Miles de Pequenas Explosiones El Mercado
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Miles de Pequenas Explosiones El Mercado
El mercado editorial del microrrelato está íntimamente relacio nado con el del
cuento o relato breve. Al margen de disquisiciones sobre el género, desde el
punto de vista del comercio del libro existe poca diferencia enrre ambos, o más
bien podría decirse que caminan hermanados en una travesía donde han tenido
que esforzarse por sobrevivir ante la siempre triunfadora novela.
Al leer el úlrimo informe del comercio interior del libro, desarrollado para
la Federación de Gremios de Editores de España, encontramos que la novela es
el género más vendido con muchísima diferencia: 11.000 tÍtulos publicados en
20 10 frente a los menos de 800 que se engloban en el segmento poesía y teatro.
Los libros de cuentos, o bien aparecen erróneamente incluidos en el grupo de la
novela, o bien forma parte del misceláneo "orros", del que se publicaron 1.800
tírulos. A pesar de la poca claridad con que está expuesta la información, la
limitada fuerza que tiene el relato frente a otros géneros es indudable.
Históri camente se venía considerando como un género menor, casi de
aprendizaje o de puro laboratorio para "dar el salro" a la novela. Sin embargo,
desde el punto de vista editorial, el desprecio era aún, si cabe, mayor. Los libros
de relatos no vendían y estaban relegados a la prensa periódica o cultural. Como
en ramas ocasiones, no obstante, no es fáci l saber si antes fue el huevo o la galli-
na, pues es también notable la cantidad de novelistas que entraron en el mundo
de la literatura con un primer libro de relatos para luego abandonar el género
completamente.
Desde las últimas décadas del siglo pasado, la situación ha cambiado nota-
blemente. La tradición del cuento hispanoamericano y las grandes figuras que
han aparecido dominando este género le han dado un nuevo valor. A partir de
los años ochenta del siglo pasado no era extraño que los catálogos de las edito-
riales contaran con algún libro de relatos.
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Si el panorama no era demasiado vasto para el mundo del relato breve, el
~e lec,~or~s, silenciosos y cómplices, que desde luego existen, leen y compran
microrrelato, el del cuento hiperbreve o c ualquiera de los nombres que se le ha libros , dice Juan Casamayor, director de Páginas de Espuma (Bonilla 201 O).
puesto fue aún más reducido. El mero hecho d e que no renga aún un nombre Como hemos dicho, los lectores son esenciales, pero también es necesario
exclusivo y reconocible (ni en español ni en otros idiomas; en inglés aún se que exista un buen grupo de escritores que abastezcan esa demanda de li teratu-
debaten entre flash fiction, sudden fiction, microfiction, micro-story entre otros ra breve. Enrique Redel, de Impedimenta, manifiesta su entusiasmo: "los dos
muchos) dice mucho de su percepción como género independiente. mil parecen haber alumbrado toda una nueva generación de narradores cuyos
En la última década, sin embargo, el mundo editorial español ha cambiado mejores frutos los encontramos en la distancia corra: Eloy Tizón, Mercedes
sustancialmente. Puede decirse que la evolución que sufrió en los años ochenta Cebrián, Andrés Ibáñez, Fernando Iwasaki, Pilar Adón o Andrés Neuman ( . . . )
-y que perfeccionó en los noventa- llevó al mercado a una situación inviable y Me atrevo a decir que los nuevos derroteros de la creatividad literaria española,
de forma natural ha vuelto al sistema tradicio nal del siglo pasado. La perspecti- en los últimos años, van por el terreno del relato" (ídem).
va estrictamente empresarial de los grandes grupos editoriales provocó la com- Si el relato ha encontrado un hueco razonable en el mercado, ¿sucederá
pra y explotación de sellos editoriales independientes. En pocos años, menos de igual con el microrrelaro? Aunq ue se trate de géneros independientes, la rela-
diez edicoriales copaban más del 90% del mercado y se adentraban en otros ción que existe entre ambos es fuerte, lo que ha producido que sean esas ediro-
medios de comunicación pública (Planeta, Prisa, Anaya .. .). Esta sobredimen- riales especializadas en el cuento las que también publiquen microrrelatos.
