Historia Del Español. Primaria
Historia Del Español. Primaria
Historia Del Español. Primaria
tiempos perfectos
formas progresivas
formas pasivas
La Iberia prerromana
Los pueblos prerromanos
Pueblos indígenas o migratorios
Indoeuropeos
celtas
celtiberos
No indoeuropeos
¿tartesios?
vascos
iberos
Pueblos colonizadores
fenicios (c. 1100 a.C.)
griegos (c. 600 a.C.)
cartagineses (237-218 a.C.)
Las lenguas indoeuropeas
Las lenguas indoeuropeas construyen la mayor familia de lenguas del mundo. Incluye 150 lenguas
habladas por alrededor de 3.000 millones de personas. La mayoría de las más grandes familias
lingüísticas de Europa y el oeste de Asia pertenecen a una superfamilia lingüística conocida como familia
indoeuropea.
La hipótesis que afirma esto fue propuesta por primera vez por Sir William Jones, quien notó similitudes
entre cuatro de los idiomas más antiguos conocidos en su tiempo, el sánscrito, el latín, el griego y el
persa. Franz Bopp, apoyó esta teoría al comparar sistemáticamente estas lenguas junto con otras más.
Desde el siglo XIX los estudiosos llamaron a esta familia lenguas indogermánicas. No obstante, cuando se
hizo evidente que la conexión es pertinente a la mayoría de los idiomas de Europa, el nombre se expandió
a indoeuropeo. Un ejemplo al respecto fue la enorme similitud descubierta entre el sánscrito y dialectos
antiguos del lituano.
El idioma ancestral común es conocido como proto-indoeuropeo. Existe desacuerdo en cuanto al punto
geográfico en el cual se originó, siendo Armenia y el área norte u oeste del Mar Negro los principales
ejemplos de candidatos propuestos.
Esta familia está formada por las siguientes subfamilias: albana, armenia, báltica, celta, eslava,
germánica, griega, indoirania, itálica (que incluye las lenguas románicas), y dos subfamilias hoy
desaparecidas, la anatolia, que incluye la lengua de los hititas, y la tocaria.
La difusión de las lenguas indoeuropeas
El árbol genealógico de las lenguas indoeuropeas
Otra perspectiva
Las lenguas prerromanas
grupos indoeuropeos
grupos no indoeuropeos
El grupo ibérico (ibero)
Un grupo lingüístico no indoeuropeo
Se considera el Levante como la zona
ibera “clásica”
También hay zonas ibéricas en el
suroeste y en el sureste
Utilizaron variantes de un alfabeto
basado en el alfabeto púnico.
El grupo celta
Ubicado en el noroeste y centro, era un
grupo lingüístico indoeuropeo relacionado a
otros grupos celtas continentales, p.e. los
galos.
En el centro de la Península, los celtas
vinieron en contacto con grupos iberos, y
formaron una zona híbrida celtíbera. Los
íberos de esta zona adoptaron una variedad
del idioma celta y utilizaron una variante del
alfabeto ibero.
Artefactos iberos y celtiberos
El bronce de Botorrita (Zaragoza)
Bola de catapulto (Zaragoza)
Bronce de Uxama (Soria)
Plomo de Ullastret (Girona)
El vaso de Liria (Valencia)
Conquista romana: 218 a.C.-19 a.C.
218 a.C.: el senado manda una fuerza
expedicionaria bajo Publio Escipión y
Cneo para atacar a los cartagineses
mientras Aníbal lucha en Italia;
desembarcan en Emporion (Baix
Ampurdà); avance rápido por el
Mediterráneo
209 a.C.: P. Cornelio Escipión toma
Cartago Nova (Cartagena), consolidando
la Hispania mediterránea
195 a.C.: las primeras sublevaciones
celtiberas en el interior; comienzo de las
guerras celtiberas
147-139 a.C.: la campaña de Viriato
133 a.C.: la caída de Numancia, capital
de los Arévacos
82-45 a.C.: las guerras civiles romanas;
luchan Julio César y Pompeyo en
Hispania; el fin de la República
29-19 a.C.: las guerras cántabras; la
pacificación del norte
El vasco y el ibero
El euskera (vasco) es la única lengua
prerromana que todavía se habla en la
Península. No es una lengua indoeuropea y
sus orígenes son todavía desconocidos, a
pesar de varias hipótesis.
