Texto Argumentativo

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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE NUEVO LEÓN

PREPARATORIA 15

Materia:

Expresión Oral y Escrita

Docente:

TANIA GRISSEL CHORA SALAZAR

Texto argumentativo:

“¿Es mejor el mundo desde que existe internet?”

Equipo 2

• Ximena García Nava - 2151955


• Michelle Andrea Garza Lozano - 2152149
• Tatiana Andrea Guerrero Rodríguez - 2152938
• Juan Francisco Hernandez Sauceda - 2152220
• Enrique Emiliano Gaytán Gómez - 2152214
• Valeria Esmeralda González Rodríguez - 2153687
• Omar Edgar Ibarra Tamez - 2153182
• Ileana Marely García Izaguirre - 2152845
¿Es mejor el mundo desde que existe Internet?

Como muchas cosas de nuestro mundo moderno, la existencia de internet cambió las
cosas para siempre y marcó un antes y un después en nuestra manera de comprar,
vender, trabajar, conocer gente e incluso de comprender el mundo. En general, internet le
introdujo al mundo más rapidez, más agilidad y un alcance nunca antes visto en las
comunicaciones humanas, pero también trajo consigo problemas que antes tenían más
fácil solución o que, peor aún, no existían en absoluto. Aun así, en las siguientes líneas
trataremos de demostrar que sus beneficios superan, con creces, a sus inconvenientes.

Comencemos, como se estila, por el principio. Internet es una red informática de inmenso
alcance, capaz de vincular terminales ubicadas en extremos opuestos del mundo entero, a
través de un conjunto de protocolos comunes. Dicho de otro modo, se trata de la red de
redes de computadoras, tan vasta y veloz que es capaz de comunicar a las personas a lo
largo de gigantescas distancias. Y esa, de por sí, es ya una enorme virtud: gracias a
internet el ancho mundo se puso un poco más a nuestro alcance.

Consideremos la inmensa cantidad de mensajes que a través de internet se envían


diariamente. Correos electrónicos, mensajes instantáneos, mensajes directos por redes
sociales o, más recientemente, llamadas telefónicas y videollamadas. Dos o más personas
ubicadas en regiones alejadas del planeta pueden enviar y recibir información, compartir
archivos e incluso verse las caras gracias a la red de redes. Y lo que antiguamente requería
una costosísima llamada telefónica, o un lento envío postal, hoy está a nuestra entera
disposición a través de un computador o un teléfono inteligente.

Esta virtud se puede extender al mundo de los negocios. Es gigantesca la cantidad de


operaciones comerciales que tienen lugar de manera virtual todos los días. Compras y
ventas de bienes y servicios son ofrecidos, negociados y contratados de manera remota,
rápida y eficiente gracias a internet, al punto tal que existe ya toda una economía digital
(el llamado ecommerce) capaz de competir con la tradicional y posiblemente de superarla.
Ir de compras o contratar un cerrajero son opciones disponibles en la red, a apenas unos
pocos clics de distancia.
Velocidad, facilidad y abundancia son valores muy presentes en el mundo de internet: un
mundo casi tan grande como nuestro planeta, y casi tan complejo también. Es probable,
de hecho, que, para hacerle justicia a internet, debamos entender que se trata de un
invento tan revolucionario y de tan amplio alcance, que únicamente se puede comparar
con la masificación de la electricidad, o con la invención de la agricultura. Su impacto
sobre nuestras vidas ha sido inmenso en apenas sesenta años de existencia, y eso es solo
la punta del iceberg de un cambio profundo en nuestra manera de conformar la sociedad

Problemas y algunas soluciones

El rol centralizador de internet en los procesos cotidianos, laborales y sociales demuestra


su versatilidad, o sea, su enorme potencial para todas las cosas: no hay prácticamente
nada que hagamos hoy sin el apoyo, así sea parcial, de internet. Y, al mismo tiempo, la
mayoría de los inconvenientes asociados a internet tienen que ver con el uso que
hacemos de ella, más que con la tecnología en sí misma: el surgimiento de nuevos delitos
—hackeos, suplantación de identidad, correos engañosos, contenidos ilegales y perfiles
falsos en redes sociales— habla más de nosotros y de nuestra cultura que de internet. A
fin de cuentas, la tecnología es amoral: su uso benéfico o perjudicial depende
enteramente de nosotros.
Sin embargo, también hay que decir que de la propia internet han surgido muchas de las
soluciones a estos problemas. El software libre, desarrollado de manera colaborativa por
quienes hacen vida en internet, es un buen ejemplo. Gracias a ello, no solo las grandes
corporaciones pueden ofrecer programas útiles como antivirus o escudos contra el
ransomware y el phishing, sino que existen iniciativas comunitarias, colaborativas, que
abrazan ideas novedosas sobre el acceso a la información.

Conclusión

Internet, en conclusión, es probablemente el invento más revolucionario del último siglo,


y así como sus aplicaciones reflejan las necesidades de la humanidad contemporánea, su
destino y sus riesgos lo son de la moralidad de sus usuarios. Ni buena, ni mala,
simplemente poderosa: el mismo juicio que puede hacerse sobre todos los grandes
avances tecnológicos.

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