplejía en flexión. En este caso, las
respuestas flexoras son de naturaleza flexora y está disminuido el tono de los músculos
extensores.
290
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1
1
1
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\•ti/, rr
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Figura 4-28 A: múltiples ramas de fibras aferentes que penetran en la médula espinal y presencia de muchas
neuronas internunciales que forman sinapsis con la neurona efectora. B: ley de la inervación recíproca y el reflejo
extensor cruzado.
Los axones de las motoneuronas inferiores dan lugar a ramas colaterales conforme pasan
a través de la sustancia blanca para alcanzar las raíces anteriores de los nervios
raquídeos. Estas colaterales forman sinapsis con neuronas descritas por Renshaw las
cuales, a su vez, establecen sinapsis con las motoneuronas inferiores (fig. 4-27). Se cree
291
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NOTAS CLÍNICAS
292
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Dorsal
OOfSal
Cervical
Fascrculos esplnOlalámlcos
(sistema anlerolateraQ
Figura 4-29 Organización segmentaria de los fascículos en los cordones blancos posterior, lateral y anterior.
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Tono muscular
El tono muscular es un estado de contracción parcial continua de un músculo, y
depende de la integridad de un arco reflejo monosináptico (véase la descripción en
detalle en págs. 101 y 103). Los órganos receptores son los husos musculares. La
neurona aferente penetra en la médula espinal a través de la raíz posterior, y forma
sinapsis con la neurona efectora o motoneurona inferior en el cordón gris anterior. La
motoneurona inferior inerva las fibras musculares a través de las raíces anteriores, los
nervios raquídeos y los nervios periféricos. El tono muscular desaparece cuando se
destruye cualquier parte de este arco reflejo simple. El músculo atónico aparece blando
y débil, y se atrofia con rapidez.
Lesión sifilítica
.... .. '
297
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298
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descendentes sobre los dedos, y se produce una especie de reflejo de retirada como
respuesta a la estimulación de la planta, con la flexión dorsal del primer dedo y la
separación en abanico de los otros dedos.
2. Ausencia de reflejos cutaneoabdominales. Los músculos abdominales no se
contraen al frotar la piel del abdomen. Este reflejo depende de la integridad de los
fascículos corticoespinales, que ejercen una influencia excitadora tónica sobre las
neuronas internunciales.
3. Ausencia del reflejo cremastérico. El músculo cremáster no se contrae al frotar la
piel en el lado medial del muslo. Este arco reflejo pasa a través del primer segmento
lumbar de la médula espinal. Depende de la integridad de los fascículos
corticoespinales, que ejercen una influencia excitadora tónica sobre las neuronas
internunciales.
4. Pérdida de la ejecución de los movimientos voluntarios finos. Se aprecia
especialmente en el extremo distal de los miembros.
Lesiones de los tractos descendentes distintos de los corticoespinales (vías
extrapiramidales)
En las lesiones limitadas a otros tractos descendentes se encuentran los siguientes
signos clínicos:
1. Parálisis grave con poca o ninguna atrofia muscular (excepto por falta de uso).
2. Espasticidad o hipertonía de los músculos. El miembro inferior se mantiene en
extensión, y el superior se mantiene en flexión.
3. Se puede encontrar exaltación de los reflejos musculares profundos y clono en
los flexores de los dedos de la mano, el cuádriceps femoral y los músculos de la
pantorrilla.
4. Espasticidad en navaja. Existe resistencia al movimiento pasivo de una
articulación a causa de la espasticidad de los músculos. Cuando el músculo se estira
más, cede de forma brusca debido a la inhibición mediada por los órganos
neurotendinosos.
Conviene señalar que en la práctica clínica es infrecuente encontrar una lesión
orgánica limitada sólo a las vías piramidales o a las extrapiramidales. Usualmente, se
afectan ambas vías en extensión variable, lo que produce signos clínicos de ambos
grupos. Puesto que las vías piramidales tienden habitualmente a aumentar el tono
muscular y las extrapiramidales inhiben el tono muscular, el equilibrio entre estos
efectos opuestos se alterará para producir diferentes grados de tono muscular.
Lesiones de la motoneurona inferior
Traumatismos, infecciones (poliomielitis), trastornos vasculares, enfermedades
degenerativas y neoplasias pueden producir una lesión de la motoneurona inferior al
destruir el cuerpo celular en la columna gris anterior o su axón en la raíz anterior o el
nervio raquídeo. Las lesiones de la motoneurona inferior producen los siguientes
299
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signos clínicos:
1. Parálisis flácida de los músculos inervados.
2. Atrofia de los músculos inervados.
3. Pérdida de reflejos de los músculos inervados.
4. Fasciculaciones musculares. Esta contracción de los músculos sólo se encuentra
en los casos de destrucción lenta de la motoneurona inferior.
5. Contractura muscular. Existe acortamiento de los músculos paralizados. Es más
frecuente en los músculos antagonistas cuya acción ya no es contrarrestada por los
músculos paralizados.
6. Reacción de degeneración. En condiciones normales los músculos inervados
responden a la estimulación por aplicación de corriente farádica (alterna), y la
contracción continúa mientras la corriente sigue pasando. La corriente galvánica o
continua sólo causa contracción cuando la corriente se conecta o desconecta. Si la
motoneurona inferior está interrumpida, el músculo no responderá a la estimulación
con corriente alterna 7 días después de la sección del nervio, aunque todavía
responda a la corriente continua. Después de 10 días, cesa también la respuesta a la
corriente continua. Este cambio de la respuesta muscular a la estimulación eléctrica
se conoce como reacción de degeneración.
Tipos de parálisis
La hemiplejía es la parálisis de un lado del cuerpo, e incluye al miembro superior, un
lado del tronco y el miembro inferior. La monoplejía es la parálisis de solo un
miembro.
La diplejía es la parálisis de dos miembros correspondientes (brazos o piernas).
La paraplejía es la parálisis de los dos miembros inferiores.
La cuadriplejía es la parálisis de los cuatro miembros.
Relaciones de los signos y síntomas musculares con las lesiones del sistema
nervioso
Tono muscular anómalo
Hipotonía
Existe hipotonía cuando el tono de los músculos está disminuido o faltante. Esto
ocurre cuando se interrumpe cualquier parte del arco reflejo de extensión
monosináptico. También se observa en la enfermedad cerebelosa, como resultado de
la influencia disminuida de las motoneuronas λ del cerebelo.
Hipertonía
Existe hipertonía (espasticidad, rigidez) cuando el tono muscular está aumentado. Se
debe a lesiones que afectan a los centros supraespinales o a sus vías descendentes,
pero no al fascículo corticoespinal. También puede producirse en el nivel segmentario
espinal y estar causada por excitación local del reflejo de estiramiento por irritación
sensitiva (p. ej., espasmo de los músculos de la espalda secundario a prolapso de un
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o de sus arterias de origen con isquemia resultante de la médula, o por hernia del disco
intervertebral. Una vez terminado el período de shock inicial, se encuentran las
siguientes manifestaciones clínicas:
1. Parálisis de la motoneurona inferior bilateral en el segmento de la lesión y atrofia
muscular. Está causada por la lesión de las neuronas en los cordones grises
anteriores (es decir, motoneurona inferior) y posiblemente por la lesión de las raíces
nerviosas anteriores del mismo segmento.
2. Parálisis espástica bilateral por debajo del nivel de la lesión, cuya extensión depende
del tamaño del área lesionada de la médula. La parálisis bilateral está causada por la
interrupción de los fascículos corticoespinales anteriores en ambos lados de la
médula. La espasticidad muscular bilateral se debe a la interrupción de fascículos
distintos de los corticoespinales.
3. Pérdida bilateral de las sensibilidades al dolor, a la temperatura y al tacto ligero por
debajo del nivel de la lesión. Esos signos están causados por la interrupción de los
fascículos espinotalámicos anterior y lateral en ambos lados.
4. Se conservan la discriminación táctil, la sensibilidad vibratoria y la sensibilidad
propioceptiva, dada la falta de daño de los cordones blancos posteriores en ambos
lados.
Síndrome medular central
El síndrome medular central está causado en la mayoría de casos por la hiperextensión
de la región cervical de la columna (fig. 4-31). La médula es presionada en la parte
anterior por los cuerpos vertebrales y en la posterior por el abombamiento del
ligamento amarillo, que produce lesión de la región central de la médula espinal. En
estos casos, con frecuencia las radiografías parecen normales debido a la ausencia de
fractura o luxación. Las manifestaciones clínicas siguientes se observan después de
terminar el período de shock medular:
1. Parálisis de la motoneurona inferior bilateral en el segmento de la lesión, con atrofia
muscular. Se debe a lesión de las neuronas en los cordones grises anteriores (es
decir, motoneurona inferior), y quizás a lesión de las raíces nerviosas del mismo
segmento.
2. Parálisis espástica bilateral por debajo del nivel de la lesión con «preservación»
sacra característica. Las fibras de los miembros inferiores se afectan menos que las
de los miembros superiores debido a que las fibras descendentes en los fascículos
corticoespinales laterales están laminadas, con las fibras del miembro superior en
localización medial y las del miembro inferior en localización lateral (fig. 4-29).
3. Pérdida bilateral de las sensibilidades al dolor, temperatura, tacto ligero y presión
por debajo del nivel de la lesión, con «preservación» sacra característica. Puesto
que las fibras ascendentes de los fascículos espinotalámicos lateral y anterior
también están dispuestas en láminas, con las fibras de los miembros superiores en la
porción medial y las de los miembros inferiores en posición lateral, las fibras de los
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Si11ngomlelle PonomlelitiS
Esele<osts Jaleml
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De acuerdo con lo dicho, el cuadro clínico del paciente con historia de lesión por
hiperextensión del cuello que se presenta con alteraciones de las vías motoras y
sensitivas que afectan sobre todo a los miembros superiores, sugiere con fuerza un
síndrome de la médula central. La conservación de la parte inferior del cuerpo se
puede evidenciar por: a) presencia de sensibilidad perianal, b) buen tono del esfínter
anal y c) capacidad de mover ligeramente los dedos de los pies. El pronóstico es, con
frecuencia, muy bueno cuando la lesión está causada nada más por edema de la
médula central. En este caso, se puede encontrar un síndrome medular central leve
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con sólo parestesias de la parte superior del brazo y alguna debilidad del brazo y de la
mano.
Síndrome de Brown-Séquard o hemisección de la médula
La hemisección de la médula espinal puede estar causada por fractura luxación de la
columna vertebral, herida punzante o por proyectil de arma de fuego, o por un tumor
expansivo (fig. 4-31). La hemisección incompleta es habitual, mientras que la completa
es infrecuente. Las siguientes manifestaciones clínicas se observan en los pacientes
con hemisección completa de la médula (fig. 4-32) después de terminar el período del
shock medular:
1. Parálisis de la motoneurona inferior ipsolateral en el segmento de la lesión y atrofia
muscular. Estos signos están causados por la lesión de la neurona del cordón gris
anterior y, posiblemente, por la lesión de las raíces nerviosas del mismo segmento.
2. Parálisis espástica ipsolateral por debajo del nivel de la lesión. Existe signo de
Babinski ipsolateral y, dependiendo del segmento medular dañado, pérdida
ipsolateral de los reflejos cutaneoabdominales y del reflejo cremastérico. Todos
estos signos se deben a la pérdida de los fascículos corticoespinales en el lado de la
lesión. La parálisis espástica se produce por interrupción de tractos descendentes
distintos de los corticoespinales.
3. Banda ipsolateral de anestesia cutánea en el segmento de la lesión. Se debe a la
destrucción de la raíz posterior y de su entrada en la médula espinal a la altura de la
lesión.
4. Pérdida ipsolateral de la discriminación táctil y de las sensibilidades propioceptiva y
vibratoria por debajo del nivel de la lesión. Estos signos están originados por la
destrucción de las vías ascendentes en el cordón blanco posterior del mismo lado de
la lesión.
5. Pérdida contralateral de las sensibilidades al dolor y a la temperatura por debajo del
nivel de la lesión. Se debe a la destrucción de los fascículos espinotalámicos
laterales cruzados en el mismo lado de la lesión. Puesto que los fascículos cruzan
oblicuamente, la pérdida sensitiva se produce dos o tres segmentos por debajo de la
lesión.
6. Pérdida contralateral, pero no completa, de la sensibilidad táctil debajo del nivel de
la lesión. Esa alteración está causada por la destrucción de los fascículos
espinotalámicos anteriores cruzados en el lado de la lesión. También en este caso,
puesto que los fascículos se cruzan de forma oblicua, la afectación sensitiva se
produce dos o tres segmentos por debajo del nivel de la lesión. La pérdida del
sentido del tacto contralateral es incompleta, puesto que se conserva intacto el tacto
discriminatorio transmitido por los tractos ascendentes del cordón blanco posterior
contralateral.
Siringomielia
La siringomielia debida a una alteración del desarrollo en la formación del conducto
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ependimario o canal central afecta la mayoría de las veces al tallo cerebral y a la región
cervical de la médula espinal. A la altura de la lesión existe cavitación y gliosis de la
región central del neuroeje (fig. 4-33). Se encuentran los siguientes síntomas y signos
característicos:
1. Pérdida de las sensibilidades térmica y dolorosa en los dermatomas de ambos lados
del cuerpo relacionados con los segmentos afectados de la médula. Esta alteración
suele tener una distribución «en chal» causada por la interrupción de los fascículos
espinotalámicos laterales conforme cruzan la línea media en las comisuras gris y
blanca anteriores. Son frecuentes las lesiones por quemaduras accidentales en los
dedos de las manos.
2. Conservación de la sensibilidad táctil discriminatoria, el sentido de vibración y la
sensibilidad propioceptiva. Se debe a la falta de afectación de las vías ascendentes
en los cordones blancos posteriores.
3. Existe debilidad de la motoneurona inferior en los músculos pequeños de la mano.
Puede ser bilateral, o bien los músculos de una mano pueden afectarse antes que los
de la otra. Conforme la lesión se extiende a las regiones cervical inferior y dorsal
superior, destruye las células del asta anterior de esos segmentos. Más tarde,
experimentan atrofia otros músculos del brazo y de la cintura escapular.
4. Se puede producir parálisis espástica bilateral, con exaltación de los reflejos
tendinosos profundos y respuesta de Babinski positiva. Estos signos son producidos
por la mayor expansión de la lesión en sentido lateral, en el cordón blanco, para
afectar a las vías descendentes.
5. Puede existir síndrome de Horner. Está causado por la interrupción de las fibras
autónomas descendentes de los fascículos reticuloespinales en el cordón blanco
lateral a causa de la lesión expansiva.
Poliomielitis
La poliomielitis es una infección vírica aguda de las neuronas de los cordones grises
anteriores de la médula espinal (fig. 4-31) y de los núcleos motores de los nervios
craneales. La vacunación ha reducido considerablemente la incidencia de poliomielitis,
que en otros tiempos fue una enfermedad temida. Después de la destrucción de las
células nerviosas motoras, aparece parálisis y atrofia de los músculos. Los músculos de
los miembros inferiores se afectan con mayor frecuencia que los de los miembros
superiores. En la poliomielitis grave, puede afectarse la respiración a causa de la
extensión de la parálisis a los músculos intercostales y al diafragma. También pueden
paralizarse los músculos de la cara, faringe, laringe y lengua. La mejoría suele
comenzar al final de la primera semana, cuando cede el edema del área afectada y
recuperan la función las neuronas que no han sido destruidas.
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Lado de la lesión
Figura 4-32 Síndrome de Brown-Séquard con una lesión de la médula espinal en el décimo nivel dorsal
derecho.
Esclerosis múltiple
La esclerosis en placas o esclerosis múltiple es una enfermedad confinada al sistema
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Arteria
Vena ffíaca
cava común
inferior izquierda
Músculo
- -~ rpsoas
izquierdo
Apófisis
transversa de
la cuarta vértebra
Músculo lumbar
posvertebral
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Médula espinal
; - - - - conteoida dentro
de &as meninges
~ - - Grasa epldural
CU8fl)Od8ia
_ _ _ cuarta vértebra
lumbar
Ap6fisis8Sl)Íl0sa
de la cuarta
vértebra lumbar
Ligamento
kl<lllltudinal Discos
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pn:>1apsa<1os
Dls<:o
intervertebral
L.5-S1 Primera vértebra sacra
Figura 4-35 RM sagital de la porción lumbosacra de la columna vertebral que muestra varios discos
intervertebrales prolapsados. (Cortesía del Dr. Pait.)
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Figura 4-37 Explicación esquemática del mielograma mostrado en la figura 4-36.
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debilidad, atrofia y fasciculaciones en los músculos deltoides y bíceps braquial derechos. El reflejo del
tendón bicipital derecho estaba abolido. El examen radiológico mostró una formación extensa de espolones
en los cuerpos de las vértebras cuarta, quinta y sexta cervicales. Se encontró hiperestesia y analgesia parcial
en la piel sobre la parte inferior del deltoides derecho y hacia abajo por el lado lateral del brazo. Establezca el
diagnóstico empleando sus conocimientos de neuroanatomía. ¿Cómo se produce el dolor? ¿Por qué empeora
el dolor con la tos?
2. Una mujer de 66 años ingresa en el hospital por dificultad progresiva para caminar. Dos semanas antes del
ingreso, era capaz de andar con la ayuda de un bastón. Desde aquel momento, la marcha se había hecho
cada vez más difícil y en los últimos 2 días la paciente había sido por completo incapaz de andar.
Conservaba el control total de la micción y defecación. En la exploración, la fuerza de prensión con la mano
estaba disminuida en ambos lados, pero la fuerza era normal en los segmentos proximales de las
extremidades superiores. Los reflejos tendinosos y la función sensitiva de los miembros superiores eran
normales. Ambos miembros inferiores mostraron debilidad muscular con tono muscular aumentado, sobre
todo en el lado izquierdo. Los reflejos tendinosos rotulianos y aquíleos eran exagerados en ambos lados, con
ambas respuestas plantares en extensión. Se observa pérdida de la sensibilidad al dolor por debajo del quinto
dermatoma dorsal en ambos lados del cuerpo. El sentido de la posición está alterado en el primer dedo de
cada pie, y se observa ausencia de sensibilidad vibratoria por debajo del nivel del quinto segmento dorsal. El
examen radiológico de la columna vertebral, incluyendo una RM, no muestra alteraciones. El mielograma de
la región lumbar revela un bloqueo completo en el borde inferior de la cuarta vértebra dorsal. Sugiera un
posible diagnóstico usando sus conocimientos de neuroanatomía. ¿Cómo trataría usted a esta paciente?
Nombre los fascículos de la médula espinal responsables de la conducción de la sensibilidad al dolor. ¿Cuál
es la posición de estas vías en la médula espinal? Nombre los fascículos responsables de la conducción del
sentido de la posición y de la sensibilidad vibratoria desde la médula espinal hasta el encéfalo. ¿Por qué tenía
la paciente dificultad progresiva para caminar? ¿Por qué estaban exagerados los reflejos tendinosos en los
miembros inferiores, y por qué mostraba la paciente respuesta plantar en extensión en los dos lados?
3. Un joven de 20 años celebró haber aprobado un examen tomando varias cervezas en una fiesta. Al regresar a
casa, estrelló el automóvil contra el pilar de un puente. En el servicio de urgencias se le encontró una
fractura luxación de la novena vértebra dorsal, con signos y síntomas de lesión grave en la médula espinal.
La exploración física reveló parálisis de la motoneurona superior de la pierna izquierda. También había
pérdida de sensibilidad muscular y articular en esta pierna. La exploración de la sensibilidad cutánea mostró
una banda de hiperestesia que se extendía alrededor de la pared abdominal en el lado izquierdo a la altura del
ombligo. Inmediatamente por debajo existía una banda estrecha de anestesia y analgesia. En el lado derecho
se encontró analgesia total, termoanestesia y pérdida parcial de sensibilidad táctil de la piel de la pared
abdominal por debajo del ombligo y en toda la pierna derecha. Sobre la base de sus conocimientos de
neuroanatomía, describa el nivel de la lesión de la médula espinal. ¿Existe sección completa de la médula
espinal? Si la respuesta es negativa, ¿en qué lado se localiza la hemisección? Explique la pérdida sensitiva
hallada en la exploración de este paciente.
4. Una mujer de 35 años ingresa en el hospital para evaluación. Presentaba síntomas de analgesia y
termoanestesia del lado medial de la mano izquierda desde hacía 6 meses. Tres semanas antes del ingreso
sufrió una quemadura grave en el meñique izquierdo al tocar una estufa, y no se dio cuenta del accidente
hasta notar el olor de la piel quemada. La exploración física reveló una disminución marcada de la
sensibilidad dolorosa y térmica en los dermatomas octavo cervical y primero dorsal de la mano izquierda.
Sin embargo, la discriminación táctil era perfectamente normal en estas áreas. La exploración del brazo
derecho mostró pérdida sensitiva disociada similar, pero mucho menos intensa, con afectación de las
mismas áreas. No se descubrieron otros signos anómalos. Sobre la base de sus conocimientos de
neuroanatomía, describa la vía o las vías afectadas en este proceso patológico. Nombre la enfermedad.
5. Un hombre de 60 años acudió caminando a la clínica de neurología; el médico prestó atención particular a su
marcha. El paciente elevaba los pies más de lo necesario y los apoyaba en el suelo de forma brusca.
Permaneció con los pies muy separados mientras esperaba al médico. Al interrogatorio, el paciente dijo que
le resultaba cada vez más difícil caminar, y que había comenzado a utilizar un bastón, sobre todo cuando
tenía que andar en la oscuridad. El médico le pidió que se pusiese de pie con los pies juntos y los ojos
cerrados. El paciente comenzó a oscilar inmediatamente y la enfermera tuvo que sujetarlo para evitar la
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caída. La exploración más detallada demostró pérdida del sentido de posición muscular articular de ambas
piernas y ausencia de sensibilidad vibratoria al apoyar el diapasón en el maléolo medial de ambas piernas. No
se apreciaron otras pérdidas sensitivas. Sobre la base de sus conocimientos de neuroanatomía, nombre las
vías ascendentes afectadas por la enfermedad en este paciente. Nombre una enfermedad capaz de producir
esas anomalías.
6. Un anciano de 68 años tiene un carcinoma avanzado inoperable de la próstata y metástasis múltiples en las
vértebras lumbares y en las caderas. A pesar del dolor intenso refractario, el paciente todavía era capaz de
disfrutar de la vida con su familia. Después de una descripción completa del pronóstico al paciente y a su
esposa, la mujer se dirigió al médico y le dijo: «¿Puede usted hacer algo para detener este terrible dolor y
permitir que mi marido muera feliz?» ¿Qué puede hacer el médico para ayudar a un paciente en estas
circunstancias?
7. Un estudiante de tercer año de medicina acudió a una clase sobre los efectos del traumatismo en la columna
vertebral. El cirujano ortopédico describió de forma muy superficial los diferentes defectos neurológicos que
podían seguir a la lesión de la médula espinal. Al final de la clase, el estudiante dijo que no comprendía el
significado del término shock medular. No podía comprender el mecanismo subyacente a este cuadro
clínico. También pidió al cirujano que le explicase el significado de paraplejía en extensión y paraplejía en
flexión. ¿Podía explicar el cirujano por qué un cuadro se transforma a veces en el otro? Son preguntas
interesantes. ¿Puede usted responderlas?
8. Mientras explora a un paciente con hemiplejía del lado derecho por un accidente cerebrovascular, el
neurólogo le pregunta al estudiante qué signos clínicos se pueden atribuir a la interrupción de los fascículos
corticoespinales y cuáles son atribuibles al daño de otras vías descendentes. Responda usted a esta pregunta
basándose en sus conocimientos de neuroanatomía.
9. Un gran avión de pasajeros tuvo que abortar la maniobra de despegue al estallar tres neumáticos cuando la
aeronave aceleró a lo largo de la pista. De forma milagrosa, el piloto consiguió detener el avión cuando se
salía de la pista, y acabó parando bruscamente en una zanja. Todos los pasajeros permanecieron indemnes,
pero una azafata fue ingresada en el servicio de urgencias con sospecha de lesión medular. En el
interrogatorio, esta mujer de 25 años, dijo que a pesar de tener colocado el cinturón de seguridad, fue
arrojada directamente hacia delante por la violencia del impacto. No sentía nada en las piernas y no podía
moverlas. La exploración reveló pérdida completa motora y sensitiva en ambas piernas por debajo del
ligamento inguinal y ausencia de todos los reflejos tendinosos profundos en los miembros inferiores. Doce
horas más tarde, la paciente podía mover los dedos del pie y el tobillo del lado izquierdo, y había recuperado
las sensibilidades de la pierna derecha, excepto la pérdida de discriminación táctil, el sentido de la vibración y
la sensibilidad propioceptiva. La pierna derecha estaba totalmente paralizada, con los músculos espásticos.
Había signo de Babinski derecho y era posible demostrar clono en el tobillo derecho. Tenía exaltación del
reflejo rotuliano derecho. Sobre la base de sus conocimientos de neuroanatomía, explique los síntomas y
signos de esta paciente. ¿Qué vértebra se había dañado?
10. ¿Por qué es peligroso mover al paciente con sospecha de fractura o luxación de la columna vertebral?
11. Un joven de 18 años fue ingresado en el hospital después de un accidente de tráfico grave. Tras un estudio
neurológico completo, se le dijo a la familia que el muchacho podría quedar paralizado desde la cintura hacia
abajo para el resto de su vida. El neurólogo señaló al personal médico la importancia de prevenir las
complicaciones en estos casos. Las complicaciones habituales son las siguientes: a) infección urinaria, b)
úlceras de decúbito, c) deficiencia nutricional, d) espasmos musculares y e) dolor. Sobre la base de sus
conocimientos de neuroanatomía, explique usted las razones subyacentes para estas complicaciones.
¿Cuánto tiempo después del accidente cree usted que es posible establecer un pronóstico seguro para este
paciente?
12. Un hombre de 67 años es llevado a la clínica de neurología por su hija debido a que le había notado temblor
en el brazo derecho. Al parecer, el temblor había comenzado unos 6 meses antes y estaba empeorando
progresivamente. Al preguntarle, el paciente dijo haber notado que los músculos de los miembros se le
ponían a veces rígidos, pero lo había atribuido a la vejez. Mientras hablaba, se observó que el paciente
sonreía rara vez, y que le resultaba difícil hacerlo. También se notó una disminución de la frecuencia del
parpadeo. El paciente tendía a hablar en voz baja, débil. Al pedirle que caminase, la postura y la marcha eran
normales, aunque el paciente tendía a mantener flexionado el codo derecho. Mientras estaba sentado, los
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dedos de la mano derecha se contraían y relajaban alternativamente, y existía un temblor fino de la muñeca y
el codo derechos. El temblor empeoraba cuando el brazo estaba en reposo. El temblor se detuvo
momentáneamente al sostener un libro con la mano derecha, pero reapareció poco después de dejar el libro
sobre la mesa. La hija dijo que el temblor cesaba de forma inmediata al quedarse dormido. La exploración
reveló un aumento del tono, con cierta rigidez «en rueda dentada» a la movilización pasiva de la muñeca y el
codo derechos. No existía pérdida sensitiva cutánea ni profunda, y los reflejos eran normales. Sobre la base
de sus conocimientos de neuroanatomía, establezca el diagnóstico. ¿Qué regiones del encéfalo están
afectadas?
13. Nombre un centro del sistema nervioso central que pueda producir los siguientes signos clínicos: a) temblor
intencional, b) atetosis, c) corea, d) distonía y e) hemibalismo.
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4. Esta mujer presentaba síntomas y signos tempranos de siringomielia. La gliosis y la cavitación habían
conducido a la interrupción de los fascículos espinotalámicos laterales y anteriores en el punto donde cruzan
las comisuras gris y blanca anteriores de la médula espinal, al nivel del octavo segmento cervical y el primer
dorsal. Debido al crecimiento desigual de la cavidad, el trastorno era más intenso en el lado izquierdo que en
el derecho. Puesto que la discriminación táctil era normal en los dos miembros superiores, no estaba
afectado el fascículo cuneiforme de ninguno de los dos cordones blancos posteriores. Esta pérdida sensitiva
disociada es característica de la enfermedad.
5. La marcha taloneante peculiar y la oscilación postural con los ojos cerrados son los signos característicos de
pérdida de sensibilidad propioceptiva en los miembros inferiores. Esto, junto con la imposibilidad de notar las
vibraciones de un diapasón colocado en el maléolo medial de ambos lados, era indicativo de una lesión que
afectaba al fascículo grácil en ambos cordones blancos posteriores. El interrogatorio detallado indicó que el
paciente había sido tratado por sífilis. El diagnóstico era de tabes dorsal.
6. El tratamiento del dolor refractario en el cáncer terminal es un problema difícil. En general, se emplean
fármacos narcóticos por su fuerte acción analgésica. La posibilidad de que estos fármacos produzcan
dependencia es aceptada en un paciente moribundo. Los tratamientos alternativos incluyen la infusión
continua de morfina directamente en la médula espinal (v. pág. 166) o la sección quirúrgica de las fibras
nerviosas que conducen las sensaciones del dolor en el sistema nervioso. Las técnicas de la rizotomía y la
cordotomía posteriores se describen en la página 166.
7. El shock medular es una interrupción temporal de la función fisiológica de la médula espinal después de una
lesión. Puede ser en parte un fenómeno vascular que afecta a la sustancia gris de la médula; por otra parte,
algunos expertos creen que se debe a interrupción súbita de la influencia de los centros superiores sobre los
reflejos segmentarios locales. Cualquiera que sea la causa, el cuadro suele ceder en 1 a 4 semanas. La
alteración se caracteriza por parálisis flácida y pérdida de la sensibilidad y de la actividad refleja por debajo
del nivel de la lesión; esto incluye la parálisis de la vejiga y del recto. La paraplejía en extensión y la paraplejía
en flexión siguen a la lesión grave de la médula espinal.
La paraplejía en extensión indica un aumento del tono de los músculos extensores debido a la hiperactividad
de la fibras nerviosas eferentes λ que van a los husos musculares, como resultado de la liberación de estas
neuronas respecto a los centros superiores. Sin embargo, algunos neurólogos creen que los fascículos
vestibuloespinales se hallan intactos en estos casos. Si se seccionan todos los tractos descendentes, se
produce paraplejía en flexión, con respuestas reflejas de naturaleza flexora cuando se aplica un estímulo
nocivo. Conviene destacar que la paraplejía en extensión y la paraplejía en flexión sólo se producen después
de cesar el shock espinal. La paraplejía en extensión se puede transformar en paraplejía en flexión si el daño
de la médula espinal se hace más extenso y se destruyen los fascículos vestibuloespinales.
8. Si asumimos que este paciente tiene una lesión en la cápsula interna izquierda a consecuencia de una
hemorragia cerebral, las fibras corticoespinales deben estar interrumpidas al nivel en que descienden a través
de la rama posterior de la cápsula interna. Puesto que la mayoría de las fibras cruzan al lado derecho en la
decusación de las pirámides o más abajo al nivel segmentario de la médula espinal, deben estar afectados los
músculos del lado opuesto. La interrupción de esas fibras corticoespinales debe producir los siguientes
signos clínicos: a) signo de Babinski positivo, b) pérdida de reflejos abdominales superiores y cremastéricos
y c) pérdida de la capacidad para los movimientos finos, expertos, sobre todo en los extremos distales de los
miembros.
En los pacientes con hemorragia grave en la cápsula interna pueden lesionarse las conexiones subcorticales
entre la corteza cerebral y el núcleo caudado, el globo pálido y otros núcleos subcorticales. Además, es
posible la destrucción de algunos de estos núcleos. La interrupción de otras vías descendentes desde los
centros subcorticales puede producir los signos clínicos siguientes: a) parálisis intensa del lado opuesto del
cuerpo, b) espasticidad de los músculos paralizados, c) reflejos musculares profundos exagerados en el lado
opuesto del cuerpo (se puede demostrar clono) y d) rigidez en navaja, que se puede notar en los músculos
paralizados.
9. Una radiografía lateral de la columna vertebral dorsal mostró fractura luxación de la décima vértebra. El
primer segmento lumbar de la médula espinal está relacionado con esta vértebra. El primer dermatoma
lumbar recubre el ligamento inguinal, y la anestesia completa sobre el ligamento derecho sugiere una lesión
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parcial de la médula espinal con afectación de todas las vías sensitivas a este nivel. La pérdida de
discriminación táctil, sensibilidad vibratoria y sensibilidad propioceptiva en la pierna derecha estaban
causadas por la interrupción de las vías ascendentes en el cordón blanco posterior del lado derecho de la
médula espinal. La pérdida de la sensibilidad dolorosa y térmica en la piel de la pierna izquierda se debía a la
destrucción de los fascículos espinotalámicos laterales cruzados en el lado derecho al nivel de la lesión. La
pérdida de sentido del tacto en la piel de la pierna izquierda era debida a la destrucción de los fascículos
espinotalámicos anteriores cruzados en el lado derecho. La parálisis espástica de la pierna derecha y el clono
del tobillo derecho se debían a la interrupción de los tractos descendentes derechos distintos de los
corticoespinales. El signo de Babinski derecho estaba producido por la interrupción de las fibras
corticoespinales en el lado derecho.
La pérdida motora y sensitiva completa en ambas piernas y la ausencia de todos los reflejos tendinosos
profundos en las dos piernas durante las primeras 12 h se debían a shock medular.
10. La médula espinal ocupa el canal de la columna vertebral y, por tanto, se encuentra bien protegida en
circunstancias normales. Por desgracia, una vez destruida la protección ósea por una fractura luxación,
sobre todo en la región dorsal donde el canal vertebral tiene un diámetro pequeño, el hueso roto puede dañar
la médula y cortarla igual que un cuchillo corta la mantequilla. Cuando se sospecha una lesión de la columna,
es esencial manipular con gran cuidado al paciente para evitar que los huesos experimenten mayor luxación y
causen mayor daño en la médula. El paciente debe ser cuidadosamente elevado con múltiples soportes bajo
los pies, las rodillas, la pelvis, la espalda, los hombros y la cabeza, y colocado sobre una camilla rígida o un
tablero para su transporte al centro médico más próximo.
11. La infección urinaria secundaria a una disfunción vesical es extremadamente habitual en los pacientes
parapléjicos. El paciente no sólo pierde el control de la vejiga sino que no nota cuándo está llena. Se coloca
sin retraso una sonda de Foley permanente en la vejiga para el drenaje continuo, y se inicia tratamiento con
antibióticos.
Las úlceras de decúbito son muy frecuentes en los pacientes con pérdida de la sensibilidad sobre las
prominencias óseas, como las tuberosidades isquiáticas y el sacro. Las medidas más eficaces para la
prevención de las úlceras de decúbito comprenden: a) limpieza escrupulosa de la piel, b) cambio frecuente de
la posición del paciente y c) almohadillado blando debajo de las prominencias óseas.
La deficiencia nutricional es habitual en las personas activas que experimentan de forma brusca una parálisis
y han de permanecer encamados. La pérdida de apetito se debe combatir con una dieta rica en calorías que
contenga todos los ingredientes necesarios, en especial vitaminas.
Los espasmos se producen en la paraplejía tanto en flexión como en extensión, y pueden seguir a estímulos
menores. Se desconoce la causa, pero puede ser responsable la irritación neuronal en el sitio de la lesión. Los
baños templados son útiles, pero a veces, en casos extremos, puede resultar necesaria la sección nerviosa.
Alrededor de la cuarta parte de los pacientes con sección completa de la médula espinal experimentan dolor
en las áreas anestésicas. El dolor puede ser urente o punzante, y superficial o visceral profundo. También en
este caso puede ser responsable la irritación neuronal en el sitio de la lesión. Deben ensayarse los
analgésicos, pero en algunos casos puede ser necesaria la rizotomía o incluso la cordotomía.
El pronóstico exacto no es posible hasta que termina la fase de shock medular, que puede durar hasta 4
semanas.
12. El temblor grueso característico de la mano derecha (contar monedas o pill-rolling) y del brazo derecho, la
cara de máscara inexpresiva con parpadeo escaso, y la rigidez «en rueda dentada» de los músculos afectados
aseguran el diagnóstico de enfermedad de Parkinson («parálisis agitante») temprana. Se producen lesiones
degenerativas en la sustancia negra y en otros núcleos subcorticales, entre ellos el núcleo lenticular. La
pérdida de función normal de esas áreas subcorticales y la falta de su influencia sobre las motoneuronas
inferiores son responsables de la hipertonía y el temblor.
13. (a) En la enfermedad cerebelosa se produce temblor intencional.
(b) La atetosis se produce en las lesiones del cuerpo estriado.
(c) La corea se encuentra en las lesiones del cuerpo estriado.
(d) La distonía se produce en las lesiones del núcleo lentiforme.
(e) El hemibalismo se produce en la enfermedad del núcleo subtalámico opuesto.
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PREGUNTAS DE REVISIÓN
Instrucciones: cada uno de los apartados numerados en esta sección se acompaña de respuestas.
Seleccione la letra de la respuesta CORRECTA.
1. Las frases siguientes se aplican a la médula espinal:
(a) Los cordones grises anterior y posterior de cada lado están unidos por una comisura blanca.
(b) El ventrículo terminal es el extremo inferior ensanchado del cuarto ventrículo.
(c) Los cuerpos de las células nerviosas más grandes en las astas grises anteriores dan lugar a las fibras
nerviosas eferentes α en las raíces anteriores.
(d) Los grupos de células de la sustancia gelatinosa están localizados en la base de cada cordón gris
posterior.
(e) El núcleo dorsal (columna de Clarke) es un grupo de células nerviosas presente en el cordón gris
posterior y limitado a los segmentos lumbares de la médula.
2. Las frases siguientes se aplican a los cordones blancos de la médula espinal:
(a) El fascículo espinocerebeloso posterior está situado en el cordón blanco posterior.
(b) El fascículo espinotalámico anterior está situado en el cordón blanco anterior.
(c) El fascículo espinotalámico lateral está situado en el cordón blanco anterior.
(d) El fascículo delgado está situado en el cordón blanco lateral.
(e) El fascículo rubroespinal se encuentra en el cordón blanco anterior.
3. Las frases siguientes se aplican a la médula espinal:
(a) La médula espinal tiene un agrandamiento cervical para el plexo braquial.
(b) La médula espinal posee nervios raquídeos que están conectados a la médula por los ramos anteriores y
posteriores.
(c) En el adulto, la médula espinal suele terminar por debajo del borde inferior de la cuarta vértebra lumbar.
(d) El ligamento dentado ancla la médula espinal a los pedículos de las vértebras a lo largo de cada lado.
(e) El canal central o conducto ependimario no comunica con el cuarto ventrículo del encéfalo.
Instrucciones: empareje las preguntas. Las preguntas 4 a 9 se aplican a la figura siguiente. Empareje
los números listados a la izquierda con las letras apropiadas enumeradas a la derecha. Cada letra se
puede seleccionar una vez, más de una vez o nunca.
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Instrucciones: cada uno de los apartados numerados en esta sección se acompaña de respuestas.
Seleccione la respuesta que MEJOR encaje en cada caso.
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22. ¿Cuál de los síntomas y signos enumerados a continuación indica una lesión cerebelosa?
(a) Rigidez en rueda dentada.
(b) Hemibalismo.
(c) Corea.
(d) Temblor intencional.
(e) Atetosis.
23. ¿Cuál de las regiones siguientes de la sustancia blanca no contiene fibras corticoespinales?
(a) Pirámide de la médula oblongada.
(b) Cordón blanco lateral de la médula espinal.
(c) Pedúnculo cerebral del mesencéfalo.
(d) Rama anterior de la cápsula interna.
(e) Corona radiada.
Instrucciones: cada historia clínica continúa con preguntas. Seleccione la MEJOR respuesta.
Mujer de 59 años con dolor en la espalda y pérdida de la sensibilidad al dolor y la temperatura en la parte
posterior de la pierna izquierda. Tres años antes fue sometida a mastectomía radical seguida de radioterapia y
quimioterapia por carcinoma avanzado de la mama derecha.
La exploración reveló dolor a la presión en la parte inferior de la espalda, con pérdida de la sensibilidad
cutánea al dolor y a la temperatura en la zona posterior de la pierna izquierda, en el área de los dermatomas S1-
3. No se identificaron otros déficits neurológicos. El examen radiológico de la columna vertebral mostró signos
de metástasis en los cuerpos de las vértebras dorsales IX y X. Un estudio de RM reveló la extensión de una de
las metástasis en el canal vertebral, con compresión ligera de la médula espinal en el lado derecho.
24. El dolor en la espalda de esta paciente se podría deber a cualquiera de las anomalías siguientes, excepto:
(a) Artrosis de las articulaciones de la columna vertebral.
(b) Presencia de metástasis en los cuerpos de las vértebras dorsales IX y X.
(c) Presión del tumor sobre las raíces posteriores de los nervios raquídeos.
(d) Presión de un disco intervertebral prolapsado sobre los nervios raquídeos.
(e) Espasmo de los músculos posvertebrales consecutivo a presión del tumor sobre los cordones blancos
posteriores de la médula espinal.
25. La pérdida de la sensibilidad al dolor y temperatura en la parte posterior de la pierna izquierda, en el área de
los dermatomas S1-3, podría explicarse por cualquiera de las razones siguientes, excepto:
(a) Los fascículos espinotalámicos de la médula espinal conducen las sensaciones del dolor.
(b) Los fascículos espinotalámicos laterales están laminados, de forma que los segmentos sacros del cuerpo
ocupan una posición más lateral.
(c) Los segmentos sacros de los fascículos son los más expuestos a la presión medular externa por una
metástasis tumoral.
(d) La pérdida de la sensibilidad térmica en la pierna podría explicarse por la presión del tumor sobre el
fascículo espinotalámico anterior.
26. El dolor intenso refractario en la espalda de esta paciente podría tratarse por los métodos siguientes,
excepto:
(a) Dosis altas de salicilatos.
(b) Inyección intramuscular de morfina o incluso inyección directa del opiáceo en la médula espinal.
(c) Rizotomía posterior.
(d) Cordotomía.
(e) Inyección de opiáceos en el espacio subaracnoideo.
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1. C es correcta. Los cuerpos de las células nerviosas más grandes en los cordones grises anteriores dan lugar
a las fibras nerviosas eferentes αen las raíces anteriores (v. pág. 139). A. Los cordones grises anteriores y
posteriores en los dos lados de la médula espinal están unidos por una comisura de sustancia gris. B. El
ventrículo terminal es el extremo inferior expandido del conducto ependimario. D. El grupo de células de la
sustancia gelatinosa está localizado en el ápex de cada cordón gris posterior a todo lo largo de la médula
espinal. E. El núcleo dorsal (columna de Clarke) es un núcleo de células nerviosas existente en el cordón gris
posterior, que se extiende desde el octavo segmento cervical de la médula hasta el tercer o cuarto segmentos
lumbares.
2. B es correcta. En la médula espinal, el fascículo espinotalámico anterior se encuentra en el cordón blanco
anterior (v. pág. 149). A. El fascículo espinocerebeloso posterior está situado en el cordón blanco lateral. C.
El fascículo espinotalámico lateral se encuentra en el cordón blanco lateral. D. El fascículo grácil se
encuentra en el cordón blanco posterior. E. El fascículo rubroespinal se encuentra en el cordón blanco
lateral.
3. A es correcta. La médula espinal tiene un agrandamiento cervical para el plexo braquial (v. fig. 4-5). B. La
médula espinal posee nervios raquídeos que se hallan conectados a la médula por las raíces nerviosas
anteriores y posteriores (v. pág. 137). C. En el adulto, la médula espinal suele terminar por abajo en el borde
inferior de la primera vértebra lumbar. D. El ligamento dentado ancla la médula espinal a la duramadre a lo
largo de cada lado. E. El canal central o conducto ependimario, que contiene líquido cefalorraquídeo, se
comunica con el cuarto ventrículo del encéfalo.
4. D es correcta.
5. A es correcta.
6. C es correcta.
7. B es correcta.
8. E es correcta. La estructura es el cordón gris anterior.
9. E es correcta. La estructura es la comisura gris.
10. E es correcta. En la médula espinal, el fascículo espinotalámico lateral nace de las células de la sustancia
gelatinosa (v. pág. 140). A. El fascículo cuneiforme nace de las células del ganglio espinal posterior. B. El
fascículo espinotalámico anterior nace de las células de la sustancia gelatinosa. C. El fascículo grácil nace de
las células del ganglio espinal posterior. D. El fascículo espinocerebeloso anterior nace de las células de la
columna de Clarke.
11. A es correcta. El fascículo grácil no cruza al lado opuesto del eje neural (v. pág. 149). B. El fascículo
espinotectal cruza al lado opuesto de la médula espinal. C. El fascículo espinotalámico lateral cruza al lado
opuesto de la médula espinal. D. El fascículo espinocerebeloso posterior no cruza al lado opuesto de la
médula espinal. E. El fascículo espinotalámico anterior cruza muy oblicuamente al lado opuesto de la médula
espinal.
12. D es correcta. El fascículo espinotalámico anterior termina en el núcleo posterolateral ventral del tálamo (v.
pág. 149). A. Los fascículos del cordón blanco posterior terminan en el núcleo grácil y el cuneiforme (v.
pág. 149). B. El fascículo espinorreticular termina en las neuronas de la formación reticular de la médula
oblongada, el puente (protuberancia) y el mesencéfalo. C. El fascículo espinotectal termina en el colículo
superior. E. El fascículo espinocerebeloso anterior termina en la corteza cerebelosa (v. pág. 151).
13. C es correcta. La sensibilidad muscular articular inconsciente se traslada por el fascículo espinocerebeloso
anterior (v. pág. 144). A. La discriminación táctil entre dos puntos se traslada por el fascículo cuneiforme.
B. El dolor se traslada por el fascículo espinotalámico lateral. D. La sensibilidad a la presión se traslada por el
fascículo espinotalámico anterior. E. La sensibilidad a la vibración se traslada por el fascículo grácil (v. pág.
149).
14. B es correcta respecto a la teoría de la compuerta de control del dolor. El masaje aplicado a la piel sobre una
articulación dolorosa puede reducir la sensibilidad al dolor (v. pág. 147). A. La estimulación de grandes fibras
no conductoras del dolor en un nervio periférico puede reducir la sensibilidad dolorosa. C. La estimulación
de las fibras de los tipos A-θ y C en la raíz posterior de un nervio raquídeo puede aumentar la sensibilidad al
dolor (v. pág. 147). D. La degeneración de grandes fibras no conductoras del dolor en un nervio periférico
aumenta la sensibilidad dolorosa. E. La inhibición de la conducción dolorosa en la médula espinal puede
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26. A es correcta. Los salicilatos, como la aspirina, el salicilato sódico y el diflunisal, sólo se usan clínicamente
para alivio del dolor leve o moderado, por ejemplo, en pacientes con cefalea o dismenorrea.
LECTURAS RECOMENDADAS
Almeida, T. F., Roizenblatt, S., and Tufik, S. Afferent pain pathways: A neuroanatomical review. Brain Res. 1000:
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Wolinsky, J. S. Multiple sclerosis. Curr. Neurol. 13: 167, 1993.
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CAPÍTULO 5
EL TALLO CEREBRAL
na mujer de 58 años fue remitida al neurólogo por dificultad para caminar de
U inicio reciente. Se mantenía de pie y caminaba con el brazo izquierdo flexionando
el codo y con la pierna izquierda extendida (hemiparesia izquierda). Al caminar, la
paciente tenía dificultad para flexionar la cadera y la rodilla izquierdas y para la flexión
dorsal del tobillo; el movimiento hacia delante era posible si balanceaba la pierna
izquierda hacia fuera a la altura de la cadera para no arrastrar el pie por el suelo. El brazo
izquierdo permanecía inmóvil.
El examen neurológico no mostró signos de parálisis facial, pero existían indicios de
debilidad de los movimientos de la lengua. A la protrusión, la lengua se desviaba hacia el
lado derecho (parálisis del nervio hipogloso derecho). Las sensibilidades cutáneas eran
normales, pero se encontraron indicios de trastorno del sentido de posición muscular y
articular, de la discriminación táctil y de la sensibilidad vibratoria en el lado izquierdo del
cuerpo.
Sobre la base de los signos neurológicos, se estableció el diagnóstico de síndrome
medular medial del lado derecho. La parte medial del lado derecho de la médula
oblongada (o bulbo raquídeo) recibe su irrigación de la arteria vertebral derecha. La
oclusión de esta arteria o de su rama para la médula origina la destrucción de la pirámide
derecha (hemiparesia izquierda), la destrucción del nervio hipogloso derecho y de su
núcleo (parálisis hipoglosa derecha) y la destrucción del lemnisco medial en el lado
derecho (pérdida de la sensibilidad musculoarticular, sensibilidad vibratoria y
discriminación táctil en el lado izquierdo del cuerpo). La ausencia de parálisis facial
demostró que los núcleos del nervio facial, los nervios faciales y las fibras
corticomedulares destinadas a los núcleos faciales estaban intactos. La conservación de la
sensibilidad al tacto, dolor y temperatura demostró que el lemnisco espinal permanecía
intacto.
El diagnóstico fue posible gracias a un análisis cuidadoso de los hallazgos neurológicos.
Para poder llegar al diagnóstico en este caso era necesario un conocimiento claro de la
posición y la función de los varios fascículos y núcleos nerviosos existentes en la médula
oblongada.
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• Etmoides 1
Los huesos faciales son los siguientes, dos de ellos únicos:
• Cigomáticos 2
• Maxilares 2
• Nasales 2
• Lagrimales 2
• Vómer 1
• Palatinos 2
• Conchas inferiores 2
• Mandíbula 1
No es necesario que los lectores conozcan la estructura detallada de cada hueso
individual del cráneo. Sin embargo, deben estar familiarizados con el conjunto del
cráneo, y será útil contar con un cráneo para referencia mientras se revise la descripción
siguiente.
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maxilar superior existe una gran cavidad en forma de pirámide tapizada por membrana
mucosa y conocida como seno maxilar. Este seno comunica con la cavidad nasal y
actúa también como caja de resonancia de la voz.
t.aQttmal FIOf'lt81Na9.'II
Canal (IJ)(lco
~ - lar
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Plac.a Ofbitlllla d r • ;
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1,ontocloo,natieil
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Rama de 18 mMcf!tnJa
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El cráneo es completado en los lados por la parte escamosa del hueso occipital;
partes del hueso temporal: porción escamosa, porción timpánica, apófisis
mastoides, apófisis estiloides y apófisis cigomática, y el ala mayor del esfenoides.
Obsérvese la posición del conducto auditivo externo. La rama y el cuerpo de la
mandíbula ocupan la porción inferior. Nótese que la parte más fina de la pared lateral del
cráneo es la zona donde la esquina anteroinferior del hueso parietal se articula con el ala
mayor del esfenoides; este punto se conoce como pterión.
El pterión es un área con importancia clínica debido a que recubre a la división anterior
de la arteria meníngea media y la vena del mismo nombre.
Identifíquense las líneas temporales superior e inferior, que comienzan como una
sola línea desde el margen posterior de la apófisis cigomática del hueso frontal y divergen
conforme describen un arco hacia atrás. La fosa temporal está situada debajo de la línea
temporal inferior.
~=~:= .::.: ·
del hueso parietal .:~:'. de la duramadre
Oiptoe ..•.-. .. ·:: ?\ .., AracnoldeS
·: • .;~•· •,•· Arteria cerebral en el
:?-. -:.:_..'-
}<t;.: ,:· _·. ·.\ : ··;i
espacio subaracnoldoo
Piamadre
espacio subaracnoideo
::.• -:•'·~.-~...•.-:.·::'::;··:· Corteza cerebral
Figura 5-2 Corte frontal de la parte superior de la cabeza que muestra las capas del cuero cabelludo, la sutura
sagital del cráneo, la hoz del cerebro, los senos venosos sagitales superior e inferior, las granulaciones
aracnoideas, las venas emisarias y la relación de los vasos sanguíneos cerebrales con el espacio subaracnoideo.
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Cráneo neonatal
Comparado con el del adulto, el cráneo del recién nacido (fig. 5-6) es
desproporcionadamente grande en relación con la cara. Durante la niñez, el crecimiento
de la mandíbula, los senos maxilares y las apófisis alveolares de los maxilares lleva a un
gran aumento en la longitud de la cara.
Los huesos del cráneo neonatal son lisos y unilaminados, sin presencia de diploe. La
mayoría de los huesos del cráneo están osificados al nacer, pero el proceso es incompleto
y los huesos se pueden mover unos sobre otros, conectados por tejido fibroso o
cartílago. Los huesos de la calvaria no están íntimamente unidos por las suturas, como en
los adultos, sino que se encuentran separados por las fontanelas. Desde el punto de vista
clínico, las fontanelas anterior y posterior son las más importantes, y se observan con
facilidad en la línea media de la calvaria.
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Figura 5-4 Huesos del cráneo vistos desde las partes posterior (A) y superior (B).
La fontanela anterior tiene forma de rombo y está situada entre las dos mitades del
hueso frontal por delante y los dos parietales por detrás (fig. 5-6). La membrana fibrosa
que forma el piso de la fontanela anterior es sustituida por hueso y se cierra hacia los 18
meses de vida. La fontanela posterior es triangular y está situada entre los dos
parietales por delante y el occipital por atrás. La fontanela posterior se suele cerrar y
dejar de palparse hacia el final del primer año de vida.
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Cresta Wratempo,nl
' \--'.:t" Placa pter1golclea
" lateral
~ -!!¼ Placa pterigoidea
Fosa mandibu medial
Tubé<culo artic Agujero OYal
Agujero "5l)lrloeo
Espina 001 esfenoides
Pena.co del tempc,ral
Parte tlmpanlea
Escama del temporal
temPora
Ago..jero canal carotkleo
e5'ilomast0ideo
Coodrlo
CAVIDAD CRANEAL
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La cavidad craneal contiene el encéfalo, las meninges, porciones de los nervios craneales
(o pares craneales), arterias, venas y senos venosos.
Calvaria
La superficie interna de la calvaria muestra las suturas coronal, sagital y lambdoidea. En
la línea media existe un surco sagital superficial que aloja el seno sagital superior.
Existen varios surcos estrechos para las divisiones anterior y posterior de las arterias
meníngeas medias conforme ascienden por los lados del cráneo hasta la calvaria.
• ·\
~~ Canal óptico
'.
.
ujero mdondo
u¡ero rasgado
u1erooval
Tubérculo de la srn reo para la arteria
Slla tu fngea . - .
Apófisis elinoide$
Posterior
guJe(o espinoso
Parte escamosa
Hiato p,va del tempera!
el nervio Parte petrosa
petroso del tempo,al
mayo,
Concklcto acústico
Interno
~
petroso &Jperi 'f/
Agujero yugular , ~IJj?,f
■
Parte basal del occlpttal
Aguj&romagno
·~•'
·~ ~
-
;S@,-·
sun:o para el seno transv8<so
C<>nductohlPOQIOSO
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esfenoides, y la fosa craneal media está separada de la posterior por la parte petrosa del
hueso temporal.
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Fontanela anterior
Sutura rron1a1
Sutura fntermaxitar
B Mandíbula
Agujero eslllomast
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petroso mayor, una rama del nervio facial (VII); el surco lateral más pequeño está
destinado al nervio petroso menor, una rama del plexo timpánico. El nervio petroso
mayor penetra en el agujero rasgado en posición profunda respecto al ganglio trigémino,
y se une al nervio petroso profundo (cuyas fibras simpáticas rodean la arteria carótida
interna) para formar el nervio del canal pterigoideo. El nervio petroso menor tiene un
trayecto hacia delante hasta el agujero oval.
El nervio abducens describe una curva aguda a través del ápex del peñasco, medial al
ganglio del trigémino. Aquí deja la fosa craneal posterior y entra en el seno cavernoso.
La eminencia arcuata es una eminencia redondeada en la superficie anterior del
hueso petroso producida por el canal semicircular superior subyacente.
El techo del tímpano, una placa fina de hueso, prolonga hacia delante la porción
petrosa del hueso temporal y se une a la escama de ese hueso (fig. 5-6). Desde atrás
hacia delante forma la raíz del antro mastoideo, la cavidad timpánica y la trompa
auditiva. Esta placa ósea fina es la única barrera importante que separa el interior de la
cavidad timpánica respecto al lóbulo temporal del hemisferio cerebral.
La parte medial de la fosa craneal media está formada por el cuerpo del esfenoides
(fig. 5-6). Por delante se encuentra el surco quiasmático, que está relacionado con el
quiasma óptico y conduce lateralmente al canal óptico en ambos lados. Por detrás del
surco existe una elevación, el tubérculo de la silla. Por detrás del tubérculo se encuentra
una depresión profunda, la silla turca, que alberga la hipófisis del cerebro. La silla
turca está limitada en la parte posterior por una placa cuadrada de hueso denominada
dorso de la silla. Los ángulos superiores del dorso de la silla tienen dos tubérculos, las
apófisis clinoides posteriores, que proporcionan inserción al margen fijo de la tienda del
cerebelo.
El seno cavernoso está directamente relacionado con la pared lateral del cuerpo del
esfenoides (v. pág. 434). Conduce en su pared lateral a los nervios oculomotor (III) y
troclear (IV) y a las divisiones oftálmica y maxilar del nervio trigémino (V) (v. fig. 15-6).
La arteria carótida interna y el nervio abducens (VI) pasan a través del seno.
342
ERRNVPHGLFRVRUJ
ERRNVPHGLFRVRUJ
El conducto hipogloso está situado por encima del límite anterolateral del agujero
magno (fig. 5-6).
El agujero yugular está situado entre el borde inferior de la porción petrosa del hueso
temporal y la parte condilar del hueso occipital. Anteriormente contiene las siguientes
estructuras: seno petroso inferior, nervios glosofaríngeo, vago y accesorio (IX, X y
XI) y el gran seno sigmoideo. El seno petroso inferior desciende en el surco sobre el
borde inferior de la porción petrosa del hueso temporal hasta llegar al agujero yugular. El
seno sigmoideo gira hacia abajo a través del agujero yugular para convertirse en la vena
yugular interna.
El conducto auditivo interno perfora la superficie posterior de la porción petrosa del
hueso temporal. Contiene el nervio vestibulococlear (VIII) y las raíces motoras y
sensitivas del nervio facial.
La cresta occipital interna tiene un trayecto hacia arriba en la línea media posterior
desde el agujero magno hasta la protuberancia occipital interna; en ella se inserta la
pequeña hoz del cerebelo sobre el seno occipital.
A cada lado de la protuberancia occipital interna existe un surco amplio para el seno
transverso (fig. 5-6). Este surco se curva en cada lado sobre la superficie interna del
hueso occipital para alcanzar el ángulo posteroinferior o esquina del hueso parietal. El
surco pasa después a la porción mastoidea del hueso temporal; en este punto, el seno
transverso se convierte en el seno sigmoideo. El seno petroso superior tiene un
trayecto hacia atrás a lo largo del borde superior del peñasco en un surco estrecho, y
drena en el seno sigmoideo. Conforme el seno sigmoideo desciende hasta el agujero
yugular, surca profundamente el dorso del peñasco y la parte mastoidea del hueso
temporal. Aquí se sitúa directamente posterior al antro mastoideo.
La tabla 5-1 proporciona un resumen de las aberturas más importantes en la base del
cráneo y las estructuras que pasan a través de ellas.
Mandíbula
La mandíbula inferior o maxilar inferior es el hueso más grande y más fuerte de la
cara, y se articula con el cráneo en la articulación temporomandibular (fig. 5-3).
La mandíbula consiste en un cuerpo en forma de herradura y dos ramas (fig. 5-1). En
cada lado, el cuerpo se une con la rama correspondiente para formar el ángulo de la
mandíbula.
343
ERRNVPHGLFRVRUJ
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El tallo cerebral tiene tres funciones generales: a) actúa como conducto para las vías
ascendentes y descendentes que conectan la médula espinal con las diferentes partes de
los centros superiores en el prosencéfalo; b) contiene centros reflejos importantes
asociados con el control de la respiración y el sistema cardiovascular, y con el control de
la consciencia y c) contiene los importantes núcleos del III al XII pares craneales.
Tablo 5-1 Resumen de las aberwres más importantes en le base del cráneo y de las ostructllras que pasan e través de ollas
344
ERRNVPHGLFRVRUJ
ERRNVPHGLFRVRUJ
Coliculo i~erior
Tienda del cerebelo
Nervio troclear
Nervios lacia! y
vestit:lflococlear
Nervios glOsolarlngeo.
vag:> y accesorio
Cuarto ventriculo
Figura 5-8 Vista posterior del tallo cerebral después de eliminar los huesos parietal y occipital y el cerebro, el
cerebelo y el techo del cuarto ventrículo. También se han eliminado las láminas de las vértebras cervicales
superiores.
345
ERRNVPHGLFRVRUJ
ERRNVPHGLFRVRUJ
346
ERRNVPHGLFRVRUJ
ERRNVPHGLFRVRUJ
Nervio abducens
Pue11te
(J)rOtuberancla)
Rafees del nervio
Aarz motora trlQémino
del nervio facial
Raíz sens!Uva
del nervio facial
Nervio vestlbolococlea
Fisura
NIJfVIO glOsofarfngeo L.-----,~~:=¡¡¡¡;-":;__ moola
..- anterlof
Ralees del nervio vago ~ --Piámlde
Nervio hlPOQIOSO - - -c:;""""'R--~"" ~ = - -ouva
Médula
Nervio accesorio Oblongada
Ralees craneaJes
de n1J1Vlo accesorto -----l;~~
oecusaclon de
Ralz espinal de nervio acces0<lo las pirámides
A
Conducto ependlmario
Figura 5-9 Médula oblongada. A: vista anterior. B: vista posterior. Obsérvese que se ha eliminado el techo del
cuarto ventrículo y el cerebelo.
ESTRUCTURA INTERNA
347
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348
ERRNVPHGLFRVRUJ
ERRNVPHGLFRVRUJ
~
Sustancia blanca
Conducto
ependimano
e D
Células motoras ~1 Nervio espinal
Fisura media ant erior
cordón g:ri.s antenor
Raíz motora ant efior
Surco limitante Placo del techo Cuarto ventrículo
I Placa alar
PlexocoroidéO
/
•/4 Rafz
sensitiva
del nervio
vago
irá.mide
Ploca basal Netvio vago Núcleo olivar
E F
Figura 5-10 Fases en el desarrollo de la médula espinal (A-D) y de la médula oblongada (E, F). Las células de la
cresta neural formarán las primeras neuronas sensitivas aferentes en los ganglios de las raíces posteriores de los
nervios raquídeos y los ganglios sensitivos de los nervios craneales.
349
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ERRNVPHGLFRVRUJ
Tabla 5-2 Comparación de los diferentes nivolos do la médula oblongada. So indican las estructuras principalos on cada nivel•
350
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ERRNVPHGLFRVRUJ
El núcleo del fascículo espinal del nervio trigémino está situado en posición lateral
a las fibras arcuatas internas. El fascículo espinal del nervio trigémino ocupa una
posición lateral al núcleo (figs. 5-11B y 5-13).
Los fascículos espinotalámicos lateral y anterior y los fascículos espinotectales
ocupan un área lateral a la decusación de los lemniscos (fig. 5-11B). Están muy cerca
unos de otros, y en conjunto se conocen como lemnisco espinal. Los fascículos
espinocerebeloso, vestibuloespinal y rubroespinal se hallan situados en la región
anterolateral de la médula oblongada.
351
ERRNVPHGLFRVRUJ
ERRNVPHGLFRVRUJ
Fascioolo espinolalamioo
lateral
fa$Cículo e$pirioc6febelc>so
?
$1"1teriot
Fascicuo grac:il
Conducto ependirnario
icvlo cuneiforme
' cuneiforme
Fibras .arcuatas internas
Fascículo espita! del
ner'Vio trigémioo
Fasciculo long~udml medial Nucleo espinal del
n81\1io trigerrjno
Ft\$<:íc:ulo fft)inot.l.16mteo : ;
1o1...1
Fasoiculo espinooerebeloso
anterior
352
ERRNVPHGLFRVRUJ
ERRNVPHGLFRVRUJ
Fascfculo
y del nervio trigémino
corticoespinal Fascículo
lateral espinocerebeloso
posterior
Fascículo
espinocerebeloso
anterior
'-----Formación reticular
Conducto ependimario
Pirámide
Decusación de los lemniscos mediales
Fisura media anterior
Figura 5-13 Corte transversal de la médula oblongada a nivel de la decusación de los lemniscos mediales.
(Tinción de Weigert.)
353
ERRNVPHGLFRVRUJ
ERRNVPHGLFRVRUJ
Fasefeulo~
Yl'l'.deo cid:
ntrVÍO lrig6minQ
fa,c
9$pinoe.-.btl0f0
Fa&efculo espino
.,e•
"'
--
Núoleo WIStibular medial
-~- 1
""""° "°"" ""'-~><:::""~'1::=--'--~:,-~,< t.\icleo vestibular la1MI
Núcltooocltar
Pedi.nculo o!!r'ebek)so
Werior
FatebilO espllal y
nVClto dtl nervio
Húdeoatnbiguo
frioemnC>
8 Nudeos ateuetot
Figura 5-14 Cortes transversales de la médula oblongada a nivel de la mitad de los núcleos olivares (A) y la parte
superior de los núcleos olivares justo inferior al puente (protuberancia) (B).
354
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Lemnisco medial
accesorio dorsal
Nervio
vestibulococlear
accesorio medial
Pirámide
Figura 5-15 Corte transversal de la médula oblongada a nivel de la mitad de los núcleos olivares. (Tinción de
Weigert.)
Núcleos vestibulococleares
El complejo nuclear vestibular está constituido por los núcleos siguientes: a) núcleo
vestibular medial, b) núcleo vestibular inferior, c) núcleo vestibular lateral y d)
núcleo vestibular superior. Los detalles de estos núcleos y sus conexiones se describen
más adelante. Los núcleos vestibulares medial e inferior se pueden observar en el corte a
este nivel (figs. 5-14 y 5-15).
Existen dos núcleos cocleares. El núcleo coclear anterior está situado en la cara
anterolateral del pedúnculo cerebeloso inferior, y el núcleo coclear posterior se halla en
355
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la cara posterior del pedúnculo, lateral al piso del cuarto ventrículo (figs. 5-14 y 5-15).
Las conexiones de estos núcleos se describen más adelante (v. pág. 350).
Núcleo ambiguo
El núcleo ambiguo está formado por grandes motoneuronas, y ocupa una posición
profunda dentro de la formación reticular (figs. 5-14 y 5-16). Las fibras nerviosas
emergentes se unen al glosofaríngeo, al vago y a la porción craneal del nervio accesorio y
se distribuyen al músculo esquelético voluntario.
356
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Núcleo mesencefálioo
del nervio trigémino
Rama oftálmica
Núcleo del motor
ocular común
Núcleo del neMo
troclear Rama mandibular
Figura 5-16 Posición de los núcleos de los nervios craneales dentro del tallo cerebral. El área rayada indica la
posición de los núcleos vestibulares.
El lemnisco medial forma un tracto aplanado a cada lado de la línea media posterior a
la pirámide (figs. 5-7 y 5-15). Estas fibras emergen desde la decusación de los lemniscos
y transmiten información sensitiva al tálamo.
El fascículo longitudinal medial forma un pequeño tracto de fibras nerviosas
situadas a cada lado de la línea media, posteriores al lemnisco medial, y anteriores al
núcleo hipogloso (figs. 5-14 y 5-15). Consiste en fibras ascendentes y descendentes
cuyas conexiones se describen en la página 208 .
El pedúnculo cerebeloso inferior está situado en la esquina posterolateral del corte,
en el lado lateral del cuarto ventrículo (figs. 5-14 y 5-15).
El fascículo espinal del nervio trigémino y su núcleo están situados en la cara
anteromedial del pedúnculo cerebeloso inferior (figs. 5-14 y 5-15).
El fascículo espinocerebeloso anterior está situado cerca de la superficie en el
intervalo entre el núcleo olivar inferior y el núcleo del fascículo espinal del nervio
trigémino (figs. 5-14 y 5-15). El lemnisco espinal consta de los fascículos
espinotalámico anterior, espinotalámico lateral y espinotectal, y ocupa una posición
profunda.
357
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358
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Fibras. protuberanclales
¿ Pedúnculo ce~b«il
del mesencéfolo
Nervio g1osofarin,geo
Oliva
Ner..io occesorio
Figura 5-17 Superficie anterior del tallo cerebral que muestra el puente (protuberancia).
359
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Sustancia ferruginosa
Mesencéfalo
Figura 5-18 Superficie posterior del tallo cerebral que muestra el puente (protuberancia). Se ha eliminado el
cerebelo.
NúcSeo ve-stibu1ar
ión retícula,
Pedúnculo cerebeloso
Núcleo del nervio - --:: medio
abducens
Fasck:uk> espin..'ll
y núcleo del nervio
trigémino
Núcleo motor
del nervio facial
Lemnisco medial
Fibras del puente
transversas
Figura 5-19 Corte transversal a través de la parte caudal del puente (protuberancia) a nivel del colículo facial.
360
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361
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del núcleo motor (figs. 5-20 y 5-21); se continúa en la parte inferior con el núcleo del
fascículo espinal. Las fibras sensitivas aferentes cursan a través de la sustancia del
puente, situadas en posición lateral respecto a las fibras motoras (fig. 5-20).
El pedúnculo cerebeloso superior está situado posterolateral al núcleo motor del
nervio trigémino (figs. 5-20 y 5-21). Se encuentra unido por el fascículo
espinocerebeloso anterior.
El cuerpo trapezoide y el lemnisco medial se hallan situados en la misma posición
que en el corte previo (figura 5-20). Los lemniscos lateral y espinal están situados en el
extremo lateral del lemnisco medial (figs. 5-20 y 5-22).
Tabla S-3 Comparación entre los diferentes niweles del puente (protuberancia). Se indican las estructuras principales
en cada nivel•
362
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Pedúnculo cerebeloso
medio
Lemnisco medial
Fibras
del puente
transversas
Haces de fibras corticoespinales
y corticonucleares
Núcleos del puente
Figura 5-21 Microfotografía de un corte transversal del puente (protuberancia) a nivel de los núcleos trigéminos.
363
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Figura 5-22 Microfotografía de un corte transversal de la parte más rostral del puente (protuberancia).
364
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En la cara anterior del mesencéfalo (fig. 5-23) existe una depresión profunda en la
línea media, la fosa interpeduncular, que está limitada en los lados por el pie de los
pedúnculos cerebrales. Muchos vasos sanguíneos pequeños perforan la base de la fosa
interpeduncular, y esta región se denomina sustancia perforada posterior (fig. 5-23). El
nervio oculomotor emerge de un surco en el lado medial del pie peduncular, y cursa hacia
delante por la pared lateral del seno cavernoso.
365
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Nervio óptico
Tliber cinereum
-=.....1.- - - - 0 uiasma óptico
Cuerpo mamilar Fosclccio óptico
~ ~- - - P l e de m pedll"\Cu1os cerebt'.l!M
~.>-d!µ.- - -- Nervio ;:i.bdvcens
Fos.l interpeduneul tir - - -~ !;¡:-¡;;::;; ervio lroclear
P\>ent•---l- Raíz motora def nervio trigémino
(p<Orubefoncla) Raíz sensi tiva del netvio
trigémlno
cerebelo
Corona radiada
/ - N ú c k > o len1;cw,
Pulvinar del tálamo
Coron..1 radiada
Cuerpo geniculado tat«al
Btazo superior Fa&cículO óptico
Coficulo superior
Cuerpo geniculado Quiasma óptico
medial
"-".)....- - - - Nervio óptico
Brazo Inferior - Pie de 5os pedunculos cerebrales
Colíouk> inferior Nerv10 ocufomotor
Pedúnc'-'o cerebeloso
superior NeMO troclear
PedUnculo cere.beloso _ __ __ _ _
medio Puente (protuberancia)
NetVlo trigémlno
Médula obk)ngada
Cerebelo
366
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superior. Los núcleos mesencefálicos del nervio trigémino son laterales al acueducto
cerebral (figs. 5-25A y 5-27). La decusación de los pedúnculos cerebelosos
superiores ocupa la parte central del techo anterior al acueducto cerebral. La formación
reticular es más pequeña que la del puente y ocupa una posición lateral a la decusación.
El lemnisco medial asciende posterior a la sustancia negra; los lemniscos espinal y
trigémino se hallan situados laterales al lemnisco medial (figs. 5-25 y 5-27).
Núcleo del coltCtllo inferior
Acueducto cerebral
Techo [
o lámina
del techo
7
Tegmento
Lemnisco medial ~
Fibras -1:_ -~~
temporopontinas
Pedúnculo
cerebral
Pie del
pedúnculo
Fibras cortiooespilales ---.:;..: cerebral
y corticonucle.ares
Figura 5-24 Corte transversal del mesencéfalo a través de los colículos inferiores, que muestra la división del
mesencéfalo en la lámina del techo del mesencéfalo y los pedúnculos cerebrales. Obsérvese que los pedúnculos
cerebrales están subdivididos por la sustancia negra en el techo del mesencéfalo y el pie de los pedúnculos
cerebrales.
367
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tegmento por la sustancia negra (figs. 5-25 y 5-27). Las fibras corticoespinales y
cortinucleares ocupan los dos tercios medios del pie. Las fibras frontoprotuberanciales
ocupan la parte medial del pie, y las fibras temporopontinas ocupan la parte lateral del pie
(figs. 5-25 y 5-27). Estas vías descendentes conectan la corteza cerebral con las células
del cordón gris anterior de la médula espinal, los núcleos de los nervios craneales, el
puente (protuberancia) y el cerebelo (tabla 5-4).
368
ERRNVPHGLFRVRUJ
ERRNVPHGLFRVRUJ
enrio troclear
~ l " l!eno, .
__
Ac~o -1</00
Qtf'OOf91q,¡e oonbene
Techo
Sustancia gris central
Hu<:lto m9$Gl'l091éko
del nervio tri\)émino
i._...,.,___ _ ~d(O b lorai
Núcleo del neMO 1roclear
l«nnisco ~ m i
Lermisc:o espinal
, ,-:,¡7H---_L~ ,Letnnik:omtdio.l
~
1
.;;---.._Fl~M
, temporopootnas
PieP8(M'IOOlar
Fib-:ic~icoespinales
y eortieonuclei'W'et
ColícilAo $.lpe,ior
Awed~o~o,J
Lernnlsoo ..,..ino
--,,,~-:_~~¡::=;;s:;::: ~ tancia gria central
Nucleo mesencefaico
dtl ntMO trigómino
Lemnisco esprlat
LemnÍ$QO medial
~ ~\--k- Núclieo del neM0 owlomotor
Fascicub longituónal
me,diol
Formación rMictibr
Nucleo rojo
Sustancia ntgrll
y oortioonucleares
Oecu:s.ación de los tasck:ulos
rubroe$pMlef
Abras tror\1opontina$
8
Figura 5-25 Cortes transversales del mesencéfalo. A: a nivel del colículo inferior. B: a nivel del colículo superior.
Obsérvese que los nervios trocleares se decusan por completo dentro del velo medular superior.
369
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Cortezil oerebral
Tercer véf'ltrículo
NUCleo lenticulru-
Estrfa médula,
del tálamo Cápsula interna
Núcleo caudado
Estria tetmlnal
Tálamo
Cotlculo supeñor
Nervio trocle..'lr
¡-s:::!!t";¡fi::::!!i:--f------5uroo modio
-==~~ .._______ E$tr'8s medulares
-:t-~-~-j,;;.;._---_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_- Área vestibular
-Triángulo hipogloso
Tubérculo cuneiforme - ------e Triángulo vaga!
EntrOOO. en el conducto epe1ld!mario
Tubérculo grácil
......~;;1r::::::::::--Surco medio posterior
Conducto Eapendimario
Figura 5-26 Vista posterior del tallo cerebral que muestra los dos colículos superiores e inferiores de la lámina del
techo.
370
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Sustancia negra
Fosa interpeduncular
Fibras cortiooespinales
y corticonucleares Fibras frontopontinas
Figura 5-27 Microfotografía de un corte transversal del mesencéfalo a nivel del colículo inferior. (Tinción de
Weigert.)
Lemnisco medlal
Sustancia negra
Fibras temporopontioos
Fibras c:ortiooespinaJes
y corticonucieares
Decusación de los
Fosa interpéduncular CuetpOS mamilares fascfculos rubl'O&Splnales.
Flb<as
frontopontinas
Figura 5-28 Microfotografía de un corte transversal del mesencéfalo a nivel del colículo superior. (Tinción de
Weigert.)
Los lemniscos medial, espinal y trigémino forman una banda curva posterior a la
sustancia gris, pero el lemnisco lateral no se extiende en sentido superior a este nivel
(figs. 5-25B y 5-28).
371
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El núcleo rojo (figs. 5-25B y 5-28) es una masa redondeada de sustancia gris situada
entre el acueducto cerebral y la sustancia negra. Su tono rojizo, visible en las piezas
recién obtenidas, se debe a su vascularización y a la presencia de un pigmento que
contiene hierro en el citoplasma de muchas neuronas. Las fibras aferentes alcanzan el
núcleo rojo desde: a) la corteza cerebral a través de las fibras corticoespinales, b) el
cerebelo a través del pedúnculo cerebeloso superior y c) el núcleo lenticular, los núcleos
subtalámicos e hipotalámicos, la sustancia negra y la médula espinal. Las fibras eferentes
abandonan el núcleo rojo y pasan a: a) la médula espinal a través del fascículo
rubroespinal (que se decusa conforme desciende), b) la formación reticular a través del
fascículo rubrorreticular, c) el tálamo y d) la sustancia negra.
Tabla >4 Comparac1on de dos niveles del mesencéfalo. Se indican las estructuras prmcipales a cada nivel•
Colk:uk>Ls Acueducto Colindo inftrior,sustanda F"asc:ícuk>s corticoespinal-es )' Lemni.sces laterales. trigémínos.
inforiores ctrebral nt-gra. núcleo del nervio c-orticonucleares. fuckulos e:spinales >' mediales;
troc:1-ear, núcleos temporopo,nlinos.. decusoci6n de klcS
mi.'$eocefálko.s de-IV p..v frontopo1ninos y longitudinal pedúnculos certbelosos
craneal m<'di~l superiores
Coliculos Acueducto Colicu lo superior.sustancia F'asdcuk>is corticoespinales )' Lemni.soos trigffllinoo,
superiores cerebral negra, núcleo del nervio cor1iconucleares,fasciculos espinales)' mediales
oculomotor, núdeo de frontopontinos y
Edinger-Westphal,núcleo temporoponrinos, fascículo
ro;o. mídeo mesencefálico longitudinal medial.
del V par craneal decusación del lasdcuk,
rubroespinal
La formación reticular está situada en el tegmento por fuera y detrás del núcleo rojo
(figs. 5-25B y 5-28).
El pie peduncular contiene los mismos tractos descendentes importantes (fibras
corticoespinales, corticonucleares y corticopontinas) presentes en el nivel del colículo
inferior (v. tabla 5-4).
La continuidad de los varios núcleos nerviosos craneales a través de las distintas
regiones del tallo cerebral se muestra de forma esquemática en la figura 5-29.
372
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Oculornotor
NúcktO
mesencefálico
dél trigémíno
Núcleo sensitivo
p(lnclpal del
trigémino
Núcleo
motor d el
V
lrigémino
Abducen>
Facial
Núcleos dorsales
trocleru- y vestibular
~~-~
Núcleo
del tracto
sofüatlo
NUcleo espinal
del trigémino
A B
Figura 5-29 Posición de algunos de los núcleos de los nervios craneales en el tallo cerebral. A: proyección
superficial en la cara posterior del tallo cerebral. B: cortes transversales. Los núcleos motores están señalados en
rojo y los sensitivos en azul.
NOTAS CLÍNICAS
373
ERRNVPHGLFRVRUJ
ERRNVPHGLFRVRUJ
del sistema nervioso. Estos tractos pueden resultar afectados por enfermedades
desmielinizantes, neoplasias y trastornos vasculares.
Aumento de presión en la fosa craneal posterior y su efecto sobre la médula
oblongada
La médula oblongada está situada en la fosa craneal posterior, debajo de la tienda del
cerebelo y encima del agujero magno. Está relacionado por delante con la porción
basal del hueso occipital y la parte superior de la apófisis odontoides del eje, y por
detrás con el cerebelo.
La presión intracraneal está elevada en los pacientes con tumores de la fosa craneal
posterior, y en estos casos el encéfalo (es decir, el cerebelo y la médula oblongada)
tiende a ser desplazado hacia el área de menor resistencia; se produce herniación
descendente de las amígdalas de la médula oblongada y del cerebelo a través del
agujero magno. La hernia origina síntomas como cefalea, rigidez del cuello y parálisis
de los nervios glosofaríngeo, vago, accesorio e hipogloso, debido a tracción. En esas
circunstancias, es extremadamente peligroso realizar una punción lumbar, debido
a que la retirada súbita de líquido cefalorraquídeo puede hacer que aumente la hernia
del encéfalo a través del agujero magno y que se produzca un fallo súbito de las
funciones vitales, por presión e isquemia de los núcleos de los nervios craneales
presentes en la médula oblongada.
Fenómeno de Arnold Chiari
La malformación de Arnold Chiari es una anomalía congénita en la que existe una
hernia de las amígdalas del cerebelo y la médula oblongada a través del agujero magno
en el canal vertebral (fig. 5-30). Esto origina el bloqueo de las salidas para el líquido
cefalorraquídeo en la raíz del cuarto ventrículo y produce hidrocefalia interna.
Habitualmente, se asocia con anomalías craneovertebrales o varias formas de espina
bífida. Se producen síntomas y signos relacionados con presión sobre el cerebelo y la
médula oblongada, y afectación de los cuatro últimos nervios craneales.
Trastornos vasculares de la médula oblongada
Síndrome medular lateral de Wallenberg
La parte lateral de la médula oblongada es irrigada por la arteria cerebelosa inferior
posterior, que suele ser una rama de la arteria vertebral. La trombosis de estas arterias
(fig. 5-31) produce los siguientes síntomas y signos: disfagia y disartria debidas a la
parálisis de los músculos palatinos y faríngeos ipsolaterales (inervados por el núcleo
ambiguo); analgesia y termoanestesia del lado ipsolateral de la cara (núcleo y fascículo
espinal del nervio trigémino); vértigo, náusea, vómito y nistagmo (núcleos
vestibulares); síndrome de Horner ipsolateral (fibras simpáticas descendentes); signos
cerebelosos ipsolaterales y ataxia de la marcha y de los miembros (cerebelo y
pedúnculo cerebeloso inferior), y pérdida contralateral de la sensibilidad al dolor y a la
temperatura (lemnisco espinal, fascículo espinotalámico).
374
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N ervio hipogloso
Pirámide
Figura 5-31 Corte transversal de la médula oblongada a nivel de los núcleos olivares inferiores, que muestra la
extensión de la lesión causante del síndrome medular lateral.
375
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376
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Lemnisco medial
Núcleo arcuato
Figura 5-32 Corte transversal de la médula oblongada a nivel de los núcleos olivares inferiores, que muestra la
extensión de la lesión causante del síndrome medular medial.
Muchas veces existe parálisis de la desviación ocular conjugada (afectación del núcleo
del nervio abducens y del fascículo longitudinal medial).
Cuando la hemorragia es extensa y bilateral, las pupilas pueden aparecer
«puntiformes» (afectación de las fibras simpáticas oculares); suele existir parálisis
bilateral facial y de los miembros. Es posible la poiquilotermia si el daño grave del
puente afecta a los centros termorreguladores del hipotálamo.
Infarto del puente (protuberancia)
El infarto del puente se debe habitualmente a trombosis o embolismo de la arteria
basilar o de sus ramas. Si afecta al área paramediana del puente, pueden dañarse las
vías corticoespinales, los núcleos del puente y las fibras que tienen un trayecto hasta el
cerebelo a través del pedúnculo cerebeloso medio. El infarto lateral afectará al nervio
trigémino, el lemnisco medial y el pedúnculo cerebeloso medio; también pueden
afectarse las fibras corticoespinales destinadas a los miembros inferiores.
Los cuadros clínicos mencionados se interpretarán con más claridad si se revisan los
tractos ascendentes y descendentes del encéfalo y la médula espinal (v. págs. 143 y
153).
Relevancia clínica del mesencéfalo
El mesencéfalo forma el extremo superior del tallo estrecho del encéfalo o tallo
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A B
e
Figura 5-33 Patología del mesencéfalo. A: tumor mesencefálico que bloquea el acueducto cerebral. B:
síndrome de Weber con afectación del nervio oculomotor y el pie peduncular tras la oclusión del riego
sanguíneo del mesencéfalo. C: síndrome de Benedikt con afectación del núcleo rojo y el lemnisco medial
después de la oclusión del riego sanguíneo al mesencéfalo.
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Síndrome de Benedikt
El síndrome de Benedikt (fig. 5-33C) es similar al de Weber, pero la necrosis afecta al
lemnisco medial y al núcleo rojo, con lo cual produce hemianestesia contralateral y
movimientos involuntarios en los miembros del lado opuesto.
