Obras de Paso de Nueva Construccion (M.Fomento)
Obras de Paso de Nueva Construccion (M.Fomento)
Obras de Paso de Nueva Construccion (M.Fomento)
INTRODUCCI~N................................
.................................................................... 9
*
.
1 CONCEPTOS GENERALES ............................................................................. 11
3.PILAS ...................................................................................................... 61
.
4 ESTRIBOS ........................................................................ ..................... 67
.
5 CIMENTACIONES ..................................................................................... 75
.
7 APLICACIONES CONCRETAS ........................
.........................................
7.1. PASOS SUPERIORES .....................................................................
7.1.1. Consideraciones de proyecto ..................................................
7.1.1.1 . Aspectos de trazado ....................... . . ............................
7.1.1.2. Aspectos estructurales ....................................................
7.1.1.3. Aspectos constructivos ...................................................
7.1.1.4. Aspectos estéticos ............................ . ............................
7.1.1.5. Aspectos económicos ......................................................
(Sc suponc quc sobrc la: vigris sc Iiormigonar5 c~lns i t ~ muna losa armada dc rcparto clc 20 cm. dc cspesor y
durante s u ejecución las vigas perrnanecerhn sirnplcrnente apoyadas e n sus extremos sin apeos ni
apoyos intcrrnedios. N o existe vuelo de la losa o acer.3 sobre e l borde d c l ala superior dc la viga cxtrema.)
N U M E R O DE V I G A S POR TABLERO
NOTAS:
- Para la elaboración de esta tabla se ha supuesto un posible ripado de las vias de 30 cm., en cualquier
sentido, con respecto a la posición teórica indicada en los croquis. Esta considerada la acción del
viento e impacto.
,' - Se supone la via recta y. por tanto. no se considera fuerza centrifuga.
1. l . DEFINICIONES Puente de carretera. De acuerdo con la IAP, "en el concepto puentes de carrete-
ra, se consideran incluidas las obras de paso que soportan cualquier tipo de vía de-
finida en la Ley de Carreteras y en el Reglamento que la desarrolla, como de com-
petencia estatal, cuya función sea, por tanto, salvar una discontinuidad en un trazado
para permitir el paso del tráfico rodado formado por vehículos convencionales del
parque automovilistico que circula por la Red".
A efectos de la D.G.C., dentro de las obras de paso, las estructuras se clasifican
según la luz libre del vano mayor (L) en:
Figura 1
2. CONDICIONANTES Las obras de paso forman parte, en general, de un proyecto mucho más amplio con
PARA EL el que mantienen una interrelación en la que se condicionan mutuamente. Por tanto,
PROYECTO las estructuras no son nunca un hecho aislado que se pueda diseñar y proyectar
con total libertad, sino que existen una serie de condicionantes que deben ser con-
siderados 'a priori". Entre otros se pueden citar:
Los funcionales.
De trazado.
Geológicos y geotécnicos.
Constructivos.
Económicos.
Estéticos.
Medioambientales.
A partir de ellos el proyectista deberá elegir:
El tipo estructural.
Los materiales.
El procedimiento constructivo.
Las caracteristicas de los elementos funcionales.
En los siguientes epígrafes se analizan cada uno de los grupos de condicionantes
enumeradoc. tratando de resaltar los asDectos más sianificativos v' su ~osibleinci-
dencia en la ;lección de las características de la obra de paso.
- Anchura de la calzada.
- Anchura de la mediana.
- Peralte.
Gálibos vertical y horizontal exigidos ylo, en su caso, necesidades de desagüe.
Previsión de futuras ampliaciones.
Cruces con fuerte esviaje. Dan lugar a estructuras más \argas y con mayores lu-
ces de lo necesario, lo que en algunos casos obliga a proyectar soluciones de
cierta singularidad, como por ejemplo las pérgolas, que aunque no plantean difi-
cultad alguna, tienen un coste mayor que soluciones más convencionales.
Desde el punto de vista geotécnico, la capacidad resistente del terreno no sólo pue-
de llevar a no considerar determinadas soluciones, como por ejemplo un arco infe-
rior si ésta no resulta elevada, sino que incluso puede:
Limitar la luz máxima de vano a fin de disminuir las cargas transmitidas a las ci-
mentaciones.
Inducir a la elección de tipologías de menor peso propio, como pueden ser las so- !,
iuciones metálicas o mixtas frente a las soluciones de hormigón.
0
El tipo estructural guarda una íntima relación con su proceso constructivo, por lo que
las limitaciones que este tenga incidirán en la solución elegida. Así, por ejemplo, di-
ficultades constructivas para realizar las pilas, ya sea por problemas de accesibili-
dad o por la presencia de cursos de agua, pueden aconsejar, aun manteniendo la
misma longitud total de la obra de paso, disminuir el número de vanos aumentando
su luz.
Plazo y programa de obra. Plazos muy estrictos pueden llevar a optar, v.g., por el
empleo de soluciones prefabricadas.
l
Las estructuras se deben proyectar para que tengan la vida útil fijada por la nor-
mativa vigente. en un medio determinado y bajo unas condiciones ambientales, con
,
f
los mínimos costes posibles de mantenimiento. Estas condiciones inciden en la elec-
ción del tipo est~ctural,sus materiales o el proceso constructivo. A continuación se !
l
En una atmósfera muy agresiva. una losa armada puede resultar menos adecua-
da que una solución pretensada, ya que con esta última se controla mejor la fi-
suración.
l
Para analizar en este documento las cuantías de las diferentes tipologías, se han
considerado los materiales que hasta el momento son los de uso más frecuente:
Hormigones:
- Cimentaciones: HA-25
- Estribos: HA-25
- Pilas: HA-25 1HA-35
- Tableros armados: HA-25 1 HA-35
- Tableros pretensados: HP-35 1 HP-50
- Pasivas:
- Activas:
Acero estructural: S355
1.4. TIPOS DE OBRAS Las obras de paso se pueden clasificar según diferentes criterios. pero casi todos
DE PASO ellos hacen referencia a las características del tablero. Asi, se puede hablar de:
Marcos
Pórticos.
Bóvedas.
Estructuras de tramo recto, ya sean simples o de tramo continuo. A su vez se pue-
den clasificar en celosias y tableros constituidos por vigas, losas o cajones.
Puentes extradosados.
Puentes colgantes.
Como se ha expuesto, sólo se indican los rangos más frecuentes. Así, por ejem-
plo, soluciones ingeniosas han permitido construir puentes de 90 m de luz con vi-
gas prefabricadas de 30.
Los rangos de luces en los que se utiliza cada tipología, aumentan en el caso de
las estructuras metálicas y mixtas al disminuir su peso propio. Así:
- Con soluciones de tramo recto simple se cubren los 100 m, y se puede llegar
hasta cerca de los 150 m.
- Los tramos rectos continuos constituidos por vigas metálicas de alma llena al- ,,
canzan los 300 m, rango que se incrementa en el caso de las celosías metáli-
cas hasta superar los 500 m. (
- Aunque los arcos metálicos son en la actualidad menos frecuentes, se pueden ''
establecer entre los 150 y los 500 m. ,.
- Los atirantados están entre los 100 m y los 425 m. fi
- El mayor rango de luces corresponde a los colgantes, que va desde los 600 6
ARCO
l ATIRANTADO
l
COLGANTE
Figura 2
1.5. PROCEDIMIENTOS Como se ha dicho, en general hay una fuerte interrelación entre la tipologia de la
CONSTRUCTIVOS obra de paso y su procedimiento constructivo, siendo esta mas estrecha cuanto más
sofisticada es la estructura. Se analizan a continuación los procedimientos más ha-
bituales para la construcción de tableros, pilas y estribos en las estructuras más fre-
cuentes en la Red de Carreteras del Estado.
