Informe Expediente - Practicas Pre-Prof
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PROFESIONAL DE DERECHO
INFORME DE EXPEDIENTE
Autores:
ASESOR
Lima - Perú
20 de octubre de 2023
INFORME DE EXPEDIENTE 001-2023
De: Grupo 3
En el presente caso los actuados constan en el expediente N.° 01275-2022-PHC/TC JUNÍN las
agraviadas son GARCÍA FLORES DE PARRA NIORMA JUANA, GARCIA SILVIA OTILIA
BARTOLA y FLORES BERNAL ELSA, quienes interponen la demanda en el año 2012 por el delito
de homicidio culposo y lesiones graves contra la señora Anita Delicia Andrade Botteri, el hecho
trágico ocurrió en Chilca donde se menciona que la demandada atropelló a dos ancianas y una de ellas
falleció como consecuencia de los severos golpes que tuvo.
Es por ello que se realizaron las debidas investigaciones en cuanto al hecho, se obtuvo como resultado
en la sentencia de primera instancia, en lo que concierne a la condena impuesta a ANITA DELICIA
ANDRADE BOTTERI a cinco años de pena privativa de la libertad efectiva, la Sentencia
37-2018-4°JPU-CSJCÑ/P adolece de una falta de motivación interna de razonamiento. Así, se
determina la condena contra la favorecida sobre la base, entre otros medios probatorios, del Informe
técnico 190-2012-DIVPIAT-UA1-G1. Sin embargo, se acredita que no fue incorporado al proceso y
tampoco fue actuado en la etapa del juicio oral. En otros términos, se establece como conclusión del
razonamiento jurídico la condena de la favorecida. Sin embargo, se parte de una premisa inexistente
para la sustentación de la misma, como es el texto del Informe Técnico 190-2012-DIVPIAT-UA1-G1.
Respecto a la mencionada sentencia de primera instancia, con fecha 23 de julio de 2021, don Alberto
Andrade Botteri interpone demanda de hábeas corpus a favor de doña Anita Delicia Andrade Botteri,
y la dirige contra el juez del Cuarto Juzgado Penal Unipersonal para Delitos de Flagrancia, Omisión a
la Asistencia Familiar y Conducción de Vehículos en Estado de Ebriedad de San Vicente de Cañete; y
contra los jueces superiores e integrantes de la Sala Penal de Apelaciones de la Corte Superior de
Justicia de Cañete. Denuncia la vulneración de los derechos a la debida motivación de las resoluciones
judiciales, al debido proceso y a la prueba, solicitando que se le declare nula, sostiene que el
Ministerio Público, para justificar su teoría del caso, ofreció pruebas testimoniales y periciales, pero
ninguna de naturaleza documental. En tal sentido, ofreció las declaraciones de los señores Óscar
Edgard Gallardo Bardales y Edwin Vargas Cortez, quienes explicaron sobre las diligencias efectuadas
en el lugar de los hechos y las conclusiones arribadas en su Informe Técnico
190-2012-DIVPIATUA1-G1, conforme se advierte del auto de enjuiciamiento, Resolución 14, de
fecha 17 de diciembre de 2015. Puntualiza que la sentencia de vista cuestionada confirmó la condena
impuesta, e indicó que los testigos Bardales y Vargas fueron ofrecidos y admitidos para que expliquen
las diligencias y las conclusiones arribadas en el informe técnico 190- 2012. Pero no se pronunció
sobre el error de haberse valorado una prueba documental no admitida a juicio.
● Artículo 111 del código penal: Homicidio Culposo, “el que, por culpa, ocasiona la muerte de
una persona, será reprimido con pena privativa de libertad no mayor de dos años o con
prestación de servicios comunitarios de cincuenta y dos a ciento cuatro jornadas.”
● Artículo 121 del Código Penal.- Lesiones graves. “El que causa a otro daño grave en el
cuerpo o en la salud física o mental, será reprimido con pena privativa de libertad no menor
de cuatro ni mayor de ocho años.”
