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Primer día:

¿Qué es el Gobierno Autónomo Shawi?, ¿cómo funciona?, ¿cómo es su


base legal? y ¿cuáles son sus responsabilidades?

El Gobierno Territorial Autónomo de la Nación shawi representa a todas las


personas integrantes de las comunidades que habitaban y que habitan dentro
del territorio ancestral; es decir, antes de la formación de Estado. Actualmente
reconocidas como comunidades tituladas, algunos en proceso de titulación y
otros como posesionarios que comparten una serie de elementos sobre toda la
historia, la lengua y la cultura.

El GTA representa la nación shawi. La razón de ser como nación shawi es


porque existe la imperiosa necesidad de organizarnos mejor en defensa del
territorio y la búsqueda del bien común que es el “Buen vivir”.

La nación shawi nace a partir de las preocupaciones de los lideres y personas


representantes de las organizaciones y comunidades para frenar las
desigualdades ya que son notables la desatención por parte del Estado hacia los
pueblos indígenas; por ello, se inició como un proceso natural de la gesta socio
histórica por la dignidad y reivindicación de los derechos territoriales, sociales,
culturales, educativas y económicas.

La autodeclaratoria de la nación shawi es la visión institucional y organizativa


para el aseguramiento de la continuidad de la existencia de hombres y mujeres
shawi con todos los elementos culturales y lingüísticas y su territorio.

Estatuto del GTA

Artículo 42.- El Gobierno Autónomo del Pueblo Shawi, es una organización


instituida por la voluntad universal del pueblo Shawi y funciona en base al
sistema de gobierno y representación consuetudinaria. Incorpora nuevos
elementos y formas de organización representativa que hacen posible crear un
clima de convivencia armónica con el Estado, organismos privados y con el resto
de la sociedad.

Artículo 43.- El presente Estatuto prevalece sobre toda norma que el Gobierno
Autónomo emitirá para el desarrollo de su función y operatividad orgánica. El
Estatuto es compatible con el ordenamiento jurídico de derecho nacional y con
los instrumentos jurídicos internacionales de derechos humanos que el Perú se
ha adherido o ratificado.
Artículo 44.- El objetivo central del Gobierno Autónomo del Pueblo Shawi, es
representar la totalidad del pueblo Shawi y en calidad de tal, reivindicar y
asegurar el cumplimiento de parte del Estado de implementar la tutela efectiva
para el ejercicio de los derechos fundamentales colectivos al territorio, a la
identidad cultural, al autodesarrollo y al autogobierno.
Artículo 45.- El Gobierno Autónomo se sostiene con el poder que emana del
pueblo Shawi. Su conducción está a cargo de las autoridades elegidas con las
limitaciones y responsabilidades que el presente Estatuto y las normas internas
lo establecen.
Artículo 46.- Ninguna autoridad Shawi que ocupe cargos políticos,
administrativos y de confianza deberá actuar por cuenta propia. Estas
autoridades deberán rendir cuenta de sus actos ante el pueblo y las instituciones
fiscalizadoras, debiendo ser sancionado si cometieron alguna irregularidad en el
desempeño de sus funciones.
Artículo 47.- El gobierno autónomo contará con un sistema de control y orden
interno.
Artículo 48.- La sede del Gobierno Autónomo del Pueblo Shawi es la comunidad
de Pueblo Chayahuita.
Artículo 49.- El Gobierno Autónomo del Pueblo Shawi es uno e indivisible. Es
representativo, democrático y descentralizado. Para fines operativos se organiza
en tres niveles de gobierno; Gobierno de la Dirección Central; Gobierno de
Cuenca; y Gobierno Comunal.

La creación de un gobierno territorial indígena no implica el rompimiento, la


ruptura ni la división del territorio peruano, sino, es el ejercicio del autogobierno
indígena sin tener que esperar la legalización del Estado, cuyo acto amparado
en los derechos territoriales de posesión ancestral (anterior a la constitución del
Estado peruano) legitimados por la legislación internacional (Convenio 169 de la
OIT y la Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos
indígenas)”.

La legislación internacional establece el derecho de los pueblos indígenas a la


libre determinación.

CONVENIO 169 DE LA OIT.