Se hablaba en una zona mucho más extensa
que la de hoy en día.
¿Eran el vasco y el ibero variantes de la
misma lengua?
Límites del euskera c. 100 d.C.
límite histórico
límite actual
Historia del latín
El latín
El hogar ancestral de la lengua latina corresponde exactamente
al Vetus Latium (antiguo Lacio), una región considerablemente
más pequeña de lo que hoy es Italia. Estaba limitada por el río
Tíber al norte, el curso bajo del Anio al nordeste, la cadena de
los Apeninos al este, el territorio Volsciano al sur y el Mar
Tirreno al oeste. Al esparcirse la influencia política y militar de
Roma, la lengua latina también se difundió tanto en las urbes
como en las zonas rurales, si bien con características
dialectales propias. Las conquistas romanas llevaron el latín a
toda la Península italiana, Sicilia, Cerdeña, Córcega, N. de
África, Hispania, Galia, Retia y Dacia. En todos estos lugares
(excepto en África), el latín, evolucionando divergentemente, ha
dado lugar a las llamadas lenguas romances, románicas o
neolatinas.
Basado en: http://www.proel.org/mundo/latin.htm
Mapa lingüístico de la península itálica
vetus latium
El lapis niger
El más antiguo y famoso testimonio del latín lo
tenemos en el Lapis niger (diapositiva próxima). Fue
descubierto en 1899 y fechado en los siglos VI-V
a.C. La escritura es en bustrófedon y la lectura está
sujeta a debate aunque las palabras son claras, pero
al estar fragmentadas es complicada su
interpretación. No obstante, parece tener un carácter
jurídico-religioso a juzgar por algunas palabras. La
escritura refleja una etapa intermedia entre el
alfabeto etrusco y el alfabeto latino (los dos basados
en el púnico).
El lapis niger
La distribución del latín
Etapas del latín escrito
Período preliterario (siglos VII-IV a. C.). Comienzos
de la escritura epigráfica. Evolución progresiva del
alfabeto etrusco al alfabeto latino.
Período arcaico (siglos III-II a. C.). Etapa de
formación del latín literario. Autores conocidos de
este período son Apio Claudio el Ciego, Livio
Andrónico, Nevio, Ennio, Plauto, y Terencio.
Período clásico (siglos I a. C.-I d. C.). Es la Edad de
Oro de las letras latinas, cuyos autores más
destacados son Cicerón, César, Tito Livio, Virgilio,
Horacio, Catulo, y Ovidio. Entre los autores latinos de
origen hispano hay Séneca y Marcial.
Período postclásico (siglo II d. C.). La
literatura latina decae y la lengua se vuelve
más retórica y artificiosa.
Latín tardío (siglos III-IV d. C.). Los padres de
la Iglesia empiezan a preocuparse por
escribir un latín más puro y literario,
abandonando el latín popular de los primeros
cristianos. A este período pertenecen
Tertuliano, San Jerónimo y San Agustín.
Latín medieval (siglos V-XV d.C.). El latín literario se refugia en
la Iglesia, en la Corte y en las universidades. Mientras, el latín
vulgar continúa su evolución a ritmo acelerado. El latín escrito
se convirtió en vehículo de comunicación universal de los
intelectuales medievales. Durante la época carolingia (c. 800)
vemos una consciencia clara de diferenciación lingüística entre
el latín y las lenguas vernáculas romances.
Latín humanista (siglos XVI-XVII). En el Renacimiento la mirada
de los humanistas se vuelve hacia la Antigüedad clásica, y el
uso del latín cobró nueva fuerza. Petrarca, Erasmo de
Rotterdam, Luis Vives, Antonio de Nebrija y muchos otros
escriben obras en latín, además de en su propia lengua.
El latín vulgar
Al tiempo que se consolida el latín como
instrumento adecuado para la expresión
literaria, se inicia un proceso de
distanciamiento entre este latín literario y
culto y la lengua hablada por el pueblo, el
latín vulgar.
El conocimiento del latín culto no plantea
problemas, ya que poseemos una tradición
ininterrumpida de documentación escrita.
Este latín vulgar o popular fue el que exportaron los soldados,
mercaderes y funcionarios romanos a las provincias del
Imperio; se mantuvo bastante uniforme durante la época
imperial, pero, con las migraciones e invasiones germánicas
(siglo V d. C.), las diferencias se fueron acentuando hasta dar
lugar a las lenguas romances.
