Parte 1 - Cap 3 - La Recuperación Democrática - Crisis Política y Recuperación Económica

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3.

BALDOMIR:

LA RECUPERACION DEMOCRATICA
(1938-1943)

El Gral. Alfredo Baldoair fue Presidente constitucional de la República des-


de el 19 de junio de 1938 hasta el 21 de febrero de 1942. A partir de esa fecha, en
que promovió un golpe de Estado, estuvo en el cargo hasta el 15 de febrero de
1943.
Durante este período los acontecimientos políticos más relevantes fueron:
a) el peso indudable de la situación internacional, marcada por el estallido de la
Segunda Guerra Mundial; b) la ruptura del gobierno con el herrerismo y el acer
camiento creciente a los opositores batllistas y nacionalistas independientes; c)
otro golpe de Estado y una nueva Constitución.

3.1. Uruguay y la guerra.


De la neutralidad al alineamiento pro aliado

La guerra mundial repercutió sobre el Uruguay aun más intensamente que la


de 1914-1918. Esto no sólo por la universalidad de su desarrollo y las condicio-
nes de país pequeño, atlántico, europeizado y por lo tanto vulnerable a los
procesos económicos, políticos e ideológicos del "mundo occidental y cristia-
no'" del que formamos parte, sino por la percepción con que se vivió el
conflicto.
"inconcebible para quien no haya vivido en esos años" como lo recordara Real
de Azúa.
Para las clases medias (liberales o conservadoras), que marcaron el tor
no cultural de la época, el Uruguay fue un protagonista más del conflicto,
como si en él se jugara su destino y su desenlace dependiese de su aporte.

rogran importancia una de las características nacionales más relevan-


u e es la "predestinación'" hacia las formas democrático-representati
vas y de afirmarla con el ejemplo en lo interno y la palabra en l0s

foros internacionales.
39
se fue
procesando el ttránsito de la
p r o c e s a n d o el

En este
ambiente
ideológico:

pro-aliado,
observacid
ante la atenta,
observacióna
neut
muy
prontoralidad
inicial al
alineamiento

EI5 de setiembre
desembozada,
anBretaña y Estadeos
de Gran Bretaña
v
Unidos. trans
presión de 1939, el gobierno proclamó su neutralidad ante el estalli.
formada en

mesura radios yv cines en


radios
a la prensa,
recomendando

mesee
do de la guerra, noticias sobre ellas. Pero apenas dos eses después
cuanto al
tratamiento de
las
de Punta del Este y cul
el con.
el con
con la batalla
nuestras costas
flicto llegó a autodestrucción del aco zado 0, ante pl
montevideanos, con la
"Graff
asombro de los
Spee", a la entrada del puerto capitalino. Las dificultades alemánd
del Ministro
emán
las intao de
Exteriores, Dr. Alberto Guani, para regirse por leves
Relaciones
les ante las presiones notorias de los embajadores alemán e inglés, fueron
mucho más apremiantes en el futuro.
anticipo de circunstancias
La neutralidad inicial fue rápidamente cambiada por el concep
panamericano de seguridad, coordinación y defensa hemisférica, pronicia
do por los aliados. La denuncia de un complot nazi-fascista en el país.
tremendamente magnificado por los órganos de difusión pública otrora
antiterristas ("EI Día", "EI Plata" y "El País"), dio pie a una serie de medidas
represivas claramente orientadas a la aliadofilia. El 15 de mayo de 1940 se
creó la Comisión Investigadora de Actividades Antinacionales, el 18 de
junio de 1940 se dictó la ley de "asociaciones ilícitas". En julio de 1941 se
suspendió por tiempo indeterminado como legislador al diputado Alejandro
Kayel por "prédica totalitaria"; en diciembre del mismo año, luego de otor-
gar la condición de no
convenio
beligerante a Estados Unidos, se hace el primer
para adquisición de armamentos y equipos militares.
Finalmente, el 25 de enero de 1942, por
de Cancilleres del continente, recomendación de la Tercera Reunion
reunida en Río de Janeiro, se rompió
con
Japón, Alemania e Italia. Esta serie de relaciO1C
tendientes al bloqueo de medidas fue acompanada po
Culados al "Eje capitales, control e incluso cierre de los VIn-

