Contratos Mercantiles

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5.1 El préstamo mercantil.
Préstamo mercantil en general.
Título V. De los préstamos mercantiles (arts. 311 a 324)
SECCIÓN PRIMERA
Del préstamo mercantil

Artículo 311.
Se reputará mercantil el préstamo, concurriendo las circunstancias siguientes:
Si alguno de los contratantes fuere comerciante.
Si las cosas prestadas se destinaren a actos de co­mercio.

Artículo 312.
Consistiendo el préstamo en dinero, pagará el deudor devolviendo una cantidad
igual a la recibida, con arreglo al valor legal que tuviere la moneda al tiempo de la
devolución, salvo si se hubiere pactado la especie de moneda en que había de
hacerse el pago, en cuyo caso la alteración que hubiese experimentado su valor
será en daño o en beneficio del prestador.

En los préstamos de títulos o valores, pagará el deudor devolviendo otros tantos de


la misma clase e idénticas condiciones, o sus equivalentes si aquéllos se hubiesen
extinguido, salvo pacto en contrario.

Si los préstamos fueren en especie, deberá el deudor devolver, a no mediar pacto


en distinto sentido, igual cantidad en la misma especie y calidad, o su equivalente
en metálico si se hubiere extinguido la especie debida.

Artículo 313.
En los préstamos por tiempo indeterminado o sin plazo marcado de vencimiento no
podrá exigirse al deudor el pago sino pasados treinta días, a contar desde la fecha
del requerimiento notarial que se le hubiere hecho.

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Artículo 314.
Los préstamos no devengarán interés si no se hubiere pactado por escrito.

Artículo 315.
Podrá pactarse el interés del préstamo, sin tasa ni limitación de ninguna especie.
Se reputará interés toda prestación pactada a favor del acreedor.

Artículo 316.
Los deudores que demoren el pago de sus deudas después de vencidas deberán
satisfacer desde el día siguiente al del vencimiento el interés pactado para este caso
o, en su defecto, el legal.

Si el préstamo consistiere en especies, para computar el rédito se graduará su valor


por los precios que las mercaderías prestadas tengan en la plaza en que deba
hacerse la devolución, el día siguiente al del vencimiento, o por el que determinen
peritos, si la mercadería estuviere extinguida al tiempo de hacerse su evaluación.

Y si consistiere el préstamo en títulos o valores, el rédito por mora será el que los
mismos valores o títulos devenguen, o en su defecto, el legal, determinándose el
precio de los valores por el que tengan en Bolsa, si fueren cotizables, o en la plaza
en otro caso, el día siguiente al del vencimiento.

Artículo 317.
Los intereses vencidos y no pagados no devengarán intereses. Los contratantes
podrán, sin embargo, capitalizar los intereses líquidos y no satisfechos que, como
aumento del capital, devengarán nuevos réditos.

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Artículo 318.
El recibo del capital por el acreedor, sin reservarse expresamente el derecho a los
intereses pactados o debidos, extinguirá la obligación del deudor respecto a los
mismos.

Las entregas a cuenta, cuando no resulte expresan su aplicación, se imputarán en


primer término al pago de intereses por orden de vencimientos y después al del
capital.

Artículo 319.
Interpuesta una demanda, no podrá hacerse la acumulación de interés al capital
para exigir mayores réditos.

SECCIÓN 2.ª

De los préstamos con garantía de valores.

Artículo 320.
El préstamo con garantía de valores admitidos a negociación en un mercado
secundario oficial, hecho en póliza con intervención de Corredor de Comercio
colegiado o en escritura pública, se reputará siempre mercantil.

El prestador tendrá sobre los valores pignorados, conforme a las disposiciones de


esta Sección, derecho a cobrar su crédito con preferencia a los demás acreedores,
quienes no podrán disponer de los mismos a no ser satisfaciendo el crédito
constituido sobre ellos.

Artículo 321.

En la póliza del contrato deberán expresarse los datos y circunstancias necesarios


para la adecuada identificación de los valores dados en garantía.

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Artículo 322.

Vencido el plazo del préstamo, el acreedor, salvo pacto en contrario y sin necesidad
de requerir al deudor, estará autorizado para pedir la enajenación de los valores
dados en garantía, a cuyo fin entregará a los organismos rectores del
correspondiente mercado secundario oficial la póliza o escritura de préstamo,
acompañada de los títulos pignorados o del certificado acreditativo de la inscripción
de la garantía, expedido por la entidad encargada del correspondiente registro
contable.

El organismo rector, una vez hechas las oportunas comprobaciones, adoptará las
medidas necesarias para enajenar los valores pignorados, en el mismo día en que
reciba la comunicación del acreedor, o, de no ser posible, en el día siguiente, a
través de un miembro del correspondiente mercado secundario oficial.

El acreedor pignoraticio sólo podrá hacer uso del procedimiento ejecutivo especial
regulado en este artículo durante los tres días hábiles siguientes al vencimiento del
préstamo.

Artículo 323.

Lo dispuesto en esta Sección será también aplicable a las cuentas corrientes de


crédito abiertas por entidades de crédito cuando se hubiere convenido que la
cantidad exigible en caso de ejecución será la especificada en certificación expedida
por la entidad acreedora, en cuyo caso, además de los documentos contemplados
en el artículo anterior, se entregará la mencionada certificación acompañada del
documento fehaciente a que se refiere el artículo. 435 de la Ley de Enjuiciamiento
Civil. (union., 2023)

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Artículo 324.
Los valores pignorados conforme a lo que se establece en los artículos anteriores
no estarán sujetos a reivindicación mientras no sea reembolsado el prestador, sin
perjuicio de los derechos y acciones del titular desposeído contra las personas
responsables según las leyes, por los actos en virtud de los cuales haya sido privado
de los valores dados en garantía.

Artículo 358
Se reputa mercantil el préstamo cuando se contrae en el concepto y con expresión
de que las cosas prestadas se destinan a actos de comercio y no para necesidades
ajenas de éste. Se presume mercantil el préstamo que se contrae entre
comerciantes.

Artículo 359
Consistiendo el préstamo en dinero, pagará el deudor devolviendo una cantidad
igual a la recibida conforme a la ley monetaria vigente en la República al tiempo de
hacerse el pago, sin que esta prescripción sea renunciable. Si se pacta la especie
de moneda, siendo extranjera, en que se ha de hacer el pago, la alteración que
experimente en valor será en daño o beneficio del prestador.

En los préstamos de títulos o valores, pagará el deudor devolviendo otros tantos de


la misma clase é idénticas condiciones, o sus equivalentes, si aquellos se hubiesen
extinguido, salvo pacto en contrario.

Si los préstamos fueren en especie, deberá el deudor devolver, a no mediar pacto


en distinto sentido, igual cantidad en la misma especie y calidad, o su equivalente
en metálico si se hubiese extinguido la especie debida.

Artículo 360

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En los préstamos por tiempo indeterminado, no podrá exigirse al deudor el pago,
sino después de los treinta días siguientes a la interpelación que se haga, ya
judicialmente, ya en lo extrajudicial, ante un notario o dos testigos.

Artículo 361
Toda prestación pactada a favor del acreedor que conste precisamente por escrito,
se reputará interés.

Artículo 362
Los deudores que demoren el pago de sus deudas, deberán satisfacer, desde el día
siguiente al del vencimiento, el interés pactado para este caso, o en su defecto el
seis por ciento anual.

Si el préstamo consistiere en especies, para computar el rédito se graduará su valor


por los precios que las mercaderías prestadas tengan en la plaza en que deba
hacerse la devolución, el día siguiente al del vencimiento, o por el que determinen
peritos sí la mercadería estuviere extinguida al tiempo de hacerse su valuación.

Y si consistiere el préstamo en títulos o valores, el rédito por mora será el que los
mismos títulos o valores devenguen, o en su defecto el 6 por 100 anual,
determinándose el precio de los valores por el que tengan en la Bolsa, si fueren
cotizables, o en caso contrario por el que tuvieren en la plaza el día siguiente al del
vencimiento.

Artículo 363
Los intereses vencidos y no pagados, no devengarán intereses. Los contratantes
podrán, sin embargo, capitalizarlos.

Artículo 364

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El recibo del capital por el acreedor, sin reservarse expresamente el derecho a los
intereses pactados o debidos, extinguirá la obligación del deudor respecto a los
mismos.

Las entregas a cuenta, cuando no resulte expresan su aplicación, se imputarán en


primer término al pago de intereses por orden de vencimientos, y después al del
capital. (Mexico, 2018)

5.2 La compra-venta comercial y sus modalidades

Concepto de contrato de compra­venta civil y los elementos que se adicionan para


hacer una compra venta mercantil El contrato de compraventa es uno de los
contratos nominados; y, además, que vienen definidos por el Código Civil en el
artículo 1.759; y en los siguientes términos: compraventa es un contrato en que
cada una de las partes se obliga a dar una cosa, y la otra a pagarla en dinero. El
que contrae la obligación de dar la cosa se llama vendedor, y el que contrae la de
pagar el dinero, comprador. El dinero que el comprador se obliga a dar por la cosa
vendida se llama precio. (de Pina, 2018)

En el ART. 1793 del C. Civil dice “contrato en que una de las partes se obliga” Lo
importante de esta definición es no olvidar que el vendedor se obliga a dar una cosa,
no da una cosa, lo que significa que el contrato no produce efectos reales (a
diferencia de otras legislaciones). En esto nuestro legislador se apartó del C. Civil
francés. El Código de Comercio español, en su artículo 325 trae una sencilla
definición de compraventa mercantil y dice: ¨ Será mercantil la compraventa de
cosas muebles para revenderlas bien en la misma forma que se compraron o bien
en otra diferente, con ánimo de lucrante en la reventa¨.
En esta definición se encuentra presente la teoría del acto subjetivo de comercio,
cualificado por el ¨animus¨ del sujeto que realiza el contrato, aunque quien lo efectúa
no sea comerciante matriculado. Pero, en fin, este en un problema teórico que se
aparta de nuestro tema.

