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BLOQUE 3. La formación de la Monarquía Hispánica y su expansión mundial (1474- 1700).

Durante el reinado de los Reyes Católicos se producirá la creación del Estado Moderno (sustituye al
Estado feudal). El Estado Moderno implica una monarquía autoritaria con un Estado más fuerte a su
servicio. Este proceso se produce tanto en la Monarquía Hispánica, fruto de la unión matrimonial de
Isabel y Fernando, como en la mayoría de las monarquías europeas.
El acceso de Isabel y Fernando al poder fue fruto de la casualidad, de intrigas políticas, de guerras y
de acuerdos. Fernando era hijo de Juan II de Aragón, pero el heredero era su hermanastro Carlos de
Viana. La muerte de Carlos en 1461 convirtió a Fernando en heredero de la Corona de Aragón. Isabel
era hermanastra de Enrique IV de Castilla, conocido como “el Impotente”. Del matrimonio de este con
Juana de Portugal nació la princesa Juana, que fue jurada por las Cortes como princesa de Asturias.
Una parte de la nobleza puso en duda la paternidad del rey y apodó a Juana con el sobrenombre de
“la Beltraneja”, en alusión al supuesto padre Beltrán de la Cueva. En 1474, cuando murió Enrique IV y
se abrió una guerra sucesoria entre los partidarios de Isabel y los de Juana. Esta última recibió el
apoyo de Portugal. La guerra terminó en 1479 con el Tratado de Alcaçovas, mediante el cual Castilla y
Portugal se repartían territorios africanos e islas del Atlántico y el rey de Portugal reconocía a Isabel
como reina de Castilla.

3.1. Los Reyes Católicos: Unión dinástica e instituciones de gobierno. La Guerra de Granada.

Isabel llega al trono de Castilla en 1479 tras su victoria en la guerra de sucesión que la
enfrentó a su sobrina Juana. Ese mismo año, Fernando, su marido, sucede a su padre como rey de
Aragón. Diez años antes se habían casado con el objetivo de reforzar sus posiciones como aspirantes a
sus respectivos tronos. La unión de Castilla y Aragón fue meramente dinástica o personal,
consecuencia del matrimonio de sus reyes, ya que cada reino conservó sus propias leyes,
instituciones, monedas y no hubo ninguna integración política de las dos coronas. El mayor peso
demográfico, territorial y económico de Castilla hizo que ésta tuviera desde el principio un papel
hegemónico.
Con los Reyes Católicos se fortalece el poder real mediante el establecimiento de una
monarquía autoritaria que impone su autoridad sobre la nobleza. Esta se lleva a cabo a través de
una reorganización institucional que fortalece el poder de la monarquía y que supone el paso de un
estado feudal a un Estado Moderno: la Monarquía Hispánica. Se mejora la Hacienda para aumentar
los ingresos, se crea de un ejército permanente, se refuerza la Chancillería o administración suprema
de justicia, el Consejo Real se convirtió en un órgano de gobierno en el que disminuye el papel de las
grandes familias en favor de funcionarios cualificados, creándose también toda una serie de consejos
especializados en determinados territorios o materias. Para asegurar el orden público se crea la Santa
Hermandad y el Tribunal de la Inquisición para perseguir a los falsos conversos y garantizar la unidad
religiosa tras la expulsión de los judíos. El control de los municipios se hace a través de la figura del
corregidor. Toda la política de reformas se hizo en Castilla, en la Corona de Aragón apenas hubo
cambios.