A diferencia del latín clásico, se conservan pocos testimonios
escritos en latín vulgar. No hay, en rigor, ningún “texto vulgar”,
ya que se trata de una variedad fundamentalmente hablada. La
expresión debe entenderse como “texto muy fuertemente
influido por la lengua hablada”, puesto que el hecho de escribir
implica la adopción de convenciones mínimas ligadas a la
tradición literaria, o al menos a la tradición ortográfica.
El latín hispánico
Aunque el latín vulgar hispánico tenía
mucho en común con las otras
variedades del latín vulgar en las otras
partes del Imperio, especialmente en el
periodo antes de la fragmentación
imperial, hay ciertas características de
la latinización de la Península Ibérica
que son singulares en la evolución de
las lenguas románicas.
La variedad del latín, o mejor dicho, de
“los latines”, de la Península Ibérica
resulta directamente del ritmo de la
romanización (introducción del latín) y
del contacto subsiguiente con Roma
(mantenimiento del latín).
La romanización
Centro y periferia
La implantación de la lengua latina en España
sigue el mismo curso que la conquista, desde
Ampurias (218 a. C.), Levante, Sur, Centro,
Galicia, hasta el final en la Cordillera
Cantábrica (19 a C.). Todo un conjunto de
soldados, administradores, comerciantes y
colonos romanos, que se fue extendiendo
desde las costas del Mediterráneo hacia el
Norte, invadió poco a poco Hispania hablando
sus variedades del latín vulgar.
No es lógico pensar que el latín se
hablara igual en Tarraco (Tarragona),
Saguntum (Valencia), Itálica (Sevilla),
Emérita Augusta (Mérida, Cáceres),
Astúrica (Astorga, León), Lucus (Lugo),
Titulcia (Madrid), Clunia (Burgos),
Segóbriga (Cuenca), Pompaelo
(Pamplona), y Osca (Huesca).
El léxico del latín hispánico ha sido
caracetrizado como "periférico, arcaizante,
conservador y más bien rústico".
Y el léxico del latín central de carácter
"urbano, metropolitano e innovador".
Esta diferencia en los tipos del latín de la
Península Ibérica explica en gran parte la
divergencia léxica entre el español y el
portugués por una parte y el catalán por la
otra.
Evidencia temprana de unos rasgos del
registro popular:
fuentes epigráficas.
Al producirse el derrumbe del Imperio y la
desaparición de la administración romana, el
latín de cada región comenzó a evolucionar
según criterios propios. Sumado a eso la
gran distancia que separaba unas regiones
de otras y las influencias de otras lenguas
locales, todo ello ocasionó en consecuencia
el nacimiento de las lenguas romances.
Sin embrago, el nacimiento de una
lengua es bien diferente del nacimiento
de una conciencia lingüística.
¿En qué momento se dieron cuenta los
habitantes de la España post-711, la
nueva Francia, e Italia de que dejaron
de hablar el latín?
Basado en: Roger Wright. 1982. Late Latin and Early Romance in Spain and Carolingian France. Liverpool:
Carins; ed. 1991. Latin and the Romance Languages in the Early Middle Ages. London: Routledge.
Carlomagno y Alcuino
El imperio carolingio
Alcuino de York
Carlomagno (768-814), quien fue el emperador de los romanos
entre el 800 y el 814, intentó convertir a la Iglesia en un apoyo
efectivo para la administración del imperio. Sin embargo, se
encontró que los varios centros eclesiásticos se habían
desarrollado independientemente, con grandes diferencias en
cuanto a la preparación intelectual, la liturgia y las prácticas
notariales. Para asegurar la paz de la Iglesia y hacer de ella un
instrumento efectivo para la monarquía, Carlomagno tuvo que
acometer una gran reforma. La reforma se inició con la creación
de una escuela para la educación de los clérigos en su palacio
en Aquisgrán (Aachen), la Academia de Palacio o la Escuela
Palatina. Así, los alumnos de la escuela, responsables por la
administración del estado y la Iglesia, presentaban una
uniformidad en materia de doctrina eclesiástica y práctica y una
formación lingüística consistente.
