Hora Santa NAVIDAD
Hora Santa NAVIDAD
Hora Santa NAVIDAD
Salmo 95
R. Hoy nos ha nacido el Salvador
Cantemos al Señor un canto nuevo
Que le cante al Señor toda la Tierra
Cantemos al Señor y bendigámoslo
R. Hoy nos ha nacido el Salvador
Proclamemos Su Amor día tras día
Su Grandeza anunciemos a los pueblos
De nación en nación sus maravillas
R. Hoy nos ha nacido el Salvador
Alégrense los cielos y la tierra
Retumbe el mar y el mundo submarino
Salten de gozo el campo y cuanto encierra
Manifiesten los bosques regocijo
R. Hoy nos ha nacido el Salvador
Regocíjese todo ante el Señor
Porque ya viene a gobernar el orbe
Justicia y rectitud serán las normas
Con las que rija a todas las naciones.
R. Hoy nos ha nacido el Salvador.
Monitor: Es muy triste que muchos digan: ¡Feliz Navidad! ¡Felices fiestas navideñas!
Procuremos que, también en la sociedad actual el intercambio de felicitaciones no pierda
su profundo valor religioso y que la fiesta no quede absorbida por los aspectos exteriores
que tocan las cuerdas del corazón. Ciertamente los signos exteriores son hermosos e
importantes, con tal de que no nos distraigan, sino que más bien nos ayuden a vivir la
Navidad en el sentido más auténtico, el sentido sagrado y cristiano de modo que también
nuestra alegría no sea superficial sino profunda. No olvidemos que el nacimiento de Jesús
es la razón de celebrar la Navidad. En ese Niño nacido en Belén, Dios se ha acercado al
hombre: nosotros lo podemos encontrar ahora, en un “hoy” que no tiene ocaso. El Eterno
entró en los límites del tiempo y del espacio, para hacer posible “hoy” el encuentro con Él.
Con esto queremos decir que Dios nos ofrece “hoy” ahora, a mí, a cada uno de
nosotros, la posibilidad de reconocerlo y de acogerlo, como hicieron los pastores en
Belén, para que Él nazca también en nuestra vida y la renueve, la ilumine, la
transforme con Su Gracia, con Su Presencia.
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alba. Pero precisamente como el alba precede y ya hace presagiar la luz del día, así la
Navidad anuncia ya la Cruz y la Gloria de la Resurrección.
Canto: Ha traído la Esperanza Verónica Sanfilippo - Ha Traído la Esperanza / Música Católica
de Navidad (youtube.com)
Lector 2: En la Navidad encontramos la ternura y el amor de Dios que se inclina hasta
nuestros límites, hasta nuestras debilidades, hasta nuestros pecados, y se abaja hasta
nosotros. San Pablo afirma que Jesucristo “siendo de condición divina (…) se despojó de
sí mismo tomando la condición de esclavo, hecho semejante a los hombres y continúa.
Pero ahora, contemplemos la cueva de Belén: Dios se abaja hasta ser recostado en un
Pesebre, que ya es preludio del abajamiento en la hora de Su Pasión. El Culmen de la
historia de amor entre Dios y el hombre pasa a través del Pesebre de Belén y el Sepulcro
de Jerusalén.
Vivamos con alegría la Navidad, vivamos este acontecimiento maravilloso: El Hijo de Dios
nace también “hoy”; Dios está verdaderamente cerca de cada uno de nosotros y quiere
encontrarnos, quiere llevarnos a Él.
Él es la verdadera Luz, que disipa y disuelve las tinieblas que envuelven nuestra vida y la
humanidad. Vivamos el Nacimiento del Señor contemplando el camino del inmenso Amor
de Dios que nos ha elevado hasta Él a través del Misterio de la Encarnación, Pasión,
Muerte y Resurrección de Su Hijo, pues como dice San Agustín: “En la divinidad del
Unigénito se hizo partícipe de nuestra mortalidad, para que nosotros fuéramos
partícipes de su inmortalidad”.
