Bases Del Modelo Económico Social Comunitario Productivo Boliviano Por Juan Diego Camacho Orellana

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Bases del Modelo Económico Social

Comunitario Productivo Boliviano.

Nombres y Apellidos: Juan Diego


Camacho Orellana.
Edad: 21 años.
Cedula de Identidad. 9316186.
Numero de Celular: 71483007.
Correo Electrónico:
[email protected]
Departamento y Municipio: Cochabamba,
Cochabamba.
Bases del Modelo Económico Social Comunitario Productivo Boliviano.
Por Juan Diego Camacho Orellana
Introducción.
El término “base” indica el fundamento de algo, el principio del cual se deriva
todo lo demás, aquellos presupuestos ante los cuales se puede reducir todo un
entramado conceptual. En ese sentido, cuando hablamos de la “base” del modelo
económico social comunitario productivo boliviano nos referimos a la identificación
de sus principios rectores. Esta labor de identificación pasa por la reducción del
modelo económico a sus bases, buscando el análisis para la abstracción de los
puntos cardinales y fijando la atención en lo esencial.
El proceso de reducción va más allá de la economía, puesto que cuando
hablamos de los fundamentos de un tema tan amplio como lo es un modelo
económico en concreto, no podemos dejar de tratar unas bases congruentes con
ese nivel de abstracción, es decir, con su nivel de complejidad y profundidad. Por lo
que, el tratamiento de los fundamentos de un modelo económico trasciende el
modelo económico en sí, debido a que aquellos principios se adhieren a una
concepción filosófica del mundo. Así, las bases del modelo económico no deben de
buscarse exclusivamente en aspectos económicos, aquello nos traería el defecto
de ser demasiado economicistas. En cambio, creo que lo más razonable es buscar
los fundamentos filosóficos de los cuales se deriva el modelo económico. Esto
último es el tratamiento que realizaré en el presente ensayo.
Bajo lo anteriormente sentado sostengo que dos son las bases principales
del modelo económico boliviano1: el pluralismo filosófico y el reconocimiento del
suma qamaña como forma ética de vivir. Veamos pues de que se trata y como se
relaciona con el modelo económico.

1
Soy plenamente consciente que las bases que sostienen el modelo económico boliviano, como también su
sistema constitucional, son lo suficientemente complejos como para superar la cantidad de principios que
menciono en este ensayo, pero el espacio que se me es permitido me limita mucho. Sin embargo, considero
que estos dos principios son los esenciales a la hora de analizar el modelo económico y que, por ello, deben de
ser tratados en este ensayo.
I. Fundamentos ontológicos.
La antigua Grecia ha dejado como herencia al mundo occidental el inicio de
la filosofia como forma de pensamiento, determinando con ello el comienzo de los
postulados que servirían de fundamento a toda la civilización occidental. Tales de
Mileto fue el primer eslabón de aquella herencia, la importancia de su pensamiento
no se limita tanto a su contenido, es decir, a lo que quiso decir, sino más bien a por
qué lo dijo. En efecto, la razón de haber dicho que el agua es la causa de todo tenía
su importancia no en el agua como causa en sí, sino en haber planteado la
cuestionante de “la causa de todo”, haber planteado "la pregunta acerca de lo que
sea aquella causa originaria de las cosas que persiste a través de todos los
cambios, y cómo se transforma en tales cosas particulares”2. Esto es esencial a la
hora de analizar el pluralismo, puesto que esta visión que ha predominado en
occidente es diametralmente opuesta a la del pluralismo como propuesta filosófica.
La trascendencia de la cuestionante de Tales es bien explicada por Nietzsche al
decir que en la pregunta de tales “se incluye, aunque solo en estado de crisálida, el
pensamiento «Todo es uno.»”3. La determinación fundamental de la filosofia griega
es el postulado de que “todo es uno”, con ello, los filósofos griegos estaban
fundando la metafísica de la cual derivaría la ontología. La metafísica, como saber
filosófico, busca el conocimiento de los primeros principios que subyacen la totalidad
de la realidad “la sabiduría es ciencia acerca de ciertos principios y causas”4.
Bajo los criterios mencionados, la metafísica u ontología ha seguido
postulados absolutistas e integradores, buscando reducir toda la realidad a un solo
principio rector o a varios. Esta actitud, como ya había adelantado más arriba, es
contraria al pluralismo. El pluralismo como pensamiento filosófico no busca afirmar
“el todo es uno” sino más bien, afirmar la existencia de distintos unos y todos. No
existe una realidad ontológica, sino distintas realidades y con ello existe distintos
“todos” y distintos “unos”. El pluralismo no se cierra al absolutismo conceptual y
ontológico de la filosofia griega, sino que busca la diversidad de perspectiva,