1.5.1. Tableros
En el gráfico de la figura 4 se relacionan la luz del vano de la estructura con los po-
sibles procesos constructivos. Solapando este gráfico con el de la figura 3, se po-
dría establecer una primera relación entre procesos constructivos y posibles tipos
estructurales.
A continuación se describen brevemente estos procesos const~ctivos,agrupándo-
los según correspondan, en general, a la construcción de tableros con elementos
prefabricados, o a la construcción de tableros 'in situ" o por dovelas prefabricadas,
para dar una visión global de los mismos. Posteriormente, en el capítulo 2, algunos
se especifican con mas detalle.
Figura 5
Cuando el peso de los elementos no es excesivo, pero las alturas de rasante son
elevadas, el montaje se puede realizar con una grúa que se apoya en el ya construi-
do tramo anterior, para montar el tramo siguiente (figura 6).
Figura 6
r(
El procedimiento de izado es muy similar al montaje con grúa. pero se dispone de
11
dos elementos de elevación, uno en cada extremo del vano, que llevan las vigas
0
desde el terreno a su posición en las pilas.
Con alturas de rasante excesivas o con pesos de elementos para los que, por cir- ,S
Figura 7
Es el sistema constructivo más frecuente en las obras de paso construidas "in situ".
Abarca todos los tipos frecuentes de tableros excepción hecha. en la mayoria de
los casos, de los cajones de canto variable. aunque también con él se han proyec-
tado y construido puentes de esta tipologia con luces del orden de 50-60 m. Per-
mite construir, junto con el método de construcción por fases que se comenta con
más detalle en el apartado siguiente, obras de los 5 hasta los 100 m de luz, tal como
se indicó en la figura 4.
Cuando las alturas de rasante no son excesivas (hasta los 15-20 metros) se utilizan
cimbras cuajadas como las de la figura 8. Para alturas de rasante mayores resulta-
rian antieconómicas, por lo que hasta los 35-40 metros, se recurre al empleo de to-
rres y cuchillos metálicos (figura 9).
Figura 9
Dentro del sistema de cimbra convencional se incluyen también los encofrados tú-
neles, que se utilizan hasta los 20 metros de luz, cuando hay que construir obras li-
neales de mucha longitud, como por ejemplo falsos tijneles (figura 10).
Figura 10
En cuanto al denominado procedimiento de hincado, muy útil para pasos inferiores
bajo carreteras o vías ferreas en servicio, consiste en realizar la estructura, general-
mente de tipo marco, con una cimbra convencional fuera de su posición definitiva,
y posteriormente se lleva hasta ella por hincado. Este procedimiento constructivo,
que suele utilizarse con estructuras hasta de 20 m de luz, viene muy condicionado
por la naturaleza del terreno dónde se vaya a realizar (figura 11).
Figura 11
Figura 12
Las autocimbras. muy similares a las vigas de lanzamiento, van avanzando apoya-
das en la coronación de las pilas y en la estructura ya construida, mientras se van
ejecutando las distintas fases constructivas. Su rango de utilización normal es has-
ta los 40-50 metros de vano, aunque se ha llegado a alcanzar los 60 metros. Tie-
nen el inconveniente de resultar muy costosas, por lo que su utilización suele estar
condicionada a la posibilidad de su amortización.
1.5.1.2.3. Empuje
Figura 14
25
1.5.1.2.4. Avance en voladizo I
Este procedimiento constructivo aparece siempre ligado a la sección cajón. hormigo- "
nada "in situ" o constituida por dovelas ref fabricada s. en peneral de canto variable. 4
Figura 15
Se analizan en este capítulo los tableros de las obras de paso más habituales cla-
sificándolos, según el material que los compone, en:
Tableros de hormigón estructural.
~ablerbsmixtos hormigón-acero.
No se desarrollan los tableros metálicos con losa ortótropa, porque este tipo no re-
sulta adecuado en el ámbito de las estructuras que se contemplan en este docu-
mento.
2.1. TABLEROS DE Atendiendo a la sección transversal, los tipos más usuales de tableros de hormigón
HORMIGÓN estructural que se utilizan son:
ESTRUCTURAL
Tableros constituidos por vigas prefabricadas.
Tableros losa.
Tableros nervados.
- Tableros de sección cajón.
A) Las vigas a tope forman secciones transversales con aspecto exterior visual de
losa y cantos reducidos (por tanto, elevadas esbelteces). Las secciones más ha-
bituales en la práctica son las recogidas en la figura 16.
Figura 16
6) Las secciones más empleadas hoy en día son las de vigas en doble T que se
representan en la figura 17. La sección tipo C corrmsponde a vigas de canto
normal y la tipo D a vigas de canto reducido.
Figura 17
C) También se utilizan cada vez con mayor profusión, las secciones en artesa con
una o varias vigas. representadas en la figura 18 por las secciones tipo F y E ,
respectivamente.
SECC16N TlPO E
n SECCI6N TlPO F
Figura 18
Las soluciones más habituales son las isostáticas, con unas relaciones cantolluz:
2.1.1.4. Cuantías
La cuantia de la losa de los forjados, en el caso de los tipos C, D y E, es función de
la separación entre las vigas, pudiendo variar entre los 100 y 175 Kg/m3. En solucio-
nes con tableros de vigas artesa se puede llegar hasta los 250-300 Kg/m3.
Figura 19
i
Cualquiera de los tipos de secciones mencionadas pueden ser macizas o aligera-
das. Desde un punto de vista económico y constructivo, para cantos inferiores a 90 I
MACIZAS ACIGERADAS
,
1
0,-
~3.50 ~3.50
hc0.90
O o
SECCI~Nnqo B
hc0.90 hrl.20
SECCIÓN TiPO C
Figura 20
Figura 21
Los aligeramientos circulares "a" y los circulares suplementados "c" facilitan el hor-
migonado. El principal inconveniente de los aligeramientos circulares es que pro-
ducen una relación de aligeramiento (Rh,,pca/Qmad2a) baja. Cuando los cantos son
grandes y se precisa una alta relación de aligeramiento debe recurrirse a los aligera-
mientos circulares suplementados "cmo, para el máximo aligeramiento, a los rectan-
gulares achaflanados 'b".
En cualquier caso el problema práctico que presenta cualquier tipo de aligeramiento
es el de su flotabilidad durante el hormigonado, por lo que deben ser cuidadosamen-
te posicionados y sujetos a los encofrados. Por este motivo y por la práctica imposibi-
lidad de asegurar una inmovilidad absoluta de los aligeramientos, según se ha podi-
do comprobar en demoliciones y controles de puentes reales, además de por la
necesidad de tener un espesor mínimo suficiente tanto para absorber los efectos lo-
cales de las cargas, como para asegurar un correcto hormigonado, las distancias a
los paramentos no deben ser inferiores a las indicadas en la figura 22.
Figura 22
Por lo que respecta a la separación entre los aligeramientos, debe fijarse de tal modo
que, en el caso de puentes pretensados, los tendones puedan desplazarse veriical-
mente en el interior de los cercos, cumpliendo las separaciones entre vainas y los
recubrimientos de la armadura pasiva fijados por la normativa (EHE o Instrucción
que la sustituya). A efectos de recubrimiento de las vainas de los tendones de
pretensado, no es necesario considerar el paramento interior del aligeramiento como
paramento exterior, lo que si debe hacerse con las armaduras pasivas por con-
sideraciones de adherencia y anclaje.
Debe evitarse. siempre que sea posible, el desplazamiento horizontal de los tendo-
nes de pretensado saliéndose de los cercos, debido a la complicacion de ferralla
que dicha práctica produce y, sobre todo, a las dificultades que ello aiiade para el
correcto hormigonado de la zona inferior de los aligeramlentos.
En cualquier caso no deben disponerse almas de espesor inferior a 30 cm. En la fi-
gura 23 se representa el caso habitual de dos vainas por alma.