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frente y ligero descenso de la comisura derecha de la boca. Tenía indicios claros de pérdida de audición en el
lado derecho. Las pruebas de sensibilidad revelaron alteraciones sensitivas definidas en el lado derecho de la
cara, en las áreas inervadas por las ramas maxilar y mandibular del nervio trigémino. Sobre la base de sus
conocimientos de anatomía, explique los síntomas y signos.
8. Después de un accidente de tráfico grave que produjo la muerte del conductor de uno de los vehículos, se
hizo una autopsia y se abrió el cráneo. Se encontró un hematoma subdural masivo en la fosa craneal media.
La acumulación rápida de sangre dentro del cráneo había ejercido presión sobre el encéfalo por encima de la
tienda del cerebelo. El uncus del lóbulo temporal había sido forzado hacia abajo a través del hiato en la tienda
del cerebelo. ¿Qué efecto cree usted que tuvieron estos cambios intracraneales sobre el mesencéfalo del
paciente?
9. Una niña de 3 meses es llevada por su madre al pediatra debido al tamaño grande de la cabeza. La niña era
perfectamente normal en todos los demás aspectos. La exploración confirmó que el diámetro de la cabeza
era mayor de lo normal para su edad; las fontanelas estaban agrandadas y moderadamente tensas. El cuero
cabelludo aparecía brillante, con las venas dilatadas. Los ojos eran normales, y el desarrollo mental y físico
de la paciente se encontraba dentro de los límites normales. La TC y la RM de la cabeza mostraron una
dilatación gruesa del tercer ventrículo y de los ventrículos laterales del encéfalo. ¿Qué diagnóstico haría
usted? ¿Qué posible tratamiento podría aconsejar en este caso?
10. Un joven de 20 años fue atendido por un neurólogo a causa de visión doble desde 3 meses atrás. En la
exploración, ambos ojos estaban girados en reposo hacia abajo y hacia fuera. El paciente era incapaz de
mover los ojos hacia arriba o en sentido medial. Ambos párpados superiores estaban caídos (ptosis). El
examen de las pupilas mostró que estaban dilatadas, sin respuesta a la iluminación de una de ellas. Los
movimientos y la sensibilidad faciales eran normales. No existía pérdida ni alteración de la sensibilidad en los
miembros superiores ni en los inferiores. De acuerdo con sus conocimientos de neuroanatomía, establezca
un diagnóstico y localice con exactitud el lugar de la lesión. ¿La lesión es unilateral o bilateral?
11. Un hombre de 57 años hipertenso ingresó en el hospital con diagnóstico de hemorragia del mesencéfalo,
posiblemente de una rama de la arteria cerebral posterior. La exploración física reveló parálisis en el lado
derecho del elevador del párpado superior, recto superior, recto interno, recto inferior y oblicuo inferior.
Además, la pupila derecha estaba dilatada y no respondía a la luz ni a la acomodación. El ojo izquierdo era
normal en todos los aspectos. Existía hipersensibilidad al tacto en la piel del lado izquierdo de la cara, y
pérdida de sensibilidad cutánea en la mayor parte del brazo y la pierna del lado izquierdo. La pierna izquierda
también mostró algunos movimientos retorcidos lentos espontáneos (atetosis). De acuerdo con sus
conocimientos sobre neuroanatomía, explique los signos y los síntomas que presenta este paciente.
12. Una mujer de 41 años fue diagnosticada con una lesión en el mesencéfalo. La exploración física reveló
parálisis del nervio oculomotor en el lado izquierdo (parálisis de los músculos extraoculares izquierdos,
excepto del recto externo y del oblicuo superior) y ausencia de respuesta a la luz y a la acomodación en el
lado izquierdo. Existía alguna debilidad, pero no atrofia, en los músculos de la parte inferior de la cara y de la
lengua en el lado derecho. Se observaban signos de parálisis espástica en el brazo y en la pierna del lado
derecho. Sin pérdida de sensibilidad en ningún lado de la cabeza, el tronco o los miembros. De acuerdo con
sus conocimientos de neuroanatomía, localice con precisión la lesión en el mesencéfalo de esta paciente.
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asimetría de los movimientos del paladar blando, y ronquera con parálisis de los músculos laríngeos. La
parte craneal del nervio accesorio se distribuye dentro del nervio vago, por lo que no es posible poner a
prueba este nervio solo. La porción espinal del nervio accesorio que inerva el esternocleidomastoideo y el
trapecio nace de la médula espinal y, por tanto, no resulta afectada por los tumores de la médula oblongada.
La afectación del nervio hipogloso se prueba por la presencia de atrofia, fasciculaciones y parálisis en una
mitad de la lengua.
2. a) La malformación caracterizada por la localización del cerebelo y la médula oblongada en la porción
cervical del canal vertebral se conoce como malformación de Arnold Chiari. b) Sí. La hidrocefalia es
habitual en esta condición. La hidrocefalia se puede deber a distorsión o malformación de las aberturas en el
techo del cuarto ventrículo, que en condiciones normales permiten la salida de líquido cefalorraquídeo hacia
el espacio subaracnoideo. c) Sí. Esta malformación se acompaña habitualmente de un mielocele. No se
conoce con exactitud la razón, aunque varios investigadores creen que el mielocele es la causa primaria, y
que fija la parte inferior de la médula espinal a los tejidos adyacentes durante la época en la que se produce el
crecimiento desproporcionado de la médula espinal y la columna vertebral. Esta anomalía tiraría de la médula
oblongada y el cerebelo en dirección inferior a través del agujero magno hacia el canal vertebral.
3. El paciente está sufriendo una trombosis de la arteria cerebelosa posteroinferior o de la arteria vertebral del
lado derecho. El vértigo se debe a la afectación del cerebelo o de los núcleos vestibulares. Las sensaciones
cutáneas de calor y dolor se deben a la participación del fascículo espinal y del núcleo del nervio trigémino
en el lado derecho. El movimiento anómalo del paladar blando y la fijación de la cuerda vocal derecha se
deben a participación del núcleo del vago y del nervio accesorio en el lado derecho. La ptosis, el enoftalmos
y la miosis (síndrome de Horner) se deben a participación de las fibras descendentes de la parte simpática
del sistema nervioso autónomo. La desviación de la lengua a la derecha está causada por la afectación del
núcleo hipogloso derecho (está paralizado el músculo geniogloso). La pérdida de la sensibilidad al dolor y a la
temperatura en el lado izquierdo del cuerpo se debe a la afectación de los fascículos espinotalámicos laterales
ascendentes. Este síndrome clínico característico se debe a la interrupción del aporte arterial a un área
cuneiforme de la porción posterolateral de la médula oblongada y de la superficie inferior del cerebelo.
4. Los pares craneales IX y X y la porción craneal del XI emergen desde la médula oblongada por un surco
entre las olivas y los pedúnculos cerebelosos inferiores.
5. Más tarde, se encontró que esta niña de 10 años tenía un astrocitoma del puente. La paresia facial unilateral
derecha, junto con la debilidad del músculo recto lateral externo del ojo derecho, se debían a la afectación
por el tumor de los núcleos de los nervios facial y abducens derechos. La ausencia de paresia de la cara
indicó que el núcleo sensitivo principal del nervio trigémino estaba intacto en ambos lados. La debilidad en
los movimientos del brazo izquierdo y la pierna izquierda se debía a la afectación de las fibras
corticoespinales en el puente. (Recuérdese que la mayoría de esas fibras cruzan al lado opuesto en la
decusación de las pirámides, en la médula oblongada.)
6. Las pupilas «puntiformes» indican que los músculos constrictores pupilares están fuertemente contraídos, y
que los músculos dilatadores pupilares están paralizados. Los músculos dilatadores pupilares están inervados
por las fibras simpáticas que descienden a través del puente (en posición no conocida con exactitud) hasta
los cordones grises laterales de la porción torácica de la médula espinal. Aquí las fibras establecen sinapsis y
se produce la eferencia simpática dorsolumbar.
7. La sordera y el vértigo se debían a lesiones en los núcleos coclear y vestibular en la parte superior del
puente. La visión doble (diplopía) está producida por la afectación del núcleo del nervio abducens en el lado
derecho del puente. La historia de cefalea intensa y vómito se debía a la elevación progresiva de la presión
intracraneal causada por un tumor del puente. La parálisis facial unilateral derecha se debía a la afectación
del núcleo del nervio facial derecho. La afectación sensitiva de la piel de las porciones media e inferior del
lado derecho de la cara se debía a la afectación tumoral del núcleo sensitivo principal del nervio trigémino
derecho.
8. El uncus herniado y la hemorragia subdural causaron la compresión del pie peduncular del mesencéfalo
contra el borde afilado de la tienda del cerebelo. La distorsión del mesencéfalo causaba estenosis del
acueducto cerebral, elevando todavía más la presión supratentorial por bloqueo del paso del líquido
cefalorraquídeo desde el tercero al cuarto ventrículo. En estas circunstancias, puede producirse una
hemorragia grave dentro del mesencéfalo y afectar a los núcleos de los nervios craneales tercero y cuarto, y
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PREGUNTAS DE REVISIÓN
Instrucciones: cada uno de los apartados numerados en esta sección se acompaña de respuestas.
Seleccione la letra de la respuesta CORRECTA.
1. Las frases siguientes se aplican a la superficie anterior de la médula oblongada:
(a) Las pirámides se afinan en su porción inferior y dan lugar a la decusación de las pirámides.
(b) En cada lado de la línea media existe una tumefacción ovoide llamada oliva, que contiene las fibras
corticoespinales.
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Instrucciones: empareje las preguntas. Las preguntas siguientes se aplican a la figura 5-34. Empareje
los números listados a la izquierda con las letras apropiadas enumeradas a la derecha. Cada letra
puede seleccionarse una vez, más de una vez o nunca.
8. Número 1 (a) Pedúnculo cerebeloso inferior
9. Número 2 (b) Lemnisco medial
10. Número 3 (c) Núcleo hipogloso
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Figura 5-34 Microfotografía del corte transversal de la médula oblongada. (Tinción de Weigert.)
(e) El núcleo del nervio troclear está situado dentro del mesencéfalo a nivel del colículo superior.
16. Las frases siguientes se aplican a la superficie posterior del puente (protuberancia):
(a) En posición lateral al surco medio existe una tumefacción alargada conocida como eminencia lateral.
(b) El colículo facial está producido por la raíz del nervio facial que gira alrededor del núcleo del nervio
abducens.
(c) El piso de la parte inferior del surco limitante está pigmentado y se conoce como sustancia ferruginosa.
(d) El área vestibular ocupa una posición medial al surco limitante.
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Figura 5-35 Microfotografía del corte transversal del puente (protuberancia). (Tinción de Weigert.)
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(b) La parte simpática del núcleo del nervio oculomotor se conoce como núcleo de Edinger Westphal.
(c) El núcleo del nervio oculomotor se localiza en situación posterior al acueducto cerebral.
(d) Las fibras nerviosas del núcleo del nervio oculomotor pasan a través del núcleo rojo.
(e) El núcleo del nervio oculomotor está situado cerca del fascículo longitudinal lateral.
Instrucciones: empareje las preguntas. Las preguntas siguientes se aplican a la figura 5-36. Empareje
los números listados a la izquierda con las letras apropiadas enumeradas a la derecha. Cada letra
puede seleccionarse una vez, más de una vez o nunca.
31. Número 1 (a) Fascículo longitudinal medial
32. Número 2 (b) Colículo inferior
33. Número 3 (c) Lemnisco medial
34. Número 4 (d) Núcleo del nervio troclear
35. Número 5 (e) Nada de lo anterior
36. Número 6
Instrucciones: cada historia clínica continúa con preguntas. Seleccione la MEJOR respuesta.
Un hombre de 63 años fue atendido por un neurólogo a causa de dificultad para deglutir, ronquera leve y
vértigos, que habían aparecido de forma brusca 4 días antes. La exploración física reveló pérdida del reflejo
nauseoso faríngeo en el lado izquierdo, analgesia facial izquierda y parálisis de la cuerda vocal izquierda.
37. Sobre la base de la historia clínica y los resultados de la exploración física, seleccione el diagnóstico más
probable.
(a) Un tumor meníngeo en el lado derecho de la fosa craneal posterior.
(b) Síndrome medular lateral en el lado izquierdo.
(c) Síndrome medular medial en el lado izquierdo.
(d) Síndrome medular lateral en el lado derecho.
(e) Síndrome medular medial en el lado derecho.
Una niña de 7 años fue atendida por un neurólogo debido a que presentaba visión doble. La exploración física
cuidadosa reveló que la diplopía empeoraba al mirar hacia la izquierda. También existían signos de parálisis
motora leve en el miembro inferior derecho sin espasticidad. Ligera parálisis facial en todo el lado izquierdo de
la cara.
38. Sobre la base de la historia clínica y la exploración física, podrían existir los siguientes defectos
neurológicos, excepto:
(a) Visión doble por paresia del músculo recto externo izquierdo.
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(b) Parálisis facial completa del lado izquierdo por afectación del VII par craneal o de su nervio.
(c) Hemiparesia derecha leve por daño del fascículo corticoespinal en el lado derecho.
(d) Una RM reveló la presencia de un tumor de la parte inferior del puente en el lado izquierdo.
(e) Daño del núcleo del VI par craneal izquierdo.
Una mujer de 42 años fue atendida por su médico a causa de una cefalea intensa persistente. Al principio, el
dolor de cabeza no era continuo y solía aparecer durante la noche, pero posteriormente persistía en todo
momento y afectaba a toda la cabeza. Recientemente, apareció náusea con varios episodios de vómito. La
semana anterior la paciente notó al mirarse al espejo que la pupila derecha era mucho mayor que la izquierda. El
párpado superior derecho parecía caído.
39. La exploración física reveló los siguientes signos más probables, excepto:
(a) Debilidad al levantar el párpado derecho.
(b) Ptosis marcada del ojo derecho.
(c) Dilatación evidente de la pupila derecha.
(d) El examen oftalmoscópico reveló edema de papila bilateral.
(e) Ausencia de parálisis del músculo oblicuo superior en ambos lados.
(f) La exploración de los miembros inferiores reveló espasticidad ligera de los músculos del miembro inferior
izquierdo.
(g) También existía ataxia del miembro superior derecho.
(h) Pérdida de la sensación del gusto en el tercio posterior de la lengua del lado izquierdo.
40. La combinación de la historia clínica y los hallazgos de la exploración física permitieron al médico establecer
el siguiente diagnóstico más probable.
(a) Tumor con afectación del hemisferio cerebral izquierdo.
(b) Tumor con afectación del lado derecho del mesencéfalo a nivel de los colículos superiores.
(c) Jaqueca intensa.
(d) Hemorragia cerebral con afectación del hemisferio cerebral izquierdo.
(e) Tumor en el lado izquierdo del mesencéfalo.
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vestibulares (v. fig. 5-14). A. La formación reticular en la parte superior de la médula oblongada consiste en
una mezcla de fibras nerviosas y células nerviosas pequeñas. B. El núcleo ambiguo constituye el núcleo
motor de los nervios glosofaríngeo, vago y porción craneal del accesorio. D. El fascículo longitudinal medial
es un haz de fibras ascendentes y descendentes situado posterior al lemnisco medial a cada lado de la línea
media (v. fig. 5-14). E. El pedúnculo cerebeloso inferior conecta la médula con el cerebelo.
5. B es correcta. En el síndrome de Arnold Chiari pueden estar bloqueadas las salidas en el techo del cuarto
ventrículo (v. pág. 217). A. Es una anomalía congénita. C. La amígdala del cerebelo se puede herniar a
través del agujero magno (v. fig. 5-30). D. El síndrome de Arnold Chiari se acompaña habitualmente de
varias formas de espina bífida. E. Es peligroso realizar una punción lumbar en esta situación (v. pág. 217).
6. D es correcta. El síndrome medular medial está causado habitualmente por trombosis de una rama de la
arteria vertebral para la médula oblongada (v. pág. 218). A. La lengua está paralizada en el lado ipsolateral (v.
pág. 218). B. Existe hemiplejía contralateral. C. Existe alteración contralateral de las sensaciones de posición
y movimiento. E. No existe parálisis facial.
7. B es correcta. En el síndrome medular lateral se puede dañar el núcleo ambiguo del mismo lado (v. pág.
217). A. El trastorno puede estar causado por trombosis de la arteria cerebelosa inferior posterior. C. Pueden
existir analgesia y termoanestesia en el lado ipsolateral de la cara. D. Pueden aparecer hipoalgesia y
termoanestesia ipsolaterales del tronco y las extremidades. E. Usualmente, no se producen convulsiones.
8. C es correcta.
9. E es correcta. La estructura es el fascículo longitudinal medial.
10. B es correcta.
11. E es correcta. La estructura es el núcleo olivar inferior.
12. D es correcta.
13. A es correcta.
14. C es correcta. La arteria basilar está situada en un surco central sobre la cara anterior del puente
(protuberancia) (v. página 206). A. El nervio trigémino emerge en la superficie anterior del puente. B. El
nervio glosofaríngeo emerge en la cara anterior de la médula oblongada, en el surco entre la oliva y el
pedúnculo cerebeloso inferior (v. fig. 5-9). D. Las fibras nerviosas en la cara anterior del puente convergen
lateralmente para formar el pedúnculo cerebeloso medio. E. El puente forma la mitad superior del piso del
cuarto ventrículo (v. fig. 5-18).
15. A es correcta. El núcleo rojo está situado dentro del mesencéfalo (v. fig. 5-25). B. El colículo facial está
situado en la parte caudal del puente (v. fig. 5-18). C. El núcleo motor del nervio trigémino está situado
dentro de la parte craneal del puente (v. fig. 5-20). D. El núcleo del nervio abducens está situado dentro de la
parte caudal del puente (v. fig. 5-19). E. El núcleo del nervio troclear está situado dentro del mesencéfalo a
nivel del colículo inferior (v. fig. 5-25).
16. B es correcta. En la superficie posterior del puente se encuentra el colículo facial, producido por la raíz del
nervio facial que tiene un trayecto alrededor del núcleo del nervio abducens (v. fig. 5-19). A. La eminencia
medial es una tumefacción alargada lateral al surco medio (v. figura 5-26). C. El piso de la porción superior
del surco limitante está pigmentado y se conoce como sustancia ferruginosa (v. figura 5-18). D. El área
vestibular está situada lateral al surco limitante (v. fig. 5-18). E. El cerebelo está situado posterior al puente.
17. A es correcta. Los núcleos pontinos están situados entre las fibras transversas pontinas (v. fig. 5-12). B. Los
núcleos vestibulares están situados en posición lateral al núcleo del nervio abducens (v. fig. 5-19). C. El
cuerpo trapezoide está constituido por fibras derivadas de los núcleos cocleares y los núcleos del cuerpo
trapezoide (v. pág. 208). D. El tegmento es la parte del puente posterior al cuerpo trapezoide. E. El fascículo
longitudinal medial está situado debajo del piso del cuarto ventrículo a ambos lados de la línea media (v. fig.
5-19).
18. C es correcta. En el puente, los haces de fibras corticopontinas están situados entre las fibras transversas
pontinas (v. fig. 5-19). A. El núcleo motor del nervio trigémino está situado en posición medial al núcleo
sensitivo principal en el techo del puente (v. figura 5-20). B. En la parte craneal del puente, el lemnisco
medial ha rotado de forma que su eje longitudinal es transversal (v. fig. 5-20). D. El fascículo longitudinal
medial es la vía principal que conecta los núcleos vestibulares y cocleares con los núcleos que controlan los
músculos extraoculares (núcleos de los nervios oculomotor, troclear y abducens). E. La raíz motora del
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LECTURAS RECOMENDADAS
Brazis, P. W., Masdeu, J. C., and Biller, J. Localization in Clinical Neurology (2nd ed.). Boston: Little, Brown,
1990.
Brodal, A. Neurological Anatomy in Relation to Clinical Medicine (3rd ed.). New York: Oxford University Press,
1981.
Crosby, E. C., Humphrey, T., and Lauer, E. W. Correlative Anatomy of the Nervous System. New York:
Macmillan, 1962.
Goetz, C. G. Textbook of Clinical Neurology. Philadelphia: Saunders, 2003.
Martin, J. H. Neuroanatomy: Text and Atlas (2nd ed.). Stamford, CT: Appleton & Lange, 1996.
Patten, J. P. Neurological Differential Diagnosis. London: Harold Stark, 1980.
Paxinos, G. The Human Nervous System. San Diego: Academic Press, 1990.
Rowland, L. P. (ed.). Merritt's Textbook of Neurology (10th ed.). Philadelphia: Lippincott Williams & Wilkins,
2000.
Snell, R. S. Clinical Anatomy by Regions (8th ed.). Philadelphia: Lippincott Williams & Wilkins, 2008.
Snell, R. S. Clinical Anatomy by Systems. Philadelphia: Lippincott Williams & Wilkins, 2007.
Standring, S. (ed.). Gray's Anatomy (39th Br. ed.). London: Elsevier Churchill Livingstone, 2005.
Walton, J. N. Brain's Diseases of the Nervous System (9th ed.). New York: Oxford University Press, 1984.
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CAPÍTULO 6
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Capa molecular
La capa molecular contiene dos tipos de neuronas: las células estrelladas externas y las
células en cesta internas (fig. 6-4). Estas neuronas se hallan diseminadas entre
arborizaciones dendríticas y numerosos axones finos que tienen un trayecto paralelo al
eje largo de las láminas. Entre esas estructuras se encuentran células neurogliales.
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V
Velo medular superior
íngula
Pedúnculo cerebral ulo central
ulmen
Fisura prima o primaria
Nervio oculomotor Declive
Lámina
Puente (protuberancia)
Fisura horizontal
Cavidad del
cuarto ventriculo - \--- " - ---¼~--!!, ··'
Techo del cuarto
ventriculo y Túber
plexo coroideo
Nódulo
Pirámide
Figura 6-1 Corte sagital a través del tallo cerebral y el vermis del cerebelo.
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A Fisura horizontal
úvula
Lobulillo digástrico
Pirámide
Túber
B
Figura 6-2 Cerebelo. A: vista superior. B: vista inferior.
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Lóbulo
Lc_:_____ ___~:+_:::____
-J
..=:=::::::\~\ - - Lobulillo semilunar
superior
medio Túber
1
1
Pirámide
1 • Lobul1ll o digástrico
Lóbulo
ffoculonodular
I I ~----r-- Úvula
'---1 . . . r - - - = = - . . , . . ~ A mlgdala
Fisura uvulonodular '-----"
- - - - - -Nódulo "---.__ Floculo
A
B
Figura 6-3 A: vista aplanada de la corteza cerebelosa que muestra los principales lóbulos primarios, lóbulos
secundarios o lobulillos y fisuras del cerebelo. B: relación entre el esquema de (A) y el cerebelo.
Capa granular
La capa granular está llena de células pequeñas con núcleos intensamente teñidos y
citoplasma escaso (figs. 6-4 y 6-5). Cada célula da lugar a cuatro o cinco dendritas con
terminaciones en forma de garra, que establecen contacto sináptico con fibras musgosas
(v. pág. 236). El axón de cada célula granulosa pasa a la capa molecular, donde se bifurca
en forma de T, de modo que las ramas tienen un trayecto paralelo al eje largo de la
lámina cerebelosa (fig. 6-4). Estas fibras, conocidas como fibras paralelas, son
perpendiculares a las prolongaciones dendríticas de las células de Purkinje. La mayoría
de las fibras paralelas establecen contactos sinápticos con las prolongaciones espinosas de
las dendritas de las células de Purkinje. Se encuentran células neurogliales diseminadas
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por esta capa. Las células de Golgi están distribuidas por la capa granular (fig. 6-4). Sus
dendritas se ramifican en la capa molecular, y sus axones terminan dividiéndose en ramas
que forman sinapsis con las dendritas de las células granulares (fig. 6-5).
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Célula granulosa
Célula de Golgi
Célula estrellada
corteza cerebelosa
Capa molecular
Celula de Purkilje
... Capa de células
de Pvrkinje
Capa granular
Sustancia blanca
.:·
IUL--- Fibra trepadora
Cékila 1
1 Fibra musgosa
encesta I
/
...
' .I
___ _w
-i-- - /
/
Núcleos cerebelosos
Figura 6-4 Organización celular de la corteza cerebelosa. Obsérvense las fibras aferentes y eferentes.
/ . Capa molecular
f ' • • •
•
• • •
i
..,,.• .. •• I
Célula de Purkinje
--- • ~~
Figura 6-5 Microfotografía de un corte transversal de una lámina cerebelosa que muestra las tres capas de la
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Núcleos intracerebelosos
Existen cuatro masas de sustancia gris incluidas en la sustancia blanca del cerebelo a cada
lado de la línea media (fig. 6-7). De la parte lateral a la medial, estos núcleos se conocen
como dentado, emboliforme, globoso y del fastigio.
El núcleo dentado es el más grande de los núcleos cerebelosos. Tiene la forma de una
bolsa fruncida, con la abertura en sentido medial (fig. 6-7). El interior de la bolsa está
lleno de sustancia blanca constituida por fibras eferentes que dejan el núcleo a través de
la abertura para formar una parte grande del pedúnculo cerebeloso superior.
El núcleo emboliforme es oval y está situado medial al núcleo dentado, cubriendo
parcialmente su hilio (fig. 6-7).
El núcleo globoso consiste en uno o más grupos redondeados de células, en posición
medial al núcleo emboliforme (fig. 6-7).
El núcleo del fastigio se sitúa cerca de la línea media en el vermis y cerca del techo
del cuarto ventrículo; es más grande que el núcleo globoso (fig. 6-7).
Los núcleos intracerebelosos están compuestos de neuronas grandes multipolares, con
dendritas ramificadas simples. Los axones forman la salida cerebelosa en los pedúnculos
cerebelosos superiores e inferiores.
Sustancia blanca
En el vermis existe una pequeña cantidad de sustancia blanca; recuerda íntimamente al
tronco y las ramas de un árbol y, por tanto, se conoce como el árbol de la vida (figura
6-1). Existe una gran cantidad de sustancia blanca en cada uno de los hemisferios
cerebelosos.
La sustancia blanca está constituida por tres grupos de fibras: a) intrínsecas, b)
aferentes y c) eferentes.
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Las fibras intrínsecas no salen del cerebelo sino que conectan diferentes regiones del
órgano. Algunas conectan láminas de la corteza cerebelosa y el vermis del mismo lado;
otras conectan los dos hemisferios cerebelosos, el uno con el otro.
Las fibras aferentes forman la mayor parte de la sustancia blanca y continúan hasta la
corteza cerebelosa. Penetran en el cerebelo principalmente a través de los pedúnculos
cerebelosos inferiores y medios.
Las fibras eferentes constituyen la salida del cerebelo y comienzan como axones de
las células de Purkinje de la corteza cerebelosa. La gran mayoría de los axones de las
células de Purkinje llegan a las neuronas de los núcleos cerebelosos y establecen sinapsis
con ellas (del fastigio, globoso, emboliforme y dentado). Los axones de las neuronas
salen después del cerebelo. Unos pocos axones de las células de Purkinje en el lóbulo
floculonodular y en partes del vermis evitan los núcleos cerebelosos y abandonan el
cerebelo sin establecer sinapsis.
Nüeleo del fastigio Nüeleo globoso
Núcleo embolíforme
Nüeleo dentado
Hemisferio cerebelo.so
Puente (protuberancia)
Las fibras de los núcleos dentado, emboliforme y globoso salen del cerebelo a través
del pedúnculo cerebeloso superior. Las fibras del núcleo del fastigio salen a través del
pedúnculo cerebeloso inferior.
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básicos han sido atribuidos a la corteza del cerebelo. Las fibras trepadoras y las musgosas
constituyen las dos líneas principales de entrada en la corteza, y tienen un efecto
excitador sobre las células de Purkinje (fig. 6-8).
Las fibras trepadoras son las fibras terminales de los fascículos olivocerebelosos (fig.
6-8). Reciben ese nombre debido a que ascienden a través de las capas de la corteza
como una enredadera por un árbol. Pasan a través de la capa granular de la corteza y
terminan dividiéndose repetidamente en la capa molecular. Cada fibra trepadora se
enrolla alrededor de las dendritas de una célula de Purkinje y establece gran número de
contactos sinápticos con ella. Una única neurona de Purkinje establece contacto
sináptico con una sola fibra trepadora. Sin embargo, una fibra trepadora establece
contacto con 1 a 10 neuronas de Purkinje. Cada fibra trepadora origina unas pocas ramas
laterales y forma sinapsis con las células estrelladas y las células en cesta.
Las fibras musgosas son las fibras terminales de todos los demás tractos aferentes
cerebelosos. Tienen múltiples ramas, y ejercen un efecto excitador mucho más difuso.
Una sola fibra musgosa puede estimular miles de células de Purkinje a través de las
células granulosas (fig. 6-8). Así pues, ¿cuál es la función de las células restantes de la
corteza cerebelosa, como las células estrelladas, en cesta y de Golgi? La investigación
neurofisiológica con empleo de microelectrodos, indica que actúan como interneuronas
inhibidoras. Se cree que no sólo limitan el área de la corteza excitada sino que influyen
en el grado de excitación de las células de Purkinje producida por las fibras trepadoras y
musgosas. Por este medio, los impulsos inhibidores fluctuantes son transmitidos por las
células de Purkinje hasta los núcleos intracerebelosos, los cuales modifican a su vez la
actividad muscular por medio de las áreas de control motor del tallo cerebral y la corteza
cerebral. En este sentido, se puede afirmar que las células de Purkinje forman el centro
de una unidad funcional de la corteza cerebelosa.
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Corteza cerebelosa
Capa granular
/
, 1
1 1
1 1 Sustancia blanca
1 1
1 1
1 1 ........
1 1
/ 1 1
___
____
'-
.,,.,,,..
/
I
I
I
/
I 1
I
....,.. _,/
t/ I
Fibra musgosa
t -
- - - - -Fibra trepadora
' Núcleo cerebeloso
Figura 6-8 Organización funcional de la corteza cerebelosa. Las flechas indican la dirección de los impulsos
nerviosos.
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Pedúnculos cerebelosos
El cerebelo está relacionado con otras partes del sistema nervioso central por numerosas
fibras eferentes y aferentes, agrupadas a cada lado en tres grandes fascículos o
pedúnculos (fig. 6-9). Los pedúnculos cerebelosos superiores conectan el cerebelo con el
mesencéfalo, los pedúnculos cerebelosos medios conectan el cerebelo con el puente
(protuberancia) y los pedúnculos cerebelosos inferiores conectan el cerebelo con la
médula oblongada.
Vía corticopontocerebelosa
Las fibras corticopontinas nacen de células nerviosas en los lóbulos frontal, parietal,
temporal y occipital de la corteza cerebral, y descienden a través de la corona radiada y
la cápsula interna para terminar en los núcleos pontinos (fig. 6-10). Los núcleos pontinos
dan lugar a las fibras transversas pontinas, que cruzan la línea media y penetran en el
hemisferio cerebeloso opuesto como pedúnculo cerebeloso medio (v. figs. 5-13 a 5-15).
Vía cerebroolivocerebelosa
Las fibras corticoolivares nacen de células nerviosas de los lóbulos frontal, parietal,
temporal y occipital de la corteza cerebral, y descienden a través de la corona radiada y
la cápsula interna para terminar bilateralmente en los núcleos olivares inferiores (fig. 6-
10). Los núcleos olivares inferiores dan lugar a fibras que cruzan la línea media y
penetran en el hemisferio cerebeloso opuesto a través del pedúnculo cerebeloso inferior.
Estas fibras terminan como fibras trepadoras en la corteza cerebelosa.
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Nervio óptico
_, . Puente (protuberancia)
Nervio trigémino
- - - Nervio vestibulococlear
Nervio abducens
Pirámide
\$
-
Pedúnculo cerebeloso infenor
1
,A
1 Rafz espinal del nervio accesorio
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Vla
conicOPQntocerebelosa
Vla
cortlcorreticulooerebelosa - - - ;";--'..,,,~
Vla
cortk:oolivocerebetosa
Núcleos d el puente
Formación reticular
Figura 6-10 Fibras aferentes cerebelosas desde la corteza cerebral. Los pedúnculos cerebelosos se muestran
como líneas de puntos ovaladas.
Vía cerebrorreticulocerebelosa
Las fibras corticorreticulares proceden de células nerviosas de muchas áreas de la corteza
cerebral, en particular de las áreas sensitivas motoras. Descienden para terminar en la
formación reticular del mismo lado, y en el lado opuesto en el puente (protuberancia) y la
médula oblongada (fig. 6-10). Las células de la formación reticular dan lugar a las fibras
reticulocerebelosas que penetran en el hemisferio cerebeloso del mismo lado a través de
los pedúnculos cerebelosos inferior y medio.
Esta conexión entre el cerebro y el cerebelo es importante para el control del
movimiento voluntario. La información respecto al inicio del movimiento en la corteza
cerebral es transmitida probablemente al cerebelo, de forma que el movimiento pueda ser
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Médula oblo~
VI
o NllC~ cuneiforme
Nervio vestibular
FasclcUIO 8$1)1nocerebeloso
ant8'1or (mayorlá de las fibras}
Médula esplnat
Figura 6-11 Fibras aferentes cerebelosas desde la médula espinal y el oído interno. Los pedúnculos cerebelosos
se muestran como líneas de puntos ovaladas.
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Furu:·lón Ort.gtn
""'
Cor1icopon10<:erebelo;.., 'fr.m.-smite e1 control desde Lóbulo!;, frontal.parietal,
Ol..~lltlO
Fascículo cuneocerebeloso
Estas fibras se originan en el núcleo cuneiforme de la médula oblongada, y entran en el
hemisferio cerebeloso del mismo lado a través del pedúnculo cerebeloso inferior (fig. 6-
10). Las fibras terminan como fibras musgosas en la corteza cerebelosa. También se
forman ramas colaterales que terminan en los núcleos cerebelosos profundos. El
fascículo cuneocerebeloso recibe información muscular y articular desde los husos
musculares, los órganos tendinosos y los receptores articulares del miembro superior y de
la parte superior del tórax.
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Corteza cerebral
Abras
corticoesplnales
~) Vía dentotalámlca
PedúnculO
CélébelOSO medio / vra fastlgiovestibular
PedúnculO
cerebefoso Inferior vra rast1g1orre11ctAar
Formación retlcuJar NúelEO VBStlbUla<
1
Fascfcuio cortlceesplnal íl : ~ - -IFascfculo vestblloespi41al
Figura 6-12 Fibras eferentes cerebelosas. Los pedúnculos cerebelosos se muestran como líneas de puntos
ovaladas.
Vía globosoemboliformerubral
Los axones de las neuronas de los núcleos globoso y emboliforme tienen un trayecto a
través del pedúnculo cerebeloso superior y cruzan la línea media al lado opuesto en la
decusación de los pedúnculos cerebelosos superiores (fig. 6-12). La fibras terminan
en sinapsis con células del núcleo rojo contralateral, que dan lugar a los axones del
fascículo rubroespinal (fig. 6-12). Así pues, parece ser que esta vía cruza dos veces,
una en la decusación del pedúnculo cerebeloso superior y otra en el fascículo
rubroespinal cerca de su origen. De esa manera, los núcleos globoso y emboliforme
influyen en la actividad motora en el mismo lado del cuerpo.
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Vía dentotalámica
Los axones de las neuronas del núcleo dentado tienen un trayecto a través del pedúnculo
cerebeloso superior y cruzan la línea media hasta el lado opuesto en la decusación del
pedúnculo cerebeloso superior (fig. 6-12). Las fibras terminan en sinapsis con las
células del núcleo ventrolateral del tálamo contralateral. Los axones de las neuronas
talámicas ascienden a través de la cápsula interna y la corona radiada y terminan en el
área motora primaria de la corteza cerebral. El núcleo dentado puede influir por esa vía
en la actividad motora, al actuar sobre las motoneuronas en la corteza cerebral opuesta;
los impulsos procedentes de la corteza motora son transmitidos a niveles segmentarios
espinales a través del fascículo corticoespinal. Hay que recordar que la mayoría de las
fibras del fascículo corticoespinal cruzan al lado opuesto en la decusación de las
pirámides o más tarde en los niveles segmentarios espinales. Así pues, el núcleo dentado
es capaz de coordinar la actividad muscular en el mismo lado del cuerpo.
Vía fastigiovestibular
Los axones de las neuronas del núcleo del fastigio tienen un trayecto a través del
pedúnculo cerebeloso inferior y terminan mediante proyección en las neuronas del
núcleo vestibular lateral en ambos lados (fig. 6-12). Recuérdese que los axones de
algunas células de Purkinje se proyectan directamente al núcleo vestibular lateral. Las
neuronas del núcleo vestibular lateral forman el fascículo vestibuloespinal. El núcleo
del fastigio ejerce una influencia facilitadora principalmente sobre el tono muscular
extensor ipsolateral.
Vía fastigiorreticular
Los axones de las neuronas del núcleo del fastigio tienen un trayecto a través del
pedúnculo cerebeloso inferior y terminan en sinapsis con neuronas de la formación
reticular (fig. 6-12). Los axones de esas neuronas influyen en la actividad motora
segmentaria espinal a través del fascículo reticuloespinal. Las vías cerebelosas eferentes
se resumen en la tabla 6-2.
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eferencia del vermis se proyecta en el núcleo del fastigio, las regiones intermedias de la
corteza se proyectan en los núcleos globoso y emboliforme, y la salida de la parte lateral
del hemisferio cerebeloso se proyecta en el núcleo dentado. Los axones de unas pocas
células de Purkinje salen directamente del cerebelo y terminan en el núcleo vestibular
lateral del tallo cerebral. Actualmente se cree que los axones de Purkinje ejercen una
influencia inhibidora sobre las neuronas de los núcleos cerebelosos y los núcleos
vestibulares laterales.
La eferencia cerebelosa es conducida a los sitios de origen de las vías descendentes
que influyen en la actividad motora en el nivel espinal segmentario. A este respecto, el
cerebelo no tiene conexiones neuronales di rectas con las motoneuronas inferiores, pero
ejerce su influencia indirectamente a través de la corteza cerebral y el tallo cerebral.
Los fisiólogos han postulado que el cerebelo funciona como coordinador de los
movimientos precisos mediante la comparación continua de la salida del área motora de
la corteza cerebral con la información propioceptiva recibida del sitio de acción muscular;
de este modo, el cerebelo es capaz de introducir los ajustes necesarios al influir en la
actividad de las motoneuronas inferiores (fig. 6-13). Esto se consigue mediante el control
del tiempo y la secuencia de activación de las motoneuronas β y γ. También se cree que
el cerebelo puede enviar información retrógrada a la corteza cerebral motora para inhibir
los músculos agonistas y estimular los antagonistas, con lo que limita la extensión del
movimiento voluntario.
~O\'eslibular lnllU),"e en el tono mUS(\113.J Nócleo del fMtigio Prindpalmenc.e.a los núcleos \"tStibulrues
exteMC>r ip,solateral ipsoll'ttero.les y l3teml eontralrueral: f3scfculo
\'estibuloespinal h3sta las moc:oneuroNS
il)50'3teraJes en la méduh) espinal
F-'asti_gjoneticular Influye en el tooo muscular Núcleo del fastigio Uast) las neuronas de formaet6n reticular,
ipsolateral fascicuk> reciculoespinal a las motoneurona.s
il)$0latero.Jes en la médula (.'Sf)iMI
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Retroalimentación
NOTAS CLÍNICAS
Consideraciones generales
Cada hemisferio cerebeloso está conectado por vías nerviosas principalmente con el
mismo lado del cuerpo; así pues, una lesión en un hemisferio cerebeloso da lugar a
signos y síntomas limitados al mismo lado del cuerpo. Las conexiones principales
del cerebelo se resumen en la figura 6-14.
La función esencial del cerebelo es coordinar mediante una acción sinérgica toda la
actividad muscular refleja y voluntaria. Así pues, el cerebelo gradúa y armoniza el tono
muscular y mantiene la postura corporal normal. Permite que los movimientos
voluntarios, como la marcha, sean suaves, con precisión y economía del esfuerzo.
Aunque el cerebelo desempeña un papel importante en la actividad muscular
esquelética, no es capaz de iniciar el movimiento voluntario.
Signos y síntomas de la enfermedad cerebelosa
Aunque se ha destacado la importancia del cerebelo en el mantenimiento del tono
muscular y la coordinación del movimiento, conviene recordar que los síntomas y
signos de la lesión aguda difieren de los producidos por lesiones crónicas. Las lesiones
agudas producen síntomas y signos intensos y súbitos, pero existen indicios clínicos
considerables para aceptar que los pacientes pueden recuperarse por completo después
de lesiones cerebelosas grandes. Esto sugiere la posibilidad de que otras áreas del
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Lóbulo frontol
Fasciculo
dentotnlámlco
Fasc:k:ulo rubroespinal
Cerebelo
Figura 6-14 Algunas de las conexiones principales del cerebelo. Los pedúnculos cerebelosos se muestran
como líneas de trazos ovaladas.
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nacimiento, y que tenía el pie zambo. También presentaba escoliosis, y estaba siendo tratada por un cirujano
ortopédico. A la madre le preocupaban especialmente las alteraciones de la hija debido a que otros miembros
de la familia presentaban signos y síntomas similares.
En la exploración física, la niña presentaba una marcha tambaleante con tendencia a desviarse a la derecha.
Temblor intencional en el brazo y la pierna del lado derecho. Al probar la fuerza de los músculos de los
miembros, los de la pierna derecha eran más débiles que los de la izquierda. También se apreció hipotonía de
los músculos del brazo y de la pierna derechos; deformidad en cavo intensa del pie derecho y deformidad
ligera del izquierdo; y cifoescoliosis de la parte superior de la columna vertebral dorsal.
La exploración del sistema sensitivo mostró pérdida del sentido de la posición muscular y articular y de la
sensibilidad vibratoria en ambas piernas. También existía pérdida de la discriminación entre dos puntos en la
piel de ambas piernas. Los reflejos rotulianos eran exagerados y los reflejos aquíleos estaban ausentes. Los
reflejos bicipitales y tricipitales de ambos brazos eran normales. Tenía también reflejo de Babinski bilateral y
nistagmo ligero en ambos ojos. De acuerdo con sus conocimientos de neuroanatomía, explique los signos y
síntomas hallados en esta paciente. ¿Afectaba el proceso patológico a más de un área del sistema nervioso
central? Explíquelo.
2. Dos médicos estaban conversando en la calle cuando uno de ellos se volvió al otro y le dijo: «Mira a ese
hombre de allí. Observa la forma como camina. No balancea nada el brazo derecho, que simplemente cuelga
al lado del cuerpo. Me pregunto si sufrirá una lesión cerebelosa.» ¿Una persona con un tumor unilateral del
hemisferio cerebeloso tiende a mantener el brazo colgando al lado del cuerpo mientras camina?
3. Un hombre de 37 años visitó a su médico porque notaba torpeza en el brazo derecho. Los síntomas habían
comenzado 6 meses antes y estaban empeorando. También observó temblor de la mano derecha con los
movimientos finos o al intentar introducir una llave en la cerradura. Al caminar notó que tendía a desviarse
hacia la derecha «como si hubiese tomado demasiado alcohol». En la exploración física, la cara se desviaba
ligeramente a la izquierda, y el hombro derecho se mantenía más bajo que el izquierdo. Los movimientos
pasivos de los brazos y las piernas revelaron hipotonía y lasitud en el lado derecho. Cuando se le pidió que
caminase con un pie detrás de otro a lo largo de una línea recta en el suelo, el paciente se desvió a la
derecha. Al pedirle que se tocase la nariz con el dedo índice derecho, apareció temblor en la mano derecha,
y el dedo tendía a sobrepasar la diana. El habla era normal y no existía nistagmo. De acuerdo con sus
conocimientos de neuroanatomía, explique usted cada signo y síntoma. ¿Está la lesión del cerebelo localizada
probablemente en la línea media o en un lado?
4. Un niño de 4 años y medio es llevado al neurólogo por episodios de vómito al despertarse por la mañana y
tendencia a la inestabilidad al estar de pie. La madre también había observado que la marcha del niño era
inestable y que muchas veces se caía hacia atrás. En la exploración física, el niño tendía a permanecer de pie
con las piernas muy separadas (es decir, ampliación de la base de sustentación). La cabeza era más grande
de lo normal para su edad, y las líneas de sutura del cráneo se podían palpar con facilidad. La exploración de
la retina con un oftalmoscopio mostró edema de papila intenso en ambos ojos. Los músculos de las
extremidades superiores e inferiores mostraron algún grado de hipotonía. No existía nistagmo, y el niño no
mostraba tendencia a caer hacia uno u otro lado cuando se le pedía que caminase. De acuerdo con sus
conocimientos de neuroanatomía, explique usted los síntomas y signos. ¿La lesión del cerebelo está
probablemente en la línea media o en un lado?
5. Durante la visita a la sala se pidió a un estudiante de tercer año que explicase el fenómeno del nistagmo.
¿Cómo hubiese respondido usted a la cuestión? ¿Por qué tienen nistagmo los pacientes con enfermedad
cerebelosa?
6. ¿Cuál es la diferencia esencial entre los síntomas y los signos de las lesiones agudas y las crónicas del
cerebelo? Explique las diferencias.
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1. Esta niña de 10 años presentaba síntomas y signos de ataxia de Friedreich, una enfermedad degenerativa
hereditaria del cerebelo y de las partes posteriores y laterales de la médula espinal.
La degeneración del cerebelo se manifestaba por alteración de la marcha, movimientos torpes del lado
derecho, tendencia a caer hacia la derecha, temblor intencional del brazo y la pierna derechos, hipotonía del
brazo y la pierna derechos, y nistagmo de ambos ojos.
La afectación del fascículo grácil se evidenciaba por la pérdida del sentido de la vibración, de la
discriminación entre dos puntos y del sentido de la posición muscular y articular en los miembros inferiores.
La degeneración del fascículo corticoespinal originaba debilidad de las piernas y presencia de Babinski. La
exaltación de los reflejos rotulianos se debía a la afectación de motoneuronas distintas del fascículo
corticoespinal.
La pérdida de los reflejos aquíleos se debía a la interrupción de los arcos reflejos a los niveles espinales S1-2
por el proceso degenerativo.
El pie zambo y la escoliosis pueden atribuirse al tono alterado de los músculos de la pierna y del tronco de
muchos años de duración.
2. Sí. Un paciente con lesión unilateral que afecta a un hemisferio cerebeloso muestra ausencia de coordinación
entre los diferentes grupos de músculos del mismo lado del cuerpo. Esta alteración afecta no sólo a los
agonistas y a los antagonistas en un solo movimiento articular, sino también a toda la actividad muscular
relacionada. Por ejemplo, una persona sana balancea ambos brazos al caminar; en caso de enfermedad
cerebelosa, se pierde esta actividad en el lado de la lesión.
3. En la cirugía se encontró que este hombre tenía un astrocitoma en el hemisferio cerebeloso derecho. La
alteración explica la presencia de síntomas y signos unilaterales. La lesión se hallaba en el lado derecho, y la
torpeza, el temblor, la incoordinación muscular y la hipotonía se produjeron en el lado derecho del cuerpo. El
empeoramiento progresivo de la situación clínica puede explicarse por la destrucción de una parte cada vez
mayor del cerebelo a causa de la expansión rápida del tumor. La flacidez de los músculos del brazo y de la
pierna derechos se debía a hipotonía; es decir, a la eliminación de la influencia del cerebelo sobre el reflejo de
estiramiento simple en el que participan los husos musculares y los órganos tendinosos. La torpeza, el
temblor y la dismetría en la prueba dedo-nariz estaban causados por la falta de influencia cerebelosa sobre el
proceso de coordinación entre diferentes grupos de músculos. La caída hacia el lado derecho, la inclinación
de la cabeza y el descenso del hombro derecho se debían a la pérdida de tono muscular y al cansancio.
4. Se estableció el diagnóstico de meduloblastoma del encéfalo en la región del techo del cuarto ventrículo, con
afectación del vermis cerebeloso. El niño murió 9 meses más tarde después de un tratamiento profundo y
extenso con radioterapia. La aparición súbita de vómito, el tamaño aumentado de la cabeza más allá de los
límites normales, la separación de las suturas y el edema de papila bilateral intenso pueden explicarse por el
aumento rápido de la presión intracraneal debido al incremento veloz del tamaño del tumor. La marcha
inestable con base ampliada y la tendencia a caer hacia atrás (o hacia delante), y no hacia un lado, sugieren
un tumor con afectación del vermis. La hipotonía bilateral, sobre todo durante las últimas fases de la
enfermedad, se debía a la afectación de ambos hemisferios cerebelosos. En la autopsia se encontró que el
tumor había invadido extensamente el cuarto ventrículo, y que existían signos de hidrocefalia interna debida
a que el líquido cefalorraquídeo era incapaz de escapar a través de los agujeros en el techo del cuarto
ventrículo.
5. El nistagmo, una oscilación involuntaria del globo ocular, puede aparecer de forma fisiológica, por ejemplo,
cuando una persona observa objetos con movimiento rápido o durante la rotación rápida del cuerpo. Muchas
veces se observa en enfermedades del sistema nervioso, el ojo y el oído interno. En la enfermedad
cerebelosa, el nistagmo se debe a la ataxia de los músculos que mueven el globo ocular. Existe falta de
coordinación entre los agonistas y antagonistas participantes en el movimiento del ojo. Para comprender a
fondo las diferentes formas de nistagmo se debe consultar un texto de neurología. Véase también las páginas
245 y 246.
6. Las lesiones agudas, como las resultantes de la trombosis de una arteria cerebelosa o de un tumor de
crecimiento rápido, producen síntomas y signos bruscos e intensos debido a la pérdida súbita de la
influencia del cerebelo sobre la actividad muscular. Los pacientes pueden recuperarse con rapidez de las
lesiones cerebelosas grandes, lo que se explica por el hecho de que el cerebelo no influye en la actividad
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muscular directamente, sino de forma indirecta a través de los núcleos vestibulares, la formación reticular, el
núcleo rojo, la lámina del techo del mesencéfalo, el cuerpo estriado y la corteza cerebral; es posible que estas
otras áreas del sistema nervioso central compensen la pérdida de función del cerebelo. Los síntomas y
signos son mucho menos graves en las lesiones crónicas, en las que existe tiempo suficiente para permitir
que otras zonas del sistema nervioso central compensen la pérdida de la función cerebelosa.
PREGUNTAS DE REVISIÓN
Instrucciones: cada uno de los apartados numerados en esta sección se acompaña de respuestas.
Seleccione la letra de la respuesta CORRECTA.
1. Las frases siguientes se refieren al aspecto macroscópico del cerebelo:
(a) Está separado de los lóbulos occipitales de los hemisferios cerebrales por la tienda del cerebelo.
(b) Está situado en posición anterior a la médula oblongada y el puente (protuberancia).
(c) El lóbulo anterior está separado del medio (posterior) por la fisura uvulonodular.
(d) El lóbulo floculonodular está separado del lóbulo medio (posterior) por la fisura horizontal.
(e) El tercer ventrículo ocupa una posición anterior al cerebelo.
2. Las siguientes frases generales se refieren al cerebelo:
(a) El cerebelo influye mucho en la actividad del músculo liso.
(b) El cerebelo no tiene influencia sobre los músculos esqueléticos inervados por los nervios o pares
craneales.
(c) Cada hemisferio cerebeloso controla el tono de los músculos esqueléticos inervados por nervios espinales
del mismo lado del cuerpo.
(d) Las importantes células de Purkinje son neuronas de Golgi tipo II.
(e) Las células de Purkinje ejercen una influencia estimuladora sobre los núcleos intracerebelosos.
3. Las frases siguientes se refieren a la estructura del cerebelo:
(a) El cerebelo consiste en dos hemisferios cerebelosos unidos por el estrecho vermis medial.
(b) La superficie inferior del cerebelo muestra un surco profundo formado por la superficie superior del
vermis.
(c) Los pedúnculos cerebelosos inferiores unen el cerebelo con el puente (protuberancia).
(d) La sustancia gris se limita a la corteza cerebelosa.
(e) La sustancia gris de las láminas del núcleo dentado tiene un aspecto ramificado en la superficie de corte,
denominado árbol de la vida.
4. Las frases siguientes se refieren a la estructura de la corteza cerebelosa:
(a) La corteza está plegada por muchas fisuras verticales en láminas.
(b) La estructura de la corteza difiere ampliamente en las distintas partes del cerebelo.
(c) Las células de Purkinje se encuentran en la capa más superficial de la corteza.
(d) Las células de Golgi se encuentran en la capa más superficial de la corteza cerebelosa.
(e) Los axones de las células de Purkinje forman las fibras eferentes desde la corteza cerebelosa.
5. Las frases siguientes se refieren a los núcleos intracerebelosos:
(a) Los núcleos se encuentran dentro de las capas superficiales de la sustancia blanca.
(b) Los núcleos se hallan localizados en las paredes del cuarto ventrículo.
(c) Los núcleos están compuestos de muchas neuronas unipolares pequeñas.
(d) Los axones de los núcleos forman el flujo de salida cerebeloso principal.
(e) Desde la parte medial a la lateral, los núcleos se conocen como dentado, emboliforme, globoso y del
fastigio.
6. Las frases siguientes se refieren a los pedúnculos cerebelosos:
(a) En el pedúnculo cerebeloso superior, la mayoría de las fibras son aferentes y nacen de las neuronas de la
médula espinal.
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(b) El fascículo espinocerebeloso anterior penetra en el cerebelo a través del pedúnculo cerebeloso superior.
(c) El pedúnculo cerebeloso inferior está constituido exclusivamente por fibras que pasan desde los núcleos
olivares inferiores hasta el lóbulo medio del hemisferio cerebeloso.
(d) El pedúnculo cerebeloso medio está formado por fibras que nacen de los núcleos dentados.
(e) Los pedúnculos cerebelosos son estructuras superficiales difíciles de ver incluso mediante disección
encefálica.
7. Las frases siguientes se refieren a las fibras aferentes que entran al cerebelo:
(a) Las fibras musgosas terminan en sinapsis con las dendritas de las células de Purkinje.
(b) Las fibras penetran al cerebelo principalmente a través de las fibras arqueadas internas y externas.
(c) Las fibras trepadoras y musgosas constituyen las dos líneas principales de entrada a la corteza
cerebelosa.
(d) Las fibras aferentes son inhibidoras para las células de Purkinje.
(e) Las fibras aferentes al cerebelo son amielínicas.
8. Las frases siguientes se refieren a las funciones del cerebelo:
(a) El cerebelo influye en las acciones de los tendones musculares.
(b) El cerebelo controla el movimiento voluntario mediante la coordinación de la fuerza y la extensión de la
contracción de diferentes músculos.
(c) El cerebelo estimula la contracción de los músculos antagónicos.
(d) El cerebelo influye directamente en la actividad muscular esquelética sin la asistencia de la corteza
cerebral.
(e) El cerebelo estimula las ondas peristálticas observadas en el músculo intestinal.
9. Las frases siguientes se refieren al cerebelo:
(a) Las fibras trepadoras aferentes establecen contactos sinápticos únicos con células de Purkinje
individuales.
(b) Las fibras musgosas aferentes pueden estimular muchas células de Purkinje estimulando primero las
células estrelladas.
(c) Las neuronas de los núcleos intracerebelosos envían axones sin interrupción al hemisferio cerebral
opuesto.
(d) La eferencia de los núcleos cerebelosos influye en la actividad muscular de forma que los movimientos
puedan progresar en una secuencia ordenada de un movimiento al siguiente.
(e) La dismetría está causada por el fallo de la corteza cerebral para inhibir el cerebelo después de comenzar
el movimiento.
10. Las frases siguientes se refieren al cerebelo:
(a) La corteza cerebelosa tiene una estructura microscópica distinta en las diferentes personas.
(b) Los axones de las células de Purkinje ejercen una influencia inhibidora sobre las neuronas de los núcleos
cerebelosos profundos.
(c) Cada hemisferio cerebeloso influye principalmente en el movimiento de la mano del lado opuesto.
(d) La parte del cerebelo situada en la línea media se denomina flóculo.
(e) El temblor intencional es un signo de enfermedad cerebelosa.
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Instrucciones: empareje los tractos nerviosos enumerados a continuación con las vías identificadas
mediante letras, que abandonan el cerebelo. Cada letra se puede seleccionar una vez, más de una vez
o nunca.
14. Corticopontocerebeloso
(a) Pedúnculo cerebeloso superior
15. Cuneocerebeloso
(b) Cuerpo calloso
16. Cerebelorreticular
(c) Estrías medulares
17. Cerebelorrúbrico
(d) Pedúnculo cerebeloso inferior
(e) Pedúnculo cerebeloso medio
(f) Nada de lo anterior
Instrucciones: cada historia clínica continúa con preguntas. Seleccione la MEJOR respuesta.
Un hombre de 45 años, alcohólico, comenzó a presentar marcha inestable oscilante incluso sin estar
intoxicado. La alteración empeoró lentamente a lo largo de varias semanas y después pareció estabilizarse. Los
amigos observaron que el paciente tenía dificultad para caminar en tándem con otra persona, y que perdía la
estabilidad al girar con rapidez.
18. La exploración física cuidadosa de este paciente reveló las siguientes alteraciones, excepto:
(a) Inestabilidad de los movimientos del tronco e incoordinación de los movimientos de las piernas.
(b) El paciente podía permanecer de pie con los pies juntos.
(c) Ausencia de signos de polineuropatía.
(d) La ataxia de las piernas se confirmó con la prueba talón-espinilla.
(e) La imagen de resonancia magnética mostró signos de atrofia del vermis cerebeloso.
19. En este paciente se podrían haber observado los siguientes signos anómalos adicionales, excepto:
(a) Nistagmo en ambos ojos.
(b) Disartria.
(c) Temblor de la mano izquierda al tomar un vaso.
(d) Parálisis de los músculos de la parte superior del brazo derecho.
(e) Disdiadococinesia.
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fig. 6-9). D. La sustancia gris del cerebelo se encuentra en la corteza y en las tres masas que forman los
núcleos intracerebelosos (v. pág. 235). E. La sustancia blanca y las láminas de la corteza tienen un aspecto
ramificado en la superficie de corte que se denomina árbol de la vida (v. fig. 6-1).
4. E es correcta. Los axones de las células de Purkinje forman las fibras eferentes desde la corteza cerebelosa
(v. página 231). A. La corteza cerebelosa está plegada por muchas fisuras transversas en láminas o folias (v.
fig. 6-1). B. La estructura de la corteza es idéntica en las diferentes partes del cerebelo. C. Las células de
Purkinje se encuentran en la capa media de la corteza cerebelosa (v. fig. 6-4). D. Las células de Golgi se
encuentran en la capa más profunda (granular) de la corteza cerebelosa (v. fig. 6-4).
5. D es correcta. Los axones de las neuronas de los núcleos intracerebelosos forman la principal eferencia
cerebelosa (v. pág. 237). A. Los núcleos intracerebelosos están incluidos profundamente en la sustancia
blanca (v. fig. 6-7). B. Los núcleos son posteriores al techo del cuarto ventrículo (v. fig. 6-7). C. Los
núcleos están compuestos por neuronas multipolares grandes. E. Desde la parte medial hasta la lateral, los
núcleos se denominan del fastigio, globoso, emboliforme y dentado (v. fig. 6-7).
6. B es correcta. El fascículo espinocerebeloso anterior penetra en el cerebelo a través del pedúnculo
cerebeloso superior (v. fig. 6-11). A. En el pedúnculo cerebeloso superior, la mayoría de las fibras son
eferentes y nacen de las neuronas de los núcleos intracerebelosos (v. fig. 6-12). C. El pedúnculo cerebeloso
inferior contiene fibras aferentes del fascí culo espinocerebeloso posterior, el fascículo cuneocerebeloso, el
núcleo vestibular y el fascículo olivocerebeloso (v. figs. 6-10 y 6-11). Además, existen fibras eferentes
desde el cerebelo, entre ellas la vía fastigiovestibular y la vía fastigiorreticular (v. fig. 6-12). D. El pedúnculo
ce rebeloso medio está formado por fibras que nacen de los núcleos del puente (v. fig. 6-10); también
existen fibras que conectan los hemisferios cerebelosos de los dos lados (v. fig. 6-12). E. Los pedúnculos
cerebelosos son estructuras superficiales y se observan con facilidad en la disección.
7. C es correcta. Las fibras trepadoras y musgosas del cerebelo constituyen las dos vías principales aferentes a
la corteza cerebelosa (v. pág. 236). A. Las fibras musgosas terminan en contactos sinápticos con las
dendritas de las células granulares y las células de Golgi (v. fig. 6-8). B. Las fibras aferentes entran en el
cerebelo a través de los pedúnculos cerebelosos superiores, inferiores y medios. D. Las fibras aferentes son
excitadoras para las células de Purkinje (v. pág. 236). E. Las fibras aferentes al cerebelo están mielinizadas.
8. B es correcta. El cerebelo controla el movimiento voluntario mediante la coordinación de la fuerza y el grado
de contracción de los diferentes músculos (v. pág. 242). A. El cerebelo influye en las acciones de los
músculos, no en las de los tendones. C. El cerebelo inhibe la contracción de los músculos antagonistas. D.
El cerebelo influye indirectamente en la actividad de los músculos esqueléticos con la ayuda de la corteza
cerebral (v. pág. 242). E. El cerebelo no tiene efecto sobre el control del músculo liso en la pared del
intestino.
9. D es correcta. La eferencia de los núcleos cerebelosos influye en la actividad muscular de forma que los
movimientos puedan progresar en secuencia ordenada desde un movimiento al siguiente. A. Las fibras
trepadoras aferentes establecen múltiples contactos sinápticos con 1 a 10 células de Purkinje. B. Las fibras
musgosas aferentes pueden estimular muchas células de Purkinje al estimular primero las células granulares
(v. pág. 236). C. Las neuronas de los núcleos intracerebelosos envían axones al núcleo ventrolateral del
tálamo, desde donde son transmitidos a la corteza cerebral (v. fig. 6-12). E. La dismetría se debe a la falta de
inhibición de la corteza cerebral por el cerebelo después de comenzar el movimiento.
10. E es correcta. El temblor intencional es un signo de enfermedad cerebelosa (v. pág. 244). A. La corteza
cerebelosa tiene la misma estructura microscópica uniforme en diferentes personas. B. Los axones de las
células de Purkinje ejercen una influencia estimuladora sobre las neuronas de los núcleos cerebelosos
profundos. C. Cada hemisferio cerebeloso influye principalmente en el movimiento del mismo lado del
cuerpo. D. La parte del cerebelo situada en la línea media se denomina vermis.
11. C es correcta.
12. B es correcta. Pedúnculo cerebeloso inferior derecho.
13. B es correcta. Pedúnculo cerebeloso inferior derecho.
14. E es correcta. Pedúnculo cerebeloso medio.
15. D es correcta. Pedúnculo cerebeloso inferior.
16. D es correcta. Pedúnculo cerebeloso inferior.
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LECTURAS RECOMENDADAS
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CAPÍTULO 7
EL CEREBRO
n hombre de 23 años fue remitido al neurólogo por presentar crisis intermitentes
U de cefalea, mareo y debilidad, y adormecimiento de la pierna izquierda. Al
interrogatorio detallado, el paciente admitió que la cefalea empeoraba al cambiar la
posición de la cabeza. La tomografía computarizada (TC) reveló una pequeña lesión
esférica opaca blanca en el extremo anterior del tercer ventrículo. Se estableció el
diagnóstico de un quiste coloide del tercer ventrículo.
El empeoramiento de la cefalea debido al cambio de la posición de la cabeza podría
explicarse por el hecho de que el quiste fuera móvil y estuviera suspendido del plexo
coroideo. Cuando la cabeza se movía en determinadas posiciones, el quiste esférico
bloqueaba el agujero de Monro en el lado derecho, lo que aumentaba todavía más la
presión intracerebral y la hidrocefalia. La debilidad y el adormecimiento de la pierna
izquierda se debían a la presión en el tálamo derecho y los tractos de la cápsula interna
derecha, producida por el tumor de expansión lenta. El paciente se recuperó por
completo después de la resección quirúrgica del tumor.
Los hemisferios cerebrales se desarrollan a partir del telencéfalo y forman la mayor parte
del encéfalo. Cada hemisferio está cubierto por sustancia gris en la corteza y también hay
masas internas de sustancia gris, los núcleos basales y un ventrículo lateral. La estructura
anatómica básica de esta zona se describe de tal forma que el lector estará preparado
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EL DIENCÉFALO
El diencéfalo consta del tercer ventrículo y las estructuras que forman sus límites (figs. 7-
1 y 7-2). Se extiende en dirección posterior hasta el punto en que el tercer ventrículo se
continúa con el acueducto cerebral, y en dirección anterior llega hasta los agujeros
interventriculares (fig. 7-3). En consecuencia, el diencéfalo es una estructura de la línea
media con dos mitades simétricas, derecha e izquierda. Evidentemente, estas
subdivisiones del encéfalo se establecen por conveniencia y, desde un punto de vista
funcional, las fibras nerviosas atraviesan libremente esos límites.
Características macroscópicas
La superficie inferior del diencéfalo es la única zona expuesta a la superficie en el
encéfalo intacto (fig. 7-2; v. también la lámina 1 del Atlas). Está formada por estructuras
hipotalámicas y por otras estructuras que incluyen desde la zona anterior a la posterior, el
quiasma óptico, con el tracto óptico a cada lado, el infundíbulo, con el túber
cinereum y los cuerpos mamilares.
La superficie superior del diencéfalo está oculta por el fórnix, que es un haz grueso
de fibras que se origina en el hipocampo del lóbulo temporal y se arquea hacia atrás
sobre el tálamo (fig. 7-3; v. también la lámina 8 del Atlas) para unirse con el cuerpo
mamilar. La verdadera pared superior del diencéfalo está formada por el techo del
tercer ventrículo. Éste consiste en una capa de epéndimo, que se continúa con el resto
del recubrimiento ependimario del tercer ventrículo. Está cubierto en su cara superior por
un pliegue vascular de piamadre, que se conoce como tela coroidea del tercer
ventrículo. Desde el techo del tercer ventrículo, un par de prolongaciones vasculares
denominadas plexos coroideos del tercer ventrículo se proyectan hacia abajo desde la
línea media hasta la cavidad del tercer ventrículo.
La superficie lateral del diencéfalo está limitada por la cápsula interna de sustancia
blanca, y está formada por las fibras nerviosas que conectan la corteza cerebral con otras
partes del tallo cerebral y de la médula espinal (fig. 7-1).
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Como el diencéfalo está dividido en mitades simétricas por el tercer ventrículo a modo
de hendidura, también tiene una superficie medial. La superficie medial del diencéfalo
(es decir, la pared lateral del tercer ventrículo) está formada en su parte superior por la
superficie medial del tálamo, y en su parte inferior, por el hipotálamo (fig. 7-3; v.
también la lámina 8 del Atlas). Esas dos áreas están separadas entre sí por un surco
superficial, el surco hipotalámico. Un haz de fibras nerviosas, que son fibras aferentes
hacia el núcleo habenular, forma un reborde a lo largo del margen superior de la
superficie medial del diencéfalo y se conoce como la estría medular talámica (fig. 7-1).
El diencéfalo puede dividirse en cuatro porciones mayores: a) tálamo, b) subtálamo, c)
epitálamo e d) hipotálamo.
El tálamo
El tálamo es una gran masa ovoide de sustancia gris que forma la mayor parte del
diencéfalo. Se trata de una región de gran importancia funcional, y sirve como estación
de intercambio para la mayoría de los sistemas sensitivos principales (excepto para la vía
olfatoria). Las actividades del tálamo se hallan estrechamente relacionadas con las de la
corteza cerebral, y las lesiones en el tálamo causan una gran pérdida de la función
cerebral.
El tálamo está situado a cada lado del tercer ventrículo (fig. 7-3; v. también la lámina 5
del Atlas). El extremo anterior del tálamo es estrecho y redondeado, y forma el límite
posterior del agujero interventricular. El extremo posterior (figura 7-4) se expande para
formar el pulvinar, que cuelga por encima del colículo superior y el brazo del colículo
superior. El cuerpo geniculado lateral forma una pequeña elevación sobre la cara
inferior de la porción lateral del pulvinar. La superficie superior del tálamo está cubierta
medialmente por la tela coroidea y el fórnix, y lateralmente por el epéndimo, y forma
parte del piso del ventrículo lateral. La parte lateral se halla parcialmente oculta por el
plexo coroideo del ventrículo lateral (fig. 7-1). La superficie inferior es la continuación
del tegmento del mesencéfalo (fig. 7-3).
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Fómi.x
Comisura anterior
Cortemdel
lóbulo tompo,al Plexo coroldeo del
Estrío medular ventriculo Sateral
del tól-amo•--1~~!:.::f-_ __
Putamen del nUcteo
Conexión
lenticular
intertalá.miea.-7~~¡-.!...¾-- -h-
Cavidad del tercer
Comisura ,----.:e;;,¡-- ventriculo
posterior - --':!~--- - -
Tálamo -~R:~~--
Región del nócleo
habenular
Pulvinar del tálamo
fimbrias
del fómi.x
Asta posterior del
vMtriculo lateral
Colículo superior
Coliculo inferior
Figura 7-1 Corte horizontal del encéfalo que muestra el tercer ventrículo y los ventrículos laterales expuestos
mediante una disección desde arriba.
La superficie medial del tálamo forma la parte superior de la pared lateral del tercer
ventrículo y se conecta habitualmente con el tálamo opuesto mediante una banda de
sustancia gris, la conexión intertalámica (adherencia intertalámica) (fig. 7-3).
La superficie lateral del tálamo está separada del núcleo lenticular por una banda muy
importante de sustancia blanca denominada cápsula interna (fig. 7-1).
Las subdivisiones del tálamo (fig. 7-4) y la descripción detallada de los núcleos del
tálamo y sus conexiones se muestran en la página 372.
El tálamo es una estación de intercambio celular muy importante que recibe los
principales tractos sensitivos (excepto la vía olfatoria). Debe considerarse una estación en
la que gran parte de la información se integra y se transmite hacia la corteza cerebral y
muchas otras regiones subcorticales. También desempeña un papel fundamental en la
integración de las funciones viscerales y somáticas. Para más información sobre la
función del tálamo, véase la página 375.
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El subtálamo
El subtálamo se encuentra por debajo del tálamo y, por lo tanto, está situado entre el
tálamo y el tegmento del mesencéfalo; en su zona medial se relaciona con el hipotálamo.
La estructura del subtálamo es muy compleja, y a continuación se expone sólo una
breve descripción. Entre las colecciones de células nerviosas que se encuentra en el
subtálamo se hallan los extremos craneales de los núcleos rojos y la sustancia negra. El
núcleo subtalámico tiene forma de lente biconvexa. El núcleo tiene importantes
conexiones con el cuerpo estriado (v. pág. 264). En consecuencia, participa en el control
de la actividad muscular.
Ouiasma óptico
Estrias olfatorias
latera18"
Sustancia
perforada
antertO<
Nervio
oculomotor
Túber cinereum--~ ~~
Cuerpo Uncus o gancho
mamila, - -""""-'=:!fl Circunvolución
_ _.,,,...- - del parahipoe&mPo
Pie peduncvla r - - - - - - -~
Fosa
interpeduncular :;---- - - Nervio trigémino
Sustancia ~ -- - - - Puente
penorada ...__ ..,.., (protuberancia)
posterior
Figura 7-2 Superficie inferior del encéfalo que muestra las partes del diencéfalo.
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Cu8<po
Rodilla del cuerpo del fórnix
calloso Agujero
interventricular
Conexión
intertalámica
Tálamo
o c.oroideo del
8f ventrículo
omisura
benular
Cuerpo pineal
Comisura
~ posterior
Pioo Coliculo superior
Coliculo inferior
Lámina terminal T ~ Acueducto cerebral
-41 Cavidad del cuarto
Ouiasma óptico :>,,!- ~.rrñ"t~-ventriculo
lnfundibulo
Hipófisis
Cavidad de t8fcer Plexo ooroódeo del
ventrículo cuarto ventriculo
Surco del hipotálamo
Puente (protuberancia)
Figura 7-3 Corte sagital del encéfalo que muestra la superficie medial del diencéfalo.
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Capa zonal
Núcleo caudado
Núcleo
Cav<lad del .,,,,fL-- ,=-,,;;,'f=í~ ' í- -dol'somooial
tercer ventriculo
Lámina medular
externa
Núckk) dorsolateral
Putamen del tálamo
Globo pálido
N(Jcloo ventral antorior
Cápsula interna RéQión de 10$ núcleos de
la línea media
Cuerpo mamilar Conexión intortalámica
A
Tálamo
Núcieo ventrolateral
Figura 7-4 Núcleos del tálamo. A: corte transversal a nivel del extremo anterior del tálamo. B: diagrama que
muestra la posición del tálamo dentro del hemisferio cerebral derecho y la posición relativa de los núcleos del
tálamo entre sí.
El subtálamo también contiene muchos tractos importantes que se dirigen hacia arriba
desde el tegmento hacia los núcleos del tálamo, por ejemplo, los extremos craneales de
los lemniscos medial, espinal y trigeminal.
El epitálamo
El epitálamo está formado por los núcleos habenulares y sus conexiones, y por la
glándula pineal.
El núcleo habenular
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hacia la glándula pineal para estimular sus secreciones. La última parte de este recorrido
puede incluir el fascículo reticuloespinal, la eferencia simpática de la porción torácica de
la médula espinal, el ganglio simpático cervical superior y las fibras nerviosas
posganglionares que se desplazan hacia la glándula pineal con los vasos sanguíneos.
La melatonina y las enzimas necesarias para su producción se hallan presentes en
concentraciones altas dentro de la glándula pineal. La melatonina y otras sustancias se
liberan en la sangre o en el líquido cefalorraquídeo del tercer ventrículo, desde donde
pasan hacia el lóbulo anterior de la hipófisis e inhiben la liberación de la hormona
gonadotropa. En los seres humanos, igual que en los animales, la concentración
plasmática de melatonina aumenta en la oscuridad y disminuye durante el día. Parece ser
que la glándula pineal desempeña un importante papel en la regulación de la función
reproductora.
El hipotálamo
El hipotálamo forma parte del diencéfalo, y se extiende desde la región del quiasma
óptico hasta el borde caudal de los cuerpos mamilares (fig. 7-2; v. también la lámina 8 del
Atlas). Se encuentra por debajo del surco del hipotálamo en la pared lateral del tercer
ventrículo. En consecuencia, desde el punto de vista anatómico, el hipotálamo es una
superficie relativamente pequeña del encéfalo, estratégicamente bien situada, cerca del
sistema límbico, el tálamo, los tractos ascendentes y descendentes, y la hipófisis.
Microscópicamente, el hipotálamo está compuesto por pequeñas células nerviosas que se
organizan en grupos o núcleos. La organización de estos núcleos y sus conexiones se
describen con todo detalle en el capítulo 13.
Grupos de pi'lNlocitos
Conel'eebnes
(arena cerebral)
Figura 7-5 Microfotografía de un corte de la glándula pineal teñido con hematoxilina y eosina.
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Quiasma óptico
El quiasma óptico es un haz aplanado de fibras nerviosas situado en la unión de la pared
anterior y el piso del tercer ventrículo (figs. 7-2 y 7-3; v. también la lámina 8 del Atlas).
La superficie superior se halla unida a la lámina terminal, y por debajo está relacionado
con la hipófisis del cerebro, de la que está separado por el diafragma de la silla. Los
ángulos anterolaterales del quiasma continúan con los nervios ópticos, y los ángulos
posterolaterales continúan en los tractos ópticos. Un pequeño receso, el receso óptico
del tercer ventrículo, se encuentra en su superficie superior.
Es importante recordar que las fibras que se originan en la mitad nasal de cada retina
cruzan el plano medio en el quiasma para penetrar en el tracto óptico del lado contrario.
Túber cinereum
El túber cinereum es una masa convexa de sustancia gris, según se ve desde la superficie
inferior (figs. 7-2 y 7-3; v. también la lámina 8 del Atlas). Se continúa hacia abajo con el
infundíbulo. El infundíbulo es una estructura hueca que continúa con el lóbulo posterior
de la hipófisis. La eminencia media es una parte elevada del túber cinereum a la que se
une el infundíbulo. La eminencia media, el infundíbulo y el lóbulo posterior (porción
nerviosa) de la hipófisis forman en conjunto la neurohipófisis.
Cuerpos mamilares
Los cuerpos mamilares son dos pequeños cuerpos hemisféricos situados a cada lado y
por detrás del túber cinereum (figs. 7-2 y 7-3; v. también la lámina 8 del Atlas). Poseen
un núcleo central de sustancia gris revestido por una cápsula de fibras nerviosas
mielínicas. Por detrás de los cuerpos mamilares se encuentra una zona del encéfalo que
está perforada por varios orificios pequeños que se conoce como la sustancia perforada
posterior. Esas aperturas transmiten las ramas centrales de las arterias cerebrales
posteriores.
Tercer ventrículo
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El tercer ventrículo, que deriva de la vesícula del prosencéfalo, es una apertura a modo
de hendidura situada entre los dos tálamos (figs. 7-1 y 7-3; v. también las láminas 5 y 8
del Atlas). Se comunica por delante con los ventrículos laterales a través de los
agujeros interventriculares (agujeros de Monro), y por detrás con el cuarto ventrículo
a través del acueducto cerebral. El tercer ventrículo tiene unas paredes anterior,
posterior, lateral, superior e inferior y está revestido por epéndimo.
La pared anterior está formada por una lámina fina de sustancia gris, la lámina
terminal, a través de la cual pasa la comisura anterior (fig. 7-3). Esta comisura es un
haz redondo de fibras nerviosas situadas por delante de los pilares anteriores del
fórnix, y conectan los lóbulos temporales derecho e izquierdo.
La pared posterior está formada por el orificio del acueducto cerebral (fig. 7-3). Por
encima de este orificio está la pequeña comisura posterior. Por encima de la comisura
se encuentra el receso pineal, que se proyecta en el tallo del cuerpo pineal. Por encima
del receso pineal se encuentra la pequeña comisura habenular.
La pared lateral está formada por la superficie medial del tálamo en su cara superior
y el hipotálamo en la inferior (fig. 7-3). Estas dos estructuras se hallan separadas por el
surco del hipotálamo. La pared lateral está limitada por arriba por la estría medular
talámica. Las paredes laterales están unidas por la conexión intertalámica.
La pared superior o techo está formada por una capa de epéndimo que continúa con
el recubrimiento del ventrículo. Por encima de esta capa se encuentra un pliegue de dos
capas de piamadre denominado tela coroidea del tercer ventrículo. La tela coroidea
vascular se proyecta hacia abajo a cada lado de la línea media, creando una invaginación
del techo del epéndimo para formar los plexos coroideos del tercer ventrículo. Dentro
de la tela coroidea se encuentran las venas cerebrales internas. Por arriba, el techo del
ventrículo se relaciona con el fórnix y el cuerpo calloso.
La pared inferior o suelo está formada por el quiasma óptico, el túber cinereum, el
infundíbulo, con su receso en forma de túnel y los cuerpos mamilares (figs. 7-2 y 7-
3). La hipófisis está unida al infundíbulo. Por detrás de estas estructuras se encuentra el
tegmento de los pedúnculos cerebrales.
El sistema ventricular se describe con todo detalle en el capítulo 16.
438
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ERRNVPHGLFRVRUJ
CircunvOIJc:16'-. fmn~I
Clreuwoluáón
,_..,, .. ,~ ~ \"
( ~
-·
lobulilo p.wi,ot\11
~
Sun:o posoentttll
Stxeo intrapo,rieqal
Lóbulo pa,ieW
SURCOS PRINCIPALES
El surco central (fig. 7-7; v. también la lámina 3 del Atlas) tiene una gran importancia,
porque la circunvolución que se encuentra por delante de este surco contiene las células
motoras que inician los movimientos del lado contrario del cuerpo. Por detrás de este
surco se encuentra la corteza sensitiva general que recibe la información sensitiva desde
el lado contrario del cuerpo. El surco central crea una indentación en el borde medial
superior del hemisferio, aproximadamente 1 cm por detrás de su punto medio (fig. 7-8).
439
ERRNVPHGLFRVRUJ
ERRNVPHGLFRVRUJ
Se dirige hacia abajo y hacia delante atravesando la cara lateral del hemisferio, y su
extremo inferior está separado de la rama posterior del surco lateral por un puente
estrecho de la corteza. El surco central es el único surco de cualquier longitud en la
superficie del hemisferio que crea una indentación en el borde superomedial y que se
encuentra entre dos circunvoluciones paralelas.
Surco central Surco p<ecentraJ
Circunvotuci6n frontal SUpérlOf
surco frontal superior
surco poscentral Clrcl.llVOIUClón frontal media
Lóbuk>
Surco intraparietBI
parietru Sllpertor
• C in:::unvotución frontal inferior
Polo front3J
Roma posterior
Circunvolución tempor.11superior
Surco temporal medio Surco temporal superiOJ
Cir~nvoh.1ción temporal media
c .-cunvolución temporal lnf«lor
440
ERRNVPHGLFRVRUJ
ERRNVPHGLFRVRUJ
uerpo calloso
reo parietoocclpital
Precuna
cuna
Plexo
~ l-.rnlr--OOroideo
' ) - Esplenio
del CU"'J)O
canoso
Rodilla
del cuerpo Surco ea!Carlno
calloso
Circunvolución
de la língula
Pico Mesencéfalo
(corte obllouo)
Septo pelúcldo
Surco colateraJ
Comisura anterior
Clrcunvoluclón del parahlpocampo
Circunvolución occipitotemporal medial
Surco central
Polo frontal
ínsula
441
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ERRNVPHGLFRVRUJ
Figura 7-9 Vista lateral del hemisferio cerebral derecho diseccionada para mostrar la ínsula derecha.
El surco lateral (fig. 7-7; v. también la lámina 3 del Atlas) es una hendidura profunda
que se encuentra principalmente en las superficies inferior y lateral del hemisferio
cerebral. Está formado por un tronco corto que se divide en tres ramas. El tronco surge
en la superficie inferior y, al alcanzar la superficie lateral, se divide en la rama
horizontal anterior y la rama ascendente anterior, y continúa como la rama
posterior (figs. 7-7 y 7-10). Una zona de la corteza denominada ínsula se encuentra en
la parte inferior del surco lateral profundo, y no puede verse desde la superficie, a menos
que se separen los labios del surco (fig. 7-9).
El surco parietooccipital comienza en el borde superior medial del hemisferio, unos 5
cm por delante del polo occipital (figs. 7-8 y 7-10; v. también la lámina 3 del Atlas).
Después, se dirige hacia abajo y en dirección anterior en la superficie medial hasta
encontrarse con el surco calcarino (fig. 7-8).
El surco calcarino se encuentra en la superficie medial del hemisferio (figs. 7-8 y 7-
10; v. también la lámina 3 del Atlas). Comienza bajo el extremo posterior del cuerpo
calloso y se arquea hacia arriba y hacia atrás hasta alcanzar el polo occipital, donde se
interrumpe. No obstante, en algunos encéfalos continúa durante una corta distancia sobre
la super ficie lateral del hemisferio. El surco calcarino se une en ángulo agudo con el
surco parietooccipital, aproximadamente a la mitad del recorrido de éste último.
442
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ERRNVPHGLFRVRUJ
S'Jrco pteeentml
Surco oentra.l Suroo trontol superior
Surco p,osoentral
Ramo ª"endente
anterior (surco laterat}
Surco
parietooecipc1.al Peto frontal
A
Surco tempo,al ,uperior
Cuerpo caloso
Surco ¡:)Metooccipi1al
PolOoc<:lpbl
Surco colateral
Suroo occipitotempora.J
B
Figura 7-10 A: vista lateral del hemisferio cerebral derecho que muestra los surcos principales. B: proyección
medial del hemisferio cerebral derecho que muestra los surcos principales.
El lóbulo parietal ocupa la zona posterior del surco central y la zona superior del
surco lateral, y se extiende por detrás hasta llegar al surco parietooccipital (figs. 7-7 a 7-
11). La superficie lateral del lóbulo parietal está dividida por dos surcos en tres
circunvoluciones. El surco poscentral tiene un trayecto paralelo al surco central, y entre
ambos se encuentra la circunvolución poscentral. Pasando posteriormente desde la zona
media del surco poscentral se halla el surco intraparietal (figs. 7-7 y 7-10). Por encima
del surco intraparietal está el lobulillo (circunvolución) parietal superior, y por debajo
del surco intraparietal está el lobulillo (circunvolución) parietal inferior.
El lóbulo temporal ocupa la zona inferior del surco lateral (figs. 7-7 a 7-11). La
superficie lateral del lóbulo temporal está dividida en tres circunvoluciones por dos
443
ERRNVPHGLFRVRUJ
ERRNVPHGLFRVRUJ
surcos. Los surcos temporales superior y medio tienen un trayecto paralelo al ramo
posterior del surco lateral que divide al lóbulo temporal en las circunvoluciones
temporales superior, media e inferior. La circunvolución temporal inferior continúa en
la superficie inferior del hemisferio (figs. 7-7 y 7-10).
