De Registros Obtenidos fraudulentamente/SUSPENSION O
De Registros Obtenidos fraudulentamente/SUSPENSION O
De Registros Obtenidos fraudulentamente/SUSPENSION O
Magistrado Sustanciador:
JORGE IGNACIO PRETELT CHALJUB
1. ANTECEDENTES
1.2. DEMANDA
1.3. INTERVENCIONES
1.3.1.2. Considera que en ningún momento debe entenderse que existe una
exclusión en la norma demandada, pues la efectividad de los derechos
de las víctimas está garantizada al otorgarle a la Fiscalía la
responsabilidad de ser la vocera de sus derechos, acorde a la estructura
del sistema acusatorio, sin que ello implique que las víctimas carezcan
de derechos de participación en el proceso penal, por cuanto el fiscal
interviene sin desplazar ni menos sustituir a la víctima.
1.3.2.3. Afirma que por considerarse los derechos de las víctimas como
fundamentales y con rango supraconstitucional se debe emitir un
10
1.3.6.2.Señala que la norma podría permitir que el sujeto activo del delito se
insolvente mientras se presenta el escrito de acusación en detrimento de
los derechos de las víctimas.
1.3.7.1.Afirma que se reúnen los requisitos para que se configure una omisión
legislativa relativa, pues es notorio que se está vulnerando la
participación de la víctima teniendo en cuenta que se limita solo al
fiscal la solicitud de la medida de suspensión del poder dispositivo de
los bienes, incurriéndose en una discriminación negativa pues la
víctima es el sujeto más legitimado para hacer valer sus derechos.
2.3. En tercer lugar, afirma que la razón que posibilita realizar una
diferenciación razonable es que el inciso primero solo admite la
intervención del Fiscal porque en esa etapa procesal no hay una víctima
en estricto sentido, sino más bien, una presunta víctima en tanto que no
necesariamente se ha probado una conducta delictiva y,
consecuentemente, no se ha probado que la misma ostente esa calidad.
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2.6. Aduce que si hay motivos fundados para creer que el título es espurio
pero todavía se presentan incertidumbres sobre tal condición, de tal
modo que no se ha diluido cualquier duda razonable, es posible decir
que, a diferencia de lo que sucede en el supuesto previsto en el inciso
2°, los derechos que se encuentran involucrados son del presunto
victimario o de terceros (no se ha probado que es fraudulento) y por eso
las cargas sobre tales derechos son menores: suspensión del poder de
disposición podrá ser solicitada únicamente por el fiscal.
3. CONSIDERACIONES
15
3.1. COMPETENCIA
14Sentencias de la Corte Constitucional C-005 de 1996, M.P. José Gregorio Hernández Galindo; C-346 de
1997, M.P. Antonio Barrera Carbonell; C-680 de 1998, M.P. Carlos Gaviria Díaz; C-742 de 1999, M.P. José
Gregorio Hernández; C-384 de 2000, M.P. Vladimiro Naranjo Mesa; C-803 de 2000, M.P. Eduardo Cifuentes
Muñoz; C-596 de 2000, M.P. Antonio Barrera Carbonell; C-1512 de 2000, M.P. Álvaro Tafur Galvis; C-1717
de 2000, M.P. Carlos Gaviria Díaz; C-1104 de 2001, M.P. Clara Inés Vargas Hernández; C-1104 de 2001, M.P.
Clara Inés Vargas Hernández; C-426 de 2002, M.P. Rodrigo Escobar Gil; C-316 de 2002, M.P. Marco Gerardo
Monroy Cabra; C-798 de 2003, M.P. Jaime Córdoba Triviño; C-204 de 2003, M.P. Álvaro Tafur Galvis; C-
1091 de 2003, M.P. Manuel José Cepeda Espinosa; C-899 de 2003, M.P. Marco Gerardo Monroy Cabra; C-
318 de 2003, M.P. Jaime Araujo Renteria; C-039 de 2004, M.P. Rodrigo Escobar Gil; C – 279 de 2013, M.P.
Jorge Ignacio Pretelt Chaljub.
15Sentencia de la Corte Constitucional C-927 de 2000, M.P. Alfredo Beltrán Sierra.
16
primacía del derecho sustancial (art. 228 C.P.), así como el ejercicio
más completo posible del derecho de acceso a la administración de
justicia (art. 229 C.P.), el debido proceso (art. 29 C.P) 24, el
cumplimiento del postulado de la buena fe de las actuaciones de los
particulares (CP art. 83)25 y el principio de imparcialidad26.
1999, M.P. Vladimiro Naranjo Mesa.): “‘la violación del debido proceso ocurriría no sólo
bajo el presupuesto de la omisión de la respectiva regla procesal o de la ineficacia de la
misma para alcanzar el propósito para el cual fue diseñada, sino especialmente en el evento
de que ésta aparezca excesiva y desproporcionada frente al resultado que se pretende
obtener con su utilización’”.
24 Sobre el particular se observó en la sentencia C-316 de 2001: “(…) Es así como la
eliminación de una institución procesal puede generar el desamparo de un derecho, cuando
quiera que el ordenamiento jurídico no ofrezca alternativas diferentes para protegerlo (…)”,
escenario en el que el control jurisdiccional de la Corte resulta definitivo. Pues, “excluida
del debate acerca de la pertinencia o impertinencia de los modelos procedimentales, la
Corte reclama su competencia cuando se trata de definir si el legislador ha hecho uso
ilegítimo de la autonomía de configuración que le confiere el constituyente. En esos
términos, el Tribunal determina si la potestad configurativa se ejerció respetando los
principios constitucionales y las garantías protegidas por el constituyente o si éstas han
quedado desamparadas por la decisión legislativa que se estudia”.