2
Windelband Heimsoeth, Historia General de la Filosofía, El Ateneo, Mexico D.F., 1960, pág. 29.
3
Friedrich Nietzsche, La Filosofía en la Epoca Tragica de los Griegos, Valdemar, Madrid, 2003, pág. 44.
4
Aristóteles, Metafísica, Libro I, Cap. 1., 928a
rompiendo con los cánones de que existe una sola realidad y un solo principio que
subyace a esa realidad.
La antropología ha servido de mucho para consolidar el pluralismo con el
denominado giro ontológico, donde se busca una posición que “permita dar cuenta
de la realidad múltiple desde mundos considerados no-modernos”5. Esta
perspectiva nace de las influencias de Levi-Strauss, quien ha sostenido que “vivimos
numerosos mundos, cada uno de ellos más verdadero que aquel que lo contiene y
él mismo falso en relación con el que lo engloba”6. Esta posición que pone énfasis
en la diversidad de concepciones contradice la posibilidad de un punto de vista
privilegiado y unívocamente verdadero.
La perspectiva metafísica plurinacional, por lo tanto, va totalmente en contra
de la occidental que busca una verdad absoluta. Bajo los criterios plurales, al no
haber una sola realidad tampoco hay una sola verdad. Este es uno de los grandes
postulados del giro ontológico, pues “pretende disolver las certezas que forjo la
modernidad sobre la naturaleza al juzgarlas de reduccionistas, etnocéntricas,
anticuadas y, hasta cierto punto, ingenuas”7.
Una vez aceptada la visión de la existencia de distintas realidades y distintas
verdades, el pluralismo busca aquellas realidades y verdades que han sido
excluidas de la centralidad filosófica para reivindicarlas y traerlas a discusión para
que se pueda enriquecer la discusión intelectual y superar la modernidad hacía una
“transmodernidad” como diría Dussel. Estas verdades, que históricamente habían
sido excluidas por el eurocentrismo que ocasiono una “relación asimétrica, donde el
mundo del Otro es excluido de toda racionalidad y validez religiosa posible” 8, serán
revisadas y estudiadas a la luz del pluralismo. De esta manera, la búsqueda por
nuevas formas de entender el mundo se verá enfatizada. En Bolivia, estas formas
tendrán su materialización en la valoración de la cosmovisión indígena y en una
fuerte reivindicación de la descolonización a raíz de que el pensamiento occidental

