Manual de Contenidos Electronicos

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MANUAL DE

CONTENIDOS
ELECTRÓNICOS:
recomendaciones sobre la adquisición
y uso de licencias digitales en las
bibliotecas escolares
Iván Duque Márquez
Presidente de la República

María Victoria Angulo González


Ministra de Educación Nacional

Constanza Liliana Alarcón Párraga


Viceministra de Educación Preescolar, Básica y Media

Danit María Torres Fuentes


Directora de Calidad para la Educación Preescolar, Básica y Media

Claudia Marcelina Molina Rodríguez


Subdirectora de Fomento de Competencias

Alfredo Olaya Toro


Coordinador Fortalecimiento a la Gestión Institucional

Alejandra Pacheco Estupiñán


Líder del Plan Nacional de Lectura y Escritura

María Claudia López Sorzano


Adriana Serrano
Sandra Bustos
Sandra Carreño
Gabriela Tique
Equipo técnico Plan Nacional de Lectura y Escritura

Este documento fue elaborado en el marco del Convenio CO1.PCCNTR.1491738 suscrito


entre el Ministerio de Educación Nacional y el Centro Regional para el Fomento del Libro en
América Latina y el Caribe Cerlalc-Unesco
Angélica Arias Benavides Jeimy Hernández
Ministra de Cultura y Patrimonio de Ecuador (e) Coordinadora de Lectura y Bibliotecas
Presidenta del Consejo
Sandra Cortés
Sylvie Durán Coordinadora general del convenio
Ministra de Cultura y Juventud de Costa Rica MEN-CERLALC
Presidenta del Comité Ejecutivo
Carolina Martínez
Andrés Ossa Coordinadora técnica del convenio
Director MEN-CERLALC

Alberto Suárez Claudia Becerra Márquez


Secretario general (e) Autora principal

Francisco Thaine Gonzalo Oyarzún


Subdirector técnico Autor de apartados originales

Diseñado por
Magdalena Forero Reinoso

Diciembre de 2020
Contenido

1. Introducción 7
2. Licencias de libros electrónicos: modelos de acceso a
contenidos digitales 9
2.1. El acceso a contenidos digitales 9
2.2. La biblioteca en el mundo digital 11
2.3. Derechos de autor 12
2.4. Los DRM 13
2.5. Cómo opera una biblioteca digital 14
2.6. Las licencias 16
2.6.1. Licencias según el número de usuarios permitidos
–concurrencia– 17
2.6.2. Licencias según número de préstamos 20
2.6.3. Licencias según tiempo 20
2.7. Cómo elegir el modelo de licencia más adecuada para
una biblioteca escolar digital 24
2.8. Privacidad de los usuarios de la biblioteca 26
2.9. Interoperabilidad entre plataformas, aplicaciones,
dispositivos y catálogos 27
3. Criterios para la selección y evaluación de colecciones
y plataformas digitales 29
3.1. Visibilidad técnica 30
3.2. Funcionalidad 31
3.3. Modelo de adquisición 31
3.4. Apoyo del proveedor 32
3.5. Formato 32
3.6. Evaluación 33
4. Banco de referencia 35
5. Anexos 37
5.1. Algunos ejemplos de bibliotecas digitales en el mundo 37
Referencias 39
1. Introducción

La biblioteca debe ser un espacio pedagógico de formación de lectores y escritores, que


opere como un centro transversal de prácticas, encuentros de saberes y aprendizajes,
y que cuente con los recursos bibliográficos y tecnológicos necesarios para garantizar
la diversificación en las formas de conocer, leer, escribir, dialogar e investigar.

(MEN-CERLALC, 2020, p. 31)

La Política de Lectura, Escritura, Oralidad y Bibliotecas tiene como uno de sus ejes
estratégicos el fortalecimiento de las bibliotecas escolares, en el cual se aborda la temática
del desarrollo de colecciones, que abarca desde la adquisición de recursos bibliográficos
hasta la evaluación de la pertinencia y obsolescencia de los acervos; adicionalmente,
desde el enfoque de innovación, se plantea ofrecer a los estudiantes diversidad de
soportes para la lectura y la multiplicidad de experiencias con la interactividad, así
como fortalecer las bibliotecas digitales.
Sin embargo, las bibliotecas escolares colombianas presentan una serie de carencias,
que van desde la falta de personal capacitado y dotación de colecciones, hasta el no contar
con adecuadas instalaciones físicas. Dichas carencias han sido evidenciadas a través del
diagnóstico realizado por el Ministerio de Educación Nacional y el CERLALC durante
2019 y 2020, con datos tan relevantes como que un 3 % de las bibliotecas abordadas
(aproximadamente 350 de 4361) no tienen libros o tienen menos de 50 ejemplares, o
que el 22 % reportó no contar con un espacio destinado para la biblioteca, de manera
que avanzar en el tratamiento y uso de contenidos digitales puede favorecer e impactar
el fortalecimiento de las bibliotecas escolares sin que ello reemplace o condicione el
desarrollo de los recursos físicos y la misma infraestructura física de las bibliotecas.
Es necesario destacar que el Plan Nacional de Desarrollo 2018-2022 establece como
estrategia número 4: “Fomentar los hábitos de lectura en la población colombiana”. En
este sentido, en el marco del Plan Nacional de Lectura y Escritura “Leer es mi cuento”,
se dio inicio al proyecto piloto de biblioteca digital que permitió poner a disposición
de la comunidad educativa de todo el país cerca de 3200 libros digitales que alcanzaron
42 000 préstamos entre julio y diciembre de 2020, lo que evidenció la necesidad de
disponer y fomentar el uso de contenidos digitales que potencian de manera importante
el acceso y el uso del conocimiento.
En este contexto, el concepto de biblioteca digital ha pasado de ser solo un proceso
de automatización, digitalización y protocolos de comunicación entre softwares. La
disponibilidad cada vez mayor de recursos electrónicos ha hecho que las bibliotecas
inicien planes de inclusión de dichos contenidos en sus acervos, garantizando mayor
accesibilidad a la información; sin embargo, es necesario contar con criterios básicos
orientados a la selección y evaluación de recursos, así como garantizar su correcta
accesibilidad.
Este manual busca brindar orientación para gestionar contenidos digitales mediante
el análisis de las alternativas de licencias, modelos de adquisición, plataformas de acceso
y requerimientos técnicos mínimos para la implementación de una biblioteca digital
escolar.
2. Licencias de libros electrónicos:
modelos de acceso a contenidos digitales

Actualmente, es posible distinguir dos modalidades distintas en la oferta de contenidos


digitales. Existen contenidos de libre acceso, que corresponden a libros, documentos
y archivos que no están asociados al pago de licencias y que, por lo tanto, pueden ser
descargados sin restricciones; y los contenidos cuya adquisición y uso está condicionado
a diversas modalidades de adquisición, dependiendo de su licenciamiento.

2.1 El acceso a contenidos digitales


Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho
incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir
informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por
cualquier medio de expresión.

(Declaración Universal de los Derechos Humanos, art. 19)

El acceso a la información ha sido reconocido en los Objetivos de Desarrollo Sostenible


de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas, en el que se propone explícitamente
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“garantizar el acceso público a la información y proteger las libertades fundamentales,


de conformidad con las leyes nacionales y los acuerdos internacionales”. En esta
agenda, se señala que la mitad de la población mundial no puede tener acceso a la
información en línea y que, por lo tanto, son las bibliotecas las que han de brindar
acceso y oportunidades para todos.
El uso de la información es crucial para nuestras comunidades, ya que permite
la toma de decisiones informadas, apoya la creatividad y la innovación, fortalece la
identidad y brinda transparencia (IFLA, s. f.). Las bibliotecas desempeñan un papel
fundamental en este sentido, pues uno de sus roles principales es justamente brindar
acceso a la información. Y esto incluye también, en la actualidad, el acceso a Internet
y a contenidos digitales, así como al desarrollo de capacitaciones para que las personas
tengan las habilidades necesarias para utilizar la información de manera autónoma,
crítica y selectiva.
La digitalización de la información ha tenido un impacto muy profundo en los diversos
aspectos de la vida: el trabajo, el ocio, la educación y la cultura, entre muchos otros.
Gracias a Internet, millones de personas pueden utilizar de manera fácil e instantánea
una vasta y diversificada cantidad de información. Sin embargo, las posibilidades de
acceso y conexión a este recurso se distribuyen de forma muy desigual.
Según un estudio publicado por el Banco Interamericano de Desarrollo (Prats
Cabrera y Puig Gabarró, 2017), en Latinoamérica la banda ancha fija alcanza a un 10 %
de la población, en comparación al 28 % en los países de la OCDE. Del mismo modo,
la banda ancha móvil alcanza a sólo un 30 % de la población, muy lejos del promedio
OCDE de 72 %. Por otro lado, la población con un menor nivel de ingresos (40 %)
debe dedicar el 10 % de sus ingresos mensuales para tener conectividad, mientras que
el promedio OCDE para el mismo grupo económico de la población es del 3% de su
salario mensual.