ARTICULO 7
1. Los pueblos interesados deberán tener el derecho de decidir sus propias
prioridades en lo que atañe al proceso de desarrollo, en la medida en que éste
afecte a sus vidas, creencias, instituciones y bienestar espiritual y a las tierras
que ocupan o utilizan de alguna manera, y de controlar, en la medida de lo
posible, su propio desarrollo económico, social y cultural. Además, dichos
pueblos deberán participar en la formulación, aplicación y evaluación de los
planes y programas de desarrollo nacional y regional susceptibles de afectarles
directamente.
2. El mejoramiento de las condiciones de vida y de trabajo y del nivel de salud y
educación de los pueblos interesados, con su participación y cooperación,
deberá ser prioritario en los planes de desarrollo económico global de las
regiones donde habitan. Los proyectos especiales de desarrollo para estas
regiones deberán también elaborarse de modo que promuevan dicho
mejoramiento.

4. Los gobiernos deberán tomar medidas, en cooperación con los pueblos


interesados, para proteger y preservar el medio ambiente de los territorios que
habitan.

ARTICULO 8
1. Al aplicar la legislación nacional a los pueblos interesados deberán tomarse
debidamente en consideración sus costumbres o su derecho consuetudinario.
2. Dichos pueblos deberán tener el derecho de conservar sus costumbres e
instituciones propias, siempre que éstas no sean incompatibles con los derechos
fundamentales definidos por el sistema jurídico nacional ni con los derechos
humanos internacionalmente reconocidos. Siempre que sea necesario, deberán
establecerse procedimientos para solucionar los conflictos que puedan surgir en
la aplicación de este principio.
3. La aplicación de los párrafos 1 y 2 de este artículo no deberá impedir a los
miembros de dichos pueblos ejercer los derechos reconocidos a todos los
ciudadanos del país y asumir las obligaciones correspondientes.

PACTO INTERNACIONAL DE DERECHOS ECONÓMICOS, SOCIALES Y


CULTURALES
Artículo 1
Inciso 1. Todos los pueblos tienen el derecho de libre determinación. En
virtud de este derecho, establecen libremente su condición política y proveen
asimismo su desarrollo económico, social y cultural.
DECLARACIÓN DE NACIONES UNIDAS SOBRE LOS DERECHOS DE
PUEBLOS INDÍGENAS
Artículo 3
Los pueblos indígenas tienen derecho a la libre determinación. En virtud de
ese derecho determinan libremente su condición política y persiguen libremente
su desarrollo económico, social y cultural.
Artículo 4
Los pueblos indígenas, en ejercicio de su derecho a la libre determinación,
tienen derecho a la autonomía o al autogobierno en las cuestiones
relacionadas con sus asuntos internos y locales, así como a disponer de medios
para financiar sus funciones autónomas.

En ese marco, el pueblo shawi ha visto la necesidad de creación como gobierno


territorial autónomo, es una autodeterminación. No está inscrito en Registros
Públicos porque en Perú no se reconoce el territorio integral de un pueblo, sino,
la Constitución reconoce a las comunidades indígenas, grupos de familias
asentadas en un determinado espacio y asociaciones civiles que trabajan con
pueblos indígenas. Para poder inscribir en los registros públicos, necesitamos
que la Constitución se modifique o nueva Constitución donde se incorpore el
término “nación indígena”. Sin embargo, tenemos normas de rango supra
Constitucional que ordena la autodeterminación es un derecho individual y
colectivo.
Segundo día:

Análisis sobre el Convenio 169, tratados sobre PPII

Bloque I
La Constitución Política del Perú no hace referencia al término “pueblos
indígenas” sólo habla de “comunidades nativas”, sin embargo, en el artículo 191
de la norma señalada sí incorpora el “término pueblos originarios”. Con la
declaración del Convenio 169 de la OIT se incorporó la nomenclatura jurídica de
“pueblos indígenas”, utilizada prevalentemente en el derecho internacional. Y
como ya lo indicó el Tribunal Constitucional, dicho tratado entró en vigor el 2
febrero de 1995 (Sentencia del Expediente 0025-2009-PI/TC).

La Ley N° 27811, ley que establece el régimen de protección de los


conocimientos colectivos de los pueblos indígenas vinculados a los recursos
biológicos.

