Monterrey. Patrimonio e Industria Maqueta Web Páginas
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SEMINARIO DE PROCESOS DE
INDUSTRIALIZACIÓN
Monterrey: patrimonio e industria
Seis estudios históricos
En portada
Composición a partir de:
La fundición de Fierro y Acero.
Impresión al carbón de la colección Perspectivas Reineras
de Mariano Martínez.
Publicado en el núm. 189 de Zig-Zag: semanario gráfico y de
actualidades, el 10 junio de 1913.
ISBN: 979-850-7184-33-0
Se prohíbe la reproducción total o parcial de esta obra.
Impreso y hecho en México.
ÍNDICE
Introducción 9
Introducción
La preservación del patrimonio cultural en el estado de
manera oficial es relativamente reciente, hasta la promul-
gación de la Ley del patrimonio cultural del estado de Nuevo
León en 1991. Y aunque previo a la publicación de este
documento los gobiernos estatal y municipales habían
realizado diferentes intervenciones para la restauración
y conservación del patrimonio inmueble, eran labores
secundarias en la agenda política. Sin embargo, aún con
la existencia de una ley que promueve estas acciones, lo
cierto es que quedan trabajos pendientes en lo que res-
pecta al cuidado patrimonial del estado.
Por lo anterior, se revisan las labores gubernamentales
previas a la aparición de la mencionada ley respecto a la
protección del patrimonio. Posteriormente, se lleva a cabo
Figura 2.
Publicidad del
Cabaret Obispado,
ca. 1920.
Figura 3.
Museo de
Historia Regional
Obispado.
32 Id.
33 Ley que crea el Consejo para la Cultura y las Artes de Nuevo
León, publicada en el Periódico Oficial, miércoles 7 de junio de
1995, artículo 2.
34 Ib., artículo 3, fracción VIII.
35 Consejo para la Cultura y las Artes de Nuevo León, “Pa-
32 monterrey: patrimonio e industria
36 Id.
37 Carlos Aparicio, María Ortega y Efrén Sandoval, “La se-
gregación socio-espacial en Monterrey a lo largo de su proceso
de metropolización”, Región y sociedad, Vol.23, núm. 52, 2011,
pp.173-207.
34 monterrey: patrimonio e industria
Catálogo Comi-
Año de Metro-
Munici- o regis- sión o Patrona-
publi- polita-
pio tro de Junta to
cación no
bienes técnica
García 2003 Si No Si No
General 2005 Si Si Si No
Escobedo
Linares 2008 No No Si No
Monte- 2016 Si Si Si No
rrey
Santa 1998 Si No No No
Catarina
Santiago 2017 Si Si Si Si
Tabla 1. Contenido de los reglamentos municipales
sobre patrimonio cultural. Fuente: Elaboración propia.
64 Id.
65 García, 2009, op. cit., p. 163.
66 Consuelo López González, “Tendrá NL su propio Palacio
de Bellas Artes”, 31 de agosto de 2018, elporvenir.mx, dispo-
nible en: http://elporvenir.mx/?content=noticia&id=107723.
48 monterrey: patrimonio e industria
Consideraciones finales
El cuidado del patrimonio de Nuevo León, antes y des-
pués de la legislación, ha tenido una orientación marca-
damente política en la que persiste la competencia entre
las administraciones estatal y municipales sacrificando,
muchas veces, la integridad de los bienes inmuebles y los
espacios públicos. Pese al aumento en el número de re-
gulaciones llevadas a cabo por el estado y los municipios
desde finales del siglo pasado, aquellas quedan anuladas
debido a la ausencia tanto de compromiso político, como
a una agenda cultural orientada a la protección de la me-
moria física de la localidad.
En este sentido, no existe una clara relación entre lo
estipulado en las leyes y lo realizado por las diferentes ad-
ministraciones gubernamentales, dando como resultado
proyectos inconclusos, monumentos en evidente descuido
y deterioro, y una colaboración poco estrecha entre auto-
ridades, instituciones académicas, la iniciativa privada y
la sociedad civil. Sobre este último aspecto, cabe resaltar
que la formación de una conciencia colectiva sobre el pa-
trimonio y su preservación aún está en proceso de cons-
trucción, gracias a iniciativas como el día del patrimonio
Introducción
El objetivo de este ensayo es servir como preámbulo a
la creación del marco teórico de la tesis Historia de la in-
dustria textil en Nuevo León: Fábrica de hilados y tejidos la
FAMA 1854-1950. Es muy probable que pueda encon-
trarse más información que fortalezca a futuro el Marco
Teórico, por lo cual no lo considero definitivo. El plantea-
miento de este ensayo es utilizar las teorías del estudio de
la cultura para interpretar la industrialización y la clase
obrera regiomontana en sus inicios.
