Contenido de La Materia Derecho Civil Obligaciones

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PROGRAMA : DERECHO

NIVEL : LICENCIATURA
SEMESTRE : CUARTO
CODIGO : DER-222
ASIGNATURA : DERECHO CIVIL III (OBLIGACIONES)
CRÉDITOS : 10
HORAS TEÓRICAS :4
HORAS PRÁCTICAS :2
REQUISITO : DER-212

OBJETIVOS DE LA ASIGNATURA

Tener conocimientos sobre la infinidad de obligaciones jurídicas y la extinción


de las mismas ya sea por su cumplimiento por su prescripción, por voluntad de
las parte, asimismo las consecuencias del incumplimiento de las obligaciones
que va a dar lugar a la ejecución forzada de la obligación vía judicial, cuyos
conocimientos son imprescindibles para el ejercicio de la profesión de jurista.

COMPETENCIAS DE LA ASIGNATURA

Identificará las fuentes de las obligaciones y modos de extinción dentro del


contexto del Código Civil Boliviano adecuadamente.

CONTENIDO MÍNIMO

1. DE LAS OBLIGACIONES EN GENERAL

ANTECEDENTES HISTÓRICOS

En el primitivo Derecho Romano la obligación era considerada como un vínculo


estrictamente personal que acordaba al acreedor poderes efectivos sobre la
persona del deudor. El derecho del acreedor tenía bastante parecido con el
derecho de propiedad, Betty. Obligaciones.
En el idioma ingles se refiere al acreedor como “OBLIGEE” y al deudor como
“DEBTOR” términos jurídicos ingleses sólo que no se ejercía sobre una cosa,
sino sobre la persona del deudor, el cual más que sujeto pasivo de la relación
jurídica era conceptuado objeto de ella.

Por eso, cuando el deudor no cumplía la prestación debida, era pasible del
procedimiento de la manus injectio, por la cual el acreedor era autorizado por
el pretor para poner la mano sobre aquél con el fin de hacer efectiva su prenda,
la «pignorís capio». Convertido el deudor en cosa del acreedor, podía ser
privado de su libertad para hacerle trabajar en su favor y aún venderlo del otro
lado del Tíber. Aún este esquema, persistió en la ley de las XII Tablas que
permitía cuando varios acreedores ejerciesen simultáneamente sus derechos,
que se distribuyeran el cuerpo del deudor, «in partís secanto».

Como no podía perdurar este rigor tan inhumano, el año 428 de la fundación de
Roma, aparece la Ley Paetelia Papiria, que impidió se esclavizara al deudor,
por lo que Tito Livio, la llama «aurora de una nueva libertad para los plebeyos».
Desde entonces el acreedor sólo pudo requerir del deudor la prestación de
servicios para imputarlos al pago de la deuda. Por tanto, el derecho del
acreedor se traducía en una agresión patrimonial: eran los bienes del deudor y
no su cuerpo, lo que respaldaba el pago de la deuda.

En el derecho moderno, la evolución ha quedado enteramente completada. La


Obligación ha dejado de ser como lo era en su origen un vínculo personalísimo
para pasar a ser, preeminentemente, un valor económico. Lo que el derecho
ampara y protege no es la sujeción de la persona del deudor respecto del
acreedor, sino la intangibilidad y efectividad del valor patrimonial que la
obligación representa.

DEFINICIÓN

La palabra obligación, en un sentido lato, implica una idea de sometimiento de


sujeción de restricción de la libertad. En la misma medida en que estamos
obligados, tenemos disminuida nuestra libertad. Este no resulta ser, sin
embargo, el significado de la obligación en el Derecho Civil, donde se lo usa
con un sentido técnico más estricto.

La mayor parte de los autores emplean para definir a la obligación, la fórmula


de las Instituías de Justiniano: «La Obligación, es un vínculo Jurídico que nos
constriñe a pagar algo al otro, según el derecho civil»

Según los hermanos Mazeaud, la definición de las Instituías, es aún valida.


Otros autores, sin embargo, han creído necesario modificarla e introducirle
algunos agregados, sea sustituyendo la expresión vínculo jurídico por otras
más significativas, tales como necesidad jurídica, relación jurídica, facultad de
compeler o situación jurídica.

Existe una gran variedad de definiciones en las cuales se encuentran siempre


como elementos constantes primero: «La relación Jurídica entre acreedor y
deudor»; segundo, el objeto de esa relación jurídica que puede ser un dar,
hacer o no hacer. Finalmente, en las definiciones sobre Obligación
encontramos la tendencia llamada «patrimonial», que considera que el Objeto
debe ser siempre valorizable en dinero, contrariamente existen otros autores
entre los que se puede citar a Rodolfo Ihering que consideran que no es de la
esencia de la prestación o de la abstención el hecho de ser valorizables en
dinero, ya que existen prestaciones o abstenciones de carácter moral o
espiritual en las que el acreedor sólo tendrá un interés jurídico sin importar que
dicho interés trasunte una estimación pecuniaria necesariamente.

Prescindiendo de este aspecto que es objeto de polémica, podríamos decir que


es tan grande la cantidad de definiciones, que puede afirmarse como principio
que hay casi una por autor, las que difieren entre sí en más de las veces, por
un pequeño cambio en las palabras con mantenimiento del contenido
conceptual, por lo que el análisis de cada una de ellas solo nos permitiría
penetrar en detalles sutiles, razón por la cual nos obliga a pasar revista a las
más importantes:
Pothier Robert Joseph nos dice: «La Obligación. Es un lazo de derecho que
nos restringe a dar a otro alguna cosa, o bien, a hacer o no hacer tal o cual
cosa.
Aubry y Rúa la definen como: «la necesidad jurídica por cuya virtud una
persona se halla constreñida con relación a otra, a dar, a hacer o no hacer
alguna cosa.

Los Hermanos Mazeaud dicen; «Es un vínculo de derecho entre personas, en


virtud del cual una, el acreedor, tiene derecho a una prestación valorable en
dinero efectuada por el otro, que está obligado, a ella».

De Ruggiero indica: «...es la relación jurídica en virtud del cual una persona
(deudor) debe una determinada prestación a otra (acreedor) que tiene la
facultad de exigirla, constriñendo a la primera a satisfacerla»

Nosotros intentamos una definición de la Obligación como: Una relación


jurídica por virtud de la cual un sujeto llamado acreedor, está facultado por la
norma legal, para exigir de otro sujeto denominado deudor, una prestación o
una abstención patrimonialmente valorable.

Posición del Código Civil.- El Código Civil Boliviano vigente a partir del 2 de
Abril de 1976 se abstiene de dar una definición, posiblemente porque, al decir
de Freitas, «... las definiciones son impropias de un código porque no son
textos de doctrina, sino de reglas» temperamento que es adoptado por la
mayoría de los cuerpos legales vigentes en Latinoamérica. El artículo 291 de
nuestro código civil preceptúa «... El deudor tiene el deber de proporcionar
el cumplimiento exacto de la prestación debida» la que debe ser
susceptible de valoración económica indispensablemente, aspecto que es
complementado en su artículo 292.

El Precedente Legislativo es el Código Civil de 1.831 en su artículo 717


preceptúa "...Todo contrato tiene por objeto una cosa, que una persona se
obliga a dar, o que una persona se obliga. Hacer o no hacer..."
NATURALEZA JURÍDICA DE LA OBLIGACIÓN

Tres son las teorías que han caracterizado la naturaleza jurídica de la


Obligación, Ellas son a saber:
a) El crédito como Potestad: Autores que participan de esta concepción,
entre ellos Von Savigny, sostienen que la Obligación consiste en un señorío
del acreedor sobre los actos de conducta del deudor que este ha
comprometido a favor de aquel. A diferencia del derecho real en que se
ejerce un señorío sobre la cosa, acá se lo ejerce sobre una actividad del
deudor.
Se ha criticado esta teoría porque confunde el sujeto pasivo de la obligación
con el objeto de la misma, además que no existe analogía con el derecho
real porque en la actualidad no es coercible la actividad personal del deudor
sobre quien no puede hacerse violencia personal para urgirlo al
cumplimiento de la obligación, no existiendo en consecuencia un derecho
sobre los actos del deudor. La ¡dea de señorío resulta falsa.
b) El Crédito como título a una prestación: Según esta tesis, lo esencial de
la Obligación es el Interés del acreedor en el cumplimiento de la prestación.
Este Interés es lo que el ordenamiento jurídico protege, y por eso la
obligación es útil en cuanto es un título hábil para lograr la satisfacción de
aquel interés. De ahí que la obligación resulte como una relación entre dos
patrimonios, porque el interés del acreedor se satisfacer, en última
instancia, por una transferencia de valores que saldrán del patrimonio del
deudor e ingresarán en el del acreedor. Esta tesis ha sido criticada porque
subestima el elemento personal que la anima toda vez que el elemento
personal de la conducta del deudor está presente aún en su responsabilidad
por incumplimiento.
c) La Obligación como Vínculo Jurídico complejo: Teoría originada en
Alemania y es la que al presente ha ganado mayores adeptos. Sostiene que
la Obligación es un vínculo complejo que se integra con dos virtualidades,
compenetradas entre sí. Existe en la Obligación un primer momento vital
que se caracteriza por el deber de satisfacer la prestación que pesa sobre el
deudor: es el schuld de la terminología germana o deuda, que se traduce
para el acreedor en la expectación de la conducta debida que actúa como
una «presión psicológica» sobre el deudor. Cuando el deudor infringe la
conducta debida entra a actuar la segunda virtualidad de la obligación. Para
reducir al deudor al comportamiento adecuado el acreedor dispone de los
medios que le provee el ordenamiento jurídico, que ya no consiste una
agresión física, sino en una «agresión patrimonial» mediante la cual el
acreedor será satisfecho con los bienes del deudor que sean suficientes
para cubrir el daño experimentado por el acreedor a causa del
incumplimiento del deudor. Es el haftung de los alemanes o garantía, que
también suele denominarse responsabilidad.

Ambas virtualidades de la obligación son concomitantes.

Esta garantía existe potencialmente desde el nacimiento de la obligación,


puesto que es un aspecto de ella, pero requiere para pasar de la potencia al
acto, que ocurra el presupuesto de hecho (fattispecie) que condiciona ese
tránsito, a saber: el incumplimiento del deudor.

Esta teoría ha sido sustentada principalmente por Barassi quien la defiende a


ultranza y por otros como Messineo, Rocco, Von Thur constituyendo al
presente como la más aceptable para la justificación de la naturaleza jurídica
de la Obligación.

LA FACULTAD Y EL DÉBITO

En orden a que toda relación jurídica implica la existencia necesaria de dos


elementos correlativos que hacen al acreedor y al deudor, cabe el análisis de
las dos situaciones jurídicas diversas, contrapuestas que se configuran con la
Facultad y el Débito.

a) La facultad: La relación jurídica obligatoria origina dos facultades de orden


distinto en el acreedor: Facultad de recibir u obtener y facultad de exigir. La
primera resulta ser distinta de la segunda. En efecto puede existir relación
jurídica por la simple facultad de obtener, sin que necesariamente exista la
facultad de exigir, tal el caso de las Obligaciones Naturales en las que el
acreedor puede recibir, pero no puede exigir su cumplimiento por que estas
carecen de acción en juicio. De ello resulta que la protección jurídica al
acreedor puede ser total o absoluta cuando tiene la doble facultad de recibir
y exigir, o bien puede ser relativa y parcial cuando solo tiene la facultad de
recibir el pago pero no exigirlo. En ambas situaciones existe relación jurídica
en sentido técnico y específico. De ello se desprende la facultad que la
norma legal confiere al acreedor, no es otra cosa, que una de las
manifestaciones del Derecho Subjetivo que trasunta un poder jurídico de
actuar para: Crear, modificar o extinguir obligaciones, derechos o
situaciones jurídicas como para exigir u obtener un cierto acto positivo o
negativo de conducta ajena como también provocar la intervención coactiva
del Estado para obtener la pena o la ejecución forzada de la obligación.
Estas formas de manifestación del Derecho Subjetivo constituyen
precisamente la materia de estudio de la Teoría General de las
Obligaciones.
b) El débito y la Responsabilidad Patrimonial: Analizando el lado pasivo de
la relación Jurídica, encontramos como elementos entre sí, el deber jurídico
del deudor y a responsabilidad para el caso de incumplimiento en el deudor
o en tercera persona. Estos elementos no son necesariamente correlativos
o indisolublemente ligados, ya que puede existir el deber jurídico sin
responsabilidad patrimonial y esta, sin aquel. Es lo que precisamente
acontece en las Obligaciones Naturales que se configuran como Deberes
Jurídicos, en lo que está ausente la responsabilidad patrimonial en razón de
que carecen de acción en juicio. Lo propio ocurre en aquellas obligaciones
constituidas al solo efecto de garantizar deudas futuras, llámese -fianza,
prenda o hipoteca en las que solo existe la responsabilidad patrimonial sin
que exista el deber jurídico del deudor, toda vez que estas obligaciones son
por su naturaleza accesorias y cumplen una función meramente
garantizadora.

Lo relevante de este aspecto, radica en la demostración de que el Deber


Jurídico es atingente exclusivamente a la persona del deudor en tanto que la
responsabilidad patrimonial puede afectará dicho sujeto pasivo o a un tercero
como se tiene demostrado.
ELEMENTOS DE LA OBLIGACIÓN

Los elementos de las obligaciones han sido objeto de numerosos análisis, pero
no siempre hubo acuerdo acerca del número de ellos.
Pueden apreciarse elementos intrínsecos, que integran las obligaciones y
extrínsecos, tales como las fuentes, sanciones efectos etc., que no la integran y
que por su propia modalidad ameritan ser analizados de manera dispersa a lo
largo del presente trabajo.
a) Sujetos: Ya se ha dicho que hay un sujeto activo y sujeto pasivo, los que
pueden a su vez ser singulares o plurales. El sujeto tiene como sustrato el ser
humano, el cual se halla investido por el ordenamiento jurídico con el carácter
de persona, sea individual o colectiva.
Los requisitos que deben reunir los sujetos son:
 Tener capacidad.
 Ser distintos,
 Ser determinados o determinables.

La persona que integra la relación obligacional además de tener plena


capacidad, debe ser determinada o determinable. Lo ideal es que se conozca
anticipadamente cual es la persona del acreedor y cuál del deudor, deben ser
necesariamente personas distintas entre sí (nadie puede ser acreedor ni
deudor de sí mismo, cuando tal situación ocurre la obligación se extingue por
confusión).
Pero resulta que muchas veces, el ordenamiento jurídico admite una
indeterminación con una determinabilidad. El límite está constituido por el
momento de pago, es decir, por el cumplimiento de la obligación, si acaso una
obligación carecería de sujeto activo o pasivo en el momento de pago, el
ordenamiento jurídico privaría de validez a la obligación. Por lo que la
necesidad de la determinación del sujeto, se hace patente a tiempo de hacer
efectiva una obligación y no a tiempo de su nacimiento.
Los casos en que es admisible la indeterminación del sujeto son varios.
Algunos se hallan constituidos por la declaración unilateral de voluntad como
fuente de las obligaciones v.g... Quienes se obligan a mantener la oferta de
venta de una cosa determinada y precio definido por un mes y la incertidumbre
de quién o quiénes son los acreedores. En este caso la obligación nace con la
declaración de voluntad de no hacer, es decir de no retirar la oferta y la
aparición del sujeto activo se hace palpable en el momento que una persona
acepta y se constituye de ese modo el acuerdo de voluntades o
consentimiento.

Otro caso está constituido por las obligaciones de sujeto «disjunto», cuando se
dice que se pagara a Pedro o Juan, también participan de esta categoría, los
títulos al portador, o bien cuando se duda acerca de quién será el heredero, o
cuando media ausencia o presunción de fallecimiento.

Fuera de los pres mencionados que son los más comunes, se da también la
indeterminación de sujetos en relación a las personas por nacer, quienes
pueden recibir bienes -por donación o por herencia; en estos supuestos, el
legado o la donación quedó condicionados al nacimiento con vida del
nasciturus.

En cuanto al sujeto pasivo, la doctrina se inclina en asegurar que este siempre


debe ser determinado, porque toda obligación debe ser a cargo de alguien y
este alguien lógicamente debe ser definido por el derecho. Sin embargo existen
casos en donde la determinación del sujeto pasivo implica una cuestión
posterior al nacimiento de la deuda, v.g., Un testador constituye a cargo del
heredero un legado determinado que pudiera consistir la obligación de pagar
una suma de dinero, pero acontece que el heredero repudia la herencia pero a
pesar de ello subsiste el legado entre tanto no venga un nuevo heredero a
reemplazar al anterior, tenemos entonces una obligación en la que el deudor no
está determinado y esta indeterminación subsistirá hasta tanto algún heredero
legítimo acepte o en su caso se presenten actos de repudio sucesivos hasta
llegar al Estado, quién ya no podría repudiar, tránsito hasta el cual se presenta
en efecto una verdadera indeterminación del sujeto pasivo.
Un otro caso pudiera constituir aquellas obligaciones que nacen por hecho
ilícito, cuando por ejemplo, diferentes personas realizan un hecho ilícito, existe
desde luego un deber de reparar el daño a la víctima pero puede acontecer
quetanto porcuestiones de hechocomo problemasjurídicos, no se sepa quién o
quiénes fueron los causantes del daño y en consecuencia, los responsables del
resarcimiento.

Finalmente un otro caso de indeterminación de sujeto activo o pasivo es el


referido a las Obligaciones Propter Rem o ambulatorias que tienen por
característica el de constituirse en función de cierta relación de señorío o
dominio que tiene una persona indeterminada sobre una cosa determinada V,
gr., deuda de medianería, deuda por expensas comunes de un edificio
constituido en propiedad horizontal, cargas reales etc.

En definitiva, el sujeto activo o sujeto pasivo puede ser determinados o


simplemente determinables en la obligación; pero siempre deberán
determinarse en el momento en que se exija el derecho o se cumpla el deber
jurídico porque ello implica necesariamente la existencia de un pretensor y
unos obligados perfectamente determinados.

b) Objeto: El objeto de la obligación es aquello que el deudor debe satisfacer


a favor del acreedor. Es la prestación debida que puede consistir en la entrega
de una cosa, en un hecho que habrá de ejecutar el deudor o en una abstención
de algo que el deudor habría podido libremente efectuar de no mediar la
obligación que le exige un comportamiento negativo.

El objeto debe ser determinado a tiempo de constituirse la obligación o


determinable cuando sea factible su individualización ulterior Vgr., daño
resarcible cuya cuantía quedará definida por una sentencia que fije la
indemnización.

Asimismo, debe ser posible jurídica y materialmente en el momento de


formarse la obligación. «No se debe sino aquello que se puede, en derecho
deber lo imposible es un absurdo». Según Betti, ya que de lo contrario,
estaríamos frente a una obligación inexistente.

Finalmente el objeto debe ser de significación patrimonial, vale decir,


susceptible de apreciación pecuniaria. Si no fuera estimable en dinero, el
acreedor no tendría la obligación en su patrimonio y experimentaría daño
patrimonial alguno por causa de su inejecución.

c) Vínculo o Relación Jurídica: Que permite la coherente actuación de los


elementos ya descritos de las obligaciones y de sus consecuencias jurídicas.
Otorga a esa relación la expresión de coercibilidad como elemento esencial del
derecho positivo y que hace a la diferencia con las obligaciones morales o de
trato social.

Este elemento permite que el acreedor demande ante el deudor el


cumplimiento de la prestación debida y para el caso de incumplimiento
promueva el aparato coactivo del Estado para la satisfacción de su crédito,
característica que hace a la diferencia con las obligaciones naturales y morales.

2. CLASIFICACIÓN DE LAS OBLIGACIONES

CLASIFICACIÓN DE LAS OBLIGACIONES

CONCEPTO

No hay criterio uniforme, ni siquiera con relación a los sistemas que pudieran
permitir una clasificación unívoca de las obligaciones.
Tradicionalmente se clasifican las obligaciones fundándose en los siguientes
elementos y características:

• La naturaleza del vínculo,


• La naturaleza del objeto,
• La singularidad o pluralidad de los sujetos,
• El grado de autonomía o dependencia
• La existencia o inexistencia de modalidades y
• La fuente de la cual proceden.

En cuanto a la naturaleza del vínculo se las divide en:

• Obligaciones civiles llamadas también perfectas, se caracterizan porque


la ley les acuerda todos los derechos o facultades reconocidas para
exigir su cumplimiento.
• Obligaciones naturales, carecen del derecho de acción pero una vez
cumplidas por el deudor no son susceptibles de repetición.

Con relación a la naturaleza del objeto, se las clasifica en:


• Obligaciones de dar;
• Obligaciones de hacer y
• Obligaciones de no hacer.
También bajo este mismo criterio las obligaciones se clasifican en:
• Obligaciones Pecuniarios,
• Obligaciones Simples,
• Obligaciones Compuestas (Conjuntivas y Alternativas).

En razón del sujeto se las divide en:


• Obligaciones de sujeto único o singular (cuando hay un solo deudor y
un solo acreedor) y
• Obligaciones de sujeto múltiple o plural (cuando hay varios acreedores
o varios deudores, o varios acreedores y deudores).
• La existencia de sujeto múltiple o plural sirve para clasificar las
obligaciones en:
• Obligaciones divisibles e indivisibles.
• Obligaciones de pluralidad conjunta y disyunta
• Obligaciones simplemente mancomunadas y obligaciones solidarias.

De acuerdo a su autonomía o dependencia se las distingue en obligaciones


principales y obligaciones accesorias.
• Las obligaciones principales, tienen vida propia, producen efectos por sí
mismas, sin más que la ley o las que las partes han convenido.
• Las accesorias, sirven de garantía para el cumplimiento de las
principales y pueden ser, reales o personales.

La existencia o inexistencia de modalidades permite caracterizarlas en:


• Obligaciones puros y simples y
• Obligaciones Modales.
Las modalidades que pueden afectar a las obligaciones son:
• La condición,
• El plazo y
• El cargo.
De acuerdo a su fuente las obligaciones pueden ser:
• Contractuales,
• Extra contractuales y
• Legales.
Desde el punto de vista de su ejecución o efectos las obligaciones se clasifican
en:
• Obligaciones de ejecución inmediata, que se cumplen inmediatamente;
de ejecución sucesiva cuyo cumplimiento es diferido a través del
tiempo.
• Obligaciones de Resultados, en las cuales el deudor tiene que hacer
todo lo que estuviere a su alcance para procurar el cumplimiento de la
obligación;
• Obligaciones Líquidas, que tienen por objeto sumas de dinero
establecido y determinado;
• Ilíquidas, en las cuales se debe seguir un procedimiento previo para
determinar su valor o en que consiste la obligación.