3.2. El significado de 1492. La guerra de Granada y el descubrimiento de América.

La conquista del reino Nazarí de Granada, supuso la incorporación a Castilla del último reino
musulmán de la Península cuya supervivencia había sido posible por el pago de tributos (parias) a
Castilla y los conflictos internos castellanos. La guerra se inició en 1482 y se prolongó durante 10
años. La última campaña fue el largo y costoso asedio de la ciudad de Granada, que duró casi un año.
Las divisiones internas entre los propios musulmanes facilitaron la victoria. Finalmente, el emir
Boabdil negoció en secreto la rendición. El 2 de enero de 1492 los Reyes Católicos tomaron la ciudad
y culminaron definitivamente el proceso de “Reconquista”. El objetivo de unidad religiosa se
completaría con la expulsión de los judíos, decretada en marzo, en 1492.
Colón, marinero de origen genovés, convencido de la esfericidad de la Tierra pretendía llegar a
Asia navegando por el oeste. Presentó su proyecto a Portugal y a Castilla donde, tras la conquista de
Granada, los Reyes Católicos, en concreto Isabel de Castilla, aceptaron financiar la expedición y las
Capitulaciones de Santa Fe, establecieron los términos del acuerdo. Colón partió del Puerto de Palos
el 3 de agosto de 1492 y el 12 de octubre de 1492 llegó a una isla de las Bahamas a la que
denominó San Salvador. El reparto del Atlántico entre Castilla y Portugal se haría en el Tratado de
Tordesillas, 1494. Colón realizó tres viajes más recorriendo las costas de América Central y la costa
norte de América del sur. Murió en 1506, convencido de que las tierras descubiertas eran parte del
continente asiático. La llegada a América será una iniciativa castellana y la posterior expansión en este
ámbito se circunscribirá al ámbito castellano de la monarquía hispánica.
Las capitulaciones firmadas con el rey Boabdil garantizaban la libertad, los bienes, la religión y las
costumbres de los musulmanes. Sin embargo, un año después se confinó a estos en el Albaicín y en la
Alpujarra, lo que produjo su rebelión. En 1502 los Reyes Católicos decretaron la expulsión de los que
no se bautizaran.
El Tratado de Alcaçovas que había firmado Castilla con Portugal establecía la Islas Canarias para
Castilla y la expansión siguiendo la línea de las costas de África para Portugal. Por esta razón
Isabel aceptó el proyecto de Colón ya que Castilla tenía cerrado el paso a una ruta hacia Asia
siguiendo las costas de África. Tras la llegada de Colón a América, Castilla y Portugal firmarán el
Tratado de Tordesillas en 1494. Este tratado dividía el Atlántico en dos esferas de expansión
fijando la línea divisoria 370 millas hacia el oeste de Cabo Verde, siendo los territorios al este de la
línea objeto de expansión portuguesa y castellana al oeste de la línea.
En 1504 murió la reina Isabel. En su testamento nombró heredera de Castilla a su hija Juana I (“la
loca”, casada con Felipe I de Habsburgo (“el hermoso”), quien estaba dispuesto a reinar en Castilla
a causa de los problemas de salud de su esposa. Pero la muerte de Felipe dará lugar a la regencia
de Fernando en Castilla que seguía, además, siendo rey de Aragón. A la muerte de Fernando en
1516, subió al trono el hijo de Juana y Felipe, Carlos I de Habsburgo, dando lugar al inicio de una
nueva casa reinante: los Hasburgo o Austria.
Carlos I reunió en su persona una herencia que lo convirtió en el monarca más poderosos de
Europa: Castilla y América de su abuela Isabel, Aragón y sus posesiones mediterráneas de su
abuelo Fernando, de su abuela María de Borgoña heredó los Países Bajos y el Franco Condado y de
su abuelo Maximiliano Austria y los derechos al trono del Sacro Imperio Romano Germánico.

3.3 El Imperio de los Austrias: España bajo Carlos V. Política interior y conflictos europeos.
Los Austrias del siglo XVI. Política interior y exterior.

Con Carlos I, se inicia la dinastía de los Habsburgo o Austrias. El nuevo rey llegó a España
en 1517 y, tras obtener de las Cortes castellanas los recursos necesarios para su elección como
emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, abandona el país dejando como regente al Cardenal
Adriano de Utrecht. Ello provocó la sublevación de las Comunidades de Castilla (1520-1522), que
pedían la vuelta del rey, la exclusión de los extranjeros de los cargos políticos y un mayor
protagonismo de las Cortes. Fueron derrotados en Villalar (1521), y sus líderes Bravo, Padilla y
Maldonado ajusticiados. Al tiempo estallan las Germanías (1520-1522) en Valencia y Mallorca; un
movimiento de contenido social contra la nobleza que también fue reprimido. El poder de la monarquía
salió reforzado con estas victorias.
Como consecuencia de la política matrimonial de sus abuelos, los Reyes Católicos, recibe una
gran herencia territorial y la posibilidad de convertirse en emperador, cargo que obtiene en 1519, con
el nombre de Carlos V. Ello le convirtió en el monarca más poderoso del continente, y le llevó a
intervenir en numerosas guerras en defensa del cristianismo (frente a los turcos en los que se
alternaron triunfos y fracasos y frente a los príncipes alemanes como consecuencia de la expansión del
protestantismo y que terminaron obligando a Carlos a reconocer en la Paz de Augsburgo, en 1555, las
dos religiones en el Imperio.) y de su hegemonía en Europa frente a Francisco I rey de Francia, que
provocó 4 guerras por el control de Italia, que terminaron con la victoria española y la incorporación
del Milanesado.