El lóbulo occipital ocupa la pequeña zona que hay detrás del surco parietooccipital
(figs. 7-7 a 7-11).
Surco central
Lóbulo
frontal
,, ,, ,,
.,,
' , _, ,,,, Lóbulo temporal
Surco central
Surco
calcarino
Lóbulo
temporal
8
Figura 7-11 A: vista lateral del hemisferio cerebral derecho que muestra los lóbulos. B: vista medial del
hemisferio cerebral derecho que muestra los lóbulos. Obsérvese que las líneas de puntos indican la posición
aproximada de los límites en los que no hay surcos.
444
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445
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Surco olfatorio
Surco longaudnal
Bulbo olfatono
Colículo SUJ)éfior
Surco calcarino
Los hemisferios cerebrales están cubiertos por una capa de sustancia gris, la corteza
cerebral. La estructura y la función de la corteza cerebral se exponen en el capítulo 15.
Situados en el interior de los hemisferios cerebrales se encuentran los ventrículos
laterales, unas masas de sustancia gris, los núcleos basales, y varias fibras nerviosas.
Estas fibras nerviosas se hallan inmersas en neuroglía y constituyen la sustancia blanca
(fig. 7-13).
446
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Ventrículos laterales
Hay dos ventrículos laterales, cada uno presente en cada hemisferio cerebral (figs. 7-13 y
7-14). Cada ventrículo con siste en una cavidad en forma de C, recubierta con epéndimo
y llena de líquido cefalorraquídeo. El ventrículo lateral puede dividirse en un cuerpo, que
ocupa el lóbulo parietal y desde el cual se extienden las astas anterior, posterior e
inferior en los lóbulos frontal, occipital y temporal, respectivamente. El ventrículo lateral
se comunica con la cavidad del tercer ventrículo a través del agujero interventricular
(figs. 7-8 y 7-14). Esta apertura, que se encuentra en la parte anterior de la pared medial
del ventrículo lateral, está limitada anteriormente por el pilar anterior del fórnix, y
posteriormente por el extremo anterior del tálamo.
Núcleos basales
El término núcleos basales (ganglios basales) se aplica a una colección de masas de
sustancia gris situada en cada hemisferio cerebral. Son el cuerpo estriado, el cuerpo
amigdalino y el claustro.
RodilJa del cuerpo calloso
Sustancia gris de la c011eza cerebral
Septo petúcido
Cabeza del núcleo caudado
Pilar anterior del fómix
Tercer ventriculo
Pu1omen] Núcleo
Globo lenticular
pálido
~ ~ -!:~ --Corteza de la ínsula
• •,,_~,,.__ _,___ Cápsula extema
= :---=--L.-::f-~-'-+-- - Tálamo
Plexo coroideo
Coliculo inferior Asia poSleno<
del ventriculo la teral
Radiación óptica
Hemisferios cerebelosos
447
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Figura 7-13 Corte horizontal del cerebro según se observa desde arriba, que muestra la relación entre el núcleo
lenticular, el núcleo caudado, el tálamo y la cápsula interna.
Cuerpo estriado
El cuerpo estriado está situado por fuera del tálamo. Está dividido casi por completo por
una banda de fibras nerviosas, la cápsula interna, en el núcleo caudado y el núcleo
lenticular (figs. 7-13 y 7-18).
El núcleo caudado, una gran masa de sustancia gris en forma de C que está
estrechamente relacionada con el ventrículo lateral, se encuentra por fuera del tálamo
(fig. 7-15). La superficie lateral del núcleo está relacionada con la cápsula interna, que la
separa del núcleo lenticular.
El núcleo lenticular es una masa de sustancia gris en forma de cuña cuya base
convexa y ancha se dirige hacia fuera y la punta hacia dentro (figs. 7-13 y 7-15). Está en
la profundidad de la sustancia blanca del hemisferio cerebral, y se halla relacionado
medialmente con la cápsula interna, que lo separa del núcleo caudado y del tálamo. El
núcleo lenticular está relacionado lateralmente con una fina lámina de sustancia blanca, la
cápsula externa (fig. 7-13), que lo separa de otra fina lámina de sustancia gris,
denominada claustro (fig. 7-13). A su vez, el claustro separa la cápsula externa de la
sustancia blanca subcortical de la ínsula. Por debajo, en su extremo anterior, el núcleo
lenticular se continúa con el núcleo caudado.
La estructura y las conexiones detalladas del cuerpo estriado se exponen en el capítulo
10. Brevemente, puede decirse que el cuerpo estriado recibe las fibras aferentes de
distintas zonas de la corteza cerebral, el tálamo, el subtálamo y el tallo cerebral. Las
fibras eferentes vuelven hacia estas mismas áreas del sistema nervioso. La función del
cuerpo estriado está relacionada con el movimiento muscular, que se logra por control de
la corteza cerebral, más que a través de las vías directas que descienden hasta el tallo
cerebral y la médula espinal.
Cuerpo amigdalino
El cuerpo amigdalino está situado en el lóbulo temporal, cerca del uncus o gancho (fig. 7-
15). El cuerpo amigdalino se considera parte del sistema límbico y se describe en el
capítulo 9 (v. pág. 310).
448
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Tercer
ventriculo
Asta inferior (ventrículo lateral)
B
Figura 7-14 Cavidades ventriculares del encéfalo. A: proyección lateral. B: proyección superior.
Claustro
El claustro es una fina lámina de sustancia gris que está separada de la superficie lateral
del núcleo lenticular por la cápsula externa (fig. 7-13). Lateral al claustro se encuentra la
sustancia blanca subcortical de la ínsula. Se desconoce la función del claustro.
Fibras comisurales
Las fibras comisurales conectan esencialmente las regiones correspondientes de los dos
hemisferios. Son las siguientes: el cuerpo calloso, la comisura anterior, la comisura
posterior, el fórnix y la comisura habenular.
449
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El cuerpo calloso es la mayor comisura del encéfalo, y conecta los dos hemisferios
cerebrales (figs. 7-8 y 7-16; v. también la lámina 8 del Atlas). Se encuentra en el fondo
del surco longitudinal. Con fines descriptivos, se divide en el pico, la rodilla, el cuerpo y
el esplenio.
El pico es la porción delgada del extremo anterior del cuerpo calloso, que se prolonga
hacia atrás para continuar con el extremo superior de la lámina terminal (fig. 7-8).
La rodilla es el extremo anterior curvado del cuerpo calloso que se dobla en dirección
inferior por delante del septo pelúcido (figs. 7-8 y 7-16).
El cuerpo del cuerpo calloso se arquea hacia atrás y termina como una porción
posterior engrosada que se denomina esplenio (fig. 7-16).
En su trayectoria lateral, las fibras de la rodilla se doblan hacia delante en los lóbulos
frontales y forman el fórceps menor (fig. 7-16). Las fibras del cuerpo se extienden
lateralmente como la radiación del cuerpo calloso (fig. 7-16). Se cruzan con haces de
fibras de asociación y proyección cuando pasan hacia la corteza cerebral. Algunas de las
fibras forman el techo y la pared lateral del asta posterior del ventrículo lateral, y también
la pared lateral del asta inferior. Estas fibras se denominan tapetum. En su trayectoria
lateral, las fibras del esplenio se arquean hacia detrás en el lóbulo occipital y forman el
fórceps mayor (fig. 7-16).
Tálamo
Pilar J)0$1erior del f6mix Cuerpo del ventrículo lateral
Cuerpo del núcleo
caudado
Asia posterior del
wntriculo lateral
Cabeza del
núcleo caudado
Polo
frontal
Polo
occipital
Núcleo lenticular
Cuerpo amigdalino
Hipocampo Lóbulo temporal
Asta inferior del ventrículo lateral
Figura 7-15 Vista lateral del hemisferio cerebral derecho diseccionado para mostrar la posición del núcleo
lenticular, núcleo caudado, tálamo e hipocampo.
450
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La comisura anterior es un pequeño haz de fibras nerviosas que cruza la línea media
en la lámina terminal (figura 7-8). Cuando se siguen lateralmente, un haz más pequeño
o anterior se curva hacia delante a cada lado, hacia la sustancia anterior perforada y el
tracto olfatorio. Otro haz de mayor tamaño se curva en dirección posterior a cada lado y
surca la cara inferior del núcleo lenticular para alcanzar los lóbulos temporales.
La comisura posterior es un haz de fibras nerviosas que cruza la línea media
inmediatamente por encima de la apertura del acueducto cerebral en el tercer ventrículo
(fig. 7-3). Está relacionada con la parte inferior del tallo de la glándula pineal. En su
trayectoria se sitúan varias colecciones de células nerviosas, cuyo destino y significado
funcional se desconoce en su mayoría. No obstante, se cree que las fibras que proceden
de los núcleos pretectales implicados en el reflejo fotomotor pupilar se cruzan en esta
comisura cuando se dirigen a la parte parasimpática de los núcleos oculomotores.
El fórnix está formado por fibras nerviosas mielínicas, y constituye el sistema eferente
del hipocampo que pasa hacia los cuerpos mamilares del hipotálamo. Las fibras nerviosas
forman primero el álveo (v. fig. 9-5), que es una fina capa de sustancia blanca que cubre
la superficie ventricular del hipocampo y que después converge para formar las fimbrias.
El grosor de las fimbrias de ambos lados aumenta, y al llegar al extremo posterior del
hipocampo se arquean hacia delante por encima del tálamo y por debajo del cuerpo
calloso para formar los pilares posteriores del fórnix. Los dos pilares se unen en la
línea media para formar el cuerpo del fórnix (fig. 7-17). En la página 310 se incluye una
descripción más detallada del fórnix. La comisura del fórnix consiste en fibras
transversas que cruzan la línea media desde un pilar hasta el otro inmediatamente antes
de la formación del cuerpo del fórnix. La función de la comisura del fórnix es conectar la
formación de los hipocampos de los dos lados.
La comisura habenular es un haz pequeño de fibras nerviosas que cruza la línea
media en la parte superior de la raíz del tallo pineal (fig. 7-3). La comisura se asocia con
los núcleos habenulares, que se sitúan a cada lado de la línea media en esta región. Los
núcleos habenulares reciben muchas fibras aferentes de los cuerpos amigdalinos y del
hipocampo. Estas fibras aferentes se dirigen hacia los núcleos habenulares en la estría
medular del tálamo. Algunas de las fibras cruzan la línea media para alcanzar el núcleo
contralateral a través de la comisura habenular. Se desconoce la función de los núcleos
habenulares y sus conexiones en el ser humano.
Fibras de asociación
Las fibras de asociación son fibras nerviosas que, esencialmente, conectan varias
regiones corticales dentro del mismo hemisferio, y pueden clasificarse en grupos cortos y
largos (fig. 7-19). Las fibras de asociación cortas se encuentran inmediatamente por
debajo de la corteza y conectan las circunvoluciones adyacentes. Estas fibras tienen un
trayecto transversal al eje longitudinal de los surcos (fig. 7-19). Las fibras de asociación
largas se reúnen en haces con nombre y pueden disecarse en un cerebro fijado con
formol. El fascículo uncinado conecta la primera área motora del habla y las
circunvoluciones de la superficie inferior del lóbulo frontal con la corteza del polo del
451
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ERRNVPHGLFRVRUJ
Núcleo ~nticlAar
'"(
lóbulo t<mp()(OJ
A
Fórceps menoc
Rodillo 001 euot'J)O canoso
Corona radiada
Corona rOOiada (,upe,flcfe cortada)
(supeñocle cortada)
Esplenio del
cuerpo caloso
Surco longitudinal
Polo ocoipit~
B
Figura 7-16 A: corte coronal del encéfalo que atraviesa el asta anterior del ventrículo lateral y el quiasma óptico.
B: proyección superior del encéfalo diseccionada para mostrar las fibras del cuerpo calloso y la corona radiada.
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Polos
occipitales
Asta anterior del
ventrículo 1a1era1
Agujero
interventricutar
Ventriculo lateral
Tálamo
Figura 7-17 Corte horizontal del encéfalo que deja el fórnix en su posición.
Fibras de proyección
Las fibras nerviosas aferentes y eferentes que vienen y van desde el tallo cerebral hacia
toda la corteza cerebral deben circular entre grandes masas nucleares de sustancia gris
dentro del hemisferio cerebral. En la parte superior del tallo cerebral estas fibras forman
una banda compacta que se conoce como cápsula interna, que está flanqueada
medialmente por el núcleo caudado y el tálamo y lateralmente por el núcleo lenticular
(fig. 7-13). Debido a la forma en cuña del núcleo lenticular, vista en el corte horizontal, la
cápsula interna se dobla para formar un brazo anterior y un brazo posterior, unidos por
la rodilla (figuras 7-18 y 7-20). Una vez que las fibras nerviosas han aparecido en la
cara superior entre las masas nucleares, se irradian en todas direcciones hacia la corteza
cerebral. Estas fibras de proyección que irradian forman lo que se conoce como corona
radiada (fig. 7-20). La mayoría de las fibras de proyección se sitúan mediales a las fibras
de asociación, pero se cruzan con las fibras de la comisura del cuerpo calloso y la
comisura anterior. Las fibras nerviosas que se encuentran en la zona más posterior de la
rama posterior de la cápsula interna irradian hacia el surco calcarino y se conocen como
ra diación óptica (fig. 7-18). La distribución de las fibras dentro de la cápsula interna se
muestra con más detalle en la figura 7-18.
Septo pelúcido
El septo pelúcido es una lámina vertical fina de tejido nervioso, formado por sustancia
blanca y sustancia gris, cubierta a cada lado por epéndimo (figs. 7-8 y 7-13; v. también la
lámina 8 del Atlas). Se encuentra entre el fórnix y el cuerpo calloso. En su zona anterior,
453
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ocupa el espacio que queda entre el cuerpo y el pico del cuerpo calloso. Esencialmente,
consiste en una doble membrana con una cavidad cerrada a modo de hendidura entre las
membranas. El septo pelúcido forma una división entre las astas anteriores de los
ventrículos laterales.
Tela coroidea
La tela coroidea es un pliegue de piamadre de dos capas que se halla situada entre el
fórnix por arriba y el techo del tercer ventrículo y la superficie superior de los dos
tálamos por abajo. Cuando se observa desde arriba, el extremo anterior está situado en
los agujeros interventriculares (v. figura 16-6). Sus bordes laterales son irregulares, y se
proyectan lateralmente en el cuerpo de los ventrículos laterales, donde están cubiertos
por epéndimo y forman los plexos coroideos del ventrículo lateral. Posteriormente, los
bordes laterales continúan en el asta inferior del ventrículo lateral y están cubiertos por
epéndimo, de manera que el plexo coroideo se proyecta a través de la fisura coroidea.
454
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Radiación óptica
Ventriculo lateral
Figura 7-18 Corte horizontal del hemisferio cerebral derecho que muestra las relaciones y partes diferentes de la
cápsula interna.
A cada lado de la línea media, la tela coroidea se proyecta hacia abajo a través del
techo del tercer ventrículo para formar los plexos coroideos del tercer ventrículo.
El aporte sanguíneo de la tela coroidea y, por tanto, también de los plexos coroideos
del tercer ventrículo y de los ventrículos laterales, procede de las ramas coroideas de
las arterias carótida interna y basilar. La sangre venosa drena por las venas
cerebrales internas, que se unen para formar la vena cerebral magna. A su vez, la
vena cerebral magna se une al seno sagital inferior para formar el seno recto.
455
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Polo
frontal
Lóbulo temporal
Figura 7-19 Vista lateral del hemisferio cerebral derecho, que ha sido diseccionado para mostrar algunas de las
principales fibras de asociación.
Corona ra<llacta
Polo
frontal
Polo
occipital
Comisura anterior
Figura 7-20 Vista medial del hemisferio cerebral derecho, que ha sido diseccionado para mostrar la cápsula
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interna y la corona radiada. Se ha retirado el tálamo. Obsérvese la interdigitación de las fibras horizontales del
cuerpo calloso y las fibras verticales de la corona radiada.
NOTAS CLÍNICAS
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Septo
pelúcido
·- ,
\
)
)
\ \/ ,·
Uurina orbitaria
del hueso frontal
,;::::.. /- Par1e pelrosa del
hueso telll)Orel
Placa
Figura 7-22 Explicación de la radiografía que se muestra en la figura 7-21. Obsérvese la posición del tubo de
rayos X en relación con la cabeza y la placa.
El plexo coroideo del ventrículo lateral es la continuación del plexo coroideo del
tercer ventrículo a través del agujero interventricular. El plexo coroideo es mayor en la
zona en la que se unen el cuerpo y las astas posteriores e inferiores, y es allí donde
aparecen las calcificaciones con la edad. Es importante no confundir esta calcificación
del plexo coroideo, como se ve en las radiografías, con las de la glándula pineal.
En el pasado, el tamaño y la forma del ventrículo lateral se investigaban en clínica
empleando la neumoencefalografía (figs. 7-21 a 7-24). En este procedimiento, se
introducían pequeñas cantidades de aire en el espacio subaracnoideo mediante punción
lumbar con el paciente en posición sedente. Este método era peligroso si el paciente ya
tenía elevada la presión intracraneal (v. pág. 24) y el aire o el líquido radioopaco se
460
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Dada la estrecha relación que existe entre estos núcleos y la cápsula interna, los
tumores de los núcleos caudado o lenticular originan síntomas motores o sensitivos
graves en el lado contrario del cuerpo. Los tumores que presionan los dos tercios
anteriores del brazo posterior de la cápsula interna causan una hemiplejia espástica
progresiva, mientras que los tumores situados en zonas más posteriores producen
deterioros en la sensibilidad del lado contrario.
Los trastornos de la función de los núcleos basales se explican después de comentar
las conexiones de dichos núcleos, en el capítulo 10.
Comisuras del cerebro
La principal comisura es el gran cuerpo calloso. La mayoría de las fibras del interior
del cuerpo calloso conectan entre sí áreas simétricas de la corteza cerebral. Dado que
transfiere información de un hemisferio a otro, el cuerpo calloso es esencial para la
discriminación aprendida, la experiencia sensitiva y la memoria.
En ocasiones, el cuerpo calloso no se desarrolla, y estos sujetos no muestran signos
o síntomas evidentes. Pero si el cuerpo calloso es destruido por una enfermedad en
edades posteriores de la vida, ambos hemisferios quedan aislados y el paciente
461
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~
Asta anterior del
vec*fcub lateral Ventriculo lateral
def otro lado
Cisterna ambi&nS
Lugar def agujero
interventricul.ar
(ogujero
deMonro)
Cisterna
del quiasma
Láminas orbitruias
oocipital extema
Ast3 1nfenor (temporaQ
del ventnculo lateral
Cisterna magna
Parte petrosa
dél hueso temporal
Cisterna interpe,duncular
Apofisis clinoides posterior
Figura 7-24 Explicación de la radiografía que se muestra en la figura 7-23. Obsérvese la posición del tubo de
rayos X en relación con la cabeza y la placa.
464
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Fórnix
Tercer ventrículo
Cuerpo del
ventrículo Tálamo
lateral
Asta posterior del
ventrículo lateral
Protuberancia
occipital interna
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Cuerpo calloso
Núcleo Asta anterior del
caudado - - - ventriculo lateral
Ramas de la
arteria cerebral ~"'¡~::::::::::'-,:¡,,-:,-,:~
media en el
surco lateral Tercer ventrículo
Núcleo
lenticular
Plexo coroideo
Seno occipital
en la hoz
del cerebro
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Surco longitudinal
Lóbulo frontal
Sustancia gris
Sustancia blanca
Rodilla del cuerpo
calloso
Asta ante<ior
del ventriculo
Cabeza del
lateral
núcleo caudado
Septo
pelúcido
Cuerpo del
ventriculo lateral Cue<po
del fómix
Plexo coroideo en
el ventriculo lateral Asta posterior
del ventriculo
lateral
lóbulo
occipital
sustancia gris
S<iroo
s.iroo longitudi'lal
del cíngulo
Esplenio del
Ciit:unvoluci6n cuerpo calloso
del cíngulo
467
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Figura 7-29 PET axial (horizontal) de un paciente varón con enfermedad de Alzheimer, que muestra defectos
(puntas de flecha) en el metabolismo de las regiones bitemporoparietales de la corteza cerebral, después de la
inyección de 18-fluorodesoxiglucosa. Las zonas amarillas indican las regiones de gran actividad metabólica.
(Cortesía del Dr. Holley Dey.)
468
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pieza rectangular del cráneo suprayacente. ¿Dónde está situada exactamente la circunvolución frontal media
derecha en el encéfalo? ¿Qué nombres reciben los surcos que se encuentran por encima y por debajo de esta
circunvolución? ¿Qué hueso del cráneo está situado por encima de esta circunvolución?
5. Mientras realizaba una autopsia, un anatomopatólogo tuvo muchas dificultades para encontrar el surco
central en cada hemisferio cerebral. Encontrar este surco es fundamental para localizar muchos de los
surcos y circunvoluciones restantes. Por tanto, ¿qué marcas anatómicas usaría usted para identificar el
surco central? ¿Tienen los surcos y circunvoluciones de los dos hemisferios tamaño y forma similares? ¿Hay
variaciones individuales en la disposición de los surcos y las circunvoluciones?
6. Se entregó una RM coronal y horizontal de un encéfalo a un estudiante de medicina de cuarto año, y se le
pidió que comentara sus observaciones. El paciente era un hombre de 55 años. El estudiante respondió que
el ventrículo lateral izquierdo era mayor de lo normal, y que había una zona de baja intensidad de la señal
cerca del agujero interventricular izquierdo, lo que sugería la presencia de un tumor cerebral. Al analizar la
radiografía lateral de cráneo y encéfalo estándar, el alumno observó una pequeña zona de «calcificación»
situada en la región de la parte posterior del ventrículo izquierdo. A partir de sus conocimientos de
neuroanatomía, describa la localización del ventrículo lateral en el encéfalo. ¿Cuáles son las distintas partes
del ventrículo lateral? ¿Dónde se produce el líquido cefalorraquídeo en el ventrículo lateral y hacia dónde
drena normalmente? ¿Qué estructura es la responsable de la calcificación que se observa en el ventrículo
lateral izquierdo de este paciente?
7. Una estudiante de medicina encontró, mientras realizaba una autopsia, que el paciente no tenía cuerpo
calloso. Al consultar el historial clínico del paciente, se sorprendió al no encontrar referencia alguna a un
trastorno neurológico. ¿Le sorprende que este paciente no tuviera antecedentes de signos y síntomas
neurológicos?
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interventricular hacia el tercer ventrículo. En años posteriores de la vida, el plexo coroideo, en especial en su
parte posterior, a veces muestra depósitos calcificados que, en ocasiones, pueden observarse en las
radiografías, como en este caso. El paciente tenía un tumor cerebral que estaba comprimiendo el agujero
interventricular izquierdo, lo que causaba el aumento del ventrículo izquierdo.
7. No. El cuerpo calloso no se desarrolla en algunos casos, y en estos pacientes no se aprecian signos ni
síntomas neurológicos evidentes. No obstante, la pérdida de las interconexiones entre los dos hemisferios
será evidente si el cuerpo calloso se escinde durante un procedimiento quirúrgico en el adulto (v. pág. 273).
PREGUNTAS DE REVISIÓN
Instrucciones: cada uno de los apartados numerados en esta sección se acompaña de respuestas.
Seleccione la letra de la respuesta CORRECTA.
1. Las siguientes afirmaciones se refieren al diencéfalo:
(a) Se extiende hacia delante hasta llegar al quiasma óptico.
(b) Está limitado lateralmente por la cápsula interna.
(c) El tálamo se localiza en la pared medial del tercer ventrículo.
(d) El epitálamo está formado por el extremo craneal de la sustancia negra y los núcleos rojos.
(e) Se extiende hacia atrás hasta llegar a la conexión intertalámica.
2. Las siguientes afirmaciones se refieren a la glándula pineal:
(a) Produce una secreción que es radioopaca.
(b) Contiene concentraciones altas de melatonina.
(c) La melatonina estimula la liberación de las hormonas gonadotrópicas desde el lóbulo anterior de la
hipófisis.
(d) Disminuye la producción de las secreciones de la glándula pineal en los períodos de oscuridad.
(e) Los pinealocitos se inhiben por las terminaciones nerviosas simpáticas.
3. Las siguientes afirmaciones se refieren al tálamo:
(a) Es la parte más grande del diencéfalo, y sirve como estación de relevo para los tractos sensitivos
principales (excepto para la vía olfatoria).
(b) Está separado del núcleo lenticular por la cápsula externa.
(c) Forma el límite anterior del agujero interventricular.
(d) Está separado totalmente del tálamo del lado opuesto.
(e) El tálamo es una pequeña masa rectangular de sustancia gris.
4. Las siguientes afirmaciones se refieren al hipotálamo:
(a) Está formado por la parte superior de la pared lateral y el techo del tercer ventrículo.
(b) Caudalmente, el hipotálamo se fusiona con el techo del mesencéfalo.
(c) Los núcleos están formados por grupos de grandes células nerviosas.
(d) Funcionalmente, participa en la liberación de las hormonas desde la hipófisis.
(e) Los cuerpos mamilares no forman parte del hipotálamo.
5. Las siguientes afirmaciones se refieren al hipotálamo:
(a) El hipotálamo no influye en las actividades de los sistemas autónomo y endocrino.
(b) Recibe pocas fibras sensitivas aferentes viscerales y somáticas.
(c) Salen fibras eferentes que llegan hasta los tractos de salida simpáticos y parasimpáticos en el encéfalo y
la médula espinal.
(d) No colabora en la regulación del metabolismo hídrico.
(e) El hipotálamo no participa en el control de los estados emocionales.
6. Las siguientes afirmaciones se refieren al tercer ventrículo:
(a) La pared posterior está formada por la apertura en el acueducto cerebral y el receso pineal.
(b) No se comunica directamente con los ventrículos laterales.
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(c) La tela coroidea vascular se proyecta desde el piso para formar el plexo coroideo.
(d) Apoyado en el piso del ventrículo, desde la zona posterior a la anterior, se encuentra el quiasma óptico,
túber cinereum y los cuerpos mamilares.
(e) La pared del ventrículo no está recubierta de epéndimo.
Instrucciones: empareje las preguntas. Las siguientes preguntas se aplican a la figura 7-30. Empareje
los números listados a la izquierda con las letras apropiadas enumeradas a la derecha. Cada letra se
puede seleccionar una vez, más de una vez o nunca.
7. Número 1
(a) Rodilla del cuerpo calloso
8. Número 2
(b) Agujero interventricular
9. Número 3
(c) Cuerpo del fórnix
10. Número 4
(d) Comisura anterior
11. Número 5
(e) Ninguna de las anteriores
12. Número 6
13. Número 7
Instrucciones: cada uno de los apartados numerados en esta sección se acompaña de respuestas.
Seleccione la letra de la respuesta CORRECTA.
14. Las siguientes afirmaciones se refieren al surco longitudinal cerebral:
(a) Contiene un pliegue de duramadre, la hoz del cerebelo.
(b) Contiene las arterias cerebrales medias.
(c) El seno sagital superior se encuentra por debajo de éste.
(d) El cuerpo calloso cruza la línea media en la zona profunda del surco.
(e) El seno sagital inferior se halla por encima de éste.
15. Las siguientes afirmaciones se refieren al surco central:
(a) El surco central se extiende sobre la superficie medial del hemisferio cerebral.
(b) El lóbulo frontal se encuentra posterior a él.
(c) El lóbulo parietal se encuentra anterior a él.
(d) El surco central continúa en su zona inferior con el surco lateral.
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4
3 5
6
......-•·· . . .. -
7
2
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Figura 7-30 Corte sagital del encéfalo que muestra la superficie medial del diencéfalo.
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19. Las siguientes afirmaciones que se refieren a la cápsula interna son correctas, excepto:
(a) Continúa por debajo con el techo del mesencéfalo.
(b) Tiene un brazo anterior y un brazo posterior, que se encuentran en línea recta.
(c) La rodilla y la parte anterior del brazo posterior contienen las fibras corticomedulares y corticoespinales.
(d) Está relacionada medialmente con el núcleo lenticular.
(e) Continúa por debajo con la corona radiada.
20. Las siguientes afirmaciones se refieren a los ganglios de la base:
(a) El núcleo caudado no está unido al núcleo lenticular.
(b) El cuerpo estriado está relacionado con el movimiento muscular.
(c) El núcleo lenticular está relacionado medialmente con la cápsula externa.
(d) El núcleo lenticular tiene forma ovalada, como se observa en el corte horizontal.
(e) El cuerpo amigdalino no forma uno de los ganglios de la base.
Instrucciones: empareje las preguntas. Las siguientes preguntas se aplican a la figura 7-31. Empareje
los números listados de la izquierda con las letras apropiadas enumeradas a la derecha. Cada letra se
puede seleccionar una vez, más de una vez o nunca.
21. Número 1
(a) Radiación óptica
22. Número 2
(b) Surco lateral
23. Número 3
(c) Núcleo lenticular
24. Número 4
(d) Asta anterior del ventrículo lateral
25. Número 5
(e) Ninguna de las anteriores
Figura 7-31 Corte horizontal del cerebro, como se vería desde arriba.
Instrucciones: las siguientes preguntas se aplican a la figura 7-32. Empareje los números listados a la
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izquierda con las letras apropiadas enumeradas a la derecha. Cada letra se puede seleccionar una vez,
más de una vez o nunca.
26. Número 1
(a) Surco central
27. Número 2
(b) Circunvolución poscentral
28. Número 3
(c) Circunvolución temporal superior
29. Número 4
(d) Lóbulo parietal superior
30. Número 5
(e) Ninguna de las anteriores
31. Número 6
Instrucciones: cada historia clínica continúa con preguntas. Seleccione la MEJOR respuesta.
Un hombre de 70 años con hipertensión fue ingresado en un servicio de urgencias tras presentar hemiparesia
de inicio súbito en el lado derecho, con adormecimiento de la pierna derecha. Se realizaron una TC axial y una
RM. La RM reveló una pequeña hemorragia en el tálamo izquierdo, que se dirigía horizontalmente a través de
los ventrículos laterales. Después de una observación minuciosa, 2 días más tarde la paresia había mejorado y
el paciente refirió que su adormecimiento había desaparecido. El paciente fue dado de alta del hospital una
semana después y se recuperó sin más incidentes. Su hipertensión se mantuvo bajo control con la medicación
adecuada.
32. A partir de sus conocimientos sobre las relaciones del tálamo izquierdo, seleccione la afirmación que
explique la hemiparesia derecha y el adormecimiento transitorios.
(a) La hemorragia se produjo en el tercer ventrículo.
(b) La hemorragia en el tálamo se extendió lateralmente al brazo posterior de la cápsula interna izquierda.
2
5
Figura 7-32 Vista lateral del hemisferio cerebral izquierdo.
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1. B es correcta. El diencéfalo está limitado lateralmente por la cápsula interna (v. fig. 7-1). A. El diencéfalo se
extiende hacia delante hasta llegar al agujero interventricular (v. figura 7-3). C. El tálamo está situado en la
pared lateral del tercer ventrículo (v. fig. 7-3). D. El epitálamo consiste de los núcleos habenulares y sus
conexiones, y de la glándula pineal (v. pág. 255). E. El diencéfalo se extiende hacia atrás hasta llegar al
acueducto cerebral (v. fig. 7-3).
2. B es correcta. La glándula pineal contiene concentraciones altas de melatonina (v. pág. 256). A. Las
secreciones pineales son translúcidas a los rayos X. C. La melatonina inhibe la liberación de la gonadotropina
desde el lóbulo anterior de la hipófisis (v. pág. 256). D. Existe una mayor producción de las secreciones de
la glándula pineal durante períodos de oscuridad. E. Los pinealocitos se estimulan por las terminaciones
nerviosas simpáticas (v. pág. 256).
3. A es correcta, El tálamo es la parte más importante del diencéfalo, y sirve como estación de relevo para
todos los tractos sensitivos principales, excepto para la vía olfatoria (v. pág. 252). B. El tálamo está separado
del núcleo lenticular por la cápsula interna (v. fig. 7-1). C. El tálamo forma el límite posterior del agujero
interventricular (v. fig. 7-3). D. El tálamo puede estar unido al tálamo del lado contrario por la conexión
intertalámica (v. pág. 253). E. El tálamo es una gran masa ovoide de sustancia gris (v. fig. 7-4).
4. D es correcta. El hipotálamo desempeña un importante papel en la liberación de las hormonas hipofisarias (v.
página 388). A. El hipotálamo está formado por la parte inferior de la pared lateral y el piso del tercer
ventrículo, por debajo del surco del hipotálamo (v. fig. 7-3). B. Caudalmente, el hipotálamo se fusiona con el
tegmento del mesencéfalo (v. pág. 257). C. Los núcleos del hipotálamo están formados por grupos de
pequeñas células nerviosas (v. pág. 256). E. Los cuerpos mamilares forman parte del hipotálamo (v. pág.
257).
5. C es correcta. Del hipotálamo surgen fibras eferentes que llegan a los tractos de salida simpáticos y
parasimpáticos en el encéfalo y la médula espinal (v. pág. 387). A. El hipotálamo influye en la actividad de
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los sistemas autónomo y endocrino (v. pág. 257). B. El hipotálamo recibe muchas fibras nerviosas aferentes
viscerales y sensitivas somáticas (v. pág. 385). D. El hipotálamo colabora en la regulación del metabolismo
hídrico (v. pág. 391). E. El hipotálamo participa en el control de los estados emocionales (v. pág. 391).
6. A es correcta. La pared posterior del tercer ventrículo está formada por la apertura en el acueducto cerebral
y el receso pineal (v. fig. 7-3). B. El tercer ventrículo comunica directamente con los ventrículos laterales a
través de los agujeros interventriculares (v. fig. 7-14). C. La tela coroidea vascular se proyecta desde el
techo del tercer ventrículo para formar el plexo coroideo (v. figura 7-3). D. En el piso del tercer ventrículo,
desde la zona anterior a la posterior, se encuentran el quiasma óptico, el túber cinereum y los cuerpos
mamilares (v. página 257). E. La pared del tercer ventrículo está recubierta por epéndimo.
7. D es correcta.
8. A es correcta.
9. E es correcta. La estructura es el septo pelúcido.
10. B es correcta.
11. C es correcta.
12. E es correcta. La estructura es el tálamo.
13. E es correcta. La estructura es el esplenio del cuerpo calloso.
14. D es correcta. El cuerpo calloso cruza la línea media en la zona profunda del surco cerebral longitudinal (v.
fig. 7-6). A. El surco cerebral longitudinal contiene un pliegue de duramadre, la hoz del cerebro (v. pág.
428). B. El surco cerebral longitudinal no contiene las arterias cerebrales medias, que se localizan en los
surcos cerebrales laterales (v. página 475). C. El seno venoso sagital superior se encuentra por encima del
surco cerebral longitudinal (v. pág. 433). E. El seno venoso sagital inferior se encuentra en el borde inferior
de la hoz del cerebro en el surco cerebral longitudinal (v. pág. 433).
15. A es correcta. El surco central se extiende sobre la superficie medial del hemisferio cerebral (v. fig. 7-8). B.
El lóbulo frontal se encuentra por delante del surco central (v. figura 7-11). C. El lóbulo parietal se encuentra
por detrás del surco central (v. fig. 7-11). D. El surco central no continúa por debajo en el surco lateral (v.
fig. 7-11). E. La aracnoides no se extiende en el surco central (v. pág. 435).
16. B es correcta. El ventrículo lateral se comunica con el tercer ventrículo a través del agujero interventricular
(v. figura 7-3). A. Cada ventrículo lateral tiene forma de C y está lleno de líquido cefalorraquídeo (v. fig. 7-
14). C. El cuerpo del ventrículo lateral ocupa el lóbulo parietal (v. pág. 446). D. El ventrículo lateral posee un
plexo coroideo (v. fig. 7-1). E. El asta anterior del ventrículo lateral ocupa el lóbulo frontal (v. fig. 7-14).
17. C es correcta. La mayoría de las fibras dentro del cuerpo calloso conectan áreas simétricas de la corteza
cerebral (v. pág. 265). A. El cuerpo calloso está conectado con el fórnix por el septo pelúcido (v. fig. 7-3).
B. El pico del cuerpo calloso conecta la rodilla con la lámina terminal (v. fig. 7-3). D. Las fibras de la rodilla
del cuerpo calloso se curvan hacia delante en los lóbulos frontales del hemisferio cerebral como el fórceps
menor (v. fig. 7-16). E. El cuerpo calloso está relacionado en la zona superior por la hoz del cerebro (v. pág.
257).
18. B es correcta. Cuando la comisura anterior se sigue lateralmente, se observa un haz anterior de fibras
nerviosas que se curva hacia delante para unirse al tracto olfatorio (v. página 266). A. La comisura anterior
está incluida en la parte superior de la lámina terminal (v. fig. 7-3). C. Algunas de las fibras de la comisura
anterior están relacionadas con la sensación del olfato (v. pág. 266). D. El haz anterior del agujero
interventricular está formado por el pilar anterior del fórnix y no por la comisura anterior (v. fig. 7-3). E. La
comisura anterior está formada por un pequeño haz de fibras nerviosas.
19. C es correcta. La cápsula interna contiene las fibras corticomedulares y corticoespinales en la rodilla y en la
parte anterior del brazo posterior (v. fig. 7-18). A. La cápsula interna continúa por debajo del pie peduncular
del mesencéfalo (v. fig. 7-20). B. La cápsula interna se dobla rodeando el núcleo lenticular, y tiene un brazo
anterior, una rodilla y un brazo posterior (v. fig. 7-18). D. La cápsula interna está relacionada lateralmente
con el núcleo lenticular (v. figura 7-18). E. La cápsula interna continúa por encima con la corona radiada (v.
fig. 7-20).
20. B es correcta. El cuerpo estriado está relacionado con el control del movimiento muscular (v. pág. 319). A.
La cabeza del núcleo caudado está unido al núcleo lenticular (v. figura 7-15). C. El núcleo lenticular está
relacionado lateralmente con la cápsula externa (v. fig. 7-13). D. El núcleo lenticular tiene forma de cuña,
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como se puede observar en el corte horizontal (v. fig. 7-13). E. El cuerpo amigdalino forma uno de los
ganglios de la base (v. pág. 319).
21. E es correcta. La estructura es la rodilla del cuerpo calloso.
22. C es correcta.
23. E es correcta. La estructura es el asta posterior del ventrículo lateral.
24. E es correcta. La estructura es el tercer ventrículo.
25. E es correcta. La estructura es el pilar anterior del fórnix.
26. E es correcta. La estructura es la circunvolución frontal media.
27. A es correcta.
28. B es correcta.
29. D es correcta.
30. E es correcta. La estructura es el surco lateral.
31. C es correcta.
32. D es correcta.
33. A es correcta.
34. D es correcta.
LECTURAS RECOMENDADAS
Brzezinski, A. Melatonin in humans. N. Engl. J. Med. 336:186, 1997.
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Swanson, L. W., and Sawchenko, P. E. Hypothalamic integration: Organization of the paraventricular and
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CAPÍTULO 8
ESTRUCTURA Y LOCALIZACIÓN
FUNCIONAL DE LA CORTEZA
CEREBRAL
na mujer de 19 años tuvo un accidente de tráfico. No llevaba puesto el cinturón
U de seguridad y salió lanzada del coche, sufriendo un traumatismo craneal grave. A
la exploración física de los técnicos de emergencias estaba inconsciente y fue
ingresada en el servicio de urgencias. Tras 5 h, recuperó la consciencia y su recuperación
fue notable en las 2 semanas siguientes. Fue dada de alta un mes después del accidente,
con una muy leve debilidad de su pierna derecha, sin apreciarse ninguna otra alteración.
Cuatro meses más tarde, fue visitada por un neurólogo porque sufría crisis bruscas de
movimientos clónicos de su pierna y pie derechos. Las crisis duraban sólo unos minutos.
Una semana más tarde, la paciente tuvo una crisis muy intensa que primero afectó a su
pierna derecha y después se extendió hasta su brazo derecho. En esta ocasión, perdió la
consciencia durante la crisis.
El neurólogo diagnosticó convulsiones epilépticas jacksonianas causadas por la
cicatrización cerebral secundaria al traumatismo sufrido durante el accidente. La
debilidad de la pierna derecha que se apreciaba inmediatamente después del accidente se
debió al daño de la parte superior de la circunvolución precentral izquierda. Sus crisis
iniciales de epilepsia eran de tipo parcial, y se debían a la irritación de la zona de la
circunvolución precentral izquierda que corresponde a la pierna. En su última crisis, la
crisis epileptiforme se diseminó a otras zonas de la circunvolución precentral izquierda
afectando, en consecuencia, a la mayor parte del lado derecho de su cuerpo y con
pérdida de consciencia.
Conocer la localización funcional de la corteza cerebral permitió al médico establecer
un diagnóstico preciso y aconsejar el tratamiento adecuado. El neurocirujano pudo
escindir limpiamente el tejido cicatricial cerebral y, aparte de una pequeña debilidad
residual de la pierna derecha, la paciente no presentó más crisis epileptiformes.
La corteza cerebral es el nivel más superior del sistema nervioso central y siempre
funciona en relación con los centros más inferiores. Recibe enormes cantidades de
información y responde de una forma precisa, produciendo los cambios más apropiados.
Muchas de las respuestas dependen de programas hereditarios, mientras que otras son
modificadas por programas que se aprenden durante la vida del sujeto y se almacenan en
la corteza cerebral. El médico puede utilizar esta información para localizar lesiones
hemisféricas basadas en los signos y síntomas clínicos.
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Las células estrelladas, que a veces se denominan células granulosas por su pequeño
tamaño, tienen una forma poligonal y sus cuerpos celulares miden en torno a 8 μm de
diámetro (fig. 8-1). Estas células tienen múltiples
ramificaciones dendríticas y un axón relativamente corto que termina en una neurona
cercana.
Los axones largos de las células fusiformes se dirigen verticalmente hacia la superficie
y se concentran principalmente en sus capas corticales más profundas (fig. 8-1). Las
dendritas surgen de cada polo del cuerpo celular. Las ramas de la dendrita inferior se
encuentran en la misma capa celular, mientras que la dendrita superficial asciende hacia
la superficie de la corteza y se ramifica en las capas más superficiales. El axón surge de la
parte inferior del cuerpo celular y penetra en la sustancia blanca a modo de fibras de
proyección, de asociación o comisurales.
Las células horizontales de Cajal son pequeñas células fusiformes orientadas
horizontalmente, que se encuentran en las capas más superficiales de la corteza (fig. 8-1).
La dendrita emerge de cada extremo de la célula con un axón que tiene un trayecto
paralelo a la superficie de la corteza y establece contacto con las dendritas de las células
piramidales.
Las células de Martinotti son pequeñas células multipolares que se hallan presentes
en todos los niveles de la corteza (fig. 8-1). La célula tiene dendritas cortas, pero el axón
se dirige hacia la superficie pial de la corteza, donde termina en una capa que suele ser la
capa más superficial. Durante su recorrido, el axón da origen a algunas ramas colaterales
cortas.
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Célula horizontal
2 Célula estrellada
3 I
4 Célula fusnorme
- mE
Células dé Martinottl
Células piramidales
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483
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Figura 8-2 Conexiones neuronales de la corteza cerebral. Obsérvese la presencia de fibras aferentes y eferentes.
5. Capa ganglionar (capa piramidal interna). Esta capa contiene células piramidales
muy grandes y de tamaño intermedio (figs. 8-1 y 8-3). Dispersas entre las células
piramidales se hallan las células estrelladas y las células de Martinotti. Además, hay un
gran número de fibras organizadas horizontalmente que forman la banda interna de
Baillarger (fig. 8-3). En la corteza motora de la circunvolución precentral, las células
piramidales de esta capa son muy grandes y se conocen como células de Betz. Estas
células son responsables de 3% de las fibras de proyección del fascículo
corticoespinal o del fascículo piramidal.
6. Capa multiforme (capa de células polimorfas). Aunque la mayoría de las células
son fusiformes, muchas de las células son células piramidales modificadas cuyo
cuerpo celular es triangular u ovoide (figs. 8-1 y 8-3). Las células de Martinotti
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también son muy evidentes en esta capa. Hay muchas fibras nerviosas que entran o
salen de la sustancia blanca subyacente.
485
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Capa molecular
2 1
Capa granulosa 1
externa
t
1
3 1
Capa piramidal 1
externa 1
4
,ve=·-"~
-
-'~-■=::.:.~ :;:-=-:~
Banda externa
de Baillarger
Capa granulosa --._J---lf-.,._
interna -~.¡.._-\-t=:::::i,'<:-/L---\<::;+ZCT --
---
1
5
Capa ganglionar Banda interna
(capa piramidal de Baillarger
interna)
6
Capa multiforme
(capa de células
polimorfas)
Figura 8-3 Capas de la corteza cerebral que muestran las neuronas en el lado izquierdo y las fibras nerviosas en
el lado derecho.
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áreas y capas de la corteza cerebral. Gran parte de esta nueva información todavía se
encuentra simplemente a nivel de datos fácticos y no se pueden aplicar en el contexto
clínico.
La corteza cerebral está organizada en unidades verticales o columnas de actividad
funcional (fig. 8-2) que miden en torno a 300 μm a 600 μm de ancho. En la corteza
sensitiva, por ejemplo, cada columna tiene una única función sensitiva específica. Una
unidad funcional de ese tipo se extiende a través de las seis capas, desde la superficie
cortical hasta la sustancia blanca. Cada unidad posee fibras aferentes, neuronas
internunciales y fibras eferentes. Una fibra aferente puede establecer sus sinapsis
directamente con una neurona eferente o implicar cadenas verticales de neuronas
internunciales. Una única cadena vertical de neuronas puede participar en actividades
aisladas, o bien la onda de excitación puede diseminarse hacia las cadenas verticales
adyacentes a través de las células granulosas de axón corto. Las células horizontales de
Cajal permiten la activación de las unidades verticales que se encuentran a una cierta
distancia de la fibra aferente entrante (fig. 8-2). La propagación lateral de la información
entrante destinada a la modalidad sensitiva, desde una columna a otra columna adyacente
o a columnas situadas a cierta distancia, permite que el sujeto comience a procesar el
conocimiento de la naturaleza de una información sensitiva.
ÁREAS CORTICALES
Los estudios clínicos y anatomopatológicos efectuados el siglo pasado en el hombre, y
los estudios electrofisiológicos y de ablación con animales a lo largo del siglo XX han
aportado evidencias de que las diferentes áreas de la corteza cerebral están
funcionalmente especializadas. No obstante, la división precisa de la corteza en diferentes
áreas de especialización, como describió Brodmann, simplifica en exceso la cuestión y
engaña al lector. La mera división de las áreas corticales en motoras y sensitivas es
errónea, ya que muchas de las áreas sensitivas son mucho más extensas de lo descrito
originalmente, y se sabe que se pueden obtener respuestas motoras estimulando las áreas
sensitivas. Hasta que se encuentre una terminología más satisfactoria para describir las
distintas áreas corticales, las principales reciben el nombre de su localización anatómica.
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Motora
Movimientos finos (la mayoría de l Tálamo desde el cerebelo. Área mocora primaria (84) Núcleos motores d~l t.Jllo
la do contrala tet31 del c uerpo~ gangliosde la base;área cerebral y células
músculose.xtraocu1a.res.ZOfl3 sensitj,,-a liOm.i.tica: área del asta anterio r de
superior de la cara.lengua, premotom la médula espinal~
mandíbul.l y laringe.bila1eml) cuerpo estriado
Lóbulo frontal
El área precentral se halla situada en la circunvolución precentral, e incluye la pared
anterior del surco central y las partes posteriores de las circunvoluciones frontales
superior, media e inferior. Se extiende sobre el borde supero medial del hemisferio en el
lobulillo paracentral (fig. 8-4). Histológicamente, la característica de esta área es la casi
completa ausencia de capas granulosas y la prominencia de células nerviosas piramidales.
Las células piramidales gigantes de Betz, que pueden medir hasta 120 μm de longitud y
60 μm de anchura, se concentran en su parte más alta en la parte superior de la
circunvolución precentral y en el lobulillo paracentral. Su número disminuye al dirigirse
hacia delante en la circunvolución precentral o hacia abajo hacia el surco lateral. La gran
mayoría de las fibras corticoespinales y corticomedulares se origina de las pequeñas
células piramidales en esta área. Se ha estimado que el número de células de Betz
presentes varía entre 25 000 y 30 000, y explica sólo el 3% de las fibras corticoespinales.
Es interesante destacar que la circunvolución poscentral y la segunda área sensitiva
somática, además de los lóbulos occipitales y temporales, también son el origen de los
tractos descendentes y están implicadas en el control de la aferencia sensitiva hacia el
sistema nervioso, y no participan en el movimiento muscular.
El área precentral puede dividirse en las regiones posterior y anterior. La región
posterior, que se conoce como el área motora, el área motora primaria o área 4 de
Brodmann, ocupa la circunvolución precentral que se extiende sobre el borde superior en
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el lobulillo paracentral (fig. 8-4). La región anterior se conoce como área premotora,
área motora secundaria, o área 6 de Brodmann, y parte de las áreas 8, 44 y 45. Ocupa
la parte anterior de la circunvolución precentral y las partes posteriores de las
circunvoluciones frontales superior, media e inferior.
Si se estimula eléctricamente el área motora primaria, se producen movimientos
aislados en el lado contrario del cuerpo, además de la contracción de grupos musculares
relacionados con el comportamiento de un movimiento específico. Aunque no se
produzcan movimientos homolaterales aislados, sí se producen movimientos bilaterales
de los músculos extraoculares, músculos de la parte superior de la cara, lengua,
mandíbula, y laringe y faringe.
Las áreas de movimiento del cuerpo están representadas de forma invertida en la
circunvolución precentral (fig. 8-5). Empezando desde abajo y llegando a la zona
superior se hallan las estructuras relacionadas con la deglución y la lengua: mandíbula,
labios, laringe, párpados y cejas.
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Circunvolución
,:mgular
\ Ároa sensitiva
dél l•nguaje
deWemicke
Figura 8-4 Localización funcional de la corteza cerebral. A: vista lateral del hemisferio cerebral izquierdo. B:
vista medial del hemisferio cerebral izquierdo.
La siguiente área es una extensa región para los movimientos de los dedos, en especial
del pulgar, mano, muñeca, codo, hombro y tronco. Los movimientos de la cadera, rodilla
y tobillo están representados en las áreas más altas de la circunvolución precentral. Los
movimientos de los dedos de los pies están situados en la superficie medial del hemisferio
cerebral en el lobulillo paracentral. Los movimientos de los esfínteres anal y vesical
también se hallan situados en el lobulillo paracentral. El área de la corteza que controla
un movimiento particular es proporcional a la habilidad necesaria para la realización del
movimiento, y no está relacionada con la masa de músculos que participan en el
movimiento.
En consecuencia, la función del área motora primaria consiste en realizar los
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movimientos individuales de las diferentes partes del cuerpo. Para colaborar en esta
función, recibe numerosas fibras aferentes desde el área premotora, corteza sensitiva,
tálamo, cerebelo y ganglios basales. La corteza motora primaria no es la encargada del
diseño del patrón del movimiento, sino la estación final para la conversión del diseño en
la ejecución del movimiento.
El área premotora, que es más ancha en su zona superior que en la inferior y que se
estrecha hacia abajo hasta quedar confinada a la parte anterior de la circunvolución
precentral, no tiene células piramidales gigantes de Betz. La estimulación eléctrica del
área premotora produce movimientos musculares similares a los que se obtienen con la
estimulación del área motora primaria. No obstante, se necesita una estimulación más
potente para producir el mismo grado de movimiento.
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Lóbulo parietal
El área somestésica primaria (corteza somatosensitiva primaria, S1) ocupa la
circunvolución poscentral (fig. 8-4) en la superficie lateral del hemisferio y la parte
posterior del lóbulo paracentral en la superficie medial (áreas de Brodmann 3, 1 y 2).
Histológicamente, la parte anterior de la circunvolución poscentral es el área que bordea
el surco central (área 3), es de tipo granuloso y contiene sólo células piramidales
dispersas. La capa exterior de Baillarger es ancha, y claramente evidente. La parte
posterior de la circunvolución poscentral (áreas 1 y 2) posee menos células granulosas.
Las áreas somestésicas primarias de la corteza cerebral reciben fibras de proyección
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desde los núcleos del tálamo ventral posterolateral y ventral posteromedial. La mitad
contraria del cuerpo está representada de forma invertida. La región faríngea, la lengua y
las mandíbulas se hallan representadas en la parte más inferior de la circunvolución
poscentral, seguidas por la cara, dedos, mano, brazo, tronco y muslo. Las áreas de la
pierna y el pie se encuentran en la superficie medial del hemisferio en la parte posterior
del lóbulo paracentral. Las regiones anal y genital también se localizan en esta última
área. La distribución de la corteza para una parte particular del cuerpo está relacionada
con su importancia funcional, más que con su tamaño. La cara, los labios y los dedos
pulgar e índice tienen unas áreas particularmente grandes asociadas. En realidad, el
tamaño del área cortical asignada a cada parte del cuerpo es directamente proporcional al
número de receptores sensitivos presentes en esta parte del cuerpo.
Aunque la mayoría de las sensaciones alcanzan la corteza desde el lado contralateral
del cuerpo, parte de la región oral se dirige al mismo lado, y las de la faringe, laringe y
periné van a ambos lados. Al penetrar en la corteza, las fibras aferentes excitan las
neuronas en la capa IV y después las señales se diseminan hacia la superficie de la unidad
cerebral y hacia las capas más profundas. Desde la capa VI un número importante de
axones abandona la corteza y se dirige hacia las estaciones más inferiores de relevo
sensitivo en el tálamo, médula oblongada (o bulbo raquídeo) y médula espinal,
proporcionando retroalimentación. Esta retroalimentación sensitiva es principalmente
inhibidora, y tiene como función modular la intensidad de la información sensitiva
entrante.
La parte anterior de la circunvolución poscentral situada en el surco central recibe un
gran número de fibras aferentes desde los haces musculares, órganos tendinosos y
receptores articulares. Esta información sensitiva se analiza en las columnas verticales de
la corteza sensitiva, desde donde se dirige hacia delante por debajo del surco central
hacia la corteza motora primaria, donde tiene gran influencia en el control de la actividad
del músculo esquelético.
El área somestésica secundaria (corteza somatosensitiva secundaria, S2) se
encuentra en el labio superior de la rama posterior del surco lateral (fig. 8-4). El área
sensitiva secundaria es mucho más pequeña y menos importante que el área sensitiva
primaria. El área de la cara se encuentra en la zona más anterior, mientras que la
correspondiente a la pierna es posterior. El cuerpo está representado bilateralmente con el
lado contralateral dominante. Se desconocen los detalles de las conexiones de esta área.
Muchos impulsos sensitivos proceden del área primaria, y muchas señales se transmiten
desde el tallo cerebral. Tampoco se conoce el significado funcional de esta área, aunque
se ha demostrado que sus neuronas responden en particular a los estímulos cutáneos
transitorios, como la exploración de la piel con toques de cepillo o golpeteo.
El área de asociación somestésica (fig. 8-4) ocupa el lóbulo parietal superior y se
extiende por la superficie
medial del hemisferio (áreas de Brodmann 5 y 7). Esta área tiene muchas conexiones
con otras áreas sensitivas de la corteza. Se cree que su principal función es recibir e
integrar las diferentes modalidades sensitivas. Por ejemplo, permite reconocer los objetos
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Lóbulo occipital
El área visual primaria (área de Brodmann 17) se halla situada en las paredes de la
parte posterior del surco calcarino y en ocasiones se extiende rodeando el polo occipital
en la superficie lateral del hemisferio (fig. 8-4). Macroscópicamente, esta área puede
reconocerse por el grosor de la corteza y estría visual. Al microscopio, se observa el tipo
granuloso de la corteza con sólo unas pocas células piramidales.
La corteza visual recibe las fibras aferentes desde el cuerpo geniculado lateral. Las
fibras se dirigen primero hacia delante en la sustancia blanca del lóbulo temporal, y
después dan la vuelta hacia la corteza visual primaria en el lóbulo occipital. La corteza
visual recibe las fibras desde la mitad temporal de la retina ipsolateral y la mitad nasal de
la retina contralateral. Por tanto, la mitad derecha del campo de visión está representada
en la corteza visual del hemisferio cerebral izquierdo, y viceversa. También es importante
saber que los cuadrantes superiores de la retina (campo de visión inferior) se dirigen
hacia la pared superior del surco calcarino, mientras que los inferiores (campo de visión
superior) lo hacen hacia la pared inferior del surco calcarino.
La mácula lútea, que es la zona central de la retina y el área de visión más perfecta,
está representada en la corteza en la parte posterior del área 17, y es responsable de una
tercera parte de la corteza visual. Los impulsos visuales de las partes periféricas de la
retina terminan en círculos concéntricos por delante del polo occipital en la parte anterior
del área 17.
El área visual secundaria (áreas de Brodmann 18 y 19) rodea el área visual primaria
en las superficies medial y lateral del hemisferio (fig. 8-4). Esta área recibe las fibras
aferentes del área 17 y de otras áreas corticales, y también desde el tálamo. La función
del área visual secundaria está relacionada con la información visual que se recibe por el
área visual primaria en relación con las experiencias visuales en el pasado permitiendo, en
consecuencia, que el sujeto reconozca y aprecie lo que está viendo.
Se cree que el campo ocular occipital reside en el área visual secundaria en el ser
humano (fig. 8-4). La estimulación produce la desviación conjugada de los ojos, en
especial hacia el lado contrario. La función de este campo ocular parece refleja, y se
asocia con los movimientos del ojo cuando está siguiendo un objeto. Los campos
oculares occipitales de ambos hemisferios están conectados por vías nerviosas, y también
parecen estar conectados con el colículo superior. Por el contrario, el campo ocular
frontal controla los movimientos voluntarios de seguimiento del ojo y es independiente de
los estímulos visuales.
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Lóbulo temporal
El área auditiva primaria (áreas de Brodmann 41 y 42) incluye la circunvolución de
Heschl, y se sitúa en la pared inferior del surco lateral (fig. 8-4). El área 41 es un tipo
granuloso de corteza. El área 42 es homotípica, y es principalmente un área de
asociación auditiva.
Las fibras de proyección hacia el área auditiva surgen principalmente en el cuerpo
geniculado medial, y forman la radiación auditiva de la cápsula interna. La parte
anterior del área auditiva primaria se halla relacionada con la recepción de los sonidos de
baja frecuencia, mientras que la parte posterior lo está con los de alta frecuencia. Una
lesión unilateral del área auditiva produce sordera parcial de ambos oídos, y se origina la
mayor pérdida en el oído contralateral. Esta pérdida se explica porque el cuerpo
geniculado medial recibe fibras principalmente del órgano de Corti del lado contrario, así
como algunas fibras del mismo lado.
El área auditiva secundaria (corteza auditiva de asociación) está situada por detrás
del área auditiva primaria (fig. 8-4) en el surco lateral y en la circunvolución temporal
superior (área de Brodmann 22). Recibe impulsos del área auditiva primaria y del tálamo.
El área auditiva secundaria parece ser necesaria para la interpretación de los sonidos y
para la asociación de la información auditiva aferente con el resto de la información
sensitiva.
El área sensitiva del lenguaje de Wernicke (fig. 8-4) se localiza en el hemisferio
dominante izquierdo, principalmente en la circunvolución temporal superior, con
extensiones alrededor del extremo posterior del surco lateral en la región parietal. El área
de Wernicke se halla conectada con el área de Broca mediante un haz de fibras nerviosas
denominado fascículo arcuato. Recibe las fibras de la corteza visual en el lóbulo
occipital, y la corteza auditiva en la circunvolución temporal superior. El área de
Wernicke permite entender el lenguaje escrito y hablado, la persona puede leer una frase,
entenderla y decirla en voz alta (figs. 8-6 y 8-7).
Dado que el área de Wernicke representa el lugar en la corteza cerebral en el que se
juntan las áreas de asociación somáticas, visuales y auditivas, se debe considerar como
un área de una gran importancia.
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Circunvolución
angular
\
\
\
\
\
\ Áreas visuales
\
\
Área de Broca \
Laringe
G
Ojo
Figura 8-6 Probables vías nerviosas implicadas en la lectura de una frase y en su repetición en voz alta.
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Area auditiva
Area motora prim..'Via
Area de Broca
Oido
Laringe
Figura 8-7 Probables vías nerviosas implicadas en la audición de una pregunta y la elaboración de la respuesta.
Corteza de asociación
Las áreas sensitivas primarias con su corteza granulosa y las áreas motoras primarias con
su corteza agranulosa forman sólo una pequeña parte de la superficie cortical total. Las
restantes áreas tienen seis capas celulares y, por tanto, se denominan cortezas
homotípicas. Clásicamente, estas grandes áreas residuales se conocían como las áreas de
asociación, aunque no se sabía exactamente qué era lo que asociaban. El concepto
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original según el cual se recibe la información de las áreas sensitivas primarias que debe
integrarse y analizarse en la corteza de asociación y después se envía a las áreas motoras,
tampoco se ha establecido. Como resultado de los estudios clínicos y de la
experimentación con animales, actualmente es evidente que estas áreas de la corteza
tienen múltiples aferencias y eferencias, y que guardan una importante relación con la
conducta, la discriminación y la interpretación de las experiencias sensitivas. Se
reconocen tres áreas de asociación principales: la prefrontal, la temporal anterior y la
parietal posterior. La corteza prefrontal se expone en la página 296.
La corteza temporal anterior parece desempeñar un papel en el almacenamiento de las
experiencias sensitivas previas. La estimulación permite que el sujeto recuerde los objetos
que ha visto o la música que ha oído en el pasado.
En la corteza parietal posterior se integra la información visual procedente de la
corteza occipital posterior, y la aferencia sensitiva del tacto, presión y propiocepción
procedentes de la corteza parietal anterior, dando paso a los conceptos de tamaño, forma
y textura. Esta capacidad se conoce como estereognosia. La apreciación de la imagen
del cuerpo también se organiza en la corteza parietal posterior. Una persona puede
desarrollar un esquema corporal que sea capaz de apreciar conscientemente. El encéfalo
conoce en todo momento qué parte del cuerpo se localiza en relación con su entorno.
Esta información es muy importante cuando se realizan movimientos corporales. El lado
derecho del cuerpo está representado en el hemisferio izquierdo, mientras que el
izquierdo se representa en el hemisferio derecho.
DOMINANCIA CEREBRAL
El estudio anatómico de los dos hemisferios cerebrales demuestra que las
circunvoluciones y fisuras corticales son casi idénticas. Además, las vías nerviosas que se
proyectan hacia la corteza lo hacen principalmente hacia el lado contralateral e
igualmente hacia áreas corticales idénticas. Además, las comisuras cerebrales, en especial
el cuerpo calloso y la comisura anterior, constituyen una vía para el paso de la
información que se recibe en un hemisferio y que debe transferirse al otro. No obstante,
determinada actividad nerviosa se realiza de forma predominante en uno de los dos
hemisferios cerebrales. El uso ambidextro de las manos, la percepción del lenguaje y el
habla son las áreas funcionales de la conducta que están controladas en la mayoría de los
sujetos por el hemisferio dominante. Por el contrario, la percepción espacial, el
reconocimiento de las caras y la música se interpretan en el hemisferio no dominante (fig.
8-8).
Más de 90% de la población adulta es diestra y, por tanto, su hemisferio dominante es
el izquierdo. En el 96% de la población adulta también es el hemisferio izquierdo el
dominante para el lenguaje.
Yakolev y Rakic, en su trabajo sobre fetos y recién nacidos humanos, han demostrado
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que hay más fibras descendentes en el cruce piramidal izquierdo sobre la línea media en
la decusación que al contrario, lo que indicaría que, en la mayoría de los sujetos, las
células del asta anterior del lado derecho de la médula espinal tienen una mayor
inervación corticoespinal que las del lado izquierdo, lo que podría explicar la dominancia
de la mano derecha.
Otros autores han demostrado que el área del lenguaje de la corteza del adulto es
mayor en el lado izquierdo que en el lado derecho. Se cree que los dos hemisferios del
recién nacido tienen capacidades equiparables. Durante la infancia, uno de los
hemisferios se va convirtiendo lentamente en dominante sobre el otro y la dominancia
queda fijada únicamente después de la primera década, lo que explicaría por qué un niño
de 5 años con lesión en el hemisferio dominante puede aprender fácilmente a usar la
mano izquierda y a hablar bien, mientras que en el adulto es casi imposible.
Campo visual izqui•rdo Campo visual derecho
y
Lenguaje
...., __....
Dominante No dominante
Figura 8-8 Actividades nerviosas realizadas predominantemente por los hemisferios dominante y no dominante.
NOTAS CLÍNICAS
Consideraciones generales
La corteza cerebral debe considerarse como la última estación receptora implicada en
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una línea de estaciones que reciben información de los ojos, oídos y órganos de la
sensibilidad general. La función de la corteza consiste, en términos sencillos, en
discriminar y relacionar la información recibida con los recuerdos del pasado.
Presumiblemente, la información aferente sensitiva enriquecida es entonces desechada,
almacenada o traducida en una acción. En todo este proceso, existe una interrelación
entre la corteza y los núcleos basales, mantenida por las muchas conexiones nerviosas
corticales y subcorticales.
Lesiones de la corteza cerebral
Se ha estudiado en el hombre el efecto de la destrucción de áreas diferentes de la
corteza cerebral examinando a pacientes con lesiones producidas por tumores
cerebrales, accidentes vasculares, cirugía o traumatismos craneales. Además, ha sido
posible obtener registros eléctricos de diferentes áreas de la corteza durante la
exposición quirúrgica de la corteza cerebral o cuando se estimulan partes diferentes de
la corteza en el paciente consciente. Un dato que se ha podido deducir de esos
estudios es que la corteza cerebral humana posee, en un grado notable, la capacidad de
reorganizar la corteza residual intacta, de forma que es posible cierto grado de
recuperación cerebral después de sufrir lesiones cerebrales.
La corteza motora
Las lesiones de la corteza motora primaria en un hemisferio originan la parálisis de las
extremidades contralaterales, y resultan especialmente afectados los movimientos más
finos y más especializados. La destrucción del área motora primaria (área 4)
produce una parálisis más importante que la destrucción del área motora secundaria
(área 6). La destrucción de ambas áreas causa la forma más completa de parálisis
contralateral.
Las lesiones aisladas del área motora secundaria producen dificultades para la
realización de movimientos finos, con poca pérdida de fuerza.
La convulsión epiléptica jacksoniana se debe principalmente a una lesión irritativa
del área motora primaria (área 4). La convulsión comienza en la parte del cuerpo
representada en el área motora primaria que está siendo irritada. El movimiento
convulsivo puede limitarse a una parte del cuerpo, como la cara o los pies, o puede
propagarse para afectar a muchas regiones, dependiendo de la propagación de la
irritación del área motora primaria.
Espasticidad muscular
Una lesión aislada de la corteza motora primaria (área 4) origina pocos cambios en el
tono muscular. No obstante, las lesiones de mayor tamaño que afectan a las áreas
motoras primarias y secundarias (áreas 4 y 6), que son las más frecuentes, producen
espasmo muscular. La explicación de este efecto es que la corteza motora primaria da
origen a los fascículos corticoespinales y corticonucleares, mientras que la corteza
motora secundaria da origen a los fascículos extrapiramidales que se dirigen hacia los
ganglios basales y la formación reticular. Los fascículos corticoespinales y
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acústica).
Dominancia cerebral y daño cerebral
Aunque la estructura de ambos hemisferios es casi idéntica, en la mayoría de los
adultos el uso de la mano diestra, la percepción del lenguaje, el habla, la percepción
espacial y algunas áreas de la conducta están controladas por un hemisferio y no por el
otro. Aproximadamente el 90% de las personas son diestras, y el control reside en el
hemisferio izquierdo. El resto son zurdas, y unos pocos sujetos son ambidextros. En el
96% de las personas, el habla y el entendimiento del habla y del lenguaje escrito están
controlados por el hemisferio izquierdo. Por tanto, en la mayoría de los adultos el
hemisferio cerebral izquierdo es el dominante.
Desde un punto de vista clínico, es importante la edad en la que entra en vigor la
dominancia cerebral. Por ejemplo, cuando el daño cerebral se produce antes de que el
niño haya aprendido a hablar, el habla se desarrollará y mantendrá en el hemisferio
intacto. Esta transferencia del control del habla es mucho más difícil en las personas de
mayor edad.
Potenciales corticales cerebrales
Los registros eléctricos obtenidos desde las neuronas del interior de la corteza cerebral
muestran un potencial en reposo negativo en torno a los 60 mV. Los potenciales de
acción sobrepasan el potencial cero. Es interesante destacar que el potencial en reposo
muestra una fluctuación importante, lo que probablemente se debe a la recepción,
continua aunque variable, de los impulsos aferentes procedentes de otras neuronas. La
actividad eléctrica espontánea puede registrarse desde la superficie cortical, más que
intracelularmente. Estos registros se conocen como electrocorticogramas. Pueden
obtenerse registros similares poniendo los electrodos en el cuero cabelludo. El
resultado de este último procedimiento se conoce como electroencefalograma. Los
cambios del potencial eléctrico registrado habitualmente son muy pequeños, del orden
de 50 μV. Normalmente se reconocen tres bandas de frecuencia en el sujeto sano, que
se denominan ritmos α, β y θ. Las alteraciones del electroencefalograma pueden tener
un gran valor clínico para facilitar el diagnóstico de tumores cerebrales, epilepsia y
abscesos cerebrales. Una corteza eléctricamente silente indica muerte cerebral.
Consciencia
Una persona consciente está despierta y tiene conocimiento de sí misma y del entorno.
Para que la consciencia sea normal, es necesaria una funcionalidad activa de dos
partes esenciales del sistema nervioso: la formación reticular (en el tallo cerebral) y la
corteza cerebral. La formación reticular es la responsable del estado de vigilia, y la
corteza cerebral es necesaria para el estado de consciencia, es decir, el estado en que el
sujeto puede responder ante los estímulos e interaccionar con el entorno. La apertura
de los ojos es una función del tallo ce rebral, y el habla es una función de la corteza
cerebral. Los fármacos que producen inconsciencia, como los anestésicos, deprimen
selectivamente el mecanismo reticular de alerta, mientras que los que causan vigilia
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Epilepsia
La epilepsia es un síntoma en el que se produce un trastorno brusco y transitorio de la
fisiología normal del encéfalo, habitualmente de la corteza cerebral, que cesa
espontáneamente y tiende a recurrir. El problema suele asociarse con una alteración de
la actividad eléctrica normal y, en su forma más característica, va acompañado de
crisis comiciales. En las crisis parciales, la alteración se produce sólo en una parte del
encéfalo, y el paciente no pierde la consciencia. En las crisis generalizadas, la actividad
anómala afecta a áreas extensas del encéfalo bilateralmente y el sujeto pierde la
consciencia.
En algunos pacientes con crisis generalizadas pueden presentarse crisis no
convulsivas en las que el paciente se queda bruscamente con la mirada perdida en el
espacio, como ausente. Este síndrome se conoce como petit mal (crisis de ausencia).
En la mayoría de los casos de crisis generalizadas se observa una pérdida brusca de la
consciencia, con espasmos tónicos y contracciones clónicas de los músculos. Hay
apnea transitoria y, a menudo, se pierde el control intestinal y vesical. Las crisis suelen
durar desde pocos segundos a pocos minutos.
En la mayoría de los pacientes con epilepsia, la causa es desconocida; en otros,
parece haber una predisposición hereditaria, y en unos pocos la causa reside en una
lesión local, como un tumor cerebral o la cicatrización de la corteza después de un
traumatismo.
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4. Mientras examinaba a un paciente inconsciente, un médico observó que, cuando se giraba despacio la
cabeza del paciente hacia la derecha, sus ojos se desviaban hacia la izquierda, pero al rotar la cabeza hacia la
izquierda, los ojos del paciente se quedaban fijos mirando hacia la izquierda. ¿Qué área de la corteza está
dañada en este paciente?
5. Un soldado de 25 años fue herido por una mina antipersonas en Vietnam. Una pequeña pieza de metralla
penetró en el lado derecho de su cráneo, sobre la circunvolución precentral. Cinco años más tarde, fue
explorado por un médico durante un control médico rutinario, y se encontró que tenía debilidad de la pierna
izquierda, pero no se pudo detectar incremento alguno del tono muscular en esa pierna. Explique por qué la
mayoría de los pacientes que sufren daños en el área motora de la corteza cerebral tiene parálisis muscular
espástica, mientras que otros pacientes conservan un tono muscular normal.
6. Un distinguido neurobiólogo dio una conferencia sobre la fisiología de la corteza cerebral a los estudiantes de
primero de medicina. Tras revisar la estructura de las diferentes áreas de la corteza cerebral y la localización
funcional de la corteza cerebral, afirmó que nuestros conocimientos sobre la estructura celular de la corteza
cerebral humana no han mejorado mucho la comprensión de la actividad funcional normal de la corteza
cerebral. ¿Está de acuerdo con esta afirmación? ¿Qué entiende usted por el término teoría de la cadena
vertical?
7. Un joven de 18 años recibió un disparo que dañó gravemente su circunvolución precentral izquierda. Al
recuperarse del incidente, continuó en el hospital con una parálisis espástica del brazo y la pierna derechos.
Sin embargo, aún conservaba algunos movimientos voluntarios groseros en el hombro, la cadera y la rodilla
derechos. Explique la presencia de estos movimientos residuales en el lado derecho.
8. Un profesor de 53 años, jefe del departamento de anatomía, sufrió un traumatismo craneal grave mientras
hacía escalada. Durante el ascenso de la grieta de un glaciar, la piqueta de su compañero se cayó del
cinturón y golpeó la cabeza del profesor, originando una fractura con hundimiento del hueso frontal. Tras la
convalecencia de su accidente, el profesor volvió a ocupar su cargo en la facultad de medicina. Con rapidez,
fue evidente para otros profesores y para los alumnos que la conducta social del profesor había cambiado de
forma muy evidente. Sus clases, aunque entretenidas, ya no seguían un criterio. Aunque antes había sido un
hombre que vestía con elegancia, ahora tenía un aspecto descuidado. La organización del departamento
comenzó a deteriorarse con rapidez. Por último, fue retirado de su puesto de trabajo cuando, una mañana,
fue descubierto orinando en la papelera de una de las aulas. Utilice sus conocimientos de neuroanatomía para
explicar la alteración de la conducta del profesor.
9. Durante el interrogatorio de una mujer de 50 años con una lesión cerebrovascular se encontró que tenía
dificultades para entender el lenguaje hablado, aunque entendía muy bien el lenguaje escrito. ¿Qué área de la
corteza cerebral estaba dañada?
10. Un hombre de 62 años que se estaba recuperando de una apoplejía demostró tener dificultades para entender
el lenguaje escrito (alexia), aunque podía entender con facilidad el lenguaje hablado y los símbolos escritos.
¿Qué área de la corteza cerebral estaba dañada en este paciente?
11. ¿Qué entiende usted por los siguientes términos: a) coma, b) sueño y c) electroencefalograma? Nombre tres
problemas neurológicos en los que el diagnóstico se pueda establecer mediante un electroencefalograma.
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sensaciones diferentes.
3. Este paciente tuvo una lesión cerebrovascular que afectaba a la circunvolución precentral izquierda. El daño
de las células piramidales que daban origen a las fibras corticoespinales era el responsable de la parálisis del
lado derecho. El aumento del tono de los músculos paralizados se debió a la pérdida de la inhibición, causada
por la afectación de las fibras extrapiramidales (v. pág. 296).
4. Las lesiones destructivas del campo ocular frontal del hemisferio cerebral izquierdo hacían que los dos ojos
se desviaran hacia el lado de la lesión y que los ojos no pudieran volverse hacia el lado contrario. El campo
ocular frontal parece ser el responsable de los movimientos de seguimiento voluntarios del ojo, y es
independiente de los estímulos visuales.
5. Una pequeña lesión discreta de la corteza motora primaria da lugar a pocos cambios en el tono muscular.
Las lesiones de mayor tamaño que afectan a las áreas motoras primarias y secundarias, que son las más
frecuentes, dan lugar a espasmo muscular. La explicación puede consultarse en la página 296.
6. Como consecuencia de la exhaustiva y paciente investigación histológica llevada a cabo por Brodmann,
Campbell, Economo y el matrimonio Vogt, ha sido posible dividir la corteza cerebral en áreas que tienen una
organización microscópica diferente y distintos tipos de células. Estos mapas corticales son
fundamentalmente similares, y el propuesto por Brodmann es uno de los más utilizados. Como todavía se
desconoce el significado funcional de muchas áreas de la corteza cerebral humana, no ha sido posible
establecer una estrecha relación entre la estructura y la función. En general, puede decirse que las cortezas
motoras son más gruesas que las sensitivas, y que la corteza motora tiene una segunda y una cuarta capas
granulosas prominentes y células piramidales grandes en la quinta capa. Otras áreas con una estructura
diferente pueden desempeñar papeles funcionales similares. En estudios más recientes con técnicas
electrofisiológicas se ha sugerido que es preferible dividir la corteza cerebral según sus proyecciones
talamocorticales. El mecanismo de la cadena vertical de la corteza cerebral se describe con todo detalle en
las págs. 286 y 287.
7. En este paciente, la persistencia de movimientos voluntarios gruesos del hombro, cadera y rodilla derechos
puede explicarse porque los movimientos posturales groseros están controlados por el área premotora de la
corteza y los ganglios basales, y estas áreas estaban conservadas en el paciente.
8. La alteración de la conducta del profesor se debió a una lesión grave que afectaba a ambos lóbulos frontales
del cerebro como consecuencia de la fractura con hundimiento del hueso frontal. Aunque la destrucción de
la corteza prefrontal no causa una pérdida importante de inteligencia, sí provoca la pérdida de la iniciativa y
energía en el sujeto quien, a menudo, ya no se adapta a las normas aceptadas de conducta social.
9. Para entender el lenguaje hablado se requiere el funcionamiento normal del área auditiva secundaria, que se
halla situada por detrás del área auditiva primaria en el surco lateral y en la circunvolución temporal superior.
Esta área parece ser necesaria para la interpretación de los ruidos, y la información continúa su camino hacia
el área sensitiva del habla de Wernicke.
10. Para entender el lenguaje escrito, se requiere el funcionamiento normal del área visual secundaria de la
corteza cerebral, que está situada en las paredes de la parte posterior del surco calcarino en las superficies
medial y lateral del hemisferio cerebral. La función del área visual secundaria consiste en relacionar la
información visual recibida en el área visual primaria con las experiencias visuales pasadas. Esta información
continúa entonces su camino hacia la circunvolución angular dominante, y el intercambio tiene lugar en la
parte anterior del área del habla de Wernicke (v. pág. 293).
11. a) Coma es el término que se aplica a un paciente inconsciente. El paciente no habla, y muestra una
respuesta sólo refleja ante los estímulos dolorosos. En los sujetos en coma profundo no hay respuesta. Los
ojos están cerrados y no se mueven. b) El sueño es un estado de cambio de consciencia. Se comenta en la
página 298. c) El electroencefalograma es un registro de la actividad eléctrica de la corteza cerebral que se
obtiene colocando electrodos en el cuero cabelludo. La detección de alteraciones en los ritmos α, β y θ
facilita el diagnóstico de los tumores cerebrales, epilepsia y abscesos cerebrales.
PREGUNTAS DE REVISIÓN
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Instrucciones: cada uno de los apartados numerados en esta sección se acompaña de respuestas.
Seleccione la letra de la respuesta CORRECTA.
1. Las siguientes afirmaciones se refieren a la corteza cerebral:
(a) La corteza cerebral es más delgada sobre la cresta de una circunvolución, y más gruesa en la zona
profunda del surco.
(b) Las células piramidales gigantes más grandes se encuentran en la circunvolución poscentral.
(c) En la corteza visual, la banda exterior de Baillarger es delgada y sólo puede verse al microscopio.
(d) La capa molecular es la capa más superficial de la corteza cerebral, y está compuesta de pequeños
cuerpos celulares de las células granulosas.
(e) Desde un punto de vista funcional, la corteza cerebral está organizada en unidades verticales de actividad.
2. Las siguientes afirmaciones se refieren al área precentral del lóbulo frontal de la corteza cerebral:
(a) La región anterior se conoce como el área motora primaria.
(b) El área motora primaria es la encargada de los movimientos especializados en el lado contrario del
cuerpo.
(c) La función del área motora primaria es almacenar los programas de la actividad motora que se dirigen
hacia el área premotora para la ejecución de los movimientos.
(d) Cada músculo esquelético está representado en el área motora primaria.
(e) El área de la corteza que controla un movimiento en particular no es proporcional a la habilidad implicada.
3. Las siguientes afirmaciones se refieren al área motora del lenguaje de Broca:
(a) En la mayoría de los sujetos, esta área es importante en el hemisferio izquierdo o dominante.
(b) El área del lenguaje de Broca origina la información sobre la formación de las palabras y sus conexiones
con el área motora secundaria.
(c) No está conectada con el área sensitiva del lenguaje de Wernicke.
(d) Se localiza en la circunvolución frontal superior entre las ramas anteriores y ascendentes, y las ramas
ascendentes y posteriores del surco lateral.
(e) Las áreas de Brodmann 34 y 35 representan el área motora del lenguaje.
4. Las siguientes afirmaciones se refieren al área somestésica primaria:
(a) Ocupa la parte inferior de la circunvolución precentral.
(b) Histológicamente, contiene un número importante de células piramidales y pocas células granulosas.
(c) La mitad contraria del cuerpo se representa invertida.
(d) Aunque la mayoría de las sensaciones alcanza la corteza desde el lado contralateral del cuerpo, las
sensaciones de la mano van a ambos lados.
(e) El área se extiende hasta la parte anterior del lobulillo paracentral.
5. Las siguientes afirmaciones se refieren a las áreas visuales de la corteza:
(a) El área visual primaria se localiza en las paredes del surco parietooccipital.
(b) La corteza visual recibe las fibras aferentes desde el cuerpo geniculado medial.
(c) La mitad derecha del campo visual está representada en la corteza visual del hemisferio cerebral derecho.
(d) Los cuadrantes superiores de la retina se dirigen hacia la porción inferior de la corteza visual.
(e) El área visual secundaria (áreas de Brodmann 18 y 19) está rodeada por el área visual primaria en las
superficies medial y lateral del hemisferio.
6. Las siguientes afirmaciones se refieren a la circunvolución temporal superior:
(a) El área auditiva primaria se halla situada en la pared inferior del surco lateral.
(b) Las fibras de proyección principales hacia el área auditiva primaria surgen del tálamo.
(c) El área sensitiva del lenguaje de Wernicke se localiza en la circunvolución temporal inferior en el
hemisferio dominante.
(d) Una lesión unilateral del área auditiva produce sordera completa en ambos oídos.
(e) El área auditiva secundaria se conoce a veces como áreas de Brodmann 41 y 42.
7. Las siguientes afirmaciones se refieren a las áreas de asociación de la corteza cerebral:
(a) Suponen una pequeña parte de la superficie cortical.
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(b) El área prefrontal está relacionada con la constitución de la personalidad del sujeto.
(c) Están relacionadas con la interpretación de las experiencias motoras.
(d) La apreciación de la imagen corporal se organiza en la corteza parietal anterior, y el lado derecho del
cuerpo está representado en el hemisferio izquierdo.
(e) Las áreas de asociación tienen sólo cuatro capas de corteza.
8. Las siguientes afirmaciones se refieren a la dominancia cerebral:
(a) Las circunvoluciones corticales del hemisferio dominante y no dominante están organizadas de forma
diferente.
(b) Más de 90% de la población adulta es diestra y, por tanto, su hemisferio dominante es el izquierdo.
(c) El hemisferio derecho es el dominante para el habla en el 96% de la población adulta.
(d) El hemisferio no dominante interpreta el uso ambidextro de las manos, la percepción del lenguaje y el
habla.
(e) Después de la pubertad, la dominancia de los hemisferios cerebrales queda fijada.
Instrucciones: empareje las preguntas. Las siguientes preguntas se aplican a la figura 8-9. Empareje
los números listados a la izquierda con las letras apropiadas enumeradas a la derecha. Cada letra se
puede seleccionar una vez, más de una vez o nunca.
9. Número 1
(a) Área motora primaria
10. Número 2
(b) Área auditiva secundaria
11. Número 3
(c) Campo ocular frontal
12. Número 4
(d) Área somestésica primaria
(e) Ninguna de las anteriores
Instrucciones: empareje las preguntas. Las siguientes preguntas se aplican a la figura 8-10. Empareje
los números listados a la izquierda con las letras apropiadas enumeradas a la derecha. Cada letra se
puede seleccionar una vez, más de una vez o nunca.
13. Número 1
(a) Área premotora
14. Número 2
(b) Área somestésica primaria
15. Número 3
(c) Área visual primaria
16. Número 4
(d) Área motora primaria
(e) Ninguna de las anteriores
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4
Figura 8-9 Vista lateral del hemisferio cerebral izquierdo.
Instrucciones: cada historia clínica continúa con preguntas. Seleccione la MEJOR respuesta.
