Neuropsicología Infantil
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JUSEPH
Agnosias visuales
Descripción general
La dislexia es un trastorno del aprendizaje que supone la dificultad para leer a raíz de
problemas para identificar los sonidos del habla y para comprender cómo estos se relacionan
con las letras y las palabras (decodificación). La dislexia, que también se denomina «dificultad
de lectura», afecta zonas del cerebro que procesan el lenguaje.
Las personas con dislexia tienen una inteligencia normal y, por lo general, también una visión
normal. La mayor parte de los niños con dislexia puede tener éxito en la escuela con la ayuda
de un tutor o de un programa de enseñanza especializado. El apoyo emocional también juega
un papel importante.
Aunque la dislexia no tiene cura, la evaluación e intervención tempranas producen los mejores
resultados. En ocasiones, la dislexia no se diagnostica durante años y permanece sin ser
identificada hasta la adultez, pero nunca es tarde para buscar ayuda.
Síntomas
Los signos de la dislexia pueden ser difíciles de reconocer antes de que el menor comience a ir
a la escuela, pero hay algunas señales tempranas que pueden indicar un problema. Una vez
que el niño alcanza la edad escolar, es posible que el maestro sea el primero en notar el
problema. La gravedad varía, pero la afección suele volverse más evidente cuando el niño
comienza a aprender a leer.
Antes de la escuela
Los signos que indican que un niño pequeño podría estar en riesgo de tener dislexia
comprenden:
Edad escolar
Una vez que el menor esté en la escuela, es posible que los signos y síntomas de la dislexia se
hagan más visibles, entre ellos:
Un nivel de lectura muy por debajo del que se espera para la edad
Problemas para procesar y comprender lo que escucha
Dificultad para encontrar la palabra correcta o formular respuestas a preguntas
Problemas para recordar secuencias de cosas
Dificultad para ver (y ocasionalmente escuchar) similitudes y diferencias entre letras y
palabras
Incapacidad para pronunciar una palabra desconocida
Dificultad para deletrear
Tardar más tiempo del habitual en completar tareas que conllevan leer o escribir
Evitar actividades que conllevan leer
Adolescentes y adultos
Los signos de la dislexia en adolescentes y adultos son similares a los de los niños. Algunos de
los signos y síntomas frecuentes de la dislexia en adolescentes y adultos son:
(ROSA)
Causas
La dislexia tiende a ser hereditaria. Parece estar relacionada con ciertos genes que afectan la
forma en la que el cerebro procesa la lectura y el lenguaje, y con factores de riesgo presentes
en el entorno.
Factores de riesgo
Complicaciones
La dislexia puede ocasionar una serie de complicaciones, entre ellas:
Problemas para aprender. Debido a que la lectura es una habilidad básica para
muchas de los otros materiales escolares, un niño con dislexia se encuentra en
desventaja en la mayoría de las clases y es posible que le sea difícil seguirles el ritmo a
sus compañeros.
Problemas sociales. Si no se trata, la dislexia puede causar baja autoestima, problemas
de conducta, ansiedad, agresión y retraimiento hacia amigos, padres y maestros.
Problemas en la adultez. Un niño puede verse impedido de alcanzar su potencial
cuando crezca si no puede leer ni comprender. Esto puede tener consecuencias
educativas, sociales y económicas a largo plazo.
Los niños que tienen dislexia están expuestos a un mayor riesgo de sufrir trastorno
de déficit de atención con hiperactividad (TDAH) y viceversa. El trastorno de déficit
de atención con hiperactividad puede causar dificultad para mantener la atención
como también hiperactividad y conducta compulsiva, lo que puede hacer que sea más
difícil tratar la dislexia.
Diagnóstico
No existe una sola prueba que pueda diagnosticar la dislexia. Se deben tener en cuenta varios
factores, por ejemplo:
Tratamiento
No hay una manera conocida de corregir la anomalía cerebral preexistente que causa la
dislexia, un problema que dura de por vida. Sin embargo, la detección y evaluación tempranas
para determinar las necesidades específicas y el tratamiento adecuado pueden mejorar el
éxito.
Técnicas educativas
La dislexia se trata con enfoques y técnicas educativas específicos, y se recomienda comenzar
la intervención lo antes posible. Los análisis psicológicos ayudarán a los maestros del menor a
desarrollar un programa de enseñanza adecuado.
Los maestros pueden usar técnicas que involucran la audición, la visión y el tacto para mejorar
las habilidades de lectura. Ayudar a un niño a usar varios sentidos para aprender (por ejemplo,
escuchar una lección grabada y trazar con un dedo la forma de las letras usadas y las palabras
pronunciadas) puede ayudarlo a procesar la información.
Aprender a reconocer y utilizar los sonidos más cortos que componen las palabras
(fonemas)
Entender que las letras y las cadenas de letras representan estos sonidos y palabras
(fonética)
Comprender lo que lee
Leer en voz alta para adquirir precisión, velocidad y expresión (fluidez) en la lectura
Construir un vocabulario con las palabras reconocidas y comprendidas
Si están disponibles, las sesiones de tutoría con un especialista en lectura pueden ser útiles
para muchos niños con dislexia. Si el menor tiene una discapacidad grave de lectura, es posible
que necesite tutorías con mayor frecuencia, y el progreso puede ser más lento.
En los Estados Unidos, las escuelas tienen la obligación legal de tomar medidas para ayudar a
los niños disléxicos con sus problemas de aprendizaje. Habla con el maestro del menor a fin de
organizar una reunión para crear un plan estructurado y escrito que detalle las necesidades del
niño y la manera en que la escuela lo ayudará a tener éxito. Esto se conoce con el nombre de
«Plan educativo individualizado».
Tratamiento temprano
Los niños con dislexia que reciben ayuda en el jardín de infantes o en el primer grado a
menudo mejoran sus habilidades de lectura lo suficiente como para que les vaya bien en la
escuela primaria y secundaria.
Los niños que no reciben ayuda hasta los grados superiores pueden tener más dificultades en
aprender las habilidades necesarias para leer bien. Es probable que queden rezagados en el
rendimiento académico y puede que nunca logren ponerse al día. Es posible que un niño con
dislexia grave nunca pueda leer con facilidad, pero puede aprender habilidades que mejoren la
lectura y elaborar estrategias para mejorar su desempeño escolar y su calidad de vida.
El apoyo emocional y las oportunidades de logros en actividades que no impliquen lectura son
importantes para los niños con dislexia. Si tu hijo tiene dislexia:
Es probable que primero hables sobre tus inquietudes con el pediatra de tu hijo o con tu
médico de cabecera. Para asegurarte de que las dificultades de lectura que presenta tu hijo no
son por otro problema, es posible que se derive a:
Tal vez, quieras pedirle a un familiar o un amigo que te acompañe a la consulta, si es posible,
para que te brinde apoyo y te ayude a recordar la información.