OBLIGACIONES AMBULATORIAS O PROPTER REM

La existencia de esta figura jurídica, con características que se asemejan a las


obligaciones, por una parte, y a los derechos reales, por la otra, ha sido y sigue
siendo muy discutida. Se ha llamado en doctrina, indistintamente, obligaciones
propter rem, obligaciones reales u obligaciones ambulatorias.

Se definen como, «las obligaciones que incumben al propietario o poseedor de


una cosa, en cuanto tal, y en consecuencia basta la cesación de su calidad de
propietario o poseedor para quedar liberado del débito

Estas obligaciones descansan sobre determinada relación de señorío sobre


una cosa y nacen, se desplazan y se extinguen con esa relación de señorío por
lo que siendo inherentes a la posesión de los bienes, no gravan a una o más
personas determinadas, sino indeterminadamente al poseedor de una cosa.

Su existencia es muy discutida por la doctrina del Derecho Civil, toda vez que
se parte de la premisa de que no hay obligación que corresponda a un derecho
real.
Las características de este tipo de obligación son:
• Afectan al titular de una relación de señorío sobre una cosa en cuanto
tal. Si la cosa se transmite, la obligación sigue a la cosa y grava al
nuevo propietario, independientemente de cualquier asunción
convencional de deuda por parte del mismo, quedando al propio tiempo
liberado el anterior dueño.
• El titular de la relación de señorío puede liberarse de esta obligación
abandonando (transmitiendo) la cosa.

Estas obligaciones no se hallan expresamente legisladas como tales en el


derecho positivo nacional, empero su existencia es indiscutible si se parte del
principio de que estas se hallan configuradas en determinadas situaciones
legisladas por nuestro Código Civil.

Esta especie de obligaciones, con características peculiares propias puede


presentarse en los siguientes casos:
• Obligación del propietario de mantener las plantaciones linderas a tres
metros del muro medianero o divisorio. (Artículo 120 del Código Civil).
• Obligación del propietario de cortar las ramas que pasan el límite de la
propiedad. ( Artículo 121 del Código Civil )
• Obligación del condómino de pagar la parte proporcional de los gastos.
• Expensas comunes del condominio. (Artículos 162 y 191 del Código
Civil)
• Ciertas obligaciones surgidas del Usufructo. (Artículos 223 al 243 del
Código Civil).
• Obligación de pagar los gastos de mantenimiento en la medianería.
(Artículo 182 del Código Civil).

3. DE LAS OBLIGACIONES CIVILES Y NATURALES

OBLIGACIONES CIVILES Y NATURALES

1- OBLIGACIONES CIVILES.
Son las que dan derecho a exigir su cumplimiento, es decir sus titulares pueden
hacer valer plenamente sus derechos, que se resumen en una palabra:
Ejecución. Confiere derechos al acreedor para ejercerlos sobre el patrimonio
del deudor y en los casos en su cumplimiento, es exigible.
Se llaman también perfectas o legítimas, en el fondo y la forma.
En realidad toda la teoría general de las Obligaciones se desarrolla teniendo en
mira esta clase de Obligaciones que son las que tienen la mayor importancia
práctica. Acuerdan derecho de Acción y Excepción.

2- OBLIGACIONES NATURALES.

Constituyen en la vida jurídica el caso excepcional. Su característica es de


tener efectos muy limitados y reducidos. El deudor las cumple con la sola
decisión de su voluntad y sin que pueda ser ejercida contra él coacción alguna,
que es norma en las obligaciones civiles. Son las fundadas solo en el derecho
natural y en la equidad. No confieren acción para exigir su cumplimiento, pero
que cumplidas por el deudor autorizan al acreedor la retención de lo que se ha
dado por razón de ellas. No dan derecho a la Repetición. Son enervadas en
sus efectos por razones legales.
ANTECEDENTES HISTÓRICOS

No son muy claros los antecedentes de estas obligaciones en Roma. Algunos


autores sostienen que en el Derecho Romano primitivo, no se reconocían otras
obligaciones que las fundadas en el Jus Civile y amparadas por el derecho de
la acción.

Eduardo Helguera, con indiscutible autoridad en el tema ha profundizado en


esta cuestión; para él, en el Derecho hay que distinguir entre la obligación
natural concebida por los jurisconsultos de la época clásica y la obligación
natural pietatis causa, desenvuelta por el Derecho Justiniano:
a) Las obligaciones naturales de la época clásica surgen del choque de la
Filosofía Estoica con las normas del Derecho Civil, en ellas existe vínculo
jurídico y tanto es así que podían ser objeto de novación, de garantías
reales y personales y en ciertos casos de compensación, finalmente es
necesario señalar que eran exigibles.
b) Al lado de estas obligaciones forman las obligaciones naturales, en el
corpus juris, que no son más que deberes de conciencia y cuyo único efecto
es la solutio retentio, son las llamadas: pietatis causa.

El Código Napoleón no reglamenta de manera adecuada y precisa la obligación


natural, se refiere a ella en su artículo 1.235 que dispone en su segunda parte:
«No se admite la repetición respecto de las obligaciones naturales que
han sido voluntariamente pagadas.»

NATURALEZA JURÍDICA.

Las discusiones abundan, uno de los puntos más controvertidos es el que se


relaciona con la existencia del vínculo jurídico:

a- Para autores como Giorgi, Van Bemmelen, Leonhard, Giorgiann¡yCarnelutti,


tienen las siguientes características:
• No tienen vínculo jurídico, porque falta en ellas el elemento coercitivo
que es el prius indispensable para configurar una relación jurídica. En
tales condiciones se estaría frente a una obligación no obligatoria, ante
un deber libre que contradice el propio concepto de obligación.
• La obligación natural vendría a adquirir el carácter de obligación cuando
el deudor la paga voluntariamente, es decir que sería un extraño y
absurdo ser jurídico que adquiere la vida sólo al convertirse en cadáver,
es un simple fenómeno jurídico que es fuente de obligaciones desde el
momento de su cumplimiento.
• La obligación natural no responde a nada práctico es una quinta rueda
en el Derecho que podría ser eliminada perfectamente de los códigos.
• La verdadera naturaleza de esta clase de obligaciones, sería la de
constituir vínculos morales pero no jurídicos.
• La obligación natural es un nombre sonoro que los juristas han usado
frecuentemente para cubrir contrabando jurídico.
b- Para la Teoría Clásica, representada por Aubry y Rau, Salvat, Borda,
Peirano Fació y otros autores consideran que las obligaciones naturales por
su estructura y contenido son una simple variante de las obligaciones
civiles. Algunos hablan de obligaciones civiles abortadas o degeneradas
que están provistas por lo menos de una cobertura o protección jurídica
atenuada, suficiente para definir su carácter jurídico.
c- Teorías Modernas: sostienen que las Obligaciones Naturales son deberes
de conciencia a los que la ley considera convenientes asignarles ciertos
efectos jurídicos. Se las ubica en «la mitad del camino entre el simple deber
moral y la obligación civil», o como dice Ripert y Boulanger «en los confines
últimos del derecho en los límites con lo moral». Para Pacchíonni, la
obligación natural sería un caso de DEBI-TUM: «sin garantía», o sea una
deuda sin responsabilidad.

EFECTOS DE LAS OBLIGACIONES NATURALES.


• Son obligaciones fundadas en el derecho natural y la equidad.
• No confieren acción para exigir su cumplimiento.
• Cumplidas voluntariamente por el deudor, este carece de derecho para
repetir lo que hubiera pagado en virtud de ellas.
DIFERENCIAS DE LAS OBLIGACIONES NATURALES CON LAS
OBLIGACIONES CIVILES Y LOS DEBERES MORALES.

a) Se diferencian de las Obligaciones Civiles en que estas confieren acción


al acreedor, vale decir le proporcionan los medios de ataque, en tanto
que las naturales, sólo otorgan al acreedor una excepción o sea medios
de defensa para impedir que el deudor que las hubiera cumplido
obtenga la repetición de lo pagado.
b) De los Deberes Morales, se distinguen en que estos se constituyen el
género y la Obligación Natural la especie, aunque se las puede
confundir con aquellos porque no a todo deber moral corresponde una
obligación natural.

CLASIFICACION DE LAS OBLIGACIONES NATURALES

 Categoría.- Obligaciones Naturales de Origen: Devienen de los juegos y


apuestas, se llaman también Obligaciones Abortadas. (Art. 909 C. Civil.).
 Categoría.- Obligaciones Civiles convertidas en Naturales: Se
convierten en Naturales por la prescripción liberatoria, son llamadas
también Obligaciones Degeneradas. El deudor no puede repetir.
 Categoría.- Obligaciones ligadas a un deber moral o de conciencia. Se
realizan voluntariamente. (Art. 964 C. Civil.)

EJEMPLOS DE OBLIGACIONES NATURALES


• Donaciones hechas sin observar las formalidades Ad Solemnitatem. Si
a pesar de ello el donante cumple con la donación, lo hace dentro del
ámbito de las obligaciones naturales.
• Las que no han sido reconocidas en juicio por falta de prueba o cuando
el pleito se ha perdido por error o malicia del juez.

Las que derivan de una convención que reúne las condiciones generales
requeridas en materia de contratos, pero a las cuales la ley por razones de
utilidad social les ha negado toda acción, tales por ejemplo: las deudas de
juego.
El pago de alimentos a parientes a los cuales la ley no les acuerda el derecho
de exigirlos.

La restitución de un inmueble adquirido por Usucapión.

DE LAS OBLIGACIONES DE DAR, HACER Y NO HACER

GENERALIDADES

Bajo el ángulo de la naturaleza de la prestación debida, las obligaciones se


clasifican en obligaciones de DAR, HACER Y NO HACER.

OBLIGACIONES DE DAR

En el Derecho Romano, el «Dore» correspondía en sentido técnico a la entrega


traslativa de propiedad o de otro derecho real. Al «daré» se contraponía el
«facere» que significaba ejecutar una obra, un mero hecho sin transferencia de
derechos sobre una cosa y que también comprendía el «non facere»
Su objeto consiste en la entrega de una cosa o un bien, el deber que pesa
sobre el deudor le impone la necesidad de desprenderse o desasirse del bien o
cosa para entregarlo al acreedor.

La finalidad que integra su objeto puede ser de tres clases:

• Para constituir sobre la cosa derechos reales;


• Para transferir exclusivamente su uso o su tenencia;
• Para restituir la cosa a su dueño.

CLASIFICACIÓN DE LAS OBLIGACIONES DE DAR

Se clasifican según su orden decreciente de particularidad:


a- Obligaciones de dar, cosa cierta.- Se presenta cuando su objeto está
identificado en su individualidad al tiempo de constituirse la obligación. Ej.
Entregar una casa en la calle NN.
En este tipo de obligación el deudor tiene tres deberes esenciales:
• Conservar la cosa.
• Entregarla al acreedor en el lugar y tiempo propio.
• Entregar la cosa con más sus accesorios y frutos hasta el día de la
entrega.
b- Obligaciones de dar cosas inciertas.- Se refieren a un objeto que no ha
quedado inicialmente definido en su individualidad a lo cual habrá de
llegarse con la respectiva elección o determinación de la cosa que haya de
pagarse.

Se subdividen en obligaciones No fungibles o de Género y de cosas fungibles.


Las Obligaciones de dar cosas inciertas NO FUNGIBLES,
Versan sobre objetos no individualizados que se definen por el género a que
pertenecen con caracteres diferenciales dentro del mismo género. Ej. Los
Automóviles Ford etc.

Estas obligaciones requieren que su objeto se individualice para poder


cumplirse, la elección puede ser unilateral o bilateral, tienen como efecto el
hecho de que antes de la elección no podrá el deudor eximirse del
cumplimiento por pérdida o deterioro de la cosa, por fuerza mayor o caso
fortuito. Una vez practicada la elección de la cosa a pagar, la obligación cambia
de naturaleza, su objeto ya no será género sino cosa determinada.

DE LAS OBLIGACIONES DE DAR, HACER Y NO HACER

1. GENERALIDADES
Bajo el ángulo de la naturaleza de la prestación debida, las obligaciones se
clasifican en obligaciones de DAR, HACER Y NO HACER.

2. OBLIGACIONES DE DAR
En el Derecho Romano, el «Daré» correspondía en sentido técnico a la entrega
traslativa de propiedad o de otro derecho real. Al «daré» se contraponía el
«facere» que significaba ejecutar una obra, un mero hecho sin transferencia de
derechos sobre una cosa y que también comprendía el «non facere».

Su objeto consiste en la entrega de una cosa o un bien, el deber que pesa


sobre el deudor le impone la necesidad de desprenderse o desasirse del bien o
cosa para entregarlo al acreedor.
La finalidad que íntegra su objeto puede ser de tres clases:
• Para constituir sobre la cosa derechos reales;
• Para transferir exclusivamente su uso o su tenencia;
• Para restituir la cosa a su dueño.

3. CLASIFICACIÓN DE LAS OBLIGACIONES DE DAR

Se clasifican según su orden decreciente de particularidad:


a- Obligaciones de dar, cosa cierta.- Se presenta cuando su objeto está
identificado en su individualidad al tiempo de constituirse la obligación. Ej.
Entregar una casa en la calle NN.
En este tipo de obligación el deudor tiene tres deberes esenciales:
• Conservar la cosa.
• Entregarla al acreedor en el lugar y tiempo propio.
• Entregar la cosa con más sus accesorios y frutos hasta el día de la
entrega.
b- Obligaciones de dar cosas inciertas .- Se refieren a un objeto que no ha
quedado inicialmente definido en su individualidad a lo cual habrá de
llegarse con la respectiva elección o determinación de la cosa que haya de
pagarse.

Se subdividen en obligaciones No fungibles o de Género y de cosas fungibles.

Las Obligaciones de dar cosas inciertas NO FUNGIBLES,


Versan sobre objetos no individualizados que se definen por el género a que
pertenecen con caracteres diferenciales dentro del mismo género. Ej. Los
Automóviles Ford etc.

Estas obligaciones requieren que su objeto se individualice para poder


cumplirse, la elección puede ser unilateral o bilateral, tienen como efecto el
hecho de que antes de la elección no podrá el deudor eximirse del
cumplimiento por pérdida o deterioro de la cosa, por fuerza mayor o caso
fortuito. Una vez practicada la elección de la cosa a pagar, la obligación cambia
de naturaleza, su objeto ya no será género sino cosa determinada.

Las Obligaciones de Dar cosas Inciertas FUNGIBLES, son aquellas en que


todo individuo de la: especie equivale a otro individuo de la misma especie y
que pueden sustituirse las unas por las otras de la misma calidad y en igual
cantidad, sólo se determinan por el número, el peso o la medida Vgr. 100 Kgs.
de arroz, 1.000 litros de aceite. Se distinguen por dos caracteres salientes:
• Su objeto no está individualizado al tiempo de constituirse la obligación
quedando sólo definido por su género y cantidad.
• Su objeto es fungible en cuanto puede ser sustituido indiferentemente
por otro que sea de la misma especie y calidad.
c- Obligaciones de dar sumas de dinero.- Tiene por objeto desde su origen,
la entrega de sumas de dinero se las denomina también Obligaciones
Pecuniarias y por su importancia son objeto de estudio separado.
4. OBLIGACIONES DE HACER

El objeto de las obligaciones de HACER, consiste en una actividad del deudor


que debe ajustar su conducta a los términos de la obligación, es un hecho de
conducta, que se caracteriza por el compromiso de una energía de trabajo, la
realización de un servicio, sea física o moral del deudor a favor del acreedor.
Estas obligaciones pueden ser infungibles o Intuito Personae, cuando el deudor
no puede ser sustituido por otro y son Genéricas cuando el deudor puede ser
sustituido por otro.

5. OBLIGACIONES DE NO HACER
Son aquellas por las cuales el deudor se halla obligado a abstenerse de
ejecutar cierto acto que, conforme a las normas jurídicas comunes, habría
tenido la facultad de efectuar o no. Se caracterizan por su contenido negativo:
es una abstención que de no mediar esta obligación el deudor-habría podido
efectuar.
No se diferencian substancialmente de las obligaciones de hacer, pues su
objeto es siempre una conducta del deudor, sólo que tiene contenido negativo.
Estas obligaciones de No Hacer pueden ser de dos clases:
• Convencionales.- Las que derivan de un contrato o de un acto jurídico
bilateral Ej.- Pacto de no revelar un secreto industrial; el acuerdo de no
participar en un remate público; la prohibición de subarriendo; la
obligación de no levantar una pared a más de cierta altura.
• Legales.- Aquellas que provienen de un precepto legal específico. Ej.-
Obligaciones del locatario de no hacer otro uso de la cosa arrendada
que el previsto; La ley de 30 de Diciembre de 1.949, Ley de Propiedad
Horizontal, consagra diversos deberes de abstención.

6. CARACTERÍSTICAS Y DIFERENCIAS
• En las obligaciones de DAR, la sola infracción implica el pago de daños
y perjuicios; en las de HACER, se requiere de una declaratoria previa
de mora del deudor.
• En las Obligaciones de DAR, es casi indiferente la persona del deudor
porque la pretensión del acreedor persigue un bieni o cosa. En las
Obligaciones de HACER, siendo su objeto un hecho de conducta,
generalmente la persona del deudor tiene especial importancia para el
acreedor. (Intuito Personaem).
• Las Obligaciones de DAR, se extinguen por el "perecimiento" de la cosa
objeto de la prestación, que es propia de las mismas; en las
obligaciones de HACER y NO HACER por la imposibilidad sobreviviente
de su ejecución.
• Para determinar los procedimientos de ejecución, en las obligaciones de
DAR, en principio se ataca el patrimonio del deudor tratándose de
obligaciones cuyo objeto principal es la entrega de dineros o bienes
fungibles; empero cuando el objeto de la obligación versa sobre la
entrega de una cosa mueble o inmueble determinada, el acreedor
puede ser autorizado a entrar en posesión de ella, conforme lo
determina expresamente el art. 1.467 del Código Civil.

En las Obligaciones de HACER, son aplicables los «astreintes» (Art. 401


Código Procesal Civil -Ley 439) toda vez que el apremio corporal por
obligaciones patrimoniales se halla prohibido expresamente por el artículo
1.466 del Código Civil disposición legal que tiene como precedente a la Ley del
19 de Diciembre de 1.905, principio que es reactualizado por la Ley N° 1602 de
15 de Diciembre de 1.994 (Ley de Abolición de prisión y apremió corporal por
obligaciones patrimoniales). El Código Civil sobre este particular legisla en el
artículo 1.468 que «,...s¡ la obligación (le hacer no se cumple, el juez a pedido
del acreedor, puede disponer que el deudor ejecute la obligación, o que a su
costa, la ejecute otro...» Si la Obligación de hacer, es intuito personae, este
mismo dispositivo legal, prevé: «... En las obligaciones de hacer, que por su
naturaleza sólo pueden ser ejecutadas por el deudor, su inejecución se
resuelve en el resarcimiento del daño causado.»

7. EFECTOS DE LAS OBLIGACIONES DE DAR

Dependiendo que el objeto sea un bien mueble o inmueble la finalidad que'


integra esta clase de obligación puede ser distinta:
Las obligaciones que tienen por objeto bienes inmuebles, persiguen una
finalidad de constituir derechos reales, restituir las cosas a su dueño o transferir
el uso o la tenencia de una cosa. Cualquiera sea el caso, basta el
consentimiento de las partes si son inmuebles para el nacimiento de la
obligación.

En las obligaciones que tienen por objeto bienes muebles o semovientes es


menester que se realice la tradición (traditio) o entrega de la cosa para que el
comprador corra con los riesgos de la cosa transferida.

8. EFECTOS DE LAS OBLIGACIONES DE HACER Y NO HACER


a) Obligaciones de Hacer.-En este tipo de obligaciones el cumplimiento
defectuoso queda asimilado al incumplimiento total, otorgando derechos
al acreedor a destruir lo, hecho defectuosamente o para que lo haga un
tercero a costa del deudor. Esta es una sanción por mal cumplimiento,
cuando el hecho ejecutado por el deudor difiere del hecho debido con
mengua del interés del acreedor. En las obligaciones Intuito Personae,
da lugar a resarcimiento de los daños y perjuicios.
b) Obligaciones de No Hacer.- El deudor incurre en mora en forma
automática y por la sola realización del hecho o conducta del cual debía
abstenerse. Así el acreedor queda autorizado para destruir lo hecho en
contravención de la obligación, conforme lo dispone el artículo 1.469 del
Código Civil. Si ello no es posible, podrá demandar la indemnización de
Daños y Perjuicios. Si la abstención consiste en la NO divulgación de un
Secretó Industrial, sólo podrá demandarse daños y perjuicios.

9. OBLIGACIONES DE MEDIOS O PROCEDENCIA Y OBLIGACIONES


DE RESULTADO

Esta clasificación toma en cuenta el contenido de la prestación y ha sido


creada por Demogue (tratadista francés). Los Hermanos Mazeaud, le asignan
otra denominación: «Obligaciones
Generales de Prudencia y Diligencia y Obligaciones Determinadas.»
a) Obligaciones de Resultado.- Son aquellas en las cuales el deudor está
Obligado a asegurar el efecto determinado y/o resultado preciso; debe
obtener el logro de la finalidad perseguida por una determinada
conducta. Vgr. El Contrato de Compraventa, el vendedor se obliga a
entregar la cosa.
b) Obligación Extra contractual: Evento dañoso provocado por un animal
o una cosa, el obligado está en el deber de asegurar de que el animal o
la cosa bajo su custodia no cause daños a terceros.
c) Obligaciones de Medios o Procedencia.- Son aquellas en las cuales el
deudor no asegura un efecto determinado, tan solo se compromete a
poner en práctica una conducta que ordinaria y razonablemente conduce
a un determinado resultado, pero que bien puede no producirlo. En este
tipo de obligaciones tiene relevancia en su consideración la

4. EL OBJETO DE LAS OBLIGACIONES

El objeto de la obligación puede consistir en dar una cosa; hacer, o sea


ejecutar una determinada conducta; o no hacer, o sea abstenerse de realizar
una conducta.

El objeto de una obligación es la conducta que se pretende obtener, una


conducta específica que puede consistir en una prestación o una abstención y
las cosas sobre las cuales recae la conducta.

El objeto jurídico es uno de los elementos esenciales de una obligación o


contrato, así como de cualquier tipo de negocio jurídico, quedando extinguido
de no existir el objeto sobre el que recae el contrato, obligación o negocio
jurídicos.

CONCEPTO DE OBLIGACIÓN.

Ya desde el antiguo derecho romano se habían acuñado definiciones célebres


acerca de la obligación civil, como por ejemplo la clásica definición contenida
en las Institutas de Justiniano en donde se dice que "obligatio est iuris
vinculum, quo necessitate adstringimur alicuius solvendae rei secundum
nostrae civitatis iuria". Es decir, la obligación es un vínculo jurídico que
nos constriñe en la necesidad de pagar alguna cosa conforme a las leyes
de nuestra ciudad.

