Derechos Humanos Básico
Derechos Humanos Básico
Derechos Humanos Básico
Y ADOLESCENCIA”
PRIMERA SESION
DERECHOS HUMANOS
Una de las dificultades para la interiorización y aplicación de los Derechos Humanos es que,
a pesar de ser una expresión bastante usada, a veces no se comprende realmente qué son y
qué justifica su existencia. Es por eso que en esta primera sesión de la comunidad de
aprendizaje promovida por CIPRODENI, se profundiza sobre la definición, desarrollo y
fundamentación de los Derechos Humanos.
Creemos que, si los adultos comprendemos primero cuales son aquellos derechos que nos
pertenecen de manera inherente por ser personas, se nos hará más fácil comprender los
derechos específicos de los niños, niñas y adolescentes.
Podemos empezar diciendo que los derechos humanos son las condiciones que necesitan las
personas y las comunidades para vivir dignamente. Son la respuesta a las necesidades que
tenemos y que nos corresponden a todos y todas por el hecho de ser personas, de ser seres
humanos. Estos derechos no deben ser violados por ninguna de las siguientes formas: por
acción (matar, privar ilegalmente de la libertad), por omisión (falta de políticas públicas
educativas, salud, etc.) o por exclusión (no incluir como sujetos o sujetas de los mismos a
determinadas personas o grupos).
En ese sentido “Los Derechos Humanos son principios éticos y legales, históricamente
establecidos, que reconocen a todos los seres humanos como poseedores de determinadas
condiciones de vida y formas de ser tratados en la sociedad. Estos derechos se pueden
reclamar y el respeto a los mismos debería ser la base de una convivencia digna”.
Derechos que nos son inherentes o son parte de la naturaleza del hombre y sin los cuales no
podemos vivir como seres humanos. Nos permiten desarrollar y usar nuestra inteligencia,
talento y nuestra conciencia para satisfacer diferentes necesidades. Los Derechos Humanos
son un valor de la humanidad, sin el cual no puede existir la vida, en la cual la dignidad y el
valor de cada ser humano reciban el respeto y protección.
Otro autor, nos dice que los Derechos Humanos son aquellos derechos que posee el hombre
por su naturaleza y dignidad; son condiciones de vida social sin las cuales ningún hombre
puede perfeccionar o afirmar su personalidad.
Para Antonio Truyol, citado por Monroy Cabra, se entiende por Derechos Humanos
aquellos: “que el hombre posee por el hecho de ser hombre, por su propia naturaleza y
dignidad; derechos que le son inherentes, y que, lejos de nacer de una concesión de la
sociedad política, han de ser por ésta consagrados y garantizados.” De la anterior explicación
se resalta que dichos derechos requieren de mecanismos eficaces que posibiliten su
cumplimiento, por lo que no es suficiente su simple vigencia.
Por su parte, también se define a los Derechos Humanos como: “Condiciones que tiene toda
persona, sin distinción de edad, sexo, raza, nacionalidad, clase social o forma de pensar.
Estas condiciones son necesarias para que la persona se desarrolle plenamente en todos los
campos de su vida, sin interferencias de las autoridades de gobierno, ni de otros ciudadanos,
y nos permiten vivir en igualdad, libertad y dignidad con otras personas. Por ello son
condiciones personales que se pueden exigir por todos y todas, y que se adquieren desde el
momento mismo de nacer.” La presente definición incorpora varios elementos como la no
discriminación y la no transferencia del poder.
Ahora bien, los derechos fundamentales, asimilados como Derechos humanos son definidos
como: “todos aquellos derechos subjetivos que corresponden universalmente a <todos> los
seres humanos en cuanto dotados del status de personas, de ciudadanos o personas con
capacidad de obrar; entendiendo por <derecho subjetivo> cualquier expectativa positiva (de
prestaciones) o negativa (de no sufrir lesiones) adscrita a un sujeto por una norma jurídica; y
por <status> la condición de un sujeto, prevista asimismo por una norma jurídica positiva,
como presupuesto de su idoneidad para ser titular de situaciones jurídicas y/o autor de los
actos que son ejercidos de éstas.” De lo expuesto se evidencian las obligaciones de dar
(positivas) o de abstenerse (negativas) de todos los sujetos pasivos con relación a los derechos
del titular.
Por su parte, Gregorio Peces-Barba, citado por Gerardo Prado, define a los Derechos
Humanos como: “Facultad que la norma atribuye de protección a la persona en lo referente a
su vida, a su libertad, a la igualdad, a su participación política o social, o a cualquier otro
aspecto fundamental que afecte a su desarrollo integral como persona, en una comunidad de
hombres libres, exigiendo el respeto de los demás hombres, de los grupos sociales y del
Estado, y con coactivo del Estado en caso de infracción”
Finalmente, Miguel Padilla define a los Derechos Humanos como: “Conjunto de facultades
que corresponden a todos los seres humanos como consecuencia de su innata dignidad,
destinadas a permitirles el logro de sus fines y aspiraciones en armonía con los de otras
personas, y que deben ser reconocidos y amparados por los ordenamientos jurídicos de cada
Estado.”
En síntesis, luego de haber presentado y analizado una serie de definiciones que diversos
tratadistas dan sobre el concepto “Derechos Humanos”, se podría aseverar que los mismos
son un sistema articulado de normas de naturaleza jurídica, adoptados por el Estado, en
virtud de los derechos inherentes que posee toda persona individual, por virtud de los cuales
se tutelan ciertos valores y se satisfacen ciertas necesidades, las cuales han ido evolucionando
a través de la historia; y, que para su eficacia requieren de la existencia de mecanismos
políticos y jurídicos de exigibilidad.
Los Derechos Humanos devienen universales por ser propios de todos los seres humanos,
quienes los gozan y ejercen sin distinción alguna.
Son absolutos.
Los Derechos Humanos son absolutos, ya que su respeto puede exigirse siempre, por ser la
materialización de los más caros valores de los hombres y las mujeres.
Son inalienables.
Los Derechos Humanos tienen esta característica en virtud de pertenecer indisolublemente,
como expresa Miguel Padilla, a la esencia de las personas individuales, pertenecen a cada una
por su naturaleza, son inherentes a ella, por lo tanto, se pueden exigir y disfrutar, mas no se
pueden trasladar, ceder a otra o renunciar a tenerlos. Son así porque: “pertenecen
indisolublemente a la propia esencia del hombre.”
Son imprescriptibles.
Ya que no son susceptibles de perderse, es decir prescribir, por su no uso o exigencia, ya sea
en forma voluntaria o coactiva.
Son interdependientes.
La presente característica se infiere del preámbulo del Pacto de Derechos Civiles y Políticos
de 1966 que dice: “...Reconociendo que, con arreglo a la
Declaración Universal de Derechos Humanos, no puede realizarse el ideal del ser humano
libre, en el disfrute de las libertades civiles y políticas y liberado del temor y de la miseria a
menos que se creen condiciones que permitan a cada persona gozar de sus derechos civiles y
políticos, tanto como de sus derechos económicos, sociales y culturales...” Lo cual fue
refrendado por lo señalado en la Declaración de Teherán de 1968, en la cual se consagra lo
siguiente: “Como los derechos humanos y las libertades fundamentales son indivisibles, la
realización de los derechos civiles y políticos sin el goce de los derechos económicos, sociales
y culturales resulta imposible. La consecución de un progreso duradero en la aplicación de
los Derechos Humanos depende de unas buenas eficaces políticas nacionales e internacionales
de desarrollo económico y social.”
Son indivisibles.
Lo que en doctrina significa: “que conforman un todo que no se puede dividir. Todos tienen
una raíz común, que es el respeto a la persona humana. Por eso no se puede sacrificar un
derecho humano con el pretexto de defender otro. Las personas necesitan gozar de todos sus
derechos para realizarse plenamente y vivir con dignidad.”
Son Internacionales.
Los Derechos Humanos son internacionales o transnacionales, en virtud de que: “gozan de
un fuerte carácter de transnacionalidad. Esto se inicia a partir de la creación de la
Organización de las Naciones Unidas en 1948, la cual cuenta dentro de sus objetivos “El
desarrollo y estímulo de los Derechos Humanos y las libertades fundamentales”.
Son irreversibles.
Ya que una vez han sido incorporados o reconocidos por el Poder Político. como derechos
públicos subjetivos, emanados de la naturaleza humana, su inviolabilidad debe ser
garantizada.
Son necesarios.
Al derivar de las exigencias de la misma naturaleza humana, es decir al responder a las
necesidades del hombre y la mujer.
Fundamentar significa hallar una razón, argumentar sobre determinada institución, afirmar o
establecer una base o un principio, establecer la justificación de la existencia de algo. Miguel
Padilla considera que fundamentar los derechos significa proporcionar una explicación
razonable, para justificar su existencia y vigencia, de esa cuenta darle una sólida base
filosófica, pues carecer de ella, su inserción en la realidad resultaría discutible y endeble.
Fundamentar es la “La indagación sobre la fundamentación de los derechos del hombre se
refiere al problema de buscar una justificación racional (ni emotiva, ni intuitiva) a dichos
derechos.”
a) Fundamentación iusnaturalista.
El Iusnaturalismo es la creencia en el Derecho Natural, sobre del que se dice: “Por su causa
material, la expresión <derecho natural> puede aludir a la idea de naturaleza del ser supremo
y de la que el hombre participa; a la naturaleza racional del hombre independiente de la
divinidad; o a la naturaleza del mundo físico en la que todo ser humano se halla insito y
participa. Por su causa formal, el derecho natural puede hacer referencia a un orden absoluto
e inmutable de principios válidos universalmente, en todo tiempo y lugar; o a un conjunto de
reglas que se acomodan a las concretas exigencias de lugar y de tiempo. Por su causa
eficiente, dichos principios se considerarán derivados de la razón o de la voluntad divina o
humana. Por su causa final, el derecho natural puede referirse al cumplimiento del plan
divino en las relaciones interhumanas o a posibilitar dichas relaciones de acuerdo con una
concepción inmanente de la justicia.”
El derecho natural es: “el conjunto de reglas jurídicas dictadas por la razón humana que
reposan en la naturaleza del hombre, y que surgiendo de la conciencia colectiva de los
pueblos, se impone a la universalidad. Son reglas que reveladas por la razón preceden al
Derecho positivo, que basadas en la naturaleza humana tienen carácter universal y no
particular, como los derechos constituidos, que, representando la justicia perfecta,
constituyen el ideal de lo justo y son el modelo en que debe inspirarse toda legislación
positiva.”
En conclusión:
La fundamentación Iusnaturalista de los Derechos Humanos señala que los seres humanos
tenemos derechos que derivan de nuestra propia naturaleza humana, derechos que son
anteriores y superiores al poder político y que el derecho positivo se limita a concordar con
las exigencias del derecho natural.
b) Fundamentación Historicista:
Esta corriente constituye la antítesis de la fundamentación iusnaturalista, ya que niega la
previa existencia de los Derechos Humanos, como emanaciones de la racionalidad humana.
Desde esta fundamentación “Los derechos nunca han sido regalados…; siempre va primero
la violación de los derechos y después su reconocimiento. No es que no los hayamos tenido,
porque son inherentes, pero no son reconocidos. Es hasta después que se cometen los
horrores que aparece el reconocimiento legal; ha sido así en toda la historia: primero es el
hecho, después el derecho…; el poder reconoce los derechos sólo cuando los pueblos luchan
por ellos, nunca los regala”
Los Derechos Humanos son históricos, variables y relativos, son derechos de origen social
(resultado de la evolución de ésta). Para Manuel Peris, citado por Eusebio Fernández: “el
concepto y formulación de los derechos humanos se ha ido decantando a través de la historia
a partir del núcleo teórico más amplio de humanidad, entendida ésta no es su apoyo
sentimental, sino
como un proceso de autoconciencia, mediante el cual se ha objetivado la esencia del hombre
como un concepto unitario y abstracto; los derechos humanos se fundan no en la naturaleza
humana, sino en las necesidades humanas y en las posibilidades de satisfacerlas dentro de una
sociedad; por tanto, la temática específica de los derechos humanos estará en función de los
valores constituidos en una comunidad histórica concreta y de los fines que ella misma
pretenda realizar, siempre que se respete como principio ineludible la propia esencia de la
dignidad de la persona humana como el fin de sí misma, pues de otra forma no podríamos
hablar del hombre, sino de cualquier otra cosa, aunque justa y útil.”
Algunos seguidores de la Escuela Histórica hacen referencia al hecho de que los Derechos
Humanos son producto de las necesidades humanas, se materializan en normas jurídicas
como consecuencia de la evolución de las sociedades, por lo tanto se fundamentan en dichos
requerimientos. Se menciona en la doctrina que: “Los derechos humanos se fundamentan en
la realidad antropológica de las necesidades humanas. El desarrollo de una vida digna está
condicionado al reconocimiento, vigencia y protección de estos derechos.”
Fundamentación ética.
La Ética es parte de la Filosofía que se ocupa del estudio de la Moral y de las obligaciones del
hombre, la filosofía busca explicar con profundidad la realidad.
Por lo tanto, los seguidores de la Escuela Ética pretenden hallar la justificación de la
existencia de los Derechos Humanos en su moralidad objetiva.
La doctrina ética estima que: “La fundamentación ética o axiológica de los derechos
humanos fundamentales parte de la tesis de que el origen y fundamento de estos derechos
nunca puede ser jurídico, sino previo a lo jurídico. El Derecho (me refiero siempre al
Derecho positivo) no crea los derechos humanos. Su notable labor, sin la cual el concepto de
derechos humanos no tendrá plena efectividad, está en reconocerlos, convertirlos en normas
jurídicas y garantizarlos también jurídicamente. Si toda norma, tanto moral como jurídica,
<presupone>una serie de valores acerca de los fines de la vida individual, social y política,
esto es aún más evidente, me parece, cuando tratamos de justificar racionalmente los derechos
humanos fundamentales. Por tanto, una vez supuesta la idea anterior, entiendo por
fundamentación ética o axiológica de los derechos humanos la idea de que ese fundamento
no puede ser más que un fundamento ético axiológico o valorativo, en torno a exigencias
que consideramos imprescindibles como condiciones inexcusables de una vida digna, es
decir, de exigencias derivadas de la idea de dignidad humana.”
Para la fundamentación ética, la existencia de los Derechos Humanos se justifica en que: “los
derechos humanos aparecen como derechos morales, es decir, como exigencias éticas y
derechos que los seres humanos tienen por el hecho de ser hombre y, por tanto, con un
derecho igual a su reconocimiento, protección y garantía por parte del poder político y el
Derecho; Derecho igual, obviamente basado en la propiedad común a todos ellos de ser
considerados seres humanos, y Derecho igual de humanidad independiente de cualquier
contingencia histórica o cultural, característica física o intelectual, poder político o clase
social.”