sión empresarial demostró ser un territorio excelente para el c ultivo de los Algu nas simplemente incluyen estos textos (tanto en antologías como en libros
pequeños huecos que dejaban las edicoriales gigantes. Con el cambio de siglo completos) en su catálogo general. Otras tienen colecciones exclusivas para
comenzaron a aparecer edicoriales independientes, muy especializadas, para ellos. Así sucede, por ejemplo, con la colección "Micromundos" de Thule, o
lograr así encontrar un nicho de mercado sufi ciente. La consecuencia fue un "Reloj de arena" de Menoscuarro, dirigida por Fernando Valls.
gran aumento de la "bibliodiversidad" y un enriquecimiento de catálogos hasta Casamayor, que parece más contenido con el éxiro d el cuento, reconoce sin
ahora desconocido. embargo que ha habido un cambio importante en el tratamienro y la lectura
Esta búsqueda de la especialización provocó lo que hasta ese momento pare- del microrrelaro:
cía imposible: que hubiera edicoriales especializadas en el relato breve y en el
microrrelato. Nos encontramos con sellos como Páginas de Espuma, Impedi- Sobre el microrrelato creo que sí puede hablarse de un microboom para ser coheren-
menta, Menoscuarto, Salto de Página, Tropos o Thule que han apostado clara- te con los términos. Es un género que se ha situado casi de forma natural en la red,
mente por la prosa breve. se ha colado con éxito en medios de comunicación y en iniciativas promocionales
La literatura viva necesita, si nos centramos en lo más básico, leccores y de grandes empresas (las telefónicas por ejemplo). Todo ello apoyado en la eclosión
escritores. Esta verdad de Perogrull o nos parece que tiene más carga que la de creadores que escriben desde la conciencia de género y la lectura de esos grandes
dinosaurios que experimentaron con la brevedad que, por otro lado, cuenra con una
estrictamente superficial. Los lectOres son los modernos mecenas q ue mantie-
tradición milenaria (Muñoz 201 1).
nen la vida, mejor o peor, de esos escritores que tanto eco nómica como espiri-
tualmente precisan de los primeros. Existe un tercer agente en liza. Nos referi-
Sob re los motivos de esta eclosión, nos parece inte resante que mencione
mos a los intermediarios que hasta hace poco articulaban esa relació n mediante
Internet como un conrexto apropiado para la difusión y lectura del microrrela-
la edición, publicación y comercialización de las obras. Una editorial es poco
to. En orra enrrevista, no obstante, menciona la antología de C lara Obligado
sin autores - o buenos autores-, pero no es absolutamente nada sin lecrores.
Por favor, sea breve: antología de relatos hiperbreves, publicado por su editorial en
Esto significa que esros proyectos centrados en el relato existen y sobreviven
2001, como uno de los deronantes del éxito del género en España:
porque hay aurores que practican el género pero, sobre todo, porque existe un
buen número de lectores que disfrutan con este género: "No se trata desde luego Esta antología disfrutó de un éxito enorme. Creo que fue uno de los puntos decisi-
de un boom. Hay un crecimiento sostenido de lecrores. El cuenco es un gén ero vos para que se empezara a hablar del microcuento en España. De hecho a partir de
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ahí y junto con alguna otra antología que coincidió en el tiempo es cuando salió el
trabajo de Babelia con Juan José Millás. Se hizo más notorio y más público el micro- r~lpl ida y concisa, y para ello precisa de un texto muchas veces segmentado, sen-
CI o y, sobre todo, breve.
cuento (Casamayor 2007).
En este contexto, par~ce apropiada la brevedad del relato frente a la longitud
Sin entrar en disquisiciones sobre las dife rentes y varias antologías que se de la ~ov~la Y podna onenrar el gusto edirorial hacia la narración breve. Los
han publicado (Valls 299 y ss.), nos parece que el aporte está en la mención de dato~ ,111dlcan que esto no es así -ya hemos mencionado que la novela sigue
la fecha. José Ángel Zapatero, de Menoscuarto, también cree en el éxito del vend1endose muc_ho más que el resto, y las ventas de novela digital están empe-
microrrelato. Para él, esta nueva afición se debe también a nuevos cambios zando a ser cuannficables-, pero con el mundo del microrrelato es diferente. La
brevedad no llama la atención, pero sí la extrema brevedad. Veamos esto.
sociales que abogan por lo rápido e instantáneo:
Si desde los Siglos de Oro los poetas se han entusiasmado por la estrofa de
Hay un auge. Es indudable. No es un género nuevo, como demuestran esros ensa- catorce versos, ahora parece suceder algo similar con el texto de 140 caracteres.
yos de los que hablas. Tiene un siglo de vida en nuestras letras, pero la falta de tiem- Lo que co menzó siendo una sencilla apl icación de varias redes sociales -el lla-
po en las sociedades contemporáneas ha sido un aliado. A cualquier amanre de la mado "en qué estás pensando"- empezó siendo una simple comunicación de
literatura le gusta leer un relato de calidad, con interés, de apenas una página o de estado o ubicación, pero pronto se vio que ese pequeño espacio era capaz de
un puñado de palabras. Es literatura quintaesenciada (Bellver 2010). transmitir mucha información gracias a su agilidad y rapidez. En seguida tomó
fo rma independiente y comenzaron a aparecer las microbitácoras o microblogs,
Las opiniones de estos dos editores que tan atentos están al mercado del micro- con intención tanto informativa como puramente expresiva y, por supuesto,
rrelaro nos parecen suficientemente interesantes como para entender que los avan- también literaria. El éxito del microblogmás utilizado - Twitter, pues a las enrra-
ces en los medios de comunicación, especialmente los debidos a la revolución digi- das se las llama tweet, "pío", por su brevedad- ha sido extraordinario. En apenas
tal , junto con los cambios que consecuentemente se han producido en los hábitos unos años se ha convertido en uno de los soportes de contenidos públicos más
culturales han influido en la popularización del género. También así opina Valls: importantes de la Red.
''La proliferación de clubs de lectura, de talleres literarios y nuevas tecnologías, Las bitácoras han logrado extender la creación literaria como nunca hasta
sobre todo la aparición de nuevas bitácoras literarias en la red, ha contribuido ahora. La escritura creativa o expresiva ya no está producida por profesionales
enormemente a su creación y difusión entre los lecrores" (12), quien hace referen- con intención pública (o de publicación), sino por un inmenso número de
cia directa a los blogs o bitácoras como nueva forma de expresión personal. amateurs que viven su obra como un proceso que termina en ella misma o,
El crecimientO de las bitácoras digitales y de los rnicroblog~~ la universalización como mucho, en sus pocos y conocidos lectores. Muchas de estas entradas tie-
de las red es sociales y los demás cambios producidos en lo que se ha llamado nen forma de narración, vinculándose al cuento -y muchas de ellas han sido
segunda versió n de Inte rnet o 2.0 tiene como base frente al anterior uso de la después publicadas en papel, debido a la calidad de la escritura- y han hecho
Red la creación de contenidos por los usuarios y la interacción entre ellos. La descubrir que la creación literaria tiene muchos más niveles y manifestaciones
escricura en todos sus aspectos ha pasado a formar parte del común uso del que las tradicionales.
mundo digital, a la vez que los hábiros de lectura también están siendo afectados. Del mismo modo que las bitáco ras han sido esenciales en esta explosión
Los redactores de prensa digital han aprendido a escribir para lectores de escritora, los microblogs rienen su pequeño protagonismo: la relación entre esros
pantalla mediante la escritura de párrafos corros, la inserción de las ideas prin- y los microcuentos es tanta que resulra casi vergonzante señalarla. En un princi-
cipales en primer lugar y la limitación de las subordinadas al mínimo, entre pio tuvieron una función esencialmente descriptiva, muy relacionada con la
otras cosas. Con esto se pretende mantener la atención en un soporte mucho transm isión rápida de noticias en bruto, pero con la ventaja de la inmediatez.
más cansino que el papel y la tinta. La importancia que está adquiriendo la lec- También se caracterizan muchas entradas por cumplir una función sencilla de
tura en pantalla - sobre todo por la aparición de nuevos soportes- puede signi- redirección hacia otras páginas donde aparece alguna noticia, artículo o cual-
ficar un nuevo paradigma lector, que se está acostumbrando a leer de manera quier otra cosa que pueda llamar la atención del autor.
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Sin embargo, estas funciones -que podemos denominar periodísticas- vie- CASAMAYOR, Juan. "Emrevista". Diario sin nombre (06.12.2007), <http://eldiariosin-
nen complementadas con textos más pausados. En este contexto de tanta trans- no m bre.b logspor. co m/2007 1121j uan -casamayor-habla-sobre-la-ficci n-ms. h rmb,
versalidad genérica sería difícil definir con exactitud esos texros de 140 caracte- .(28.07.2011).
Comercio interior del Libro español. 201 O, <http://www.federacionedirores.org/O_Resour-
res (ya el término carácter nos resulta francamente novedoso, pues incluye los
ces/Oocumenros/Comercio_lnrerior2010.pdf> (28.07.2011).
espacios en blanco o los signos tipográficos, algo que nunca había contado
MUNOZ, José A. "XXII Editores: Juan Casamayor". Revista de Letras (01.04.2010),
hasta ahora). Sin e mbargo, la diferenciación entre lo narrativo, lo reflexivo y lo
<h np:/ /www.revistadelerras.net/xxii-editores-juan-casamayorl> (28.07 .2011 ).
lírico se mantiene en el contenido y, salvo casos muy excepcionales, podemos VALLS, Fernando. Soplando vidrio y otros estudios sobre el microrrelato españoL Madrid:
considerar esos textos, cuando tienen contenido narrativo y una intención lite- Páginas de Espuma, 2008.
. .
rana, como mtcrocuento.
Cada vez es más habitual que los escritores tengan su propio microblogade-
más de la más común bitácora. Sin embargo, no hemos encontrado que se haga
de él u n uso literario, sino más bien como una herramienta de informació n
donde aparecen señalados las críticas, presentaciones o artícu los publicados en
otros medios. Algún escri tor también mantiene el uso original de este medio y
lo convierte así en un modo extraordinario de mantener un contacto directo
con sus lecto res. Pero ni nguna de estas funciones tiene que ver con el m icrorre-
laro, por lo que no podemos decir que se haya cambiado el modo de escribir.
Como ven íamos diciendo, es en el ámbito de la creación amateur-y grac ias
al desarrollo digital que hemos mencionado- donde este género ha triunfado y
ampliado sus márgenes como n ingun o o tro. Es raro no encontrar concu rsos de
microrrelatos online en periódicos y revistas literarias, ONG, redes sociales,
producroras cinematográficas o compañías mucho más variopintas q ue buscan
en este tipo de eventos la vinculación del clie nte. Sobra decir que la calidad lite-
raria de este tipo de p roducción apenas puede considerarse, pero nos interesa,
más que por el elemento artístico, el aspecto social que representa. Está claro
que la supuesta facilidad que se le supone al m icrorrelato facilita su producción,
pero el mero hecho de que haya tan grande número de personas que se aventu-
ren hacia ese camino literario nos parece un elemento interesante.
BIBLIOGRAFíA
BELLVER, Sergi. "XXII Editores: José Ángel Zapatero". Revista de Letras (06.05.2010),
<h np:/ /www. revistadelecras.ner/xxii-edirores-jose-angel-zaparero> (28. 07 .201 1).
BONILLA, Juan. "Las letras españolas viven del cuenco. El mercado editorial se aferra al
relato". EL Cultural (02. 06.20 l 0), <http://www.elculrural.es/version_papel/OPI
N ION/27489/Las_lerras_espanolas_ viven_del_cuento> (28.07 .2011 ).