Villancico: Viva, viva Jesús mi amor. Viva Jesús mi amor (letra y acordes) #arrullar al niño Dios
(youtube.com)
Lector 3: Jesús, te pedimos para esta Navidad que te tomemos en nuestros brazos y así
recibir de Ti el abrazo de Dios, que nos perdona y salva; que la Alegría que irradias desde
el Pesebre de Belén, disipe nuestra tristeza, la tristeza que invade nuestro ser cuando,
ante las tribulaciones de la vida, nos olvidamos de Tu Nacimiento, de Tu Muerte en Cruz y
de Tu Resurrección.
Concédenos siempre recordar que tu llegada a nuestro mundo es para que compartas las
penas y alegrías de nuestra humanidad y para que haciéndote como nosotros menos en el
pecado creamos que estás siempre con nosotros. Amén.
Monitor: Nos ponemos de pie. Escuchemos el Evangelio.
Del Santo Evangelio según San Juan 1,1-14
“En el principio ya existía aquel que es la Palabra, y aquel que es la Palabra estaba con
Dios y era Dios. Ya en el principio Él estaba con Dios.
Todas las cosas vinieron a la existencia por Él y sin Él nada empezó de cuanto existe. Él
era la vida, y la vida era la luz de los hombres. La luz brilla en las tinieblas y las tinieblas no
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la recibieron. Hubo un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan. Este vino como
testigo, para dar testimonio de la luz.
Aquel que es la Palabra era la luz verdadera, que ilumina a todo hombre que viene a este
mundo. En el mundo estaba; el mundo había sido hecho por él y, sin embargo, el mundo
no lo reconoció. Vino a los suyos y los suyos no lo recibieron; pero a todos los que lo
recibieron les concedió poder llegar a ser hijos de Dios, a los que creen en su nombre, los
cuales no nacieron de la sangre, ni del deseo de la carne, ni por voluntad del hombre, sino
que nacieron de Dios. Y aquel que es la Palabra se hizo hombre y habitó entre nosotros.
Hemos visto su gloria, gloria que le corresponde como Unigénito del Padre, lleno de gracia
y de verdad”. Palabra del Señor.
Todos: Gloria a Ti, Señor Jesús.
Monitor: Nos podemos sentar y hacemos un momento de silencio.
Momento de silencio
Canto: Los Reyes Magos Los Reyes Magos (youtube.com)
Monitor: En el inicio del Evangelio de San Juan se señala que “vino a los suyos y los
suyos no lo recibieron”, pero recuerda también que hubo los que reconocieron en el recién
nacido al Dios y Señor: los pastores que fueron a su encuentro y los Magos de Oriente.
Todos ellos, entendieron los signos de Dios a través de los ángeles y de la estrella que
iluminaba el camino hacia Belén respectivamente.
Lector 1: La Natividad de Jesús, es una epifanía, palabra que significa “manifestación”, es
decir que Dios se muestra a nosotros los hombres en la realidad de nuestra carne mortal.
El tiempo de la Navidad es también un momento de encuentro del ser humano con Dios.
Así lo muestran, los textos bíblicos en donde los pastores y los magos buscan en medio de
la noche el lugar en donde nació Jesús. Una manera muy bonita de decir que la mirada de
fe es la que permite descubrir el pesebre, en donde se encontrará al Señor, y una vez que
se encuentra, se ha encontrado el tesoro del amor. Esa es la “epifanía”, un encuentro de
amor entre Dios y el hombre. Como apunte de unidad de fe, recordemos que para los
cristianos del oriente la fiesta de la Epifanía es su Navidad, ellos celebran el 6 de enero la
Navidad. En ese día el Papa envía su felicitación a esa parte de la cristiandad como signo
de unidad en la fe.
Lector 2: Escuchemos el siguiente himno de la liturgia de las horas correspondiente a la
Epifanía:
Estrella nunca vista se aparece
a los remotos magos orientales,
y, al juzgar de los fuegos celestiales,
otra lumbre mayor los esclarece.
Nacido sacro Rey se les ofrece,
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