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Lo cierto es que, en todas las definiciones, como en las obligaciones; en las formas
y requisitos del contrato de compraventa; en la capacidad; en los requisitos de la
cosa y del precio; en los efectos mediatos e inmediatos; en las obligaciones del
comprador y del vendedor; en los pactos comisorios, pactos de retroventa; en las
arras; en la rescisión; y en los otros pactos accesorios a este contrato, que no se
encuentren específicamente regulados por el Código de Comercio, se aplicará la
normativa del Código Civil. Esto es lo claro y acorde con la sistemática jurídica de
nuestro país.

Lo señalado en el inciso anterior se refuerza por el hecho de que el Libro Segundo


del Código de Comercio, comienza con un Título (el I) referido a “Los Contratos y
Obligaciones Mercantiles en General ¨; y en sus Disposiciones Generales, el artículo
140 determina que: ¨ El contrato es mercantil desde el momento que se celebre con
un comerciante matriculado. Perderá esta prerrogativa, si el comerciante no ha sido
matriculado en el tiempo determinado por el Código de Comercio.
Esto nos lleva a la situación objetiva y bilateral de que un mismo contrato, como es
el de compraventa, pueda ser mercantil para la una parte, con todas las
prerrogativas (esto es para el comerciante matriculado); y, para la otra parte no sea
sino un simple contrato civil.

Para que la compraventa se considere comercial es indispensable que quien


compra lo haga para revender y así obtener un lucro y además que el contrato se
refiera a bienes muebles.

3.2 Distinción entre los contratos de compraventa civiles y mercantiles


Es importante saber cuáles contratos tienen el carácter mercantil y cuales tienen el
carácter de civil, porque de ello depende saber que normas y que órganos
jurisdiccionales entrarían en acción ante un problema entre las partes, es decir, las
consecuencias de calificar a un contrato de mercantil y no de civil, trae como
principales efectos: la aplicación del derecho sustantivo mercantil y las normas
adjetivas, especialmente las vías procésales para el caso del litigio.

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La mercantilidad de una compraventa depende de un elemento intencional: el fin de
traficar, el propósito de especulación mercantil. Es decir, la intención de obtener una
ganancia mediante la reventa de determinada cosa, el ánimo de reventa.

Pero en algunos casos, a pesar de no existir la intención de reventa, puede hablarse


de especulación comercial. “Puede adquirirse la cosa, no con la intención de
revenderla, sino de alquilarla lucrativamente o de utilizarla en las finalidades
especulativas, de tráfico, de la negociación comercial relativa, y también en estos
casos la adquisición y arrendamiento tendrían carácter comercial”.

Por la falta de este propósito de especulación comercial, el artículo 76 del Código


de Comercio dispone que no sean actos de comercio las compras de artículos o
mercaderías que, para su uso o consumo, o los de su familia, hagan los
comerciantes.

Sin embargo, hay que advertir que existe un caso en el que, a pesar de existir
reventa, la compraventa no es mercantil. A él se refiere el artículo 76 del Código de
Comercio, que establece que no son actos de comercio las reventas hechas por
obreros, cuando ellas fueren consecuencia directa de la práctica de su oficio.

Además, la mercantilidad de una compraventa puede depender de otros elementos:


a) del carácter del objeto sobre el que recae, o,
b) de la calidad de las partes que intervienen en ella.
Así deben considerarse mercantiles las compraventas que tienen por objeto cosas
mercantiles (títulos de crédito, cuotas o partes de las sociedades mercantiles,
buques, empresas) y las celebradas entre comerciantes (Art. 75, fracs. III, XV y XXI,
Cód. de Com.).

Por otra parte, apartándose del sistema tradicional, nuestro Código de Comercio,
en su artículo 75, fracción XXIII, considera acto de comercio la enajenación que el
propietario o cultivador haga de los productos de su finca o cultivo.

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En cambio, en el contrato de compraventa civil, el fin principal es el consumo, sin el
ánimo de especulación.

3.3 Elementos reales


Los elementos reales son las cosas y el precio Las cosas. Pueden ser objeto del
contrato de compraventa tanto las cosas corporales como incorporales, específicas
o genéricas.

Requisitos:
Existencia actual o Futura. Se entiende por existencia futura la que se espera según
el curso natural de los acontecimientos pero que no existe en el momento de la
celebración del contrato (cosecha que se producirá, edificio que se va a construir,
etc) La cosa ha de ser determinada sin que ello signifique que no represente un
contrato perfecto si el objeto es una cosa genérica. La determinación equivale a una
fijación o señalamiento de modo que no se confunda con otra.
Precio
El precio en la compraventa debe ser cierto en dinero o signo que lo representa. No
obliga a que cuantitativamente se determine en el momento de celebrarse el
contrato. Se contemplan supuestos en los que el precio no está fijado
perfeccionarse el contrato, lo que no permite el código civil es que haya necesidad
de un nuevo acuerdo posterior para fijarlo, ni que su señalamiento se deje al árbitro
de uno de los contratantes, se permite a las partes para que pacten en el contrato,
el procedimiento mediante el cual se determinará el precio posteriormente.

3.4 Elementos formales


El contrato de compraventa es consensual lo que significa que se perfecciona o
nace por el simple acuerdo de voluntades sin necesidad de forma especial.
Es muy importante recordar que el contrato de compraventa, por sí sólo no trasmite
la propiedad de las cosas, lo único que hace es obligar al vendedor a transmitir la
propiedad, pero la propiedad se da mediante la entrega de la cosa.

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El comprador está obligado a pagar el precio de la cosa vendida en el tiempo y lugar
fijado en el contrato. Si no se hubiera fijado deberá hacerse el pago en el tiempo y
lugar en que se haga la entrega de la cosa vendida. Si el comprador incumple su
obligación, el vendedor podrá exigir la resolución del contrato o su cumplimiento con
indemnización de daños y perjuicios. Si el comprador fuese perturbado en la
posesión de dominio de las cosas adquiridas o tuviese fundado temor de serlo por
una acción reivindicatoria o hipotecaria podrá suspender el pago del precio hasta
que el vendedor haya hecho cesar la perturbación o peligro, a no ser que afiance la
devolución. Lo que ocurre en estos casos es que se trata de una compraventa cuyo
precio se ha aplazado total o fraccionadamente, pero el comprador ha recibido la
cosa.

Además, sólo entrará en juego cuando se haya ejercitado contra el comprador una
acción reivindicatoria o hipotecaria, o tenga temor fundado de ser perturbado en el
futuro. Por último, el comprador está obligado a recibir la cosa comprada, si ésta se
halla en las condiciones debidas.

3.5 Incumplimiento del contrato


En cuanto al incumplimiento, se discute si para solicitar la resolución basta cualquier
incumplimiento de la obligación o debe tratarse de un incumplimiento a lo menos
sustancial.
Pero no hay doctrina que discuta el incumplimiento como elemento de la condición
resolutoria tácita. Por el principio de la buena fe y la equidad natural en la ejecución
de los contratos se ha dicho que el incumplimiento debe ser sustancial (“Debe
negarse la acción resolutoria si la poca o nula influencia de las obligaciones
accesorias en los fines prácticos del contrato, hace presumir que aún sin ellas la
parte que pide la resolución habría celebrado el contrato”). Respecto a la
imputabilidad, podemos decir en términos generales que un deudor no cumple o
porque no quiere, o porque no puede; porque no puede, cuando ha sido víctima de
un caso fortuito o fuerza mayor, aquí la ley lo libera de responsabilidad por el
incumplimiento porque “a lo imposible nadie está obligado”. Porque no quiere, será

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cuando incurre en dolo o culpa. Este elemento como parte de la condición
resolutoria tácita tampoco la discute la doctrina.

Por último, se requiere que el deudor esté constituido en mora. (Art. 1873) Este
elemento si es discutido por la doctrina. Hay quienes sostienen que la mora no es
un elemento necesario para que se verifique una condición resolutoria tácita, y
básicamente se ciñen al tenor literal del Art. 1489, donde bajo ningún aspecto se
exige la mora. Más aún, dicen que es un principio generalmente aceptado de
interpretación, que donde el legislador no distingue no le cabe distinguir al intérprete.
Sin embargo, existen quienes postulan a la mora como un elemento integrante de
esta institución, con los siguientes argumentos:

Lo normal será que el incumplimiento del deudor coincida con la mora (Art. 1551).
Existe un conjunto de contratos donde, para que opere la condición resolutoria
tácita, se exige expresamente el requisito de la mora. (Art. 1426 donación con carga
o gravamen ­ contrato bilateral, Arts. 1926, 1873). En consecuencia, de la
circunstancia de que la mora se exige como requisito para que opere la condición
resolutoria tácita en estos contratos, se deduce que esa exigencia es un principio
general en esta materia y no una excepción.

La mora es un requisito indispensable para que pueda demandarse indemnización


de perjuicios y, precisamente e independientemente de la opción que ejerza el
contratante diligente, éste es un derecho que siempre puede ejercer.

3.6 Modalidades de la compraventa


1. Compraventa con pago a través de cheque
Ruperta, hija de Doña Rogelia, le ha pedido este año a su madre como regalo de
cumpleaños una furgoneta para poder llevar a sus siete hijos cómodamente al
colegio y dejar de apiñarles en su seiscientos de hace treinta años. Doña Rogelia
accede a los deseos de su única hija y le compra una furgoneta de 9 plazas por
importe d 30.000 euros (IVA incluido). Doña Rogelia paga la furgoneta entregando

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un cheque a su cuenta. El apoderado del concesionario entrega el cheque en su
banco (Caja Duero) que le cobra una comisión de 5 euros. Caja Duero a su vez
compensa el cheque con el banco de Doña Rogelia, que le cargará el importe en su
cuenta corriente.

2. Compraventa con pago mediante VISA


Empieza el “Cole” y Doña Rogelia, como una buena abuela, ha sustituido este año
a su hija Ruperta en la insufrible compra de los uniformes de colegio de los siete
nietos. Menos mal que Doña Rogelia es íntima amiga de Doña Euclídea, empresaria
textil de gran éxito y dueña de la tienda “Uniformes Euclídea”, que le hace un precio
especial, dejándole cada uniforme a 60 euros más IVA del 10%. Doña Rogelia
efectúa el pago en la tienda mediante tarjeta VISA. VISA abona el importe a
“Uniformes Gertrudis” menos un 5% en concepto de comisión, mediante una orden
de transferencia a su cuenta corriente en La Caixa.