O la diversa definición del jurisconsulto Paulo que la concibe como


"obligationum substantia non in eo consistit, ut aliquid corpus nostrum
(aut dservitutem nostram) faciat, sed ut alium nobis obstringat at danum
aliquid, vel faciendum, vel prestandum". Es decir, la esencia de la
obligación no consiste en convertir algo en cosa o servidumbre nuestra;
sino en compeler a otro para darnos, hacernos o prestarnos algo.".
Ahora bien, las anteriores definiciones y muchas otras elaboradas en épocas
posteriores tienen el defecto de que sólo hacen énfasis en uno o dos de los tres
elementos esenciales del concepto obligación, por ejemplo, diremos que la
primera definición citada caracteriza a la obligación civil por el vínculo jurídico
que enlaza a los sujetos de la misma; en tanto que Paulo se concentra
únicamente en el objeto de la obligación, o sea, en la conducta que asumirá el
sujeto deudor, para definir a la obligación.

En ese tenor de ideas el maestro Borja Soriano, en su obra titulada "Teoría


General de las Obligaciones" después de citar varias definiciones logradas por
diversos doctrinarios, termina concluyendo que para lograr una definición cabal
sobre la obligación, no debemos fijar nuestra atención de manera especial
sobre alguno de los elementos que constituyen la naturaleza de la obligación, a
saber: los sujetos, el objeto y la relación jurídica, sino que tenemos que
comprenderlos a todos en una la definición, ya que cada uno de ellos forma
parte de su esencia. Por tanto, una definición completa de la obligación sería
aquella que dentro de su comprensión lógica contenga los tres elementos
necesarios de ésta.

En congruencia con lo anteriormente expuesto, podemos definir a la obligación


civil como la relación jurídica por virtud de la cual un sujeto llamado deudor
queda vinculado jurídicamente respecto de otro sujeto llamado acreedor a
realizar una conducta que puede consistir en un dar, en un hacer o en un no
hacer.

ELEMENTOS DE LAS OBLIGACIONES.

Como apuntamos en el parágrafo anterior, tres son los elementos constitutivos


de la obligación civil, los sujetos, el objeto y la relación jurídica.

a) Los sujetos de la relación jurídica obligación son el acreedor y el deudor. El


acreedor es el sujeto activo de la obligación que es titular de un derecho
subjetivo, comúnmente llamado derecho personal o derecho de crédito. El
deudor es el sujeto pasivo de dicha relación que tiene a su cargo un deber
jurídico denominado deuda.
b) El objeto es la conducta que el deudor queda constreñido a realizar, y que
puede consistir en un dar, hacer o un no hacer.
c) La relación jurídica, según el maestro Bejarano Sánchez, es "…un vínculo
reconocido y disciplinado por el Derecho objetivo, y por lo que se refiere a la
relación jurídica de la obligación o derecho personal, es un vínculo creado
por el Derecho objetivo, el cual faculta al acreedor a exigir una conducta del
deudor y asegura su cumplimiento con la posibilidad de obtener
compulsivamente su acatamiento".

En efecto, el vínculo jurídico que caracteriza a la obligación no es otra cosa que


la coercibilidad o posibilidad de utilizar la fuerza para vencer la actitud
contumaz del obligado que distingue al derecho de los otros sistemas
normativos que rigen la conducta humana, verbigracia, la moral o los
convencionalismos sociales.

DIFERENCIAS ENTRE DERECHOS PERSONALES Y DERECHOS REALES.

Señala el tratadista Borja Soriano que respecto a las teorías que pretenden
explicar la diferencia existente entre los derechos reales y personales se
encuentra la teoría clásica, la cual concibe al derecho real como una relación
entre persona y cosa, en tanto que el derecho personal es una relación entre
persona y persona. La diferencia que existe entre el derecho real y el personal,
según los exponente de esta teoría, consiste en que en aquél la proximidad
que existe entre el sujeto titular del derecho y la cosa permite su explotación
económica con exclusión de los demás individuos que le rodean; en tanto que
en el derecho personal la relación entre el sujeto activo y el pasivo es directa e
inmediata, es decir, que lo más importante es la relación personal y de manera
secundaria el objeto de la obligación.

Derecho real es la facultad o poder de aprovechar autónoma o directamente


una cosa. Mientras que el derecho personal consiste en la facultad de obtener
de otra persona una conducta que puede consistir en hacer algo, en no hacer
nada o en dar alguna cosa.

OBLIGACIONES PROPTER REM.

La doctrina reconoce la existencia de ciertas obligaciones o cargas que están


de tal manera vinculadas a la existencia de una cosa que su transmisión de
ésta implica la de aquélla, es decir, que el origen de la obligación se encuentra
en la cosa misma, nace del hecho de su detentación. También se les conoce
con el nombre de ambulatorias, ya que la obligación pasa de un sujeto pasivo a
otro por el simple hecho de la detentación material de la cosa.

Según Borja Soriano, las características de las obligaciones reales o propter


rem son las siguientes:

a) No ligan al deudor en cuanto a su persona o identidad personal, sino que


está determinado por el hecho de ser propietario o poseedor de una cosa.
El poder que ejerce sobre ella los señala y exhibe como deudor. Son
necesidades jurídicas que gravitan sobre aquella persona que posee una
cosa, porque son cargas que pesan sobre esa cosa.

b) Puede transmitir la deuda al transferir la cosa. La deuda sigue a la cosa; por


tanto, para dejar de ser deudor le basta con enajenar la cosa o
abandonarla.

c) El obligado responde de su deuda con la cosa, no con todo su patrimonio y,


si renuncia a ella, se desembaraza de su deuda.

En síntesis, podemos decir que las obligaciones reales son cargas o


gravámenes impuestos por la ley a los poseedores o propietarios, por el simple
hecho de la detentación de la cosa, y cuyo cumplimiento puede evitarse
mediante el abandono de la cosa de la cual dimana el gravamen,
respondiéndose de la deuda en todo caso con la cosa.
OBLIGACIONES NATURALES.

En este último apartado nos ocuparemos de las llamadas obligaciones


naturales, de la cuales podemos decir que consisten "…en la necesidad
jurídica de prestar una conducta a favor de un acreedor, quien puede obtener y
conservar lo que el deudor le pague, pero puede exigirlo legítimamente por
medio de la fuerza pública". En otras palabras, lo que caracteriza o distingue a
este tipo de obligaciones es el hecho una vez cumplida voluntariamente la
obligación por el deudor, el derecho autoriza al acreedor a retenerlo
válidamente, sin que pueda repetirse contra éste.

La doctrina considera a este tipo de obligaciones como obligaciones civiles


imperfectas equiparándolas a veces a los deberes morales, toda vez que
carecen de acción procesal que permita lograr su cumplimiento forzoso. Sin
embargo, pese a la diversidad de opiniones que existen sobre el tema,
creemos que no se trata de simples deberes morales, sino de verdaderas
obligaciones jurídicas, ya que por la circunstancia de que el Derecho reconozca
la validez del pago y autorice al deudor para retenerlo, impidiendo la repetición
contra éste, resulta inconcuso que tal reconocimiento por parte del
ordenamiento jurídico le quita a dichas relaciones el carácter meramente moral
que pudieran tener, para convertirlas en fenómeno netamente jurídico.

Conviene precisar, en último lugar, que estas obligaciones no se encuentran


reglamentadas en nuestra legislación civil, por no existir un articulado que las
agrupe reconociéndolas por su nombre, sino que al respecto sólo existen
disposiciones aisladas de las que se desprende su existencia, verbigracia el
artículo 1752 del Código Civil, que a la letra dice: "El que ha pagado una deuda
prescrita o para cumplir un deber moral, no tiene derecho de repetir.";
asimismo, nos permitimos transcribir el diverso numeral 2124 del citado
ordenamiento, que dispones que: "Las ventas al menudeo de bebidas
embriagantes hechas al fiado en cantinas, no dan derecho para exigir su
precio."; y por último, el precepto 2595, que textualmente manda lo siguiente:
"El que pierde en un juego o apuesta que no estén prohibidos, queda obligado
civilmente, con tal que la pérdida no exceda de la vigésima parte de su fortuna.
Prescribe en treinta días el derecho de exigir la deuda del juego a que este
artículo se refiere".

5. DE LAS OBLIGACIONES COMPLEJAS

1. CONCEPTO

La complejidad de los elementos de la obligación puede depender tanto del


elemento subjetivo como del objetivo. Las distinciones que se examina
adquieren importancia cuando se trata del cumplimiento y de la extinción de la
relación obligatoria.

2. OBLIGACIONES CON PLURALIDAD DE OBJETOS

Son obligaciones de objeto plural o compuesto las que se refieren a dos o más
prestaciones. Pueden tener un objeto CONJUNTO o DISYUNTO.
a) Obligaciones de Objeto Conjunto.- Llamadas también conjuntivas o
acumulativas, se caracterizan por la pluralidad de prestaciones debidas
todas las cuales integran la pretensión del acreedor. Ej.- Se compra en
una mueblería un juego de comedor y un juego de living, el mueblero
debe de entregar todos los muebles que debe. Estas obligaciones
carecen de un régimen propio y se gobiernan por los principios comunes
a toda obligación. La diversidad es CUANTITATIVA Y NO
CUALITATIVA.
b) Obligaciones de Objeto Disyunto.- Versan sobre varias prestaciones
distintas de modo que el deudor se libera pagando una sola de esas
prestaciones.
c) Obligaciones Alternativas.- Está dado por el artículo 416 del Código
Civil: «...El deudor de una obligación alternativa se libera cumpliendo
una de las dos prestaciones comprendidas en la obligación, pero no
puede compeler al acreedor a recibir parte de la una y parte de la otra.
Es un tipo de obligaciones no muy frecuente en el que el deudor se libera con
la entrega de uno de ellos, si la elección le corresponde. En cuanto a sus
CARACTERES tenemos los siguientes:
• Tienen un objeto plural o compuesto, que puede estar conformado por
prestaciones homogéneas o heterogéneas sean de dar, hacer o no
hacer.
• Consisten en un vínculo único.
• El objeto de pago también es único. Esto demuestra la distinción entre
la pluralidad del objeto debido y la unidad del objeto debido y la unidad
del objeto de cumplimiento o pago.
d) Obligaciones Facultativas.- Llamadas también con prestación
sustitutiva, comprenden dos objetos valora dos de los cuales uno sólo de
ellos es el comprometido y el otro está señalado como medio de
liberación.
CARACTERES:
• Aunque el objeto debido es único, es posible su sustitución en el
momento del pago, hasta que se considere transitoriamente a la
obligación facultativa como obligación de objeto plural, y se revele la
incógnita relativa al objeto de pago.
• Hay disparidad entre los distintos objetos susceptibles de ser dados en
pago.
• El funcionamiento de la opción que la misma implica siempre a favor del
deudor.
e) Diferencias con las Obligaciones Alternativas. En las Obligaciones
alternativas hay das a más prestaciones que integran el objeto debido;
en cambio en las obligaciones facultativas se debe una sola prestación,
con la facilidad para el deudor de poderlo sustituir por otro, en el acto de
pago.

En la Obligación Alternativa hay paridad entre todas las prestaciones debidas


las que están en un mismo pie de igualdad; por el contrario en la obligación
facultativa hay disparidad entre las distintas prestaciones.
En la Obligación Alternativa la elección entre las objetos susceptibles de pago
pertenece al deudor a al acreedor; en la obligación facultativa, la opción
favorece exclusivamente al deudor.

3. OBLIGACIONES CON PLURALIDAD DE SUJETOS

San obligaciones de Sujeto múltiple las que corresponden a varios acreedores


o pesan sobre varios deudores can respecto a una sola prestación debida y en
razón de una causa única. Esta pluralidad de sujetos puede ser originaria o
sobreviniente.

Es ORIGINARIA cuando desde la constitución de la obligación hay varios


acreedores a varios deudores. Es SOBREVINIENTE cuando habiendo
comenzada la obligación con único sujeto (activo o pasivo), pasa a tener un
sujeto múltiple generalmente por incorporarse a la relación obligacional, tal el
caso de los herederos del originario acreedor o deudor que hubiera fallecido.
El género en las obligaciones complejas por pluralidad de sujetos se llama
mancomunidad y que a su vez comprende dos especies: LA SIMPLE
MANCOMUNIDAD y la SOLIDARIDAD.
a) Mancomunidad Simple.- El crédito o la deuda se divide entre todos los
acreedores y todos los deudores, se trata de obligaciones «a prorrata» o
divisibles en el sentido de que la prestación se dividirá en partes iguales
cuando no se pacta otra cosa y la ley no dispone lo contrario. Art. 427 y 428 C.
Civil.

El derecho de exigir y el deber de cumplir la prestación divisible se fracciona de


acuerdo al número de acreedores o deudores. Dicho fraccionamiento se opera
en partes ¡guales a menos que el título de la obligación haya dispuesto lo
contrario.

Cada acreedor solo tiene derecho a exigir el pago en la prestación y cada


deudor solo puede ser obligado a pagar su cuota misma.
La prescripción, la suspensión, la interrupción de la prescripción, la culpa, el
dolo, la mora, la cosa juzgada, la transacción, la novación, la remisión, la
compensación, y la confusión que pueda haber ocurrido con respecto a uno
solo de los interesados no propagan sus efectos a los demás. La insolvencia de
codeudor no afecta tampoco a los demás. El reconocimiento de la deuda hecho
por un deudor es exclusivamente personal.

b) Obligaciones Solidarias.- (SOLIDARIDAD).- Es aquella obligación de


sujeto plural en la cual por voluntad de las partes o de la ley y con
prescindencia de la naturaleza divisible o indivisible de su objeto, cualquiera de
los acreedores puede exigir y a cualquiera de los deudores puede serle exigido
el cumplimiento de la prestación.

Cada uno de los deudores dice- PUIG BRUTAL! debe toda prestación pero el
acreedor solo tiene derecho a recibida una sola vez, sea de un solo deudor o
varios. La solidaridad constituye la mayor abstracción jurídica de todo el
Derecho Civil. La Solidaridad y todas sus consecuencias jurídicas constituyen
una de las más perfectas construcciones del Derecho en general, es por lo
tanto, una respuesta del Derecho a la necesidad de crear la forma más
conveniente en que se obliguen varios deudores frente a uno o varios
Acreedores y es por ello que la utilidad práctica de la Solidaridad se basa
prioritariamente en el aspecto pasivo de la relación obligatoria, constituyendo la
solidaridad activa una consecuencia natural de la primera.

Por regla general la Solidaridad, nace en virtud de la voluntad (unilateral o


plurilateral) de los sujetos que integran la relación obligatoria. Así un caso de
voluntad unilateral, será aquel que se constituya por Testamento; uno Bilateral
o Plurilateral, será que nace por un pacto, vale decir, constituida
contractualmente.

La solidaridad también puede nacer de la ley, caso en el cual, existe de pleno


derecho. Cuando una norma legal, determina que varias personas sean
deudoras solidarias de otra u otras. Por lo general, la solidaridad legal proviene
de la responsabilidad contractual, de la responsabilidad civil extracontractual o
de normas de carácter tributario.

En consecuencia, la Solidaridad tiene como fuentes, a la voluntad de los


sujetos y la Ley.

La solidaridad se da en el grupo acreedor (solidaridad activa) o en el grupo


deudor (solidaridad pasiva) o en ambos grupos (Solidaridad Mixta).
Reglas Generales de la Solidaridad

1. La solidaridad, no se presume, resulta de la ley o de la voluntad de las


partes.
2. La novación, compensación, o remisión hecha por cualquiera de los
acreedores solidarios con cualquiera de los deudores de la misma clase
extingue la obligación.
3. Cuando haya pluralidad de acreedores y deudores el pago que haga
alguno de los deudores extingue totalmente la obligación.
4. Son oponibles por parte del deudor únicamente las excepciones que
deriven de la naturaleza de la obligación y las que sean personales al
demandado. Este es responsable para con los demás deudores sino
hace valer las excepciones que sean comunes a todos Art.438 del C.
Civil.
5. La prescripción que ha sido interrumpida en la solidaridad en favor de
uno de los acreedores o en contra de uno de los deudores aprovecha o
perjudica a los demás.
6. La solidaridad no subsiste para los herederos a quienes se la transmite
como obligación mancomunada o divisible.
7. Tiene unidad de causa: El deber de prestar de todos los deudores o la
pretensión de todos los acreedores deriva del mismo título o hecho
justificante de lo contrario no podría hablarse de una única obligación.
8. Los distintos vínculos personales que integran la obligación solidaria, no
subsisten separados o aislados ni son independientes entre sí. Están
concentrados o coligados en cuanto convergen en un haz que infunde la
obligación una estructura unitaria.
c) Solidaridad Activa.- Hay solidaridad activa cuando cualquiera de los
acreedores tiene el derecho de exigir del deudor el pago total de la obligación.
Tiene como fuente la sucesión, el testamento o la voluntad de las partes. No es
frecuente por lo tanto no está prevista por disposición expresa. Se funda en la
idea de la representación tácita que se la sustituye y practica con el mandato
expreso constituida en favor de todos los acreedores para que cualquiera de
ellos pueda exigir el pago total de la obligación de REDIMIR las cuentas en
favor de los demás acreedores.

REGLAS
1. El pago hecho en favor de uno de los acreedores solidarios extingue
totalmente la deuda. Art.433. C.C.
2. El acreedor que recibe el pago queda obligado respecto de los otros
acreedores en la parte que a él le corresponde, a cuyo efecto hará una
división del crédito en partes iguales salvo convenio en contrario. Art.429-
439 del C. Civil.
3. Cualquier acreedor puede declarar extinguida la deuda haciendo remisión
de ella o liberar parte de la misma mediante la QUITA, pero será
responsable con los demás en las partes que a estos correspondan, a cuyo
efecto hará una división del crédito.
4. El deudor de varios acreedores solidarios se libera pagando a cualquiera de
estos, a no ser que haya sido requerido judicialmente por alguno de ellos en
cuyo caso deberá hacer el pago al demandante. Art.437-11 del C. Civil.
5. Para el caso de muerte de algún acreedor solidario dejando más de un
heredero, cada uno de los coherederos solo podrá exigir o recibir la parte
del crédito que le corresponda según su porción hereditaria a no ser que la
obligación sea INDIVISIBLE. Art. 436. C. C.

d) Solidaridad Pasiva.-Hay solidaridad pasiva cuando cualquiera de los


deudores que ha sido requerido por el acreedor (s), tiene la obligación de
cumplir con el total de la prestación debida, cumplimiento que libera a los
demás deudores. Tiene como fuente la voluntad de las partes y la ley. Su
importancia radica en que constituye una garantía eficaz más eficaz, que la
fianza para los acreedores pues a través de ella son varios patrimonios de
diferentes deudores que garantizan el pago de la obligación ya que el acreedor
puede pedir su petición de pago a cualquiera de sus deudores sin que pueda
oponerse a dicho pago. En cambio en la fianza, el fiador tiene el beneficio de
oponer la excepción de Excusión u Orden, es decir que previamente la acción
de demanda de pago deberá, dirigirse contra el deudor principal para que él
responda con sus bienes y recién cuando estos bienes no cubran toda la deuda
podrá el fiador responder con sus bienes el saldo que el deudor no hubiera
llegado a cubrir.

REGLAS
1. El deudor solidario es responsable para con sus obligados si no hace valer
las excepciones que son comunes a todos. Art. 438.C. C.
2. Cuando existe imposibilidad de cumplimiento o perecimiento de la cosa
originan la extinción, de la deuda, a menos que no exista culpa en ninguno
de los deudores solidarios, bastará que alguno de ellos hubiese incurrido en
la culpa para que la responsabilidad se extienda a todos, tanto por el valor
de la cosa como para el pago de los daños y perjuicios. Art. 447. C. C.
3. Los NO culpables, tienen derecho de exigir al negligente el pago a prorrata
que hubiesen afectado.
4. La muerte de un deudor solidario que deja varios herederos origina la
división de la prestación entre los mismos en la proporción que les
corresponda según cuota hereditaria. Excepto en los casos de obligación
indivisible.
5. El deudor solidario que paga por entero la deuda tiene derecho a exigir de
los otros codeudores la parte que en ella les corresponda. En la medida de
que el deudor solidario satisface la deuda, se subroga en los derechos del
acreedor.
6. La responsabilidad por incumplimiento de la obligación tanto en lo que se
refiere a la indemnización compensatoria cuanto a la obligación moratoria,
es exigible íntegramente a cualquiera de los deudores solidarios.

6. DE LAS OBLIGACIONES INDIVISIBLES


1. CONCEPTO.

La obligación es indivisible cuando hay en ella pluralidad de sujetos


acreedores, deudores o de ambos y el objeto a pagar es indivisible.
El efecto de esta indivisión está en que el pago solo puede cumplirse por
entero, y así cada uno de los acreedores puede exigirlo en su totalidad y cada
uno de los deudores está en la necesidad de cumplirlo por entero, sin que ello
implique solidaridad activa o pasiva.

El Art. 431 del Código Civil preceptúa: «... La Obligación mancomunada es


indivisible cuando no puede cumplirse por fracciones, sea por razón de su
naturaleza o sea por voluntad de las partes...»

2. FUENTES DE LA INDIVISIBILIDAD. Son tres:


• Por la voluntad de las partes, cuando al momento de celebrarse un acto
o contrato se estipula entre acreedores y deudores que deben estos
últimos cumplir con el, objeto indivisible.
• La naturaleza del objeto, cuando este por su natural estructura o
composición se opone a su divisibilidad, impide la división de la deuda,
surge de hecho y no tiene fin. Ej.- la entrega de un semoviente.
• La Herencia, que puede ser testamentaria o intestada; y cuando su
autor (De Cujus) transmite a todos sus herederos, para que cumplan
una deuda con objeto indivisible y así la obligación que tenía un sólo
sujeto pasivo -cuando el autor vivía- a causa de su fallecimiento, se
convierte en obligación con sujeto múltiple, que son los herederos.

3. INDIVISIBILIDAD Y SOLIDARIDAD: SEMEJANZAS

Se pueden anotar las siguientes:


• Tanto en la indivisibilidad como en la solidaridad hay pluralidad de
deudores, de acreedores, o de ambos.
• En ambas ante el Derecho o para efectos de derecho el objeto de la
obligación es unitario y por ello,
• Cada acreedor puede exigir la totalidad del objeto a cada deudor y cada
uno de estos, está en la necesidad de cubrirlo por entero. Se parecen
en su efecto principal consistente en impedir la división de la obligación.

