Muertos Que Regresan de UltraTumba, Cielo y Purgatorio
Muertos Que Regresan de UltraTumba, Cielo y Purgatorio
Muertos Que Regresan de UltraTumba, Cielo y Purgatorio
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abían pasado cuatro días puesto que el paso a la otra vida acos- Antes de conocer algunos de estos ca-
desde que corrieron la losa tumbra a ser definitivo. sos extraordinarios, vale la pena recor-
de la tumba. El cuerpo, se- Pero hubo «muertos» que volvieron dar ciertos principios.
gún la Sagrada Escritura, a la vida y relataron lo que encontraron
ya olía mal. Sin embargo, Lázaro vol- al divisar el umbral de la eternidad.
En las «fronteras de la muerte»
vió a la vida y se convirtió en un Actualmente, numerosos estu-
indiscutible símbolo de la omni- diosos se dedican a examinar las
potencia de Jesús: un poder sobre llamadas experiencias cercanas a la
la vida y la muerte, cuya jurisdic- muerte, que, desde una perspectiva
ción sobrepasaba el umbral de la científica, se aproximan a lo que
eternidad. nosotros, los católicos, creemos por
No obstante, lo que los evange- revelación divina: la resurrección
listas no narran, y que seguramente de la carne y la vida eterna.
al hombre contemporáneo le gusta- Aunque la medicina aún no ha
ría mucho conocer, es lo que habría logrado determinar con exactitud
visto Lázaro al pasar de esta vida a el momento en el que la vida cesa
la otra… y da paso a la muerte, para definir
esta última diferencian la llama-
¿Qué hay después de la muerte? da muerte clínica de la muerte
He aquí una pregunta mante- biológica, pues son situaciones
nida bajo el más absoluto velo del distintas.
misterio a lo largo de todos los La muerte clínica se caracteriza
tiempos. Creemos, por la fe, que la por signos que pueden ser monito-
muerte es la puerta definitiva ha- rizados, como la midriasis, el paro
cia la eternidad, un paso obligado cardiorrespiratorio, la ausencia to-
Reproducción
Reproducción
Los teólogos, por su parte, definen nidad ya lloraba su fallecimiento.3
la muerte como la separación del alma La abadesa se estaba debatiendo
de su propio cuerpo, y diferencian dos entre la vida y la muerte durante
etapas: la muerte aparente y muerte treinta días y parecía, finalmente,
real. Explica el P. Royo Marín, OP: que había sucumbido a la fiebre:
«Entre el momento llamado de la «Mi cuerpo, parecía derretirse bajo
muerte y el instante en que ésta tiene el ataque de un dolor agudo. Mi car-
realmente lugar, existe siempre un ne, mi sangre, la médula de mis huesos
período más o menos largo de vida la- se secaban. Mi alma parecía lista para
tente […]», ya que «la muerte no viene liberarse de mi cuerpo…».
de repente; es un proceso gradual de la Su alma se encaminaba entonces
vida actual a la muerte aparente y de hacia una gran luz, cuando vio al glo- La experiencia de quienes han
pasado por el trance de la muerte y
ésta a la muerte real».1 rioso San Miguel, rodeado de sus com- han regresado puede darnos una idea
Conviene señalar que los casos batientes, que le interpeló: «¡Vamos, de lo que nos sucederá
relatados a continuación ocurrieron vamos! ¿Por qué duermes, y contigo el Las bellas horas del duque de Berry -
muy probablemente entre la muerte conocimiento que Dios te ha dado para Museo Metropolitano de Arte, Nueva York
clínica o aparente y la muerte biológi- su servicio? […] Amanece, ¡levántate!
ca o real, en un estado que podríamos Sale el sol, ¡levántate, come y bebe!». Sorprendidos, los circunstantes de-
denominar como la «frontera de la Entonces Hildegarda oyó a todo el seaban que contara lo que le había pasa-
muerte». ejército celestial cantar en retumban- do, pero Salvio guardó silencio y ayunó
te coro: «¡Escuchad la voz! Los men- durante tres días, tras los cuales narró:
Una cuestión complementaria sajeros de la muerte han hecho silen- «Fui llevado al Cielo por dos ángeles,
Aún queda una pregunta por res- cio, aún no es el momento de partir. de modo que me pareció que tenía bajo
ponder en este intrincado asunto: las Virgen, ¡levántate!». mis pies no sólo esta tierra inmunda,
almas de aquellos que «vuelven a la Y volvió a la vida. sino también el sol y la luna, las nubes
vida», ¿fueron juzgadas? Según la teo- y las estrellas. Luego fui introducido, a
logía, el juicio particular se celebra en
Salvio, el hombre que través de una puerta más luminosa que
el momento mismo de la muerte, sien- volvió del Cielo el día, en una morada llena de una luz
do su sentencia instantánea e irrevo- No siempre es tan hermosa la expe- inefable y de una extensión indescripti-
cable. ¿Qué pensar entonces de estas riencia cercana a la muerte… A veces ble, en cuyo pavimento entero resplan-
raras excepciones? Sencillamente que conduce a la conversión, en otras oca- decían el oro y la plata».