TÍTULO I
Artículo1º.- Sobre el reconocimiento de derechos. El Estado peruano reconoce
el derecho y la facultad de los pueblos y comunidades indígenas de decidir sobre
sus conocimientos colectivos.

TÍTULO II
Artículo 2º.
a) Pueblos indígenas. - Son pueblos originarios que tienen derechos anteriores
a la formación del Estado peruano, mantienen una cultura propia, un espacio
territorial y se autorreconocen como tales. En éstos se incluye a los pueblos en
aislamiento voluntario o no contactados, así como a las comunidades
campesinas y nativas.
La denominación "indígenas" comprende y puede emplearse como sinónimo de
"originarios", "tradicionales", "étnicos", "ancestrales", "nativos" u otros vocablos.

Se observa entonces que la legislación nacional consideró en su momento que


las comunidades campesinas y nativas eran “pueblos indígenas”, pero desde
setiembre de 2011 se estableció que estas comunidades son consideradas
pueblos indígenas. Estos cambios por parte del Legislador si bien resultan
legítimos, generan también cierta inestabilidad respecto los derechos de las
comunidades campesinas y nativas, más aún si es que existen criterios de
identificación objetivos y subjetivos establecidos en el artículo 1 del Convenio
169 de la OIT.
Vemos algunas diferencias entre comunidades campesinas y pueblos
indígenas:

- Artículo 2 de la Ley 24656, dice: Las Comunidades Campesinas son


organizaciones de interés público, con existencia legal y personería jurídica,
integradas por familias que habitan y controlan determinados territorios
ligadas por vínculos ancestrales, sociales, económicos y culturales,
expresados en la propiedad comunal de la tierra, el trabajo comunal, la ayuda
mutua, el gobierno democrático y el desarrollo de actividades
multisectoriales, cuyos fines se orientan a la realización plena de sus
miembros y del país.

- CONVENIO 169 OIT


ARTICULO 1.1
a) A los pueblos indígenas en países independientes, cuyas condiciones
sociales, culturales y económicas les distingan de otros sectores de la
colectividad nacional, y que estén regidos total o parcialmente por sus
propias costumbres o tradiciones o por una legislación especial.

b) A los pueblos en países independientes, considerados indígenas por el


hecho de descender de poblaciones que habitaban en el país o en una
región geográfica a la que pertenece el país en la época de la conquista
o la colonización o del establecimiento de las actuales fronteras estatales
y que, cualquiera que sea su situación jurídica, conservan todas sus
propias instituciones sociales, económicas, culturales y políticas, o parte
de ellas.

1.2. La conciencia de su identidad indígena deberá considerarse un criterio


fundamental para determinar los grupos a los que se aplican las
disposiciones del presente Convenio.

ARTÍCULO 3
1. Los pueblos indígenas deberán gozar plenamente de los derechos
humanos y libertades fundamentales, sin obstáculos ni discriminación. Las
disposiciones de este Convenio se aplicarán sin discriminación a los
hombres y mujeres de esos pueblos.
2. No deberá emplearse ninguna forma de fuerza o de coerción que viole
los derechos humanos y las libertades fundamentales de los pueblos
interesados, incluidos los derechos contenidos en el presente Convenio.

ARTÍCULO 4
El goce sin discriminación de los derechos generales de ciudadanía no deberá
sufrir menoscabo alguno como consecuencia de tales medidas especiales.
- DECLARACIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS SOBRE LOS DERECHOS
DE LOS PUEBLOS INDÍGENAS.

ARTÍCULO 33,1. Establece que: “Los pueblos indígenas tienen derecho a


determinar su propia identidad o pertenencia conforme a sus costumbres y
tradiciones. Ello no menoscaba el derecho de las personas indígenas a
obtener la ciudadanía de los Estados en que viven”.

- PACTO INTERNACIONAL DE DERECHOS CIVILES Y POLÍTICOS Y,


PACTO INTERNACIONAL DE DERECHOS ECONÓMICOS SOCIALES Y
CULTURALES.

ARTÍCULO 1, 3
Los Estados Partes en el presente Pacto, incluso los que tienen la
responsabilidad de administrar territorios no autónomos y territorios en
fideicomiso, promoverán el ejercicio del derecho de libre determinación, y
respetarán este derecho de conformidad con las disposiciones de la Carta
de las Naciones Unidas.