● Artículo 93 del código penal.- Contenido de la reparación civil. “La reparación comprende:
La restitución del bien o, si no es posible, el pago de su valor; y 2. La indemnización de los
daños y perjuicios.”
● Nuevo Código Procesal Penal, artículo 138: “Los sujetos procesales están facultados para
solicitar, en cualquier momento, copia, simple o certificada, de las actuaciones insertas en los
expedientes fiscal y judicial, así como de las primeras diligencias y de las actuaciones
realizadas por la Policía”.
● Nuevo Código Procesal Penal, artículo 178: “El informe pericial no puede contener juicios
respecto a la responsabilidad o no responsabilidad penal del imputado en relación con el
hecho delictuoso materia del proceso”.
● Nuevo Código Procesal Penal, artículo 383, numeral 2: “No son oralizables los documentos o
actas que se refieren a la prueba actuada en la audiencia ni a la actuación de ésta. Todo otro
documento o acta que pretenda introducirse al juicio mediante su lectura no tendrá ningún
valor”.
● Decreto Supremo Nº 016-2009-MTC, Reglamento Nacional de Tránsito, artículo 160: “El
conductor no debe conducir un vehículo a una velocidad mayor de la que sea razonable y
prudente, bajo las condiciones de transitabilidad existentes en una vía, debiendo considerar
los riesgos y peligros presentes y posibles”.
● Artículo 90, literal b, del Reglamento Nacional de Tránsito. dispone la obligación de
circular con cuidado y prevención.
● Para Taboada Córdova (2016) la responsabilidad civil es una disciplina cuyo aspecto
fundamental radica en indemnizar los daños ocasionados en la vida de los particulares, sea
que el daño se produzca por incumplir una obligación voluntaria contractual o que se
produzca sin que exista un vínculo obligacional entre los sujetos, de manera extracontractual.
● Los tribunales “del fondo” (los de primera instancia y las Cortes de Apelaciones), aprecian
soberanamente la prueba, desde el momento en que fijan los hechos. Claro está que dicha
apreciación deben hacerla en conformidad a las disposiciones legales correspondientes. La
Corte Suprema, por su parte, desde el momento en que no puede modificar los hechos ya
establecidos en primera y segunda instancia, sólo puede, en lo que a la prueba se refiere,
controlar el cumplimiento de las leyes reguladoras de la prueba. Se ha entendido que hay
infracción de estas leyes cuando se admiten probanzas que la ley no permite, o al revés, se
rechazan medios probatorios que la ley autoriza; o en fin, cuando se violan algunas de las
leyes relativas al modo de pesar y valorar las pruebas en juicio.
● Neyra Flores “Todo aquello que tiene mérito suficiente y necesario para que en su calidad de
medio, elemento o actividad de prueba pueda formar en el Juez la certeza de haber o la verdad
concreta que se produjo durante el proceso y de este único modo desvirtuar la presunción de
inocencia”.
● Según Ramón (2014) “La prueba pericial es la opinión fundada de una persona especializada
o informada en ramas del conocimiento (Perito) que el juez no está obligado a dominar, que
emite un dictamen en base a opiniones fundadas. (…) Suministra las reglas técnicas o
científicas basados en la experiencia del Perito, para una mejor apreciación de hechos, por
parte del juez”.
En el presente caso la señora Anita Delicia Andrade Botteri cuestiona la valoración del Informe
Policial N° 190-2012-DIVPIAT-UA1-G1, puesto que, según menciona se estaría incumpliendo lo
dispuesto en el artículo 383 del NCPP, al haberse oralizado en la etapa de juicio oral el mencionado
informe, asimismo, alega que las declaraciones de los señores Oscar Gallardo Bardales y Edwin
Vargas Cortez, no fue meramente como testigos presenciales de los hechos ocurridos, sino que, se
basó en la información contenida en el precipitado informe.