3. Compraventa mediante un préstamo (Solicitud y devolución primera cuota)


Souvenirs, S.A. necesita renovar el parque móvil pero como no tiene suficiente
dinero en efectivo se ve obligada a financiar la compra, pidiendo un préstamo a La
Caixa. El importe del préstamo es de 15.000 Euros a un interés fijo de 6% anual y
el período de amortización es de 5 años a devolver mensualmente. El banco cobra
unos gastos de apertura de 60 euros. La primera cuota de devolución asciende a
290 € (250 amortización del principal y 40 de intereses).

1. Compraventa a través de una letra de cambio


La nave industrial de la sede central de la empresa de Doña Rogelia, “Souvenirs,
S.A”. en Cenicientos, necesita unos cuantos arreglos. Ni corta ni perezosa Doña
Rogelia decide contratar los servicios de una empresa de diseño de interiores y
reformas para darle un nuevo aspecto e imagen a su empresa. El importe total de
las obras asciende a 10.000 euros más un 16% de IVA. Para hacer frente al pago,
“Souvenirs, S.A”. acepta una letra a 6 meses por importe de 12.000 euros (es decir,
la letra incluye unos intereses de 400 euros).

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En el momento del vencimiento la empresa de reformas entrega la letra a su banco
(La Caixa). Este banco ingresa el dinero en la cuenta de la empresa de reformas y
le entrega la letra al BBVA (a cambio de saldo en cuenta), banco de “Souvenirs,
S.A.”, que le cargará el importe de la letra en su cuenta corriente extinguiéndose así
la deuda.

2. Compraventa al contado mediante transferencia bancaria


Spanish­Tapas.com, empresa del grupo de empresas de Doña Rogelia dedicada a
la venta de embutidos ibéricos por Internet compra a su principal proveedor de
Salamanca un total de 500 jamones de bellota, producto estrella del negocio, por 40
euros cada uno (IVA incluido). El pago de la operación se efectúa a través de una
orden de transferencia bancaria de la empresa Spanish­ Tapas.com de su banco
(BBVA) al del proveedor de jamones (BSCH). El banco le cobra una comisión de 3
euros a Spanish­Tapas.com por la transferencia.

5.3 El contrato de comisión mercantil


El contrato de comisión es un acuerdo entre dos empresas para realizar una serie
de operaciones. En este contrato mercantil, una parte las realiza a cambio de una
comisión (se trata del comisionista), ese monto de dinero es el que la que la otra,
quien ha efectuado el encargo (el comitente), queda obligada a pagar. (Leon, 1982)

El primer aspecto que ha de quedar claro al hablar de contrato de comisión es que


no implica a un trabajador y un empresario sino a dos empresarios (que pueden ser
personas jurídicas o también físicas, como sucedería en el caso del autónomo).

¿Cuánto tiempo dura un contrato mercantil?


El acuerdo entre ambas partes debe ser pactado con total libertad y así se reconoce
en el ordenamiento jurídico, que acepta las cláusulas del contrato de comisión como
fuente normativa principal para su regulación.

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Son las partes quienes deciden la duración del acuerdo y el resto de sus
condiciones, siempre que estén de acuerdo con lo dispuesto por la ley.

¿Cómo termina el contrato de comisión?


El contrato de comisión puede terminar por acuerdo entre las partes si, por ejemplo,
establecen que su relación se extenderá solo durante el tiempo que dure un
proyecto concreto o hasta que finalice un plazo de tiempo cierto. El incumplimiento
de las obligaciones de las partes, el fin de la causa que tenía por objeto el contrato
o a muerte sobrevenida de alguno de los actores firmantes del acuerdo, podría
constituir también causa de finalización del contrato de comisión.

¿Cuáles son las obligaciones de un comisionista?


Teniendo esto en cuenta, al plantearse el contrato de comisión como posibilidad
para expandir la red comercial en un territorio concreto, hay que saber que:
➢ En el momento de realizar acciones comerciales, el comisionista no actuará
por cuenta propia, sino en representación del comitente.
➢ Su actividad no está sujeta a continuidad, por lo que no existe ningún
requisito de permanencia asociado al contrato.
➢ Todos los gastos asociados al ejercicio de la actividad del comisionista
correrán a su cargo.
➢ El comisionista es independiente, lo son sus instalaciones, su personal, su
organización del trabajo y su plan comercial y en ninguno de estos aspectos
puede intervenir el comitente.
➢ El comisionista no está obligado a prestar servicios en exclusiva al comitente,
por lo que no habrá de recogerse una cláusula similar en el contrato de
comisión.
➢ El comisionista no asume los riesgos derivados de la acción comercial en la
que participa, ya que la responsabilidad sobre ellos corresponde al
comitente.

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¿Cómo funciona el contrato de comisión?
El comisionista recibe el pago de una cantidad a cambio de la prestación de sus
servicios de representación comercial. En lo concerniente al acuerdo que vincula a
las partes, la legislación mercantil determina que:
➢ La forma verbal está aceptada para la celebración del contrato de comisión.
➢ No existe requisito de forma aplicable a esta modalidad contractual.
➢ El mero consentimiento basta para que se produzcan obligaciones para las
partes como fruto del acuerdo que las vincula.
➢ El contrato de comisión puede recogerse en un documento de carácter
privado, aunque también puede celebrarse mediante documento público.
➢ La regulación que el Código de Comercio hace del contrato de comisión
puede aplicarse a los acuerdos alcanzados sobre una actividad que se
llevará a cabo en territorio nacional.
➢ En el caso de pactos con carácter internacional habría que atender a las
leyes vigentes en el país donde se realicen las operaciones comerciales,
aunque se tratase de comisionistas de nacionalidad española.

Ejemplo.
Contrato no exclusivo de comisión mercantil, para venta y promoción de productos
CONTRATO DE COMISION MERCANTIL QUE CELEBRAN POR UNA PARTE LA
EMPRESA DENOMINADA ________________ S.A. DE C.V., DEBIDAMENTE
REPRESENTADA POR EL SEÑOR LUIS BOTERO ZÁRATE, EN SU CALIDAD DE
REPRESENTANTE LEGAL, A QUIEN EN LO SUCESIVO SE LE DENOMINARA “EL
COMITENTE”, Y POR OTRA PARTE EL SEÑOR ________________________, A
QUIEN EN LO SUCESIVO SE LE DENOMINARA “EL COMISIONISTA”, AL TENOR
DE LAS SIGUIENTES DECLARACIONES Y CLAUSULAS:

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DECLARACIONES

I. DECLARA “EL COMITENTE”:


a. Que es una sociedad anónima de capital variable constituida conforme a las
leyes de nuestro país, mediante escritura pública 27, 557 de fecha 18 de septiembre
del 2003, otorgada ante la fe del Licenciado Manuel Martínez Fernández, Notario
Público número 10 del Estado de México y cuyo primer testimonio se encuentra
pendiente de inscripción en el Registro Público de la Propiedad y del Comercio por
lo reciente de su constitución.

b. Que su objeto y estatutos sociales le permiten la celebración del presente


contrato y que su representante se encuentra investido de facultades necesarias
para obligarla en los términos del clausulado, mismas que a la fecha no le han sido
revocadas ni restringidas de manera alguna.

c. Que la personalidad que ostenta su representante no le ha sido revocada,


modificada o limitada en forma alguna y que la acredita con la escritura pública 27,
557 de fecha 18 de septiembre del 2003, otorgada ante la fe del Licenciado
Licenciado Manuel Martínez Fernández, Notario Público Interino número 10 del
Estado de México y cuyo primer testimonio se encuentra pendiente de inscripción
en el registro Público de la Propiedad y del Comercio por lo reciente de su
constitución

d. Que entre otras actividades se dedica a la venta, exhibición, distribución y


comercialización de los productos tales como cremas reductivas y otros productos
de belleza corporal en diferentes presentaciones, las cuales se describen en el
Anexo “A”.

e. Que desea fomentar las ventas de las mercancías y artículos que aparecen
descritos en la lista que, con carácter enunciativo, forma parte del Anexo “A” de este
contrato.

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f. Que desea celebrar con “El Comisionista”, un contrato a fin de que éste se
dedique a fomentar la venta de los productos de que se describen.

g. Que cuenta con la capacidad jurídica y los medios suficientes para celebrar
el presente contrato.

II. DECLARA “EL COMISIONISTA”:


a. Ser una persona física, mexicana, lo cual acredita con la credencial de elector
número _________ con capacidad suficiente para celebrar el presente contrato y
que cuenta con registro federal de contribuyentes No. _________.

b. Que es propietario de una negociación mercantil con uso de gimnasio,


debidamente establecida en el domicilio ubicado en
_________________________.

c. Que cuenta con los elementos propios suficientes para cumplir con las
obligaciones que se deriven de las relaciones con sus trabajadores y empleados y
las demás que adquiera con el presente contrato.

d. Que, entre otras actividades, se dedica a actuar como comisionista, por lo


que es su libre voluntad celebrar el presente contrato en los términos y condiciones
que se establecen en el mismo.

e. Que cuenta con la experiencia, el conocimiento y demás elementos


necesarios para vender y fomentar las ventas de las mercancías y artículos a que
se refiere este contrato y su Anexo “A”.

III. DECLARAN AMBAS PARTES:

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a. Para los efectos de este contrato, se denominaran “productos” a los artículos
y mercancías que en forma enunciativa, se listan en el Anexo “A” de este contrato.
b. Que están de acuerdo en celebrar el presente contrato en los términos que
más adelante se señalan y que para tales efectos señalan como domicilio:

EL COMITENTE
EL COMISIONISTA
El de la negociación mercantil, con uso de
_______________
gimnasio.
_______________
_______________
_______________

Atentas ambas partes a las Declaraciones que anteceden y de común acuerdo


proceden a otorgar el presente contrato de COMISION MERCANTIL, no exclusivo
en los términos de lo dispuesto por los artículos 273 al 308 del Código de Comercio
y a lo dispuesto por las siguientes:

CLÁUSULAS

PRIMERA. ­ “El Comitente” celebra con “El Comisionista” un contrato no exclusivo,


de comisión mercantil, para venta y promoción de “los productos” que se contienen
en la lista que forma el Anexo “A” del presente contrato.