CONVENCIÓN AMERICANA SOBRE DERECHOS HUMANOS.

ARTÍCULO 3.- Derecho al Reconocimiento de la Personalidad Jurídica.


Toda persona tiene derecho al reconocimiento de su personalidad jurídica.
Bloque II

El territorio: propiedad y posesión de tierras de los pueblos indígenas.

El Convenio 169 establece una serie de salvaguardias en aras de proteger el


derecho sobre las tierras de los pueblos indígenas y tribales. En este sentido, los
derechos y garantías reconocidos en los artículos 13 - 17 del Convenio se
pueden resumir de la siguiente manera:

1) Deberá reconocerse a los pueblos interesados el derecho de propiedad y


posesión de las tierras que tradicionalmente ocupan, incluso de aquellas a las
que han tenido tradicionalmente acceso para sus actividades tradicionales y de
subsistencia, sin estar exclusivamente ocupadas por ellos.

2) Los gobiernos deben adoptar las medidas necesarias para determinar las
tierras que los pueblos interesados ocupan tradicionalmente, así como para
solucionar las reivindicaciones de tierras formuladas por estos.

3) Los derechos a los recursos naturales existentes en sus tierras deberán


protegerse especialmente.

4) Cuando la propiedad de los recursos naturales pertenezca al Estado, los


gobiernos deberán consultar a los pueblos interesados a fin de determinar si sus
intereses serían perjudicados y en qué medida.

5) Deberán participar en los beneficios, y percibir una indemnización equitativa


por el daño causado por las actividades.

6) No deberán ser trasladados de las tierras que ocupan, exceptuando cuando


ello se considere necesario, mediando su consentimiento dado libremente y con
pleno conocimiento de causa.

7) Cuando no pueda obtenerse su consentimiento, sólo podrán ser trasladados


al término de procedimientos adecuados establecidos por la legislación nacional.

A través de la aplicación práctica de los derechos mencionados, el Convenio y


los Tratados han desarrollado el alcance y significado de los mismos y han tenido
la oportunidad de tratar cuestiones que no tienen respuesta en el texto legal. En
este sentido, los órganos de control han declarado en diversas ocasiones que el
Convenio no exige que los pueblos indígenas tengan títulos de propiedad sobre
las tierras, sino que la ocupación tradicional confiere derecho a la tierra,
independientemente de que tal derecho se hubiera reconocido o no por parte del
Estado. En relación con el deber de los gobiernos de identificar las tierras de los
pueblos indígenas, el Consejo reconoce que la regularización de las tierras
requiere tiempo y que no basta con la adopción de legislación, sino que es el
resultado de un proceso complejo.

Asimismo, considera que los pueblos indígenas no deben resultar perjudicados


por la duración de dicho proceso, por lo que sería deseable que, durante la
duración del mismo, se adoptasen medidas transitorias para proteger los
derechos sobre las tierras de los pueblos interesados.

En relación con el acceso a los recursos naturales, más allá de lo dispuesto por
el Convenio 169 en el artículo 15.2, cabe agregar que el Consejo ha recordado
de forma reiterada que el artículo 15 ha de leerse en concordancia con los
artículos 6 y 7 del Convenio, y que los gobiernos deben velar por que las
comunidades indígenas interesadas sean consultadas sobre el alcance y las
implicaciones de las actividades de exploración y explotación. Se pretende así
que las consultas reflejen las prioridades de desarrollo de los pueblos
consultados, de tal forma que puedan participar en la utilización, administración
y conservación de los recursos naturales y controlar en la medida de lo posible
su propio desarrollo económico, social y cultural.

En concordancia con reiterada jurisprudencia de la Corte, el derecho a la


propiedad, recogido en el artículo 21 de la Convención Americana, “protege la
vinculación estrecha que los pueblos indígenas guardan con sus tierras, así
como con los recursos naturales de las mismas y los elementos incorporales que
se desprendan de ellos”. Asimismo, la Corte ha reconocido la tradición indígena
comunitaria sobre una forma comunal de la propiedad colectiva de la tierra, en
el sentido de que “la pertenencia de esta no se centra en un individuo sino en el
grupo y su comunidad”. Con base en ello, la Corte IDH ha establecido
salvaguardias especiales de los derechos territoriales de los pueblos indígenas,
que pueden ser resumidas de la siguiente manera:
1) La posesión tradicional de los indígenas sobre sus tierras es equivalente al
título de propiedad que otorga el Estado.
2) La posesión tradicional concede a los indígenas el derecho a exigir el
reconocimiento oficial de propiedad y su registro.