Figura 1. Porcentaje de población cubierto por redes de cuarta generación de


banda ancha móvil (4G) (2016)

Fuente: Prats Cabrera, J. y Puig Gabarró, P. (2017).


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Figura 2. Porcentaje de hogares con acceso a internet (2016)

Fuente: Prats Cabrera, J. y Puig Gabarró, P. (2017).

Por lo tanto, pese a que la masificación de Internet y la proliferación exponencial de


contenidos digitales en la red han desencadenado una nueva fase en la democratización
de la información, persisten diferencias que hacen necesario poner mayor atención y
esfuerzos en el fortalecimiento del acceso gratuito, como el que entregan las bibliotecas
públicas.

2.2 La biblioteca en el mundo digital

Las nuevas tecnologías han revolucionado las formas en las que se despliega todo el
quehacer contemporáneo y el mundo editorial no es una excepción. Hoy, una parte
considerable del contenido producido por las editoriales se consume en forma digital y
esto ha generado el surgimiento de diversos dispositivos y plataformas específicas, que
han dado origen a una amplia variedad de formatos de contenido. Amazon creó Mobi,
Apple su formato iBook, Microsoft creó LIT, Sony creó el BBeB, Palm su PML, entre
otros. Al mismo tiempo, existen formatos estándar, como el ePub, que puede ser leído
prácticamente por cualquier dispositivo o plataforma, formatos abiertos, como OPF,
o formatos para temas específicos, como CBA para los comics o Daisy DBT para los
audiolibros.
Cuando esto sucedió, el primer cuestionamiento fue que la publicación digital iba a
desplazar al libro impreso, con ello también al bibliotecario y, finalmente, a la propia
biblioteca. Sin embargo, la incorporación paulatina de estas tecnologías al quehacer
diario de la biblioteca ha confirmado que había principios y valores en el servicio y
el acceso que esta brinda que no desaparecen. Así, la conservación de la información
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para las generaciones futuras, el responder a las necesidades de información de una


comunidad, la obligación de resguardar y promover la libertad intelectual y la privacidad
de las personas, el compromiso con la alfabetización y la educación continua, y la defensa
irrestricta en la equidad y el acceso democrático a la información (Gorman, M., 2000),
son principios válidos igualmente para los contenidos digitales.
Sin embargo, es necesario incorporar también elementos que permitan una gestión más
apropiada de estos recursos para su acceso público a través de bibliotecas y plataformas
sin fines de lucro, con el debido respeto de los derechos de autor y las normativas legales
asociadas a cada contenido.

2.3 Derechos de autor

Se reconoce que los derechos de autor son uno de los derechos humanos fundamentales
en la Declaración Universal de los Derechos Humanos y estos hacen referencia a dos
tipos de derechos:

• Derechos patrimoniales, que permiten al poseedor de los derechos obtener compensación


financiera por el uso de sus obras ejecutadas o reproducidas por terceros.

• Derechos morales, que protegen aquellos intereses no patrimoniales del autor.

En determinado momento, el derecho de autor expira y la obra pasa al dominio


público. Desde entonces, cualquier persona puede hacer uso libremente de ese material
antes protegido. Esto sucede habitualmente después de cierto tiempo de la muerte del
autor, que suele ser entre cincuenta y setenta años. Una vez ha transcurrido ese tiempo,
dicha obra puede ser utilizada en forma libre.
Según señala la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI, s. f.), para
tener una adecuada armonía entre los intereses de los poseedores de los derechos de
autor y los usuarios (lectores/espectadores) de las obras resguardadas, las leyes suelen
permitir limitaciones en relación con los derechos patrimoniales, para que, en ciertos
casos bien tipificados, las obras queden disponibles sin la necesaria autorización del
autor o los titulares de los derechos.
En este sentido, la normativa general sobre derecho de autor considera varios
mecanismos para compatibilizar el interés de los titulares de derechos con las necesidades
de acceso a la información que presenta la sociedad en su conjunto. Como señala el
investigador indio Sougata Chattopadhyay, a medida que más y más información esté
disponible en formato digital, las bibliotecas deben tener la posibilidad de garantizar
que el público acceda a estos contenidos con los mismos derechos de acceso que a la
información impresa (Chattopadhyay, 2013).
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Para las bibliotecas colombianas y acorde con la Guía de Derecho de Autor para
Bibliotecas, se han establecido tres grandes excepciones orientadas a la reproducción:

a) Literal c artículo 22 Decisión 345 de la comunidad andina


Reproducir en forma individual, una obra por una biblioteca o archivo cuyas
actividades no tengan directa ni indirectamente fines de lucro, cuando el ejemplar
respectivo se encuentre en la colección permanente de la biblioteca o archivo, y dicha
reproducción se realice con los siguientes fines:
1) Preservar el ejemplar y sustituirlo en caso de extravío, destrucción o inutilización;
o,
2) Sustituir, en la colección permanente de otra biblioteca o archivo, un ejemplar
que se haya extraviado, destruido o inutilizado.

b) Artículo 38 de la Ley 23 de 1982.


Las bibliotecas públicas pueden reproducir, para el uso exclusivo de sus lectores
y cuando ello sea necesario para su conservación o para el servicio de préstamos a
otras bibliotecas, también públicas, una copia de obras protegidas depositadas en
sus colecciones o archivos que se encuentren agotadas en el mercado. Estas copias
pueden ser también reproducidas, en una sola copia, por la biblioteca que las reciba,
en caso de que ello sea necesario para su conservación, y con el único fin de que ellas
sean utilizadas por sus lectores.

c) Artículo 32 Decreto 460 de 1995.


Con el único propósito de procurar la mejor conservación de las obras o producciones
depositadas actualizándolas de acuerdo con las tecnologías existentes, la Biblioteca
Nacional de Colombia podrá efectuar una reproducción de los ejemplares allí
entregados.

Sin embargo, no se ha generado ninguna excepción o limitación frente al uso o


reproducción de obras digitales, para lo cual se hace necesario tener claro los DRM y
los licenciamientos que ofrecen tanto las plataformas como los editores de este tipo de
contenidos.

2.4 Los DRM

DRM (cuya sigla proviene de la expresión inglesa Digital Rights Management) significa
Gestión de Derechos Digitales y es conocido también como programa anticopias. Los
DRM nacen producto de la necesidad de administrar los derechos de autor de una
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gran cantidad de contenidos digitales disponibles en Internet que, por lo tanto, tienen
gran facilidad para ser descargados, copiados y reutilizados sin respetar los derechos
patrimoniales ni morales de los respectivos titulares de esos derechos.
Los DRM se asocian comúnmente con los servicios de música, libros o películas en
línea y mecanismos de protección contra copia. En realidad, eso representa tan solo
una parte de las aplicaciones de los DRM. Estos derechos de administración digital
hacen referencia a la descripción, identificación, comercio, protección, monitoreo
y seguimiento de todas las formas de uso de esos derechos sobre activos tangibles e
intangibles.
Es muy importante entender que los DRM existen para desarrollar la gestión digital
de los derechos y no la gestión de los derechos digitales (Iannella (2001). Esa es la razón
por la que son tan útiles para administrar los derechos de autor de los libros digitales,
pues se abocan a la gestión digital de esos derechos y no de los productos digitales.
Los DRM, de los que dependen autores y editores para hacer cumplir con sus
derechos, pueden, como casi cualquier software, ser víctima de usos maliciosos y ser
atacados por hackers o ciberdelincuentes que eludan las barreras para el uso de las obras.
Esto presenta una oportunidad para que bibliotecas, editores y plataformas trabajen
juntos para brindar un servicio amplio y confiable, que garantice el libre acceso a un
número creciente de contenidos de calidad y, al mismo tiempo, permita desarrollar en
los ciudadanos una cultura sostenible de uso legal de dichos contenidos.