4. INDIVISIBILIDAD Y SOLIDARIDAD: DIFERENCIAS

No obstante de las semejanzas que se anotan precedentemente, las dos


figuras presentan diferencias notables a saber:
• La indivisibilidad deriva de la naturaleza misma del objeto de la
prestación, en tanto que la solidaridad deriva de la forma en que se
constituya la obligación, ya sea por medio del contrato, de la ley o por la
sucesión mortis causa, pues el objeto en sí es intrínsecamente divisible,
pero no sé fracciona por estar así determinado en el título que crea la
obligación.
• La indivisibilidad no permite que los deudores verifiquen pagos
parciales, en tanto que la solidaridad sí permite el pago parcial, llegado
el caso. (Ej.- Como podría pagarse parcialmente la constitución de una
servidumbre de paso).
• La indivisibilidad termina además por pago de daños y perjuicios sólo
cuando la obligación se incumple: la solidaridad puede terminar
además, por voluntad de: acreedor o por la ley.

5. LAS OBLIGACIONES INDIVISIBLES EN LA DOCTRINA FRANCESA

En Francia esta materia siempre se ha considerado complicada, al grado de


que Dumoulin, publicó en el siglo XVII un libro titulado: «Extricotio Lobyñnthi
dividui et individui» para connotar así que las obligaciones indivisibles eran un
laberinto.

Pothier desarrollo las ideas de Dumoulin y Planiol les puso cierto orden, pues
habla ya solamente de dos tipos de indivisibilidad: la real o natural y la
convencional. El Código Francés de 1.928 hizo abstracción de toda teoría y
atendió de manera exclusiva para su estudio a la naturaleza del objeto,
aceptando sólo la indivisión natural y la económica.

6. RÉGIMEN LEGAL DE LAS OBLIGACIONES INDIVISIBLES

El Código Civil boliviano, las introduce en el régimen de las obligaciones


mancomunadas con prestación divisible e indivisible en los arts. 429 al 432.
Establece que las obligaciones indivisibles se regulan en todo lo que sea
pertinente por las normas de las obligaciones solidarias, exceptuando los
siguientes casos:
1) La indivisibilidad subsiste para los herederos del deudor o del acreedor;
pero el heredero del acreedor que reclama la totalidad del crédito debe dar
caución o fianza en garantía de sus coherederos.
2) La remisión de la deuda o el recibo de otra prestación en lugar de la debida
que hace uno de los coacreedores no libera al deudor frente a los demás
acreedores; estos últimos podrán pedir la prestación indivisible
reembolsando el valor de la parte y porción del acreedor que remitió o
recibió la prestación diversa.

7. CRÍTICA A LA INDIVISIBILIDAD

La indivisibilidad «accidental o Convencional» no debería existir porque esta


destinada a completar los insuficientes efectos de la solidaridad, porque si esta
impidiera, la división de la deuda entre los herederos del principal, no tendría ya
razón de ser la indivisibilidad

7. DE LAS OBLIGACIONES PECUNIARIAS

8. FUENTES DE LAS OBLIGACIONES

A. CONCEPTO
Si se observa la plenitud del ordenamiento jurídico positivo, veremos un
conjunto de acontecimientos a los cuales se imputan o enlazan consecuencias
de derecho. Todos los ordenamientos jurídicos, en mayor o menor medida, han
reconocido a ciertos hechos jurídicos la categoría de fuentes; y los autores los
han agrupado de acuerdo con los caracteres más afines para que en base a
estos, sean agrupados bajo una terminología común.
Fuente para el Derecho de las Obligaciones, es el antecedente lógico al cual
debe vincularse el deber de prestación, porque no existe acto humano en el
que la obligación pueda encontrar su propio fundamento.

Son todos los hechos y actos jurídicos idóneos legalmente para generar
obligaciones: son los hechos que les dan nacimiento.

El Código Civil Boliviano promulgado el 2 de Abril de 1.976 en su artículo 294


dice: «...Las Obligaciones derivan de los hechos v de los actos que
conforme al ordenamiento jurídico son idóneos para producirlos...»Este
texto guarda semejanza con el Art. 1173 del Código Civil Italiano del año de
1.942 que le sirvió de modelo y que dice: «...Las Obligaciones derivan del
contrato, del hecho ilícito o de cualquier otro acto o hecho idóneo para
producirlas de conformidad con el ordenamiento jurídico...»

B. LAS FUENTES DE LAS OBLIGACIONES EN EL DERECHO ROMANO

En la civilización romana, la fuente básica de los primeros tiempos estaba


constituida por los maleficios, (toda especie de crimen y todo daño o perjuicio
que se causa a otro) conforme a una ley histórico jurídica muy generalizada en
los tiempos primitivos.

En efecto, la fuente contractual no tenía significación, salvo que se considerase


el contrato en la acepción comprensiva del ligamen provocado por el mismo
maleficio, única fuente decisiva de obligaciones en los pueblos primitivos.
Paulatinamente los contratos van adquiriendo una importancia decisiva, a tal
punto, que sobrepasaron incluso a la otra fuente de las obligaciones
(maleficios) cuando Roma deja su estado agrícola-ganadero y las
transacciones comerciales se incrementan, su cultura aumenta y la situación
social viene entonces a adquirir caracteres de auténtico progreso, el
ordenamiento jurídico fue ampliando el ámbito de las fuentes de las
obligaciones. Al lado de los contratos y los maleficios surge una multitud de
fuentes que los romanos denominaron varias causarum figuras.
Muchos autores atribuyen a Gayo, la paternidad de las varias causarum
figuras en su obra intitulada Aurei. Gayo, indicaba en sus Instituciones (3,88),
el contrato y el delito: «...Una persona es deudora de otra, o porque así lo han
convenido de común acuerdo, o porque la primera ha realizado contra la
segunda un acto ilícito que debe reparar...»1281

Las Instituías de Justiniano (libro 3o, título 13°) añaden como fuentes a otros
elementos, como al «cuasi ex contractum» y un «cuasi ex maleficio» Los
cuasicontratos marcaban una fuente semejante al contrato y los cuasi-delitos
una semejante a los delitos.

C. CLASIFICACIONES POSTERIORES

Los Glosadores y los Pos glosadores analizaron, a partir del siglo XI y siglo XIV
respectivamente las clasificaciones romanas y la última versión de ellas fue
tomada por Pothier, quien agrega como fuente a la Equidad (expresión del
Derecho Natural que opera como fuente de ciertos vínculos obligatorios)

Los contratos, los cuasi-contratos los delitos, el cuasi-delito y la ley


constituyen la clasificación qué se ha denominado tradicional. No obstante esta
clasificación, sea con finalidades de re ajustamiento,

Martin Wolff Derecho Internacional Privado Editorial Labor S.A. pag. 105

Los glosadores son aquellos especialistas del derecho que en el siglo XI


comienza a estudiar el derecho romano clásico y se limita a glosar, a comentar
cada una de las palabras que componía la definición de un determinado
material de derecho romano pero sin ninguna actualización. El que inicia fue
Irineo, tenemos entre otros al búlgaro Martin García, Hugo Alberico y llega a su
culminación con Acucio (1108-1260) que reúne las glosas o interpretaciones
anteriores en la “glosa ordinaria” (1227) obra que se equiparo autoridad al texto
de los pandectas y se clausura el primer grado teórico de la ciencia jurídica
medieval. La tarea consistía en aclarar palabra por palabra (glosar) lo que
hacía entre líneas y al margen del texto, también escribían “sumas” que eran
estudios completos de la parte del corpus.

La escuela de los postglosadores se la ubica desde el siglo XIV al XVII, sus


más destacados representantes fueron Bartolo Saxoferrato y Balbo de Ubaldis.
Al intentar establecer una diferencia entre los glosadores y los postglosadores
se piensa en el método empleado por los representantes de esas dos escuelas,
los primeros basaron sus puntos de vista en la ley Romana recapitulada y los
segundos partieron de la propia glosa. Al hacer referencia a la escuela Italiana
de los Postglosadores, cabe subrayar que en cuanto al método y a la amplitud
de estudio de los problemas de conflictos de leyes, se establece diferencia
respecto a los Glosadores, en cuanto a los limites especiales de los conflictos
de los que ocupan tanto a los Glosadores como a los Postglosadores, no se
puede trazar diferencias en términos generales, los unos y los otros, se
ocuparon de conflictos surgidos entre estatutos de ciudades sometidas a una
misma soberanía, a la del imperio Germánico. Postglosadores o conciliadores
tratan de realizar una tarea de orden práctico. Abordando los textos romanos
con mayor libertad, no se prohibían explicar la tarea sino indagar la razón de
ser de esa ley. La escuela se desarrolla desde el siglo XIII al XV por Ciño de
Pistoia. Siendo principal exponente Bartolo de Saxoferrato (1313-1357) es el
principio de la personalidad jurídica para el extranjero, porque estos no estaban
protegidos y Saxoferrato dijo que “los bienes de una persona siguen en el
lugar donde está” de sustitución o de síntesis ha sido sometida a un severo
enjuiciamiento científico.
Los Códigos modernos, en cambio, no han considerado prudente la
enumeración de las fuentes obligacionales, con excepciones como la del citado
artículo 1173 del Código Civil Italiano del año 1.942.

D. FUENTES MODERNAS

La Clasificación.

• Contractuales: (Ex Legue) Derivan del Contrato o la Convención.


• Extracontractuales: Son las que están fuera de la convención y son
configuradas como manifestaciones de voluntad unilateral, llamadas
también fuentes legales porque están previstas por ley.

Clasificación según «Francisco Messineo» :


• Fuentes que emanan de la Voluntad humana, son: El contrato. El Acto
Colectivo y la Promesa Unilateral.
• Las Fuentes que emanan de la Voluntad de la Ley, tales como el Acto
Ilícito, Gestión de Negocios Ajenos, el pago de lo indebido, el
Enriquecimiento sin Causa.

Otras Clasificaciones:

• JOSSERAND: Actos Jurídicos, Actos Ilícitos, Enriquecimiento sin causa


y la Ley.
• DEMOGUE: Contrato, la voluntad unilateral, los actos ilícitos y el
Cuasicontrato.
• BUSSO: La Ley y el Acto Jurídico.

E. BREVE NOCIÓN DE CADA FUENTE TRADICIONAL:


• Contrato: Acuerdo de voluntades que tienen por fin inmediato crear,
modificar o extinguir obligaciones de carácter patrimonial.
• Cuasicontrato: Actos realizados en beneficio de un tercero, cual si
hubiese ejercido su representación: «Es un acto voluntario lícito, que
produce efectos semejantes a los contratos, sin, existir acuerdo de
voluntades...»
• Delito: Acción o conducta típicamente dañosa, intencional o doloso,
legalmente tipificad
• Cuasidelito Acción o conducta culposa sin intencionalidad y que causa
perjuicio.
• La Ley: Es fuente autónoma que erige a un hecho como jurígeno.

F. CLASIFICACIÓN SEGÚN EL CÓDIGO CIVIL BOLIVIANO


a) Fuentes derivadas de los Actos Jurídicos Negociables (Obligaciones
voluntaria
1. Los Contratos (Artículo 450 Código Civil)
2. Declaración Unilateral de Voluntad
• Promesa de Pago (Art. 956 C Civil).
• Reconocimiento de Deuda (Art. 956 C. Civil)
• Promesa Pública de Recompensa (Art. 957 C. Civil)
• Testamento (Art. 1112-1 C. Civil)

b) Fuentes derivadas de los HECHOS JURIDICOS (Obligaciones legales)


• Enriquecimiento Ilegítimo (Art. 961 C. Civil)
• El Pago de lo Indebido (Art. 963 C. Civil)
• La Gestión de Negocios (Art. 973 C. Civil)
• Los Hechos Ilícitos (Art. 984 C. Civil)
• Limitaciones derivadas de las relaciones de vecindad (Arts. 115,
116,117.118 C. Civil).

1- DE LOS SUJETOS DEL CUMPLIMIENTO

De acuerdo al Artículo 295 del Código Civil boliviano, la obligación puede


satisfacerse por toda persona tenga o no interés en el cumplimiento y a
sabiendas del deudor o no, sin embargo el acreedor podrá rechazar el
cumplimiento y obligación por tercero cuando la deuda es Intuito Personae
(Obligaciones Infungibles). Así mismo el deudor podrá oponerse a que pague
su deuda un tercero, comunicando su oposición en la forma determinada por el
Art. 296 del Código Civil boliviano.

Los efectos son distintos en los casos mencionados:

Así el pago que se hace por un representante del deudor, se aplicaran al


mismo las reglas del mandato, consignadas en los artículos 804 al 833 del
Código Civil boliviano.
Si el pago hubiere sido realizado por un tercero interesado en el cumplimiento
de la deuda, se operara una Subrogación Legal en los términos del artículo 324
del Código Civil boliviano.
Por último si el pago se efectuare por un tercero contra la voluntad del deudor,
el que lo hizo sólo tendrá derecho a cobrarle aquello que le hubiere sido
pagado.

En consecuencia si pagare una deuda prescrita o inexistente, nada tendrá


derecho a reclamar.
a) Pago al acreedor.- El Artículo 297 del Código Civil boliviano consagra el
principio que el pago debe hacerse al acreedor o a su representante, o a la
persona que este indicada por el acreedor o que este autorizada por la ley o
por el juez.
b) Para que el pago a un tercero surta efectos liberatorios, necesario que así
se hubiere estipulado, o bien que el acreedor consienta en ello, conforme al
artículo 297-11 del Código Civil boliviano.
c) También existen casos en los que la ley expresamente acepta la validez de
un pago hecho a un tercero, tal es la hipótesis del artículo 298 del Código
Civil boliviano, que ante el pago hecho al acreedor aparente o putativo,
libera al deudor que ha procedido de buena fe. Por ejemplo: Pago al
heredero aparente, que entró en posesión de una herencia y después la
pierde por incapacidad sobreviniente. Sin embargo de todo ello, el acreedor
aparente o putativo, tiene la obligación de restituir lo cobrado frente al
verdadero acreedor. Conforme a lo prescrito por el artículo 963 del Código
Civil boliviano que expresa: (Objetivo) Quien ha recibido lo que no se le
debe queda obligado a restituir lo que se le ha pagado.
d) Finalmente, el pago hecho al acreedor incapaz no libera al deudor, salvo la
prueba que redunde en su beneficio, conforme a lo estatuido por el art. 299
del Código Civil. Respecto del deudor que paga lo debido, no puede
impugnar, luego el pago alegando su propia incapacidad, así lo dispone el
art. 300 del Código Civil boliviano.

2- DE LA DILIGENCIA EN EL CUMPLIMIENTO

La obligación debe cumplirse con la diligencia propia del BUEN PADRE DE


FAMILIA' ’. Este principio quiere decir que el deudor debe tener los cuidados y
la debida cautela que le permitan estar en condiciones de poder cumplir la
prestación debida. Debe añadirse que además de la diligencia media, el deudor
debe observar el principio de buena fe.

La noción del buen padre de familia que tiene origen romanístico: bonus
paterfamilias, asume el significado del ciudadano que tiene presentes los
propios compromisos y que es consciente de las propias responsabilidades.

El artículo 302-1 del Código Civil, consagra este principio y expresa: (Diligencia
del Deudor) I. En el cumplimiento de la obligación el deudor debe emplear la
diligencia de un buen padre de familia.

En cambio a las obligaciones inherentes al ejercicio de una actividad


profesional, la diligencia en el cumplimiento debe valorarse en relación a la
naturaleza de la actividad de ejercitada, por ejemplo, si se trata de valorar el
cumplimiento de un profesional médico, se tendrá que tomar en consideración
el nivel cultural del profesional que no es el del ciudadano común, lo que
implica un mayor grado de responsabilidad. Así está determinado por el artículo
302- II del Código Civil...

3- DEL OBJETO DEL CUMPLIMIENTO


En las obligaciones de entregar una cosa determinada, está implícita la
obligación del deudor de custodiar la cosa debida hasta su entrega al acreedor,
conforme al deber que tiene de observar una diligencia del Buen Padre de
Familia.

Cuando la obligación tiene por objeto la entrega de cosas genéricas el deudor


se libera entregando cosas de calidad media conforme prescribe el Art. 304 del
Código Civil Boliviano.

Tratándose de una Obligación de Hacer, el cumplimiento debe ser obra


personal del deudor, salvo que el acreedor consienta en que la cumpla otro.
Cuando el acreedor tenga interés que la obligación de No hacer se cumpla, el
deudor debe abstenerse de hacer y así cumple con la obligación. La obligación
de no hacer tiene vencimiento coetáneo al nacimiento de la obligación misma y
por esta razón puede decirse que es siempre exigible.

4- EFECTOS LIBERATORIOS

El cumplimiento que no corresponda conforme a los términos pactados en la


obligación, no es exacto y por consiguiente no es liberatorio para el deudor,
salvo que el acreedor consienta en ello. Así lo determinan los artículos 305 y
307 del Código Civil boliviano.

El acreedor puede consentir en ceder el crédito caso en el cual, la obligación se


extingue cuando el crédito se haya pagado conforme a la previsión del art. 308
del Código Civil boliviano.
El deudor no se libera ofreciendo una prestación diversa de la debida aun
cuando ella tenga mayor valor, salvo que el acreedor consienta en ello o medie
una autorización judicial conforme a lo dispuesto por el art. 309 del Código
Civil. Si la prestación ha sido distinta de la pactada y ha constituido en la
transferencia de la propiedad de una cosa u otro derecho real. El deudor se
hará responsable de la evicción y saneamiento
5- DEL LUGAR Y TIEMPO EN EL CUMPLIMIENTO, ARTS. 310 Y 311
DEL CÓDIGO CIVIL.

El lugar del cumplimiento será el expresado en el convenio o el que resulte de


los usos o se deduzca según la naturaleza de la prestación, u otras
circunstancias. En su defecto, la obligación de entregar una cosa cierta y
determinada se cumple en el lugar donde existía cuando nació la obligación.

Si consiste en la entrega de una suma de dinero, se hace efectiva en el


domicilio que el acreedor tiene en el momento del vencimiento. Empero, el
deudor dando aviso al acreedor, puede cumplir en su propio domicilio si el de
este último, al vencerse la obligación es diverso del que tenía cuando ella nació
y esto hace más gravoso el cumplimiento.

En los otros casos la obligación se cumple donde tiene su domicilio el deudor


en el momento del vencimiento.

En cuanto al tiempo, el código civil en el Art. 311 preceptúa: «Cuando no hay


tiempo convenido, el acreedor, puede exigir inmediatamente el cumplimiento, a
no ser que los usos o la naturaleza de la, prestación o bien el modo y lugar de
cumplimiento hagan necesario un plazo, que fijará el juez, si las partes no se
avienen en determinarlo»

Este dispositivo legal norma en principio a las obligaciones puras y simples, es


decir aquellas que pueden ser exigidas de inmediato. Normalmente, las
obligaciones, particularmente las que provienen del contrato o la convención
son, obligaciones sujetas a término o cuando menos sujetas a una condición;
consecuentemente se cumplen y son exigióles una vez vencido el término o
cumplida la condición., El Código Civi! boliviano, en su artículo 3Í3 sienta la
presunción que el término se halla fijado a. favor, del deudor, lo que no obsta
que por convenio de partes, el término quede fijado a favor del acreedor o de
ambos.

6- DE LA APLICACIÓN DE LOS PAGOS


El Código Civil en el Art. 316 establece una regla sobre los modos de hacer la
imputación de los pagos, tratándose de varias deudas de la misma especie y
frente al mismo acreedor, quién puede declarar cuando recibe el pago, a cuales
deudas quiere satisfacer. No obstante, a falta de una declaración expresa que
haga el acreedor respecto a cuál deuda quiere imputar el pago, este artículo
establece la siguiente modalidad: «...el pago se imputará a la deuda que esté
vencida; si están igualmente garantizadas, a la más onerosa para el deudor; y
si son todas onerosas, a la mas antigua. En caso de ser las deudas en todo
iguales o que los criterios expuestos no sirvan para resolver el caso, la
imputación se hará proporcionalmente a todas las deudas...»

Cuando se trata de deuda con intereses, conforme al Art. 317 del Código Civil,
el deudor no puede imputar, sin que el acreedor consienta, el pago al capital
con preferencia a los intereses y los gastos.

7- DE LOS GASTOS Y RECIBO DE PAGO

Los artículos 319 al 323 del Código Civil, establecen normas claras y precisas
sobre los gastos y el recibo de pago.

El Código Civil sienta el principio que los gastos del pago corren por cuenta del
deudor, toda vez que forman parte del principio de la diligencia de buen padre
de familia en el cumplimiento, y del interés de liberarse de la deuda. No obsta
que sobre esta materia, exista el pacto en contrario como una manifestación
más de la autonomía de la voluntad de las partes.

En cuanto al recibo de pago, el deudor tiene derecho a que se le otorgue el


recibo de pago, toda vez que este documentos se constituye en la perfecta
constancia de haber cumplido con la prestación debida particularmente cuando
se trata de obligaciones pecuniarias. La prueba de la extinción de las
obligaciones tiene rigurosas limitaciones, así, no se puede probar mediante
testigos la extinción de una obligación conforme a la expresa prohibición del
art. 1.328 del Código Civil. Constituyen los documentos, la prueba más idónea
para acreditar el pago de una obligación, en razón al principio que escritos
vencen testigos.

9. EFECTOS DE LAS OBLIGACIONES

I. DEL CUMPLIMIENTO O PAGO

1- GENERALIDADES

Antes de ahora los efectos de las obligaciones se estudiaban sólo desde el


punto de vista del incumplimiento como el conjunto de derechos y acciones que
correspondían al acreedor para ejercer coercitivamente la obligación, ya sea
por su naturaleza (cumplimiento exacto o in natura) o por equivalencia.
En la actualidad y siguiendo la sistemática del Código Civil Italiano, fuente de
inspiración de nuestro código los efectos de las obligaciones se estudian desde
un doble punto de vista:
a) Desde el punto de vista del cumplimiento.- 0 sea todos los requisitos que
deben llenartanto el deudor como el acreedor, para satisfacer las
obligaciones y que se traducen por parte del deudor en el deber que tiene
de cumplir directamente la obligación, sin ningún requerimiento y de su
responsabilidad patrimonial, mediante el pago y las diversas formas que
este reviste y que en realidad lo implican.
b) Desde el punto de vista del incumplimiento.- Es decir todas las facultades o
prerrogativas legales franqueadas en favor del acreedor para obtener del
patrimonio del deudor la satisfacción de la obligación, sea in natura o por
equivalencia; derechos y deberes que se complementan con el ejercicio de
las acciones que tienen como finalidad la conseriación del patrimonio del
deudor (Acciones Conservativas, Oblicuas, Revocatoria o Pauliana).

2- DEFINICIÓN DEL PAGO

El pago es un acto jurídico consensual consistente en el cumplimiento de una


obligación de dar, hacer o de no hacer, que se ejecuta con la intención de
extinguir una preexistente. El pago implica la ejecución de la obligación en las
condiciones convenidas en su origen. Pagar es actuar conforme a lo debido.

Según Jaques Dupichot: «...El pago es una convención por la cual el deudor
(llamado solvens) ejecuta una prestación debida (de cualquier naturaleza),
mientras el acreedor (llamado accipiens) recibe esta última...»