Asimismo, la recurrente planteó que se habría vulnerado el debido proceso y a la adecuada valoración
de la prueba, argumentando que la valoración conjunta de la prueba el A quo corrobora con el informe
técnico 190-2012-DIGPIART-UIATA. Sin embargo, en el contradictorio no se actuó ninguna prueba
documental tampoco ningún perito, por lo que estamos ante una inadecuada valoración probatoria (...)
el cuestionamiento de la parte apelante radica en la valoración que se le da a un informe, el cual no ha
sido incorporado ni analizado de manera individual tanto en el juicio como en la sentencia recurrida.
Por otro lado la Sala procesal, desestimo lo argumentado por la recurrente, manifestando que: “en el
caso en concreto, tenemos que bajo el título "Medios de prueba actuados en el juicio-Examen
individual de Jas Pruebas-Juicio de fiabilidad probatoria", el juzgador de instancia ha pasado a
explicar cada uno de los medios de prueba, entre ellas la declaración de Oscar Edgard Gallardo
Bardales y Edwin Vargas Cortez, los cuales ha (sic) sido analizados bajo los juicios de fiabilidad.
utilidad y verosimilitud, incluso resalta el juicio de valor de utilidad para la defensa, es en el análisis
de estos medios probatorios testimoniales que se señala ambos testigos en su condición de efectivos
policiales acudieron al lugar del accidente de tránsito suscitado, y procedieron a redactar el Informe
Técnico N° 190, el cual contiene el desarrollo de todas las diligencias realizadas, tal así como se ha
señalado en el juicio por parte de estos dos órganos de prueba, atendiendo a que en el auto de
enjuiciamiento se ha admitido a estos medios probatorios justamente con la finalidad de que expliquen
las diligencias efectuadas en el lugar de los hechos y las conclusiones arribadas en su informe técnico
190-2012-DIVPAT-ULAT-G- 1, es por ello que el Juzgado ha realizado la valoración individual de
cada uno de ellos, al haber sido introducidos al debate bajo las garantías procesales legales y luego
utilizados para concluir en la valoración conjunta de los medios de prueba, aunado a que también se
ha considerado las testimoniales de los efectivos Jesus Artemio Huapaya Caycho y Edwin Vargas
Cortez, es decir que el A quo lo que ha realizado es una valoración en conjunto de las declaraciones y
las conclusiones a las que arribaron los efectivos policiales plasmadas en el informe técnico 190 antes
mencionado, lo cual no reviste de inadecuada valoración probatoria”.
Se tiene que el día uno de mayo de dos mil doce, a las dieciocho horas con cuarenta minutos, la señora
Anita Delicia Andrade Botteri quien estaba al volante de su vehículo y se encontraba por
inmediaciones del peaje Las Salinas, en Chilca, mediante un actuar imprudente cuando conducía el
vehículo de placa de rodaje C4M-271 impactó a las agraviadas Elsa Claudia Flores Bernal y Otilia
Bartola Silva, quienes se disponían a cruzar la pista con dirección de este a oeste. Como consecuencia
de ello, la primera falleció y la segunda resultó con lesiones graves.
Con respecto a la declaración del día donde ocurrieron los sucesos, la señora María Luz Huamancha
Alejos, señaló que vio a las dos agraviadas cruzar la calle tomadas de la mano, y que luego del
accidente observó que un vehículo negro se empotró contra su pared y quedó una distancia
aproximada de diez metros de donde se produjo el impacto.
La declaración de los efectivos policiales Gallardo Bardalez y Vargas Cortez, quienes refirieron que
elaboraron el Informe Técnico N.º 190-2012- DIVPAT-UIAT-G-1 y establecieron como factor
predominante del accidente de tránsito (causa principal) la acción de las agraviadas al no percibir el
acercamiento del vehículo para cruzar la vía y porque debieron cruzar por un acceso subterráneo o un
puente, y como factor contributivo (causa coadyuvante) la velocidad con la cual la sentenciada
condujo la unidad móvil que impidió su dominio y porque después del impacto tuvo un despiste sin
control de 168,95 metros, aproximadamente, hasta colisionar contra una pared.
