Hechos 16.11-15

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Nace la Iglesia de Filipos

Texto: Hechos 16: 11 – 15


11 Zarpando, pues, de Troas, vinimos con rumbo directo a Samotracia, y el día
siguiente a Neápolis; 12 y de allí a Filipos, que es la primera ciudad de la provincia de
Macedonia, y una colonia; y estuvimos en aquella ciudad algunos días. 13 Y un día de
reposo* salimos fuera de la puerta, junto al río, donde solía hacerse la oración; y
sentándonos, hablamos a las mujeres que se habían reunido. 14 Entonces una mujer
llamada Lidia, vendedora de púrpura, de la ciudad de Tiatira, que adoraba a Dios,
estaba oyendo; y el Señor abrió el corazón de ella para que estuviese atenta a lo que
Pablo decía. 15 Y cuando fue bautizada, y su familia, nos rogó diciendo: Si habéis
juzgado que yo sea fiel al Señor, entrad en mi casa, y posad. Y nos obligó a quedarnos.

La obra del Señor va avanzando como siempre, por la gracia y misericordia del Señor.
Nuestro buen Dios siempre sostendrá su obra.
El misionero Hudson Taylor dijo una vez: “La obra de Dios hecha a su manera, siempre
tendrá la provisión de Dios”.

Y en el texto que tenemos esta mañana por delante, estamos avanzando en el


establecimiento del evangelio de Cristo, hasta lo último de la tierra. En este tiempo de la
iglesia naciente del primer siglo del cristianismo histórico, vemos como
extraordinariamente el mensaje de Cristo se extiende por medios humanos. Siempre el
Señor ah ungido a sus mensajeros, hombres débiles, pecadores, escogidos por Dios, lo
vil y lo menospreciado de este mundo. Para depositar en ellos “vasos de barro” un
tesoro precioso, como lo es el evangelio de nuestro Señor Jesús.

Y aquí llegamos al momento donde nace una obra del Señor, la iglesia en Filipos.
Llamados y guiados por el Señor a establecer esta obra, no siendo desobedientes al
llamado, acuden con urgencia y comienza esta obra con una conversión extraordinaria
de una mujer llamada Lidia.

Y mis amados hermanos, ser guiados por El Señor en la labor que tenemos todos
nosotros de proclamar el mensaje hasta lo último de la tierra no solo es ir y plantar una
iglesia.
Aquí déjenme resaltar algunos aspectos de como colaboramos con la misión según lo
que hemos aprendido de estos primero viajes misioneros de Pablo y Bernabe, junto con
los otros.

1. Colaboramos como iglesia orando por la misión y viendo con responsabilidad


quienes pueden estar llamados para esta tarea.
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2. Colaborando de una manera material sosteniendo aquellos que trabajan o salen a
la obra.
3. Preparando “timoteos”, hijos que sean capacitados en las Escrituras y la doctrina
bíblica. Que vivan una vida piadosa, para luego ser enviados.
4. Siendo un buen “Bernabe” que acompañe a otro hombre para la tarea de
extender el evangelio.
5. Colaborando activamente con la iglesia local, fortaleciendo las relaciones uno
con otros. Y siendo miembros del cuerpo de Cristo.

Y aquí ya se ponen en marcha Pablo, Silas, Timoteo y ahora también Lucas,


rápidamente para acudir a este llamado dado por Dios, para que vayan a Macedonia.

Vs. 11 dice “Así que (inmediatamente) zarpan de Troas con rumbo directo a
Samotracia” Esto quiere decir que seguramente el viento fue favorable para la
embarcación.
Porque llegan rápido, al atardecer del primer día, llegan a Samotracia. Al respecto, dice
Howard F. Vos, “La isla no tenía puerto—sólo un fondeadero inseguro en la parte norte
—pero los peligros que significaba navegar de noche por lo general obligaba a los
marineros a echar anclas donde les fuera posible”. La isla montañosa se encuentra
aproximadamente a la mitad entre Europa y Asia Menor, y tiene una cumbre que se
levanta unos 1500 metros sobre el nivel del mar y sirve como hito.
“ al dia siguiente a Neapolis” Al día siguiente, el barco continúa su viaje hasta arribar a
Neápolis, puerto de Macedonia. Vientos favorables redujeron el viaje a dos días; vientos
contrarios podrían prolongarlo hasta a cinco días (por eso el dicho también conocido
“vamos viento en popa” aunque los vientos laterales eran los mas rapidos) Los
misioneros salieron de allí hacia Filipos, que quedaba a unos 18 kms. al noroeste de
Neápolis.