3.4 La monarquía hispánica de Felipe II. Gobierno y administración. Los problemas


internos. Guerra y sublevación en Europa. La unidad ibérica.

Felipe II, que inició su reinado en 1556, heredó todos los territorios de su padre menos Austria
y el Sacro Imperio que pasaron a su tío Fernando. Al morir sin descendencia el rey de Portugal, Felipe
II, hijo de la infanta portuguesa Isabel, fue reconocido en 1581 como rey por las cortes portuguesas.
La anexión de Portugal significaba la unión de toda la Península bajo un mismo rey y la unión de
sus imperios coloniales. Felipe II gobernó sobre un imperio en el que “nunca se ponía el sol”.
Con Felipe II, Castilla se convirtió en el centro de imperio y se estableció la Corte en Madrid.
En los demás territorios había virreyes o gobernadores y el gobierno del imperio se llevaba a cabo a
través de un sistema de consejos, territoriales o temáticos que elevaban informes al rey que tomaba
las decisiones. La rebelión de los moriscos en las Alpujarras granadinas que acabó con su dispersión
por toda Castilla y el conflicto foral con Aragón, motivada por el caso de Antonio Pérez, fueron los
principales problemas internos.
En política exterior, su objetivo era mantener la hegemonía europea y la defensa del
catolicismo. El avance turco fue detenido en la batalla de Lepanto -1571- y se firmó la paz con
Francia, derrotada en la batalla de San Quintín- 1557-, pero surgieron nuevos problemas como la
rebelión de los Países Bajos, tras la difusión del calvinismo protestante en las provincias del Norte, y la
rivalidad con Inglaterra, por su apoyo a la piratería, que condujo al fracaso de la Armada Invencible en
1588.

La rebelión de los moriscos de la Alpujarra se inició en 1569 al decretarse que tenían que
abandonar la lengua, los vestidos y las tradiciones moriscas.
El conflicto foral (leyes propias) con Aragón tendrá un primer episodio con el malestar causado
por los defensores de los fueros aragoneses por el nombramiento de un virrey extranjero para
Aragón. El conflicto empeoró en 1591, cuando su secretario personal Antonio Pérez, acusado de
traficar con secretos de Estado, se refugió en Zaragoza. Amparándose en los fueros del reino de
Aragón, el Justicia Mayor del reino se negó a entregarlo a la justicia del rey. La respuesta de
Felipe II fue ocupar Zaragoza y ejecutar al Justicia Mayor de Aragón. Antonio Pérez huyó
difundiendo por Europa la “leyenda negra”, según la cual el monarca había mandado matar a su
hijo y príncipe heredero don Carlos en 1568.

3.5. EXPLOTACIÓN y colonización de América. Consecuencias de los descubrimientos para


España, Europa y América. EXPLORACIÓN, conquista y colonización de América.

Durante el reinado de Carlos I se procedió a la exploración y colonización del continente