3) El Estado debe delimitar, demarcar y otorgar título colectivo de las tierras a


los miembros de los pueblos indígenas.
4) Los miembros de los pueblos indígenas que por causas ajenas a su voluntad
han salido o perdido la posesión de sus tierras tradicionales mantienen el
derecho de propiedad sobre las mismas, aún a falta de título legal, salvo cuando
las tierras hayan sido legítimamente trasladadas a terceros de buena fe.
5) Los miembros de los pueblos indígenas que involuntariamente han perdido la
posesión de sus tierras, y éstas han sido trasladadas legítimamente a terceros
inocentes, tienen el derecho de recuperarlas o a obtener otras tierras de igual
extensión y calidad.
Tercer día:

¿Cuáles son las responsabilidades de los gobiernos en cuanto al territorio


ancestral shawi?

En todo el mundo, existen desigualdades arraigadas entre los pueblos indígenas


y las comunidades dominantes dentro de los límites del Estado. Por ello, el
Convenio 169 de la OIT y la Declaración de las Naciones Unidas exigen a los
gobiernos que garanticen los derechos fundamentales de los pueblos indígenas
y trabajen junto con las comunidades indígenas para poner fin a la discriminación
en cuanto a las desigualdades en salud, educación, empleo, etc. y a las
desigualdades en los procesos de gobernanza y participación de los pueblos
indígenas en la toma de decisiones, en las instituciones y programas del
gobierno. Para alcanzar estos propósitos, el Convenio especifica:

a) La necesidad de contar con una acción coordinada y sistemática, que


permitirá la integración de los derechos de los pueblos indígenas a las
estructuras del gobierno en los diferentes sectores y programas.
b) Reafirma que los pueblos indígenas deben disfrutar de todos los derechos
fundamentales, otorgados a todos los ciudadanos.
c) Establece medidas especiales para eliminar la discriminación.

3.1. Acción coordinada y sistemática

La situación de los pueblos indígenas es el resultado de procesos de


discriminación históricos que han influenciado todos los aspectos de sus vidas y
que tienen un efecto transversal en todos los sectores y trascienden los límites
administrativos y las estructuras institucionales. Esto se ve reflejado en el amplio
alcance del Convenio 169 que cubre una amplia gama de cuestiones que atañen
a los derechos de los pueblos indígenas y su bienestar. En consecuencia, el
Convenio 169 explícitamente exige a los gobiernos que desarrollen una acción
coordinada y sistemática para garantizar que todas las disposiciones del
Convenio sean implementadas plenamente. Esto se ve reflejado en el artículo 2
del Convenio:

Convenio 169 de la OIT, artículo 2:


Artículo 2(1)
Los gobiernos deberán asumir la responsabilidad de desarrollar, con la
participación de los pueblos interesados, una acción coordinada y sistemática
con miras a proteger los derechos de esos pueblos y a garantizar el respeto
de su integridad.

Artículo 2(2)
Esta acción deberá incluir medidas:
(a) Que aseguren a los miembros de dichos pueblos gozar, en pie de igualdad,
de los derechos y oportunidades que la legislación nacional otorga a los
demás miembros de la población.
(b) Que promuevan la plena efectividad de los derechos sociales, económicos
y culturales de esos pueblos, respetando su identidad social y cultural, sus
costumbres y tradiciones, y sus instituciones.
(c) Que ayuden a los miembros de los pueblos interesados a eliminar las
diferencias socioeconómicas que puedan existir entre los miembros indígenas
y los demás miembros de la comunidad nacional, de una manera compatible
con sus aspiraciones y formas de vida.

El artículo 2 del Convenio especifica que el propósito de la acción del gobierno


es asegurar la calidad en términos de los derechos y oportunidades y eliminar la
brecha socioeconómica entre los pueblos indígenas y otros sectores de la
sociedad al mismo tiempo que se reconocen sus derechos, necesidades y
aspiraciones especiales como pueblos.