SEGUNDA. ­ Los precios deberán ser los que “El Comitente” cotice en las distintas
listas de precios que éste dé a conocer, a su debido tiempo a “El Comisionista”, el
cual podrá venderlos al público libremente en una cantidad mayor y conforme a lo
que se señala en la cláusula quinta.

TERCERA. ­ “El Comisionista”, fomentará y realizará las ventas motivo de este


contrato, con personal y elementos físicos y pecuniarios propios, suficientes para

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cumplir con las obligaciones que deriven de las relaciones con sus trabajadores y
empleados y las demás que adquiere en el presente contrato.

CUARTA. ­ “El Comisionista” deberá notificar a “El Comitente” los pedidos que
obtenga, a fin de que “El Comitente” los facture directamente. “El Comisionista” no
podrá facturar sin autorización previa, por escrito y en cada caso por “El Comitente”.
“El Comitente” se reserva el derecho a aprobar y surtir los pedidos que “El
Comisionista” formule, liberándole a “El Comitente” de cualquier responsabilidad por
los pedidos que no sean aprobados y surtidos.

QUINTA. ­ “El Comisionista” recibirá como retribución, sobre las ventas consumadas
que efectúe al amparo del presente contrato, la comisión que se señala en el Anexo
“B” de este documento, el que, firmado por ambas partes, sigue en todas sus partes
la suerte de este contrato.

SEXTA. ­ “El Comisionista” aportará personal propio competente, para que


fomenten el uso y consumo de “los productos”. “El Comisionista” deberá
proporcionar a “El Comitente” los reportes que éste considere necesarios para
mantenerle informado acerca del estado de la competencia y de la marcha de los
negocios.
Asimismo, “El Comitente” podrá realizar auditorías en cualquier momento a “El
Comisionista”

SÉPTIMA. ­ La comisión será acreditada a favor de “El Comisionista” al final de cada


mes, una vez que “El Comitente” haya recibido la totalidad del precio, en moneda
nacional, de las ventas de “los productos”, deberá haberse recibido, en efectivo,
quedando a elección de “El Comitente” los casos en que se pueda liquidar las
comisiones antes de que las ventas hayan sido consumidas.

22
OCTAVA. ­ “El Comitente”, cubrirá todos los impuestos y gastos que se originen por
la venta de “los productos”, y “El Comisionista” pagará todos los impuestos que se
originen por la comisión que reciba.

NOVENA. ­ “El Comisionista”, no registrará, ni utilizará, ningún nombre de “El


Comitente”, ni de los productos que maneje de “El Comitente”, ni utilizará las
marcas, ni nombres comerciales de “los productos”, ni de ningún artículo hecho con
los mismos a nombre propio.

DÉCIMA. ­ “El Comisionista” libera de toda responsabilidad, económica, civil, laboral


o de cualquier otro orden, a “El Comitente”, por cualquier compromiso, gasto, o
inversión en que “El Comisionista” hubiere incurrido por fomentar la venta de “los
productos”. “El Comisionista” se obliga a no usar, durante la vigencia de este
contrato, ni con posterioridad, el nombre comercial, ni las marcas de “El Comitente”
y deberá devolver a este todo el material de propaganda, rótulos, exhibidores, etc.,
relacionados con la misma y la papelería o anuncios de cualquier clase o
características que lleven algunos de los nombres o marcas que hayan sido
registradas por “El Comitente”.

DÉCIMA PRIMERA. ­ “El Comisionista” se obliga, a la terminación del presente


contrato a devolver, sin mediar solicitud de “El Comitente”, “los productos” que se le
hubieren enviado directamente para su entrega a algún cliente. Lo expresado en
esta cláusula no implica la obligación para “El Comitente” de adquirir alguno o todos
“los productos” que le rechacen los clientes a “El Comisionista” y éste deberá rendir
cuenta detallada de toda su gestión en los términos del artículo 298 del Código de
Comercio.

DÉCIMA SEGUNDA. ­ En los casos de que sea devuelta por el cliente la totalidad
o, parte de “los productos”, “El Comitente” no tendrá obligación de abonar comisión
alguna en favor de “El Comisionista”. Si tal comisión se hubiere hecho efectiva, le
será descontada a “El Comisionista”, de las siguientes que deban pagársele.

23
DÉCIMA TERCERA. ­ “El Comisionista” se obliga expresamente a no otorgar crédito
alguno a ningún cliente, sin la autorización, previa y por escrito en cada operación,
de “El Comitente”.

DÉCIMA CUARTA. ­ “El Comisionista” acepta expresamente cooperar con “El


Comitente” en todo lo que sea necesario para el buen cobro de las facturas o
documentos que se expidan con motivo de la venta de “los productos”.

DÉCIMA QUINTA. ­ “El Comisionista” se obliga a enviar mensualmente, a “El


Comitente” un reporte por escrito, en el que manifieste sus pedidos, y en fin en todo,
lo que se relacione con el desarrollo de la clientela y del mercado.

DÉCIMA SEXTA. ­ La duración de este contrato será por ______ comenzando su


vigencia a partir de la fecha de firma del presente contrato y concluirá precisamente
a el día ___ de ______ del 200_. No obstante, lo anterior, las partes podrán
renovarlo previo aviso que se den por escrito con __ días de anticipación a la fecha
de terminación del mismo. Sin embargo, “El Comitente” podrá darlo por terminado
anticipadamente, si a su juicio “El Comisionista” no cumple con lo dispuesto por el
presente contrato; por otro lado, ambas partes podrán darlo por terminado
anticipadamente por convenir así a sus intereses debiendo en este caso avisar con
___ días de anticipación, para que en ese término se entreguen formalmente el
material, equipo y cualquier otra documentación que se deban entre sí.

DÉCIMA SÉPTIMA. ­ Para los efectos del presente contrato incluyendo el envío de
avisos, correspondencia y documentos, las partes señalan como sus domicilios los
señalados en el punto III del capítulo de Declaraciones, los cuales se tienen como
reproducidos a la letra en esta cláusula.

DÉCIMA OCTAVA. ­ “El Comisionista” se obliga a emitir los comprobantes a “El


Comitente” por concepto de sus comisiones, que reúnan los requisitos fiscales de

24
comisionista a efecto de que “El Comitente” los pueda deducir o acreditar para
efectos de la Ley del Impuesto Sobre la Renta y de acuerdo a la Ley del Impuesto
al Valor Agregado.

DÉCIMA NOVENA. ­ Queda entendido que el presente contrato es de naturaleza


mercantil, no exclusivo, en el que las partes se obligan de buena fe, en la forma y
términos aquí estipulados. En todo lo no previsto, las partes se regirán por lo
dispuesto en el Capítulo I, del Título Tercero, artículos 273 a 303 del Código de
Comercio en vigor.

VIGÉSIMA. ­ “El Comitente” se compromete a entregar “los productos” de acuerdo


a las especificaciones que obran en el Anexo “A” y “El Comisionista” se
responsabiliza a su custodia y al uso que hagan de ellos mientras dure el presente
contrato.

VIGÉSIMA PRIMERA. ­ Para garantizar el objeto del presente contrato, se suscribirá


un pagaré a favor de “El Comitente” por la cantidad de $ _________ , (
________________00/100M.N.) él cual podrá ejercerlo en caso de incumplimiento
en cualquiera de las cláusulas antes señaladas.

El presente contrato se extiende por duplicado en la ciudad de __________, Estado


de ________, el día de su fecha, quedando un tanto en poder de cada una de las
partes, quienes lo firman ante los testigos que se señalan y manifiestan que están
enterados del alcance y contenido de su clausulado por habérseles explicado
previamente.

25
5.4 El contrato de transporte
Esta materia experimentó una profunda transformación, básicamente derivada de
la entrada en vigor de la Ley 15/2009, de 11 de noviembre, del transporte terrestre
de mercancías, que es el texto que sigue hoy vigente, con ligeras modificaciones,
como por ejemplo las introducidas recientemente por el Real Decreto­ley 3/2022, de
1 de marzo, de medidas para la mejora de la sostenibilidad del transporte de
mercancías por carretera y del funcionamiento de la cadena logística, y por el que
se transpone la Directiva (UE) 2020/1057, de 15 de julio de 2020, por la que se fijan
normas específicas con respecto a la Directiva 96/71/CE y la Directiva 2014/67/UE
para el desplazamiento de los conductores en el sector del transporte por carretera,
y de medidas excepcionales en materia de revisión de precios en los contratos
públicos de obras.

Como indica el propio preámbulo de la Ley 15/2009, ésta tiene por objeto actualizar
el régimen jurídico del contrato de transporte terrestre de mercancías tanto por lo
que se refiere al transporte por carretera como por ferrocarril.

En sentido estricto, esta ley no venía obligada por la incorporación al Derecho


español de directivas comunitarias. Sin embargo, pocos sectores existen más
necesitados de reforma que el Derecho del transporte terrestre de mercancías. El
Título VII del Libro II del Código de Comercio (artículos 349 a 379), en vigor sin
apenas modificaciones desde el momento de la promulgación del Código en 1885,
no estaba en condiciones de dar respuesta a las muy cambiantes necesidades del
transporte actual. Por su parte, la propuesta de Código Mercantil también recoge
esta última reforma, dedicándole todo el Título VI (“Del contrato de transporte”) del
Libro V, y que estructura en tres Capítulos, según las modalidades de transporte:
terrestre (dividido, a su vez, en cosas y personas), marítimo –que se limita a
remitirse a la Ley de Navegación marítima y demás disposiciones que le sean
aplicables­ o aéreo. Como novedades, hay que mencionar la regulación de los
contratos multimodales (arts. 561­67 y ss.) y del contrato de mudanza (arts. 561­71
y ss).