Berlín-Roma" y confección de
COICE las
embajadas de Estados Unidos "listas negras" -hecnas
Comerciales en e
Inglaterra- para boicotear a
personas y
*
mas

Cabe señalarUruguay vinculadas a los


países totalitarios.
Instrucción Militarque en este conjunto de disposiciones ae gobierno se previo
nes de
la
Obligatoria (20/7/1940) incl
obligatorioa todos los e decretó el
sO se
rolamiento

la oposición de los ciudadanos entre 18 y 202 años (28/3/1941). Sin em bargo,

magnitud que nuncasectores liberales de la sociedad estas iedidas fue


de tal
Este progresivo se hicieron efectivas. sociedad estasaa

proclives aél, como alineamientoento


pro-aliado
s e c t o r e s

las
fracciones pro-aliado fue ganando adeptos en
40 neto

opositoras
toras tradicionalistas.,el
tradicious
batllism0n
vel nacionalismo independiente, y en general, en los círculos
mavimiento sindical y estudiantil en su conjunto. Superados intelectuales y el
los vaivenes pro-
vocados por el Pacto de Munich (1938) y el Pacto Molotov-Von
8/1939), luego de la invasión de Hitler a la Unión Soviética, el 22 Ribbentrop (23/
el Partido Comunista también fue un entusiasta
de junio de 1941,
partidario.
El sentimiento aliado incluso
conquistó adherentes dentro del propio
oficialismo colorado. Alberto Guani, Alberto Demicheli, Alfredo Navarro, Pedro
Cosio y otros, antiguos admiradores del orden fascista, se hicieron ahora defen-
soresacérrimos de las democracias y su cruzada misional. El último de los nom-
brados llegó a afirmar: "en cada alemán hay un nazi, en cada nazi
hay espía y
un
un traidor a la Patria".
En este contexto, Herrera y su sector mantuvieron una actitud firmemente
neutralista. Se opusieron a la cesión de bases a los norteamericanos en noviem-
bre de 1940, pues "esas bases serán para los Estados Unidos [..] el anuncio de
un nuevo Imperio Romano". En
mayo de 1941, Herrera mantuvo su postura:
"No, y mil veces no: Neutrales desde nuestra remota orilla a dos mil leguas del
drama. Y más americanos que nunca [...] mi vaso es pequeño, pero yo bebo en mi
vaso".
Se ve así que el proceso de alineamiento pro-aliado influyó en forma decisiva
para la conformación del nuevo juego de alianzas políticas que se fue gestando
en el país después del ascenso de Baldomir a la primera magistratura.

3.2. El realineamiento político y la ruptura con el herrerismno

El progresivo acercamiento del batllismo neto, y en menor medida del nacio-


nalismo independiente, al Presidente, fue acompañado también por el paulatino
alejamiento de éste del herrerismo y del blanco-acevedismo. Varios hechos fue-
ron pautando este sustancial giro político que nos encaminaba hacia la recupe-
ración democrática.
El propio mandatario, en el acto de trasmisión del mando, el 19 de junio,
expresó su no oposición a una reforma constitucional: "Si nuestro código encie-
ra cláusulas que exigen corrección, no debe condenarse al país a vivir eterna-

ente encerrado en moldes impopulares y molestos". Si para muchos


sectores
los
12.quierda el tema de la reforma fue más simbólico que sustancial, para
acción, por cuanto la Carta
Lres tradicionalistas fue el imperativo de su
del
nte resultó la forma de legitimación de la dictadura que los desplazo
poder que detentaban.
41
ilas
perspectivas
con
se
que se
encararon
e ncararon
jornada de julic
diferentes
ución y
Constituci Leyes t ocráticas",
icas
de
2) Las de la fuerzza fueron
"Nueva
de
la consigna una
demostración
emostración deenfredOPosi
se había enfrentadoopositora
1938, bajo unos,
significaron

ellas. Para que se


reflejo de a
Terra
antidictatorial

movimiento
popular y
vasto
del
smo independient (e
independientedaeCalmen
ahora a Baldomir.
ecialmen-
nacionalismo

batlismo netoy el
otros-el Ramírez)el sentido
Andrés Ramírez)-el sentido del miti
Para
el Dr. Juan
confiada een la
nno fue
te el sector
orientado por
Presidente, pectativa confiada
sino de expectativa
posibilidad
de oposición
al nuevo
expresión del timiento
sentimiento reformista
reform
de las
de una apertura
democrática y gran-
des mayorías. t r a d i c i o n a l i s t a s del antiterrismo fia
.

