Planos 113152
Planos 113152
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También se le conoce como panorámico, pues es el más abierto de todos los planos. Sirve para
describir y ubicar muy bien el lugar donde sucede la foto. Los personajes tienen poca importancia y
solo sirven como referencia del tamaño de los edificios o de los elementos naturales. En general se usa
para paisajes o escenas urbanas. Pero hay excepciones, por ejemplo, si quieres transmitir el sentimiento
de soledad, la foto de una persona en medio de un enorme espacio abierto puede dar esa sensación.
2. Plano general
Es descriptivo porque es muy abierto, permite contemplar al modelo de cuerpo completo pero también
da información sobre el contexto. Al igual que el gran plano general se utiliza para tomas de paisajes, y
aunque el fondo sigue siendo lo más importante, ya no es tan impersonal. Se utiliza principalmente en
fotografía documental y de viajes.
3. Plano entero
Este plano logra que la atención se centre en el modelo, lo abarca de pies a cabeza sin cortar ninguna
parte de su cuerpo. En este plano eres capaz de reconocer todas las características del modelo y un
poco del contexto donde se sitúa.
4. Plano americano
El origen de todos los planos viene de la teoría cinematográfica, pero la historia del plano americano es
la más popular porque viene de los westerns americanos: este plano de ¾ permitía un buen encuadre
de las cartucheras de los vaqueros. Encuadra desde la cabeza hasta medio muslo, ligeramente por
encima de las rodillas. Está totalmente centrado en el modelo, se distingue su rostro y también la
posición de su cuerpo.
5. Plano medio
Corta al modelo a la altura de la cadera. A partir de este encuadre debes cuidar mucho dónde coloca
las manos tu modelo, pues se ve muy mal si salen cortadas.
Conforme nos vamos acercando más al sujeto conseguiremos un mayor grado de intimidad en la
fotografía. Con el plano medio nos acercamos un poco más que con el plano anterior, cubriendo desde
la cabeza hasta la cintura
6. Plano medio
Abarca de la cabeza a la cintura del modelo. Puesto que este tipo de plano permite tener más detalle
de las expresiones del rostro, se utiliza mucho en moda y en retratos formales, por ejemplo, el que se
pone en el CV. Se considera un retrato intermedio, ya con cierto grado de intimidad entre el modelo y
el fotógrafo.
7. Plano medio corto
El modelo capta toda la atención en este encuadre. Del fondo se obtiene muy poca información, solo
sirve para enmarcar al sujeto. Para lograr este plano debes cortar justo por debajo del pecho del
modelo. La sensibilidad del fotógrafo es muy importante en este encuadre, porque si el corte no está
bien hecho puede generar fotos raras, sobre todo si la modelo es mujer.
8. Primer plano
Por su cercanía permite hacer retratos más expresivos, porque detalla todos los aspectos del rostro.
Encuadra la cabeza del modelo hasta sus hombros para conseguirlo.
Por la cercanía, resalta los rasgos del rostro; bien llevado puede transmitir diferentes emociones.
El primer plano, también llamado primer plano menor o de retrato o plano cerrado, recoge el rostro y
los hombros. Este tipo de plano, al igual que el plano detalle y el primerísimo primer plano que
veremos a continuación, se corresponde con una distancia íntima, ya que sirve para mostrar confidencia
e intimidad respecto al personaje. La pose del cuerpo de nuestro modelo en este caso no cobrará
importancia, pero sí que lo hará el gesto o expresión de su cara, que se convertirán en protagonistas de
la imagen.
Todo el encuadre está ocupado por la cara del modelo. Es un retrato sumamente emocional, íntimo y
expresivo.
El primerísimo primer plano va un paso más allá que el primer plano, acercándonos más aún al rostro
de nuestro modelo. Este plano capta el rostro desde la altura de la frente hasta por debajo de la
barbilla. Con este tipo de encuadre, el primerísimo primer plano consigue también dotar de gran
significado a la imagen, y que a carga emocional e la intimidad de la captura sean extremas.
La foto se centra en una pequeña porción de tu modelo: pueden ser los ojos, las manos o lo que llame
tu atención.
El plano detalle en el retrato es el más cercano de todos, y es el que recoge una pequeña parte del
cuerpo, que no necesariamente se tiene por qué corresponder con el rostro. En esta parte se concentra
la máxima capacidad expresiva, y los gestos se intensifican por la distancia mínima que existe entre la
cámara y el protagonista, permitiendo enfatizar el detalle que deseamos resaltar.