26
2. Concepto y clases de transporte.
El contrato de transporte es aquel por el cual el porteador se obliga, mediante un
precio, a trasladar de un lugar a otro a personas o cosas. Esta definición comprende
todos los tipos o variedades del transporte, que puede tener, sin embargo, diferentes
regulaciones según de qué modalidad se trate.

Los caracteres fundamentales del contrato de transporte son:


1) el porteador asume la obligación de llevar a cabo una tarea determinada, que
es el traslado de una cosa o una persona de un lugar a otro.

2) Esta prestación tiene como contrapartida el pago de una determinada


cantidad. Por otro lado, hay varios criterios para la clasificación de los contratos de
transporte; aquí seguiremos la clasificación que influye en cómo se regulan cada
uno de ellos.

1) Según la mercantilidad, hablamos de transporte mercantil cuando tenga por


objeto mercaderías o cualesquiera efectos del comercio (criterio objetivo), y también
cuando siendo cualquiera su objeto, sea comerciante el porteador o se dedique
habitualmente a realizar transportes para el público (criterio subjetivo). En el resto
de los casos el contrato es civil.

2) Según el medio geográfico en el que el transporte se realice, hablamos de


transporte terrestre –que a su vez tiene ciertas especialidades según la vía que se
emplee, esto es carretera o ferrocarril­, marítimo y aéreo. Se habla de transporte
“mixto” cuando se utilizan varios medios de transporte de distinta naturaleza

3) Según el contenido del contrato, se habla de transporte de cosas o de


personas.

27
3. Transporte terrestre de cosas.
La regulación del Código de comercio regula fundamentalmente el transporte de
cosas, y sólo de forma incidental el de personas. El contrato es efectuado entre el
porteador y el remitente (o cargador). Normalmente aparece un tercero, el
destinatario, distinto del remitente, pero esto no es necesario. Por tanto, las partes
en el contrato son:

1) Porteador: es la parte que asume la obligación de realizar el traslado de unas


mercancías de un lugar a otro y, en consecuencia, es responsable de la ejecución
del transporte y de la custodia de las mercancías que le son entregadas.
2) Cargador: el cargador o remitente es la parte que entrega la cosa al porteador
para ser transportada, y por tanto quien asume la obligación de pagar el precio
pactado.
3) Destinatario: es el que recibe la prestación del transporte. De este contrato surgen
obligaciones para ambas partes:
1) El cargador, debe entregar las mercancías al porteador en condiciones aptas para
el transporte, así como los documentos necesarios para el tránsito de la cosa
(licencias, documentos de aduanas, etc.). Debe también pagar el precio o porte; sin
embargo, es posible pactar en el contrato que el precio lo pague el destinatario, en
cuyo caso se habla de transporte a “porte debido”.
2) El porteador, debe recibir la mercancía, cargarla en los medios en que va a
efectuarse el transporte, realizarlo según lo previsto en el contrato (plazo, itinerario,
etc.), custodiar las mercancías durante todo el tiempo que estén en su poder y,
finalmente, entregarlas al destinatario en buen estado. Sobre el porteador pesa la
responsabilidad, en la que incurre cuando no entrega la cosa, o entrega sólo parte,
o fuera de plazo, por las averías que sufran las mercaderías durante el transporte,
pérdida o deterioro de las mismas, etc.

Y es que el Derecho contractual del transporte ha venido siendo objeto en los


últimos años de una actualización que empleaba una vía oblicua, como era la
intervención de la Administración del Estado. Son muchos, en efecto, los ejemplos

28
de normas de control u ordenación del sector del transporte en las que se contenían
reglas de derecho privado­contractual.

Si a ello se añaden las condiciones generales de la contratación de los transportes


de mercancías por carretera establecidas por el Ministerio de Fomento mediante
Orden de 25 de abril de 1997, se comprende la afirmación de que el Derecho
codificado fuese escasamente aplicado en la práctica diaria del transporte. Pero el
anacronismo y el desfase del Código de Comercio en esta materia no son los únicos
motivos que aconsejan proceder a la reforma del Derecho del contrato de transporte
de mercancías. Ciertamente, la conveniencia de dicha reforma se refuerza, si cabe,
por motivos de oportunidad histórica.

El primero de ellos tiene que ver con el transporte ferroviario. En efecto, no puede
olvidarse cómo, en el ámbito ferroviario, la Ley 39/2003, de 17 de noviembre, del
Sector Ferroviario, abrió un nuevo escenario de liberalización, que bien requiere de
un nuevo marco legal en lo que son las relaciones de derecho contractual. Es cierto
que la liberalización, por el momento, no alcanza a todos los ámbitos del transporte
ferroviario, y que la misma tardará algún tiempo en materializarse. Pero no lo es
menos que conviene sentar un nuevo marco de relaciones contractuales en un
entorno de apertura a la libre competencia.

El segundo de los motivos guarda relación con la reforma que se está llevando a
cabo en otros modos de transporte. En efecto, parece una ocasión magnífica
aprovechar el impulso que ha supuesto la tramitación de la Ley General de
Navegación Marítima para acometer también la reforma del contrato de transporte
de mercancías efectuado por otros modos, como pueda ser la carretera y el
ferrocarril. Con ello se obtendría una actualización de una parte importante del
Derecho del transporte.

Se definen nuevamente los sujetos del contrato de transporte terrestre de


mercancías (art. 4 Ley 15/2009, verlo):

29
1. Cargador es quien contrata en nombre propio la realización de un transporte y
frente al cual el porteador se obliga a efectuarlo.
2. Porteador es quien asume la obligación de realizar el transporte en nombre propio
con independencia de que lo ejecute por sus propios medios o contrate su
realización con otros sujetos.
3. Destinatario es la persona a quien el porteador ha de entregar las mercancías en
el lugar de destino.
4. Expedidor es el tercero que por cuenta del cargador haga entrega de las
mercancías al transportista en el lugar de recepción de la mercancía.

4. La carta de porte.
Este documento, fundamental en la mayoría de los contratos de transporte, cobra
con la Ley 15/2009 renovada importancia, y como tal es minuciosamente regulado
por el art. 10:
a) Lugar y fecha de la emisión.
b) Nombre y dirección del cargador y, en su caso, del expedidor.
c) Nombre y dirección del porteador y, en su caso, del tercero que reciba las
mercancías para su transporte.
d) Lugar y fecha de la recepción de la mercancía por el porteador.
e) Lugar y, en su caso, fecha prevista de entrega de la mercancía en destino.
f) Nombre y dirección del destinatario, así como eventualmente un domicilio para
recibir notificaciones.
g) Naturaleza de las mercancías, número de bultos y signos y señales de
identificación.
h) Identificación del carácter peligroso de la mercancía enviada, así como de la
denominación prevista en la legislación sobre transporte de mercancías peligrosas.
i) Cantidad de mercancías enviadas, determinada por su peso o expresada de otra
manera.
j) Clase de embalaje utilizado para acondicionar los envíos.
k) Precio convenido del transporte, así como el importe de los gastos previsibles
relacionados con el transporte.

30
l) Indicación de si el precio del transporte se paga por el cargador o por el
destinatario.
m) En su caso, declaración de valor de las mercancías o de interés especial en la
entrega, de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 61.
n) Instrucciones para el cumplimiento de formalidades y trámites administrativos
preceptivos en relación con la mercancía.

5. Transporte terrestre de personas.


Esta modalidad del contrato de transporte no se encuentra regulada por el Código
de Comercio, sino por leyes especiales. Los elementos personales del contrato se
simplifican, pues junto al porteador o transportista aparece simplemente el viajero.
Éste debe estar en posesión del billete, que habrá de contener los datos esenciales
relativos al transporte (indicación del transportista, fecha de expedición, puntos de
salida y llegada, precio, etc.).
Además de transportar al viajero, el porteador suele comprometerse a transportar
su equipaje, aunque su responsabilidad suele limitarse a los bultos que le son
entregados, y no a los que lleva el viajero, sobre los que no ejerce ningún control.

6. Los llamados “viajes combinados”.


La antigua Ley 21/1995, de 6 de julio, regulaba los llamados “viajes combinados”
incorporando a nuestro derecho la Directiva comunitaria 30/314/CEE, de 13 de junio
de 1990, que está inspirada en la preocupación de la tutela de los usuarios y
consumidores. Se trata de proteger a los que contratan con una Agencia de Viajes
un “viaje combinado”, entendiendo por tal aquel en el que se ofrece al usuario no
sólo un determinado transporte, sino también el alojamiento y otros servicios
turísticos (visitas a localidades, comidas, asistencia a espectáculos, etc.) que
constituyen parte significativa del viaje organizado.

A partir del Real Decreto Legislativo 1/2007, se regulan en el Libro cuarto del TR
LDCU, el más breve (sólo se compone de dieciséis artículos, del 150 al 165),
estructurado en dos títulos: el primero, relativo a disposiciones generales (ámbito

31
de aplicación, información precontractual y formalización del contrato, derechos –
en este ámbito concreto­ del consumidor y usuario y modificación del contrato); y el
segundo, con disposiciones relativas a la resolución del contrato y
responsabilidades. (Diez, 2018)

5.5 La asociación en participación


¿Para qué sirve una asociación en participación?
Entendemos este proceso como un contrato de participación, en el que una persona
concede a otras (física o moral), que le brindan bienes o servicios, la intervención
respecto a las utilidades o pérdidas adquiridas en una negociación mercantil o en
diversas operaciones comerciales.

Un punto interesante a resaltar, es que estos contratos asociativos se realizan a fin


de cumplir con alguna actividad específica o actos jurídicos que surte efecto entre
las partes que lo integran. Además, una vez cumplimentadas las acciones, la
asociación se disuelve.

Por otra parte, comprender qué es una asociación en participación, es saber


identificar dentro de las esferas legales que, para el Derecho Mercantil, este tipo de
asociación, no se concibe como una Sociedad Mercantil, ni como una personalidad
jurídica. Sin embargo, en el ámbito fiscal, se le da tratamiento de Persona Moral.