CERCOS 0 c
PARAMENTOS
r20c
mzcm
5330~
ba22(r+Bc+s12)
ba230 cm
Figura 23
2.1.2.2. Disposiciones longitudinales. Esbelteces
De acuerdo con su disposición longitudinal, los puentes losa pueden ser de canto
constante o variable. Las disposiciones más habituales en la práctica son las recogi-
das en la figura 24.
-
n p o LC -CONSTANTE
-
TiPO LV VARIABLE
n p o LA- ACARTELADO
Figura 24
PRETENSADO
TIPO DE SECCIÓN
MATERIAL
A B C
En la tabla anterior, la cuantía de acero activo, para las relaciones cantoAuz indica-
das en 2.1.2.2, aumenta de forma sensiblemente lineal al aumentar la luz. Análoga
mente sucede con la cuantía de acero pasivo para las soluciones armadas. Sin em-
bargo, en las soluciones pretensadas, la cuantía de acero pasivo se ve más in-
fluenciada por las condiciones de apoyo, que condicionan los esfuerzos de flexión
transversal y de torsión, que por la luz.
i
2.1.3. Tableros n e ~ a d o s
t
1
Las soluciones de tablero nervado se pueden considerar como una evolución de los
puentes losa aligerados llevados a la máxima economía de materiales. Las seccio-
nes transversales se obtienen de la eliminación total o parcial de la losa inferior por I
lo que conducen, de una manera general, a soluciones parecidas a las de vigas pre- 1
fabricadas, tal como puede verse en la figura 25. l
Figura 25
Figura 26
Se obtienen, por tanto, tableros extremadamente ligeros aunque, como más adelan-
te se indica, con una respuesta a torsión mucho menos eficaz que los puentes de vi-
gas, los puentes losa o las secciones en cajón, que se analizarán posteriormente.
Figura 27
El espesor mínimo de las almas viene fijado por tres aspectos fundamentales:
a) Resistencia
b) Facilidad constructiva
c) Por lo que respecta al recubrimiento de las armaduras, tanto activas como pasi-
vas, son de aplicación las consideraciones realizadas al hablar de losas.
En la figura 28 se recogen, para los casos más habituales de secciones, las dimen-
siones mínimas del recubrimiento.
CERCOS 0 c
ALIGERbMIENTO
VAINAS DE
PRETENSADO
S20p
Qm G= rir20c
riz0ct2 cm
rsrri
rez0p
Figura 28
Aunque el rango de utilización suele estar entre los 20 y los 45 metros, el óptimo se
sitúa entre los 30 y los 40 metros. Actualmente este tipo de tablero, por su poco efi-
caz comportamiento frente a la torsión, por las elevadas relaciones cantolluz que
implica, y por las dificultades constructivas que se pueden derivar de la colocación
de cables, ferrallado y encofrado, ha sido desplazado por las soluciones con table-
ros losa que cubren, como se vio en el apartado 1.4, el mismo rango de luces.
2.1.3.4. Cuantías
TIPO DE SECCIÓN
MATERIAL
A (Flgua 26) B (Figura 26)
Se analizan en este epígrafe los tipos de puentes cuya sección es un cajón (mono
o multicelular), rematado superiormente por dos voladizos. Esta sección, en la que
el canto tiene ya una cierta importancia, es la utilizada para cubrir el rango superior
de las luces que pueden realizarse con los puentes de tramo recto.
Los tipos de sección transversal más habituales son los recogidos en la figura 29.
7mi-
PLMAC MRTICPLES
ALMAS INCLINADAS
Figura 29
Puesto que la mayor simplicidad de ejecución se consigue con el cajón Único, la ten-
dencia actual es adoptar secciones monocelulares hasta anchuras de tableros de
Figura 30
ENCOFRADO
1
Figura 31
l
Figura 32
Los espesores de losas "CIs" y "Cli" deben fijarse según los siguientes criterios:
PRMADURA
PASIVA 0 c
PPRAMENTOS rez20c
EXERIORES re30c+Z m
re>Ap
VANAS DE
Clsz2re+0p UiWe+Bp
PREENSADO 0 p Cls320 an Uls,20 an
Figura 34
a
SECCIÓN A-A
Figura 35
Figura 36
43
2.1.4.2.2.Construcción por empuje
Los pescantes de lanzamiento han evolucionado tanto en su longitud como en su
tipologia, coexistiendo actualmente los constituidos por vigas trianguladas con los
de alma llena, sin que la tendencia sea clara hacia uno u otro. La longitud suele es-
tar comprendida entre el 55 y el 65% de la luz del tramo.
La longitud de las dovelas construidas y empujadas en cada fase, suele estable-
cerse en U2,quedando situadas en posición definitiva centradas sobre las pilas (fi-
gura 37).
0.75L i L 1 L
DOMLA EN
EJECUCION
Figura 37
1 0.5L I O.& 1
1 I
I / I
I
DOMLA EN
EJECUC16N ZONA DE
DESLIZAMIENTO
ZONADE EMPUJE
GATO HORIZONTAL
Figura 38
Asimismo, los apoyos provisionales de lanzamiento que debían sustituirse por los
definitivos una vez terminada la operación, han dado paso en la actualidad a apo-
yos únicos aptos para ambos cometidos.
En general, la resultante del pretensado durante el lanzamiento debe coincidir con
el centro de gravedad de la sección. Una vez situado el puente en su posición de-
finitiva se pueden tesar los tendones de refuerzo sobre pilas y centros de vano.
Como se verá posteriormente, este procedimiento constructivo implica un incremento
de la cuantia de la armadura activa.
Los rendimientos obtenidos con este sistema se estiman en una dovela (U2de vano)
por semana.
2.1.4.2.3. Construcción por voladizos sucesivos
Como ya se ha comentado, el método admite la doble variante de dovelas ejecuta-
das "in situ" y dovelas prefabricadas.
A) Dovelas ejecutadas "in situ"
La geometría de la sección responde a las necesidades derivadas de la disposición
del pretensado y sus correspondientes anclajes. La tendencia actual es la siguiente:
El pretensado isostático o de voladizo discurre por el forjado superior sin pene-
trar en la zona interior de los cercos de alma, con trazado en alzado casi recto y
en planta en la tipica "espina de pez". Los anclajes de este pretensado en cada
dovela, se realizan en la zona acartelada en contacto con el alma. Si es necesa-
rio, para compensar la menor eficacia frente al esfuerzo cortante de este trazado
respecto a los primeros que descendían por las almas, se dispone un pretensa-
do vertical centrado en el alma.
El pretensado de continuidad discurre por el fo jado inferior con trazado recto en
planta. Su anclaje se realiza en resaltos interiores del forjado, de sección en cuña
y continuos de alma a alma (figura 39), desaconsejándose los dados individuales
porque pueden producir problemas locales en el forjado. y porque además no cum-
plen con otro cometido importante como es la rigidización de dicho forjado, y su
incremento de capacidad resistente frente a las fuerzas normales producidas por
la curvatura de los tendones o sus quiebros.
Se recomienda disponer en las juntas de dovela, en las que no existe el resalto
del anclaje y que están situadas en la zona donde se extiende el pretensado de
continuidad, una pequeña viga transversal de rigidización (figura 39).
I I
I I
l I
I I
I I
&
-p
h
-=
/
EFECTO POLIGONAL
EFECTO CATENARIA
EFECTO DE ERRORES
Figura 39
Las dovelas hormigonadas "in situ" mediante carros de avance suelen tener una lon-
gitud comprendida entre 3 y 5 m, dependiendo del canto del tablero, ya que su ac-
tual límite viene impuesto por la capacidad de estos carros, la cual puede acotarse
por los siguientes valores:
Peso máximo de dovela 150 a 200 t.
Momento en junta con dovela ejecutada c 250 a 300 mt.
En estas circunstancias el peso de los carros está comprendido entre 50 y 65 t.