Una mujer de 54 años fue vista por un neurólogo porque su hermana había observado un cambio brusco en su
conducta. En el interrogatorio, la paciente afirmó que, después de despertarse de un sueño profundo hace una
semana, observó que sentía como si su lado izquierdo del cuerpo no le perteneciera. Más tarde, esta sensación
empeoró, y ya no fue consciente de la existencia de su lado izquierdo. Su hermana le dijo al neurólogo que la
paciente ahora descuida la higiene del lado izquierdo de su cuerpo.
17. El neurólogo examinó a la paciente y encontró los siguientes signos, excepto:
(a) La paciente no miraba hacia su lado izquierdo.
(b) La paciente reaccionaba con facilidad a la estimulación sensitiva de su piel en el lado izquierdo.
(c) Al pedir a la paciente que moviera su pierna izquierda, lo hizo con rapidez.
(d) Se observaron indicios definitivos de debilidad muscular de las extremidades superior e inferior en el lado
izquierdo.
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(e) Al pedir que cruzara la sala de exploraciones, tendía a no usar su pierna izquierda tanto como la derecha.
18. El neurólogo llegó a las siguientes conclusiones, excepto:
(a) Se estableció el diagnóstico de hemiasomatognosia izquierda (pérdida de la apreciación del lado izquierdo
del cuerpo).
(b) Esta afección fue consecuencia de una lesión del lóbulo parietal izquierdo.
(c) Además, la paciente mostró hemiacinesia izquierda (negligencia motora unilateral).
(d) Probablemente, había una lesión en las áreas 6 y 8 de las regiones medial y lateral premotoras del lóbulo
frontal derecho.
(e) El hecho de no poder mirar al lado izquierdo (extinción visual) sugería la existencia de una lesión en el
lóbulo parietooccipital derecho.
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Las fibras de proyección principales hacia el área auditiva primaria surgen del cuerpo geniculado medial (v.
pág. 293). C. El área sensitiva del lenguaje de Wernicke está localizada en la circunvolución temporal
superior en el hemisferio dominante (v. fig. 8-4). D. Una lesión unilateral del área auditiva produce sordera
parcial en ambos oídos (v. pág. 293). E. El área auditiva primaria se conoce a veces como áreas de
Brodmann 41 y 42 (v. pág. 293).
7. B es correcta. El área prefrontal está relacionada con la constitución de la personalidad del sujeto (v. pág.
291). A. Las áreas de asociación de la corteza cerebral forman una gran área de la superficie cortical (v.
pág. 294). C. Las áreas de asociación se hallan relacionadas con las interpretaciones de las experiencias
sensitivas (v. pág. 294). D. La apreciación de la imagen corporal se organiza en la corteza parietal posterior,
y el lado derecho del cuerpo está representado en el hemisferio izquierdo (v. pág. 294). E. Las áreas de
asociación tienen las seis capas celulares y se denominan cortezas homotípicas (v. pág. 294).
8. B es correcta. Más de 90% de la población adulta es diestra y, por tanto, su hemisferio dominante es el
izquierdo (v. página 297). A. Las circunvoluciones corticales de los hemisferios dominante y no dominante
están organizadas del mismo modo (v. pág. 297). C. Aproximadamente el 96% de la población adulta tiene
un hemisferio dominante izquierdo para el habla (v. pág. 297). D. El hemisferio no dominante representa la
percepción espacial y el reconocimiento de las caras y de la música (v. pág. 295). E. Después de la primera
década de la vida, la dominancia de los hemisferios cerebrales se convierte en fija (v. pág. 295).
Las respuestas de la figura 8-9, que muestra la proyección lateral del hemisferio cerebral izquierdo,
son las siguientes:
9. C es correcta; 1 es el campo ocular frontal.
10. E es correcta; 2 es el área somestésica secundaria (v. fig. 8-4).
11. E es correcta; 3 es el área sensitiva del lenguaje de Wernicke (v. fig. 8-4).
12. B es correcta; 4 es el área auditiva secundaria (v. fig. 8-4).
Las respuestas de la figura 8-10, que muestra la proyección medial del hemisferio cerebral izquierdo,
son las siguientes:
13. C es correcta; 1 es el área visual primaria (v. fig. 8-4).
14. B es correcta; 2 es el área somestésica primaria (v. fig. 8-4).
15. D es correcta; 3 es el área motora primaria (v. fig. 8-4).
16. A es correcta; 4 es el área premotora (v. fig. 8-4).
17. D es correcta. La paciente no mostraba debilidad de sus músculos en el lado izquierdo, a pesar de que su
hermana decía que tendía a no utilizar la pierna izquierda.
18. B es correcta. La RM mostró la existencia de un tumor en el lóbulo parietooccipital derecho; había otra
lesión en el lóbulo frontal derecho.
LECTURAS RECOMENDADAS
Adams, J. H., and Duchen, L. W. Greenfield's Neuropathology. New York: Oxford University Press, 1992.
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CAPÍTULO 9
LA FORMACIÓN RETICULAR Y EL
SISTEMA LÍMBICO
n estudiante de medicina de 24 años fue llevado en ambulancia al servicio de
U urgencias después de sufrir un accidente de moto. En la exploración, estaba
inconsciente y mostraba signos de un traumatismo grave del lado derecho de la
cabeza. No respondía a las órdenes verbales ni a los estímulos dolorosos profundos
aplicados sobre el nervio supraorbitario. Los reflejos plantares eran extensores, y los
reflejos corneales, tendinosos y pupilares estaban ausentes. Era evidente que el paciente
se hallaba en coma profundo. Una exploración neurológica más detallada no reveló nada
que pudiera aclarar el diagnóstico. La tomografía computarizada (TC) mostró una gran
fractura con hundimiento del hueso parietal derecho del cráneo.
El estado del paciente cambió después de una semana en la unidad de cuidados
intensivos. Bruscamente, mostró signos de estar despierto pero no parecía consciente de
su entorno ni de sus necesidades internas. Para alegría de su familia, les seguía con los
ojos abiertos y respondía de forma limitada a los movimientos posturales y reflejos
primitivos, pero no hablaba y no respondía a las órdenes. Aunque tenía ciclos de sueño y
vigilia, no respondía correctamente al dolor. El estado neurológico del paciente no se
había modificado 6 meses después.
El neurólogo determinó que el paciente estaba despierto, pero que no era consciente de
su entorno, y explicó a sus familiares que parte del encéfalo, conocida como la formación
reticular en el tallo cerebral, había sobrevivido al accidente y era la responsable de que el
paciente estuviera aparentemente despierto y pudiera respirar sin ayuda. No obstante, la
tragedia fue que su corteza cerebral estaba muerta y que el paciente permanecería en este
estado vegetativo.
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El sistema reticular es una red difusa de células nerviosas y de las fibras que se lozalizan
en el núcleo central del tallo cerebral. Desempeña una función clave en actividades del
sistema nervioso.
El sistema límbico está situado entre la corteza cerebral y el hipotálamo, y desempeña
un papel crucial en la emoción, la conducta, la iniciativa y la memoria.
FORMACIÓN RETICULAR
La formación reticular, como su nombre indica, se parece a una red (reticular) formada
por células nerviosas y fibras nerviosas. Esta red se extiende a través del eje del sistema
nervioso central desde la médula espinal hasta el cerebro. Se halla estratégicamente
situada entre tractos y núcleos nerviosos importantes. Recibe aferencias de la mayoría de
los sistemas sensitivos, y tiene fibras eferentes que descienden e influyen en las células
nerviosas en todos los niveles del sistema nervioso central. Las dendritas
excepcionalmente largas de las neuronas de la formación reticular permiten aferencias de
vías ascendentes y descendentes ampliamente distribuidas. A través de sus múltiples
conexiones, puede influir en la actividad del músculo esquelético, en las sensaciones
somáticas y viscerales, en los sistemas autónomos y endocrinos e incluso en el nivel de
consciencia.
Organización general
La formación reticular consiste de una red continua de células y fibras nerviosas asentada
en zonas profundas, que se extiende desde la médula espinal a través de la médula
oblongada (o bulbo raquídeo), el puente (protuberancia), el mesencéfalo, el subtálamo, el
hipotálamo y el tálamo. La red difusa puede dividirse en tres columnas longitudinales: la
primera ocupa el plano mediano, por lo que se denomina columna mediana, y consiste
de neuronas de tamaño intermedio; la segunda denominada columna medial, contiene
neuronas grandes, y la tercera, o columna lateral, contiene principalmente neuronas
pequeñas (fig. 9-1).
Con las técnicas clásicas de tinción neuronal, los grupos de neuronas están mal
definidas y es difícil seguir su trayectoria anatómica a través de la red. No obstante, con
las nuevas técnicas de neuroquímica y localización citoquímica, se demuestra que la
formación reticular contiene grupos altamente organizados de células neurotransmisoras
específicas que pueden influir en las funciones de áreas específicas del sistema nervioso
central. Por ejemplo, los grupos de células monoaminérgicas se hallan localizados en
áreas bien definidas a lo largo de la formación reticular.
Existen vías polisinápticas, y otras vías cruzadas y no cruzadas ascendentes y
descendentes, que incluyen muchas neuronas que desempeñan funciones tanto somáticas
como viscerales.
En la zona inferior, la formación reticular continúa con las interneuronas de la
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sustancia gris de la médula espinal, mientras que en la zona superior hay una zona de
intercambio de los impulsos hacia la corteza cerebral. Una proyección sustancial de las
fibras también abandona la formación reticular para penetrar en el cerebelo.
Proyecciones aferentes
Hay muchas vías aferentes diferentes que se proyectan en la formación reticular desde la
mayor parte de estructuras del sistema nervioso central (fig. 9-2). Desde la médula
espinal surgen fascículos espinorreticulares, fascículos espinotalámicos y el lemnisco
medial. Desde los núcleos de los pares craneales hay tractos aferentes ascendentes, que
incluyen las vías vestibulares, acústicas y visuales. Desde el cerebelo surge la vía
cerebelorreticular. Desde el área subtalámica, hipotalámica y desde los núcleos del
tálamo, del cuerpo estriado y el sistema límbico surgen más tractos aferentes. Otras
fibras aferentes importantes surgen de la corteza motora primaria del lóbulo frontal y
desde la corteza somestésica del lóbulo parietal.
Proyecciones eferentes
Existen múltiples vías eferentes que se extienden hacia el tallo cerebral y la médula
espinal a través del fascículo reticulomedular y los fascículos reticuloespinales hacia las
neuronas en los núcleos motores de los pares craneales y las células del asta anterior de
la médula espinal. Otras vías descendentes se extienden hacia la eferencia simpática y la
eferencia parasimpática craneosacras del sistema nervioso autónomo. Otras vías se
extienden hacia el cuerpo estriado, el cerebelo, el núcleo rojo, la sustancia negra, el techo
y los núcleos del tálamo, el subtálamo y el hipotálamo. La mayoría de las regiones de la
corteza cerebral recibe también fibras eferentes.
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~ i~ ~ d L Columna medial
Figura 9-1 Diagrama que muestra las posiciones aproximadas de las columnas mediana, medial y lateral de la
formación reticular en el tallo cerebral.
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Figura 9-2 Diagrama que muestra las fibras aferentes de la formación reticular.
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SISTEMA LÍMBICO
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Estría terminal
Lóbulo frontal
Región de
la comisura
habenular y
los núcleos
habenulares.
Comisura
anterior Lóbulo
occipital
Pilar
delfó,nix Pilar del
fórni)(
C..erpo
mamilar
_:,,.,,-=:r-=:.--,;:.-=:=;r}r""'::::
Bulbo olfatorio
Tracto olfatorio
Fimbria
Cuerpo amigdalino Hipocampo
Lóbulo temporal Circunvolución denta.da
Uncus Circunvolución del
parahipocampo
Figura 9-3 Cara medial del hemisferio cerebral derecho que muestra las estructuras que forman el sistema
límbico.
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Uncus
Hipocampo
Circunvolución
del parahipocampo
Circunvolución
dentada
Esplenio del
c uerpo calloso
Fimbria
Figura 9-4 Disección del hemisferio cerebral derecho en la que se expone la cavidad del ventrículo lateral,
mostrando el hipocampo, la circunvolución dentada y el fórnix.
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Tracto óptico
Plexo coroideo
Cola del núcloo caudado
Hipocampo
Fimbria d e hipocampo
QUe contintia en
el pilar del fórnix Ctlvidad del asta inferior
del ventriculo lateral
C ircunvolución
dentada
~--<"==---Capa de células polimorfas
Su rco del
hipocampo ~
Circunvolución del
pa¡ahipocampo
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Estrías longitudinales
mediales
lndusium griseum
que cubre ta superficie
superior del cuerpo
calloso
lndusium griseum
que cubre el esplenio
del cuerpo calloso
Figura 9-6 Disección de ambos hemisferios cerebrales que muestra la superficie superior del cuerpo calloso.
Cuerpo amigdalino
El cuerpo amigdalino se parece a una almendra. Está situado en parte por delante y en
parte por encima de la punta del asta inferior del ventrículo lateral del cerebro (v. figura
7-15). Se fusiona con la punta de la cola del núcleo caudado, que ha pasado hacia
delante en el techo del asta inferior del ventrículo lateral. La estría terminal emerge de su
cara posterior. El cuerpo amigdalino consiste en un complejo de núcleos que puede
agruparse en un grupo basolateral de mayor tamaño y otro grupo corticomedial, más
pequeño .
Los cuerpos mamilares y el núcleo anterior del tálamo se comentan en otro lugar de
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este texto.
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que terminan en las dendritas de las células piramidales en el hipocampo. Algunos de los
axones se unen a la fimbria y penetran en el fórnix.
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Núcleo ante<ior
del tálamo
lndusium griseum
"--
Cuerpo
~:__ _ _ __. mamilar
Uncus
Parahipocampo
Lóbulo temporal
Figura 9-7 Diagrama que muestra algunas conexiones aferentes y eferentes importantes del sistema límbico.
4. Las fibras que se dirigen desde la zona anterior hacia la comisura anterior para
terminar en los núcleos septales, el área preóptica lateral y la parte anterior del
hipotálamo.
5. Las fibras que se unen en la estría medular del tálamo para alcanzar los núcleos
habenulares.
Las vías anatómicas tan complejas que se acaban de mencionar indican que las
estructuras que forman el sistema límbico no sólo están interconectadas, sino que
también envían fibras de proyección hacia muchas partes distintas del sistema nervioso.
En la actualidad, los fisiólogos reconocen la importancia que tiene el hipotálamo
como la principal vía eferente del sistema límbico.
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sujeto sea incapaz de almacenar la memoria a largo plazo, si bien no se afecta la memoria
de los episodios del pasado remoto que tuvieron lugar antes del desarrollo de la lesión.
Esta afección se denomina amnesia anterógrada. Es interesante destacar que una lesión
del cuerpo amigdalino y del hipocampo produce una mayor pérdida de memoria que una
lesión producida en cualquiera de ambas estructuras por separado.
No hay indicios de que el sistema límbico tenga una función olfatoria. Las distintas
conexiones aferentes y eferentes del sistema límbico proporcionan las vías para la
integración y las respuestas homeostáticas eficaces ante una gran variedad de estímulos
ambientales.
NOTAS CLÍNICAS
Formación reticular
La formación reticular es una red continua de células nerviosas y fibras que se
extienden a través del neuroeje desde la médula espinal hasta la corteza cerebral. La
formación reticular no sólo modula el control de los sistemas motores sino que también
influye en los sistemas sensitivos. Se supone que a través de sus múltiples vías
ascendentes, que se proyectan hacia diferentes partes de la corteza cerebral, influye en
el estado de consciencia.
Pérdida de consciencia
En los animales de experimentación, el daño producido en la formación reticular con
conservación de las vías sensitivas ascendentes origina una inconsciencia persistente.
Las lesiones anatómicas de la formación reticular en el hombre pueden dar lugar a la
pérdida de consciencia e incluso al coma. Se ha propuesto que la pérdida de
consciencia que se produce en la epilepsia puede deberse a la inhibición de la actividad
de la formación reticular en la parte superior del diencéfalo.
Sistema límbico
Las conexiones anatómicas del sistema límbico son muy complejas y, al no conocer
con todo detalle su significado, no es necesario que el estudiante de medicina intente
aprenderlas de memoria. Los resultados de los experimentos neurofisiológicos, entre
los que se han incluido pruebas de estimulación y ablación de partes diferentes del
sistema límbico en animales, no han sido totalmente concluyentes. No obstante, se han
podido deducir algunas funciones importantes: a) las estructuras límbicas participan en
el desarrollo de las sensaciones emocionales y en las respuestas viscerales que
acompañan a estas emociones y b) el hipocampo guarda relación con la memoria
reciente.
Esquizofrenia
Los síntomas de esquizofrenia incluyen una alteración crónica del pensamiento,
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una estudiante de tercer curso de medicina que explicara el síndrome de Klüver-Bucy. ¿Qué hubiera
respondido usted a esta pregunta? ¿Se ha presentado alguna vez el síndrome de Klüver-Bucy en seres
humanos?
2. Una mujer de 23 años con antecedentes de crisis epilépticas desde hacía 4 años acudió a una consulta con
su neurólogo. Un amigo de la paciente describió con viveza una de sus crisis. Unos segundos antes de que
comenzaran las convulsiones, la paciente se quejaba de un olor desagradable, similar al que se encontraría en
una vaquería. Después, la paciente emitía un grito estridente mientras caía al suelo inconsciente.
Inmediatamente, todo su cuerpo participaba en movimientos generalizados tonicoclónicos. Está claro que
esta paciente presentaba una forma generalizada de crisis epilépticas. A partir de sus conocimientos de
neuroanatomía, indique qué lóbulo del encéfalo estaba afectado inicialmente en la descarga epiléptica.
3. Un hombre de 54 años falleció en el hospital por un tumor cerebral. Siempre había sido intelectualmente
muy brillante, y podía recordar con facilidad los episodios de su infancia. En los últimos 6 meses, su familia
observó que tenía dificultades para recordar dónde había dejado sus cosas, por ejemplo, su pipa. También
tenía dificultades para recordar los episodios nuevos, e inmediatamente antes de su muerte ni tan solo podía
recordar que su hermano le había visitado el día anterior. A partir de sus conocimientos de neuroanatomía,
indique qué parte del encéfalo estaba siendo afectada por un tumor en expansión altamente invasivo.
PREGUNTAS DE REVISIÓN
Instrucciones: cada uno de los apartados en esta sección se acompaña de respuestas. Seleccione la
letra de la respuesta CORRECTA.
1. Las siguientes afirmaciones se refieren a la formación reticular:
(a) Los fascículos reticulomedular y reticuloespinal forman las vías aferentes desde la formación reticular
hacia los núcleos motores de los pares craneales y las células del asta anterior de la médula espinal,
respectivamente.
(b) La formación reticular se extiende a través del neuroeje desde la médula espinal hacia el mesencéfalo.
(c) El recorrido de las vías principales que atraviesan la formación reticular puede seguirse con facilidad de
una parte a otra del sistema nervioso central usando tinciones de plata.
(d) En su parte superior, la formación reticular sirve de estación de relevo hacia la corteza cerebral.
(e) Las vías aferentes se proyectan entrando en la formación reticular sólo desde algunas partes del sistema
nervioso central.
2. Las siguientes afirmaciones se refieren a las funciones de la formación reticular:
(a) Influye en la actividad de las motoneuronas α y γ.
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3
Figura 9-8 Cara medial del hemisferio cerebral derecho que muestra las estructuras que forman el sistema
límbico.
Instrucciones: empareje las preguntas. Las siguientes preguntas se aplican a la figura 9-8. Empareje
los números listados a la izquierda con las letras apropiadas enumeradas a la derecha. Cada letra se
puede seleccionar una vez, más de una vez o nunca.
7. Número 1
8. Número 2
9. Número 3
10. Número 4
(a) Uncus
(b) Cuerpo del fórnix
(c) Circunvolución del parahipocampo
(d) Circunvolución dentada
(e) Ninguna de las anteriores
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del neuroeje desde la médula espinal hacia el tálamo (v. pág. 305). C. Las vías principales que atraviesan la
formación reticular están mal definidas y son difíciles de seguir desde una parte a otra del sistema nervioso
central empleando tinciones de plata. E. Las vías aferentes entran en la formación reticular desde la mayor
parte del sistema nervioso central (v. pág. 305).
2. A es correcta. La formación reticular influye en la actividad de las motoneuronas α y γ (v. pág. 307). B. La
formación reticular no se opone a las acciones del fascículo vestibuloespinal (v. pág. 307). C. La formación
reticular mantiene la inhibición recíproca durante la contracción de los músculos principales del movimiento
(v. pág. 307). D. La formación reticular facilita el mantenimiento del tono de los músculos antigravitatorios
(v. página 307). E. La formación reticular puede modular la actividad refleja (v. pág. 307).
3. C es correcta. La formación reticular puede controlar, a través de sus fascículos reticulomedular y
reticuloespinal, la información parasimpática y simpática eferente (v. página 307). A. La formación reticular
afecta la recepción del dolor (v. pág. 307). B. La formación reticular puede influir en todas las vías
ascendentes hacia los niveles supraespinales (v. pág. 307). D. La formación reticular puede afectar a los
ritmos biológicos (v. pág. 307). E. La formación reticular puede influir en el grado de vigilia de un sujeto (v.
pág. 307).
4. E es correcta. El sistema límbico está formado por las circunvoluciones subcallosa, del cíngulo y del
parahipocampo, la formación del hipocampo, el cuerpo amigdalino, los cuerpos mamilares y los núcleos
anteriores del tálamo (v. fig. 9-3).
5. B es correcta. Las conexiones eferentes del hipocampo tienen un trayecto a través del fórnix (v. pág. 310).
A. Las conexiones eferentes del hipocampo surgen de las células piramidales grandes de la corteza. C.
Algunas de las fibras eferentes procedentes del hipocampo penetran en los cuerpos mamilares. D. Las fibras
eferentes del fórnix se dirigen desde la zona anterior hacia el agujero interventricular (v. pág. 310). E.
Algunas de las fibras eferentes procedentes del hipocampo terminan en los núcleos anteriores del tálamo (v.
pág. 310).
6. C es correcta. El hipocampo está relacionado con la memoria reciente (v. pág. 311). A. El sistema límbico
está relacionado con las reacciones de miedo y disgusto (v. pág. 311). B. El sistema límbico no está
relacionado con las experiencias visuales. D. El sistema límbico no participa en la función olfatoria (v. pág.
311). E. El sistema límbico influye indirectamente en la actividad del sistema endocrino (v. pág. 311).
Las respuestas de la figura 9-8 son las siguientes:
7. B es correcta. El número 1 es el cuerpo del fórnix.
8. D es correcta. El número 2 es la circunvolución dentada.
9. C es correcta. El número 3 es la circunvolución parahipocámpica.
10. A es correcta. El número 4 es el uncus.
LECTURAS RECOMENDADAS
Aggleton, J. P. (ed.). The Amygdala: Neurobiological Aspects of Emotion, Memory, and Mental Dysfunction.
New York:WileyLiss, 1993.
Goldman-Rakic, P. S.Working memory and the mind. Sci. Am. 267:110, 1992.
Guyton, A. C., and Hall, J. E. Textbook of Medical Physiology (11th ed.). Philadelphia: Elsevier Saunders, 2006.
Jasper, H. H., Descarries, L., Castelluci, V. F., and Rossignol, S. (eds.). Consciousness: At the Frontiers of
Neuroscience. Philadelphia: Lippincott-Raven, 1998.
Kiernan, J. A. The Human Nervous System (7th ed.). Philadelphia: Lippincott Williams & Wilkins, 1998.
Klemm, W. R. Ascending and descending excitatory influences in the brain stem reticulum: A reexamination.
Brain Res. 36:444, 1972.
Mega, M. S., Cummings, J. L., Salloway, S., and Malloy, P. The limbic system: An anatomic, phylogenetic, and
clinical perspective. J. Neuropsychiatry Clin. Neurosci. 9:315, 1997.
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CAPÍTULO 10
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TERMINOLOGÍA
El término ganglios basales o núcleos basales se aplica a un conjunto de masas de
sustancia gris situadas dentro de cada hemisferio cerebral. Son el cuerpo estriado, el
núcleo amigdalino y el claustro.
Los médicos y los neurocientíficos emplean una variedad de diferentes terminologías
para describir los núcleos basales. En la tabla 10-1 se muestra un resumen de las
terminologías utilizadas habitualmente. Los núcleos subtalámicos, la sustancia negra y el
núcleo rojo se hallan estrechamente relacionados funcionalmente con los ganglios
basales, pero no deben ser incluidos con ellos.
Las interconexiones de los ganglios basales son complejas, pero en esta explicación
sólo se tienen en cuenta las vías más importantes. Los ganglios basales desempeñan un
papel importante en el control de la postura y del movimiento voluntario.
CUERPO ESTRIADO
El cuerpo estriado (fig. 10-1; v. también la lámina 5 del Atlas) se halla situado lateral al
tálamo, y está dividido casi completamente por una banda de fibras nerviosas, la cápsula
interna, formándose el núcleo caudado y el núcleo lenticular. El término estriado se
emplea en este caso debido al aspecto producido por las bandas de sustancia gris que
atraviesan la cápsula interna y conectan el núcleo caudado con el putamen del núcleo
lenticular (v. más adelante).
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Claustro Claustro
Núcleo caudado
El núcleo caudado es una gran masa en forma de C de sustancia gris que está
estrechamente relacionada con el ventrículo lateral, y se encuentra lateral al tálamo (fig.
10-1). La superficie lateral del núcleo está relacionada con la cápsula interna, que la
separa del núcleo lenticular (fig. 10-2). Con fines descriptivos, se puede dividir en
cabeza, cuerpo y cola.
La cabeza del núcleo caudado es grande y redondeada, y forma la pared lateral del
asta anterior del ventrículo lateral (fig. 10-2; v. también la lámina 5 del Atlas). La cabeza
se continúa por debajo con el putamen del núcleo lenticular (el núcleo caudado y el
putamen a veces se denominan neoestriado o estriado). Inmediatamente por encima de
este punto de unión, hay bandas de sustancia gris que pasan a través de la cápsula interna
dando a la región un aspecto estriado, del que deriva el término cuerpo estriado.
El cuerpo del núcleo caudado es largo y estrecho, y se continúa con la cabeza en la
zona del orificio interventricular. El cuerpo del núcleo caudado forma parte del piso del
cuerpo del ventrículo lateral.
La cola del núcleo caudado es larga y delgada, y se continúa con el cuerpo en la zona
del extremo posterior del tálamo. Sigue el contorno del ventrículo lateral y continúa hacia
delante en el techo del asta inferior del ventrículo lateral. Termina anteriormente en el
núcleo amigdalino (fig. 10-1).
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Núcleo lenticular
El núcleo lenticular es una masa de sustancia gris en forma de cuña cuya amplia base
convexa está dirigida lateralmente, y cuya punta se halla dirigida medialmente (fig. 10-2;
v. también la lámina 5 del Atlas). Está profundamente insertada en la sustancia blanca del
hemisferio cerebral, y se relaciona medialmente con la cápsula interna, que la separa del
núcleo caudado y del tálamo. El núcleo lenticular se relaciona lateralmente con una fina
lámina de sustancia blanca, la cápsula externa (fig. 10-2), que le separa de una fina
lámina de sustancia gris, denominada claustro. El claustro, a su vez, separa la cápsula
externa de la sustancia blanca subcortical de la ínsula. Una lámina vertical de sustancia
blanca divide el núcleo en una porción lateral más grande y más oscura, el putamen, y
una porción más clara y más interior, el globo pálido (fig. 10-2). La palidez de este
globo es debida a la presencia de una elevada concentración de fibras nerviosas
mielinizadas. Por debajo del extremo anterior, el putamen se continúa con la cabeza del
núcleo caudado (fig. 10-1).
Tálamo
Columna posterior del fórnix Cuerpo del ventriculo lateral
Polo frontal
Núcleo lenticular
Cola del núcleo caudado
Núcleo amigdalino
Lóbulo temporal
Hipocampo
Asta inferior del ventrículo lateral
Figura 10-1 Vista lateral del hemisferio cerebral derecho diseccionado para mostrar la posición de los diferentes
núcleos basales.
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Cápsula interna
(brazo on•erio~ --.._,,,,__..,.,,,,_
Rodilla de la cápsula interna
J
Claustro
Tercer ventrículo
Cápsula intema utamen Núcleo
(brazo posterior) lobo lenticular
· ido
Surco lateraJ
Corteza insular
ápsula externa
•!!:::!::::~ ::.JLI,:-L..,!--'--J- - Tálamo
Colícuk> superior - - -=- = f ---Cola del núcleo
caudado
Plexo coroideo
Colículo inferior Asta posterior del
ventriculo lateral
Radiación óptica
Figura 10-2 Corte horizontal del cerebro, visto desde arriba, que muestra las relaciones de los diferentes núcleos
basales.
NÚCLEO AMIGDALINO
El núcleo amigdalino está situado en el lóbulo temporal, cerca del uncus (fig. 10-1). Se
considera que el núcleo amigdalino forma parte del sistema límbico, y se describe en el
capítulo 9. A través de sus conexiones, puede influir en la respuesta del organismo a los
cambios ambientales. Por ejemplo, en la sensación de miedo, puede cambiar la
frecuencia cardíaca, la presión arterial, el color de la piel y la frecuencia respiratoria.
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CLAUSTRO
El claustro es una fina lámina de sustancia gris que está separada de la superficie lateral
del núcleo lenticular por la cápsula externa (fig. 10-2). Lateral al claustro se encuentra la
sustancia blanca subcortical de la ínsula. La función del claustro es desconocida.
Fibras talamoestriadas
Los núcleos intralaminares del tálamo envían un gran número de axones al núcleo
caudado y al putamen (fig. 10-3).
Fibras nigroestriadas
Las neuronas de la sustancia negra envían axones al núcleo caudado y al putamen (figs.
10-3 y 10-4) y liberan dopamina en sus terminaciones como neurotransmisor. Se
considera que estas fibras tienen una función inhibidora.
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Fibras eferentes
Fibras estriatopalidales
Las fibras estriatopalidales pasan desde el núcleo caudado y el putamen hasta el globo
pálido (fig. 10-3). Tienen ácido γ-aminobutírico (GABA) como neurotransmisor (fig. 10-
4).
Fibras estriatonígricas
Las fibras estriatonígricas pasan desde el núcleo caudado y el putamen hasta la sustancia
negra (fig. 10-3). Algunas de las fibras emplean GABA o acetilcolina como
neurotransmisor, mientras que otras utilizan la sustancia P (fig. 10-4).
Fibras eferentes
Fibras palidofugales
Las fibras palidofugales son complicadas, y pueden dividirse en varios grupos: a) el asa
lenticular, que va a los núcleos talámicos; b) el fascículo lenticular, que va al
subtálamo; c) las fibras palidotegmentarias, que terminan en el tegmento caudal del
mesencéfalo y d) las fibras palidosubtalámicas, que se dirigen a los núcleos
subtalámicos.
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Tálamo
o o
©
Mesencéfalo Médula espinal
Figura 10-3 Algunas de las principales conexiones entre la corteza cerebral, los ganglios basales, los núcleos
talámicos, el tallo cerebral y la médula espinal.
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forma que se expone a continuación. La actividad de los núcleos basales se inicia a partir
de la información recibida de las áreas premotora y suplementaria de la corteza motora,
la corteza sensitiva primaria, el tálamo y el tallo cerebral. La eferencia a partir de los
núcleos basales se canaliza a través del globo pálido, que después influye sobre las
actividades de las áreas motoras de la corteza cerebral o de otros centros motores en el
tallo cerebral. Así, los núcleos basales controlan los movimientos musculares al influir en
la corteza cerebral, y no tienen una acción directa a través de las vías descendentes al
tallo cerebral y a la médula espinal. De esta forma, los núcleos basales ayudan en la
regulación del movimiento voluntario y al aprendizaje de las habilidades motoras.
Áreas
sensitivomotoras de
la corteza cerebral
1
Glutamato
Núcleo
intralaminar ►
+
Cuerpo
estriado .' GABA
GIObo
pálido ►I Tálamo
•
del tálamo
~
GASA,
Dopa sustancia P,
acetilcolina
1
Sustancia
negra
✓ Glutamato
Núcleos
subtalámicos
Serotonina
Tallo
cerebral
Médula espinal 1
Figura 10-4 Vías de los núcleos basales que muestran los neurotransmisores conocidos.
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Corteza cerebral
sensitiva, tálamo,
Corteza
cerebral motora tallo cerebral
(sustancia negra,
núcleo rojo)
Núcleo caudado,
putamen
♦
Globo
pálido
Núcleos motores
de los nervios
craneales
Células del asta
anterior de la
médula espinal
♦
vra común final hacia
los músculos
Figura 10-5 Diagrama que muestra las principales conexiones funcionales de los núcleos basales y cómo pueden
influir en la actividad muscular.
Escribir las letras del alfabeto, dibujar un diagrama, pasar una pelota de fútbol,
emplear las cuerdas vocales para conversar y cantar, y utilizar los músculos oculares
cuando dirigen la mirada a un objeto son algunos ejemplos en los que los núcleos basales
influyen en las actividades motoras corticales especializadas.
La destrucción de la corteza cerebral motora primaria impide que la persona lleve a
cabo movimientos definidos finos de las manos y los pies sobre el lado opuesto del
cuerpo (v. págs. 167 y 296). Sin embargo, la persona todavía es capaz de llevar a cabo
movimientos amplios gruesos de las extremidades opuestas. Si posteriormente se produce
la destrucción del cuerpo estriado, se origina la parálisis de los restantes movimientos del
lado opuesto.
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NOTAS CLÍNICAS
Los trastornos de los ganglios basales son de dos tipos generales. Los trastornos
hipercinéticos son aquellos en los cuales existen movimientos excesivos y anómalos,
como los que se observan en la corea, la atetosis y el balismo. Los trastornos
hipocinéticos incluyen aquellos en los cuales existe una falta de movimientos o una
lentitud de los mismos. La enfermedad de Parkinson incluye ambos tipos de
alteraciones motoras.
Corea
En la corea, el paciente muestra movimientos involuntarios, rápidos, entrecortados e
irregulares y que no son repetitivos. Las muecas rápidas y los movimientos repentinos
de la cabeza o de las extremidades son buenos ejemplos.
Enfermedad de Huntington
La enfermedad de Huntington es una enfermedad hereditaria autosómica dominante
cuyo inicio se produce habitualmente en la vida adulta. La muerte tiene lugar al cabo
de 15 o 20 años después de su inicio. La enfermedad ha sido relacionada con un
defecto de un gen único en el cromosoma 4. Este gen codifica una proteína, la
huntingtina, cuya función no es está bien precisada. Sin embargo, se considera que
está relacionada con la salvaguarda y preservación neuronal como promotora de
neurogenia y reguladora de apoptosis. El codón (CAG) que codifica la glutamina está
repetido muchas más veces de lo normal. La enfermedad afecta a los hombres y a las
mujeres con la misma frecuencia y, desgraciadamente, a menudo suele ponerse de
manifiesto justo después de haber tenido hijos.
Los pacientes presentan los siguientes signos y síntomas característicos:
1. Los movimientos coreiformes aparecen en primer lugar como movimientos
involuntarios de las extremidades y espasmos de la cara (muecas faciales). Después,
se afectan más grupos musculares, de forma que el paciente se vuelve inmóvil e
incapaz de hablar o de tragar.
2. Se produce una demencia progresiva, con pérdida de la memoria e incapacidad
intelectual.
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Globo
I
pálido
I
I
I
\
\
\ '' '
''
\
\
1 GASA.
\
; sustancia P.
acétilcofina
Sus1ancia
negra
Figura 10-6 Diagrama que muestra la degeneración de la vía inhibidora entre el cuerpo estriado y la sustancia
negra que se observa en la enfermedad de Huntington, y la reducción consiguiente de la liberación de GABA,
sustancia P y acetilcolina en la sustancia negra.
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rueda dentada.
3. Bradicinesia. Existe una dificultad para iniciar (acinesia) y llevar a cabo nuevos
movimientos. Los movimientos son lentos, la cara es inexpresiva y la voz es
arrastrada y carece de modulación. Se pierde el balanceo de los brazos al caminar.
4. Alteraciones de la postura. El paciente se encuentra de pie encorvado y sus
brazos están flexionados. El paciente camina efectuando pasos cortos, y a menudo
es incapaz de detenerse. De hecho, puede realizar una marcha festinante para
mantener el equilibrio.
Figura 10-7 Imágenes axiales (horizontales) de tomografía por emisión de positrones (PET) de un cerebro
sano (A) y del cerebro de un paciente con enfermedad de Parkinson incipiente (B) después de la inyección de
18-fluoro-6-l-dopa. La imagen del cerebro sano muestra grandes cantidades del compuesto (áreas amarillas)
distribuido por todo el cuerpo estriado en ambos hemisferios cerebrales. En el paciente con enfermedad de
Parkinson, la imagen cerebral muestra que la cantidad total del compuesto es baja y se halla distribuida de
forma irregular por el cuerpo estriado. (Cortesía del Dr. Holley Dey.)
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Corté.za
y oort premotora
eui motora
Sustancia negra
Figura 10-8 Diagrama que muestra la degeneración de la vía inhibidora entre la sustancia negra y el cuerpo
estriado en la enfermedad de Parkinson, y la reducción consiguiente de la liberación del neurotransmisor
dopamina en el cuerpo estriado.
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Imágenes de PET
con fluorodopa
Cirugía simulada
Normal
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PREGUNTAS DE REVISIÓN
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Instrucciones: cada uno de los apartados numerados en esta sección se acompaña de respuesta.
Seleccione la letra de la respuesta CORRECTA.
1. Las siguientes frases se refieren a los ganglios basales:
(a) El núcleo caudado y el núcleo rojo forman el neoestriado (estriado).
(b) La cabeza del núcleo caudado está conectada con el putamen.
(c) El tegmento del mesencéfalo forma parte de los ganglios basales.
(d) La cápsula interna se encuentra lateral al globo pálido.
(e) Los núcleos basales están formados por sustancia blanca.
2. Las siguientes frases se refieren a los núcleos (ganglios) basales:
(a) El núcleo amigdalino está conectado con el núcleo caudado.
(b) El núcleo lenticular está dividido completamente por la cápsula externa en el globo pálido y el putamen.
(c) El claustro no forma parte de los ganglios basales.
(d) El cuerpo estriado se encuentra en posición medial al tálamo
(e) La función del claustro es bien conocida.
3. Las siguientes frases se refieren a los ganglios basales:
(a) El cuerpo estriado está formado por el núcleo caudado y el núcleo amigdalino.
(b) La cabeza del núcleo caudado se encuentra lateral a la cápsula interna.
(c) La ínsula forma parte de los núcleos basales.
(d) La cola del núcleo caudado se encuentra en el techo del ventrículo lateral.
(e) Funcionalmente, los núcleos subtalámicos se hallan en estrecha relación con los ganglios basales, y se
consideran como parte de ellos.
4. Las siguientes frases se refieren al núcleo caudado:
(a) Se divide en cabeza, cuello, tronco y cola.
(b) Es una masa de sustancia gris en forma de M.
(c) El cuerpo del núcleo caudado forma parte del techo del cuerpo del ventrículo lateral.
(d) La cabeza se encuentra medial al asta anterior del ventrículo lateral.
(e) La cola acaba anteriormente en el núcleo amigdalino.
5. Las siguientes frases se refieren a las fibras corticoestriatales aferentes al cuerpo estriado:
(a) Cada parte de la corteza cerebral se proyecta de forma aleatoria a las diferentes partes del cuerpo
estriado.
(b) El glutamato no es el neurotransmisor.
(c) Todas las partes de la corteza cerebral envían fibras al núcleo caudado y al putamen.
(d) La entrada más pequeña procede de la parte sensitivomotora de la corteza cerebral.
(e) La mayor parte de las proyecciones procede de la corteza del lado opuesto.
6. Las siguientes frases se refieren a las fibras nigroestriadas:
(a) Las neuronas de la sustancia negra envían axones al putamen.
(b) La acetilcolina es el neurotransmisor.
(c) Las fibras nigroestriadas son estimulantes en su función.
(d) El núcleo caudado no recibe axones de la sustancia negra.
(e) La enfermedad de Parkinson está causada por un aumento de la liberación de dopamina dentro del cuerpo
estriado.
7. Las siguientes frases se refieren a las fibras eferentes del cuerpo estriado:
(a) Muchas de las fibras eferentes descienden directamente a los núcleos motores de los nervios craneales.
(b) Algunas de las fibras estriatopalidales tienen GABA como neurotransmisor.
(c) Las fibras estriatonígricas pasan desde el núcleo rojo a la sustancia negra.
(d) Muchas de las fibras eferentes pasan directamente al cerebelo.
(e) Las células del asta anterior de la médula espinal están influenciadas directamente por las fibras eferentes
del cuerpo estriado.
8. Las siguientes frases se refieren a las funciones de los ganglios basales:
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Instrucciones: empareje las preguntas. Las siguientes preguntas se aplican a la figura 10-10.
Empareje los números listados a la izquierda con las letras apropiadas enumeradas a la derecha. Cada
letra puede seleccionarse una vez, más de una vez o nunca.
9. Estructura 1
10. Estructura 2
11. Estructura 3
12. Estructura 4
13. Estructura 5
14. Estructura 6
(a) Asta anterior del ventrículo lateral
(b) Cápsula interna
(c) Claustro
(d) Putamen
(e) Cápsula externa
(f) Globo pálido
(g) Ninguna de las anteriores
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3. D es correcta. La cola del núcleo caudado se encuentra en el techo del ventrículo lateral (v. fig. 10-2). A. El
cuerpo estriado está formado por el núcleo caudado y el núcleo lenticular (v. pág. 317). B. La cabeza del
núcleo caudado se encuentra medial a la cápsula interna (v. fig. 10-2). C. La ínsula no forma parte de los
ganglios basales. E. Los núcleos subtalámicos se hallan en estrecha relación funcional con los ganglios
basales, pero no se consideran parte de ellos.
4. E es correcta. La cola del núcleo caudado termina anteriormente en el núcleo amigdalino (v. fig. 10-1). A. El
núcleo caudado se divide en cabeza, cuerpo y cola (v. fig. 10-1). B. El núcleo caudado es una masa de
sustancia gris en forma de C (v. fig. 10-1). C. El cuerpo del núcleo caudado forma parte del piso del cuerpo
del ventrículo lateral (v. figura 10-1). D. La cabeza del núcleo caudado se encuentra lateral al asta anterior
del ventrículo lateral (v. fig. 10-2).
5. C es correcta. Todas las partes de la corteza cerebral envían fibras al núcleo caudado y al putamen (v. pág.
319). A. Todas las partes de la corteza cerebral están proyectadas a partes específicas del cuerpo estriado
(v. pág. 319). B. El glutamato es el neurotransmisor en las terminaciones nerviosas de las fibras
corticoestriadas al cuerpo estriado (v. fig. 10-4). D. La máxima aferencia en las diferentes partes del cuerpo
estriado procede de la parte sensitivomotora de la corteza cerebral (v. pág. 319). E. La mayoría de las fibras
de proyección proceden de la corteza cerebral del mismo lado (v. pág. 319).
6. A es correcta. Las neuronas de la sustancia negra envían axones al putamen (v. fig. 10-3). B. La dopamina
es el neurotransmisor en las terminaciones nerviosas de las fibras nigroestriadas (v. pág. 319). C. Las fibras
nigroestriadas tienen función inhibidora (v. pág. 319). D. El núcleo caudado recibe axones de la sustancia
negra (v. pág. 319). E. La enfermedad de Parkinson está causada por reducción de la libe ración de
dopamina al interior del cuerpo estriado (v. pág. 322).
7. B es correcta. Algunas de las fibras estriatopalidales tienen GABA como neurotransmisor (v. pág. 319). A.
Ninguna de las fibras eferentes del cuerpo estriado desciende directamente a los núcleos motores de los
pares craneales (v. página 320). C. Las fibras estriatonígricas pasan desde el núcleo caudado a la sustancia
negra (v. fig. 10-3). D. No hay fibras eferentes del cuerpo estriado que pasen directamente al cerebelo. E.
Las células del asta anterior de la médula espinal no están influidas directamente por las fibras eferentes
anteriores del cuerpo estriado (v. pág. 321).
8. D es correcta. Las actividades del globo pálido preceden a las actividades de la corteza cerebral motora
relacionadas con los movimientos aislados de manos y pies (v. pág. 320). A. El cuerpo estriado no integra la
información recibida directamente de la corteza cerebral. B. La eferencia de los núcleos basales está
canalizada a través del globo pálido a las áreas motoras de la corteza cerebral, influyendo de esta forma en
las actividades musculares (v. pág. 320). C. El globo pálido influye en los movimientos de todo el cuerpo. E.
Las actividades de los núcleos basales se inician por la información recibida de la corteza sensitiva, el tálamo
y el tallo cerebral (v. pág. 320).
Las respuestas de la figura 10-10, que muestra un corte horizontal del encéfalo, son las siguientes:
9. F es correcta. La estructura 1 es el globo pálido.
10. B es correcta. La estructura 2 es la cápsula interna.
11. D es correcta. La estructura 3 es el putamen.
12. E es correcta. La estructura 4 es la cápsula externa.
13. C es correcta. La estructura 5 es el claustro.
14. A es correcta. La estructura 6 es el asta anterior del ventrículo lateral.
LECTURAS RECOMENDADAS
Albin, R. L., Young, A. B., and Penney, J. B. The functional anatomy of disorders of the basal ganglia. Trends
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CAPÍTULO 11
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Tabla 11·1 Siglas utilizadas habitualmente para indicar los componentes funcionales de los pares craneales
FlbrN efer("11tes
Ele rentes somáticas gen era les Músculo.s escriadoo somálico.s ESO
l;Jeren1es viscerales, generales, Glándulas y músculos lisos (in<?rvación parasimpálica) EVC
Ele rentes viscerales especiales MUsculo.s eslriados del arco faringeo EVE
111 Oculomocor Moto, ( FSC. EVC) Eleva el pá.rpadosuperior.gíra eJ globo Hendidura orbit3rla
ocular hada arriba.hacia aba.jo)' superior
medi.al111em~con1rae la pupila:acornoda
el ojo
IV Troctear M0t0< ( FSC) Ayuda a girar e-J globo ocular hacia abaje> Heodidura orbitaria
y 1.a1m1men1e superior
V liigémino"
División Senslt~<> (ASO) Córne.a.p1el de 13 frente.cuero c.obeUudo. Hendidura orblt3rla
oftt'Llmka párpados y nariz: también 13 mucosa de superior
los senos paranasales y la cnvklOO MS31
DM$ión 1naxilar 5ens;,h" (ASO) Pie:I de la e.ara sobre el rnaxllar.d1i:ntes Orificio n.1<1ondo
del 1naxilar superior. membrana 1nucosa
de la nariz.el seno ma:dl.ar y el p..i.ladar
DMslón Mot0< (EVE) Mtlsculosde la masllcoclón.mllohloldeo. OrlficloOY1ll
mandiOOlar vientre anterior del dlgásuko. tensor
del Vt,_'.OfO del ¡xiladary ten.sor del límpano
SensUh<> (ASO) Piel 00 la mejilla.pi~! sob«: la mandíbu13 y
el lado de la cara,diente5 d~ la n'lai\díbula
y articulación !empororMndibular.
mucosa de la boca y parte anterior de
la lensua
VI AbduceM Mot0< (ESC) El mllsculo recio lal:trnl gfm el globo ocular Hendidura o,bltarfa
1:ireroJmente superior
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X Vago Motor (EVC.EVE Corazón y grandes vasos sanguíneos Orificio yugu lor
Stnslt•o (AVC,AVE. roratkos: laringe. traquea. bronquios
ASG) y pulmones: tubo alim~ntar1o desde
la laringe ha!;la el ángulo ~plf 1de:o
del colon:Mgado.riñonesy p.1ncre.)S
XI A<xesorio
Rafz craneal Motor(EVE) Músculos del l>"ladorblando (exc,p<o Orificio yugular
1ensor del ,-eto del p;:i.ladar).faringe
(e.xc,pto ..lllof•rinseo) y laringe
(e.~cepto erkotlroldeo) en romas del vago
R3fzespinal Motor (EVE) t.llLS(Ulos ~~rnooleidomas.okl~ y
1mpecio
Xll HIDO!flo<o Motor(ESG) ~l(1$CUIOS de li!- lensua (exc4.'l)to C.nal hipo!flo<o
pala.togkl5o) que cootrolon su fonna
y movimiento
1..-.s Ml,?1~$'! tiq>kl)JI m la 1~ 1;) 11-1.
•FJ ~f\io ,~n>ino t.1mbi,(-n tQ1~ ~ ~ímulol!ó prop1occplr.w d.- ki,s: m<~uhc de' ~ fl'WISlkila6n y loit; mít,el.doi5 t,'l,Ci.s y '1:!rooc:1,11:,,($.
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~
~ NetVio
olfatorio
l.ámlno. <:nl>iformt
d8I hueso etmoides
A
: - - - Cólola olfat~
e.lula olfa10tia ~lad•
&fllf;,i;.----.....étl
Bulbo offatorio
Moco
Las prolongaciones centrales finas forman las fibras nerviosas olfatorias (fig. 11-1).
Los haces de estas fibras nerviosas pasan a través de las aberturas de la lámina
cribiforme del hueso etmoides para penetrar en el bulbo olfatorio. Las fibras nerviosas
olfatorias no están mielinizadas y están cubiertas por células de Schwann.
Bulbo olfatorio
Esta estructura ovoidea posee diferentes tipos de células nerviosas, la más grande de las
cuales es la célula mitral (fig. 11-1). Las fibras nerviosas olfatorias entrantes establecen
sinapsis con las dendritas de las células mitrales y forman áreas redondeadas conocidas
como glomérulos sinápticos. Las células nerviosas más pequeñas, denominadas células
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en penacho y células granulosas, también establecen sinapsis con las células mitrales.
El bulbo olfatorio, además, recibe axones del bulbo olfatorio contralateral a través del
tracto olfatorio.
Tracto olfatorio
Esta banda estrecha de sustancia blanca tiene un trayecto desde el extremo posterior del
bulbo olfatorio por debajo de la superficie inferior del lóbulo frontal del cerebro (fig. 11-
1). Consta de los axones centrales de las células mitrales y en penacho del bulbo y de
algunas fibras centrífugas del bulbo olfatorio opuesto.
Cuando el tracto olfatorio alcanza la sustancia perforada anterior, se divide en las
estrías olfatorias medial y lateral. La estría lateral transporta los axones al área
olfatoria de la corteza cerebral, es decir, las áreas periamigdalina y prepiriforme
(fig. 11-1). La estría olfatoria medial transporta las fibras que cruzan el plano medio en la
comisura anterior para llegar al bulbo olfatorio del lado opuesto.
Las áreas periamigdalina y prepiriforme de la corteza cerebral suelen ser conocidas
como la corteza olfatoria primaria. El área entorrinal (área 28) de la circunvolución
del hipocampo, que recibe numerosas conexiones de la corteza olfatoria primaria, se
denomina corteza olfatoria secundaria. Estas áreas de la corteza son responsables de la
apreciación de las sensaciones olfatorias (fig. 11-1). Obsérvese que, al contrario de todas
las demás vías sensitivas, la vía aferente olfatoria sólo tiene dos neuronas y alcanza la
corteza cerebral sin establecer sinapsis en uno de los núcleos talámicos.
La corteza olfatoria primaria envía fibras nerviosas a muchos otros centros dentro del
cerebro para establecer conexiones para las respuestas emocional y autónoma a las
sensaciones olfatorias.
Quiasma óptico
El quiasma óptico se halla situado en la unión de la pared anterior y el piso del tercer
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ventrículo. Sus ángulos anterolaterales se continúan con los nervios ópticos, y los ángulos
posterolaterales se continúan con los tractos ópticos (fig. 11-2). En el quiasma, las fibras
de la mitad nasal (medial) de cada retina, incluida la mitad nasal de la mácula1,
atraviesan la línea media y entran en el tracto óptico del lado opuesto, mientras que las
fibras de la mitad temporal (lateral) de la retina, incluida la mitad temporal de la mácula,
pasan posteriormente al tracto óptico del mismo lado.
Tracto óptico
El tracto óptico (fig. 11-2) emerge del quiasma óptico y atraviesa en dirección
posterolateral alrededor del pedúnculo cerebral. La mayor parte de las fibras terminan
ahora estableciendo sinapsis con células nerviosas en el cuerpo geniculado lateral, que
es una pequeña proyección de la parte posterior del tálamo. Algunas de las fibras
alcanzan el núcleo pretectal y el colículo superior del mesencéfalo, y se relacionan con
los reflejos fotomotores (fig. 11-3).
Radiación óptica
Las fibras de la radiación óptica son los axones de las células nerviosas del cuerpo
geniculado lateral. El tracto pasa posteriormente a través de la parte retrolenticular de la
cápsula interna y termina en la corteza visual (área 17), que ocupa los bordes superior
e inferior del surco calcarino en la superficie medial del hemisferio cerebral (fig. 11-2). La
corteza de asociación visual (áreas 18 y 19) es la responsable del reconocimiento de los
objetos y de la percepción del color.
1 La mácula o mácula lútea, que se encuentra en el polo posterior del ojo, es el área de la retina de visión más
nítida. En este lugar, la retina está adelgazada, de forma que la luz tiene un mayor acceso a los conos.
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Campos visual~
Nasal Nasal
Tempo<al
Mácula
Tracto óptico
Corte.za visual
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para formar el tracto óptico izquierdo. Las neuronas del cuerpo geniculado lateral
proyectan ahora el campo de visión derecho completo sobre la corteza visual del
hemisferio izquierdo, y el campo visual izquierdo sobre la corteza visual del hemisferio
derecho (figura 11-2). Los cuadrantes retinianos inferiores (campo de visión superior) se
proyectan sobre la pared inferior del surco calcarino, mientras que los cuadrantes
retinianos superiores (campo de visión inferior) se proyectan sobre la pared superior del
surco calcarino. Obsérvese además que la mácula lútea está representada en la parte
posterior del área 17, y la periferia de la retina está representada anteriormente.
Nariz
Colícuk> superior
Corteza visual
Reflejos visuales
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Reflejo de acomodación
Cuando los ojos se dirigen desde un objeto distante a otro cercano, la contracción de los
músculos rectos mediales produce la convergencia de los ejes oculares; el cristalino se
engruesa para aumentar su poder de refracción por la contracción del músculo ciliar, y las
pupilas se contraen para limitar las ondas de luz a la parte central más gruesa del
cristalino. Los impulsos aferentes viajan a través del nervio óptico, el quiasma óptico, el
tracto óptico, el cuerpo geniculado lateral y la radiación óptica hacia la corteza visual. La
corteza visual se halla conectada con el campo ocular de la corteza frontal (fig. 11-3).
Desde aquí, las fibras corticales descienden a través de la cápsula interna hasta los
núcleos oculomotores en el mesencéfalo. El nervio oculomotor tiene un trayecto hasta los
músculos rectos mediales. Algunas de las fibras corticales descendentes establecen
sinapsis con los núcleos parasimpáticos (núcleos de Edinger-Westphal) del III par craneal
en ambos lados. Aquí, las fibras establecen sinapsis, y los nervios parasimpáticos viajan
a través del tercer par craneal hasta el ganglio ciliar situado en la órbita. Finalmente, las
fibras parasimpáticas posganglionares pasan a través de los nervios ciliares cortos hasta el
músculo ciliar y el músculo constrictor de la pupila del iris (fig. 11-3).
Reflejo corneal
Un leve toque sobre la córnea o la conjuntiva da lugar a parpadeo. Los impulsos
aferentes procedentes de la córnea o la conjuntiva viajan a través de la división oftálmica
del nervio trigémino hasta el núcleo sensitivo del nervio trigémino (fig. 11-4A). Las
neuronas internunciales conectan con el núcleo motor del nervio facial de ambos lados a
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través del fascículo longitudinal medial. El nervio facial y sus ramas inervan el músculo
orbicular de los ojos, que causa el cierre de los párpados.
Núcloo sensiti\lO ptincipal Rama oftétnica del
del n8f'Vio trigémino nervio tñgémino
Gangf10 sensitivo
\\\\\~
~ \
trig,mino
Córnea
Nervio facial
Núcleo motor
p,incipal det
nervio faciaJ Orbicular del ojo
Nervio óptico
Ouia.sma óptico
Tracto óptico
Cuerpo geniculo.do
latél'aJ
Colicub superior
Fascículos leclomedular
y tectoespinal r-< ...____ Núcleos motOr'éS de los pares craooaléS
Motoneurona de &a columna
B '<: --- - - g ,is anterior de la médula espinal
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Reflejo cilioespinal
La pupila se dilatará si la piel es estimulada de forma dolorosa. Se considera que las
fibras sensitivas aferentes tienen conexiones con las neuronas simpáticas posganglionares
eferentes en las columnas grises laterales de los segmentos torácicos primero y segundo
de la médula espinal. Las ramas comunicantes blancas de estos segmentos alcanzan el
tronco simpático y las fibras preganglionares ascienden hasta el ganglio simpático
cervical superior. Las fibras posganglionares pasan a través del plexo carotídeo interno
y los nervios ciliares largos hasta el músculo dilatador de la pupila del iris.
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hacia delante entre las arterias cerebral posterior y cerebelosa superior. Después, continúa
hacia el interior de la fosa craneal media en la pared lateral del seno cavernoso. Aquí, se
divide en una rama superior y una rama inferior, que penetran en la cavidad orbitaria a
través de la hendidura orbitaria superior.
El nervio oculomotor inerva a los siguientes músculos extrínsecos del ojo: elevador
superior del párpado, recto superior, recto medial, recto inferior y oblicuo inferior.
También inerva, a través de su rama hacia el ganglio ciliar y los nervios ciliares cortos,
mediante fibras nerviosas parasimpáticas, a los siguientes músculos intrínsecos: músculo
constrictor de la pupila del iris y músculo ciliar.
Por tanto, el nervio oculomotor es completamente motor, y es el responsable de
levantar el párpado superior, girar el ojo hacia arriba, hacia abajo y hacia dentro, contraer
la pupila y acomodar el ojo.
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Cortez.:i c«ebrol
NUcleo pretectal
Acueducto oerebral
Fascículo blgitudinal
medial
NUcJeo rojo
Sustancia negra
G:-"'if'""-;s,.,;~,-,::,!__ Fibr-,s
parasimpáticas
prog;.,,nglionartt$
Nervio oc-ulornotor Fosa intelpeduncular
A
Elevador del párpado superior
Meisencéfafo
Nervio oculon'lotor
Rama $\lperior
Rnmo inferio,
Puente Ganglio c iliar
(protuberancia) NeMO ciliar corto
ObfiC\lo inferio,
B
Figura 11-5 A: núcleos del nervio oculomotor y sus conexiones centrales. B: distribución del nervio oculomotor.
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Coliculo inferior
Acueducto cerebral Fibras tectomedulares
del coliculo superior
Núcleo mesencefálico
del nervio trigémino /
Núcleo troclear
= = = _},!b;k,~~,____ Fascículo longitudinal
medial
Sustancia n e g r a ~
Pedúnculo _..,,.~
ce<eb<al
Fosa interpeduncular
Mesencéfalo
Puente
(protuberancia)
B
Figura 11-6 A: núcleo del nervio troclear y sus conexiones centrales. B: distribución del nervio troclear.
Núcleo espinal
El núcleo espinal se continúa por encima con el núcleo sensitivo principal en el puente
(protuberancia), y se extiende hacia abajo a través de toda la longitud de la médula
oblongada (o bulbo raquídeo) y en la parte superior de la médula espinal hasta llegar al
segundo segmento cervical (fig. 11-7B).
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Núcleo mesencefálico
El núcleo mesencefálico está compuesto por una columna de células nerviosas unipolares
en la parte lateral de la sustancia gris, alrededor del acueducto cerebral. Se extiende
inferiormente al interior del puente (protuberancia) hasta llegar al núcleo sensitivo
principal (fig. 11-7).
Núcleo motor
El núcleo motor se halla situado en el puente (protuberancia), medial al núcleo sensitivo
principal (fig. 11-7).
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Ganglio trigémino
Puente
A (protuberancia)
Nudeo mesenoefálioo
Tálamo
del neMO trigéttwlo
Lemnisco
lrig-
División muilar
~ón
Meseocitfalo mo.ndi~lor
Ganglio nigémK>o
Médula oblongada
l«mitc:o trigomi~
Figura 11-7 A: núcleos del nervio trigémino vistos en un corte coronal del puente (protuberancia). B: núcleos del
nervio trigémino en el tallo cerebral y sus conexiones centrales.
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ahora para formar el ganglio trigeminal (de Gasser) con forma semilunar, que se
encuentra dentro de un saco de duramadre denominado cavum trigeminal o de Meckel.
Los nervios oftálmico, maxilar y mandibular surgen del borde anterior del ganglio (fig.
11-8). El nervio oftálmico (V1) contiene sólo fibras sensitivas, y abandona el cráneo a
través de la hendidura orbitaria superior para penetrar en la cavidad orbitaria. El nervio
maxilar (V2) también contiene sólo fibras sensitivas y abandona el cráneo a través del
orificio redondo. El nervio mandibular (V3) contiene fibras tanto sensitivas como
motoras y abandona el cráneo a través del orificio oval.
Las fibras sensitivas hacia la piel de la cara a partir de cada división inervan zonas
distintas (fig. 11-9), y no existe ningún solapamiento (o éste es muy escaso) de los
dermatomas (en comparación con la superposición de los dermatomas de los nervios
raquídeos). Como se ha comentado previamente, las fibras motoras de la división
mandibular se distribuyen principalmente a los músculos de la masticación.
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Nervio frontal
Nervio lagrimal
. Nervio nasocil'1r
··-...._. !
01v1sión mandibular
Nervio lingual
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Nervio occipital
mayor (C2)
N..,.,,~,...,
menor (C2) ~
l División maxilar
del nervio
trigémino (V2)
Nervio auricular
mayor (C2 y C3) División mandibular
del nervio
trigémino (V3)
Figura 11-9 Inervación sensitiva de la piel de la cabeza y el cuello. Obsérvese que la piel por encima del ángulo de
la mandíbula está inervada por el nervio auricular mayor (C2 y C3) y no por ramas del nervio trigémino.
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~ Corteza cembral
Fascículo longitudinal
medio!
NUdéO del nervio
abd\Joens
Fibras tectornedulares:
del ooliculo superior
Puente (protuberancia)
A
Puente
\ l\ (protubera~i
t~
Médula oblongada
B
Figura 11-10 A: núcleo del nervio abducens y sus conexiones centrales. B: distribución del nervio abducens.
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Núcleos parasimpáticos
Los núcleos parasimpáticos se encuentran por detrás y por fuera del núcleo motor
principal. Son los núcleos salival
superior y lagrimal (fig. 11-11). El núcleo salival superior recibe fibras aferentes del
hipotálamo a través de las vías autónomas descendentes. La información referente al
gusto proveniente de la cavidad bucal se recibe también por el núcleo del tracto
solitario.
El núcleo lagrimal recibe fibras aferentes del hipotálamo para las respuestas
emocionales, y de los núcleos sensitivos del nervio trigémino para el lagrimeo reflejo
secundario a la irritación de la córnea o de la conjuntiva.
Núcleo sensitivo
El núcleo sensitivo es la parte superior del núcleo del tracto solitario y se encuentra
cerca del núcleo motor (fig. 11-11). Las sensaciones del gusto tienen un trayecto a través
de los axones periféricos de las células nerviosas situadas en el ganglio geniculado sobre
el VII par craneal. Los procesos centrales de estas células establecen sinapsis sobre
células nerviosas situadas en el núcleo. Las fibras eferentes cruzan el plano medio y
ascienden hasta el núcleo medial posterior ventral del tálamo opuesto y hasta una serie de
núcleos hipotalámicos. Desde el tálamo, los axones de las células talámicas atraviesan la
cápsula interna y la corona radiada para terminar en el área del gusto de la corteza en la
parte inferior de la circunvolución poscentral (fig. 11-11).
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Corteza. cerebral
Puente (protuberancia)
La raíz sensitiva (nervio intermedio) está formada por los procesos centrales de las
células unipolares del ganglio geniculado. Contiene, además, las fibras parasimpáticas
preganglionares eferentes de los núcleos parasimpáticos.
Las dos raíces del nervio facial emergen de la superficie anterior del cerebro entre el
puente (protuberancia) y la médula oblongada. Tienen un trayecto lateral en la fosa
craneal posterior con el nervio vestibulococlear y penetran en el conducto auditivo
interno de la parte petrosa del hueso temporal. Al final del conducto, el nervio entra en el
canal facial y tiene un trayecto lateral a través del oído interno. Al alcanzar la pared
medial de la cavidad timpánica, el nervio se expande para formar el ganglio geniculado
sensitivo (fig. 11-12) y gira bruscamente hacia atrás por encima del promontorio. En la
pared posterior de la cavidad timpánica, el nervio facial gira hacia abajo en el lado medial
de la entrada del antro mastoideo, desciende por detrás de la pirámide y emerge a través
del orificio estilomastoideo.
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Rama tompo,al
Nervio facial
Rama auricular
posterior
Nervio/canal plerigoideo
,-
L_ _ _ Nervio f)etf'OSO
r profundo
Plexo simpático que
·- - - - rede.a la arte.ria
~l'Ótidn interno
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Nervio vestibular
El nervio vestibular conduce los impulsos nerviosos desde el utrículo y el sáculo que
proporcionan información respecto a la posición de la cabeza; el nervio transporta
además impulsos de los conductos semicirculares que proporcionan información sobre
los movimientos cefálicos.
Las fibras nerviosas del nervio vestibular son los procesos centrales de las células
nerviosas localizadas en el ganglio vestibular, que está situado en el conducto auditivo
interno. Penetran en la superficie anterior del tallo cerebral por un surco situado entre el
borde inferior del puente (protuberancia) y la parte superior de la médula oblongada (fig.
11-13). Cuando entran en el complejo nuclear vestibular, las fibras se dividen en fibras
cortas ascendentes y largas descendentes; un pequeño número de fibras pasa
directamente hasta el cerebelo a través del pedúnculo cerebeloso inferior, sorteando los
núcleos vestibulares.
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Ne,vio
vestibular
Nervio
--coclear
Conductos semicirculares.
utriculo y sáculo
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Corteza auditiva de /
la circunvolución - J-"',
temporal superior
Radiación acústica
de la cápsula interna
Cuarto ventrículo
P&dúnculo cerebeloso
infe,jO(
Nervio coclear
Ganglio espiral
~:::
NlicJeo posterior del
cuerpo trapezoide y el Nervio vestibular
núcleo olivar superior
Figura 11-14 Núcleos del nervio coclear y sus conexiones centrales. Las vías descendentes han sido omitidas.
Los núcleos vestibulares reciben fibras aferentes del utrículo y el sáculo, y de los
conductos semicirculares, a través del nervio vestibular y fibras del cerebelo a través
del pedúnculo cerebeloso inferior (fig. 11-13). Las fibras eferentes de los núcleos
alcanzan el cerebelo a través del pedúnculo cerebeloso inferior. Las fibras eferentes
también descienden sin cruzarse hasta la médula espinal desde el núcleo vestibular lateral,
y forman el fascículo vestibuloespinal (fig. 11-13). Además, las fibras eferentes
alcanzan los núcleos de los nervios oculomotor, troclear y abducens a través del fascículo
longitudinal medial.
Estas conexiones permiten que los movimientos de la cabeza y de los ojos estén
coordinados, de forma que se pueda mantener la fijación visual sobre un objeto.
Además, la información recibida del oído interno puede ayudar a mantener el equilibrio al
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Nervio coclear
El nervio coclear transporta impulsos nerviosos relacionados con el sonido desde el
órgano de Corti hasta la cóclea. Las fibras del nervio coclear son las prolongaciones
centrales de células nerviosas localizadas en el ganglio espiral de la cóclea (fig. 11-15).
Penetran en la superficie anterior del tallo cerebral en el borde inferior del puente
(protuberancia) sobre la parte lateral del nervio facial emergente, y están separadas de él
por el nervio vestibular (fig. 11-14). Al entrar en el puente, las fibras nerviosas se
dividen, formando una rama que penetra en el núcleo coclear posterior y otra rama que
lo hace en el núcleo coclear anterior.
Núcleos cocleares
Los núcleos cocleares anterior y posterior se hallan situados sobre la superficie del
pedúnculo cerebeloso inferior (fig. 11-14). Reciben fibras aferentes de la cóclea a través
del nervio coclear. Los núcleos cocleares envían axones (fibras neuronales de segundo
orden) que tienen un trayecto medial a través del puente hasta terminar en el cuerpo
trapezoide y el núcleo olivar. Aquí, establecen un relevo en el núcleo posterior del
cuerpo trapezoide y el núcleo olivar superior del mismo lado o del lado opuesto. Los
axones ascienden entonces a través de la parte posterior del puente y el mesencéfalo y
forman un tracto conocido como lemnisco lateral (fig. 11-14). Por tanto, cada lemnisco
lateral consta de neuronas de tercer orden de ambos lados. A medida que estas fibras
ascienden, algunas de ellas establecen relevos en pequeños grupos de células nerviosas,
conocidas en conjunto como núcleo del lemnisco lateral (fig. 11-14).
Al alcanzar el mesencéfalo, las fibras del lemnisco lateral terminan en el núcleo del
colículo inferior o establecen relevo en el cuerpo geniculado medial y alcanzan la
corteza auditiva del hemisferio cerebral a través de la radiación acústica de la cápsula
interna (fig. 11-14).
La corteza auditiva primaria (áreas 41 y 42) incluye la circunvolución de Heschl sobre
la superficie superior de la circunvolución temporal superior. El reconocimiento y la
interpretación de los sonidos de acuerdo con la experiencia pasada tienen lugar en el área
auditiva secundaria.
Los impulsos nerviosos del oído se transmiten a lo largo de las vías auditivas en ambos
lados del tallo cerebral, y en su mayoría se proyectan a lo largo de la vía contralateral.
Muchas ramas colaterales alcanzan el sistema activador reticular del tallo cerebral (v. pág.
307). La organización tonotópica presente en el órgano de Corti se conserva dentro de
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7
Nervio vestibular
Núcleo parasimpático
El núcleo parasimpático también se denomina núcleo salival inferior (fig. 11-16).
Recibe fibras aferentes del hipotálamo a través de las vías autónomas descendentes. Se
considera además que recibe información del sistema olfatorio a través de la formación
reticular. La información referente al gusto también le llega desde el núcleo del tracto
solitario a partir de la cavidad bucal.
Las fibras parasimpáticas preganglionares eferentes alcanzan el ganglio ótico a través
de la rama timpánica del nervio glosofaríngeo, el plexo timpánico y el nervio
petroso menor (fig. 11-17). Las fibras preganglionares alcanzan la glándula salival
parótida.
Núcleo sensitivo
El núcleo sensitivo es parte del núcleo del tracto solitario (fig. 11-16). Las sensaciones
gustativas tienen un trayecto a través de los axones periféricos de células nerviosas
situadas en el ganglio del nervio glosofaríngeo. Los procesos centrales de estas células
establecen sinapsis con células nerviosas situadas en el núcleo. Las fibras eferentes
cruzan el plano medial y ascienden hasta el grupo ventral de núcleos del tálamo opuesto
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y una serie de núcleos hipotalámicos. Desde el tálamo, los axones de las células talámicas
pasan a través de la cápsula interna y la corona radiada para terminar en la parte inferior
de la circunvolución poscentral.
La información aferente relacionada con la sensibilidad común entra en el tallo cerebral
a través del ganglio superior del nervio glosofaríngeo, pero termina en el núcleo espinal
del nervio trigémino. Los impulsos aferentes del seno carotídeo, un barorreceptor
situado en la bifurcación de la arteria carótida común, también viajan con el nervio
glosofaríngeo. Terminan en el núcleo del tracto solitario y están conectados con el
núcleo motor dorsal del nervio vago. El reflejo del seno carotídeo que incluye los
nervios glosofaríngeo y vago ayuda a la regulación de la presión arterial.
Corteza cerebral
O oº Ganglio superior
del nervio
glosofaríngeo
~
u.•, _ ,,-Nervio glosofaríngeo
Médula oblongada
Ganglio inferior
Núcleo olivar inferior ~ del nervio
glosofaríngeo
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. petroso m e n ~
Nerv,o ~ 1 ,. . _ i' "' / • sensitivos supeno . re inferior
Glándula parót,·da
./
Ganglio
ót,co
iama
timpánica
1/
,~
1
, -,_
.' ~
'
Ramas lingua~
al tercio postenor
dela lengua
1
\
' '
1 .,,,,1,·1...-...
•/,
?
Cuerpo carotídeo /
Seno carotideo 1
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Núcleo parasimpático
El núcleo parasimpático forma el núcleo dorsal del vago y se encuentra por debajo del
piso de la parte inferior del cuarto ventrículo, posterolateral al núcleo hipogloso (figura
11-18). Recibe fibras aferentes del hipotálamo a través de las vías autónomas
descendentes. También recibe otras fibras aferentes, incluidas las procedentes del nervio
glosofaríngeo (reflejo del seno carotídeo). Las fibras eferentes se distribuyen a los
músculos involuntarios de bronquios, corazón, esófago, estómago, intestino delgado e
intestino grueso, además del tercio distal del colon transverso (fig. 11-19).
Núcleo sensitivo
El núcleo sensitivo es la parte inferior del núcleo del tracto solitario. Las sensaciones
del gusto tienen un trayecto a través de los axones periféricos de las células nerviosas
situadas en el ganglio inferior del nervio vago. Los procesos centrales de estas células
establecen sinapsis con células nerviosas del núcleo (fig. 11-18). Las fibras eferentes
cruzan el plano medio y ascienden hacia el grupo central de núcleos del tálamo opuesto,
y además, hasta una serie de núcleos hipotalámicos. Desde el tálamo, los axones de las
células talámicas pasan a través de la cápsula interna y la corona radiada para terminar en
la circunvolución poscentral.
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Nervio vago
Ganglio superior
del nervio vago
Ganglio inferior
del nervio vago
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El nervio vago derecho penetra en el tórax y pasa posteriormente a la raíz del pulmón
derecho, contribuyendo al plexo pulmonar. Después, pasa por la superficie posterior del
esófago y contribuye al plexo esofágico. Entra en el abdomen a través de la abertura
esofágica del diafragma. El tronco vagal posterior (que es el nombre que recibe ahora el
vago derecho) se distribuye por la superficie posterior del estómago y, a través de una
gran rama celíaca, por duodeno, hígado, riñones, intestino delgado e intestino grueso, y
llega a alcanzar el tercio distal del colon transverso. Esta distribución amplia se consigue a
través de los plexos celíaco, mesentérico superior y renal.
El nervio vago izquierdo entra en el tórax, cruza el lado izquierdo del arco aórtico y
desciende por detrás de la raíz del pulmón izquierdo, contribuyendo al plexo pulmonar.
El vago izquierdo desciende después sobre la superficie anterior del esófago,
contribuyendo al plexo esofágico. Penetra en el abdomen a través de la abertura
esofágica del diafragma. El tronco vagal anterior (que es el nombre que recibe ahora el
vago izquierdo) se divide en varias ramas, que se distribuyen hasta llegar al estómago,
hígado, parte superior del duodeno y cabeza del páncreas.
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Rama faríngea
___ _ _ Ganglios. sensitivos supe,ior
e inferior del nervio vago
dorecho ·--
Hlgado
Aorta
Pfexo celiaco
Raíz craneal
La raíz (parte) craneal se forma a partir de los axones de células nerviosas del núcleo
ambiguo (fig. 11-20). El núcleo recibe fibras corticonucleares de ambos hemisferios
cerebrales. Las fibras eferentes del núcleo emergen de la superficie anterior de la médula
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Raíz espinal
La raíz (parte) espinal está formada por axones de células nerviosas del núcleo espinal,
que se halla situado en la columna gris anterior de la médula espinal en los segmentos
cervicales superiores (fig. 11-20). Se considera que el núcleo espinal recibe fibras
corticoespinales de ambos hemisferios cerebrales.
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Corteza cerebral
Podúnculo C<1rebeloso,
inferior
Médula oblongada
Figura 11-20 Núcleos craneales y espinales del nervio accesorio y sus conexiones centrales.
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Nervio vago
Médula espinal
Núcleo hipogloso
El núcleo hipogloso se halla situado cerca de la línea media inmediatamente por debajo
del piso de la parte inferior del cuarto ventrículo (fig. 11-22). Recibe fibras
corticonucleares de ambos hemisferios cerebrales. Sin embargo, las células
responsables de inervar el músculo geniogloso (fig. 11-23) sólo reciben fibras
corticonucleares del hemisferio cerebral opuesto.
Las fibras del nervio hipogloso pasan anteriormente a través de la médula oblongada y
emergen como una serie de raíces en el surco situado entre la pirámide y la oliva (fig. 11-
22).
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abandona el cráneo a través del canal hipogloso. El nervio pasa hacia abajo y hacia
delante en el cuello entre la arteria carótida interna y la vena yugular interna, hasta que
alcanza el borde inferior del vientre posterior del músculo digástrico. Aquí, gira hacia
delante y cruza las arterias carótidas interna y externa y el asa de la arteria lingual. Pasa a
ser profundo hasta el borde posterior del músculo milohioideo y tiene un trayecto por la
superficie lateral del músculo hipogloso. Después, el nervio envía ramas a los músculos
de la lengua (fig. 11-23).
En la parte superior de este trayecto, el nervio hipogloso se une con fibras C12
procedentes del plexo cervical.
De esta forma, el nervio hipogloso controla los movimientos y la forma de la lengua.
2 Lasdelicadas fibras nerviosas simplemente se trasladan con el nervio hipogloso como soporte, y más tarde lo
abandonan para inervar los músculos del cuello.
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Corteza cerebral
Cuarto ventrículo
1
1
l-----+-----1 1
\
Núcleo olivar
inferior
Pirámide
Fibras motoras al
músculo geniogloso
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Nervio hipogloso
Nervio lingual
Músculo estilogloso
Músculo hiogloso
Nervio cervical
descendente
Rama descendente
del nervio hipogloso
koacervical
Nervio al músculo geniohioideo
Nervio al músculo
tirohioideo
NOTAS CLÍNICAS
Consideraciones generales
Los 12 pares de nervios craneales llevan información al cerebro procedente de órganos
receptores exteriores, y transmiten los cambios a los órganos efectores periféricos
mediante nervios motores apropiados. Desgraciadamente para el estudiante, las células
nerviosas no están ordenadas de forma sencilla, como en la médula espinal, sino que
se hallan agrupadas formando núcleos, que se encuentran en diferentes situaciones y a
diferentes niveles en el tallo cerebral. Además, mientras que los nervios raquídeos
poseen fibras somáticas aferentes, fibras viscerales aferentes, fibras somáticas
eferentes y fibras viscerales eferentes, los nervios craneales, además, poseen fibras
aferentes somáticas especiales (p.ej., visuales y auditivas) y fibras aferentes viscerales
especiales (p.ej., gustativas).
Al comentar en las secciones previas las conexiones centrales de los diferentes
núcleos de los nervios craneales, se proporcionó una versión práctica simplificada, ya
que muchas de las conexiones precisas de los núcleos de los nervios craneales todavía
no son conocidas. Los delicados movimientos de los ojos, la laringe y la cara requieren
una acción muscular cuidadosamente integrada y el control fino del tono muscular, por
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lo que debe asumirse que los núcleos motores de los diversos pares craneales reciben
información del cerebelo, el núcleo rojo, la formación reticular y el cuerpo estriado, de
la misma forma que las motoneuronas inferiores de la médula espinal. Deben
recordarse tres puntos de valor clínico:
1. Las conexiones corticonucleares bilaterales están presentes para todos los núcleos
motores craneales, excepto la parte del núcleo facial que inerva los músculos de la
parte inferior de la cara y la parte del núcleo hipogloso que inerva el músculo
geniogloso.
2. Los pares craneales que poseen fibras sensitivas aferentes tienen cuerpos celulares
que se encuentran en los ganglios a lo largo del trayecto de los nervios; éstos son
equivalentes a los ganglios radiculares posteriores. En el caso de los nervios
olfatorios, las células son los receptores olfatorios.
3. En las situaciones en las que los núcleos del par craneal están muy próximos, es
muy infrecuente que un proceso patológico afecte sólo a un núcleo. Por ejemplo,
los grupos celulares del núcleo ambiguo sirven al glosofaríngeo, al vago y a la raíz
craneal del nervio accesorio, y la pérdida funcional que afecta a los tres nervios es
un hallazgo frecuente.
Exploración física de los pares craneales
La exploración sistemática de los 12 pares craneales es una parte importante de la
exploración de cualquier paciente neurológico. Puede revelar la existencia de una lesión
de un núcleo de un par craneal o de sus conexiones centrales, o puede demostrar una
interrupción de las motoneuronas inferiores.
Nervio olfatorio
Primero, hay que determinar si las vías nasales están libres. Después, se aplica alguna
sustancia aromática claramente reconocible, como aceite de menta, aceite de clavo o
tabaco, en cada orificio nasal por separado. Hay que preguntar al paciente si puede
oler alguna cosa; si es así, hay que pedirle al paciente que identifique el olor. Es
preciso recordar que los aromas alimentarios dependen del sentido del olfato y no del
sentido del gusto.
La anosmia bilateral puede estar causada por una enfermedad de la membrana
mucosa olfatoria, como el resfriado común o la rinitis alérgica. La anosmia unilateral
puede deberse a una enfermedad que afecta a los nervios, la médula oblongada o el
tracto olfatorio. Es poco probable que una lesión de la corteza olfatoria en un lado
produzca una anosmia completa, porque las fibras de ambos tractos olfatorios tienen
un trayecto hasta ambos hemisferios cerebrales. Las fracturas de la fosa craneal
anterior que afectan a la lámina cribiforme del hueso etmoides pueden desgarrar los
nervios olfatorios. Los tumores cerebrales de los lóbulos frontales o los meningiomas
de la fosa craneal anterior pueden producir anosmia debido a presión sobre la médula
oblongada o el tracto olfatorio.
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Nervio óptico
Primero, hay que pedirle al paciente si ha apreciado o no algún cambio en su visión.
La agudeza visual debe ser estudiada para la visión cercana y para la visión lejana. La
visión cercana se valora pidiéndole al paciente que lea una lámina con un tipo de letra
de un tamaño estándar. Se explora cada ojo por separado, con o sin gafas. La visión
lejana se estudia pidiéndole al paciente que lea las letras de Snellen a una distancia de 6
metros.
Después, hay que estudiar los campos visuales. El paciente y el explorador se
sientan uno enfrente del otro a una distancia de 60 cm. Se pide al paciente que se
cubra el ojo derecho y el explorador cubre su propio ojo izquierdo. Se pide al paciente
que mire a la pupila del ojo derecho del explorador. Después, se mueve un pequeño
objeto formando un arco alrededor de la periferia del campo de visión y se pregunta al
paciente si puede ver el objeto. La extensión del campo de visión del paciente se
compara con el campo de visión normal del explorador. Después, se estudia el otro
ojo. Es importante no olvidarse de la pérdida de visión en el área central del campo
visual (escotoma central).
Lesiones de la vía visual
Las lesiones de la vía óptica pueden tener muchas causas patológicas. Los tumores
expansivos del cerebro y de las estructuras vecinas, como la glándula hipófisis y las
meninges, y los accidentes vasculares cerebrales con frecuencia son los causantes. Los
efectos más difusos sobre la visión se producen cuando las fibras nerviosas de la vía
visual se hallan densamente apretadas entre sí, como en el nervio óptico o el tracto
óptico.
Ceguera circunferencial
La ceguera circunferencial puede estar causada por histeria o por neuritis óptica (fig.
11-24 [1]). La neuritis óptica puede producirse después de la diseminación de una
infección a partir de los senos esfenoidal o etmoidal; el nervio se infecta cuando pasa a
través del canal óptico para entrar en la cavidad orbitaria.
Ceguera total monocular
La ceguera total monocular se produce después de la sección completa de un nervio
óptico (fig. 11-24 [2]).
Hemianopsia nasal
La hemianopsia nasal puede ser secundaria a una lesión parcial del quiasma óptico en
su parte lateral (fig. 11-24 [3]).
Hemianopsia bitemporal
La hemianopsia bitemporal puede ser consecuencia de una sección sagital del quiasma
óptico (fig. 11-24 [4]). Este cuadro habitualmente está producido por un tumor de la
glándula hipófisis que ejerce presión sobre el quiasma óptico.
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o o
visual derecho
o
1
Corteza visual
Figura 11-24 Defectos del campo visual asociados con lesiones de las vías ópticas. 1. Ceguera circunferencial
derecha debida a neuritis retromedular. 2. Ceguera total del ojo derecho debida a sección del nervio ótico
derecho. 3. Hemianopsia nasal derecha debida a una lesión parcial del lado derecho del quiasma óptico. 4.