Parafraseando a Germán Bidart Campos, la dignidad del hombre hay que admitir que es
inherente a su ser y a su esencia. Por lo que hay que dar por verdad filosófica que el hombre
es un ser, que tiene ser, esencia o naturaleza. De la dignidad humana se desprenden todos los
derechos, en cuanto son necesarios para que el hombre desarrolle su personalidad
integralmente. El derecho a ser hombre es el derecho que engloba a todos los demás, es el
derecho a ser reconocido y a vivir en y con la dignidad propia de la persona humana, que
permita la realización de
sus valores. En conclusión, para la Escuela que fundamenta los Derechos humanos en la
Ética, estos se justifican en la dignidad humana, en la necesidad de que dicho supravalor sea
reconocido y en consecuencia preservado y desarrollado a través del derecho positivo.
EVOLUCION HISTORICA.
La historia por la que ha atravesado el desarrollo teórico y normativo de los Derechos
Humanos se clasificará para su estudio en cinco períodos, a saber:
Prepositivización;
Positivización;
3. Generalización;
4. Internacionalización; y,
5. Especificación.
Prepositivización.
El primer período por el que atravesó el desarrollo histórico de los Derechos Humanos se
encuentra en el surgimiento del iusnaturalismo, escuela de pensamiento que inspiró las
primeras elucubraciones en torno a los Derechos Naturales, como inherentes al ser humano.
Positivización.
La segunda etapa de la historia de los Derechos Humanos comienza con el surgimiento del
Constitucionalismo clásico o moderno de finales del siglo XVIII, cuando las ideas regulativas
del obrar humano, los supravalores o derechos naturales, son acogidos por el Estado e
incluidos en las codificaciones constitucionales como Declaraciones de Derechos, de
naturaleza civil y política.
La doctrina expresa que fueron los derechos civiles los que primariamente fueron
reconocidos en los textos constitucionales, Bidart Campos
señala al respecto: “lo medular de las Constituciones escritas tuvo expresión en la
Declaración de Derechos, la que en esa hora primitiva tradujo los derechos civiles, o
libertadas civiles, que ahora se dan en llamar derechos de la primera generación, porque
fueron los que primero nacieron escriturariamente en la inscripción constitucional. En ese
momento, fueron vistos como derechos del hombre frente al Estado, o sea, en una relación
de derecho público en la que el Estado se situó como sujeto pasivo, gravado con una
obligación de abstención u omisión, que consistía en dejar libre al titular en el ejercicio de su
derecho, en no crearle impedimento, en no turbarlo.”
Generalización.
En las primeras décadas del siglo XX se produjo un desarrollo en el Constitucionalismo,
influenciado por el Estado liberal que había reconocido ciertas libertades que buscaban
proteger a las personas de los abusos de la autoridad. García Laguardia expone que los
movimientos sociales del siglo pasado y el crecimiento acelerado que se produce en los
primeros años del siglo anterior, obligaron a replantear la propia razón del Estado,
orientándose al reconocimiento de su cada vez mayor protagonismo. Junto al
fortalecimiento de las libertades individuales, se produce la institucionalización de las
libertades-participación, que obligan al Estado a intervenir en la vida social y política en un
sentido protector. Como consecuencia, los derechos económicos, sociales y culturales son
aceptados e incorporados a las Constituciones, convirtiéndose ahora el Estado no sólo en
garante de la libertad, sino que además en dador del bienestar.
Miguel Padilla al igual que Monroy Cabra sostiene que el surgimiento de la justicia social se
dio en: “La Constitución mexicana sancionada el 5 de febrero de 1917 y luego por la
alemana de Weimar, aprobada el 14 de agosto de 1919 y que expresa la crisis del Estado
democrático liberal. Tanto estos textos, como todos aquellos que posteriormente rigieron en
numerosos Estados, buscaron asegurar la realización de este concepto de la justicia
agregando a las tradicionales enunciaciones de derechos, aquellos que recibieron la
designación de derechos sociales.”
Como se puede apreciar, luego del aparecimiento del Constitucionalismo liberal, las
reivindicaciones
sociales, económicos y culturales en los textos de las Constituciones, situación que se ha dado
en llamar la generalización de los Derechos Humanos, ya que se transita del reconocimiento
de derechos civiles y políticos a la consagración también de derechos de segunda generación.
Para Arnoldo Brenes Castro los derechos civiles y políticos que buscan proteger la libertad y
seguridad de las personas no son suficientes, si se considera la pobreza y extrema pobreza
que sufren muchas personas; señala además que de poco sirve la libertad individual si faltan
los requisitos indispensables para sobrevivir y disfrutar de bienestar: trabajo, comida,
educación, salud y cultura. Por esto, existe otra categoría de Derechos Humanos que buscan
proteger estos valores, que son los derechos económicos, sociales y culturales.
Internacionalización.
La cuarta etapa en la evolución histórica de los Derechos fundamentales da inicio a lo que se
conoce como el Derecho Internacional de los Derechos humanos, que arranca con la
creación de un nuevo orden jurídico internacional que se justifica, según el filósofo alemán
Emmanuel Kant, en la búsqueda de la paz y el combate a las causas estructurales que la
provocan. Este orden jurídico internacional se concretiza con la instauración de la
Organización de Naciones Unidas y otros entes de similares características, como el de
Estados Americanos.
Concluidas las etapas de positivización y generalización, en las cuales los derechos que
provocaron la recepción de los Derechos
naturales, los valores supraestatales o las necesidades humanas, son reconocidas por el Poder
Político como derechos públicos subjetivos, de tipo civil, político, económico, social y
cultural, a lo interno de los países por medio de sus Constituciones políticas, la historia y sus
sucesos trascendentes como las dos coflagraciones mundiales, dieron paso a que se transitara
de la Constitucionalización de los Derechos humanos a su recepción por el Derecho
Internacional, emanado de los nuevos organismos ultranacionales y multilaterales.
En la doctrina se señala que dos fueron las causas Humanos en el Derecho Internacional, por
un lado se tiene la toma de conciencia de la humanidad entera, en cuanto a la trascendencia
del reconocimiento y amparo de los Derechos Humanos, considerados durante largo tiempo
como atributo casi exclusivo de los países más adelantados, el progreso de las
comunicaciones, los medios de transporte y la difusión de información, que aproximó a los
pueblos como nunca antes se había dado; por otro lado esta etapa fue influenciada como
señala Miguel Padilla por: “las trágicas experiencias vividas por diversas naciones desde la
terminación de la Primera Guerra Mundial, con el surgimiento y afirmación de sistemas
políticos cuya doctrina rechazaba la existencia de los derechos individuales, y que, de hecho,
cometieron toda clase de atropellos y crímenes contra sus propias poblaciones y las ajenas.”
Por aparte, Bidart Camposes del criterio que la internacionalización puede y debe ser vista
como una manifestación cultural –en lo filosófico, en lo político y en lo jurídico- del
consenso generalizado en torno de los derechos del hombre; Además, tanto las declaraciones
internacionales como los pactos, tratados o convenciones, merecen ser valorados como signo
de la quiebra del positivismo voluntarista. Manifiesta también que la internacionalización da
testimonio de otras dos cosas:
Especificación.
La especificación obedece a los sujetos titulares de los Derechos Humanos y también a los
contenidos de los mismos. Ahora se habla de derechos de la familia, de las minorías étnicas,
religiosas o de toda la humanidad.
De igual manera, los niños y las niñas, como categorías históricas, comienzan a ser
considerados como sujetos autónomos de Derechos Humanos y se dice en doctrina que:
“cuando hoy en día se habla de proteger la observancia de los derechos humanos, la idea que
se tiene no es de limitarse a los derechos del ser humano adulto, como generalmente se pensó
en otras épocas, sino de extender la protección a lo largo de toda la vida del ser humano,
desde la cuna, o desde la concepción si es posible.”
POSITIVIZACION.
Es precisamente con el advenimiento de las Naciones Unidas que se inicia un nuevo ciclo en
la producción jurídica de Derechos Humanos, por ello es necesario apuntar que dicho
organismo multilateral, que representa el nuevo orden jurídico internacional, al que hacia
referencia Kant, fue creado al finalizar la Segunda Guerra Mundial, luego del fracaso de la
Liga de las Naciones que, como intento de unidad mundial, no logró que este flagelo causara
los grandísimos daños que ocasionó a la vida y propiedad en este planeta.
García Bauer, sostiene al respecto que la Carta de las Naciones Unidas subrayó en 1945,
inequívocamente, que la observancia de los Derechos Humanos era ya asunto del que no
podía desentenderse la comunidad internacional. Nosotros los pueblos de las Naciones
Unidas, dice la Carta en su preámbulo, estamos resueltos < a reafirmar la fe en los derechos
fundamentales del hombre>. Y se extiende enunciando, como uno de los propósitos de las
Naciones Unidas, el de realizar la cooperación internacional <en el desarrollo y estímulo del
respeto a los Derechos Humanos y a las libertades fundamentales de todos, sin hacer
distinción por motivos de raza, sexo, idioma o religión>. También menciona varias veces
más, que la Carta se ocupa de los Derechos Humanos y tan categóricamente como cuando en
el Artículo 55 habla de que la Organización promoverá <el respeto universal a los Derechos
Humanos y a las libertades fundamentales de todos, sin hacer distinción por motivos de raza,
sexo, idioma o religión, y la efectividad de tales derechos y libertades>.
Por su parte Antonio Truyol y Serra afirma: “Cualquiera que sea el papel que quepa asignar
a la regulación internacional de determinados derechos de la persona humana en el pasado
(libertad religiosa y de conciencia, prohibición de
la esclavitud, derechos laborales, etc.), el hecho es que hasta la Carta de la Organización de
las Naciones Unidas no encontramos un reconocimiento internacional de principio de los
derechos humanos. Este es indiscutiblemente uno de los méritos históricos de la Carta. Y lo
es a pesar de que tal reconocimiento sólo tiene lugar de manera parcial.”
Descrita brevemente la importancia que tuvo la creación de las Naciones Unidas para el
desarrollo internacional de los Derechos Humanos, corresponde ahora listar los principales
instrumentos que este ente ha aprobado. Paradójicamente, si bien el siglo XX fue muy
prolijo en la producción de Derechos de tal categoría, también es cierto que durante el mismo
se han cometido las más graves y salvajes violaciones a la dignidad del ser humano.
Tres años después de haber entrado en vigencia la Carta de las Naciones Unidas, el 30 de
abril de 1948, se va a suscribir en Bogotá, Colombia, la Carta de la Organización de los
Estados Americanos, en la novena Conferencia Internacional Americana, que según García
Bauer,va a transformar completamente el sistema interamericano, haciendo de aquella
entidad difusa, sin ninguna estructura jurídica, que con el nombre de <Unión Internacional
de las Repúblicas Americanas> se había creado en 1890, una verdadera organización
internacional regional, de acuerdo con los principios más modernos para la época, y con un
organismo regional de las Naciones Unidas.
Continúa diciendo García Bauer que, como no podía ser menor, dada la época que se vivía,
los Estados Americanos, en el inciso i) del artículo 5º. de la Carta de Bogotá, reafirmaron, en
1948, los derechos fundamentales de la persona humana sin hacer distinción de raza,
nacionalidad, credo o sexo, como uno de los principios de la Organización Hemisférica.
Siguiendo el mismo espíritu que inspiró la aprobación de la Carta de San Francisco, que dio
origen a la Organización de Naciones Unidas, los Estados Americanos, aprobaron su
respectiva Carta de Bogotá, por medio de la cual surgió a la vida a un nuevo orden jurídico
internacional, a nivel regional. Monroy Cabra, en su obra Los Derechos Humanos, comenta
que la Carta de la Organización de los Estados Americanos, suscrita en la IX Conferencia
Panamericana de Bogotá, en 1948, en su preámbulo se refiere a los Derechos Humanos, al
decir: “Seguros de que el sentido genuino de la solidaridad americana y de la buena vecindad
no puede ser otro que el de consolidar en este Continente, dentro del marco de las
instituciones democráticas, un régimen de libertad individual y de justicia social, fundado en
el respeto de los derechos esenciales del hombre”.
COMUNICAD DE APRENDIZAJE
Metodología sugerida
Primera sesión.
Explicar con sus propias palabras que son los derechos humanos.
Justificar razonablemente la existencia de los Derechos Humanos.
Relacionar los derechos humanos con la vida de las personas y de las comunidades.
Línea de la vida
Se invita a las personas participantes a que, en una hoja en blanco, identifiquen los momentos
clave o significativos en el caminar de su vida; momentos que los hacen ser lo que son ahora.
Estos momentos clave, deben representar situaciones -personales, familiares, económicas,
sociales, políticas, contextuales- que les han fortalecido o les han debilitado en su caminar.
Estos momentos pueden representarlos con letras, fechas, dibujos, símbolos, códigos u otra
forma que deseen. (10 minutos)
Cuando hayan terminado se invita a que lo compartan en grupos (4-5 personas) y que al
finalizar su compartimiento reflexionen y lleguen a conclusiones sobre la siguiente pregunta:
¿Qué tiene que ver lo que compartimos con los derechos humanos? (15 minutos)
Para hacer más dinámica, y menos aburrida, la presentación, no se hace una plenaria en la
que cada grupo va presentando sus conclusiones, sino que el facilitador coloca esta pregunta
en un papelografo y motiva a que las personas participantes le insumen a partir de la
reflexión que hicieron en el grupo. (10 minutos)
Para continuar se invita a las y los participantes a que en la parte de atrás de la hoja que ya
usaron, expliquen con sus propias palabras como entienden los derechos humanos. Para
ayudarles en esa reflexión se puede usar una de estas dos frases generadoras:
Antes de que empiecen y para motivar a las personas, puede leerles algunas o todas las ideas
que, sobre los Derechos Humanos, aportaron un grupo de educadores.
Construcción colectiva del conocimiento:
1. Práctica maya
Tiempo estimado 25 minutos
Cuando las y los participantes hayan finalizado, se les dice que vamos a construir una
definición grupal de los derechos humanos. ¿Y como lo vamos a hacer? Así:
Una pareja, una definición. Primero nos reunimos en parejas, compartimos lo que
escribimos y llegando a un acuerdo construimos una sola idea de lo que son los derechos
humanos. (Dos minutos)
Dos parejas, una definición. Luego cada pareja se junta con otra pareja. cada pareja
comparte su idea y luego construyen una sola entre los 4. (4 minutos)
4 parejas, una definición. Ahora nos reunimos 4 parejas, es decir 8 personas. Y lo mismo:
los cuatro que ya llegaron a un acuerdo comparten con los otros 4 y entre los 8 construyen
una idea de lo que son los derechos humanos. (8 minutos).
Cuando hayan terminado se les da cartulinas y marcadores y se les pide que escriban la
definición a la que han llegado como grupo.
Al final de esta actividad tendremos 3 u 4 definiciones de lo que son los derechos humanos.
Lea las definiciones que se construyeron en el grupo, al finalizar de leerlas, lance la siguiente
pregunta problematizadora:
¿Y por qué las personas tenemos derecho a tener derechos?