3 Ib.
58 monterrey: patrimonio e industria
5 Ib.
60 monterrey: patrimonio e industria
6 Ib., 175-176.
7 Habermas, Jurgen, El discurso filosófico de la modernidad,
1989, España, Editorial Taurus Humanidades, p. 136.
juan jacobo castillo olivares 61
11 Ib., 34.
12 Ib., 39.
juan jacobo castillo olivares 65
13 Ib., 37.
14 Ib., 44.
66 monterrey: patrimonio e industria
16 Ib., 306.
68 monterrey: patrimonio e industria
19 Ib., 336.
70 monterrey: patrimonio e industria
21 Ib., 66.
22 Ib., 70.
72 monterrey: patrimonio e industria
23 Ib., 71.
24 Ib., 72.
juan jacobo castillo olivares 73
Consideraciones finales
Como breves conclusiones, empecemos con la primera
interrogante. ¿Es posible hacer un análisis teórico cul-
tural de la industrialización regiomontana? Sí, tomando
en cuenta que el análisis de los acontecimientos son parte
de los mismos procesos que el mundo occidental se ha
sometido. Tampoco se trata de forzar ideas que han fun-
cionado en otras partes y someterlas bajo el análisis local.
Pero sí tomar en cuenta que los procesos históricos del
mundo occidental han impactado fuertemente en Amé-
rica por estar relacionados invariablemente con el mundo
europeo.
A través de los estudios culturales he podido reco-
nocer que los cambios que uno solo examinaba bajo el
punto de vista económico y social, también es posible bajo
el análisis cultural. Lo cual abre múltiples posibilidades
para entender tanto a los procesos como a los sujetos que
participan en él.
Otro aspecto que me ayudó este ejercicio teórico es de-
finir conceptos que por lo general son ampliamente utili-
zados pero que pueden resultar ambiguos como el de cul-
tura y modernización. Además, incluir otro que puede ser
útil para la investigación como el de secularización y la
crisis del sentido. En ambos casos y ya con una idea más
clara es posible interpretar los archivos y documentos
históricos con un mejor respaldo conceptual.
Las aguas residuales de Monterrey:
apuntes sobre la planta de tratamiento
de la Hacienda del Canadá
(1906-2006)
Introducción
La provisión de los servicios de agua y drenaje en la
ciudad de Monterrey tuvo lugar hasta las postrimerías
del porfiriato, pues si bien el gobernador de Nuevo León,
Bernardo Reyes, había estado interesado en introducirlos
desde al menos 1895, diversas vicisitudes que escaparon
de su control hicieron que el proyecto se estancara y no
se concretara sino hasta 1909. Aquí es importante des-
tacar el notorio desfase que se presentó entre el proceso
de industrialización de Monterrey (cuyo primer auge se
sitúa entre 1890 y 1910) y la introducción definitiva de
los servicios sanitarios.
Quizá esta circunstancia explica, en parte, el que la
red de agua y drenaje haya resultado insuficiente a los
pocos años: su introducción ocurrió de forma tardía,
4 Ib., p. 17.
5 Ib., pp. 19 y 20.
6 Ib., p. 21.
7 “Servicio de agua y drenaje de la ciudad”, Periódico Oficial
del Gobierno del Estado de Nuevo León, 8 de noviembre de 1904,
Monterrey, México, p. 1.
78 monterrey: patrimonio e industria
19 Id.
20 AGENL, Informes y memorias de Agua y Drenaje, libro 3,
informe de diciembre de 1908.