El examen del perito Fortunato Quezada Castillo, sobre el Peritaje Técnico e Infografico 2012, el cual
concluyó que el vehículo de placa C4M-271 impactó a las agraviadas por la excesiva velocidad
calculada en 123 km/h o 34 metros por segundo, la cual es superior a la permitida para circular de
hasta 100 km/h.
El examen del perito ingeniero químico Melquiades Tumba Chamaba, con relación al Dictamen
Pericial Físico Químico N.° 1283/12 realizado sobre las autopartes del vehículo de placa C4M-271, y
determinó que el parachoques anterior y el faro delantero izquierdo presentaron impacto con un
cuerpo duro, entre otras evidencias físicas.
El examen del perito José Alfonso More Cañave, respecto al Peritaje Técnico de Constatación de
Daños N.° 136, el cual estableció que la camioneta C4M-271 participó del suceso de tránsito y resultó
con múltiples daños en el sistema eléctrico, de dirección, suspensión y a la carrocería en general.
Cabe recordar que existen diversos criterios para determinar la reparación civil, como son el Código
Penal (artículo 93 y siguientes), el Código Civil (de aplicación suplementaria conforme lo dispone el
artículo 101 del CP.) y diversos acuerdos plenarios, como el 6-2006/CJ-116 y el 04-2019/CIJ-116,
entre otros. Por tanto, los órganos jurisdiccionales cuentan con parámetros normativos suficientes que
permiten justificar el monto por reparación civil que corresponde a cada caso concreto.
De acuerdo con el artículo 159, inciso 1, de nuestra Constitución Política, concordante con el artículo
1 de la Ley Orgánica del Ministerio Público, Decreto Legislativo 052, de fecha 18 de marzo de 1981;
y en consonancia con el artículo IV del Título Preliminar del Código Procesal Penal (CPP), el
Ministerio Público es el titular del ejercicio de la acción penal, encargado, entre otras cosas, de la
función pública de perseguir el delito y la “búsqueda de la reparación civil”, la misma que es asumida
desde el inicio de la investigación preliminar, y la dirige de manera objetiva, aportando la prueba de
cargo y de descargo, así como formulando en su momento, de ser el caso, “acusaciones motivadas”
(artículo 349, inciso g) del CPP).
Tiene que haber siempre, una “lesión o puesta en peligro” de un determinado bien jurídico, en tanto
que “esta representa el único criterio que justifica la intervención del derecho penal, como ultima
ratio” 33 ; más aún si se tiene en cuenta que, según el artículo 92, del Código Penal, modificado por el
artículo 1 de la Ley 30838, de fecha 4 de agosto del 2018, la reparación civil se determina
conjuntamente con la pena, debido a que se trata de un derecho de la víctima que, bajo ningún punto
de vista, puede ser ignorado por el juez penal, pues, conforme al artículo 399, inciso 4, del CPP, “la
sentencia condenatoria decidirá también sobre la reparación civil” .
La reparación civil es un “derecho de la víctima” que, por eso mismo, precisa de una interpretación
más acorde con los nuevos lineamientos de la doctrina especializada y de los principios y valores que
inspiran nuestra Constitución, pues como afirma Albin Eser, “a diferencia del imputado, que en cierto
modo constituye la fi gura central del procedimiento penal (ya que todo gira en torno a su culpabilidad
o inculpabilidad), el ofendido es, en el fondo, solamente una figura marginal. En contraste con el
procedimiento civil, en donde el ofendido juega un papel decisivo como “demandante”, en el
procedimiento penal él ha sido en gran parte desplazado por el Ministerio Público. El ofendido, actúa,
por regla general, sólo como testigo del hecho o sus consecuencias
Al respecto, el Cuarto Juzgado Penal Unipersonal de Cañete, luego de evaluar la situación concreta y
de determinar la responsabilidad penal de la favorecida, con respecto a la reparación civil argumentó,
entre otras cosas, lo siguiente:
Ciertamente, por disposición del artículo 93 del Código Penal, el contenido de una reparación civil
comprende, la restitución del bien o, si no es posible, el pago de su valor; y la indemnización de los
daños y perjuicios. Sin embargo, en el presente caso no se precisa si los montos finalmente
concedidos son por concepto de restitución del bien y/o por indemnización por daños y perjuicios.