Se pide a cada una de las personas participantes a que en una hoja escriban una breve historia
en la que describa el recorrido de su descubrimiento de los derechos humanos y su trabajo o
lucha realizada por los mismos. Se pide que al final de lo escrito cada participante cierre con
esta frase: “y por eso estoy participando hoy aquí “
El puente de hamaca
En una comunidad que estaba muy apartada y alejada tenían un problema que querían
resolver. Vivían en una tierra del lado poniente de una cañada y querían cruzar al otro lado,
al oriente, donde nace el sol, pues allí había mejores tierras, árboles frutales, animales para
cazar, agua fresca todo el año y mejores materiales para construir sus casas.
En el lugar donde vivían la tierra no era muy buena, estaba seca todo el año y los
manantiales para tomar agua sólo aguantaban nueve meses del año, entre marzo y mayo
pasaban mucha necesidad de agua. Algunas personas, de cuando en cuando, pasaban al
otro lado de la cañada para buscar frutas, hierbas medicinales y otros beneficios, pero no
todos podían pasar pues era muy difícil cruzar, la pendiente era muy pronunciada; para
bajar se quebraban las rodillas de los más fuertes o para subir parecía que el alma se quería
quedar a medio camino. Para los ancianos y las ancianas, las niñas y los niños y, sobre
todo, para las personas que tenían alguna enfermedad era imposible ir al otro lado y gozar
de los regalos de esa tierra. Además, cuando subía la creciente del río, que se encontraba en
la cañada, nadie podía pasar.
Se pusieron a pensar qué podían hacer para llegar al otro lado y tener cerca el agua, las
frutas, hierbas medicinales, animales de caza y mejores tierras para que todas y todos
pudieran disfrutar de los mismos beneficios todos los días del año.
Unas personas dijeron: pues solo los que estemos fuertes lo vamos a lograr, los que no
puedan ir, que miren cómo le hacen, no es nuestro problema.
La mayoría de la comunidad contestó que no estaba bien así, no era correcto pues los que
no tenían la fuerza para ir al otro lado también son personas, son familia y amigos y que no
era justo que ellos y ellas no pudieran tener los beneficios de esa buena tierra, que la tierra
era para todas y todos, no sólo para algunos.
Otros pensaron, mejor le damos la vuelta, vemos como llegar, no importa que caminemos
muchas horas. Pero el problema era el mismo, no se lograba una verdadera solución, no
toda la gente podía llegar, solamente algunos. Un hombre de mucho dinero dijo, pues yo le
pago a este muchacho y que me traiga los frutos, así con paga podemos mandar a varios
jóvenes para que vayan y trabajen por todos. Pero el problema seguía presente, sólo quienes
tenían dinero, y no eran muchos, podrían gozar de los beneficios.
Se pusieron a platicar y se les vino a la mente una buena idea: hacer un trabajo en común,
para ver cómo pasar al otro lado todas y todos; construir algo que sea firme, que aguante,
que funcione todo el año.
Cuando ya estaba bien amarrada de un lado y del otro la cuerda, vieron claro que no sólo
con una cuerda se podía construir el puente de hamaca, se necesitaba al menos dos cuerdas
o más. Ya con el avance de la primera cuerda les fue más fácil pasar otra cuerda y después
varias cuerdas, y al fin pasar cuatro cables para darle fuerza al puente. Construyeron
columnas bien cimentadas de cada lado de la cañada para poder asentar y tensar bien los
cables y las cuerdas.
Colocaron dos cables abajo, uno de cada lado y dos arriba de la misma manera que los de
abajo. Después fueron colocando tablas encima de los cables de abajo y las ataron con
firmeza, se fueron colocando una y otra tabla hasta que llegaron al otro lado de la cañada,
del lado donde nace el sol. Así construyeron un puente de hamaca que sirve para que todas
las personas de la comunidad pasen al otro lado y puedan gozar de las frutas y de la buena
tierra todos los días del año.
Cuando los grupos terminan de compartir el facilitador(a), sin hacer plenaria, hace una
síntesis general tomando en cuenta los aportes surgidos en los grupos.
Antes de finalizar….
10 minutos.
Evaluamos
En esta parte es importante rescatar de las personas participantes:
¿cómo se sintieron?
¿Qué reflexiones se llevan para su vida personal y para su acción social?
¿Qué ideas tienen para fortalecer la comunidad de aprendizaje?
Y hacemos un cierre.
Esto es importante porque nos ayuda a cerrar afectivamente la sesión. Existen muchas
maneras de hacerlo: dándonos la mano, haciendo un círculo de pie y allí platicar sobre las
preguntas de evaluación, dándonos un abrazo, en fin… la idea es que la gente se vaya con el
sentimiento de que ese es un espacio donde se comparte la afectividad y los saberes.
SEGUNDA SESIÒN
FUNDAMENTACIÓN FILOSÓFICA DE LOS DERECHOS
HUMANOS DE LA NIÑEZ
Ubicación temática
Para algunos tratadistas los Derechos Humanos de la Niñez son una evolución de los
Derechos Humanos generales; sin embargo, para otros estudiosos los Derechos Humanos de
la niñez, no son especificaciones de los Derechos Humanos, si no Derechos Humanos nuevos.
Nuestra postura al respecto es que en ambas visiones existe algo de verdad ya que si bien por
un lado los niños y niñas, por su condición de seres humanos con riesgo de ser más
vulnerabilizados, que están en proceso de desarrollo y de construcción de su identidad moral,
tienen Derechos Humanos solo para ellos y ellas; por otro lado también es cierto que los
Derechos Humanos en general han evolucionado hacia Derechos Humanos específicos, en
cuanto a los titulares de los mismos, en este caso: los niños y las niñas.
Es decir, los derechos de los niños y las niñas si son derechos nuevos en los que ellos y ellas
son los titulares, pero para llegar allí, se tuvo que pasar por un proceso histórico que partió
del reconocimiento de los derechos de las personas en general al reconocimiento de los
derechos de los niños y las niñas en particular.
Así nos lo explica Mercedes Román “Los niños y las niñas están amparados por los mismos
derechos generales que los adultos en tanto seres humanos. Sin embargo dada su inmadurez
física y mental son especialmente vulnerables y necesitan especiales medidas de protección y
por lo tanto derechos especiales, que responden a sus necesidades en cuanto niños y niñas”.
Los niños y las niñas entonces tienen todos los derechos humanos, pero además son
poseedores de derechos específicos para ellos y ellas porque “existen circunstancias
especiales que dificultan la aplicación efectiva de los mismos, al punto que hace que sean
vigentes más no hechos leyes, es por ello que se requiere de cuerpos normativos especiales
para proteger y amparar a las personas con más alto grado de vulnerabilidad en la sociedad:
los niños y las niñas”.
Por lo tanto, podrían definirse los Derechos Humanos de la Niñez como una ciencia social,
que tiene como sujeto de estudio, la dignidad de los niños y niñas, determinando los
derechos y facultades que les son necesarias para el desarrollo de su personalidad y que los
poseen por el hecho de ser humanos, por su propia naturaleza y dignidad, derechos que son
naturales y que el Estado reconoce y garantiza.
Estos derechos son los elementos que son indispensables para el desarrollo integral de los
niños y niñas y en su goce no puede haber interferencia de ninguna autoridad o persona
particular y su cumplimiento puede ser exigido.
Podemos decir entonces que los Derechos Humanos de la niñez son un conjunto de
facultades de protección que la norma y el Estado atribuyen a los niños y niñas para
garantizar la vida, la libertad, la igualdad, la dignidad, la intimidad, o cualquier otro aspecto
que afecte positivamente su desarrollo integral, dentro de una comunidad, en la cual pueden
exigir el respeto de sus Derechos Humanos, pudiendo poner a funcionar el aparato coactivo
del Estado cuando los mismos son violentados.
En síntesis, se puede concluir que: por Derechos Humanos de la Niñez se entiende al sistema
articulado de normas de naturaleza jurídica, adoptados por el Estado, en virtud de los
derechos inherentes que posee todo niño o niña, los cuales tutelan valores y satisfacen
necesidades, las que Han ido evolucionando a través de la historia; y, que para su eficacia
requieren de la existencia de mecanismos políticos y jurídicos de exigibilidad.
Son Universales.
Los Derechos Humanos de la Niñez pertenecen a todo niño o niña sin discriminación por
género, raza, religión, origen étnico, posición social o económica, nacionalidad, preferencia
sexual, discapacidad, etc. Su universalidad estriba en que: “pertenecen a todas las personas:
hombres y mujeres, niños y niñas, ancianas y ancianos, sin importar raza, la religión, la
nacionalidad o el sexo.”
Pedro Nikken, citado por Luz María Azurdia Juárez, señala: “Por ser los derechos humanos
inherentes a la condición humana, todas las personas son titulares de los mismos y no pueden
invocarse diferencias de regímenes políticos, sociales o culturales como pretexto para
ofenderlos o menoscabarlos.” Por lo tanto los Derechos Humanos de la Niñez son
universales.
Son absolutos.
Los Derechos Humanos de la Niñez son en esencia absolutos, ya que su respeto puede
exigirse siempre, por ser la materialización de los más caros valores de los niños y niñas
Son imprescriptibles.
Lo que significa que los mismos no pueden ser susceptibles de perderse, es decir prescribir,
por su no uso o exigencia, ya sea en forma voluntaria o coactiva.
Son necesarios.
Los Derechos Humanos de la Niñez son necesarios, ya que derivan de las exigencias de su
misma condición humana, es decir al responder a las necesidades como niños y niñas.
Son interdependientes.
La Declaración de Teherán de Naciones Unidas de 1968, señala que los Derechos Humanos y
las libertades fundamentales son indivisibles, la realización de los derechos civiles y políticos
sin el goce de los derechos económicos, sociales y culturales resulta imposible. La
consecución de un progreso duradero en la aplicación de los Derechos Humanos depende de
unas buenas y eficaces políticas nacionales e internacionales de desarrollo económico y
social.
Por lo tanto, los Derechos Humanos de la Niñez son interdependientes, ya que no es posible
gozar de derechos civiles y políticos, tener un nombre, ser libre, expresarse, etc., sin la
eficacia de los derechos económicos, sociales y culturales.
Son indivisibles.
Los Derechos Humanos de la Niñez son indivisibles, porque todos tienen una raíz común,
que es el respeto a la condición de personas de los niños y niñas. Lo anterior se infiere de la
doctrina que señala que los mismos “conforman un todo que no se puede dividir. Por eso no
se puede sacrificar un derecho humano con el pretexto de defender otro. Las personas
necesitan gozar de todos sus derechos para realizarse plenamente y vivir con dignidad.”
Son internacionales.
En virtud de que: “gozan de un fuerte carácter de transnacionalidad. Esto se inicia a partir de
la creación de la Organización de las Naciones Unidas en 1948. Debido al carácter de
internacionalización, se considera que no hay violación al principio de no intervención en los
asuntos internos de los Estados cuando se ponen en práctica los mecanismos organizados por
la comunidad internacional para su protección.”
Son irreversibles.
Los Derechos Humanos de la Niñez una vez han sido incorporados a los cuerpos normativos,
nacionales o internacionales, o fueron reconocidos por el Poder Político, como derechos
públicos subjetivos, emanados de la condición humana de los niños y niñas, su inviolabilidad
debe ser garantizada. Por ello se dice que: “Los derechos humanos no admiten ninguna
restricción o limitación a su ejercicio. No se puede argumentar alguna excusa para impedir
que las personas ejerzan estos derechos.”
Hemos visto en la sesión anterior que existen tres visiones para fundamentan o justifican los
derechos humanos: Una visión iusnaturalista, una historicista y una Ética.
¿Cómo desde estas tres visiones se fundamentan los Derechos de los niños y las niñas?
Tomando como base la visión Iusnaturalista podemos decir que: Los niños y las niñas, como
criaturas hechas a imagen y semejanza de Dios, poseen derechos naturales por designio
divino, mismos que son absolutos, inmutables y universales, por potestad del creador. Estos
derechos naturales reposan en la naturaleza de cada niño o niña y que surgiendo de la
conciencia colectiva de los pueblos están antes que las leyes que los reconocen.
Sin embargo parece ser que a la humanidad le costó mucho reconocerles a los niños y a las
niñas dichos derechos que le eran inherentes, ya que según la visión historicista ese
reconocimiento ha ido variando de acuerdo a las etapas de desarrollo de la humanidad:
primitivismo, esclavismo, feudalismo, capitalismo y modernismo.
Desde esta visión, a excepción de la época del matristica, en todas las otras etapas, los niños
y las niñas han sufrido una postergación de sus necesidades y han tenido que vivir
lamentables situaciones como desprotección, hambre, explotación, callejización y que como
fruto de estos hechos lamentables de violación a sus derechos es que, paradójicamente,
surgen sus derechos. Para lograrlo hubo trabajo que algunas organizaciones, como Save the
Children, que fueron logrando equiparar a los niños y a las niñas en su condición de
personas y hacer que se les reconocieran, en base a sus necesidades particulares,
derechos propios a su edad y condición humana.
Para concluir, la visión ética, justifica que los derechos humanos de la niñez, aparecen
primero como derechos morales, como exigencias éticas y derechos que la niñez tiene por el
hecho de ser personas y que deben ser reconocidos, protegidos y garantizados por los
Estados.
Esta especificidad es, parafraseando a Bobbio, un devenir que ha avanzado desde el hombre
en general, a la persona especifica en particular , tomando en cuenta distintos criterios de
diferenciación como el sexo, la edad o las condiciones físicas; diferenciaciones que revelan
diferencias específicas y que por lo tanto requieren tratamiento y protección diferenciada”
En ese sentido, la niñez es, objetivamente, una etapa diferenciada de las otras etapas del
desarrollo humano y que le hace estar en condiciones que le hacen merecer dicho tratamiento
y protección privilegiada. A esta justificación hay que agregarle que los niños y las niñas son
la esperanza del mundo, la garantía de la humanidad y por lo tanto su cuidado se hace
fundamentalmente necesario. No es casualidad que al inicio de la primera declaración de los
derechos de la niñez se exaltó: la humanidad le debe a la niñez, lo mejor que pueda darle.
Para algunos estudiosos de los Derechos de la niñez, el proceso histórico que ha seguido es
el siguiente:
Época de Inexistencia.
En esta etapa la humanidad no reconocía a la niñez como una etapa diferenciada de las otras
etapas de la humanidad. Es por eso que se le llama etapa se le llama así, porque para la
humanidad como que si los niños y las niñas no existieran. Se asumía que las necesidades de
los niños y las niñas eran las mismas que las de los padres.
García Méndez indica que la infancia tal como es entendida y representada en su acepción
moderna, no existe antes del siglo XVI. La infancia constituye el resultado de un complejo
proceso de definiciones, acciones institucionales y cambios sociales en los sentimientos. Los
mecanismos e ideas creadores de la infancia corresponden a los mecanismos e ideas creadores
del control de la misma. Para afirmar lo anterior, García Méndez cita un documento
elaborado por Philippe Ariés, denominado El niño y la Vida Familiar en el Antiguo
Régimen.