Características de una asociación en participación


Otros factores que pueden ayudarte a comprender qué es una asociación en
participación, son algunos de los que describimos en la siguiente lista:

➢ Es un contrato que se da entre dos o más partes denominadas asociante y


asociados. La asociación no crea una nueva empresa o persona jurídica.
➢ A diferencia de las sociedades mercantiles, estas asociaciones, no se les
reconoce capacidad jurídica, razón social, denominación, domicilio y otros
aspectos propios.

32
➢ Cada asociante podrá aportar bienes raíces o bienes inmobiliarios, así como
otras propiedades, tales como muebles, automóviles, maquinaría,
estrategias de venta, entre otras cosas. Este aporte se realiza a libre elección
de los participantes en el contrato de asociación en participación.
➢ Debe contar por escrito y no debe ser presentado ante notarios, es decir, no
está sujeto a registro fiscal.
➢ No cuenta con patrimonio social ni se crea uno entre asociante y asociado.

➢ La asociante obra en nombre propio frente a terceros.


➢ Las utilidades o pérdidas generadas en la negociación, se distribuyen de
acuerdo al pacto.
➢ Pese a la desaparición física o inhabilitación de un asociado, no debe
desaparecer la asociación.

Partes que intervienen en el contrato de asociación en participación


Además de los puntos antes descritos, es importante conocer qué elementos
personales intervienen en este tipo de consorcios con el propósito de entender qué
es una asociación en participación.

El asociante
Es la persona física o moral que crea, organiza y traza todas las estrategias a seguir
para controlar el negocio por el cual se generó el contrato. Es decir, es el principal
responsable de cumplir las obligaciones que se generen frente a terceros, y deberá
responder ante ellos en caso de incumplir.

El asociado
Es el acreedor del dinero, bienes o servicios al asociante, con el fin de participar en
las utilidades y pérdidas del negocio mercantil objeto de la asociación.

33
¿Cómo funciona una asociación en participación?
A fin de desarrollar y elevar la producción de un producto o servicio, los integrantes
del consorcio suman esfuerzos y recursos. El financiamiento obtenido de una
persona o por colaboración empresarial, no es necesario que emita bonos u
obligaciones, para evitar préstamos a garantías. Pero, todo ello, debe registrarse
debidamente.

En el caso de las asociaciones en participación, en los libros de contabilidad del


asociante, se deberán registrar las cantidades recibidas del asociado, adjuntando a
su cuenta de aportaciones. Mientras que los intereses a favor del asociado se
anotarán por parte del asociante como un gasto financiero común, y el asociado lo
registrará como inversión.

En ambos casos, se debe tener el conocimiento adecuado para actuar con


precaución, motivo por el cual es menester capacitarte en el área. Si es lo que te
interesa, te orientamos en el proceso con nuestras ofertas de formación profesional.

La Ley General de Sociedades Mercantiles en su artículo 252 define a la “Asociación


en Participación (A en P)” como un contrato por el cual una persona (asociante)
concede a otras (asociados) que le aportan bienes o servicios, una participación en
las utilidades y en las pérdidas de una negociación mercantil o de una o de varias
operaciones de comercio.

Por otro lado, para efectos fiscales el Código Fiscal de la Federación en su artículo
17­B señala que la A en P es el conjunto de personas que realizan actividades
empresariales con motivo de la celebración de un convenio y siempre que las
mismas, por disposiciones legales o del propio convenio, participen de las utilidades
o en las pérdidas, derivada de dichas actividades.

34
Aspectos Legales
Las características de un contrato de Asociación en Participación son las siguientes:

No tiene personalidad jurídica ni razón social o denominación.


Debe de constar por escrito y no estará sujeto a registro. Asimismo, en el contrato
se debe de fijar los términos, proporciones de interés y demás condiciones en que
deban realizarse.
Las utilidades y pérdidas se distribuyen según lo pactado en el contrato, o en caso
de no especificarse en el contrato de acuerdo con lo señalado en el artículo 16 de
la LGSM.
La asociante obra en nombre propio y por consiguiente no habrá relación jurídica
entre los terceros y los asociados. Los bienes aportados pertenecen en propiedad
al asociante, salvo que por su naturaleza fuere necesaria otra formalidad o que se
estipule lo contrario y se inscriba la cláusula relativa en el Registro Público de
Comercio.
Las A en P funcionan, se disuelven y se liquidan a falta de estipulaciones especiales,
por las reglas establecidas para las sociedades en nombre colectivo.
Aspectos Fiscales
De conformidad con el artículo 17­B para efectos de las disposiciones fiscales la A
en P tendrá personalidad jurídica cuando se de cualquiera de los siguientes
supuestos:

Cuando en el país se realicen actividades empresariales,


Cuando el convenio se celebre conforme a las leyes mexicanas, o
Cuando se dé alguno de los supuestos mencionados en el artículo 9 del CFF (casos
en los que se considera que existe residencia fiscal en México).
Obligaciones Fiscales
La A en P está obligada a cumplir con las mismas obligaciones fiscales, en los
mismos términos y bajo las mismas disposiciones, establecidas para las personas
morales en las leyes fiscales. Para tales efectos, cuando dichas leyes hagan

35
referencia a personas morales, se entenderá incluida a la Asociación en
Participación considerada en los términos de este precepto.

Para los efectos fiscales, y en los medios de defensa que se interpongan en contra
de las consecuencias fiscales derivadas de las actividades empresariales realizadas
a través de la asociación en participación, el asociante representará a dicha
asociación.

La asociación en participación se identificará con una denominación o razón social,


seguida de la leyenda A. en P. o en su defecto, con el nombre del asociante, seguido
de las siglas antes citadas. Asimismo, tendrán, en territorio nacional, el domicilio del
asociante.

La A en P deberá solicitar su inscripción en el RFC (ficha de trámite 43/CFF


“Solicitud de inscripción en el RFC de personas morales en la ADSC” del anexo 1­
A de la RMF), proporcionando la información relacionada con su identidad, su
domicilio y, en general, sobre la situación fiscal, mediante los avisos que se
establecen en el Reglamento del CFF.

Finalmente, cabe mencionar que de acuerdo a lo establecido en el artículo 30 del


CFF, los contratos de A en P deben de conservarse por todo el tiempo en el que
subsista el contrato de que se trate.

Responsabilidad Solidaria de los Asociantes


Los asociantes son responsables solidarios respecto de las contribuciones que se
hubieran causado en relación con las actividades realizadas mediante la asociación
en participación, cuando tenían tal calidad, en la parte del interés fiscal que no
alcance a ser garantizada por los bienes de la misma, siempre que la asociación en
participación incurra en cualquiera de los siguientes supuestos:

36
➢ No solicite su inscripción en el RCF
➢ Cambie su domicilio sin presentar aviso correspondiente en los términos del
Reglamento del CFF.
➢ No lleve contabilidad, la oculte o la destruya.
➢ Desocupe el local donde tenga su domicilio fiscal, sin presentar aviso de
cambio de domicilio.
➢ No se localice en el domicilio fiscal registrado en el RFC.
➢ Omita enterar a las autoridades fiscales, dentro del plazo que las leyes
establezcan, las cantidades que por concepto de contribuciones hubiere
retenido o recaudado.
➢ Se encuentre en el listado a que se refiere el artículo 69­B, cuarto párrafo del
CFF.
➢ Se encuentre en el listado a que se refiere el artículo 69­B, octavo párrafo del
CFF, por no haber acreditado la efectiva adquisición de los bienes o
recepción de los servicios, ni corregido su situación fiscal.
➢ Se encuentre en el listado a que se refiere el artículo 69­B Bis, octavo párrafo
del CFF, por haberse ubicado en definitiva en el supuesto de presunción de
haber transmitido indebidamente pérdidas fiscales.

Es importante mencionar que la responsabilidad solidaria del asociante no podrá


exceder de la aportación hecha a la A en P durante el periodo o la fecha de que se
trate. Asimismo, la responsabilidad solidaria comprenderá los accesorios con
excepción de las multas.

Consideraciones Finales
Es recomendable explorar este tipo de figura jurídica en aquellos negocios en los
que, por sus características específicas, modelo de negocio o temporalidad sea
mucho más funcional elaborar un contrato de A en P que una sociedad, logrando
tener una mayor flexibilidad en las cláusulas o condiciones que quizá en una figura
tradicional no se puede o sea menos práctico.

37
Como ejemplo de lo antes expuesto, está el caso de un desarrollo inmobiliarios
donde uno de los socios aporta el inmueble y los otros socios el capital para llevar
a cabo el desarrollo, y se deciden que por la temporalidad del negocio lo más
conveniente y práctico sería realizar un contrato de A en P por el tiempo que dure
dicho proyecto inmobiliario, acordando los porcentajes de utilidad o pérdidas a
distribuir una vez que concluya el proyecto.

Finalmente, es importante que el asociante se asegure del correcto cumplimiento


de las obligaciones establecidas por las disposiciones fiscales antes mencionadas,
dada la responsabilidad solidaria que tiene frente a cualquier crédito fiscal que
pudiera generarse por parte de la A en P.

5.6 El arrendamiento financiero.


El arrendamiento financiero se establece a través de un contrato mediante el cual
se compromete a otorgar el uso o goce temporal de un bien al arrendatario, ya sea
persona física o moral, obligándose este último a pagar una renta periódica que
cubra el valor original del bien, más la carga financiera, y los gastos adicionales que
contemple el contrato. Al vencimiento de éste, la arrendadora, con base en el
Artículo 27 de la Ley General de Organizaciones y Actividades Auxiliares del
Crédito, y a elección del arrendatario, se aplica una de las siguientes opciones
terminales que se establecen:

Opciones que tiene el arrendatario:


I. La compra de los bienes a un precio inferior a su valor de adquisición, que quedará
fijado en el contrato. En caso de que no se haya fijado, el precio debe ser inferior al
valor de mercado a la fecha de compra, conforme a las bases que se establezcan
en el contrato;
II. A prorrogar el plazo para continuar con el uso o goce temporal, pagando una renta
inferior a los pagos periódicos que venía haciendo, conforme a las bases que se
establezcan en el contrato; y

38
III. A participar con la arrendadora financiera en el precio de la venta de los bienes
a un tercero, en las proporciones y términos que se convengan en el contrato.