Hemianopsia bitemporal debida a lesión completa del quiasma óptico. 5. Hemianopsia temporal izquierda y
hemianopsia nasal derecha debidas a lesión del tracto óptico derecho. 6. Hemianopsia temporal izquierda y
hemianopsia nasal derecha debidas a una lesión de la radiación óptica derecha. 7. Hemianopsia temporal
izquierda y hemianopsia nasal derecha debidas a una lesión de la corteza visual derecha.
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en el que el esfínter pupilar y el músculo ciliar están respetados y hay parálisis de los
músculos extraoculares se denomina oftalmoplejía externa.
La posible explicación de la afectación de los nervios autónomos y la conservación
de las fibras restantes es que las fibras autónomas parasimpáticas están situadas
superficialmente dentro del nervio oculomotor y, probablemente, son las primeras
afectadas por la compresión. También participa la naturaleza de la enfermedad. Por
ejemplo, en los casos de diabetes con alteración de la conducción nerviosa (neuropatía
diabética), las fibras autónomas no se hallan afectadas, mientras que los nervios de los
músculos extraoculares están paralizados.
Los cuadros que afectan con mayor frecuencia al nervio oculomotor son la diabetes,
los aneurismas, los tumores, los traumatismos, la inflamación y la enfermedad
vascular. Véanse las lesiones del nervio oculomotor en el mesencéfalo (síndrome de
Benedikt) en la página 220.
Nervio troclear
El nervio troclear inerva al músculo oblicuo superior, que rota el ojo hacia abajo y
lateralmente.
En las lesiones del nervio troclear, el paciente presenta visión doble al mirar recto
hacia abajo, porque las imágenes de los dos ojos están inclinadas una en relación con
la otra. Esto se debe a que el oblicuo superior está paralizado y el ojo se gira
medialmente además de hacia abajo. De hecho, el paciente tiene una gran dificultad
para girar el ojo hacia abajo y afuera.
Los cuadros que con mayor frecuencia afectan al nervio troclear incluyen los
estiramientos o hematomas como complicación de traumatismos craneales (el nervio
es largo y delgado), la trombosis del seno cavernoso, el aneurisma de la arteria carótida
interna y las lesiones vasculares de la parte dorsal del cerebro medio. Véanse las
lesiones del nervio troclear en el mesencéfalo en las páginas 219 y 220.
Nervio abducens
El nervio abducens inerva el músculo recto lateral, que gira el ojo hacia fuera. En una
lesión del nervio abducens, el paciente no puede girar el ojo hacia fuera. Cuando el
paciente está mirando recto hacia delante, el recto lateral está paralizado, y el recto
lateral medial sin oposición lleva al globo ocular medialmente, causando un
estrabismo interno. También existe diplopía.
Las lesiones del nervio abducens pueden deberse a traumatismos craneales (el
nervio es largo y delgado), la trombosis del seno cavernoso o el aneurisma de la arteria
carótida interna, y lesiones vasculares del puente (protuberancia).
Oftalmoplejía internuclear
Las lesiones del fascículo longitudinal medial desconectan el núcleo oculomotor que
inerva el músculo recto medial del núcleo abducens y el músculo recto lateral. Cuando
se pide al paciente que mire lateralmente a la derecha o a la izquierda, el recto lateral
ipsolateral se contrae, girando el ojo lateralmente, pero el recto medial contralateral no
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Corteza cerebral
_......
~ .~--
Parálisis de Bell
La parálisis de Bell es una disfunción del nervio facial, mientras se encuentra dentro
del canal facial: suele ser unilateral. El lugar de la disfunción determina los aspectos del
nervio facial que no funcionan.
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La tumefacción del nervio dentro del canal óseo causa presión sobre las fibras
nerviosas: esto da lugar a una pérdida temporal de la función del nervio y produce una
parálisis facial del tipo de motoneurona inferior. La causa de la parálisis de Bell es
desconocida; en ocasiones, se produce después de la exposición de la cara a una
corriente de aire frío.
Nervio vestibulococlear
El nervio vestibulococlear inerva el utrículo y el sáculo, que son sensibles a los
cambios estáticos en el equilibrio; los conductos semicirculares, que son sensibles a los
cambios en el equilibrio dinámico; y la cóclea, que es sensible al sonido.
Alteraciones de la función del nervio vestibular
Las alteraciones de la función del nervio vestibular incluyen mareo o vértigo y
nistagmo (v. págs. 244 y 245). El nistagmo vestibular es una oscilación rítmica
incontrolable de los ojos, y la fase rápida se aleja del lado de la lesión. Esta forma de
nistagmo es esencialmente un trastorno en el control reflejo de los músculos
extraoculares, que es una de las funciones de los conductos semicirculares.
Habitualmente, los impulsos nerviosos pasan de forma refleja desde los conductos a
través del nervio vestibular, los núcleos vestibulares y el fascículo longitudinal medial
hasta los núcleos de los pares craneales III, IV y VI, que controlan los músculos
extraoculares; el cerebelo ayuda a coordinar los movimientos musculares.
La función vestibular puede estudiarse con pruebas calóricas. Éstas incluyen la
elevación y el descenso de la temperatura en el conducto auditivo externo, que induce
corrientes de convección en la endolinfa de los conductos semicirculares
(principalmente, en el conducto semicircular lateral) y estimula las terminaciones del
nervio vestibular.
Las causas de vértigo incluyen enfermedades del laberinto, como la enfermedad de
Ménière. Las lesiones del nervio vestibular, los núcleos vestibulares y el cerebelo
también pueden ser responsables. La esclerosis múltiple, los tumores y las lesiones
vasculares del tallo cerebral también causan vértigo.
Alteraciones de la función del nervio coclear
Las alteraciones de la función coclear se manifiestan como sordera y acúfenos. Hay
que estudiar la capacidad del paciente para escuchar una voz susurrada o la vibración
de un diapasón; cada oído tiene que explorarse por separado.
La pérdida de audición puede deberse a un defecto del mecanismo de conducción
auditiva en el oído medio, lesión de las células receptoras en el órgano espiral de Corti
en la cóclea, una lesión del nervio coclear, una lesión de las vías auditivas centrales o
una lesión de la corteza del lóbulo temporal.
Las lesiones del oído interno incluyen enfermedad de Ménière, laberintitis aguda
y traumatismos (lesión secundaria a un traumatismo craneal). Las lesiones del nervio
coclear incluyen tumores (neurinoma del acústico) y traumatismos. Las lesiones
del sistema nervioso central incluyen tumores del mesencéfalo y esclerosis múltiple.
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Las lesiones de la parte espinal del nervio accesorio pueden producirse en cualquier
lugar a lo largo de su trayecto, y pueden deberse a tumores o a traumatismos por
heridas cortantes o por proyectil de arma de fuego en el cuello.
Nervio hipogloso
El nervio hipogloso inerva los músculos intrínsecos de la lengua y los músculos
estilogloso, hiogloso y geniogloso. Para explorar la integridad del nervio, hay que
pedirle al paciente que saque la lengua; si existe una lesión de la motoneurona inferior,
se observará que la lengua se desvía hacia el lado paralizado. La lengua será más
pequeña en el lado de la lesión, debido a la atrofia muscular, y la fasciculación puede
acompañar o preceder a la atrofia. Hay que recordar que la mayor parte del núcleo
hipogloso recibe fibras corticonucleares de ambos hemisferios cerebrales. Sin embargo,
la parte del núcleo que inerva al geniogloso recibe fibras corticonucleares sólo del
hemisferio cerebral opuesto. Si un paciente tiene una lesión de las fibras
corticonucleares, no existirá atrofia ni fibrilación de la lengua, y con la protrusión de la
misma, la lengua se desviará hacia el lado opuesto de la lesión. (Hay que recordar que
el geniogloso es el músculo que empuja a la lengua hacia delante.)
Las lesiones del nervio hipogloso pueden producirse en cualquier lugar a lo largo de
su trayecto, y pueden deberse a tumores, enfermedades desmielinizantes, siringomielia
o accidentes vasculares. La lesión del nervio en el cuello puede producirse también
después de heridas cortantes o por proyectil de arma de fuego.
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desde hace 3 días ha empezado a tener problemas para leer el periódico. Se queja de que la letra impresa ha
empezado a inclinarse y que ha empezado a ver doble. También afirma que ha encontrado difícil ver los
escalones al bajar las escaleras para llegar a la consulta del médico. En la exploración física, el paciente
presenta debilidad del movimiento del ojo derecho tanto hacia abajo como hacia fuera. Empleando su
conocimiento de neuroanatomía, explique los signos y síntomas de este paciente. Si se asume que el lugar de
la lesión es un núcleo de un par craneal, ¿está afectado el derecho o el izquierdo?
4. Un hombre de 73 años consulta con su médico porque se ha quedado sordo. El único otro síntoma es que
no cree ser tan alto como solía ser y está preocupado al descubrir que cada año tiene que comprar un
sombrero de tamaño más grande. El médico diagnostica una osteítis deformante (enfermedad de Paget), y
explica a los estudiantes de medicina que se trata de una enfermedad de los huesos que afecta la reabsorción
ósea y la formación de hueso nuevo. Estos cambios óseos dan lugar a un aumento de tamaño del cráneo,
deformidades de la columna vertebral y arqueamiento de los huesos largos de las piernas. El médico
pregunta a los estudiantes si existe alguna conexión entre la enfermedad ósea y la sordera del paciente, y qué
otros pares craneales estarían especialmente interesados en explorar. ¿Cómo habría respondido usted a estas
preguntas?
5. Un neurólogo visita a un hombre de 25 años que presenta una sensación de pesadez en ambas piernas e
inestabilidad al caminar. En la exploración física, se encuentra que el paciente tiene lesiones ampliamente
diseminadas que afectan a los fascículos corticoespinales, la columna blanca posterior y los nervios ópticos.
Se establece un diagnóstico de esclerosis múltiple. Esta enfermedad, de origen desconocido, afecta
principalmente la sustancia blanca del cerebro y la médula espinal. ¿Considera usted que los síntomas de
vértigo de este paciente podrían estar originados por esta enfermedad?
6. Una mujer de 54 años con hemiplejía del lado izquierdo es explorada por un estudiante de medicina de cuarto
año. El estudiante explora con mucho cuidado todos los pares craneales, y observa cualquier alteración en
ellos. Durante la exploración, se coloca de pie detrás de la paciente, sujeta suavemente los músculos
trapecios entre sus dedos y le pide a la paciente que encoja los hombros contra una resistencia. Se sorprende
al encontrar que no existe evidencia de debilidad ni atrofia muscular en ambos músculos trapecios.
¿Esperaría usted encontrar evidencia de debilidad o de atrofia en los músculos trapecios de un paciente con
hemiplejía?
7. Un hombre de 35 años es ingresado en el hospital con dolor intenso en el lado derecho de la frente y el ojo
derecho. El dolor empezó 3 semanas atrás, y ha aumentado progresivamente desde entonces. Hace una
semana, ha empezado a ver doble, y esta mañana su mujer ha notado que su ojo derecho estaba desviado
hacia fuera. El médico de guardia realiza un estudio neurológico detallado de este paciente y encuentra una
desviación lateral del ojo derecho, dilatación de la pupila derecha con pérdida de los reflejos fotomotor
directo y consensual, y parálisis de todos los movimientos oculares del lado derecho, excepto lateralmente.
Recomienda al paciente que en un inicio se someta a un estudio de imagen con tomografía computarizada
(TC) y RM cerebrales, y más tarde solicita una arteriografía carotídea del lado derecho. El estudio muestra
la existencia de un aneurisma de la arteria carótida interna en el lado derecho. Explique los signos y los
síntomas de este paciente. Relacione los signos y los síntomas con el aneurisma.
8. Durante los pases de visita en la sala de hospitalización, un neurólogo muestra los signos y los síntomas de
la neurosífilis a un grupo de estudiantes. El paciente es un hombre de 62 años. El médico pide a los
estudiantes que observen que las dos pupilas del paciente son pequeñas y están fijas, y que no se alteran al
aplicar una luz sobre los ojos o al taparlos. Sin embargo, se observa que las pupilas se contraían cuando se
le pide al paciente que mire desde un objeto lejano hasta la punta de su nariz. Además, las pupilas vuelven a
dilatarse cuando mira a distancia. «Éste es un buen ejemplo de la pupila de Argyll Robertson», dice el
médico. Empleando sus conocimientos de neuroanatomía, explique esta curiosa reacción pupilar.
9. Describa los efectos de una lesión en los siguientes puntos a lo largo de la vía visual del ojo derecho:
(a) Sección del nervio óptico derecho.
(b) Sección del quiasma óptico en la línea media.
(c) Sección del tracto óptico derecho.
(d) Sección de la radiación óptica derecha.
(e) Destrucción de la corteza del polo occipital derecho
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10. Una mujer de 58 años es diagnosticada con un carcinoma avanzado de la nasofaringe con infiltración
neoplásica de la fosa craneal posterior. ¿Cómo exploraría usted la integridad de los pares craneales IX, X y
XI?
11. En la exploración física de una mujer de 32 años con siringomielia se encuentra con alteración de la
apreciación del dolor y la temperatura de la cara, pero con conservación del tacto leve. Empleando sus
conocimientos de neuroanatomía, explique la pérdida sensitiva disociada en la cara.
12. Un hombre de 51 años presenta un dolor punzante e intenso en la parte media del lado derecho de la cara, y
es visto en el servicio de urgencias. Las punzadas duran varios segundos y se repiten varias veces. «El dolor
es el peor que he experimentado jamás», le dice al médico. Una brisa de aire sobre el lado derecho de la cara
o el contacto de algunos cabellos en la región temporal derecha del cuero cabelludo pueden desencadenar el
dolor. El paciente no presenta otros síntomas y afirma que, por lo demás, se encuentra muy bien. La
exploración física completa de los pares craneales revela que no hay nada anómalo. En concreto, no existe
evidencia de pérdida sensitiva o motora del nervio trigémino derecho. El paciente señala el área sobre el lado
derecho de la cara donde experimenta el dolor; se observa que se encuentra en la distribución de la división
maxilar del nervio trigémino. Empleando sus conocimientos de neuroanatomía, establezca el diagnóstico.
13. Un médico dirige a un grupo de estudiantes y les dice: «Yo creo que este paciente tiene una neoplasia
avanzada en la fosa craneal posterior con afectación de la médula oblongada y, en particular, de los núcleos
del nervio vago». ¿Dónde se encuentran los núcleos del nervio vago? ¿Es posible presentar movimientos
anómalos de las cuerdas vocales en un paciente con hemiplejía? ¿Es posible tener una lesión aislada de los
núcleos vagales sin afectación de otros núcleos de los pares craneales?
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conocimiento de la distribución de las ramas del nervio trigémino y de las enfermedades que pueden afectar a
este nervio es esencial para que un médico pueda establecer el diagnóstico.
13. Los núcleos vagales son: a) el núcleo motor principal, b) el núcleo parasimpático y c) el núcleo sensitivo.
Los núcleos motor principal y parasimpático están controlados por ambos hemisferios cerebrales; de esta
forma, la hemiplejía no tiene efecto sobre el movimiento de las cuerdas vocales. Los núcleos vagales
prácticamente se continúan con los núcleos de los nervios glosofaríngeo y accesorio, y éstos suelen estar
afectados juntos en las lesiones la médula oblongada.
PREGUNTAS DE REVISIÓN
Instrucciones: cada uno de los apartados numerados en esta sección se acompaña de respuestas.
Seleccione la letra de la respuesta CORRECTA.
1. Los núcleos de los pares craneales citados a continuación tienen los siguientes tractos descendentes que
terminan en ellos:
(a) El núcleo salival inferior del nervio glosofaríngeo recibe tractos que descienden del tálamo.
(b) El núcleo del nervio abducens recibe sólo fascículos corticomedulares cruzados.
(c) El núcleo del nervio facial que inerva los músculos de la parte inferior de la cara recibe sólo tractos
corticomedulares cruzados.
(d) El núcleo del nervio trigémino recibe sólo fascículos corticomedulares cruzados.
(e) El núcleo del nervio troclear recibe sólo fascículos corticomedulares cruzados.
2. Los núcleos asociados con el nervio facial incluyen los siguientes:
(a) Núcleo espinal.
(b) Núcleo salival inferior.
(c) Núcleo ambiguo.
(d) Núcleo sensitivo principal.
(e) Núcleo lagrimal.
3. Un paciente con parálisis de la motoneurona superior de los músculos faciales puede sonreír con ambos
lados de su cara como respuesta a un chiste, pero no de forma voluntaria. Esto se puede explicar por los
siguientes hechos:
(a) Las fibras corticomedulares principales que controlan el movimiento voluntario de los músculos faciales
han sido conservadas.
(b) Las fibras reticulares, que posiblemente se originan en el hipotálamo y descienden a los núcleos motores
de los nervios faciales, están dañadas.
(c) Los nervios faciales están dañados.
(d) Los músculos que producen los movimientos miméticos de la cara están inervados por fibras
corticomedulares que tienen un trayecto separado de las fibras corticomedulares principales.
(e) Existe una lesión que afecta a las motoneuronas inferiores.
Instrucciones: cada uno de los elementos numerados o de las afirmaciones incompletas en esta
sección se acompañan de respuestas o del texto que completa la frase. Elija la ÚNICA letra de la
respuesta o el texto que completa la frase que MEJOR corresponda a cada caso.
4. ¿Cuál de las siguientes estructuras participa en la recepción del sonido?:
(a) Cuerpo trapezoide.
(b) Lemnisco medial.
(c) Núcleo del lemnisco del trigémino.
(d) Circunvolución temporal inferior.
(e) Cuerpo geniculado lateral.
5. La corteza cerebral es necesaria ¿para cuál de los siguientes reflejos visuales?
(a) Reflejo corneal.
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Instrucciones: cada uno de los apartados numerados en esta sección se acompaña de respuestas.
Seleccione la letra de la respuesta CORRECTA.
10. Los pares craneales citados a continuación se asocian con las siguientes funciones:
(a) La parte espinal del nervio accesorio levanta el hombro.
(b) El nervio oculomotor cierra el ojo.
(c) El nervio trigémino es responsable de la deglución.
(d) El nervio facial recibe la sensación del gusto de los dos tercios posteriores de la lengua.
(e) El nervio glosofaríngeo recibe la sensación del tacto del tercio anterior de la lengua.
11. Las siguientes afirmaciones se refieren a los pares craneales implicados en el proceso de la visión:
(a) Las fibras nerviosas del nervio óptico están rodeadas por células de Schwann.
(b) El nervio óptico está rodeado por una extensión del espacio subaracnoideo.
(c) La oftalmoplejía interna es un cuadro en el que la inervación del nervio oculomotor al dilatador de la
pupila se ha perdido, pero la inervación de los músculos extraoculares está conservada.
(d) La oftalmoplejía externa es un cuadro en el que la inervación del nervio oculomotor a los músculos
extraoculares está conservada, pero la inervación del esfínter pupilar y del músculo ciliar se ha perdido.
(e) El nervio óptico abandona la cavidad orbitaria a través del canal óptico en el ala mayor del hueso
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esfenoides.
12. Las siguientes afirmaciones se refieren a los pares craneales citados a continuación:
(a) El núcleo sensitivo principal del nervio trigémino se encuentra en el tallo cerebral medial al núcleo motor.
(b) Los impulsos propioceptivos de los músculos faciales terminan en el núcleo mesencefálico del nervio
facial.
(c) El nervio facial abandona la fosa craneal posterior con el nervio vestibulococlear atravesando el orificio
estilomastoideo.
(d) El núcleo salival superior del nervio facial inerva la glándula salival parótida.
(e) Las células receptoras olfatorias están localizadas en la membrana mucosa de la cavidad nasal por encima
del nivel de la concha (cornete) nasal superior.
Instrucciones: cada historia clínica continúa con preguntas. Seleccione la MEJOR respuesta.
Un hombre de 64 años consulta a su médico porque ha observado una protuberancia en el lado derecho de su
cuello. Refiere que ha presentado una tos crónica durante 6 meses y que ha perdido peso rápidamente.
13. En la exploración física, aparecen los siguientes signos posibles excepto:
(a) La mitad derecha de la lengua está arrugada y atrófica.
(b) Cuando se le pide que haga protruir la lengua, ésta se tuerce hacia la derecha.
(c) La protuberancia del lado derecho del cuello se halla situada muy arriba y profunda en el músculo
esternocleidomastoideo derecho, es dura y está fija.
(d) Una radiografía de tórax muestra la existencia de un carcinoma broncogénico avanzado del pulmón
derecho.
(e) El paciente no tiene sensación de gusto en los dos tercios anteriores de la lengua en el lado derecho.
14. El médico extrae las siguientes conclusiones correctas, excepto:
(a) El paciente tiene numerosas metástasis pulmonares en los ganglios linfáticos cervicales profundos en el
lado derecho.
(b) Existe una lesión del nervio hipogloso derecho en algún punto entre el núcleo en la médula oblongada y
los músculos de la lengua inervados.
(c) Una de las metástasis ha invadido el nervio hipogloso derecho en el cuello.
(d) La pérdida de peso puede explicarse por la presencia del carcinoma avanzado en el pulmón.
(e) La lengua está arrugada porque la mucosa se halla atrofiada.
Instrucciones: cada una de las afirmaciones incompletas numeradas es esta sección va seguida por
textos que completan la frase. Elija la ÚNICA letra de la MEJOR respuesta que completa la frase en
cada caso. Para las preguntas 15 a 23, estudie la figura 11-26, que muestra la visión inferior del
encéfalo.
15. La estructura número 1 es:
(a) El tracto olfatorio.
(b) El nervio olfatorio.
(c) La arteria cerebral anterior.
(d) El bulbo olfatorio.
(e) La circunvolución frontal inferior.
16. La estructura número 2 es:
(a) La circunvolución frontal inferior.
(b) La estría olfatoria lateral.
(c) El nervio olfatorio.
(d) El bulbo olfatorio.
(e) El tracto olfatorio.
17. La estructura número 3 es:
(a) El nervio óptico.
(b) El quiasma óptico.
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Figura 11-27 Visión medial del lado derecho del encéfalo en un corte sagital medio.
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extraoculares se ha perdido, pero la inervación del esfínter de la pupila y del músculo ciliar está conservada
(v. pág. 360). E. El nervio óptico abandona la cavidad orbitaria a través del canal óptico en el ala menor del
hueso esfenoides.
12. E es correcta. Las células receptoras olfatorias están localizadas en la membrana mucosa de la cavidad nasal
por encima del nivel de la concha (cornete) nasal superior (v. pág. 335). A. El núcleo sensitivo principal del
nervio trigémino se encuentra en el tallo cerebral lateral al núcleo motor (v. fig. 11-7). B. Los impulsos
propioceptivos de los músculos faciales terminan en el núcleo mesencefálico del nervio trigémino (v. pág.
342). C. El nervio facial abandona la fosa craneal posterior con el nervio vestibulococlear y entra en el
conducto auditivo interno. D. El núcleo salival superior del nervio facial inerva las glándulas salivales
submandibular y sublingual (v. pág. 348).
13. E es correcta. La sensación del gusto de la mucosa que recubre los dos tercios anteriores de la lengua es
conducida por los nervios faciales y los nervios de la cuerda del tímpano, que constituyen una distancia
considerable para las metástasis en los ganglios linfáticos cervicales profundos en el cuello.
14. E es correcta. La mitad derecha atrofiada de la lengua y la desviación de la lengua y su protrusión hacia el
lado derecho indican una lesión del nervio hipogloso derecho. Los músculos de la lengua en el lado derecho
se han atrofiado, y ha disminuido su tamaño, dando lugar al arrugado de la mucosa normal suprayacente.
Las respuestas a las preguntas 15 a 23 pertenecen a la figura 11-26, que muestra la visión inferior del
encéfalo.
15. D es correcta. La estructura número 1 es el bulbo olfatorio.
16. E es correcta. La estructura número 2 es el tracto olfatorio.
17. A es correcta. La estructura número 3 es el nervio óptico.
18. D es correcta. La estructura número 4 es la hipófisis del cerebro.
19. E es correcta. La estructura número 5 es el tracto óptico.
20. B es correcta. La estructura número 6 es la parte espinal del nervio accesorio.
21. C es correcta. La estructura número 7 es la raíz sensitiva del nervio trigémino.
22. A es correcta. La estructura número 8 es la raíz motora del nervio trigémino.
23. D es correcta. La estructura número 9 es el nervio oculomotor.
Las respuestas a las preguntas 24 a 29 pertenecen a la figura 11-27, que muestra una visión medial del
lado derecho del encéfalo después de una sección sagital mediana.
24. E es correcta. La estructura número 1 es el núcleo del nervio oculomotor en el tegmento del mesencéfalo a
nivel del colículo superior.
25. B es correcta. La estructura número 2 es el núcleo del nervio troclear en el tegmento del mesencéfalo a nivel
del colículo inferior.
26. C es correcta. La estructura número 3 es el nervio trigémino que emerge sobre la superficie anterior del
puente (protuberancia).
27. B es correcta. La estructura número 4 es el nervio oculomotor que emerge de la superficie anterior del
mesencéfalo en la fosa interpeduncular.
28. E es correcta. La estructura número 5 es el quiasma óptico.
29. A es correcta. La estructura número 6 es el bulbo olfatorio.
LECTURAS RECOMENDADAS
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CAPÍTULO 12
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El tálamo está situado en la parte más rostral del tallo cerebral, y funciona como una
estación de conexión e integración de gran importancia para la transmisión de
información a todas las áreas de la corteza, ganglios basales, hipotálamo y tallo cerebral.
Porción anterior
La porción anterior del tálamo contiene los núcleos anteriores del tálamo (fig. 12-3).
Reciben el tracto mamilotalámico procedente de los núcleos mamilares. Estos núcleos
talámicos anteriores también establecen conexiones recíprocas con la circunvolución del
cíngulo y con el hipotálamo. La función de los núcleos talámicos anteriores tiene estrecha
relación con la del sistema límbico, y tiene que ver con el tono emocional y con los
mecanismos de la memoria reciente.
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Porción medial
La porción medial del tálamo contiene el gran núcleo dorsomedial y varios núcleos
menores (fig. 12-3). El núcleo dorsomedial presenta conexiones bidireccionales con la
totalidad de la corteza prefrontal del lóbulo frontal del hemisferio cerebral. También
presenta conexiones similares con los núcleos hipotalámicos. Está interconectado con el
resto de grupos de núcleos talámicos. La parte medial del tálamo es la responsable de la
interacción de una gran variedad de información sensitiva, incluida la somática, la visceral
y la olfatoria, y de la relación de esta información con los sentimientos, las emociones y
los estados subjetivos.
Porción lateral
Los núcleos se subdividen en una hilera dorsal y una hilera ventral (fig. 12-3).
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Cuerpo calloso
Septo pelúcido
Ventriculo lateral
Plexos coroideos
Capa zonal
Cuerpo del lótnix
Núcleo anterior
Tercer ventrículo del tálamo
Lámina medular externa
Claustro Núcleo lateral
!t.!..~- - dorsal del tálamo
Putamen
Figura 12-1 Corte coronal de los hemisferios cerebrales que muestra la posición y las relaciones del tálamo.
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Corteza cerebral
Tercer ventriculo
Núcleo lenticular
Estría medular del tálamo
Cápsula interna
Núcleo caudado
Coliculo inferior
Pedúnculo cerebeloso
Entrada del acueducto
cerebral
Figura 12-2 Visión posterior del tallo cerebral que muestra el tálamo y el techo del mesencéfalo.
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Surco c«11ral
Suroocon11al
NUcioo dorsomodial
Lámina medt.1lar
interna y núcleos
Nucleo anterior
Núcloo lateral
do<..I
Figura 12-3 Proyecciones talamocorticales importantes. (Adaptado de un dibujo original de Frank H. Netter,
M.D., de The Ciba Collection of Medical Illustrations, copyright by CIBA Pharmaceutical Company, Division of
CIBA-GEIGY Corporation.)
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Entre los núcleos talámicos y otras áreas del sistema nervioso central se establece una
serie de importantes circuitos neuronales, entre los cuales se incluyen:
1. Cada uno de los núcleos talámicos (a excepción del núcleo reticular) envía axones a
partes específicas de la corteza cerebral (fig. 12-3), y cada parte de ésta envía fibras
recíprocas de vuelta al núcleo talámico. Ello indicaría que la información recibida por
el tálamo siempre es compartida con la corteza cerebral, y que la corteza y el tálamo
pueden modificar sus actividades de manera recíproca.
2. El tálamo es una importante estación de conexión para dos circuitos axonales
sensitivomotores que implican al cerebelo y a los núcleos basales: a) el circuito
cerebelorubro-tálamo-cortico-ponto-cerebeloso y b) el circuito cortico-estriado-palido-
tálamo-cortical. Ambos son necesarios para el movimiento voluntario normal.
En la tabla 12-1 se expone un resumen de los diferentes núcleos talámicos, sus
conexiones nerviosas y sus funciones. Las principales conexiones de los diferentes
núcleos talámicos se resumen en la figura 12-4.
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Tabln 12·1 los diferentes núcleos tahímicos, sus conexiones nerviosas y sus funciones
Vencrol loteraJ Como en el núc:leo ven1raJ onterlOf.pero c.imblén con un~ alerencl.'.l Influye-en laoctivklOO
prineiJ)-11 procedente del cerebelo y uno nwnor procedente de l3 eortei:..1 molol'l.l
del n~cleo rojo
Vcmral S)O(Slero1n1.-"d~I Lemnisco crtge.minal,ftbras Corteza unsl1h-a .somátk.a Relaciona l3s:sen...-....dones
(VPM) guSlalivas prlmari.n (jre-153,I y2) comunes con la consc~nci.l
\~rural pOSterol3teml Lemniscos medial y ~lna.1 Corcez.a .sensltiw1. .somátk'a Reladona 13Ssensadones
(VPL) pnm•rl• (áreos3. I y 2) (omunescon la (Oniscienela
lnumamlnru Fonnadón redcular. fasc:f.culos A la conez3 cerebral vía otros lnfiu)\1 en los ntveles de
esplnoo,lámko y núcleos talámkos.cuerpo c:onscfenda y ale-n~
trf.gem lnotalámlco estrl>do
Une;. medio Foffll3c.1ón reticular Desoonocldo Oesoonocido
Reticular Cortet.a ct~bml, formación 01roo nüdoos tdámicos ¿La contta c<!rebral regula
l'('ticular el tálamo?
5. Los núcleos ventroanterior y ventrolateral del tálamo forman parte del circuito de los
núcleos basales, y por ello están implicados en la realización de los movimientos
voluntarios. Estos núcleos reciben información del globo pálido y envían fibras a las
áreas prefrontal, suplementaria y premotora de la corteza cerebral.
6. El gran núcleo dorsomedial presenta muchas conexiones con la corteza del lóbulo
frontal y el hipotálamo. Existe considerable evidencia de que este núcleo se encuentra
en la vía que se halla implicada en los estados subjetivos de los sentimientos y en la
personalidad de la persona.
7. Los núcleos intralaminares están estrechamente conectados con actividades de la
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formación reticular y gran parte de la información que reciben procede de este origen.
Su posición estratégica les permite controlar el nivel de la actividad global de la corteza
cerebral. Los núcleos intralaminares son, por ello, capaces de influir en los niveles de
consciencia y alerta de la persona.
Lóbulo frontal
NOctooo
hlpotalámioos
Nücleo lenticular
Lóbulo occipital
Coerpo mamilar
NOCleorojo
M<t$00C4falo
Sustancia negra
Cen!belo
Núcleo semitiw pr;ncipat
nGMO "igómóno
Núcleo cvneiforme
i Médula obSongada
Núcleo del fascic<>lo ..,,;nal (bulbo ,aq<11doo)
del nervio trigémioo
Figura 12-4 Principales conexiones del tálamo. Las fibras aferentes se muestran a la izquierda y las fibras
eferentes a la derecha.
NOTAS CLÍNICAS
Puesto que el tálamo es un centro tan importante de conexión e integración, una
enfermedad de esta área del sistema nervioso central tendrá profundos efectos. El
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tálamo puede ser invadido por neoplasias, sufrir degeneración por enfermedades o por
déficit de irrigación, o bien lesionarse por una hemorragia.
Lesiones del tálamo
Pérdida sensitiva
Estas lesiones suelen ser el resultado de trombosis o hemorragia de una de las arterias
que irrigan el tálamo. La lesión del núcleo ventral posteromedial y del núcleo ventral
posterolateral origina la pérdida de todas las formas de sensibilidad, in cluyendo el
tacto fino, la localización y discriminación táctil, y la propiocepción muscular y
articular del lado opuesto del cuerpo.
El tálamo tiene localización central entre otras importantes estructuras nerviosas.
Usualmente, una lesión talámica da lugar a una disfunción de las estructuras vecinas,
originando síntomas y signos que eclipsan a los producidos por la enfermedad
talámica. Por ejemplo, una lesión vascular del tálamo también puede implicar al
mesencéfalo, con coma resultante, o una extensión lateral de la enfermedad talámica
puede implicar a la cápsula interna y producir extensos déficits motores y sensitivos.
Alivio quirúrgico del dolor mediante cauterización talámica
Se sabe que los núcleos intralaminares del tálamo toman parte en la conexión del dolor
con la corteza cerebral. Se ha demostrado que la cauterización de estos núcleos mejora
el dolor intenso e intratable asociado con el cáncer terminal.
Dolor talámico
El dolor talámico puede presentarse cuando el paciente se está recuperando de un
infarto talámico. El dolor espontáneo, que suele se excesivo (hiperreacción talámica) se
presenta en el lado opuesto del cuerpo. La sensación dolorosa puede estar
desencadenada por un leve toque o por el frío, pudiendo ser rebelde a potentes
fármacos analgésicos.
Movimientos involuntarios anómalos
Tras lesiones vasculares del tálamo puede producirse coreoatetosis con ataxia. No está
claro si estos signos son debidos en todos los casos a la falta de función del tálamo o a
la implicación de los núcleos caudados y lentiformes vecinos. La ataxia puede surgir
como resultado de la pérdida de la propiocepción del músculo y del movimiento de las
articulaciones ocasionada por la lesión talámica.
Mano talámica
La mano contralateral queda en una posición anómala en algunos pacientes con
lesiones talámicas. La muñeca queda en pronación y flexión, las articulaciones
metacarpofalángicas están flexionadas, y las interfalángicas, extendidas. Los dedos
pueden moverse de manera activa, pero los movimientos son lentos. La alteración se
debe a la afectación del tono muscular en los diferentes grupos musculares.
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PREGUNTAS DE REVISIÓN
Instrucciones: cada uno de los apartados numerados en esta sección se acompaña de respuestas.
Seleccione la letra de la respuesta CORRECTA.
1. Las siguientes afirmaciones hacen referencia al tálamo:
(a) Todos los tipos de información sensitiva, con la excepción del olfato, alcanzan los núcleos talámicos a
través de las fibras aferentes.
(b) Muy pocas fibras aferentes alcanzan los núcleos talámicos desde la corteza cerebral.
(c) Los núcleos intralaminares del tálamo no están conectados con la formación reticular.
(d) Los núcleos intralaminares no influyen en los niveles de consciencia y alerta.
(e) El tálamo está recubierto en su superficie interior por una delgada capa de materia blanca denominada
capa zonal.
2. Las siguientes informaciones hacen referencia al tálamo:
(a) La lámina medular externa es un área de materia gris que se sitúa en la superficie lateral del tálamo.
(b) La lámina medular externa en forma de Y subdivide el tálamo en tres partes principales.
(c) El núcleo ventral posteromedial recibe las vías descendentes trigeminal y gustativa.
(d) La vía nerviosa cerebelorubro-talamo-cortico-pontocerebelosa es importante en el movimiento voluntario.
(e) La vía de los cuerpos mamilares-talamo-nucleo amigdalino-circunvolución dentada es importante en el
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mantenimiento de la postura.
3. Las siguientes afirmaciones hacen referencia a los núcleos talámicos:
(a) Los núcleos intralaminares se encuentran fuera de la lámina medular interna.
(b) El núcleo ventral posterolateral recibe los tractos sensitivos descendentes de los lemniscos medial y
espinal.
(c) Las proyecciones del núcleo anterolateral ascienden a la circunvolución poscentral.
(d) El núcleo reticular es parte de la formación reticular.
(e) Las proyecciones del núcleo ventral posterolateral ascienden a la circunvolución poscentral a través del
brazo posterior de la cápsula interna.
4. Las siguientes afirmaciones hacen referencia al cuerpo geniculado medial:
(a) El cuerpo geniculado medial recibe información auditiva a partir del colículo superior y del lemnisco
lateral.
(b) Las fibras eferentes del cuerpo geniculado medial forman el brazo inferior.
(c) El cuerpo geniculado medial recibe información auditiva de ambos oídos, pero predominantemente del
oído opuesto.
(d) El cuerpo geniculado medial se proyecta hacia la corteza auditiva de la circunvolución temporal inferior.
(e) El cuerpo geniculado medial es una protuberancia de la superficie anterior del tálamo.
5. Las siguientes afirmaciones hacen referencia al cuerpo geniculado lateral:
(a) El cuerpo geniculado lateral recibe la mayor parte de las fibras del nervio óptico.
(b) Cada cuerpo geniculado lateral recibe información visual del campo opuesto de visión.
(c) El cuerpo geniculado lateral tiene un núcleo constituido por 12 capas de células nerviosas.
(d) El cuerpo geniculado lateral es parte del mesencéfalo a nivel del núcleo rojo.
(e) Las fibras aferentes al cuerpo geniculado lateral son axones de los bastones y conos de la retina.
Instrucciones: cada una de las siguientes afirmaciones incompletas de esta sección se acompaña de
posibles continuaciones. Seleccione UNA de ellas como la MEJOR en cada caso. Para las preguntas
desde 6 a 13, se debe estudiar la figura 12-5, que muestra una tomografía computarizada (TC) del
encéfalo (corte horizontal [axial]).
6. La estructura número 1 es:
(a) La hoz del cerebro.
(b) La arteria cerebral anterior.
(c) La cresta del hueso frontal.
(d) La sutura sagital.
(e) La fisura longitudinal.
7. La estructura número 2 es:
(a) La rodilla del cuerpo calloso.
(b) La lámina terminalis.
(c) El septo pelúcido.
(d) El pilar anterior del fórnix.
(e) La conexión intertalámica.
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fibras aferentes del cuerpo geniculado lateral son axones de las células ganglionares de la retina (v. pág.
375).
Las respuestas de la figura 12-5, que muestra una TC del encéfalo (corte horizontal [axial]), son las
siguientes:
6. E es correcta. La estructura número 1 es la fisura longitudinal.
7. A es correcta. La estructura número 2 es la rodilla del cuerpo calloso.
8. D es correcta. La estructura número 3 es la cabeza del núcleo caudado.
9. C es correcta. La estructura número 4 es el tercer ventrículo.
10. B es correcta. La estructura número 5 es el tálamo.
11. E es correcta. La estructura número 6 es el núcleo lenticular.
12. C es correcta. La estructura número 7 es el asta anterior del ventrículo lateral.
13. A es correcta. La estructura número 8 es el septo pelúcido.
LECTURAS RECOMENDADAS
Bertrand, G., Jasper, H. H., and Wong, A. Microelectrode study of the human thalamus, functional organization
in the ventrobasal complex. Confin. Neurol. 29:81, 1967.
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Butterworth, 1967.
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CAPÍTULO 13
El hipotálamo, aunque pequeño (0,3% del total del cerebro), representa una parte muy
importante del sistema nervioso central. Es esencial para la vida. Controla el sistema
nervioso autónomo y el sistema endocrino, por lo que, indirectamente, controla la
homeostasia corporal. El hipotálamo está bien ubicado para este propósito,
encontrándose en el centro del sistema límbico. En este sitio existen numerosas vías
neuronales convergentes y divergentes y, a través de su rica irrigación, es capaz de tomar
muestras de la bioquímica sanguínea. El hipotálamo establece las respuestas apropiadas
de control mediante la integración de sus informaciones nerviosas y químicas.
EL HIPOTÁLAMO
El hipotálamo es la parte del diencéfalo que se extiende desde la región del quiasma
óptico hasta el borde caudal de los cuerpos mamilares. Se sitúa debajo del tálamo y
forma el suelo y la parte inferior de las paredes laterales del tercer ventrículo (fig. 13-1).
Por delante del hipotálamo existe un área que, por razones funcionales, suele incluirse en
el hipotálamo. Se denomina área preóptica porque se extiende hacia delante desde el
quiasma óptico hasta la lámina terminal y la comisura anterior. Por debajo, el hipotálamo
se une con el tegmento del mesencéfalo. El límite lateral del hipotálamo está formado por
la cápsula interna.
Cuando se observa desde abajo (fig. 13-2), el hipotálamo se ve relacionado con las
siguientes estructuras, de adelante hacia atrás: a) quiasma óptico, b) túber cinereum e
infundíbulo y c) cuerpos mamilares.
Esta pequeña área del cerebro es el órgano de control de la homeostasia corporal, a
través del sistema nervioso autónomo y el sistema neuroendocrino, y desempeña un
papel vital en el comportamiento emocional.
NÚCLEOS HIPOTALÁMICOS
Microscópicamente, el hipotálamo está formado por unas células nerviosas pequeñas que
se distribuyen en grupos formando núcleos, muchos de los cuales no están claramente
separados los unos de los otros. Por razones funcionales, el área preóptica se incluye
como parte del hipotálamo. Con propósitos descriptivos, los núcleos se dividen por un
plano imaginario parasagital en la zona medial y lateral (fig. 13-3). Situadas en el propio
plano se encuentran los pilares del fórnix y del fascículo mamilotalámico, que sirven
como marcadores (figs. 13-3 y 13-4).
Zona medial
En la zona medial pueden reconocerse los siguientes núcleos hipotalámicos, de adelante
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hacia atrás: a) parte del núcleo preóptico, b) núcleo anterior, que se fusiona con el
núcleo preóptico, c) parte del núcleo supraquiasmático, d) núcleo paraventricular, e)
núcleo dorsomedial, f) núcleo ventromedial, g) núcleo infundibular (arcuato) y h)
núcleo posterior.
Zona lateral
En la zona lateral, pueden reconocerse los siguientes núcleos hipotalámicos, de adelante
hacia atrás: a) parte del núcleo preóptico, b) parte del núcleo supraquiasmático, c)
núcleo supraóptico, d) núcleo lateral, e) núcleo tuberomamilar y f) núcleo tuberal
lateral.
Alguno de los núcleos, como el núcleo preóptico, el supraquiasmático y el mamilar, se
superponen en ambas zonas. Debe insistirse en que la mayoría de los núcleos
hipotalámicos tienen límites mal definidos. Con el uso de la moderna tecnología, incluida
la histoquímica, la inmunoquímica y los estudios de trazadores anterógrados y
retrógrados, los grupos de neuronas y sus conexiones se identifican en la actualidad con
mayor precisión. Por desgracia, a medida que se descubren nuevos grupos celulares y se
les da un nuevo nombre, el lector se encuentra cada vez con mayores dificultades para
diferenciar entre la nueva y la antigua nomenclatura. En este capítulo se hará referencia
exclusivamente a los grupos nucleares principales con nombres y conexiones bien
establecidas.
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Plexos coroldeos
" - - -\ - ..- del tercer ventriculo
Comisura
~ - _ ;¡¡¡;- -habenular
- - Cuerpo plneal
Comisura
posterior
Collculo superior
- Collculo inferior
1 ~ Acueducto cerebral
~ Cavidad del cuarto
~ - ~..,-.,,,,t",~ - ventrfculo
lnfundlbulo
Cerebelo
Puente (protuberancia)
Figura 13-1 Corte sagital del cerebro que muestra la posición del hipotálamo.
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Estrla olfatoria
lateral
sustancia
pe,1orada
anteñor
Nervio
oculomotor
Uncus
Clrcunvoluclón
parahipocámpica
Pie peduncular
Fosa
lnterpeduncular ;,;--- - - - ' - - - Nervio trt~mlno
Sustancia ;;:--- - - - Puente
perforada (protuberancia)
posterior
Figura 13-2 Superficie inferior del cerebro mostrando las partes del hipotálamo.
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NUClto preóptko
Núcleo
dorsomediaJ
NUC-léO
supraquiosmático
NUdeo infundibular
A Núcklo vontromedi:al Núcleo po$térior
Núcloo proóptlco
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Ventrículo latefal
Núcleo caudado
Globo
F6rnix pálido
Tracto óptico
Núcleo _ _ j ~ ~ -- ~
ventromedial
Núcleo infundibular
Núcleo tuberomamilar
Figura 13-4 Corte coronal de los hemisferios cerebrales que muestra la posición de los núcleos hipotalámicos.
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Cuerpo calloso
Fibras hipocampohipotalámicas
F6mix
Tálamo
Fibras talamohipotalamk:as.
Lóbulo frontal
Mesencéfalo
Fibras olfatorias
Aferencias somáticas
Hipófisis del cerebro y viscerales
Región del
hipotálamo
Fibras tegmootales
Figura 13-5 Corte sagital del cerebro que muestra las principales vías aferentes que penetran al hipotálamo.
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Tabla 13 14
Principales conexiones nerviosas aferentes y eferentes del hipotálamo
Origen Otsth1os
A.fereoie
Lemnisc:~ espinal y media.J.ooc:to solitario. Viscem,s y estruccuros somjr)C.3.S N(lcleos hipolJJjmk:os
form.xióo reticulor
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Cuerpo calloso
Tálamo
Mesencélalo
Lóbulo
frontal
Lóbulo
_¿.,,-.- occipital
Fasciculo hipotálamo-hipofisario
Fascículo mamilotalámico
Fasciculo mamilotegmental
Figura 13-6 Corte sagital del cerebro que muestra las vías eferentes principales que salen del hipotálamo.
Fascículo hipotálamo-hipofisario
Las hormonas vasopresina y oxitocina se sintetizan en las células nerviosas de los
núcleos supraóptico y paraventricular. Estas hormonas pasan a lo largo de los axones
junto con proteínas de transporte denominadas neurofisinas, liberándose en los axones
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terminales (fig. 13-7). Aquí, las hormonas se absorben al torrente sanguíneo por los
capilares fenestrados del lóbulo posterior de la hipófisis. La hormona vasopresina
(hormona antidiurética) se produce principalmente en las células nerviosas del núcleo
supraóptico. Origina vasoconstricción. También tiene una importante función
antidiurética, ocasionando un incremento de la absorción de agua en los túbulos
contorneados distales y túbulos colectores del riñón. La otra hormona es la oxitocina, que
se produce principalmente en el núcleo paraventricular. La oxitocina estimula la
contracción del músculo liso del útero y produce la contracción de las células
mioepiteliales que rodean los alvéolos y conductos de la mama. Hacia el final del
embarazo, la oxitocina se sintetiza en grandes cantidades y estimula las contracciones del
parto. Más adelante, cuando el bebé mama, un reflejo nervioso originado en el pezón
estimula la producción de la hormona en el hipotálamo. Ello ocasiona la contracción de
las células mioepiteliales que ayudan a la expresión de la leche desde las mamas.
El núcleo supraóptico, que produce vasopresina, actúa como un osmorreceptor. En
caso de que la presión osmótica de la sangre circulante a través del núcleo sea demasiado
alta, las células nerviosas incrementan su producción de vasopresina, y el efecto
antidiurético de esta hormona incrementa la reabsorción de agua desde el riñón. De este
modo, la presión osmótica de la sangre retorna a los límites normales.
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NUcleo sup,-aóptico
NUcleo
paraventricular
Arteria hipofisaria
superior, rama de
la cal'6tida interna
Traeto hipotálamo-
hipofisartO
/
Sinusoides.
vasculares
Arteria
- 'E:,._--hipofisaria
inferior
A B
Figura 13-7 A: tracto hipotálamo-hipofisario. B: sistema porta hipofisario.
El sistema porta hipofisario está formado en cada lado de la arteria hipofisaria superior,
que es una rama de la arteria carótida interna (fig. 13-7). La arteria penetra en la
eminencia media y se divide en manojos de capilares. Estos capilares drenan a los vasos
descendentes largos y cortos que finalizan en el lóbulo anterior de la hipófisis,
dividiéndose en sinusoides vasculares que pasan entre las células secretoras del lóbulo
anterior.
El sistema porta transporta las hormonas liberadoras y las hormonas inhibidoras de la
liberación hasta las células secretoras del lóbulo anterior de la hipófisis. Las hormonas
liberadoras estimulan la producción y secreción de corticotropina u hormona
adrenocorticótropa (ACTH), folitropina u hormona foliculoestimulante (FSH),
lutropina u hormona luteinizante (LH), tirotropina u hormona estimulante del
tiroides (TSH) y somatotropina u hormona de crecimiento (GH). La liberación de las
hormonas inhibidoras frena la liberación de la melanotropina u hormona estimulante
de los melanocitos (MSH) y de la hormona luteótropa (LTH), también conocida
como hormona lactogénica o prolactina. La prolactina estimula al cuerpo lúteo para la
secreción de progesterona y la glándula mamaria para la producción de leche. La
hormona inhibidora de la liberación de la hormona de crecimiento (somatostatina) inhibe
la liberación de la hormona de crecimiento. En la tabla 13-2 se muestra un resumen de
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Control autónomo
El hipotálamo asume el control del sistema nervioso autónomo y parece integrar la
función del sistema autónomo y del sistema neuroendocrino para, de este modo,
preservar la homeostasia corporal. En esencia, el hipotálamo debe considerarse como el
centro nervioso superior para el control de los centros autónomos de un orden inferior
situados en el tallo cerebral y en la médula espinal (fig. 13-8).
Tabla 13~2 Hormonas hipotalámicas liberadoras e inhibidoras y sus efectos en el lóbulo anterior de la hipófisis
HomK)na liberadora de la honnona Honnona luteinizante ( Ui) y hormona Estimula los folículos o\·áricos
luteinizante (LHRH),¿hórmóna liberadora eslimulante de kJ5 folk!ulas (FSH) >' la producción de estrógeno y
de la hormona foliculoeslimula nte (FRH)? progesterona
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Hormona liberadora ?
de la prolactina (PRJ-1)
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Hipotálamo
Control endocrino
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que incluyen: elevación de la presión arterial, aceleración del ritmo cardíaco, cese del
peristaltismo en el tubo gastrointestinal, dilatación pupilar e hiperglucemia. Estas
respuestas conducirían a pensar que en el hipotálamo deben existir áreas que pueden
denominarse centros parasimpáticos y simpáticos. Sin embargo, se ha observado que
existe una considerable superposición de funciones en estas áreas.
Control endocrino
Las células nerviosas de los núcleos hipotalámicos, mediante la producción de factores de
liberación o factores inhibidores de la liberación (tabla 13-2), controlan la producción
hormonal del lóbulo anterior de la hipófisis. Las hormonas del lóbulo anterior incluyen la
GH, la LTH, la ACTH, la TSH, la LH y la FSH. Algunas de estas hormonas actúan
directamente en los tejidos corporales, mientras que otras, como la ACTH, actúan
mediante un órgano endocrino que, a su vez, produce hormonas adicionales que influyen
en las actividades de los tejidos generales del cuerpo. Hay que destacar que cada uno de
los diferentes estadios se halla controlado por mecanismos de retroalimentación tanto
negativos como positivos.
Neurosecreción
La secreción de vasopresina y de oxitocina por los núcleos supraóptico y paraventricualr
se expone en la página 388.
Regulación de la temperatura
La porción anterior del hipotálamo controla los mecanismos que disipan el calor corporal.
La estimulación experimental de esta área ocasiona la dilatación de los vasos sanguíneos
cutáneos y la sudoración, lo cual disminuye la temperatura corporal. La estimulación de
la porción posterior del hipotálamo da lugar a vasoconstricción de los vasos sanguíneos
de la piel y a la inhibición de la sudoración. También pueden producirse escalofríos,
mediante lo cual el músculo esquelético produce calor. Habitualmente, el hipotálamo fija
la temperatura corporal de 36,6 °C a 37 °C cuando ésta se mide en la cavidad bucal, y 1°
más alta cuando se mide en el recto. La regulación de la temperatura puede modificarse
como respuesta a situaciones extremas, como la temperatura ambiental o en casos de
infección.
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Emoción y comportamiento
La emoción y el comportamiento responden a funciones del hipotálamo, del sistema
límbico y de la corteza prefrontal. Algunos autores consideran que el hipotálamo es el
integrador de la información aferente recibida de otras áreas del sistema nervioso, y que
aporta la expresión física de la emoción. Puede producirse un incremento de la
frecuencia cardíaca, elevación de la presión arterial, sequedad de boca, palidez o rubor
de la piel, y sudoración. También puede producirse una actividad peristáltica masiva del
tubo gastrointestinal.
La estimulación de los núcleos hipotalámicos laterales puede ocasionar síntomas y
signos de ira, mientras que las lesiones de estas áreas conducen a la pasividad. La
estimulación del núcleo ventromedial puede motivar pasividad, mientras que las lesiones
de este núcleo causan ira.
NOTAS CLÍNICAS
Consideraciones generales
En resumen, las actividades del hipotálamo se ven modificadas por la información
recibida de numerosas vías aferentes procedentes de diferentes partes del sistema
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Obesidad y caquexia
Como resultado de lesiones hipotalámicas puede producirse una obesidad importante.
Generalmente, se asocia con hipoplasia o atrofia genital. La caquexia es menos
frecuente que la obesidad en la enfermedad hipotalámica. La caquexia grave es
sugestiva de una lesión de la hipófisis.
Anomalías sexuales
En los niños, puede producirse retraso en la maduración sexual y, rara vez, precocidad
sexual. Después de la pubertad, el paciente con enfermedad hipotalámica puede tener
impotencia o amenorrea.
Hipertermia e hipotermia
La hipertermia puede estar ocasionada por lesiones del hipotálamo causadas por
traumatismos cefálicos o después de intervenciones quirúrgicas en la región
hipotalámica. El paciente con hipertermia, por otra parte, no presenta otras
alteraciones, sin que se observen signos sépticos, como ocurriría con la fiebre
secundaria a infecciones. Una lesión en el hipotálamo también puede ocasionar
hipotermia.
Diabetes insípida
La diabetes insípida resulta de una lesión del núcleo supraóptico, o bien de la
interrupción de las vías nerviosas del lóbulo posterior de la hipófisis. De forma
característica, el paciente emite grandes volúmenes de orina con baja osmolaridad.
Como resultado, experimenta sed intensa y bebe grandes cantidades de líquido. La
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hipotalámicos, con la consecuente pérdida del control sobre el núcleo anterior de la hipófisis. También
podría deberse al efecto directo del tumor presionando sobre las células vecinas del lóbulo anterior de la
hipófisis.
2. Sí, existe una conexión entre el accidente y los síntomas urinarios. Esta paciente presentaba diabetes insípida
ocasionada por la lesión traumática, ya sea del lóbulo posterior de la hipófisis o del núcleo supraóptico del
hipotálamo. En cualquier caso, la producción de vasopresina se encontraba inhibida. Debe destacarse que
una lesión del lóbulo posterior de la hipófisis no suele dar lugar a diabetes insípida, puesto que la vasopresina
producida por las neuronas del núcleo supraóptico escapa directamente al interior del torrente sanguíneo. La
acción de la vasopresina sobre los túbulos contorneados distales y sobre los túbulos colectores del riñón se
explica detalladamente en la página 388.
3. Sí, es posible. La hidrocefalia ocasionada por el bloqueo de los tres orificios en el techo del cuarto ventrículo
o por el bloqueo del acueducto cerebral da lugar a un incremento de la presión en el tercer ventrículo, con
presión sobre el hipotálamo. Esta presión, que se centra en el suelo y en la parte baja de las paredes laterales
del tercer ventrículo, si es lo suficientemente grande, puede ocasionar fácilmente un mal funcionamiento del
hipotálamo.
4. El hipotálamo es el principal centro subcortical que regula los sistemas simpático y parasimpático del sistema
autónomo. Ejerce su influencia a través de vías descendentes en la formación reticular.
5. El tracto hipotálamo-hipofisario se describe en la página 388, y el sistema porta hipofisario se describe
también en la misma página. Hay que recordar que el hipotálamo ejerce su control sobre las funciones
metabólica y visceral a través de la hipófisis cerebral y del sistema nervioso autónomo.
PREGUNTAS DE REVISIÓN
Instrucciones: cada uno de los apartados numerados en esta sección se acompaña de respuestas.
Seleccione la letra de la respuesta CORRECTA.
1. Las siguientes afirmaciones hacen referencia al hipotálamo:
(a) Se encuentra por debajo del tálamo en el techo del mesencéfalo.
(b) No está relacionado con el sistema límbico.
(c) Los núcleos del hipotálamo se dividen por un plano imaginario formado por los pilares del fórnix y el
fascículo mamilotalámico en un grupo medial y uno lateral.
(d) El núcleo supraquiasmático no recibe fibras nerviosas procedentes de la retina.
(e) El límite lateral del hipotálamo está formado por la cápsula externa.
2. Las siguientes afirmaciones hacen referencia al hipotálamo:
(a) Cuando se observa desde su cara inferior, el hipotálamo se relaciona con las siguientes estructuras, de
adelante hacia atrás: i) la estría olfatoria, ii) la sustancia perforada anterior y iii) los cuerpos mamilares.
(b) Los márgenes de los diferentes núcleos pueden verse claramente a simple vista.
(c) El cuerpo mamilar no solapa los grupos medial y lateral de los núcleos hipotalámicos.
(d) El área preóptica del hipotálamo se localiza entre el septo pelúcido y el quiasma óptico.
(e) La barrera hematoencefálica se halla ausente en la eminencia media del hipotálamo, lo cual permite que las
neuronas controlen directamente los contenidos químicos del plasma.
3. Las siguientes afirmaciones hacen referencia a las fibras aferentes que comunican al hipotálamo:
(a) Las fibras tienen un trayecto desde el hipocampo hasta los cuerpos mamilares, llevando información
desde el sistema auditivo.
(b) Los impulsos olfativos alcanzan el hipotálamo a través del haz prosencefálico lateral.
(c) El hipotálamo recibe muchas fibras aferentes desde las vísceras a través de la formación reticular.
(d) El núcleo dorsomedial recibe axones desde el lóbulo posterior de la hipófisis.
(e) La glándula pineal envía fibras a través de la comisura habenular hasta el hipotálamo.
4. Las siguientes afirmaciones hacen referencia al hipotálamo:
(a) Las fibras eferentes somáticas abandonan los núcleos hipotalámicos a través de los lemniscos medial y
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espinal.
(b) No integra los sistemas autónomo y neuroendocrino.
(c) La porción posterior del hipotálamo controla los mecanismos que disipan la pérdida de calor.
(d) Las células nerviosas del hipotálamo produce hormonas liberadoras e inhibidoras que controlan la
producción de diferentes hormonas en el lóbulo anterior de la hipófisis.
(e) El centro del hambre se localiza, probablemente, en los núcleos hipotalámicos posteriores.
5. Las siguientes afirmaciones implican las actividades funcionales del hipotálamo.
(a) El hipotálamo regula los cambios físicos asociados con la emoción, como el incremento de la frecuencia
cardíaca y la palidez o rubor de la piel.
(b) Los núcleos mediales hipotalámicos están implicados en la ingesta de líquidos.
(c) La hormona liberadora de corticotropina (CRH) se produce en el núcleo anterior del hipotálamo.
(d) El núcleo supraquiasmático no participa en el control de los ritmos circadianos.
(e) El hipotálamo controla los centros autónomos inferiores por medio de las vías que implican el fascículo
tectoespinal.
6. Las siguientes afirmaciones hacen referencia al tracto hipotálamo-hipofisario.
(a) La oxitocina inhibe la contracción del músculo liso del útero.
(b) Las células nerviosas de los núcleos supraóptico y paraventricular producen las hormonas vasopresina y
oxitocina.
(c) Las hormonas tienen un trayecto por los vasos linfáticos con unas proteínas transportadoras
denominadas neurofisinas.
(d) La vasopresina estimula los túbulos contorneados proximales del riñón, originando un incremento de la
reabsorción del agua a partir de la orina.
(e) Las hormonas se absorben al interior del torrente circulatorio en los capilares del lóbulo anterior de la
hipófisis.
7. Las siguientes afirmaciones hacen referencia al sistema porta hipofisario:
(a) Conduce las hormonas liberadoras e inhibidoras para las células secretoras del lóbulo anterior de la
hipófisis.
(b) La producción de hormonas liberadoras y de hormonas inhibidoras de la liberación no puede verse
influida por el nivel de hormona producida por un órgano diana controlado por la hipófisis.
(c) Los vasos sanguíneos comienzan superiormente en la eminencia media, y finalizan inferiormente en los
sinusoides vasculares del lóbulo posterior de la hipófisis.
(d) Las fibras nerviosas eferentes que abandonan el hipotálamo influyen en la producción de hormonas
liberadoras por las células nerviosas.
(e) Las células neurogliales del hipotálamo son responsables de la producción de hormonas inhibidoras de la
liberación.
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límites de los diferentes núcleos hipotalámicos están mal definidos y no pueden verse a simple vista (v. pág.
383). C. Los cuerpos mamilares se superponen con los grupos tanto medial como lateral del hipotálamo (v.
pág. 383). D. El área preóptica del hipotálamo se localiza entre la lámina terminal y el quiasma óptico (v. pág.
383).
3. C es correcta. El hipotálamo recibe muchas fibras aferentes desde las vísceras a través de la formación
reticular. A. Las fibras pasan desde el hipocampo a los cuerpos mamilares, aportando información desde el
sistema límbico (v. pág. 387). B. Los impulsos olfatorios alcanzan el hipotálamo a través del haz
prosencefálico medial (v. pág. 387). D. El núcleo dorsomedial del hipotálamo no recibe axones desde el
lóbulo posterior de la hipófisis. E. La glándula pineal no envía fibras nerviosas al hipotálamo.
4. D es correcta. Las células nerviosas del hipotálamo producen hormonas liberadoras e inhibidoras de la
liberación que controlan la producción de diferentes hormonas en el lóbulo anterior de la hipófisis (v. pág.
389). A. Las fibras aferentes somáticas penetran a los núcleos hipotalámicos a través del lemnisco medial y
espinal (v. pág. 385). B. El hipotálamo integra los sistemas autónomo y neuroendocrino, preservando la
homeostasia (v. pág. 389). C. La porción anterior del hipotálamo controla los mecanismos que disipan la
pérdida de calor (v. pág. 391). E. El centro del hambre probablemente se localiza en la región lateral del
hipotálamo (v. pág. 391).
5. A es correcta. El hipotálamo probablemente ocasiona los cambios físicos asociados con la emoción, como el
incremento de la frecuencia cardíaca y el enrojecimiento o palidez de la piel (v. pág. 391). B. Los núcleos
laterales hipotalámicos están implicados en la ingesta de líquidos (v. pág. 391). C. La hormona liberadora de
corticotropina (CRH) se produce en los núcleos paraventriculares del hipotálamo (v. tabla 13-3). D. El
núcleo supraquiasmático desempeña un importante papel en el control de los ritmos circadianos (v. pág.
391). E. El hipotálamo controla los centros autónomos inferiores por medio de las vías a través de la
formación reticular (v. pág. 387).
6. B es correcta. Las células nerviosas de los núcleos supraóptico y paraventricular producen las hormonas
vasopresina y oxitocina (v. pág. 388). A. La oxitocina estimula la contracción de la fibra muscular lisa del
útero (v. pág. 388). C. Las hormonas tienen un trayecto a través de los axones del tracto hipotálamo-
hipofisario con proteínas transportadoras denominadas neurofisinas (v. pág. 388). D. La vasopresina
estimula los túbulos contorneados distales y los túbulos colectores del riñón, motivando un incremento de la
reabsorción de agua desde la orina (v. pág. 388). E. Las hormonas dejan los axones del tracto y se absorben
al torrente sanguíneo en los capilares del lóbulo posterior de la hipófisis (v. pág. 388).
7. A es correcta. El sistema porta hipofisario transporta las hormonas liberadoras y las hormonas inhibidoras de
la liberación a las células secretoras del lóbulo anterior de la hipófisis (v. pág. 388). B. La producción de
hormonas liberadoras y de hormonas inhibidoras de la liberación pueden verse influidas por el nivel de
hormonas producido por el órgano diana controlado por la hipófisis (v. pág. 389). C. Los vasos sanguíneos
del sistema porta hipofisario se inician a nivel superior en la eminencia media, y finalizan inferiormente en los
sinusoides vasculares del lóbulo anterior de la hipófisis (v. página 388). D. Las fibras aferentes que penetran
al hipotálamo influyen en la producción de las hormonas liberadoras por las células nerviosas (v. pág. 389).
E. Las células neurogliales del hipotálamo no son responsables de la producción de las hormonas inhibidoras
de la liberación (v. págs. 388 y 389).
LECTURAS RECOMENDADAS
Boulant, J. A. Hypothalamic neurons regulating body temperature. In Handbook of Physiology. Section 4:
Environmental Physiology (pp. 105–126). Oxford: Oxford University Press, 1997.
Bouret, S. G., and Simerly, R. B. Leptin and development of hypothalamic feeding circuits. Endocrinology
145:2621, 2004.
Buijs, R. M. Vasopressin and oxytocin—Their role in neurotransmission. Pharmacol. Ther. 22:127, 1983.
Buijs, R. M., Kalsbeek, A., Romijn, H. J., Pennertz, C. M., and Mirmiran, M. (eds.). Hypothalamic Integration of
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CAPÍTULO 14
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El sistema simpático es la mayor de las dos partes del sistema autónomo, y se distribuye
ampliamente a lo largo del cuerpo, inervando el corazón y los pulmones, los músculos de
las paredes de muchos vasos sanguíneos, los folículos pilosos y las glándulas sudoríparas,
así como las vísceras abdominopélvicas.
La función del sistema simpático es preparar al cuerpo para una emergencia. La
frecuencia cardíaca se acelera, las arteriolas de la piel y del intestino se contraen, las
arteriolas del músculo esquelético se dilatan, e incrementa la presión arterial. Se produce
una redistribución de la sangre, de modo que ésta abandona la piel y el tubo
gastrointestinal, pasando al cerebro, al corazón y al músculo esquelético. Además, los
nervios simpáticos dilatan las pupilas, inhiben los músculos lisos de la pared de los
bronquios, del intestino y de la pared de la vejiga, y cierran los esfínteres. Se produce
piloerección y sudoración.
El sistema simpático está constituido por una vía eferente que procede de la médula
espinal, dos troncos simpáticos ganglionares, plexos y ganglios regionales.
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Raíz posterior
Neurona conectora Columna gris lateral (asta)
Neurona aferente
Piel
')
Neurona aferent&
Ganglio simpático
Figura 14-1 Disposición general de la parte somática del sistema nervioso (izquierda) en comparación con la
parte autónoma del sistema nervioso (derecha).
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los ganglios del plexo renal. Por lo tanto, los nervios esplácnicos están formados por
fibras preganglionares. Las fibras posganglionares surgen de las células excitadoras de
los plexos periféricos, y se distribuyen en el músculo liso y en las glándulas de las
vísceras. Unas pocas de las fibras preganglionares terminan directamente en las células
de la médula suprarrenal, viajando a través del nervio esplácnico mayor. Estas
células medulares, que pueden considerarse como neuronas excitadoras simpáticas
modificadas, son responsables de la secreción de adrenalina y noradrenalina.
La proporción entre las fibras simpáticas preganglionares y posganglionares es de
alrededor de 1:10, lo que permite un amplio control de las estructuras involuntarias.
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ón
r Pulmones
01
02 >'
03 Estómago
04
05
06
07
08 Glándula suprarrenal
09
010
Riflón
011
012
,.
LI G. ,en.al ' i Colon
L2
Nervio ~ácnioo
pelviano
Figura 14-2 Parte eferente del sistema nervioso autónomo. Las fibras parasimpáticas preganglionares se
representan con líneas azules continuas, y las posganglionares, con las azules entrecortadas. Las fibras simpáticas
preganglionares se representan con líneas rojas continuas, y las posganglionares, con líneas rojas entrecortadas.
Troncos simpáticos
Los troncos simpáticos son dos troncos nerviosos con ganglios que se extienden a lo
largo de toda la longitud de la columna vertebral (fig. 14-2). Cada uno de los troncos
tiene 3 ganglios en el cuello, 11 o 12 en la dorsal, 4 o 5 en la región lumbar y 4 o 5 en la
pelvis. En el cuello, los troncos se sitúan en una posición anterior a las apófisis
transversas de las vértebras cervicales. En el tórax, se encuentran anteriormente a las
cabezas de las costillas o se aplican sobre los laterales de los cuerpos vertebrales. En la
pelvis, se encuentran anteriores al sacro. En el extremo inferior, ambos troncos finalizan
uniéndose para formar un ganglio único, el ganglio impar.
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GANGLIOS AUTÓNOMOS
El ganglio autónomo es el lugar en el que las fibras nerviosas preganglionares establecen
las sinapsis con las neuronas posganglionares (fig. 14-3). Los ganglios se sitúan a lo largo
del curso de las fibras nerviosas eferentes del sistema nervioso autónomo. Los ganglios
simpáticos forman parte del tronco simpático o bien se encuentran en una posición
prevertebral (p. ej., ganglios celíaco y mesentérico superior). Por otra parte, los ganglios
parasimpáticos se sitúan en la proximidad o en el interior de las paredes de las vísceras.
Un ganglio autónomo está formado por una colección de neuronas multipolares junto
con células capsulares o satélite y una cápsula de tejido conectivo. Existen haces
nerviosos conectados a cada ganglio. Están formados por fibras nerviosas
preganglionares que penetran en el ganglio, fibras nerviosas posganglionares que surgen
de neuronas en el interior del ganglio y que lo abandonan, y fibras nerviosas aferentes y
eferentes que pasan a través del ganglio sin establecer sinapsis en su interior. Las fibras
preganglionares están mielinizadas, son pequeñas y corresponden a fibras B de
conducción lenta. Las fibras posganglionares no están mielinizadas, son más pequeñas y
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1 Un plexo nervioso autónomo es una colección de fibras nerviosas que constituyen una red. En el interior de la
misma pueden encontrarse células nerviosas. Un ganglio es un ovillo de células nerviosas que se encuentran
fuera del sistema nervioso central. Este término debe distinguirse de los ganglios que se hallan en el interior del
sistema nervioso central y que están formados por grupos nucleares (p. ej., los ganglios basales).
TRANSMISORES PREGANGLIONARES
A medida que las fibras nerviosas preganglionares se aproximan a su terminación, tienen
un trayecto alrededor y entre los procesos dendríticos de la neurona posganglionar,
estableciendo múltiples contactos sinápticos. Cuando la onda excitadora alcanza los
contactos sinápticos, se libera el transmisor, atraviesa la hendidura sináptica para alcanzar
al receptor y excita la neurona posganglionar (figs. 14-3B y 14-4).
El transmisor sináptico que excita a las neuronas posganglionares tanto en los ganglios
simpáticos como en los parasimpáticos es la acetilcolina. La acción de la acetilcolina en
el ganglio autónomo finaliza rápidamente por hidrólisis mediada por la
acetilcolinesterasa.
Receptores de la acetilcolina
Los receptores de la acetilcolina se localizan en el exterior de la membrana celular de las
neuronas posganglionares. Se trata de complejos proteínicos que están unidos a
moléculas proteínicas que penetran la membrana celular. Una vez que la molécula de
acetilcolina se une al receptor, la estructura molecular de la proteína de membrana
cambia y tiene lugar la excitación o la inhibición de la neurona posganglionar. Existen dos
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La nicotina mantiene
la despolarización
\
ACh
½7
Colina + ácido acético
r
le Compiten las sales
de hexametonio
B Colinesterasa
Figura 14-3 A: un ganglio autónomo como integrador. Muestra las células pequeñas intensamente fluorescentes
(células PIF). B: liberación de acetilcolina (ACh) en una sinapsis autónoma.
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Receptor
nicotínico
ACh
Receptor
muscarínico
Figura 14-4 Ejemplo de la liberación de acetilcolina desde una terminación presináptica. Un único estímulo
presináptico evoca un potencial postsináptico excitatorio rápido (PPSE rápido) en el receptor nicotínico. La
continuación de la estimulación puede dar lugar a un potencial postsináptico excitatorio lento (PPSE lento) o un
potencial postsináptico inhibitorio lento (PPSI lento) en el receptor muscarínico. En las neuronas preganglionares,
tanto simpáticas como parasimpáticas, la acetilcolina liberada se une de manera preferente con los receptores
nicotínicos en las neuronas posganglionares.
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que exista transmisión a lo largo del axón postsináptico. El PPSE rápido llega a su
máximo en, aproximadamente, 15 ms.
También se cree que la acetilcolina activa un pequeño número de receptores
muscarínicos postsinápticos. Ello resulta en el desarrollo de un potencial postsináptico
excitatorio lento (PPSE lento), que dura entre 2 y 5 s. El mecanismo subyacente es
complicado y el potencial lento se produce cuando se abren los canales de Na+ y Ca2+ y
se cierran los canales de K+ tipo M. Ello motiva la despolarización de la membrana. Los
neuropéptidos transmisores también pueden producir PPSE lentos tardíos que duran de 1
a 2 min.
La activación de los receptores muscarínicos postsinápticos también puede dar lugar al
desarrollo de un potencial postsináptico inhibitorio lento (PPSI lento), que dura alrededor
de 10 s. El PPSI es el resultado de la reapertura de los canales de K+, que permite el
flujo de iones de K+ al exterior, accediendo al espacio sináptico y produciendo una
hiperpolarización.
La existencia de estos complejos potenciales postsinápticos tanto en los ganglios
simpáticos como en los parasimpáticos (fig. 14-4) ilustra cómo se puede alterar el
potencial de membrana postsináptico y modularse la transmisión ganglionar.
Las fibras posganglionares terminan en las células efectoras sin que existan unas
terminaciones concretas especiales. Los axones tienen un trayecto entre las células
glandulares y las fibras de los músculos liso y cardíaco, y pierden su recubrimiento de
células de Schwann. En los lugares en los que se produce la transmisión, existen
acúmulos de vesículas en el interior del axoplasma (v. fig. 3-37). Este punto en el axón
puede encontrarse a cierta distancia de la célula efectora. Por ello, el tiempo de
transmisión puede enlentecerse en estas terminaciones. La difusión de la transmisión a
través de grandes distancias extracelulares también permite que un determinado nervio
actúe sobre un gran número de células efectoras.
TRANSMISORES POSGANGLIONARES
Las terminaciones nerviosas posganglionares parasimpáticas liberan acetilcolina como
sustancia transmisora (figura 14-5). Todas las neuronas que liberan acetilcolina en sus
terminaciones se denominan colinérgicas (que actúan como la acetilcolina). La
acetilcolina atraviesa la hendidura sináptica y se une de manera reversible al receptor
colinérgico (muscarínico) en la membrana postsináptica. En 2 a 3 ms es hidrolizada a
ácido acético y colina por efecto de la enzima acetilcolinesterasa, que se localiza en la
superficie de la membrana del nervio y del receptor. La colina es reabsorbida al interior
de la terminación nerviosa y reutilizada para la síntesis de acetilcolina.
La mayoría de las terminaciones nerviosas simpáticas posganglionares liberan
noradrenalina2 como su sustancia transmisora. Además, algunas terminaciones
nerviosas simpáticas posganglionares, particularmente aquellas que terminan en las
células de las glándulas sudoríparas y en los vasos sanguíneos del músculo esquelético,
liberan acetilcolina, que se une a los receptores muscarínicos en la membrana
postsináptica.
Las terminaciones simpáticas que utilizan la noradrenalina se denominan
terminaciones adrenérgicas. Existen dos tipos principales de receptores en los órganos
efectores que se denominan receptores α y β.
Se han descrito dos subgrupos de receptores α (α-1 y α-2) y dos subgrupos de
receptores β (receptores β-1 y β-2). La noradrenalina tiene un efecto más potente en los
receptores α que en los receptores β. La fenilefrina es un estimulante α puro. Los
fármacos broncodilatadores, como el metaproterenol y el albuterol, actúan
predominantemente sobre los receptores β-2. Como regla general, los lugares del receptor
α se asocian con la mayoría de las funciones excitadoras del sistema simpático (p. ej.,
contracción del músculo liso, vasoconstricción, diaforesis), mientras que los receptores β
se asocian principalmente con funciones inhibitorias (p. ej., relajación del músculo liso).
Los receptores β-2 se encuentran principalmente en el pulmón, y su estimulación
ocasiona broncodilatación. Los receptores β-1 se encuentran en el miocardio, donde se
asocian con la excitación.
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• • • •
ACh ACh
• •
Adrenalina
• ACh
Corazón
ACh Vasos Noradrenalina ACh
Glándulas sanguíneos Corazón Glándulas
sudoríparas Vasos Músculo liso
Vasos sanguineos Corazón
sanguíneos
Figura 14-5 Partes eferentes del sistema nervioso autónomo y sustancias neurotransmisoras liberadas por las
terminaciones nerviosa. (ACh: acetilcolina.)
2 EnEstados Unidos se denomina norepinefrina al transmisor del sistema nervioso simpático, y epinefrina a la
hormona de la médula suprarrenal. En otros muchos lugares del mundo, estas dos sustancias se denominan
noradrenalina y adrenalina, respectivamente.
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Hipotálamo
Retroalimentación Retroalimentación
Figura 14-6 Hipotálamo como centro de control del sistema nervioso autónomo y del sistema neuroendocrino.
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11 11 r- • •
rv---
,e - - -
Figura 14-7 Este hombre está haciendo uso de la parte simpática de su sistema nervioso autónomo.
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Figura 14-8 No hay nada como una comida buena y copiosa, y un sillón confortable para facilitar las actividades
de la parte parasimpática del sistema nervioso autónomo.
1. Las fibras nerviosas simpáticas eferentes se originan (figura 14-2) de las células
nerviosas de la columna gris lateral de la columna vertebral, entre los segmentos primero
torácico y segundo lumbar (la eferencia torácica). Las fibras nerviosas parasimpáticas
eferentes se originan de las células nerviosas de los nervios craneales III, VII, IX y X, y
en la materia gris de los segmentos sacros 2°, 3° y 4° de la médula espinal (la eferencia
craneosacra).
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Tabla 14-1 Comparación de las características anatómicas, fisiológicas y farmacológicas de las partes
parasimpática y simpállca del sistema nervioso autónomo
SlmJ>ático Pan\5lmpáUco
Prepar.) o.l cuerpo p.)ro l.{l emergenc:i.o Conserva y alma<:.ell.3 energía
E.ferenci..1 D1-1.2 (3) Nervios cranealf'S 111,Vll,IX y X:S2-4
Fl~ preganglionares Ml~lfnkas Mlelínkas
Ganglios P,aravertebral {I ronc<:1$ simp.,ilic:os), F\?queflOS sangli~ cen;anos a las
pre\'ertebral (p.ej.,celíaco, mesenlético viscera.c; (p.ej.. ótico,.ciliar) o
SUJ~rior,m~nlérM:Oinfeñor) células ganglionares en plex0$
(p. ej., cardiitoo. pulmonar)
Neurot:mnsmlsores~n el Interior Acetllcollna Acectl<:olloa
de loo ganglios
f'iirmaoos bloqueadores s.inglionan!$ He.'C<unetonio y ter1raelil-.11nonio por Hexametonio )' 1etraetilamonio1>or
compeeición con b -,cetilc::olina competiciQO ton L1 acetilcolina
flbms posgangliona,.. Larg3.5. no mleUnlCM Co,u.s.no mleUnkas
Actividad c:aracterfstic.a Amplia.debido á l3 e..'Ci:Seencia de mucha$ Mdón delimílada a unas pocas
fibras posgangliooares y a la liberación fibras p05ganglionares
de adrenalina y noradrenalina por parté de
la médula su1>rarrenal
NeurOl.rnnsmisores en las terminaciones Nomdrenalina en la mo)'Oña de las Acedleolioa en todas
posgang)foMres 1enntnociones y ,i).Cetllcolina en unas poc:;is IM ttnnlnactones
tenninaclones (g)ándulassudoñpams)
f'ii.rmacos bk)queadores de Receptores Mdrenérgkos.le11oxlbenzarnln;1 Atropina.e;copolamina
los receptores en las células electoras Receptores ¡x,drenérgleos.propronolol
F'tinnacos inhibidores de la sfntesis )' Reserpina
illmacenamien10 del neurotransmi:sor
en las lennin.i.c:iones posga.nghonares
Fáml3C06 inhJbklores de b hidrólisis BloquOO<loresde la ocetllooflnesterasa
de los-neurouansml:.sores a nl\,el de (p. eJ,.nea;tlg,nina)
las célula.s eíectorM
F.:'i rmacos que imiliu1 la actividad P.í.rmacos simpalicomimétic:.os. fenilelrina: rármacos parasimpalicomiméti005
autónoma receptores ex; isoproterenol: receptores P PUocarpina
Mela<X>lina
Comrol superior Hlpo<ál•mo Hipotál-OnlO
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mientras que liberan acetilcolina en unas pocas terminaciones (p. ej., en las glándulas
sudoríparas). Las terminaciones posganglionares parasimpáticas liberan acetilcolina
(fig. 14-5).
6. La parte simpática del sistema autónomo prepara el cuerpo para las emergencias y
para la actividad muscular intensa, mientras que la parte parasimpática conserva y
almacena energía.
Para ayudar en el aprendizaje de las diferentes acciones de estos dos componentes del
sistema autónomo puede ser útil imaginar la actividad simpática máxima en un hombre
que se encuentra súbitamente solo en un campo con un toro a punto de embestir (fig. 14-
7). Su pelo se pondrá de punta por el miedo, su piel se quedará pálida como resultado de
la vasoconstricción, que ocasiona una redistribución de la sangre fuera de la piel y de las
vísceras, redirigiéndola hacia el músculo cardíaco y esquelético. Sus párpados se
levantarán y sus pupilas se dilatarán de modo que tenga la máxima capacidad para ver
hacia dónde escapar. Su frecuencia cardíaca se incrementará, y aumentará la resistencia
periférica en las arteriolas, ocasionando un incremento de la presión arterial. Sus
bronquios se dilatarán para permitir el máximo flujo respiratorio de aire. La actividad
peristáltica se inhibirá y los esfínteres de su intestino se contraerán. El esfínter vesical
también se contraerá (no hay tiempo para pensar en la defecación o en la micción). El
glucógeno se convertirá en glucosa para obtener energía, y empezará a sudar para perder
calor corporal.
Por otra parte, la actividad parasimpática será alta en una persona que se ha quedado
dormida en un sillón después de una comida abundante (fig. 14-8). Disminuirá su
frecuencia cardíaca y su presión arterial no será alta. Sus párpados caerán o se cerrarán,
y sus pupilas se contraerán. Su respiración será ruidosa debido a la constricción
bronquial. Su abdomen puede emitir sonidos, debido a un exceso de la actividad
peristáltica. Puede notar la necesidad de defecar o de orinar.
Ojo
Párpado superior
El párpado superior se eleva por la acción del músculo elevador del párpado superior. La
mayor parte de este músculo está formado por músculo esquelético inervado por el
nervio oculomotor. Una pequeña parte está compuesta por fibras de músculo liso
inervadas por fibras simpáticas posganglionares procedentes del ganglio simpático
cervical superior (fig. 14-9).
Iris
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El músculo liso del iris está constituido por unas fibras circulares y otras radiales. Las
fibras circulares forman el esfínter pupilar, mientras que las radiales forman el dilatador
pupilar.
El esfínter pupilar está inervado por fibras parasimpáticas procedentes del núcleo
parasimpático (núcleo de Edinger-Westphal) del nervio oculomotor (fig. 14-9). Después
de establecer sinapsis en el ganglio ciliar, las fibras posganglionares prosiguen hacia el
globo ocular en forma de nervios ciliares cortos. (El músculo ciliar del ojo también está
inervado por los nervios ciliares cortos; v. pág. 340).
El dilatador de la pupila está inervado por las fibras posganglionares del ganglio
simpático cervical superior (figura 14-9). Las fibras posganglionares alcanzan la órbita a
lo largo de la carótida interna y de las arterias oftálmicas. Pasan de manera
ininterrumpida a través del ganglio ciliar, y alcanzan el globo ocular a través de los
nervios ciliares cortos. Otras fibras simpáticas alcanzan el globo ocular vehiculizadas
por los nervios ciliares largos.
Glándula lagrimal
La inervación secretomotora parasimpática que inerva la glándula lagrimal se origina en el
núcleo lagrimal del nervio facial (fig. 14-10). Las fibras preganglionares alcanzan el
ganglio pterigopalatino a través del nervio intermedio y su rama petrosa mayor, así
como a través del nervio del canal pterigoideo. Las fibras posganglionares abandonan
el ganglio y se unen con el nervio maxilar. Luego, pasan al interior de la rama
cigomática y forman el nervio cigomaticotemporal. Alcanzan la glándula lagrimal en el
interior del nervio lagrimal.
Las fibras simpáticas posganglionares surgen del ganglio simpático cervical superior y
tienen un trayecto por el interior del plexo nervioso alrededor de la arteria carótida
interna. Se unen al nervio petroso profundo, nervio del canal pterigoideo, nervio
maxilar, nervio cigomático, nervio cigomaticotemporal y, finalmente, al nervio
lagrimal. Su función es actuar como fibras vasconstrictoras.