En el texto citado se puede leer que: “Hasta aproximadamente el siglo XVII, el arte medieval
no conocía la infancia o no trataba de representársela; nos cuesta creer que esta ausencia se
debiera a la torpeza o a la incapacidad. Cabe pensar más bien que en esa sociedad no había
espacio para la infancia.”
Ariés basa su tesis en el estudio que hiciera de las bellas artes, en las cuales, según él, no
encontró retratos, óleos, esculturas o imágenes de niños y niñas, tal y como son, con
características físicas distintas a las de los adultos. A manera de ejemplo, se cita que: “Una
miniatura otoniana del siglo XI nos da una impresionante idea de la deformación que el
artista hacía sufrir a los cuerpos de los niños y que nos parece ajena a nuestros sentimientos y
a nuestra intuición.
El tema es la escena del Evangelio en la que Jesús pide que se le acerquen los niños, y el
texto latino es claro: parvuli. Ahora bien, el miniaturista agrupa alrededor de Jesús a ocho
hombres verdaderos, sin ningún rasgo de la infancia, los cuales han sido simplemente
reproducidos a tamaño reducido. Sólo su talla los distingue de los adultos. En una miniatura
francesa de fines del siglo XI, los tres niños que resucita San Nicolás han sido igualmente
reducidos a un tamaño inferior al de los adultos, sin ninguna otra diferencia de expresión o
de rasgos.”
Por su parte, Federico Palomba, en torno a las tendencias evolutivas en la protección de los
niños y niñas confiesa: “Al final del setecientos, en la civilizada París del iluminismo y de la
revolución que ha dado origen a los modernos Estados de Derecho, el prefecto sintió la
necesidad de expedir un decreto con el cual se recomendaba a todos aquellos que cada
mañana, con una carreta iban a recoger los niños consignados de la madre o abandonados: 1)
Poner siempre un poco de paja en la carreta; 2) No perder demasiados niños a los lados de las
calles. En los ochocientos, la civilizada Inglaterra, los niños de 8 años trabajaban en las
minas, y eran puestos en las cárceles de los adultos, a la par de los peores delincuentes.”
Además de las expresiones artísticas planteadas por Ariés, García Méndez señala: “Junto a las
representaciones de carácter artístico, la percepción del tratamiento del infanticidio constituye
otro elemento de central importancia en la tarea de reconstrucción histórica. En la antigua
Roma, el vínculo de sangre contaba menos que el vínculo de elección. Durante el tiempo de
Augusto, los recién nacidos eran expuestos en las puertas del palacio imperial, matándose a
los que no resultaban elegidos; una práctica que cumplía las funciones actuales del aborto.
Hasta bien avanzado el Medioevo, durante el cual los profundos cambios ocurridos no
logran modificar el hecho de que el Matrimonio, y en consecuencia la Familia, constituyan
un ámbito exclusivo de la vida privada, el infanticidio continúa teniendo una influencia
cuantitativa de no poca importancia.”
De todo lo expuesto se puede advertir que si bien los niños y las niñas como seres humanos o
la niñez como período del desarrollo, siempre han existido, la visión política y cultural que se
tenía sobre ellos, los volvía inexistentes. De igual manera, durante dicha etapa, los niños y
las niñas no eran considerados como sujetos del Derecho, mucho menos beneficiarios de
Derechos Humanos.
Época de Incapacidad.
Sobre los acontecimientos que marcaron la historia del inicio de esta época se mencionan:
“Es indudable que la revolución en los sentimientos, causa y efecto de la Revolución
Francesa, fermentará todo el siglo XIX. Los Estados Unidos de la época constituyen un
contexto ideal para el nacimiento de <empresarios y cruzadas morales>. El estado de la
cuestión penitenciaría y la condición de la infancia-adolescencia, constituyen motivo
suficiente para el nacimiento del movimiento de los Reformadores.” Dicho movimiento,
refiere el autor citado, trataba de una expresión moralista de la clase media y alta,
conformado básicamente por mujeres que encontraron también en esta acción un método
seguro de ascenso e interacción social.
“Para finales del siglo XIX los Reformadores habían logrado hacer suyo y colocar el
problema de la infancia en un lugar privilegiado de la percepción social. Pero las tareas de
protección de la infancia no se llevan a cabo en un contexto políticamente neutro. La
defensa de la sociedad es el parámetro último de legitimación de todas las acciones. Pero
para las acciones que se legitiman a partir de la ideología de la defensa social, la infancia-
adolescencia constituye una categoría demasiado heterogénea. La agudización de los
conflictos sociales acelera la necesidad de encontrar un marco jurídico y de contención real
de aquellos expulsados o que no tuvieron acceso a la institución escolar.”
En 1899 se crea en Illinois el primer Tribunal de Menores, que marca la pauta para un nuevo
marco jurídico, el cual trata de “realizar las reformas procesales necesarias para otorgar al
juez poderes de carácter discrecional. Aquella porción de la infancia-adolescencia que por
razones de conducta o de condición social entre en contacto con la compleja red de
mecanismos de la caridad-represión, se convertirá automáticamente en <menor>.”
Por su parte, Federico Palomba expone que: “En 1898, al final de ese siglo, surgió en
Chicago la primera <juvenile court>; con el fin de juzgar asegurar a ellos un tratamiento
diferenciado y específico. Este fue el comienzo de una nueva conciencia de las
colectividades organizadas, hacia una categoría social que, hasta entonces, era objeto de
abandono o maltrato. Sucesivamente, en éste, que ha sido llamado el <siglo del niño>,
florecieron en diversos países legislaciones diferenciadas para los menores.”
“Desde 1915 aproximadamente hasta los años 60, dos paradigmas de naturaleza radicalmente
divergentes, se suceden en América Latina. Hasta 1940, las visiones bio-antropológicas
recubiertas a veces de un matiz psicologísta, operan como elemento legitimador de la
institucionalización segregadora. En un momento en que todavía impera una idea colectiva
del progreso indefinido, se trata de buscar causas ajenas a la voluntad del sujeto para explicar
la conducta desviada. Es el proceso de medicalización de los problemas sociales. Para fines
de los años 40, la crisis del positivismo de base médica resulta irreversible. Las corrientes de
la sociología funcionalista americana no son ajenas a la crisis acelerada del positivismo. Los
menores abandonados-delincuentes son ahora en parte el resultado de deficiencias socio-
estructurales, y en parte, el resultado de tensiones entre los fines culturales y los medios
institucionales.”
Finalmente, otro de los acontecimientos que según García Méndez marcó la histórica del
aparecimiento de los <menores>, fue sin duda, dice: “El Primer Congreso Internacional de
Tribunales de Menores, realizado en París, entre el 29 de junio y el 1 de julio de 1911,
constituye un documento clave en la tarea de reconstrucción histórica propuesta. Los temas
del Congreso resultan altamente representativos del debate de la época, pudiendo resumirse
en los siguientes tres puntos:
¿Debe existir una jurisdicción especial de menores? ¿Sobre qué principios y directivas
deberán apoyarse dichos tribunales para obtener una máximo de eficacia en la lucha contra la
criminalidad juvenil?
¿Cuál debe ser la función de las instituciones de caridad, frente a los tribunales y frente al
Estado?
El problema de la libertad vigilada o probatoria. Funciones de los tribunales después de la
sentencia.”
Durante la etapa de incapacidad los teóricos del Derecho construyeron la ficción jurídica
denominada <menor en situación irregular>, la cual fue usada por vez primera durante el XI
Congreso Panamericano del Niño, Conferencia Interamericana Especializada de la
Organización de Estados Americanos.
Época de la Capacidad.
La presente abarca desde la promulgación de la Convención sobre los derechos del niño en
1989 hasta la fecha. Es aquella etapa en la cual se reconocen a la niñez Derechos Humanos,
en el ámbito internacional y nacional.
Especial mención debe tener el hecho que el redescubrimiento de la niñez como sujetos de
derecho, se dio dentro del contexto del fracaso de la doctrina de Situación Irregular, que
durante más de un siglo fundamentó la incapacidad de los menores para ser titulares de
Derechos Humanos de todo tipo.
El proceso de reconocimiento de las niñas y niños como seres humanos, como personas, fue
un proceso largo y controvertido, sin embargo, los esfuerzos de muchas organizaciones no
gubernamentales realizados a nivel mundial para alcanzar ese fin, se vieron recompensados
en 1989, cuando la Organización de Naciones Unidas
aprobó la Convención sobre los Derechos del Niño. Sobre la Convención ya se habló en
apartados anteriores, baste para el presente caso apuntar que la Convención es quizás el
documento más importante que en el presente siglo la humanidad organizada haya creado
para proteger y procurar el desarrollo integral de los segmentos de población más
marginados y vulnerables, como lo es la niñez y la adolescencia. Este instrumento
internacional es el resultado de la más amplia consulta y análisis de la problemática social,
económica, cultural y jurídica de la niñez a nivel mundial. Consiste en la recopilación o
codificación de la dispersión normativa que existe en materia de derechos humanos de la
infancia.
Es el mínimo de derechos que un Estado debe garantizar a su niñez para asegurarle su pleno
desarrollo, en condiciones de igualdad, dignidad y seguridad.
COMUNIDAD DE APRENDIZAJE
Metodología sugerida
Segunda sesión.
Recuerdos y fotos.
Se invita a las personas participantes a que, reunidos en grupos de entre 4 y 5 personas,
compartan fotos, recuerdos y anécdotas de sus hijos, sobrinos o nietos.
Partiendo de las experiencias contadas en los grupos se invita a las personas participantes a
que, en pequeños grupos, encuentren las similitudes y diferencias entre
Luego se les invita a que de todas las diferencias encontradas elijan 1 que ayude a justificar
POR QUÉ LOS NIÑOS Y LAS NIÑAS DEBEN TENER DERECHOS ESPECIFICOS PARA
ELLOS Y ELLAS.
Léales a las personas participantes uno o los tres poemas que se presentan a continuación:
Su nombre es hoy
Muchas de las cosas que necesitamos
Pueden esperar.
El niño no puede.
El momento es justo ahora.
Sus lunas se están formando.
Su sangre se está creando.
Y sus sentidos se están
Desarrollando.
A él no podemos contestarle
“mañana”.
Su nombre es “hoy”.
Gabriela Mistral
E invíteles a que en parejas o tríos reflexionen sobre los mensajes que quieren transmitir y
que significa eso en la realidad de los niños y las niñas de su comunidad o municipio.
Antes de finalizar….
10 minutos.
Evaluamos
En esta parte es importante rescatar de las personas participantes:
¿cómo se sintieron?
¿Qué reflexiones se llevan para su vida personal y para su acción social?
¿Qué ideas tienen para fortalecer la comunidad de aprendizaje?
Y hacemos un cierre.
Esto es importante porque nos ayuda a cerrar afectivamente la sesión. Existen muchas
maneras de hacerlo: dándonos la mano, haciendo un círculo de pie y allí platicar sobre las
preguntas de evaluación, dándonos un abrazo, en fin… la idea es que la gente se vaya con el
sentimiento de que ese es un espacio donde se comparte la afectividad y los saberes.
TERCERA SESIÒN
¿QUÉ SIGNIFICA PROTEGER INTEGRALMENTE A LA NIÑEZ Y
LA ADOLESCENCIA?
Ubicación temática.
¿Empezamos?
De objetos a sujetos…
Hablar en estos momentos de protección integral de la niñez es un salto cualitativo de la
forma de concebir a la infancia porque:
Se reconoce a los niños y niñas como personas. Esto parece ridículo pero realmente a la
humanidad le costó demasiado valorar a los niños y niñas como tales.
Se reconoce a los niños y a las niñas como sujetos sociales y de derecho, ya no como objetos
de protección o de tutela.
Se reconoce que los niños y niñas son poseedores de los derechos humanos en general, pero
además tienen derechos específicos a su condición de personas en proceso de desarrollo. Se
“otorga un privilegio positivo a los niños y a las niñas, pues se les reconoce todos los
derechos que tienen que las personas adultas, pero además otros derechos, principios y
garantías que, por su condición especial de personas en pleno proceso de socialización y
construcción de su propia personalidad, ameritan…lo cual ayuda a equipararlos al status o
condición de los adultos”
Para Federico Palomba, las características más importantes de Protección Integral son:
1. Se debe pensar al niño como sujeto de derechos, que, si bien no tiene la fuerza de
hacerlos valer por ser menor de edad, es portador de derechos humanos originales.
La incapacidad de accionar sus derechos tiene que ser suplida con adecuados instrumentos de
protección social y jurídica.
Si comete infracciones a la ley penal relevantes, debe tener todos los derechos y garantías
previstas para los adultos.
Si tiene que ser privado de su libertad, debe ser como último recurso y por un tiempo muy
corto.
Se deben activar programas de prevención.
Es que al concebirlos ya no como objetos sino como ciudadanos, se les reconoce derechos
que son exigibles.
El niño debe ser puesto en condiciones de desarrollarse normalmente desde el punto de vista
material y espiritual.
El niño hambriento debe ser alimentado; el niño enfermo debe ser atendido; el niño
deficiente debe ser ayudado; el niño desadaptado debe ser reeducado; el huérfano y el
abandonado deben ser recogidos y ayudados.
El niño debe ser el primero en recibir socorro en caso de calamidad.
El niño debe ser puesto en condiciones de ganarse la vida y debe ser protegido de cualquier
explotación.
El niño debe ser educado inculcándole el sentimiento del deber que tiene de poner sus
mejores cualidades al servicio del prójimo.”
Considerando que la humanidad debe al niño lo mejor que puede darle. Proclama la
presente Declaración de los Derechos del Niño, a fin de que éste pueda tener una infancia
feliz y gozar, en su propio bien y en bien de la sociedad, de los derechos y libertades que en
ella se enuncian, e insta a los padres, a los hombres y mujeres individualmente y a las
organizaciones particulares, autoridades locales y gobiernos nacionales a que reconozcan
esos derechos y luchen por su observancia con medidas legislativas y de otra índole
adoptadas progresivamente en conformidad con los siguientes principios:
Principio 1. El niño disfrutará de todos los derechos enunciados en esta Declaración. Estos
derechos serán reconocidos a todos los niños sin excepción alguna ni discriminación por
motivos de raza, color, sexo, idioma, religión, opiniones políticas o de otra índole, origen
nacional o social, posición económica, nacimiento u otra condición, ya sea del propio niño o
de su familia.
Principio 4. El niño debe gozar de los beneficios de la seguridad social. Tendrá derecho a
crecer y desarrollarse en buena salud; con este fin deberán proporcionarse, tanto a él como a
su madre, cuidados especiales, incluso atención prenatal y postnatal. El niño tendrá derecho
a disfrutar de alimentación, vivienda, recreo y servicios médicos adecuados.
Principio 5. El niño física o mentalmente impedido o que sufra algún impedimento social
debe recibir el tratamiento, la educación y el cuidado especiales que requiere su caso
particular.
