ASCITIS

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LA ASCITIS

La ascitis, es la acumulación de líquido en el abdomen, dentro de la cavidad


abdominal. El termino ascitis viene del griego ASKIS que significa bolsa o saco.

La ascitis aparece cuando el gradiente de presión portal es mayor de 10-12 mmhg.


La vasodilatación arterial provoca un llenado insuficiente del espacio intravascular,
disminuye el filtrado glomerular y se produce retención renal de sodio.

El líquido ascítico se queda dentro del vientre, en la cavidad peritoneal, alrededor


de los órganos intraabdominales. Cuando el volumen de líquido es demasiado grande,
los intestinos quedan literalmente flotando dentro del abdomen y el paciente muestra
notable crecimiento abdominal.

En resumen, podemos decir que la ascitis es formada por la extravasación de


líquido de los vasos sanguíneos que irrigan el peritoneo para dentro de la cavidad
peritoneal. En la mayoría de los casos, esta incapacidad de los vasos sanguíneos para
retener líquidos en su interior ocurre debido a una de las tres situaciones a continuación.

Aumento de la presión hidrostática dentro de los vasos, como la que ocurre cuando
hay una obstrucción del flujo sanguíneo normal, como en casos de varices o por un
trombo, por ejemplo:

• Cuando el paciente tiene una enfermedad que lleva a la retención de sal y agua
por los riñones, haciendo que el volumen de agua en la circulación aumente
considerablemente.

• Cuando el paciente presenta una reducción en la concentración de proteínas de la


sangre, ya que proteínas, tales como la albúmina, ejercen un efecto osmótico
(llamado presión oncótica), que ayuda a retener agua dentro de los vasos.

CAUSAS

La principal causa de la ascitis es la CIRROSIS HEPÁTICA. La cirrosis Causa los


tres cambios descritos anteriormente (obstrucción del flujo de sangre, retención de sal,
y pérdida de proteínas de la sangre) y puede cursar con ascitis voluminosa,
frecuentemente con más de 10 litros de líquido ascítico en la cavidad abdominal.

La cirrosis hepática, generalmente secundaria a la hepatitis viral o por abuso de


alcohol, es responsable de hasta el 85% de los casos de ascitis. Los otros 15% se dividen
entre las siguientes enfermedades:

1. Síndrome nefrótico.
2. Insuficiencia cardíaca.
3. Tuberculosis peritoneal.
4. Pancreatitis.
5. Cáncer con metástasis al peritoneo.
6. Esquistosomiasis.

SÍNTOMAS

Los síntomas que produce la ascitis dependen de la cantidad de líquido acumulado.


Cuando es de grado leve puede no producir síntoma ninguno. En otras ocasiones se
pueden llegar a acumular 10-12 litros de líquido en el abdomen (ascitis tensa), siendo
los signos más frecuentes el aumento de volumen del abdomen, el aumento de peso, la
disminución en la cantidad de orina emitida y, a veces, retención de líquido en las
piernas (edema).

Los síntomas más frecuentes son molestia abdominal, dolor de espalda,


cansancio, dificultad para respirar, sensación de saciedad precoz con las comidas,
meteorismo, aumento de ruidos intestinales y alteración del ritmo intestinal.

Independientemente de estos síntomas, las personas con ascitis tienen riesgo de


infección del líquido, y entonces pueden presentar dolor abdominal y fiebre.

DIAGNÓSTICO

El diagnóstico de ascitis se realiza con la exploración del paciente. En caso de


duda, la ecografía abdominal permite confirmar o descartar fácilmente la existencia de
ascitis. Dependiendo de la intensidad, se distinguen tres grados: grado 1, cuando la
acumulación de líquido es mínima, y solo se detecta por ecografía; grado 2, que se
manifiesta por molestia abdominal pero no interfiere con las actividades de la vida
diaria; grado 3, que se manifiesta con distensión abdominal importante, y que interfiere
con las actividades diarias del paciente.

En todos los enfermos con ascitis se deben realizar análisis de sangre (recuento
hematológico, sodio, potasio, función renal, transaminasas etc.) y orina. Es necesario
identificar la causa (cantidad de alcohol ingerida habitualmente, serología de virus de la
hepatitis, ecografía abdominal etc.) de la enfermedad hepática.

La ascitis voluminosa, especialmente en personas delgadas, es fácilmente


reconocible, e inclusive los familiares pueden notar su presencia, porque el paciente con
ascitis pasa a presentar un claro aumento del volumen abdominal.

En pacientes obesos o en casos donde la acumulación de líquido no es muy


grande, puede haber dudas en el diagnóstico. En estos casos, un examen de ecografía
abdominal ayuda a aclarar si hay o no líquido dentro de la cavidad abdominal.

Una de las complicaciones de la ascitis es la infección de la misma. El líquido


ascítico es un gran medio de crecimiento y frecuentemente las bacterias de los intestinos
pueden moverse a la cavidad peritoneal, infectar la ascitis y provocar un cuadro llamado
peritonitis.
La ascitis, cuando es muy voluminosa, causa intenso malestar al paciente. A
menudo, la cantidad de líquido es tan grande que distiende la pared del abdomen,
causando hernias umbilicales, dolor abdominal y dificultad respiratoria por restricción al
movimiento del diafragma.

TRATAMIENTO

La mejor manera de remover el exceso de líquido del abdomen es a través de un


procedimiento llamado paracentesis, que consiste en la introducción de una aguja
conectada a una bolsa colectora para drenaje del líquido ascítico. La paracentesis es un
procedimiento simple, realizado bajo anestesia local y prácticamente sin dolor.

Además de la posibilidad de drenaje de varios litros de ascitis para el alivio


sintomático del paciente, la paracentesis también sirve como procedimiento diagnóstico,
una vez que podemos aprovechar las muestras de ascitis para evaluación bioquímica e
investigación de infecciones y de células cancerosas.

Al igual que en los edemas de los miembros inferiores, el uso de diuréticos, como
la furosemida o espironolactona, también ayuda a prevenir la acumulación de agua
dentro de la cavidad peritoneal. Sin embargo, en casos de cirrosis avanzada, estos
fármacos no son muy eficaces, y la única opción es la realización de paracentesis de
forma regular, siempre que el abdomen esté muy distendido.

El líquido ascítico normal es amarillo claro transparente, similar a la orina. En los


casos de infección de la ascitis, el líquido se convierte turbio y, a veces, purulento.

En los casos de infección del líquido ascítico, el paciente debe permanecer en el


hospital para el tratamiento con antibióticos. La no erradicación de la infección puede
llevar a la sepsis y, por consiguiente, a la muerte.

Una paracentesis ayuda en el drenaje de la ascitis y en la investigación diagnóstica, sin


embargo, no actúa en la causa central de la formación de ascitis. Si no se hace nada
para controlar la acumulación de líquido intraabdominal, la paracentesis se convierte
simplemente en un procedimiento paliativo, ya que el líquido volverá en cuestión de
días o semanas.

El tratamiento definitivo de la ascitis consiste en el tratamiento de la enfermedad


primaria. La restricción de la ingesta de sal y el uso de diuréticos son dos medidas
esenciales para intentar evitar la formación de ascitis, mientras no se puede controlar
la enfermedad primaria.

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