Características:

1­La propiedad fiscal del bien arrendado corresponde al Arrendatario, quien lo


registra dentro de sus activos. La propiedad jurídica se transfiere al Arrendatario al
ejercer la opción de compra.
2­ La deducibilidad tanto de la depreciación como de la carga financiera la realiza el
Arrendatario, conforme a lo estipulado por la Ley del Impuesto Sobre la Renta
(LISR).
3­ Está enfocado a los Clientes que requieren una línea adicional de financiamiento
para adquirir hasta el 100% del valor del bien.
4­ El Arrendatario adquiere los bienes a precio de riguroso contado, obteniendo los
máximos descuentos que ofrecen los proveedores.
5­ Al final del contrato el Arrendatario podrá optar por ejercer la opción de compra a
un valor simbólico; prorrogar el plazo del arrendamiento o participar con la
Arrendadora en el precio de venta del equipo automotriz a un tercero.
6­ Cada renta mensual está compuesta por una porción de capital, de acuerdo con
la tabla de amortización respectiva, más los intereses del periodo, calculados sobre
saldos insolutos.
7­ El desembolso inicial corresponde al IVA del precio de adquisición del bien, ya
que este impuesto no es financiable, al importe de la comisión de apertura del
contrato y a los gastos de ratificación ante Notario Público.
8­ El IVA que generan los intereses de cada renta es calculado sobre tasa real.
(Esparza, 2017)

5.7 El contrato de seguro.


Se entiende por contrato de seguro aquel por el que la parte aseguradora se obliga
a indemnizar o a realizar otras prestaciones, dentro de los límites que se pacten, a
la persona asegurada a cambio de una contraprestación económica (prima), en el

39
caso de que se llegara a producir el hecho objeto de la cobertura (se produzca
incendio, accidente, robo, etc.).

Por regla general, la parte aseguradora será una compañía de seguros, mientras
que la parte asegurada será una persona consumidora y usuaria.
Al documento en el que se formaliza el contrato de seguro se denomina póliza.

Existen distintas modalidades de contrato de seguro: de accidente, de viaje, de


transporte, de hogar, de robo, de vida, de hogar, de salud; pues bien, a todas las
modalidades, en defecto de Ley que les sea aplicable, les será aplicable lo dispuesto
en la Ley 50/1980, de 8 de octubre, de contrato de seguro, entendiéndose válidas
las cláusulas del contrato que sean más beneficiosas para la persona asegurada.

Las Condiciones Generales deberán incluirse por la parte aseguradora en la


proposición de seguro si la hubiere y necesariamente en la póliza del contrato o en
documento complementario, que se suscribirá por la persona asegurada y a la que
se entregará copia del mismo. Las condiciones generales y particulares se
redactarán de forma clara y precisa.

En el contrato se destacarán de modo especial las cláusulas limitativas de los


derechos de las personas aseguradas, que deberán ser específicamente aceptadas
por escrito.
LEY SOBRE EL CONTRATO DE SEGURO
Nueva Ley publicada en el Diario Oficial de la Federación el 31 de agosto de 1935

TEXTO VIGENTE
Última reforma publicada DOF 04-04-2013
Al margen un sello que dice: Poder Ejecutivo Federal. ­ Estados Unidos Mexicanos.
­ México. – Secretaría de Gobernación.
El C. Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, se ha servido
dirigirme la siguiente Ley:

40
"LAZARO CARDENAS, Presidente Constitucional de los Estados Unidos
Mexicanos, a sus habitantes sabed:
Que en uso de las facultades concedidas al Ejecutivo de la Unión por Decretos de
29 de diciembre de 1934 y 1o. de enero de 1935, he tenido a bien expedir la
siguiente:
LEY SOBRE EL CONTRATO DE SEGURO
TITULO I
Disposiciones Generales
CAPITULO I
Definición y Celebración del Contrato
Artículo 1°.­ Por el contrato de seguro, la empresa aseguradora se obliga, mediante
una prima, a resarcir un daño o a pagar una suma de dinero al verificarse la
eventualidad prevista en el contrato.
Artículo 2°.­ Las empresas de seguros sólo podrán organizarse y funcionar de
conformidad con la Ley General de Instituciones de Seguros. Fe de erratas al
artículo DOF 13­09­1935
Artículo 3°.­ El seguro marítimo se rige por las disposiciones relativas del Código de
Comercio y por la presente ley en lo que sea compatible con ellas.
Artículo 4°.­ Los seguros sociales quedarán sujetos a las leyes y reglamentos sobre
la materia.
Artículo 5°.­ Las ofertas de celebración, prórroga, modificación o restablecimiento
de un contrato suspendido, obligarán al proponente durante el término de quince
días, o el de treinta cuando fuere necesario practicar examen médico, si no se fija
un plazo menor para la aceptación. Fe de erratas al artículo DOF 13­09­1935
Artículo 6º.­ Se considerarán aceptadas las ofertas de prórroga, modificación o
restablecimiento de un contrato suspendido, hechas en carta certificada con acuse
de recibo, si la empresa aseguradora no contesta dentro del plazo de quince días,
contados desde el siguiente al de la recepción de la oferta pero sujetas a la
condición suspensiva de la aprobación de la Secretaría de Hacienda y Crédito
Público.
La Póliza

41
Artículo 19.­ Para fines de prueba, el contrato de seguro, así como sus adiciones y
reformas, se harán constar por escrito. Ninguna otra prueba, salvo la confesional,
será admisible para probar su existencia, así como la del hecho del conocimiento
de la aceptación, a que se refiere la primera parte de la fracción I del artículo 21.

Artículo 20.­ La empresa aseguradora estará obligada a entregar al contratante del


seguro, una póliza en la que consten los derechos y obligaciones de las partes. La
póliza deberá contener:
I.­ Los nombres, domicilios de los contratantes y firma de la empresa aseguradora;
II.­ La designación de la cosa o de la persona asegurada;
III.­ La naturaleza de los riesgos garantizados;
IV.­ El momento a partir del cual se garantiza el riesgo y la duración de esta garantía;
V.­ El monto de la garantía;
VI.­ La cuota o prima del seguro;
VII.­ En su caso, la mención específica de que se trata de un seguro obligatorio a
los que hace referencia el artículo 150 Bis de esta Ley, y Fracción adicionada DOF
04­04­2013
VIII.­ Las demás cláusulas que deban figurar en la póliza, de acuerdo con las
disposiciones legales, así como las convenidas lícitamente por los contratantes.

CAPITULO III
La Prima
LEY SOBRE EL CONTRATO DE SEGURO
CÁMARA DE DIPUTADOS DEL H. CONGRESO DE LA UNIÓN
Artículo 31.­ El contratante del seguro estará obligado a pagar la prima en su
domicilio, si no hay estipulación expresa en contrario. (diputados., 1990)

42
5.8 El contrato de fianza.
El contrato de fianza es un contrato por medio del cual una persona denominada
fiadora se obliga a responder por la obligación del deudor principal, es una
obligación accesoria en virtud de la cual una o más personas responden de una
obligación ajena, comprometiéndose para con el acreedor a cumplirla en todo o en
parte, si el deudor principal no cumple.

¿Cuáles son las principales características del contrato de fianza?


Es un contrato accesorio dado que para que exista debe haberse celebrado
anteriormente un contrato principal para poder existir, la obligación que ya ha nacido
con el previo y principal contrato y que se pueda suscribirse la fianza.

Respalda una deuda ajena.


Este contrato puede ser parcial o total por lo que el fiador se pueda obligar ya sea
una parte de la obligación o toda en su integridad cuando el deudor principal no
cumpla. Es requisito indispensable para que el acreedor le puede exigir el
cumplimiento de la obligación al fiador que el deudor principal no la ejecute en el
término estipulado en el contrato del cual depende la fianza.

¿El contrato de fianza se puede constituir solo a favor del deudor principal?
No, también se puede constituir a favor de otro fiador.

¿Cuál es la finalidad del contrato de fianza?


La fianza se celebra con la finalidad de garantizar una obligación ajena, pero en la
cual solo se puede el acreedor cobrar al fiador cuando el deudor principal de la
obligación no le cumpla.
¿De qué formas se puede constituir el contrato de fianza?
Se puede constituir de tres formas:
Por convención: Es la que se da por contrato.
Por la ley.
Por orden judicial.

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¿Qué otras cosas comprenden la fianza?
La fianza comprende además de la deuda, los intereses, las costas judiciales, los
costos del primer requerimiento que se le hace al deudor y al fiador.
¿Qué es el fiador?
El fiador es la persona que acepta responder por la obligación de un deudor. (UNAM,
2016)

5.9 El fideicomiso.
1.Concepto y naturaleza. ­ El fideicomiso encuentra su antecedente inmediato en el
"trust” angloamericano.

El artículo 346 de la LTOC define ­o mejor dicho, describe­ la institución que nos
ocupa. Dice así: en virtud del fideicomiso, el fideicomitente destina ciertos bienes a
un fin lícito determinado, encomendando la realización de ese fin a una institución
fiduciaria.

La doctrina, generalmente, considera al fideicomiso como un negocio fiduciario.


"Entendemos por negocio fiduciario ­dice BARRERA GRAF­1 aquel en virtud del
cual una persona transmite plenamente a otra ciertos bienes o derechos,
obligándose ésta a afectarlos a la realización de una finalidad lícita determinada y,
como consecuencia de dicha finalidad, obligándose a retransmitir dichos bienes o
derechos a favor de un tercero o revertirlos en favor del transmitente."

Nuestros autores han definido el fideicomiso en diversas formas. RODRÍGUEZ


RODRÍGUEZ afirma que el fideicomiso es "un negocio jurídico en virtud del cual se
atribuye al fiduciario la titularidad dominical sobre ciertos bienes, con la limitación,
de carácter obligatorio, de realizar sólo aquellos actos exigidos para el cumplimiento
del fin para la realización del cual se destinan".

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Por su parte, CERVANTES AHUMADAS dice que "el fideicomiso es un negocio
jurídico por medio del cual el fideicomitente constituye un patrimonio autónomo,
cuya titularidad se atribuye al fiduciario, para la realización de un fin determinado".
En síntesis, el fideicomiso es un negocio jurídico en virtud del cual una persona
física o moral­, denominada fideicomitente, destina bienes o derechos a la
realización de una finalidad lícita y determinada, y encarga la realización de esa
finalidad a una institución fiduciaria, que se convierte en titular del patrimonio
integrado por aquellos bienes o derechos.