Actualmente los carros utilizados son de gran rigidez (deformaciones bajo peso del
hormigón inferiores a 2 cm) y anclados al voladizo construido. Solamente en el caso
de puentes curvos se recurre a veces a carros lastrados en la parte trasera para evi-
tar el vuelco, pero este procedimiento de contrapeso debe evitarse siempre que se
pueda, ya que incrementa los esfuerzos que se producen durante la construcción.
El "avance por voladizos sucesivos con carros de avance simétricos" es un método
muy extendido, conocido y dominado. Sus mayores y quizás únicas dificultades, es-
triban en la sujeción del tablero durante su ejecución cuando no está empotrado en
la pilas, y en el hormigonado de la dovela "O" o "cabeza de pila".
La elección entre empotramiento o simple apoyo en pila, depende fundamentalmente
de la relación altura de pila (H)/distancia al punto fijo (D). El empotramiento suele
realizarse con dos tipologias de pilas (figura 40).
Figura 40
La solución de doble pantalla (figura 40, "a") está aconsejada cuando el trazado en
planta es recto o con poca curvatura, cuando la altura de pila es inferior a 40 m, o
cuando la relación HID es menor que l/i.
La solución de sección en cajón (figura 40, "b") está aconsejada cuando el trazado
en planta presenta fuertes curvaturas, cuando la altura de pila es superior a 40 m,
o cuando la relación HID es mayor que ln.
En los casos en que no es posible disponer empotramiento, las soluciones más uti-
lizadas para asegurar la estabilidad del voladizo en ejecución son (figura 41):
Figura 41
46
La ejecución de la dovela "O" o cabeza de pila, es una actividad que en cierta for- 1'
ma distorsiona el proceso de ejecución del tablero, ya que requiere medios auxilia- 0
res distintos: cimbras, encofrados, etc.
1'
con la necesidad de espacio para el montaje de los carros. Para reducir esta dimen- 1
sión, se tiende al montaje de ambos carros acoplados, lo que requiere una longitud
mínima del orden de 3,80 m frente a los 12,OO m necesarios para el montaje simultá- 4
neo de ambos carros separados, o los 6,50 m que se precisan si no se monta el se-
gundo carro hasta que el primero ha hormigonado la dovela no 1 y se ha colocado i
sobre dicha dovela. La "cabeza de pila" reducida sólo puede ser utilizada cuando el
tablero va empotrado en la pila o, en el caso de apoyo, cuando se utiliza durante la
construcción el bloqueo provisional mediante barras pasantes. I
1
Los rendimientos obtenidos pueden estimarse en dos dovelas por semana y pare-
ja de carros. (
1
0 ) Dovelas prefabricadas t
El procedimiento mantiene la misma filosofía que en el caso anterior, simplemente I
a) Canto constante: 35 a 80 m.
2.1.4.4. Cuantias
Las cuantias en función de la luz, de cajones de canto constante construidos por el
procedimiento de tramos sucesivos, son las que se indican en la figura 42 para los
casos habituales. Si la estructura presenta una longitud reducida que permita un
cimbrado convencional de una sola vez, las cuantías de acero activo se reducen un
5% aproximadamente. Por el contrario, si es construida por el procedimiento de em-
puje, las cuantías se incrementan en torno al 20%.
1
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*.-SE DILIDE POR t00 LAESCALADE ORDENADAS PARAOBTENER LOSMa
Figura 42
Para cajones construidos por voladizos sucesivos con dovelas 'in situ" y carro de
avance, las cuantías son las indicadas en la figura 43.
- 7 - - - - 7
tablero (7
m, honnigb ha
Kp preknsado h'tablero
Figura 43
Figura 44 I
El espesor del alma "e,", normalmente estará comprendido entre M80 y h/200, si
no se disponen rigidizadores longitudinales, siendo "h" el canto del cajón metáli-
co. En cualquier caso el espesor cumplirá la condición "e," 2 8 mm.
El espesor 'Y" de las alas superiores de los cajones, no suele ser inferior a 1/20
de su ancho si están comprimidas, y a 1/30 si están traccionadas.
El canto total (cajón+losa) suele variar entre U27 y U33;siendo Y" la luz del vano
en estructuras continuas. Para otras condiciones de sustentación se tomará la luz
equivalente "L." definida en el apartado 2.1.2.
Los criteríos geométricos expuestos inciden sobre la composición de la sección
transversal del tablero determinando, para los casos más simples, el numero de ca-
jones que deben disponerse en función de la anchura del tablero y la luz del vano
"L" (en estructuras continuas). Esta disposición se representa en la figura 45.
l 30 40 50
LUZ
60
O' 1
Figura 45
2.2.1.4. Cuantias
Acero en cajones.
siendo:
m = (89,9 - 2,37L+ 0,017L2) .
L = Luz del vano
h = Canto total
-
PUENTE MIXTO 1 CAJÓN
(1 carro)
140.0
-E 120.0
-
m
1
lW.0
80.0
S
5 60.0
<
2 40.0
20.0
0.0
30 35 40 45 50 55 60 65 70
LUZ (m)
180.0
160.0
140.0
F 120.0
m
t. 1W.O
2 80.0
3
O
60.0
40.0
20.0
0.0
30 35 40 45 50 55 60 65 70
LUZ (m)
Figura 46
PUENTE MIXTO 2 CAJONES
(2 carros)
250.0
200.0
T
-aa 150.0
3
5 100.0
U
50.0
0.0
30 35 40 45 50 55 60 65 70
LUZ (m)
300.0
-z 250.0
200.0
;m
o, ,
5
3 100.0
O
50.0
0.0
30 35 40 45 50 55 60 65 70
LUZ (m)
Figura 47
A continuación se dan unas orientaciones sobre las dimensiones que suelen ser
más frecuentes en los puentes de carretera (figura 49):
+ d d
1 i t
[ A
-.\. \. x.'\.
I
I'
.,
, ' ' .
, X' I\.
\ ,
,
'
I'
I' ,' -
'\
I'
I \.
x. \, I X ./'
I'
\. I'
\.
\.
,
'
x.
8'
x.
4
1. Vuelo lateral de la losa: v 5 1,75 h 5 3 5 0 metros
25 30 35 40 45 50 55
LUZ
Figura 50
2.2.2.4. Cuantías
a) Losa de hormigón (realizada "in situ").
Hormigón: 0,25 a 0,35 m3/m2de tablero
Acero pasivo: 30 a 50 Kg/mZde tablero
b) Acero en vigas.
En las figuras 51 y 52 se indica la cuantía de acero estructural "S; (Kg/m2),para ta-
bleros formados por dos, cuatro o seis vigas. en función de la anchura del tablero y
de la luz.
Esta cuantía se refiere al acero de las chapas que forman las vigas, por lo tanto no
incluye el acero de los riqidizadores longitudinales y transversales, y corresponde a
tableros de esbeltez (luz/canto total) = 22.
Para otras esbelteces (Uh) la cuantia del acero principal será la obtenida para es-
beltez 22, multiplicada por el factor de esbeltez "K," cuyo valor es:
siendo:
LUZ (m)
PUENTE M W O 4 VIGAS
(1 carro)
30 35 40 45 50 55 M) 65 70
LUZ (m)
Figura 51
PUENTE MIXTO 4 VIGAS
(2 carros)
203.0
180.0
160.0
-3 140.0
120.0
2 lW.0
3 80.0
2 m.0
40.0
20.0
0.0
30 35 40 45 50 55 60 65 70
LUZ (m)
Figura 52
donde "K," es un coeficiente de cuantía transversal cuyo valor puede verse en la fi-
gura 53.