Vs 12. “Y de allí a Filipos” y ahora Lucas describe como era esa ciudad es “una ciudad
principal” y además es “una colonia romana”

Y esta característica no es menor por que tendrá mucho que ver el contexto social y
demográfico de ese lugar para que el evangelio sea extendido por toda aquella región.
Para llegar a la “colonia romana de Filipos” los viajeros debían recorrer por la carretera
Egnacia, construida por los romanos, y que se extendía por casi 530 Km. desde la costa
este a la costa oeste de Macedonia. Despues de Salir de Neapolis, ellos atraviesan toda
una meseta muy fértil y exuberantemente verde. Pera poder divisar rápidamente Filipos.

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Filipo II de Macedonia, el padre de Alejandro el Grande, había establecido aquí una
importante colonia griega a la que nombro filipos. Al darnos la descripción Lucas de
que era “una colonia romana” es para situarnos en la clase de vida social que allí se
vivía. Generalmente los soldados retirados romanos, se iban a vivir allí. Ellos no solo
tenían la ciudadanía romana, tenían los privilegios correspondientes, exención de
impuestos y el debido proceso en las cortes romanas. Era en resumen una pequeña
Roma. Podríamos decir que era como “la Miami” de este tiempo. Y al decir “una ciudad
principal” era como una capital de hoy, con universidades para estudiar y con un flujo
económico importante. Alli se quedan Pablo y su equipo.

Y dice el Vs. 13 “Y un día de reposo* salimos fuera de la puerta, junto al río, donde
solía hacerse la oración; y sentándonos, hablamos a las mujeres que se habían
reunido.”

Se nota que en ese lugar no había sinagogas donde generalmente se iba a orar. De
acuerdo con la practica posterior judía, al menos se requerían diez hombres para formar
una sinagoga. Si esto no era posible, se podía establecer un lugar de oración al aire libre,
de preferencia cerca de agua. Pero deja claro que no había establecido un lugar para
instruir en las Escrituras y la oración al Dios vivo y verdadero.
Dice el texto que “ellos salieron al rio donde se solía hacer la oración en aquel lugar”
Pensando que iban a tener un buen lugar para orar.
Al lado del río, Pablo y sus amigos se reúnen con algunas mujeres que estaban allí para
la oración del sábado. ¿Dónde estaban los hombres para dirigir el servicio? Considérese
que por aquel tiempo, año 49 d.C. el emperador Claudio había expulsado a los judíos de
Roma debido a que ellos habían sido acusados de crear disturbios religiosos.

Las mujeres, pues, dan la bienvenida a los misioneros y se aprestaron a escuchar de


ellos una exposición de las Escrituras. Con sus compañeros, Pablo toma asiento y
empieza a enseñarles el evangelio. Aunque el grupo es pequeño, la presencia del Señor
es poderosa, como lo dice Lucas en el versículo siguiente. Se nota que las mujeres se
reunian para leer y estudiar las Escrituras. Que importante es esto mis hermanas, que
ustedes se puedan reunir a diario para leer y estudiar las Escrituras.

Vs. 14 “Entonces una mujer llamada Lidia, vendedora de púrpura, de la ciudad de


Tiatira, que adoraba a Dios, estaba oyendo; y el Señor abrió el corazón de ella para
que estuviese atenta a lo que Pablo decía.”

Pero aquí es donde comienza a establecerse el propósito de ese llamado a Macedonia,


con esta mujer llamada Lidia, que su oficio era vendedora de purpura y era de la ciudad

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de Tiatira. La ciudad de Tiatira está a 64 km tierra adentro. Tiatira estaba en Asia
Menor, al otro lado del mar egeo desde Atenas. Tiatira era conocida por la lana y el
teñido. El purpura era un tinte costoso. Como dato dicen que en aquella época: “Dado
que se requerían unos 8 mil moluscos para producir un gramo de púrpura, las telas
teñidas con este producto eran carísimas’.