25Sentencia de la Corte Constitucional C-798 de 2003, M.P. Jaime Córdoba Triviño.
26Sentencias de la Corte Constitucional C-925 de 1999, M.P. Vladimiro Naranjo Mesa; C-
203 de 2011, M.P. Juan Carlos Henao Pérez; C – 279 de 2013, M.P. Jorge Ignacio Pretelt
Chaljub.
27Sentencia de la Corte Constitucional C-925 de 1999, M.P. Vladimiro Naranjo Mesa.
28Sentencia de la Corte Constitucional C-1512 de 2000, M.P. Álvaro Tafur Galvis.
29Sentencias de la Corte Constitucional C-728 de 2000, M.P. Eduardo Cifuentes Muñoz y C-1104 de 2001,
M.P. Clara Inés Vargas, entre otras.
30 Sentencia de la Corte Constitucional C-1512 de 2000, M.P. Álvaro Tafur Galvis.
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31Sentencias de la Corte Constitucional C-1104 de 2001, M.P. Clara Inés Vargas y C-1512
de 2000, M.P. Álvaro Tafur Galvis.
32Sentencia de la Corte Constitucional C-426 de 2002, M.P. Rodrigo Escobar Gil.
33Sentencias de la Corte Constitucional C-203 de 2011, M.P. Juan Carlos Henao Pérez y C
– 279 de 2013, M.P. Jorge Ignacio Pretelt Chaljub.
34 Sentencia de la Corte Constitucional C-1053 de 2012.
35 Sentencia de la Corte Constitucional C-555 de 1994, M.P. Eduardo Cifuentes Muñoz.
36Sentencia de la Corte Constitucional C-555 de 1994, M.P. Eduardo Cifuentes Muñoz:
“Las formas sustanciales de derecho público, se ha concluido, no pueden ser desechadas
por el Juez que pretende aplicar el principio de primacía de la relación laboral. Sin
embargo, la Corte Constitucional, al examinar la constitucionalidad de una norma legal, sí
es competente para pronunciarse sobre la exclusión de dichas formas, cuando ello acarrea,
frente a un supuesto de hecho similar, la configuración de un tratamiento discriminatorio.
Aquí la inexequibilidad derivaría de la conducta omisiva del Legislador que propicia la
desigualdad de trato y que consiste en no extender un determinado régimen legal a una
hipótesis material semejante a la que termina por ser única beneficiaria del mismo”.
37M.P. Carlos Gaviria Díaz.
38Sentencia de la Corte Constitucional C-543 de 1996, M.P. Carlos Gaviria Díaz.
19
47Sentencia de la Corte Constitucional C-185 de 2002, M.P. Rodrigo Escobar Gil: “Ahora bien, para efectos
de proceder al examen de constitucionalidad de una disposición jurídica, por haber incurrido el Congreso en
omisión legislativa relativa, la Corte ha considerado necesario el cumplimiento de ciertas condiciones, a
saber: (i) que exista una norma sobre la cual se predique necesariamente el cargo; (ii) que la misma excluya
de sus consecuencias jurídicas aquellos casos que, por ser asimilables, tenían que estar contenidos en el texto
normativo cuestionado, o que el precepto omita incluir un ingrediente o condición que, de acuerdo con la
Constitución, resulta esencial para armonizar el texto legal con los mandatos de la Carta; (iii) que la exclusión
de los casos o ingredientes carezca de un principio de razón suficiente; (iv) que la falta de justificación y
objetividad genere para los casos excluidos de la regulación legal una desigualdad negativa frente a los que se
encuentran amparados por las consecuencias de la norma; y (v) que la omisión sea el resultado del
incumplimiento de un deber específico impuesto por el constituyente al legislador.”
48Sentencia de la Corte Constitucional C-800 de 2005, M.P. Alfredo Beltrán Sierra.
49 Sentencia de la Corte Constitucional C-192 de 2006, M.P. Jaime Cordoba Triviño.
50 Sentencia de la Corte Constitucional C-192 de 2006, M.P. Jaime Córdoba Triviño.
51Sentencia de la Corte Constitucional C-891 A de 2006, M.P. Rodrigo Escobar Gil.
52Sentencia de la Corte Constitucional C-891A de 2006, M.P. Rodrigo Escobar Gil: “En
esta sentencia la Corte consideró que “Como se ha explicado, en el segmento demandado
del artículo 8º de la Ley 171 de 1961 reside una omisión legislativa de carácter relativo que
es inconstitucional, porque la actualización de la pensión sanción que viene exigida por los
artículos 48 y 53 de la Constitución no tiene en él una base textual. La acusación que la
actora formuló en contra del aparte demandado ha prosperado de manera autónoma, pues la
inconstitucionalidad de la omisión se ha establecido sin necesidad de recurrir a ningún otro
21
texto legal, luego la impugnación resultó apta y recayó sobre una proposición inteligible y
separable”.
53 Sentencia de la Corte Constitucional C-891A de 2006, M.P. Rodrigo Escobar Gil: “Más adelante la Corte
precisó que las omisiones legislativas de carácter relativo de las cuales puede conocer la Corte, por vía del
ejercicio ciudadano de la acción pública de inconstitucionalidad, no están limitadas a aquellos casos
relacionados con los derechos a la igualdad y al debido proceso, pues cuando la Corte mencionó estos
derechos lo hizo con la intención de “ilustrar dos situaciones en las cuales ellas se presentan con relativa
frecuencia”, mas no con el propósito de “restringir el ámbito de aplicación de la figura de las omisiones
legislativas relativas” y, en criterio de la Corte, eso explica que en la sentencia inicialmente citada se haya
estimado que también se presente una omisión legislativa relativa cuando “el legislador al regular o construir
una institución omite una condición o un ingrediente que, de acuerdo con la Constitución, sería exigencia
esencial para armonizar con ella”.
