Nuevo Formulario Altagracia
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Nuevo Formulario Altagracia
Esta edición «ad experimentum» contiene los formularios propuestos para la Celebración Eucarística y la
Liturgia de las Horas en la Solemnidad de la Bienaventurada Virgen María de La Altagracia. Los textos aquí
presentados han sido recogidos, compilados y elaborados partiendo de la tradición litúrgica existente y la
religiosidad popular.
Las lecturas de la misa son tomadas de la traducción bíblica oficial utilizada en los Leccionarios aprobados
por la Conferencia Episcopal Española (2015) con las adaptaciones adecuadas al uso dominicano de la
lengua española o castellana.
Los salmos y los cánticos son tomados de la Liturgia de las Horas, edición típica aprobada por los epis-
copados de Colombia, Chile, México, Puerto Rico, Argentina, República Dominicana, y confirmada por la
Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos (2012).
2
21 de enero
MISA DE LA VIGILIA
Antífona de entrada
La Virgen concibió al Dios y hombre, Dios restituyó la paz, reconciliando en sí el cielo y la
tierra.
Se dice Gloria
Oración colecta
O H, Dios,
que por medio de la fecunda virginidad
de la bienaventurada Virgen María de La Altagracia
otorgaste al género humano el don de la redención,
concede a quienes la invocamos
como Madre y protectora en la tierra,
gozar perpetuamente de su feliz compañía en el cielo.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo
y es Dios por los siglos de los siglos.
3
PRIMERA LECTURA
Alégrate hija de Sión
A
LÉGRATE hija de Sión, grita de gozo Israel,
regocíjate y disfruta con todo tu ser, hija de Jerusalén.
El Señor ha revocado tu sentencia,
ha expulsado a tu enemigo.
El rey de Israel, el Señor, está en medio de ti,
no temas mal alguno.
Aquel día se dirá a Jerusalén:
«¡No temas! ¡Sión, no desfallezcas!».
El Señor tu Dios está en medio de ti, valiente y salvador;
se alegra y goza contigo, te renueva con su amor;
exulta y se alegra contigo como en día de fiesta.
Palabra de Dios.
U
N gran signo apareció en el cielo: una mujer vestida del sol, y la luna bajo sus pies y
una corona de doce estrellas sobre su cabeza; y está encinta, y grita con dolores de
parto y con el tormento de dar a luz.
Y apareció otro signo en el cielo: un gran dragón rojo que tiene siete cabezas y diez
cuernos, y sobre sus cabezas siete diademas, y su cola arrastra la tercera parte de las estrellas
del cielo y las arrojó sobre la tierra. Y el dragón se puso en pie ante la mujer que iba a dar a
luz, para devorar a su hijo en cuanto naciera.
Y dio a luz un hijo varón, el que ha de pastorear a todas las naciones con vara de hierro,
y fue arrebatado su hijo junto a Dios y junto a su trono; y la mujer huyó al desierto, donde
tiene un lugar preparado por Dios para ser alimentada mil doscientos sesenta días.
Y hubo un combate en el cielo: Miguel y sus ángeles combatieron contra el dragón, y
el dragón combatió, él y sus ángeles. Y no prevaleció y no quedó lugar para ellos en el cielo.
Y fue precipitado el gran dragón, la serpiente antigua, el llamado Diablo y Satanás, el que
engaña al mundo entero; fue precipitado a la tierra y sus ángeles fueron precipitados con él.
Y oí una gran voz en el cielo que decía:
–«Ahora se ha establecido la salvación y el poder y el reinado de nuestro Dios, y la
potestad de su Cristo; porque fue precipitado el acusador de nuestros hermanos, el que los
acusaba ante nuestro Dios día y noche. Ellos lo vencieron en virtud de la sangre del Cordero
y de la palabra del testimonio que habían dado, y no amaron tanto su vida que temieran la
muerte. Por eso, estén alegres, cielos, y los que habitan en ellos».
¡Ay de la tierra y del mar!, porque el Diablo ha bajado a ustedes, rebosando furor,
sabiendo que le queda ya poco tiempo. Y cuando vio el dragón que había sido precipitado
a la tierra, persiguió a la mujer que había dado a luz al hijo varón.