21 George Robert Graham Conway, op. cit., p. 553.
22 La provisión de agua… op. cit., p. 15.
23 George Robert Graham Conway, op. cit., p. 551.
24 Ib., p. 576.
emilio machuca vega 83
De hacienda a ejido
Ahora bien, el 18 de agosto de 1934, trabajadores de la
Hacienda del Canadá, y vecinos de San Nicolás de los
Garza solicitaron al gobierno del estado una dotación de
tierras ejidales, petición que fue turnada a la Comisión
Agraria Mixta36. El representante de la Compañía de Ser-
vicio de Agua y Drenaje reaccionó, manifestando que la
principal función de la Hacienda del Canadá era recibir
las aguas del drenaje de Monterrey y utilizarlas para la
agricultura “sin perjuicio de la salubridad pública”, por lo
que aconsejó a las autoridades estatales que rechazaran la
solicitud, “pues cualquier afectación que sufriera la super-
ficie de la misma, redundaría en perjuicio de la salubridad
pública” 37. Pese a la anterior objeción, el 17 de noviembre
de 1934, el gobernador Pablo Quiroga Treviño resolvió
conceder a los solicitantes una dotación provisional de
752 hectáreas, tomadas íntegramente de la Hacienda del
Canadá, entrega que se verificó el 20 de noviembre de ese
año38.
Dos años después, el 2 de septiembre de 1936, el pre-
sidente Lázaro Cárdenas decretó una modificación en los
términos de la resolución estatal de 1934, dotando a los
campesinos de 2,340 hectáreas, y 78 áreas de terreno, sus-
traídas de la Hacienda del Canadá, del terreno del señor
Juan Cantú García, del terreno del señor Donato Eli-
35 Ib., p. 8.
36 “Poder ejecutivo federal. Departamento agrario”, Periódi-
co Oficial del Gobierno del Estado de Nuevo León, 5 de noviembre
de 1936, Monterrey, México, p. 3.
37 Ib., p. 4.
38 Id.
emilio machuca vega 87
39 Ib., p. 6.
40 Ib., p. 5.
88 monterrey: patrimonio e industria
41 Ib., p. 6.
42 Heliodoro Lozano Castilleja, Informe sobre las condiciones
higiénicas y sanitarias del municipio de Gral. Mariano Escobedo,
N.L. Trabajo presentado para obtener el grado de médico ciru-
jano y partero. Monterrey, Facultad de Medicina, Universidad
de Nuevo León, 1943, p. 6.
43 “Agua y drenaje trata de resolver el problema del agua
en la localidad”, El Porvenir, 2 de agosto de 1950, Monterrey,
México, p. 9.
44 Id.
emilio machuca vega 89
Figura 3.
Caricatura que alude a los
malos olores característi-
cos de las tierras de cultivo
de la Ex hacienda del
Canadá, publicada en
El Porvenir, 6 de diciembre
de 1968.
Introducción
A inicios del mes de septiembre de 1882, se anunció en el
Periódico Oficial de Nuevo León (México), dos importantes
eventos en el ramo de las comunicaciones y que con la
posterior llegada del general Bernardo Reyes, como
cónsul de Porfirio Díaz para el Noreste de México, ataría
firmemente en los años venideros el devenir político, so-
cial y cultural del estado: desde el Norte, proveniente de
Nuevo Laredo, arribó el ferrocarril y al Sur, en el muni-
cipio de Doctor Arroyo, la instalación del telégrafo que
comunicaba con la capital del estado.
A las seis de la tarde del último día de agosto llegaron los
trabajos del ferrocarril al lugar donde debe establecerse la
estación en esta ciudad. Multitud de personas a pie, a caballo
Consideraciones finales
Lejos de dar una conclusión a este ensayo, en donde el
abordaje expuesto es apenas una arista a los estudios
ferroviarios en Nuevo León -en cuanto a sus elementos
tangibles-, el cometido deseado y que se expone, es el vi-
sualizar el ejemplo más importante que se tiene de cómo
intereses económicos, principalmente de privados, lle-
varon a la desarticulación de una de las principales redes
de comunicación humana y material de la ciudad, y dán-
dose un repartimiento con fines industriales. Esto es, cuasi
parabólico, a situaciones contemporáneas y que deben ser
leídas para comprender las coyunturas urbanas por las
que pasa Monterrey y el ferrocarril. La última estación de
pasajeros y de carga de la ciudad, llamada Estación Mon-
terrey, que se encontraba entre las calles Miguel Nieto
y Guadalupe Victoria, tras un abandono prolongado, en
que su destino estaba en la decisión del Ayuntamiento de
Monterrey, se vio en la posibilidad de convertirse en un
espacio social y cultural con el cometido de vitalizar una
110 monterrey: patrimonio e industria
Introducción
El uso cada vez más recurrente de máquinas en los procesos
productivos trajo consigo el incremento de los riesgos pro-
fesionales. Para hacer frente a ello, gobiernos, industriales
y obreros fueron incorporando una serie de medidas y ac-
ciones encaminadas a prevenir los accidentes. No obstante,
en el caso de la Fundidora de Fierro y Acero de Monte-
rrey, poco se sabe sobre los inicios de los Departamentos
de Personal y Supervisión, así como el de Seguridad, pues
los documentos del Archivo Histórico de Fundidora solo
hacen alusión al departamento de Personal y Supervisión a
partir de 1925, en un informe donde se señalan las mejoras
efectuadas en la planta: “la instalación de un reloj marcador
19 Véase en https://centrocien.wordpress.
com/2015/11/13/fundidora-de-fierro-y-acero-de-monterrey-
163-dias-con-accidentes-oscar-rodriguez/.