54 Sentencia de la Corte Constitucional C-891A de 2006, M.P. Rodrigo Escobar Gil.
55 Sentencia de la Corte Constitucional C-1043 de 2006, M.P. Rodrigo Escobar Gil.
56Sentencia de la Corte Constitucional C-1043 de 2006, M.P. Rodrigo Escobar Gil: “La
Corte ha considerado que para que quepa el examen de constitucionalidad de una
disposición jurídica, por haber incurrido el Congreso en omisión legislativa relativa, es
necesario el cumplimiento de las siguientes condiciones: “(i) que exista una norma sobre la
cual se predique necesariamente el cargo; (ii) que la misma excluya de sus consecuencias
jurídicas aquellos casos que, por ser asimilables, tenían que estar contenidos en el texto
normativo cuestionado, o que el precepto omita incluir un ingrediente o condición que, de
acuerdo con la Constitución, resulta esencial para armonizar el texto legal con los mandatos
de la Carta; (iii) que la exclusión de los casos o ingredientes carezca de un principio de
razón suficiente; (iv) que la falta de justificación y objetividad genere para los casos
excluidos de la regulación legal una desigualdad negativa frente a los que se encuentran
amparados por las consecuencias de la norma; y (v) que la omisión sea el resultado del
incumplimiento de un deber específico impuesto por el constituyente al legislador.”
22
68 Sentencia de la Corte Constitucional C-600 de 2011, M.P. María Victoria Calle Correa.
69 Sentencia de la Corte Constitucional C-600 de 2011, M.P. María Victoria Calle Correa.
70 Sentencia de la Corte Constitucional C-619 de 2011, M.P. Humberto Antonio Sierra
Porto.
25
71Sentencia de la Corte Constitucional C-619 de 2011, M.P. Humberto Antonio Sierra Porto: “Con todo, se
debe tener en cuenta también que la acción pública de inconstitucionalidad debe plantear de manera clara una
vulneración de la Constitución; por ello, la omisión debe presentar dos condiciones en el escrito de la demanda.
La primera, una argumentación que permita concluir que de la omisión se deriva directamente la vulneración de
normas constitucionales, por parte de las disposiciones que se acusan; y la segunda, que el vacío derivado de
ello puede ser llenado por la Corte Constitucional. Esto excluye la posibilidad de que por vía de acción pública
de inconstitucionalidad, se demanden normas que no vulneran la Constitución, sino que a juicio del demandante
ésta debió incluir regulaciones adicionales. Así como también, no se admite que por esta vía se proponga a la
Corte regular situaciones no consideradas por el legislador.
7.- De otro lado, la Corte ha declarado también, que no tiene competencia para conocer acerca de demandas
dirigidas en contra de omisiones legislativas absolutas. Para ello se considerado que “(i) no es
metodológicamente posible el examen de constitucionalidad en estos casos por la carencia de norma
susceptible de control, (ii) es indispensable que la demanda de inconstitucionalidad recaiga sobre un texto
real y no simplemente deducido por el actor o implícito, (iii) la declaración de inexequibilidad total o parcial
de una disposición legislativa requiere previamente definir si existe una oposición definitiva y verificable
entre lo que dispone el precepto acusado y lo que manda la Constitución. Finalmente, la ausencia de
regulación de una determinada materia no necesariamente puede ser objeto de reproche constitucional, ya
que los silencios del Legislador en determinados casos son expresiones de su voluntad.”.
72Sentencia de la Corte Constitucional C-619 de 2011, M.P. Humberto Antonio Sierra
Porto.
73 M.P. Jorge Ignacio Pretelt Chaljub.
26
74 ONU. “Declaración sobre los principios fundamentales de justicia para las víctimas de delitos y del abuso
de poder”, adoptada por la Asamblea General mediante Resolución 40/34, de 29 de noviembre de 1985.
Acceso a la justicia y trato justo. “4. Las víctimas serán tratadas con compasión y respeto por su dignidad.
Tendrán derecho al acceso a los mecanismos de la justicia y a una pronta reparación del daño que hayan
sufrido, según lo dispuesto en la legislación nacional. 5. Se establecerá y reforzarán, cuando sea necesario,
mecanismos judiciales y administrativos que permitan a las víctimas obtener reparación mediante
procedimientos oficiales u oficiosos que sean expeditos, justos, poco costosos y accesibles. Se informará a las
víctimas de sus derechos para obtener reparación mediante esos mecanismos. 6. Se facilitará la adecuación
de los procedimientos judiciales y administrativos a las necesidades de las víctimas: a) Informando a las
víctimas de su papel y del alcance, el desarrollo cronológico y la marcha de las actuaciones, así como de la
decisión de sus causas, especialmente cuando se trate de delitos graves y cuando hayan solicitado esa
información; b) Permitiendo que las opiniones y preocupaciones de las víctimas sean presentadas y
examinadas en etapas apropiadas de las actuaciones siempre que estén en juego sus intereses, sin perjuicio
del acusado y de acuerdo con el sistema nacional de justicia penal correspondiente; c) Prestando asistencia
apropiada a las víctimas durante todo el proceso judicial; d) Adoptando medidas para minimizar las
molestias causadas a las víctimas, proteger su intimidad, en caso necesario, y garantizar su seguridad, así
como la de sus familiares y la de los testigos en su favor, contra todo acto de intimidación y represalia; e)
Evitando demoras innecesarias en la resolución de las causas y en la ejecución de los mandamientos o
decretos que concedan indemnizaciones a las víctimas. 7. Se utilizarán, cuando proceda, mecanismos
oficiosos para la solución de controversias, incluidos la mediación, el arbitraje y las prácticas de justicia
consuetudinaria o autóctonas, a fin de facilitar la conciliación y la reparación en favor de las víctimas”.
