Arrepentimiento

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Semana de la oración: ´´ ¿Sabes orar?

´´

Tema: El arrepentimiento presente en la oración.

Mis hermanos en esta tarde noche quisiera empezar expresándoles que una de tantas cosas
que tengo que agradecerle a Dios, es la posibilidad que El nos da de ir ante Su presencia en
oración, en cualquier momento o en cualquier circunstancia de nuestra vida como cristianos.
El siempre está disponible, siempre está dispuesto a escucharnos cuando acudimos a Él en
comunión y oración sincera. Uno de los versículos que trae mucha paz a mi vida es el que se
encuentra en Hebr.4:16.´´Acerquémonos con confianza´´, confiados en El. Este pasaje expresa
Su deseo, de que acudamos a Su presencia, a Su encuentro a buscar Su rostro, con plena
confianza. No sé qué sería de mi condición hoy, si para lograr llegar a la presencia de Dios
tendría que pasar por una ´´cadena de mando´´ (explicar la cadena de mando con ángeles y
arcángeles como jefes hasta el jefe mayor: Dios). Me fuera muy difícil poder llegar a la
presencia de Dios. Pero con el Dios que conocemos las cosas no funcionan así, porque gracias a
nuestro Señor Jesucristo podemos acudir confiados a Su presencia y disfrutar de ella en
cualquier momento (Jn.14:6).El nos ha dado el camino, y podemos acudir confiados por medio
de Él.

Ahora, ese encuentro tiene sus características, y toda esta semana estaremos hablando de
ellas, por eso la pregunta es: ¿Sabes orar? La Palabra nos muestra en Lucas 11:1, la necesidad
que tenemos de saber tener un encuentro de calidad con nuestro Padre, un encuentro que no
sea de pasada (…)O nos cause molestias, enseñándonos que El no es como aquellos padres que
no son comprensivos con sus hijos, y escuchas la triste pero regular expresión:´´ con mi padre
no se puede hablar´´.

En Cambio nuestro Padre celestial quiere que aprendamos a tener un encuentro de calidad
con El, un tiempo en que El desea que sea único en cada momento, un encuentro especial. Yo
recuerdo que cuando yo era un niño, tenía alrededor de 6 o 7 años, tuve una conversación con
mi papá y él me estaba enseñando el significado de la palabra ´´gesticular´´, y yo recuerdo cada
gesto que él hacía e incluso el ejemplo que usó para ilustrarme el significado de la palabra, yo
estaba a su lado bien cerca y le hacía muchas preguntas. Pero ¿saben porque lo recuerdo?
Porque fue un momento de calidad, fue un momento especial. Así mismo pasa con nuestro
Padre celestial, los momentos de calidad que tenemos con El son inolvidables, por eso El se
preocupa tanto en que El momento que tengamos con El sea espacial, de calidad, único, El
quiere que aprendamos y que se nos quede en nuestro corazón para siempre, y si con nuestro
Padre terrenal el encuentro que tenemos de calidad no se nos olvida nunca, cuanto más el de
nuestro Padre celestial (Mat.7:11). He ahí la importancia de la oración, de ese momento.

Hoy estaré compartiendo sobre algo que no puede faltar en ese encuentro con El: El
Arrepentimiento. Si queremos que nuestro tiempo con Dios sea de calidad, el arrepentimiento
no puede faltar. Vamos a estar viendo tres razones del porque el arrepentimiento debe estar
siempre presente en nuestro encuentro con Dios, en nuestras oraciones, pero primero quisiera
que alguien nos recuerde, brevemente ¿Qué es arrepentimiento?(Preguntar sobre que es el
arrepentimiento).Arrepentimiento: Es el proceso por el cual uno cambia de parecer o de
opinión, es un profundo cambio de mente que involucra el cambio de dirección de vida.(heb.,
naham, de-sistir, volverse; gr., metanoia, de meta, cambio, y noieo, ejercicio de la mente).Muchas
veces confundimos el arrepentimiento con el quebranto, el quebranto es una manifestación
externa del arrepentimiento… Lo que hoy quiero decir es que en nuestras oraciones, nuestro
tiempo con Dios, no puede faltar esta actitud de querer cambiar nuestra mente, nuestra forma
de pensar, hacia la correcta, porque reconocemos que la nuestra nos ha hecho cometer muchos
errores y sabemos la necesidad que tenemos de que nuestro Dios nos cambie para no volver a
caer en ellos, o sea que no solamente involucra el querer cambiar de pensar, sino también un
querer cambiar de proceder. Es desechar, no querer mi condición actual anhelando una mejor,
para El. El arrepentimiento debe estar presente siempre en nuestras oraciones porque involucra
no solamente el confesar y dolernos por nuestros pecados cometidos, sino también una
inconformidad por nuestra condición en la forma de pensar y de actuar, consientes de que Dios
nos puede y nos quiere seguir cambiando hasta llegar a la imagen, estatura y plenitud de Cristo.
Sin ese cambio, aún en las áreas que pensamos más insignificantes en nuestra vida, vamos a
caer en muchos errores contra nuestro Dios. He escuchado muchas veces entre personas que no
son creyentes esta frase: ´´yo no tengo nada de qué arrepentirme´´. Es lógico, no han sido
convencidos de su pecado, pero en esta noche hermano que estas aquí yo quiero decirte que
nosotros tenemos mucho de que arrepentirnos, porque delante de nuestro Dios, de los 364 o
365 días del año no hay un día en que todos nuestros pensamientos sean sanos.