los sectores
de de 1939, que si hi
3) Esta actitud de lemas del 25 de mayo
promulgación de la ley fue
nor la
muy pronto
se comprendiói ió las ventajas que podría tra
que r
resistida al principio,
ninguna agrupación politica tendría derechoa
estableció que
aludiera a los lemas ya registrados. aIn
La misma
similares
unlema que con palabras votos se acumularían siemnTe al
de sublemas, pero los
admitía la incorporación
integrar listas de legisladores y autoridades
lema partidario. Además prohibía notoriamente a otro par.
pertenecieran publica y
municipales con personas que
tido.
legislación electoral, tuvo como
Esta ley, que complementó la ya complicada
de un frente opositor, pero a corto plazo
razón inmediata impedir la formación
de fortalecer a los "grandes parti.
sirvió para otros fines. El propósito buscado
dos cuya tradición se confunde con la
tradición y la historia del país", puso al
batllismo neto y al más renuente nacionalismo independiente en una encrucija-
da histórica: viendo que la política abstencionista no se podía prolongar pör
más tiempo, o definitivamente integraban un frente, abandonando el lema
con
de
todos los perjuicios que esto acarreaba; o de lo contrario, buscaban la forma
reintegrarse con el menor costo posible, esto es, acercándose al baldomirismo.
Este, por su parte, después del conato de pronunciamiento militar, comprena
la dudosa fidelidad que podía encontrar en el blancoacevedismo e incluso
en
herrerism0.
O COnsecuencia, a largo plazo, el resultado fue la cristalización del Sisier
ma de sobre la base de la hegemonía de los tradicionales.
partidos,
no, más
Este d
que resultado de la legislación electoral, fue producto de la
política la que aquella dio organicidad
a
vo
jurídicae institucional.
A comienzos de 1940 la posterior evolución política del pais nniciativa
dificilde

predecir, conformando las líneas trazadas. En enero de ese ano, Poicm


iciativa

presidencial se nombró una anismo no

42
Comisión de Reforma Constitucionai r
nrevisto) con la finalidad de estudiar las posibles modificaciones a la carta vi-
aente. Esta Comisión trabajó durante todo el año bajo la presidencia del Dr.
Amézaga y habiendo consultado a algunas figuras y partidos políticos, elevó su
informe al Presidente. Este también fue recogido por la Asamblea General, que
elaboró un proyecto de reforma propio.
El distanciamiento entre el baldomirismo, por un lado, y el blanco-acevedismo
y herrerismo, por otro, hizo crisis el 23 de marzo de 1941, al coaligarse estas
fuerzas en la Asamblea General con motivo de la elección del presidente de la
Cámara de Representantes. Disputándose las candidaturas de Sosa Aguiar,
blancoacevedista, y Cyro Giambruno, baldomirista, los sectores herreristas y la
actitud de César Charlone jugaron un papel decisivo. Con su concurso fue
elegido Sosa Aguiar.
La reacción del Presidente no se hizo esperar. A su oposición a la reforma
constitucional, a su negativa a los "planes de solidaridad americana en la defen-
sa continental", el herrerismo sumó ahora un nuevo agravio, aliarse claramente
con el blancoacevedismo y hacer causa común para practicar una "política di-
solvente", Baldomir lamó a los tres ministros herreristas, J. J. Arteaga, A. García
y G. Posadas Belgrano y les pidió la renuncia, sustituyéndolos por tres figuras
de su fracción.
Esto constituyó una flagrante violación a la Constitución vigente, que
establecía, en su Art. 163, que tres Ministerios deberían pertenecer a la
minoría mayor. El camino hacia un nuevo golpe de Estado comenzaba a
forjarse.
El 21 de octubre de 1941 el Presidente convocó a una Junta Consultiva para
analizar el proyecto de reforma constitucional, participando delegados de todos
los partidos, excepto herreristas y comunistas.
La integraron, entre otros, Amézaga, Cosio, Manini y Demicheli por el go-
bierno; Martínez Trueba y Berreta por el batllismo neto; Ramírez y Gallinal por el
nacionalismo independiente; Secco Ila y Regules por los cívicos y Frugoni y
Riestra por los socialistas. Sus recomendaciones fueron aprobadas por el Ejecu-
tivo.
Detrás de la propuesta de reforma estaba la mayoría de las fuerzas políticas
del país, pero se chocó con el escollo de los procedimientos previstos en la
Constitución de 1934. La misma tenía tres procedimientos para su reforma: a)
iniciativa del 20% de ciudadanos inscriptos en el Registro Cívico; b) iniciativa
ae 2/5 del total de componentes de la Asamblea General; y c) mediante Leyes
Constitucionales sancionadas por los 2/3 del total de componentes de cada una
E 1as Camaras. Los dos primeros requerían el plebiscito afirmativo de la mayoría
43
votar, algo muy difícil de alcanzar- !a.
deciudadanos habilitados para de las Cámaras.
dada la integración
imposible de realizar
EI Poder Ejecutivo propuso, para "impasse" político. aqu
salir del
proyecto una cláusula especial mediante la cual bastaría la mayoría dgar al
tantes para su entrada en vigencia. El herrerismo se opuso en forma:
Vo-