27
Los recursos a que se refiere esta norma (i) deben estar a disposición de
toda persona y ser adecuados para que aun los sujetos especialmente
vulnerables puedan acceder a ellos; (ii) ser efectivos para reivindicar
los derechos fundamentales amparados por el Pacto, y (iii) garantizar
que las denuncias por violaciones de derechos sean investigadas de un
modo rápido, detallado y efectivo por órganos independientes e
75“Artículo 25. Protección Judicial. 1. Toda persona tiene derecho a un recurso sencillo y rápido o
a cualquier otro recurso efectivo ante los jueces o tribunales competentes, que la ampare contra actos
que violen sus derechos fundamentales reconocidos por la Constitución, la ley o la presente
Convención, aun cuando tal violación sea cometida por personas que actúen en ejercicio de sus
funciones oficiales.
2. Los Estados partes se comprometen:
a. ) a garantizar que la autoridad competente prevista por el sistema legal del Estado decidirá sobre
los derechos de toda persona que interponga tal recurso;
b.) a desarrollar las posibilidades de recurso judicial, y
c.) a garantizar el cumplimiento, por las autoridades competentes, de toda decisión en que
se haya estimado procedente el recurso”.
76Sentencias de la Corte Constitucional C-370 de 2006, M.P. Manuel José Cepeda Espinosa, Jaime Córdoba
Triviño, Rodrigo Escobar Gil, Marco Gerardo Monroy Cabra, Álvaro Tafur Galvis, Clara Inés Vargas
Hernández.
28
77Sentencia de la Corte Constitucional C-370 de 2006, M.P. Manuel José Cepeda Espinosa, Jaime Córdoba
Triviño, Rodrigo Escobar Gil, Marco Gerardo Monroy Cabra, Álvaro Tafur Galvis, Clara Inés Vargas
Hernández.
78 ONU. Adoptada por la Asamblea General en 1984, aprobada mediante la Ley 70 de 1986.
79 OEA. Adoptada por la Asamblea General en Cartagena de Indias en 1985, aprobada mediante la Ley 406
de 1997, declarada exequible mediante la Sentencia C-351 de 1998, M.P Fabio Morón Díaz.
80 Al respecto ver los artículos 8 y 9 de la Convención Interamericana para Prevenir y Sancionar la Tortura y
los artículos 4. 5 y 6 de la Convención contra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanas o
Degradantes. Sentencia C-370 de 2006, M.P. Manuel José Cepeda Espinosa, Jaime Córdoba Triviño Rodrigo
Escobar Gil, Marco Gerardo Monroy Cabra, Álvaro Tafur Galvis, Clara Inés Vargas Hernández.
81Sentencia de la Corte Constitucional C-370 de 2006, M.P. Manuel José Cepeda Espinosa, Jaime Córdoba
Triviño, Rodrigo Escobar Gil, Marco Gerardo Monroy Cabra, Álvaro Tafur Galvis, Clara Inés Vargas
Hernández.
82 ONU. Adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en diciembre de 1948,
aprobada por Colombia mediante la Ley 28 de 1959.
83Sentencia de la Corte Constitucional C-370 de 2006, M.P. Manuel José Cepeda Espinosa, Jaime Córdoba
Triviño, Rodrigo Escobar Gil, Marco Gerardo Monroy Cabra, Álvaro Tafur Galvis, Clara Inés Vargas
Hernández.
29
artículo 137 de la Ley 600 de 2000, en el entendido de que la parte civil tiene derecho al resarcimiento, a la
verdad y a la justicia en los términos de la presente sentencia. Así mismo, declarar EXEQUIBLES, en
relación con los cargos estudiados, los incisos segundo y tercero del artículo 137 de la Ley 600 de 2000, salvo
la expresión “en forma prevalente y desplazar la constituida por las entidades mencionadas”, contenida en el
inciso segundo, que se declara inexequible. Segundo.- Declarar EXEQUIBLE el artículo 30 de la Ley 600 de
2000, en relación con los cargos estudiados, en el entendido de que las víctimas o los perjudicados, una vez se
hayan constituido en parte civil, pueden acceder directamente al expediente. Tercero.- Declarar EXEQUIBLE
el artículo 47 de la Ley 600 de 2000, en relación con los cargos estudiados, salvo la expresión “a partir de la
resolución de apertura de instrucción” que se declara INEXEQUIBLE.
95 Sentencia de la Corte Constitucional C-1033 de 2006, M.P. Álvaro Tafur Galvis.
96 Sentencia de la Corte Constitucional C-282 de 2002, M.P. Manuel José Cepeda
Espinosa.