5
Ontología Política desde América Latina, USTA, Bogotá, 2021, pág. 79
6
Claude Levi – Strauss citado por Juan José Sebreli, El Asedio a la Modernidad, Sudamericana, Buenos Aires,
1992, pág., 45.
7
Daniel Ruiz Serna y Carlos Del Cairo, Los Debates del Giro Ontólogico en torno al Naturalismo Moderno,
revista de estudios sociales No 55, enero – marzo, pág. 194.
8
Enrique Dussel, El encubrimiento del Otro, Biblioteca Indígena, La Paz, 2008, pág. 59.
había sido incompatible y excluyente con la diversidad indígena en Bolivia. Así, la
descolonización resulta complementaria a fin de implementar la pluralidad, puesto
que, desde su ámbito epistemológico, la descolonización “implica que no existen
saberes concluidos ni conocimientos absolutos e incuestionables, por lo tanto, los
saberes emergentes de un pluralismo cultural, deben de complementarse entre sí
para consolidar así una sociedad plural incluida en una estructura estatal unitaria” 9.
La cosmovisión indígena es reivindicada a partir del pluralismo para traerla a
una realidad política concreta, haciendo que ella deje de estar en la periferia para
tener importancia cardinal. Esto generó como consecuencia la Constitución Política
del Estado Plurinacional de Bolivia. En ese sentido, podemos afirmar que la CPE es
un proyecto filosófico hecho norma suprema estatal 10. Sin embargo, una vez
señalado la naturaleza del pluralismo como movimiento ontológico y epistémico, es
necesario ver cómo bajo esta concepción se ve al ser humano.
II. Fundamentos Antropológicos11
El análisis de las sociedades indígenas trajo nuevas perspectivas sobre el
análisis de la sociedad en general. Aquí los antagonismos entre la filosofia
occidental se dejan ver aún más. Mientras la filosofia occidental con la modernidad
había generado un humanismo y había puesto en el centro de todos los saberes al
individuo aislado y subjetivo “cogito ergo sum”, el estudio de las sociedades
indígenas demostraba que aquellas se regían de forma comunitaria. En vez de
acentuarse en el individuo como entidad subjetiva se centraban en las relaciones
comunales. En este sentido, la comunidad es central en la sociedad y cosmovisión
indígena y andinas. La comunidad toma como expresión al Ayllu, institución que se
constituye como unidad irreductible de todas las sociedades indígenas y andinas.
El ayllu es la célula social, es el fundamento primero de la sociedad.

9
Sentencia Constitucional Plurinacional 1422/2012.
10
El modelo económico sigue esta lógica en tanto que es integrado y determinado en sus alcances y finalidades
por la CPE.
11
Cuando hablo de fundamentos antropológicos no tomo una visión necesariamente relativa a la antropología
como ciencia, sino, una visión que trate abarcar al hombre como ser. Es decir, responder a la cuestión sobre la
identidad del hombre y su relación con el mundo, abarcando con ello cuestiones de carácter moral o ético (no
diferencio ambos conceptos). En ese sentido, el pluralismo filosófico en su estudio por la diversidad cultural ha
encontrado en la cosmovisión indígena nociones fundamentales que serán recogidas por la CPE y el modelo
económico.
La célula social, si puede emplearse este paradigma, es la gens, no el
individuo o la horda. A las investigaciones sociológicas que demostraron que
la familia era el punto de arranque del tejido social, puede agregarse el
descubrimiento del ayllu. El ayllu no es sino la gens primitiva de las
poblaciones del centro del continente americano.12
Al ser el ayllu el fundamento de la sociedad tiene suma importancia a la hora
de analizar el pluralismo, puesto que gran parte de la cosmovisión indígena deriva
de dicha institución y será de suma importancia a la hora de redactar la CPE. El
ayllu tiene tres implicaciones importantísimas, primero de carácter religioso,
segundo de carácter económico, tercero de carácter ético-moral.
El carácter religioso del ayllu reside en que su conformación gira en torno el
culto de divinidades familiares y “privadas”, aquellas divinidades son consideradas
por sus componentes como el antepasado común, el iniciador del linaje familiar. La
realidad de la existencia del antepasado común es irrelevante. El factor relevante
de este culto familiar en el ayllu reside en su fuerte componente de cohesión social.
A saber, por medio de este antepasado común es que la familia se encuentra
emparentada. Por otro lado, la importancia política del ayllu es fundamental, puesto
que al conformar la célula social y ser una institución religiosa, sirve en el caso de
la civilización Inca de “unidad básica de este vasto sistema estatal” 13 y en este
aspecto, se puede decir que de forma análoga con los romanos, que el estado y el
derecho indígena “no son más que la proyección en el tiempo del pre cívico
ordenamiento familiar y gentilicio”14.
En cuanto al carácter económico, el ayllu es también la célula de la economía.
Mientras que para la economía neoclásica el ser humano en su valoración subjetiva
con la teoría de la utilidad marginal es el fundamento de la economía, en las
sociedades indígenas lo es el ayllu. El ayllu se asienta en una íntima relación con la
tierra y con ello genera su sistema de propiedad. En el interior del ayllu es donde