americano. La conquista, favorecida por la superioridad técnica de los españoles y la decadencia de los
grandes imperios de la zona, se realizó mediante el sistema de capitulaciones en el que particulares
aportaban hombres y dinero y la Corona se reservaba parte de las ganancias y el control político del
territorio. La Casa de Contratación de Sevilla se ocupaba de todo lo relativo al comercio y el Consejo
de Indias de todo lo referente al gobierno de los nuevos territorios.
Desde las Antillas, se organizaron expediciones para la exploración y conquista del continente.
En 1521, Hernán Cortés conquistó el Imperio azteca. En 1531, el Imperio inca de Perú, fue
sometido por Pizarro. Otras expediciones (Núñez de Balboa descubre el Pacífico tras atravesar el
istmo de Panamá; Orellana, el Amazonas; Pedro de Valdivia, Chile; Hernando de Soto, el Mississippi,
etc.) permitieron explorar casi toda América desde California al río de la Plata.
El aprovechamiento económico se organizó con la explotación del trabajo indígena a través de
sistemas como las encomiendas o la mita, denunciada por misioneros como Bartolomé de las Casas.
Para Castilla, el comercio con los nuevos territorios se convirtió en una importante fuente de
ingresos para la Corona. De América llegaban maíz, patata, cacao, tabaco, etc., pero, sobre todo oro y
plata que se utilizaron para financiar las guerras de la monarquía hispánica en Europa. También se
desvió esta riqueza a Europa mediante la compra de productos manufacturados tanto para Castilla
como para América que acabó enriqueciendo a los extranjeros. Esta afluencia de oro y plata hizo
aumentar los precios en Castilla y provocó una inflación en Europa conocida como la “revolución de los
precios”.
En América, la conquista supuso el establecimiento de una economía monetaria, el descenso
demográfico indígena, la llegada de esclavos negros, la imposición del castellano, la cultura europea,
la religión cristiana y la aparición de una sociedad jerarquizada dominada por peninsulares y criollos.

El Cambio de siglo marcará también un cambio de tendencia en el poder que la Monarquía


Hispánica tenía en Europa y el mundo. Frente a la época de apogeo del siglo XVI, el siglo XVII
supondrá el declive y la pérdida de la hegemonía de la que había disfrutado la monarquía hispánica.
Uno de los acontecimientos de política interna más destacados del sucesor de Felipe II, Felipe
III, será la expulsión de los moriscos en el año 1609. Los moriscos seguían manteniendo sus
costumbres de origen musulmán, tenían un elevado crecimiento demográfico y se incrementaba la
intolerancia hacia ellos. Tras su expulsión (cerca de 300.000 personas), muchos nobles se quedaron
sin mano de obra para cultivar sus tierras.
3.6 Los Austrias del s. XVII . Gobierno de Validos. La crisis de 1640. Política interior y
exterior.

A Felipe III (1598-1621), Felipe IV (1621-1665) y Carlos II (1665-1700) se les


conoce como “Austrias menores” y dejaron el gobierno en manos de “Validos”, miembros de la
nobleza que contaban con la confianza del rey y que ejercían el poder en su lugar. Con Felipe III
destacó el Duque de Lerma, con Felipe IV, el Conde Duque de Olivares, y con Carlos II, los
validos se sucedieron (Juan José de Austria, Conde de Medinaceli, etc.).

La década de 1640 fue un periodo de gran crisis al coincidir con la guerra exterior varias
sublevaciones internas. El Conde Duque de Olivares, para afrontar el esfuerzo que implicaba la guerra
de los Treinta Años (1618-1648), propuso unas reformas que pretendían unificar en leyes e
instituciones a los demás reinos bajo las de Castilla. El proyecto incluía la “Unión de Armas” en la que
todos los reinos de la monarquía, y no sólo Castilla, colaboraban con hombres y dinero
En Cataluña, convertida en zona de guerra con la entrada de Francia en la Guerra de los
Treinta Años, la obligación de alojar a las tropas y aportar dinero para luchar contra Francia provocó
una rebelión en la que los campesinos asesinaron al virrey durante el llamado “el Corpus de Sangre”.
Cataluña se sublevó contra Felipe IV y se colocó bajo la protección de Francia, iniciándose un conflicto
que terminó en 1652 con su vuelta a la monarquía hispana.
En Portugal, el rechazo a la Unión de Armas y el descontento por la defensa de las colonias
portuguesas, amenazadas por los holandeses, provocaron en 1640 un levantamiento en el que las
cortes portuguesas nombran rey al Duque de Braganza (Juan IV) con el apoyo de Francia e Inglaterra.
Su independencia se reconoció en 1668.