97 Sentencia de la Corte Constitucional C-004 de 2003, M.P. Eduardo Montealegre Lynett.
98Sentencia de la Corte Constitucional C-370 de 2006, M.P. Manuel José Cepeda Espinosa,
Jaime Córdoba Triviño Rodrigo Escobar Gil, Marco Gerardo Monroy Cabra, Álvaro Tafur
Galvis, Clara Inés Vargas Hernández
34
104 Sentencia de la Corte Constitucional, C-715 de 2002, M.P. Luis Ernesto Vargas Silva.
105 Sentencia de la Corte Constitucional, C-099 de 2013, M.P. María Victoria Calle Correa.
36
107 Sentencia de la Corte Constitucional C-370 de 2006. M.P. Manuel José Cepeda
Espinosa, Jaime Córdoba Triviño Rodrigo Escobar Gil, Marco Gerardo Monroy Cabra,
Álvaro Tafur Galvis, Clara Inés Vargas Hernández.
108 Sentencias de la Corte Constitucional C-209 de 2007, M.P. Manuel José Cepeda
Espinosa; C-871 de 2003, M.P. Clara Inés Vargas Hernández; C-1033 de 2006, M.P: Álvaro
Tafur Galvis.
109 Sentencia de la Corte Constitucional C-454 de 2006. M.P. Jaime Córdoba Triviño; C-936 de 2010, M.P.
Luis Ernesto Vargas Silva; C-260 de 2011, M.P. Jorge Iván Palacio Palacio.
38
110 Sentencia de la Corte Constitucional C-715 de 2012, M.P. Luis Ernesto Vargas Silva.
111 Sentencia de la Corte Constitucional C-099 de 2013, M.P. María Victoria Calle Correa.
39
112 ONU, Comisión de Derechos Humanos. Conjunto de principios para la protección y la promoción de los
derechos humanos mediante la lucha contra la impunidad. Doc. E/CN.4/ Sub.2/1997/20/rev.1, Art. 33. Ver
también ONU. Comisión de Derechos Humanos. Conjunto de principios actualizado para la protección y la
promoción de los derechos humanos mediante la lucha contra la impunidad. Informe de Diane Orentlicher,
experta independiente encargada de actualizar el conjunto de principios para la lucha contra la impunidad. (8
de febrero de 2005) E/CN.4/2005/102/Add.1.
41
113 Sobre las fuentes de derecho internacional de los derechos humanos en las que se hallan bases para el
reconocimiento, establecimiento e interpretación de los derechos y garantías para las víctimas de violaciones,
se encuentra, según reiterada jurisprudencia (vrg. Sentencia C-916 de 2002), el derecho de acceso a los
tribunales para hacer valer los derechos mediante los recursos ágiles y efectivos (art. 18 de la Declaración
Americana de Derechos del Hombre, 8 de la Declaración Universal de Derechos Humanos y el 25 de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos); el artículo 63.1 de la Convención Americana sobre
Derechos Humanos, relacionado con el poder de la Corte IDH para garantizar a la víctima de violación de los
derechos de la Convención, entre otras, “el pago de una justa indemnización a la parte lesionada”;
Declaración sobre los principios fundamentales de justicia para las víctimas de delitos y del abuso de poder,
adoptada por la Asamblea General en su Resolución 40/34 de 29 de noviembre de 1985, Observación General
No. 31, Comentarios generales adoptados por el Comité de los Derechos Humanos, La índole de la obligación
jurídica general impuesta, 80º período de sesiones, U.N. Doc. HRI/GEN/1/Rev.7 at 225 (2004). Resolución
60/147 aprobada por la Asamblea General el 16 de diciembre de 2005, mediante la cual se adoptan los
Principios y directrices básicos sobre el derecho de las víctimas de violaciones manifiestas de las normas
internacionales de derechos humanos y de violaciones graves del derecho internacional humanitario a
interponer recursos y obtener reparaciones.
Sentencia de la Corte Constitucional C-409 de 2009, M.P. Juan Carlos Henao Pérez.
114En relación con la amplitud del concepto reparación integral del daño causado por el
delito, pueden consultarse, entre otras, las sentencias C-805 de 2002 y C-916 de 2002. En
cuanto al fundamento constitucional del derecho a la reparación de las víctimas, véanse las
sentencias de la Corte Constitucional C-570 de 2003, M.P. Marco Gerardo Monroy Cabra;
C-899 de 2003, M.P. Marco Gerardo Monroy Cabra, C-805 de 2002, M.P. Manuel José
Cepeda Espinosa y Eduardo Montealegre Lynett.
42
115Al respecto, puede verse la sentencia C-228 de 2002. M.P. Manuel José Cepeda
Espinosa y Eduardo Montealegre Lynett; C-210 de 2007, M.P. Marco Gerardo Monroy
Cabra.
116 Ver ONU. Relator Especial sobre la promoción de la verdad, la justicia, la reparación y
las garantías de no repetición y Resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas
60/147 de 2005, “Principios y directrices básicos, sobre el derecho de las víctimas de
violaciones manifiestas de las normas internacionales de derechos humanos y de
violaciones graves del derecho internacional humanitario a interponer recursos y obtener
reparaciones”.
117Sentencia de la Corte Constitucional C-454 de 2006, M.P: Jaime Córdoba Triviño: “El derecho de
reparación, conforme al derecho internacional contemporáneo también presenta una dimensión individual y
otra colectiva. Desde su dimensión individual abarca todos los daños y perjuicios sufridos por la víctima, y
comprende la adopción de medidas individuales relativas al derecho de (i) restitución, (ii) indemnización,
(iii) rehabilitación, (iv) satisfacción y (v) garantía de no repetición. En su dimensión colectiva, involucra
medidas de satisfacción de alcance general como la adopción de medidas encaminadas a restaurar,
indemnizar o readaptar los derechos de las colectividades o comunidades directamente afectadas por las
violaciones ocurridas.