12
Bautista Saavedra, El Ayllu, Librería Editorial “Juventud”, La Paz, 1998, pág. 31.
13
Alipio Valencia Vega, El Pensamiento Político en Bolivia, Librería Editorial “Juventud”, La Paz, 1991, pág. 39.
14
Juan Iglesias, Estudios Romanos de Derecho e Historia, Ariel, Barcelona, 1952, pág. 29.
encontramos la propiedad, propiedad que no es privada, sino colectiva15. En este
sentido, en el imperio incásico “el territorio de cada comunidad estaba dividido en
tres partes: la primera atribuida al sol, la segunda al inca, la tercera a la comunidad
misma” 16. Con las dos primeras se cumplían obligaciones tanto religiosas y políticas
ante el imperio y su producción era almacenada en los tampus destinados a la
distribución de esa riqueza a sectores vulnerables. Con la tercera parte, la
comunidad (ayllu) subsistía y generaba riqueza que era distribuida dentro de la
misma en razón de igualdad. Bajo estos criterios, en la economía comunitaria del
ayllu, el enfoque no está en la satisfacción de las necesidades del hombre individual,
todo lo contrario, está en las necesidades del colectivo, de la comunidad. Las
necesidades buscadas no son ostentosas, sino básicas, no se busca en el ayllu la
explotación de la riqueza con el fin de buscar la mayor utilidad, sino la satisfacción
de sus más básicas necesidades.
Por último, en cuanto a su carácter moral el pensamiento moral indígena se
enfoca en aquella comunidad y su relación con la tierra “pachamama”, lo cual no se
limita a la tierra en sí, sino a todo su entorno, a toda la naturaleza. El ser humano
en el ayllu está en constante cooperación con sus semejantes y ¿Quiénes son sus
semejantes? No solamente los otros seres humanos, sino la totalidad de la
naturaleza. “En esta relación del hombre con su propio mundo, se forja una
integralidad total y absoluta con plantas, bosques, animales, territorios, minerales,
ríos, lagos, montañas, espacios celestiales y entornos estelares que origina una
integridad comunitaria holística”17. De aquellas relaciones, el ser indígena concibe
una visión del mundo distinta, concibe una forma de vivir en concordancia con el
Vivir Bien o Buen Vivir o Suma Qamaña. Este principio indica que no existe una sola
cosmovisión, sino distintas. Es un “pensamiento vivo, con constante interconexión
entre los seres humanos, integral, basado en el trabajo en comunidad, en
convivencia y relacionalidad y que dista bastante de los conceptos de desarrollo y

15
La cultura occidental ha considerado que la propiedad colectiva fue “la verdadera institución primitiva” Henry
Summer Maine es participe de esta posición en: Derecho Antiguo Parte Especial, Escuela Tipográfica del
Auspicio, Madrid, 1893, pág. 49.
16
Louis Baudin, El Imperio Socialista de los Incas, Zig-Zag, Santiago de Chile, 1953, pág. 149
17
Hugo Zenteno Bruno, Acercamiento a la Visión Cósmica del Mundo Andino, Scielo, 2009, pág 86., obtenido
de: http://www.scielo.org.bo/pdf/rpc/v14n18/v14n18a10.pdf
progreso occidentales”18. Bajo esta concepción, la naturaleza cobra semejanza al
ser humano. No es ya como en la modernidad un objeto de explotación, sino un
sujeto a ser respetado. Es necesario que el ser humano se sirva de la naturaleza,
aquello no es negado por el vivir bien, pero debe de hacerlo con el sumo respeto y
limite, satisfaciendo sus necesidades básicas y entendiendo el concepto de
reciprocidad, que, si uno se sirve de la naturaleza, el ser humano tiene una
responsabilidad con ella de brindarle algo también. En ese sentido, es ilustrativo la
costumbre de “invitar” a la tierra (pachamama) un sorbo de la bebida que se está
compartiendo en comunidad. También es importante para el suma qamaña el ayni,
el principio por el cual lo seres que habitan la tierra se guarden reciprocidad entre
ellos y se ayuden teniendo esto como un valor fundamental con la tierra.
Todo lo anteriormente dicho nos da una visión económica y jurídica.
Económicamente, el suma qamaña implica que la economía debe de estar regida
por la satisfacción de las necesidades básicas sin caer en los excesos ni en la
destrucción de la madre tierra, a su vez, implica que existe reciprocidad en la
comunidad, generando con ello una distribución de riqueza y el beneficio a los más
desfavorecidos. Jurídicamente el pluralismo y su reivindicación del suma qamaña
tuvieron como consecuencia el sistema constitucional boliviano. En su parte
axiológica, la constitución deja en claro esto cuando establece en los valores
supremos del estado el reconocimiento del suma qamaña 19 y en su preámbulo
destaca también aspectos del ayllu cuando dice que la CPE busca “Un Estado
basado en el respeto e igualdad entre todos, con principios de soberanía, dignidad,
complementariedad, solidaridad, armonía y equidad en la distribución y
redistribución del producto social”.
Siguiendo esta lógica argumentativa es necesario ver como estos principios
filosóficos pluralistas y de origen indígena se reflejan como fundamento del Modelo
Económico Social Comunitario Productivo Boliviano, para terminar de demostrar los
fundamentos o bases filosóficas de este modelo económico.