Si bien es cierto la reparación civil se determina conjuntamente con la pena, debido a que se trata de
un derecho a la víctima que, y esto no puede ser ignorado por el juez penal, ya que conforme con el
artículo 399, inciso 4, del CPP “la sentencia condenatoria decidirá también sobre la reparación civil”,
la sentencia condenatoria decidirá también la reparación civil en el artículo 69 del código penal, sin
embargo en el caso se fijó el monto de S/. 10, 000 soles a favor de los herederos legales de doña Elsa
Claudia Flores Bernal, y de mil soles a favor de la agraviada Otilia Bartola García Silva (sic). Por su
parte, luego de apelada la sentencia condenatoria, en la audiencia de apelación la parte civil mostró su
conformidad con lo señalado por el Ministerio Público, solicitando finalmente tener una “reparación
justa”. Sin embargo, la Sala Penal de Apelaciones de la Corte Superior de Justicia de Cañete solo
procedió a confirmar la reparación civil impuesta, sin mayor fundamentación sobre el particular.
La razón medular por la que de acuerdo a la sentencia en mayoría en el caso se ha producido una
violación a los derechos fundamentales a la debida motivación, a la prueba y a la defensa de la
beneficiaria, es porque a pesar de que el Informe Técnico 190-2012-DIVPIAT-UIAT-G-1, elaborado
por los efectivos PNP Óscar Edgardo Gallardo Bardales y Edwin Vargas Cortés, no fue admitido
como prueba documental para efectos de su actuación en el juicio oral, su contenido, junto con otros
factores, fue considerado como un elemento corroborador del delito en la sentencia condenatoria de
primera instancia.
● Como punto de recomendaciones, se tendría que ante una duda interpretativa y para la
motivación de la elección de uno de los significados posibles, o ante una discrepancia, el
intérprete debería siempre aclarar cada punto con fundamentos claros y precisos, asimismo
pueda plantear cuestionamientos y observaciones para que la otra parte pueda realizar su
debida interpretación y contestación de lo que respecta.
● Como recomendación este Tribunal considera que resultaba imperativa una adecuada y
suficiente motivación sobre dicho extremo de la resolución, no solo porque tiene directa
implicancia con la resocialización de la señora Anita Delicia Andrade Botteri que fue
finalmente condenada en tanto su rehabilitación sólo es posible si cumple con la condena y el
pago íntegro de la reparación civil, sino también con la satisfacción de los derechos de las
víctimas del delito, en consecuencia, por los vicios aquí advertidos, también se debe declarar
fundada la demanda en este extremo y nulas las resoluciones judiciales cuestionadas.
● La sentencia de primera instancia se limita a indicar que el daño sufrido por las víctimas no
solo es consecuencia del actuar culposo de la favorecida, sino también de la conducta
negligente mostrada por aquellas, más no se determina en qué grado dicha negligencia
determinó la reducción de lo solicitado inicialmente por la parte civil por lo que mi
recomendación se debió aplicar los diversos acuerdos plenarios, como el 6-2006/CJ-116 y el
04-2019/CIJ-116 ya que los órganos jurisdiccionales cuentan con parámetros normativos
suficientes que permiten justificar el monto por reparación civil que corresponda a cada caso
concreto.
VI. REFERENCIAS.