Actividad 2 Lógica
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Actividad 2 Lógica
Rolando Tamayo y Salmorán, uno de los juristas mexicanos más destacados del siglo XX,
desarrolló un concepto de Constitución que ha sido ampliamente aceptado por la doctrina
constitucional. Según Tamayo, la Constitución es el orden jurídico fundamental de la
comunidad, que contiene los principios rectores de acuerdo con los cuales se debe formar
la estructura del Estado y se deben desarrollar las relaciones entre los gobernados y el
poder público.
Este concepto de Constitución tiene una serie de implicaciones para el carácter que debe
tener esta norma jurídica. En primer lugar, la Constitución debe ser fundacional. Es decir,
debe ser la norma suprema del ordenamiento jurídico, que sirve de base para la creación de
todas las demás normas. Esto significa que la Constitución debe tener un carácter superior
a las leyes, los reglamentos y cualquier otra norma jurídica.
En segundo lugar, la Constitución debe ser limitadora. Es decir, debe establecer los límites
al poder público. Esto significa que la Constitución debe proteger los derechos y libertades
de los gobernados, y debe impedir que el poder público abuse de su autoridad.
En tercer lugar, la Constitución debe ser perfectible. Es decir, debe ser susceptible de
reforma. Esto significa que la Constitución debe estar abierta al cambio, para que pueda
adaptarse a las necesidades cambiantes de la sociedad.
Estos tres elementos son esenciales para el carácter de la Constitución según el concepto
de Tamayo. Una Constitución que no sea fundacional, limitadora o perfectible, no puede
cumplir adecuadamente su función de orden jurídico fundamental de la comunidad.
El carácter fundacional de la Constitución implica que esta norma jurídica debe tener un
lugar preeminente en el ordenamiento jurídico. La Constitución debe ser la norma suprema,
a la que deben someterse todas las demás normas. Esto significa que la Constitución debe
tener un rango superior a las leyes, los reglamentos y cualquier otra norma jurídica.
El carácter limitador de la Constitución implica que esta norma jurídica debe establecer los
límites al poder público. Esto significa que la Constitución debe proteger los derechos y
libertades de los gobernados, y debe impedir que el poder público abuse de su autoridad.
El carácter perfectible de la Constitución implica que esta norma jurídica debe estar abierta
al cambio, para que pueda adaptarse a las necesidades cambiantes de la sociedad. Esto
significa que la Constitución debe ser susceptible de reforma, para que pueda ser
actualizada de acuerdo con los nuevos valores y circunstancias sociales.