La integralidad de la reparación comporta la adopción de todas las medidas necesarias tendientes a hacer
desaparecer los efectos de las violaciones cometidas, y a devolver a la víctima al estado en que se encontraba
antes de la violación.”
43
121 Ver la Declaración sobre la Eliminación de la Violencia contra la Mujer el art. 4.f.
122 Ver Corte IDH. Caso Velásquez Rodríguez Vs. Honduras, sentencia del 29 de julio de
1988. Párr. 175. De forma similar, el art. 4.f de la Declaración sobre la Eliminación de la
Violencia contra la Mujer dispone que los estados deben “[e]laborar, con carácter general,
enfoques de tipo preventivo y todas las medidas de índole jurídica, política, administrativa
y cultural que puedan fomentar la protección de la mujer contra toda forma de violencia”.
Sobre la obligación de adoptar medidas de prevención en distintos ámbitos de los derechos
humanos, consultar: arts. 7.d y 8 de la Convención de Belem do Pará; Asamblea General de
las Naciones Unidas, A/RES/52/86 “Medidas de prevención del delito y de justicia penal
para la eliminación de la violencia contra la mujer”, 2 de febrero de 1998; Comisión
Interamericana de Derechos Humanos, CIDH, informe “Acceso a la justicia para las
mujeres víctimas de violencia en las Américas”, OEA/Ser.L/V/II. Doc. 68, 20 enero 2007;
123 Organización de las Naciones Unidas ONU, “La violencia contra la mujer en la familia”: Informe de la
Sra. Radhika Coomaraswamy, Relatora Especial sobre la violencia contra la mujer, presentado de
conformidad con la resolución 1995/85 de la Comisión de Derechos Humanos, UN Doc. E/CN.4/1999/68, 10
de marzo de 1999, párr. 25. Cita tomada en Corte IDH, caso González y otras (Campo Algodonero) vs.
México, sentencia del 16 de noviembre de 2009.
124 Por ejemplo, en el Sistema Universal de Protección de los Derechos Humanos el art.
3.a de la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la
mujer, CEDAW, dispone que los Estados deben adoptar medidas para “a) Modificar los
patrones socioculturales de conducta de hombres y mujeres, con miras a alcanzar la
eliminación de los prejuicios y las prácticas consuetudinarias y de cualquier otra índole
que estén basados en la idea de la inferioridad o superioridad de cualquiera de los sexos o
en funciones estereotipadas de hombres y mujeres”.
125 Ver Corte IDH, caso González y otras (Campo Algodonero) vs. México sentencia del
16 de noviembre de 2009. Párr. 258.
126 Por ejemplo, el artículo 4.h de la Declaración sobre la Eliminación de la Violencia
contra la Mujer resalta la importancia de destinar suficientes recursos para prevenir y
eliminar la violencia contra la mujer.
47
127 Ver ONU. Comité de los Derechos del Niño, Convención de los Derechos del Niño,
Observación General 13 relativa al “Derecho del niño de no ser objeto de ninguna forma de
violencia” (18 de abril de 2011).
128 Ver Corte IDH, caso González y otras (Campo Algodonero) vs. México, sentencia del
16 de noviembre de 2009. Párr. 258.
48
133 Sentencia de la Corte Constitucional C-454 de 2006, M.P. Jaime Córdoba Triviño. 46.
Así las cosas, los fundamentos constitucionales de los derechos de las víctimas, así como
los pronunciamientos que sobre la ley 906 de 2004 ha realizado la Corte, permiten afirmar
que la víctima ocupa un papel protagónico en el proceso, que no depende del calificativo
que se le atribuya (como parte o interviniente), en tanto que se trata de un proceso con sus
propias especificidades, en el que los derechos de los sujetos que intervienen están
predeterminados por los preceptos constitucionales, las fuentes internacionales acogidas
por el orden interno y la jurisprudencia constitucional. El alcance de los derechos de las
víctimas deben interpretarse dentro de este marco.
134 Sentencia de la Corte Constitucional C-822 de 2005. M.P. Manuel José Cepeda
Espinosa.
135 Sentencia de la Corte Constitucional C-822 de 2005. M.P. Manuel José Cepeda
Espinosa. Encuentra la Corte que esta restricción a la autonomía de la víctima es
inconstitucional, porque desvaloriza el consentimiento de la víctima y la expone a una
doble victimización. Esta restricción, tal como ha sido establecida en la norma bajo estudio,
parece excluir la posibilidad de que el juez niegue la práctica de la medida y conduce a que
frente a la oposición de la víctima, al juez de control de garantías no le quede otra
alternativa que fijar las condiciones para su práctica. Por lo anterior, la Corte declarará
51
inexequible la expresión “para que fije los condicionamientos dentro de los cuales debe
efectuarse la inspección”, contenida en el inciso segundo del artículo 250 de la Ley 906 de
2004.
136 Sentencia de la Corte Constitucional C-209 de 2007. M.P. Manuel José Cepeda
Espinosa.
52
137 Sentencia de la Corte Constitucional C- 210 de 2007. M.P. Marco Gerardo Monroy
Cabra.
53
Así mismo, recordó que los derechos de las víctimas estaban fundados
en el concepto dignidad humana, en el deber de las autoridades públicas
de proteger la vida, honra y bienes de los residentes y de garantizar la
plena efectividad de sus derechos, en el principio de participación e
intervención en las decisiones que los afectan, en el deber estatal de
protección, asistencia, reparación integral y restablecimiento de los
derechos de las víctimas, y en el derecho de acceso a los tribunales para
hacer valer los derechos139.