18
Javier Martín de la Guardia, El Suma Qamaña en Bolivia: ¿Un modelo económico alternativo al desarrollo?
Un análisis desde la dimensión rural campesina, instituto de Estudios sobre Desarrollo y Cooperación
Internacional, País Vasco, 2015, pág. 10.
19
Art. 8. I. de la CPE.
Conclusión: relación de los fundamentos con el modelo económico.
Habíamos sostenido que el pluralismo y el reconocimiento por este del suma
qamaña son fundamentales a la hora de explicar las bases del Modelo Económico
Social Comunitario Productivo Boliviano. La veracidad de esto lo vemos en la CPE
que como habíamos dicho, puede ser tomada como una norma con proyección
filosófica. La CPE en su primer artículo reconoce el pluralismo como integrante de
su esencia y postula que “Bolivia se funda en la pluralidad y el pluralismo político,
económico, jurídico, cultural y lingüístico, dentro del proceso integrador del país.”
Este reconocimiento que hace la CPE es un reconocimiento general de todo tipo de
pluralismo en todos los ámbitos sociales. El principio de pluralismo no se reduce a
postular en un solo artículo, sino se expresa en todas las instituciones jurídicas de
la CPE. Así, en cuanto a la democracia, reconoce no una sola democracia, sino la
democracia intercultural20; en cuanto a los derechos, reconoce no solamente los
derechos de los individuos aislados, sino de las comunidades indígena originario
campesinas21; en cuanto a la jurisdicción, no se limita al reconocimiento de la
administración de justicia ordinaria occidental, sino que reconoce distintas
jurisdicciones, entre ellas la agroambiental y la indígena originaria campesina.
Todo lo anteriormente mencionado comprueba la amplia influencia del
pluralismo en todos los aspectos de la constitución y con ello dentro del estado
boliviano. A su vez, en cuanto al suma qamaña, el mencionado art. 8 es revelador.
Este principio es también reivindicada y reiterada en el art. 80, 309 III y 313. Misma
lógica sigue la jurisprudencia constitucional, que sostiene:
El vivir bien, el vivir dulcemente, el vivir completo, supone pues, una vida
fundada en el equilibrio, la armonía, la equidad, la reciprocidad y la
complementariedad, los cuales están concebidos como valores en el art. 8.II de
la CPE22.
En cuanto al modelo económico estos postulados no son la excepción. El
sistema constitucional boliviano reconoce distintos tipos de modelos que conforman
el modelo económico social productivo comunitario. El art. 309 I. determina que el