Y le fueron dadas a la mujer las dos alas de la gran águila, para que volara al desierto, a
su lugar, donde es alimentada un tiempo, y dos tiempos y medio tiempo, lejos de la presencia
de la serpiente. Y vomitó la serpiente de su boca, detrás de la mujer, agua como un río para
hacer que el río la arrastrara. Y la tierra ayudó a la mujer, y abrió la tierra su boca y se tragó
el río que había arrojado el dragón de su boca.
Y se llenó de ira el dragón contra la mujer, y se fue a hacer la guerra al resto de su
descendencia, los que guardan los mandamientos de Dios y mantienen el testimonio de
Jesús.
Palabra de Dios.
5
Aleluya
Dichosa eres, santa Virgen María, madre de la gracia y reina de misericordia; de ti nació
Cristo, nuestro Mediador y Salvador.
EVANGELIO
Bienaventurado el vientre que te llevó
E
N aquel tiempo, mientras Jesús hablaba a la multitud, aconteció que una mujer de entre
el gentío, levantando la voz, le dijo: «Bienaventurado el vientre que te llevó y los pechos
que te criaron». Pero él dijo: «Mejor, bienaventurados los que escuchan la palabra de
Dios y la cumplen».
Se dice Credo
A CEPTA, Padre,
los dones que tu pueblo te presenta,
para que por intercesión de santa María de La Altagracia,
eleven nuestro espíritu a los bienes del cielo
y nos otorguen la felicidad eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio
SANTA MARÍA, MEDIANERA DE TODAS LAS GRACIAS Y MODELO DE SANTIDAD
6
E
N verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación
darte gracias siempre y en todo lugar,
Señor, Padre Santo, Dios todopoderoso y eterno
por todas las grandes maravillas
que has realizado en la Virgen, Madre de tu Hijo.
7
MISA DEL DÍA
Se dice Gloria
Oración colecta
PRIMERA LECTURA
La virgen está encinta y da a luz un hijo
E
N aquellos días, el Señor volvió a hablar a Ajaz y le dijo:
–«Pide un signo al Señor, tu Dios: en lo hondo del abismo o en lo alto del cielo.»
Respondió Ajaz:
–«No lo pido, no quiero tentar al Señor.»
Entonces dijo Isaías:
–«Escucha, casa de David: ¿no les basta a ustedes cansar a los hombres, que cansan
incluso a mi Dios?
Pues el Señor, por su cuenta, les dará un signo: Miren: la virgen está encinta y da a luz un
hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel. Comerá requesón con miel, para que aprenda a
rechazar el mal y a escoger el bien.»
Palabra de Dios.
8
SALMO RESPONSORIAL Lc. 1, 46-55 R: 49
SEGUNDA LECTURA
Envió Dios a su Hijo, nacido de mujer
H
ERMANOS:
Mientras el heredero es menor de edad, en nada se diferencia de un esclavo siendo
como es dueño de todo, sino que está bajo tutores y administradores hasta la fecha
fijada por su padre. Lo mismo nosotros, cuando éramos menores de edad, estábamos
esclavizados bajo los elementos del mundo. Mas cuando llegó la plenitud del tiempo, envió
Dios a su Hijo, nacido de mujer, nacido bajo la ley, para rescatar a los que estaban bajo la
ley, para que recibiéramos la adopción filial. Como ustedes son hijos, Dios envió a nuestros
corazones el Espíritu de su Hijo, que clama: «¡Abba, Padre!». Así que ya no eres esclavo, sino
hijo; y si eres hijo, eres también heredero por voluntad de Dios.
Palabra de Dios.
9
Aleluya Lc. 1, 28. 30
Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo. No temas, María porque has encontrado
gracia ante Dios.
Año A
EVANGELIO
Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.
E
N aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada
Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de David;
el nombre de la virgen era María. El ángel, entrando en su presencia, dijo:
–«Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo».
Ella se turbó al oír estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquel. El ángel le dijo:
–«No temas, María porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y
darás a luz un hijo y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo,
el Señor Dios le dará el trono de David, su padre; reinará sobre la casa de Jacob para siempre,
y su reino no tendrá fin».