Principio 7. El niño tiene derecho a recibir educación que será gratuita y obligatoria por lo
menos en las etapas elementales. Se le dará una educación que favorezca su cultura general
y le permita, en condiciones de igualdad de oportunidades, desarrollar sus aptitudes y su
juicio individual, su sentido de responsabilidad moral y social, y llegar a ser un miembro útil
de la sociedad.
El interés superior del niño debe ser el principio rector de quienes tienen la responsabilidad
de su educación y orientación; dicha responsabilidad incumbe, en primer término, a sus
padres.
El niño debe disfrutar plenamente de juegos y recreaciones, los cuales deberán estar
orientados hacia los fines perseguidos por la educación; la sociedad y las autoridades públicas
se esforzarán por promover el goce de este derecho.
Principio 8. El niño debe, en todas las circunstancias, figurar entre los primeros que reciban
protección y socorro.
Principio 9. El niño debe ser protegido contra toda forma de abandono, crueldad y
explotación. No será objeto de ningún tipo de trata ,no deberá permitirse al niño trabajar
antes de una edad mínima adecuada; en ningún caso se le dedicará ni se le permitirá que se
dedique a ocupación o empleo alguno que pueda perjudicar su salud o su educación, o
impedir su desarrollo físico, mental o moral.
Principio 10. El niño debe ser protegido contra las prácticas que puedan fomentar la
discriminación racial, religiosa o de cualquier otra índole. Debe ser educado en un espíritu
de comprensión, tolerancia, amistad entre los pueblos, paz y fraternidad universal, y con
plena conciencia de que debe consagrar sus energías y aptitudes al servicio de sus
semejantes...”
La Convención supera la falta de fuerza vinculante que tienen las Declaraciones de Derechos,
ya que como Tratado Internacional, es de obligatorio cumplimiento para los Estados que lo
suscriban y ratifiquen.
Además, la Convención sobre los Derechos del niño codifica la dispersión normativa, que en
materia de Derechos Humanos de la niñez existe, ya que incluye dentro de su contenido,
derechos civiles (vida, nombre, identidad, etc.), políticos (libertad, opinión, etc.),
económicos (nivel de vida adecuado, etc.), sociales (salud, educación, alimentación, etc.),
culturales (identidad cultural, etc.) y especiales de protección (por discapacidad, maltrato,
adicción, etc.).
En el mismo sentido, la Convención sobre los Derechos del niño indica que para el pleno y
armonioso desarrollo de su personalidad el niño, debe crecer en el seno de la familia, en un
ambiente de felicidad, amor y comprensión; y, dice además que para que un niño esté
plenamente preparado para la vida en sociedad, debe ser educado en el espíritu de los ideales
proclamados en la Carta de las Naciones Unidas, y, en particular, en un espíritu de paz,
dignidad, tolerancia, libertad, igualdad y solidaridad.
Además, del preámbulo de la Convención se infiere que el niño y la niña, por su inmadurez
física, espiritual y moral, requieren de cuidados y protección especiales, lo que incluye el
desarrollo de mecanismos de exigibilidad a sus derechos; y, que en el mundo hay niños y
niñas que subsisten en situaciones de extrema pobreza, los cuales merecen una atención
particular.
Con base a lo expuesto por el preámbulo de la Convención sobre los Derechos del niño, los
Estados partes convinieron aprobar un cuerpo normativo de 54 artículos, en los que, como
ya se indicó, se hayan derechos de primera y segunda generación, más la incorporación de
Derechos Humanos de Protección Especial.
El artículo 4 confiere a los Estados Partes, la obligación de realizar acciones positivas en aras
del cumplimiento del contenido de la Convención, al respecto señala: Los Estados Partes
adoptarán todas las medidas administrativas, legislativas y de otra índole para dar efectividad
a los derechos reconocidos en la presente Convención. En lo que respecta a los derechos
económicos, sociales y culturales, los Estados Partes adoptarán esas medidas hasta el máximo
de los recursos de que dispongan y, cuando sea necesario, dentro del marco de la
cooperación internacional.
El ejercicio de los Derechos Humanos reconocidos a la niñez tiene como límite, la autoridad
de sus padres, es decir el ejercicio responsable de la Patria Potestad y por supuesto, las
prohibiciones de la ley. El artículo 5 de la Convención plantea el límite al ejercicio de los
derechos al establecer: Los Estados Partes respetarán las responsabilidades, los derechos y los
deberes de los padres o, en su caso, de los miembros de la familia ampliada o de la
comunidad, según establezca la costumbre local, de los tutores u otras personas encargadas
legalmente del niño de impartirle, en consonancia con la evolución de sus facultades,
dirección y orientación apropiadas para que el niño ejerza los derechos reconocidos en la
presente Convención.
Derecho a la Vida.
Artículo 6.1. Los Estados Partes reconocen que todo niño tiene el derecho intrínseco a la
vida.
Artículo 6.2. Los Estados Partes garantizarán en la máxima medida posible la supervivencia y
el desarrollo del niño.
Artículo 9.3. Los Estados Partes respetarán el derecho del niño que esté separado de uno o
de ambos padres a mantener relaciones personales y contacto directo con ambos padres de
modo regular, salvo si ello es contrario al interés superior del niño.
Artículo 10.1. De conformidad con la obligación que incumbe a los Estados Partes al tenor
de lo dispuesto en el párrafo 1 del artículo 9, toda solicitud hecha por un niño o por sus
padres para entrar en un Estado Parte o para salir de él a los efectos de la reunión de la
familia, será atendida por los Estados Partes de manera positiva, humanitaria y expeditiva.
Los Estados Partes garantizarán, además, que la presentación de tal petición no traerá
consecuencias desfavorables para los peticionarios ni para sus familiares.
Artículo 10.2. El niño cuyos padres residan en Estados diferentes tendrá derecho a mantener
periódicamente, salvo en circunstancias excepcionales, relaciones personales y contactos
directos con ambos padres. Con tal fin, y de conformidad con la obligación asumida por los
Estados Partes en virtud del párrafo 1 del artículo 9, los Estados Partes respetarán el derecho
del niño y de sus padres a salir de cualquier país, incluido el propio, y de entrar en su propio
país. El derecho de salir de cualquier país estará sujeto solamente a las restricciones
estipuladas por ley y que sean necesarias para proteger la seguridad nacional, el orden
público, la salud o la moral pública o los derechos y libertades de otras personas y que estén
en consonancia con los demás derechos reconocidos por la presente Convención.
Derecho a la protección por traslados ilícitos.
Artículo 11.1. y 2. Los Estados Partes adoptarán medidas para luchar contra los traslados
ilícitos de niños al extranjero y la retención ilícita de niños
en el extranjero. Para este fin, los Estados Partes promoverán la concertación de acuerdos
bilaterales o multilaterales o la adhesión a acuerdos existentes.
Artículo 12.1. Los Estados Partes garantizarán al niño que esté en condiciones de formarse
un juicio propio el derecho de expresar su opinión libremente en todos los asuntos que afecta
al niño, teniéndose debidamente en cuenta las opiniones del niño, en función de la edad y
madurez del niño.
2. Con tal fin, se dará en particular al niño oportunidad de ser escuchado en todo
procedimiento judicial o administrativo que afecte al niño, ya sea directamente o por medio
de un representante o de un órgano apropiado, en consonancia con las normas de
procedimiento de la ley nacional.
Artículo 13.1. El niño tendrá derecho a la libertad de expresión; ese derecho incluirá la
libertad de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de
todo tipo, sin consideración de fronteras, ya sea oralmente, por escrito o impresas, en forma
artística o por cualquier otro medio elegido por el niño.
Artículo 14.1.y 2. Los Estados Partes respetarán el derecho del niño a la libertad de
pensamiento, de conciencia y de religión. Sin embargo, respetarán los derechos y deberes de
los padres y, en su caso, de los representantes legales, de guiar al niño en el ejercicio de su
derecho de modo conforme a la evolución de sus facultades.
Artículo 14.3. La libertad de profesar la propia religión o las propias creencias estará sujeta
únicamente a las limitaciones prescritas por la ley y que sean necesarias para proteger la
seguridad, el orden, la moral o la salud públicos o los derechos y libertades fundamentales de
los demás.
Artículo 15.1. y 2. Los Estados Partes reconocen los derechos del niño a la libertad de
asociación y a la libertad de celebrar reuniones pacíficas. No se impondrán restricciones al
ejercicio de estos derechos distintas de las establecidas de conformidad con la ley y que sean
necesarias en una sociedad democrática, en interés de la seguridad nacional o pública, el
orden público, la protección de la salud y la moral públicas o la protección de los derechos y
libertades de los demás.
Derecho a la Intimidad.
Artículo 16.1. y 2. Ningún niño será objeto de injerencias arbitrarias o ilegales en su vida
privada, su familia, su domicilio o su correspondencia, ni de ataques ilegales a su honra y a
su reputación. En consecuencia el niño tiene derecho a la protección de la ley contra esas
injerencias o ataques.
Artículo 17. Los Estados Partes reconocen la importante función que desempeñan los
medios de comunicación y velarán por que el niño tenga acceso a información y material
procedentes de diversas fuentes nacionales e internacionales, en especial la información y el
material que tengan por finalidad promover su bienestar social, espiritual y moral y su salud
física y mental. Con tal objeto, los Estados Partes:
Deberán alentar a los medios de comunicación a difundir información y materiales de interés
social y cultural para el niño. Además los alentarán a que tengan particularmente en cuenta
las necesidades lingüísticas del niño perteneciente a un grupo minoritario o que sea indígena;
Los Estados Partes promoverán según la literal e) del artículo 17, la elaboración de directrices
apropiadas para proteger al niño contra toda información y material perjudicial para su
bienestar, teniendo en cuenta las disposiciones de los artículos 13 y 18.
Derecho de los que ejercen la Patria Potestad a recibir apoyo del Estado.
Artículo 18.2. A los efectos de garantizar y promover los derechos enunciados en la presente
Convención, los Estados Partes prestarán la asistencia apropiada a los padres y a los
representantes legales para el desempeño de sus funciones en lo que respecta a la crianza del
niño y velarán por la creación de instituciones, instalaciones y servicios para el cuidado de
los niños.
Artículo 18.3. Los Estados Partes adoptarán todas las medidas apropiadas para que los niños
cuyos padres trabajan tengan derecho a beneficiarse de los servicios e instalaciones de guarda
de niños para los que reúnan las condiciones requeridas.
Artículo 19.1. Los Estados Partes adoptarán todas las medidas legislativas, administrativas,
sociales y educativas apropiadas para proteger al niño contra toda forma de perjuicio o abuso
físico o mental, descuido o trato negligente, malos tratos o explotación, incluido el abuso
sexual, mientras el niño se encuentre bajo la custodia de los padres, de un representante legal
o de cualquier otra persona que lo tenga a su cargo.
2. Los Estados Partes garantizarán, de conformidad con sus leyes nacionales, otros tipos de
cuidado para esos niños.
3. Entre esos cuidados figurarán, entre otras cosas, la colocación en hogares de guarda, la
kafala del derecho islámico, la adopción o, de ser necesaria, la colocación en instituciones
adecuadas de protección de menores. Al considerar las soluciones, se prestará particular
atención a la conveniencia de que haya continuidad en la educación del niño y a su origen
étnico, religioso, cultural y lingüístico.
Derecho a la Adopción.
Artículo 21. Los Estados Partes que reconocen o permiten el sistema de adopción cuidarán
de que el interés superior del niño sea la consideración primordial y:
a) Velarán porque la adopción del niño sólo sea autorizada por las autoridades competentes,
las que determinarán, con arreglo a las leyes y a los procedimientos aplicables y sobre la base
de toda información pertinente y fidedigna, que la adopción es admisible en vista de la
situación jurídica del niño en relación con sus padres, parientes y representantes legales y
que, cuando
b) Reconocerán que la adopción en otro país puede ser considerada como otro medio de
cuidar del niño, en el caso de que éste no pueda ser colocado en un hogar de guarda o
entregado a una familia adoptiva o no pueda ser atendido de manera adecuada en el país de
origen;
c) Velarán por que el niño que haya de ser adoptado en otro país goce de salvaguardias y
normas equivalentes a las existentes respecto de la adopción en el país de origen;
d) Adoptarán todas las medidas apropiadas para garantizar que, en el caso de adopción en
otro país, la colocación no dé lugar a beneficios financieros indebidos para quienes participan
en ella;
Artículo 22.1. Los Estados Partes adoptarán medidas adecuadas para lograr que el niño que
trate de obtener el estatuto de refugiado o que sea considerado refugiado de conformidad
con el derecho y los procedimientos internacionales o internos aplicables reciba, tanto si está
solo como si está acompañado de sus padres o de cualquier otra persona, la protección y la
asistencia humanitaria adecuadas para el disfrute de los derechos pertinentes enunciados en la
presente Convención y en otros instrumentos internacionales de derechos humanos o de
carácter humanitario en que dichos Estados sean partes.
Artículo 23.1. Los Estados Partes reconocen que el niño mental o físicamente impedido
deberá disfrutar de una vida plena y decente en condiciones que aseguren su dignidad, le
permitan llegar a bastarse a sí mismo y faciliten la participación activa del niño en la
comunidad.
2. Los Estados Partes reconocen el derecho del niño impedido a recibir cuidados especiales y
alentarán y asegurarán, con sujeción a los recursos disponibles, la prestación al niño que
reúna las condiciones requeridas y a los responsables de su cuidado de la asistencia que se
solicite y que sea adecuada al estado del niño y a las circunstancias de sus padres o de otras
personas que cuiden de él.
3. En atención a las necesidades especiales del niño impedido, la asistencia que se preste
conforme al párrafo 2 del presente artículo será gratuita siempre que sea posible, habida
cuenta de la situación económica de los padres o de las otras personas que cuiden del niño, y
estará destinada a asegurar que el niño impedido tenga un acceso efectivo a la educación, la
capacitación, los servicios sanitarios, los servicios de rehabilitación, la preparación para el
empleo y las oportunidades de esparcimiento y reciba tales servicios con el objeto de que el
niño logre la integración social y el desarrollo individual, incluido su desarrollo cultural y
espiritual, en la máxima medida posible.
Derecho a la Salud.
Artículo 24.1. Los Estados Partes reconocen el derecho del niño al disfrute del más alto nivel
posible de salud y a servicios para el tratamiento de las enfermedades y la rehabilitación de la
salud. Los Estados Partes se esforzarán por asegurar que ningún niño sea privado de su
derecho al disfrute de esos servicios sanitarios.
e) Asegurar que todos los sectores de la sociedad, y en particular los padres y los niños,
conozcan los principios básicos de la salud y la nutrición de los niños, las ventajas de la
lactancia materna, la higiene y el saneamiento ambiental y las medidas de prevención de
accidentes, tengan acceso a la educación pertinente y reciban apoyo en la aplicación de esos
conocimientos;
Artículo 26.1. Los Estados Partes reconocerán a todos los niños el derecho a beneficiarse de
la seguridad social, incluso del seguro social, y adoptarán las medidas necesarias para lograr
la plena realización de este derecho de conformidad con su legislación nacional.