20
Art. 11. II de la CPE.
21
Art. 30. de la CPE.
22
Sentencia Constitucional Plurinacional 0079/2015.
modelo económico boliviano es “plural y está orientado a mejorar la calidad de vida
y el vivir bien de todas las bolivianas y los bolivianos” ¿Cómo se traduce esta
economía plural? A diferencia de ideologías como la capitalista o la comunista,
siguiendo la lógica que estableció Dussel al respecto de la “transmodernidad” el
sistema económico boliviano pretende ser una superación de aquellos
antagonismos en el ámbito económico, reconociendo distintas formas de
producción sin negar las demás. Así, la CPE reconoce en su art. 306 II la
organización económica comunitaria, estatal, privada y social cooperativa.
Reconociendo estos tipos de organización económica, la CPE intenta
integrarlos bajo el principio de suma qamaña. Así, si bien el estado plurinacional
adopta el sistema privado y pretende incentivar la iniciativa privada sobre todo de la
pequeña y mediana empresa, les pone límites a los privados supeditándolos al
principio del suma qamaña y a principios sociales en general. En el ámbito de la
propiedad, la CPE en su art. 56 establece que esta será garantizada siempre que
cumpla con función social o no sea perjudicial al interés colectivo. A su vez, el
mencionado art. 306 en II señala que la economía plural se basa en los principios
de complementariedad, reciprocidad, redistribución, igualdad, etc. En este punto
podemos ver como se ha pretendido conformar un estado basándose en los
principios del ayllu, haciendo del estado un ayllu en grande, puesto que al igual que
sucedía en el ayllu, la economía se rige bajo la complementariedad o reciprocidad
y la distribución de la producción hacia los componentes.23
En cuanto a la propiedad en base al suma qamaña y la valoración del ayllu
dentro del modelo económico boliviano, se ha reconocido, además de la tradicional
propiedad privada establecida desde el derecho romano hasta las codificaciones
liberales, el reconocimiento del derecho de propiedad comunitario que “comprende
el territorio indígena originario campesino, las comunidades interculturales
originarias y de las comunidades campesinas”24 y siguiendo el principio de prioridad
de la propiedad comunal, el mismo artículo declara que esta es “indivisible,
imprescriptible, inembargable, inalienable e irreversible” no estando sujeta al pago

23
Este principio lo podemos ver materializado en el art. 8 II de la CPE cuando habla de “distribución y
redistribución de los productos sociales y bienes sociales, para vivir bien”.
24
Art. 394 de la CPE.
de impuestos a la propiedad agraria. También bajo este sistema de propiedad se
reconoce la propiedad agraria, concordando aquello con la jurisdicción
agroambiental.
La organización estatal busca la distribución de la riqueza para favorecer a
los más desfavorecido. De esta manera, las políticas distributivas se transforman en
el plan de viviendas publicas en el cual se invirtió alrededor de 739 millones de
dólares en el plazo de 2006 a 201625, también en bonos a sectores vulnerables
como el Juana Azurduy, el bono dignidad y Juancito Pinto. A su vez, el estado tiene
un rol protagónico a la hora de invertir en empresas públicas y administrar recursos
estratégicos de tal forma que respeten a la naturaleza viéndola no como objeto sino
como un sujeto al cual hay que cuidar y proteger, por lo que el proyecto
industrializador se realiza “en el marco del desarrollo sostenible en armonía con la
naturaleza”26.
Como se puede apreciar en el recorrido de este ensayo, el pluralismo y la
reivindicación del ayllu como forma de vida a través del suma qamña son elementos
fundamentales a la hora de explicar la finalidad y razón de ser del modelo
económico boliviano. Sin estos dos aspectos el sistema carecería por completo de
base y estaría en un vacío conceptual dañino a la hora de la aplicación práctica.
Estos principios filosóficos, que se traducen en la CPE y en el modelo económico
boliviano, nos hacen ver que la filosofía no solo es especulación teórica, sino por,
sobre todo, práctica hecha materialidad a partir de la aplicación de principios
filosóficos a las instituciones. Bolivia es un ejemplo en esto, mirando su pasado
filosófico construyó y construye su futuro plural en el vivir bien, no limitándose a la
especulación ni al recuerdo nostálgico, sino buscando la constante lucha y
reivindicación para dar realidad a las ideas del pasado con la potencia del presente.

25
Ricardo Cosme Yúgar Flores, El Modelo Económico del Estado Plurinacional de Bolivia y su Identidad Propia,
pág. 29 extraído de: https://tauniversity.org/journal/repository/el-modelo-economico-del-estado-plurinacional-
de-bolivia-y-su-identidad-propia
26
Art. 311., núm. 3 de la CPE.

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