El pago es el cumplimiento efectivo de una obligación, la prestación de la cosa


o del hecho debido. Pagar en el lenguaje jurídico no es solamente entregar una
suma de dinero, sino también cumplir las obligaciones cualquiera sea su objeto.
El pago es el modo normal de extinguir las obligaciones. Estas fueron creadas
para extinguirse mediante el pago, pagar deriva de Pacare, aplacar y del
francés payer y antiguamente significaba satisfacer al acreedor en forma tal
que cesará toda reclamación de su parte. En Latín las palabras Solvere y
Solutio, tenían un sentido más amplio, puesto que se aplicaban a todo hecho
que libera al deudor hubiera o no recibido satisfacción el acreedor.

El Código Civil sobre el pago dice en el artículo 291 lo siguiente: «... El deudor
tiene el deber de proporcionar el cumplimiento exacto de la prestación debida»

3- NATURALEZA JURÍDICA DEL PAGO

La doctrina ha discutido intensamente si el pago es un contrato, un acto jurídico


unilateral o bien se pueden presentar ambos caracteres. En criterio mayoritario,
no es de la esencia del pago el constituir un convenio, pues puede existir sin el
consentimiento del acreedor, de tal manera que se vea obligado a recibirlo del
deudor cuándo reúna con todos los requisitos de exactitud en cuanto al tiempo,
modo, lugar y sustancia; o de un tercero que obra con o sin interés jurídico en
los distintos casos del pago con subrogación, conforme así lo previene el art.
295 del Código Civil, que expresa: «...(Quienes deben efectuar el
cumplimiento) La obligación puede satisfacerse por toda persona, tenga o no
interés en el cumplimiento, y a sabiendas del deudor o no...»
En términos generales, podemos decir que el debate doctrinario cobra sentido
a efectos de responder diversos interrogantes. Así se cuestiona si el pago
requiere, para ser tal, un animus prestandi que, como correlativo del animus
solvendi, es decir, intención de cancelar o cumplir la obligación. También se
pregunta si el pago requiere capacidad negociar en el acreedor y el deudor; en
su caso, si el pago requiere la cooperación del acreedor etc.

No es propósito incidir en las numerosas teorías que sobre el pago existen ya


que todas ellas, con matices más o con matices menos, se circunscriben a un
análisis estructural del mismo.11371 Consideramos que el concepto del pago,
debe ser analizado objetivamente en toda su magnitud y en toda su
trascendencia como la realización del contenido de la obligación. A partir de
este principio, carece de relevancia, discutir si este contenido se realiza a
través de un Acto Jurídico o de un Hecho Jurídico.

El pago no se define por su estructura, sino por la función que cumple la


conducta debida en la dinámica de la relación jurídica obligacional. Es así como
debe entenderse el pago.

4- REQUISITOS DEL PAGO

En el pago como en cualquier acto jurídico deben distinguirse:


a) Elementos Esenciales del pago.- La manifestación de voluntad de quien
lo hace y el objeto física y jurídicamente posible de la prestación que se
paga, que puede, consistir en un dar, un hacer o un no hacer, en los
términos del Artículo 291 del Código Civil boliviano.
b) Elemento de validez del pago .- La capacidad de las partes, la ausencia de
vicios en la voluntad de las mismas y la licitud de la prestación o de la
abstención que se realice. Respecto a la capacidad de ejercicio en general,
de lo contrario el pago hecho a un acreedor incapaz, no libera deudor, a
menos que haya redundado en su beneficio. Artículo: 299 del Código Civil
boliviano.
c) Elementos específicos del pago.- Son los siguientes:
• Existencia de una deuda.- «Todo pago supone una deuda». Este
principio axiomático, se desprende de la definición contenida en el
Artículo 291 del Código Civil boliviano1381. Lógicamente para que haya
pago debe haber una cosa, cantidad o servicio adecuados.
• Por la misma razón el Artículo 963 del Código Civil boliviano,
consagra la aplicación a contrario sensu de quien ha recibido lo qué no
debía, tiene la obligación de restituir. En este caso la devolución de lo
entregado es consecuencia lógica y jurídica de la existencia de la
deuda.
• Intervención de un Solvens.- El pago puede ser ejecutado por el
deudor o por un tercero, de aquí la necesidad de emplear términos
genéricos de Solvens para comprender a todos los sujetos que
jurídicamente pueden hacer el pago en los términos permitidos por el
Art. 295 del Código Civil boliviano.
• Existencia de un Accipiens.- Aun cuando normalmente el pago debe
hacerse al acreedor o a su representante legítimo, puede efectuarse por
un tercero, si así se hubiere estipulado o consentido por aquel o bien
cuando se realice de buena fe con el que es-tuviere en posesión del
crédito, así lo permiten los artículos 297 y 298 del Código Civil.
• Principio de Exactitud en el pago.- El pago debe ser exacto en cuanto
al tiempo, lugar, modo y substancia, conforme al principio consagrado
por el Art. 291 del Código Civil.

10. DE LA OFERTA DE PAGO Y CONSIGNACIÓN

1. CONCEPTO

El pago por consignación es el que satisface el deudor, o quien está legitimado


para sustituirlo con intervención judicial que es la característica fundamental de
esta forma de pago. Se supone que el acreedor no quiere recibir el pago, tal
vez por considerar que no es completo o apropiado en cuanto al objeto, modo y
tiempo de satisfacción; o bien, que él no puede recibir ese pago por ser
incapaz, estar ausente el deudor, o quien tenga derecho de pagar no pueda
quedar bloqueado en el ejercicio de ese derecho. De ahí que la ley haya
establecido ese mecanismo al cual puede recurrir el deudor para lograr su
liberación judicial.

En definitiva el pago por consignación es un pago efectuado con intervención


judicial, en general este dispositivo funcionará mediante una demanda que
pone el objeto debido bajo la mano de la justicia para que el magistrado a su
vez, lo atribuya al acreedor dando fuerza de pago al desprendimiento del
deudor que pueda liberarlo.

Se dice también que es un recurso excepcional porque lo normal es que el


pago se efectué en la esfera de la actividad privada y con la sola actuación de
las partes interesadas (solvens y accipiens).

El pago por consignación es de igual modo facultativo, del deudor es decir


opcional, quién puede recurrir a este medio sin estar obligado, y por último es
contencioso porque requiere un procedimiento judicial que en la actualidad se
sustancia por la vía del Proceso Voluntario consignado en los artículos 487 al
491 Titulo VII Capítulo V Libro Segundo del Código Procesal Civil Ley N9 439,
del 19 de noviembre del 2013

Procede en general cuando el acreedor sin motivo justificado o de manera


arbitraria e indebida rehúsa recibir el pago.

2. CASOS EN QUE PROCEDE

De modo general aunque no limitado, se presentan los siguientes casos en que


es procedente este recurso legal:
i. Negativa del acreedor.- Es el caso típico pues el deudor deseoso de
exonerarse de la deuda no puede quedar liberado al arbitrio del acreedor.
El deudor deberá suministrar la prueba del rechazo injustificado.
ii. Incapacidad del acreedor.- También puede tener lugar cuando el
acreedor fuese incapaz de recibir el pago a tiempo que el deudor quisiese
hacerlo. Por ejemplo: siendo interdicto aún no tiene representante legal
(curador Ad. Litem), o el acreedor que estuviere concursado, por cuanto el
pago tendrá que ser hecho al conjunto de la masa de acreedores.
iii. Ausencia del acreedor.- Es también un supuesto típico de oferta de pago,
se refiere a la no presencia del acreedor en el lugar de su domicilio. Se
sabe de la existencia del acreedor pero no de su paradero.
iv. acreedor y como quien paga mal puede verse precisado a pagar
nuevamente, para evitar ese riesgo, el deudor puede hacer un pago por
consignación para que sea el Juez el que defina quien es el titular del
crédito o quién tiene derecho para percibir el pago consignado.
v. Desconocimiento del acreedor.- Este caso queda inscrito en la hipótesis
del fallecimiento del acreedor y se ignora quienes son los herederos. No
se descuenta su existencia ya que de lo contrario se desintegraría el
vínculo por falta de sujeto activo o titular.
vi. Carácter Enunciativo de la Casuística Legal.- Hay acuerdo doctrinario en
interpretar que la lista de los supuestos justificantes de una oferta de pago
y consignación no es taxativa sino enunciativa de las situaciones más
frecuentes, de ahí que corresponda concluir que siempre que el deudor o
un tercero interesado enfrenten una dificultad seria, que impida el seguro
ejercicio del Jus solvendi, están legitimados para satisfacer el pago con
intervención judicial, mediante este mecanismo jurídico procesal de la
Oferta de Pago y Consignación.

3. REQUISITOS DE PROCEDENCIA

Para que sea PROCEDENTE LA OFERTA DE PAGO Y CONSIGNACIÓN es


necesario que concurran ciertos requisitos: La existencia de una obligación que
se halle en estado de cumplimiento y que existan dificultades que obsten el
pago directo.
a) Existencia de una obligación que debe pagarse y en nuestra legislación se
exige que la misma debe ser líquida y exigible (termino o condición
cumplida).
b) Concurrencia de todas las circunstancias que hagan a la exactitud de pago,
referido a los conceptos de personas, objeto, modo y tiempo, requisitos sin
los cuales el pago no puede ser válido, no concurriendo estos requisitos el
acreedor no está obligado a aceptar el ofrecimiento de pago y tiene el
suficiente mérito para rehusarlo.
c) Que existan dificultades que obsten de pago directo. Es imprescindible que
el deudor acredite la existencia de obstáculos que hayan dificultado el pago
directo en manos del acreedor. Debe haber una negativa injustificada,
ilegítima o arbitraria. Se equipara a la negativa infundada, cualquier
proceder del acreedor que implique reclamos o exigencias que estén al
margen de lo debido o que puedan perturbar la correspondiente liberación
del deudor, quien puede valerse de cualquier medio de prueba.

El Código Civil en la actual vigencia señala los siguientes requisitos de


procedencia en el artículo 329 y dice:

1) Se haga al acreedor capaz de recibir o a quien lo represente o esté


autorizado a recibir el pago.
2) Se haga por persona capaz de cumplir válidamente
3) Comprenda la totalidad de la suma adeudada o de las cosas debidas o de
los frutos o intereses así como de los gastos líquidos, o ilíquidos y una
suma suficiente para los no líquidos, con la protesta del suplemento que
pudiera ser necesario.
4) El término este vencido si se fijó en favor del acreedor o que la condición
esté cumplida.
5) Va oferta efectuar cumplimiento.
6) La oferta se haga por medio de Autoridad Judicial.

4. DE LA OFERTA REAL Y DE LA OFERTA CON INTIMACIÓN

Según la doctrina, la oferta es real cuando la obligación que se pretende


extinguir tiene por objeto dinero, títulos de crédito u otras cosas fungibles que
deberán ser entregadas en el domicilio del acreedor.
En cambio la oferta con intimación, es la referida a la obligación de entregar
cosas muebles en lugar diverso del domicilio del acreedor» se hace con
intimación al acreedor para que las reciba previa su notificación en forma legal.
5. EFECTOS DE LA MORA DEL ACREEDOR

El acreedor se constituye en mora cuando sin que haya motivo legítimo o


justificado, rehúsa recibir el pago hecho por el deudor o se abstiene de prestar
la colaboración que sea necesaria para que el deudor pueda cumplir con su
obligación. En forma arbitraria e indebida rehúsa recibir el pago. Este
comportamiento es reñido con el derecho y apareja las consecuencias
previstas por el Artículo 328 del Código Civil.

1) Pasan a su cargo los riesgos de la cosa debida. (Soporta los efectos de la


imposibilidad sobrevenida de la prestación o el perecimiento de la cosa
debida).
2) La cesación del curso de los intereses que estuvieran a cargo del deudor.
3) La obligación del acreedor de resarcir al deudor el daño derivado de la
mora.
4) La carga de los gastos por la custodia y la conservación de la cosa debida.

6. DE LA CONSIGNACIÓN

Para el caso de que el acreedor rehusé aceptar la oferta real o con intimación o
no se presente en el lugar señalado a recibir las cosas ofrecidas, el deudor
puede realizar la consignación.
Los requisitos de validez de la consignación son:
1. Que haya sido precedida de una intimación legalmente notificada al
acreedor, con señalamiento del lugar, día y hora donde la cosa debida va a
depositarse.
2. Que el deudor haya depositado la cosa con los intereses y los frutos
debidos, hasta el día de la oferta en el lugar indicado por la Ley o en su
defecto por el Juez.
3. Se levante por funcionario público un acta, en la cual se haga constar la
naturaleza de las cosas ofrecidas, la repulsa del acreedor o su no
comparecencia y el depósito.
4. En caso de no comparecer el acreedor se le notifique con el acta
conminándole a retirar la cosa depositada.

7. EFECTOS DE LA CONSIGNACIÓN

Siendo declarada válida la consignación por sentencia pasada en autoridad de


cosa juzgada, el deudor queda liberado de a obligación, quien ya no podrá
retirarla, conforme a lo dispuesto por el artículo 334 del Código Civil.

11. INCUMPLIMIENTO DE LAS OBLIGACIONES Y LA RESPONSABILIDAD


CIVIL

1. NOCIONES GENERALES.- El efecto normal de la Obligación es el


cumplimiento de la prestación, el efecto anormal es el incumplimiento.

Este incumplimiento puede ser Absoluto cuando el comportamiento del Deudor


es contrario al que le exigía en cumplimiento de la Obligación Ej. Cuando un
estudiante dice que va a pasar clases y al final no viene a pasar clase. También
puede ser Relativo cuando el cumplimiento del deudor es defectuoso en cuanto
al tiempo o lugar de ejecución de prestación. Ej. Cuando el estudiante viene
con media hora de retraso, ha cumplido pero defectuosamente.

2. ACCIONES POR EL INCUMPLIMIENTO.- Es la manifestación de la


voluntad para producir efectos jurídicos, el Acreedor es quien recurre a los
mecanismos de acción con la ayuda de la intervención Judicial. Con la
finalidad del cumplimiento forzoso de la Obligación.

Obligaciones de Dar, es el desprendimiento de la cosa, debe cumplir con


ciertas características:
• Debe estar en posesión del bien, tiene que estar en posesión del deudor
para dar al acreedor.
• El Derecho Propietario, tiene que demostrar con factura el ser propietario
de esa propiedad. ● La Obligación de Dar tiene que estar en estado de
cumplimiento. Todo esto debe observar la Autoridad Judicial.
3. LIMITACIONES AL CUMPLIMIENTO FORZOSO. Resultan ser todos los
obstáculos que materialmente impiden el incumplimiento forzoso, cuando
no se puede exigir el cumplimiento de la Obligación.

En las Obligaciones de Dar, que corresponde al desapoderamiento del objeto


obligado, los obstáculos se presentan en el caso de la desaparición total del
objeto. También se configuran las limitaciones a causa de la inexistencia de
estos requisitos:

 La cosa debe estar en dominio y posesión del Deudor (salvo


desaparición por caso fortuito)
 Tiene que estar en el patrimonio del Deudor (no otorgar cosas de
patrimonio ajeno)
 Se debe evidenciar el dominio de la cosa (a través de un título o patente
demostrable)
 En las Obligaciones de Hacer, se relaciona con la conducta del Deudor:
 Si la Conducta comprometida, su ejecución es personalismo
 Obstáculo cuando se le presenta casos de fuerza mayor accidente del
Doctor que debería operar a un sujeto.
En las Obligaciones de No Hacer, se relaciona con la conducta del Deudor en
forma negativa:
 Se relaciona en la conducta pero se traduce en la abstención.
 Obstáculo, el de guardar un secreto industrial, bajo presión alguna.

4. CONCEPTO DE MORA.- Es el injusto retardo en el cumplimiento de la


Obligación.

El Deudor incurre en Mora cuando injustamente no cumple en forma puntual su


Obligación que ya se hizo exigible. Para la procedencia de la Mora deben
concurrir ciertos requisitos indispensables esto son:
 Que haya retardado por parte del Deudor.
 Que ese retardo sea a causa de negligencia, imprudencia u omisión del
Deudor.
 Que sea exigible por el Acreedor.

5. CONSTITUCION DE MORA.- La Mora se constituye mediante un


requerimiento Judicial, Art. 340 C.C. la intimación o requerimiento judicial
se hace por intermedio de la justicia, sea una demanda de exigir el
cumplimiento de la obligación, importante determinación para que
comience desde ese momento a contabilizarse los días que transcurrirán
en razón de los intereses.

Artículo 340 Constitución en mora El deudor queda constituido en mora


mediante intimación o requerimiento judicial u otro acto equivalente del
acreedor.

6. MECANISMO PROCESAL DE LA EJECUCION FORZADA.- También se


llaman medios de Ejecución forzada de las Obligaciones, son mecanismos
procesales que pueden hacer efectivo ante los Órganos Jurisdiccionales
instituida por Ley en favor de todo Acreedor y son:
1) Proceso Ejecutivo. El juicio Ejecutivo es un procedimiento sumario,
destinado por ley a pedir el cumplimiento de la Obligación, el Acreedor
dirige al Deudor para el cumplimiento de la Obligación.
2) Es la acción mediante la cual, los acreedores en base a un titulo de fuerza
ejecutiva procuran el cumplimiento de un crédito o de una obligación
exigible. Establecido en el Art. 486 C.P.C.
3) Proceso Coactivo Civil. Es una acción “Real Personal”, porque la acción se
dirige contra la persona que contrajo la Obligación, así no sea el titular del
derecho de dominio sobre el bien afectado a la Garantía, empero tiene
carácter real por el derecho de persecución y preferencia que surge de ellas
a favor del Acreedor cuyo crédito está respaldado con cualquiera de esas
garantías. El proceso en forma detallada se encuentra en los Art. 47 al 51
C.P.C.
4) Proceso Concursal. Estos procesos solo serán efectivos con la participación
de mínimamente 5 acreedores con referencia a un solo deudor.
 Concursal Voluntario. Proceso que parte de la voluntad del Deudor que
tiene varios Acreedores, en el que con la insuficiencia de bienes para
todos y la indecisión de no saber a cuál de todos pagar primero, acudirá
a la Autoridad Jurisdiccional.
 Concursal Necesario. Es el juicio promovido por los Acreedores para el
cobro de sus créditos a un Deudor no comerciante.

7. EL APREMIO CORPORAL.- En un principio y antes de toda regulación,


existía el Apremio Corporal (privación de Libertad) en asuntos civiles.
En la modernidad se halla prescrito de todo sistema legislativo en que se
establece la Prohibición del apremio corporal por cuestiones civiles., que el
cumplimiento de la obligación significa ante todo un valor patrimonial.
Dicha prohibición se establece en el Art. 1466 del Cód. Civil.
Artículo 1466 INEXISTENCIA DE APREMIO CORPORAL El deudor no puede
ser sometido a apremio corporal para la ejecución forzosa de las obligaciones
reguladas por éste código.

12. DE LA EJECUCIÓN FORZADA DE LAS OBLIGACIONES


EL INCUMPLIMIENTO DE LA OBLIGACIÓN

Toda obligación se propone el sometimiento del deudor al cumplimiento de la


prestación que constituye su objeto (castán, 1992). La obligación tendrá que
cumplirse de acuerdo al programa de la obligación (o a la reglamentación
contractual desde el punto de vista del contrato).

La reglamentación contractual está integrada por la voluntad expresa de las


partes y por otras reglas que no tienen su origen en aquella voluntad, tal como
señala el art.258 cuando establece que: «Los contratos se perfeccionan por el
mero consentimiento, y desde entonces obligan, no solo al cumplimiento de lo
expresamente pactado, sino también a todas las consecuencias que, según su
naturaleza, sean conformes a la buena fe, al uso y a la ley». De modo que la
exacta y completa ejecución de la obligación supone:
a) que las partes han de cumplimiento los pactos que hayan introducido
expresamente;
b) han respetar las consecuencias conformes a la ley, lo que supone que
se han de cumplir los requisitos del exacto cumplimiento de la obligación
(identidad, integridad e indivisibilidad), así como las circunstancias de
lugar y tiempo de la obligación;
c) también formará parte del programa de la obligación «todas las
consecuencias que, según su naturaleza, sean conformes a la buena fe,
al uso».
Así pues, el cumplimiento de la obligación, supone la exacta y completa
ejecución de la prestación por parte del deudor (pago o solutio) y comportará la
extinción de la relación obligatoria de acuerdo con el art. .56 cc (castán, 1992).

Cuando la obligación ha sido cumplida por el deudor de modo exacto al


pactado se dice que su cumplimiento ha sido voluntario o normal. Por el
contrario, cuando ante una situación de incumplimiento el acreedor se ha visto
obligado a acudir a los tribunales, para que estos compelan al deudor a cumplir
con su prestación, nos encontramos ante una ejecución forzosa, involuntaria o
anormal (castán, 1992).

INCUMPLIMIENTO DE LAS OBLIGACIONES

El incumplimiento de la obligación supone que la prestación debida no ha sido


realizada por el deudor exacta y oportunamente (De PabLo contreras, 2000).
La idea de incumplimiento ha de contemplarse desde dos puntos de vista,
desde el interés del deudor o del acreedor. Desde el primero, lo relevante es en
qué medida se ha infringido su deber de prestación (el programa contractual),
desde el segundo, importa en qué medida se ha satisfecho su derecho o
interés al que estaba dirigida la relación obligatoria. De ahí que se diga que
desde el punto de vista del interés del acreedor el incumplimiento constituye
una lesión del derecho de crédito (Díez-Picazo y guLLón, 2001).
Para llegar a los conceptos de cumplimiento total o parcial necesariamente se
tendrán que confrontar esos dos datos: la infracción de la prestación y
satisfacción/insatisfacción del interés del acreedor.

CLASES Y CAUSAS DEL INCUMPLIMIENTO DE LA OBLIGACIÓN

La doctrina jurídica distingue dos supuestos de incumplimiento:


A. Incumplimiento total o falta de cumplimiento (también denominado
incumplimiento propio o absoluto o situación de «no-prestación»). En este
primer grupo se integran todos los supuestos en los que el deudor no ha
realizado ningún acto dirigido a ejecutar la prestación prometida. Es decir
que aún a pesar de estar ya vencida la deuda y, en consecuencia, resultar
exigible el deudor no ha ejecutado prestación alguna (Díez-Picazo y
guLLón, 2001). Pero para que este incumplimiento pueda ser reputado
como total, además ha de imposibilitar el cumplimiento futuro de la
prestación (Lasarte, 2007), es decir, que ya no cabrá la satisfacción futura
del interés del acreedor.
INCUMPLIMIENTO TOTAL A NO PRESTACIÓN + INTERÉS:
IMPOSIBILIDAD SATISFACCIÓN FUTURA INCUMPLIMIENTO TOTAL A
RESOLUCIÓN CONTRATO
B. Incumplimiento defectuoso o inexacto (también denominado incumplimiento
impropio o relativo). En este caso sí que hay prestación pero esta no se
ajusta al programa de la obligación, lo que puede ocurrir por falta de
identidad de la cosa o del servicio, por no realizarse en su integridad o no
haberse respetado el requisito de la indivisibilidad (Montés PenaDés, 1994)
o fuera de tiempo. Este incumplimiento, si bien no imposibilita el
cumplimiento futuro de la prestación, supone un defecto o mal cumplimiento
de lo convenido (se cumple parcialmente o de forma extemporánea). El
supuesto más importante de incumplimiento inexacto, es la mora.