Artículo 27.1. Los Estados Partes reconocen el derecho de todo niño a un nivel de vida
adecuado para su desarrollo físico, mental, espiritual, moral y social.
2. A los padres u otras personas encargadas del niño les incumbe la responsabilidad
primordial de proporcionar, dentro de sus posibilidades y medios económicos, las
condiciones de vida que sean necesarias para el desarrollo del niño.
Artículo 27.3. Los Estados Partes, de acuerdo con las condiciones nacionales y con arreglo a
sus medios, adoptarán medidas apropiadas para ayudar a los padres y a otras personas
responsables por el niño a dar efectividad a este derecho y, en caso necesario,
proporcionarán asistencia material y programas de apoyo, particularmente con respecto a la
nutrición, el vestuario y la vivienda.
Derecho a la Educación.
Artículo 28.1. Los Estados Partes reconocen el derecho del niño a la educación y, a fin de
que se pueda ejercer progresivamente y en condiciones de igualdad de oportunidades ese
derecho, deberán en particular:
2. Los Estados Partes adoptarán cuantas medidas sean adecuadas para velar por que la
disciplina escolar se administre de modo compatible con la dignidad humana del niño y de
conformidad con la presente Convención.
Fines de la Educación.
Artículo 29.1. Los Estados Partes convienen en que la educación del niño deberá estar
encaminada a:
Desarrollar la personalidad, las aptitudes y la capacidad mental y física del niño hasta el
máximo de sus posibilidades;
Inculcar al niño el respeto de los derechos humanos y las libertades fundamentales y de los
principios consagrados en la Carta de las Naciones Unidas;
Inculcar al niño el respeto de sus padres, de su propia identidad cultural, de su idioma y sus
valores, de los valores nacionales del país en que vive, del país de que sea originario y de las
civilizaciones distintas de la suya;
Preparar al niño para asumir una vida responsable en una sociedad libre, con espíritu de
comprensión, paz, tolerancia, igualdad de los sexos y amistad entre todos los pueblos, grupos
étnicos, nacionales y religiosos y personas de origen indígena;
Artículo 30. En los Estados en que existan minorías étnicas, religiosas o lingüísticas o
personas de origen indígena, no se negará a un niño que pertenezca a tales minorías o que
sea indígena el derecho que le corresponde, en común con los demás miembros de su grupo,
a tener su propia vida cultural, a profesar y practicar su propia religión, o a emplear su
propio idioma.
Artículo 31.1. Los Estados Partes reconocen el derecho del niño al descanso y el
esparcimiento, al juego y a las actividades recreativas propias de su edad y a participar
libremente en la vida cultural y en las artes.
Artículo 32.1. Los Estados Partes reconocen el derecho del niño a estar protegido contra la
explotación económica y contra el desempeño de cualquier trabajo que pueda ser peligroso o
entorpecer su educación, o que sea nocivo para su salud o para su desarrollo físico, mental,
espiritual, moral o social.
Estipularán las penalidades u otras sanciones apropiadas para asegurar la aplicación efectiva
del presente artículo.
Artículo 33. Los Estados Partes adoptarán todas las medidas apropiadas, incluidas medidas
legislativas, administrativas, sociales y educacionales, para proteger a los niños contra el uso
ilícito de los estupefacientes y sustancias psicotrópicas enumeradas en los tratados
internacionales pertinentes, y para impedir que se utilice a niños en la producción y el tráfico
ilícitos de esas sustancias.
Artículo 34. Los Estados Partes se comprometen a proteger al niño contra todas las formas
de explotación y abuso sexuales. Con este fin, los Estados Partes tomarán, en particular,
todas las medidas de carácter nacional, bilateral y multilateral que sean necesarias para
impedir:
La incitación o la coacción para que un niño se dedique a cualquier actividad sexual ilegal;
Artículo 35. Los Estados Partes tomarán todas las medidas de carácter
nacional, bilateral y multilateral que sean necesarias para impedir el secuestro,
la venta o la trata de niños para cualquier fin o en cualquier forma.
a) Ningún niño sea sometido a torturas ni a otros tratos o penas crueles, inhumanos o
degradantes. No se impondrá la pena capital ni la de prisión perpetua sin posibilidad de
excarcelación por delitos cometidos por menores de 18 años de edad;
Derecho a la Libertad personal.
Artículo 37 c) Todo niño privado de libertad sea tratado con la humanidad y el respeto que
merece la dignidad inherente a la persona humana, y de manera que se tengan en cuenta las
necesidades de las personas de su edad. En particular, todo niño privado de libertad estará
separado de los adultos, a menos que ello se considere contrario al interés superior del niño,
y tendrá derecho a mantener contacto con su familia por medio de correspondencia y de
visitas, salvo en circunstancias excepcionales;
Artículo 38.1. Los Estados Partes se comprometen a respetar y velar por que se respeten las
normas del derecho internacional humanitario que les sean aplicables en los conflictos
armados y que sean pertinentes para el niño.
2. Los Estados Partes adoptarán todas las medidas posibles par asegurar que las personas que
aún no hayan cumplido los 15 años de edad no participen directamente en las hostilidades
Artículo 38.3. Los Estados Partes se abstendrán de reclutar en las fuerzas armadas a las
personas que no hayan cumplido los 15 años de edad. Si reclutan personas que hayan
cumplido 15 años, pero que sean menores de 18, los Estados Partes procurarán dar prioridad
a los de más edad.
Artículo 39. Los Estados Partes adoptarán todas las medidas apropiadas para promover la
recuperación física y psicológica y la reintegración social de todo niño víctima de: cualquier
forma de abandono, explotación o abuso; tortura u otra forma de tratos o penas crueles,
inhumanos o degradantes; o conflictos armados. Esa recuperación y reintegración se llevarán
a cabo en un ambiente que fomente la salud, el respeto de sí mismo y la dignidad del niño.
COMUNIDAD DE APRENDIZAJE
Metodología sugerida
Tercera sesión.
Usted
Que es una persona adulta
-y por lo tanto
sensata, madura, razonable,
con una gran experiencia
y que sabe muchas cosas-
¿Qué quiere ser cuando sea niño?
Segunda reflexión.
Lea o cuente en voz alta a las personas presentes la siguiente historia real:
El ombligo.
En una comunidad Maya, cuando a un niño o niña recién nacido se le cae el ombligo, se
hace una ceremonia o celebración especial. Ésta consiste en que, en un lugar especial,
invitan a todos los familiares del niño o niña, a los vecinos y a toda la comunidad,
conozcan o no al niño o niña.
Cuando ya están reunidos, queman el ombligo del recién nacido, lo muelen y luego lo echan
en un recipiente con agua. Lo revuelven y le dan de beber un poquito a cada una de las
personas presentes.
Después de contar esta historia real, invite a las personas a que en grupos pequeños,
reflexionen MAS ALLA DEL RITUAL O TRADICION,
¿Cuál es el sentido?,¿Qué significa, esto que se hace, para la vida del niño o niña?
¿Cuál es el mensaje que se da al niño(a) y a la comunidad?
Tercera reflexión.
La siembra.
Se busca primero, que las personas recuerden el proceso de cómo se hace la siembra del maiz
o del frijol u otro producto de la región. Cuando ya lo tengan, se les invita a que relacionen
este proceso de siembra con la vida de los niños y las niñas. Para ayudar a la reflexión
podemos preguntarnos:
¿Cuál es el proceso de siembra para que las semillas de los niños y las niñas puedan dar
buen fruto?
Nota.
Se puede elegir una o dos de estas tres opciones. Otra posibilidad es que unos grupos trabajen
una y otros grupos otras.
Carta a mi mismo(a):
30 minutos
Repártales a los participantes una hoja en blanca e invíteles a escribir en la hoja una carta para
si mismo, para si misma, donde relate la experiencia del día ¿Cómo se sintió?, ¿Qué cosas
aprendió?, ¿Cuales son sus reflexiones? ¿Que aprendió y a que le compromete en su vida y
práctica diaria?
Antes de finalizar….
10 minutos.
Evaluamos
En esta parte es importante rescatar de las personas participantes:
¿cómo se sintieron?
¿Qué reflexiones se llevan para su vida personal y para su acción social?
¿Qué ideas tienen para fortalecer la comunidad de aprendizaje?
Y hacemos un cierre.
Esto es importante porque nos ayuda a cerrar afectivamente la sesión. Existen muchas
maneras de hacerlo: dándonos la mano, haciendo un circulo de pie y allí platicar sobre las
preguntas de evaluación, dándonos un abrazo, en fin… la idea es que la gente se vaya con el
sentimiento de que ese es un espacio donde se comparte la afectividad y los saberes.
CUARTA SESIÒN
LOS DERECHOS HUMANOS DE LA NIÑEZ Y ADOLESCENCIA
Con el advenimiento de la Convención de Naciones Unidas sobre los derechos del niño en
1989, se inicia en casi todos los países latinoamericanos un proceso de sustitución del modelo
tradicional de gestación de las políticas gubernamentales. Este nuevo modelo de
formulación, ejecución y control de las políticas a favor de la niñez y la adolescencia, se
fundamenta teóricamente en la Doctrina de la Protección Integraly normativamente en la
Convención sobre los derechos del niño.
La Convención sobre los derechos del niño, es un Tratado Internacional, parte del Derecho
Internacional de los Derechos Humanos, que codifica los derechos fundamentales de la niñez
y la adolescencia, con fuerza vinculante para los Estados que la ratifican. Dicha ley es
considerada como un mínimo ético y político, que los países que la han incorporado a su
legislación, deben asegurarle a todos sus niños, niñas y adolescentes, para procurar su
desarrollo. Contiene principios, normas interpretativas, derechos civiles, políticos,
económicos, sociales, culturales y especiales de protección; así como disposiciones
organizativas de control.
Por su parte la Doctrina de Protección Integral, se caracteriza por considerar al niño y la niña
como sujetos de derecho, que si bien no tiene la fuerza suficiente para hacerlos valer todos
por si mismo, son portadores de derechos humanos originarios, por lo que su condición de
seres humanos en proceso de desarrollo y su falta de capacidad jurídica, para ejercitarlos por
si mismos, tiene que ser suplida por instrumentos de Protección Social y Jurídica.
Entendiéndose por Protección Social al conjunto de acciones implementadas para la
materialización de los Derechos Humanos de la niñez y la adolescencia y por Protección
Jurídica, el reconocimiento de sus derechos humanos en cuerpos jurídicos que contengan
mecanismos de exigibilidad.
Para la Doctrina de mérito, se debe desvincular las situaciones de riesgo social, de las
patologías de carácter individual, posibilitando que las deficiencias más agudas sean
percibidas como omisiones de las políticas sociales. No es más el niño, niña o adolescente
que se encuentra en situación irregular, sino la persona responsable o, institución por la
acción u omisión.En tal sentido las violaciones a los Derechos Humanos de la niñez y la
adolescencia, tienen que ser analizadas como omisiones en las Políticas de atención hacia
ellos.
En este orden de ideas, a partir del artículo 3 la Carta Magna Guatemalteca se establece un
catálogo de derechos humanos, que le son inherentes a todos los que habitan el territorio, los
cuales en calidad y número, no se agotan en el texto de la misma, ya que al tenor del artículo
44, “Los derechos y garantías que otorga la Constitución no excluyen otros que, aunque no
figuren expresamente en ella, son inherentes a la persona humana...”. Por lo tanto los
derechos humanos que le asisten a todo niño, niña o adolescente, se deben ampliar con los
contenidos en todos aquellos tratados y convenciones aceptadas y ratificadas por Guatemala,
que sean parte del Derecho Internacional de los Derechos Humanos, ya sean generales o
específicos para la niñez y adolescencia.
De acuerdo con la pirámide de Kelsen, que jerarquiza las normas jurídicas, la Constitución
Política de la República y los Convenios y Tratados internacionales en materia de Derechos
Humanos, son las normas de mayor jerarquía y fundantes, del ordenamiento jurídico en el
país, las cuales deben ser reglamentadas por leyes ordinarias, de menor jerarquía que las
anteriores, por lo que los derechos humanos contenidos tanto en la Constitución como en el
Derecho Internacional de los Derechos Humanos, son ese mínimo ético que el Estado se
compromete a cumplir para el desarrollo integral de todas las personas, mayores o menores
de edad, los cuales para garantizarlos, deberán ser regulados en leyes y reglamentos, que
normen la institucionalidad y los mecanismos de exigibilidad.
Ahora bien, la pregunta que se plantea es ¿cuáles son esos derechos humanos, que deben
gozar los niños, niñas y adolescentes?, la respuesta puede ser muy amplia y a la vez
incompleta, pues su variedad se incrementa constantemente, de acuerdo con el desarrollo de
las sociedades y la propia dogmática de los Derechos Humanos. Por tal razón, para
establecer cuáles son dichos derechos fundamentales, es conveniente clasificarlos, por su
naturaleza o contenido, orden de aparición, singularidad o pluralidad de sus destinatarios,
etc.
La Protección Integral de los niños, niñas y adolescentes debe realizarse a nivel social,
económico y jurídico. Las acciones administrativas que se desarrollen con el fin de propiciar
la vigencia de los derechos de la niñez y la adolescencia, se realizarán mediante la
formulación, ejecución y control de las políticas públicas implementadas por el Estado con
participación de la sociedad.
Sociales Básicas;
Asistencia Social;
Protección Especial; y,
Garantía.
Las Políticas Sociales Básicas son definidas como: “el conjunto de acciones formuladas por el
Estado y la sociedad, para garantizar a todos los niños, niñas y adolescentes, el pleno goce de
sus derechos”. Aquí se encuentran dispuestas todas las acciones tendientes a hacer efectivos,
entre otros, los derechos humanos a la salud, educación, alimentación, vivienda, cultura,
recreación, deporte, etc. Es decir, todos aquellos que satisfagan las necesidades básicas de la
población objetivo.
Por Políticas de Asistencia Social se entiende: “el conjunto de acciones formuladas por el
Estado y la sociedad, para garantizar a los niños, niñas y adolescentes, en situaciones
extremas de pobreza o en estado de emergencia, el derecho a un nivel de vida adecuado, a
través de programas de apoyo y asistencia familiar.”
Políticas de Protección Especial son: “el conjunto de acciones formuladas por el Estado y la
sociedad, para garantizar a los niños, niñas y adolescentes amenazados o violados en sus
derechos su recuperación física, psicológica y moral.”
Por Políticas de Garantía la ley entiende: “el conjunto de acciones formuladas por el Estado y
la sociedad, para garantizar a los niños, niñas y adolescentes sujetos a procedimientos
judiciales o administrativos, las garantías procesales mínimas.”
