Retiro para Padre de Familia
Retiro para Padre de Familia
Retiro para Padre de Familia
Lectura bíblica.
Lectura del Santo Evangelio según san Lucas 2,22-40
Cuando llegó el tiempo de la purificación, según la ley de Moisés, los padres de Jesús lo
llevaron a Jerusalén, para presentarlo al Señor. (De acuerdo con lo escrito en la ley del
Señor: “Todo primogénito varón será consagrado al Señor”), y para entregar la oblación,
como dice la ley del Señor: “un par de tórtolas o dos pichones”. Palabra del Señor.
-Reflexión. “Abrazar la propia vocación con amor fiel”
“No hay nada más estimulante para los hijos que ver a los propios padres vivir el
matrimonio y la familia como una misión, con fidelidad y paciencia, a pesar de las
dificultades, los momentos tristes y las pruebas”.
“Queridas familias, también ustedes están invitadas a no tener otras prioridades, a “no
volverse atrás”, es decir, a no echar de menos la vida de antes, la libertad de antes, con sus
ilusiones engañosas. Cuando no se acoge la novedad de la llamada de Dios la vida se
fosiliza, añorando el pasado. Cuando Jesús llama, también al matrimonio y a la familia,
pide que miremos hacia adelante y siempre nos precede en el camino, siempre nos
precede en el amor y en el servicio. Quien lo sigue no queda defraudado.”
"La Iglesia está en ustedes". "El amor familiar: vocación y camino de santidad", El papa
Francisco señala que "la Iglesia está con ustedes, es más, la Iglesia está en ustedes. De
hecho, la Iglesia nació de una Familia, la de Nazaret, y está formada principalmente por
familias. Que el Señor los ayude cada día a permanecer en la unidad, en la paz y en la
alegría, mostrando a todos que Dios es amor y comunión de vida".
“Sí, ser madre no significa sólo traer al mundo un hijo, sino es también una elección de
vida: ¿qué elije una madre? ¿Cuál es la elección de vida de una madre? La elección de vida
de una madre es la elección de dar vida. Y esto es grande, esto es bello."
“Para ser un buen padre, lo primero es estar presente en la familia, compartir los gozos y
las penas con la mujer, acompañar a los chicos a medida que van creciendo." “El padre
trata de enseñarle lo que el hijo aún no sabe, corregir los errores que aún no ve, orientar
su corazón, protegerlo en el desánimo y la dificultad. Todo ello con cercanía, con dulzura y
con una firmeza que no humilla."
"La alegría de los hijos, hace latir los corazones de los padres y vuelve a abrir el futuro. Los
hijos son la alegría de la familia y de la sociedad. No son un problema de la biología
reproductiva, ni uno de los muchos modos de realizarse. Y mucho menos son una posesión
de los padres…No, no. Los hijos son un don. Son un regalo:” ¿entendido? Los hijos son un
don. Cada uno es único e irrepetible; y al mismo tiempo, inconfundiblemente ligado a sus
raíces. Ser hijo e hija, de hecho, según el designio de Dios, significa llevar en sí la memoria
y la esperanza de un amor que se ha realizado a sí mismo encendiendo la vida de otro ser
humano, original y nuevo. Para los padres cada hijo es sí mismo, es diferente, diverso.
Permítanme –dijo el Papa- un recuerdo de familia. Recuerdo que mi mamá decía sobre
nosotros, éramos cinco: ‘Yo tengo cinco hijos’, ¿Cuál es tu preferido?’, le preguntábamos. Y
ella: ‘Yo tengo cinco hijos, como tengo cinco dedos. Si me golpean éste me hace mal; si me
golpean éste me hace mal. Me hacen mal los cinco, ¡todos son míos! Pero todos diferentes
como los dedos de una mano’. ¡Y así es la familia! La diferencia de los hijos, pero todos
hijos.”
La relación con los hijos, añadió el Papa, es " la dimensión más gratuita del amor, que
nunca deja de sorprendernos. Es la belleza de ser amados antes: los hijos son amados
antes de que lleguen. Son amados antes de haber hecho nada para merecerlo, antes de
saber hablar o pensar, ¡incluso antes de venir al mundo! Ser hijos es la condición
fundamental para conocer el amor de Dios, que es la fuente última de este auténtico
milagro. En el alma de cada hijo, por más vulnerable que sea, Dios pone el sello de este
amor, que está en la base de su dignidad personal, una dignidad que nada ni nadie podrá
destruir”. Ser hijos nos permite descubrir la dimensión gratuita del amor, de ser amados
antes de haber hecho nada para merecerlo, antes de saber hablar o pensar, e incluso antes
de venir al mundo. Es una experiencia fundamental para conocer el amor de Dios."
Nosotros como hijos debemos tener presente el regalo que Dios nos ha hecho, dándonos a
un padre y una madre. Ellos son para nosotros -después de Dios- lo más grande y preciado
en este mundo.
2205 La familia cristiana es una comunión de personas, reflejo e imagen de la comunión
del Padre y del Hijo en el Espíritu Santo. Su actividad procreadora y educativa es reflejo de
la obra creadora de Dios. Es llamada a participar en la oración y el sacrificio de Cristo. La
oración cotidiana y la lectura de la Palabra de Dios fortalecen en ella la caridad. La familia
cristiana es evangelizadora y misionera.
2207 La familia es la célula original de la vida social. Es la sociedad natural en que el
hombre y la mujer son llamados al don de sí en el amor y en el don de la vida. La
autoridad, la estabilidad y la vida de relación en el seno de la familia constituyen los
fundamentos de la libertad, de la seguridad, de la fraternidad en el seno de la sociedad. La
familia es la comunidad en la que, desde la infancia, se pueden aprender los valores
morales, se comienza a honrar a Dios y a usar bien de la libertad. La vida de familia es
iniciación a la vida en sociedad.
Deuteronomio 6:6-7
6 Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; 7 y las repetirás a tus
hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y
cuando te levantes.