VIGAS DOBLE T
FACTOR DE CUANTIATRANSVERSAL (Kt)
1,200
1.000
0.800
Kt 0,600
0.400
0,200
0,000
30 40 50 60 70 80 90
LUZ (m)
Ancho total 1 node vigas
[ -4,OO -6.00 -8.00- - - 10,oO-12.00-15.00-.-.-18,OO
Figura 53
PILAS
Las pilas son los elementos que constituyen los soportes intermedios de las obras
de paso. Su morfologia está condicionada fundamentalmente por dos factores: su
altura y el tipo del tablero que sustentan. Para la descripción de los distintos tipos
de pilas posibles, se va a diferenciar entre pilas de altura moderada y pilas de gran
altura. Fijar el limite de altura que permite distinguir entre uno y otro tipo es. sin duda,
muy relativo, pero para la redacción de los siguientes epígrafes se ha considerado
que esta en torno a los 20-30 metros.
3.1. PILAS DE ALTURA Las secciones transversales de estas pilas son siempre macizas. Se pueden distin-
MODERADA guir dos grandes grupos: las constituidas por un fuste de tipo tabique que recoge al
tablero en todo su ancho, y las constituidas por uno o varios fustes de secciones
cuadradas, poligonales o circulares.
En estas pilasson frecuentes secciones como las indicadas en la figura 54. en las
que el ancho "a" del tabique vendrá condicionado por el ancho inferior del tablero.
Figura 54
Figura 56
Figura 57
62
En el caso de tableros de vigas, es necesario disponer un dintel o cabezal que una I
los fustes y que constituye, junto con ellos, un pórtico (figura 58).
f
Figura 58
Solamente en el caso de tableros con pocas vigas, como pueden ser los constitui-
dos por vigas artesa, se elimina este dintel y se dispone un fuste por viga. Como ya
se ha comentado, las necesidades geométricas de apoyo de las vigas, obligan a
disponer un cabezal en la coronación de los fustes, so pena que éstos se dimensio-
nen excesivamente cobrados (figura 59).
Figura 59
Figura 60
Figura 61
3.2. PILAS DE GRAN En el caso de pilas de gran altura, las acciones verticales y horizontales del table-
ALTURA ro se suman a las propias acciones que actúan sobre ellas. Estas elevadas
solicitaciones obligan a recurrir a secciones con dimensiones apreciables, tanto lon-
gitudinal como transversalmente al eje del puente, por lo que se utilizan secciones
de tipo cajón, v.g. rectangulares aligeradas interiormente, algunos de cuyos ejem-
plos pueden observarse en la figura 62.
El espesor mínimo aconsejable de la pared suele estar en torno a los 0,25-0,30 m,
y los espesores máximos no suelen superar los 0,45-0,50 m.
Figura 62
Figura 64
ESTRIBOS
Los estribos son los elementos que constituyen los soportes extremos de las obras
de paso. Además de recibir las cargas transmitidas por el tablero, han de sostener
las'tierras de los terraplenes de acceso de la estructura. En general, es este traba-
jo como muro de contención de tierras, el determinante en su dimensionamiento, a
no ser que se ancle el tablero a los estribos, v.g. en zonas sismicas, en cuyo caso
resultan tambien muy condicionados por las acciones del tablero. La función de con-
tención de tierras incide también en su durabilidad, por lo que hace necesario una
buena impermeabilización de su trasdós, y la correcta ejecución de los oportunos
sistemas para la recogida, conducción y evacuación del agua.
La altura máxima de los estribos no suele superar los 15 metros, ya que para altu-
ras mayores, e incluso por encima de los 10 metros, dependiendo de la topografía
del terreno y de la rasante. suele resultar más ventajoso aumentar la longitud del
puente y disminuir dicha altura.
Estribos cerrados,
Estribos abiertos.
4.1. ESTRIBOS Es la tipologia más común de estribo de puente. Su sección transversal es la indi-
CERRADOS cada en la figura 65.
Figura 65
Su cierre lateral vendrá condicionado por el hecho de que las tierras puedan o no
derramar por delante del estribo. En el primer caso, que no es frecuente en los es-
tribos cerrados, la solución es disponer una pequeha aleta triangular, perpendicular
al muro frontal del estribo, cuya altura y longitud dependerán del canto del tablero
y del talud del derrame de las tierras del terraplén (figura 66).
Figura 66
Cuando las tierras no puedan derramar por delante del estribo, caso mas habitual,
hay dos soluciones posibles:
Proyectar muros en prolongación del muro frontal -aletas en prolongación- tal
como se indica en la figura 67.
I
Figura 67
Figura 68
68
MURO DE ACOMPANAMIENTO
MURO FRONTAL
Figura 69
4.2. ESTRIBOS En el caso de que las tierras puedan derramar por delante del muro frontal del es-
ABIERTOS tribo (figura 66),la solución de estribo cerrado, sobre todo para alturas de estribo
superiores a los 4 ó 5 metros. supone un consumo de materiales que se puede aho-
rrar, en parte, adoptando la tipología de estribo abierto (figura 70). En esencia con-
siste en un dintel o cargadero, sobre el que apoya el tablero, que descansa en unas
pantallas que transmiten las cargas a la cimentación. Por tanto, en el estribo abier-
to las pantallas sustituyen a gran parte del muro frontal del estribo cerrado, lo que
produce el consiguiente ahorro de hormigón.
DINTEL
Figura 70
Figura 71 j
! 8
4.3. SILLAS- Cuando esta permitido el derrame frontal de las tierras se pueden utilizar los deno-
CARGADERO minados estribos "sillas-cargadero". Su sección transversal es la indicada en la fi-
gura 72. Son un durmiente o viga flotante que recoge al tablero en todo su ancho y
que apoya en el terraplén adecuadamente compactado. La necesidad de respetar
un resguardo mínimo "a", función de las características geotécnicas del terraplén y
de la estabilidad del talud, pero en general no menor de 2 a 2,50 metros, implica
que cuando se adopta esta solución de estribo, los vanos laterales del tablero re-
sulten más largos que cuando los estribos son cerrados o abiertos.
Figura 72
4.4. ESTRIBOS DE En aquellas situaciones en que las tierras no pueden derramar por delante del es-
TIERRA ARMADA tribo, y los terrenos sean de baja capacidad portante y10 muy deformables, por lo
que no es posible disponer "sillas-cargadero", es frecuente recurrir a estribos de tie-
rra armada. En este tipo de estribos (figura 73) la misión de contener las tierras se
se consigue gracias a los flejes que tienen las escamas.
Deben estar muy bien ejecutados para que no se produzcan las frecuentes patolo-
gias posteriores de rotura de escamas, desplazamientos, etc.
Figura 73
\x
desde el punto de vista de la rodadura.
CARGADERO
FLEJES
ESCAMAS
En el caso de estructuras hiperestáticas. que pueden verse muy afectadas por los
movimientos del macizo de tierra reforzada. lo más común es independizar el apo-
yo extremo del tablero del muro de tierra reforzada disponiendo lo que se podria
considerar como una pila más, tal como se puede ver en la figura 75.
Otra solución que también se emplea consiste en transmitir las acciones verticales
del tablero a través del propio muro de tierra reforzada. para lo que es necesario
aumentar su espesor en la zona de apoyo del tablero con las denominadas "es-
camas integradas", disponer un cargadero en la coronación sobre el que apoye el
puente, y una cimentación que recoja las acciones verticales transmitidas por el ta-
blero, el peso del dintel de coronación y el peso de las tierras que sobre ella ac-
túen. Las acciones horizontales del puente se absorben a través de los flejes de
las escamas de tierra reforzada. En la figura 76 se puede ver un esquema de lo
comentado.