3.7. La guerra de los Treinta Años y la pérdida de la hegemonía española en Europa.

Los Austrias menores pretendieron, como sus antecesores, defender su patrimonio territorial y
la religión católica, pero contarán con menos recursos económicos y humanos. El resultado fue que a
lo largo del siglo XVII España perdió la hegemonía en Europa y se convirtió en una potencia de
segundo orden. Durante el reinado de Felipe III no hubo conflictos exteriores al firmarse la paz con
Inglaterra y la tregua de los 12 años con Holanda.
Con Felipe IV, se vive un estado de guerra permanente por el apoyo de España a Austria en
la guerra de los Treinta Años (1618-1648) (surge como un conflicto religioso en el que la Casa de
Austria trató de restaurar su autoridad sobre los protestantes alemanes) y la reanudación del conflicto
con Holanda. Aunque en un principio la guerra fue favorable a los Habsburgo, la entrada de Francia en
apoyo de los protestantes alemanes y holandeses convirtió la guerra en un conflicto por la hegemonía
política en Europa y dará lugar a conflictos internos (sublevación de Cataluña y Portugal) que
provocaron la derrota española en Rocroi. La Paz de Westfalia, 1648, puso fin a la guerra de los
Treinta Años y a la hegemonía española en Europa. España reconoció la independencia de Holanda
y Francia se convierte en la primera potencia europea. La guerra con Francia continuó hasta la Paz de
los Pirineos, 1659, en la que Francia conseguía los territorios catalanes del Rosellón y la Cerdaña.
Con Carlos II nuevos conflictos darán lugar a la cesión del Franco Condado y algunas plazas
del sur de Flandes a Francia. También se reconoció la independencia de Portugal.

3.8. Principales factores de la crisis demográfica y económica del s. XVII y sus


consecuencias. Sociedad, economía y CULTURA en los siglos XVI y XVII

Durante el s. XVII España sufrió una fuerte crisis ocasionada por varios factores:
Las continuas guerras llevaron a la bancarrota al Estado español, en un momento en el que además
disminuyó la llegada de oro y plata a América. Esto llevó a crear nuevos impuestos, vender cargos
públicos y alterar el valor de la moneda.
Hubo una crisis demográfica: la población retrocedió por las guerras, epidemias, expulsión de los
moriscos en 1609 (un 4% de la población), etc., y económica, hubo un retroceso de la agricultura, la
ganadería y la artesanía por la falta de mano de obra, el empobrecimiento de la población, los fuertes
impuestos y la imposibilidad de competir con las manufacturas europeas. El contrabando inglés y
holandés hizo disminuir el comercio con América. La crisis afectó sobre todo a Castilla y mucho menos
a la Corona de Aragón y las zonas costeras.
Con la crisis económica se produce un crecimiento de los grupos privilegiados e improductivos.
La nobleza aumentó por la venta de títulos y el clero porque muchos ingresaban en él como medio
para sobrevivir. La escasa burguesía abandonó sus negocios para vivir de las rentas. La presión fiscal
sobre los campesinos se incrementó y las clases populares se empobrecieron, produciéndose un
aumento del bandidaje y la mendicidad. Los valores del honor, el rechazo del trabajo manual, la
limpieza de sangre, etc. marcan la mentalidad social de la época

3.9. Crisis y decadencia de la Monarquía Hispánica: el reinado de Carlos II y el


problema sucesorio.

A la muerte de Felipe IV, ante la minoría de Carlos II, fue regente su madre Mariana de Austria
(1665-1675) que tuvo como valido al jesuita Nithard. Carlos II, enfermo e incapaz, delegó el poder en
validos como Juan José de Austria y el duque de Medinaceli. Su reinado se caracterizó por el
estancamiento político, una sensación general de desgobierno y constantes luchas entre las
distintas facciones nobiliarias por controlar el poder. Las cuatro guerras con Francia provocaron la
pérdida del Franco Condado y algunos territorios fronterizos en el sur de Flandes y manifiestan la
pérdida definitiva de la hegemonía europea a favor de Francia. No obstante, en los últimos años
del reinado se produce a una relativa recuperación económica y demográfica.
Hacia 1697 se sabía que el rey estaba próximo a morir, como no tuvo descendencia se
barajaron dos posibles sucesores con vínculos familiares: Felipe de Borbón, duque de Anjou, candidato
francés y bien visto en Castilla, y el archiduque Carlos de Austria, de la rama austríaca de los
Habsburgo y bien visto en Aragón. Carlos II dejó como heredero a Felipe de Borbón, futuro Felipe V.
Su decisión contaba con el apoyo de Francia, pero estaban en contra el resto de potencias europeas
(Inglaterra, Holanda y Austria) que no querían a la dinastía de Borbón también en España. El 1 de
noviembre de 1700 moría el último representante de los Austrias en el trono español y se iniciaba
una guerra, la Guerra de Sucesión, que llevaría al trono a la dinastía francesa de los Borbones.

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