138 Sentencia de la Corte Constitucional C- 210 de 2007. M.P. Marco Gerardo Monroy
Cabra. “En la configuración de las etapas del proceso penal, los derechos de las víctimas
tienen relevancia constitucional y, por consiguiente, el legislador debe respetar principios
básicos de defensa, contradicción y protección a las víctimas del delito para que, entre
otros asuntos, se garantice el derecho a la indemnización integral del daño. En otras
palabras, la libertad legislativa para diseñar el proceso penal no puede ser tan amplia que
afecte o restrinja irrazonablemente los derechos de los perjudicados por el hecho punible
que corresponde investigar al Estado”.
139 Sentencia de la Corte Constitucional C- 210 de 2007. M.P. Marco Gerardo Monroy
Cabra. En efecto, como lo ha dicho en múltiples oportunidades esta Corporación[10], el
derecho constitucional a la reparación integral de las víctimas no sólo tiene fundamento
expreso en los artículos 1º, 2º y 250 de la Constitución, sino también en varias normas del
derecho internacional que hacen parte del bloque de constitucionalidad y, por consiguiente,
resultan vinculantes en nuestro ordenamiento jurídico. Así, entonces, dijo la Corte, que la
petición de reparación del daño causado surge: i) del concepto mismo de dignidad humana
que busca reestablecer a las víctimas las condiciones anteriores al hecho ilícito (artículo 1º
superior), ii) del deber de las autoridades públicas de proteger la vida, honra y bienes de los
residentes y de garantizar la plena efectividad de sus derechos (artículo 2º de la Carta), iii)
del principio de participación e intervención en las decisiones que los afectan (artículo 2º de
la Constitución), iv) de la consagración expresa del deber estatal de protección, asistencia,
reparación integral y restablecimiento de los derechos de las víctimas (artículo 250,
numerales 6º y 7º, idem) y, v) del derecho de acceso a los tribunales para hacer valer los
derechos, mediante los recursos ágiles y efectivos (artículos 229 de la Constitución, 18 de
la Declaración Americana de Derechos del Hombre, 8 de la Declaración Universal de
Derechos Humanos y 8 de la Convención Americana de Derechos Humanos[11].
140 Sentencia de la Corte Constitucional C- 210 de 2007. M.P. Marco Gerardo Monroy
Cabra. “Cómo es fácil deducir de la simple lectura del artículo 92 del Código de
Procedimiento Penal, la solicitud de medidas cautelares sobre bienes del imputado,
consistentes en la aprehensión material de bienes para sacarlos del comercio, está dirigida
a lograr la eficacia de la eventual sentencia penal que condene al pago de una suma de
dinero y la indemnización de perjuicios causados a las víctimas del delito. De hecho, no se
trata de imponer una sanción o una pena a quienes no han sido declarados penalmente
54
En esta sentencia, se afirmó que los derechos de las víctimas dentro del
proceso penal tienen una importancia cardinal y no se agotan en la mera
reparación económica de los perjuicios irrogados con la conducta
punible, pues además de la reparación que debe ser integral, se agregan
la posibilidad de conocer la verdad acerca de lo sucedido y que se haga
151 Sentencia de la Corte Constitucional C-409 de 2009. M.P. Juan Carlos Henao Pérez.
152 Sentencia de la Corte Constitucional C-936 de 2010. M.P. Luis Ernesto Vargas Silva.
153 Sentencia de la Corte Constitucional C-260 de 2011. M.P. Jorge Iván Palacio Palacio.
60
154 Sentencia de la Corte Constitucional. C-782 de 2012. M.P. Luis Ernesto Vargas Silva.
155 Sentencia de la Corte Constitucional. C-782 de 2012. M.P. Luis Ernesto Vargas Silva.
Sentencia C-209 de 2007, M.P. Manuel José Cepeda Espinosa. Reiteración en la Sentencia
61
2000, sino que debe ser compatible con los rasgos estructurales y las
características esenciales del nuevo sistema procesal.
158 Corte Suprema de Justicia, Sala Plena, Sentencia del 3 de diciembre de 1987. "Se trata
de una forma de resarcimiento del daño que tiende a restablecer el quebranto que
experimenta la víctima del hecho punible mediante la restitución originaria de los bienes
objeto material del delito. Pero la orden del juez penal y su ejecución no agotan el deber
indemnizatorio del procesado de quien puede exigirse el pleno resarcimiento del daño en el
proceso penal mediante la constitución de parte civil, o en proceso civil una vez decidida la
responsabilidad penal” (M.P. Dr. Jairo Duque Pérez).
159ARTICULO 61.
160 Sentencia de la Corte Constitucional. C-245 de 1993. M.P. Fabio Morón Díaz.
64
Al respecto, se señaló que esta medida tiene por objeto “la restitución
de los bienes objeto del hecho punible al estado anterior, cuando la
adquisición de ellos, y aún por un tercero, sea producto del ilícito”. En
este sentido, la Corte Constitucional consideró que la norma es
constitucional, pues la Carta Política no extiende la protección que se
establece en favor de la propiedad privada y demás derechos adquiridos
en el artículo 58 a los bienes y derechos que no sean adquiridos con
justo título y de conformidad con las leyes civiles161. Así mismo, se
afirmó que esta medida también tiene por objeto proteger la legalidad de
la función registral en los términos de su valor jurídico y de su
importancia social, así como amparar penalmente los privilegios que
incorpora la definición legal de los títulos valores162.