2.5 Cómo opera una biblioteca digital

Antes de hablar de los tipos de licencias para adquirir material bibliográfico digital,
es necesario considerar dónde van a operar los recursos que se van a adquirir. Una
biblioteca puede tener una apariencia muy amigable en Internet y muy parecida a todas
las demás, pero detrás de esa ventana existe una arquitectura compleja que implica
hardware, software, programación, soporte y recursos humanos.
Existen, principalmente, dos modelos de operación de una biblioteca digital. Una
opción es que la biblioteca contrate una plataforma externa para que le brinde el servicio
de almacenamiento y préstamo. La otra es que sea la propia biblioteca la que organice,
administre y brinde el servicio de biblioteca digital a sus usuarios.
Probablemente, la forma más común de operar una biblioteca digital (tanto en
bibliotecas públicas, universitarias y privadas) sea mediante la primera de estas opciones,
es decir, a través de una plataforma externa.
Esta modalidad tiene muchos beneficios:
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• Las plataformas prestan servicios a más de un cliente y, por lo tanto, cuentan con más
experiencia que la que podría tener solo una biblioteca, ya que se ven enfrentados
permanentemente a los desafíos que plantea un servicio como este.

• Los proveedores de estas plataformas ofrecen, dependiendo de los requerimientos


especificados, un servicio continuo 24/7 (las 24 horas del día, los 7 días de la semana),
lo que debiese estar garantizado en el contrato, así como multas por incumplimientos
en tiempos de respuesta o bajas en el servicio.

• Estos proveedores suelen contar con una gran cantidad de títulos iniciales, la mayoría
libre de derechos, que pasan inmediatamente a engrosar la colección inicial de la
biblioteca.

• No se requiere personal del área informática con dedicación exclusiva para mantener
este servicio.

• Las editoriales suelen confiar más ampliamente en los mecanismos de control de los
DRM que realizan estas plataformas.

Sin embargo, esta modalidad involucra algunos riesgos y dificultades:

• Es costoso.

• La biblioteca no administra el servicio y, según los detalles del contrato firmado,


cualquier cambio que desee hacer debe pagarlo al proveedor de la plataforma.

• La biblioteca podría verse expuesta a una práctica maliciosa (abuso en el modelo de


licencias, préstamo o mal uso de la base de datos de usuarios) y no tendrá todas las
herramientas para ejercer control en ello.

• Pueden existir dificultades técnicas y administrativas si quisiera cambiar de un


proveedor de plataforma a otro.

La otra opción es utilizar un sistema propio, controlado y administrado por la


biblioteca. Hasta hace unos pocos años, eso resultaba muy poco recomendable. Las
bibliotecas debían desarrollar servicios en línea y aplicaciones que llevaran a cabo estos
servicios digitales con administración propia, los que no necesariamente lograban
adecuados niveles de rendimiento. Hoy esto se ha simplificado, puesto que muchos
softwares de administración de bibliotecas han evolucionado a modelos basados en los
programas de automatización de las bibliotecas, se han vuelto más integradores y ya no
solo sirven para catalogar un libro e integrar a un nuevo usuario, sino que son capaces,
muchos de ellos, de administrar una biblioteca.
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Las ventajas de esta modalidad son:

• Podría ser más barato.

• La biblioteca administra el servicio y cualquier cambio que desee hacer puede realizarlo
sin mayores dificultades administrativas o costos adicionales.

Las desventajas podrían ser:

• La plataforma no cuenta un servicio continuo para dar respuesta a los problemas que
ocurran.

• Requiere personal con dedicación exclusiva para desarrollar y mantener este servicio.

• Las editoriales pueden no confiar en estas plataformas, dado que son las propias
bibliotecas las que operan los mecanismos de control de los DRM, de esta manera se
dificulta la negociación en la adquisición de títulos.

• Pueden existir incompatibilidad de formato entre títulos disponibles para adquisición


y la arquitectura de la plataforma desarrollada.

2.6 Las licencias

La biblioteca tradicional, aquella que todos conocemos con libros de papel y estanterías,
tiene una forma muy conocida de adquirir contenidos para sus usuarios: compra un
libro, el cual podrá ser leído por un usuario (en principio, sólo uno a la vez) por un
período determinado. Una vez terminado ese plazo, el libro estará disponible y podrá
ser prestado a otro lector.
Si un determinado título tiene una alta demanda, la biblioteca podrá adquirir un
mayor número de ejemplares que podrán ser leídos de la misma manera, un ejemplar-un
lector. Si un ejemplar es prestado reiteradamente, es probable que al cabo de un tiempo
(dos o tres años) deba ser descartado, por estar ya estropeado. En cambio, si el libro es
rara vez consultado, ese ejemplar puede estar por años y décadas en las estanterías, sin
que la biblioteca deba renovar un permiso especial para su lectura.
La llegada de las bibliotecas digitales, con libros electrónicos en sus estanterías, ha
creado una nueva realidad y un nuevo campo de discusión: cómo deben adquirirse los
libros digitales, con qué tipo de licencias, con qué modalidades de préstamo y cómo, en
todo ello, se resguardarán los derechos de autor digitales en bibliotecas digitales para
lectores reales.
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Estos modelos operan bajo la adquisición de una licencia, del mismo modo como se
adquiere un software o una aplicación. La adquisición de esta licencia es para el uso y
usufructo de un producto o servicio que no es producido por nosotros y que no pasa a
ser de nuestra propiedad por adquirir una licencia, sino que nosotros podemos acceder
y utilizar los contenidos digitales por un periodo de tiempo determinado.
Una biblioteca digital debe optar por cuál modelo de licencias le será más funcional a
sus necesidades, aunque en la práctica puede convivir con diferentes tipos de licencias.
Ello implica que la biblioteca debe estudiar cuidadosamente cada una de ellas de
acuerdo con cómo se la ofrecen sus proveedores.
Resulta indispensable brindar a los bibliotecarios, pero también a los autores y titulares
de los derechos de autor, algunas nociones de los diferentes modelos de licencias de
libros electrónicos disponibles en el mercado.
Existen muchas variantes de licencias, desde aquellas más abiertas hasta las más
restringidas, desde las que permiten la lectura de un mismo libro por múltiples lectores,
hasta las que establecen un libro-un lector y con fecha de vencimiento. En el medio
existen diversos modelos mixtos o híbridos, con mayor o menor número de restricciones.
A continuación, se presentan los tres tipos de licencias existentes y que están
determinadas por: a) el número de usuarios permitidos (usuarios concurrentes), b) el
número de préstamos de un libro (circulación), y c) el tiempo que dura la licencia de
cada libro.

2.6.1 Licencias según el número de usuarios permitidos


—concurrencia—
Este tipo de licencia dice relación con el número de usuarios que pueden leer al mismo
tiempo un libro. La decisión de qué tipo de licencia vamos a elegir se toma con base en
las necesidades de la comunidad en torno a la biblioteca, las prácticas lectoras de dicha
comunidad o el presupuesto con que se cuenta para la adquisición de los ejemplares
digitales.
Teniendo esto en cuenta, se abordan a continuación los diferentes tipos de licencia.