En términos prácticos, la acción coordinada y sistemática conlleva implementar


revisiones integrales de leyes, políticas, programas y proyectos para garantizar
que estén alineados a la realidad, las necesidades y los intereses del pueblo.
Esta acción coordinada permite velar los derechos de los derechos indígenas.
Para su cumplimiento, es necesario establecer mecanismos de monitoreo
adecuados para evaluar continuamente la situación de los pueblos indígenas.
Toda acción debería emprenderse con la participación de los pueblos indígenas
y con el debido respeto a su identidad social y cultural, costumbres, tradiciones,
aspiraciones y formas de vida. Las disposiciones sobre la acción coordinada y
sistemática están vinculadas naturalmente a aquellas referentes a la consulta y
la participación.

Los Estados que son partes han enfatizado que esa acción coordinada y
sistemática es la “clave para superar la desigualdad de larga data y
profundamente arraigada que afecta a los pueblos indígenas”. Este es un
mensaje crítico ya que los derechos de los pueblos indígenas a menudo se
interpretan mal en el sentido de que otorgan más privilegios y ventajas a los
pueblos indígenas que a otros sectores de la sociedad. El reconocimiento de los
derechos de los pueblos indígenas es un prerrequisito para estos también
puedan para participar y beneficiarse en pie de igualdad en la sociedad nacional
y como tal constituya un instrumento para eliminar la discriminación.

Convenio 169 de la OIT, artículo 33:


1. La autoridad gubernamental es responsable de las cuestiones que abarca
el presente Convenio, deberá asegurarse de que existen instituciones u otros
mecanismos apropiados para administrar los programas que afecten a los
pueblos interesados, y de que tales instituciones o mecanismos disponen de
los medios necesarios para el cabal desempeño de sus funciones.

2. Tales programas deberán incluir:


a) La planificación, coordinación, ejecución y evaluación, en cooperación con
los pueblos interesados, de las medidas previstas en el presente Convenio.
b) La proposición de medidas legislativas y de otra índole a las autoridades
competentes y el control de la aplicación de las medidas adoptadas en
cooperación con los pueblos interesados.

Los artículos 2 y 33 del Convenio leídos conjuntamente, disponen que los


gobiernos tienen la obligación de desarrollar, con la participación de los pueblos
indígenas y tribales, acciones coordinadas y sistemáticas para proteger los
derechos y garantizar la integridad de esos pueblos. Deben establecerse
instituciones y otros mecanismos apropiados a fin de administrar programas, en
cooperación con los pueblos indígenas y tribales, que cubran todas las etapas,
desde la planificación hasta la evaluación de las medidas propuestas en el
Convenio.

La Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos


Indígenas incluye disposiciones similares respecto de las responsabilidades de
los estados:

La Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los


Pueblos Indígenas:
Artículo 8(2)
Los Estados establecerán mecanismos eficaces para la prevención y el
resarcimiento de:
(a) Todo acto que tenga por objeto o consecuencia privar a los pueblos y las
personas indígenas de su integridad como pueblos distintos o de sus valores
culturales o su identidad étnica.
(b) Todo acto que tenga por objeto o consecuencia enajenarles sus tierras,
territorios o recursos.
(c) Toda forma de traslado forzado de población que tenga por objeto o
consecuencia la violación o el menoscabo de cualquiera de sus derechos.
(d) Toda forma de asimilación o integración forzada.
(e) Toda forma de propaganda que tenga como fin promover o incitar a la
discriminación racial o étnica dirigida contra ellos.
Artículo 15(2)
Los Estados adoptarán medidas eficaces, en consulta y cooperación con los
pueblos indígenas interesados, para combatir los prejuicios y eliminar la
discriminación y promover la tolerancia, la comprensión y las buenas
relaciones entre los pueblos indígenas y todos los demás sectores de la
sociedad.

Artículo 38
Los Estados, en consulta y cooperación con los pueblos indígenas, adoptarán
las medidas apropiadas, incluidas medidas legislativas, para alcanzar los fines
de la presente Declaración.