INCUMPLIMIENTO DEFECTUOSO A PRESTACIÓN INEXACTA + INTERÉS


POSIBILIDAD SATISFACCIÓN FUTURA INCUMPLIMIENTO DEFECTUOSO
A NO RESOLUCIÓN CONTRATO
Esta distinción doctrinal entre cumplimiento propio e impropio, sin embargo, no
ha sido recogida por el Código que se limita a establecer un único régimen. De
modo que cualquier contravención de la obligación, bien sea total o parcial,
será considerada como incumplimiento lo que dará lugar a la indemnización de
daños y perjuicios (Lasarte, 2007).

El incumplimiento, independientemente de su carácter total o parcial, puede


tener su origen en: a) causas independientes de la voluntad del deudor, como
sucede con el caso fortuito y la fuerza mayor); b) causas voluntarias que
pueden tener una doble significación, según lleven consigo plena voluntad y
conciencia (dolo) o mera negligencia (culpa) (castán, 1992).

Todo incumplimiento (total o parcial) imputable al deudor por culpa o dolo


sujeta a este a las consecuencias y a la responsabilidad derivadas de aquel.
Por el contrario, el incumplimiento debido a circunstancias ajenas a su voluntad
(caso fortuito) no lleva aparejado ningún tipo de responsabilidad. Se exceptúa
el caso de que el deudor ya estuviese constituido en mora en el momento del
incumplimiento (castán, 1992).

El Código Civil recoge esta doctrina, de la intervención de la voluntad en el


incumplimiento de las obligaciones en el artículo .0, al sujetar a la
indemnización de daños y perjuicios a los que en el cumplimiento de sus
obligaciones incurrieren en dolo, negligencia o morosidad, y al excluir de
responsabilidad a los que incumplen por caso fortuito o fuerza mayor en el
artículo .05 cc (castán, 1992).

EL INCUMPLIMIENTO DEFINITIVO

CONCEPTO

El incumplimiento total de la prestación debida existe cuando la conducta del


deudor lesiona definitivamente el derecho del acreedor; es decir, cuando el
interés del acreedor queda definitivamente desatendido con la conducta del
obligado y porque además ya no es posible el cumplimiento futuro de la
obligación (Díez-Picazo y guLLón, 2001).
El incumplimiento definitivo de la prestación debida puede obedecer a
cualquiera de las siguientes causas (Díez-Picazo y guLLón, 2001):
a) La manifiesta voluntad del deudor de no cumplir. En este caso la
prestación es todavía posible e idónea, pese a que el deudor se encuentre
en retraso que podría calificarse de mora si se cumplen determinados
requisitos, pero hay una voluntad de no cumplir que se ha podido manifestar
expresa o tácitamente a partir de actos u omisiones concluyentes. La
jurisprudencia últimamente ha suavizado los requisitos para que prospere la
acción de cumplimiento. «la jurisprudencia, ha abandonado hace tiempo las
posiciones que, de una u otra forma, exigían una reiterada y demostrada
voluntad rebelde en el incumplimiento de las obligaciones contractuales, o,
en otros casos, una voluntad obstativa al cumplimiento, para afirmar en la
actualidad que basta atender al dato objetivo de la injustificada falta de
cumplimiento,
b) El retraso definitivo que ya no puede satisfacer el interés del acreedor.
El deudor no ha realizado ninguna prestación, pero aun cuando todavía es
objetivamente posible su cumplimiento, el retraso impide que se satisfaga
su interés. Este sería el caso del contrato sometido a término esencial que
actúa como una condición resolutoria explícita, o que se ha tratado de un
retraso totalmente desproporcionado. En el caso de la mora (incumplimiento
defectuoso), sin embargo, el interés del acreedor todavía puede
satisfacerse aun a pesar del retraso.
c) La imposibilidad sobrevenida por pérdida de la cosa debida (arts. .82 a .86
El deudor no ha realizado ninguna prestación, pero esta ha devenido
imposible de cumplir. La cosa perece por causa posterior al nacimiento de
la obligación. El deudor queda liberado si concurren los presupuestos de
ausencia de culpa del deudor –caso fortuito o fuerza mayor– y no estar
constituido en mora (art.82).

LA EXCEPCIÓN DE CONTRATO NO CUMPLIDO


En el marco de las obligaciones sinalagmáticas la parte que ha sido
demandada podrá oponer al actor, que le exige el cumplimiento de su
contraprestación, la excepción de contrato no cumplido en el caso de que este
no haya cumplido previamente con la prestación que le corresponde. Mediante
esta excepción se puede obtener de los tribunales la suspensión de la
obligación de cumplir el contrato mientras que la otra parte no cumpla con su
contraprestación debida. A la negativa a cumplir mientras no cumpla la
contraparte también se le denomina exceptio non adimpleti contractus
(Díez-Picazo y guLLón, 2001).

Ej. El vendedor A debía de entregar un coche a B (comprador) el de enero de


2006, y este, a su vez, debía de pagar el precio del automóvil ese mismo día.
Llegado el día del cumplimiento ninguno ha efectuado la prestación debida. Si
A, reclama judicialmente el pago del dinero, B podrá oponer a A la excepción
de contrato no cumplido. Esto es así puesto que no puede exigir el
cumplimiento del contrato quien previamente no ha cumplido con su correlativa
obligación.
La existencia de esta excepción en nuestro ordenamiento jurídico, según
Lacruz, encuentra su fundamento en los arts. .00 y .24 cc. En el primero de
ellos cuando establece que uno no incurre en mora mientras el otro obligado no
cumple, y en el art. .24, puesto que si en este se permite recuperar lo
entregado (acción resolutoria) con mayor razón cabe deducir que nadie está
obligado a cumplir mientras que no lo haga la contraparte.

Son numerosas las ssts en las que se contempla esta excepción. Así La sts 6
abril 2004 (rj 26) establece que la exceptio non adimpleti contractus: «es la
excepción de incumplimiento contractual, que se da en las obligaciones
recíprocas, fundada en la regla de cumplimiento simultáneo de las mismas y
que implica que una parte puede negarse al cumplimiento de su obligación
mientras la otra no cumpla la suya».

EL INCUMPLIMIENTO DEFECTUOSO O INEXACTO

CONCEPTO
Un supuesto distinto al incumplimiento definitivo es el denominado
incumplimiento inexacto de la prestación. Según Díez-Picazo y Gullón, caben
los siguientes supuestos:
a) falta de identidad e integridad de la prestación (arts. .66 y .69 cc) y
b) prestación defectuosa por no ajustarse al programa de la obligación.

Normalmente cuando afecta a las circunstancias de lugar o tiempo. El art.098


utiliza la expresión: «contraviniendo el tenor de la obligación».

El cc no regula de modo sistemático el incumplimiento defectuoso, de ahí que


se entienda que le es aplicable el en cuanto que somete a la indemnización de
daños y perjuicios al deudor que «de cualquier modo contraviniere el tenor
de la obligación», El cc, sin embargo, en determinados supuestos sí que
establece normas especiales respecto de los vicios o defectos de las cosas
vendidas (art. .484 y ss.), o de los servicios (art. .55), o por vicios constructivos
(art. .59) en la obra encargada (Montés PenaDés, 1994).

LA MORA

CONCEPTO

La mora es un incumplimiento de la prestación que ha de relacionarse con el


tiempo en que esta ha de cumplirse. En sentido amplio, se entiende por mora o
demora el retraso en el cumplimiento de la obligación cuando es jurídicamente
relevante (castán, 1992). De ahí que no quepa la equiparación automática
entre retraso y mora, puesto que esta exigirá la concurrencia de toda una serie
de requisitos adicionales (Díez-Picazo y guLLón, 2001). En la situación de
mora aunque el cumplimiento sea tardío ha de ser todavía posible, puesto que
en caso contrario nos encontraremos antes un situación de incumplimiento
definitivo (De PabLo contreras, 2000).

Incurren en mora los obligados a entregar o a hacer alguna cosa desde que el
acreedor les exija judicial o extrajudicialmente el cumplimiento de su obligación.
No será, sin embargo, necesaria la intimación del acreedor para que la mora
exista: Cuando la obligación o la ley lo declaren así expresamente.

Cuando de su naturaleza y circunstancias resulte que la designación de la


época en que había de entregarse la cosa o hacerse el servicio, fue motivo
determinante para establecer la obligación. En las obligaciones recíprocas
ninguno de los obligados incurre en mora si el otro no cumple o no se allana a
cumplir debidamente lo que le incumbe. Desde que uno de los obligados
cumple su obligación, empieza la mora para el otro.

La mora es una de las consecuencias de la estructura de las obligaciones


sinalagmáticas, en las que como regla general, se exige su cumplimiento
simultáneo, salvo que se haya pactado el cumplimiento aplazado (De PabLo
contreras, 2000). En consecuencia para que el retraso en el cumplimiento de
una de las partes sea relevante es necesario que la otra parte haya cumplido
con su obligación. Partiendo de este presupuesto inicial, en el que una parte ha
cumplido a tiempo y la otra no, el incumplimiento tardío puede presentar tres
configuraciones con distintas consecuencias:
a) Una parte se retrasa en el pago pero este cumplimiento no llega a tener
relevancia jurídica porque la otra parte no ha intimado a la mora.
b) Una parte se retrasa en el pago y la contraparte íntima a la mora (o se está
ante un supuesto de mora automática); en este caso el retraso al
convertirse en moroso adquiere relevancia jurídica, siempre que el
cumplimiento aunque tardío sea posible.

Ejemplo. Se ha pactado que una obra se entregue el de enero. Se intima a la


mora el de febrero y la obra se entrega el de abril. El constructor estará en
situación de mora desde el de febrero, pero esta circunstancia no impide que
pueda continuar la obra. La consecuencia jurídica del retraso moroso será la de
pagar indemnización de daños y perjuicios.
Este es el sentido de la sts 28 septiembre 2000 (rja 75): la mora no es un
supuesto de incumplimiento, sino un caso de cumplimiento tardío de la
obligación, porque en forma alguna se puede decir que concluido la obra, haya
incumplimiento por el contratista y se pueda pedir de forma solvente la
resolución contractual, ya que lo que únicamente se puede solicitar por el
dueño de la obra, de acuerdo con el artículo .0 del Código Civil, es la
indemnización de daños y perjuicios que ese retraso ha producido a la parte
contraria.
c) Una parte se retrasa en el cumplimiento de su obligación, pero el retraso es
de tal relevancia que ya no cabe el cumplimiento tardío. Este es el caso
también de los negocios a «término esencial» o fecha fija, en los que una
vez superada la misma ya no hay posibilidad de cumplir. En este caso ya no
habrá incumplimiento defectuoso moroso sino incumplimiento total, lo que
supone un incumplimiento con consecuencias más graves como la
resolución del contrato.

CLASES DE MORA
La mora se divide en mora solvendi o del deudor y accipiendi o del acreedor y
se subdivide la primera en solvendi ex persona y solvendi ex re, según que
necesite o no la interpelación del acreedor para producirse (castán, 1992).

LA MORA DEL DEUDOR

La mora del deudor consiste en aquel incumplimiento, que aunque tardío,


todavía satisface el interés del acreedor y que es imputable al deudor (Lasarte,
2007).

La mora es compatible con el dolo y la culpa, ya que la mora puede tener su


causa en la falta de diligencia (culpa) o en la actuación dolosa del deudor. Sin
embargo, en el caso de que el retraso haya sido originado por caso fortuito o
fuerza mayor, este no será imputable al deudor y por tanto este no podrá ser
constituido en mora (Lasarte, 2007).

REQUISITOS DE LA MORA DEL DEUDOR

Para la constitución en mora del deudor se exige (castán, 992):


• Que se trate de una obligación dirigida a una prestación positiva (de dar o
hacer), pues en las obligaciones de no hacer no cabe el cumplimiento
tardío. Así se infiere a sensu contrario del artículo .00 del Código Civil.
• Que la obligación sea exigible (lo que excluye de la mora las obligaciones
naturales), vencida (ya por ser pura o ya por haber transcurrido el plazo o
haberse cumplido la condición) y determinada (líquida).
• Que el deudor retarde culpablemente el cumplimiento de la obligación. En
cuanto a la prueba de la no culpabilidad, correrá a cargo del deudor, por la
presunción de culpabilidad que establece el artículo .8.
• Que el acreedor requiera de pago al deudor, judicial o extrajudicialmente,
pues dice el artículo .00 que «incurren en mora los obligados a entregar o
hacer alguna cosa desde que el acreedor les exija, judicial o
extrajudicialmente, el cumplimiento de su obligación». No es necesario el
requerimiento en los casos de mora automática.
• El deudor puede evitar la mora formalizando el pagando o consignando la
cantidad adeudada (sts 8 marzo 2006 (rja 540)).

LA CONSTITUCIÓN EN MORA: LA INTIMACIÓN O INTERPELACIÓN

El mero retraso en el cumplimiento para convertirse en mora necesita que el


acreedor, siempre que previamente haya cumplido lo que le incumbe, exija
«judicial o extrajudicialmente, el cumplimiento de su obligación» al deudor. De
modo que hasta que la interpelación o intimación no se lleve a cabo, no puede
hablarse técnicamente de mora, por grande o grave que sea el retraso del
deudor (Lasarte, 2007).

El CC no exige ningún requisito de forma para realizar la interpelación, si bien


como la carga de la prueba de haber efectuado la intimación recae sobre el
acreedor, este deberá asegurarse de la fehaciencia de la notificación (por
requerimiento notarial, telegrama, burofax, etc.) cuando se realice
extrajudicialmente.
LA MORA AUTOMÁTICA
La regla general de que la constitución en mora exige la previa interpelación del
deudor no es absoluta. El propio CC señala que no es necesario el
requerimiento, por lo que puede hablarse de mora automática, en los siguientes
casos:
• Cuando medie pacto expreso en contrario (art. .00-º). La exclusión
convencional de la necesidad de interpelación es muy frecuente en la
práctica contractual. Para ello, según Lasarte, basta indicar en alguna de las
cláusulas del contrato que el retraso en su ejecución dará lugar a la
indemnización de daños y perjuicios sin necesidad previa de reclamación.
• Cuando expresamente lo declara la ley. Este es el caso de las obligaciones
mercantiles que tengan día señalado para su cumplimiento (arts. 62 y 6 del
Código de Comercio).
• Cuando de la obligación se desprenda ser motivo determinante de ella la
época o el momento señalado para su cumplimiento (art. .00-2º). Ej.
Calefacción encargada para el invierno y que se termina en el verano
siguiente, etc. Diferente sería el caso de un traje de novia, puesto que su
entrega después de la ceremonia constituiría un supuesto de
incumplimiento definitivo y no de mora, puesto que ya no es posible ya el
cumplimiento tardío; mientras que en el caso de la calefacción siempre es
posible utilizarla en años venideros.
En todos los supuestos comentados de mora automática el más simple retraso
equivale a la constitución en mora del deudor.
EFECTOS DE LA MORA DEL DEUDOR

El deudor moroso, según Lasarte (2007) queda obligado a:


a. Cumplir la obligación, ya que la mora no excluye del cumplimiento de la
obligación, de modo que el deudor deberá cumplir –aunque tardíamente– la
misma. En el caso de que el cumplimiento tardío deviniese imposible ya no
habría mora (cumplimiento defectuoso) sino incumplimiento total. Ej. Este
sería el caso del modisto que no entrega a tiempo el traje de novia.

b. Indemnizar al acreedor de los daños y perjuicios que le ocasione el retraso


(art. .0). Si la obligación consiste en el pago de una cantidad de dinero, la
indemnización, sin haber pacto en contrario, consistirá en el pago de los
intereses convenidos, y, a falta de convenio, en el interés legal (art. .08). El
tipo de interés legal del dinero para el año 2008 es del 5,50%, según el boe
del 27 diciembre 2007.
c. Responder de los riesgos, perecimiento y deterioros de la cosa, acontecidos
tras la constitución en mora, aunque sea por caso fortuito fuerza mayor
(art. .096-º). De modo que el deudor moroso ve agravada su
responsabilidad puesto que en condiciones normales no respondería
cuando el cumplimiento fuera imposible por fuerza mayor o caso fortuito. A
esta agravación se le denomina perpetuatio obligationis (Lasarte, 2007).
Por el contrario, el deudor que se ha retrasado en el cumplimiento pero no ha
sido constituido en mora: no tendrá que indemnizar por daños y perjuicios por
el retraso y no verá agravada su responsabilidad por tener que responder en
los supuestos de fuerza mayor y caso fortuito. De ahí las ventajas que reporta
al acreedor la figura de la mora.

CESACIÓN DE LA MORA

Los efectos de la mora desaparecen por lo que se llama purga de la misma


(purgatio morae). Aunque el Código no la regula, puede decirse que la mora
cesa por voluntad del acreedor, como en los casos de renuncia al cobro de la
indemnización debida, concesión de prórroga, novación de la obligación, etc.;
Por concesión de un nuevo plazo legal al deudor (moratorias); ) por incurrir
también el acreedor en mora (compensatio morae). Hemos señalado como
presupuesto de la mora que el acreedor haya cumplido previamente con su
respectiva obligación; técnicamente sería más apropiado decir que en este
último caso la mora no ha llegado a nacer.

LAS MORATORIAS
Cuando el acreedor concede al deudor que se retrasa en el cumplimiento un
nuevo plazo, la mora (bien sea común o automática) desaparece. A esta
prórroga del plazo se le denomina moratoria (Lasarte, 2007). Es decir que al
deudor moroso el acreedor puede concederle una moratoria para que pague.

LA MORA DEL ACREEDOR


El Código Civil no regula la mora del acreedor de modo sistemático y detallado;
pero, sin embargo, se hace eco de ella en varios artículos (véanse, por
ejemplo, .85, .452-o, .505, .589 y .590), y trata, sobre todo, como el más
fundamental de sus efectos, de la posibilidad de liberarse el deudor de su
obligación mediante la consignación de la cosa debida (artículos .76 y ss.)
(castán, 1992).

REQUISITOS

Para que exista la mora accipiendi se requiere:


• Que se dé una obligación vencida para cuyo cumplimiento haga falta el
concurso del acreedor.
• Que el deudor realice todo lo conducente a la ejecución de la prestación, lo
que supone, el ofrecimiento de pago al acreedor (véase art. .76 del Código
Civil).
• Que el acreedor no acepte la prestación o, en general, no coopere al
cumplimiento de la obligación, sin justificación legal para ello.

Un supuesto de mora accipiendi lo tenemos cuando el arrendador se niega a


cobrar al arrendatario las rentas devengadas, para de este modo poder
desahuciarlo por falta de pago. O el caso del vendedor que se niega a cobrar el
precio del bien vendido para de este modo poder resolver el contrato por falta
de pago. Imaginemos que se vende un piso y que entre el momento de la
perfección de la compraventa y el día fijado para el pago este ha duplicado su
valor. Sería en este escenario cuando el vendedor desaprensivo intentaría por
todos los medios resolver la compraventa.

LOS CRITERIOS DE IMPUTABILIDAD: LA CULPA Y EL DOLO

El incumplimiento, total o parcial, y cualquiera que sea la causa que lo origine,


ha de ser imputable al deudor para que el acreedor pueda recurrir a las reglas
que el Código le proporciona para poder dirigirse contra el obligado (Puig-
brutau, 1986).
Los criterios de imputabilidad son la culpa y el dolo, tal como se desprende del
CC: «Quedan sujetos a la indemnización de los daños y perjuicios causados
los que en el cumplimiento de sus obligaciones incurrieren en dolo, negligencia
o morosidad, y los que de cualquier modo contravinieren al tenor de aquellas».

Sin imputabilidad no hay responsabilidad, esta máxima tiene lugar cuando


incumplimiento tiene su origen en una imposibilidad debida a hechos no
imputables al deudor por no haber sido ocasionados ni por su culpa ni su
actitud dolosa deudor. Estos es lo que sucede con el caso fortuito o la fuerza
mayor, circunstancias en las que obligación quedará extinguida (arts. .82 a .86
cc) (Puig-brutau, 1986).

LA CULPA

El primer criterio de imputabilidad de responsabilidad contractual lo constituye


la culpa. El cc la define en el art. .04 «La culpa o negligencia del deudor
consiste en la omisión de aquella diligencia que exija la naturaleza de la
obligación y corresponda a las circunstancias de las personas, del tiempo y del
lugar. Cuando la obligación no exprese la diligencia que ha de prestarse en su
cumplimiento, se exigirá la que correspondería a un buen padre de familia».
La culpa contractual consiste en la acción u omisión voluntaria, pero realizada
sin malicia, que impide el cumplimiento normal de una obligación (castán,
1992).

El comportamiento culposo puede deberse a la negligencia, descuido o


impericia del deudor (borDa, 1993). La esencia de la culpa (que a la vez explica
su ilicitud e imputabilidad al agente, a pesar de no mediar el comportamiento
doloso) está en la falta de diligencia y previsión que supone en el autor del
acto. En este sentido define la culpa el Código Civil en el art. .04 como «la
omisión de... diligencia...».
El problema de la culpa ha sido el de la fijación de los parámetros para medirla,
puesto que en la negligencia cabe una gran variedad de grados, de ahí que las
diferentes escuelas jurídicas, fijaran desde antiguo ciertos tipos de diligencia-
base para medir la responsabilidad del agente.

Los romanistas hablan a este respecto de la culpa lata (negligencia excesiva,


consistente en no hacer lo que todos hacen o no comprender lo que todos
comprenden); la culpa leve en abstracto (que existe cuando no se obra con la
diligencia que debiera emplear un buen padre de familia, esto es, un hombre
vigilante y cuidadoso) y la culpa leve en concreto (que toma como tipo la
diligencia que observa en sus propios negocios el mismo sujeto de cuya
responsabilidad se trata), a la que todavía añadían la culpa levísima
(consistente en omitir aquella diligencia que ponen los hombres muy
cuidadosos).