volvieron a la vida antes de ser juzga- siones puede servir de incentivo para Salvio saludó a numerosos ángeles,
das, es decir, previendo ese regreso, no abrazar una vía de mayor perfección. mártires y confesores, en un ambien-
estuvieron sometidas al juicio parti- San Gregorio de Tours,4 el historiador te reluciente y sobrenatural, mientras
cular, el cual sucederá cuando se pro- de los francos, recoge el testimonio de se acercaba a una luz más intensa que
duzca la segunda y definitiva muerte San Salvio, un monje que regresó a la las demás: «Me inundó un perfume de
corporal.2 vida después de, supuestamente, ha- extrema dulzura, que tanto me nutrió
Dejando de lado las discusiones ber contemplado algo de la bienaven- que todavía no siento hambre ni sed.
sobre el tema, dado que la ciencia y la turanza celestial. Escuché una voz que decía: “Que re-
teología aún no han podido precisar el Habían pasado cuatro días desde grese a la tierra, pues es necesario para
momento de la muerte real, dirijamos su fallecimiento, cuando «despertó» nuestras iglesias”».
nuestra atención a las experiencias de exclamando: «Oh, Señor misericor- Como se puede imaginar, el infor-
quienes pasaron por este trance y re- dioso, ¿por qué me has hecho volver tunado lamentó amargamente verse
cuerdan lo que vieron y oyeron, pues a este tenebroso lugar del mundo, obligado a abandonar las delicias del
pueden darnos cierta noción de lo que cuando mejor fue para mí tu miseri- Cielo y regresar a este valle de lágri-
nos sucederá el día que Dios quiera cordia en el Cielo que la vida en este mas… «¡Ay, ay! Señor, ¿por qué me
llamarnos. siglo perverso?». has mostrado estas cosas si estoy pri-
extraordinarias como las narradas, dimos todos los días que ruegue
subrayando, en cierto modo, algo por nosotros en la hora de nuestra
de lo que nos enseña la doctrina muerte, preparen nuestras almas
católica sobre el más allá. para este terrible y grandioso mo-
mento. Así, cuando llegue, podre-
Un encuentro con Jesús Debemos rezar pidiéndole a Dios que mos exclamar con Santa Teresa
a 130 kilómetros por hora prepare nuestra alma para el momento
del Niño Jesús: «¡No muero, entro
terrible y grandioso de la muerte
En 2008, la directora de cine y en la vida!». ²
Muerte de San José - Iglesia de Santiago,
escritora Natalie Saracco sufrió un Tournai (Bélgica)
terrible accidente automovilístico
a 130 km/h, en una carretera de cami- cia no podía imaginar que ese amor 1
ROYO MARÍN, OP, Antonio. Teología de
no a su casa, cerca de Pacy-sur-Eure fuera tan grande. «Señor, es una pena la salvación. 4.ª ed. Madrid: BAC, 1997,
(Francia).7 Se quedó atrapada dentro entregar el alma, ahora que sé que nos pp. 254; 256.
del coche y poco a poco empezó a sen- amas hasta la locura. Me gustaría po- 2
Cf. Ídem, p. 280.
tir que su vida se le escapaba mientras der regresar a la tierra para dar testi- 3
Cf. FRANCHE, Paul. Sainte Hildegar-
expulsaba chorros de sangre. Se vio en monio de tu amor sin límites y para de. 3.ª ed. Paris: Victor Lecoffre, 1903,
un lugar fuera de los límites espacio- consolar tu Sagrado Corazón». pp. 62-63.
temporales y se encontró ante Jesús, «Nada más decir esto —prosigue 4
Cf. SAN GREGORIO DE TOURS. Histo-
que le mostró su Corazón rodeado de ella—, me sentí pequeña y frágil: ha- ria francorum. L. VII, c. 1.
espinas. bía llegado la hora de mi juicio ante 5
Cf. SAN BEDA. Historia ecclesiastica
«Lloraba, y de su Corazón brota- el tribunal celeste. Oí una voz que de- gentis anglorum. L. V, c. 12.
ban lágrimas de sangre. Y aquellas lá- cía: “Seréis juzgados por el verdade- 6
Cf. THEILLIER, Patrick. Experiencias
grimas brotaban también de mi propio ro amor de Dios y de sus hermanos”. cercanas a la muerte. 2.ª ed. Madrid: Pa-
corazón. Me pareció que Él deseaba Después de aquellas palabras, me sentí labra, 2017, pp. 147-150.
que yo experimentara su terrible su- como reinyectada dentro de mi cuerpo: 7
Cf. Ídem, pp. 92-94.