El Desarrollo de Las Pandillas y Su Impacto Social y Politico en La Republica de Haiti

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MINISTERIO DE RELACIONES EXTERIORES

Instituto de Educación Superior en


Formación Diplomática y Consular
Dr. Eduardo Latorre
INESDYC

Vicerrectoría Académica
Departamento de Posgrado / Educación Virtual

MAESTRIA EN DIPLOMACIA Y SERVICIO CONSULAR

V COHORTE
2023-2025

EL DESARROLLO DE LAS PANDILLAS Y SU IMPACTO


SOCIAL Y POLÍTICO EN LA REPÚBLICA DE HAITÍ
Trabajo Final del curso
Relaciones Domínico-Haitianas

Profesor
Mtro. Giovanni Báez Auffant

Maestrante
Lic. Eduardo I. León Duarte
MDC-2023-0023

Octubre de 2023
Santo Domingo, Rep. Dominicana
I. Introducción

La historia reciente de la República de Haití se ha caracterizado por el constante


conflicto social y la violencia derivada de la inestabilidad política, la pobreza generalizada,
la falta de acceso a los servicios básicos, el desempleo, la inoperancia de las instituciones y
el narcotráfico. Finalizada la dictadura duvalierista en 1986, Haití no logró consolidar una
democracia efectiva y, salvo René Préval (2006-2011), los subsecuentes gobernantes fueron
incapaces de realizar una entrega de mando constitucional en un ambiente de paz.

Durante todo este tiempo los vínculos de las élites políticas y económicas con
contrabandistas y el narcotráfico internacional se han estrechado, lo que ha permitido que
estas estructuras permeen el ya débil entramado institucional de Haití, agenciándose
privilegios y obteniendo ganancias a costa de la vida y la economía de los haitianos.

A esta debilidad institucional se le añade la falta de un cuerpo especializado y


apropiadamente entrenado de seguridad, obediente al poder civil (ausente) que pueda
controlar el territorio nacional haitiano. Si a esto sumamos desastres naturales como el
terremoto de 2010 y el huracán Matthew de 2016, así como los recurrentes brotes de cólera,
dengue y la pandemia de la COVID-19; y una población creciente carente de los más básicos
servicios de salud, educación y asistencia, entonces tenemos que el escenario haitiano se hace
más que propicio para el desarrollo de bandas y grupos armados.

Bandas que llenan los espacios vacíos dejados por un Estado incapaz de hacer
efectivo su control, que captan miembros de entre aquellos que, ante la falta de
oportunidades, no pudieron migrar en búsqueda de su mejoría.

Desde el magnicidio del presidente Jovenel Moïse en julio de 2021, las bandas
haitianas han tomado fuerza y se han convertido en un foco de inestabilidad que amenaza la
paz y la seguridad, no solo a la República de Haití, sino de su vecina República Dominicana
y la región del caribe en su conjunto.

En el presente trabajo final de la asignatura “Relaciones Domínico-Haitianas”


abordaremos el origen de estas bandas, sus vínculos con las élites haitianas y el narco, así
como su impacto social y político en la República de Haití.

1
II. Contexto histórico: origen y desarrollo de las pandillas en Haití
1990-2004

Si bien es cierto que la violencia y la inestabilidad haitianas pueden trazarse desde


mucho más atrás, el origen de las condiciones sociales y políticas que permitieron el
desarrollo de las pandillas actuales puede establecerse durante el desarrollo del primer
gobierno del presidente Jean-Bertrand Aristide, su derrocamiento y reposición.

Luego de derrocada la dictadura duvalierista, Aristide gana las elecciones de 1990 y


asume el cargo en 1991. Ocho meses después es depuesto por un golpe militar dirigido por
Raoul Cedrás, cuya dictadura personal dejó un saldo de más de cuatro mil muertos (Reyes,
2022, p.244). Aristide entonces se dedica a concitar apoyos en los Estados Unidos y, con la
promesa de aplicar medidas económicas favorables para los intereses norteamericanos, es
restituido en el poder para culminar su mandato entre 1994 y 1996. Durante este período se
produjo el desmantelamiento de las Fuerzas Armadas haitianas antes de entregar el
mando a su sucesor, René Préval.