El problema deriv entonces a la Corte Electoral, quien debía contabilizare


el
plebiscito y depurar el Registro Cívico. Allí la mayoría la tenían el herreriem
yel blancoacevedismo. En el ínterin, el Presidente Baldomir había conuo
do a un acto en el Estadio Centenario, desde donde advirtió: "si el pueblo
quiere con cifras la reforma, la reforma se hará", y oros voceros baldomiristas
y batllistas se hicieron eco, exponiendo manifestaciones más duras toda-
via.
Precisamente por los conceptos vertidos en el vocero presidencial "EI Tiem-
po", la bancada herrerista interpeló al Ministro del Interior, S. Amaro, el 20 de
febrero de 1942. Este no sólo rechazó las acusaciones de promover un arrasa
miento de la Constitución y las Instituciones, sino que señaló que el Poder
Ejecutivo se solidarizaba con las expresiones del periódico. EI Senado votó una
moción propuesta por Herrera, Echegoyen y Haedo de repudio "ante tan
atentatorias manifestaciones" en las primeras horas del 21 de febrero. Ese mismo
dia, en medio del carnaval, el calor del verano la indiferencia el
dente dio su golpe de Estado
y popular, pres
y disolvió el Parlamento, nombrando un Conseu
de Estado. La
oposición herrerista
publicó una resolución proclamando acesa
Charlone Presidente de la
República, a la que nadie hizo caso.

3.3. El golpe "bueno" de 1942


EI nuevo
quebrantamiento ento

político y supuso, al igual que elconstitucional fue también un aco i f


del 31 de marzo de 1933, una fuertc
interpartidaria e intrapartidaria. Los sectores uel momento vo
vol-

Ieron, en plenitud, a la vida excluidos aquei


en riva-

les. política aiustando cuentas con las frace


También se trató de n que
mediara una efectiva un acuerdo
nivel de las cúpulas mbiente"favo-
a
able a la participación po
apertura democrática a popular, aunque existio ui"
institucional, en el que través de un nuevo rantami
de la
época (prensa y tuvieron un papel relevante los m
c o m u n i c a c i