Figura 75
Figura 76
i.5. LOSAS DE Como la deformabilidad de los terraplenes de acceso es mucho mayor que la de los
TRANSICION estribos, que verticalmente constituyen un autentico punto "duro", en el trasdós del
estribo tiende a producirse un escalón brusco entre las tierras y el muro frontal. Para
evitar o minimizar este efecto, además de vigilar cuidadosamente las caracteristi-
cas y compactación de los rellenos del trasdós (lo que es fundamental para evitar
problemas posteriores), es necesario disponer losas de transición o de apmxima-
ción en el trasdós del estribo (figura 77). La problemática de las losas de transición
y sus características están tratadas en la "Nota de Servicio sobre losas de transi-
ción en obras de paso" elaborada por la D.G.C., Tecnologia, en julio de 1992. Tan
solo en el caso de las 'sillas-cargadero", cuando las alturas máximas sean del or-
den de 2 metros, puede prescindirse de la losa de aproximación ya que, al estar el
estribo apoyado en el propio terraplén, le seguirá en sus movimientos y, en gene-
ral, no se producirá el escalón típico de otras tipologias de estribos.
R6TULA FREYSSINET CON
PRM/\DURA PASfflTE
LOSADE PPROXIMAC16N
Figura 77
CIMENTACIONES
Las cimentaciones son los elementos a través de los cuáles las pilas y los estribos 1'
transmiten las acciones que reciben al terreno natural. Se distinguen dos grandes
gmpos: las superficiales o directas y las profundas. t
l1
La elección de uno u otro tipo en general vendrá determinada por dos circunstan-
cias: ,'
E
La capacidad resistente del terreno. Permitirá que las cimentaciones sean super-
ficiales o bien, si es insuficiente, obligará a buscar estratos más competentes y
profundos, recurriendose a las denominadas cimentaciones profundas.
La deformabilidad del terreno. En algunos casos como son las estructuras espe-
cialmente sensibles a los movimientos -pórticos, arcos, etc.-, pueden aconsejar
un tipo de cimentación y desaconsejar otra.
Como los puentes habituales en los casos de luces medias, tienen una capacidad
razonable para adaptarse a los posibles asientos que se produzcan, desde un pun-
to de vista no funcional se puede decir que el tipo de cimentación en general vendrá
determinado por la capacidad resistente del terreno más que por su deformabilidad.
5.1. CIMENTACIONES Las cimentaciones directas o superficiales más comunes s.on las zapatas de hormi-
SUPERFICIALES gón. Sus dimensiones en planta, además de por la capacidad resistente del terre-
no, vendrán condicionadas por la tipologia del elemento que sobre ellas descansa,
obteniéndose las clásicamente denominadas zapatas cuadradas, rectangulares y
corridas, tal como se indica en la figura 78.
Figura 78
v ,ESTRATO COMPETENTE
--
Figura 80
HORMIG~ POBRE O
MEJORA DEL TERRENO
1 Figura 81
l
1 5.2. CIMENTACIONES Cuando es necesario buscar los estratos competentes a profundidades superiores
1 PROFUNDAS a los 5 ó 6 metros, se recurre al uso de cimentaciones pilotadas.
En la figura 82se puede ver un ejemplo de una cimentación pilotada clásica. Aun- '
que el trabajo de los pilotes suele ser fundamentalmente axil, cuando existen ac- "
ciones horizontales de importancia, como v.g. en el caso de los estribos, las flexio-
nes pueden resultar determinantes en su proyecto, ya que prácticamente ha caído 8
Figura 82
Figura 83
Figura 85
ELEMENTOS FUNCIONALES
I
Los elementos funcionales, a pesar de que por tener un coste mucho menor que el
correspondiente a los elementos estructurales, no se les suele prestar la atención t
i
los apoyos;
!
las juntas;
las barreras y pretiles;
e y el drenaje;
ya que Son o van a ser analizados con mayor detalle en otros documentos de la Di-
rección General de Carreteras.
APOYOS Los aparatos de apoyo son los elementos a través de los cuáles el tablero transrni-
te las acciones que le solicitan a las pilas y10 los estribos. Establecen, por tanto, una
vinculación entre estos elementos que condiciona en gran medida el diseño de la
subestructura y, en menor medida, el del tablero. A este respecto es especialmen-
te importante resaltar el hecho de que la proyectar las zonas de apoyo en pilas y
estribos, siempre se ha de tener en cuenta:
Que sea posible la colocación de todos los dispositivos que se requieran para la
sustitución de los apoyos una vez que estos hayan alcanzado su vida útil.
Que no se produzca la acumulación de agua, sino que por el contrario se realice
una correcta evacuación.
El diseño de los apoyos propiamente dichos está condicionado por las cargas que
transmite el tablero y sus movimientos en la línea de apoyo.
Los apoyos que se utilizan en las obras de paso aparecen ampliamente tratados en
documentos de la Dirección General de Carreteras. No obstante, se describen a
continuación muy brevemente los tipos que más frecuentemente se utilizan en las
estructuras que se contemplan en este documento:
* El más común es el apoyo de neopreno zunchado (figura 86). Las cargas verti-
cales condicionan, en principio, las dimensiones en planta del apoyo, mientras que
las acciones horizontales y movimientos del tablero, en función de la flexibilidad
de la subestructura, suelen condicionar su espesor.
Cuando los puentes son de gran longitud y las pilas excesivamente rigidas, es ne-
cesario recurrir a apoyos deslizantes que desvinculan, salvedad hecha del roza-
miento, el tablero de las pilas en las direcciones que no se coaccionan mediante
guías. En la figura 87 se recogen algunos ejemplos.
En ocasiones, cuando las reacciones verticales del tablero son elevadas, no es
posible absorberlas con apoyos de neopreno, cuya tensión de trabajo está lirnita-
da a 15 N/mm2,siendo necesario recurrir a los denominados apoyos de tipo "caja" .
o "pot" (figura 88) que pueden trabajar a tensiones del orden del doble que los de
neopreno. La vinculación que estos apoyos establecen entre el tablero y la sub-
estructura puede permitir solo el giro relativo; ahadir el libre desplazamiento er
una dirección pero impedirlo en la perpendicular, apoyo deslizante unidireccional
o permitir movimientos completamente libres en todas las direcciones, apoyo des
lizante bidireccional.
Figura 86
PERNOS DE SUJECIÓN
PERNOS DE SUJEC16N . Al TABLERO
DESUZAMIENTO
APOYO npo 'POT-
LAMINADE PERNOS DE SUJEUÓN
ZUNCHADO A LA WBESTRUCNRA
Figura 87
@-- -2 PLACA DE
DESLIZAMIENTO
Figura 88 -
En algunas circunstancias, cuando las pilas son muy flexibles o la longitud de I(
tableros es pequeña, se prescinde de la utilización de los aparatos de apoyo si
diseño de las pilas no se ve excesivamente condicionado por las deformaciones d
tablero en su plano.
6.2. JUNTAS Las juntas de calzada son los elementos que salvan las discontinuidades que exi
ten entre el tablero y los estribos (figura 89),y entre los distintos tableros de la e
tructura si se disponen juntas intermedias (figura 90).
DISCONTINUIDAD
Figura 89
DISCONTINUIDAD DISCONTINUIOAD
. * ,
--
&-v. iLci.
TABLERO
EN G E N E W NOES +CONSEJABLE
TABLERO PROTECT~Rwoms A M E D I A M ~ E R A
Figura 90
El primer requisito de las juntas sera, por tanto, el tener la capacidad suficiente para
absorber la totalidad de los movimientos relativos que se producen entre las partes
cuya discontinuidad evita. Otros requisitos que deben cumplir las juntas son:
Tener la capacidad estructural suficiente para resistir las acciones que las solici-
tan.
Integrarse en el sistema general de impermeabilizacióny drenaje del tablero, adap-
tarse a la geometría de la estructura, y ser estancas, es decir, deben evitar que
el agua se filtre a través de ellas o, en su caso, deben disponer de los adecuados
sistemas para su recogida y evacuación.
La calidad de la rodadura sobre ellas no se debe ver sensiblemente mermada con
respecto a la plataforma en general.
Al paso del trafico no deben ser origen de ruidos significativos o amplificar los que
aquél produce.
Deben estar adecuadamente fijadas a las partes de la estructura que puentean.
Su durabilidad y las caracteristicas de su mantenimiento deben se acordes con el
tipo de vía que soporta la estmctura.
Los tipos más comunes de juntas aparecen representados en la figura 91 donde se
indica el nombre técnico que. con frecuencia, se ve sustituido por el nombre comer-
cial.
Figura 91
Para movimientos importantes se utilizan, entre otras, las juntas modulares (figura 92).
PERFILES DE
Figura 92
Figura 93
Se indica a continuación, para los tipos más comunes de juntas, su rango de utiliza
ción más frecuente (siendo "H" el desplazamiento horizontal, "V" el vertical, y 'a" e
ángulo que forma el eje de la discontinuidad a salvar, con la ortogonal a la tangen.
te del'eje longitudinal del tablero en el punto de su intersección con el eje de dichz
discontinuidad):
TIPO DE JUNTA RANGO DE UTILIZACION
' 3. BARRERAS Las barreras son un elemento fundamental para la seguridad vial de los vehiculos
Y PRETILES que circulan por las obras de paso. 1
Los pretiles son análogos a las barreras de seguridad, pero especificamente diseña-
dos para los bordes de los tableros de las obras de paso, coronaciones de los mu- c
ros de sostenimiento y obras similares. En la figura 94 se muestra un ejemplo.
Figura 94
Estos elementos probablemente son, sobre todo en el caso de las obras de paso
de luces medias, el elemento más visible de los tableros, por lo que resulta de
extraordinaria importancia cuidar su diseño y acabados.
4 DRENAJE El drenaje del tablero es aquel conjunto de elementos destinados a recoger y eva-
cuar el agua de la plataforma, evitando que escurra por el tablero o se acumule en
las coronaciones de 18s pilas y los estribos.
El agua de la plataforma se elimina mediante la adecuada pendiente o bombeo de
la rasante, la impermeabilización del tablero y el oportuno sistema de sumideros.
Una vez llevado el agua a los sumideros, hay que evitar que entre en contacto con
el hormigón o el acero de la superestructura o de la subestructura, mediante el opor-
tuno sistema de recogida y canalización hasta los sistemas de drenaje generales
de la carretera.
En el caso de tableros con secciones transversales aligeradas, vigas artesas o ca-
jones, hay que prever la evacuación del agua que pudiera acumularse en su inte-
rior disponiendo los tubos de desagüe. Se resalta la importancia que a este respecto
tiene el hecho de dar a la estructura la contraflecha de ejecución acorde con su ti-
pologia y proceso constructivo, para evitar que se produzcan puntos no previstos
de acumulación de agua.
De igual forma hay que disponer siempre los oportunos sistemas de impermeabiliza-
ción y drenaje en el trasdós de los muros, y en particular de los estribos.
Hay que tener siempre presente que la eliminación adecuada del agua es fundarnen-
tal, ya que es ella la que propicia la gran mayoría de los fenómenos fisico-quimicos
de degradación de las estructuras independientemente del material que las consti-
tuya.
APLICACIONES CONCRETAS
Vía inferior
El ancho de la mediana de la vía inferior, en caso de existir, determina la posibi-
lidad física de disponer o no en ella los apoyos del paso superior, por lo que con-
diciona su número de vanos.
En esta decisión hay que tener también en cuenta los aspectos funcionales de la
vía inferior. puesto que se verán afectados por la existencia o no existencia de pi-
las en la mediana.
Asimismo, debe considerarse la posibilidad de ampliación de la vía inferior y la
posición previsible de dicha ampliación, que puede ser por el interior o por el ex-
terior, afectando tanto al número de vanos como a sus luces.
Las luces de la obra de paso deben fijarse atendiendo también a la existencia, en
la zona de la estructura, de ramales, sobreanchos o incorporaciones en la vía in-
ferior, así como a los resguardos funcionales que se fijen desde la calzada a los
obstáculos laterales en función de la capacidad deseable para esta vía inferior.
Vía superior
Su trazado tiene una gran influencia en el proyecto de la estructura, tanto por su
definición en planta como en alzado.
El trazado en planta define la curvatura de la estructura y su esviaje respecto a la
calzada inferior. En general, atendiendo a consideraciones tanto económicas como
estructurales y estéticas, son preferibles las soluciones no esviadas. En el caso
que cruce un vial de pequeha capacidad. v.g. un camino, se deberá tener en cuen-
ta este aspecto en la medida de lo posible, proyectando trazados que permitan
un cruce ortogonal y recto del vial superior sobre el inferior. En el caso de viales
de mayor importancia, al estar el trazado más condicionado, su modificación re-
sultará menos sencilla. En estos, al menos y siempre que sea posible, se evita-
rán ramales de incorporación o sobreanchos que bbliguen a proyectar tableros de
ancho variable, ya que encarecen mucho la estructura, dificultan su construcción
y empeoran su aspecto formal.
Por lo que respecta al perfil longitudinal, deberá cuidarse especialmente para evi-
tar el aspecto poco agradable que produce un trazado convexo cuyo punto mas
alto no esté situado de forma centrada con la estructura. Asimismo, en el caso de
perfiles longitudinales de curvatura acusada, se debería evitar el uso de elementos
prefabricados que produzcan quiebros en el perfil del intradós de la estructura.
Figura 95
Por lo que respecta a los estribos. se debe evitar, siempre que sea posible, la con-
tención de las tierras, disetiando la estructura de forma que los vanos laterales se
utilicen para los derrames de las mismas. Esta disposición aumenta la amplitud
visual de la estructura, mejorando su aspecto formal.
No obstante, en puentes de dos vanos es necesario disponer estribos cerrados,
ya que de lo contrario el aumento de luz de los vanos haria antieconómica la so-
lución.
Partiendo de estas premisas, las soluciones de estribo más habituales serán las
correspondientes a estribos abiertos con o sillas-cargadero. Sólo en el caso de al-
turas moderadas de estribo (hasta unos 5 m), suele ser más barato y construc-
tivamente más sencillo, un estribo cerrado con una pequeha aleta que permita el
derrame del terraplén por delante del estribo.
7.1.1.3.Aspectos constructivos
El aspecto que más influye en la construcción de un paso superior, y que puede
condicionar su proyecto. es si el vial inferior está o no en servicio durante su cons-
trucción.
Si el vial inferior no está en servicio, puede emplearse cualquiera de los métodos
constructivos habituales, fundamentalmente el cimbrado completo de la estructura,
que suele resultar lo más económico en el caso normal de longitudes totales de la
estructura moderadas y alturas sobre el terreno inferiores a 10 metros.
Si el vial inferior se encuentra en servicio durante la construcción de la estructura,
deberán analizarse con detalle las circunstancias de la construcción. Si el gálibo ver-
tical lo permite, podrá recurrirse al empleo de cimbras con vigas apoyadas en torres
(figura 12, epígrafe 1 51.2.2) que salven las circulación inferior, dotándolas de las
protecciones necesarias. De no ser asi, deberá recurrirse al empleo de elementos
autoportantes (v. g. vigas de hormigón pretensado o vigas de acero para solucio-
nes mixtas) colocados mediante grúas, soluciones empujadas, etc., que no condi-
cionen, o lo hagan de manera minima, la circulación inferior. En cualquier caso. ha-
brá que estudiar cuidadosamente el programa de trabajo para minimizar las
molestias que cualquier obra produce sobre la circulación.
La elección de la tipologia de los estribos también puede venir condicionada por el
programa previsto para la obra. Si se va a construir en primer lugar la estructura y
posteriormente se realiza el terraplenado, será necesario proyectar estribos indepen-
dientes del mismo, por lo que la solución más recomendable es la de estribos abier-
tos con pantallas cimentadas en el terreno natural o, si la altura es moderada, es-
tribos cerrados que permitan el derrame de las tierras por delante mediante una
pequeña aleta. Si los terraplenes de acceso a la estructura pueden ejecutarse con
anterioridad a la construcción de ésta, la solución más económica es la de carga-
dero sobre el terraplén con cimentación directa en el mismo para estructuras isos-
táticas, o soportado por pilotes que trasmitan las cargas al terreno natural en el caso
de estructuras hiperestáticas. Como ya ha quedado dicho en numerosas ocasiones,
es fundamental una Correcta evaluación y ejecución para evitar que se produzcan
movimientos que afecten a la funcionalidad de la estructura desde el punto de vis-
ta de la rodadura.
A continuación se tratan con detalle cada uno de los aspectos que influyen en la l
elección del tipo de solución.
,
7.2.2. Consideraciones de proyecto
Paso de camino
Un aspecto de gran incidencia en la elección de la solución para un paso inferior
de carretera o autovía, es el ancho de la vía inferior, lo que condiciona el gálibo
horizontal y, por tanto, la luz de la estructura. Como norma general, conviene de-
jar una luz libre de 8 metros, medidos perpendicularmente al eje del camino, lo
que permite adoptar soluciones tipo marco o pórtico de hormigón armado. que son
las más adecuadas desde el punto de vista económico, siendo las características
geotécnicas del terreno de cimentación las que determinatán la elección de una
u otra tipología: para terrenos de cimentación con tensiones admisibles por enci-
ma de 3 Kp/cm2, es más adecuada la solución tipo pórtico; la solución tipo marco
es la mejor para terrenos de cimentación poco competentes (tensiones admisi-
bles por debajo de 2 Kp/cm2). Entre 2 y 3 Kg/cm2 la elección entre una u otra so-
lución dependerá de otros factores.
Otro condicionante fundamental es la distancia vertical entre rasantes de los via-
les que se cruzan, lo que determina la montera de tierras que queda sobre la es-
tructura y que, al ser una carga de gran importancia, condiciona la tipología de la
misma. A este respecto se indica que, en un paso inferior de camino, es aconse-
jable mantener un gálibo vertical de 5 m.
Para alturas moderadas de tierras, hasta 6 u 8 metros, son aconsejables solucio-
nes con techo plano, más sencillas de construir; mientras que para alturas supe-
riores a 8 m es aconsejable la utilización de soluciones abovedadas, que son más
adecuadas para soportar cargas verticales de importancia. En el caso de alturas
de tierras muy importantes (>20 m), son convenientes soluciones con bóvedas del
tipo biarticulado o triarticulado, que con espesores de bóveda reducidos pueden
cubrir hasta monteras de tierras del orden de los 40 a 50 metros.
Paso de carretera
El gálibo horizontal aconsejable entre caras de muros es de 15 m, lo que en ge-
neral descarta las soluciones comentadas anteriormente (pórticos y marcos de
hormigón armado), ya que no suelen ser competitivas en este rango de luces. Las
soluciones más adecuadas son los pasos de uno o tres vanos, bien con tableros
con vigas prefabricadas, o losas "in situ" (figura 3, epígrafe 1.4).
En el caso de puentes de un vano tienen una importancia fundamental los estri-
bos, que constituyen en este tipo de estmcturas un porcentaje importante del pre-
supuesto total de la estructura (30-35%). Una solución alternativa a los muros con-
vencionales de hormigón armado son los muros de tierra armada con un cargadero
sobre el que apoya el tablero. Esta solución puede abaratar el coste de los estri-
bos pero encarece el tablero, ya que obliga a incrementar la luz del orden de 3 m
para mantener los resguardos mínimos necesarios.
Para las soluciones de tres vanos, en el caso de tableros de vigas, son aconseja-
bles pilas tipo pórtico con dos o tres fustes circulares, y estribos cargaderos sobre
el terraplén. En el caso de tableros tipo losa, las pilas están compuestas habitual-
mente por fustes circulares. pudiéndose hacer aquí las consideraciones ya men-
cionadas en el epígrafe 3.1 sobre pasos superiores, respecto a la idoneidad de
uno o varios apoyos en las pilas en función de la longitud total de la obra de paso
y su anchuara. Los estribos, al tratarse de estructuras hiperestáticas, es conve-
niente llevarlos hasta el terreno natural, por lo que son más indicados los de tipo
abierto con pantallas-quepermiten el derrame de las tierras en el vano lateral.
En el caso de pasos inferiores de autovía, un factor importante es el ancho de la
via superior. En general, al ser estructuras de una longitud moderada, será ne-
cesario prever la posible ampliación de la autovía en un carril más. En el caso de
tableros de vigas, que son susceptibles de una ampliación a postenori de mane-
ra sencilla, solo sería necesario dejar prevista la ampliación en la subestructura
(estribos y, en su caso, pilas), lo que implica un coste menor en una primera in-
versión. Sin embargo, en una solución tipo losa hay que estudiar las posibles al-
ternativas y ver si es necesario construir el puente para el ancho total con la fu-
tura ampliación, lo que encarecería la primera inversión.
Hay que señalar que, aunque el coste por unidad de superficie de estructura es ma-
yor en los pasos de un vano debido a la alta repercusión de los estribos (35% apro-
ximadamente), el presupuesto total de la estructura es menor, ya que se ejecuta
menos superficie de tablero (entre 2,2 y 2,4 veces menos).
7.3. OTROS PUENTES No es posible Intentar una sistematización o clasificación en el caso de otros puen-
Y VIADUCTOS tes y viaductos, dadas las infinitas posibilidades de los obstáculos a salvar.
Por tanto, al decidir las tipologías más razonables en cada caso concreto, habrá que
analizar y ponderar adecuadamente los distintos condicionantes y las distintas so-
luciones, tal como se indicó en el capitulo 1 de este documento.
No obstante, se pueden hacer unas consideraciones de tipo general:
Debe huirse de realizar estructuras con grandes luces, cuando no sea absoluta-
mente necesario por la naturaleza del obstáculo a salvar, ya que, en general, cuan-
to mayor es la luz, mayor es el coste.
Los costes por unidad de superficie son muy variables dependiendo, fundamen-
talmente, de tres factores:
- Condiciones de cimeniación.
- Altura de las pilas.
- Tipo de tablero y proceso constructivo asociado.
En cualquier caso no serían razonables costes por unidad de superficie inferiores
a las 45.000-50.000 ptas./m2 ni superiores a las 130.000-160.000 ptas./m2 para
los distintos tipos indicados en el epígrafe 1.4. Ténganse en cuenta, como resulta
obvio por otra parte, que no todas las tipologias son posibles en todos los casos.
Al objeto de poder fijar, cuando menos, los costos relativos de distintas solucio-
nes, se analizan para un viaducto de 400 m de longitud total y altura media de pi-
las 20 m, con una luz máxima de vano que no supere los 45-50m, los costes de
distintas soluciones posibles. Si se asigna el valor "A" a la solución con vigas pre-
fabricadas:
Vigas prefabricadas
1 ,OSA-1,lOA
Cajón 1,lOA-1,15A
Cajón mixío 1,20A.l,30A
En la estimación anterior se ha supuesto para las vigas una luz máxima de vano
de 40-42m, para la losa 35 m, y para los cajones, tanto de hormigón como mix-
tos, 46-50metros. No obstante, se ha de tener en cuenta que el coste de las so-
luciones prefabricadas está muy condicionado por las leyes de la oferta y la de-
manda.
En el caso de que la vía principal que soporta el puente o viaducto sea una auto-
vía. hay que valorar adecuadamente la posibilidad de hacer un solo tablero para
ambas calzadas, ya que el mantener la mediana en la estructura en general ele-
va su cosie, por lo que su elección debe quedar bien justificada en base a otros
condicionantes.