Poemas para Concurso de Declamacion
Poemas para Concurso de Declamacion
Poemas para Concurso de Declamacion
Poema satírico-filosófico de Sor Juana Inés de la Cruz (1651-1695) conocido por las
palabras de su primera línea, "Hombres necios que acusáis", en el que plantea que los
hombres ocasionan el comportamiento sexual femenino que ellos mismos luego censuran.
Combatís su resistencia
y luego, con gravedad,
decís que fue liviandad
lo que hizo la diligencia.
Dejad de solicitar,
y después, con más razón,
acusaréis la afición
de la que os fuere a rogar.
Bien con muchas armas fundo
que lidia vuestra arrogancia,
pues en promesa e instancia
juntáis diablo, carne y mundo.
POEMA 3
MAESTRITO DE PUEBLO
(ABRAHAM RIVERA SANDOVAL, MEXICO)
Maestrito…¡mitotero!
A ver. ¿Qué les vas a enseñar a los niños?
. Si ni siquiera sabes cantar.
Mucho menos contar un cuento.
Maestrito,
si así como vistes, solamente vas para cirquero.
¡Que normal ni que ocho cuentos!
Definitivamente no.
No quiero que seas maestro.
Antes, te llevo al campo, para que seas jornalero,
pa que el sol te dé bien fuerte
y te hagas fuerte y prieto.
Entonces salí,
vagué por las calles, por las huertas,
por el jardín, por la placita, por la iglesia,
pasé por una escuela y miré a muchos niños sin maestros.
También miré a los peones descalzos,
sudorosos, sin aliento,
poniendo sobre un papel, solamente la huella de su dedo.
POEMA 5
ANTE LA TUMBA DE UN MAESTRO
LUCES NEGRAS
FERNÁNDO TURRUBIATE PÉREZ
No es la mina,
¡No es la mina la que explota!
Es la noche de los hombres que despiertan cada día,
Abrigando en su alma noble la esperanza de un mañana,
Incierto como el alba para el ave que temprana,
Ha sufrido la inclemencia de una noche triste y fría.
¡Terminaron!
Terminaron para siempre sus temores y sus penas.
Ya no se oyen tus silbidos ni tus risas tempraneras.
Y las brisas matinales que contigo convivieron,
¡Están tristes!
¡Están solas!
¡No es la mina!
No es la mina la que explota.
Son los hombres
¡Son los hombres!
Son los hombres que, encerrados en sus egos,
¡Nunca vieron!
¡Nunca oyeron!
Fue la forma en que escribieron el renglón de la derrota.
Mas los hijos de los hombres,
Van dejando sus clamores poco a poco en el olvido;
El horror de aquella noche va quedando en lontananza.
Y aunque el negro de esa noche les repinta los sentidos,
¡Está viva la esperanza!
¡Esperanza!
¡Esperanza!