Licencia concurrente
Esta licencia permite la lectura de un mismo libro electrónico por varios usuarios a la
vez. Esta modalidad posibilita que no haya largas listas de espera para poder leer un libro,
lo que resulta especialmente útil en aquellos títulos de alta demanda, o facilita también
que determinados títulos puedan utilizarse en clubes de lectura al no tener la barrera de
“un ejemplar, un lector”. Se paga por la cantidad total de accesos, descargas o lecturas
(como se quiera decir) de cada libro durante un periodo de préstamo determinado.
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Sin lugar a duda, este tipo de licencia es sumamente atractiva para una biblioteca,
porque permite mantener al usuario permanentemente satisfecho, dado que siempre
habrá una copia disponible del libro que quiera leer. Eso también es muy útil porque,
como la demanda es fluctuante, no se requiere tomar medidas especiales cuando un
libro comienza a tener un creciente número de préstamos o cuando este mismo título,
por la razón que sea, deja de ser prestado. Incluso podría ocurrir, por muerte de su autor
o por un tema contingente que el libro abordó en su momento, que una obra vuelva a
ser altamente requerida por los usuarios muchos años después de su edición; situación
en la que no habrá problema, porque el título seguirá allí en la cantidad de copias
equivalentes a las personas que desean consultarlo.
Es la modalidad más similar a la de las plataformas de música o películas en streaming
(como Spotify, iTunes o Netflix), en las que el usuario tiene toda la oferta siempre
disponible.
Esta modalidad tiene una gran dificultad y también un riesgo. La dificultad estriba
en que se trata de un modelo de licencia que puede llegar a resultar excesivamente
caro para las bibliotecas. A diferencia del caso de las plataformas de música y películas
por streaming que mencionamos anteriormente, en donde el usuario paga una cuota
mensual por toda la oferta, en este caso la biblioteca debe “pagar por lo leído” por sus
usuarios. Muchas veces, este pago se hace de manera anticipada, con bolsas de descargas,
y aquí está el mencionado riesgo, ya que de ser consumida rápidamente podría obligar
a la biblioteca a desembolsar de nuevo dinero de su presupuesto para mantener el
servicio, o, en su defecto, dejar de proveerlo, hecho que podría provocar graves daños en
la confianza de la comunidad usuaria.
Además, en este tipo de licencias, dado que se paga por los libros leídos, aunque
sea de manera anticipada con bolsas de descarga, podría darse el caso de una práctica
maliciosa si es que un título o un grupo de títulos se descargara con mayor frecuencia
“intencionadamente”, alterando el espíritu del servicio. Si bien es un riesgo bastante
improbable, conviene tomar medidas para prevenirlo y no actuar con posterioridad
cuando un problema de este tipo se presente, dado que ello podría tener un costo muy
alto para el servicio.

Licencia no concurrente
Esta licencia permite que solo exista un usuario leyendo un libro a la vez; para que
otro usuario pueda leer el mismo título simultáneamente, la biblioteca debe adquirir
otro ejemplar. Dado que esto se produce en un ambiente digital, puede parecer que
este modelo no permite sacar el máximo provecho a los contenidos digitales en las
bibliotecas. De hecho, hace más difícil la administración del modelo, en especial con
títulos altamente demandados, los cuales pueden tener listas de espera incluso de
muchos meses. Si se cuenta con los medios económicos, la forma de solucionar este
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inconveniente es comprar un mayor número de ejemplares, situación en la que también


hay que considerar que una vez pasado el peak de descargas, quedará almacenada una
gran cantidad de ejemplares que nadie leerá. En este sentido, la solución más apropiada
debería ser el uso de licencias combinadas: un libro muy demandado debería tener una
licencia concurrente, la cual permite una mejor administración de préstamos y, una vez
pasada la tendencia, habría de quedar con una licencia no concurrente.
Una solución alternativa a esta demanda disparada sería ofrecer a los lectores en
lista de espera obras alternativas que tengan un elemento común que pueda despertar
su interés. Aprovechar este problema de inventario para mostrar a los usuarios otros
contenidos que incluso no sabían que estaban disponibles, una modalidad que han
desarrollado con éxito servicios como Spotify o Netflix para mantener el interés de sus
usuarios.
Este modelo de licencia es heredero del modelo tradicional de compra de libros
de papel por parte de una biblioteca física. Aquí la conversión al libro digital y lo
que conceptual y filosóficamente significa no ha sufrido cambio; no importa que
técnicamente un mismo libro digital pueda ser leído por millones de personas de
manera simultánea. Ello quizá es fruto de las inseguridades propias de un ambiente
digital aún poco explorado, en el que tanto bibliotecarios como editores no han sabido
cómo abordar adecuadamente el nuevo paradigma de lo digital y, para resguardarse de
cualquier riesgo, se manejan como siempre lo han hecho.
Por estas mismas razones, es muy probable que este tipo de licencia tienda a desaparecer
en el futuro.

Licencia concurrente con límite de usuarios


Este modelo permite que un número establecido de usuarios, normalmente tres,
puedan leer un mismo libro a la vez. Es, para todos los efectos, idéntica a una licencia
concurrente, aunque con un número limitado de usuarios por título. Esto como medida
paliativa a la dificultad que presenta la licencia concurrente, en orden a prevenir que un
pequeño grupo de títulos, los best-sellers de la temporada, no consuman rápidamente
todas las descargas y dejen a la biblioteca sin bolsas disponibles.
Si bien esta ha sido una medida paliativa, generando resguardo en el consumo, no es del
todo útil para resolver los mismos problemas que los libros con licencias no concurrentes,
generando, aunque en menor grado, listas de espera y usuarios no satisfechos. Es
esperable que, en el futuro, las licencias concurrentes encuentren un equilibrio más
adecuado que permita que los títulos tengan una alta tasa de disponibilidad sin un costo
tan alto para las bibliotecas. Por el momento, la recomendación podría ser que, en este
tipo de licencias, se permita un número mayor de lectores, especialmente en los títulos
más demandados y que ese número de usuarios simultáneos sea administrable por la
biblioteca.
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2.6.2 Licencias según número de préstamos


Este tipo de licencia se distingue por el número de veces que un ejemplar puede ser
prestado. De acuerdo con esto, los tipos de licencia son:

Licencia con número limitado de préstamos


Esta modalidad restringe el número total de préstamos de un libro en particular.
Habitualmente son 24 préstamos, pero ese número puede variar entre 20 y 26. Una vez
consumidos los préstamos, la biblioteca deberá renovar la licencia de uso.
Este tipo de licencia surge de la idea de que un libro tradicional de papel podría llegar
a ser prestado hasta 24 veces, luego de lo cual, debido a su condición presumiblemente
muy gastada, tendría que ser dado de baja y la biblioteca tendría que comprarlo de
nuevo. Aquí también se piensa en la relación libro-biblioteca como si se hablara desde
la biblioteca tradicional y física, que recibe a sus usuarios presenciales, como en el caso
de las licencias no concurrentes.
Dado que la lógica de este modelo podría deberse a razones más bien exógenas,
es probable que este tipo de licencia evolucione a cuestiones más propias del mundo
digital o que definitivamente desaparezca.

Licencia de préstamos ilimitados


Con esta, la biblioteca podrá poner a disposición del público el ejemplar de manera
ilimitada, por el tiempo que dure la licencia. Este modelo resuelve muchas dificultades,
especialmente relacionadas con los costos para la biblioteca, dado que se conoce el
monto por invertir en un título al momento de adquirirlo y una explosiva demanda por
leerlo no dañará el presupuesto de la institución ni limitará la lectura de otros títulos.
Es importante conocer con qué otras licencias se mezclará este tipo de licencia. Sin
lugar a duda, una licencia concurrente y a perpetuidad podría ser ampliamente útil para
la biblioteca y sus lectores, aunque podría llegar a ser muy perjudicial para el editor,
dañando su patrimonio, especialmente cuando se trate de libros de alta demanda.
Resulta fundamental encontrar equilibrios que beneficien tanto a unos como a otros,
fortaleciendo así el ecosistema del libro digital.

2.6.3 Licencias según tiempo


Finalmente, este tipo de licencia se distingue por el tiempo en que el libro que hemos
adquirido puede estar siendo prestado. De acuerdo con esto, los tipos de licencia son:

Licencia con caducidad


En este caso, la biblioteca compra un libro por un período determinado, el cual
suele ser de dos años, pero existen diferentes períodos. Una vez expirado ese tiempo, el
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ejemplar deja de estar disponible y, por tanto, ya no puede ser prestado. Los derechos
de lectura de los libros adquiridos en esta modalidad caducan una vez transcurrido el
plazo establecido, aunque no se hayan prestado ni una sola vez.
Al igual que con la licencia con número limitado de préstamos, de la que hablamos
anteriormente, la licencia con caducidad surge de la idea de que un libro tradicional de
papel tiene un período de uso en la biblioteca, luego de lo cual, debido a su condición
presumiblemente muy gastada, es dado de baja y, si se requiere, debe comprarse de nuevo.
Distinto es el caso de que la licencia caduque porque se termine el plazo en que
la editorial tiene los derechos digitales del libro, plazo que suele ser más amplio,
normalmente cinco años. En ese caso, es indispensable una renovación de la licencia.