Y María dijo al ángel:
–«¿Cómo será eso, pues no conozco varón?».
El ángel le contestó:
–«El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso
el Santo que va a nacer será llamado Hijo de Dios. También tu pariente Isabel ha concebido
un hijo en su vejez, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para Dios nada
hay imposible».
María contestó:
–«He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra».
Y el ángel se retiró.
Palabra del Señor.
Año B
EVANGELIO
Entraron en la casa y vieron al niño con María, su madre
H
ABIENDO nacido Jesús en Belén de Judea en tiempos del rey Herodes, unos magos
de Oriente se presentaron en Jerusalén preguntando:
–«¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido? Porque hemos visto salir su estrella
y venimos a adorarlo».
10
Al enterarse el rey Herodes, se sobresaltó y toda Jerusalén con él; convocó a los sumos
sacerdotes y a los escribas del país, y les preguntó dónde tenía que nacer el Mesías. Ellos le
contestaron:
–«En Belén de Judea, porque así lo ha escrito el profeta: “Y tú, Belén, tierra de Judá, no
eres ni mucho menos la última de las poblaciones de Judá, pues de ti saldrá un jefe que
pastoreará a mi pueblo Israel”».
Entonces Herodes llamó en secreto a los magos para que le precisaran el tiempo en que
había aparecido la estrella, y los mandó a Belén, diciéndoles:
–«Vayan y averigüen cuidadosamente qué hay del niño y, cuando lo encuentren, avísenme,
para ir yo también a adorarlo».
Ellos, después de oír al rey, se pusieron en camino y, de pronto, la estrella que habían visto
salir comenzó a guiarlos hasta que vino a pararse encima de donde estaba el niño. Al ver
la estrella, se llenaron de inmensa alegría. Entraron en la casa, vieron al niño con María, su
madre, y cayendo de rodillas lo adoraron; después, abriendo sus cofres, le ofrecieron regalos:
oro, incienso y mirra. Y habiendo recibido en sueños un oráculo, para que no volvieran a
Herodes, se retiraron a su tierra por otro camino.
Año C
EVANGELIO
Encontraron a María, a José y al niño acostado en el pesebre
E
N aquel tiempo, los pastores se decían unos a otros:
–«Vayamos, pues, a Belén, y veamos lo que ha sucedido y que el Señor nos ha
comunicado».
Fueron corriendo y encontraron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre. Al verlo,
contaron lo que se les había dicho de aquel niño. Todos los que lo oían se admiraban de
lo que les habían dicho los pastores. María, por su parte, conservaba todas estas cosas,
meditándolas en su corazón. Y se volvieron los pastores dando gloria y alabanza a Dios por
todo lo que habían oído y visto, conforme a lo que se les había dicho.
Se dice Credo
11
Oración sobre las ofrendas
Prefacio
SANTA MARÍA, MADRE, REINA Y PROTECTORA
E
n verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación
darte gracias siempre y en todo lugar,
Señor, Padre Santo, Dios todopoderoso y eterno
por las obras admirables
que has hecho en santa María, la llena de gracia.
12
Ella, como Estrella de Oriente,
escogió como morada el naranjo florecido;
ahora guía y protege a los hijos de este pueblo,
para que avanzando en la vida de la gracia,
conserven la fe, la caridad y la esperanza.
Antífona de comunión Is 7, 14
Miren: la Virgen está encinta y da a luz un hijo, y le pondrá por nombre Enmanuel.
T E suplicamos, Señor,
que a cuantos hemos proclamado la muerte de tu Hijo
en este sacramento admirable,
merezcamos participar de su Reino y gloria,
junto con la bienaventurada Virgen María, llena de gracia.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
13
DÍA 21 DE ENERO
Solemnidad
I vísperas
HIMNO
Virgen santa tus hijos dichosos,
entonamos un himno en tu honor;
con fe viva y llenos de gozo
te ofrecemos fervorosos
nuestro amor y filial devoción.
14
Ant. 1. ¡Oh María de La Altagracia, libre de toda mancha y corrupción, por la
que vino al mundo el más hermoso de los hijos de los hombres!
Salmo 112
ALABADO SEA EL NOMBRE DEL SEÑOR
Derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes. (Lc 1, 52)
Gloria...
Ant. ¡Oh María de La Altagracia, libre de toda mancha y corrupción, por la que
vino al mundo el más hermoso de los hijos de los hombres!
15
Ant. 2. El Señor nos bendice por medio de ti, María.
Salmo 147
RESTAURACIÓN DE JERUSALÉN
Gloria...
Ant. 3. Es nuestro mayor consuelo, tener por Madre a la reina del cielo.
Cántico Ef 1, 3-10
EL PLAN DIVINO DE LA SALVACIÓN
Éste es el plan
que había proyectado realizar por Cristo
cuando llegase el momento culminante:
hacer que todas las cosas
tuviesen a Cristo por cabeza,
las del cielo y las de la tierra.
Gloria...
Ant. Es nuestro mayor consuelo, tener por Madre a la reina del cielo.
Sabemos que a los que aman a Dios todo les sirve para el bien: a los que ha
llamado conforme a su designio. A los que había escogido, Dios los predestinó a ser
imagen de su Hijo, para que él fuera el primogénito de muchos hermanos. A los que
predestinó, los llamó; a los que llamó, los justificó; a los que justificó, los glorificó.
17
RESPONSORIO BREVE
CÁNTICO EVANGÉLICO
PRECES
Proclamemos las grandezas de Dios Padre todopoderoso, que quiso que todas
las generaciones felicitaran a María, la Madre de su Hijo, y supliquémosle diciendo:
Tú que hiciste que María meditara tus palabras en su corazón y fuera tu sierva fiel,
– por su intercesión haz de nosotros siervos fieles y discípulos dóciles de tu Hijo.
Se pueden añadir algunas intenciones libres.
18
Tú que coronaste a María como reina del cielo,
– haz que los difuntos puedan alcanzar con todos los santos la felicidad de tu reino.
Oración
Oh, Dios, que por medio de la fecunda virginidad de la bienaventurada Virgen María de
La Altagracia otorgaste al género humano el don de la redención, concede a quienes
la invocamos como Madre y Protectora en la tierra, gozar perpetuamente de su feliz
compañía en el cielo. Por nuestro Señor Jesucristo.
invitatorio
oficio de lectura
HIMNO
Luna radiante, luna de enero,
dile a la Virgen que yo la quiero.
Salmo 23
Gloria...
Salmo 45
Gloria...
Salmo 86
Se dirá de Sión:
«Uno por uno todos han nacido en ella;
el Altísimo en persona la ha fundado.»
Gloria...
Ant. ¡Qué pregón tan glorioso para ti: la Palabra te ha concedido la gracia más
alta al hacerte su tienda!
PRIMERA LECTURA
Del libro de Ester 5, 1-3. 7, 3
Al tercer día, una vez acabada su oración, se despojó Ester de sus vestidos de
penitencia y se revistió de reina. Recobrada su espléndida belleza, invocó a Dios, que
vela sobre todos y los salva, y, tomando a dos siervas, se apoyó blandamente en una de
ellas, mientras la otra la seguía alzando el ruedo del vestido. Iba ella resplandeciente,
en el apogeo de su belleza, con rostro alegre como de una enamorada, aunque su
corazón estaba oprimido por la angustia. Franqueando todas las puertas, llegó hasta
la presencia del rey. Estaba el rey sentado en su trono real, revestido de las vestiduras
de las ceremonias públicas, cubierto de oro y piedras preciosas y con aspecto
verdaderamente impresionante.
22
Cuando levantó su rostro, resplandeciente de gloria, y vio que la reina Ester estaba
de pie en el atrio, lanzó una mirada tan colmada de ira que la reina se desvaneció;
perdió el color y apoyó la cabeza sobre la sierva que la precedía.
Mudó entonces Dios el corazón del rey en dulzura; angustiado, se precipitó del
trono y la tomó en sus brazos y, en tanto ella se recobraba, le dirigía dulces palabras,
diciendo:
– «¿Qué ocurre, Ester? Yo soy tu hermano, ten confianza. No morirás, pues mi
mandato alcanza sólo al común de las gentes. Acércate.»
Y, tomando el rey el cetro de oro, lo puso sobre el cuello de Ester, y la besó,
diciendo:
– «Háblame.» Ella respondió:
– «Te he visto, señor, como a un ángel de Dios y mi corazón se turbó ante el temor
de tu gloria. Porque eres admirable, señor, y tu rostro está lleno de dignidad.»
Y, diciendo esto, se desmayó de nuevo. El rey se turbó, y todos sus cortesanos
se esforzaron por reanimarla. El rey le preguntó:
– «¿Qué sucede, reina Ester? ¿Qué deseas? Incluso la mitad del reino te será
dada.»
Respondió la reina Ester:
– «Si he hallado gracia a tus ojos, ¡oh rey!, y si al rey le place, concédeme la vida
-éste es mi deseo- y la de mi pueblo -ésta es mi petición-».
Responsorio: Lc 1, 48-49. 50
Responsorio:
SEGUNDA LECTURA
De la homilía de san Juan Pablo II, papa, en el Santuario de Nuestra Señora de La
Altagracia
(Higüey, República Dominicana, 12 de octubre de 1992)
25
Responsorio: Ga. 4, 4; Cf. Jdt 13, 18e; 1S 1ad
Oración
Señor, Dios nuestro, que nos diste como Madre a la bienaventurada Virgen María,
Madre de tu Hijo, concédenos que, afianzándonos en tu amor y por la intercesión de
La Altagracia, caminemos siempre en una vida nueva, con el auxilio de su protección.
Por nuestro Señor Jesucristo.
laudes
HIMNO
Bajo el místico velo amoroso
de la Virgen que es Madre inmortal,
bendiciendo su amor venturoso
levantemos al cielo un altar.
28
Salmo 62, 2-9
Madruga por Dios todo el que rechaza las obras de las tinieblas.
En el lecho me acuerdo de ti
y velando medito en ti,
porque fuiste mi auxilio,
y a la sombra de tus alas canto con júbilo;
mi alma está unida a ti,
y tu diestra me sostiene.
Gloria...
Cántico Dn 3, 57-88. 56
Alaben al Señor sus siervos todos. (Ap 19, 5)
Creaturas todas del Señor, bendigan al Señor,
ensálcenlo con himnos por los siglos.
Ant. Tú, celestial princesa y morada de la Trinidad, alegría de los cielos y recreo
de los bienaventurados.
Ant. 3. Dichosa eres, María, fiel medianera entre Dios y los hombres, puerta de
la gracia y refugio de los pecadores.
Salmo 149
Los hijos de la Iglesia, nuevo pueblo de Dios,
se alegran en su Rey, Cristo, el Señor. (Hesiquio)
Ant. Dichosa eres, María, fiel medianera entre Dios y los hombres, puerta de la
gracia y refugio de los pecadores.
Miren: la virgen está encinta y da a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel.
Comerá requesón con miel, para que aprenda a rechazar el mal y a escoger el bien.
31
RESPONSORIO BREVE
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Alégrate María, llena de gracia, el Señor está contigo y te bendice entre todas
las mujeres de la tierra. Aleluya.
PRECES
Elevemos nuestras súplicas al Salvador, que quiso nacer de María Virgen para
liberarnos del pecado y de la muerte, y digámosle:
Maestro bueno, que en la manifestación de María en esta tierra nos has mostrado su
ejemplo de caridad y sencillez de corazón,
– ayúdanos a imitarla y a buscar siempre tu Reino.
Señor del cielo y de la tierra, tú que nos diste como Reina y Protectora a la que has
colocado a tu derecha,
– danos el gozo de tener parte en su gloria.
Oración
Señor, Dios nuestro, que nos diste como Madre a la bienaventurada Virgen María,
Madre de tu Hijo, concédenos que, afianzándonos en tu amor y por la intercesión de
La Altagracia, caminemos siempre en una vida nueva, con el auxilio de su protección.
Por nuestro Señor Jesucristo.
hora intermedia
TERCIA
En lugar del salmo 121, que se dice en las II Vísperas, puede tomarse el salmo 128.
Ant. El Espíritu Santo está sobre ti y el poder del Altísimo te cubre con su
sombra.
Era yo para ellos como quien levanta a un niño contra su mejilla, me inclinaba
hacia ellos para darles de comer.
SEXTA
33
V. Amada María, refugio perenne, Reina gloriosa de nuestro pueblo.
R. Intercede por nosotros ante el Señor.
NONA
Cuando se usa la salmodia complementaria, en lugar del salmo 126, que se dice en las II Vísperas,
puede tomarse el salmo 130.
Ant. Concebirás en tu seno y darás a luz un hijo que salvará a su pueblo de sus
pecados.
Y tú, Belén de Efratá, pequeña entre las aldeas de Judá, de ti voy a sacar al que ha
de gobernar Israel; sus orígenes son desde lo antiguo, de tiempos inmemoriales. Por
eso, los entregará hasta que dé a luz la que debe dar a luz, el resto de sus hermanos
volverá junto con los hijos de Israel.
II vísperas
HIMNO
34
Santa María tus fieles hijos,
en tu presencia queremos ser
y con tu ayuda, Madre querida,
procuraremos hacer el bien.
Salmo 121
LA CIUDAD SANTA DE JERUSALÉN
Se han acercado al monte de Sión,
ciudad del Dios vivo, Jerusalén del cielo. (Hb 12, 22)
35
Ant. 2. El Señor ha coronado a su sierva, ha cumplido la promesa en la que a sus
ojos fue grata.
Salmo 126
EL ESFUERZO HUMANO ES INÚTIL SIN DIOS
Son edificación de Dios. (1Co 3, 9)
Ant. 3. La que en el árbol del naranjo se manifestó, hoy nos muestra al Hijo, que
en árbol de la cruz nos redimió.
Cántico Ef 1, 3-10
EL PLAN DIVINO DE LA SALVACIÓN
Bendito sea Dios,
Padre de nuestro Señor Jesucristo,
que nos ha bendecido en la persona de Cristo
con toda clase de bienes espirituales y celestiales.
Él nos eligió en la persona de Cristo,
antes de crear el mundo,
para que fuésemos consagrados
e irreprochables ante él por el amor.
36
Él nos ha destinado en la persona de Cristo,
por pura iniciativa suya,
a ser sus hijos,
para que la gloria de su gracia,
que tan generosamente nos ha concedido
en su querido Hijo,
redunde en alabanza suya.
Por este Hijo, por su sangre,
hemos recibido la redención,
el perdón de los pecados.
El tesoro de su gracia, sabiduría y prudencia
ha sido un derroche para con nosotros,
dándonos a conocer el misterio de su voluntad.
Éste es el plan
que había proyectado realizar por Cristo
cuando llegase el momento culminante:
hacer que todas las cosas
tuviesen a Cristo por cabeza,
las del cielo y las de la tierra.
Gloria...
Ant. La que en el árbol del naranjo se manifestó, hoy nos muestra al Hijo, que en
árbol de la cruz nos redimió.
Cuando llegó la plenitud del tiempo, envió Dios a su Hijo, nacido de mujer,
nacido bajo la ley, para rescatar a los que estaban bajo la ley, para que recibiéramos
la adopción filial.
RESPONSORIO BREVE
37
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Bienaventurada la que recibió la gracia más alta concedida a creatura alguna, y
lo que le ha dicho el Señor se cumplirá. Aleluya.
PRECES
Proclamemos las grandezas de Dios Padre todopoderoso, que quiso que todas
las generaciones felicitaran a María, la Madre de su Hijo, y supliquémosle diciendo:
Tú que hiciste que María meditara tus palabras en su corazón y fuera tu sierva fiel,
– por su intercesión haz de nosotros siervos fieles y discípulos dóciles de tu Hijo.
Se pueden añadir algunas intenciones libres.
Oración
Señor, Dios nuestro, que nos diste como Madre a la bienaventurada Virgen María,
Madre de tu Hijo, concédenos que, afianzándonos en tu amor y por la intercesión de
La Altagracia, caminemos siempre en una vida nueva, con el auxilio de su protección.
Por nuestro Señor Jesucristo.
38