Glándulas salivales
Glándulas submandibular y sublingual
La inervación parasimpática secretomotora se origina en el núcleo salival superior del
nervio facial (fig. 14-9). Las fibras preganglionares pasan al ganglio submandibular y a
otros pequeños ganglios cercanos al conducto, vehiculizadas por el nervio de la cuerda
del tímpano y el nervio lingual. Las fibras posganglionares alcanzan la glándula
submandibular, ya sea de manera directa o a través del conducto. Las fibras
posganglionares para la glándula sublingual viajan a lo largo del nervio lingual.
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Tabla 14-2 Efceros del sistema nervioso eulónomo en los ótganos d"1 cuerpo
órgwo
Ojo Pupila O;laral'ión CC1ntrocción
lthlsculv dlkll R~PtiOn CQt1tr..-.;Ciófl
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Corteza E5tirrwb
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Las fibras posganglionares simpáticas surgen del ganglio simpático cervical superior y
alcanzan las glándulas en forma de plexo nervioso alrededor de las arterias carótida, facial
y lingual. Actúan como fibras vasoconstrictoras.
Glándula parótida
Está inervada por fibras parasimpáticas secretomotoras del núcleo salival inferior del
nervio glosofaríngeo (fig. 14-10). Las fibras nerviosas preganglionares pasan al ganglio
ótico a través de la rama timpánica del nervio glosofaríngeo y del nervio petroso
menor. Las fibras posganglionares alcanzan las glándulas a través del nervio
auriculotemporal. Las fibras simpáticas posganglionares surgen del ganglio simpático
cervical superior y alcanzan la glándula en forma de plexo alrededor de la arteria carótida
externa. Actúan como fibras vasoconstrictoras.
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Ganglio simpático
cervical sup&l'ior
loo°' del párpado W¡)<lrior
Párpado superior
o,
A
Núcleo
Ptlr'Mirnpático Ganglio ciliar
delneMO
ocu Glándula salival
Gar,obo sublingual
o Cuerda del tímpano
3Ubmand1bular
Mesenoéfalo
Núcleo salivatOfio
superior
del nervio
focial
o,
B
Figura 14-9 Inervación autónoma del párpado superior y del iris (A) y glándulas sublinguales y submandibulares
(B).
Corazón
Las fibras simpáticas posganglionares surgen de las porciones cervical y torácica superior
de los troncos simpáticos (fig. 14-11). Las fibras posganglionares alcanzan el corazón
vehiculizadas por las ramas superior, media e inferior de la porción cervical del tronco
simpático, así como numerosas ramas cardíacas desde la porción torácica del tronco
simpático. Las fibras pasan a través de los plexos cardíacos y finalizan en los nodos
sinoauricular y auriculoventricular, en las fibras musculares cardíacas y en las arterias
coronarias. La activación de estos nervios da lugar a la aceleración cardíaca, al
incremento de la fuerza de contracción del músculo cardíaco y a la dilatación de las
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Plexo do la arteria
carótida extema
Glándula lagrimal
01
Núcleo lagrimru
déln&IViofacial
Nervio
Puente lagñmal
(protuberancia) Nervio petroso mayor
N ervio maxilal' Nervio
Nervio facial ciQO(l"\a ticoten,pora.l
Nervio cigomático
Pulmones
Las fibras simpáticas posganglionares surgen de los ganglios torácicos del tronco
simpático desde el segundo hasta el quinto (fig. 14-11). Las fibras pasan a través de los
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Tubo gastrointestinal
Estómago e intestino hasta el ángulo esplénico
Las fibras parasimpáticas preganglionares penetran en el abdomen en el interior de los
troncos vagales anterior (izquierdo) y posterior (derecho) (fig. 14-12). Las fibras se
distribuyen en muchas vísceras abdominales y en el tubo gastrointestinal desde el
estómago hasta la flexura esplénica del colon. Las fibras que pasan al tubo
gastrointestinal finalizan en neuronas posganglionares en el plexo mientérico
(Auerbach) y el submucoso (Meissner). Las fibras posganglionares inervan el músculo
liso y las glándulas. Los nervios parasimpáticos estimulan el peristaltismo y relajan los
esfínteres. También estimulan la secreción.
Las fibras simpáticas preganglionares pasan a través de la parte torácica del tronco
simpático y penetran en los nervios esplácnicos mayor y menor. Descienden al
abdomen y establecen sinapsis con neuronas posganglionares en los ganglios celíaco y
mesentérico superior. Las fibras nerviosas posganglionares se distribuyen por el
estómago y el intestino en forma de plexo nervioso alrededor de las ramas de las arterias
celíaca y mesentérica superior. Los nervios simpáticos inhiben el peristaltismo y
ocasionan la contracción de los esfínteres. También inhiben la secreción (véase «El
”sistema nervioso entérico”» en la pág. 404).
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Ganglionar simpático
cervical superior
Plexo cardíaco
N«vio
Ganglio cervical VáQO
medio
Médula oblongada
(o bulbo raquídeo)
Ganglio cervical
inferior
0 2·4
Plexo
Riñón
Las fibras simpáticas preganglionares pasan a través de la parte torácica del tronco
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simpático y el nervio esplácnico torácico más inferior, para unirse al plexo renal
alrededor de la arteria renal (fig. 14-13). Las fibras preganglionares establecen sinapsis
con las neuronas posganglionares en el plexo renal. Las fibras posganglionares se
distribuyen con las ramas de la arteria renal. Los nervios simpáticos ejercen un efecto
vasoconstrictor sobre las arterias renales en el interior del riñón.
Las fibras parasimpáticas preganglionares penetran en el plexo renal procedentes del
vago. En este lugar establecen sinapsis con las neuronas posganglionares, cuyas fibras se
distribuyen en el riñón a lo largo de las ramas de la arteria renal. Se cree que los nervios
parasimpáticos ejercen una acción vasodilatadora.
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Nervio vago
05-11
Ganglio
mesentérico
L1•2
superior
Ganglio mesentérico
inferior
S2,3,4
Figura 14-12 Inervación autónoma del tubo gastrointestinal.
Vejiga urinaria
La capa muscular de la vejiga está formada por músculo liso, que a nivel del cuello
vesical se engruesa para formar el esfínter vesical. La inervación nerviosa del músculo
liso procede de los plexos hipogástricos (fig. 14-14). Las fibras posganglionares
simpáticas se originan en el primer y segundo ganglios lumbares del tronco simpático, y
se dirigen a los plexos hipogástricos. Las fibras preganglionares parasimpáticas surgen de
los nervios esplácnicos pélvicos procedentes del segundo, tercero y cuarto nervio sacro.
Pasan a través de los plexos hipogástricos para alcanzar la pared vesical, donde
establecen sinapsis con las neuronas posganglionares.
Los nervios simpáticos que inervan el músculo detrusor tienen poca o ninguna acción
en el músculo liso de la pared vesical, y se distribuyen principalmente en los vasos
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sanguíneos. Los nervios simpáticos para el esfínter vesical sólo desempeñan un papel
mínimo en la contracción del esfínter para el mantenimiento de la continencia urinaria.
Sin embargo, en el hombre, la inervación simpática del esfínter ocasiona la contracción
activa del cuello vesical durante la eyaculación (producida por acción simpática),
previniendo que el semen pase a la vejiga. Los nervios parasimpáticos estimulan la
contracción del músculo liso de la pared vesical y, hasta cierto punto, inhiben la
contracción del esfínter vesical.
Nervio esplácnico
mayor
Médula oblongada
(o bulbo raquídeo)
Nervio vago
Segmentos
torácicos d&
la médula
espinal
Ganglio renal en
el plexo renal Ri~ón
Nervio esplácnico
to,ácico inferior
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Tronco simpático
Esfínter interno
involuntario del
canal anal
Ano
Vejiga urinaria
S2,3, 4
Nervio
-- -- esplácnico
pelviano
A través de los plexos
hipogástricos
Plexos hipogástricos
Esfínter vesical
Figura 14-14 Inervación autónoma de los esfínteres del canal anal y de la vejiga urinaria.
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Tronco simpático
L1· 2
Conducto deferente
"'7·-
A través de los plexos
P róstata
S2,3, 4
Cuerpos cavernosos
y esponjosos
Eyaculación
Con la creciente excitación sexual que se produce durante el juego sexual, el conducto
urinario externo del glande del pene se humedece como resultado de las secreciones de
las glándulas bulbouretrales. La fricción del glande, reforzada por otros impulsos
nerviosos aferentes, ocasiona una descarga de las fibras nerviosas simpáticas en el
músculo liso de los conductos del epidídimo y en los vasos deferentes de cada lado, en
las vesículas seminales y en la próstata. El músculo liso se contrae, y los
espermatozoides, conjuntamente con las secreciones de las vesículas seminales y de la
próstata, se vierten a la uretra prostática. El fluido se une con las secreciones de las
glándulas bulbouretrales y las glándulas de la uretra peneana, y es impulsado desde la
uretra peneana como resultado del efecto de las contracciones rítmicas de los músculos
bulboesponjosos, que comprimen la uretra. Mientras tanto, el esfínter de la vejiga se
contrae y evita el reflujo de espermatozoides hacia el interior de la misma. Los
espermatozoides y las secreciones de las diferentes glándulas accesorias constituyen el
fluido seminal o semen. En el clímax de la excitación sexual masculina, se produce una
descarga masiva de impulsos nerviosos en el sistema nervioso central. Éstos descienden
por la médula espinal hasta alcanzar el centro simpático (D1-L2). Se cree que los
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impulsos nerviosos que pasan a los órganos genitales salen de la médula a nivel del
primer y segundo segmento lumbar, vehiculizados por las fibras simpáticas
preganglionares (fig. 14-15). Muchas de estas fibras establecen sinapsis con las neuronas
posganglionares en los ganglios lumbares primero y segundo. Otras fibras pueden realizar
sinapsis en los ganglios de las áreas lumbar baja y pelviana de los troncos simpáticos. Las
fibras posganglionares se distribuyen en los vasos deferentes, vesículas seminales y
próstata, a través de los plexos hipogástricos. Los nervios simpáticos estimulan las
contracciones del músculo liso en las paredes de estas estructuras y motivan que los
espermatozoides, junto con las secreciones de las vesículas seminales y la próstata sean
expulsados por la uretra.
Útero
Las fibras nerviosas preganglionares emergen de la médula espinal a nivel de los
segmentos D12 y L1, y se cree que establecen sinapsis con las células ganglionares en el
tronco simpático o bien, posiblemente, en los plexos hipogástricos inferiores (fig. 14-16).
Las fibras posganglionares inervan el músculo liso del útero. Las fibras parasimpáticas
preganglionares salen de la médula espinal a nivel de S2-4 y establecen sinapsis con las
células ganglionares en los plexos hipogástricos inferiores (fig. 14-16). Aunque se sabe
que el músculo uterino se encuentra principalmente bajo control hormonal, la inervación
simpática puede ocasionar contracciones uterinas y vasoconstricción, mientras que las
fibras parasimpáticas tienen el efecto opuesto.
Las fibras aferentes dolorosas del fondo y cuerpo uterino ascienden hacia la médula
espinal a través de los plexos hipogástricos, penetrando en el interior de la misma a través
de la raíces posteriores del 10°, 11° y 12° nervios raquídeos torácicos (fig. 14-16). Las
fibras procedentes del cérvix tienen un trayecto a través de los nervios esplácnicos
pelvianos y penetran en la médula espinal a través de las raíces posteriores de los nervios
sacros 2°, 3° y 4°.
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Tronco simpático
útero
D12-L1
A través
de los plexos
hipogástricos
S2,3, 4
Figura 14-16 Inervación autónoma del útero. Se muestran las vías seguidas por las fibras sensitivas aferentes.
Reflejos visuales
Reflejo fotomotor directo y consensual
Los impulsos aferentes tienen un trayecto desde la retina a través del nervio óptico, del
quiasma óptico y del tracto óptico (v. figura 11-3). Un pequeño número de fibras
abandonan el tracto óptico y establecen sinapsis con las células nerviosas del núcleo
pretectal, que se encuentra cerca del colículo superior. Los impulsos son transmitidos
por axones de las células nerviosas pretectales hacia el núcleo parasimpático (núcleo de
Edinger-Westphal) del nervio oculomotor, en ambos lados. Aquí, las fibras establecen
sinapsis, y los nervios parasimpáticos tienen un trayecto a través del nervio oculomotor
hacia el ganglio ciliar, en la órbita. Finalmente, las fibras parasimpáticas posganglionares
pasan a través de los nervios ciliares cortos al interior del globo ocular y hacia el
músculo constrictor de la pupila del iris. Ambas pupilas se contraen en el reflejo
fotomotor consensual, dado que el núcleo pretectal envía fibras a los núcleos
parasimpáticos de ambos lados del mesencéfalo.
Reflejo de acomodación
Cuando los ojos cambian de enfoque desde un objeto distante a uno cercano, la
contracción del recto medial origina la convergencia de los ejes oculares, el cristalino se
engruesa para incrementar su potencia refractiva por efecto de la contracción del
músculo ciliar, y las pupilas se contraen para concentrar el haz de luz en la parte central
más gruesa del cristalino. Los impulsos aferentes viajan a través del nervio óptico,
quiasma óptico, tracto óptico, cuerpo geniculado lateral y de radiaciones ópticas hacia la
corteza visual (v. fig. 11-3). La corteza visual está conectada con el área correspondiente
al ojo en la corteza frontal. Desde aquí, las fibras corticales descienden a través de la
cápsula interna hasta el núcleo oculomotor en el mesencéfalo. El nervio oculomotor
tienen un trayecto hasta los músculos rectos mediales. Algunas de las fibras corticales
descendentes establecen sinapsis con el núcleo parasimpático (núcleo de Edinger-
Westphal) del nervio oculomotor, en ambos lados. Las fibras parasimpáticas
preganglionares se desplazan a través del nervio oculomotor hasta el ganglio ciliar en la
órbita, donde establecen sinapsis. Finalmente, las fibras parasimpáticas posganglionares
pasan a través de los nervios ciliares cortos hasta el músculo ciliar y el músculo
constrictor de la pupila del iris.
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,•
D2-8
010-L2
Ganglios simpáticos
lumbares y sacros
Reflejos cardiovasculares
Los reflejos cardiovasculares incluyen los arcos reflejos del seno carotídeo y del arco
aórtico, así como el reflejo de Bainbridge de la aurícula derecha.
700
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aferentes procedentes del arco aórtico ascienden por el interior del nervio vago. Las
neuronas de conexión en la médula oblongada activan el núcleo parasimpático (núcleo
dorsal) del vago, que reduce el ritmo cardíaco. Al mismo tiempo, unas fibras
reticuloespinales descienden por la médula espinal para inhibir el núcleo simpático
preganglionar para el corazón y arteriolas cutáneas. El efecto combinado de la
estimulación de la acción parasimpática sobre el corazón y la inhibición de la acción
simpática sobre el mismo y sobre los vasos sanguíneos periféricos reduce la frecuencia y
la fuerza de la contracción del corazón, así como la resistencia periférica en los vasos. En
consecuencia, la presión arterial disminuye. De este modo, la presión se ve modificada
por la información aferente procedente de los barorreceptores. El modulador del sistema
nervioso autónomo, el hipotálamo, a su vez, puede verse influido por otros centros
superiores del sistema nervioso central.
NOTAS CLÍNICAS
Consideraciones generales
A partir de las descripciones previas, debe quedar claro para el lector que el sistema
nervioso autónomo no es una parte aislada del sistema nervioso. Debe considerarse
como una parte del sistema nervioso que, junto con el sistema endocrino, se encuentra
particularmente implicada en el mantenimiento de la estabilidad del medio interno
corporal. Sus actividades son modificadas por la acción del hipotálamo, cuya función
es integrar enormes cantidades de información aferente recibida de otras áreas del
sistema nervioso y traducir los cambios en los niveles hormonales de la sangre en las
apropiadas actividades nerviosas y hormonales.
Dado que el sistema nervioso autónomo es tan importante en el mantenimiento de la
homeostasia corporal normal, no es sorprendente que el sistema pueda ser susceptible
de muchas intervenciones farmacológicas. Por ejemplo, el propranolol y el atenolol
son antagonistas β-adrenérgicos que pueden utilizarse en el tratamiento de la
hipertensión y de la cardiopatía isquémica.
Lesiones del sistema nervioso autónomo
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Lesiones simpáticas
El tronco simpático puede resultar lesionado en el cuello por heridas de bala o por
arma blanca. Las lesiones por tracción de la primera raíz torácica del plexo braquial
pueden afectar a los nervios simpáticos destinados al ganglio estrellado. Estas
situaciones pueden producir un síndrome de Horner de tipo preganglionar (v. más
adelante). Las lesiones de la médula espinal o de la cola de caballo pueden ocasionar la
disrupción del control simpático de la vejiga (v. pág. 418).
Lesiones parasimpáticas
El nervio oculomotor es vulnerable en las lesiones cerebrales (herniación del uncus) y
puede resultar lesionado por compresión por aneurismas en la unión de la arteria
cerebral posterior y la comunicante posterior. Las fibras parasimpáticas
preganglionares que se trasladan por este nervio se sitúan en la periferia del mismo y
pueden verse lesionadas. La compresión superficial por el aneurisma ocasiona, de
forma característica, la dilatación de la pupila y la pérdida de los reflejos visuales
lumínicos.
Las fibras autónomas en el nervio facial pueden verse lesionadas por fracturas de
cráneo que implican al hueso temporal. El nervio cocleovestibular se relaciona
estrechamente con el nervio facial en el conducto auditivo interno, de modo que son
habituales los hallazgos clínicos que implican a ambos nervios. La afectación de las
fibras parasimpáticas en el nervio facial puede ocasionar una alteración de la
producción de lágrima, además de la parálisis de los músculos faciales.
Los nervios glosofaríngeo y vago se encuentran en riesgo en casos de lesiones por
arma blanca o proyectil de arma de fuego en el cuello. Las fibras secretomotoras de la
glándula parotídea emergen del nervio glosofaríngeo inmediatamente debajo del
cráneo, por lo que es infrecuente que resulten lesionadas.
El flujo nervioso parasimpático en la región sacra (S2-4) puede resultar afectado por
las lesiones de la médula espinal y de la cola de caballo, ocasionando alteración
funcional sexual, de la vejiga y del recto (v. pág. 418).
Degeneración y regeneración de los nervios autónomos
Los cambios estructurales son idénticos a los que se encuentran en otras áreas
periféricas y centrales del sistema nervioso. Las recuperaciones funcionales después de
intervenciones de simpatectomía sólo pueden explicarse o bien porque el
procedimiento quirúrgico fue inadecuado y se dejaron fibras intactas, o se regeneraron,
o bien por la existencia de vías nerviosas alternas que no fueron intervenidas.
La desnervación de las vísceras inervadas por nervios autónomos se sigue de un
incremento de su sensibilidad a los agentes que actuaban previamente como
neurotransmisores. Podría explicarse porque tras la sección nerviosa puede producirse
un incremento en el número de receptores en la membrana postsináptica. Otra
posibilidad, aplicable a las terminaciones en las que el neurotransmisor es la
noradrenalina es que, hasta cierto punto, puede verse interferida la recapturación del
transmisor por la terminación nerviosa.
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3 Elenoftalmos del síndrome de Horner suele ser aparente, pero no es real, puesto que está ocasionado por la
ptosis. Sin embargo, el músculo liso, el orbicular, situado en la parte trasera de la órbita, se encuentra
paralizado, y su afectación puede colaborar como responsable del enoftalmos.
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La pupila de Argyll Robertson se caracteriza por una pupila pequeña, de tamaño fijo y
que no reacciona a la luz, pero que se contrae como respuesta a la acomodación. Suele
estar ocasionada por una lesión neurosifilítica que interrumpe las fibras que tienen un
trayecto desde el núcleo pretectal hasta el núcleo parasimpático (Edinger-Westphal) del
nervio oculomotor en ambos lados. El hecho de que la pupila se contraiga con la
acomodación implica que las conexiones entre el núcleo parasimpático y el músculo
constrictor de la pupila del iris se encuentran intactas.
Síndrome de la pupila tónica de Adie
En el síndrome de la pupila tónica de Adie, ésta presenta un reflejo fotomotor ausente
o disminuido, una contracción lenta o retardada ante la visión cercana, y una dilatación
lenta o retardada en la oscuridad. Este síndrome benigno, que probablemente sea el
resultado de una alteración en la inervación parasimpática del músculo constrictor de la
pupila, debe distinguirse de la pupila de Argyll Robertson (v. anteriormente), que está
ocasionada por neurosífilis. El síndrome de Adie puede confirmarse estudiando la
hipersensibilidad a los agentes colinérgicos. Las gotas utilizadas habitualmente para
esta prueba son la metacolina al 2,5 % o la pilocarpina al 0,1%. La pupila tónica de
Adie debería contraerse al administrar estas gotas. Estos fármacos colinérgicos no
originan contracción pupilar en la midriasis ocasionada por la lesión del oculomotor o
en la midriasis relacionada con fármacos.
Síndrome de Frey
El síndrome de Frey es una interesante complicación que, en ocasiones, sigue a las
heridas penetrantes de la glándula parótida. Durante el proceso de cicatrización, las
fibras secretomotoras parasimpáticas posganglionares que tienen un trayecto por el
nervio auriculotemporal pueden crecer y unirse al cabo distal del nervio auricular
mayor, que inerva las glándulas sudoríparas de la piel facial suprayacente. Por este
mecanismo, un estímulo dirigido a la producción de saliva, en vez de ello, ocasiona
sudoración.
La lesión del nervio facial puede ir seguida de un síndrome similar. Durante el
proceso de regeneración, las fibras parasimpáticas, habitualmente destinadas a las
glándulas submandibulares y sublinguales, se desvían a la glándula lagrimal. Ello
produce el lagrimeo de los ojos en asociación con salivación, las llamadas lágrimas de
cocodrilo.
Enfermedad de Hirschsprung
La enfermedad de Hirschsprung (megacolon) es una enfermedad congénita en la que
existe una ausencia de desarrollo del plexo mientérico (plexo de Auerbach) en la parte
distal del colon. El segmento implicado del colon carece de células ganglionares
parasimpáticas y no existe peristaltismo. Ello impide la progresión de las heces, y la
parte proximal del colon se distiende enormemente.
Disfunción de la vejiga urinaria tras las lesiones de la médula espinal
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dolor visceral se refiere con frecuencia a las áreas de la piel que están inervadas por los
mismos segmentos de la médula espinal que las vísceras dolorosas (fig. 14-18). Se
desconoce la explicación para el dolor irradiado. Una teoría es que las fibras nerviosas
de las vísceras y de los dermatomas correspondientes ascienden por el sistema
nervioso central conjuntamente por una vía común, y la corteza cerebral es incapaz de
distinguir entre los lugares de origen. Otra teoría es que, bajo condiciones normales, las
vísceras no dan lugar a estímulos dolorosos, mientras que las áreas cutáneas reciben
estímulos dolorosos de manera habitual. Dado que ambas fibras aferentes penetran en
la médula espinal en el mismo segmento, el cerebro interpreta la información como
procedente de la piel en vez de la víscera. El dolor que surge del tubo gastrointestinal
se irradia a la línea media. Esto puede ser debido, probablemente, al hecho de que el
tubo deriva embrionariamente de una estructura de la línea media y recibe inervación
bilateral.
Dolor cardíaco
El dolor que se origina en el corazón como resultado del infarto agudo del miocardio se
cree que está ocasionado por la deficiencia de oxígeno o por acumulación de
metabolitos, lo que estimula las terminaciones nerviosas sensitivas en el miocardio. Las
fibras nerviosas aferentes ascienden al sistema nervioso central a través de las ramas
cardíacas del tronco simpático y penetran en la médula espinal a través de las raíces
posteriores de los cuatro nervios torácicos superiores. La naturaleza del dolor varía
considerablemente desde un dolor intensísimo a apenas un leve malestar.
El dolor no se nota en el corazón, pero se irradia a las áreas de la piel inervadas
por los correspondientes nervios raquídeos. Las afectadas son las áreas de la piel
inervadas por los cuatro nervios intercostales superiores y por el nervio
intercostobraquial (D2). El nervio intercostobraquial comunica con el nervio cutáneo
medial del brazo, y se distribuye por la piel de la cara medial de la parte alta del brazo.
Puede producirse una cierta difusión de la información nerviosa en el interior del
sistema nervioso central, ya que el dolor, en ocasiones, se percibe en el cuello o en la
mandíbula.
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Esófago
Vesícula biliar
Corazón
Vesícula biliar
-----¼~
Riñón
Desde el colon
transverso hasta
el canal anal
--,+:.,'-.._:----,:-
\
Vejiga urinaria
Figura 14-18 Algunas áreas de dolor irradiado desde las vísceras. En el caso del corazón, el dolor suele
irradiarse al lado izquierdo del tórax. Ocasionalmente, se irradia a ambos lados.
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fibras sensitivas penetran en la médula espinal a nivel de los segmentos D5-9 y dan
lugar a dolor reflejo en los dermatomas correspondientes, sobre la parte inferior del
tórax y la pared abdominal.
Dolor apendicular
El dolor visceral del apéndice es producido por distensión de su luz o por espasmo de
su músculo. Se desplaza por fibras nerviosas que acompañan a los nervios simpáticos
a lo largo del plexo mesentérico superior y el nervio esplácnico menor en dirección a la
médula espinal (segmento D10). El dolor vago referido se percibe en la región del
ombligo, que es inervado por el 10° nervio intercostal (dermatoma D10).
Posteriormente, cuando el proceso inflamatorio implica el peritoneo parietal en la fosa
ilíaca derecha, que está inervado por el nervio raquídeo 12° torácico y el 1° lumbar, el
nuevo dolor somático se hace más intenso y domina el cuadro clínico. El dolor
somático se localiza de manera precisa en el cuadrante inferior derecho de la pared
abdominal anterior (dermatomas D12-L1).
Dolor de la vesícula biliar
El dolor visceral procedente de la vesícula biliar (colecistitis aguda, cólico biliar)
discurre por las fibras nerviosas que acompañan a las fibras somáticas a lo largo del
plexo celíaco y los nervios esplácnicos mayores hacia la médula espinal (segmentos
D5-9). El dolor vago referido se nota en los dermatomas (D5-9) sobre la parte baja del
pecho y la parte alta de la pared abdominal. Si el proceso inflamatorio se extiende
afectando al peritoneo parietal de la pared abdominal anterior o al diafragma periférico,
este nuevo dolor somático se percibirá a nivel del hipocondrio derecho de la pared
abdominal anterior y hacia la espalda, por debajo del ángulo inferior de la escápula. La
afectación del peritoneo parietal del diafragma central, que está inervado por el nervio
frénico (C3-5) puede dar lugar a dolor irradiado a la punta del hombro, dado que la
piel de esta área está inervada por los nervios supraclaviculares (C3-4).
En la figura 14-18 se muestran algunas áreas de dolor visceral irradiado.
Causalgia
La causalgia es una situación dolorosa del brazo o de la pierna que va acompañada de
cambios tróficos en la piel o en las uñas afectadas. Suele estar ocasionada por el
aplastamiento o la sección parcial del nervio mediano en el brazo o del nervio tibial en
la pierna. Se cree que los impulsos descendentes de las fibras somáticas o
posganglionares pueden, de alguna manera, evocar impulsos ascendentes en las fibras
aferentes en el lugar de la lesión. En muchos casos, la simpatectomía es capaz de
aliviar el dolor de la causalgia.
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1. Un hombre de 35 años estaba bajando de la parte de atrás de un camión cuando éste empezó a moverse.
Con un pie ya en el suelo agarró una barandilla del camión con su mano derecha y se colgó de la misma. El
camión continuó moviéndose a lo largo de una manzana antes de parar. Mientras tanto, el hombre había sido
arrastrado a lo largo de la calle colgando del camión. Fue atendido en el servicio de urgencias en estado de
shock, con cortes y abrasiones en sus piernas. En la exploración cuidadosa de su brazo derecho se apreció
una parálisis de los siguientes músculos: flexor cubital del carpo, flexor profundo de los dedos, interóseos
palmar y dorsal, y músculos tenar e hipotenar. También existía pérdida de sensibilidad de la cara medial del
brazo, del antebrazo y de la mano. El reflejo tendinoso profundo del bíceps braquial estaba conservado, pero
el tricipital se hallaba ausente. También se apreció que la pupila del ojo derecho estaba contraída, y existía
una caída del párpado superior derecho. El globo ocular derecho parecía ser menos prominente que el
izquierdo. La piel de la mejilla derecha se notaba más caliente y seca, y estaba más colorada que la mejilla
izquierda. Utilizando sus conocimientos de neuroanatomía, explique los hallazgos clínicos.
2. El pediatra recibe en la consulta a un niño de 3 años con el antecedente de estreñimiento crónico y distensión
abdominal desde el período de lactancia. La madre dice que el estreñimiento ha ido empeorando de manera
progresiva. No responde a los laxantes, y requiere la aplicación de un enema una vez a la semana para aliviar
la distensión abdominal. En la exploración física, el abdomen del niño se encuentra claramente distendido,
presentando una masa palpable de consistencia pastosa a lo largo del curso del colon descendente, en la fosa
ilíaca izquierda. La exploración anal muestra un recto no dilatado y ausencia de heces. Después de una
repetida irrigación colónica con solución salina, se administró un enema de bario seguido de una radiografía.
Ésta demostró un colon descendente marcadamente distendido, con un cambio abrupto en el diámetro
luminal en el punto que el colon descendente se sigue del colon sigmoides. Fue interesante constatar que el
niño no pudo vaciar el bario del colon. Utilizando sus conocimientos acerca de la inervación autónoma del
colon, ¿cuál es el diagnóstico? ¿Cómo trataría a este paciente?
3. Una mujer de 25 años, muy nerviosa, acude a su médico por experimentar ataques de palidez dolorosa del
cuarto y quinto dedo de ambas manos. Explicaba que sus síntomas habían empezado hacía 2 años, durante
el invierno, y que afectaban primero a su mano derecha y, en crisis siguientes, también a la izquierda.
Inicialmente, los dedos se volvían blancos con la exposición al frío, adquiriendo luego un color azulado. El
cambio de color se limitaba a la mitad distal de cada dedo e iba acompañado de un dolor agudo. El único
tratamiento que aliviaba el dolor era mantener las manos sobre la estufa o permanecer en una habitación
caliente. A medida que el dolor desaparecía, sus dedos se volvían rojos e inflamados. Le dijo a su médico
que había notado que sus dedos se humedecían de sudor durante algunas de las crisis. Establezca el
diagnóstico utilizando sus conocimientos de neuroanatomía. ¿Cuál es la inervación autónoma de los vasos
sanguíneos de la extremidad superior? ¿Cómo se debería tratar a esta paciente?
4. Una paciente obesa, de 45 años, madre de seis niños, fue explorada por su médico por presentar síntomas
sugestivos de patología de la vesícula biliar. Refería presentar episodios de dolor cólico intenso por debajo
del margen costal derecho y que, con frecuencia, se reflejaba a la espalda, a nivel de la punta del ángulo
escapular derecho. El médico se dirigió a un estudiante de medicina y le dijo: «Anota que la paciente refiere
dolor irradiado a la espalda». ¿Qué quería decir con esta afirmación? Explique el fenómeno del dolor
irradiado a la espalda y, ocasionalmente, al hombro derecho en los casos de afectación de la vesícula biliar.
5. La exploración de un paciente con neurosífilis mostró que la pupila de su ojo izquierdo era pequeña y fija, sin
reacción a la luz, pero que se contraía cuando se le pedía que enfocase sobre un objeto cercano. ¿Cuál es la
inervación del iris? Utilizando sus conocimientos de neuroanatomía, establezca dónde cree que radica la
lesión neurológica que explica estos trastornos.
6. Un hombre de 36 años fue atendido en el servicio de urgencias por una herida por proyectil de arma de
fuego en la parte baja de la espalda. La radiología reveló que la bala estaba alojada en el canal vertebral, a
nivel de la tercera vértebra lumbar. La exploración neurológica completa demostró signos y síntomas que
indicaban una lesión completa de la cola de caballo. ¿Cuál es el nervio autónomo que inerva la vejiga?
¿Tendrá este paciente algún tipo de interferencia con la función vesical?
7. En una exploración médica rutinaria, se detectó la presencia de hipertensión esencial en un hombre de raza
negra de 40 años. Las determinaciones de presión arterial eran de 180 de sistólica y 100 de diastólica
(mmHg). ¿Cómo puede tratarse médicamente a este paciente? ¿Cuál es la acción de los diferentes tipos de
fármacos que se utilizan habitualmente en el tratamiento de la hipertensión?
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referido a los dermatomas torácicos entre quinto y noveno en el lado derecho, es decir, la piel
correspondiente a la zona suprayacente e inferior de la escápula derecha.
El dolor irradiado al hombro derecho en la enfermedad biliar se explica en la página 420.
5. Este paciente tiene una pupila de Argyll Robertson, que es una pupila pequeña y fija que no reacciona a la
luz, pero que se contrae con la acomodación. Esta situación suele deberse a una lesión sifilítica. La
inervación del iris se describe en la página 409. La lesión neurológica en este paciente interrumpía las fibras
que tienen un trayecto desde el núcleo pretectal hasta los núcleos parasimpáticos del nervio oculomotor en
ambos lados.
6. La vejiga urinaria es inervada por las fibras simpáticas procedentes de los segmentos lumbares primero y
segundo, y por las fibras parasimpáticas del segundo, tercero y cuarto segmentos sacros de la médula
espinal. En este paciente, la cola de caballo había sido seccionada a nivel de la tercera vértebra lumbar. Ello
significa que las fibras simpáticas ganglionares que descienden por las raíces anteriores del primer y
segundo nervio lumbar estaban intactas, puesto que abandonaban el canal vertebral para formar los nervios
raquídeos correspondientes a un nivel por encima de la entrada de la bala. Sin embargo, las fibras
parasimpáticas preganglionares habían sido seccionadas en su trayecto descendente en el canal vertebral en
el interior de las raíces anteriores del segundo, tercer y cuarto nervios sacros. Por ello, el paciente tenía una
vejiga autónoma sin ningún control externo reflejo. La vejiga se rellena hasta su capacidad y luego se orina
por rebosamiento. La micción puede activarse por una fuerte compresión de los músculos abdominales por
el paciente, o asistida por presión manual sobre su pared abdominal anterior en la región suprapúbica.
7. La causa precisa de la hipertensión es desconocida. Sin embargo, el objetivo del tratamiento es disminuir la
presión sanguínea y mantenerla, en la medida de lo posible, dentro de los límites de la normalidad, antes de
que se desarrollen complicaciones, como la hemorragia cerebral, e insuficiencia renal o cardíaca. La mejor
manera de conseguirlo en los pacientes con hipertensión leve es reducir el volumen plasmático mediante el
uso de diuréticos. Los fármacos β-bloqueadores se utilizan extensamente. Reducen la frecuencia y la fuerza
de la contracción del músculo cardíaco.
8. a) Acetilcolina, b) acetilcolina, c) acetilcolina, d) noradrenalina y e) acetilcolina.
PREGUNTAS DE REVISIÓN
Instrucciones: cada uno de los apartados en esta sección se acompaña de respuestas. Seleccione la
letra de la respuesta CORRECTA.
1. Las siguientes afirmaciones tienen que ver con el sistema nervioso autónomo:
(a) El sistema nervioso entérico está formado por el plexo submucoso de Meissner y el mientérico de
Auerbach.
(b) Las fibras nerviosas del sistema nervioso entérico son axones desnudos.
(c) En una situación de emergencia, se activan las acciones de la parte parasimpática del sistema nervioso
autónomo.
(d) La parte parasimpática del sistema autónomo contiene sólo fibras nerviosas eferentes.
(e) El núcleo pretectal tiene que ver con los reflejos auditivos.
2. Las siguientes afirmaciones tienen que ver con el sistema nervioso autónomo:
(a) Una pupila de Argyll Robertson indica que el reflejo de acomodación para la visión cercana es normal,
pero que se ha perdido el reflejo fotomotor.
(b) Las ramas comunicantes blancas se limitan a la parte torácica del tronco simpático.
(c) Las ramas comunicantes blancas contienen fibras simpáticas posganglionares.
(d) Los nervios esplácnicos mayores están formados por axones no mielinizados.
(e) Los nervios esplácnicos menores surgen de los ganglios octavo y noveno de la parte torácica de los
troncos simpáticos.
3. Las siguientes afirmaciones generales tienen que ver con el sistema nervioso autónomo.
(a) El hipotálamo tiene escaso control sobre el sistema nervioso autónomo.
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Instrucciones: cada uno de los apartados numerados o las frases incompletas de esta sección se
acompaña de respuestas o de la continuación de las afirmaciones. Seleccione una de las opciones como
la MEJOR en cada caso.
5. La eferencia simpática:
(a) Surge de las células nerviosas que están situadas en la columna (asta) gris posterior de la médula espinal.
(b) Presenta fibras nerviosas preganglionares que abandonan la médula espinal en las raíces posteriores de
los nervios raquídeos.
(c) Se limita a los segmentos D1-L2 de la médula espinal.
(d) Recibe las fibras descendentes de los niveles supraespinales que descienden por la médula espinal en la
columna blanca posterior.
(e) Presenta muchas fibras nerviosas preganglionares que establecen sinapsis en los ganglios de las raíces
posteriores de los nervios raquídeos.
6. La noradrenalina se secreta en las terminaciones de:
(a) Las fibras simpáticas preganglionares.
(b) Las fibras parasimpáticas preganglionares.
(c) Las fibras parasimpáticas posganglionares.
(d) Las fibras simpáticas posganglionares.
(e) Las fibras preganglionares de la médula suprarrenal.
7. La inervación parasimpática que controla la glándula parótida surge:
(a) Del nervio facial.
(b) Del nervio oculomotor.
(c) Del nervio vago.
(d) Del plexo carotídeo.
(e) Del nervio glosofaríngeo.
8. ¿Cuál de las siguientes afirmaciones describe la parte parasimpática del sistema nervioso autónomo?
(a) Se asocia con la parte toracolumbar de la médula espinal.
(b) Los efectos son locales y delimitados, puesto que las neuronas preganglionares establecen sinapsis con
un número limitado de neuronas posganglionares.
(c) Tiene axones preganglionares cortos.
(d) Se activa durante las crisis emocionales.
(e) Su actividad moviliza glucosa a partir del glucógeno.
9. Los fármacos anticolinesterásicos actúan a nivel de las sinapsis mediante:
(a) La simulación de la acción de la acetilcolina a nivel de los receptores.
(b) La inhibición de la secreción de acetilcolina.
(c) El incremento de la producción de acetilcolina.
(d) El bloqueo de la destrucción de la acetilcolina.
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Instrucciones: cada uno de los apartados numerados en esta sección se acompaña de respuestas.
Seleccione la letra de la respuesta CORRECTA.
12. Las siguientes afirmaciones hacen referencia a la inervación autónoma de la vejiga urinaria.
(a) La parte parasimpática es responsable de la relajación de la pared muscular de la vejiga y de la
contracción del esfínter vesical.
(b) La parte simpática en el varón ocasiona la relajación del esfínter vesical y no previene el reflujo de semen
a la vejiga durante la eyaculación.
(c) Las fibras aferentes de la vejiga alcanzan la médula espinal en el segmento lumbar segundo y en los
segmentos sacros segundo, tercero y cuarto.
(d) La parte simpática causa la contracción del esfínter uretral.
(e) La parte parasimpática inerva los vasos sanguíneos que irrigan la pared de la vejiga.
13. Las siguientes afirmaciones hacen referencia a la inervación autónoma del corazón.
(a) La parte parasimpática ocasiona la dilatación de las arterias coronarias.
(b) Las fibras posganglionares no terminan en los nodos sinoauricular y auriculoventricular.
(c) Las fibras simpáticas posganglionares liberan acetilcolina en sus terminaciones nerviosas.
(d) Los nervios simpáticos motivan la aceleración cardíaca e incrementan la fuerza de la contracción del
corazón.
(e) El control neural de la dilatación de las arterias coronarias es más importante que el control químico
ejercido por los productos del metabolismo del músculo cardíaco.
Preguntas relacionadas. Instrucciones: empareje las glándulas numeradas con los ganglios autónomos
más apropiados de los que se listan a continuación. Cada opción puede seleccionarse una vez, más de
una vez o nunca.
14. Glándula submandibular
15. Glándula lagrimal
16. Glándulas nasales
17. Glándula parotídea
18. Glándula sublingual
(a) Ganglio ótico
(b) Ganglio submandibular
(c) Ganglio pterigopalatino
(d) Ganglio ciliar
(e) Ninguno de los anteriores
Relacione los ganglios autónomos numerados con las vísceras o músculos más apropiados de los
listados a continuación. Cada opción puede seleccionarse una vez, más de una vez o nunca.
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Relacione los nervios craneales con el núcleo apropiado de los listados a continuación. Cada opción
puede seleccionarse una vez, más de una vez o nunca.
24. Nervio facial
25. Nervio oculomotor
26. Nervio glosofaríngeo
27. Nervio hipogloso
(a) Núcleo salival inferior
(b) Núcleo de Edinger-Westphal
(c) Núcleo lagrimal
(d) Ninguno de los anteriores
Las siguientes cuestiones hacen referencia a la figura 14-19. Relacione las áreas numeradas de
irradiación del dolor con las vísceras apropiadas causantes del dolor. Cada opción puede seleccionarse
una vez, más de una vez o nunca.
28. Número 1
29. Número 2
30. Número 3
31. Número 4
(a) Corazón
(b) Apéndice
(c) Vesícula biliar
(d) Estómago
(e) Ninguno de los anteriores
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encuentran en la parte torácica y en la primera y segunda partes lumbares del tronco simpático (v. pág.
397). C. Las ramas comunicantes grises contienen fibras simpáticas posganglionares (v. pág. 398). D. Los
nervios esplácnicos mayores están formados por axones mielinizados (v. pág. 398). E. Los nervios
esplácnicos menores surgen de los ganglios 10° y 11° de la porción torácica del tronco simpático (v. pág.
398).
3. D es correcta. El dolor que se origina en el tubo gastrointestinal se irradia a la línea media (v. pág. 419). A.
El hipotálamo tiene un gran control sobre el sistema nervioso autónomo (v. pág. 405). B. La corteza cerebral
puede influir en el sistema nervioso autónomo (v. pág. 405). C. Un paciente con un síndrome de la pupila
tónica de Adie presenta un reflejo fotomotor reducido o ausente, con una contracción pupilar retrasada en el
enfoque a la visión cercana y una dilatación lenta o retrasada en la oscuridad (v. pág. 418). E. El dolor
visceral con frecuencia se irradia a áreas que están inervadas por el mismo segmento de la médula espinal
que las vísceras dolorosas (v. pág. 419).
4. C es correcta. En el síndrome de Horner el paciente presenta vasodilatación de las arteriolas de la piel de la
cara (v. pág. 417). A. La pupila está contraída (v. pág. 417). B. Se observa ptosis del párpado superior (v.
pág. 417). D. Hay una ausencia de sudoración facial (v. pág. 417). E. Existe enoftalmos (v. pág. 417).
5. C es correcta. El flujo nervioso parasimpático se limita a los segmentos D1-S2 de la médula espinal (v. fig.
14-2).
6. D es correcta. La noradrenalina es secretada en las terminaciones de la mayoría de las fibras simpáticas
posganglionares (v. pág. 403).
7. E es correcta. La inervación parasimpática que controla la glándula parótida está vehiculizada por el nervio
glosofaríngeo (v. pág. 408).
8. B es correcta. La parte parasimpática del sistema nervioso autónomo ocasiona unos efectos que son locales
y limitados debido a que las neuronas preganglionares establecen sinapsis con unas pocas neuronas
posganglionares (v. página 405).
9. D es correcta. Los fármacos anticolinesterásicos actúan en las sinapsis mediante el bloqueo de la
destrucción de la acetilcolina (v. pág. 117).
10. C es correcta. La atropina bloquea la acción de la acetilcolina en los lugares efectores del sistema
parasimpático (v. pág. 403).
11. D es correcta. El flujo nervioso parasimpático en la médula espinal se produce a nivel de S2-4 (v. fig. 14-2).
12. C es correcta. Las fibras sensitivas aferentes procedentes de la vejiga alcanzan la médula espinal a nivel de
los segmentos lumbares primero y segundo, así como a nivel del segundo, tercero y cuarto segmentos
sacros (v. pág. 418). A. La inervación parasimpática de la vejiga ocasiona la contracción de la musculatura
de la pared vesical, así como la relajación del esfínter (v. pág. 412). B. La inervación simpática de la vejiga
ocasiona, en el varón, la contracción del esfínter vesical, evitando el reflujo de semen al interior de la vejiga
durante la eyaculación (v. pág. 412). D. El esfínter de la uretra no se encuentra bajo control del sistema
nervioso autónomo. Responde a la contracción voluntaria por efecto del nervio pudendo interno. E. Los
nervios simpáticos inervan los vasos sanguíneos que irrigan la pared de la vejiga (v. pág. 412).
13. D es correcta. Los nervios simpáticos que inervan el corazón originan la aceleración e incrementan la fuerza
de contracción del músculo cardíaco (v. pág. 409). A. La parte parasimpática del sistema nervioso autónomo
ocasiona la constricción de las arterias coronarias (v. pág. 409). B. Los nervios autónomos posganglionares
destinados al corazón terminan en los nodos sinoauricular y auriculoventricular (v. pág. 409). C. Las fibras
simpáticas posganglionares que inervan el corazón liberan noradrenalina en sus terminaciones (v. pág. 403).
E. Los requerimientos metabólicos locales del músculo cardíaco ejercen un mayor control sobre el grado de
dilatación de las arterias coronarias que el control neural de las mismas (v. pág. 409).
14. B es correcta. La glándula salival submandibular recibe nervios parasimpáticos a través del ganglio
submandibular (v. pág. 407).
15. C es correcta. La glándula lagrimal recibe nervios secretomotores parasimpáticos a través del ganglio
pterigopalatino (v. pág. 407).
16. C es correcta. Las glándulas nasales reciben inervación secretomotora parasimpática a través del ganglio
pterigopalatino (v. pág. 400).
17. A es correcta. La glándula parótida recibe inervación parasimpática secretomotora a través del ganglio ótico
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LECTURAS RECOMENDADAS
Appenzeller, D. The Autonomic Nervous System (4th ed.). Amsterdam: Elsevier Biomedical Press, 1990.
Buckley, N., and Caufield, M. In G. Brunstock and C. H.V. Hoyle (eds.). Transmission: Acetylcholine in
Autonomic Neuroeffector Mechanisms (pp. 257–322). Chur, Switzerland: Harwood Academic Publishers,
1992.
Craig, C. R., and Stitzel, R. E. Modern Pharmacology (4th ed.). Boston: Little, Brown, 1994.
Dampney, R. A., Horiuchi, J., Tagawa, T., Fontes, M. A., Potts, P. D., and Polson, J. W. Medullary and
supramedullary mechanisms regulating sympathetic vasomotor tone. Acta. Physiol. Scand. 177:209, 2003.
Elfvin, L. G., Lindh, B., and Hokfelt, T. The chemical neuroanatomy of sympathetic ganglia. Annu. Rev.
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Gershon, M. D. The enteric nervous system. Annu. Rev. Neurosci. 4:227, 1981.
Gershon, M. D. The Second Brain. New York: HarperCollins, 1998.
Gibbins, I. L., Jobling, P., Messenger, J. P., Teo, E. H., and Morris, J. L. Neuronal morphology and the synaptic
organisation of sympathetic ganglia. J. Auton. Nerv. Syst. 81:104, 2000.
Goldstein, D. S., Robertson, D., Esler, M., Straus, S. E., and Eisenhofer, G. Dysautonomias: Clinical disorders of
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Guyton, A. C., and Hall, J. E. Textbook of Medical Physiology (11th ed.). Philadelphia: Elsevier, Saunders, 2006.
Hirst, G. D., and Ward, S. M. Interstitial cells: Involvement in rythmicity and neural control of gut smooth
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CAPÍTULO 15
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posteriores, los bordes superiores de los huesos petrosos, y a los márgenes de los surcos
para los senos transversos sobre el hueso occipital. El borde libre tiene un trayecto hacia
sus dos límites, atraviesa el borde fijo y se fija al proceso clinoides anterior de cada lado.
En el punto en el que se cruzan los dos bordes, los nervios craneales tercero y cuarto
atraviesan para entrar en la pared lateral del seno cavernoso (fig. 15-4).
Cercano a la punta de la porción petrosa del hueso temporal, la capa más baja del
tentorio forma un bolsillo por debajo del seno petroso superior para dar lugar al receso
para el nervio trigémino y el ganglio trigeminal.
La hoz del cerebro y la hoz del cerebelo se encuentran fijadas a las superficies superior
e inferior del tentorio, respectivamente. El seno recto tiene un trayecto a lo largo de su
fijación a la hoz del cerebro, el seno petroso superior a lo largo de su fijación al hueso
petroso, y el seno transverso a lo largo de su fijación al hueso occipital (figs. 15-1 y 15-
4).
La hoz del cerebelo, una pequeña hoja falciforme de duramadre fijada a la cresta
occipital interna, se proyecta entre los dos hemisferios cerebelosos. Su margen posterior
fijo contiene el seno occipital.
El diafragma de la silla es un pliegue circular de la duramadre que forma el techo de
la silla turca (figs. 15-4 y 15-6). Una pequeña apertura en su centro permite el paso del
tallo de la hipófisis (fig. 15-6).
Inervación de la duramadre
La duramadre recibe ramas del trigémino, del vago y de los tres primeros nervios
raquídeos cervicales, así como ramas del tronco simpático.
La duramadre presenta numerosas terminaciones sensitivas sensibles al estiramiento y
que son las responsables de la cefalea. La estimulación de las terminaciones sensitivas del
nervio trigémino por encima del nivel del tentorio del cerebelo ocasiona dolor irradiado al
área de la piel en el mismo lado de la cabeza. La estimulación de las terminaciones
durales por debajo del nivel del tentorio ocasiona dolor irradiado a la parte trasera del
cuello y del cuero cabelludo, a lo largo de la distribución del nervio occipital mayor.
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Fasc;ia superficial
Vena emisaria
Aponeurosis epicraneal
Tejido conectivo laxo ;;s,.---Vena diploica
Pericráneo {periostio)
?"!----Seno ,.g;tol S<lperior
Tabla externa del hueso parietal __-'1
Oiploe
Tabla interna del hueso parietal
A GrantJlación aracnoidea
-Capa endóstica de la duramadre
Capa meningea de la duramadr$
Vena cerebral en el acnoides
esp.xlo subaracooideo Arteria oorebral en el
espacio subaraet1oideo
iamadre
A
Nervios faciaJ y veslibulococlear
Vena diploica
Vena cerebral magna Seno sagital superior
Seno sagital inferior
Hoz del cerebro
Seno recto Nervio troclear
· ~•¡,,; Nel\lio oculomotor
" ervio trigémino
Bulbo olfat0rio
Seno esfeoopa,TGtnl
Tentorio (tienda)
deJ cecebelo
NeMO$ gk>sofaringeo,
vago y ae<:8S()(iO
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Periostio
Hueso
parietal
Seno transverso
izquierdo Hueso oocipital
Álea del Ctáneo ocupada
por el hemisferio A nivel del agujero magno.
cerebeloso iZquierdo la capa meníngea de la
o
duramadre del cerebro
se continúa con la dura
de la médula espinal
Cuarto ventriculo
Endostio
B Epineuro
Figura 15-2 A: visión posterior del interior del cráneo después de retirar los huesos occipital y parietal para
mostrar la disposición de las capas endóstica y meníngea de la duramadre. Se ha dejado en su sitio el tronco
encefálico. B: disposición de las meninges en los puntos en que los nervios craneales abandonan el cráneo a
través del agujero correspondiente.
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Capa endóstica
de la duramadre
Seno recto
Tentorio (tienda)
del cerebelo
,~
· ·:,·:·~ -.
~ ' ~~~ derecho
:_.
Hueso occipital 1
s;--~~ Duramad re de
Capas meníngeas
de la duramadre
la médula espinal
Agujero magno
Figura 15-3 Hoz del cerebro y tentorio del cerebelo. Obsérvese la continuidad entre la capa meníngea de la
duramadre en el interior del cráneo y la duramadre de la médula espinal a nivel del agujero magno.
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Seno intercavernoso
Diafragma
de la silla
Nervio óptico
lnfundíbulo
eno cavernoso
Nervio
abducens Nervio maxilar
Ganglio del
Seno petroso .. trigémino
superior · · '-~~ Nervio
mandibular
l
· f/ Agujero
Escotadura
tentorial -----mf-,t~-.J magno
V Tentoño (tienda)
- - , ~ - --:::-:----del cerebelo
\
Seno sigmoideo - · , 'f.~.'----~4--1.._ Seno sagital
, . l( · ./ ' inferior
Seno transverso
izquierdo ,\
,.· Seno transverso
----~ derecho
. ~
Vena cerebral magna
.~:a:~ !: Seno recto
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Circunvolución precentral
subyacente de la corteza cerebral
Capa meníngea
de la duramadre
Capa endóstica
de la duramadre
Ramas anteriores de
~,JL--los vasos meníngeos
medios (arterias y venas)
'Jl¡¡:~ s...__
'....,,
· '
~·..:.
Figura 15-5 Lado derecho de la cabeza que muestra la relación de los vasos meníngeos medios con las capas de
la duramadre y con el cráneo.
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S8no cavernoso
,,, ~ Nervio oculomotor
. "--:"' . ' '
Neivio troelear
·. Rama oftálmica
· • .,,,. d el neMO
' •• • ✓ • trigémino
N ~~;:¡¡~!§
~~¡,'l] ' ,,..~
.
...... .,.. - --:. v-; Agujero oval
Capa endóstica
de la duramadre
Senos aoroos Arteria carótida Nervio Rama mandibular
Plexo nervioso es·fenoidales interna abducens del nervio trigémino
simpático carotideo
Rama maxilar del
nervio trigémrlo
Figura 15-6 Corte coronal a través del cuerpo del hueso esfenoides que muestra la hipófisis y los senos
cavernosos. Obsérvese la posición de la arteria carótida y de los nervios craneales.
El seno sagital superior ocupa el borde fijo de la hoz del cerebro (figs. 15-1 y 15-4).
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Seno frontal
Capa endóstica de la
Laguna lateral duramadre (seccionada)
Capa meníngea
Capa endóst de la duramadre
dé ladurama
(seccion
Vasos meníngeos
medios (rama
posterior)
Granulaciones
aracnoideas
El seno occipital es un pequeño seno que ocupa el margen fijo de la hoz cerebral.
Empieza cerca del agujero magno, donde se continúa con las venas vertebrales, y drena
en la confluencia de los senos.
Los senos cavernosos están situados en la fosa craneal media en cada lado del cuerpo
del hueso esfenoides (figura 15-6). Su interior está atravesado por numerosas trabéculas,
lo cual le confiere una apariencia esponjosa, de lo que deriva su nombre. Cada seno se
extiende desde la hendidura orbitaria superior, enfrente del ápice de la parte petrosa del
hueso temporal, que se sitúa por debajo.
La arteria carótida interna, rodeada por su plexo nervioso simpático, tiene un
trayecto a través del seno (fig. 15-6). El nervio abducens también pasa a través del
seno. La arteria carótida interna y los nervios están separados de la sangre por un
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recubrimiento endotelial.
El tercer y cuarto nervios craneales y las divisiones oftálmica y maxilar del
trigémino tienen un trayecto por la pared lateral del seno (fig. 15-6). Se encuentran entre
el recubrimiento endotelial y la duramadre. Sus tributarias son las venas oftálmicas
superior e inferior, las venas cerebrales inferiores, los senos esfenoparietales y la
vena central de la retina.
Los senos drenan posteriormente en los senos petrosos superior e inferior, e
inferiormente en los plexos venosos pterigoideos.
Los dos senos se intercomunican por medio de los senos intercavernosos anterior y
posterior, que tienen un trayecto en el diafragma de la silla anterior y posteriormente al
tallo de la hipófisis (fig. 15-4). Cada seno tiene una comunicación importante con la vena
facial a través de la vena oftálmica superior (ésta es la vía por la que una infección puede
trasladarse desde la piel de la cara hasta el seno cavernoso).
Los senos petrosos superior e inferior son pequeños senos situados en los márgenes
superior e inferior de la parte petrosa del hueso temporal, a cada lado del cráneo (fig. 15-
4). Cada uno de los senos superiores drena el seno cavernoso en el seno transverso, y
cada uno de los senos inferiores drenan el seno cavernoso en la vena yugular interna.
Globo ocular
Esclerótica
Capa meníngea
de la duramadre
Aracnoides
Piamadre
Nervio óptico
-- -- ,__ _,..,.,_
Figura 15-8 Corte sagital del globo ocular en el que se muestra la unión de las meninges a la esclerótica.
Obsérvese la extensión del espacio subaracnoideo alrededor del nervio óptico al globo ocular.
Aracnoides
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Piamadre
La piamadre es una membrana vascular recubierta de células mesoteliales aplanadas.
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Atacnoides
Encéfalo
¡>0$teriof
Segm,entos Ganglio
cervicales es¡,inal
. Ralz espinal
Ralz. anterior
Sustancia gris B
M6dulo
..pml Duramadre y aracnoides
Segme,,tos Cono medvtat
torácicos !i
Primer n8MO
- espinal lumbor
Ralees de los
Segmentos nervios raquÍde0$
lumbares.
sacros
Ganglio .,spinal
yc«oígeos
Cóooix
A e
Figura 15-9 A: Encéfalo, médula espinal, raíces nerviosas espinales y nervios raquídeos, como se ven desde su
cara posterior. B: Corte transversal a través de la región torácica de la médula espinal que muestra las raíces
anteriores y posteriores de un nervio raquídeo y de las meninges. C: Visión posterior de la parte final de la médula
espinal y de la cola de caballo mostrando su relación con las vértebras lumbares, el sacro y el cóccix.
La piamadre forma la tela coroidea del techo del tercer y cuarto ventrículos del
cerebro, y se funde con el epéndimo para formar los plexos coroideos en los ventrículos
laterales, y en el tercero y cuarto del cerebro.
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Hemisferio cerebeloso
Raíz posterior del derecho
neivio espinal
cervical
Orificio de
Fragmento Magendie
seccionado
y desplazado
dé la duramadre
y de la aracnoides Médula oblongada
Figura 15-10 Disección de la cara posterior de la cabeza y del cuello. La mayor parte del hueso occipital ha sido
extraída, exponiendo la capa perióstica de la dura. En el lado derecho, se ha practicado una ventana en la
duramadre, por debajo del seno venoso transverso para exponer el cerebelo y la médula oblongada en la fosa
craneal posterior. En el cuello, la duramadre y la aracnoides se han incidido en su línea media para exponer la
médula espinal y las raíces de los nervios de la médula cervical. Obsérvense los nervios raquídeos cervicales
saliendo del canal vertebral envueltos en una vaina meníngea.
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Aracnoides
La aracnoides es una delicada lámina impermeable que recubre la médula espinal y que
se sitúa entre la piamadre internamente y la duramadre externamente (figs. 15-9 y 15-
10). Está separada de la piamadre por un amplio espacio, espacio subaracnoideo, que
se encuentra lleno de líquido cefalorraquídeo. El espacio subaracnoideo está
atravesado por una serie de finas bandas de tejido conectivo. La aracnoides se continúa
por encima a través del agujero magno con la aracnoides que recubre el cerebro.
Caudalmente, finaliza en el filum terminal a nivel del borde inferior de la segunda
vértebra sacra (fig. 15-9). La aracnoides se continúa a lo largo de las raíces de los nervios
raquídeos formando pequeñas extensiones laterales del espacio subaracnoideo.
Piamadre
La piamadre, una membrana vascular que recubre estrechamente la médula espinal (fig.
15-9); se encuentra engrosada a cada lado, entre las raíces nerviosas, para formar el
ligamento dentado, que tiene un trayecto hacia fuera para adherirse a la aracnoides y a
la duramadre. Por este medio, la médula espinal se encuentra suspendida en mitad de la
vaina dural. La piamadre se extiende a lo largo de cada una de las raíces nerviosas, y se
continúa con el tejido conectivo que rodea a cada uno de los nervios raquídeos (fig. 15-
9).
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Margen seccionado
y rechazado
de la duramadre Médula espinal
y de la aracnoides
Cono medular
Raíces nerviosas
anteriores
Extremo inferiot'
y posteriores dela médula
de la cola de caballo
espinal
Filum t8fminal
Extremo inferiOt'
del espacio
subaracnoideo
Filum tenninal
Figura 15-11 Disección de la parte inferior de la espalda, incluyendo una laminectomía completa de las regiones
lumbar y sacra de la columna vertebral. La vaina meníngea ha sido cortada y desplazada lateralmente, exponiendo
el espacio subaracnoideo, la parte final de la médula espinal y la cola de caballo. Obsérvese el filum terminal
rodeado por las raíces anterior y posterior de los nervios raquídeos lumbar y sacro formando la cola de caballo.
NOTAS CLÍNICAS
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Periostio
Cape perió,stiea
(ondóstioa) de
la duramadre C~a~tica
de la duramadre
Coágulo
de sange
opid ur3'
Periostio
¼lntrk'-'O
derecho Hu eso aaneal
di#'torslonndo
Coágulo de
$;:1ngro .svbdurol
Copo poriootic.1.
Hoz cerebral de la clJramadre,
despl{IZt\d&
Ventñcolos
lateralos -"'~~f-- - - f
dist0r$Íonados
Arocnoido$
B
Figura 15-12 Representación esquemática de una hemorragia epidural y una hemorragia subdural. A:
hemorragia epidural procedente de una arteria o vena meníngea media en el lado izquierdo. El hematoma tiene
una forma lenticular y ocupa el espacio entre la capa endóstica de la duramadre (periostio del cráneo) y la capa
meníngea de la duramadre (duramadre verdadera, de aquí el nombre epidural). B: hemorragia subdural
procedente de las venas cerebrales en el lugar de entrada en el seno venoso del lado derecho. El hematoma
tiene forma de media luna y ocupa el espacio entre la capa meníngea de la duramadre y la aracnoides (es decir,
por debajo de la duramadre).
Cefalea alcohólica
Es debida al efecto tóxico directo del alcohol sobre las meninges.
Cefalea debida a enfermedad dental, de los senos paranasales y de los ojos
La infección dental y la sinusitis son causas habituales de cefalea. El dolor se irradia a
la piel de la cara y a la frente, a lo largo de las ramas del nervio trigémino. El espasmo
tónico del músculo ciliar del ojo, cuando se intenta enfocar en un objeto durante
períodos prolongados (p. ej., leer letra pequeña) puede ocasionar una cefalea orbital
importante. Suele ocurrir en las personas que necesitan gafas para la corrección de la
presbicia.
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hiperreflexia osteotendinosa y signo de Babinski positivo en el lado derecho. El análisis del líquido
cefalorraquídeo mediante punción lumbar demostró incremento de la presión, así como la presencia de
sangre en el mismo. La exploración radiológica no mostró fracturas en el cráneo. Una TC mostró la
presencia de un hematoma subdural. ¿Qué es exactamente un hematoma subdural?
1 Algunos autores consideran que la diplejía cerebral congénita se produce tempranamente en la vida fetal, y que
es ocasionada por una infección vírica que frena el desarrollo cerebral.
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que se une con el seno transverso. También puede desgarrarse la gran vena cerebral. El resultado es una
hemorragia subaracnoidea o subdural, con la lesión cerebral acompañante.
7. La pérdida inicial de consciencia fue debida a la contusión o traumatismo cerebral. La inflamación sobre el
temporal derecho y el hallazgo radiológico de la fractura sobre la arteria meníngea media derecha eran
debidas a la hemorragia procedente de la arteria sobre el músculo y partes blandas suprayacentes. Esta
paciente tenía una hemorragia extradural. La hemiplejía homolateral derecha era debida a la compresión del
pedúnculo cerebral izquierdo contra el borde del tentorio del cerebelo. Es un hecho inusual. Es más
frecuente una hemiplejía izquierda debida a la presión sobre la circunvolución precentral derecha. La pupila
fija y dilatada derecha se debía a la presión sobre el nervio oculomotor derecho por la circunvolución del
hipocampo, que se había herniado a través de la escotadura del tentorio (tienda).
8. Un hematoma subdural es una acumulación de sangre coagulada en el espacio entre la capa meníngea de la
duramadre y la aracnoides. Es resultado de un desgarro en las venas cerebrales superiores del cerebro en su
punto de entrada en el interior del seno sagital superior. La causa suele ser un golpe en la frente o en la parte
posterior de la cabeza, que ocasiona un desplazamiento anteroposterior excesivo del cerebro en el interior del
cráneo. Un hematoma subdural puede identificarse con facilidad mediante TC como un reborde denso de
sangre que se extiende a lo largo de la tabla interna del cráneo, obliterando las fisuras cerebrales y
desplazando las estructuras cerebrales hacia el lado opuesto.
PREGUNTAS DE REVISIÓN
Instrucciones: cada uno de los apartados numerados en esta sección se acompaña de respuestas.
Seleccione la letra de la respuesta CORRECTA.
1. Las siguientes afirmaciones tienen que ver con las meninges del cerebro:
(a) Ambas capas de la duramadre que recubren el cerebro se continúan a través del agujero magno con la
duramadre que recubre la médula espinal.
(b) La capa perióstica de la duramadre no se continúa con los ligamentos suturales del cráneo.
(c) En el punto en el que cada nervio craneal pasa a través de su orificio en el cráneo, el nervio está rodeado
solamente por una vaina tubular de aracnoides.
(d) Los senos venosos craneales tienen un trayecto entre las capas meníngea y endóstica de la duramadre.
(e) Las meninges se extienden anteriormente a través del canal óptico y se fusionan con el periostio de la
cavidad orbitaria.
2. Las siguientes afirmaciones generales tienen que ver con las meninges:
(a) La cisterna cerebelomedular se encuentra entre la superficie inferior del cerebelo y el techo del cuarto
ventrículo, y contiene linfa.
(b) La aracnoides es permeable al líquido cefalorraquídeo.
(c) El líquido cefalorraquídeo en las vellosidades aracnoideas es capaz de drenar en los senos venosos a
través de pequeños túbulos tapizados por células endoteliales.
(d) La aracnoides que rodea la médula espinal finaliza inferiormente en el filum terminal a nivel del borde
inferior de la primera vértebra sacra.
(e) El espacio extradural que separa la hoja de la duramadre de la médula espinal y las paredes del canal
vertebral contiene el plexo vertebral venoso externo.
3. Las siguientes afirmaciones hacen referencia al tentorio del cerebelo:
(a) El borde libre se encuentra fijado en su parte anterior a las apófisis clinoides posteriores.
(b) Está formado a partir de la capa meníngea de la duramadre.
(c) Separa el cerebelo de los lóbulos temporales del cerebro.
(d) El seno sigmoideo se sitúa en el interior del borde fijado al hueso occipital.
(e) En el borde anterior se encuentra el seno venoso occipital.
4. Las siguientes afirmaciones hacen referencia a la cefalea:
(a) El tejido cerebral es insensible al dolor.
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el filum terminal, a nivel del borde inferior de la segunda vértebra sacra (v. fig. 15-9). E. El espacio
extradural que separa la hoja dural de la médula espinal y las paredes del canal vertebral se encuentra lleno de
un tejido areolar laxo y contiene el plexo venoso vertebral interno (v. fig. 1-3).
3. B es correcta. El tentorio del cerebelo está formado por la capa meníngea de la duramadre (v. fig. 15-3). A.
El borde libre del tentorio del cerebelo está fijado anteriormente a las apófisis clinoides anteriores del hueso
esfenoides (v. pág. 428). C. El tentorio del cerebelo separa el cerebelo de los lóbulos occipitales del cerebro
(v. pág. 428). D. El seno sigmoideo no se encuentra en el interior del borde libre del tentorio del cerebelo (v.
pág. 433). E. En el eje anterior del tentorio del cerebelo se encuentra la escotadura del tentorio (tienda) (v.
fig. 15-4).
4. A es correcta. El tejido cerebral es insensible al dolor (v. pág. 439). B. El dolor intracraneal surge de
receptores situados en la duramadre (v. pág. 439). C. Un tumor cerebral en expansión localizado en la fosa
craneal posterior ocasiona un dolor irradiado a la nuca (v. pág. 439). D. Se cree que la cefalea migrañosa se
debe a la dilatación de las arterias cerebrales y las ramas de la arteria carótida externa (v. pág. 439). E. Las
cefaleas asociadas con presbicia son debidas al espasmo tónico de los músculos ciliares de los ojos.
5. A es correcta. El espacio subaracnoideo está lleno de líquido cefalorraquídeo (v. pág. 435). B. El espacio
subaracnoideo se extiende inferiormente hasta la segunda vértebra sacra (v. fig. 15-9). C. El espacio
subaracnoideo contiene las arterias y venas cerebrales (v. pág. 435). D. Los nervios craneales se encuentran
en el interior del espacio subaracnoideo (v. págs. 435 y sig.). E. Las vellosidades aracnoideas se proyectan
en el interior de los senos venosos como minúsculas saculaciones del espacio subaracnoideo (v. pág. 460).
6. E es correcta. El seno cavernoso se relaciona medialmente con la hipófisis y con el seno esfenoidal (v. figura
15-6). A. El seno cavernoso contiene la arteria carótida interna y el nervio abducens que lo atraviesa (v. fig.
15-6). B. El seno cavernoso contiene el nervio oculomotor, troclear y la rama oftálmica del nervio trigémino
en su pared lateral (v. fig. 15-6). C. El seno cavernoso drena posteriormente en los senos petrosos superior
e inferior (v. fig. 15-1). D. El seno cavernoso presenta una comunicación clínicamente muy importante con
la vena facial, a través de la vena oftálmica superior (v. pág. 434).
7. C es correcta. La hoz del cerebro limita los movimientos rotatorios del cerebro en el interior del cráneo (v.
pág. 438).
8. D es correcta. El nervio trigémino es un importante nervio sensitivo para la duramadre en el interior del
cráneo (v. pág. 439).
LECTURAS RECOMENDADAS
Clifton, G. L. Hypothermia in Acute Brain Injury. Newsletter (vol. 7, n. o 2), The Neuroscience Research Center,
The University of TexasHouston Health Science Center, 2000.
Dalessio, D. J., and Silberstein, S. D. Wolff's Headache and Other Head Pain (6th ed.). New York: Oxford
University Press, 1993.
Durand, M. L., Calderwood, S. B., Weber, D. J., Miller, S. I., Southwick, F. S., Caviness, V.S., Jr., et al. Acute
bacterial meningitis in adults. N. Engl. J. Med. 328:21, 1993.
Goetz, C. G. Textbook of Clinical Neurology (2nd ed.). Philadelphia: Saunders 2003.
Lance, J. W. The Mechanism and Management of Headache (5th ed.). London: Butterworth, 1993.
Livingston, D. H., Lavery, R. F., Mosenthal, A. C., Knudson, M. M., Lee, S., Morabito, D., et al. Recovery at
one year following isolated traumatic brain injury: A Western Trauma Association prospective multicenter trial.
J.Trauma 59:1298, 2005.
Okie, S. Traumatic brain injury in the war zone. N. Engl. J. Med. 352:20, 2005.
Rowland, L. P. Merritt's Neurology (10th ed.). Philadelphia: Lippincott Williams & Wilkins, 2000.
Snell, R. S. Clinical Anatomy by Regions (8th ed.). Philadelphia: Lippincott Williams & Wilkins, 2008.
Snell, R. S. Clinical Anatomy by Systems. Philadelphia: Lippincott Williams & Wilkins, 2007.
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CAPÍTULO 16
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SISTEMA VENTRICULAR
Los ventrículos son cuatro cavidades llenas de líquido localizadas dentro del cerebro: son
los dos ventrículos laterales, el tercer ventrículo y el cuarto ventrículo (fig. 16-1; v.
también las láminas 3, 4, 7 y 8 del Atlas). Los dos ventrículos laterales se comunican
con el tercer ventrículo a través del agujero interventricular (o de Monro). El tercer
ventrículo está conectado al cuarto ventrículo mediante el acueducto cerebral
(acueducto de Silvio). El cuarto ventrículo, a su vez, se continúa con el conducto
ependimario de la médula espinal, y a través de tres agujeros en su parte superior, con
el espacio subaracnoideo. El conducto ependimario en la médula espinal tiene una
pequeña dilatación en su extremo inferior, conocido como el ventrículo terminal (fig.
16-1).
Los ventrículos están recubiertos por epéndimo y están llenos de líquido
cefalorraquídeo. Los ventrículos derivan de la cavidad del tubo neural.
Ventrículos laterales
Hay dos grandes ventrículos laterales, y cada uno de ellos se encuentra en uno de los
hemisferios cerebrales (fig. 16-2). El ventrículo es una cavidad que macroscópicamente
tiene forma de C, y que se puede dividir en el cuerpo, que ocupa el lóbulo parietal y a
partir del cual se extienden las columnas anterior, posterior e inferior a los lóbulos
frontal, occipital y temporal, respectivamente. El ventrículo lateral se comunica con la
cavidad del tercer ventrículo a través del agujero interventricular (figs. 16-2 a 16-4).
Esta abertura, que se encuentra en la parte anterior de la pared medial del ventrículo, está
limitada anteriormente por el pilar anterior del fórnix cerebral, y posteriormente por el
extremo anterior del tálamo.
El cuerpo del ventrículo lateral se extiende desde el agujero interventricular
posteriormente hasta el extremo posterior del tálamo. Ahí, se continúa con las columnas
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posteriores e inferiores. El cuerpo del ventrículo lateral tiene un techo, un piso y una
pared medial (fig. 16-5).
El techo está formado por la superficie inferior del cuerpo calloso (fig. 16-5). El piso
está formado por el cuerpo del núcleo caudado y por el margen lateral del tálamo. La
superficie superior del tálamo está oculta en su parte medial por el cuerpo del fórnix. El
plexo coroideo del ventrículo se proyecta en el cuerpo del ventrículo a través de un
hiato en forma de hendidura entre el cuerpo del fórnix y la superficie superior del tálamo.
Este hiato en forma de hendidura se conoce como fisura coroidea; a través de ella, los
vasos sanguíneos del plexo invaginan la piamadre de la tela coroidea y el epéndimo del
ventrículo lateral. La pared medial está formada por el septo pelúcido por delante; por
detrás, el techo y el piso se unen en la pared medial (fig. 16-5).
El cordón anterior del ventrículo lateral se extiende hacia delante en el lóbulo
frontal (figs. 16-2 y 16-3). Se continúa posteriormente con el cuerpo del ventrículo en el
agujero interventricular. El cordón anterior tiene un techo, un piso y una pared medial. El
techo está formado por la superficie inferior de la parte anterior del cuerpo calloso; la
rodilla del cuerpo calloso limita el cordón anterior por delante (fig. 16-5). El piso está
formado por la cabeza redondeada del núcleo caudado; medialmente, una pequeña
proporción está formada por la superficie superior del pico del cuerpo calloso. La
pared medial está formada por el septo pelúcido y por el pilar anterior del fórnix (fig.
16-5).
El cordón posterior del ventrículo lateral se extiende posteriormente en el lóbulo
occipital (figs. 16-2 y 16-3). El techo y la pared lateral están formados por fibras del
tapetum del cuerpo calloso. Lateral al tapetum o membrana se hallan las fibras de la
radiación óptica (fig. 16-5). La pared medial del cordón posterior tiene dos
elevaciones. La prominencia superior está producida por las fibras del rodete del cuerpo
calloso, conocidas como fórceps mayor o posterior, pasando hacia atrás en el lóbulo
occipital; esta prominencia superior se conoce como bulbo del cordón posterior. La
prominencia inferior se produce por el surco calcarino y se conoce como espolón
calcarino (fig. 16-5).
El cordón inferior del ventrículo lateral se extiende anteriormente en el lóbulo
temporal (figs. 16-2 y 16-3). El cordón inferior tiene un techo y un piso (fig. 16-5).
El techo está formado por la superficie inferior del tapetum o membrana del cuerpo
calloso, y por la cola del núcleo caudado (v. fig. 9-5). Esta última pasa anteriormente
para terminar en el núcleo amigdalino. Medial a la cola del núcleo caudado se halla la
estría terminal, que también termina anteriormente en el núcleo amigdalino.
El piso está formado lateralmente por la eminencia colateral, originada por el surco
colateral, y medialmente por el hipocampo (v. figs. 9-3 y 9-4). El extremo anterior del
hipocampo se extiende y está ligeramente arrugado para formar el pie del hipocampo.
El hipocampo está compuesto de materia gris; no obstante, la superficie ventricular del
hipocampo se halla cubierta de una capa fina de materia blanca conocida como álveo,
que está formada por los axones de las células del hipocampo. Estos axones convergen
en el borde medial del hipocampo para formar un haz conocido como fimbria. La
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fimbria del hipocampo se continúa posteriormente con el pilar posterior del fórnix.
Seno venoso sagital supe<ior
Granulación aracnoidea
Aracnoides
Espacio subaracnoidéO lleno,
-. ~ deliquidocefalorraquídeo
• ~ · - - - Piamadre
•iiiililfl,-iiÍÍÍl~-/-~~~~ ---Ploxo cocoidoo del
ventriculo lateral
Véntr'ic:ulo lateral
Agujero interventñcutar
Tercer ventriculo
Acuéducto Cél'ebral
Tentorio (tienda) del oerebelo
Espacio
suba.racnoideo
llonodeliquido c._......;::¡¡.,Jlli~
c-ef.üorraquidoo
Ventriculo terminal
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Tercer ventrículo
Acueducto cerobral
Cordón infetior {ventriculo lateral)
Conducto ependimario
A
Cordón MteriOf (ventriculo latera~
A,gujero interventrioular
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Cordón anterior
(ventrículo lateraQ
Cordón posterior
(ventriculo lateraQ
Agujero interventricular
Tercer ventriculo
Tercer ventrículo
~L b-~-- ,
Cuarto ventrículo
\,, b Cordón posterior (ventrículo lateraQ
Conducto ependimario
B
Figura 16-3 Cavidades ventriculares del cerebro: A: vista lateral. B: vista superior.
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Tercer ventrículo
El tercer ventrículo es una hendidura situada entre los dos tálamos. Se comunica
anteriormente con los ventrículos laterales a través del agujero interventricular (de
Monro) y posteriormente con el cuarto ventrículo a través del acueducto cerebral (fig.
16-4). Las paredes del tercer ventrículo se describen en la página 257.
~ - --l¡¡¡¡¡,--Comisura habenular
Cuerpo pineal
Comisura posterior
Puente (protuberancia)
Figura 16-4 Corte sagital del cerebro que muestra el tercer ventrículo, el acueducto cerebral y el cuarto
ventrículo.
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Los dos bordes o franjas vasculares que cuelgan desde el techo del tercer ventrículo
forman el plexo coroideo. La función de los plexos coroideos es producir líquido
cefalorraquídeo.
El aporte de sangre de la tela coroidea, y por tanto, también de los plexos coroideos
del tercer ventrículo y de los ventrículos laterales deriva de las ramas coroideas de la
carótida interna y de las arterias basilares. La sangre venosa drena en las venas
cerebrales internas, que se unen para formar la vena cerebral magna. La vena cerebral
magna se une al seno sagital inferior para formar el seno recto.
Acueducto cerebral
El acueducto cerebral es un canal estrecho (de 1,8 cm de longitud) que conecta el tercer
ventrículo con el cuarto (figs. 16-2 y 16-3). Está recubierto de epéndimo y se halla
rodeado de una capa de materia gris denominada el gris central. El líquido
cefalorraquídeo fluye desde el tercer ventrículo hacia el cuarto. No existe plexo coroideo
en el acueducto cerebral.
Cuarto ventrículo
El cuarto ventrículo es una cavidad en forma de tienda, llena de líquido cefalorraquídeo.
Está situado anterior al cerebelo y posterior al puente (protuberancia) y a la mitad
superior de la médula oblongada (figs. 16-4, 16-7 y 16-9). Está recubierto por epéndimo,
y se continúa por arriba con el acueducto cerebral del mesencéfalo y por debajo con el
conducto ependimario de la médula oblongada y la médula espinal (fig. 16-3). El cuarto
ventrículo posee límites laterales, un techo y un piso de forma romboidal.
Límites laterales
La parte caudal de cada límite lateral está formada por el pedúnculo cerebeloso anterior
(fig. 16-10). La parte craneal de cada límite lateral está formada por el pedúnculo
cerebeloso superior.
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A
Fisuro loogitudinal
Cue,po del nUC:leo caudado
Cu,e,rpo del CtJ&tpo calloso
Plexo coroideo del 1 Septo pelli<:ldo
vontriculo &&toral
Tálamo (parte medial) CuefPO del ventriculo lateral
- fnsula
-Cápsutalnt0m3
nUcleo lenticular ~_ \ _, Columna fltGf'l'\3
~~ ~ delventñculolatecal
Nucleorojo ~~ Acueductocerebral
Sustancia negra Coliculo supenot
B
Flsuta longitudinal
_,,-.,,-...,. Rodete del cuerpo
eollooo
PléXO c<>roidoo Tapétum d~ cuet·po
calloso
Radiación óptico
E.spol6n ealearino
";,l~
ii
;:::;;¡;:~ - - Hoz longi1\ldinal
inferioc
Suroo calcarino
Surco colateral
e
Figura 16-5 Cortes coronales del cerebro que pasan a través del cordón anterior del ventrículo lateral (A), el
cuerpo del ventrículo lateral (B) y el cordón posterior del ventrículo lateral (C).
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Epéndimo
Agujero interventricular ·
Mesencéfalo
~
Epéndimo
Cerebelo Aracnoides
Piamadre
Espacio subaracnoideo
.__----lleno de líquido
cefalorraquídeo
= - -!!-!- - Puente (protuberancia)
-r ~¡a,¡¡;::,-_¡a,:¡;,;;;;~J•1z'=- - -Cisterna pontina
Cavidad del cuarto ventrículo
llena de líquido cefalorraquídeo
Cisterna
cerebelomedular
Abertura media
en el techo del cuarto ventrículo Médula oblongada
(agujero de Magend,e)
Conducto ependimario
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Figura 16-7 Corte sagital del cuarto ventrículo que muestra el origen y la circulación del líquido cefalorraquídeo.
Obsérvese la posición del agujero de Magendie.
Cuerpo calloso
Cuerpo del fómix
___,,,..J,----Tálruno
7
-/'!==:--=-== -=-L - - cavidad del tereer
ventriculo
Epéndimo
A
Plexo coroideo del ventrículo lateral
Fisura coroidea
Cavidad del cordón inferior
del ventrículo lateral
Circunvolución
dentada Ependlmo
Medial Lateral
Ci1ct1nvollción
parahipoc,lmpica
Surco colateral
B
Figura 16-8 Corte coronal de las cavidades del tercer ventrículo y de los ventrículos laterales (A) y de la cavidad
del cordón inferior del ventrículo lateral (B).
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techo está perforada en la línea media por una gran apertura, la abertura media (agujero
de Magendie) (figs. 16-11 y 16-12). El receso lateral se extiende lateralmente alrededor
de los lados de la médula oblongada, y se abre anteriormente como aberturas laterales
del cuarto ventrículo, o agujeros de Luschka (fig. 16-13). Por tanto, la cavidad del
cuarto ventrículo se comunica con el espacio subaracnoideo a través de una única
abertura media y de dos aberturas laterales. Estas importantes aberturas permiten que el
líquido cefalorraquídeo fluya desde el sistema ventricular al espacio subaracnoideo.
Nervio oculomot0<
Puente
~-...- Declive
Láminas
(protuberancia)
Cavidad del
cuarto ventrículo - +-- - - -a:;=--'
Techo del cuarto
ventriculo
y plexo coroideo Túber
Médula
oblongada
Nódulo
Pirámide
Figura 16-9 Corte sagital a través del tallo y del cerebelo que muestra el cuarto ventrículo.
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Sustancia ferruginosa
Mesencéfalo
Figura 16-10 Superficie posterior del tallo que muestra el piso del cuarto ventrículo. Se ha eliminado el cerebelo.
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Colle.,lo
facial Hemisferio
cerebeloso
Vermisdel derecho
cerebefo
B
Figura 16-11 Vista posterior de la cavidad del cuarto ventrículo. A: el vermis del cerebelo se ha dividido en la
línea media, y los hemisferios cerebelosos se han desplazado lateralmente. B: se ha eliminado la mayor parte del
cerebelo, dejando el velo medular superior e inferior. Obsérvese que la mitad derecha de la médula oblongada
inferior se ha reflejado inferiormente para mostrar el plexo coroideo.
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Vermis
Hemisferio oe<ebeloso ~
Tubérculo cuneijo,me
Tubérculo grácil
::,.r Piso de la parte inferior
del cuarto ventriculo
Médula oblongada
Figura 16-12 Vista posterior del techo del cuarto ventrículo. El cerebelo se ha desplazado superiormente para
mostrar la gran abertura media (agujero de Magendie).