Nos sobran las razones para afirmar que en nuestras oraciones no puede faltar el
arrepentimiento pero hoy yo solo quiero hablar de dos de ellas:

1) Nuestra necesidad de ser renovados.


Romanos 12: 2, 1P 1:14 Como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes
[18]
teníais estando en vuestra ignorancia,
1P 1:15 sino,
así como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra
manera de vivir,

No puede faltar el arrepentimiento en nuestras oraciones porque no podemos conformarnos


con la condición actual de nuestro corazón, de nuestra mente, necesitamos que Dios nos siga
renovando.

Jonathan Edwards dijo:


"Cuando veo adentro de mi corazón y percibo su infinita maldad, creo que es un abismo más
hondo que el del infierno. Cuando oro, peco; cuando predico, peco; tengo que arrepentirme de
mi arrepentimiento, y mis lágrimas necesitan lavarse en la sangre de Cristo."
Hay tantas cosas en nuestro corazón de las que tenemos que arrepentirnos, y muchas veces
por no decir la mayoría, nuestra oración se convierte en vana porque pedimos y pedimos y no
nos arrepentimos de nada. Una de las experiencias inolvidables que yo tuve cuando comencé
a leer la Palabra sin todavía tomar una decisión por Cristo, no solamente fue el hecho de
empezar a conocer al Dios hermoso que me estaba llamando, sino que la Palabra de Dios me
dio a conocer el horrible corazón que había dentro de mí. Damos gracias a Jesucristo porque
nos ha cambiado nuestro corazón, pero también la palabra me muestra que este corazón
necesita seguir cambiando, ser renovado constantemente pareciéndose más al de EL. Ese es el
propósito de Dios con nuestras vidas. Pero para permitir que EL Espíritu de Dios nos guíe, nos
moldee y nos cambie tiene que haber inconformidad, tiene que haber arrepentimiento
constante de mi falta de avance.Yo tengo que anhelar el crecimiento que Dios da. Dice
1Cor.3:6´´Yo planté, Apolos regó, pero Dios ha dado el crecimiento´´.Cada vez que
aplicamos este versículo solo a los nuevos convertidos, nos estamos equivocando mucho, todo
hombre que está en Cristo necesita del crecimiento de Dios, tanto el que lleva dos días como
el que lleva 20 años. Nuestro Padre no está haciendo de nosotros un Bonsái, EL nos está
haciendo un cedro hasta alcanzar la altura de Cristo. Es Su plan con nuestras vidas, nada lo
detiene en este plan (Fil 1:6 estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la
buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo;)

¿Hay algún momento del día en que dejemos de fallar? Bueno, aun considerando que en
algún momento no estamos fallando ¿estoy amando al Señor mi Dios con todo mi corazón,
con toda mi alma y con todas mis fuerzas?... Tengo muchas razones para arrepentirme delante
de Dios en cada encuentro, en cada oración a EL, mi mente debe seguir cambiando y mi vida
debe seguirse enderezando hacia la dirección correcta.
¿Tomamos nosotros en cuenta el interés que Dios tiene en esto?
Recordemos algo:
-No puede haber salvación si no hay arrepentimiento:
(Mr. 1:15 diciendo: El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y
creed en el evangelio).
-No puede haber avivamiento si no hay arrepentimiento:
(Sal 119:25 Abatida hasta el polvo está mi alma; ¡vivifícame según tu palabra!- Sal 119:37 Aparta
mis ojos para que no se fijen en cosas vanas; avívame en tu camino).
-No puede haber renovación si no hay arrepentimiento:
2Cr 7:14 Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren
mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y
perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra.

2) Nos guía al arrepentimiento.


Dios pudo haberme entregado a las concupiscencias de mi corazón, Dios pudo
haberme dejado en mi maldad, en cambio El me guió y me guía al arrepentimiento.
El puede quedarse quieto y no hacer nada en cuanto a la maldad que tú conoces que
hay en ti, pero no lo hace, se toma el ´´trabajo´´ de guiarnos al arrepentimiento.
¿Acaso ya nuestro corazón ya no necesita más arreglos? Es Su misericordia, Su
bondad, Su benignidad, Su paciencia para con nosotros lo que nos guía. Porque
después del arrepentimiento tu puedes ver con tus propios ojos la obra que Dios
quiere hacer en tu vida.
-2 Samuel 12:1 ´´El Señor envió a Natán para que hablara con David…´´ Dios usó a Natán para
guiarlo al arrepentimiento.

-Lc 18:21 -Todo eso lo he cumplido desde que era joven --dijo el hombre.
Al oír esto, Jesús añadió: --Todavía te falta una cosa: vende todo lo que tienes y repártelo
entre los pobres, y tendrás tesoro en el cielo. Luego ven y sígueme.

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