Convenio 169, artículo 4:

1. Deberán adoptarse las medidas especiales que se precisen para


salvaguardar las personas, las instituciones, los bienes, el trabajo, las culturas
y el medio ambiente de los pueblos interesados.
2. Tales medidas especiales no deberán ser contrarias a los deseos
expresados libremente por los pueblos interesados.
3. El goce sin discriminación de los derechos generales de ciudadanía no
deberá sufrir menoscabo alguno como consecuencia de tales medidas
especiales.

Las medidas especiales son para proteger las instituciones, bienes, trabajo,
culturas y medio ambiente de los pueblos indígenas, son legítimas y necesarias
en virtud del Convenio, dado que su último objetivo es garantizar que los pueblos
indígenas disfruten todos los derechos humanos, al igual que todos los demás
seres humanos. Las medidas especiales no son consideradas discriminatorias
en cuanto al resto de la población que no es indígena.

La legislación internacional en materia de derechos humanos impone a los


estados las obligaciones de respeto, protección y cumplimiento de los derechos
humanos reconocidos. Estas medidas especiales previstas en el Convenio son
de particular importancia en este contexto.

El artículo 27 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos


establece que no se negará a las personas que pertenezcan a minorías
étnicas, religiosas o lingüísticas el derecho que les corresponde, en común
con los demás miembros de su grupo, a tener su propia vida cultural, a
profesar y practicar su propia religión y a emplear su propio idioma. Estado
parte está obligado a garantizar que la existencia y el ejercicio de este derecho
estén protegidos contra su denegación o violación. Las medidas de protección
positivas son, por lo tanto, exigidas no solo frente a los actos del Estado
mismo, ya sea a través de las autoridades legislativas, judiciales o
administrativas, pero también frente a los actos de otras personas dentro del
Estado parte.

El Convenio refleja la dualidad en los mecanismos de implementación cuyos


propósitos son los siguientes:

• Garantizar que los pueblos indígenas tengan acceso equitativo a los


derechos y servicios dentro de la sociedad nacional y que todos los sectores
compartan la preocupación por los pueblos indígenas (integración).
• Superar la marginación y discriminación de los pueblos indígenas y
responder a sus necesidades, derechos y aspiraciones especiales.

Los elementos clave para garantizar una implementación adecuada son los
siguientes:
• Acción coordinada y sistemática, garantizando la coherencia entre las
diferentes instituciones gubernamentales que tienen responsabilidades
frente a los pueblos indígenas.
• Creación de instituciones y mecanismos adecuados con los recursos
necesarios que les permiten cumplir con su función.
• Elaboración de medidas especiales para salvaguardar las personas,
instituciones, bienes, trabajo, culturas y medio ambiente de los pueblos
indígenas.
• Creación de mecanismos institucionalizados que garantizan la consulta y
participación adecuadas de los pueblos indígenas en todas las etapas de la
implementación, incluyendo la planificación, coordinación, ejecución y
evaluación.

En la mayoría de los casos, la acción coordinada y sistemática es un proceso de


largo plazo que necesita varios pasos simultáneos y complementarios:

• Análisis cuidadoso y modificación de las leyes, políticas y programas


existentes en todos los sectores, consultando a las personas interesadas,
para garantizar que aquellos estén en línea con el Convenio;
• Sanción de nuevas leyes o reglamentaciones cuando sea necesario, y
consulta para tomar las medidas necesarias para operativizar el Convenio,
• Establecer instituciones específicas para promover e implementar los
derechos de los pueblos indígenas o, particularmente en países con una
gran población indígena, instituciones para coordinar la implementación, en
todos los sectores y niveles de gobernanza.
• Establecer mecanismos permanentes en todos los niveles de gobernanza a
los fines de procurar la participación de los pueblos indígenas en los
procesos de toma de decisiones, incluyendo la planificación,
implementación, monitoreo, evaluación y generación de informes sobre las
medidas de implementación;
• Elaboración de prioridades claras y plazos de implementación, para generar
la colaboración y minimizar el riesgo de conflicto.
• Asignación de los recursos presupuestarios necesarios, tanto para acciones
específicas como para la integración de esfuerzos en todos los sectores.
• Creación de conciencia, formación y capacitación de los representantes y
comunidades indígenas, tomadores de decisión, funcionarios de gobierno,
jueces, medios periodísticos y el público en general.
Cuarto día:

Rol de la mujer en la cultura shawi, el machismo es algo real en el pueblo shawi,


¿o es algo que viene de afuera?

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