Por debajo de las estrías medulares se pueden reconocer las siguientes características
en el piso del cuarto ventrículo. La más medial es el trígono del hipogloso, que indica
la posición del núcleo hipogloso subyacente (fig. 16-11). Lateral a éste se encuentra el
trígono vagal, por debajo del cual se encuentra el núcleo motor dorsal del vago. El área
postrema es una zona estrecha situada entre el trígono vagal y el margen lateral del
ventrículo, justo ventral a la apertura en el conducto ependimario. La parte inferior del
área vestibular también está lateral al trígono vagal.
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Tubérculo grácil
Figura 16-13 Vista posterior del techo del cuarto ventrículo tras retirar la mayor parte del cerebelo. Muestra el
receso lateral y la abertura lateral (agujero de Luschka).
C uarto ventrículo
Figura 16-14 Corte transversal a través del cuarto ventrículo y del puente (protuberancia), que muestra el núcleo
del nervio facial y su relación con el núcleo del nervio abducens.
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El conducto ependimario se abre por arriba al cuarto ventrículo. Por abajo, se extiende a
través de la mitad inferior de la médula oblongada y a través de toda la longitud de la
médula espinal. En el cono medular de la médula espinal, se expande para formar el
ventrículo terminal (fig. 16-1). El conducto ependimario se halla cerrado en su extremo
inferior, está lleno de líquido cefalorraquídeo, y está recubierto por epéndimo. El
conducto ependimario está rodeado de sustancia gris, la comisura gris. No existe plexo
coroideo en el conducto ependimario.
ESPACIO SUBARACNOIDEO
El espacio subaracnoideo es el espacio situado entre la membrana aracnoidea y la
piamadre, y por tanto, se halla presente donde la meninges rodean al cerebro y a la
médula espinal (fig. 16-1). El espacio está lleno de líquido cefalorraquídeo, y contiene los
grandes vasos sanguíneos del encéfalo (fig. 16-15). Este espacio lo atraviesa una red de
finas trabéculas, formadas por tejido conectivo delicado. El espacio subaracnoideo rodea
completamente el cerebro y se extiende a lo largo de los nervios olfatorios. El espacio
subaracnoideo también se extiende a lo largo de los vasos sanguíneos cerebrales
conforme entran y dejan la sustancia del cerebro, y termina donde los vasos se
convierten en una arteriola o en una vénula.
En determinadas situaciones, alrededor de la base del cerebro, la aracnoides no sigue
estrechamente la superficie del cerebro. En estos casos, el espacio subaracnoideo se
expande para formar las cisternas subaracnoideas. Las descripciones de las cisternas
cerebelomedulares, la cisterna pontina y la cisterna interpeduncular, que son las
cisternas más grandes, se encuentran en la página 435.
Por abajo, el espacio subaracnoideo se extiende más allá del extremo inferior de la
médula espinal y rodea la cola de caballo (v. fig. 1-16). Abajo, el espacio subaracnoideo
termina a nivel del espacio entre la segunda y la tercera vértebras sacras.
El espacio subaracnoideo rodea los nervios raquídeo y craneal y los sigue hasta donde
dejan el cráneo y el canal vertebral. Aquí, la sustancia aracnoidea y la piamadre se
fusionan con el perineuro de cada nervio.
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'.,• e~/:_'
·~ t< :
Figura 16-15 Diagrama del espacio subaracnoideo alrededor del hemisferio cerebral que muestra la relación del
vaso sanguíneo cerebral con respecto a las meninges y la corteza cerebral.
LÍQUIDO CEFALORRAQUÍDEO
El líquido cefalorraquídeo se encuentra en los ventrículos del cerebro y en el espacio
subaracnoideo alrededor del cerebro y de la médula espinal. Su volumen es de alrededor
de 150 ml. Es claro, incoloro y posee, disueltas, sales inorgánicas similares a las del
plasma sanguíneo. El contenido de glucosa es de alrededor de la mitad del de la sangre, y
sólo contiene una cantidad mínima de proteínas. Sólo hay unas pocas células que
corresponden a linfocitos. El recuento linfocitario normal es de 0 a 3 células por
milímetro cúbico. La presión del líquido cefalorraquídeo se mantiene
considerablemente constante. En la posición de decúbito lateral, la presión, medida en
una punción lumbar, es de 60 mmH2O a 150 mmH2O. Esta presión puede aumentar
mediante el esfuerzo, la tos y la compresión de las venas yugulares externas en el cuello
(v. pág. 467). En la tabla 16-1 se resumen las características físicas y la composición del
líquido cefalorraquídeo.
Funciones
El líquido cefalorraquídeo, al bañar las superficies externas e internas del cerebro y la
médula espinal, sirve de amortiguador entre el sistema nervioso central y los huesos que
lo rodean, lo cual lo protege contra traumatismos mecánicos. Debido a que la densidad
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del cerebro es sólo ligeramente superior a la del líquido cefalorraquídeo, esto proporciona
una capacidad mecánica para flotar y un apoyo para el cerebro. La estrecha relación del
líquido con el sistema nervioso central y con la sangre hace que sirva como un reservorio
y ayude a la regulación de los contenidos del cráneo.
Por ejemplo, si aumenta el volumen del cerebro o de los vasos sanguíneos, entonces
disminuye el volumen del líquido cefalorraquídeo.
Puesto que el líquido cefalorraquídeo es una sustancia fisiológica ideal, probablemente
desempeña una parte activa en la alimentación del tejido nervioso; casi con certeza ayuda
a la eliminación de los productos del metabolismo neuronal. Es posible que las
secreciones de la glándula pineal influyan en las actividades de la hipófisis por la
circulación en el líquido cefalorraquídeo en el tercer ventrículo (v. pág. 449).
En la tabla 16-2 se resumen las funciones del líquido cefalorraquídeo.
Composición
Proteínas 15-45 mg/100 mi
Glucosa 50-85 mg/100 mi
Cloro 720-750 mg/100 mi
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Formación
El líquido cefalorraquídeo se forma principalmente en los plexos coroideos de los
ventrículos laterales, tercero y cuarto; parte de él se origina en las células ependimarias
que recubren los ventrículos y en la sustancia encefálica a través de los espacios
perivasculares.
Los plexos coroideos tienen una superficie mucho mayor plegada, y cada pliegue
consiste en un centro de tejido conectivo vascular cubierto con epitelio coroideo del
epéndimo (fig. 16-16).
La exploración con microscopia electrónica de las células epiteliales muestra que sus
superficies libres se hallan cubiertas de microvellosidades. La sangre de los capilares está
separada de la luz ventricular por el endotelio, una membrana basal y el epitelio
superficial. Las células epiteliales están fenestradas, y son permeables a las moléculas
grandes.
Los plexos coroideos secretan activamente líquido cefalorraquídeo, y esto crea un
pequeño gradiente de presión. Al mismo tiempo, transportan activamente metabolitos del
sistema nervioso desde el líquido cefalorraquídeo a la sangre. El transporte activo
también explica el hecho de que las concentraciones de potasio, calcio, magnesio,
bicarbonato y glucosa sean más bajas en el líquido cefalorraquídeo que en el plasma
sanguíneo.
El líquido cefalorraquídeo se produce continuamente a una velocidad de alrededor de
0,5 ml por minuto y con un volumen total de alrededor de 150 ml; esto se corresponde
con un tiempo de recambio de alrededor de 5 h.
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Circulación
La circulación comienza con su secreción desde los plexos coroideos en los ventrículos
(y en una pequeña cantidad, desde la superficie cerebral). El líquido pasa desde los
ventrículos laterales al tercer ventrículo a través de los agujeros interventriculares (figs.
16-1 y 16-17). Pasa luego al cuarto ventrículo a través del estrecho acueducto cerebral.
La circulación se ve ayudada por las pulsaciones arteriales de los plexos coroideos y por
los cilios de las células ependimarias que recubren los ventrículos.
Microvellosidades
Cilios Unión estrecha Membrana basal
Epitelio ependimario
del plexo coroideo
Endotelio del
vaso capilar
-
?ji \~:'.f l ';~
: /' \~;:;t:
...,.. :r.D'_.,.,. . -·· ~1:f :t ,{I-
-~ -·
..
~-""'-""'""'"'
de liquido cefalorraquídeo
Figura 16-16 Estructura microscópica del plexo coroideo que muestra el camino que siguen los líquidos en la
formación del líquido cefalorraquídeo.
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Figura 16-17 Circulación del líquido cefalorraquídeo. La línea discontinua indica la dirección que sigue el líquido
dentro de las cavidades del sistema nervioso central.
Desde el cuarto ventrículo, el líquido pasa lentamente a través del agujero medio y de
los agujeros laterales de los recesos laterales del cuarto ventrículo, y penetra en el espacio
subaracnoideo. El líquido fluye desde la cisterna cerebelomedular y las cisternas
pontinas, y circula hacia arriba a través de la escotadura del tentorio (tienda) del cerebelo
para llegar a la superficie inferior del cerebro (figs. 16-1 y 16-17).
Tiene un trayecto hacia arriba sobre la cara lateral de cada hemisferio cerebral,
ayudado por las pulsaciones de las arterias cerebrales. Parte del líquido cefalorraquídeo
se mueve hacia abajo por el espacio subaracnoideo, alrededor de la médula espinal y de
la cola de caballo. Aquí, el líquido cefalorraquídeo se halla en un extremo muerto, y la
consiguiente circulación depende de las pulsaciones de las arterias espinales y de los
movimientos de la columna vertebral, la respiración, la tos, y los cambios en las
posiciones del cuerpo.
El líquido cefalorraquídeo no baña sólo las superficies ependimaria y de la piamadre
del cerebro y de la médula espinal, sino que también penetra en el tejido nervioso a lo
largo de los vasos sanguíneos.
Absorción
Los principales lugares de absorción del líquido cefalorraquídeo son las vellosidades
aracnoideas que se proyectan en los senos venosos de la duramadre, especialmente el
seno sagital superior (fig. 16-18). Las vellosidades aracnoideas tienden a agruparse para
formar elevaciones conocidas como granulaciones aracnoideas. Estructuralmente, cada
vellosidad aracnoidea es un divertículo del espacio subaracnoideo que perfora la
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duramadre. El divertículo aracnoideo está cubierto por una capa celular fina que, a su
vez, está cubierta por el endotelio de los senos venosos. Las granulaciones aracnoideas
aumentan en número y en tamaño con la edad, y tienden a calcificarse con la edad
avanzada.
La absorción del líquido cefalorraquídeo en los senos venosos se produce cuando la
presión del líquido cefalorraquídeo supera la presión venosa en el seno. Los estudios de
microscopia electrónica de las vellosidades aracnoideas indican que los finos túbulos
recubiertos con endotelio permiten un flujo directo de líquido desde el espacio
subaracnoideo a la luz de los senos venosos.
Si la presión venosa aumenta y supera la presión del líquido cefalorraquídeo, la
compresión de los extremos de las vellosidades cierra los túbulos y evita el reflujo de la
sangre en el espacio subaracnoideo. Las vellosidades aracnoideas sirven como válvulas.
Probablemente, parte del líquido cefalorraquídeo se absorbe directamente de las venas
en el espacio subaracnoideo, y posiblemente un poco se escapa a través de los vasos
linfáticos perineurales de los nervios craneales y espinales.
Debido a que la producción de líquido cefalorraquídeo desde los plexos coroideos es
constante, la velocidad de absorción del líquido cefalorraquídeo a través de las
vellosidades aracnoideas controla la presión del líquido cefalorraquídeo.
770
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Ou,amadre
Gmnulaclón aracnokfea
Amcnoódes
E&pacio subaracnoidoo .
Reno do liquido oefolotraqwdoo
Cor1oza corobtat
A
Células endotelia.Jes que re.vis.ton
ol seno venoso sagital superior
B
Figura 16-18 A: corte coronal del seno sagital superior que muestra una granulación aracnoidea. B: vista
aumentada de una granulación aracnoidea que muestra el camino que sigue el líquido cefalorraquídeo en el
sistema venoso.
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Esclerótica
Duramadre
Aracnoides
Piamadre
Nervio óptico
Aracnoides
Piamadre
Duramadre
Raiz posterior Duramadre
Espacio subaracnokfeo Aracnoides
lleno de liquido
cefalorraquideo
Raíz anterior
/
Ganglio del trigémino Espacio subaracnoideo lleno
de liquido cefalorraquideo
e
Duramadre
Nervio espinal
B
Figura 16-19 Curso seguido por el líquido cefalorraquídeo alrededor del nervio óptico (A), las raíces de los
nervios raquídeos (B) y el nervio trigémino (C).
Barrera hematoencefálica
Los experimentos de Paul Ehrlich en 1882 mostraron que los animales vivos a los que se
les inyectaba por vía intravascular colorantes vitales, como el azul tripano, mostraban
una tinción de todos los tejidos del cuerpo excepto del cerebro y de la médula espinal.
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Más adelante se demostró que aunque la mayor parte del cerebro no está teñida tras la
inyección intravenosa de azul tripano, de hecho se tiñen las siguientes áreas: la glándula
pineal, el lóbulo posterior de la hipófisis, el tubérculo gris, la pared del receso óptico y la
zona vascular postrema1 en el extremo final del cuarto ventrículo. Estas observaciones
llevaron al concepto de barrera hematoencefálica («barrera hematoencefalomedular»
sería un nombre más preciso).
La permeabilidad de la barrera hematoencefálica se halla inversamente relacionada con
el tamaño de las moléculas, y directamente relacionada con la solubilidad lipídica. Los
gases y el agua pasan fácilmente a través de la barrera, mientras que la glucosa y los
electrolitos pasan más lentamente. La barrera es casi impermeable a las proteínas del
plasma y a otras moléculas orgánicas. Los compuestos con pesos moleculares de
alrededor de 60 000 Da o superiores permanecen dentro del sistema circulatorio. Esto
explicaría que en los experimentos iniciales con azul tripano, que rápidamente se une a la
proteína plasmática albúmina, el colorante no pasara al tejido neural en la mayor parte
del cerebro.
Estructura
La exploración con microfotografía electrónica del sistema nervioso central muestra que
la luz de los capilares sanguíneos está separada de los espacios extracelulares alrededor
de las neuronas y de la neuroglía por las siguientes estructuras: a) las células endoteliales
en la pared del capilar, b) una membrana basal continua que rodea al capilar por fuera de
las células endoteliales y c) los podocitos o prolongaciones pediculadas de los astrocitos,
que se adhieren a la superficie exterior de la pared capilar (fig. 16-20).
1 Áreade la médula oblongada sobre el piso del cuarto ventrículo inmediatamente rostral a la apertura del
conducto ependimario.
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Podocitos de
los astrocitos
Hematíes
Figura 16-20 Corte transversal de los capilares sanguíneos del sistema nervioso central en la zona en la que
existe barrera hematoencefálica.
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Barrera hematorraquídea
Existe un paso libre de agua, gases y sustancias liposolubles desde la sangre al líquido
cefalorraquídeo. Las macromoléculas, como las proteínas y la mayor parte de hexosas
distintas de la glucosa, son incapaces de penetrar al líquido cefalorraquídeo. Se ha
sugerido que existe una barrera similar a la hematoencefálica en los plexos coroideos.
Estructura
El examen con microscopia electrónica de una vellosidad del plexo coroideo muestra que
la luz del capilar sanguíneo está separada de la luz del ventrículo por las siguientes
estructuras: a) las células endoteliales, que están fenestradas y que tienen paredes muy
finas (las fenestraciones no son verdaderas perforaciones, pero poseen un fino
diafragma), b) una membrana basal continua que rodea al capilar por fuera de las células
endoteliales, c) células pálidas esparcidas, con procesos o prolongaciones aplanadas, d)
una membrana basal continua en la que descansan y e) las células epiteliales coroideas
(fig. 16-22). El uso de marcadores electrodensos no ha sido completamente exitoso en la
localización precisa de la barrera. La peroxidasa de rábano inyectada por vía intravenosa
aparece como un recubrimiento sobre la superficie luminal de las células endoteliales, y
en muchas áreas examinadas pasaba entre las células endoteliales. Es probable que las
uniones estrechas entre las células epiteliales coroideas sirvan como barrera (fig.
16-22).
2 Los nervios periféricos están aislados de la sangre de la misma forma que en el sistema nervioso central. Las
células endoteliales de los capilares sanguíneos en el endoneuro tienen uniones estrechas; por tanto, existe una
barrera hematonerviosa.
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'\.~
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. 4•.vr..,·,,~ :. ~~:~¼:~~.:,-:;:~~: ft,....,.
Figura 16-21 Corte transversal de un capilar sanguíneo del sistema nervioso central donde la barrera
hematoencefálica parece estar ausente. Obsérvese la presencia de fenestraciones en las células endoteliales.
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Células epiteliales
coroideas
Unión estrecha
..
Zónula
occludens
.:;-<>.. .. •...: ..~·. .
. . .
·-fff . . :. '::. ·•·. :::
.' . .. . ' .
Prolongación de
células pálidas
.
-
i:~~:.!,~.:-= t.r·;'· ·,1 ,rt:2•:·n1:•;:.;,·-;::;_,:•:·c:-1.-..:'1•:8l ii.1/ ~~~~~elial
Membrana
Fenestraciones cerradas basal epitelial Célula endotelial
Figura 16-22 Corte de una vellosidad del plexo coroideo.
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Liquido cefalorraquídeo en
el espacio subaracnoideo Duramadre Aracnoides Red de tejido conectivo en
el espacio subaracnoideo
Células de la piamadre
~
Unión estrecha
Célula
ependimaria
Figura 16-23 Corte de la interfase hematorraquídea. A: superficie externa del cerebro. B: superficie ventricular
del cerebro.
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NOTAS CLÍNICAS
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Causas
Formación excesiva de líquido cefalorraquídeo
La formación excesiva de líquido cefalorraquídeo es una situación infrecuente que
puede producirse cuando hay un tumor en el plexo coroideo.
Bloqueo de la circulación del líquido cefalorraquídeo
Una obstrucción del agujero interventricular por un tumor bloquea el drenaje del
ventrículo lateral de este lado. La producción continuada de líquido cefalorraquídeo en
el plexo coroideo del ventrículo produce una distensión de dicho ventrículo y la atrofia
del tejido neural circundante.
Una obstrucción del acueducto cerebral puede ser congénita o consecuencia de una
inflamación o de la presión por un tumor. Esto produce una distensión simétrica de
ambos ventrículos laterales y distensión del tercer ventrículo.
La obstrucción del agujero medio (agujero de Magendie) en el techo del cuarto
ventrículo y de las dos aperturas laterales (agujeros de Luschka) en los recesos
laterales del cuarto ventrículo por un exudado inflamatorio o por el crecimiento de un
tumor producirá una dilatación simétrica de ambos ventrículos laterales y del tercer y
cuarto ventrículos.
Algunas veces, el exudado inflamatorio secundario a meningitis bloquea el espacio
subaracnoideo y obstruye el flujo de líquido cefalorraquídeo sobre la superficie externa
de los hemisferios cerebrales. Aquí de nuevo se produce una distensión de todo el
sistema ventricular del cerebro.
Disminución de la absorción del líquido cefalorraquídeo
La interferencia con la absorción del líquido cefalorraquídeo en las granulaciones
aracnoideas puede deberse a un exudado inflamatorio, trombosis venosa o presión
sobre los senos venosos, u obstrucción de la vena yugular interna.
Investigación clínica de los ventrículos cerebrales
El tamaño de los ventrículos cerebrales puede ser investigado clínicamente mediante:
a) tomografía computarizada (TC), o resonancia magnética (RM), y si es necesario, b)
neumografía intracraneal.
La TC y la RM son seguras y fáciles de realizar. El contorno de los ventrículos se
puede observar mediante el uso de tres métodos (v. figs. 1-25 y 1-26). Aparte de la
distensión o la distorsión ventricular, también se puede observar el tumor cerebral que
produce la patología.
La neumografía intracraneal es esencialmente la sustitución del líquido
cefalorraquídeo dentro de los ventrículos y del espacio subaracnoideo por aire u
oxígeno. Debido a que el aire o el gas son menos densos que el líquido o que el tejido
neural, pueden visualizarse los ventrículos y los surcos cerebrales. En un
encefalograma, el aire o el oxígeno se introducen a través de una punción lumbar. Se
efectúan entonces radiografías del cráneo. En un ventriculograma, el aire o el
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inició la administración de estreptomicina e isoniazida. Tan pronto como se inició este tratamiento, se le
administraron esteroides para reducir la incidencia de adherencias. Se recuperó completamente, sin
complicaciones. Usando sus conocimientos de neuroanatomía, explique por qué es importante evitar la
formación de adherencias en el espacio subaracnoideo.
6. Una niña de 5 años con síntomas de cefalea, malestar general y vómitos ingresó en un hospital infantil. En la
exploración, se observó que la temperatura corporal era de 40° C, y que el pulso era rápido. Los intentos por
flexionar el cuello producían dolor y hacían que la paciente flexionara las caderas y las rodillas. Se llevó a
cabo una punción lumbar; se observó que el líquido cefalorraquídeo era turbio, y la presión estaba
aumentada a 190 mmH2 O. El examen microscópico del líquido mostró una gran cantidad de leucocitos
polimorfonucleares. Se estableció el diagnóstico de meningitis. El cultivo posterior mostró que la infección
era una meningitis meningocócica. El residente recordaba vagamente haber leído en un libro de texto la
importancia de la barrera hematoencefálica en el uso de los antibióticos en el tratamiento de la meningitis.
¿Qué es la barrera hematoencefálica? ¿Influye la presencia de la barrera hematoencefálica en la elección y en
la dosificación de los antibióticos empleados en esta paciente?
7. Durante una visita a la sala en un hospital infantil, la pediatra informó a los estudiantes que un niño de 4 días
con ictericia tenía ahora un nivel de bilirrubina indirecta de 45 mg/100 ml, y que en este momento el
pigmento biliar teñía el cerebro de color amarillo (querníctero). El daño neurológico se mostraba
clínicamente por somnolencia y dificultad para la alimentación, y por espasmos musculares ocasionales. La
doctora indicó que el pronóstico era muy malo. Uno de los estudiantes dijo que no podía comprender que el
pigmento biliar tuviera un efecto tan dañino en el bebé. Recientemente, había examinado a un paciente que se
estaba muriendo de un carcinoma inoperable de la cabeza de páncreas con una obstrucción total del
conducto biliar común. En dicho paciente, la piel estaba muy amarilla, pero aparte de las quejas de irritación
cutánea intensa por las altas concentraciones de sales biliares en la sangre, y por la pérdida de peso, el
paciente no tenía síntomas ni alteraciones neurológicas. Explique la razón de que el niño tuviera daño
neuronal y el adulto no.
8. Enumere cinco áreas del cerebro en las que la barrera hematoencefálica se halla ausente. ¿Qué piensa del
significado del hecho de que en unas pocas áreas del cerebro la barrera esté ausente?
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cerebelo. El tumor había invadido gran parte de la cavidad del cuarto ventrículo, produciendo una
hidrocefalia interna y presión en el piso del ventrículo.
Los síntomas de cefalea y vómito persistentes se producían por el aumento de la presión intracraneal
causado por el tumor en crecimiento. El tumor también bloqueaba la abertura media y las laterales en el
techo del cuarto ventrículo, originando una hidrocefalia interna que aumentaba todavía más la presión
intracraneal. El edema de papila bilateral era secundario a la elevación de la presión intracraneal. La
incapacidad para sentarse en la cama (ataxia del tronco) y la pérdida del equilibrio al estar de pie eran
debidos a la afectación del tumor del vermis del cerebelo. La pérdida de tono de los músculos de las
extremidades derechas indicaba diseminación del tumor hasta afectar el hemisferio cerebeloso derecho. La
sordera central del lado derecho se debía a la afectación del núcleo del octavo par craneal derecho por la
masa tumoral. El paciente murió 6 meses después de la intervención neuroquirúrgica.
5. Las hormonas esteroideas (p. ej., prednisona) inhiben la reacción inflamatoria normal y, por tanto, reducen la
incidencia de adherencias fibrosas. Es importante prevenir la formación de dichas adherencias dado que
pueden bloquear las aperturas en el techo del cuarto ventrículo, evitando así el escape del líquido
cefalorraquídeo en el espacio subaracnoideo desde dentro del sistema ventricular. Las adherencias también
pueden evitar el flujo del líquido cefalorraquídeo sobre los hemisferios cerebrales o reducir la absorción de
líquido en las granulaciones aracnoideas. Por tanto, las adherencias de las meninges pueden producir
hidrocefalia.
6. La barrera hematoencefálica es una barrera semipermeable que existe entre la sangre y los espacios
extracelulares del tejido nervioso del cerebro. Permite el paso de agua, gases, glucosa, electrolitos y
aminoácidos, pero es impermeable a sustancias de alto peso molecular. La presencia de la barrera
hematoencefálica afecta a la elección y a la dosis de los antibióticos. La penicilina, cuando se inyecta por vía
intramuscular en una persona sana, consigue unas concentraciones mucho menores en el líquido
cefalorraquídeo que en la sangre; esto se debe a la existencia de la barrera hematoencefálica y a la
hematorraquídea. La inflamación de las meninges produce aumento de la permeabilidad de los vasos
sanguíneos meníngeos, y en consecuencia, la concentración de penicilina aumenta en el líquido
cefalorraquídeo. Es importante, no obstante, para que el tratamiento sea efectivo en los pacientes con
meningitis, administrar dosis elevadas de penicilina por vía intravenosa.
En contraposición, el cloranfenicol y las sulfamidas cruzan rápidamente la barrera hematoencefálica y la
hematorraquídea; por tanto, se puede mantener fácilmente una concentración adecuada en el líquido
cefalorraquídeo.
7. La barrera hematoencefálica en el recién nacido no está completamente desarrollada, y es más permeable de
lo que sucede en los adultos. La bilirrubina indirecta atraviesa fácilmente la barrera en el recién nacido, pero
no lo hace en el adulto. Una vez que el pigmento de la bilirrubina llega a los espacios extracelulares del tejido
cerebral en el recién nacido, pasa a las neuronas y a las células de la neuroglía. Esto da lugar a una función
celular anómala y, finalmente, a la muerte neuronal.
8. La glándula pineal, el lóbulo posterior de la hipófisis, el túber cinereum, la pared del receso óptico y el área
vascular postrema en el extremo inferior del cuarto ventrículo son partes del cerebro en las que el endotelio
capilar contiene fenestraciones abiertas a través de las cuales pueden pasar las proteínas y las pequeñas
moléculas orgánicas. Es en estas áreas donde la barrera hematoencefálica parece estar ausente.
El significado de la ausencia de la barrera en la glándula pineal no se conoce. Es posible que los
pinealocitos, para funcionar normalmente, necesiten una relación estrecha con el plasma sanguíneo para
detectar las concentraciones de las hormonas.
La ausencia de barrera hematoencefálica en la región del hipotálamo permite a esta zona del cerebro
detectar los contenidos químicos del plasma, para que tengan lugar las modificaciones de la actividad
metabólica, de forma que se proteja el tejido nervioso como un todo.
PREGUNTAS DE REVISIÓN
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Instrucciones: cada uno de los apartados numerados en esta sección se acompaña de respuestas.
Seleccione la letra de la respuesta CORRECTA.
1. Las siguientes afirmaciones se refieren al sistema ventricular:
(a) El acueducto cerebral conecta el tercer ventrículo con el cuarto ventrículo.
(b) Los dos ventrículos laterales se comunican directamente uno con otro a través del agujero de Monro.
(c) Los ventrículos se desarrollan desde el endodermo embrionario.
(d) Está recubierto de epitelio escamoso.
(e) Los plexos coroideos se encuentran sólo en los ventrículos laterales.
2. Las siguientes afirmaciones se refieren al sistema ventricular:
(a) El cuarto ventrículo tiene un techo de forma rectangular.
(b) El cuerpo pineal está suspendido del techo del cuarto ventrículo.
(c) Los centros nerviosos que controlan la frecuencia cardíaca y la presión arterial se encuentran por debajo
del piso del tercer ventrículo.
(d) El plexo coroideo del ventrículo lateral se proyecta en la cavidad de su lado medial a través de la fisura
coroidea.
(e) El agujero de Magendie es una apertura en el techo del tercer ventrículo.
3. Las siguientes afirmaciones se refieren a la barrera hematoencefálica:
(a) Protege el cerebro de los compuestos tóxicos de bajo peso molecular.
(b) Está presente en la glándula pineal.
(c) Las células endoteliales de los capilares sanguíneos no están fenestradas.
(d) Las células endoteliales de los capilares sanguíneos se mantienen juntas por uniones estrechas.
(e) La l-dopa tiene dificultades para atravesar la barrera en el tratamiento de la enfermedad de Parkinson.
4. Las siguientes afirmaciones se refieren a la barrera hematoencefálica:
(a) El cloranfenicol y las tetraciclinas no pueden atravesar la barrera hematoencefálica.
(b) En el recién nacido, la barrera hematoencefálica no está completamente desarrollada.
(c) El traumatismo o la inflamación cerebral tienen poco efecto en la integridad de la barrera
hematoencefálica.
(d) Los gases y el agua pasan con dificultad a través de la barrera.
(e) La glucosa y los electrolitos pasan rápidamente a través de la barrera.
5. Las siguientes afirmaciones se refieren a la barrera hematorraquídea:
(a) Las uniones estrechas en cinturón entre las células ependimarias coroideas forman la barrera.
(b) Las proteínas y la mayor parte de las hexosas, excepto la glucosa, son capaces de atravesar la barrera.
(c) Los gases y el agua no pueden pasar a través de la barrera.
(d) Las sustancias liposolubles tienen dificultades para atravesar la barrera.
(e) La membrana basal de las células endoteliales desempeña una parte vital en la formación de la barrera.
6. Las siguientes estructuras se refieren al techo del cuarto ventrículo:
(a) Techo del mesencéfalo.
(b) Plexo coroideo.
(c) Glándula pineal.
(d) Cuerpo calloso.
(e) Lóbulos temporales de los hemisferios cerebrales.
7. Las siguientes afirmaciones se refieren al líquido cefalorraquídeo en el cuarto ventrículo:
(a) Se produce fundamentalmente en el plexo coroideo del acueducto cerebral.
(b) Sale del mesencéfalo a través de los agujeros interventriculares.
(c) Penetra en la médula espinal a través del agujero de Luschka.
(d) Es de color amarillo oscuro.
(e) Escapa al espacio subaracnoideo a través de las aperturas en el techo del cuarto ventrículo.
8. Las fronteras laterales del cuarto ventrículo están formadas por:
(a) La tienda del cerebelo.
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Instrucciones: empareje las preguntas. Las siguientes preguntas son de la figura 16-24. Empareje los
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números listados a la izquierda con las letras apropiadas enumeradas a la derecha. Cada letra puede
seleccionarse una vez, más de una vez o nunca.
15. Número 1
16. Número 2
17. Número 3
18. Número 4
(a) Acueducto cerebral
(b) Cuerpo del ventrículo lateral
(c) Tercer ventrículo
(d) Cuarto ventrículo
(e) Ninguno de los anteriores
Figura 16-24 Vista lateral del cerebro que muestra un esquema de las cavidades ventriculares.
Instrucciones: cada historia clínica continúa con preguntas. Seleccione la MEJOR respuesta.
Una mujer de 24 años que refería cefaleas intensas de reciente inicio y varios episodios de vómitos matutinos
fue vista por un neurólogo. Una exploración física cuidadosa mostró hallazgos sugestivos de que podría tener
un tumor intracraneal que afectara al cerebelo. El médico solicitó una RM del cerebro de la paciente con
focalización especial en los contenidos de la fosa craneal posterior.
19. La figura 16-25 es una RM coronal (con contraste) a nivel del cuarto ventrículo. El radiólogo hizo las
siguientes observaciones correctas en su informe, excepto:
(a) Los huesos del cráneo no mostraban nada anómalo. La corteza cerebral parecía ser normal.
(b) Las estructuras de la línea media no estaban desplazadas a ninguno de los dos lados.
(c) La cavidad del cuarto ventrículo estaba distorsionada y era más grande de lo normal.
(d) El cuerpo del ventrículo lateral tenía un aspecto normal.
Una mujer embarazada, de 21 años, fue invitada a una fiesta, y durante el transcurso de la tarde tomó varios
gin-tonic. La fiesta fue seguida por varias otras en las siguientes 3 semanas, en las que bebió mucho. Seis
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meses después, dio a luz a un niño que fue diagnosticado de hidrocefalia congénita.
20. El neurólogo pediatra interrogó exhaustivamente a la madre, y llegó a las siguientes conclusiones, excepto:
(a) El consumo de una gran cantidad de alcohol durante el embarazo generalmente no tiene efectos adversos
sobre el feto en desarrollo.
(b) La elevada ingesta etílica coincidió con el primer trimestre.
(c) El alcohol cruza la barrera placentaria y penetra en la circulación fetal.
(d) El alcohol ha cruzado probablemente la barrera hematoencefálica y penetrado en el cerebro.
(e) El neurólogo opinaba que el efecto tóxico del alcohol era probablemente el causante de la hidrocefalia.
Seno sagital superior
Fómix
Lóbulo parietal
Cuerpo del
ventriculo
lateral
Mesencéfalo Acueducto
cerebral
Cuarto
Lóbulo ventriculo
temporal
Médula oblongada
Figura 16-25 Imagen de RM coronal (con contraste) a través del tallo cerebral que muestra el cuarto
ventrículo y las estructuras nerviosas y óseas que lo rodean.
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la fisura coroidea (v. fig. 16-6). A. El cuarto ventrículo tiene un piso de forma romboidea denominado fosa
romboidea (v. fig. 16-11). B. El cuerpo pineal no se suspende del techo del cuarto ventrículo (v. fig. 16-4).
C. Los centros nerviosos que controlan la frecuencia cardíaca y la presión arterial se encuentran por debajo
del piso del cuarto ventrículo (v. fig. 16-11). E. El agujero de Magendie es una apertura en el techo del
cuarto ventrículo (v. fig. 16-12).
3. C es correcta. Las células endoteliales de los capilares sanguíneos en la barrera hematoencefálica no son
fenestradas (v. pág. 463). A. La barrera hematoencefálica protege al cerebro de los compuestos tóxicos de
alto peso molecular (v. pág. 462). B. La barrera hematoencefálica no está presente en la glándula pineal (v.
pág. 462). D. Las células endoteliales de los capilares sanguíneos de la barrera hematoencefálica no están
unidas mediante uniones estrechamente localizadas; pasan a través de las células endoteliales (v. página 463).
E. La l-dopa pasa fácilmente a través de la barrera hematoencefálica en el tratamiento de la enfermedad de
Parkinson (v. pág. 467).
4. B es correcta. En el recién nacido, la barrera hematoencefálica no está completamente desarrollada (v. pág.
467). A. El cloranfenicol y las tetraciclinas pueden cruzar la barrera hematoencefálica (v. pág. 467). C. El
traumatismo cerebral y la inflamación tienen un gran efecto sobre la integridad de la barrera
hematoencefálica (v. pág. 467). D. Los gases y el agua atraviesan fácilmente la barrera hematoencefálica (v.
pág. 463). E. La glucosa y los electrolitos atraviesan lentamente la barrera hematoencefálica (v. pág. 462).
5. A es correcta. En la barrera hematorraquídea las uniones estrechas de tipo cinturón entre las células
ependimarias coroideas forman la barrera (v. pág. 464). B. Las proteínas y la mayor parte de las hexosas,
aparte de la glucosa, son incapaces de atravesar la barrera sanguínealíquido cefalorraquídeo (v. pág. 463).
C. los gases y el agua pasan fácilmente a través de la barrera (v. pág. 463). D. Las sustancias liposolubles no
tienen dificultad en atravesar la barrera (v. pág. 463). E. La membrana basal de las células endoteliales no
toma parte en la formación de la barrera (v. pág. 463).
6. B es correcta. El plexo coroideo está presente en el techo del cuarto ventrículo (v. fig. 16-7).
7. E es correcta. El líquido cefalorraquídeo en el cuarto ventrículo fluye al espacio subaracnoideo a través de la
apertura en el techo del ventrículo (v. fig. 16-13). A. El líquido cefalorraquídeo en el cuarto ventrículo se
produce fundamentalmente en los plexos coroideos de los ventrículos laterales, tercero y cuarto (v. pág.
459). B. Abandona el mesencéfalo a través del acueducto cerebral (v. fig. 16-17). C. El líquido
cefalorraquídeo en el cuarto ventrículo penetra en la médula espinal a través del canal central (v. figura 16-
7). D. El líquido cefalorraquídeo es claro e incoloro.
8. C es correcta. Los límites laterales del cuarto ventrícu lo están formados por los pedúnculos cerebelosos (v.
fig. 16-10).
9. D es correcta. El núcleo hipogloso se encuentra por debajo del piso del cuarto ventrículo (v. el triángulo
hipogloso en la fig. 16-11).
10. A es correcta. El tercer ventrículo se encuentra entre el tálamo (v. fig. 16-5). B. El tercer ventrículo se
comunica con los ventrículos laterales a través del agujero interventricular (v. fig. 16-2). C. El tercer
ventrículo se continúa con el cuarto ventrículo a través del acueducto cerebral (v. fig. 16-3). D. El plexo
coroideo del tercer ventrículo está situado en el techo (v. fig. 16-8). E. El plexo coroideo del tercer
ventrículo recibe su aporte arterial de las arterias carótida interna y basilar (v. pág. 450).
11. E es correcta. El espacio subaracnoideo es el intervalo entre la aracnoides y la piamadre (v. fig. 16-1). A. El
espacio subaracnoideo contiene el líquido cefalorraquídeo, las arterias cerebrales y las venas cerebrales (v.
pág. 435). B. El espacio subaracnoideo está en libre comunicación con las cisternas (v. pág. 457). C. El
cuarto ventrículo drena en el espacio subaracnoideo a través de las aperturas en su techo (v. fig. 16-1). D. El
espacio subaracnoideo rodea los nervios craneales y espinales hasta el punto en que dejan el cráneo y el canal
vertebral (v. pág. 457).
12. B es correcta. El líquido cefalorraquídeo se forma en su mayor parte en los plexos coroideos (v. pág. 459).
A. Parte del líquido cefalorraquídeo se origina en la sustancia cerebral (v. pág. 459). C. El líquido
cefalorraquídeo es secretado activamente por las células ependimarias que recubren los plexos coroideos (v.
pág. 459). D. El líquido cefalorraquídeo se produce continuamente a una velocidad de 0,5 ml/min (v. pág.
459). E. El cerebro y la médula espinal no tienen vasos linfáticos.
13. C es correcta. La presión del líquido cefalorraquídeo en el espacio subaracnoideo aumenta si se comprimen
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las venas yugulares del cuello (v. pág. 467). A. La circulación del líquido cefalorraquídeo a través del
ventrículo se ve ayudada por las pulsaciones de las arterias en los plexos coroideos (v. página 467). B. El
líquido cefalorraquídeo se extiende inferiormente en el espacio subaracnoideo en la columna vertebral hasta
el nivel del borde inferior de la segunda vértebra sacra (v. fig. 16-1). D. El líquido cefalorraquídeo sale del
sistema ventricular del cerebro a través de los agujeros de Luschka y de Magendie (v. fig. 16-1). E. La
circulación del líquido cefalorraquídeo se ve ayudada por las pulsaciones de las arterias cerebrales y
espinales (v. pág. 460).
14. C es correcta. Las vellosidades aracnoideas desempeñan un papel importante en la absorción del líquido
cefalorraquídeo en los senos venosos craneales (v. pág. 460). A. El líquido cefalorraquídeo no pasa a la
sangre mediante un transporte activo a través de las células que forman las vellosidades aracnoideas (v. pág.
460). B. Las venas en el espacio subaracnoideo y los vasos linfáticos perineurales son lugares menores para
la absorción del líquido cefalorraquídeo (v. pág. 460). D. Los túbulos finos que se encuentran en las
vellosidades aracnoideas desempeñan un papel fundamental en el flujo del líquido cefalorraquídeo en los
senos venosos (v. pág. 460). E. En la hidrocefalia comunicante no existe obstrucción en el flujo del líquido
cerebral dentro del sistema ventricular o del flujo de salida desde el sistema ventricular al espacio
subaracnoideo (v. pág. 460).
LECTURAS RECOMENDADAS
Boron, W. F., and Boulpaep, E. L. Medical Physiology. Philadelphia: Saunders, 2003.
Bradbury, M. W. B. (ed.). Physiology and Pharmacology of the BloodBrain Barrier. New York: Springer, 1992.
Brightman, M. W. The distribution within the brain of ferritin injected into cerebrospinal fluid compartments: II.
Parenchymal distribution. Am. J. Anat. 117:193, 1965.
Brightman, M. W., and Reese, T. W. Junctions between intimately apposed cell membranes in the vertebrate
brain. J. Cell Biol. 40:648, 1969.
Broadwell, R. D., and Brightman, M. W. Entry of peroxidase into neurons of the central and peripheral nervous
systems from extracerebral and cerebral blood. J. Comp. Neurol. 166:257, 1976.
Cervos Navarro, J., Artigas, J., and Mesulja, B. J. Morphofunctional aspects of the normal and pathological
bloodbrain barrier. Acta Neuropathol. (Berl.) 7(Suppl):1, 1983.
Craig, C. R., and Stitzel, R. E. Modern Pharmacology (4th ed.). Boston: Little, Brown, 1994.
Ermisch, A., Brust, P., Kretzschmar R., and Rühle, H. J. Peptides and bloodbrain barrier transport. Physiol. Rev.
7 3:489, 1993.
Fishman, R. A. Cerebrospinal Fluids in Diseases of the Nervous System. Philadelphia: Saunders, 1992.
Gaab, M. R., and Koos, W. T. Hydrocephalus in infancy and childhood: Diagnosis and indication for operation.
Neuropediatrics 15:173, 1984.
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CAPÍTULO 17
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cerebral, con frecuencia resulta alterada por una hemorragia arterial o una trombosis
cerebral.
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interna (fig. 17-2). Tiene un trayecto hacia delante y medialmente superior al nervio
óptico, y penetra en la fisura longitudinal del cerebro. Aquí, se une a la arteria cerebral
anterior del lado contrario mediante la arteria comunicante anterior. Se curva hacia
atrás sobre el cuerpo calloso, y, por último, se anastomosa con la arteria cerebral
posterior (fig. 17-3; v. fig. 17-8). Las ramas corticales irrigan toda la superficie
medial de la corteza cerebral hasta el surco parietooccipital (fig. 17-3). También irrigan
una franja de corteza de alrededor de 2,5 cm de ancho de la superficie lateral
adyacente. La arteria cerebral anterior irriga por tanto el «área de la extremidad
inferior» del surco precentral. Un grupo de ramas centrales atraviesan la sustancia
perforada anterior y ayudan a irrigar parte de los núcleos lenticular y caudado y de la
cápsula interna.
5. La arteria cerebral media, la rama más grande de la carótida interna, tiene un
trayecto lateral en el surco cerebral lateral (fig. 17-2). Las ramas corticales irrigan
toda la superficie lateral del hemisferio, excepto la franja estrecha irrigada por la arteria
cerebral anterior, el polo occipital y la superficie inferolateral del hemisferio, que están
irrigadas por la arteria cerebral posterior (fig. 17-3). Esta arteria irriga, por tanto, toda
el área motora, excepto el «área de la extremidad inferior». Las ramas centrales
penetran en la sustancia perforada anterior e irrigan los núcleos caudados y lenticular,
y la cápsula interna (fig. 17-4).
Arteria vertebral
La arteria vertebral, una rama de la primera parte de la arteria subclavia, asciende por el
cuello al atravesar los agujeros de las apófisis transversas de las seis vértebras cervicales
superiores (fig. 17-1). Penetra en el cráneo a través del agujero magno y atraviesa la
duramadre y la aracnoides para entrar en el espacio subaracnoideo. Luego, sigue hacia
arriba, hacia delante y medialmente sobre la médula oblongada (fig. 17-2). En el extremo
inferior del puente (protuberancia), se une al vaso del lado contrario para formar la
arteria basilar.
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Arteria oftálmica
Arterias
comunicaJ1tes
posteriores
en el seno cavernoso
Agujero magno
Tronco tirocervical
Tronco costocervical
Arteria subclavia
, -- -Artoña braquiocefálica
Figura 17-1 Origen y recorrido de la arteria carótida interna y de las arterias vertebrales conforme ascienden por
el cuello y penetran en el cráneo.
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página 482.
4. La arteria cerebelosa posteroinferior, la rama más grande de la arteria vertebral,
sigue un curso irregular entre la médula oblongada y el cerebelo (fig. 17-2; v. figuras
17-12 y 17-14). Irriga la superficie inferior del vermis, los núcleos centrales del
cerebelo, y la superficie inferior del hemisferio cerebeloso; también irriga la médula
oblongada y el plexo coroideo del cuarto ventrículo.
5. Las arterias medulares son ramas muy pequeñas que están distribuidas en la médula
oblongada.
Arteria basilar
La arteria basilar, formada por la unión de las dos arterias vertebrales (fig. 17-1),
asciende en un surco en la superficie anterior del puente (protuberancia) (fig. 17-2; v.
figs. 17-13 y 17-14). En el extremo superior del puente (protuberancia), se divide en las
dos arterias cerebrales posteriores.
Art«ia comunicante
anta<ior
Arteria carótida
interna derecha
Arteria comunicante
Arteria cerebelosa posterior
superior
Arteria cerell<at
posterior Ar1étia Cér'ebélosa
ante-roinforior
Figura 17-2 Arterias de la superficie inferior del cerebro. Obsérvese la formación del circuito arterial cerebral. Se
ha eliminado parte del lóbulo temporal para mostrar el trayecto de la arteria cerebral media.
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Ramas
1. Las arterias pontinas están formadas por numerosos vasos pequeños que penetran a
la sustancia del puente (protuberancia) (fig. 17-2; v. figs. 17-13 y 17-14).
2. La arteria laberíntica es una arteria larga y estrecha que acompaña a los nervios
facial y vestibulococlear en el conducto auditivo interno, y que irriga el oído interno. A
menudo, se forma como una rama de la arteria cerebelosa anteroinferior.
3. La arteria cerebelosa anteroinferior tiene un trayecto hacia atrás y lateralmente, e
irriga las partes anterior e inferior del cerebelo (fig. 17-2; v. figs. 17-13 y 17-14).
Algunas ramas se dirigen al puente (protuberancia) y a la parte superior de la médula
oblongada.
4. La arteria cerebelosa superior se origina cerca de la terminación de la arteria basilar
(fig. 17-2; v. figs. 17-11 y 17-14). Tiene un trayecto alrededor del pedúnculo cerebral,
e irriga la superficie superior del cerebelo. También irriga al puente (protuberancia), la
glándula pineal y el velo medular posterior.
5. La arteria cerebral posterior se curva lateralmente y hacia atrás alrededor del
mesencéfalo, y se une con una rama comunicante posterior de la arteria carótida
interna (figs. 17-1 y 17-2; v. figs. 17-11 y 17-14). Las ramas corticales irrigan las
superficies inferolateral y medial del lóbulo temporal y las superficies medial y lateral
del lóbulo occipital (fig. 17-3). Por tanto, la arteria cerebral posterior irriga la corteza
visual. Las ramas centrales perforan el parénquima cerebral e irrigan partes del
tálamo y del núcleo lenticular, así como el mesencéfalo, la glándula pineal y los
cuerpos geniculados mediales. Una rama coroidea penetra en el asta inferior del
ventrículo lateral e irriga el plexo coroideo; también irriga el plexo coroideo del tercer
ventrículo.
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Surco C4ntral
Circunvolucióo frontru suPGrior
l dlu!illo parietal supGÓQf
Polo frontal
Cln::unvoluc~
parietooccipiU•I
P®tomporal
Cin::unvoluclón tompor.:il lnfarior
A
Cu..
B
Figura 17-3 Zonas irrigadas por las arterias cerebrales. A: superficie lateral del hemisferio derecho. B: superficie
medial del hemisferio derecho. La zona irrigada por la arteria cerebral anterior está coloreada de azul, la zona
irrigada por la arteria cerebral media lo está de rosa, y la arteria coloreada por la arteria cerebral posterior lo está
de marrón.
Las variaciones en el tamaño de las arterias que forman el circuito arterial cerebral son
frecuentes, y se ha descrito la ausencia de una o de ambas arterias comunicantes.
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Cuerpo calloso
Ventrículo lateral
Nücleo caudado
Cápsula interna
Arterias estriadas
laterales
Figura 17-4 Corte coronal de los hemisferios cerebrales que muestra la irrigación arterial a las estructuras
cerebrales profundas desde la arteria cerebral media.
El tálamo está irrigado principalmente por ramas de las arterias comunicante posterior,
basilar y cerebral posterior. El mesencéfalo está irrigado por las arterias cerebral
posterior, cerebelosa superior y basilar.
El puente (protuberancia) está irrigado por las arterias basilar y cerebelosa anterior,
inferior y superior.
La médula oblongada está irrigada por las arterias vertebral, espinal anterior y
posterior, cerebelosa posteroinferior y basilar.
El cerebelo está irrigado por las arterias cerebelosa superior, cerebelosa anteroinferior
y cerebelosa posteroinferior.
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801
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Vena anastomófcasuperiOf
Seno sagital
. wperior
Seno ,ogi1'1 ; , -
Venas cetebrales •.,,....,
Seno recto
UlfJ~rde uniOn
senos transvers:" bs:
B
Figura 17-5 Drenaje venoso del hemisferio cerebral derecho. A: superficie lateral. B: superficie medial.
CAPILARES CEREBRALES
El aporte de sangre capilar al encéfalo es mayor en la sustancia gris que en la sustancia
802
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blanca. Esto es previsible, puesto que la actividad metabólica de los cuerpos de las
neuronas en la sustancia gris es mucho mayor que en las terminaciones nerviosas de la
sustancia blanca. La barrera hematoencefálica aísla el tejido cerebral del resto del cuerpo,
y está formada por las uniones estrechas que existen entre las células endoteliales en los
lechos capilares (v. pág. 462).
CIRCULACIÓN CEREBRAL
El torrente sanguíneo al cerebro debe aportar oxígeno, glucosa y otros nutrientes al tejido
nervioso, y eliminar dióxido de carbono, ácido láctico y residuos metabólicos. Se ha
demostrado que el cerebro está irrigado por sangre arterial procedente de las dos arterias
carótidas internas y de las dos arterias vertebrales. El aporte de sangre a la mitad del
cerebro procede de la arteria carótida interna, y la arteria vertebral de este lado y sus
respectivos flujos se juntan en la arteria comunicante posterior en el punto en el que la
presión de las dos es igual y no se mezclan (fig. 17-6). Si, no obstante, la arteria carótida
interna o la arteria vertebral se ocluyen, la sangre fluye hacia atrás o hacia delante a lo
largo de este punto para compensar la reducción del torrente sanguíneo. El circuito
arterial cerebral también permite que el torrente sanguíneo atraviese la línea media, como
se observa cuando se ocluye la arteria carótida interna o vertebral de un lado. También se
ha observado que los dos flujos de sangre desde las arterias vertebrales se mantienen
separados del mismo lado de la luz en la arteria basilar, y que no se mezclan.
Aunque las arterias cerebrales se anastomosan las unas con las otras en el circuito
arterial cerebral y mediante ramas en la superficie de los hemisferios cerebrales, una vez
que penetran en la sustancia cerebral, no se producen más anastomosis.
El factor más importante para que la sangre fluya a través del cerebro es la presión
sanguínea arterial. A ésta se oponen factores como el aumento de la presión intracraneal,
aumento de la viscosidad de la sangre o estenosis del diámetro vascular. El flujo de
sangre cerebral es marcadamente constante a pesar de los cambios de la presión
sanguínea general. Esta autorregulación de la circulación se logra mediante una
disminución compensatoria de la resistencia vascular cerebral cuando disminuye la
presión intracraneal, y por un aumento de la resistencia vascular cuando aumenta la
presión arterial. No es necesario insistir en que esta autorregulación no mantiene un
torrente sanguíneo adecuado cuando la presión arterial se reduce a un nivel muy bajo.
803
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- - - Carótida interna
....__ _ derecha
Carótida interna
"'i,·:"'.:""'
1
" ,~.-_.....
....-..
~--· ·, · · • 3 izquierda
Vertebral derecha
Vertebral izquierda
Figura 17-6 Circuito arterial cerebral que muestra la distribución de sangre desde las cuatro arterias principales.
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Arteria
• ~, I espinal
\ ........ ~terior
• o '
)
.,
,···, 1
'
Arterí.l
espinal
~mentarla
Arteria
radicular
anterior 7
Arteria Arteria
Arteria espinal
segmentaria
espinal radicular
anterior anterior
Arteria
radicular
posterior
A B
805
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Figura 17-7 A: irrigación arterial de la médula espinal que muestra la formación de dos arterias espinales
posteriores y de una arteria espinal anterior. B: sección transversal de la médula espinal que muestra las arterias
segmentarias posteriores y las arterias radiculares.
Las arterias espinales posteriores son pequeñas en la región torácica, y los primeros
tres segmentos torácicos de la médula espinal son especialmente vulnerables a la
isquemia si se ocluyen las arterias segmentarias o radiculares en esta región.
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NOTAS CLÍNICAS
El cerebro recibe alrededor del 15% del gasto cardíaco en reposo. El aporte arterial
llega al cerebro a través de las dos arterias carótidas internas y de las dos arterias
vertebrales; la arteria carótida interna es el principal aporte de sangre arterial.
Las arterias distribuidoras–las arterias cerebrales anterior, media y posterior–que
proceden del circuito arterial cerebral pasan por encima de la superficie externa del
cerebro y se anastomosan unas con otras. Dan lugar a ramas que penetran en el
cerebro en ángulo recto. En la sustancia cerebral, se forman más ramas, pero no
tienen lugar más anastomosis. La anastomosis de la superficie del cerebro es la que
proporciona la circulación colateral cuando se ocluye una de las arterias.
A pesar de la reciente disminución de la enfermedad cerebrovascular producida por
el tratamiento de la hipercolesterolemia y del tratamiento enérgico de la hipertensión,
se estima que la enfermedad cerebrovascular sigue siendo responsable de alrededor de
50% de todos los ingresos hospitalarios por causa neurológica en los adultos.
Isquemia cerebral
La pérdida de consciencia se produce en alrededor de 5 a 10 s si se corta
completamente el flujo de sangre al cerebro. El daño cerebral irreversible con la
muerte del tejido nervioso sigue rápidamente al cese completo del flujo cerebral. Se ha
estimado que la función neurológica cesa tras alrededor de 1 min, y que los cambios
irreversibles empiezan una vez transcurridos unos 4 minutos, aunque este tiempo
puede ser mayor si el cuerpo del paciente se ha enfriado1. El paro cardiaco debido a
trombosis coronaria es la causa más frecuente de esta patología.
Interrupción de la circulación cerebral
Las lesiones vasculares del cerebro son muy frecuentes, y el defecto neurológico
resultante depende del tamaño de la arteria ocluida, de la situación de la circulación
colateral y de la zona del cerebro afectada. Los estudios clínicos y la exploración del
material post mórtem han centrado la atención en la elevada frecuencia de lesiones en
la arteria carótida común, la carótida interna, y las arterias vertebrales en el cuello.
Síndromes arteriales cerebrales
Oclusión de la arteria cerebral anterior
Si la oclusión de la arteria cerebral anterior es proximal a la arteria comunicante
anterior, la circulación colateral suele ser adecuada para conservar la circulación. La
oclusión distal a la arteria comunicante puede producir los siguientes signos y síntomas:
1. Hemiparesia y hemianestesia que afectan principalmente a la pierna y al pie
(lobulillo paracentral de la corteza).
2. Incapacidad para identificar objetos correctamente, apatía y cambios de
personalidad (lóbulos frontal y parietal).
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1 Sedebe hacer hincapié en que la lesión cerebral puede revertirse si se restablece el flujo cerebral incluso
después de 5 min.
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Aneurismas cerebrales
Aneurismas congénitos
Los aneurismas congénitos se producen con mayor frecuencia en el lugar en el que dos
arterias se unen en el circuito arterial cerebral llis. En este punto, existe una deficiencia
en la túnica media, y esto se complica con el desarrollo de ateromatosis, lo que debilita
la pared arterial y produce una dilatación local. Los aneurismas pueden presionar las
estructuras vecinas, como el nervio óptico o los pares craneales tercero, cuarto y
sexto, y producir síntomas o signos, o pueden romperse bruscamente en el espacio
subaracnoideo. En este último caso, se puede producir una cefalea brusca, seguida de
confusión. La muerte puede ocurrir rápidamente, o el paciente puede sobrevivir a la
primera hemorragia sólo para morir semanas o días después. La colocación de un clip
o la ligadura del cuello del aneurisma ofrecen la mejor posibilidad de recuperación.
Otros tipos de aneurismas son infrecuentes e incluyen los debidos al debilitamiento
de la pared arterial tras el alojamiento de un émbolo séptico; los debidos al daño de la
carótida interna al entrar en el seno cavernoso tras una fractura de cráneo, y los que se
asocian con enfermedades de la pared arterial, como la ateromatosis.
Hemorragia intracraneal
La hemorragia intracraneal puede ser consecuencia de un traumatismo o de lesiones
cerebrales vasculares. Se consideran cuatro variantes: a) epidural, b) subdural, c)
subaracnoidea y d) cerebral. Las hemorragias subdural y epidural se describen en la
página 23.
Hemorragia subaracnoidea
La hemorragia subaracnoidea suele ser consecuencia de la extravasación o rotura de
un aneurisma congénito en el circuito arterial cerebral o, con menor frecuencia, de un
angioma o de una contusión o laceración del cerebro y de las meninges. Los síntomas,
que son de inicio brusco, incluyen cefalea, rigidez de nuca y pérdida de la consciencia.
El diagnóstico se establece mediante la tomografía computarizada (TC). Se pueden
identificar las zonas de sangre densas en el espacio subaracnoideo. La extracción de
líquido cefalorraquídeo muy hemorrágico mediante punción lumbar también es
diagnóstica, pero este método ha sido sustituido por la TC.
Hemorragia cerebral
La hemorragia cerebral se debe generalmente a la rotura de una arteria ateromatosa, y
es más frecuente en los pacientes con hipertensión. Suele producirse en pacientes de
mediana edad, y a menudo implica la rotura de la arteria lenticuloestriada de pared
fina, rama de la arteria cerebral media. Las fibras corticonucleares y corticoespinales
importantes en la cápsula interna resultan dañadas, produciendo hemiplejía del lado
contralateral del cuerpo. El paciente pierde inmediatamente la consciencia, y la
parálisis es evidente cuando ésta se recupera. En algunos casos, la hemorragia se abre
al ventrículo lateral, dando lugar a una pérdida de consciencia más profunda y a
lesiones corticoespinales en ambos lados del cuerpo. La hemorragia también puede
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Angiografía cerebral
La angiografía cerebral se utiliza para la detección de anomalías de los vasos
sanguíneos, la detección y la localización de lesiones ocupantes de espacio, como
tumores, hematomas o abscesos, o la determinación del patrón vascular de tumores
para ayudar al diagnóstico de su patología. Con el paciente bajo anestesia general y en
decúbito supino, la cabeza se centra en el aparato de rayos que tomará radiografías
repetidas cada 2 s. Se obtienen proyecciones anteroposteriores y laterales. Se inyecta
rápidamente un medio radiopaco en la luz de la arteria carótida común o de la arteria
vertebral, o se introduce indirectamente en una de estas arterias a través de un catéter
colocado en la arteria radial o femoral. Conforme el material radioopaco se introduce
rápidamente, se toma una serie de radiografías. De esta forma, se pueden mostrar las
arterias cerebrales, el llenado capilar y las venas. En las figuras 17-8 a 17-15 se
muestran ejemplos de angiografías carotídeas y de arterias vertebrales de aspecto
normal.
La angiografía cerebral es una técnica intravenosa que, por desgracia, tiene una
morbilidad de 0,5 a 2,5%. La TC y la RM se deben utilizar, por tanto, siempre que sea
posible. La PET se emplea ahora ampliamente.
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Arteña temporal
f)O$terior
Bifufeactón de la arteria
carótida común
,__ _ _ Arteria carótida común
,
Arterio lingual
Artoña tiroi<:IN sup&rior
Placa
3. Debilidad de los músculos de las extremidades, que se puede producir por el daño
de las columnas grises anteriores en las regiones cervical o lumbar de la médula.
4. Pérdida del control de la vejiga y del intestino, que se produce por el daño de los
tractos descendentes autónomos.
5. El sentido de la posición, la vibración y el tacto leve son normales debido a la
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conservación de las columnas blancas posteriores que están irrigadas por las arterias
espinales posteriores.
La isquemia de la médula espinal puede seguir fácilmente al daño menor de la
irrigación arterial como consecuencia de procedimientos de bloqueo nervioso, cirugía
aórtica o cualquier intervención con una hipotensión grave. Los segmentos torácicos
cuarto y quinto de la médula son especialmente sensibles a la isquemia.
Isquemia de la médula espinal y disección de la aorta torácica
La región torácica de la médula espinal recibe sus arterias segmentarias de las arterias
intercostales posteriores, que proceden directamente de la aorta torácica. En la
disección de la aorta torácica, el coágulo de sangre que se expande en la pared aórtica
puede bloquear los orígenes de las arterias intercostales posteriores, produciendo
isquemia de la médula espinal.
Isquemia de la médula espinal como complicación de extravasación de un
aneurisma de la aorta abdominal
La región lumbar de la médula espinal recibe sus arterias segmentarias de las arterias
lumbares, que son ramas de la aorta abdominal. El efecto de la presión directa sobre
las arterias lumbares por un aneurisma con extravasación puede interferir en el aporte
de sangre a la médula espinal.
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Arteria perica11osa
Arteria coroidea
Arteria cereilfal
anterior
Apófisis estiloides
Artetia maxfüv
Apófisis ma.stoidoo.
Artería car61k:Sa
interna en el
Apófisis ootiloldes conducto carotldeo
en lo parte petrosa
del lóbulo temporal
'\ ,·
_.:......,.,.
Placa
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Sulur'a CQ(Onaf
Arterias cerebr'ales poster'iO<eS
Arterias cerebr anteriores
An&ria occipital
interna
Arteria
temporal
posterior
Arteria ~
comunicante -'r---------'>-,_,..._Jfl
posterior ~
Arteria oerebelosa
Arteria basal - -(!----------'\, supe,ior
__,,_J;.~,::::-::::-:7'°--:"7~-Arteria°"'ebelosa
posteroinferior
-
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1/ Cráneo
Arteria u~mpcwal
posterior
ArtGtla-•1
posterior
Arteria cerebelosa
suporior
Arteria Arteri.1 bo$>lor
cerobelosa
supe,lor
Me(,o CO<ébelosa
UC.<,;-- r Ar1eria pontina.
anteroinferior Lugar de la arteria
corobolosa P0$1oroinforior
-,~~t1~:--=:;,¡~;i~_,
,._
Arteria oerebelosa
po$!GtolnfGtlor
ArtQlio vertobral en
el agujero magno
y cuello
~ 1 X'"""'""-"- --;,:--,....(
,
_:;;_
~yeet« automático programado de sotución radiopaca
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Figura 17-16 Oclusión de la arteria espinal anterior. El color rosa indica la región de la médula espinal
afectada.
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todos los sitios que pueda en los que las principales arterias cerebrales se dividen o sufren un cambio brusco
en su trayecto.
5. Tras haber examinado exhaustivamente a un paciente masculino con un accidente cerebrovascular, el
médico se reunió con la familia para exponer la naturaleza de la enfermedad, el curso del tratamiento y el
pronóstico. La hija del paciente le preguntó al médico cuál era el significado del término ictus así como sus
causas más frecuentes. También le preguntó por qué los hallazgos clínicos variaban tanto de un paciente a
otro. Utilizando sus conocimientos de anatomía y la fisiología del torrente sanguíneo cerebral, explique por
qué los pacientes con accidentes cerebrovasculares presentan esta variedad de síndromes.
6. El signo clásico de la enfermedad cerebrovascular es la hemiplejía, aunque se sabe que la mayoría de los
pacientes también presenta déficit sensitivo de distintos tipos. Usando sus conocimientos sobre la
distribución anatómica de las arterias cerebrales, explique los principales tipos de pérdida sensitiva que se
pueden encontrar en dichos pacientes.
7. Durante el análisis de los síntomas y signos de una mujer de 70 años que ha sido ingresada en el hospital
para el tratamiento de una accidente cerebrovascular, una estudiante de medicina de cuarto año hizo el
comentario de que estaba sorprendida de ver que muchos de los síntomas y signos eran bilaterales en esta
paciente. Dijo que los tres pacientes previos que había examinado tenían sólo síntomas y signos unilaterales.
Emplee sus conocimientos de neuroanatomía para explicar por qué algunos pacientes muestran signos y
síntomas bilaterales, mientras que en otros el síndrome es claramente unilateral.
8. Los neurólogos hablan con frecuencia del hemisferio dominante, y si el accidente cerebrovascular afecta a
dicho hemisferio, debería uno esperar que el paciente posiblemente presente una afasia global o
sensitivomotora completa. Explique este fenómeno.
9. Explique la razón de que los pacientes con una trombosis de la arteria cerebral media a menudo se presentan
con hemianopsia homónima así como con hemiplejía y hemianestesia.
10. Durante el curso de neurobiología, el profesor de neuroanatomía hizo hincapié en la importancia de conocer
la estructura y el aporte sanguíneo de la cápsula interna. Explicó la distribución de los tractos ascendente y
descendente dentro de la cápsula, y mostró cómo se concentraban en una pequeña área entre el tálamo y el
núcleo caudado medialmente y el núcleo lenticular lateralmente. Por supuesto, una interrupción de la
irrigación a esta zona vital produciría unos amplios defectos neurológicos. ¿Cuál es la irrigación de la cápsula
interna?
11. Un hombre de 36 años visitó a su médico aduciendo que se había desmayado tres veces en los últimos 6
meses en el trabajo. Durante un interrogatorio exhaustivo, el paciente señaló que en cada ocasión, se había
desmayado mientras estaba sentado en su escritorio y mientras entrevistaba al personal de su oficina; añadió
que la persona a la que estaba entrevistando se sentaba en la silla que se hallaba inmediatamente a la derecha
de su escritorio. Dijo que antes de cada pérdida de consciencia se sintió mareado; luego, perdió la
consciencia y la recuperó en unos momentos. La tarde anterior, había tenido un mareo similar cuando giró
rápidamente la cabeza a la derecha para hablar con un amigo en la calle. El médico se fijó en que el paciente
llevaba un cuello rígido que estaba demasiado ajustado. Cuando el médico comentó esto, el paciente dijo que
siempre llevaba este tipo de cuello para trabajar. No se encontraron signos físicos anómalos. Empleando sus
conocimientos de anatomía y fisiología, ¿qué diagnóstico puede establecer?
12. Un hombre de 45 años, director de una compañía, se levantó para pronunciar su discurso anual después de
la cena cuando sufrió de forma repentina un dolor «insoportable y como si le aplastaran» sobre el esternón.
Sintiéndose mareado y débil, se cayó en la silla. Unos pocos momentos después, perdió el conocimiento. Un
comensal de la cena, que había recibido alguna formación sobre reanimación cardiopulmonar mientras era
miembro de las fuerzas armadas, se acercó y observó que el paciente había dejado de respirar. Comenzó
rápidamente con la reanimación boca a boca y con el masaje cardíaco, y no paró hasta que llegó el personal
de la ambulancia para llevar al paciente al hospital. El médico de la unidad de cuidados intensivos del hospital
le dijo posteriormente al paciente que le había salvado la vida la rapidez y competencia del comensal de la
cena. Usando sus conocimientos de neurofisiología, cuente cómo puede sobrevivir el tejido cerebral cuando
se ha producido un paro cardíaco completo y se ha dejado de respirar.
13. Un hombre de 62 años con antecedentes de hipertensión visitó a su médico porque el día anterior había
sufrido una pérdida temporal de visión en el ojo derecho. Explicó que la pérdida de visión era parcial, y que
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duró alrededor de media hora. En el interrogatorio exhaustivo, el paciente admitió que había sufrido episodios
similares de ceguera en el mismo ojo durante los 6 meses previos, pero que habían durado sólo unos pocos
minutos. El paciente también mencionó que algunos días no podía recordar los nombres de la gente ni de las
cosas. También había sufrido recientemente cefaleas hemicraneales derechas. Cuando se le preguntó por sus
actividades, dijo que no podía caminar tan bien como lo hacía previamente, y que su pierna izquierda a veces
estaba más débil y acorchada. Mientras se llevaba a cabo una exploración física cuidadosa, el médico oyó
con su fonendoscopio un soplo sistólico claro sobre el lado derecho del cuello. Dado que el paciente tiene
una enfermedad vascular del cerebro, ¿qué arteria es probable que esté implicada en el proceso de la
enfermedad? ¿Qué investigaciones clínicas especiales realizaría para confirmar el diagnóstico?
14. Un hombre joven, de 39 años, ingresó en el hospital con antecedente de una cefalea generalizada intensa y
brusca mientras trabajaba en el jardín. Se siguió, 10 min después, de una pérdida de conocimiento del
paciente, que cayó al suelo. Tras ser trasladado al interior y colocado en un sofá, el paciente recuperó el
conocimiento, pero se hallaba confuso. Se quejaba de una cefalea muy intensa y de rigidez de nuca. La
exploración física mostraba algo de rigidez en el cuello, pero nada más. Una exploración neurológica
exhaustiva 3 días después mostró cierta pérdida de tono en los músculos de la pierna izquierda. Empleando
sus conocimientos de anatomía, establezca el diagnóstico. ¿Cuál es la razón de la rigidez de nuca?
15. Un joven de 26 años, tras salir de un bar en el que había tomado unas copas, caminaba por una carretera a la
una de la madrugada cuando fue golpeado por un coche que pasaba. Afortunadamente, el coche iba despacio
y golpeó la cabeza del paciente en dirección oblicua. Una hora más tarde, un policía encontró al paciente
inconsciente al lado de la carretera. La exploración física en el hospital local mostró que el paciente había
recuperado el conocimiento durante unos pocos minutos, pero que rápidamente volvió a quedar
inconsciente. La pupila derecha estaba dilatada, y el tono muscular de la pierna izquierda también era menor
de lo normal. El signo de Babinski era positivo en el lado izquierdo. La exploración del cuero cabelludo
mostró un hematoma importante sobre la sien derecha, y la radiografía lateral del cráneo mostró una fractura
del ángulo anterior e inferior del hueso parietal. Una TC mostró una zona densa que se extendía desde la zona
anterior a la posterior a lo largo de la tabla interna del hueso parietal derecho. ¿Cuál es el diagnóstico?
Supongamos que no estuviera disponible un equipo de TC, y que se decidiera realizar una punción lumbar; la
prueba podría mostrar un aumento en la presión del líquido cefalorraquídeo, y el líquido estaría ligeramente
teñido de sangre. Explique estos hallazgos adicionales.
16. Una mujer de 50 años que se quejaba de cefalea, somnolencia y confusión visitó a su médico. En un
interrogatorio exhaustivo, la paciente recordaba haberse golpeado la cabeza contra la puerta de un armario
cuando se había agachado, 3 semanas antes. La TC mostraba la presencia de una gran lesión ocupante de
espacio sobre el lóbulo frontal derecho del cerebro. ¿Cuál es el probable diagnóstico?
17. Un hombre de 55 años con antecedentes de hipertensión perdió el conocimiento en la calle mientras iba
caminando a trabajar. Experimentó una cefalea brusca e intensa. Tras 5 min, su cara comenzó a torcerse
hacia el lado derecho, y su habla se volvió dificultosa. En el ingreso en el hospital, se observó que su pierna y
brazo derechos estaban más débiles que los del lado izquierdo, y los músculos estaban hipotónicos. Los ojos
estaban desviados a la izquierda. Más adelante, el brazo y la pierna derechos mostraron una parálisis
completa y eran insensibles al pinchazo de una aguja. Se encontró signo de Babinski positivo en el lado
derecho. Dos horas más tarde, el paciente entró en coma profundo, con pupilas dilatadas fijas bilaterales.
Después, la respiración se volvió profunda e irregular, y el paciente murió 6 h más tarde. Empleando sus
conocimientos de neuroanatomía, establezca el diagnóstico.
18. ¿Cuál es la irrigación de la médula espinal? ¿Qué zonas de la médula espinal están irrigadas por la arteria
espinal anterior? ¿Cuáles son las regiones de la médula espinal más susceptibles a la isquemia?
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necrosis y muerte y neuronal. La neuroglía circundante suele proliferar entonces e invade la zona,
produciendo una cicatriz de neuroglía o la formación de una cavidad quística. Existen las siguientes
anastomosis importantes en las arterias cerebrales: a) el circuito arterial cerebral b) anastomosis entre las
ramas de las arterias cerebrales sobre la superficie de los hemisferios cerebrales y los hemisferios
cerebelosos y c) anastomosis entre las ramas de las arterias carótidas interna y externa: i) en el origen de la
arteria carótida común, ii) en la anastomosis entre las ramas de la arteria oftálmica dentro de la órbita y las
arterias facial y maxilar y iii) entre las ramas meníngeas de la arteria carótida interna y la arteria meníngea
media.
2. El trabajo de McDonald y Potter en 1951 mostró que la arteria comunicante posterior es el lugar en el que se
juntan las corrientes de sangre de la arteria carótida interna y de las arterias vertebrales del mismo lado, y
dado que sus presiones en este punto son iguales, no se mezclan. Sin embargo, en la práctica clínica, el
buen llenado de la arteria cerebral posterior con material radiopaco, como se observa en la angiografía de
carótida, se produce en alrededor del 25% de los pacientes. Se puede ver un llenado ligero en personas
sanas. Los resultados variables pueden explicarse sobre la base de que el tamaño de las arterias que forman
el polígono arterial está sujeto a una considerable variación y, en consecuencia, el torrente sanguíneo puede
variar en distintas personas.
3. La oclusión de las ramas corticales de la arteria cerebral posterior izquierda dará lugar a una hemianopsia
homónima del lado derecho por isquemia de la zona visual primaria en el surco calcarino. El respeto de la
región macular puede explicarse por el solapamiento del aporte arterial de esta zona del lóbulo occipital por
las arterias cerebrales posterior y media izquierdas. La hemianestesia del lado derecho y la presencia de un
dolor importante de tipo urente en la pierna derecha se conocen clínicamente como síndrome talámico, y se
deben a la oclusión de una de las ramas centrales de la arteria cerebral posterior izquierda que irriga los
núcleos sensitivos del tálamo izquierdo. La presencia de una leve hemiparesia pasajera del lado derecho se
podría explicar por la oclusión temporal de una rama de la arteria cerebral posterior izquierda en el lado del
pedúnculo cerebral izquierdo.
4. Las placas ateromatosas tienden a producirse en las siguientes localizaciones: a) en el seno carotídeo de la
arteria carótida interna o justo más allá de la bifurcación de la arteria carótida común, b) en la bifurcación
principal de la arteria cerebral media, c) donde las arterias vertebrales se unen para formar la arteria basilar,
d) donde la arteria cerebral anterior se curva superior y posteriormente sobre la rodilla del cuerpo calloso y
e) donde la arteria cerebral posterior pasa alrededor del lado lateral del pedúnculo cerebral.
5. Un ictus puede definirse como un desarrollo brusco de un déficit neurológico, generalmente asociado con el
desarrollo de algún grado de hemiparesia y algunas veces acompañado de pérdida de la consciencia; suele
deberse a obstrucción arterial. Los síntomas y los signos dependen de la causa de la interrupción del torrente
sanguíneo cerebral y del tamaño de la arteria afectada. Por ejemplo, el embolismo cerebral o la hemorragia
cerebral son acontecimientos bruscos, mientras que el desarrollo de aterosclerosis en un paciente con
hipertensión es un proceso lento que rápidamente empeora cuando se produce una trombosis en el lugar de
la placa ateromatosa. La hemiplejía es el signo más frecuente, pero pueden producirse defectos sensitivos
adicionales, dependiendo de la arteria obstruida. Son ejemplos la hemianestesia, la hemianopsia, la disfasia y
la disartria.
6. La oclusión de la arteria cerebral media o de sus ramas puede producir, además de la parálisis de los
músculos del lado contrario del cuerpo, hemianestesia contralateral debido a la isquemia del surco posterior
y a la hemianopsia homónima debida a isquemia de la radiación óptica.
La oclusión de la arteria cerebral anterior o de sus ramas puede producir una pérdida sensitiva
contralateral en la pierna, el pie y los dedos de los pies, debido a la isquemia de la zona de la pierna de la
corteza cerebral. La oclusión de la arteria cerebral posterior o de sus ramas puede producir una
hemianopsia homónima contralateral debida a la isquemia de la zona visual primaria en la región del surco
calcarino. Si las ramas del tálamo también se bloquean, aparecerá una hemianestesia contralateral y,
posiblemente, el desarrollo de un dolor grave en las mismas áreas.
Estos déficits sensitivos son los que se observan con mayor frecuencia. El grado de afectación sensitiva
depende del tamaño y del número de ramas de la arteria ocluida.
7. La arteria carótida interna y las arterias basilares resultan igualmente afectadas por la enfermedad. La arteria
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carótida interna irriga predominantemente un hemisferio cerebral a través de la arteria cerebral anterior y de
las ramas de la cerebral media; por tanto, la oclusión de la arteria carótida interna produce una hemiplejía,
hemianestesia y hemianopsia contralaterales, y afasia y agnosia, dependiendo de que el hemisferio dominante
esté afectado. Por otra parte, la arteria basilar contribuye a la irrigación de sangre de ambos lados del
cerebro a través de las dos arterias cerebrales posteriores y de muchas ramas de ambos lados del cuerpo.
8. El hemisferio dominante posee la función del lenguaje. En personas diestras (y en algunas personas zurdas),
el lenguaje es una función del hemisferio izquierdo. Un accidente cerebrovascular que afecte a la arteria
cerebral media del lado izquierdo será, por tanto, más grave que en el lado derecho, dado que afectará a la
zona cortical del habla y producirá una afasia motora y sensitiva completa. En las personas que tienen un
hemisferio derecho dominante, ocurre al revés.
9. La arteria cerebral media, además de dar lugar a ramas corticales, da lugar a ramas centrales que irrigan
parte de la rama posterior de la cápsula interna y de la radiación óptica. La oclusión de estas ramas origina
una hemianopsia homónima contralateral.
10. Dado que muchos tractos importantes ascendentes y descendentes tienen un trayecto por la cápsula interna,
una oclusión de su aporte sanguíneo produce un déficit neurológico extenso. La cápsula interna está irrigada
por las ramas estriadas central y lateral de la arteria cerebral media y por las ramas centrales de la arteria
cerebral anterior.
11. Este paciente presenta síntomas de síndrome del seno carotídeo. Para una descripción completa de este
síndrome, véase la página 484.
12. Se ha estimado que los cambios irreversibles comienzan a producirse en el tejido del sistema nervioso
alrededor de 4 min después de la detención completa del flujo cerebral. (Este tiempo puede ser mayor si se
ha enfriado el cuerpo del paciente.)
13. La afectación de la visión del ojo derecho con síntomas motores en la pierna izquierda es muy sugestiva de
una oclusión parcial de la arteria carótida interna derecha. Cuando a esto se une la pérdida de memoria y un
soplo sistólico sobre la arteria carótida interna derecha, el diagnóstico es casi seguro. Las cefaleas derechas
son síntomas habituales en esta patología. Un angiograma de la arteria carótida derecha confirmará la
presencia de una estenosis crítica de la arteria carótida interna en su origen. Las mediciones
oftalmodinamométricas pueden mostrar una disminución de la presión de la arteria retiniana del lado derecho
debido a una disminución de la presión en la arteria oftálmica derecha.
14. Este paciente tenía un aneurisma congénito de la arteria comunicante anterior. El inicio brusco de una cefalea
grave, que a menudo es tan intensa que el paciente siente como si se hubiese sido golpeado en la cabeza, es
característico de la rotura de un aneurisma congénito en el espacio subaracnoideo. La rigidez de nuca se
debe a la irritación meníngea producida por la presencia de sangre en el espacio subaracnoideo. Este paciente
no tenía evidencia de una presión previa sobre el nervio óptico que diera lugar a un defecto de visión
unilateral, lo que a veces se produce cuando el aneurisma se halla situado en la parte anterior del circuito
arterial cerebral. La pérdida de tono de los músculos de la pierna izquierda es difícil de explicar, aunque se
puede deber al daño que produce la hemorragia brusca en el espacio subaracnoideo en el hemisferio cerebral
derecho.
15. Este paciente tenía una hemorragia extradural del lado derecho, debida a la fractura de la parte anterior del
hueso parietal, que ha roto la división anterior de la arteria meníngea media derecha. La historia de que este
paciente fue encontrado inconsciente y de que después recuperó la consciencia durante un tiempo para luego
volver a quedar inconsciente es un hallazgo característico. El traumatismo inicial generalmente es
responsable de una pérdida inicial de consciencia. La recaída en el estado de inconsciencia se debe a un gran
coágulo de sangre a baja presión que comprimía la capa meníngea de la duramadre. Esto es responsable de la
pupila dilatada en el lado derecho debido a la presión indirecta en el nervio oculomotor derecho. La presión
sobre el surco precentral derecho produce hemiplejía y debilidad de la pierna izquierda; también produce un
signo de Babinski positivo en el lado izquierdo. La presencia de un gran coágulo de sangre en la cavidad
intracraneal es fácilmente reconocible en la TC. La presencia de un coágulo también era la responsable de la
elevación de la presión del líquido cefalorraquídeo. La ligera tinción de sangre del líquido obtenido mediante
una punción lumbar se debía a una pequeña extravasación de sangre desde el espacio extradural en el espacio
subaracnoideo en el lugar de la fractura.
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16. Esta paciente tenía un hematoma subdural crónico tras un traumatismo en la cabeza producido 3 semanas
antes. Se produjo porque se rasgó una de las venas cerebrales superiores en el punto de entrada en el seno
sagital superior. La sangre se acumulaba a baja presión entre la duramadre y la aracnoides. Las cefaleas, la
somnolencia y la confusión se debían a un aumento de la presión intracraneal. El coágulo de sangre se puede
observar fácilmente en la TC. El coágulo de sangre se extirpó satisfactoriamente a través de un orificio en el
cráneo, y la paciente no presentó más síntomas.
17. La historia de hipertensión, el inicio brusco de cefalea muy intensa, la dificultad para el habla, la debilidad de
la parte inferior de la hemicara derecha, la hemiplejía del lado derecho, el signo de Babinski positivo derecho,
la hemianestesia del lado derecho y la desviación de los ojos al lado izquierdo, son todos diagnósticos de un
accidente cerebrovascular que afecta al hemisferio cerebral izquierdo. En la necropsia se observó que las
ramas centrales perforantes de la arteria cerebral media izquierda se hallaban extensamente afectadas por
aterosclerosis. Una de estas arterias se había roto, dando lugar a un gran hematoma en el núcleo lenticular y
en la cápsula interna izquierda. La combinación de hipertensión y de degeneración aterosclerótica de la arteria
fue la causante de la hemorragia letal. Las pupilas fijas dilatadas, la irregularidad de la respiración, y
finalmente la muerte, se debieron al aumento de la presión intracraneal dentro del hemisferio, produciendo
una compresión hacia abajo que afectaba al tallo cerebral.
18. La irrigación de la médula espinal se describe de forma exhaustiva en la página 481. La arteria espinal
anterior irriga los dos tercios anteriores de la médula espinal. Los segmentos torácicos superior e inferior
tienen un aporte relativamente escaso de sangre porque la arteria espinal anterior en esta región puede ser
muy pequeña; por tanto, son más susceptibles a la isquemia.
PREGUNTAS DE REVISIÓN
Instrucciones: cada uno de los apartados numerados en esta sección se acompaña de respuestas.
Seleccione la letra de la respuesta CORRECTA.
1. Las siguientes afirmaciones se refieren al aporte de sangre al cerebro:
(a) El cerebro recibe su aporte sanguíneo directamente de las dos arterias carótidas externas.
(b) El circuito arterial cerebral está formado por la arteria cerebral anterior, la arteria carótida interna, la
arteria cerebral posterior, la arteria basilar, y las arterias comunicantes anterior y posterior.
(c) Las arterias cerebrales no se anastomosan en la superficie del cerebro.
(d) Existen numerosas anastomosis entre las ramas de las arterias cerebrales una vez que han penetrado en la
sustancia cerebral.
(e) La principal irrigación de la cápsula interna procede de las ramas centrales de la arteria cerebral anterior.
2. Las zonas de la corteza cerebral enumeradas a continuación reciben su aporte de sangre como se indica:
(a) El surco precentral (área de la cara) está irrigado por la arteria cerebral media.
(b) El surco poscentral (área de la cara) está irrigado por la arteria cerebral anterior.
(c) La cuña está irrigada por la arteria cerebral anterior.
(d) El surco temporal inferior está irrigado por la arteria cerebral media.
(e) El área de Wernicke está irrigada por la arteria cerebral posterior.
3. Las arterias enumeradas a continuación proceden de las arterias principales como se indica:
(a) La arteria oftálmica es una rama de la arteria cerebral media.
(b) Las arterias pontinas son ramas de la arteria carótida interna.
(c) La arteria comunicante posterior es una rama de la arteria cerebral media.