El Código Civil como reacción contra la exagerada complicación de las teorías


romanistas acerca de la graduación de la culpa establece dos sistemas para
poder concretar el grado de diligencia que en una relación obligatoria ha de
prestar el deudor (castán, 1992):
a) En primer lugar, la tesis del arbitrio judicial, que supone que el obligado
tendrá que actuar con la diligencia que exija la naturaleza de la obligación. En
este caso no se establece un parámetro de referencia, sino que hay que acudir
al caso concreto, lo que supone que el juez partiendo de lo convenido por las
partes apreciará la conducta de la persona a quien se imputa la culpa y si esta
se ajusta a las circunstancias de lugar y tiempo (De PabLo contreras, 2000).
Este sistema se caracteriza por su flexibilidad puesto que permite al juez
moderar la negligencia según los casos (art. .0 cc).
b) Subsidiariamente, en el caso de que la obligación no exprese la diligencia
que ha de prestarse en su cumplimiento, se acudirá a un patrón de referencia,
constituido por la diligencia que se exigirá la que correspondería a un buen
padre de familia (artículo .04-2o). Esta expresión constituye un criterio objetivo
de graduación de la culpa, para ello se toma como referencia el tipo medio o
normal de persona diligente en el cumplimiento de las obligaciones (Díez-
Picazo y guLLón, 2001). La conducta del bonus pater familias se adaptará
técnicamente a los casos concretos cuando el deudor asume la obligación en
concepto de profesional o de experto (De PabLo contreras, 2000). El sistema
del Código Civil está influido por el sistema romano, del que toma el tipo de la
culpa leve en abstracto.

EL DOLO

El Código Civil, a diferencia de lo que sucede con la culpa, no proporciona una


noción del dolo como causa de incumplimiento de la obligación, si bien la
doctrina lo equipara a la mala fe apoyándose en el texto del artículo .07. En
ese precepto se contrapone el deudor de buena fe y el deudor por dolo,
resultando así que este último es el deudor de mala fe». La doctrina estima que
es dolosa toda acción u omisión que, con conciencia y voluntad de producir –un
resultado antijurídico, impide el cumplimiento normal de una obligación. El dolo
presupone un elemento intelectual (conciencia) y un elemento volitivo (voluntad
de violar el derecho de crédito), aunque no requiere la intención de perjudicar o
dañar al acreedor (castán, 1992).

La doctrina ha modificado el criterio clásico que diferenciaba el dolo de la culpa


por la intencionalidad del obligado estableciendo las siguientes premisas:
• Que no puede deslindarse nítidamente la frontera que separa la culpa del
dolo.
• En todo caso, de querer establecer una diferencia, esta debe buscarse no
en la intención de dañar sino en la conciencia del daño que se causa.
Desde el punto de vista de la imputabilidad las causas de incumplimiento
(definitivo o defectuoso) de las obligaciones son las siguientes (castán, 1992):
a) Incumplimiento doloso cuando la causa ha sido prevista por el deudor
(previsión efectiva).
b) Incumplimiento culposo cuando la causa pudo y debió preverse por el
deudor (posibilidad de previsión).
c) Incumplimiento inimputable por fuerza mayor o caso fortuito, cuando la
causa no se pudo prever o evitar por el deudor (ausencia de previsión y de
posibilidad).

LA PRUEBA DEL INCUMPLIMIENTO CONTRACTUAL


En materia de incumplimiento contractual existe la presunción de culpa del
deudor; se parte de que si el deudor no cumple la obligación lo hace porque
quiere, y, por tanto, es responsable de la falta de cumplimiento. De este modo
al acreedor le basta probar la existencia de la obligación y su incumplimiento;
de modo que será el deudor al que corresponderá destruir su presunción de
culpabilidad para eximirse de responsabilidad, teniendo que demostrar que el
incumplimiento no fue debido a su comportamiento culposo (castán, 1992). Así
se deduce del artículo .8 cc, que establece que: «siempre que la cosa se
hubiese perdido en poder del deu- dor, se presumirá que la pérdida ocurrió por
su culpa, y no por caso fortuito, salvo prueba en contrario».

El criterio varía con la prueba de la existencia del dolo, pues a diferencia de la


culpa, este no se presume y, en todo caso, habrá de ser probado por el
acreedor (Díez-Picazo y guLLón, 2001). De modo similar al dolo en la culpa
extracontractual o aquiliana la carga de prueba de la culpa también recae sobre
el demandante.

LA EXONERACIÓN DEL DEUDOR: EL CASO FORTUITO Y LA FUERZA


MAYOR

CONCEPTO DEL CASO FORTUITO

El caso fortuito es una causa de exoneración (o de inimputabilidad) en el


cumplimiento de las obligaciones, y en este sentido puede definirse
genéricamente como aquel accidente no imputable al deudor que impide el
exacto cumplimiento de la obligación (castán, 1992). De modo más concreto,
tomando como referencia el art. .05 cc puede definirse como «el
acontecimiento no imputable al deudor, imprevisto, o previsto pero inevitable,
que imposibilita el exacto cumplimiento de la obligación» (castán, 1992).

El citado precepto establece que: «fuera de los casos expresamente


mencionados en la ley, y de los en que así lo declare la obligación, nadie
responderá de aquellos sucesos que no hubieran podido preverse, o que,
previstos, fueran inevitables».

REQUISITOS COMUNES AL CASO FORTUITO Y FUERZA MAYOR


Según Castán (992) los requisitos para apreciar la existencia del caso fortuito
son los siguientes:
• Que se trate de un hecho o acontecimiento independiente de la voluntad del
deudor y, por consiguiente, no imputable a él.
• Que el acontecimiento sea inevitable, con independencia de que sea
imprevisto (un robo) o previsto (una tormenta de nieve); bastando, por
consiguiente, que tenga alguno de estos dos caracteres.
• Que dicho acontecimiento imposibilite al deudor para el cumplimiento de su
obligación (véanse arts. .82 y .84 del Código Civil).
• Que entre el acontecimiento y la imposibilidad del cumplimiento de la
obligación y el consiguiente daño exista un vínculo de causalidad, sin que
intervenga en esta relación como factor apreciable la actividad, dolosa o
culposa, del deudor.

La exoneración del deudor por caso fortuito no es absoluta, ya que puede


mantenerse su responsabilidad en los supuestos mencionados en el art. .05
(Lasarte, 2007):
a) en los casos expresamente mencionados en la ley. Estos supuestos son
muy escasos, destacando los mencionados en los arts. .744 y .745 cc. El
art. .744 dice que: «Si el comodatario destina la cosa a un uso distinto de
aquel para que se prestó, o la conserva en su poder por más tiempo del
convenido, será responsable de su pérdida, aunque esta sobrevenga por
caso fortuito» y el art. .745: «Si la cosa prestada se entregó con tasación y
se pierde, aunque sea por caso fortuito, responderá el comodatario del
precio, a no haber pacto en que expresamente se le exima de
responsabilidad».
b) cuando expresamente lo declare la obligación. Es decir que las partes
puede pactar expresamente que el deudor responda incluso en los
supuestos de fuerza mayor.
c) en las obligaciones de entregar cosa genérica, la vigencia del principio
genus nunquam perit impide la aplicación de la exoneración por caso
fortuito.
7. LA ACCIÓN DE CUMPLIMIENTO
El acreedor ante la lesión de su derecho de crédito por incumplimiento (total o
defectuoso) de la prestación, dispone de una acción para obtener la condena
del deudor a que cumpla lo debido, si el incumplimiento fue total, o a que
cumpla en la forma en que se pactó, si el cumplimiento fue inexacto (Díez-
Picazo y guLLón, 2001).
Una vez terminado el proceso judicial con una sentencia firme favorable al
actor pueden ocurrir dos cosas (Lasarte, 2007):
A. Que el deudor se decida a cumplir conforme a lo ordenado por el juez en
el fallo, en cuyo caso se está ante un supuesto de ejecución voluntaria.
B. Que pese a existir la sentencia firme de condena, se niegue cumplirla y,
por tanto, el acreedor se vea forzado a reclamar de nuevo la
intervención judicial para lograr que se ejecute la sentencia de condena
previamente obtenida. Se habla entonces de ejecución forzosa de la
obligación.

La ejecución forzosa constituye, pues, el último paso a seguir por el acreedor


para ver satisfecho su interés, y para ello, ha de dirigirse al juez competente
reclamando nuevamente su intervención, a efectos de que se lleve a cabo el
cumplimiento de lo declarado en la sentencia (Lasarte, 2007).

La ejecución forzosa puede cumplirse de dos maneras (Lasarte, 2007):


A. En forma específica, o sea, mediante el denominado cumplimiento in
natura. Este sería el caso en el que una empresa constructora condenada a
demoler un edificio procediese a ello utilizando los medios materiales de
que dispone.
B. En forma genérica o mediante el cumplimiento por equivalente pecuniario.
En este caso se sustituye la actividad de demolición por lo que su coste en
dinero.

Ejecución forzosa en forma específica: cumplimiento in natura


La denominada ejecución forzosa en forma específica o cumplimiento in natura,
consiste en obtener judicialmente la prestación tal y como quedó prefijada en el
título constitutivo o programa de la obligación (Lasarte, 2007). Es decir,
consiste, en restablecer la situación que existía con anterioridad a la
producción del daño, lo que se consigue normalmente reparando o
enmendando el bien dañado, pero también, cuando lo anterior no es posible,
sustituyéndolo por otro igual al destruido. Por este motivo, la reparación en
forma específica no se concreta necesariamente en una obligación de hacer
sino que también puede consistir en obligaciones de dar.
La expresión cumplimiento in natura proviene del hecho de que, finalmente, el
acreedor consigue en tal caso el cumplimiento o ejecución de la prestación de
idéntico modo en que se previó en la obligación (Lasarte, 2007).
El Código Civil contiene una doble regulación de la ejecución específica, en
atención a la diferente naturaleza de la prestación:
a) Ejecución forzosa de la obligación de dar: «Cuando lo que deba
entregarse sea una cosa determinada, el acreedor, independientemente del
derecho que le otorga el artículo .0 [resolver la obligación], puede compeler al
deudor a que realice la entrega. Si la cosa fuere indeterminada o genérica,
podrá pedir que se cumpla la obligación a expensas del deudor» (art. .096 cc).
b) Ejecución forzosa de la obligación de hacer: Según el art. .098 cc «Si el
obligado a hacer alguna cosa no la hiciere, se mandará ejecutar [por un
tercero] a su costa. Esto mismo se observará si la hiciere contraviniendo al
tenor de la obligación. Además podrá decretarse que se deshaga lo mal
hecho».
Es decir, que en las obligaciones de hacer el cumplimiento defectuoso se
sanciona con la destrucción de lo mal hecho y con la obligación de hacerlo de
nuevo, bien por el deudor, bien por otra persona y a su costa (Díez-Picazo y
guLLón, 2001). Si el incumplimiento es total, se mandará ejecutar por un
tercero, en el caso de que la obligación de hacer fuera personalísima ex art. .6
cc (artista famoso que tiene que pintar un cuadro) determinará la imposibilidad
de cumplimiento forzoso por un tercero.
De modo más explícito el art. 706 de la vigente Lec establece que si la
obligación de hacer no es personalísima se podrá solicitar por el ejecutante que
la realice un tercero a costa del deudor o reclamar la indemnización daños y
perjuicios. Si la obligación de hacer es personalísima, el art. 709 Lec, el
acreedor podrá optar entre que seguir la ejecución para que se le entregue un
equivalente económico o que se apremia al ejecutado con una multa por cada
mes que transcurra sin llevar a cabo la prestación desde la finalización del
plazo que se le otorgó para la ejecución.
c) Ejecución forzosa de la obligación de no hacer: En este caso el
principio es el mismo que en la ejecución forzosa de obligaciones de hacer
(Díez-Picazo y guLLón, 2001). Por ello, también podrá decretarse que se
deshaga lo mal hecho «cuando la obligación consista en no hacer y el deudor
ejecutare lo que le había sido prohibido» (arts. .099 y .098.2o).

En caso de que no pueda deshacerse lo indebidamente hecho por el deudor (el


cantante ya ha grabado un cD con la discográfica de la competencia), es
evidente que a este solo puede reclamársele la indemnización pecuniaria.
d) Ejecución forzosa de la obligación dineraria. Si sentencia establece que
el deudor ha de pagar una suma de dinero y este no cumple con la sentencia
que le condena a ello, ante su incumplimiento se procederá al embargo y venta
en pública subasta de bienes suficientes según los arts. 57 y ss. Lec.

EJECUCIÓN FORZOSA EN FORMA GENÉRICA: cumplimiento por


equivalente
La reparación por equivalente consiste en la entrega al perjudicado de una
suma de dinero. Esa suma, en el caso de perjuicios patrimoniales, debe ser
equivalente al valor o entidad económica del daño sufrido, mientras que
tratándose de perjuicios extra patrimoniales ha de resultar suficiente o apta
para compensar el daño soportado por el perjudicado. La expresión
cumplimiento por equivalente (pecuniario), proviene del hecho de que la suma
de dinero fijada en sustitución de la prestación debida propiamente dicha,
equivale -al menos idealmente- al valor patrimonial de la prestación no
ejecutada (Lasarte, 2007).
El cumplimiento por equivalente tiene carácter subsidiario (Lasarte, 2007),
según de modo que al acreedor siempre se le debe exigir en primer lugar el
cumplimiento específico o in natura y, solo cuando este no sea posible podrá
solicitar el cumplimiento por equivalente. La explicación se encuentra en que el
acreedor no puede tener total libertad de elegir entre el cumplimiento en forma
específica o por equivalente ya que esto supondría introducir en todas las
obligaciones un carácter facultativo, lo que supondría una modificación del
programa de la obligación (Díez-Picazo y guLLón, 2001).
El Código Civil no contempla expresamente en ninguno de sus artículos la
modalidad de ejecución forzosa por equivalente, solo se impone al deudor que
incumple que responda por los daños y perjuicios

LA ACCIÓN DE RESARCIMIENTO DE LOS DAÑOS Y PERJUICIOS

CONCEPTO Y ÁMBITO DE APLICACIÓN

El acreedor además de las acciones de cumplimiento, tanto de forma


específica como por equivalente, dispone de una acción para ser resarcido de
los daños y perjuicios que el incumplimiento le haya causado (Díez-Picazo y
guLLón, 2001).
El fundamento de la acción de resarcimiento está en el artículo .0 cc que
establece que: «quedan sujetos a la indemnización de los daños y perjuicios
causados los que en el cumplimiento de sus obligaciones incurrieren en dolo,
negligencia o morosidad, y los que de cualquier modo contravienen al tenor de
aquellas». Lo anterior supone que cualquier contravención de la obligación,
cualquier falta a la exactitud de la prestación puede generar una indemnización
daños y perjuicios a favor del acreedor (Lasarte, 2007).

Pese a que el Código Civil no lo indica de forma expresa, la indemnización de


daños y perjuicios causados por cualquier tipo de incumplimiento contractual es
siempre de carácter pecuniario (Lasarte, 2007).
En las bilaterales la indemnización de daños y perjuicios es compatible con las
acciones de cumplimiento y resolutoria (Díez-Picazo y guLLón, 2001). En este
sentido el art. .24-2o establece que: «El perjudicado podrá escoger entre exigir
el cumplimiento o la resolución de la obligación, con el resarcimiento de daños
y abono de intereses en ambos casos».

DEUDOR CULPOSO Y DOLOSO

El Código para determinar la extensión del daño resarcible distingue entre el


deudor de buena fe y el deudor doloso (art. .07). En el primer supuesto habrá
que equiparar al deudor de buena fe con el deudor culpable, y en el caso del
doloso se asimilará al deudor de mala fe. Además conforme al citado precepto
los daños y perjuicios susceptibles de indemnización se amplían en el caso de
que el deudor doloso, ya que este consciente y deliberadamente ha hecho caso
omiso de la obligación que sobre él pesa. La gravedad del dolo en el
cumplimiento, en relación con la culpa, justifica sobradamente el diferente
ámbito y extensión del resarcimiento en uno y otro caso (Lasarte, 2007).
Las reglas legales al respecto son concretamente, estas:

A) Deudor de buena fe o culposo


Responderá de los daños y perjuicios que se hubieran previsto o podido prever
al tiempo de constituir la obligación y que sean consecuencia necesaria de su
falta de cumplimiento (art. .07.o). En este caso la indemnización se circunscribe
a los daños que fuesen consecuencia directa e inmediata del incumplimiento
(Lacruz, 1999).
B) Deudor de mala fe o doloso
Habrá de responder de todos los daños y perjuicios que, conocidamente, se
deriven de la falta de cumplimiento de la obligación (art. .07-2o).Se trataría del
resarcimiento integral, incluyendo aquellos daños indirectos y no previsibles al
tiempo de constituirse la obligación (Lacruz, 1999).

GARANTÍAS DEL DERECHO DE CRÉDITO


LA RESPONSABILIDAD PATRIMONIAL UNIVERSAL

Concepto de responsabilidad patrimonial universal


Al analizar los elementos que integran la obligación, se ha dicho que esta
presenta dos elementos fundamentales: el débito y la responsabilidad. En el
Código Civil el concepto del débito aparece recogido en el artículo .088: «Toda
obligación consiste en dar, hacer o no hacer alguna cosa», mientras que el
principio de la garantía o responsabilidad patrimonial, por el cual el patrimonio
del deudor constituye la garantía del derecho de crédito, está recogido en el
artículo .9: «Del cumplimiento de las obligaciones responde el deudor con
todos sus bienes, presentes y futuros» (castán, 1992).

El débito consiste en la prestación que el deudor tiene el deber de cumplir y el


acreedor el derecho de recibir. La responsabilidad constituye a un mismo
tiempo la sanción por el incumplimiento –total o parcial– de la prestación y el
medio de realización coactiva del derecho del acreedor (Puig brutau, 1986). La
responsabilidad permite alcanzar una satisfacción o su equivalencia (castán,
1992), al actuar sujetando el patrimonio del deudor a las consecuencias que el
ordenamiento señala en caso de infracción del deber de prestación (Montés
PenaDés, 1994).

La responsabilidad universal no solo actúa de modo directo cuando se produce


un incumplimiento, sino que también indirectamente constituye una garantía
(en sentido impropio), ya que la existencia de bienes en el patrimonio del
deudor da cobertura y seguridad al crédito
(Montés PenaDés, 1994). No hay que olvidar que el acreedor, al contratar, ha
tenido en cuenta la solvencia económica del deudor, es decir, la cuantía y
solidez de su patrimonio (borDa, 1993).

CARACTERÍSTICAS DE LA RESPONSABILIDAD PATRIMONIAL

El patrimonio del deudor constituye la garantía común de los acreedores, de


modo que la masa de bienes responde por las deudas del titular (borDa, 1993).
La responsabilidad universal constituye una garantía general, que la ley
establece en beneficio del acreedor sobre todos los bienes del deudor, cuya
finalidad es la de conseguir mediante la ejecución la obtención de lo debido (in
natura) o su equivalente económico (castán, 1992).
La garantía patrimonial universal presenta las siguientes características
(castán, 1992)
La garantía se extiende a todos los bienes, presentes y futuros, del deudor; de
tal modo, que este puede dirigir la ejecución no solo contra los bienes que se
encontraban en el patrimonio del deudor cuando este contrajo la obligación,
sino también contra todos los que entren a formar parte de dicho patrimonio
con posterioridad (art. .9).

1) La garantía en principio no se extiende a aquellos bienes que antes del


momento de la reclamación del acreedor hayan salido del patrimonio
del deudor. Si bien se conceden al acreedor, en el artículo ., acciones para
hacer que vuelvan al patrimonio de su deudor los bienes que anteriormente
hayan sido enajenados fraudulentamente (acción pauliana o revocatoria).
2) No se extiende tampoco la garantía a derechos que correspondan al deudor
y no tengan valor económico o, teniéndolo, esté vinculado su ejercicio a la
persona del deudor (derechos personalísimos). Así se deduce del artículo .,
al excluir del ámbito de la autorización que se concede al acreedor para
ejercitar los derechos del deudor, aquellos que sean inherentes a su
persona.
3) Esta garantía no recae sobre bienes determinados sino sobre todo el
patrimonio en general: no existe una vinculación especial de bienes
concretos a la satisfacción de determinadas deudas.

CLASES DE GARANTÍAS

La función de la garantía es la de incentivar el cumplimiento voluntario de la


obligación y asegurar, en su defecto, su cumplimiento forzoso; para lo cual la
Ley establece un amplio abanico de medios especiales, de tutela y garantía del
crédito que pueden agruparse en tres categorías de derechos de garantía
(castán, 1992): garantías personales y reales; medidas conservativas y
ejecutivas, y finalmente, garantías legales o convencionales.

GARANTÍAS PERSONALES Y REALES


Según la naturaleza del derecho que se concede al acreedor para reforzar la
seguridad de su crédito las garantías pueden ser personales o reales. La
contraposición entre ambas categorías no coincide exactamente con la de los
derechos de una y otra especie (castán, 1992).
a) Concepto de garantías personales. Las garantías personales atribuyen al
acreedor una facultad o derecho que se dirige hacia el patrimonio del deudor o
de un tercero. De este modo aumenta la posibilidad de satisfacción del interés
del acreedor al disponer de dos patrimonios como garantía (Montés PenaDés,
1994).

b) Clases de garantías personales. Entre las principales garantías


personales figuran:
• La fianza u obligación, subsidiaria o principal, contraída por un tercero.
• El aval cambiario.
• La cláusula penal o estipulación de una pena contra el propio deudor para el
caso de incumplimiento (arts. .52 y ss. cc).
• La solidaridad en función de garantía.

c) Concepto de garantías reales. La garantía real otorga al acreedor un


derecho subjetivo sobre un concreto bien del deudor o de un tercero. Este
poder goza de la protección característica de todo derecho real como la
inmediatividad y la eficacia erga omnes (Montés PenaDés, 1994).
d) Clases de garantías reales. Las principales garantías reales son:
• Los depósitos constituidos como caución de determinadas obligaciones.
• Las arras o señal, que consisten en la entrega de un objeto o cantidad que
pierde o devuelve dobladas el que no cumple (art. .454). . El derecho real
de prenda.
• El derecho real de hipoteca
• El derecho real de anticresis.
• El derecho de retención.
• El embargo preventivo de bienes y todas las medidas cautelares que se
establecen en el art. 727 y ss. de la Lec.
• La anotación preventiva (arts. 42 y ss. de la Ley Hipotecaria).
• Los privilegios, o sea, el beneficio que la ley otorga a ciertos créditos para
ser satisfechos, con preferencia a otros, sobre los bienes del deudor,
también constituyen una forma de garantía del crédito, en cuanto aseguran
la satisfacción del mismo.