En el anterior orden de ideas, existen algunos esfuerzos que hay que reconocer, uno de ellos
lo constituye la aprobación del Acuerdo Gubernativo No. 333-2004, por medio del cual el
Presidente de la República en Consejo de Ministros acordó: Asumir como política de Estado
la Política Pública de Protección Integral de la niñez y adolescencia; aprobar el Plan de
Acción Nacional a favor de la Niñez y Adolescencia para el período comprendido del 2004
al 2015; Trasladar a la Comisión Nacional de la Niñez y Adolescencia la Política Pública y el
Plan de Acción para promover su implementación; Difundir la Política Pública y el Plan de
Acción Nacional así como el marco jurídico y de políticas que las respalda, para que las
instituciones públicas asuman su cumplimiento Los objetivos específicos de la Política y el
Plan se vinculan a los tipos de políticas, definidas en la Ley de Protección Integral de la Niñez
y Adolescencia, a saber:
Políticas Sociales Básicas: Asegurar que toda niña y niño guatemalteco cuente con un
certificado de nacimiento; Garantizar que la niñez y adolescencia tenga acceso a servicios de
salud con calidad; Asegurar que la niñez y adolescencia tenga servicios básicos que le
permitan tener una vida sana; Reducir las tasas de mortalidad y morbilidad; Asegurar que la
niñez y adolescencia tenga oportunidad de educarse y de acceder a una educación con
calidad; Lograr que la niñez y adolescencia tenga mayores oportunidades de recreación,
deporte y acceso a la cultura.
Si bien la Política Pública anterior, como se puede inferir de sus objetivos, no abarca todos
los derechos que deben ser respetados a la niñez y la adolescencia, sus aspiraciones son muy
alentadoras, pues hay acciones de prevención, restitución y socioeducativas, que de haberse
asignado los recursos necesarios en el presupuesto de ingresos y egresos de la Nación para su
puesta en marcha, hubiera sido un buen inicio para la atención de la problemática por la que
atraviesa la niñez y la adolescencia.
COMUNIDAD DE APRENDIZAJE
Metodología sugerida
Cuarta sesión.
Explicar con sus propias palabras quienes son los responsables de velar por el cumplimiento
de los derechos y la vida digna para los niños y las niñas.
Relacionar la vida digna con políticas públicas para la niñez y la adolescencia.
Iniciamos:
Preparar las condiciones emocionales y físicas.
Tiempo estimado 15 minutos.
Se comparte con las y los participantes los resultados relevantes de la situación de la niñez en
el municipio aportada por el Dx municipal construido por CIPRODENI con el apoyo de
investigadores en cada municipio.
Conceptualización.
30 minutos.
En esta parte, tomando en cuenta los aportes de las y los participantes, compartimos otras
ideas que aparece en el material construido por CIPRODENI para la presente sesión.
Volver a la vida.
30 minutos.
Árbol de problemas- árbol de objetivos.
Se invita a que las y los participantes reunidos en grupos elijan una problemática que afecta a
la niñez y que encuentren en ella:
Cuando hayan terminado se les invita que construyan:
Cierre de la sesión.
50 minutos.
Cuando hayan terminado se comparte en plenaria los resultados. Luego el facilitador
comparte con las y los participantes el proceso y resultado del Dx y plan de acción para los
niños y niñas trabajadores y la política pública integral de la niñez y adolescencia. Para
compartir esta última podemos pedir el apoyo de personal de UNICEF en el área o a la
oficina municipal de planificación.
QUINTA SESIÒN
SISTEMA DE PROTECCION DE LOS DERECHOS DE LA NIÑEZ Y
ADOLESCENCIA
La referida ley confiere como atribución de los Juzgados de Paz, en materia de protección de
los derechos de la niñez y adolescencia: Conocer y resolver las solicitudes de medidas
cautelares que sean necesarias para el cese de la amenaza o violación de un derecho humano
de la niñez y adolescencia, pudiendo dictar entre otras medidas: ordenar tratamientos
médicos, psicológicos o psiquiátricos; colocación provisional del niño, niña o adolescente en
familia sustituta; abrigo temporal; Certificar lo conducente a donde corresponda si se cometió
algún delito en contra del niño, niña o adolescente; y, el retiro del agresor del hogar de la
víctima, respectivamente.
Por su parte, a los Juzgados de la Niñez y la Adolescencia les confiere competencia para:
Conocer, tramitar y resolver aquellos hechos o casos remitidos, denunciados o conocidos de
oficio, que constituyan una amenaza o violación a los derechos de la niñez y adolescencia y
que, a través de una resolución judicial, se restituya el derecho violado o cese la amenaza o
violación al mismo;
A la Sala de la Corte de Apelaciones de la Niñez y Adolescencia le compete, entre otras cosas:
Conocer de los recursos de apelación que se interpongan contra las resoluciones que dicten
los Jueces de Primera Instancia de este ramo.
Dentro de las medidas de protección que pueden imponer los Juzgados de la Niñez y la
Adolescencia, así como los de Paz, se encuentran: Amonestación verbal o escrita al
responsable de la violación o amenaza del derecho humano del niño, niña o adolescente;
Declaración de responsabilidad a los padres, tutores o responsables; Remisión de la familia a
programas oficiales o comunitarios de auxilio, orientación apoyo y seguimiento temporal;
Ordenar la matrícula de niños, niñas y adolescentes, en establecimientos oficiales de
enseñanza y observar su asistencia y aprovechamiento escolar; Ordenar tratamiento médico,
psicológico o psiquiátrico, en régimen de internamiento en hospital o tratamiento
ambulatorio; Ordenar a los padres, tutores o responsables, su inclusión en programas oficiales
o comunitarios de auxilio, que impliquen orientación, tratamiento y rehabilitación a
cualquier desviación de conducta, problemas de alcoholismo o drogadicción; Colocación
provisional del niño, niña o adolescente en familia sustituta; Abrigo temporal del niño, niña
o adolescente en entidad pública o privada, conforme las circunstancias particulares del caso.
El procedimiento de tutela o restitución del o los derechos amenazados con ser violados o los
ya violentados que establece la Ley de Protección Integral de la Niñez y Adolescencia es el
siguiente:
Cuando se trate de asuntos que puedan causarle perjuicio psicológico, el juez podrá disponer
su retiro transitorio de la misma; oirá en su orden al niño, niña o adolescente, al representante
de la Procuraduría General de la Nación, al representante de otras instituciones, terceros
involucrados, médicos, psicólogos, trabajadores sociales, maestros o testigos que tengan
conocimiento del hecho; y a los padres, tutores o encargados.
b) Declaración de testigos;
c) Dictamen de expertos;
c) Reconocimiento judicial;
En caso de que la declaración fuera positiva, el juez deberá: Fijar un plazo perentorio en el
cual deberá restituirse el o los derechos violados. Vencido el plazo sin que se haya cumplido
con la obligación, se certificará lo conducente al Ministerio Público para los efectos de la
acción penal.
El juez que dictó la resolución final será el encargado de velar por su cumplimiento, para el
efecto, solicitará informes cada dos meses a donde corresponda sobre el cumplimiento de las
medidas acordadas para la protección del niño, niña y adolescente.
Todas las resoluciones son revocables de oficio por el juez que las dictó o a instancia de
parte, salvo las que pongan fin al procedimiento. Salvo disposición en contrario, únicamente
son apelables los autos que resuelvan definitivamente el procedimiento o que determinen la
separación del niño, niña y adolescente de sus padres, tutores o encargados.
COMUNIDAD DE APRENDIZAJE
Metodología sugerida
Quinta Sesión.
Desde la vida.
Tiempo estimado: 20 minutos
Se invita a que las y los participantes reunidos en grupos elijan algo, de la vida diaria, que a
ellos y ellas les llame especialmente la atención y que funcione como un sistema. Luego se les
invita a que lo dibujen y hagan clara, o explicita, la dinámica de interacción entre las partes
que provocan un buen funcionamiento del sistema. Para eso pueden usar símbolos, flechas,
etc. Que deseen. Cuando ya lo hayan elegido se les invita a que respondan a las siguientes
preguntas:
¿Porque dicen que esto funciona como un sistema-que características tiene para considerarlo
como tal?
¿Cómo funciona el sistema que han elegido?
Primera opción.
Se invita a las y los participantes a retomar una problemática-conflicto que está afectando a
la niñez en la comunidad y que a ellos les resulta especialmente sensible.
Luego se les pide que modelando esculturas con sus cuerpos, representen una imagen del
conflicto o la violación al derecho de la niñez. Cuando hayan terminado la presentan a sus
demás compañeros quienes pueden cambiar lo necesario para lograr acercarla lo más posible
a la realidad, ¿cómo lo hace?; sin hablar, usando el cuerpo de las y los demás. Esculpe
estatuas y los demás se dejan esculpir. Se hacen los cambios necesarios hasta que todos estén
de acuerdo que esa imagen refleja realmente la situación de conflicto o violación al derecho
de la niñez.
Posterior a esto se motiva a que transformen esa imagen real de violación a una imagen ideal
donde dicha violación haya desaparecido y que represente el sueño de cómo les gustaría
transformar dicha situación.
Luego, se vuelve a la imagen real y a partir de ésta se comienza el debate con las preguntas
claves: ¿Cómo hacemos para pasar de esta imagen real a la imagen ideal que construimos?,
¿Cuáles son los caminos, los puentes, los pasos para lograrlo?. Se motiva, entonces, a que las
y los participantes vayan construyendo imágenes de transición que reflejen el camino que
hay que seguir para llegar a la imagen ideal en la que la violación ha desaparecido.
Opción dos.
El teatro como lenguaje: dramaturgia simultánea.
El éxito está en que los grupos NO PRESENTAN SOLUCIONES sino que llevan el conflicto
a la crisis, al momento en que necesita una solución. Las y los actores dejan de interpretar y
piden al público que ofrezca soluciones. En seguida, improvisadamente, se interpretan todas
las soluciones propuestas por el público, que tiene derecho a INTERVENIR Y CORREGIR
acciones o parlamentos producidos por las y los actores. Estos y Estas son obligados a
retroceder e interpretar lo que les propone el público. Todo lo propuesto es expuesto
teatralmente. Se debe aceptar cualquier propuesta sin rechazarla nunca, mostrando las
consecuencias que tiene en la vida. NO CAMBIA EL QUE ACTUA, CAMBIA AL QUE
INTERPRETA.
Opción tres.
El teatro como lenguaje: Teatro Foro
Para empezar el facilitador(a) o enlace explica a los especta-actores las reglas del juego.
En el primer momento se presenta a las y los espeta-actores una escena que contenga un
conflicto que se desea resolver, la opresión que se desea combatir. Esta escena tiene que tener
un fallo, para estimular en los especta-actores a encontrar soluciones y a inventar nuevos
modos de enfrentarse al conflicto.
Segundo momento. Se pregunta a los especta-actores si están de acuerdo con las soluciones
propuestas por el protagonista. Probablemente dirán que no. se informa al público que se
presentará de nuevo la escena original en la que las y los actores presentan una visión del
mundo e intentarán mantenerla en la escena; se busca provocar al público para que puedan
intervenir y plantear en escena su visión de cómo se debería resolver el conflicto planteado.
Es decir que pasen de ser público a ser actores. Y ¿cómo lo hacen?
Se informa a las y los espectactores que la primera opción de intervención es ocupar el lugar
del protagonista cuando esté cometiendo un error u optando por una alternativa falsa o
insuficiente, y buscar una solución mejor para la situación que presenta la escena.
El espectactor debe acercarse al espacio donde la escena se desarrolla y gritar: ¡alto! Las y
los actores deben suspender inmediatamente la escena, inmovilizándose en sus lugares.
Luego, el espectactor debe decir desde donde quiere que se reanude la escena, indicando una
frase, momento o movimiento a partir del cual se ha de retomar la acción. La pieza
recomienza en el punto indicado, teniendo ahora al espectactor como protagonista. El actor
sustituido no se quedará totalmente fuera, sino que se queda en escena para animar, apoyar y
corregir al espectactor solamente si este se equivoca en algo esencial.
A partir de este momento en que el espectactor toma el lugar del protagonista y propone una
nueva solución empieza el juego-lucha, por un lado los que ejercían el papel de violación
siguen ejerciéndola adecuándola a la alternativa que propone el especta-actor y éste trata de
generar, apoyándose en los aliados que hubiera en escena, de hacer una propuesta que
obligue al opresor a ceder en su accionar. Los actores, especialmente los que ejercen la
opresión, tienen un doble papel: primero, no ceden ni regalan nada sino que adecuan su
papel de opresión a la propuesta del especta-actor y el segundo, tratan de motivar y apoyar
al especta-actor para que lleve a cabo su propuesta. El éxito está en el equilibrio de las
acciones, es decir no se trata de que quienes están ejerciendo el papel de opresión se
radicalicen en su posición sino que deben tener sano juicio y cambiar cuando la propuesta
del especta-actor así los obligue. No regalan ni ceden nada, pero tampoco se radicalizan.
Esta claro que el objetivo del foro no es ganar, sino permitir que aprendamos y
nos ejercitemos. Las y los especta-actores, poniendo en escena sus ideas, se
ejercitan en la acción para la vida real; y actores y público, actuando igualmente,
toman conciencia de las posibles consecuencias de sus acciones. Se busca el
aprendizaje de los mecanismos por los cuales se produce la situación opresiva, el
descubrimiento de tácticas y estrategias para evitarla y el ensayo de esas
prácticas.
Seguimos:
Si el espectactor renuncia, o agota las acciones que tenía planeadas, sale del juego; el actor –
protagonista retoma su papel, y el espectáculo caminará hacia el final conocido. Otro
espectactor podrá aproximarse a la escena y decir ¡Alto!, indicando desde dónde desea que se
reanude la pieza-como en una cinta de video, en la que podemos ir hacia delante o hacia
atrás-, para intentar una nueva solución, o tantas cuantas fueren las intervenciones de los
espectactores. La escena se reanudará siempre a partir del punto que el espectactor desee
examinar. Después de cada propuesta llevada a cabo, el facilitador o enlace hará una síntesis
de la intervención para aclarar pensamientos, opiniones y propuestas.
En un determinado momento, algún espectactor podrá romper con la opresión impuesta por
la estructura de la escena e improvisada por los actores. Entonces los actores deberán dejar a
sus personajes, ya sea uno a uno o todos juntos. En ese caso, otros espectactores serán
invitados a ocupar los lugares de los actores, con el fin de demostrar nuevas formas de
opresión que los actores tal vez desconozcan. Se reinicia el juego-lucha de la opresión y la
liberación.
una cosa importante es que no cuestionamos las propuestas que vengan desde el público; las
ensayamos todas. El especta-actores entonces tienen la oportunidad de experimentar, no
importa que al final no sea la respuesta, pero si sirve para encontrarla a través de la reflexión
y la acción.
Conceptualización.
40 minutos.
En esta parte, tomando en cuenta los aportes de las y los participantes, compartimos otras
ideas que aparece en el material construido por CIPRODENI para la presente sesión.
Cierre de la sesión.
20 minutos.
Se cierra sondeando con las y los participantes los aprendizajes obtenidos en la sesión y a lo
que esto les mueve, les compromete.
COMUNIDAD DE APRENDISAJE
Metodología sugerida
Sexta Sesión.
Tomando en cuenta esta reflexión, se propone que para la sexta sesión de nuestras
comunidades de aprendizaje, se propicie un espacio de reflexión sobre la protección
municipal de los niños y las niñas.
Nota. Con respecto a los niños y las niñas que puedan participar
Llego el momento.
Los representantes de los diferentes sectores van exponiendo uno a uno su visión con
respecto a la protección integral de la niñez en el municipio. Cuando todos y todas hayan
terminado se invita a los otros participantes a hacer preguntas directas a alguno de los
invitados. Se debe hacer saber a las y los participantes que se trata de profundizar en la
reflexión con respecto a la protección de los niños y las niñas, por lo que no es valido atacar
a ninguno de los invitados. Por lo que es importante que en todo el proceso haya un
moderador del espacio de reflexión. Se busca di-alogar no di-alegar.
Cerramos.
Después de un tiempo prudencial, el moderador hace un cierre retomando los aportes dados
en el espacio y los retos que se han planteado.
Construida tomando como base la tesis de maestría en Derechos Humanos: “Teoría General de los
Derechos Humanos de la niñez y sus mecanismos de exigibilidad”, de Marvin Rabanales García, Miembro
del equipo de CIPRODENI
Tomando como base expresiones de educadores de la Asociación Gente Positiva.
Mercedes Román, Todos los niños tienen derechos, La convención de las Naciones Unidas sobre los
Derechos del Niño, Defensa de Niños Internacional-USA, New York, New York P. 2
Procuraduría de los Derechos Humanos, Manual de Protección Interna de Derechos Humanos, Guatemala,
1997
Monroy Cabra Marco Gerardo, Los Derechos Humanos, Editorial Temis, Bogotá Colombia, 1980 P.1
Instituto Interamericano de Derechos Humanos: Protección de Derechos Humanos. (San José, Costa Rica,
Módulo 1, serie Módulos Educativos, 2002) pp. 11
Ferrajoli, Luigi: Derechos y garantías, La ley del más débil. (Madrid, España, Editorial Trotta, 1999) pp.
37.
Los derechos fundamentales, de la misma manera que los demás derechos, consisten en expectativas
negativas o positivas a las que corresponden obligaciones (de prestación) o prohibiciones (de lesión). Ibid.
pp. 43.
Prado, Gerardo: Derecho Constitucional Guatemalteco. (Guatemala, Facultad de Ciencias Jurídicas y
Sociales, Universidad de San Carlos de Guatemala, 2000) pp. 21.
Padilla, Miguel, M: op. cit. pp. 33
Característica: “Aplicase a la cualidad que da carácter o sirve para distinguir una persona o cosa de sus
semejantes.” Real Academia Española. op. cit. pp 256. o “Cada una de las cualidades esenciales y
diferenciadoras de los seres y de las cosas.” Cabanellas, Guillermo: op. cit. pp. 71.
Caracterizar: “Determinar los atributos peculiares de una persona o cosa, de modo que claramente se
distinga de los demás.” Ibid. pp. 256
Para los iusnaturalistas, los derechos humanos se caracterizan por ser universales, ya que todos los seres
humanos los poseen al iniciar su vida temporal. Padilla, Miguel: op. cit. pp. 34.
Instituto Interamericano de Derechos Humanos: op. cit. pp. 13
Op. cit. pp. 34
“Prescripción. Consolidación de una situación jurídica por efecto del transcurso del tiempo; ya sea
convirtiendo un hecho en derecho, como la posesión en propiedad; ya perpetuando una renuncia, abandono,
desidia, inactividad o impotencia.” Cabanellas, Guillermo: op. cit. pp. 373.
Instituto Interamericano de Derechos Humanos: op. cit. pp. 13
Op. cit. pp. 25.
Fernández, Eusebio: op . cit. pp 82.
Pérez Luño, Antonio Enrique: op. cit. pp. 70
Iusnaturalista es la doctrina que acepta la existencia de algún principio suprapositivo de derecho. “Lo que
caracteriza más propiamente a las diversas iusfilosofías que lo integran es su defensa de la existencia de
algún o algunos principios –ya sea en el orden de las normas, de los deberes o de las facultades jurídicas-
que no se reducen al mero derecho positivo. Como consecuencia de ello, sólo desde una postura
iusnaturalista es posible juzgar con un mínimo de coherencia acerca del valor de la legislación positiva, así
como de la costumbre o de la jurisprudencia, con referencia a cierto – o ciertos- principios de justicia no
positivos.”
op. cit. pp. 216-217.
Brenes Castro, Arnoldo: op. cit. pp. 64.
PDH-Guatemala, Programa de Derechos Humanos y Reconciliación USAID, Visión integral de los
Derechos Humanos. Folleto de apoyo a procesos de Formación en Derechos Humanos, , Guatemala 1994,
p 17
Fernández, Eusebio: op. cit. pp. 101.
“El fundamento exclusivamente pragmático ofrece dos caras: una nos muestra que él radica en la necesidad
preocupante de tutelar al hombre frente al Estado y a sus semejantes para sacarlo de la indefensión y la
amenaza; otra nos muestra que el sustento reside nada más que en el consenso social en torno de los
derechos.” Loc. Cit.
Arranz Sanz, Vicente: Revista Jurídica (Guatemala, Universidad Rafael Landivar, Instituto de
Investigaciones Jurídicas., 2001) pp. 165.
Pérez Luño, Antonio E: op, cit. pp. 182.
Bidart Campos, Germán J: op. cit. pp. 91.
El calificativo de morales corresponde, porque se parte de una fundamentación ética, pero al mismo tiempo
implica una limitación en el número de los derechos que caben en la categoría de derechos humanos, ya que
solamente lo serían aquellos más estrechamente vinculados a la idea de la dignidad humana.
Fernández, Eusebio: op. cit. pp. 106-107.
op, cit. pp. 81.
Fernández, Eusebio: op. cit. pp. 107.
Bidart Campos, Germán J: op. cit. pp. 72.
Propuesta hecha por el Doctor Fernando Velásquez Carrera, quien, tomando en cuenta la clasificación realizada por
Gregorio Peces Barba e Ignacio Ara Pinilla
“Los primeros derechos humanos en ser reconocidos históricamente son los llamados derechos civiles y
políticos, cuyo reconocimiento se produce como consecuencia de los abusos de las monarquías y gobiernos
absolutistas del siglo XVIII y que coincide con los movimientos democráticos y revolucionarios de fines
de ese siglo.”Brenes Castro, Arnoldo: Teoría de los Deberes humanos: “Un llamado a la responsabilidad”.
op. cit. pp 105.
Bidart Campos, Germán J: op. cit. pp. 315.
García Laguardia, Jorge Mario: Derechos Humanos y Democracia. (México: Comisión Nacional de
Derechos Humanos, 1997) pp. 53.
Monroy Cabra, Marco Gerardo: op. cit. pp. 33
Padilla, Miguel M: op. cit. pp. 45.
“En el campo del Derecho Constitucional se continuaron produciendo importantes desarrollos sobre el
contenido y la concepción de los derechos humanos, especialmente en relación con los derechos
económicos, sociales y culturales, que se refieren a la existencia de condiciones de vida de acceso a los
bienes materiales y culturales en términos adecuados a la dignidad inherente a la familia humana. El
reconocimiento de estos derechos se da a raíz del protagonismo que adquiere el proletariado durante la
industrialización de los países occidentales. A esto se le ha llamado <segunda generación> de los derechos
humanos. Nikken, Pedro, citado por: Azurdia Juárez, Luz María: op. cit. pp. 18.
Brenes Castro, Arnoldo: op. cit. pp. 107.
Creada en 1945, por medio de la Carta de San Francisco.
Padilla, Miguel M: op. cit. pp. 50.
Bidart Campos, Germán: op. cit. pp. 415-417.
Velásquez Carrera, José Fernando: op. cit. pp. 41.
Ibid. pp. 42.
García Bauer, Carlos: op. cit. pp. 41
Ibid. pp. 47.
Brenes Castro, Arnoldo: op. cit. pp. 111.
Cabanellas, Guillermo. Tomo V: op. cit. pp. 331
Ibid. pp. 17.
Truyol y Serra, Antonio: Los Derechos Humanos. (Madrid, España, Editorial Tecnos, 1994) pp. 26-27.
García Bauer, Carlos: Los Derechos Humanos en América. (Guatemala, Editorial Tipografía Nacional,
1987) pp. 58.
op. cit. pp. 99.
Estos aportes aparecen en el material de la sesión I.
Tomado de: Construyendo soluciones para los conflictos, cuaderno 4, Serie: ¿Cómo construir la
reconciliación en Chiapas?. Comisión de apoyo a la unidad y reconciliación comunitaria-CORECO-2003.
pág. 2-7.
Peces Barba, Norberto Bobbio y otros.
Fernando Velásquez, Gonzalo García, Sergio Mico y Emilio García Méndez.
Roman, Mercedes. Todos los Niños tienen Derechos. La Convención de la Naciones Unidas sobre los
Derechos del Niño. Defensa de los Niños Internacional- U.S.A.
Román, Mercedes. Todos los Niños tienen Derechos. La Convención de la Naciones Unidas sobre los
Derechos del Niño. Defensa de los Niños Internacional-U.S.A.
Instituto Interamericano de Derechos Humanos: Op. cit. pp. 13
Azurdia Juárez, Luz María: op. cit. pp.13-14.
“Prescripción. Consolidación de una situación jurídica por efecto del transcurso del tiempo; ya sea
convirtiendo un hecho en derecho, como la posesión en propiedad; ya perpetuando una renuncia, abandono,
desidia, inactividad o impotencia.” Cabanellas, Guillermo: Op. cit. pp. 373.
Instituto Interamericano de Derechos Humanos: Op. cit. pp. 13
Ávila, Carlos Hugo: Op. cit. pp. 11.
Ibid. pp. 10
Loc. cit.
Ibid. pp. 47.
García Méndez, Emilio: Prehistoria e historia del control socio-penal de la infancia: Política Jurídica y
Derechos Humanos en América Latina. pp. 1.
Ariés, Philippe: El Niño y la Vida Familiar en el Antiguo Régimen. El descubrimiento de la infancia.
pp. 1.
Loc. cit.
Palomba, Federico. Tendencias Evolutivas en la Protección de los Menores. pp. 1.
Derecho de la Infancia-Adolescencia en América Latina: De la Situación Irregular a la Protección Integral.
(Santa Fé de Bogotá, Colombia, Editorial Forum Pacis, 1994.) pp. 40.
García Méndez, Emilio: Prehistoria e historia del control socio-penal de la infancia: Política Jurídica y
Derechos Humanos en América Latina. pp. 2.
Loc. cit.
Loc. cit.
op. cit. pp. 1.
García Méndez, Emilio: Op. cit. pp. 3.
García Méndez, Emilio: Derecho de la Infancia-adolescencia en América Latina: De la Situación Irregular a
la Protección Integral: Op. cit. pp. 45.
Sajón, Rafael: Derecho de Menores. ( Buenos Aires, Argentina, Editorial Abeledo-Perrot, 1995) pp. 102.
García Méndez, Emilio: Prehistoria e Historia del Control Socio-Penal de la Infancia: Op. cit. pp. 4.
Construida tomando como referencia la tesis de maestría en Derechos Humanos: “Teoría General de los
Derechos Humanos de la niñez y sus mecanismos de exigibilidad”, Lic. Marvin Rabanales García,
miembro del equipo de CIPRODENI.
Parafraseando a Solórzano, Justo. La ley de protección integral de la niñez y la adolescencia, Organismo
Judicial, UNICEF, Guatemala 2,004
Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia –UNICEF-. Convención sobre los derechos del niño. pp.
51.
Fondo de las Naciones Unidas para la infancia –UNICEF-. op. cit. pp. 45-50
Jairo Anibal Niño
Por Doctrina de la Protección Integral se puede entender al conjunto de opiniones, tesis, postulados y
estudios que los científicos del Derecho realizan, en torno a las fuentes, principios, naturaleza, normas
jurídicas e instituciones que se ocupan de la eficacia de los Derechos Humanos de la niñez y la
adolescencia.
La Convención sobre los derechos del niño, fue aprobada por Naciones Unidas el 20 de noviembre de
1989 y fue ratificada por el Congreso de la República de Guatemala, el 10 de mayo 1990, a partir de
entonces esta vigente en todo el territorio nacional.
Por sujeto de derecho se debe entender la capacidad jurídica que tiene todo niño o niña, por el hecho de ser
persona (ser humano), de gozar absolutamente y ejercer relativamente Derechos Humanos.
García Méndez, Emilio, Derecho de la Infancia-Adolescente en América Latina.
Céspedes Rossel, Nélida y Reyes Lucero, César. Políticas Públicas y Niñez. Pro niño y niña
centroamericanos, PRONICE.
Persona es todo ente capaz de derechos y obligaciones.
Artículo 1 de la Constitución Política de la República de Guatemala.
Artículo 2 de la Constitución Política de la República de Guatemala.
Literal a. Artículo 82 de la Ley de Protección Integral de la Niñez y Adolescencia.
Literal b. Artículo 82 de la Ley de Protección Integral de la Niñez y Adolescencia.
Literal c. Artículo 82 Dcto. 27-2006.
Literal d. Artículo 82 Dcto. 27-2006.
Artículo 86 Dcto. 27-2006.
Artículo 13 transitorio, Dcto. 27-2006.
Política Pública de Protección Integral y Plan de Acción Nacional para la Niñez y Adolescencia de
Guatemala. Movimiento Social por los Derechos de la niñez, adolescencia y juventud en Guatemala. 2005
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¿Cuáles son los puentes que se necesitan construir entre la realidad y lo que queremos?
Estamos de este lado, miramos la situación de la comunidad, el país, así como está con sus
problemas, dificultades, conflictos, avances y aspectos positivos.
Visualizar el futuro:
Se Relee la definición de los Derechos Humanos como lo ideal que se quiere para la vida
de las personas en la comunidad. Esto representa el otro lado al que queremos llegar.
Los
niños y
las niñas
Consecuencia 3
Consecuencia 4
Consecuencia 1
c
a
Problema
Causa 3.
Causa 2
Causa 1.
b
Tercero
Resultado esperado 1
Resultado esperado 2
Resultado esperado 3
La situación deseada.
(El objetivo)
Primero
Lo que se debe hacer para lograrlo
Medio 3
Medio 2
Medio 1
Segundo
Juzgar
Comprender
VER
Actuar
Estrategias de tratamiento.
Actores clave.
Planteamiento de hipótesis-causales.
Estrategias de entrada.
Como se puede conocer el hecho.
Quienes pueden-deben dar inicio al proceso?
Actores clave.
Estrategias de salida.
Cuales son las mejores soluciones al hecho?
¿Quiénes deciden?
¿Quiénes deben asumir la responsabilidad?