El purpura lo usaban los reyes y principales, también hombres adinerados. Y dado que
Filipos era una colonia romana, a los romanos les gustaba vestirse con colores reales. Y
Lidia tenía un buen mercado en ese lugar. Ya que también los filipenses querían imitar
esas costumbres romanas. Y para comenzar en este negocio, debías tener una buena
inversión y si te iba bien, podías tener muchas posibilidades. Y esto es apoyado por el
texto Bíblico, porque Lidia tiene los recursos para mantener una casa lo suficientemente
grande para acomodar a Pablo y sus tres compañeros y quizá también, las reuniones de
la iglesia (vs40). Y tal vez también tenía sirvientes. Algunos historiadores dicen: “Lidia
vino de Asia con sus tesoros terrenales, para descubrir en Europa tesoros espirituales”

El tesoro escondido, Cristo el evangelio.

Lidia estaba allí y dice el texto “Que adoraba a Dios” Ella como siempre hacia cuando
iba a reunirse con las otras mujeres para leer las Escrituras, no pensó que ese iba a ser
un día distinto. No sabía que se iba a encontrar con estos hombres que les hablarían del
evangelio, conectando las profecías del AT que ella conocía, porque al ser proselita,
conocía las Escrituras. Y más ella siendo una mujer de recursos casi seguro que ella
tenía su propia copia de la ley y del At.
Y es por medio de la exposición de Pablo de las Escrituras que el Señor “abrió el
corazón de Lida para que recibiera el mensaje”. Mis amados hermano esta es la obra
de gracia que El Señor hace en la vida de aquellos que la llama. Vos no podés abrir el
corazón, Cristo puede hacerlo. Solamente cuando Dios opera el nuevo nacimiento,
puede una persona entender las sagradas Escrituras. Cuando el Señor hace el milagro de
la regeneración, el nuevo nacimiento. Si no nace de nuevo, no puede entender la Palabra
de Dios. Es una obra sobrenatural de Dios en el corazón del hombre. Este llamado
eficaz de Dios asegura que todos los que han sido escogidos por Dios creerán. Es por
Gracia.
Inmediatamente demostró ese cambio genuino de una obra del Señor mostrando su
generosidad para con los misioneros. Vs. 15 “si ustedes creen que soy una verdadera
cristiana vengan y quédense en mi casa con mi familia”
Y esto es evidencia de una fe genuina, puso su casa al servicio de ellos y luego de la
iglesia en aquel lugar.
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Dice el Apostol Pablo de esta iglesia de las otras en 2 Cor. 8 en Macedonia 8: 1-2. La
iglesia de ese lugar no eran todos con muchos recursos como lidia. La gran mayoría era
pobre. Pero tenían una amplia generosidad. Tenían una gracia especial de Dios al ser
“ricos en liberalidad” Cada hijo de Dios tiene esta característica de ser generoso para
con la obra del Señor, en todo lo que se pueda ayudar para la extensión del evangelio.

Y esta obra que aquí ahora comienza en Macedonia, en casa de esta mujer, con los
hermanos que luego se unirán, serán parte del sostén del ministerio del apóstol Pablo.
No solo lidia fue convertida, según Hechos 16: 40 sino también otros con ella.

Dice que “cuando ella y su familia se bautizaron” aquí el término “familia” el termino
es “oikos” casa. Los que viven bajo su techo. los moradores de la casa. No hay nada
aquí que muestre si la «familia» (V.M., «casa») de Lidia iba más allá de «las mujeres»
empleadas por ella y que como ella habían oído la predicación de Pablo y habían creído.
«Posiblemente Evodia y Síntique y las otras mujeres, Filipenses 4:2, 3, pueden haber
estado incluidas en la familia de Lidia, que puede haber dado empleo a muchas esclavas
y libertas en su actividad comercial»

Y finalmente la mujer “persuade, obliga” a Pablo y los otros a quedarse. Como sucede
muchas veces con las mujeres. Se salen con la suya ¿verdad?

Conclusión:

Hermanos, pongamos rápidamente a trabajar en los planes de Dios. No demoremos un


instante. Si El Señor nos está abriendo oportunidades para evangelizar, comenzar a
discipular o para prepararnos, seamos sensibles a la voz de Dios. Si el Señor trae algo a
tu mano donde dices “esto puede ayudar a tal hermano a que continúe la labor de su
ministerio con fidelidad” hazlo. Si el Señor te está dando la oportunidad de prepararte
más en la Palabra para poder luego invertir en la iglesia lo que Dios te da de gracia,
hazlo. No sabemos a quién el Señor desea salvar, solo debemos ser fieles al llamado,
hablar el evangelio y el Señor hará obrará con su poder. Quién sabe si la próxima casa
que el Señor te permita abrir un lugar donde se enseñe la palabra de Dios, sea una nueva
“obra de Gracia”.

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