(d) La arteria espinal posterior procede de la arteria vertebral.
(e) La arteria cerebelosa posteroinferior es una rama de la arteria basilar.
4. Las venas enumeradas a continuación drenan en los senos venosos indicados:
(a) Las venas cerebrales superiores drenan en el seno sagital inferior.
(b) Las grandes venas cerebrales drenan en el seno sagital superior.
(c) Las venas cerebelosas superiores drenan sólo en el seno recto.
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Instrucciones: empareje las preguntas. Las siguientes preguntas se aplican a la figura 17-17.
Empareje los números listados a la izquierda con las letras apropiadas enumeradas a la derecha. Cada
letra puede seleccionarse una vez, más de una vez o nunca.
7. Número 1
8. Número 2
9. Número 3
10. Número 4
11. Número 5
12. Número 6
(a) Arteria cerebral media
(b) Arteria comunicante anterior
(c) Arteria cerebral posterior
(d) Arteria basilar
(e) Ninguna de las anteriores
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(d) La arteria espinal anterior es doble, pero generalmente procede de una arteria vertebral.
(e) Las arterias espinales no están reforzadas por ramas de arterias locales.
Instrucciones: cada historia clínica continúa con preguntas. Seleccione la MEJOR respuesta.
Un hombre de 58 años, mientras cenaba, se quejó bruscamente de cefalea. Momentos después, cayó hacia
delante y quedó inconsciente.
14. Al ingresar en el hospital, el médico que lo examinó encontró los siguientes signos, excepto:
(a) Estaba en coma profundo, y su respiración era profunda y lenta.
(b) La cabeza del paciente estaba girada a la izquierda.
(c) El lado derecho de su cara estaba aplanado, y le caía saliva por la comisura derecha de la boca.
(d) El tono muscular de las extremidades era menor en el lado derecho que en el izquierdo.
(e) Estaban ausentes los reflejos abdominales derechos, y había una respuesta positiva de Babinski en el lado
izquierdo.
15. Tres días después, el paciente recuperó la consciencia, y los signos que aparecieron fueron los siguientes,
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excepto:
(a) El brazo derecho, y en menor medida, la pierna derecha estaban paralizados.
(b) Los movimientos del brazo y pierna izquierdos y del lado izquierdo de la cara eran normales.
(c) Las partes superior e inferior del lado derecho de su cara estaban paralizadas.
(d) El paciente tenía dificultad para deglutir.
(e) El paciente era incapaz de hablar.
16. Durante las siguientes 2 semanas, se desarrollaron los siguientes signos, excepto:
(a) Los músculos de las extremidades del lado derecho se volvieron hipertónicos.
(b) Los reflejos tendinosos del lado derecho se volvieron muy reactivos.
(c) El paciente tenía algo de pérdida sensitiva en el lado derecho.
(d) El paciente sufría de incontinencia urinaria.
(e) Los músculos del lado izquierdo mostraban hipotonía.
17. El neurólogo encargado del paciente interpretó los hallazgos como sigue. Todas sus interpretaciones fueron
correctas, excepto:
(a) El inicio brusco de una cefalea intensa seguido de la pérdida de consciencia es un hallazgo habitual en los
pacientes con obstrucción de una arteria cerebral.
(b) La profundidad del coma no tiene relación con la extensión de la obstrucción arterial.
(c) La parálisis de la cara en el lado derecho indicaba la presencia de una lesión en el lado izquierdo del
cerebro.
(d) La cabeza y los ojos del paciente estaban desviados hacia la izquierda (es decir, hacia el lado de la lesión).
(e) La pérdida de los reflejos abdominales del lado derecho indicaban la presencia de una lesión en el lado
izquierdo del cerebro.
18. Los siguientes signos físicos y los datos anatómicos conocidos sugerían la afectación de la arteria cerebral
media, excepto:
(a) La parálisis del lado derecho de la cara y del brazo derecho era más grave que la de la pierna derecha.
(b) La presencia de afasia.
(c) Las ramas centrales de la arteria cerebral media no irrigan el núcleo lenticular, el núcleo caudado ni la
cápsula interna.
(d) La arteria cerebral media izquierda irriga toda la superficie lateral del hemisferio cerebral, excepto una
franja estrecha irrigada por la arteria cerebral anterior.
(e) La arteria cerebral posterior izquierda irriga el polo occipital y la superficie inferolateral del hemisferio
cerebral.
Un hombre de 60 años ingresó en el servicio de urgencias quejándose del inicio brusco de un dolor
insoportable y lacerante localizado en la parte de atrás del tórax y en la espalda. Tras una exploración física y
pruebas radiológicas, se estableció el diagnóstico de disección de la aorta descendente. En pocas horas, el
paciente comenzó a experimentar un dolor «en cinturón» que afectaba al cuarto dermatoma torácico en ambos
lados. Más adelante, se observó que tenía una termoanestesia bilateral y una analgesia por debajo del nivel del
cuarto dermatoma torácico. El sentido de la posición, la vibración y el tacto superficial se mantuvieron
normales. Se desarrolló rápidamente una parálisis espástica completa en ambas piernas.
19. El inicio brusco del dolor «en cinturón» en este paciente se debía con mayor probabilidad a:
(a) Presión en los cuartos nervios raquídeos torácicos.
(b) Bloqueo de los orígenes de las arterias intercostales posteriores que dan lugar a las arterias espinales
segmentarias por la disección aórtica.
(c) Molestias producidas por el crecimiento del aneurisma.
(d) Artrosis de la columna vertebral.
20. El desarrollo de la termoanestesia y de la analgesia bilateral por debajo del nivel del cuarto segmento torácico
de la médula y el posterior desarrollo de la paraplejía podría estar causado por:
(a) Ausencia de circulación en las arterias espinales posteriores.
(b) Hemorragia cerebral.
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Para las respuestas de las preguntas 7 a 12, estudie la figura 17-17, que muestra las arterias de la
superficie inferior del cerebro.
7. B es correcta; 1 es la arteria comunicante anterior.
8. C es correcta; 2 es la arteria cerebral posterior.
9. E es correcta; 3 es la arteria vertebral izquierda.
10. D es correcta; 4 es la arteria basilar.
11. E es correcta; 5 es la arteria comunicante posterior (derecha).
12. A es correcta; 6 es la arteria cerebral media (derecha).
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13. A es correcta. Las arterias espinales posteriores irrigan el tercio posterior de la médula espinal (v. pág. 481).
B. Las venas de la médula espinal se comunican con las venas del cerebro y con los senos venosos (v. pág.
482). C. La arteria radicular magna (arteria de Adamkiewicz) procede de la aorta en los niveles torácico
inferior o lumbar superior (v. pág. 482). D. La arteria espinal anterior es única, pero generalmente procede
de ambas arterias vertebrales (v. pág. 482). E. Las arterias espinales están reforzadas por las arterias
radiculares, que son ramas de las arterias locales (v. pág. 482).
14. E es la excepción. El signo de Babinski positivo se vería en el lado derecho.
15. C es la excepción. Los músculos de la parte superior de la cara del lado derecho no están afectados por una
lesión que afecte a las motoneuronas superiores del lado izquierdo del cerebro. Esto se debe al hecho de que
la parte facial del núcleo del séptimo par craneal que controla los músculos de la parte superior de la cara
recibe fibras corticonucleares desde ambos hemisferios cerebrales (v. pág. 346).
16. E es la excepción. La lesión cerebral se hallaba en el lado izquierdo del cerebro, y los músculos de la pierna
izquierda estaban completamente respetados por el accidente vascular.
17. B es la excepción. La profundidad del coma depende de la extensión de la oclusión arterial.
18. C. Las ramas centrales de la arteria cerebral media derecha irrigan los núcleos lenticular y caudado derechos
y la cápsula interna derecha.
19. B es correcta. En la región torácica, las arterias intercostales posteriores proceden directamente de la aorta
torácica, y pueden resultar bloqueadas por un coágulo de sangre conforme progresa la disección aórtica. Las
arterias espinales segmentarias, que son ramas de las arterias intercostales posteriores, dan lugar a arterias
radiculares que irrigan los nervios raquídeos y sus raíces. Si estas arterias se hallan comprometidas, se
experimenta un dolor intenso en la distribución de los nervios raquídeos implicados, y de ahí, el dolor «en
cinturón».
20. C es correcta. La irrigación de la médula espinal es escasa, y si las arterias segmentarias que refuerzan a las
arterias espinales posteriores y anteriores están afectadas, le seguirá una isquemia de la médula espinal. En
este paciente, la circulación en la arteria espinal anterior cesó, y el aporte sanguíneo a los dos tercios
anteriores de la médula espinal se cortó. Esto explicaría el desarrollo brusco de una termoanestesia y una
analgesia bilateral (fascículos espinotalámicos en ambas columnas blancas laterales) y paraplejía (fascículos
corticoespinales en ambas columnas blancas laterales). La conservación de la sensación de posición,
vibración y tacto superficial, que tienen un trayecto por el fascículo grácil y el cuneiforme, puede explicarse
por el hecho de que las columnas blancas posteriores están irrigadas por arterias espinales posteriores, en las
que la circulación era adecuada.
LECTURAS RECOMENDADAS
Angerson, W. J., Sheldon, C. D., Barbenel, J. C., Fisher, A. C., and Gaylor, J. D. S. (eds.). Blood Flow in the
Brain. New York: Oxford University Press, 1989.
Boron, W. F., and Boulpaep, E. L. Medical Physiology. Philadelphia: Saunders, 2003.
Brazis, P. W., Masden, J. C., and Biller, J. Localization in Clinical Neurology (2nd ed.). Boston: Little, Brown,
1990.
Brust, J. C. M. Cerebral infarction. In L. P. Rowland (ed.), Merritt's Textbook of Neurology (10th ed., p. 232).
Philadelphia: Lea & Febiger, 2000.
Del Zoppo, G. J. Stroke and neurovascular protection. N. Engl. Med. 354:553, 2006.
Edvinsson, L., Mackenzie, E. T., and McCulloch, J. Cerebral Blood Flow and Metabolism. New York: Raven
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Goetz, C. G. Textbook of Clinical Neurology (2nd ed.). Philadelphia: Saunders, 2003.
Guyton, A. C., and Hall, J. E. Textbook of Medical Physiology (11th ed.). Philadelphia: Elsevier Saunders, 2006.
Lees, K. R., Zivin, J. A., Ashwood, T., Davalos, A., Davis, S. M., Diener, HC., et al. NXY-059 for acute
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CAPÍTULO 18
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médula espinal (v. pág. 14). En este capítulo se continúa el proceso del desarrollo,
siguiendo las diferentes partes del sistema nervioso a lo largo de su evolución. Se
expondrá la explicación embrionaria de algunas de las anomalías congénitas más
frecuentes.
MÉDULA ESPINAL
En el desarrollo temprano, el tubo neural presenta una dilatación en su extremo cefálico
formando las vesículas encefálicas primarias: vesícula del cerebro anterior o
prosencéfalo, la vesícula media o mesencéfalo y la vesícula posterior o
rombencéfalo (fig. 18-1A). El resto del tubo se elonga y continúa con un menor
diámetro y dará lugar a la médula espinal.
La pared del tubo neural consiste de una capa única de células epiteliales columnares
seudoestratificadas, denominadas células de la matriz o neuroepitelio (fig. 18-1). Esta
zona gruesa del epitelio se extiende desde la cavidad del tubo hacia la periferia. Los
núcleos de estas células se desplazan hacia la cavidad del tubo, para dividirse y dirigirse
hacia la periferia durante las fases intermitóticas del ciclo celular (fig. 18-1C). La repetida
división de las células de la matriz da lugar a un incremento en la longitud y diámetro del
tubo neural. Finalmente, se forman los neuroblastos iniciales, y éstos terminan la
diferenciación a neuronas. Estas células migran a la periferia para formar la zona
intermedia (fig. 18-1). La zona intermedia formará la sustancia gris de la médula
espinal. Ahora, los neuroblastos darán lugar a las neuronas que están formadas por
cuerpo y fibras nerviosas; éstas crecen periféricamente y forman una capa externa a la
zona intermedia denominada la zona marginal. Las fibras nerviosas en la zona marginal
se mielinizan y forman la sustancia blanca de la médula espinal.
Mientras se están formando los neuroblastos, las células de la matriz también dan lugar
a los astrocitos y los oligodendrocitos de la neuroglía. Más adelante, las células
microgliales, que derivan del mesénquima circundante, migran al interior de la médula
en desarrollo, junto con los vasos sanguíneos. Cuando el neuroepitelio termina de formar
neuronas y neuroglía, se diferencia a células ependimarias.
Ahora, la cavidad del tubo neural se estrecha para formar la hendidura dorsoventral
con paredes laterales gruesas y unas placas basal y del techo delgadas (fig. 18-2). La
zona intermedia de la pared lateral del tubo forma un gran engrosamiento ventral o
anterior conocido como placa basal, y un engrosamiento posterior más pequeño
conocido como placa alar (fig. 18-2). Los neuroblastos de la placa basal formarán las
células motoras de la columna o asta anterior (cordón), mientras que los neuroblastos de
la placa alar desarrollan las células sensitivas de la columna o asta posterior. La placa
basal motora y la placa alar sensitiva están separadas en cada lado por el surco
limitante.
El crecimiento continuo de las placas basales de cada lado de la línea media forma un
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surco longitudinal profundo denominado fisura media anterior (fig. 18-2). Las placas
alares también aumentan de tamaño y se extienden medialmente, comprimiendo la parte
posterior de la luz del tubo neural. Finalmente, las paredes de la porción posterior del
tubo se fusionan, formando el tabique medio posterior. La luz del tubo neural se
convierte en el canal ependimario (fig. 18-2).
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Cerebro
anterior
A B
\
1
\ \
\
\
\ \
\
\ 1
Neurona
1 1
1 1
1
1
1
1
1
1
1
1
Zona Zona
e ventricular intermedia
Figura 18-1 A: expansión del extremo cefálico del tubo neural para formar las vesículas prosencefálica,
mesencefálica y rombencefálica. B, C: corte transversal del tubo neural en desarrollo en la región de la médula
espinal. Las células de la capa neuroepitelial se han separado ampliamente con fines de claridad.
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Algunas de las células de la cresta neural dan lugar a las células capsulares o satélite,
que rodean los cuerpos de las células nerviosas unipolares en los ganglios. Cada ganglio
espinal está formado, por tanto, por neuronas unipolares y células capsulares.
•
Cordón posterior
1 2
Septomedio Células ~!vas Primera neurona Ralz sensitiva posterior
posterior
del asta posterior sensitiva af.•-re-
- n t_•X ~J (:;~~===' 1lo senslUvo
, I
V?
COnducto ependimarto
Células motoras
del asta anterior
3 4
Figura 18-2 Diferentes estadios en el desarrollo de la médula espinal, mostrando las células de la cresta neural,
que formarán las primeras neuronas aferentes en la vía sensitiva.
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Durante los primeros 2 meses de vida intrauterina, la médula espinal tiene la misma
longitud que la columna vertebral. Posteriormente, la columna vertebral en desarrollo
crece más rápidamente que la médula espinal. Por ello, en el momento del nacimiento, la
terminación coccígea de la médula se encuentra a nivel de la tercera vértebra lumbar. En
el adulto, el extremo inferior de la médula espinal se encuentra a nivel del borde inferior
del cuerpo de la primera vértebra lumbar. Como resultado de esta desproporción en el
ritmo de crecimiento de la columna vertebral en comparación con el de la médula espinal,
las raíces anterior y posterior de los nervios raquídeos por debajo del primer segmento
lumbar de la médula espinal descienden en el interior del canal vertebral hasta que
alcanzan la salida apropiada a través de los orificios intervertebrales. Por otra parte, la
piamadre, que fija el extremo coccígeo de la médula espinal al cóccix, se extenderá ahora
formando una fina banda fibrosa desde el final de la médula hasta el cóccix,
denominándose filum terminal. Las raíces anteriores y posteriores de los nervios
raquídeos siguen un trayecto oblicuo. Junto con el filum terminal, que ahora ocupa el
extremo inferior del canal vertebral, forman la cola de caballo.
Ahora se entiende cómo la cola de caballo se encuentra incluida en el interior del
espacio subaracnoideo hasta alcanzar el nivel de la segunda vértebra sacra. En esta
región, por debajo del nivel del extremo distal de la médula espinal, es donde puede
realizarse la punción lumbar (v. pág. 19). Como resultado del desarrollo de los esbozos
de las extremidades durante el cuarto mes y de las neuronas sensitivas y motoras, la
médula espinal se engruesa en las regiones cervical y lumbar para formar los
engrosamientos cervical y lumbar.
CEREBRO
Una vez que se ha cerrado el tubo neural, las tres vesículas primarias –la vesícula
prosencefálica, la vesícula mesencefálica y la vesícula rombencefálica – completan su
desarrollo (fig. 18-3). La vesícula prosencefálica dará lugar al cerebro anterior
(prosencéfalo), la vesícula mesencefálica al cerebro medio (mesencéfalo) y la vesícula
rombencefálica al cerebro posterior (rombencéfalo).
Alrededor de la quinta semana, las vesículas prosencefálica y rombencefálica se
dividen en dos vesículas secundarias (figura 18-3). La vesícula prosencefálica forma el
telencéfalo, con sus hemisferios cerebrales primitivos, y el diencéfalo, que desarrolla las
vesículas ópticas. La vesícula rombencefálica forma el metencéfalo, el futuro puente
(protuberancia) y cerebelo, y el mielencéfalo que desarrollará a la médula oblongada
(bulbo raquídeo) (tabla 18-1).
El patrón básico del sistema ventricular queda, entonces, bien establecido. La cavidad
de cada hemisferio cerebral se denomina ventrículo lateral. La cavidad del diencéfalo se
conoce como tercer ventrículo. Con el crecimiento continuado, la cavidad de la vesícula
mesencefálica se hace pequeña y forma el acueducto cerebral. La cavidad de la
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111
~-·~ i Mesencéfalo
Metencéfalo ~
\ Acueducto cerebral
Mielencéfalo
Cerebro posterior
:¡ Conducto ependlm8110
Metencéfalo
Diencéfalo
Vesícula óptica
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Placa alar
X
XII
Placa basal Ralz sensitiva del X
Núcleo olivar Pirámide
Al inicio del desarrollo, el embrión es un disco plano y el tubo neural es recto. Más
adelante, con el desarrollo del pliegue cefálico y del pliegue caudal, el tubo neural se
incurva.
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capas forman la tela coroidea. Los brotes vasculares de la tela coroidea se proyectan en
la cavidad del cuarto ventrículo para formar los plexos coroideos (fig. 18-4). Entre el
cuarto y quinto mes, se produce la reabsorción local de la placa tectal, formándose el par
de orificios laterales, la abertura lateral, y el orificio central, la abertura media. Estos
importantes orificios permiten la salida del líquido cefalorraquídeo, que se produce en los
ventrículos, hacia el espacio subaracnoideo (v. pág. 453).
La placa inferior sigue siendo estrecha y forma la región del surco medio. En la capa
marginal sobre la cara anterior de la médula, los axones descendentes de las neuronas de
las áreas motoras de la corteza cerebral (circunvolución precentral) generan unas masas
prominentes denominadas pirámides.
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Cu arto ventr1culo
Núcleo motor del v
Placa tectal
Núcleos pontinos
Placa basal
Figura 18-5 Desarrollo del puente (protuberancia) desde la parte anterior del metencéfalo.
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rv ventrículo
Placa basal
V e ~ H e m i s ferio cerebeloso
Figura 18-6 Desarrollo del cerebelo. También se muestra la fusión de los labios rómbicos en la línea media para
formar el cerebelo con forma de pesa.
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zona ventricular
Cerebelo cerebelo
Plexo coro1deo
Abertura media
1 2
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Zona ventricular
Placa alar
~
Surco limitante
Placa basal
1 2
Collculo superior
,,,...;
Base del pedúnculo
3
Figura 18-8 Estadios sucesivos en el desarrollo del mesencéfalo.
Lámina tenninal
Hemisferio cerebral Agujero interventricular de Monro
Veslcula óptica
Diencéfalo
111 ventriculo
Las dos placas alares y la placa tectal original forman el techo. Los neuroblastos de las
placas alares se diferencian en las neuronas sensitivas de los colículos superior e
inferior (fig. 18-8). Los cuatro salientes representan los cuatro colículos que aparecen en
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la superficie posterior del mesencéfalo. Los colículos superiores se asocian con los
reflejos visuales, y el colículo inferior, con los reflejos auditivos.
Con el posterior desarrollo, las fibras del IV nervio craneal se decusan y
posteriormente emergen en la superficie posterior del mesencéfalo. Las fibras del III
nervio craneal emergen en la superficie anterior en los pedúnculos cerebrales.
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cerebrales.
Hemisferios cerebrales
Los hemisferios cerebrales surgen al principio de la quinta semana del desarrollo. A
medida que se expanden hacia arriba, sus paredes se engruesan y el agujero
interventricular se reduce de tamaño (figs. 18-9 a 18-11). El mesénquima situado entre
los hemisferios cerebrales se condensa para formar la hoz del cerebro. A medida que
progresa el desarrollo, los hemisferios cerebrales crecen y se expanden rápidamente,
primero en sentido anterior para formar los lóbulos frontales, y luego lateral y
superiormente para formar los lóbulos parietales. Finalmente, lo hacen posterior e
inferiormente para dar lugar a los lóbulos occipitales y temporales. Como resultado de
su gran expansión, los hemisferios acaban recubriendo el mesencéfalo y el rombencéfalo
(fig. 18-12).
Hoz del cerebro
Ventrículo lateral
Plexo coroideo
úcleo caudado
} Cuerpo est riado
Núcleo lenticular
Figura 18-10 Representación esquemática de un corte coronal de los hemisferios cerebrales que muestra los
plexos coroideos en desarrollo en el tercer ventrículo y los ventrículos laterales.
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Cápsula interna
Hipocampo
Tálamo
Conexión intertalámic O
Figura 18-11 Representación esquemática de un corte coronal de los hemisferios cerebrales que muestra los
plexos coroideos en el tercer ventrículo y los ventrículos laterales. También se muestran los núcleos caudado y
lenticular y el tálamo. Los tractos nerviosos ascendentes y descendentes pueden apreciarse pasando entre las
masas de sustancia gris para formar la cápsula interna.
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Bulbo olfa1orio
2 fnsula
cerebelo
LóbulO frontal
Surco lateral
LóbtAo temporaJ
La pared medial del hemisferio cerebral permanece delgada y está constituida por
células ependimarias. Esta área resulta invaginada por el mesodermo vascular, que forma
el plexo coroideo del ventrículo lateral (fig. 18-11). El lóbulo occipital del hemisferio
cerebral queda separado del cerebelo por mesénquima, que se condensa para formar el
tentorio (tienda) del cerebelo.
Entre tanto, las células de la matriz que tapizan el piso de la vesícula prosencefálica
proliferan produciendo un gran número de neuroblastos. Éstos forman, colectivamente,
una proyección en el interior de la cavidad del ventrículo lateral denominada cuerpo
estriado (fig. 18-10). Más tarde, éste se diferencia en dos partes: a) la porción
dorsomedial, el núcleo caudado y b) la parte ventrolateral, el núcleo lenticular. Este
último se subdivide en una parte lateral, el putamen, y una parte medial, el globo pálido
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(fig. 18-11). A medida que se expanden los hemisferios, su superficie medial se aproxima
a la superficie lateral del diencéfalo. Así, el núcleo caudado y el tálamo se encontrarán en
estrecho contacto.
En la pared de la vesícula prosencefálica se produce un engrosamiento longitudinal que
protruye en el interior del ventrículo lateral, formando el hipocampo (fig. 18-11).
Mientras se desarrollan estas diferentes masas de materia gris en el interior de cada
uno de los hemisferios cerebrales, las neuronas en maduración de diferentes partes del
sistema nervioso envían axones, ya sea hacia o desde la corteza en fase de
diferenciación. Estos axones forman los grandes tractos ascendentes y descendentes
que, a medida que se desarrollan, se ven forzados a pasar entre el tálamo y el núcleo
caudado medialmente y el núcleo lenticular lateralmente. El haz compacto de fibras
ascendentes y descendentes se denomina cápsula interna (fig. 18-11). La cápsula
externa está constituida por unas pocas fibras de proyección cortical que pasan
lateralmente hacia el núcleo lenticular.
Corteza cerebral
A medida que se expande rápidamente el hemisferio cerebral, se hacen evidentes en su
superficie las circunvoluciones, que quedan separadas por surcos. La corteza que
recubre el núcleo lenticular permanece en un área fija denominada ínsula (fig. 18-12).
Más tarde, esta región quedará enterrada en el surco lateral como resultado del
sobrecrecimiento de los lóbulos adyacentes temporal, parietal y frontal.
Las células de la matriz tapizan la cavidad del hemisferio cerebral produciendo grandes
cantidades de neuroblastos y de células neurogliales que migran hacia la zona marginal.
Las restantes células de la matriz formarán, finalmente, el epéndimo, que tapiza los
ventrículos laterales. En la 12a semana, la corteza se hace muy celular debido a la
migración de un gran número de neuroblastos. Al término, los neuroblastos se habrán
diferenciado, asumiendo una disposición estratificada como resultado de la presencia de
fibras entrantes y salientes. Las diferentes áreas de la corteza enseguida mostrarán tipos
celulares específicos. Así, la corteza motora contiene grandes cantidades de células
piramidales mientras que las áreas sensitivas se caracterizan principalmente por las
células granulares.
Comisuras
La lámina terminal, que corresponde al extremo cefálico del tubo neural, forma un
puente entre los dos hemisferios cerebrales para permitir el paso de las fibras nerviosas
de un hemisferio al otro (fig. 18-9).
La comisura anterior es la primera que se desarrolla. Tiene un trayecto por el interior
de la lámina terminal, y conecta el bulbo olfatorio y el lóbulo temporal de la corteza de
un lado con las estructuras homólogas del hemisferio opuesto.
El fórnix es la segunda comisura que se desarrolla, y conecta la corteza del hipocampo
con cada uno de los hemisferios.
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NOTAS CLÍNICAS
Anomalías congénitas
Prácticamente, cualquier parte del sistema nervioso puede mostrar defectos del
desarrollo, y éstos pueden dar lugar a una amplia variedad de signos y síntomas
clínicos. Aquí sólo se expondrán los defectos habituales del sistema nervioso central.
La espina bífida, la hidrocefalia y la anencefalia se presentan unas 6 veces por cada 1
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Menin~IOOelé Miekleele
Siringomielocete
1. Espina bífida oculta. Están ausentes las apófisis espinosas y los arcos de una o
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4. Mielocele. El tubo neural no queda cerrado en la región del defecto (fig. 18-13). Se
encuentra un área oval descubierta en la superficie. Representa el surco neural,
cuyos labios se han fusionado. El conducto ependimario exuda líquido
cefalorraquídeo hacia la superficie.
5. Siringomielocele. Esta anomalía es infrecuente. Existe un mielomeningocele y,
además, el conducto ependimario de la médula espinal a nivel del defecto óseo se
encuentra marcadamente dilatado (fig. 18-13).
La espina bífida oculta representa el defecto más habitual. El siguiente en frecuencia
es el mielocele, y muchos de los niños afectados nacen muertos. Si el niño sobrevive al
nacimiento, puede producirse la muerte por infección de la médula espinal en el curso
de unos pocos días.
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Figura 18-15 Hidrocefalia. Obsérvese el gran tamaño de la cabeza. (Cortesía del doctor G. Avery.)
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Figura 18-16 Ejemplo de anencefalia. Obsérvese que la mayor parte del cerebro y la calvaria craneal se hallan
ausentes. En la vista posterior, se expone lo que queda de cerebro. (Cortesía del Dr. M. Platt.)
Dado que hasta el 50% de los embarazos en Estados Unidos no son planificados y,
puesto que el tubo neural se cierra antes de que muchas mujeres sepan que se
encuentran gestantes, los médicos deberían insistir en la recomendación de tomar, por
lo menos, 400 mg de ácido fólico al día a aquellas mujeres con posibilidad de quedar
embarazadas, preferentemente en forma de suplemento multivitamínico.
Células madre embrionarias en el tratamiento de las enfermedades neuronales
Freed et al (2001) publicaron el tratamiento de pacientes con enfermedad de Parkinson
grave mediante el trasplante de precursores de las células nerviosas dopaminérgicas
obtenidas de fragmentos de mesencéfalo aislado a partir de fetos de 7 a 8 semanas
después de la concepción. Los resultados demostraron que los trasplantes
sobrevivieron, produciendo cierto beneficio clínico en los pacientes más jóvenes, pero
no en los mayores. Se demostró que las células sobrevivían y se diferenciaban, como
pudo observarse mediante tomografía por emisión de positrones (PET) o mediante
examen histológico (v. fig. 10-9). Dado el gran número de pacientes con enfermedad
de Parkinson en todo el mundo, es improbable que el trasplante de fragmentos
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PREGUNTAS DE REVISIÓN
Instrucciones: cada uno de los apartados numerados en esta sección se acompaña de respuestas.
Seleccionar la letra de la respuesta CORRECTA.
1. Las siguientes afirmaciones hacen referencia al tubo neural:
(a) Está tapizado por células escamosas estratificadas.
(b) Los neuroblastos migran medialmente para formar la zona intermedia.
(c) La división repetida de las células de la matriz no incrementa la longitud ni el diámetro del tubo.
(d) La zona ventricular dará lugar a la sustancia gris de la médula espinal.
(e) Las fibras nerviosas de la zona marginal se mielinizan y forman la sustancia blanca de la médula espinal.
2. Las siguientes afirmaciones hacen referencia a las células de la cresta neural:
(a) Se forman a partir del margen medial de la placa neural.
(b) Dan lugar a los ganglios de las raíces posteriores.
(c) No forman las neuronas de los ganglios autónomos.
(d) Las células de Schwann de los nervios periféricos no proceden de las células de la cresta neural.
(e) Dan lugar a las células de la corteza suprarrenal.
3. Las siguientes afirmaciones hacen referencia a la médula espinal en desarrollo:
(a) Las placas alares forman las neuronas en las columnas grises anteriores.
(b) Las células nerviosas del sistema simpático no proceden de las placas basales.
(c) En el adulto, el extremo inferior de la médula espinal se encuentra al nivel del borde inferior de la primera
vértebra lumbar.
(d) Al momento del nacimiento, el extremo inferior de la médula espinal se encuentra al nivel de la tercera
vértebra sacra.
(e) Las meninges que rodean la médula espinal se desarrollan a partir del endodermo.
4. Las siguientes afirmaciones hacen referencia al desarrollo del tallo cerebral:
(a) El cerebelo se forma a partir de la parte dorsal de las placas alares del metencéfalo.
(b) Las neuronas de los núcleos cerebelosos profundos derivan de las células de la matriz que tapizan la
cavidad de la vesícula mesencefálica.
(c) Los neuroblastos de las placas dorsales darán lugar a los núcleos de los nervios troclear y oculomotor.
(d) Los neuroblastos de los colículos superior e inferior también se forman a partir de neurocitos de las
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placas basales.
(e) El puente (protuberancia) surge de la parte alar del metencéfalo, con contribuciones celulares
procedentes de la parte alar del mielencéfalo.
5. Las siguientes afirmaciones hacen referencia al destino de la vesícula prosencefálica:
(a) La vesícula óptica crece a partir de la vesícula mesencefálica.
(b) El tálamo se forma a partir de las placas alares en la pared medial del diencéfalo.
(c) La lámina terminal se forma a partir del extremo rostral del diencéfalo.
(d) La porción nerviosa de la hipófisis se forma a partir del piso del diencéfalo.
(e) Los núcleos hipotalámicos se forman a partir de las placas basales del diencéfalo.
6. Las siguientes afirmaciones hacen referencia al desarrollo de los hemisferios cerebrales:
(a) El cuerpo estriado se forma por la proliferación de las células de la matriz que tapizan el techo de la
vesícula prosencefálica.
(b) El agujero interventricular se forma a partir de la cavidad del diencéfalo.
(c) El plexo coroideo del ventrículo lateral está formado por ectodermo vascular recubierto por células
ependimarias.
(d) La cápsula interna está formada por los tractos ascendentes y descendentes en desarrollo que crecen
entre el tálamo y el núcleo caudado medialmente y el núcleo lenticular lateralmente.
(e) Las neuronas corticales se desarrollan in situ y no migran lateralmente desde las células de la matriz que
tapizan la cavidad del hemisferio cerebral.
7. Las siguientes afirmaciones hacen referencia al desarrollo de la mielinización del cerebro:
(a) La mielinización empieza al momento del nacimiento.
(b) Las fibras sensitivas son las últimas en mielinizarse.
(c) El proceso de mielinización es aleatorio.
(d) La mielinización de los tractos nerviosos prácticamente se ha completado al cuarto año de vida.
(e) La mielinización se lleva a cabo por los oligodendrocitos y no por las neuronas.
8. Las siguientes afirmaciones hacen referencia a la espina bífida:
(a) Es una de las anomalías congénitas más habituales del sistema nervioso central.
(b) La forma más frecuente de espina bífida es el siringomielocele.
(c) La anomalía se produce con mayor frecuencia en las regiones cervical y torácica alta.
(d) En un mielocele, el tubo neural se cierra en la región del defecto.
(e) La mayoría de los casos de espina bífida oculta requiere cirugía exploradora.
Instrucciones: cada historia clínica continúa con preguntas. Seleccione la MEJOR respuesta.
Una niña de 6 meses fue visita por el cirujano plástico debido a la presencia de una masa a nivel de la raíz nasal.
La madre decía que había notado la inflamación en el momento del nacimiento y que, desde entonces, había
aumentado de tamaño gradualmente.
9. El cirujano examinó a la niña y encontró los siguientes signos probables, excepto:
(a) La masa se situaba en la raíz nasal, a nivel de la línea media.
(b) La masa estaba localizada entre el hueso frontal y el nasal.
(c) La masa era fluctuante y, con una presión suave, se reducía de tamaño.
(d) La masa era pulsátil, y el pulso coincidía con el latido cardíaco.
(e) El pulso no coincidía con el pulso notado sobre la fontanela anterior del cráneo.
10. Se consultó a un neurocirujano que encontró los siguientes posibles hallazgos adicionales, excepto:
(a) Una radiografía lateral del cráneo revelaba un defecto en los huesos membranosos que implicaba a los
procesos nasales del hueso frontal.
(b) El defecto en los huesos membranosos se denomina craneosquisis.
(c) La anomalía se asociaba con un meningocele cefálico.
(d) Existía una hernia de las meninges a través de un defecto en el cráneo.
(e) Nunca se encuentra tejido cerebral en el interior de la hernia.
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mayoría de casos de espina bífida oculta no requiere tratamiento (v. pág. 512).
9. E es la excepción. En un meningocele cefálico, el líquido cefalorraquídeo en el interior de la masa se
encuentra en comunicación directa con el que existe en el espacio subaracnoideo (v. pág. 512). La pulsación
de la tumoración está producida por la onda de pulso generada por las arterias cerebrales a través del líquido
cefalorraquídeo. La onda de pulso coincidirá con el pulso palpado sobre la fontanela anterior del cráneo.
10. E es la excepción. La craneosquisis se caracteriza por un defecto en los huesos membranosos del cráneo a
través del cual pueden protruir las meninges o las meninges junto con tejido neural. El defecto suele
producirse en la línea media en la región occipital o entre los huesos frontal y nasal. Probablemente, la
anomalía sea resultado de la formación y separación anómalas del tubo neural desde la superficie
ectodérmica del embrión.
LECTURAS RECOMENDADAS
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APÉNDICE
Hoz del cerebro, seno sagital superior y fisura cerebral longitudinal entre los
hemisferios cerebrales
La posición de la hoz del cerebro, del seno sagital superior y de la fisura longitudinal
cerebral entre los hemisferios cerebrales puede estimarse pasando una línea imaginaria
sobre el vértice del cráneo en el plano sagital que una la raíz de la nariz con la
protuberancia occipital externa.
Eminencia parietal
La eminencia parietal es un área elevada de la superficie lateral del hueso parietal que
puede notarse alrededor de 5 cm por encima del pabellón auricular. Se encuentra cerca
del límite inferior del surco central del encéfalo (fig. A-1).
Pterión
El pterión es el punto en el que el ala mayor del hueso esfenoides que se encuentra con el
ángulo anteroinferior del hueso parietal. Se localiza a 4 cm por encima del punto medio
del arco cigomático (fig. A-1). No está marcado por una eminencia ni una depresión,
pero es importante, dado que las ramas anteriores de la arteria y la vena meníngea
media se encuentran por debajo del mismo.
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Tronco
Eminencia
parietal
Plerlón
Unea basal
Protul:lerancla
oocfphaJ externa
e
cerel:lero
Apófisis
mastoides
Arco
cigomático
Figura A-1 Referencias en la superficie del lado derecho de la cabeza. Se muestra la relación de la arteria
meníngea media y del encéfalo con la superficie del cráneo.
(g) La capa meníngea blanca de la duramadre es flexible y cede ligeramente con una
suave presión.
(h) El agujero puede aumentarse con una cureta, y la hemorragia procedente del díploe
puede controlarse con cera para hueso.
La herida quirúrgica se cierra por capas con puntos separados, aplicados sobre el
músculo temporal, sobre la fascia profunda que lo recubre y sobre el cuero cabelludo.
Orificio de trépano para el hematoma epidural. Una vez que la tabla interna de la
parte escamosa del hueso temporal (o el ángulo inferior del hueso parietal) se ha
perforado con un pequeño agujero y se ha aumentado con el trépano, suele reconocerse
fácilmente el coágulo rojo oscuro debajo de la capa endóstica de la duramadre. Sin
embargo, la presencia de sangre roja líquida significa que la arteria meníngea media o una
de sus ramas continúa sangrando. La arteria meníngea se sitúa profundamente al
coágulo, entre las capas endóstica y meníngea de la duramadre, bien en la sustancia de la
capa endóstica, o en el interior de un túnel óseo.
Orificio de trépano para el hematoma subdural. Cuando se penetra la parte
escamosa del hueso temporal, como se describe previamente, la capa endóstica de la
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duramadre quedará expuesta. En este caso, no existe sangre entre la capa endóstica y la
meníngea, sino que ambas capas fusionadas de la duramadre se aprecian de color
azulado oscuro. Se incide la duramadre (capa endóstica y meníngea) con cuidado para
penetrar en el espacio entre la capa meníngea de la duramadre y la aracnoides. Suele fluir
la sangre subdural, dejando el cerebro desprotegido en el fondo del orificio, cubierto
únicamente por la aracnoides y la piamadre.
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Ramaanter10f
de la arteria
rnedngea mo<lla
Figura A-2 A: referencias superficiales para un orificio de trépano temporal. B: la incisión vertical pasa a través
del músculo temporal hasta el hueso. La arteria meníngea media se sitúa entre las capas endóstica y meníngea de
la duramadre, encontrándose inmersa en la capa endóstica o bien en el interior de un túnel óseo.
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Figura A-3 Ventriculostomía. La aguja pasa a través de un orificio de trépano frontal o parietal para penetrar en el
área del ventrículo lateral. Se inserta hasta una profundidad de aproximadamente 5,5 cm desde la apertura del
cráneo para penetrar en el ventrículo lateral.
2. Abordaje parietal. La aguja se inserta a través del orificio de trépano y se dirige hacia
abajo y delante en dirección a la pupila del ojo homolateral (fig. A-3).
La aguja se inserta hasta una profundidad de aproximadamente 5,5 cm desde la
apertura craneal. En los casos de hidrocefalia crónica con dilatación importante de los
ventrículos, la profundidad de la penetración en la cavidad ventricular puede ser mucho
menor.
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Tabla A·2 Correlación entre las raíces nerviosas ofcctada.s, dormatomos cutñnoos, debilidad muscular y le pérdidu
o disminuciOn de reflejos
Lesión de la miz Ocrmatoma dolor0$0 Mlls<ul0> inervado, Mo,'lmicuto debilitado RcOeJos lmpUcados
es Cara iníe-rolateral n.ltoidos y bíceps Abducción del homb!o, Bíceps
d el brazo flexión del codo
C& Cara lateral Extensor radial del carpo Exle~ón de la muñeca Esdlorradfal
del antebr.uo largo y corto
C7 Dedo medio Tñcep:s y flexor radial F..xlensión del codo y Tríceps
del carpo tléxi6n de la muf1ec:a
C8 Cara medial F1exor ~per6ci.al y profundo Flexión de los dedos Ninguno
dél antebrazo delosoodos
Ll Ingle lti0jl600.S Aexión de la cadera Cremastérico
1.2 e.ara anterior del muslo JliopsoM,sartoño.aductores Flexión de la cadera, Cremastérico
de la cadera aducción de la cadera
L3 Cara médfal lli~,sattorio.cuádriteps, Flexión de la cadera, Rotuliano
dela rodilla aductores de la cadera extensión de la rodilla.
<1ducdón de la cadera
1A c.ammOO.iaJ Tibia! anterior.cuádriceps Inversión del pie.extensión Rol'uliano
de la pantorrilla de la rodilla
1.5 Pane lateral de la pierna E.\:tensor largo del pñmer E.,tensioo de los dedos. Ninguno
y dorso del pie dedo. extensor largo dorsiflcxión del tobillo
delosded06
SI Borde lateral del pie Gastrocnemio.sólro flexión plantar del cobillo Aquíleo
S2 !>.irte posterior Aexor largo de losded05., F1exi6n planlardel tobillo. Ninguno
d el muslo floxor largo del primer dedo flc.,ioo de los dedos
Agujero
magno
l3
C3
C4
l4
es
C6
l5
C7
ca
l ÜÁ' D1
D1 ~
~ºJ S1
A B
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Figura A-4 A, B: visión posterior de los cuerpos vertebrales en las regiones cervical y lumbar que muestran la
relación existente entre un núcleo pulposo herniado (rosa) y las raíces nerviosas espinales. Obsérvese que existen
ocho nervios cervicales y sólo siete vértebras cervicales. En la región lumbar, por ejemplo, las raíces nerviosas
emergentes L4 pasan lateralmente cercanas a los pedículos de la cuarta vértebra lumbar, y no se relacionan con el
disco intervertebral situado entre la cuarta y la quinta vértebras lumbares. La presión sobre el nervio motor L5
produce debilidad de la flexión plantar en la articulación del tobillo.
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Fascia
superficial ~ - -- - Ligamento longlludillal
posterior
Ligamento
SUPraeSPlnoso--- -
J ~ Disco interverteb<al
f--___ ante~o,
Ligamento longitudinal
12.• costüla
Unea intercrestas
(L4)
Cresta Ilíaca
Figura A-5 A: estructuras que penetra la aguja de punción lumbar antes de alcanzar la duramadre. B: referencias
anatómicas importantes para realizar una punción lumbar. Aunque suele realizarse con el paciente en posición de
decúbito lateral, con la columna bien flexionada, también puede ser colocado en posición sentada e inclinado hacia
delante.
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3. Ligamento supraespinoso.
4. Ligamento interespinoso.
5. Ligamento amarillo.
6. Tejido areolar que contiene el plexo venoso vertebral interno en el espacio epidural.
7. Duramadre.
8. Aracnoides.
La profundidad que debe alcanzar la aguja varía desde unos 2,5 cm o menos en los
niños hasta 10 cm en los adultos obesos.
La presión del líquido cefalorraquídeo en la posición de decúbito lateral se encuentra
entre 60 y 150 mmH2O.
Véase la tabla A-3 para las características físicas y la composición del líquido
cefalorraquídeo.
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NOTA: los números de página seguidos por la letra f indican figuras y por la letra t tablas.
los números de página seguidos por la letra l indican el número de lámina.
A
Acción muscular, 101, 103, 103f
Acetilcolina, 51, 52, 52f, 52t, 62, 398, 401-402
– liberación, 52f
– (muscarínico), 52, 52t
– (nicotínico), 52, 52t
– – l-glutamato, 52, 52t
– sinapsis autónoma, 401f
– terminación presináptica, 402f
Acetilcolinesterasa, 52f, 52t, 53, 96, 98, 403
Ácido fólico, prevención defectos, 515-516
– γ-aminobutírico, 51
– láctico, 147
Acinesia, enfermedad Parkinson, 323
Actividad muscular, observación clínica, 119
– – – – atrofia muscular, 119
– – – – contractura muscular, 119
– – – – coordinación muscular, 119
– – – – fasciculación muscular, 119
– – – – fuerza muscular, 119
– – – – tono muscular, 119
Acueducto cerebral, 4, 5, 10f, 210, 446, 448-449f, 450
– – bloqueo, 219-220, 220f
– – mesencéfalo, 3l, 8l, 10f
Acúfenos, 362
Adenosina, 42
Adrenalina, 51, 403
Afasia, compresión, 296
– expresión, 296
– global, 296
Aferencias auditivas, 387
Agentes bloqueadores competitivos, 99
– – sinápticos, 62
Agnosia verbal acústica, 297
Agrafia, 296
875
ERRNVPHGLFRVRUJ
ERRNVPHGLFRVRUJ
876
ERRNVPHGLFRVRUJ
ERRNVPHGLFRVRUJ
877
ERRNVPHGLFRVRUJ
ERRNVPHGLFRVRUJ
– laberíntica, 477
– lenticuloestriada, 23, 488f
– lingual, 486f
– maxilar, 432, 486f, 488f
– medular Adamkiewcz, 482
– meníngea media, 432, 488f
– occipital interna, 490f
– palatina ascendente, 486f
– parietal posterior, 486f, 488f
– pericallosa, 486f, 488f
– pontina, 477, 492f
– subclavia, 476f
– temporal posterior, 486f, 488f, 490f, 492f
– – superficial, 486f
– tiroidea superior, 486f
– vertebral, 432, 475-476, 476f, 492f
– – ramas, 476, 477f, 489f, 490f
Arterias cerebrales, 475-479
– – anterior, 475, 486f, 488f, 490f
– – – oclusión, 483
– – inervación, 479
– – interna, 488f
– – media, 475, 486f
– – oclusión, 483
Arterias cerebrales, posterior, 477, 486f, 488f, 490f, 492f
– – – oclusión, 483
– – suministro áreas, 478f
– extremidad inferior, inervación autónoma, 415, 416f
– – superior, inervación autónoma, 414-415, 416f
– faríngeas ascedentes, 432
– sistémicas, efecto sistema autónomo, 408t
Arteriografía anteroposterior vertebral, 491f
– carotídea, características, 488f
– – interna anteroposterior, 487f
Articulaciones, movimientos pasivos,
exploración, 116
Asa lenticular, 319
Aspecto macroscópico médula oblongada, 197f, 197-198, 198f
Astrocitomas, 62
Astrocitos, 53-54, 55-56f
– fibrosos, 53, 55f, 55t
– funciones, 53-54
878
ERRNVPHGLFRVRUJ
ERRNVPHGLFRVRUJ
B
Banco memoria, estímulos sensitivos
aferentes, 3f
Banda Baillarger, 285, 286
– – externa, corteza cerebral, 285
– – interna, corteza cerebral, 285, 288f
Barrera hematoencefálica, 462-463, 463f
– – ausencia, 464f
– – estructura, 462-463, 463f
– – fármacos, 467
– – feto, 467
– – recién nacido, 467
– – traumatismo cerebral, 467
– – tumores, 467
– hematorraquídea, 463-464
– – estructura, 463-464, 464f
Bastones, sistema visual, 337
Benzoquinonio, placa terminal motora,
músculo esquelético, efecto, 116t, 117
Bloqueo luz arterial, enfermedades, 484
Bolsa nuclear, 93
Bordes neurales, 14
Bradicinesia con enfermedad Parkinson, 323
879
ERRNVPHGLFRVRUJ
ERRNVPHGLFRVRUJ
Bradicinina, 147
Brazo, nervio cutáneo, 113t
Bulbo olfatorio, 9f, 429f
C
Cabeza, inervación sensitiva, 345f
Cadena nuclear, 93
Campo visual, 358
– – defectos, con lesiones vías visuales, 358
– – frontal, corteza cerebral, 296
– – – lóbulo frontal, 290f, 291
Campo visual occipital, lóbulo occipital, 292
Canal anal, esfínter interno involuntario, 411-412, 413f
– – inervación autónoma, 411-412, 413f
– central, médula espinal, 4, 8f, 8l, 10-11f, 138, 138f, 139, 140-141f, 142-143
– – tallo cerebral, 197, 198f
– potasio, membrana plasmática, 46f, 46-47
– pterigoideo, nervio, 407
– sodio, 46f, 46-47
– – membrana plasmática, 46f, 46-47
– vertebral, 2, 137
– – bloqueo espacio subaracnoideo, 467
Capa células Purkinje, corteza cerebelosa, 231, 233, 234f
– endóstica, duramadre, 5f
– granulosa, células Purkinje, cerebelo, 231, 234f
– – cerebelo, 231, 233, 234f
– meníngea, duramadre, 5f
Capilares, cerebro, 480-481
Carbacol, acción unión neuromuscular, 118
Carbamilcolina, 99
Cardioacelerador, 404
Cardiodesacelerador, 404
Cartílago tiroideo, 476f
Catecolaminas, 53
– liberación, 52f
Causalgia, 420
Cauterización talámica, alivio quirúrgico
dolor, 378
Cavidad nasal, 26f
Cavum Meckel, 344
Cefalea, 439
– alcohólica, 440
880
ERRNVPHGLFRVRUJ
ERRNVPHGLFRVRUJ
881
ERRNVPHGLFRVRUJ
ERRNVPHGLFRVRUJ
882
ERRNVPHGLFRVRUJ
ERRNVPHGLFRVRUJ
883
ERRNVPHGLFRVRUJ
ERRNVPHGLFRVRUJ
884
ERRNVPHGLFRVRUJ
ERRNVPHGLFRVRUJ
885
ERRNVPHGLFRVRUJ
ERRNVPHGLFRVRUJ
886
ERRNVPHGLFRVRUJ
ERRNVPHGLFRVRUJ
887
ERRNVPHGLFRVRUJ
ERRNVPHGLFRVRUJ
– protectora, encéfalo, 5f
– – médula espinal, 5f
Cuello, arteria carótida interna, 476f, 486f, 488f
– inervación sensitiva, 345f
Cuero cabelludo, capas, 429f
Cuerpo Barr, 35
– calloso, 3-5L, 5, 8L, 9-10f, 24f, 257, 265, 446
– – esplenio, 8l
– – pico, 8l, 265
– – radiación, 265, 267f
– – rodilla, 5l, 8l, 10f, 25-26f, 446
– célula nerviosa, 34-42, 38-39f
– – – citoplasma, 35-42, 41-43f, 44t
– – – excitación, 44-45, 45-46f
– – – lesión, 107
– – – núcleo, 35, 37-40f
– – – recuperación después lesión, 108
– celular, 34
– estriado, 264, 264f, 266f, 269f, 317, 318f, 319
– – conexiones, 319
– – fibras aferentes, 319
– – – corticoestriadas, 319, 320f, 321f
– – – eferentes, 319
– – – estriadas tallo cerebral, 319, 320f, 321f
– – – estriadopalidales, 319, 320f, 321f
– – – nigroestriadas, 319, 320f, 321f
– – – talamoestriadas, 319, 320f
– – núcleo caudado, 317, 318f
– – – lenticular, 317, 318f, 319
– geniculado lateral, 253, 336
Cuerpo geniculado lateral, neuronas, 337
– – medial, 210, 350
– mamilar, 4l, 6l, 8l, 9-10f, 252, 254f, 257
– pineal, 8l, 10f, 257
– – calcificado, 25f
– trapezoide, 349f, 350
– – puente, 208
– vertebral, 5f
Cuerpos densos, 39f
– residuales, 42
Culmen, 7l
Cuña, 3l, 10f, 259f, 261f, 262
888
ERRNVPHGLFRVRUJ
ERRNVPHGLFRVRUJ
Cúpulas táctiles, 87
D
Daño cerebral, 297
Decametonio, placa terminal motora, músculo
esquelético, efecto, 117
Declive, 7L
Decusación pirámides, 199-200, 201f, 202f
Defecación, después lesiones médula
espinal, 418
Degeneración axónica, 61
– retrógrada, 108
– transneuronal, 111
– – anterógrada, 111
– – retrógrada, 111
– walleriana, 107
Demencia progresiva, 322
Dendritas, 34, 35f, 47
Denudación sináptica, 108
Dermatoma, 100, 118
Desarrollo sistema nervioso, cerebro, 504-512
– – – – cerebelo, 506-507
– – – – comisuras, 512
– – – – corteza cerebral, 512
– – – – diencéfalo, 509
– – – – divisiones primarias, 505t
– – – – hemisferios cerebrales, 509, 511-512
– – – – médula oblongada, 506
– – – – mesencéfalo, 507, 509
– – – – mielinización, sistema nervioso
central, 512
– – – – prosencéfalo, 509
– – – – puente, 506
– – – – telencéfalo, 509
– – – médula espinal, 502-504, 503f
– – – – – columna vertebral, 503-504
– – – – – meninges, 503-504
– – – – – neuronas aferentes vía sensitiva, 503
– – – – – – motoras, 502
– – – – – – sensitivas, columna gris posterior, 503
Diabetes insípida, efecto hipotálamo, 392
– mellitus, 417
889
ERRNVPHGLFRVRUJ
ERRNVPHGLFRVRUJ
890
ERRNVPHGLFRVRUJ
ERRNVPHGLFRVRUJ
E
Ectodermo, 14
Edad, receptores sensitivos, 115
Edema cerebral, 63
– citotóxico, 63
– intersticial, 63
– vasogénico, 63
Eferencia cráneo-sacro, 399f, 399-400, 405
Eferentes α, médula espinal, 139
– γ, médula espinal, 139
Electrocorticograma, 297
Electroencefalograma, 298
Elemento muscular, 97
– nervioso, 97
Eminencia media, 7l
– – cerebelo, 257
Emoción, efecto hipotálamo, 391
Encefalinas, 51, 148
Encéfalo, 4-10, 5f, 7-8f
– arena, 256
– capilares, 480-481
– cara lateral derecha, 9f
– cavidad craneal, visión lateral, 8f
– cavidades ventriculares, 448-449f
– cerebelo, 4, 8-11f
– cerebro, 5, 10
– circulación cerebral, 481, 491f
– corte coronal oblicuo, 5l
– cubiertas protectoras, 5f
– desarrollo, 504-512
– – cerebelo, 506-507
– – comisuras, 512
891
ERRNVPHGLFRVRUJ
ERRNVPHGLFRVRUJ
892
ERRNVPHGLFRVRUJ
ERRNVPHGLFRVRUJ
893
ERRNVPHGLFRVRUJ
ERRNVPHGLFRVRUJ
F
Fármacos, barrera hematoencefálica, 467
– bloqueadores ganglionares, 402
– estimuladores ganglionares, 402
Fasciculación muscular, 119, 168
Fascículo arcuato, lóbulo temporal, 293
– corticoespinal, 154, 155f
– – anterior, 155f, 156, 156f
– – lateral, 155f, 156
– – lesiones, 168
– – médula espinal, 155-157, 156f
– – – – ramas, 157
– cuneiforme, 149, 150f, 165-166, 200
– cuneocerebeloso, 149, 152, 238f, 240
– espinocerebeloso, 200
– – anterior, 151f, 152, 152t, 205, 208, 239, 239f
– – posterior, 150-152, 151f, 239f, 240
894
ERRNVPHGLFRVRUJ
ERRNVPHGLFRVRUJ
895
ERRNVPHGLFRVRUJ
ERRNVPHGLFRVRUJ
896
ERRNVPHGLFRVRUJ
ERRNVPHGLFRVRUJ
Flóculo, 7l
Folículo piloso, receptores, 89, 89f, 90f, 115t
– – terminaciones nerviosas, 89f
Fondo ojo, exploración, 359
Fórceps mayor, cuerpo calloso, 266
– menor, cuerpo calloso, 265, 267f
Forma, apreciación. Ver Estereognosia
Formación mielina, 71-78, 75-78f, 79f
– reticular, 157, 205, 216, 305-307, 312
– – columna lateral, 305
– – – mediana, 305
– – control músculo esquelético, 307
– – – sensación somática, 307
– – – – visceral, 307
– – – sistema nervioso autónomo, 307
Formación reticular, control sistema nervioso
endocrino, 307
– – funciones, 305-307
– – organización, 305, 306f
– – proyecciones aferentes, 305, 306f
– – relojes biológicos, influencia, 307
– – sistema activador reticular, 307
Fórnix, 3-5l, 8l, 10f, 26f
– pilar anterior, 8l, 25f, 257
Fosa interpeduncular, 6l, 210, 340
– pterigopalatina, arteria maxilar, 488f
Fuerza muscular, 119
Función antidiurética, efecto hipotalámico, 388
– nervio coclear, 334t
– – – alteraciones, 362
– receptores cutáneos, 91
G
GABA. Ver Ácido γ-aminobutírico
Galamina, placa terminal motora, músculo
esquelético, efecto, 116t, 117
Ganglio impar, 399
Ganglioneuroma, neurona, 61
Ganglios, 10, 13-14, 337, 351, 397
– autónomos, 14, 16, 83, 83f, 400-401, 401f
– basales, 263, 317-330
– ciliares, 338, 407, 415
897
ERRNVPHGLFRVRUJ
ERRNVPHGLFRVRUJ
898
ERRNVPHGLFRVRUJ
ERRNVPHGLFRVRUJ
H
Habla motora, 290f, 291, 296
– – área Broca, lóbulo frontal, 290f, 291
– sensitiva, 296
Habla sensitiva, corteza cerebral, 296
– – lóbulo temporal, 290f, 293
Hematoma forma lente, 439
– – media luna, 439
Hemianopsia bitemporal, 358, 359f
– cruzada homónima, 297
– homónima contralateral, 359, 359f
– nasal, 358, 359f
Hemibalismo, 169
Hemiplejía, 168
Hemisección médula espinal, 171f, 171-172, 172f
Hemisferio cerebeloso, 7l, 9f, 11f, 231
– – derecho, 3l, 7l
– – izquierdo, 2l, 7l
– cerebral, 257-258, 258f, 263-270
– – aspecto general, 257-258, 258f
– – cápsula interna, lesiones, 273
– – derecho, 1l, 2l
– – enfermedad Alzheimer, 273-274, 277f
– – estructura interna, 263-270
– – izquierdo, 1l, 2l
– – lóbulos, 260-262
– – núcleos basales, 263, 272-273
– – superficie inferior, 259f, 261f, 262, 263f
– – – medial, 259f, 261f, 262f, 263f
– – – superolateral, 259f, 260-261, 261-262f
– – surco, 258-260, 259-261f
– – sustancia blanca, 265-268
– – ventrículos laterales, 263, 264f, 271-272
Hemorragia cerebral, 22f, 23, 439, 485
– epidural, 22f, 23, 439, 440f
– extradural, 22f, 23
– intracerebral, 22f, 23
– intracraneal, 22f, 23, 439, 484-485
– – lactante, 439
– – subaracnoidea, 484-485
– pontina, 218-219
– subaracnoidea, 23, 439, 484-485
899
ERRNVPHGLFRVRUJ
ERRNVPHGLFRVRUJ
900
ERRNVPHGLFRVRUJ
ERRNVPHGLFRVRUJ
901
ERRNVPHGLFRVRUJ
ERRNVPHGLFRVRUJ
– temporal, 8f
– – arteria carótida interna, 476f
Huntingtina, 322
Huso neuromuscular, 87t, 92-93f, 92-94, 115t
– – fibras intrafusales, 94
– – función, 93-94
– – reflejo estiramiento, 93-94
– neurotendinoso, 87t, 94f, 94-95, 115t
– – función, 94-95
– muscular, 103
– tendinoso, 103
I
Impulso nervioso, 45
Incisuras Schmidt-Lanterman, 71, 78f
Indusium griseum, 307
Inervación autónoma corazón, 409, 411f
– recíproca, ley, 163
– segmentaria, músculos, 100-101, 102f, 118-119
– – piel, 100, 101-102f, 118
– simpática, 397-398, 398f, 399f
Infartos puente, 219
Infundíbulo, 6l, 9f, 252, 257, 431f
Ingesta agua, regulación hipotalámica, 391
– alimentos, regulación hipotalámica, 391
Inhibición recíproca, 94
Ínsula, 4l, 294
Interfase líquido cefalorraquídeo-cerebro, 464-465, 465f
Intestino, inervación autónoma, 410, 412f
Intumescencia cervical, 137
– lumbar, médula espinal, 137
Iones potasio, 147
Ira, estimulación hipotalámica, 391
Iris, inervaciones autónomas, 407, 409f
Irrigación cerebro, arterias, 475-479
– – capilares, 480-481
– – circulación cerebral, 481, 481f
– – venas, 479-480
– médula espinal, 481-482
Isquemia cerebral, 483-484
902
ERRNVPHGLFRVRUJ
ERRNVPHGLFRVRUJ
Laberintitis, 362
Lactante, hemorragia intracraneal, 439
Laguna venosa, 433
Lámina terminal, 8l, 257, 266
Laminación, tracto ascedente médula espinal,
importancia clínica, 165, 166f
Lemnisco espinal, 145, 146f, 148f, 149, 150f, 200, 205, 208, 215
– lateral, 212
– – núcleo, 349f, 350
– medial, 149, 205, 208, 211
– trigémino, 211
Lesión contragolpe, 22
Lesiones corteza cerebral, 296
– parasimpáticas, 417
– simpáticas, 417
– vasculares mesencéfalo, 220
Leucotomía frontal, 297
Ley inervación recíproca, 163
Ligamento dentado, 437
– denticulado, 5f
Línea basal cráneo, 521
– – – cerebelo, 521
– – – cerebro, 521
– densa mayor, 71
– – menor, 71
– gravedad, 104f
Lipofuscina, 42, 43f, 44t
Líquido cefalorraquídeo, absorción, 460, 460f
– – alrededor nervio óptico, 462f
– – bloqueo circulación, 466
– – circulación, 447f, 459-460
– – disminución absorción, 466
– – enfermedad, presión/composición, 466-467
– – espacio subaracnoideo, extensiones, 458f, 460-461, 462f
– – formación, 459, 459f
– – – excesiva, 466
– – funciones, 458, 458f
– – presión, nervio óptico, 466-467
Lisosomas, 42, 44t
– primarios, 42
– secundarios, 42
Lobectomía frontal, 297
903
ERRNVPHGLFRVRUJ
ERRNVPHGLFRVRUJ
Lobulillo central, 7l
Lóbulo floculonodular, cerebelo, 231
– frontal, 1l, 5f, 8-9f, 25-26f, 258, 258f, 262f, 289-291, 290f, 291f
– hemisferio cerebral, 260-262
– medio, 7l, 231
– occipital, 1-3L, 8-9f, 25f, 258, 259f, 261, 262f, 290f, 292-293
– paracentral, 10f
– – hemisferio central, 262
– parietal, 1l, 8f, 25f, 259f, 261, 262f, 290f, 291-292
– – inferior, 9f, 261
Lóbulo parietal superior, 9f, 261
– temporal, 1l, 2l, 3l, 261, 262, 262f, 263f, 290f, 293, 293-294f
– – disfunción, 312
Localización tacto, exploración, 115
M
Mácula, 336, 337, 360
Mandíbula, 488f, 492f
Mano talámica, 378
Mecanismo compuerta, 46, 147-148
– reticular alerta, corteza cerebral, 298
Mecanismos corticales, 236f, 236-237
Mecanorreceptores, 86
Médula espinal, 2, 4, 5-7f, 14-16, 16f, 133-184, 438f
– – actividad muscular, 167
– – analgesia, 148
– – anemia perniciosa, 173-174
– – arco reflejo, 161-163, 163f, 164f
– – aspecto macroscópico, 137-138
– – células Renshaw, 163f, 164
– – cerebelo, vías sensibilidad muscular, 149-152, 152t
– – compresión crónica, signos clínicos, 169-170
– – cubiertas protectoras, 5f
– – desarrollo, 502-504, 503f
– – – columna vertebral, 503-504
– – – meninges, 503-504
– – – neuronas aferentes vía sensitiva, 503
– – – – motoras, 502
– – – – sensitivas columna gris posterior, 503-504
– – dolor agudo, tratamiento, 166
– – – control, sistema nervioso central, 147-149
– – – cordotomía, alivio, 166-167
904
ERRNVPHGLFRVRUJ
ERRNVPHGLFRVRUJ
905
ERRNVPHGLFRVRUJ
ERRNVPHGLFRVRUJ
906
ERRNVPHGLFRVRUJ
ERRNVPHGLFRVRUJ
907
ERRNVPHGLFRVRUJ
ERRNVPHGLFRVRUJ
908
ERRNVPHGLFRVRUJ
ERRNVPHGLFRVRUJ
909
ERRNVPHGLFRVRUJ
ERRNVPHGLFRVRUJ
N
Neostigmina, 117
– placa terminal motora, músculo esquelético,
efecto, 116t
Nervio abducens, 9f, 206, 237f, 344, 346, 360-361, 429f, 431f, 434
– accesorio, 6l, 206f, 354-355, 356f, 362-363, 429f
– – distribución, 356f
– – raíz espinal, 6l, 237f
– axilar, 113t
– cervical, 12
– ciático, 3f, 114t
– cigomático, 407
– cigomaticotemporal, 407
– coccígeo, 12
– cubital, 3f, 113t
– cuerda tímpano, 408
– escapular dorsal, 113t
– esplácnico mayor, 410
– facial, 206, 346-348, 361-362, 399
– – función, 334t
– – lesiones, 361f, 361-362
– – núcleos, 346
– – – núcleo motor principal, 345, 346f
– – – parasimpáticos, 346, 346f
– – raíces, 9f
– femoral, 3f, 114t
– frénico, 3f
– glosofaríngeo, 362, 399, 429f
– – distribución, 354f
– – función, 334t
– – núcleos, conexión, 353f
– – raíces, 6l
– – rama timpánica, 351
– hipogloso, 205, 356, 363, 429f
– – distribución, 356f
– – función, 334t
Nervio hipogloso, raíces, 6l, 9f
910
ERRNVPHGLFRVRUJ
ERRNVPHGLFRVRUJ
– intermedio, 347
– lagrimal, 407
– lingual, efecto sistema autónomo, 408
– lumbar, 12
– mandibular, 431f
– maxilar, 407, 431f
– mediano, 3f
– – raíz lateral, 113t
– – – medial, 113t
– – – – función, 334t
– – – – núcleo, 208, 344, 345f
– – – – trayecto, 344, 345f, 346
– musculocutáneo, 113t
– obturador, 3f, 114t
– oculomotor, 1l, 6l, 9f, 11f, 237f, 340, 360, 399, 429f, 431f
– – distribución, 341f
– – función, 333t
– – núcleos, 338f, 340, 341f
– – trayecto, 340, 341f
– olfatorio, 335f, 335-336, 358
– – bulbo olfatorio, 336
– – distribución, 335f
– – fibras, 335f, 336
– – función, 333t
– – tracto olfatorio, 335f, 336
– óptico, 4l, 6l, 9f, 257, 336-340, 358-360, 429f, 431f, 435
– – aumento presión líquido cefalorraquídeo, 466
– – cuerpo geniculado lateral, 336
– – función, 333t
– – origen, 336, 337f
– – quiasma óptico, 336, 337f
– – radiación óptica, 336, 337f
– – reflejo fotomotor directo, 338, 338f
– – – luz consensual, 338, 338f
– – reflejos visuales, 338-340
– – – – reflejo acomodación, 338f, 338-339
– – – – – cilioespinal, 340
– – – – – corneal, 339f, 339-340
– – – – reflejos corporales visuales, 337f, 340
– – tracto óptico, 336, 337f, 338f
– – vía óptica, neuronas, 337, 337f
– – visión binocular, neuronas, 337, 337f
911
ERRNVPHGLFRVRUJ
ERRNVPHGLFRVRUJ
– pectoral, 113t
– peroneo común, 114t
– – profundo, 114t
– – superficial, 114t
– petroso profundo, 407
– – menor, 351
– – – efecto sistema autónomo, 408
– plantar lateral, 114t
– – medial, 114t
– radial, 3f, 113t
– sacro, 12
– subescapular, 113t
– supraescapular, 113t
– tibial, 114t
– torácico, 12, 113t
– toracodorsal, 113t
– trigémino, 206, 237f, 341-344, 344f, 360-361, 429f
– – componente motor, 343, 343f
– – componentes sensitivos, 342-343, 343f
– – distribución, 342f
– – divisiones maxilares, 434
– – – oftálmicas, 434
– – fascículo espinal, 205
– – función, 333t
– – núcleo, 208, 341-342, 342f, 351, 353
– – – fascículo espinal, 200, 342, 343f
– – – mensencefálico, 342, 343f
– – – motor, 208, 342, 343f
– – – sensitivo principal, 208, 341, 343f
Nervio trigémino, raíz motora, 9f
– – – sensitiva, 9f
– – trayecto, 344, 344f
– troclear, 9f, 237f, 340-341, 360, 429f, 431f
– – función, 333t
– – núcleo, 211, 340, 342f
– – trayecto, 340-341
– vago, 6l, 352-353, 362, 399, 429f
– – función, 334t
– – ganglios inferiores, 352
– – núcleo dorsal, 204, 352
– – núcleos, conexiones, 353f
– – raíces, 9f
912
ERRNVPHGLFRVRUJ
ERRNVPHGLFRVRUJ
913
ERRNVPHGLFRVRUJ
ERRNVPHGLFRVRUJ
914
ERRNVPHGLFRVRUJ
ERRNVPHGLFRVRUJ
915
ERRNVPHGLFRVRUJ
ERRNVPHGLFRVRUJ
916
ERRNVPHGLFRVRUJ
ERRNVPHGLFRVRUJ
– – cola, 12f
– – cuerpo, 12f
– – – estriado, 264, 317, 318f
– – encéfalo, 10, 11f
– cuneiforme, 149, 198, 200
– dentado, 4, 11f, 235, 235f
– dorsal, 141, 150, 239
– dorsomedial, 372, 374f
– facial, 208
– fastigial, 235
– grácil, 149, 198, 200
– habelunar, 255-256, 266
– hipogloso, 204, 356, 357f, 455f, 456
– – conexiones centrales, 357f
– intracerebral emboliforme, 235
– – globoso, 235
– lagrimal, 332, 346, 407
– lenticular, 4-5l, 10, 264, 317, 318f, 319
– lumbosacro, 139
– motor dorsal, 332
– – ocular, 215
– – somático, 332
– olivar inferior, 198, 204
– pretectal, 338, 415
– propio, 140
– salival, 332, 346
– – inferior, 332
– – – efecto sistema autónomo, 408
– solitario, 416
– subtalámico, 255, 319
– tuberomamilar, hipotálamo, 383
– ventrolateral, tálamo, 241
– vestibular inferior, 204
– – lateral, 204, 242
Núcleo vestibular superior, 204
Nucléolo, 38f, 39f
Núcleos basales, 263, 272-273, 317-330, 321f
– – atetosis, 325
– – claustro, 318f, 319
– – corea, 322
– – – enfermedad Huntington, 322, 323f
– – – Sydenham, 322
917
ERRNVPHGLFRVRUJ
ERRNVPHGLFRVRUJ
918
ERRNVPHGLFRVRUJ
ERRNVPHGLFRVRUJ
919
ERRNVPHGLFRVRUJ
ERRNVPHGLFRVRUJ
– – – – sensitivos, 334
– – – organización, 332-334, 333-334t
– olivares accesorios mediales, 204
– parasimpáticos, 346, 346f
– pretectales, 212, 338
– puente, 204, 207f, 208
– rojos, 213f, 215, 215f
– – fascículo rubroespinal, 159
– talámicos laterales, 4L
– – mediales, 4L
– vestibulares, 159
– – mediales, 204, 208
– vestibulococleares, 203f, 204, 204f
Números vertebras, segmentos médula
espinal, 524
– – – – – relación, 13f, 17
O
Obesidad, hipotálamo, efecto, 392
Oclusión arteria vertebrobasilar, 483
Oftalmoplejía externa, 360
– interna, 360
– internuclear, 360
Oído, traumatismo, 362
– tumor, 362
Ojo, enfermedad, cefalea, 440
– inervación autónoma, 408t
Olfacción, 387
Oligodendrocitos, 54-57, 55t, 57f, 58f, 71
– funciones, 57
Oliva, 1l, 6l, 9f, 11f, 198, 200, 203f, 204, 204f, 237f
Orgánulos citoplásmicos, 35, 44t
Organización anatómica, 144, 144f, 154
– sistema nervioso, 1-32
– – – encéfalo, 4-10, 5f, 7-8f
– – – – cerebro, 5, 10
– – – – diencéfalo, 5, 10f
– – – – estructura, 10
– – – – mesencéfalo, 3f, 5, 10f
– – – – rombencéfalo, 4
– – – ganglios, 10, 13-14
– – – – autónomos, 14, 16
920
ERRNVPHGLFRVRUJ
ERRNVPHGLFRVRUJ
P
Paladar, 26f
Palidotomía, 325
Papiledema, 466
Par craneal I, 335f, 335-336
– – – bulbo olfatorio, 336
– – – tracto olfatorio, 335f, 336
– – II, 336-340
– – – cuerpo geniculado lateral, 336
– – – origen, 336, 337f
– – – quiasma óptico, 336, 337f
– – – radiación óptica, 336, 337f
– – – reflejo fotomotor directo, 338, 338f
– – – – luz consensual, 338, 338f
– – – reflejos visuales, 338-340
– – – – – reflejo acomodación, 338f, 338-339
– – – – – – cilioespinal, 340
– – – – – – corneal, 339f, 339-340
– – – – – reflejos corporales visuales, 339f, 340
– – – tracto óptico, 336, 337f, 338f
– – – vía óptica, neuronas, 337, 337f
– – – visión binocular, neuronas, 337, 337f
– – III, 340
921
ERRNVPHGLFRVRUJ
ERRNVPHGLFRVRUJ
922
ERRNVPHGLFRVRUJ
ERRNVPHGLFRVRUJ
923
ERRNVPHGLFRVRUJ
ERRNVPHGLFRVRUJ
– – distribución/ramas, 114t
– mesentérico, inervación autónoma, 410
– mientérico, 410
– renal, inervación autónoma, 411
– sacro, 3f, 13
– – distribución/ramas, 114t
– venoso vertebral interno, 5f, 437
Plexos autónomos grandes, 400
– nerviosos, 3f, 13, 83-84
– – simpáticos, 434
Pliegues unión, 97
Polígono Willis, V. Circuito arterial cerebral Polineuropatía, 115
– edad, 115
– receptores, 115
– – sensitivos, 115
Poliomielitis, 171f, 172-173
– transporte axónico, 61
Polo frontal, 1-2l
– occipital, 1-2l
Poro nuclear, 35
Postura, alteraciones, enfermedad Parkinson, 323-324
– efecto, 104-106f, 119, 484
Potencial acción, 45, 84
– membrana reposo, 84, 84f
– placa terminal, 98
– reposo, 44
Potenciales receptores, 92
– sinápticos inhibidores, sistema nervioso
autónomo, fibras nerviosas aferentes, 398, 398f, 400
– – – – – – – – eferentes, 397-398, 399f, 399-400
Presión sanguínea. Ver también Hipertensión;
Hipotensión postural
– – alteración, enfermedades, 484
– – hipotensión postural, 484
– – shock físico, 484
– – – psicológico, 484
– – síndrome seno carotídeo, 484
– – viscosidad sanguínea, cambio, 484
Primera vértebra lumbar, borde inferior, 137
Procaína, 62
– acción conducción nervio, 114
Prolactina, 389
924
ERRNVPHGLFRVRUJ
ERRNVPHGLFRVRUJ
Q
Quiasma óptico, 1l, 3l, 6l, 8l, 9-10f, 252, 257, 354f
Quimiorreceptores, 86
Quinto segmento cervical, médula espinal, 141f
R
Rabia, transporte axónico, 61
Radiación óptica, 268, 269f, 336, 339
Radiografía vertebral, características, 490f, 492f
925
ERRNVPHGLFRVRUJ
ERRNVPHGLFRVRUJ
926
ERRNVPHGLFRVRUJ
ERRNVPHGLFRVRUJ
927
ERRNVPHGLFRVRUJ
ERRNVPHGLFRVRUJ
– puente, 4, 9f
S
Sacudida rodilla. Ver Reflejo tendón rotuliano
L2-L3-L4
Sarcoma maligno, 114
Segmentos médula espinal, 8f
– – – relación números vértebras, 13f, 17
Segundo segmento dorsal, médula espinal, 141f
– – sacro, médula espinal, 142f
Seno carotídeo, 416, 475, 484
– cavernoso, 431f, 433f, 434, 476f
– – arteria carótida interna, 475
– confluencia, 433, 434
– esfenoide, 488f
– esfenoparietal, 429f, 434
– intercavernoso, 431f, 434
– occipital, 428, 433, 434
– paranasal, cefalea, 440
– petroso, 429f, 433, 434
– – superior, 429f, 433
– recto, 269, 429-431f, 433
– sagital, 269, 429f, 431f, 433
– – inferior, 269, 428, 429f
– – superior, 429f, 431f, 433, 460, 461f
– sigmoideo, 431f, 433
– transverso, 428, 433
– – derecho, 431f
– – izquierdo, 431f
– esfenoparietal, 429f, 434
Sensibilidad consciente muscular/articular, 149
– postural, exploración, 116
Sentido vibración, 149
Septo medio posterior, médula espinal, 8f
– pelúcido, 3-4L, 8L, 10f, 25-26f, 259f, 264f, 268
– – sistema límbico, 310
Serotonina, 51, 147, 149
Sexto segmento cervical, médula espinal, 140f, 476f
– – dorsal, médula espinal, 140f
Shock físico, 484
– psicológico, 484
Signo Babinski, 168
928
ERRNVPHGLFRVRUJ
ERRNVPHGLFRVRUJ
– Queckenstedt, 20
– Tinel, 111
Signos/síntomas musculares, relación lesiones
sistema nervioso, 168-169
Simpatectomía, enfermedad arterial, 419
Sinapsis, 49-53, 50f
– axoaxónica, 49, 50f
– axodendrítica, 49, 50f
– axosomática, 49, 50f
– eléctricas, 53
– – neurona, 53
– químicas, 50-53
– – neuromoduladores, 53
– – – acción, 53
– – neurona, 50-51
– – – ultraestructura, 49f, 50-51, 51f
– – neurotransmisores, 50-53, 52f
– – – acción, 51-52, 52t
– – – distribución, 52f, 52-53
– – ultraestructura, 49f, 50-51, 51f
– tipos, 50f
Síndrome Benedikt, 220, 220f
– Brown-Séquard, 171f, 171-172, 172f
– medular lateral Wallenberg, 217-218, 218f
– – medial, 218, 219f
– distrofia adiposogenital, 271
– Frey, 418
– hemisferio cerebeloso, 245
– Horner, 417-418
– Klüver-Bucy, 312
– medular anterior, 170, 171f
– – central, 170-171, 171f
– niño sacudido, 23
– pupila tónica Adie, 418
– sección medular completa, 170, 171f
–seno carotídeo, 484
Síndrome shock medular, 169-170
– vermis, 245
– Wallenberg, 217-218, 218f
– Weber, 220, 220f
Síndromes arterias cerebrales, 483
– – – oclusión arteria carótida interna, 483
929
ERRNVPHGLFRVRUJ
ERRNVPHGLFRVRUJ
930
ERRNVPHGLFRVRUJ
ERRNVPHGLFRVRUJ
931
ERRNVPHGLFRVRUJ
ERRNVPHGLFRVRUJ
932
ERRNVPHGLFRVRUJ
ERRNVPHGLFRVRUJ
933
ERRNVPHGLFRVRUJ
ERRNVPHGLFRVRUJ
T
Tabes dorsal, 167, 167f
Tálamo, 5l, 8l, 10f, 12f, 25-26f, 252-253, 254f, 255f, 256f, 372-381, 373f
– aspecto general, 372, 373f
– cauterización, alivio quirúrgico dolor, 378
– conexiones, 375, 376t, 377f
– dolor, 378
– función, 375-376
– lesiones, 378
– movimientos involuntarios anómalos, 378
– núcleo ventrolateral, 241
– pérdida sensitiva, 378
– subdivisiones, 372-375, 374f
– – hilera dorsal núcleos, 372
– – – ventral núcleos, 372, 374
– – porción anterior, 372
– – – lateral, 372-374, 374f
– – – medial, 372
– tallo cerebral, 373f
Tallo cerebral, puente, aspecto macroscópico, 206, 206f, 207f
– – – estructura interna, 206-208, 208t
– – – infartos, 219
– – – parte craneal, corte transversal, 208, 209-210f
– – – porción caudal, corte transversal, 207f, 208
– – – significado clínico, 218-219
– – – tumores, 218
– – corte sagital, 11f
– – síndrome Benedikt, 220, 220f
934
ERRNVPHGLFRVRUJ
ERRNVPHGLFRVRUJ
935
ERRNVPHGLFRVRUJ
ERRNVPHGLFRVRUJ
936
ERRNVPHGLFRVRUJ
ERRNVPHGLFRVRUJ
937
ERRNVPHGLFRVRUJ
ERRNVPHGLFRVRUJ
U
Uncus, 6l, 9f, 262
Unidad motora, 101
– – componentes, 103f
– – inervación músculo esquelético, 95, 95f
– – suma, 104
938
ERRNVPHGLFRVRUJ
ERRNVPHGLFRVRUJ
V
Vaina mielina, incisuras Schmidt-Lanterman
nervios periféricos, 78f
Varicosidades, 48
Vasoconstricción, efecto hipotalámico, 388
Vasodilatador, 404
Vasopresina, 388
Vasopresores, 404
Vasos deferentes, inervación autónoma, 414
– linfáticos, 114
– sanguíneos, 114, 360
Vejiga atónica, 419
– autónoma, 419
– refleja automática, 418
– urinaria, disfunción posterior lesiones médula
espinal, 418-419
– – efecto sistema autónomo, 408t
– – esfínter, inervación autónoma, 413f
– – inervación autónoma, 412, 413f
Vellosidades aracnoideas, 432, 435, 460, 461f
Velocidad conducción, 85
Velo medular inferior, 10-11f
– – superior, 8l, 10-11f
Vena basal, 479
– cerebral magna, 269, 429f, 433
– – media profunda, 479
– – – superficial, 479
– coroidea, 479
– diploica, 429f, 433
– talamoestriada, 479
– yugular interna, 433
Venas cerebelosas, 433
– cerebrales anteriores, 479
939
ERRNVPHGLFRVRUJ
ERRNVPHGLFRVRUJ
– – inferiores, 433
– – superiores, 429f, 433, 479, 480f
– emisarias, 432
– encéfalo, 479-480, 480f
Venas encéfalo, venas áreas encefálicas
específicas, 479-480
– – – cerebrales externas, 479, 480f
– – – – internas, 479
– meníngeas, 432
– oftálmicas, 434
– vertebrales, 434
Veneno araña viuda negra, causa
enfermedades, 419
Ventrículo lateral, 5l
– – asta anterior, 4-5l, 25-26f
– – – posterior, 5l, 25f
– – cerebro, 10, 10f
– – hemisferios cerebrales, 263
-– – plexo coroideo, 4l
– terminal, 143, 447f, 457
Ventriculografía, 272, 275-276f
Ventrículos cerebrales, investigación
clínica, 466
Ventriculostomía, abordaje frontal, 522
– – parietal, 524
– indicaciones, 522, 524
Ventriculostomía, neuroanatomía clínica, 522, 524
Vermis, cerebelo, 2-3l, 4
– – cara inferior, 7l
– – – superior, 7l
Vértebra sacra, segunda, 435
Vértigo, 362
Vesícula biliar, dolor, 420, 420f
– – efecto sistema autónomo, 408t
– – inervación autónoma, 411
– prosencéfalo, 16
– – desarrollo, 15t
– – división, 16f, 16t
– rombencefálica, 16, 199
– – desarrollo, 15t
Vesículas presinápticas, 51
– seminales, inervación autónoma, 414
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X
Xantocromía, 467
Z
Zona pulvinar tálamo, 336
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Índice
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Copyright 3
Contents 8
Prefacio 6
Agradecimientos 5
Atlas en color del cerebro 17
Capítulo 1 Introducción y organización del sistema nervioso 25
Objetivos del capítulo 26
Sistema nervioso central y sistema nervioso periférico 26
Principales divisiones del sistema nervioso central 27
Principales divisiones del sistema nervioso periférico 39
Desarrollo temprano del sistema nervioso 45
Notas clínicas 49
Solución de problemas clínicos 68
Respuestas y explicaciones acerca de la solución de los problemas clínicos 69
Preguntas de revisión 71
Respuestas y explicaciones a las preguntas de revisión 73
Lecturas recomendadas 75
Capítulo 2 Neurobiología de la neurona y de la neuroglía 76
Objetivos del capítulo 76
Definición de neurona 77
Variedades de neuronas 77
Estructura de la neurona 78
Definición de neuroglía 111
Astrocitos 111
Oligodendrocitos 114
Microglía 119
Epéndimo 120
Espacio extracelular 122
Notas clínicas 124
Solución de problemas clínicos 130
Respuestas y explicaciones acerca de la solución de los problemas clínicos 131
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