Préval gobernó con relativa estabilidad hasta 2001, cuando Aristide retorna al poder
por la vía electoral. Su segundo mandato se caracterizó por una profunda corrupción, crisis
económica y violencia política. Sobre este último punto, Reyes (2022) relata que:

Las bandas armadas ganaron notoriedad gracias a la debilidad de la policía y a la


inexistencia del ejército, convirtiéndose de este modo en el brazo ejecutor de la
política de represión del gobierno hacia a la oposición. Estas organizaciones, los
llamados chimères, compuestas por jóvenes procedentes de los barrios pobres de
Puerto Príncipe, van a ser el precedente de las peligrosas bandas actuales. La
relación entre bandas criminales y poder político es una constante en la historia de
Haití. (p.245)

2004-2017

En 2004, Aristide es nuevamente derrocado y se exilia en Sudáfrica. En ese contexto


entra en el escenario la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití
(MINUSTAH), que permanecerá en el país hasta 2017 con el propósito de “establecer un
entorno seguro y estable en el que se pueda desarrollar un proceso político, fortalecer las

2
instituciones del Gobierno de Haití, apoyar la constitución de un estado de derecho, y
promover y proteger los derechos humanos” (MINUSTAH, s. f.).

Es en este período que ocurre el devastador terremoto en Haití, de enero de 2010,


dejando un saldo de 220,000 víctimas mortales, 300,000 personas heridas y 1.5 millones de
damnificados (OXFAM, s. f.), sin contar las pérdidas millonarias en infraestructura y una
situación social y humanitaria aún más precaria. Al terremoto de 2010 sigue el brote de cólera
del mismo año y la tormenta Mathew en 2016. En este escenario, el descontento social se
agudiza, ya que se estima que Haití recibió más de 9,000 millones de dólares en ayudas entre
2010 y 2016 (BBC News Mundo, s. f.), mientras que se desvelan casos de corrupción ligados a
la administración y distribución de las ayudas.

Durante el tiempo en que la MINUSTAH desplegó sus actividades en la República


de Haití1 hubo una relativa estabilidad política en el país: se sucedieron los gobiernos de
Préval (2006-2011) y Martelly (2011-2016). No obstante, la situación de inestabilidad
persiste, “y diferentes grupos y movimientos sociales siguen llevando a cabo protestas y
manifestaciones, oponiéndose al proceso electoral, exigiendo la dimisión del presidente
Martelly y la retirada inmediata de la MINUSTAH” (Paiva, 2015, p.23).

2017-2023
En 2017 asume el mando Jovenel Moïse. Durante su gobierno, la situación del crimen
se agravó, principalmente por la salida de la MINUSTAH. Y es que, “aun cuando entrenaron
a la policía haitiana para fortalecer sus capacidades, esta no estaba preparada, según los
expertos, para combatir la actividad de las bandas, que es una verdadera guerra de
guerrillas” (Reyes, 2022, p.250).

Según los expertos, “las pandillas han tenido el control desde hace mucho tiempo en
los barrios pobres, pero empezaron a ganar terreno luego de que Jovenel Moïse asumió la
presidencia en 2017, animadas por la erosión de las instituciones democráticas que sucedió

1
No sin escándalos como los denunciados por la revista ‘International Peacekeeping’ que detalla los abusos
sexuales por parte de las fuerzas de paz: 2000 mujeres y niñas violadas en Haití por miembros de la
MINUSTAH, o como la propagación del Cólera luego del terremoto de 2010, cuya fuente provino de miembros
del cuerpo de paz.

3
durante su mandato y su utilización de las pandillas como herramientas opresoras” (Porter &
Kitroeff, 2021).

Luego del magnicidio de Moise el 7 de julio de 2021, la violencia de las pandillas se


agrava en medio de la desorganización del aparato estatal hasta nuestros días. El periódico
El Día reportó en su momento lo siguiente:

El gobierno de Haití está desorganizado: no hay Parlamento ni presidente, existe una


disputa en torno a quién es el primer ministro y su cuerpo policial es débil. Sin
embargo, las pandillas parecen estar más organizadas y fuertes que nunca.
Aunque la violencia se ha concentrado en la capital Puerto Príncipe2, ha afectado
la vida a lo largo y ancho de Haití, paralizando la frágil economía, cerrando escuelas,
abrumando a la policía e irrumpiendo las labores para luchar contra la pandemia de
COVID-19. (2021)

III. Modus Operandi: vínculos con las élites, narcotráfico y el


contrabando

Las pandillas haitianas operan utilizando sus vínculos con políticos y personalidades
haitianas, además de captar recursos del narcotráfico y el contrabando. Sobre estas relaciones,
en una entrevista para Deutsche Welle, la abogada haitiana Altagracia Jean Joseph expresa
que el vínculo entre bandas, armas, violencia y narcotráfico es en Haití un secreto a voces, y
agrega que:

"Los políticos no le dieron la importancia al problema de las bandas, pensando que lo


podían controlar, pero llegaron al punto de que se les salió de las manos" […]
"algunos funcionarios y empresarios han comercializado el crimen del secuestro
utilizando a las pandillas”. (Ospina, 2022).