especial. radio) en el marco de aternaciona


untura internacion
muy

44
una coyuntura
Esta vez no hubo medidas policiales, ni deportaciones, ni clausura de
sa ni apremios ilegales, ni detenciones. Tampoco participó el ejército, pren-el
aunque
Presidente Baldomir se encargó de recalcar que estaban unidos en la
coyuntura
Dolítica "pueblo, gobierno, y fuerzas armadas para desear y pugnar por el adve-
nimiento de un nuevo régimen de verdadera democracia". Los relevos del Mi-
nistro de Defensa, Gral. Julio A. Rolleti, y del Gral. Pedro Sicco, Jefe de Estado
Mayor, se encargaron de demostrar la firmeza de sus palabras.
Otra vez los sectores fundamentales de la sociedad, el
agroexportador, el
industrial y las "clases medias" urbanas, fundamentalmente capitalinas, demos-
traron su capacidad para adaptarse a reformulación económico-so-
una nueva
cial. Si 1933 fue la hora de los ganaderos y de los círculos financieros, 1942
marcó políticamente el ascenso de los propulsores del modelo industrial sustitu-
tivo de importaciones con protección del Estado. Los sectores subalternos
po-
dían esperar confiados el retorno bajo nuevas medidas del estilo asistencial
y
redistributivista y las clases medias, el empleo público y la posibilidad de un más
aceitado social a través de la cultura y el acceso al mundo del confort.
ascenso
Respecto a los partidos políticos hubo diferentes actitudes y expectativas.
1)EIPartido Colorado y dentro de él, el batllismo "neto", fueron los grandes
favorecidos. Para mantener la unidad partidaria, baldomirismo y batllismo unie-
ron
coyunturalmente sus destinos y a través de
candidatura "neutral" com-
una
partirían el poder. Así evitaron comparecer con varios aspirantes (Manini Ríos,
Fabini, Blanco Acevedo, etc.) a las elecciones que debieron realizarse en marzo
de 1943 e incluso resultar derrotados dada la
fragmentación partidaria. Los sec-
tores desplazados no fueron rechazados plenamente y, aceptando su condición
minoritaria, amparados bajo el beneficio del lema, pudieron seguir actuando.
2) Dentro del nacionalismo independiente, la mayoría mantuvo una posición
Expectante, reclamando fecha de las próximas elecciones. Juan Andrés Ramírez
fue más práctico, "optó por el país", aceptando el espacio político que se abria
marcó el camino que siguió el resto. La Constitución de 1942 los recompensa-
ria
adecuadamente, como veremos.
3) Sibien los herederos más fieles del terrismoy el blancoacevedismo sufrie-
TOn las consecuencias del golpe, el gran derrotado fue el herrerismo, que tuvo

e soportar su hora más difícil. Se lo identificó con los totalitarismos europeos,


as Consignas de "Herrera a la cárcel, detener al Quisling (*) y clausurar su

nazi organizó en
una figura principal del gobierno que la ocupación
Norueo
g4,
Sng fue
acusado de crímenes y arbitrariedades contra sus propios compariotas

45
prensa", lanzadas por el Partido Comunista, tuvieron repercusión en
enpercusión
lae
opinión
pública y significaron la necesidad del líder nacionalista de comenzar una
la
menzar unailenta
etapa de recomposición del electorado.
4) El Partido Comunista, dentro de la i1zquierda, dio una calurosa bienvenida
a las medidas adoptadas por Baldomir, pues lo que importó fue la
lucha comin
contra el fascismo. Incluso, el 20 de marzo de 1942 se
constituyó una central
en
obrera, la Unión General de Trabajadores, con la presencia de autoridades
ofi.
ciales, donde expresó la necesidad del apoyo sindical irrestricto a la
Poder Ejecutivo.
política del

5) Sin embargo, hubo muchos desencantados con el


"golpe bueno"; los
socialistas, la Agrupación Demócrata Social de Carlos
nos sectores del movimiento
Quijano, la FEUU, algu
sindical y sobre todo los intelectuales, esas
que luego formarían la "generación" crítica o "del
figuras
45", para quienes 1942 fueel
inicio de la desesperanza, la
comprobación de la irremontable crisis estructural
que el Uruguay vivía sin tener 1la osadía de
intentar una salida auténtica y vale
dera".

Respecto al nuevo régimen, se disolvieron las


rale incluso Cámaras, la Corte Electo
depuso vicepresidente de la República, Dr. César
se al
Consejo de Estado de carácter consultivo como Charl0n
Se integró un
forma u
legitimar la nueva situación de hecho.
Amézaga, Cosio y Serrato; baldomiristas Lo integraron "notables
Como

como Antuña, Másrquez


Chouy Terra y batllistas como as
Martínez Trueba, César Batlle
más Berreta y Juan
P. Fabini. Pacheco
Los
principales
cometidos del Consejo de Estado eron: acompana
politica internacional fueron: a
pro-aliada,
cional, respetando las bases de lo ajustar los detalles de la
nstitu nstitu-

rar las
retorma ypre
acordado en Junta Consultiva
la Junta
nuevas
elecciones previstas para
viembre de 1942. el último
Consultiv no
domingo del
meo
3.4. La
Constitución de 1942
El 27 de
marzo de
proyecto de nueva 1942, el Poder d e E s t a d oe l