2. Elementos personales. Tres son las personas que pueden intervenir en el


fideicomiso: el fideicomitente, el fiduciario y el fideicomisario (o beneficiario).

a) El fideicomitente. Es la persona que constituye el fideicomiso, esto es, la


persona que destina determinados bienes o derechos a la realización del fin
lícito y determinado, cuya realización encarga al fiduciario. Dice el artículo
349 de la LTOC, que solamente pueden ser fideicomitentes las personas
físicas o morales que tengan la capacidad jurídica necesaria para hacer la
afectación de bienes que el fideicomiso implica, así como las autoridades
judiciales o administrativas competentes, cuando se trate de bienes cuya
guarda, conservación, administración, liquidación, reparto o enajenación
corresponda a ellas o a las personas que las mismas designen.

b) El fiduciario. El fiduciario es la persona encargada por el fideicomitente de


realizar el fin del fideicomiso. El fiduciario se convierte en titular del patrimonio
constituido por los bienes o derechos destinados a la realización de tal
finalidad. Establece el artículo 350 de la LTOC, que sólo pueden ser
fiduciarios las instituciones de crédito. El artículo 30 de la LSBC, por su parte,
dispone que las instituciones de banca y crédito están autorizadas para
practicar las operaciones de fideicomiso a que se refiere la LTOC.

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c) El fideicomisario. El fideicomisario (o beneficiario) es la persona que recibe
el provecho que del fideicomiso deriva. Esto es, "el fideicomisario ese sujeto
de derecho favorecido por el fideicomiso".' Así, dice el artículo 347 de la
LTOC, que pueden ser fideicomisarios las personas físicas o morales que
tengan la capacidad jurídica necesaria para recibir el beneficio que el
fideicomiso implica.
3. El patrimonio fideicometido.
Dice el artículo 351 de la LTOC, que pueden ser objeto del fideicomiso toda clase
de bienes y derechos, salvo aquellos que conforme a la ley sean estrictamente
personales de su titular. En relación con este punto surge el problema de determinar
quién es el propietario de los bienes fideicometidos.

4. La finalidad.
El fideicomitente es libre para establecer el fin a cuya realización debe destinarse el
patrimonio fideicometido. Pero en todo caso ese fin debe ser lícito y determinado
(Arts. 346 y 347 LTOC).

5. Forma.
El fideicomiso, según dispone el artículo 352 de la LTOC, puede constituirse por
acto entre vivos o por testamento. La constitución del fideicomiso debe hacerse
constar en todo caso por escrito y ajustarse los términos del derecho común sobre
transmisión de los derechos o transmisión de propiedad de los bienes que se den
en fideicomiso (Art. 352 LTOC).

6. Publicidad y efectos.
El fideicomiso cuyo objeto recaiga en bienes inmuebles deberá inscribirse en el
Registro Público de la Propiedad del lugar en que los bienes se encuentren
ubicados, y surte efecto contra terceros precisamente desde la fecha de su
inscripción (art 353. LTOC).

46
7. Extinción del fideicomiso y sus consecuencias.
Son causas de extinción del fideicomiso:

a) La realización del fin para el cual fue constituido;


b) La imposibilidad de realizarlo:
c) La imposibilidad del cumplimiento de la condición suspensiva de que dependa o
cuando la misma no se haya cumplido dentro del plazo señalado al constituirse el
fideicomiso o, en su defecto, dentro de los veinte años siguientes a su constitución;
d) El cumplimiento de la condición resolutoria a que haya quedado sujeto;
e) El convenio expreso en dicho sentido entre el fideicomitente y el fideicomisario;
f) La revocación hecha por el fideicomitente cuando éste se haya reservado
expresamente ese derecho al constituirlo;
g) La imposibilidad de sustituir a la institución designada como fiduciaria, cuando
ésta no haya aceptado el encargo, renuncie o sea removida (Arts. 350 y 357 LTOC).

8. Fideicomisos prohibidos.
En los términos del artículo 359 de la LTOC, quedan prohibidos:
a) Los fideicomisos secretos;
b) Aquellos en los cuales el beneficio se
conceda a diversas personas sucesivamente, que deban sustituirse pormuerte de
la anterior, salvo el caso de que la sustitución se realice en favor de personas que
estén vivas y concebidas ya a la muerte del fideicomitente;
c) Aquellos cuya duración sea mayor de treinta años, cuando se designe como
fideicomisario a una persona jurídica que no sea de orden público o institución cíe
beneficencia.

5.10 El factoraje.
De acuerdo a lo señalado por la AMEFAC, Asociación Mexicana de Factoraje
Financiero y Actividades Similares, A.C., el Factoraje “es un mecanismo de
financiamiento a corto plazo que apoya el crecimiento de las Empresas, obteniendo

47
el pago anticipado de las cuentas por cobrar de ventas a crédito de los clientes.
Aquella actividad en la que mediante contrato que celebre la empresa de factoraje
con sus clientes (cedentes), personas físicas o morales que realicen actividades
empresariales, la primera adquiere de los segundos derechos de crédito
relacionados a proveeduría de bienes, de servicios o de ambos, a un precio
determinado o determinable

La definición utilizada por el convenio UNIDROIT “1.2. A los efectos del presente
Convenio, “contrato de factoring” significa un contrato celebrado entre una parte (el
proveedor) y otra parte (el factor) en virtud del cual:

A. El proveedor puede o deberá ceder a los factores, cuentas por cobrar


derivadas de los contratos de venta de bienes entre el proveedor y sus
clientes (deudores) distintos a los de la venta de bienes comprados para su
uso personal, familiar o doméstico;
B. El factor realiza al menos dos de las siguientes funciones:
➢ Financiamiento para el vendedor, incluidos préstamos y pagos
anticipados.
➢ Mantenimiento de cuentas (administración) relacionadas con las
cuentas por cobrar.
➢ Cobro de cuentas por cobrar.
➢ Protección contra el incumplimiento en el pago por parte de los
compradores.
¿QUIÉNES PARTICIPAN EN UNA OPERACIÓN DE FACTORAJE Y CÓMO
FUNCIONA?
Básicamente existen tres participantes:

➢ Un proveedor de bienes o servicios que vende a plazo, por lo que se genera


una cuenta por cobrar. Al proveedor comúnmente se le conoce como
“cedente”.

48
➢ Un comprador, que se convierte en el “deudor” de las cuentas por cobrar,
siempre y cuando reciba los bienes o servicios a satisfacción. El pago lo
realizará al vencimiento del plazo pactado.
➢ Una empresa de factoraje o banco, denominado “factor”, que adquiere los
derechos de crédito a través de la cesión de las cuentas por cobrar por parte
del proveedor “cedente” y que al vencimiento realiza el cobro al comprador
“deudor”

49
Existen diferentes formas de clasificar las operaciones de factoraje:
1. Por la forma de implementar el negocio.
2. Por el compromiso que puede o no existir por parte del proveedor, de ser
solidariamente responsable del pago en caso de que el comprador no pague la
cuenta por cobrar.
3. Por la forma en realizar la cobranza al comprador.
4. Por los tipos de cobranza.
5. Por la forma de cobrar los intereses y también por quien los cubre.
6. Por la ubicación del comprador

FACTORAJE A CLIENTES.
Conocido en inglés como “Seller Centric” justamente porque se promueve, formaliza
e implementa a partir de la relación que establece un factor con un proveedor de
bienes o servicios. El proveedor requiere capital de trabajo; realiza ventas a plazo y
por ello tiene una cartera de clientes sobre la cual quiere obtener financiamiento. El
proveedor cede los derechos de cobro al factor, quien le otorga financiamiento
basado en dicha cartera.

FACTORAJES A PROVEEDORES.
Conocido en inglés como “Buyer Centric ”´o “Reverse Factoring ” porque contrario
al Factoraje a Clientes, la promoción e implementación parte de la relación que el
factor establece con un gran comprador. El comprador accede a que los
proveedores obtengan financiamiento al amparo de una línea de riesgo contraparte
que el factor establece. Una vez que el comprador recibe los bienes o servicios,
emite pagarés o letras de cambio físicas, o bien publica un mensaje de datos en
alguna plataforma electrónica, en la que formaliza el reconocimiento de la obligación
de pago y confirma el importe a pagar y la fecha exacta de pago.

SIN RECURSO
El cliente no queda obligado a responder por el pago de los derechos de crédito
transmitidos a la empresa de factoraje financiero.

50
CON RECURSO
El cliente queda obligado solidariamente con el deudor, a responder por el pago
puntual y oportuno de los derechos de crédito transmitidos a la empresa de factoraje
financiero. (Lopéz, 202O)

COBRANZA DIRECTA.
COBRANZA DELEGADA.

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Bibliografía
De Pina, R. (2018). Derecho mercantil. Ciudad de Mexico. : Publicaciones Trillas.

Diez, F. (2018). Temarios mercantiles. Mexico: Universidad villanueva.

diputados., C. d. (1990). Ley sobre el contrato seguro. . Mexico: Nacion. .

Esparza, J. L. (2017). Arrendamiento financiero o leasing. Economia y finanzas., 23­


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Leon, S. (1982). El contrato de comisión mercantil. Mexico: Porrúa .

Lopéz, R. (18 de MARZO de 202O). FLUX-FINANCIERA. Obtenido de FLUX­


FINANCIERA: https://fluxfinanciera.com/wp­
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Mexico, J. (28 de Marzo de 2018). Mexico Justia. Obtenido de Mexico Justia.:


https://mexico.justia.com/federales/codigos/codigo­de­comercio/libro­
segundo/titulo­quinto/capitulo­ii/

UNAM. (2016). El contrato de fianza, un contrato en extención. En UNAM, El


contrato de fianza, un contrato en extención. (págs. 34­39). Ciudad de
México: UNAM.

Union., C. d. (2023). Código del comercio. . Ciudad de Mexico. : Trillas.

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