En ese mismo sentido, Reyes (2022) dice que las bandas criminales prosperaron con
el narcotráfico, “ya que Haití se ha convertido en un centro neurálgico entre América del Sur
y los Estados Unidos, para el comercio ilícito de los narcotraficantes, principalmente desde
Colombia. Estos encuentran vías abiertas entre tanta anarquía y las ineptas fuerzas policiales,

2
Ver anexo

4
por no tener control desde sus costas, y de aquí es transportada por mar a Puerto Rico para
distribuirla finalmente en los Estados Unidos.” (p.253)

IV. Impacto social y político de las pandillas en Haití

El impacto de la violencia causada por las pandillas en Haití ha contribuido a


degenerar aún más el ya maltrecho estado de inseguridad general, ausencia institucional e
inestabilidad social, política y económica del Estado haitiano, especialmente luego del
magnicidio del presidente Moïse, cuando se profundizó aún más el vacío de poder en el país.

Los secuestros, violaciones sexuales, así como las masacres por disputas entre
facciones y pandillas se han convertido en el diario vivir de la población haitiana: Según el
Informe Mundial Human Rights Watch (2023), “las pandillas habrían utilizado la violencia
sexual para aterrorizar y controlar vecindarios. Entre enero y marzo de 2022, la BINUH3
registró un promedio de 98 víctimas de violencia sexual por mes en las áreas de Puerto
Príncipe controladas por pandillas”.

Asimismo, durante el primer semestre de 2023, se produjeron más de trescientos


secuestros cuya motivación, según expertos, “es utilizar a estas personas con fines
económicos o tácticos” (Noticias ONU, 2023). Los secuestros más importantes se les
atribuyen a la mayor de las cinco bandas más peligrosas de Haití: la 400 Mawozo. Las otras
bandas más importantes en los alrededores de Puerto Príncipe son, Chen Mechan, G9 an
Fanmi e Alye, Potiá y 5 Segonn. Estas bandas han ido invadiendo casi todos los sectores
económicos del país, desde la venta de gasolina hasta el tráfico de migrantes. (Ospina, 2022)

En cuanto a lo político, las pandillas han impactado negativamente en la


consolidación de la estabilidad institucional y en la seguridad general de la región. Personajes
como el líder de la G9, Jimmy Chérizier (a.k.a) Barbecue, representan un poder político a
tomar en cuenta como aliados para cualquier candidato pueda ganar unas elecciones, sin
contar con la posibilidad de que él se presentase como candidato a una posición electiva.

La inmensa cantidad de recursos, armas y efectivos que poseen las pandillas haitianas
son el mayor obstáculo que deberá sortear cualquier iniciativa para la pacificación de Haití.

3
BINUH: Oficina Integrada de las Naciones Unidas en Haití (Bureau Intégré des Nations Unies en Haïti).

5
V. Reflexión

El problema de las pandillas en territorio haitiano ha dejado de ser un fenómeno local


para convertirse en un potencial desestabilizador de toda la isla de Santo Domingo. Como
país colindante y receptor de migración haitiana, la República Dominicana tiene la
obligación, en pos de preservar su propia integridad y seguridad, de mantenerse vigilante
ante este fenómeno y cooperar, por todos los medios posibles, con la solución del mismo.

Debemos vernos en el espejo de la vecina nación. La inestabilidad política y su


histórica debilidad institucional son el origen de la violencia armada que sufre el pueblo
haitiano. Un Estado ineficiente que no puede mantener la paz en su propio territorio, que no
es capaz de frenar la corrupción y de administrar correctamente los recursos económicos que
genera, a la vez que impide la expresión democrática de su población, está condenado al
fracaso y a la disminución de sus instituciones, dejando paso a que otros grupos llenen los
vacíos de poder que va dejando.

Esos vacíos de poder en Haití fueron llenados por bandas de forajidos apoyadas por
políticos corruptos, por narcotraficantes y contrabandistas, especies que medran y se
fortalecen siempre donde impera el desorden y el caos. La violencia, la inestabilidad y la
inseguridad que crean las pandillas en la República de Haití tienen todo el potencial de
traspasar la frontera y peligrar nuestros propios cimientos nacionales.

Desde nuestra posición debemos seguir promoviendo la necesidad de que la


comunidad internacional intervenga en la pacificación de Haití, además de cooperar para que
la logística de tal intervención sea exitosa y eficiente. Podemos hacerlo mientras protegemos
nuestra frontera y hacemos valer nuestras leyes migratorias y soberanía nacional. La
cooperación y puesta en disposición de nuestros recursos para hacer de la pacificación de
Haití un hecho, no es un gasto, sino una inversión.

El determinismo geográfico nos obliga a no ser indiferentes ante la situación de


inestabilidad en la República de Haití. Es preciso entender que un Haití estable, pacífico y
próspero nos garantiza nuestra propia estabilidad, paz y prosperidad.