En Constitución. Ejecutivo elevó al Consej


general, éste no reformó lo
alterar el 1934, limitándose "

fundamento político en estipulado en la carta de 1


46 que ésta se basó. Pero anotar:
poden
Cambio en la integración del Senado, estableciéndose que los 30 Sena-
dores se distribuirían por el sistema de la representación proporcional y
que este Cuerpo estaría, además, integrado por el Vicepresidente de la
República, que oficiaría como Presidente del mismo.
Cambio en la designación de los Ministros, terminando con el sistema de
"cuotas" impuesto anteriormente. Si bien se deja al arbitrio del Presiden-
te el nombrar hasta cuatro ministros de su sector político, se puso como
requisito que los nombrara entre personas que por contar con apoyo
parlamentario, es decir que tuvieran el respaldo de un número mayorita-
rio de legisiadores, asegurasen su permanencia en el cargo, evitando
conflictos de poderes por su gestión.
También eliminó el sistema de "cuotas" en la integración de los Consejos
o Directorios de los Entes Autónomos Industriales y Comerciales y de
los Servicios Descentralizados. Se estableció que los miembros serían
designados por el Poder Ejecutivo en Consejo de Ministros, con venia
del Senado.
Se suprimieron casi todas las mayorías especiales, establecidas en 1934,
por ejemplo, Suprema Corte de Justicia, Tribunal de Cuentas, Corte Elec-
toral, etc. que serían designados por mayoría simple.
A nivel de los gobiernos departamentales, se instituyó un organismo
nuevo: las Juntas Vecinales (en los núcleos urbanos que no fueran cabe-
za de Departamento), de forma de estimular el desarrollo de la vida cívica
comunal. Este objetivo, además, estuvo ligado al propósito de descen-
tralizar la administración.
Para contemplar la situación del nacionalismo independiente, dentro de
las disposiciones transitorias y especiales, en el inciso "D", se incluyó el
Decreto-Ley del 13/7/1942 que autorizaba la utilización del lema partida-
rio ("Partido Nacional") con el agregado de una palabra que lo distinga
de los otros partidos del mismo origen; obviamente, fue la palabra "Inde-

pendiente"

3.5. Las elecciones de 1942: el triunfo de Amézaga

El país llegó a las elecciones del 27 de noviembre de 1942, donde se iban a


a
Cnovar totalmente las autoridades nacionales y departamentales y someter
caracteri-
plebiscito el proyecto de reforma constitucional, con un clima político
Laao por una serie de circunstancias singulares:

47
la confianza de la opinión pública en Jaa
a) Había que conquistar efe
.

las soluciones
alcanzadas, como vía hacia
una restauración
democrátic ectividad de
da. Por esta razón,
todos los candidatos se presentaron como "soc consolldida-y
como "sostenedores
democracia: el circulo internal de los galnes
recuperadores" de la
de la voluntad popular
lpes de EStado
Estado y
motines finalizó y ahora todo dependería
b) Por eso ocupó en el discurso politico un lugar fundamental el ten

unidad nacional", más allá de las preferencias partidarias de cada


se debió conquistar a los escépticos e indecSOS e incorporarlos al cuerma
uno. También
la
y concitar el interés de mujer.
En este último caso, a pesar de que se mantuvieron muchos prejuicios sahra
su capacidad política, la participación femenina fue alentada por todos los Pn
pos partidarios. El más notorio fue el oficialista Comité Femenino de Unidad
Nacional, integrado entre otras, por Clotilde Luisi y Alba Roballo.
c)Por último, fue imprescindible participar del común propósito de enfrenta-
miento al nazi-fascismo y contribución a la causa de los aliados. Las
figuras que
otrora se identificaron con el fascismo debieron
guardar muy bien sus opinio-
nes, e incluso el herrerismo, aunque siguió fiel a la "'neutralidad", hizo más
efusivas sus simpatías hacia Gran Bretaña, aunque persistió en la crítica a los
Estados Unidos.
Estas características marcaron el tono de la campaña electoral, donde Se
postuló un conjunto muy heterogéneo de candidaturas.
El Partido Colorado
presentó tres fórmulas principales: Juan José de Amezaga*
Alberto Guani, propiciada
por el baldomirismo y apoyada por el batilismo, Eduar-
doBlanco Acevedo-Carlos Vilaró Rubio por el "blancoacevedismo"y unaAterce-
ra opción neutral frente a las postulaciones ielas
personas de Eugenio "marzistas"y "febreristas.
Lagarmilla y Carlos Oneto y Viana. Existio aue una
Cuarta candidatura: la del Arquitecto Claudio Willimany el Coronel Jose mot,
que tuvo un peso muy
menor.
i
El favoritismo de la fórmula
adecuados recursos Amézaga-Guani
Conto con fue notorio, Io
reunio financieros v propagandísticos, su porque

a dos figuras ideales para stu-

vo
ligada al período terrista ni afianzarel retorno democrático: ns
tampoco al batllismo más radical.
Amézaga,
to de jurista prestigioso, fue quien desde 1940 estuvo vinculado ap
reforma
constitucional; Guani, por su parte, fue otagonista del
alineamiento pro-aliado l progresi
prOgres
planes de "defensa desde el incidente del pro
"Graff Spee yfigura relevantee
los

El Partido hemisférica" propiciados por Estados ug


diente su Nacional votó dividido Unidodsecto indepen

reconocimiento como lema. Elal haber consegu


conseguido el e nel
48 herrerismo cenuo sesfuerz
interior del país, apelando a la convocatoria de tono tradicionalista de "cerrarle
el oaso al batlismo". El caudillo blanco, en el "tren relámpago", recorrió puntual-
mente el interior realizando actos en casi todas las estaciones ferroviarias. El
compañero de fórmula de Herrera fue Roberto Berro, identificado totalmente con
su figura y su programa.
El nacionalismo independiente concurrió a las urnas con dos notorios repre-
sentantes del sector "doctoral" vinculados al mundo financiero y empresarial,
Martín C. Martínez y Arturo Lussich.
Los partidos de izquierda dieron por finalizada la experiencia de Frente Popu-
lar y volvieron a votar separados, situación que se mantuvo hasta 1971. El
Partido Comunista propuso la fórmula Eugenio Gómez-Julia Arévalo de Roche,
mientras el socialismo postuló a Emilio Frugoni y Ulises Riestra. La Unión Cívica
a su vez, presentó a Joaquín Secco Illa y Hugo Antuña.
Los resultados consagraron el triunfo del plebiscito por la nueva Constitución,
que contó con el apoyo del 77% de los sufragios (443.414 votos por el "Sf" frente a
131.163 por "No") y de los partidos tradicionales, que reunieron el 92% del electo-
rado. Dentro de ellos, la victoria del Partido Colorado fue aplastante: 328.599 votos
contra 131.235 del herrerismo y67.030 del nacionalismo independiente. Conquistó
además todas las intendencias departamentales, dándose la circunstancia excep-
cional de una victoria colorada en los 19 departamentos del país. La representación
legislativa del herrerismo quedó reducida a 7 senadores y 23 diputados.
Dentro del coloradismo, se confirmó la supremacía del baldomirismo-batllismo
sobre el blancoacevedismo. La fórmula Amézaga-Guani consiguió 234.127 su-
fragios contra 74.767 de Blanco Acevedo-Vilaró Rubio. Dos notorias figuras del
batllismo "neto", como Juan P. Fabini y Tomás Berreta, ganaron las Intenden-
Cias de Montevideo y Canelones respectivamente, aunque la actuación política
del último estuvo ligada luego al Ministerio de Obras Públicas.
Los partidos no tradicionales consiguieron muy pocos adherentes, confir
mando su presencia testimonial, más proclive a las disputas internas que a una
real inserción en la estructura social. La Unión Cívica obtuvo 24.433 sufragios, el
Partido Comunista 14.330y el Partido Socialista 9.036. Este último, sin duda,
pago un precio muy duro al criticar la forma en que se llegó a la recuperación
democrática.
Los resultados electorales, con el predominio de la "fórmula nacional" de
"Amézaga, Candidato de la Democracia", confirmaron que la salida del terrismo
a través de un "golpe de palacio" y un cambio de alianzas políticas entre las

elites dirigentes fue aprobada por la mayoría de los ciudadanos.

49

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