MEDIDAS CONSERVATIVAS

Se denominan medidas conservativas a las que permiten al acreedor impedir


que el patrimonio del deudor disminuya, y procuran conservar íntegros los
derechos y bienes de tal patrimonio. La razón de ser estas medidas se
encuentra en que el deudor puede burlar el derecho de garantía legal que el
art. .9 del Código reconoce a sus acreedores sobre todos los bienes, presentes
y futuros, ya por simple omisión, dejando de cobrar sus créditos (dejando de
ejercitar derechos y acciones), o ya por acción, transmitiendo fraudulentamente
sus bienes a otras personas para así disminuir su patrimonio (castán, 1992).
Las medidas conservativas ejercen una función de tutela preventiva del
patrimonio del deudor a través de una triple vía (Montés PenaDés, 1994):
a) Produciendo el ingreso en el patrimonio del deudor de algunos bienes o
derechos (activos patrimoniales) que el deudor había descuidado u olvidado
reclamar. Esta es la misión de la acción subrogatoria (art. .).
b) Impidiendo que salgan del patrimonio del deudor ciertos bienes. Esto es lo
que puede conseguirse a mediante el secuestro o depósito judicial (art. .786
cc).
c) Logrando que determinados bienes que ya habían salido del patrimonio del
deudor, en perjuicio de sus acreedores, se reintegren al mismo y queden
sujetos a la acción ejecutiva del deudor. Esta es la finalidad de la acción
revocatoria o pauliana (art. .).

MEDIDAS EJECUTIVAS
Se denominan así aquellas medidas en cuya virtud el acreedor puede
conseguir la realización de crédito. Las vías ejecutivas tienden a hacer efectiva
la responsabilidad del deudor, bien sea obligándole a cumplir su obligación en
especie, bien compulsándole a pagar daños y perjuicios. Las medidas
ejecutivas, según Borda (1993), son: individuales, como la acción intentada por
cada acreedor por separado en defensa de sus intereses (arts. .0 y .24 cc) ; y
colectivas, como el «concurso» de acreedores.

GARANTÍAS CONVENCIONALES Y LEGALES

Las garantías también pueden clasificarse en convencionales y legales, según


se deriven directamente de la ley o del pacto. Algunas solo pueden dimanar de
la ley, como ocurre con los privilegios o el derecho de retención; otras pueden
proceder de ambas fuentes (hipotecas legales, hipotecas convencionales);
otras son siempre convencionales (arras, cláusula penal, anticresis).

LA CLÁUSULA PENAL
CONCEPTO

La cláusula penal puede definirse como la «obligación accesoria que las partes
agregan a una obligación principal, al objeto de asegurar el cumplimiento de
esta, imponiendo a cargo del deudor una prestación especial (generalmente
consiste en pagar una suma de dinero) para el caso de que incumpla su
obligación o no la cumpla de modo adecuado» (castán, 1992). La cláusula
penal puede sancionar todas las clases de incumplimiento: el total, el parcial, el
defectuoso o el moroso (Pérez áLvarez, 2000). La denominación cláusula penal
presupone que esta consiste en una estipulación que forma parte de un
contrato principal. Esta figura también se utiliza en el tráfico jurídico como un
negocio separado del principal, en cuyo caso recibe el nombre de pena
convencional (Montés PenaDés, 1994).

EL DERECHO DE RETENCIÓN
CONCEPTO

El derecho de retención es una garantía concedida por la Ley a ciertos


acreedores que le otorga la facultad de conservar la cosa del deudor de la que
ya se encuentran en posesión, hasta que sean satisfechos de ciertos créditos
relacionados con la cosa retenida (castán, 1992). La retención es una garantía
especial, puesto que constriñe al deudor a cumplir si quiere recuperar la cosa
(Díez-Picazo y guLLón, 2001).

ELEMENTOS DEL DERECHO DE RETENCIÓN


Los elementos del derecho de retención son los siguientes (castán, 1992):
a) retención de una cosa ajena.
b) un crédito del retenedor contra el acreedor de la entrega.
c) un vínculo o conexión entre el crédito y la cosa.

El Código no regula con carácter general el derecho de retención, es decir,


como una institución jurídica de perfiles propios, si bien lo contempla en varios
preceptos (castán, 1992). Esto se debe a que el crédito que posibilita la
retención tiene distintos orígenes (Díez-Picazo y guLLón, 2001). En el cc
encontramos los siguientes supuestos de retención:

EFECTOS

El derecho de retención es una simple facultad que permite a su titular la


detentación de una cosa ajena por virtud de este título y no por virtud del que
se tenía anteriormente (mandato, usufructo, etc.) (Díez-Picazo y guLLón,
2001). La retención produce efectos erga omnes, de manera que el retenedor
puede negarse a la restitución de la cosa no solo ante el deudor, sino también
ante cualquier tercero, le hayan sido pagadas totalmente las deudas que
generaron la retención. No obstante, la doctrina estima que no se trata de un
derecho real sino obligacional (Pérez áLvarez, 2000).

Este derecho, a diferencia de lo que sucede con la prenda, no autoriza a su


titular a realizar el valor (venta en pública subasta) de la cosa retenida, ni
supone tampoco un derecho de preferencia para el cobro.
En ese sentido la saP Toledo 22 enero 994 (ac 2) establece que la retención es
un: «derecho diverso del derecho real de prenda sin facultad de realización del
valor de la cosa retenida pero con poder necesario para recuperar el bien ius
persequendi.
El retenedor es un poseedor de la cosa, protegido por la ley (art. 446), que está
obligado a conservarla con la diligencia de un buen padre de familia y no podrá
usar ni disponer de ella (Díez-Picazo y guLLón, 2001).

LAS SANCIONES SUBROGATORIA Y REVOCATORIA

LAS MEDIDAS CONSERVATIVAS DEL PATRIMONIO DEL DEUDOR

Las acciones subrogatoria y revocatorias son medidas conservativas porque


que tienden a mantener integro el patrimonio del deudor, que constituye la
garantía del acreedor, impidiendo que valores integrantes de dicho patrimonio
salgan del mismo o que valores debidos a este no entren en él por negligencia
o dolo del deudor (castán, 1992).

La acción subrogatoria permite reaccionar contra una simple conducta pasiva


por omisión del deudor que no ejercita los derechos que tiene en su haber y
que habían de producir un aumento de su patrimonio (castán, 1992). Mediante
su ejercicio se ejercitarán aquellos derechos y acciones que no lo fueron por el
deudor.

La acción revocatoria está prevista para el supuesto de una actividad


fraudulenta del deudor, que se desposee de sus bienes (castán, 1992). Su
ejercicio permite la impugnación de los actos fraudulentos cometidos por el
deudor.

Las dos acciones, a pesar de tener una finalidad coincidente, evitar la


disminución de la garantía ex art. .9 cc, difieren profundamente por tener
diferente naturaleza jurídica así como un diferente régimen jurídico para su
ejercicio. En la primera, el acreedor, ejercita un derecho ajeno, puesto que está
ejercitando los derechos y acciones propios del deudor, mientras que en la
acción revocatoria se está actuando iure propio (ejercitando un derecho propio)
(castán, 1992). De ahí que la doctrina estudie ambas figuras por separado.

LA ACCIÓN SUBROGATORIA O INDIRECTA


CONCEPTO

La acción subrogatoria ha sido definida como «el recurso que la ley concede al
acreedor que no tenga otro medio de hacer efectivo su crédito, para ejercitar
los derechos y acciones no utilizados por el deudor, cuando no sean de
carácter personalísimo» (castán, 1992). Ej. Acciones de reclamación, créditos
contra terceros, facultades de cobro, etc.

NATURALEZA JURÍDICA

Son muchas las teorías sobre la naturaleza de esta figura, si bien la doctrina
más usual entiende que se trata de un caso de representación del deudor por
su acreedor, el cual ejercita en nombre de aquel sus derechos, pero en interés
del propio acreedor.
Puig Peña (97) estima que constituye un caso de sustitución procesal, en que
se hace valer un derecho por quien no es su titular.
REQUISITOS PARA EL EJERCICIO DE LA ACCIÓN SUBROGATORIA
• Que el que intente utilizarla ostente un derecho de crédito contra el deudor.
• Que el acreedor tenga interés en ejercitar el derecho o acción del deudor,
como medio para realizar su propio crédito.
• La acción subrogatoria es un recurso subsidiario y no podrá ser utilizado si
en el patrimonio efectivo del deudor hay bienes suficientes para satisfacer al
acreedor. Esta exigencia resulta de los términos mismos del artículo ., que
solo confiere la facultad de que se trata a los acreedores a después de
haber perseguido los bienes de que esté en posesión el deudor para
realizar cuanto se les debes (principio de previa excusión de los bienes).

EFECTOS
El efecto característico de la acción subrogatoria se produce en dos fases
(Lacruz, 1999):

En primer lugar, se produce un incremento del patrimonio del deudor (B), como
consecuencia de que su acreedor (A) ha ejercitado un derecho que le es ajeno
(el crédito n° 2) contra los deudores (C) del primero. En este sentido se dice
que la acción subrogatoria tiene naturaleza conservativa, por permitir que
ingrese en el patrimonio del deudor el importe de una crédito que no reclamó
en su día, y además se dice que la acción es indirecta u oblicua porque el
beneficio que se ha obtenido no se ha ingresado directamente en el patrimonio
de quien la ejercitado (A) sino en él de la persona que permaneció ociosa (B).

En una segunda fase, el acreedor podrá satisfacer su deuda a costa del ahora
incrementado patrimonio del deudor (en el que ha ingresado el crédito n° 2).
Pero para ello el acreedor (A) tendrá que ejercitar su propio derecho (crédito
n° ) contra B que merced al ejercicio de la acción subrogatoria ha dejado de ser
insolvente.
La acción subrogatoria no concede al acreedor que la ejercita ningún tipo de
privilegio o ventaja sobre el resto de acreedores del deudor, de modo que –en
su caso- tendrá que compartir con aquellos el producto de lo obtenido con el
ejercicio de esta acción.

El plazo de prescripción de la acción subrogatoria dependerá del que tenga el


derecho o acción (del deudor) que se ejercite.

13. DE LA GESTIÓN DE NEGOCIOS AJENOS

¿QUÉ SUCEDE CUANDO UNA PERSONA ASUME LA GESTIÓN DE UN


NEGOCIO AJENO?

En el supuesto en que una persona tome la gestión de un negocio ajeno, sea


con o sin conocimiento del propietario, se establece una relación implícita, en la
cual la persona asume la gestión del negocio en representación y por cuenta
del propietario. Por consiguiente, la persona gestora adquiere el compromiso
tácito de continuar con la gestión del negocio hasta su finalización o hasta que
el propietario decida ejercer su derecho a retomar su gestión. Asimismo, asume
la responsabilidad por todas las obligaciones derivadas del negocio, así como
cualquier dependencia que el negocio tenga.
Para comprender mejor sobre la gestión de negocios se dará el siguiente
ejemplo: Laura le pide a su amiga Gabriela que cuide su tienda mientras está
fuera de la ciudad, y acepta hacerlo, Laura voluntariamente acepta la gestión
del negocio de su amiga, por lo que, es responsable de mantenerla abierta,
atender a los clientes, cobrar por los productos que se vendan y resolver
cualquier problema que surja.

¿EL GESTOR DEBE INFORMAR AL PROPIETARIO CUANDO COMIENZA


SU GESTIÓN?

El gestor de un bien o propiedad está obligado, por mandato legal, a notificar


de forma inmediata al propietario sobre cualquier gestión que haya realizado
sobre su negocio y debe aguardar su decisión al respecto. Sin embargo, cabe
destacar que esta obligación no aplica en situaciones de peligro inminente o
circunstancias excepcionales en las que la demora en la notificación pudiera
resultar perjudicial o peligrosa para el negocio.

De este modo, se establece la responsabilidad del gestor de actuar con


diligencia y celeridad en su gestión, así como la obligación de informar al
propietario sobre todas las decisiones que puedan afectar a su propiedad.
Asimismo, el propietario tiene el derecho a tomar decisiones en relación con su
propiedad y a ser notificado de todas las gestiones realizadas, con el fin de
salvaguardar sus intereses.

¿CUÁLES SON LAS OBLIGACIONES DEL GESTOR?

Gestión de negocios ajenos

El gestor tiene la obligación de cumplir con todas las responsabilidades y


obligaciones que surgen y resultarían de un mandato, siempre y cuando sean
aplicables a su situación. En este sentido, el gestor debe actuar de buena fe,
con diligencia y eficacia, y cumplir con todas las obligaciones legales y éticas
que correspondan a su función.

Cabe destacar que, en caso de fallecimiento del propietario, la gestión del


mandato no se extingue automáticamente. En este caso, el gestor debe
continuar desempeñando su función hasta que el heredero o el sucesor
designado puedan asumir la gestión de los bienes y propiedades. Es decir, el
mandato permanece vigente y el gestor debe seguir realizando sus funciones
hasta que se produzca el traspaso de la gestión.

Es importante señalar que el gestor debe continuar realizando su función con la


misma diligencia, eficacia y buena fe que antes del fallecimiento del propietario.
Además, debe informar a los herederos o sucesores designados sobre el
estado de los bienes y propiedades gestionados, y garantizar su correcta
conservación y administración hasta el momento en que se produzca el
traspaso de la gestión.

¿CUÁL ES LA RESPONSABILIDAD LEGAL DEL GESTOR RESPECTO A LA


GESTIÓN DE NEGOCIOS?

El artículo 977 del Código Civil establece que, es fundamental que el gestor
lleve a cabo sus funciones con la diligencia de un buen padre de familia, esto
implica que debe actuar con el cuidado y la prudencia en el manejo de los
asuntos que le han sido encomendados.

En el caso de que el gestor ha actuado con una falta de cuidado


extremadamente negligente, e incumple su deber de actuar como un buen
padre de familia y ha causado un daño que podría haber sido evitado si hubiera
actuado con la debida diligencia y cuidado. En esa situación será responsable
de reparar cualquier daño ocasionado. No obstante, la responsabilidad del
gestor por los daños causados dependerá de las circunstancias específicas de
cada caso. En ciertos casos, puede existir una justificación para reducir la
responsabilidad del gestor si se determina que actuó con una finalidad noble y
en el mejor interés del propietario. Es decir, si el gestor toma medidas para
evitar un daño mayor en una situación de emergencia, es posible que el juez
decida moderar el resarcimiento debido a que el gestor estaba actuando en
una situación de fuerza mayor y con el fin de proteger los intereses del
propietario.
¿CUÁL ES LA RESPONSABILIDAD DEL PROPIETARIO CON RELACIÓN A
LAS OBLIGACIONES CONTRAÍDAS POR EL GESTOR EN SU NOMBRE?

De acuerdo al Código Civil, el propietario es responsable de cumplir con todas


las obligaciones que el gestor haya contratado en su nombre. Esto implica
indemnizar al gestor por cualquier perjuicio que haya sufrido y reembolsarle
todos los gastos útiles o necesarios que haya realizado en su función,
incluyendo los intereses correspondientes desde la fecha en que se hayan
efectuado dichos gastos.
Asimismo, el propietario se encuentra obligado a cumplir con todas las
obligaciones derivadas de los actos de gestión realizados por el gestor, incluso
si estos actos fueron llevados a cabo en contra de la prohibición específica del
propietario de no realizar la gestión, esta responsabilidad persiste siempre y
cuando los actos realizados por el gestor no sean ilícitos.

¿CUÁL ES EL EFECTO DE LA RATIFICACIÓN DEL PROPIETARIO EN LA


GESTIÓN DE NEGOCIOS?

La ratificación se da cuando el dueño de un negocio aprueba la actividad que


una persona realizó en su nombre. Esto significa que, si el dueño del negocio
aprueba la gestión realizada por otra persona, la ratificación tendrá los mismos
efectos legales de un mandato, por consiguiente, la persona que realizó la
gestión puede ser considerada como si hubiera sido autorizada desde el
principio, incluso si pensaba que estaba realizando la gestión de su propio
negocio y no en representación del dueño del negocio.
Si deseas conversar con un abogado especializado en gestión de un negocio
ajeno, comunícate con uno de nuestros especialistas

14. ENRIQUECIMIENTO SIN CAUSA

El artículo 961 del Código Civil Boliviano establece que quien, sin justo motivo,
se enriquece en detrimento de otro está obligado, en proporción a su
enriquecimiento, a indemnizar a este por la correspondiente disminución
patrimonial.
El enriquecimiento ilegitimó o sin justo motivo es también conocido en la
doctrina como el enriquecimiento sin causa. Este instituto jurídico no ha tenido
mayor evolución jurisprudencial en Bolivia, por ello, pasa por ser
inadecuadamente aplicado, incomprendido e incluso obviado u omitido por los
actores del sistema judicial boliviano. En este artículo vamos a realizar algunas
referencias y precisiones que ayudaran a comprender mejor esta figura legal.

El artículo 961 del Código Civil Boliviano establece que quien, sin justo motivo,
se enriquece en detrimento de otro está obligado, en proporción a su
enriquecimiento, a indemnizar a este por la correspondiente disminución
patrimonial. De la lectura de esta Norma podemos Resaltar los siguientes
elementos que el legislador boliviano ha previsto para la comisión de esta
institución de enriquecimiento sin justo motivo, a saber:

1. Falta o ausencia de causa o motivo justo;


2. Un individuo favorecido cuyo patrimonio se incrementa injustamente; y
3. Un individuo perjudicado cuyo patrimonio decrece.
4. Enriquecimiento ilegitimó o sin justo motivo

EL ENRIQUECIMIENTO SIN JUSTA CAUSA EN LA DOCTRINA Y LA


JURISPRUDENCIA

El tratadista Raúl Romero Sandoval, en su libro Derecho de Obligaciones,


cita a la jurisprudencia francesa haciendo mención de ciertos requisitos
exigibles para que exista un enriquecimiento sin justa causa, entre los
cuales podemos mencionar el hecho de que el empobrecido no debe haber
incurrido en ninguna culpa que le pueda ser cuestionable, ni ha tenido que
haber obrado en su propio interés. Así mismo, el Enriquecimiento no debe
tener una causa legítima o una fuente regular de obligaciones. Se puede
considerar que existe una causa legítima o fuente regular cuando la misma
resulta de un acto jurídico válido, ya sea por la aplicación de una regla legal
o consuetudinaria.
En este orden de ideas, el enriquecimiento sin justa causa se refiere a la
obtención de un beneficio económico por parte de una persona a costa del
empobrecimiento del patrimonio de otra persona. Así pues, la doctrina y la
jurisprudencia han tenido en cuenta esta institución como una fuente
importante de obligaciones, y se analiza con frecuencia como un
cuasicontrato. Es decir, hechos voluntarios, no convencionales, lícitos, que
generan obligaciones.

Fortaleciendo la aproximación del cuasicontrato, la jurisprudencia española


ha determinado que no se considerará enriquecimiento injusto cuando,
entre las partes, exista una relación contractual que no ha sido invalidada.
En ese entendido, la idea de que este instituto se aplica estrictamente a
asuntos no vinculados a contratos previos es robusta, pues incluso en la
doctrina boliviana, el tratadista Carlos Morales Guillén aludiendo a la
denominación doctrinal de este instituto, explica que llamarlo
enriquecimiento “sin causa” tiene lógica, porque la causa en sí misma tiene
más sentido y más aplicación como fuente de obligaciones, que como,
requisito constitutivo del contrato

EJEMPLO DE ENRIQUECIMIENTO ILEGÍTIMO O SIN JUSTA CAUSA

Para ilustrar mejor la compresión del enriquecimiento ilegítimo en los


términos del artículo 961 del Código Civil boliviano, vamos a citar el
siguiente ejemplo:
 Un individuo “B” se ve beneficiado por un aluvión o corriente de agua y
barro que por la fuerza de la gravedad traslada materiales de
construcción de la propiedad del individuo “A”. El individuo “B” no ha
realizado acción alguna para adquirir legítimamente esos materiales de
construcción.
En este caso, el enriquecimiento sin causa se da porque existe un
desplazamiento de valores o materiales de construcción por parte de “A” en
favor de “B” de manera tal de que “A” se empobrece y “B” se enriquece. El
enriquecimiento de “B” no está justificado por una operación jurídica o por la
ley, lo cual automáticamente le da a “A” el derecho de entablar un juicio de
enriquecimiento sin causa a “B” si es que este no quiere devolverle los
materiales de construcción.

Si deseas conversar con un abogado especializado en casos de


Enriquecimiento ilegítimo o sin causa, comunícate con uno de nuestros
especialistas.

SISTEMA DE EVALUACIÓN.
La evaluación de los Estudiantes de la Universidad Tecnológica Boliviana es un
proceso sistemático y metódico que permite medir los niveles de aprendizaje
alcanzados por los estudiantes durante el proceso de enseñanza-aprendizaje,
en función de los objetivos propuestos por la carrera de DERECHO, cuyos
resultados conducen a la toma de decisiones en materia pedagógica.
La evaluación de los aprendizajes en la Universidad Tecnológica Boliviana se
caracteriza por ser:
1) Sistemática
2) De diagnóstico, al inicio de cada periodo.
3) Continua, formativa, progresiva y coherentemente planificada.
4) Sumativa.

El docente debe evaluar de forma objetiva el rendimiento que ha tenido cada


estudiante durante cada curso, por lo que se refiere tanto a la asimilación de
conocimientos como a la realización de los trabajos y/o prácticas. La
evaluación debe contemplar los siguientes puntos:

ETAPAS
SEGUNDO
PRIMER PARCIAL EXAMEN FINAL
PARCIAL

EVALUACIÓN

CUANTITATIVO 35 Puntos 35 Puntos 30 Puntos

CUALITATIVO  Asistencia.  Asistencia.  Investigación


 Trabajos  Trabajos de campo
Prácticos. Prácticos.
 Investigación de  Investigación de
 Examen
campo campo
 Examen  Examen
 Otros.  Otros.

La nota mínima de aprobación de las materias o asignaturas cursadas por el


estudiante es de cincuenta y un (51) puntos sobre cien (100).

METODOLOGÍA DEL PROCESO DE ENSEÑANZA Y APRENDIZAJE

El docente ofrece orientaciones para comprender los contenidos y realizar


actividades de aprendizaje negociadas (investigaciones; recogida y análisis de
datos; informes y análisis e interpretación crítica de investigaciones) siguiendo
materiales didácticos.

Cada estudiante, guiado por los materiales didácticos y por la bibliografía,


realiza las actividades individualmente o en equipo.

Las actividades se entregan y son revisadas por el docente

En clase el docente hace una valoración global de las actividades realizadas,


ofrece propuestas de mejora y pueden exponerse algunas actividades.

La metodología de estas tareas pretende ser activa y personalizada. Además,


se intentará que los conocimientos adquiridos tengan la mayor transferencia
posible, para que sean aplicables a datos provenientes de otras
investigaciones.
RECURSOS DIDÁCTICOS PARA LA ENSEÑANZA Y EL APRENDIZAJE.

Los Recursos didácticos que se emplearan para el desempeño de la presente


asignatura son:

Aula con capacidad adecuada


Equipo de Data-Display.
Equipo de Reproducción de Transparencias.
Laboratorio de Internet (Uso Inextenso).

BIBLIOGRAFÍA BÁSICA
 Código Civil comentado y conc..- MORALES Guillen Carlos

BIBLIOGRAFÍA COMPLEMENTARIA

 Derecho civil Obligaciones.- LUNA Yañez E. Alberto


 Código Civil – Gaceta Oficial de Bolivia

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