Licencia sin caducidad


Esta se aplica a los libros que, habitualmente, cuentan con una licencia con número
limitado de préstamos, sin que se tenga en cuenta el tiempo que transcurre desde su
adquisición, sea que los préstamos sean consumidos en una semana o en dos años.
Este tipo de licencia puede funcionar bien con libros de baja demanda, pero si por
algún motivo estos llegan a tener un mayor nivel de consultas, pueden quedar no
disponibles rápidamente. Y pese a que es un modelo que no reviste mayores problemas
para la biblioteca desde punto de vista del costo, toda vez que el precio se conoce y
se efectúa al principio, pueden generarse inconvenientes al momento de agotarse la
licencia y la eventual renovación de una nueva, en donde el tema de la no caducidad
resulta irrelevante.
Además de todas las anteriores, hay que considerar que las licencias también se
pueden distinguir según los siguientes aspectos.

Licencia a perpetuidad
Este tipo de licencia es idéntica a la que realizan las bibliotecas con la adquisición de los
libros en papel, no limita la cantidad de préstamos del libro electrónico en la biblioteca.
No se debe confundir con la licencia sin caducidad, pues estos últimos tienen otras
limitaciones, como el número de préstamos, luego de lo cual vencen.
Lo anterior quiere decir que, al adquirir material bibliográfico a perpetuidad, se
mantendrán siempre los contenidos, es necesario tener en cuenta las siguientes
consideraciones:
• a. Si la plataforma de la Biblioteca Digital es propiedad del proveedor y se finaliza la
suscripción, se deberá hacer el pago únicamente por administración de plataforma, ya
que los contenidos con este licenciamiento se pagan por una única vez.

• b. Si la plataforma de la Biblioteca Digital es propiedad del proveedor, se finaliza la


suscripción y la institución decide implementar su propia plataforma, el proveedor deberá
garantizar la correcta migración de los datos, no se deberán pagar gastos de administración.
22 | Manual de contenidos electrónicos: recomendaciones sobre la adquisición y uso de licencias digitales en las bibliotecas escolares

• c. Si la plataforma de la Biblioteca Digital es propiedad de la institución y decide adquirir


materiales a perpetuidad, el proveedor deberá garantizar la correcta implementación de
los contenidos, sin realizar pagos de administración.

Si bien es un tipo de licencia que resulta de mucho interés para la biblioteca, es


necesario saber todavía si esta se complementará con una licencia concurrente o no.
Dado que es una licencia que se da a perpetuidad y que, por lo tanto, su costo es
conocido desde un principio, este tipo de licencia es muy recomendable.

Licencia paga por lo que lees


Con esta modalidad, la biblioteca solo paga de acuerdo con el porcentaje de uso que
hagan sus usuarios de los libros contenidos en su plataforma. Todos los contenidos
están disponibles para los usuarios sin necesidad de pagar por ello; el cobro se hace
efectivo desde el momento en que el usuario comienza a leer y por el tiempo en que
esté haciendo uso del servicio.
Si bien es muy eficiente, en términos de que toda la oferta de libros está siempre
disponible, se desconoce cuál será el consumo final de los usuarios. El costo de este
tipo de licencia resulta difícil de controlar y, por ende, su alto costo puede incluso hacer
fracasar la biblioteca como modelo de servicio. De igual modo, subsiste en este tipo de
licencia la probabilidad de prácticas maliciosas, si es que algunos títulos se descargan
con mayor frecuencia que otros, alterando el espíritu del servicio.

Licencia por suscripción


Con esta modalidad la biblioteca pone a disposición de sus usuarios un número
determinado libros electrónicos. Esta licencia suele parametrizarse como concurrente,
ilimitada en el préstamo y con caducidad.
Es un tipo de licencia cara, pero conveniente para los usuarios, porque el libro suele
estar siempre disponible. Resulta necesario establecer lo más claramente posible las
condiciones de esta suscripción porque ello incidirá en los dos elementos claves en esta
ecuación: precio/oportunidad.

Descarga libre
Modalidad utilizada muy comúnmente para los libros institucionales o libres de
derechos y que la biblioteca puede disponer a voluntad. Es muy conveniente contar
en la biblioteca con la gama más amplia y diversa de libros posible, pues son muchos
los usuarios que desean no sólo leer determinado título, sino también poseerlo. Esta
modalidad permite que el usuario descargue y conserve una copia del archivo en su
computadora o dispositivo de lectura.
Manual de contenidos electrónicos: recomendaciones sobre la adquisición y uso de licencias digitales en las bibliotecas escolares | 23

Tabla 1. Resumen de los modelos de licencias digitales para bibliotecas

Permite la lectura de un mismo libro


Licencia concurrente
electrónico por varios usuarios a la vez.

Licencias según el
número de usuarios Permite que solo exista un usuario leyendo un
Licencia no concurrente
permitidos libro
—concurrencia—

Licencia concurrente con Permite un número establecido de usuarios


límite de usuarios leer un mismo libro a la vez

Licencia con número Permite un número determinado de préstamos


limitado de préstamos de un libro
Licencias según
número de préstamos
Licencia de préstamos Permite el préstamo ilimitado del libro,
ilimitados mientras dure la licencia

Permite el préstamo del libro por un período


Licencia con caducidad
conocido, mientras dure la licencia.

Permite el préstamo del libro por tiempo


Licencia sin caducidad ilimitado; su límite es comúnmente otra
variable, como el número de préstamos.

Esta es idéntica a la adquisición de los libros


Licencias según Licencia a perpetuidad en papel, tiene un lector a la vez y no limita el
tiempo tiempo ni la cantidad de préstamos

La biblioteca sólo paga el porcentaje de


Licencia paga por lo que
uso que hagan sus usuarios de los libros
lees
contenidos en la plataforma

Pone a disposición de sus usuarios un número


Licencia por suscripción determinado libros electrónicos, los cuales
están siempre disponibles

Descarga libre Permite que el usuario descargue ilimitadamente el libro y conserve una
copia de él
24 | Manual de contenidos electrónicos: recomendaciones sobre la adquisición y uso de licencias digitales en las bibliotecas escolares

2.7 Cómo elegir el modelo de licencia más adecuada para una


biblioteca escolar digital

Las bibliotecas deben considerar que las adopciones de determinadas licencias siempre
pueden ser cambiantes, adaptables y combinadas. En la biblioteca digital suelen coexistir
diversos tipos de licencia y muchos ejemplares incorporan, por lo menos, dos o tres
tipos de licencias de préstamo.
Entonces, ¿qué tipo de licencia convendrá más a una biblioteca escolar? Ciertamente
no hay una respuesta única y la solución será una combinación de licencias y el uso
flexible de ellas, de tal manera que incluso el estado de los libros podría cambiar de
una a otra de acuerdo con las necesidades de un determinado momento y luego de una
evaluación del uso de las colecciones seleccionadas.

2.7.1 Licencias según el número de usuarios permitidos (concurrencia)


En el caso de las licencias concurrentes, que determinan un número de personas que
podrán leer simultáneamente un mismo libro, naturalmente serán más útiles para libros
con alta demanda, que sean novedades o libros de texto. La licencia no concurrente, en
cambio, será útil para aquellos libros de catálogo, bibliografía de apoyo o, que deseamos
tener en la biblioteca, aunque no tengan una demanda constante o alta.
Respecto de qué tipo de licencia concurrente usar, se recomienda optar por licencias
concurrentes con límites de usuario de hasta 3 o 5 usuarios simultáneos. Tener libros
con licencia concurrente con libre disposición, que permitirían que todos los usuarios
que lo deseen puedan leer simultáneamente un mismo libro, lo que es desaconsejable al
menos que este material sea utilizado para actividades como clubes de lectura en aula.
En este mismo sentido, el uso excesivo de licencias concurrentes, especialmente las de
libre disposición, puede atentar contra el presupuesto total de la biblioteca al generar
un gasto incontrolado, que obligará a disponer de más presupuesto muy rápidamente o
a cerrar el servicio de biblioteca digital.
Por lo tanto, se recomienda usar licencias concurrentes para títulos que sean novedades
o altamente demandados, pero siempre con un límite de usuarios. Además, una vez que
el libro ha dejado de estar en una condición de alta demanda, se sugiere mover ese título
a una licencia no concurrente o reducir el límite de usuarios al mínimo.
2.7.2. Licencias según número de préstamos
Existen dos tipos de licencias en esta modalidad. La primera es la licencia con un
número limitado de préstamos, que puede ser conveniente si se contrata por un tiempo
de vigencia amplio o, mejor aún, si no tiene límite de tiempo para el consumo de los
préstamos. De esa manera, se conocería exactamente cuántos préstamos se adquieren
para un determinado título.
Manual de contenidos electrónicos: recomendaciones sobre la adquisición y uso de licencias digitales en las bibliotecas escolares | 25

La otra licencia es la de préstamos ilimitados, que suele especificar un límite de tiempo


definido después del cual caducarán o finalizarán. En comparación con la licencia con
número limitado de préstamos, la licencia ilimitada suele ser más costosa, dado que no
tiene esa restricción.
Se sugiere la suscripción de este tipo de licencias mínimo a un año, con el fin de
asegurar que su uso sea óptimo y su renovación debe estar condicionado dicho uso.