3.7.1.7.El inciso segundo de esta norma fue demandado al señalarse que limita
la posibilidad de cancelar los títulos y registros apócrifos a los casos en
que se logra proferir sentencia condenatoria, estableciendo una
distinción inaceptable entre las posibles víctimas de delitos que
involucran la falsificación de títulos de propiedad.
3.7.2.1.En primer lugar, se requiere que exista una norma sobre la cual se
predique necesariamente el cargo, requisito cumplido claramente por
el inciso primero del artículo 101 de la Ley 906 de 2004.
168 Sentencia de la Corte Constitucional C-1154 de 2005, M.P. Manuel José Cepeda
Espinosa.
169 Sentencia de la Corte Constitucional C-454 de 2006, M.P. Jaime Córdoba Triviño.
170 Sentencia de la Corte Constitucional C-209 de 2007. M.P. Manuel José Cepeda
Espinosa.
171 Sentencia de la Corte Constitucional C-209 de 2007. M.P. Manuel José Cepeda
Espinosa.
172 Sentencia de la Corte Constitucional C-209 de 2007. M.P. Manuel José Cepeda
Espinosa.
173 Sentencia de la Corte Constitucional C-209 de 2007. M.P. Manuel José Cepeda
Espinosa.
174 Sentencia de la Corte Constitucional C-209 de 2007. M.P. Manuel José Cepeda
Espinosa.
175 Sentencia de la Corte Constitucional C-209 de 2007. M.P. Manuel José Cepeda
Espinosa.
176 Sentencia de la Corte Constitucional C-209 de 2007. M.P. Manuel José Cepeda
Espinosa.
177 Sentencia de la Corte Constitucional C-209 de 2007. M.P. Manuel José Cepeda
Espinosa.
178 Sentencia de la Corte Constitucional C-516 de 2007. M.P. Jaime Córdoba Triviño.
69
sobre los bienes afectados con fines de comiso 179 y; xiii) ser oídas en
la etapa de individualización de la pena y la sentencia 180, entre otras.
179 Sentencia de la Corte Constitucional. C-782 de 2012. M.P. Luis Ernesto Vargas Silva.
180 Sentencia de la Corte Constitucional. C-250 de 2011. M.P. Mauricio González Cuervo.
181 Sentencia de la Corte Constitucional. C-782 de 2012. M.P. Luis Ernesto Vargas Silva. “En la medida en
que la competencia atribuida al legislador para desarrollar la intervención de la víctima, está supeditada a la
estructura del proceso acusatorio (investigación, imputación, acusación, juzgamiento, sentencia, incidente de
reparación integral), su lógica propia y la proyección de la misma en cada etapa, la Corte ha señalado que en
tanto el constituyente sólo precisó respecto de la etapa del juicio, sus características, enfatizando su carácter
adversarial, rasgo que implica una confrontación entre acusado y acusador, debe entenderse que la posibilidad
de actuación directa y separada de la víctima al margen del fiscal, es mayor en las etapas previas o
posteriores al juicio, y menor en la etapa del juicio”.
70
182 ROXIN, Claus: Derecho procesal penal, Editores del Puerto s.r.l., Buenos Aires, 2000,
86; BINDER, Introducción al derecho procesal penal, Ad. Hoc., Buenos Aires, 2000, 240 y
241; AMBOS, Kai: El Principio Acusatorio y el Proceso Acusatorio, en: BACHMAIER,
Lorena: Proceso Penal y Sistemas Acusatorios, Marcial Pons, 2008, 49; MAIER, Julio:
Derecho Procesal Penal Argentino, Hammurabi, Buenos Aires, 1989, 20 y ss.;
ILLUMINATTI, Giulio: El Sistema Acusatorio en Italia, en: BACHMAIER, Lorena:
Proceso Penal y Sistemas Acusatorios, Marcial Pons, 2008, 49, 137 y ss.
183 Sentencias de la Corte Constitucional C-873 de 2003, MP. Manuel José Cepeda
Espinosa. Ello se ve confirmado por lo dicho en el Informe de Ponencia para segundo
debate en la segunda vuelta del proyecto de Acto Legislativo, en los siguientes términos:
“Los temas originales y centrales de la reforma tienen que ver con el cambio de funciones
de la Fiscalía General de la Nación… El proyecto propone el ajuste del juzgamiento penal
a los cánones internacionales de derechos humanos, a los cuales Colombia se ha
comprometido a través de la suscripción y ratificación de los instrumentos internacionales
que a ellos obligan, entre otros, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos de
1966 y el Pacto de San José de Costa Rica de 1969. Igualmente, la adopción el sistema que
se pretende acoger con esta reforma, que es un proceso de partes, controversial o
contradictorio, simplemente aspira a colocarse al nivel de los estándares internacionales,
toda vez que ha sido adoptado por la Corte Penal Internacional, recientemente acogido
por nuestro país”.
184 Sentencia de la Corte Constitucional C-454 de 2006, M.P. Jaime Córdoba Triviño.
185 Sentencias de la Corte Constitucional C-591 de 2005, M.P. Clara Inés Vargas Hernández; C-186 de 2008
M.P. Nilson Pinilla Pinilla y C-025 de 2010, M.P. Humberto Antonio Sierra Porto.
71
186 Sentencias de la Corte Constitucional C-025 de 2010, M.P. Humberto Antonio Sierra
Porto y C-536 de 2008, M.P. Jaime Araujo Rentería.
187 Sentencia de la Corte Constitucional C-536 de 2008, M.P. Jaime Araujo Rentería.
73
4. DECISIÓN
RESUELVE: