Belloch ToC Obsesiones y Compulsiones
Belloch ToC Obsesiones y Compulsiones
Belloch ToC Obsesiones y Compulsiones
Elena Cabedo
Carmen Carrió
y conPULSxones
Tratamiento cogñitivo
Alianza Editorial
Primera edición: 2011
Segunda reimpresión: 2014
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© Amparo Belloch Fuster, Elena Cabedo Barber, Carmen Carrió Rodríguez, 2011
© Alianza Editorial, S. A., Madrid, 2011, 2014
ISBN: 978-84-206-8319-5
Depósito legal: M. 50.897-2010
www.alianzaeditorial.es
Printed in Spain
AGRADECIMIENTOS................................................................................ 9
BIBLIOGRAFIA........................................................................................... 387
AGRADECIMIENTOS
EL TRASTORNO OBSESIVO-COMPULSIVO:
CUANDO LOS PROPIOS PENSAMIENTOS SON
EL PROBLEMA
Las obsesiones
• Intrusividad.
• Inaceptabilidad.
• Resistencia (a su aparición).
• Incontrolabilidad.
• Egodistonía.
Agresivos Autoagresivos
Limpieza-contaminación Dudas
• Ensuciarse por tocar objetos que toca • Si he cerrado bien el gas, las luces...
mucha gente, como los pomos de las • Si he cerrado bien las puertas y ventanas.
puertas, las barandillas de la casa... • Si se habrá quedado algún grifo abierto
• Contaminarse por no limpiar un obje y se inundará la casa.
to, o la ropa, cuando entra de la calle. • Si llevo todos los documentos, las lla
• Contagiarse por usar vajilla y cubiertos ves...
de un restaurante. • Si he cerrado y frenado bien el coche.
• Ensuciarse por tocar o acariciar a un • Si habré atropellado a alguien sin dar
animal, aunque esté limpio. me cuenta.
• Si he cometido un error en el trabajo.
Sexuales Supersticiosas/mágicas
Blasfemos
Neutralización
Comportamientos de evitación
Epidemiología
B. En algún momento del curso del trastorno la persona ha reconocido que estas
obsesiones o compulsiones resultan excesivas o irracionales.
¿Cuándo no es un TOC?
1) agresivos;
2) sexuales, religiosos, repugnantes, existenciales y conductas
socialmente inadecuadas;
3) simetría y orden;
4) dudas y comprobación;
5) limpieza y contaminación;
6) superstición.
Ideas delirantes
Pseudoalucinaciones
Los tics
Preocuparse por las cosas que nos suceden a diario, por las que
nos han sucedido o por las que pueden producirse en el futuro es
una actividad mental muy normal y habitual, en la que ocupamos
bastante tiempo. Pero cuando la preocupación traspasa ciertos
límites, deja de ser una actividad psicológica normal. El trastorno
de ansiedad generalizada (TAG) consiste precisamente en que la
persona ocupa la mayor parte de su tiempo preocupándose en ex
ceso, y durante demasiado tiempo cada día, por cualquier aspecto
de su vida cotidiana (o de la de sus familiares, amigos o conoci
dos). Se considera que la actividad mental de «preocuparse» ha
alcanzado el rango de problema clínico cuando al individuo le
resulta difícil controlar estados prolongados (de duración superior
a seis meses) de continua preocupación sobre una amplia gama de
acontecimientos o actividades, la mayoría de ellos relacionados
con la vida cotidiana. Además, de forma característica, este tipo
de ansiedad se manifiesta también físicamente (inquietud, fatiga,
dificultades para concentrarse, irritabilidad, tensión muscular, al
teraciones del sueño). Y, finalmente, para que se considere un
diagnóstico de TAG, ese estado constante de preocupación debe
provocar un grado elevado de malestar personal o interferir con
claridad en las actividades cotidianas del individuo.
La principal diferencia con respecto al T O C consiste en que
las preocupaciones se experimentan como una inquietud excesiva
por un amplio rango de circunstancias de la vida real (posibili
dad de perder el trabajo, problemas económicos, rendimiento
académico, posibles accidentes o desgracias...), de tal manera
que la persona no considera que las preocupaciones sean inade
cuadas o moralmente reprobables. De hecho, muchas personas
con este problema consideran que preocuparse les ayudará de al
gún modo a afrontar los problemas, lo que desde luego no suce
de en el TO C. Por otra parte, ante este tipo de preocupaciones la
gente no lleva a cabo las estrategias de afrontamiento característi
EL TRASTORNO OBSESIVO-COMPULSIVO 47
Tricotilomanía:
Comportamiento recurrente de arrancarse el pelo por placer o liberación de la
tensión, que provoca una pérdida perceptible de cabello.
Cleptomanía:
Dificultad recurrente para resistir el impulso de sustraer objetos que no son nece
sarios para el uso personal o por su valor monetario.
Juego patológico-.
Fracaso reiterado y progresivo en el intento de resistir el impulso a jugar a pesar
de las consecuencias negativas en los ámbitos personal, familiar y socioprofe-
sional.
Otros:
Compra compulsiva; onicofagia (morderse las uñas compulsivamente hasta cau
sar lesiones); adicción sexual no parafílica (o sexo compulsivo); piromanía.
Comorbilidad
Box 1 . RECUERDE
Evaluación del TO C
Cada uno de los ítems interroga acerca del malestar que provocan
los síntomas en una escala que va de 0 (nada) a 4 (muchísimo). El
rango de puntuaciones totales oscila, por tanto, entre 0 y 72. En
nuestro contexto, el OCI-R ha demostrado buenas propiedades psi-
cométricas y su estructura de seis factores ha sido confirmada en una
muestra de población universitaria no clínica (Fullana, Tortella-Fe-
liu, Caseras, Andión, Torrubia y Mataix-Cols, 2005). En el anexo 1
se ofrece un modelo de este cuestionario.
Taxonomías racionales
1. Obsesiones puras
2. Compulsiones de limpieza/lavado
3. Compulsiones de comprobación
4. Compulsiones de repetición
5. Compulsiones de orden
6. Compulsiones de acumulación
7. Lentitud obsesiva
Box 1 . EN RESUMEN
Las o b s e s io n e s a u tó g e n a s se perciben también como MÁS IRRA CIO NALE S que las
re activas (dudas sobre haber olvidado hacer algo, miedo a contagiarse por tocar obje
tos públicos...).
Box 2. EN RESUMEN
Box 3. EN RESUMEN
Las obsesiones de contenido agresivo son descritas y experimentadas por los pacien
tes como especialmente angustiosas, d e s a gra da bles y egodistónicas. G eneran inten
sos autorreproches y temor a llegar a llevar a ca bo su contenido. Se diferencian clara
mente de las alucinaciones imperativas (en las que un paciente, por ejemplo, puede
escuchar voces que le conminan a re alizar alguna agresión), o de las ideas deliroides
de algunos pacientes con cuadros depre sivos graves (en los que el paciente «cree»
ser el culpa ble de todos los males o de sgra cias que sufren o que pueden sufrir en el
futuro sus allegados). En el primer caso, porqu e el paciente T O C sabe perfectamente
que lo que experim enta son pe nsa mientos qu e su propia mente produce , y no los
vive por tanto como percepciones. En el segundo caso, porque el paciente T O C tiene
m ie d o de que sus pensamientos le lleven a com eter una agresión, y por eso mismo le
generan ansiedad y malestar enormes, y en ocasiones, le impulsan a alejarse de sus
seres queridos, o a e v ita r el contacto personal.
LUIS: autoagresión
Box 4 . EN RESUMEN
Entre las obsesiones de conte nido agresivo, las autoagresivas son las menos frecuen
tes, pero pueden llegar a ser muy de sagradables. Es importante distinguir estas obse
siones de la ideación suicida o autoagresiva de las personas con una depresión o con
otros trastornos (por ejemplo, el trastorno límite de la personalidad). Las posibilidades
de materializar el comportamiento son mínimas o Inexistentes en el caso del T O C, pero
muy elevadas en la depresión o en el trastorno límite. D ada la gran comorbilida d entre
el T O C y los cu adros depresivos, es muy importante realizar una evaluación cuida dosa
de este tipo de obsesiones en el caso de que el T O C se acompañe de una depresión.
Luis, de 24 años, tenía varios tipos de ideas obsesivas, entre ellas las
de contenido autoagresivo que se presentaban en forma de pensa
mientos, imágenes e impulsos. El problema se había iniciado hacía
año y medio coincidiendo con la aparición de un problema de salud
y la finalización de sus estudios. Mientras estaba cenando, comenzó a
pasarle por la cabeza la idea (pensamiento) de hacerse daño a sí mis
mo «cortándome con el cuchillo». Posteriormente aparecieron pen
samientos de «comerme las figuras de adorno que mi madre tiene en
la repisa del lavabo cuando iba a lavarme los dientes, las manos o la
cara», y por último, cuando ha terminado su trabajo y ha de cerrar
la persiana del negocio con la ayuda de un palo de hierro «me apare
cen ideas de darme con el palo en la cabeza». Cuando está ante obje
tos cortantes (cuchillos, tijeras...), metálicos (clips, grapas, clavos...)
o de cristal (bombillas, figuras de decoración...), también le apare
cen imágenes en las que se autoagrede («clavándome un cuchillo en
los ojos», «tragándome un puñado de clips o grapas», «metiéndome
en la boca y masticando una bombilla»). Si está en lugares altos (terra
zas, puentes...), le asalta el impulso de «tirarme saltando al vacío»;
cuando está en un paso de peatones, de «ponerme delante de los
coches», y esperando al metro, de «tirarme a las vías».
Para atenuar el intenso malestar que le ocasionaban sus obsesiones
(pensamientos) evitaba coger por la empuñadura los cuchillos y mirar
cómo cortaba los alimentos cuando comía, estar cerca de, o coger, ob
jetos cortantes (tijeras, cuchillas...), usar el lavabo del cuarto de baño,
cerrar la persiana del negocio donde trabajaba, etc. Cuando las obse
EL TOC NO ES SIEMPRE IGUAL 85
Box 5. EN RESUMEN
sulta con el psiquiatra: «Al final era ya con cualquier persona, incluso
mujeres: iba por la calle con miedo de mirar a la gente».
Tras la consulta con el psiquiatra, que le pautó farmacoterapia, su
angustia disminuyó notablemente y a la siguiente cita de control
(una semana después) estaba muy contenta. Pero ante el regreso in
minente de su padre a la casa «empecé a preocuparme por si veía esas
cosas con él, y ahí se lió todo...».
Seis meses después, cuando la evaluamos, presenta imágenes obse
sivas de sexo oral con su padre muchas veces cada día, que le generan
un malestar muy intenso. Evita el contacto físico con él («no tantos
abrazos, por miedo a exagerarlo todo... creo que mi mente va por li
bre y puedo pensar cualquier cosa de algo que sé que no es real»).
Nota que intenta distanciarse de su padre «aunque sólo sea por evitar
este mal». Cuando está con su padre y tiene las obsesiones, evita mi
rarlo e intenta mirar hacia otro lado, distraerse con algo para no
pensar (la televisión o una revista...). Dice «es como mirar la reali
dad, lo que hay y dónde estás, salir como de ese fondo, como inten
tar abrir los ojos». También trata de razonar interiormente y con
vencerse de que «no pasa nada, esto no es de verdad, yo no soy así...».
Comenta que incluso cuando no tiene las imágenes, se acuerda todo
el día del tema. En ese momento, además, se habían añadido obse
siones de contenido agresivo («¿y si me da por matar o matarme?»),
que aparecían ya tres o cuatro veces al día, sobre todo ante la presen
cia de algún estímulo (p. ej., un cuchillo) o ante personas vulnerables
(un bebé...). Ella intentaba controlarlas mediante la supresión inten
cionada de sus pensamientos («no pienses más, si no, es peor»), el
autocastigo (se reñía a sí misma «por pensar esas cosas») o la auto-
tranquilización («para qué le das importancia»). Evitaba ver contenidos
relacionados con sexo en la televisión, para que «no me dieran ideas».
Box 6. EN RESUM EN
Las personas que presentan obsesiones blasfemas suelen ser especialmente religio
sas. De este modo, estas obsesiones contravienen aspectos muy relevantes para ellas,
y las viven también con intensa angustia.
EL TOC NO ES SIEMPRE IGUAL 87
rezos seguidos, ya que uno solo no me vale). Con ello consigo con
trolar la situación, aunque sé que no evitaré tener nuevamente otros
pensamientos blasfemos, pues con frecuencia, antes incluso de acabar
el ritual, vuelvo a tener otras obsesiones, lo que me obliga a realizar
otros rituales (rezos) después para contrarrestarlos».
Box 7 . EN RESUMEN
Las obsesiones que hemos llamado de «dudas puras» son diferentes a las obsesiones
de dud a típic as de los pacientes comprobadores, pues su contenido suele ser de tipo
existencial y prácticam ente Imposible de poner a prueba, por lo que los pacientes difí
cilmente realizan comprob acione s externas, y las manejan de diversos modos, entre
ellos «rumiar» el asunto casi constantemente, esforzarse por activar pensamientos de
contraste...
Los lavadores
Box 8. EN RESUMEN
Una de las ide as obsesivas de contamin ación más frecuentes es el miedo exagerado a
contaminarse y contaminar a otros al manipular o utilizar productos tóxicos o veneno
sos. Estas ide as persisten a pesar de que el paciente haya llevado a cabo la limpiez a
o el lav ado adecu ados después de utilizar el producto en cuestión, o aunque no se
haya entrado en contacto real con el mismo (por ejemplo, porque se han tomado las
m edidas de protección ad ecu adas: guantes, etc.).
las aceitunas con las que se iba a hacer aceite, y las personas que lo
pudieran consumir también podrían contaminarse». Consideró que
si esto ocurriera sería responsabilidad suya por no haber limpiado el
maletero y decidió no cargar las aceitunas. A partir de este aconte
cimiento aumentaron las ideas obsesivas de contaminación cuando
tenía que coger productos agrícolas que habían sido tratados con
insecticidas, pesticidas o abonos, o utilizar productos de limpieza do
mésticos (lejía, amoniaco, ambientadores...), o tocar o rozar (él mis
mo o su coche) «arbustos venenosos» (como las adelfas, que abundan
en ciertas zonas mediterráneas), o tocar o coger la bolsa de la basura
doméstica. Cuando José estaba ante estos estímulos, pensaba que «si
los toco puedo contaminarme y si luego toco algo puedo llegar a
contaminar a otras personas y éstas pueden enfermar y finalmente
incluso morir». La interferencia en su funcionamiento de estas ideas
obsesivas y de las precauciones que tomaba para prevenirlas había
disminuido considerablemente su calidad de vida. Por ello su esposa
e hija le insistieron y animaron para que pidiera ayuda profesional.
Cuando acudió a la consulta evitaba entrar en campos de cultivos
que hubieran sido fumigados, abonados (en caso de hacerlo cuando
llegaba a casa se ducha y cambiaba toda la ropa y el calzado); mani
pular y utilizar pesticidas, insecticidas y abonos que se emplean en
las tareas agrícolas; coger con las manos cualquier producto agrícola
(frutas, hortalizas...) si antes no podía lavarlos varias veces y después
lavarse las manos reiteradamente; cargar en el maletero de su coche
frutos o productos agrícolas si previamente no los lavaba y cuando
los descargaba limpiaba a fondo el maletero; tocar envases que con
tuvieran productos de limpieza doméstica (si en alguna ocasión lo
hacía a continuación se lavaba varias veces las manos); limpiar con
productos desinfectantes (lejía, amoniaco) la zona del patio de su casa
que utilizaba su perro aunque para hacerlo se pusiera guantes; circu
lar con su coche por caminos o carreteras en los que hubiera adelfas;
aproximarse a pie a zonas ajardinadas en las que hubiera adelfas; co
ger la bolsa de la basura si antes no limpiaba las asas y posteriormen
te se lavaba varias veces las manos.
En definitiva, sus rutinas y estilo de vida estaban afectados negati
vamente, ya que había dejado de acudir a diario al campo a los huer
tos de su propiedad, pues eran lugares donde había «alto riesgo de
contaminarse» y pasaba los días en su casa y transitando por las calles
94 TOC. OBSESIONES Y COMPULSIONES
Box 9. EN RESUMEN
Las obsesiones más comunes de las personas que llevan a cabo conductas repetitivas
de lavado o limpiez a son las d e contaminación por suciedad. Sentirse sucio o pensar
que está sucio algo que se toca, o algo que importa, resulta extremadamente molesto,
aunque no esté muy claro si se teme alguna otra consecuencia derivada de la sucie
dad. Los pacientes suelen temer ensuciarse ellos y ensuciar a su vez a los demás. En
ocasiones, la sensación de sucie da d se suma a la de asco, y es ésta la que predomina
ante todo. No es inusual que los pacientes digan que no piensan nada, sino que sim
plemente les da asco toc ar algo (la comida, la ropa, a ellos mismos o cualquier objeto)
y que esa sensación de repugna ncia es la que les lleva a lavarse o a lavar el objeto, la
persona o alguna parte de su cuerpo antes de poder seguir haciendo cualquier cosa.
En estos casos parece como si el asco fuera en si mismo la obsesión, y la respuesta
conductual que suscita es la misma que cualquiera de nosotros tendría ante una sen
sación similar: lavarse o lava hasta que de sap arece la sensación. El problema es que,
en el caso de estas obsesiones, el asco se suscita ante algo que normalmente no lo
daría, por lo que difícilmente el lavado elimina la sensación.
Luna tenía 38 años, estaba casada y con tres hijos. Empezó a tener
«manías» (rituales de limpieza y conductas de evitación) a los 25
años, a partir del posparto de su primera hija en el que además tuvo
una depresión. El tratamiento farmacológico mejoró la depresión y
atenuó algo sus rituales, pero comenzó a dejar el tratamiento por los
efectos secundarios (se hinchaba y tenía mucho sueño «parecía que
estuviera todo el tiempo embarazada»). Cuatro años después nació su
hijo: «con la ilusión del embarazo estuve un poco mejor, pero tras el
nacimiento aunque no me deprimí, las manías aumentaron». Este
aumento de las «manías» se reprodujo tras el nacimiento de su ter
cer hijo, cuya concepción no estaba prevista, un año después. Había
empezado por lavarse de forma repetitiva las manos, y los lavados
se fueron extendiendo paulatinamente a los muebles, el suelo, sus
hijos, etc.
EL TOC NO ES SIEMPRE IGUAL 95
PEDRO: contagio
Box 10 . EN RESUMEN
Una versión bastante habitual de las ideas obsesivas de contaminación son los temo
res exagerados e irracionales al contagio y, a partir de aquí, a contra er una enferme
dad. En estos casos hay que diferenciar el T O C de una hipocondría y de una fobia a la
enfermedad. En el caso de la hipocondría, la sintomatología predominante es la preo
cupación por la posibilidad de ten er una enfermedad, o el miedo a contra ería y es esa
pre ocupación la que puede llevar al paciente a evitar entrar en contacto con gérmenes,
suciedad, o personas que tengan alguna enfermedad. No obstante, lo que predomina
es el miedo y la preocupación, mientras que la evitación es muy secund aria y, en mu
chos casos, puede no estar presente. Además, el hipocondriaco es consciente de que
las posibilidades de enfermar por contagio son mínimas o inexistentes y de que el pro
blema fundamental radica en su miedo y pre ocupación por la posibilidad misma de en
fermar, y no tanto por el contagio de terceros. De hecho, la mayoría de los hipocondría
cos se pre ocupa por enferm edades no contagiosas (tumores, infartos, etc.). En el caso
de la fobia a la enfermedad, el componente fundamental es el miedo a contra er una en
fermedad, pero no al contagio. No obstante, en estos casos los componentes de evita
ción (activa y pasiva) están muy presentes.
Box 1 1 . EN RESUMEN
Otra de las versiones de ¡deas obsesivas de contaminación son las de miedo exa gera
do a poder contaminarse de situaciones o cosas poco o nada tangibles, como la muer
te, el demonio... o transmitirlos a otras personas.
PAULA: errores
tamiento (sobre todo cuando iba solo) o se reaseguraba con los que
iban en el coche con él. Esto también le ocurría en el caso de pasar
por un paso de cebra o si había peatones cerca. Desde que tenía estas
dudas obsesivas evitaba conducir en la medida de lo posible y cuando
lo hacía extremaba las precauciones y conducía a menor velocidad
de lo habitual. A pesar de tomar todas estas precauciones, con fre
cuencia (cuatro o cinco veces por semana) no podía apartar de su
mente la idea de que quizá había atropellado a alguien o provocado
un accidente, y como no tenía ya posibilidad de comprobarlo in situ
trataba de recomponer mentalmente la secuencia de conducción que
le preocupaba y las comprobaciones que había hecho para quedarse
tranquilo. También se reaseguraba con sus familiares, que le argu
mentaban el porqué aquello era sumamente improbable.
Los repetidores
y besar al niño Jesús: este ritual era «el que más pereza me da», y se
agobiaba al ver la puerta abierta porque casi nunca «conseguía el ob
jetivo con una sola serie». Además, la figura tenía que quedar luego
alineada de una determinada manera, como en tantos otros rituales...
Cuando se duchaba, tenía que sacudir el teléfono de la ducha tres
veces, más una más lenta. También tenía que oler las toallas antes de
colgarlas tres veces más una, a veces hasta tres series de tres más una
repetición. Además, los botes tenían que tener determinada inclina
ción, coger la ducha con los pies en determinados ladrillos... Todo
ello habitualmente para tranquilizarse respecto a la idea de que pu
dieran irle mal los estudios, pero también en relación con sus padres
(todos los rituales, en realidad, podían valer para ambas ideas obsesi
vas y otras similares más esporádicas, en función de las que primaran
en un determinado momento, por ejemplo, si sus padres estaban de
viaje en coche).
Cada vez que se vestía y desvestía tenía que besar tres veces más
una la virgen que llevaba en el sujetador. Aunque esta situación sólo
solía producirse dos veces al día, la angustia era intensa y a veces ha
blaba consigo misma en voz alta para calmarse. Por último, cada vez
que abría su escritorio tenía que besar el reloj de su abuelo, que había
fallecido tres años antes, para que le diera buena suerte (tres veces
más una). Procuraba no abrir el cajón «por todos los medios» para
no tener que llevar a cabo el ritual. Antes de acostarse besaba al niño
Jesús, el reloj de su abuelo, alineaba las zapatillas... y repasaba el cuar
to de baño (grifos, puerta alineada...). Todo ello, al igual que el resto
de rituales, se intensificaba los días en que estaba más nerviosa o de
sanimada. Además, Beatriz tenía otras dudas y rituales de comproba
ción (gas, llaves...), pero no son las representativas de lo que aquí se
ejemplifica.
Los ordenadores
SEBASTIÁN
FERNANDO
Los acumuladores
JOAQUÍN
Los lentos
MARIO
Obsesiones mixtas
En conclusión
1) agresivos;
2) sexuales, religiosos, repugnantes;
3) simetría y orden;
4) dudas y comprobación;
5) limpieza y contaminación;
6) superstición,
La explicación cognitiva
Estímulos, situaciones
o acontecimientos vitales Estados de ánimo alterados
negativos desencadenantes
Intrusión mental
no deseada,
desagradable
1 Malestar,
ansiedad, Valoraciones negativas
t
o disfuncionales
Sensación (catastrofistas)
de autocontrol
OBSESIÓN
Estrategias de
afrontamiento
( neutralización,
compulsiones, evitación)
Creencia Definición
Creer que la mera presencia de un pensamiento indica que es algo importante, o que
significa algo importante para uno mismo, da do que se experimenta de forma continua
aun en contra de la propia voluntad o deseo. Las cre encias pueden reflejar fusión entre
el pensamiento y la conducta o acción (FPA) y pensamiento mágico o supersticioso.
CARMEN
a) Pensar esto implica que soy una inmadura y una mala madre,
pues si lo hago supondría abandonar a mis hijos.
146 TOC. OBSESIONES Y COMPULSIONES
MATEO
A NTO NIO
Creer que los «malos» pensamientos son moralmente equivalentes a las «malas» a c
ciones o conducta s. P ensar algo Inmoral o in ad e cua do es tan inmoral como si uno
actuara según ese pensamiento (por ejemplo, «pensar en golpe ar a alguien es tan con
denable como hacerlo»)-
150 TOC. OBSESIONES Y COMPULSIONES
GABRIEL
CELIA
PASCUAL
moralmente como matarle». Por ello era tan importante para él llegar
a tener la certeza completa (desempeña su papel también por tanto la
intolerancia a la incertidumbre, que después comentaremos) de que
no lo deseaba y de que lo lamentaba. Así, se fue implicando en di
versos mecanismos: convencerse interiormente, repetir mentalmente
o en voz alta que era absurdo y que no necesitaba planteárselo, con
ductas repetitivas para demostrarse que sí lo lamentaba..., para llegar
a convencerse de que sus pensamientos y sentimientos no eran mo
ralmente reprobables. El trastorno se instauró con mucha rapidez.
Cuando a los pocos días se produjo el atentado terrorista del 11-S
en Nueva York, se añadieron dudas obsesivas del mismo contenido
con este suceso, al igual que le ocurrió más tarde con otras desgracias
o desastres de los que se enteraba. En todos estos casos la convicción
de que «no lamentar estos hechos era equiparable moralmente a pro
vocarlos» tuvo un papel esencial en su malestar.
Pensar en algo aumenta la proba bilida d de que ocurra en realidad: «si pienso que va a
ocurrir un accidente, es más proba ble que ocurra», «si pienso en que me puedo conta
giar al toc ar algo, es más posible que me contagie», «si pienso que puedo tener cán
cer, significa que puede que lo tenga».
MERCEDES
LUISA
LORENA
SERGIO
ANA
ANDREA
Sobrestimar el peligro
Las obsesiones son peligrosas, representan una amena za real para el bienestar perso
nal. Se tiende a exa gerar la proba bilida d de que ocurran sucesos peligrosos o dañinos
— o exagerar la gra ved ad del daño o del peligro— , en relación con los acontecimientos
de la vid a cotidiana, o con la vid a en general, por tener obsesiones (o pensamientos in
trusos).
ALMUDENA
ALBERTO
JOSÉ
MARGARITA
Responsabilidad excesiva
Box 6. R E S P O N S A B IL ID A D EXCESIVA
MARISA
AGUSTÍN
PAULA
siones llamaba tras haber dado una consigna para asegurarse de que
se había entendido bien, pero entonces dudaba si por haberlo hecho
había creado un malentendido... y sin duda, molestaba al que llamaba.
En todas estas dudas, la paciente hacía valoraciones características
de sobrestimación del peligro, tanto en relación con la probabilidad de
que ella hubiera cometido algún error como sobre las posibles conse
cuencias que de ello se derivaran, pues catastrofizaba las posibles
consecuencias. Debemos decir que este tipo de valoraciones habían
sido claramente estimuladas en su ambiente de trabajo, en el que se
le había dicho expresamente que había grandes cantidades de dinero
en juego en cada pequeño acto que hacía y que sería despedida si
cometía errores.
Pero además de las sobrestimaciones de peligro, la responsabilidad
excesiva desempeñaba un gran papel. Paula, por supuesto, pensaba
que era completamente responsable de las consecuencias en el caso de
cometer un error aunque éste hubiera ocurrido sin intencionalidad
alguna por su parte, y a sabiendas de que cometer errores es propio
de la misma naturaleza humana. Además, se sentía incluso responsa
ble del resultado del proceso total, de modo que trataba de controlar
que sus compañeros también hicieran bien su trabajo, lo que, como
es lógico, les molestaba bastante. Es decir, no tenía nada claro que el
resultado final estaba influenciado por muchos otros factores, que
al no estar en su mano, no podían ser responsabilidad suya.
En definitiva, consideraba su responsabilidad tratar de impedir
que ocurriera todo aquello negativo que se le había ocurrido que po
día suceder. Estas valoraciones de responsabilidad excesiva, junto a
otras que también eran relevantes en su caso (sobrestimación del pe
ligro, intolerancia a la incertidumbre...) supusieron desde el princi
pio que las dudas que le surgían resultaran muy angustiosas, y por
tanto que estuviera muy motivada para realizar conductas de com
probación, con lo que el círculo vicioso se puso en marcha, y la llevó
cada vez más lejos. Cualquiera que piense que es posible que haya
cometido un error en su trabajo, que es muy probable que tenga
consecuencias catastróficas, de lo cual será totalmente responsable, y
que en cualquier caso no puede soportar quedarse con la duda... se
verá impelido a comprobarlo.
180 TOC. OBSESIONES Y COMPULSIONES
Intolerancia a la incertidumbre
Box 7 . IN T O L E R A N C IA A LA IN C E R T ID U M B R E
ISABEL
ÁNGELA
RAFAEL
Rafael, auxiliar administrativo de 42 años, estaba casado y tenía dos
hijos. Había experimentado sus primeras obsesiones de dudas sobre
errores hacía tres años. Le asaltaban dudas de este tipo:
— Después de cerrar su coche: «¿habré cerrado el coche bien?».
— Después de aparcar en su plaza de garaje: «¿habré invadido la
plaza de garaje contigua a la mía?».
— Al salir de su trastero: «¿habré apagado la luz?, ¿habré cerrado
la puerta?».
¿CÓMO SE PRODUCEN LAS OBSESIONES? 185
Perfeccionismo
Uno debe esforz arse por lograr una respuesta o solución perfecta para ca d a problema
o situación, incluidos los propios pensamientos, si quiere evitar las consecu encias in
deseables que podría tener cualquier error o equivocación, por pequeña que sea. Se
sustenta en la cre encia de que hay una solución perfecta para ca d a problema o situa
ción, que es posible y necesario hacer las cosas perfectamente, y que incluso los erro
res más pequeños pueden tener graves consecuencias. Las cre encias de perfe ccionis
mo se extie nd en a los pens a mientos en sí mismos («mis pe nsa mientos d e b e n ser
perfectos, debo pensar lo más exacta y adecuadamente posible para evitar cualquier
error que tendría consecu encias desastrosas»).
186 TOC. OBSESIONES Y COMPULSIONES
CAROLINA
ésta pudiera caer al suelo). Una vez envuelto el pelo con la toalla, se
desmaquillaba y después se lavaba el pelo sin meterse en la ducha.
Cuando tenía el cabello lavado, lo cubría con una toalla procurando
que ésta no rozara el resto de su cuerpo que tenía sin lavar, y por últi
mo se metía en la ducha. Una vez duchada subía descalza a la planta
superior y se vestía en su habitación, calzándose allí otras zapatillas.
Lavaba su ropa aparte de la del resto de su familia; la ropa con la que
había salido a la calle la clasificaba en dos grupos: ropa más exterior
de la parte superior del cuerpo (suéteres, camisas, chaquetas, pañue
los de cuello, bufandas, guantes, etc.) y ropa más exterior de la parte
inferior del cuerpo (pantalones, faldas, vestidos, etc.), y la introducía
en lavados diferentes con programas de lavado completos. Esto lo ha
cía dos veces para cada grupo de ropa, pues la lavaba una primera vez
del derecho y una segunda vez del revés. La ropa interior (camisetas,
bragas, sujetadores, calcetines, medias, etc.) la lavaba aparte, progra
mando de nuevo la lavadora. Evitaba usar prendas de abrigo (cha
quetones, abrigos) porque le resultaba muy complicado y costoso
limpiarlos, ya que tenía que cepillarlos cinco o seis veces seguidas con
agua que contenía amoniaco o llevarlos continuamente a la tintore
ría. Lo primero que debían hacer su marido y su hijo cuando entra
ban en casa era quitarse la ropa de calle, ponerse otra para estar por
casa y unas zapatillas (ambas cosas se las tenía preparadas en una ha
bitación de la planta baja). La ropa sucia de ambos la metía en un
cesto diferente del que utilizaba para la suya y la lavaba sólo una vez
en la lavadora. Su ropa de baño (no podía compartirla con su fami
lia), también la lavaba aparte con un programa completo de lavado.
Procuraba sentarse siempre en una silla de plástico de uso exclusivo
para ella; y si alguna vez alguien la usaba antes de utilizarla ella, la la
vaba minuciosamente; si se quería sentar en el sofá lo limpiaba con
detenimiento antes de hacerlo. Cuando las visitas que podía recibir
en su casa se iban, tenía que limpiar todas las partes de la casa por
donde habían transitado y en el mismo orden (ej., primero la entra
da, después el tramo de pasillo hasta el salón, y a continuación el sa
lón, si ése había sido el orden en que se había desplazado por la casa
el visitante). Además tenía que limpiar a fondo cada una de las estan
cias (suelos y muebles). Diariamente, como norma, limpiaba a fondo
su casa entera: en primer lugar, la planta superior; a continuación, la
planta baja y, por último, el garaje.
190 TOC. OBSESIONES Y COMPULSIONES
SEBASTIÁN
DAVID
Evaluación idiosincrásica:
examinando las valoraciones disfuncionales sobre las obsesiones
1. Responsabilidad (7 ítems).
2. Sobrestimación de la importancia de los pensamientos
(5 ítems).
3. Fusión pensamiento-acción tipo probabilidad (5 ítems).
4. Fusión pensamiento-acción tipo moral (7 ítems).
5. Importancia de controlar los pensamientos (5 ítems).
6. Sobrestimación del peligro (8 ítems).
7. Intolerancia a la incertidumbre (6 ítems).
8. Perfeccionismo (7 ítems).
1. Distracción cognitiva
2. Distracción conductual
3. Compulsiones mentales
4. Compulsiones manifiestas
4.1 de limpieza
4.2 de comprobación
4.3 de orden
5. Reestructuración cognitiva
6. Revaloración
7. Búsqueda de reaseguración
9. Parada o supresión de pensamiento
10. Relajación
11. Autocastigo
12. Evitación
13. Esfuerzo de supresión
14. Preocupación
15. Esfuerzo de control
16. Ocultación
17. No hacer nada (dejar fluir el pensamiento)
18. Otras: indicar cuáles
¿CÓMO SE PRODUCEN LAS OBSESIONES? 205
Box 1 . RECUERDE
1. Empirismo colaborador.
2. Compartir las metas del tratamiento.
3. Cuestlonamlento socrático y descubrimiento guiado.
4. T areas entre sesiones.
Box 2. RECUERDE
Elementos que impiden o ponen en riesgo la aplicación del tratamiento cognitivo del
TOC:
1. C onfundir el objetivo del tratamiento: el foco del tratamiento son las cre encias dis
funcionales en que se sustentan las obsesiones, y no sus contenidos.
2. Que el terapeuta se convierta en fuente de re aseguración.
3. Que el cuestionamiento cognitivo se convierta en un nuevo ritual.
4. C onfundir el debate cognitivo con una discusión con el paciente, en el que primen
los argumentos de autoridad.
Reacciones emocionales ante la/s obsesión/es más molesta/as INPIOS. Parte 2-A
Interferencia que genera la/s obsesión/es más molesta/as INPIOS. Parte 2-A
Primera sesión
Información y educación general sobre el TOC
O bje tivos:
T é c n i c a s:
Sucesos personales,
Estímulo o situación ansiedad, estrés, miedo,
preocupación, tristeza ...
IN T R U S IÓ N M E N T A L N O D ESEA D A
(pensamiento, imagen, impulso, sensación, recuerdo)
Que molesta,
Que disgusta,
Que asusta,
etcétera
Sucesos personales,
Estímulo o situación
ansiedad, estrés, miedo,
preocupación, tristeza...
IN T R U S IÓ N M E N T A L N O D ESEA D A
Estímulo o situación
+ Sucesos personales,
ansiedad, estrés, miedo,
preocupación, tristeza...
IN T R U S IÓ N M E N T A L N O D ESEA D A
f
Valoraciones negativas, disfuncionales o
inadecuadas sobre algo que sólo es un
pensamiento, un impulso, una sensación...
desagradable, inoportuna...
+
Sucesos personales,
Estímulo o situación
ansiedad, estrés, miedo,
f
preocupación, tristeza...
I
IN T R U S IÓ N M E N T A L N O D ESEA D A
X
Rituales, preguntar, huir (evitar)... ¡¡¡Compulsiones!!!
Sucesos personales,
Estímulo o situación
+
ansiedad, estrés, miedo,
i preocupación, tristeza...
4
Ansiedad, miedo, preocupación sensación
de que el pensamiento se puede controlar
Sucesos personales,
Estímulo o situación + ansiedad, estrés, miedo,
________________
Ansiedad, miedo, preocupación
Sensación de que el pensamiento se puede controlar
Segunda sesión
Información y educación preparatoria para terapia cognitiva
O b je tivo s:
T éc n ic a s:
F o rm ato:
Sucesos, ansiedad
Estímulo, situación ... estrés, miedo,
preocupación,
tristeza, etc.
^ Ansiei
i sensac
| de coi
234 TOC. OBSESIONES Y COMPULSIONES
Técnicas
Formato
E je m p lo s:
«Si un pensamiento entra en mi mente, de be ser importante». «Tener malos pensa
mientos significa que soy ruin, despreciable, anormal, que estoy loco». «Si he pensado
que soy homosexual, es porque debo serlo». «Si pienso en agredir a alguien, es porque
soy un psicópata y en realidad lo quiero hacer o puedo llegar a hacerlo». «SI pienso
que a mi familia puede pasarle algo malo, de bo estar atento para darme cue nta de
ello». «Mis pensamientos revelan cómo soy».
Técnicas:
• Buscar atribuciones a la presencia del pensamiento y estimar sus posibilid ad e s de
explicarla.
• Análisis y evidencias a favor y en contra.
• Experimentos conductuales.
240 TOC. OBSESIONES Y COMPULSIONES
MIRIAM
• El hecho de ser una persona. Sólo por este motivo tenía que
tener pensamientos intrusos, que por definición son desagra
dables y vienen sin que uno quiera. Así que el hecho de te
nerlos inicialmente era indicativo, en todo caso, de ser una
persona normal. Además, los suyos eran sobre uno de los te
mas más habituales.
• Estar viviendo una época de estrés pudo aumentar la proba
bilidad de tener pensamientos intrusos en un momento con
creto, así como su frecuencia. En concreto, ella era muy
aprensiva y estaba muy preocupada por el problema de salud
que se ha comentado.
• Se descartó en su caso que algún estímulo concreto (una pe
lícula, una conversación o suceso del que hubiera tenido no
ticia) pudiera haberle traído este contenido a la cabeza, ya
que no recordaba nada parecido. Y también que alguna
242 TOC. OBSESIONES Y COMPULSIONES
Loca, peligrosa
psicópata: 15%
Por tanto, había muchas más evidencias que indicaban que era
una persona normal, de las que había a favor de que no lo fuera.
A esta conclusión se añadía la de que en la medida en que somos
seres humanos, hemos de admitir que nadie es perfecto, que todos
tenemos defectos, y por tanto tener defectos (o no ser perfecto) es
precisamente lo normal. Cuando se analizó a fondo cómo era su
vida, cómo se había desarrollado, encontramos evidencias suficien
tes para pensar que ella y su vida eran incluso más normales y caba
les que las de la mayoría de la gente. Y por supuesto, también como
la mayoría de la gente tenía algunas cualidades especialmente lla
mativas, defectos claros y áreas personales menos desarrolladas.
En definitiva, si parecía que todos los datos apuntaban a que
«no estaba loca», el tener ideas obsesivas debía explicarse por algu
na otra razón, como las que se han comentado en el cuestiona-
miento anterior. Este mismo procedimiento se siguió para anali
zar la valoración de ser peligrosa o una psicópata.
Experimentos conductuales
PRIMERA HIPÓTESIS
SEGUNDA HIPÓTESIS
un lado, y con otras diez personas conocidas por las dos (terapeuta
y paciente): personajes públicos. Estas comparaciones las hicimos
extensivas también a sus allegados. Como cabía esperar, la conclu
sión de estos ejercicios fue que era bastante normal, en muchos
sentidos. Hay que remarcar que algunos de sus allegados respon
dieron de forma contundente y clara, y otros lo hicieron además
con buenas dosis de ironía, lo que tuvo un efecto especialmente
beneficioso sobre la paciente.
ANDREA
Experimentos conductuales
E je m p lo s :
«Pensar en tener relaciones sexuales con un perro es tan condenable como hacerlo».
«Pensar en suicidarme es tan inaceptable como hacerlo». «Si pienso en atropellar a al
guien es casi tan inmoral como atropellarle».
Técnicas:
• C omparación de las consecuencias reales para los demás en caso de pensar y en
caso de actuar.
• Informar y contrastar que la valoración moral se relaciona con la elección voluntaria.
• Analizar las elecciones reales del paciente en el ámbito tratado y en otros.
254 TOC. OBSESIONES Y COMPULSIONES
A N TO N IO
• «Evito jugar con mis hijos (o los de amigos o conocidos), sobre todo
si el juego implica algún tipo de contacto físico...». «A veces evito
abrazarles o darles un beso...».
256 TOC. OBSESIONES Y COMPULSIONES
CARMEN
«¿Cuáles son los efectos reales que tiene en tus hijos y en tu fami
lia el hecho de que tengas obsesiones de tirarte por el balcón?».
• Adaptarse a vivir con menos luz natural (por tener las persia
nas bajadas).
260 TOC. OBSESIONES Y COMPULSIONES
E je m p lo s:
«Por tener pensamientos violentos puedo actu ar violentamente». «Mis padres pueden
tener un accidente: si pienso en el niño Jesús tres veces lo evitaré». «Si paso cerc a o
hablo con una gitana o un tuerto me transmitirán en ergía negativa». «Pensar que tendré
buena suerte repetidas veces me protege de tener mala suerte».
Té cnicas:
• Análisis de evidencias a favor y en contra.
• Experimentos conductuales: influencia mental sobre el mundo tanto positiva como
negativa. Sobre asuntos genéricos y esp ecíficos de la pre ocupación del paciente.
BEATRIZ
to) y que ella pudiera tener mala suerte o que le fueran mal las cosas
en su trabajo y estudios. Los rituales los hacía como prevención para
que esto no ocurriera, eran muy variados y numerosos y consumían
gran cantidad de tiempo: estudiando, tenía que mirar la estampa de
la Virgen y cabecear tres veces en diversas direcciones cada vez que se
le ocurría que podía suceder algo malo a sus padres (25 veces de me
dia en una sesión de estudio). Aproximadamente con la misma fre
cuencia tenía que inclinar tres veces el bolígrafo hacia la mesa y una
última más lentamente para que le fuera bien en los estudios. Ritua
les similares realizaba a la hora de comer, ducharse, vestirse y desves
tirse, acostarse... y en determinadas circunstancias: si la puerta de la
habitación de sus padres estaba abierta, si abría su escritorio...
Las primeras valoraciones que se abordaron fueron las de fusión
pensamiento-acción de tipo probabilidad, que eran las que mayor
peso tenían en su cuadro obsesivo, como suele observarse en la ma
yoría de pacientes del subtipo repetidores.
PRIMERA VÍA
Terapeuta-. ¿En algún momento desde que empezaste a tener manías (so
bre los 12 años) ha habido una temporada en que por algún motivo
no las hicieras?
Beatriz-. Bueno, cuando iba a la otra terapia.
Terapeuta-. Y ¿cuánto tiempo, aproximadamente, estuviste sin hacer mu
chas de ellas?
Beatriz: Pues casi un año, y luego, poco a poco, me fui enganchando
otra vez.
Terapeuta: Y durante ese año, ¿sucedió alguna desgracia a ti o a tu fami
lia, tus padres tuvieron algún accidente, sacaste peores notas?
PROGRAMA DE TRATAMIENTO COGNITIVO. SEGUNDA PARTE 263
SEG U N D A VÍA
TERCERA VÍA
CUARTA VÍA
Por último, también es útil analizar con los pacientes qué fun
ción pudo haber tenido, cuando se pusieron de manifiesto estas
creencias de fusión entre pensamiento y acción, el llegar a creer
que lo que sucediera a su alrededor podía depender de que reali
zara o no sus rituales. Habitualmente, la función de los rituales
es la de intentar rebajar la incertidumbre y aumentar la sensación
de control sobre acontecimientos que escapan a una cosa y otra.
La autotranquilización que produce el ritual está así asociada a
esa (falsa) sensación de control y a la disminución de la incomo
didad que genera la incertidumbre sobre el futuro. Se trata, por
tanto, de que se ponga de manifiesto que hay acontecimientos
cuyo devenir es incierto y que no dependen de la propia actua
ción, y que otros, si bien pueden depender en alguna medida
de lo que uno haga o deje de hacer, son realmente muy difíciles de
controlar y predecir. Como consecuencia, hay que asumir, por
ejemplo, la posibilidad de que un familiar tenga un accidente, y
que evitarlo o disminuir la posibilidad de que suceda puede de
pender, en parte y en contadas ocasiones, de lo que uno haga o
diga (por ejemplo, impedirle coger el coche si ha bebido o está
cansado, o rogarle que no lo haga). Pero, en todo caso, lo que
haga o no el familiar dependerá en última instancia de su volun
tad. Y si al final tiene o no un accidente, hay que asumir que las
causas principales no necesariamente estarán relacionadas con que
haya bebido o esté cansado. Pero sobre todo debe quedar claro
que lo que uno puede hacer para aminorar la posibilidad del acci
dente debe tener una relación clara con eso que se pretende evitar
o prevenir. Y los rituales no ejercen ninguna influencia real sobre
la posibilidad o no de que se produzca el accidente. El mismo ra
zonamiento se aplicó recurriendo a un ejemplo más positivo: para
que le fuera mejor en los estudios o en el campo profesional, su
comportamiento debía estar relacionado con el objetivo: trabajar
y esforzarse más. Pero repetir las cosas más veces, o de determi
nada manera, no guardaba relación con el objetivo y, además,
PROGRAMA DE TRATAMIENTO COGNITIVO. SEGUNDA PARTE 267
Experimentos conductuales
TOMÁS
Terapeuta: ¿Piensas que a las personas que les van bien las cosas en su
vida es porque hacen muchos rituales de repetición?
Tomás: No, no creo que sea por eso. Será porque se esfuerzan en
conseguir lo que quieren, también puede influir que tengan suerte
PROGRAMA DE TRATAMIENTO COGNITIVO. SEGUNDA PARTE 271
Experimentos conductuales
E je m p lo s :
«Sería mejor persona si controlara este pensamiento». «Puedo controlar mis pensa
mientos si pra ctico lo suficiente». «D ebo esforz arme por controlar mis pensamientos».
«Yo d e bería controlar mis obsesiones».
T é cn ica s:
• T écnic as de terapia racional emotiva para exigencias absolutistas.
• E videncias a favor y en contra de la posibilid ad de controlar «todo» y, en particular,
obsesiones y pensamientos.
• Ventajas e inconvenientes de mantener esta cre e ncia y los esfuerzos a que da lugar.
(Estos dos puntos están incluidos en el primero).
• E xperimentos conductuales específicos.
EDUARDO
PRIMER PASO
Invitar al paciente a cuestionarse si la norma de la que partía era rígida
SEGUNDO PASO
Instar al paciente a preguntarse si la norma era realista
TERCER PASO
Preguntar al paciente si la norma le había resultado adaptativa
LORENZO
Experimentos conductuales
Los objetivos generales del tratamiento, así como las técnicas y for
mato a utilizar para las cuatro creencias disfuncionales que se abordan
aquí, son iguales a los que se explicaron en el capítulo anterior. No
obstante, hemos decidido presentar en dos capítulos diferentes la se
gunda parte del tratamiento porque las creencias cuyo tratamiento
cognitivo ejemplificamos a continuación son menos específicas del
TOC, pues son relativamente frecuentes también en otros trastornos.
Así, las creencias que revelan una tendencia a sobrestimar el peligro o
amenaza del estímulo ansiógeno (las obsesiones, en el caso del TOC),
junto con las de intolerancia a la incertidumbre, se observan también
en pacientes con fobias, agorafobia, trastorno por angustia y ansiedad
generalizada. Por su parte, las creencias sobre perfeccionismo se pro
ducen en trastornos diferentes a los de ansiedad, como la anorexia
nerviosa, y algo similar sucede con las de hiperresponsabilidad, a pe
sar de que estas últimas fueron planteadas por Salkovskis como es
pecialmente relevantes para el TOC. No obstante, hay que recordar
que como indicamos en el capítulo 4, la secuencia de las creencias a
tratar depende de cuáles sean las que el paciente mantiene con mayor
fuerza en relación con sus obsesiones y compulsiones asociadas.
284 TOC. OBSESIONES Y COMPULSIONES
Sobrestimar el peligro
R ecuérdese que en este caso había que distinguir entre la probabilida d de que suce
dan acontecimientos negativos y la gra ved ad de los mismos.
E je m p lo s :
a. Probabilidad: «Si me enfado con mi hijo, pu ede ponerse nervioso y pelearse con
otros niños o salirse de la fila y que alguien tenga un accidente». «Seguramente he
deja do el grifo abierto, se saldrá el agua, se inundará el piso y será un desastre en
tod a la finca». «Habré dejado el gas encendido, puede entrar en contacto con fue
go y habrá una explosión o se Incendiará la casa». «Si no envuelvo bien este trabajo
manual con cristales que ha hecho mi hijo, seguro que alguien lo coge en clase y se
corta».
b. Gravedad: «Tener una ide a obsesiva es horroroso y catastrófico». «No puedo so
portar aguantar sin hacer el ritual, lo paso fatal, es insoportable».
T é cn ica s:
• Sobrestimación de peligro de tipo probabilida d: generar hipótesis alternativas y asig
nar nuevas proba bilid a d e s basándose en evidencias. Probabilidades acumuladas.
Análisis de la relación coste-beneficio entre la precaución y lo que previene. Experi
mentos conductuales.
• Sobrestimación de peligro de tipo catastrofista: corre cción estándar de catastrofis
mos una vez corre gid a la probabilida d. E xperimentos conductuales.
Se desbordará el lavabo.
'i '
Se inundará el piso.
«I*
Puede afectar a las casas de los vecinos.
2) Que el volumen de agua que salía fuera mayor del que podía
recoger el sumidero, y por tanto se desbordara el lavabo. De
nuevo aquí, basándonos en evidencias, estimamos la probabili
dad de que cada una de estas opciones ocurriera. Así se tuvo en
cuenta:
Experimentos conductuales
• Dejar la casa sin cerrar con llave todos los días al salir duran
te una semana.
• Dejar el coche sin cerrar con llave en todas las ocasiones du
rante una semana.
• Dejar algún bulto en el coche susceptible de hacerlo más
atractivo al robo.
• Dejar los grifos de su casa abiertos durante diez minutos.
• Dormir con las luces y los aparatos eléctricos encendidos du
rante una semana.
Cuestionamiento de catastrofismos
PRIMERA
¿Qué es lo peor que podría pasar (si no pone en marcha sus estrategias
de control)? y ¿cómo sería de malo u horroroso, y cuánto duraría...?
SEGUNDA
¿Qué cosas seguirá llevando adelante a pesar de este malestar?
TERCERA
¿Cómo sería de malo, horrible, molesto, este malestar, en comparación
con otras cosas que pueden suceder?
reciben de: «no tienes derecho a quejarte, que hay otros que están
peor». Es necesario transmitir que sólo se trata de situar las cosas
en su lugar, para ajustar lo insoportables que resultan, ya que valo
rarlo «totalmente insoportable» es lo que le deja en realidad sin
opciones para intentar afrontarlo, con menos consecuencias a me
dio plazo y de un modo más constructivo.
Se elaboraron tres conjuntos de sucesos que diferían en cuanto
a su nivel de gravedad:
CUARTA
¿Qué puedo hacer para que esto sea lo menos molesto posible?
Experimentos conductuales
Responsabilidad excesiva
Box 6. R E S P O N S A B IL ID A D EXCESIVA •*
Ejemplos:
«Soy responsable si alguien se daña con mi regalo de cristal». «Seré responsable si
entran a robar en casa de mi abuela y no he comprob ado que he cerra do bien». «Soy
responsable del daño que pueda sufrir alguien si tiene un accidente tras ac ercarme en
coche a su sitio». «Si no evito que mi madre tome sus pastillas en lugares públicos, se
le pueden ca er y será responsable si un niño las toma accidentalmente».
Técnicas:
• El queso: hacer porciones con distintos porcentajes de «contribución».
• La flecha descendente para extraer toda la cadena de Implicaciones y calcular pro
babilida des acumuladas.
• C ontrastar con las valoraciones si el protagonista fuera otra persona y conciencia-
ción del doble rasero.
• El abogado defensor.
• Experimentos conductuales.
NACHO
Experimentos conductuales
O bien:
O bien:
i
Y, posteriormente, en cualquiera de los casos:
O bien,
• Que los electricistas de la obra actual hubieran tirado cable por zonas
de aguas,
• Que la persona a cargo de la reforma no hubiera supervisado/organi-
zado esta situación,
Y además,
ISABEL
El abogado defensor
Intolerancia a la incertidumbre
Box 7 . IN T O L E R A N C IA A LA IN C E R T ID U M B R E •*
Ejemplos:
«Puedo y de bo despejar totalmente mis dudas». «Dudar sobre lo que pienso me resul
ta insoportable». «N ecesito estar seguro de lo que pu eda pasar o de que no va a pasar
nada malo por un despiste mío». «No de bería dudar, no lo aguanto».
Técnicas:
• T écnicas de tera pia racional emotiva para exige ncia s y ne cesid ad es absolutistas.
• E videncias a favor y en contra de la posibilidad de certe z as completas en distintos
ámbitos y, en particular, con las dudas obsesivas.
• Ventajas e inconvenientes de mantener esta cre e ncia y los esfuerzos a que da lugar.
(Estos dos puntos están incluidos en el primero).
• C orrección está nd ar de los catastrofismos derivados, tipo «no puedo soportar las
dudas».
• E xperimentos conductuales.
PROGRAMA DE TRATAMIENTO COGNITIVO. TERCERA PARTE 311
SERGIO
PRIMERO
Preguntarse si la norma es rígida
SEGUNDO
Preguntarse si la norma es realista
TERCERO
Preguntarse si la norma es adaptativa
Sin embargo, hay que señalar al final que las ideas rígidas y exi
gentes suelen tener un beneficio muy importante: la fantasía de
PROGRAMA DE TRATAMIENTO COGNITIVO. TERCERA PARTE 317
creer que las cosas pueden ser como uno quiere, a base de esfor
zarse, o simplemente porque se tiene razón (en el caso de la exi
gencia al exterior). De algún modo, mientras el paciente se auto-
exige, o exige a la vida, no tener dudas, y sufre las consecuencias
de ello, cree que puede llegar a conseguirlo, que esto puede ser
así. No tiene que asumir que eso no es posible, y que de muchas
cosas no podemos tener certezas, incluyendo las que más nos pre
ocupan o importan. En el caso de Sergio, si su padre podía tener
un accidente, si su vida era o no una película, si podía haber
cometido un error con consecuencias graves, etc. En definitiva,
lo cierto es que tenemos que aceptar vivir con un alto grado de
incertidumbre sólo porque no nos queda otra, o bien renunciar
a vivir tratando de reducir los márgenes de impredecibilidad de
las cosas, lo que apenas conseguiremos para ningún aspecto sig
nificativo de nuestras vidas. Asumir esto resulta particularmente
difícil para algunas personas y es importante darse cuenta de que
supone asumir limitaciones que puede no tener asimiladas en
absoluto. La propuesta final es cambiar el debería por un prefe
riría, que convierte la exigencia en un deseo consciente de sus
limitaciones.
También hemos encontrado útil terminar este cuestionamiento
preguntando hasta qué punto tiene sentido culparse o enfadarse
(según se exija el debería a uno mismo o a los demás), porque el
sol no sale a la hora que yo considero que debería salir. En reali
dad, la ley de la existencia de la duda para el ser humano es tan
real como las que rigen en la física. Y asumir que no está en mi
mano, igual de necesario.
Experimentos conductuales
Perfeccionismo
Box 8. PERFECCIONISM O •*
Ejemplos:
«D ebo conseguir dejar todo perfecto». «D ebo pensar siempre las cosas adecuadas».
«Si mis rituales no son perfectos, hay que repetirlos».
Técnicas:
• T écnicas de terapia racional emotiva para exigencias absolutistas.
• Evidencias a favor y en contra de la posibilid ad de perfección en distintos ámbitos.
• Ventajas e inconvenientes de mantener esta cre e ncia y los esfuerzos que conlleva.
• E xperimentos conductuales.
PROGRAMA DE TRATAMIENTO COGNITIVO. TERCERA PARTE 319
RAFAEL
PRIMERO
Le preguntamos si consideraba que esa norma era rígida
SEGUNDO
Le preguntamos si pensaba que la norma era realista
TERCERO
Le preguntamos si consideraba que la norma era adaptativa
CAROLINA
Experimentos conductuales
Se emplean dos sesiones, una cada quince días, una vez finalizado el
tratamiento. Los objetivos fundamentales de ambas sesiones son éstos:
CUESTIONARIOS PARA
LA EVALUACIÓN Y EL DIAGNÓSTICO
DEL TOC
ANEXO 1 333
Y-BOCS - GRAVEDAD
(YALE-BROWN OBSESSIVE CO M PU LSIV E SCALE - SEVERITY)
Las puntuaciones deben reflejar el efecto combinado de T O D O S los síntomas obsesivo-compulsivos. Evalúe la ocu
rrencia media de cada ítem D U R A N TE LA SEM ANA A N T ER IO R , incluido el momento de la entrevista.
SUBESCALA D E O B SESIO N ES
1 Tiempo empleado 0 h/día 0-1 h/día 1-3 h/día 3-8 h/ día >8 h/día
con las obsesiones
Puntuación 0 1 2 3 4
3 Malestar por las Ninguno Leve Moderado pero Grave Casi constante,
obsesiones manejable incapacitante
Puntuación 0 1 2 3 4
4 Resistencia a las Siempre se resiste a Se resiste mucho Algunas veces se resiste Se rinde a menudo: se No se resiste en
obsesiones pensar en ellas a pensar en ellas pensar en ellas, intenta «recrea» o se deja inundar absoluto, se
alejarlas de la mente sin resistirse apenas rinde siempre
Puntuación 0 1 2 3 4
5 Control de las Las controla Consigue Algunas veces consigue Casi nunca consigue No tiene
obsesiones siempre (se las quita controlarlas controlarlas controlarlas ningún control
de la cabeza) muchas veces
Puntuación 0 1 2 3 4
SUBTOTAL DE OBSESIONES
SUBESCALA DE COMPULSIONES
1 Tiempo empleado 0 h/día 0-1 h/día 1-3 h/día 3-8 h/día >8 h/día
con las
compulsiones
Puntuación 0 1 2 3 4
3 Malestar por las Ninguno Leve Moderado pero Grave Casi constante,
compulsiones manejable incapacitante
Puntuación 0 1 2 3 4
4 Resistencia a las Siempre se resiste a Se resiste mucho Algunas veces se resiste Casi nunca se resiste a No se resiste en
compulsiones hacerlas a hacerlas a hacerlas hacerlas absoluto, ni se
lo plantea
Puntuación 0 1 2 3 4
5 Control sobre las Las controla Casi siempre Consigue no hacerlas Casi nunca consigue No tiene
compulsiones siempre (no las consigue no algunas veces controlarlas ningún control:
hace) hacerlas las hace siempre
Puntuación 0 1 2 3 4
SUBTOTAL DE OBSESIONES
TOTAL OBSESIONES + COMPULSIONES
334 TOC. OBSESIONES Y COMPULSIONES
0 = En absoluto/Ninguno/Nada
1 = Un poco
2 = Bastante
3 = Mucho
4 = Muchísimo
* The Obsessive-Compulsive Inventory short versión, Foa, E. B.; Huppert, J. D., Lei-
berg, S.; Langner, R.; Kichic, R.; Hajcak, G. et al. (2002): Psychological Assess-
ment, 14, 485-405. Traducción española de Fullana, M. A., Tortella-Feliu, M., Ca
seras, X., Andión, O., Torrubia, R. y Mataix-Cols, D. (2004): Anxiety Disorders, 19,
893-903.
ANEXO 1 335
SUBESCALAS:
1. Limpieza (ítems: 5, 11, 17); 2. Obsesiones (ítems: 6, 12, 18); 3. Acumulación
(ítems: 1, 7, 13); 4. Orden (ítems: 3, 9, 15); 5. Comprobación (ítems: 2, 8, 14); 6.
Neutralización (ítems: 4, 10, 16).
336 TOC. OBSESIONES Y COMPULSIONES
INSTRUCCIONES
* Clark, Antony, Beck, Swinson y Steer (2005): Psychological Assessment, 17, 132-
143. Validación española de Belloch, Reina, García-Soriano y Clark (2009): Revista
de Psicopatología y Psicología Clínica, 14, 63-90.
ANEXO 1 337
• Que pueden ser poco apropiadas o poco indicativas del tipo de perso
na que usted es en realidad; es decir, estas intrusiones mentales no son
el tipo de pensamientos que le gustaría tener.
• En muchas ocasiones son difíciles de controlar, aunque le parezcan
ilógicas o sin sentido.
SUBESCALA DE COMPULSIONES
A lg un o s ejemplos de compulsiones-,
• Lavarse las manos una y otra vez hasta que se siente que están «como
deben».
• Comprobar la calefacción varias veces hasta que uno se siente seguro
al irse de casa.
• Repetir palabras o frases una y otra vez hasta sentir que se han conse
guido recordar correctamente.
• Empeñarse en guardar de forma excesiva cosas que no se necesitan
(por ejemplo, facturas de teléfono viejas, periódicos, etc.), porque le
parece que no estaría bien tirarlas.
• Contar hasta un determinado número varias veces hasta que uno sien
te que «está como debe».
• Toquetear objetos un determinado número de veces, etc.
342 TOC. OBSESIONES Y COMPULSIONES
18 0 Nunca o muy raras veces sigo rutinas rígidas en mis tareas diarias
(por ejemplo, vestirme o lavarme siguiendo un orden concreto)
o procuro tener las cosas puestas en un orden concreto (por ejem
plo, tener las cosas en casa o en la oficina en su lugar exacto).
1 Ocasionalmente (es decir, menos de una vez a la semana) sigo
rutinas rígidas al realizar las tareas cotidianas o procuro tener
las cosas en un orden concreto.
2 Frecuentemente (varias veces a la semana) sigo rutinas rígidas
al realizar las tareas cotidianas o procuro tener las cosas en un
orden concreto.
3 Con mucha frecuencia (todos los días) sigo rutinas rígidas al
realizar las tareas cotidianas o procuro tener las cosas en un
orden concreto.
INPIOS PARTE I
C o n d u c i e n d o h e te n i d o i n t r u s i o n e s m e n t a l e s d e :
E s ta n d o en u n l u g a r a lt o ( como un a c a n t il a d o , u n p u e n t e o u n edificio
alto, etc.) he te n ido in trusion es m en tales de:
6. Saltar al vacío.
7. Empujar a alguien al vacío.
14. Robar o coger dinero (p. ej., en una tienda, a alguien, etc.), aunque
en realidad no lo necesite para nada.
13. Romper o estropear a propósito algo (p. ej., un plato, un adorno,
rayar un coche, «hacer una pintada», etc.).
16. Tener relaciones sexuales con una persona con la que nunca se me
ocurriría tenerlas.
17. Participar en una actividad sexual que vaya en contra de mis prefe
rencias sexuales (p. ej., hombre/mujer, animales, muertos, etc.).
A s í p o rq u e sí, sin nin gún motivo especial, he tenido in trusiones m entales de:
E n m i v i d a c o tid ia n a :
E s t a n d o en u n l u g a r p ú b l i c o h e t e n i d o i n t r u s i o n e s m e n t a l e s d e:
30. ¿Me habré dejado encendido algo en casa? (p. ej., el fuego de la co
cina, la calefacción, el gas, la estufa, las luces, un cigarrillo, etc.).
31. ¿Me habré dejado la puerta o las ventanas de la casa sin cerrar y
puede haber entrado alguien?
32. ¿Me habré dejado algún grifo abierto?
33. ¿Habré cometido algún error en el trabajo o en la escuela? (p. ej.,
no haber respondido bien al examen, no haber tomado bien las no
tas, no haber escrito bien las direcciones, no haber contado bien el
dinero, no haber entendido o escrito bien un texto, etc.).
34. ¿Habré dejado algo peligroso (p. ej., cristales, productos tóxicos, etc.)
en un lugar al que pueden acceder los niños?
35. ¿Habré olvidado algo importante?
36. Si habré hecho o no alguna tarea (p. ej., «¿regué las plantas?»).
37. Si puedo haberme hecho daño o contraído alguna enfermedad.
38. Si puedo haber provocado una desgracia involuntariamente.
39. Si puedo haber ofendido a alguien sin darme cuenta.
40. Si necesitaré más adelante algo que iba a tirar porque hace tiempo que
no utilizo (p. ej., ropa vieja, periódicos, bolsas o cajas vacías, etc.).
49.
50.
352 TOC. OBSESIONES Y COMPULSIONES
PLANTILLA DE CORRECCIÓN
Parte I
S u b e s c a la s d e P I O íte m s
Agresivos 1-10
Sexuales, religiosos, repugnantes, existenciales, conductas
socialmente inadecuadas 11-24
Simetría y orden 25-28
Dudas y necesidad comprobar 30-36, 38-40
Limpieza y contaminación 29, 37, 41-44
Superstición, magia 45-48
1 2 3 4 5 6 7
1_ w
Totalmente Bastante Algo Ni de acuerdo Algo Bastante Totalmente
en en en ni en de de de
desacuerdo desacuerdo desacuerdo desacuerdo acuerdo acuerdo acuerdo
1. A pesar de que soy muy cuidadoso, a menudo pienso que van a su-
cederme cosas malas.
2. Pensar en estafar a alguien es casi tan inmoral como estafarle de
verdad.
3. Si me esfuerzo continuamente por controlar mi mente, lo conseguiré.
4. Si tengo un pensamiento indeseable, eso indica qué es lo que yo
quiero en realidad.
5. Si no soy capaz de hacer algo perfectamente, prefiero no hacerlo.
6. Si pienso que un amigo o un familiar va a perder su trabajo, au
menta el riesgo de que lo pierda de verdad.
7. Un fallo, por pequeño que sea, indica que un trabajo no está completo.
8. Debo proteger a los demás de posibles males.
9. Si tengo pensamientos violentos, perderé el control y me volveré
violento.
10. Yo tengo la responsabilidad de asegurar que todo esté en orden.
11. Si pienso que un amigo o un familiar van a tener un accidente de
coche, aumenta la posibilidad de que realmente lo tengan.
12. Hay cosas que para la gente son pequeñas molestias, y sin embargo
a mí me parecen desastres.
13. Los pensamientos violentos son para mí tan inaceptables como los
comportamientos violentos.
358 TOC. OBSESIONES Y COMPULSIONES
PLANTILLA DE CORRECCIÓN
* The Thougbt Control Questionnaire, Wells, A., y Davies, M. I., 1994 (Adaptación
española — versión breve— de Luciano, Belloch y cois., European Jo u r n a l ofPsycbo-
logicalAssessment, 2006).
ANEXO 1 361
PLANTILLA DE CORRECCIÓN
S u besc a la N . ° to ta l íte m s
ít e m s
Distracción 4 1 7 10 12
Control social 4 8
C )*
15 16
Preocupación 2 3 13
Castigo 3 2 4 5
Revaloración 3 6 11 14
* ítem invertido.
WHITE BEAR SUPPRESSION INVENTORY - WBSI*
1: Completamente en desacuerdo
2: Bastante en desacuerdo
3: Ni de acuerdo ni en desacuerdo
4: Bastante de acuerdo
5: Completamente de acuerdo
* The White Bear Suppression Inventory, Muris, P., Merckelbach, H., Horselenberg, R.,
1996 (Adaptación española, con permiso de los autores, de Luciano, Belloch y cois.,
European Jo u r n a l ofPsychological Assessment, 2006).
ANEXO 2
C o n ta m in a c ió n
S i m e t r í a / O rde n
D u das
S o m á t ic o
Religioso
S e x u a le s
Estímulos, situaciones
o acontecimientos vitales Estados de ánimo alterados
negativos desencadenantes
I Malestar,
ansiedad,
tristeza Valoraciones negativas
o disfuncionales
t Sensación
de autocontrol
(catastrofistas)
OBSESIÓN
Estrategias de
afrontamiento
( neutralización,
compulsiones, evitación)
368 TOC. OBSESIONES Y COMPULSIONES
DÍA:
«Puedo tener mala suerte (examen, negocio...) ... si repito esto tres veces
lo remediaré».
«Como he pensado que mis padres pueden tener un accidente, si no
miro al niño Jesús, es probable que lo tengan».
«Si me viene la imagen de mi suegro agonizando, puedo enfermar gra
vemente».
370 TOC. OBSESIONES Y COMPULSIONES
E x a g e r a c i ó n de l a g r a v e d a d d e l p e lig r o a s o c i a d a a l p e n s a m i e n t o
o d e l p r o p io p e n sa m ien to .
TO C. OBSESIONES Y COMPULSIONES
Hora Obsesión Valoraciones o interpretaciones (0 = en absoluto; 10 = totalmente)
RECUERDA:
• Recuerda qué hacías cuando las cosas iban mejor, y ponlo en prác
tica.
374 TOC. OBSESIONES Y COMPULSIONES
CONOCER EL TOC
Las personas que padecen un TOC tienen obsesiones que consisten en pen
samientos, impulsos o imágenes, repetitivos e intrusos, de contenido desa
gradable y molesto para ellos, que no pueden controlar (porque no pueden
hacer nada para evitar que «irrumpan» en su mente continuamente), que
saben que son producto de su mente (son conscientes de que nadie, ningún
ser extraño, se los dicta o algo por el estilo), y que consideran en alguna me
dida absurdos y exagerados. La frecuente irrupción de estas obsesiones pro
voca un estado de angustia, malestar, inquietud o ansiedad constantes, con
lo que el estado de ánimo se altera mucho (por ejemplo, pueden deprimir
se, estar irritables o muy nerviosos).
Los contenidos más habituales son los siguientes: de duda (p. ej., si he
cerrado bien el gas, si he firmado bien este documento, si he lavado bien
algo...), agresivos (p. ej., hacer daño a su bebé o a cualquier ser querido, o
imágenes de agresiones a sí mismo,...), de contaminación (p. ej., si se con
taminará la familia por no lavarse bien las manos al llegar de la calle, si se
contagiará de una enfermedad por usar la vajilla de un restaurante, por sen
tarse en un lugar fuera de casa o en otro sitio que no sea el suyo, o por abrir
una puerta, tocar una barandilla o un pasamanos...), sexuales (p. ej., imá
genes de relaciones sexuales contrarias a sus preferencias), religiosas (p. ej.,
blasfemias), de temor a que suceda algo malo (p. ej., un accidente a un fa
miliar, una enfermedad, que se pierda un trabajo, que se suspenda un exa
men...). No obstante, no hay que olvidar que los contenidos concretos de
las obsesiones pueden ser muy personales. El elemento clave es que su con
tenido es desagradable y altamente angustioso, y se experimentan de forma
repetitiva. Este último aspecto es muy importante, y comprenderlo bien
ayuda a entender cómo se siente la persona afectada: seguramente alguna
vez habrá tenido la experiencia de no poder quitarse de la cabeza una can-
cioncilla por mucho que lo intente o de no poder dejar de pensar en un
problema, en una discusión o en cualquier otra cosa, incluso cuando está
intentando dormir. Ahora imagine que en lugar de ser una cancioncilla, o
cualquier otra de las experiencias que acabamos de mencionar, se tratara de
pensamientos, imágenes o impulsos como éstos, que le vinieran una y otra
vez a la cabeza sin que pudiera evitarlo: «no he cerrado el gas y puede haber
una desgracia por mi culpa», «no he anotado bien las cosas y puedo perder
el trabajo», «¿y si hubiera atropellado a alguien sin darme cuenta?», «se me
puede escapar el cuchillo del pan y clavársele a mi hijo», «tengo que limpiar
ANEXO 3 379
bien todo por si hay gérmenes y alguien de mi familia enferma por mi cul
pa». Es seguro que se sentiría tan mal como se siente su familiar y que se
sintiera empujado a hacer algo para no pensar más en eso tan desagradable
o para que no ocurriera la desgracia que teme. Pues es así, más o menos,
como se siente todo el tiempo y casi a todas horas su familiar con TOC.
Debido a la elevada angustia y malestar que provocan las obsesiones, las
personas que tienen un TOC se esfuerzan por eliminarlas o borrarlas de su
mente. Para ello, ponen en marcha diversos procedimientos que pueden ser
internos o externos (observables). Los más habituales son: comprobaciones
repetitivas ante las dudas (comprobar diez veces un albarán, volver para ver
si he atropellado a alguien). Lavarse durante largo tiempo y con productos a
veces agresivos (lejía, esparto, etc.); limpiar una y otra vez las mismas cosas
y objetos, las ropas que se traen de la calle, los zapatos, los bolsos, los abri
gos, las carteras, el móvil; evitar numerosas conductas normales (por ejem
plo, dejar las bolsas del mercado en la repisa de la cocina, saludar dando la
mano), para no contaminarse; pensar en la imagen contraria ante pensa
mientos agresivos o rezar durante cierto tiempo, aunque no sea muy cre
yente; evitar situaciones y guardar objetos potencialmente dañinos (escon
der los cuchillos, evitar estar en sitios altos); evitar el contacto afectivo
normal ante obsesiones sexuales; llevar a cabo rituales repetitivos de cual
quier tipo (dar un determinado número de toques a los muebles para preve
nir algún mal, dar la vuelta tres veces a cada prenda al vestirse y desvestirse),
o seguir determinadas secuencias y orden en tareas cotidianas, como asearse,
tener que alinear y ordenar los objetos de determinada forma (por ejemplo,
la cubertería, vasos y tazas en los armarios...).
La variedad es muy grande, y, de nuevo, las conductas para afrontar las
obsesiones pueden ser muy particulares, pero el elemento esencial es que
se hacen con la finalidad de r e d u c ir e l m a l e s t a r y lib r a r se d e l a s obsesiones y
sus co n secuencias te m id a s. El problema está en que rara vez estas «estrate
gias» impiden que la obsesión reaparezca de nuevo: de hecho, lo que con
siguen es precisamente lo contrario, esto es, que reaparezcan las obsesio
nes. La consecuencia es que el paciente intentará «aplicarse» más,
esforzándose para que no vuelvan a aparecer. El resultado final es que la
persona se ve involucrada en una especie de círculo vicioso del que no
sabe cómo salir.
380 TOC. OBSESIONES Y COMPULSIONES
COMPRENDER EL TOC
enteraran de lo que les ocurre. Por eso muchas tratan de ocultarlo, incluso
le restan importancia y piensan que con fuerza de voluntad conseguirán su
perar el problema, y no buscan ayuda. Suelen estar muy asustados y angus
tiados.
En otras ocasiones, el problema se instaura poco a poco, empezando por
m a n í a s o comportamientos no llamativos, que llegan a ser problemáticos
por su frecuencia y la cantidad de horas que hacen perder con el paso del
tiempo.
En cualquier caso, hay que tener en cuenta que la persona difícilmente
podrá terminar voluntariamente con el problema sin ayuda, y que no podrá
cambiar o modificar su modo contraproducente de afrontar las obsesiones
si no va aplicando gradualmente y con asesoramiento profesional estrategias
alternativas y sin efectos contraproducentes. Dicho de otro modo: la fuerza
de voluntad personal, o el intentar luchar uno solo contra este problema,
no es suficiente: siempre se necesita la ayuda de un especialista.
LA IMPLICACIÓN DE LA FAMILIA
F o r m a s d e re sp o n d e r
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