20 AHF, PREVÍ, “Presta ayuda al nuevo compañero”, núm.
171, domingo 11 de mayo de 1952, Monterrey, N.L., p. 1.
128 monterrey: patrimonio e industria
Consideraciones finales
Los accidentes por tipo de lesión en Fundidora Mon-
terrey eran muy variados y estos se presentaron desde
que la empresa entró en operaciones (1901). Durante
los 86 años de vida productiva las lesiones por acci-
dentes consistieron en contusión, heridas, quemaduras,
torcedura, lumbalgia, fractura, amputación, cuerpos
extraños en los ojos, intoxicación por gas “engasa-
miento” y shock eléctrico. Muchas de estas lesiones se
Introducción
El 17 de julio de 1950 Nuevo León recibió la visita del
presidente Miguel Alemán Valdés (1946-1952), quién
viajó para inaugurar una serie de obras concluidas, entre
ellas el estadio del Instituto Tecnológico y Estudios Su-
periores de Monterrey (ITESM). Hacía apenas tres años
que aquella institución de carácter privado, fundada en
septiembre de 1943 por impulso de don Eugenio Garza
Sada, había iniciado la construcción de su campus uni-
versitario de 40 hectáreas sobre la salida a la carretera a
México –anclado en la colonia Altavista– y para la Uni-
versidad de Nuevo León (UNL), institución de carácter
público, aquello resultó en un sentimiento de frustración
al tener detenido su proyecto particular de una ciudad
Campaña “Pro-Universidad”
Para Gómez era injusto considerar a la UNL como una uni-
versidad estatal, ya que se daba lugar a jóvenes de Coahuila,
Tamaulipas, Durango y Zacatecas, primordialmente, siendo
en la práctica la verdadera Universidad del Norte como al-
guna vez expresó en su elocuente “Voto por la Universidad
del Norte” el escritor regiomontano Alfonso Reyes. Por
ello, el primer llamado de auxilio se hizo a la Federación
con solicitud de un aumento sustancial del subsidio de 150
mil a tres millones de pesos anuales. La cantidad sugerida
no era gratuita, pues estaba fundamentada en los 300 mi-
llones que anualmente proporcionaba Nuevo León a la Fe-
deración por tazas fiscales, por lo que el periodista consi-
deraba que lo mínimo justo era que la universidad pública
del Estado percibiera el 1% de aquella aportación5. Según
atestigua el entonces rector de la UNL, Raúl Rangel Frías
(1949-1955), el ministro de Educación Manuel Gual Vidal,
en representación del presidente, “respondió de mala gana
a la entrevista de los periodistas, haciendo saber la ninguna
simpatía que le mereció la ardiente reclamación”6. Rangel
Frías también dejo testimonio de la precaria situación de la
Universidad al inicio de la década de 1950:
7 Ib., p. 199.
8 Véase Alex Saragoza, La élite de Monterrey y el Estado mexi-
cano, 1880-1940, Monterrey, Fondo Editorial de Nuevo León,
2008; y como complemento del tema, Cintia Smith, Nancy
García y Jesús Pérez, “Análisis de la ideología empresarial re-
giomontana. Un acercamiento a partir del periódico El Nor-
te”, CONfines, núm. 4, enero-mayo de 2008; donde los autores
138 monterrey: patrimonio e industria
Consideraciones finales
Una carta dirigida a Manuel Santos, tesorero del Patro-
nato, el 1 de diciembre de 1952, esclarece un poco el por
qué un sector importante del empresariado regiomon-
tano se mantuvo al margen de la campaña pro-Univer-
sidad (o decidió apoyar únicamente al ITESM). La carta
fue escrita por el señor Frederick Baxter, estadounidense
radicado en Monterrey desde hacía varios años y en ella
expresó la decepción que le causó el hecho de que la pre-
158 monterrey: patrimonio e industria