6
VI. Conclusiones

A través de este trabajo, hemos explorado los factores que contribuyen a la


problemática de las pandillas en Haití y sus implicaciones en términos de seguridad y
estabilidad social, política y económica.

Las pandillas en Haití son un problema complejo que afecta la seguridad y la paz, no
solo de Haití sino de la República Dominicana y la región. Su origen se remonta a los
disturbios e inestabilidad posteriores a la caída de los Duvalier y al primer golpe de Estado a
Aristide.

La disolución de las Fuerzas Armadas haitianas, los constantes golpes de Estado, el


auge del narcotráfico y la cada vez más profunda crisis económica, sin hablar de los desastres
naturales, permitieron el desarrollo de un vacío institucional que fue llenado por las bandas
criminales. La utilización por parte de políticos de estas bandas consolidó su poder, que se
vio incrementado luego del magnicidio del presidente Jovenel Moïse en 2021.

Desde entonces, más de doscientas pandillas luchando por el control territorial de


Haití. En la capital, Puerto Príncipe, las principales pandillas han delimitado zonas de
dominio en donde la autoridad del Estado es prácticamente nula y sus habitantes han tenido
que sumarse o exiliarse de sus vecindarios. La droga, el tráfico de armas y la violencia física
y sexual son el pan de cada día en las áreas controladas por las bandas.

El impacto de las pandillas es innegable. En Haití han aumentado exponencialmente


los secuestros, especialmente de comerciantes locales y extranjeros. Del mismo modo, la ya
precaria economía haitiana se ve afectada por el cobro de peajes y tasas que van a parar a los
líderes de las pandillas.

Por último, en cuanto a lo político, las pandillas se han convertido en un Estado


paralelo, en donde el poder de las bandas y su capacidad de movilizar a la gente amenazan la
ya casi inexistente democracia haitiana. Los líderes de las pandillas son conscientes ya de su
peso político y se han declarado capaces de tornar a su favor las elecciones. La pacificación
de Haití deberá, visto lo visto, implicar algún tipo de amnistía para los miembros de las
bandas y, tal como pasó con ETA en España y las FARC en Colombia, permitírseles cierto
grado de participación política y económica para que depongan las armas.

7
VII. Referencias
BBC News Mundo (2023). El «fracaso» de las organizaciones de ayuda humanitaria en
Haití. Recuperado 30 de septiembre de 2023, de
https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-37614689

Human Rights Watch. (2023). Informe Mundial 2023: Haití | Recuperado 1 de octubre de
2023, de https://www.hrw.org/es/world-report/2023/country-chapters/haiti

MINUSTAH. (s. f.). Naciones Unidas Mantenimiento de la paz. Recuperado 29 de septiembre


de 2023, de https://peacekeeping.un.org/es/mission/minustah

Noticias ONU. (2023, Agosto 7). Haití: Se triplica en el primer semestre de 2023 el número
de secuestros de mujeres y niños respecto a 2021.
https://news.un.org/es/story/2023/08/1523222
Ospina, J. (2022). Haití, un huracán de violencia agitada por armas y pandillas – DW –
20/05/2022. Deutsche Welle. Recuperado 30 de septiembre de 2023, de
https://www.dw.com/es/hait%C3%AD-un-hurac%C3%A1n-de-violencia-agitada-
por-pandillas-funcionarios-armas-y-narcotr%C3%A1fico/a-61883119

Oxfam International (2022). Terremoto en Haití – nuestra respuesta. (2022, Mayo 25).
https://www.oxfam.org/es/terremoto-en-haiti-nuestra-respuesta
Paiva, J. (2015). El conflicto contemporáneo en Haití. Recuperado 30 de septiembre de 2023,
de
http://www.cefadigital.edu.ar/bitstream/1847939/2371/1/TF%202015%20EHMC%
20P1C4.pdf

Pandillas complican recuperación de Haití tras asesinato de Moise – Periódico el Día (11
de julio de 2021). Recuperado 30 de septiembre de 2023, de
https://eldia.com.do/pandillas-complican-recuperacion-de-haiti-tras-asesinato-de-
moise/

Porter, C., & Kitroeff, N. (2021). ¿Cómo fue que las pandillas de Haití llegaron a tener tanto
poder? The New York Times. Recuperado 30 de septiembre de 2023, de
https://www.nytimes.com/es/2021/10/21/espanol/pandillas-haiti.html

Reyes, R. (2022). La crisis de Haití: Al ritmo de la guerra de «bandas». Panorama geopolítico


de los conflictos. págs. 239-272. Recuperado 30 de septiembre de 2023, de
https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=8781088

8
VIII. Anexo: Principales pandillas haitianas en Puerto Príncipe, sus zonas
de influencia y sus cabecillas

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