2.7.3. Licencias según tiempo


Es posible clasificar también las licencias de acuerdo con el tiempo en que los títulos
estarán disponibles para la biblioteca, en este caso, se habla de licencias con o sin caducidad.
La licencia con caducidad delimita su período de vigencia. Esta licencia puede
combinarse con licencias concurrentes o no concurrentes y con licencias con número
limitado o ilimitado de préstamos. En general, resulta conveniente para la biblioteca
adquirir licencias con un período de vigencia lo más extenso posible, de modo que se
rentabilice la inversión del título adquirido.
Por supuesto, lo más favorable para la biblioteca es tener licencias sin caducidad, ya
que esto permite consumir, sin limitación de tiempo, todos los préstamos adquiridos,
aunque puede resultar más cara en algunos casos.

2.7.4. Otras opciones


La licencia a perpetuidad es un modelo de adquisición de libros muy conocido por la
biblioteca, dado que es idéntico al del libro en papel: se adquiere un libro y queda en las
estanterías para siempre. Este tipo de licencia puede ser concurrente o no; sin embargo,
es necesario analizar los títulos que se pueden adquirir con este licenciamiento, de
preferencia aquellos que no necesiten actualización (nuevas ediciones), que hagan parte
de listas básicas o de programas de promoción lectora vigentes por tiempos prolongados.
El modelo de licencias por suscripción, por otra parte, pone a disposición de los
usuarios de la biblioteca el acceso a determinados libros de manera concurrente con
libre disposición y por un período de vigencia determinado. Este modelo suele tener
restricciones, por tener un número limitado de títulos o porque muchas veces no tiene
las últimas novedades editoriales. Debe considerarse también que, si en períodos
determinados, el préstamo disminuye, su costo se puede volver poco eficiente, toda vez
que la biblioteca seguirá pagando dicha suscripción.

2.7.5 Descarga libre


Los libros con libre descarga son una modalidad muy recomendable para las bibliotecas.
Esta modalidad suele usarse para libros libres de derechos, muchos de ellos disponibles
26 | Manual de contenidos electrónicos: recomendaciones sobre la adquisición y uso de licencias digitales en las bibliotecas escolares

ampliamente en Internet. Bajo esta modalidad también es posible adquirir libros


disponibles de instituciones de manera gratuita: antologías, reportes o memorias, que
por lo general no tienen canales de distribución y respecto a los cuales la biblioteca
digital puede una oportunidad excepcional.
Pese a su condición de no ser libros de novedades necesariamente, estos libros suelen
presentar una demanda constante y bastante alta, por lo cual es conveniente contar con
una cantidad y variedad considerable de títulos en esta modalidad. Cuando muchos
títulos con los tipos de licencias descritas anteriormente estén prestados, los libros de
libre descarga podrán ser una opción siempre disponible en la biblioteca, lo que asegura
un flujo continuo de préstamo y de uso de la plataforma.
Los libros en esta modalidad pueden ser también muy útiles para difundir la biblioteca
en publicidades estáticas, como pósteres u otros productos impresos, ya que se puede
acceder a ellos mediante un código QR o un llamado al sitio de la biblioteca digital, y
no se corre el riesgo de que no haya ejemplares disponibles.

2.8 Privacidad de los usuarios de la biblioteca

Los principios de libertad intelectual y privacidad son parte esencial del proceso de
acceder a la información en una biblioteca, con el fin de proporcionar una experiencia
confiable. Para los usuarios que acceden al contenido digital a través de las bibliotecas,
se requiere que la biblioteca siga siendo el custodio principal de esos principios. El
catálogo de la biblioteca debe entregar búsquedas que abarquen tanto la colección
física como la digital de esa biblioteca, protegiendo siempre la identidad de la persona
que hace la búsqueda, incluso al momento de acceder al préstamo, dejando de libre
disposición todos los demás datos que permitan desarrollar estadísticas, hacer estudios
de usuarios y de comportamiento lector o cualquier otro que brinde beneficios a la
biblioteca o su comunidad.
Solo a partir de dichos estudios o estadísticas, los datos anónimos sobre las prácticas o
usos de los lectores podrían pasar a dominio de cualquier persona, incluyendo distribuidores
externos. En ningún caso, personas naturales o entidades comerciales pueden tener acceso
a recopilar datos personales a través de motores, enlaces o formularios integrados dentro
de los sistemas en línea de la biblioteca. Este enfoque es esencial para salvaguardar el
papel de la biblioteca de proporcionar acceso público a la información, el conocimiento y
la cultura sin infringir la privacidad de los usuarios de la biblioteca.
Las personas siempre serán libres de acceder a plataformas comerciales en línea que
les ofrezcan acceso pago a cualquier tipo de contenido digital adicional. En estos casos,
los usuarios son conscientes de que, al hacerlo, están dispuestos a elegir compartir cierto
contenido personal, datos o búsquedas que realizan con esas entidades comerciales,
Manual de contenidos electrónicos: recomendaciones sobre la adquisición y uso de licencias digitales en las bibliotecas escolares | 27

acordadas e informadas normalmente en las cartas de aceptación de los servicios. En el


caso de la biblioteca, esta opción no debe estar disponible bajo ningún concepto.

2.9 Interoperabilidad entre plataformas, aplicaciones,


dispositivos y catálogos

La biblioteca debe apostar por dar un servicio integrado, que sea de fácil uso y accesible
de igual manera para todos los usuarios. Para ello, debe apoyar la integración entre
materiales bibliográficos en formato electrónico entre los diferentes distribuidores,
editores y otros agentes involucrados, además de compatibilizar los catálogos con otros
sistemas de bibliotecas en línea, lo cual requiere altos niveles de interoperabilidad.
Lo anterior busca garantizar la interoperabilidad entre múltiples plataformas de
distribución, aplicaciones y dispositivos de lectura electrónica. Por ello, será indispensable
poner especial atención en las especificaciones solicitadas al proveedor de los servicios de
plataforma y las condiciones de uso de sus servicios: tamaño de pantalla, adaptabilidad,
facilidades de conversión de audio, velocidad de procesamiento, tamaño de memoria,
interfaz de usuario intuitiva.
El contenido digital disponible para las bibliotecas debe ser accesible para sus usuarios,
independientemente del dispositivo específico en el que la biblioteca y/o el usuario
hayan elegido invertir.
Es necesario tener en cuenta que al tener más de una plataforma se sugiere la
adquisición de un servicio de descubrimiento que integre en una sola interfaz las
diferentes opciones de búsqueda y recuperación de los recursos. Esto generará mayor
eficacia en el uso de la biblioteca digital.

Comentarios finales

Oportunidades para bibliotecas y editoriales


El contenido digital representa una oportunidad para que las bibliotecas brinden
servicios mejores y de más fácil acceso para sus usuarios, ampliando, de paso, su alcance
a personas que por la distancia u otro tipo de dificultades no hayan usado previamente
sus recursos.
Las licencias que permiten un acceso temporal, pero extensible a un amplio contenido
digital, podrían permitir a las bibliotecas entregar acceso a bolsas flexibles, que pueden
actualizarse continuamente, respondiendo a las demandas dinámicas de sus usuarios.
Todo esto sin gastar recursos adicionales en adquirir la propiedad permanente de
contenidos que —en su mayor parte— disminuye de valor con el tiempo.
El contenido digital con licencia representa una oportunidad para que los editores
aumenten las ventas a través del descubrimiento mejorado y las compras por impulso, al
28 | Manual de contenidos electrónicos: recomendaciones sobre la adquisición y uso de licencias digitales en las bibliotecas escolares

tiempo que construyen una cultura de consumo legítimo basada en el acceso conveniente,
confiable e interoperable para préstamos y compras entre los usuarios de la biblioteca.
El acceso público a contenido digital con licencia a través de bibliotecas no tiene por
qué representar una amenaza para los ingresos por ventas en línea. En cambio, representa
una oportunidad tanto para las bibliotecas como para los editores. Para las bibliotecas,
ofrece la oportunidad de comprar licencias flexibles y asequibles para entregar una
amplia gama de contenido digital a sus usuarios, en oposición al requisito universal
de invertir en la propiedad perpetua o permanente de recursos que no necesariamente
mantienen su valor para usuarios de la biblioteca.
Para los editores, representa una oportunidad para asegurar compras impulsivas
adicionales cuando se prestan todas las copias con licencia de un título en particular,
pero lo más importante es la oportunidad de socializar a una nueva generación de
usuarios para que accedan a contenido digital —ya sea por préstamo gratuito de la
biblioteca o por posterior compra— dentro de un entorno integrado y confiable que sea
mutuamente beneficioso tanto para las bibliotecas como para los editores.
Finalmente, la digitalización y el acceso en línea ofrece nuevas oportunidades para
entender mejor a los propios usuarios, ya que —siempre resguardando su privacidad—
es posible acceder a métricas de uso, descargas y tiempo de consumo que permiten
identificar con mucha precisión los intereses específicos de la comunidad, adecuando
la oferta para dar un servicio que con seguridad será mucho mejor valorado por los
usuarios existentes y quienes se sumen aprovechando estas nuevas soluciones digitales.
3. Criterios para la selección
y evaluación de colecciones y
plataformas digitales

Este capítulo pretende generar directrices técnicas que tengan en cuenta los mínimos
requeridos para la selección y evaluación de colecciones que harán parte de la o las
plataformas de la biblioteca digital escolar. Es un insumo básico para la elaboración de
términos de referencia o contratos con proveedores.
Los criterios de selección de contenidos deberán ser consistentes con la política y
lineamientos de adquisiciones que opera para materiales impresos, siempre orientados al
fortalecimiento del aprendizaje, la investigación y formación de lectores y escritores. En
este sentido, la conformación de colecciones en la biblioteca digital debe tener en cuenta:

• Establecer claramente la misión y objetivos de la biblioteca digital.

• Identificar las necesidades reales y potenciales de su comunidad.

• Identificar las fortalezas y debilidades de la colección, en términos de áreas materias y


de recursos específicos.

• Determinar qué presupuesto está disponible para el desarrollo de las colecciones


digitales.
30 | Manual de contenidos electrónicos: recomendaciones sobre la adquisición y uso de licencias digitales en las bibliotecas escolares

• Determinar el presupuesto para infraestructura tecnológica.

• Desarrollar un plan para que permita identificar el uso potencial de los diferentes
recursos.

Al igual que las colecciones físicas, los recursos electrónicos deben cumplir unos
indicadores mínimos que deben ser tenidos en cuenta en el momento de la adquisición:

• Autoridad: contar con editores reconocidos nacional e internacionalmente.

• Cobertura: temática, geográfica, étnica, lingüística, por tipo y área del conocimiento
acordes con las necesidades de los usuarios.

• Costo: se debe realizar un estudio de mercado que permita comparar valores en


herramientas similares (editores, agregadores), contar con periodos de prueba
gratuitos mínimo de dos meses (DEMO); se sugiere realizar la negociación en pesos
colombianos con el fin de evitar sobrecostos por la fluctuación de la moneda extranjera
y los incrementos no deben ser mayores al IPC anual.

• Representación de la información: se sugiere que la información dispuesta en los


recursos cuente con metadatos (Dublin Core o MARC21) e índices que garanticen
una óptima recuperación de información, por título, autor y tema.

• Recuperación: es necesario contar con un motor de búsqueda propio, interfaz en


mínimo dos idiomas (español e inglés), un generador de sugerencias de búsqueda,
descarga de contenidos y tutoriales en los idiomas disponibles en la interfaz.

Lo anterior garantizará la calidad de los recursos adquiridos, validados los indicadores


mínimos. Es necesario tener en cuenta criterios técnicos, los cuales permitirán garantizar
la accesibilidad y uso de los recursos adquiridos.

3.1 Visibilidad técnica

a. Acceso: vía web, creación de cuenta de usuario, menús de navegación claros.

b. Autenticación: se deberá realizar a través de IP (consulta en el colegio) y por proxy


ligado a una dirección de correo institucional (consulta remota).

c. Compatibilidad: navegación a través de Chrome, Mozilla, Opera, Safari; es


necesario revisar las versiones compatibles y advertir a los usuarios los mínimos
para utilizar el servicio.
Manual de contenidos electrónicos: recomendaciones sobre la adquisición y uso de licencias digitales en las bibliotecas escolares | 31

3.2 Funcionalidad

a. Interfaz: amigable, intuitiva, fácil de usar y de navegar, además de responsiva,


es decir, que se visualicen los contenidos en diferentes dispositivos (PC, tablet,
teléfono celular) sin que se pierda información.

b. Búsqueda y recuperación: operadores booleanos, historial de búsqueda, opción de


“quisiste decir” en la búsqueda.

c Exportación y descarga: impresión, envío a correo electrónico y descargas (pdf,


ePub). URL referidas que generen acceso directo y que se puedan disponer en
aulas virtuales.

d. Disponibilidad: 24/7, tener en cuenta que las ventanas de mantenimiento no deben


superar el 1 % del tiempo contratado y deben ser programadas y comunicadas con
antelación.

3.3 Modelo de adquisición

a. Modelos de adquisición: se sugiere realizar la adquisición sobre el modelo de


suscripción anual previo a una evaluación de demostración por dos meses que
incluya capacitación y percepción de usuarios. Este modelo permitirá realizar
evaluaciones y descartes a medida que la biblioteca digital se consolida.

b. Número de licencias: se sugiere la adquisición del modelo de licencias ilimitadas


concurrentes acorde al púbico objeto.

c. Archivos retrospectivos: se debe incluir una cláusula de provisión de acceso


permanente a los datos; si los contenidos son por compra, se debe garantizar el
medio de acceso a perpetuidad.

d. Derechos de cancelación: se deben establecer las condiciones de cancelación


anticipada de la suscripción; algunas de ellas pueden ser:

• Fallas concurrentes en el acceso.

• No disponibilidad de los contenidos contratados.

• Falta de soporte técnico.

• Incumplimiento en los acuerdos de niveles de servicio establecidos.

• Cambios no aprobados en el modelo de suscripción o en los contenidos suscritos,


sin previa aprobación.

Incumplimiento en el cronograma de formación.


32 | Manual de contenidos electrónicos: recomendaciones sobre la adquisición y uso de licencias digitales en las bibliotecas escolares

e. Renovaciones: se deberá manifestar treinta (30) días antes del vencimiento del
recurso su renovación teniendo en cuenta la revisión previa de:

• Estadísticas de uso

• Solución del 100 % de los requerimientos solicitados

• 99 % de disponibilidad

3.4 Apoyo del proveedor

a. Tiempo de evaluación y demostración: mínimo dos meses, que incluyan por lo


menos tres capacitaciones:

• Inicial al equipo de apoyo

• Dirigida a docentes y encargados de bibliotecas

• Dirigida a estudiantes

b. Programas de formación: de manera continua durante el periodo de suscripción y


diferenciada por tipo de usuario.

c. Apoyo técnico: se debe contar con un sistema de notificación de ventanas de


mantenimiento y respuesta a solicitudes acorde a niveles de servicio previamente
acordados entre las partes.

d. Personalización: que permita incluir logos, avisos, textos o instrucciones.

e. Entrega de datos:

• MARC: se pueden solicitar los registros MARC para cargar en lote a los sistemas
bibliográficos de las diferentes bibliotecas.

• Estadísticas: el proveedor debe contar con estándares de medición como


CONTADOR (Contando el Uso en Línea de los Recursos Electrónicos
Conectados vía Red Electrónica, por sus siglas en inglés) y/o SUSHI (Iniciativa
de la Recolección de Estadísticas del Uso Estándar, por sus siglas en inglés); y
estas deben ser entregadas mensualmente.

3.5 Formato

a. Cambios de edición: si el modelo de adquisición es suscripción, debe garantizarse


el cambio de edición en el momento en que esté disponible, sin incurrir en gastos
adicionales.
Manual de contenidos electrónicos: recomendaciones sobre la adquisición y uso de licencias digitales en las bibliotecas escolares | 33

b. Formato del contenido: acorde al contenido adquirido HTML, SGML, XML,


PDF, ePub, y formatos de medios, tales como JPEG, MPEG o MP3.

3.6 Evaluación

La evaluación de las colecciones electrónicas es un proceso constante que permite


evidenciar el cumplimiento de las metas establecidas al adquirir el recurso, se sugiere
realizar este proceso anualmente previo al vencimiento de la suscripción.

Es necesario establecer una metodología para realizar la evaluación, los siguientes


componentes son los más comunes:

a. Monitoreo diario: verifica la disponibilidad y accesibilidad al recurso, permite


detectar fallos rápidamente.

b. Análisis de títulos: es utilizado cuando se adquieren paquetes de bases de datos


agregadoras y permite validar criterios como duplicidad, cobertura y embargos.

c. Estudio de usuarios: involucra al personal administrador y al público usuario, se


realiza a través de una encuesta que permite conocer el grado de accesibilidad,
interés y satisfacción sobre el recurso evaluado.

d. Uso: se puede determinar por consultas o descargas del material adquirido.


Generalmente, los proveedores entregan mensualmente las estadísticas, sin embargo,
se sugiere contar con herramientas de análisis que tomen datos directamente desde
el proxy.

e. ROI: el retorno de inversión se mide por la cantidad de usos, el estándar internacional


recomienda que el valor por uso no debe superar los 10 UDS.

Algunas recomendaciones generales:


• Garantizar la usabilidad de los recursos adquiridos no solo depende del proveedor,
es necesario generar planes de formación con los usuarios que permitan dar a
conocer las adquisiciones.

• Una buena práctica es incentivar a los docentes a incluir como material de clase
los recursos adquiridos.

• Al escoger la licencia y los contenidos se debe pensar en el beneficio de la


mayoría de los usuarios, por lo que se recomienda los recursos agregadores y
multidisciplinarios.
34 | Manual de contenidos electrónicos: recomendaciones sobre la adquisición y uso de licencias digitales en las bibliotecas escolares

• Se recomienda la inclusión de recursos en acceso abierto; sin embargo, estos


requieren de una mayor atención en su monitoreo con el fin de garantizar su
completa disponibilidad.

• El análisis del uso de las colecciones permite conocer el comportamiento del


usuario y diseñar estrategias de formación.

• En el momento de adquirir más de una plataforma de recursos digitales es


necesario contar con un servicio de descubrimiento que integre en una sola
búsqueda los recursos adquiridos.
4. Banco de referencia

Con el fin de conocer los recursos disponibles en el mercado, se presenta un listado de


98 plataformas de recursos electrónicos para adquisición o de acceso abierto. El listado
contiene las siguientes características:

a. Nombre de la plataforma

b. Características generales

c. Tipo (editor o agregador)

d. Licenciamiento

e. Tipo de adquisición

f. Tipo de contenidos

g. Área del conocimiento

h. Ciclo de vida del usuario

i. Enlace comercial

Ver archivo: Plataformas de recursos electrónicos.


5. Anexos
5.1 Algunos ejemplos de bibliotecas digitales en el mundo

Biblioteca Pública Digital de Chile


www.bpdigital.cl
Es un servicio gratuito de préstamo de libros digitales dirigido a todos los habitantes
de Chile y a los chilenos residentes en el extranjero. Cuenta con una aplicación para
dispositivos móviles y ofrece préstamo libros y audiolibros en formato digital (ePub,
PDF, MP3, streaming) por quince días, renovables por siete días más. Usa plataforma
OdiloTK.

eBiblio: servicio de préstamo de libros electrónicos de España


www.culturaydeporte.gob.es/cultura/areas/bibliotecas/mc/eBiblio/inicio.html
eBiblio es un modelo de biblioteca pública digital que se ofrece a través de las
bibliotecas públicas de cada una de las comunidades autónomas de España. El servicio
de eBiblio permite la lectura tanto en línea como a través de descarga. Dispone de una
aplicación para dispositivos móviles. Ha usado plataforma OdiloTK y Libranda.

Biblioteca Digital Escolar de Chile


https://bdescolar.mineduc.cl
Biblioteca Digital Escolar CRA proporciona acceso para docentes y la comunidad
educativa de escuelas, colegios y liceos municipales y particulares subvencionados del
Chile. Cuenta con una aplicación para dispositivos móviles. Los usuarios deben estar
previamente registrados en el sistema escolar chileno. Usa plataforma OdiloTK.
38 | Manual de contenidos electrónicos: recomendaciones sobre la adquisición y uso de licencias digitales en las bibliotecas escolares

Biblioteca Pública de Nueva York


https://nypl.overdrive.com
Esta biblioteca posee más de 300 000 libros electrónicos y audiolibros, incluyendo
libros para niños, best-sellers y libros en español. Cuenta, además, con más de 800 000
artículos digitalizados, incluyendo documentos históricos, fotos, mapas, y manuscritos.
Posee una colección de juegos, rompecabezas, libros bilingües en varios idiomas, diarios,
revistas y enciclopedias. Usa plataforma OverDrive.

Biblioteca Nacional de Singapur


https://nlb.overdrive.com
La Biblioteca Nacional de Singapur es pionera en bibliotecas digitales de préstamo y
es reconocida internacionalmente por sus innovaciones en lectura digital. La biblioteca
ofrece una colección creciente de más de 130 000 títulos con todo tipo de libros. Cuenta
con una biblioteca digital de negocios. En el último tiempo, esta biblioteca realiza más
de dos millones de préstamos por año. Usa plataforma OverDrive.

Biblioteca Estatal Nueva Gales del Sur, Australia


https://indyreads.libraries.nsw.gov.au
Denominada Indyreads, es la biblioteca digital de la Biblioteca Estatal de Nueva Gales
del Sur, Australia. Esta plataforma les permite a las bibliotecas públicas proporcionar
acceso a libros electrónicos y audiolibros a sus usuarios. Tiene, dentro de sus objetivos,
el de garantizar también el acceso a títulos australianos y los mejores ejemplos de
contenido autoeditado. Usa plataforma OdiloTK.

The Seattle Public Library


https://spl.overdrive.com
Esta biblioteca miles libros electrónicos y audiolibros, con materiales para todo
tipo de usuarios. Si bien usa principalmente la plataforma OverDrive, combina otras
plataformas para alfabetización digital (BookFlix), comics (Hoopla), para niños y niñas
(TumbleBook), libros de computación (Safari Books Online) o best-sellers sin tiempos
de espera (Peak Picks), entre otras.

Biblioteca Digital UNAM


https://bidi.unam.mx
La Biblioteca Digital de la Universidad Nacional de México permite el acceso más
de 1.2 millones de recursos digitales, con más de 450 000 libros, además de revistas,
artículos mapas, tesis, folletería y fondo antiguo. Cuenta con 218 bases de datos y otros
repositorios, con una herramienta integradora que permite buscar simultáneamente en
diversos catálogos. La plataforma es propia.
Referencias
Celaya, J. y Riaza, M. (2015). Guía de modelos de compras de licencias de libros electrónicos para bibliotecas y editoriales.
Madrid: Bookwire Dosdoce.com.

Cerda, A. y Ruiz, C. (2010). Internet, copyright y derecho: opiniones contingentes. Recuperado 10 diciembre, 2019, de
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CERLALC(2020). Política de lectura, escritura, oralidad y bibliotecas públicas. Anexos. Bogotá: CERLARC-Ministerio de
Educación. 45 p.

Chattopadhyay, S. (2013). “Intellectual Property Rights in Digital Environment”. En National Conference on Reprographic
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Comunidad Baratz (2018, 3 abril). 10 tipos de licencias de préstamo de libros electrónicos en bibliotecas. Recuperado 8
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Codina, L. (2000). Evaluación de recursos digitales en línea: conceptos, indicadores y métodos. Recuperado el 2 de
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Diario Oficial de la Unión Europea (2019). Directiva (UE) 2019/790 del Parlamento Europeo y del Consejo
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