La Capilla Palatina (Aquisgrán)
En el 781, Carlomagno persuadió a un monje
anglosajón, Alcuino de York, nombrado por el
emperador abad del monasterio San Martín de
Tours, para que dirigiera la Escuela Palatina. Con
Alcuino, la corte de Carlomagno se convirtió en un
centro intelectual y de reforma eclesiástica de gran
significado histórico.
Además de su actividad intelectual, la escuela del
palacio preparó un gran número de nuevas ediciones
de trabajos latinos. También se creó una nueva
forma de escritura latina, mucho más fácil de leer.
La nueva escritura, desarrollada bajo la guía de
Alcuino, se llamó minúscula carolina. La escuela del
palacio y sus discípulos, distribuidos en cancillerías,
monasterios e iglesias, produjeron una gran biblioteca
con copias de textos clásicos latinos. Cuando los
humanistas italianos del siglo XV, recorrieron las
bibliotecas para realizar sus trabajos sobre la
literatura clásica, encontraron estos libros carolingios,
que por su claridad y belleza, se tomaron por copias
antiguas. En su fervor por la antigua civilización, se
revivió la minúscula carolina y se estableció como
escritura culta y de erudición.
Escritura merovingia
Escritura carolina
La unificación administrativa y eclesiástica del Imperio
Carolingio nunca se habría consumado sin la existencia de
textos litúrgicos oficiales, normas ortográficas y un estándar
para pronunciarlos (para producir copias). La tarea de elaborar
ese estándar se encargó a Alcuino de York, quien, partiendo del
sistema establecido por los eruditos británicos, elaboró entre el
796 y el 800 un exigente proyecto, materializado en su obra De
Orthographia, en que estableció un método para la lectura en
voz alta que consistía básicamente en atribuir un sonido a cada
letra: es así como nace el latín medieval.
Es probable que algunos de sus preceptos no se siguieran
siempre al pie de la letra: parece, por ejemplo, que lo más
normal era pronunciar [tʃe] o [tse] y [tʃi] o [tsi] para el latín ce- y
ci-, respectivamente, en vez de [ke] y [ki], como proponía
Alcuino.
Una vez introducidas la nueva
pronunciación y las nuevas normas
gramaticales, las dos basadas en los
textos clásicos romanos, y una
generación nueva de cleros formados
bajo estas reformas de Alcuino con su
pronunciación precisa del latín, las
ceremonias religiosas dejaron de ser
inteligibles para los fieles.
Poco después del decreto conciliar de
Tours, comenzamos a ver los primeros
textos escritos en una vernácula
romance. Resultado directo de las
reformas carolingias, no nos sorprende
que estos primeros textos aparezcan en
Francia: Los juramentos de Estrasburgo
y La secuencia de Santa Eulalia.
Centros de la reforma carolingia
A excepción de Cataluña, que era parte del Imperio Carolingio con
centros importantes de escritura carolina, en España las reformas
carolingias no parecen haber entrado hasta finales del siglo XI, y
entonces como resultado directo del Camino de Santiago.
Antes de la llegada de las reformas, los documentos legales del reino
de Asturias (posteriormente el reino de León) estaban en un latín muy
deformado, si lo comparamos con el que se escribía durante la época
visigoda o en la Francia post-Alcuino. Puesto que en el norte de
España la lengua vernácula ya estaba más evolucionada y el nivel
cultural era mucho menor, vemos frecuente interferencia entre el
romance hablado y el supuesto latín escrito. Mientras no impide el
desarrollo de la lengua hablada, inhibe el reconocimiento de dos
códigos distintos, o por lo menos de la articulación de tal
reconocimiento.
El Camino de Santiago
Godos y árabes
El sustrato lingüístico
Fenómeno producido por una lengua llevada a otro dominio lingüístico
en un proceso de invasión y que desaparece o no es adoptada ante la
firmeza de la lengua aborigen. W. von Wartburg, creador del término
(1933), ha hecho notar cómo, en estos casos, la lengua desaparecida
puede contribuir algunos rasgos fónicos, léxicos y gramaticales a la
lengua que persiste. Se han señalado como acciones de superestrato
las ejercidas por el español sobre el guaraní, el quechua y el náhuatl.
En la Península Ibérica los ejemplos más destacados de este
fenómeno son el godo y el árabe.
F. Lázaro Carreter. 1981.Diccionario de términos filológicos. Madrid: Gredos, 383.
Adstrato
Se aplica actualmente por muchos
lingüistas para designar la influencia
mutua de dos lenguas o dialectos en
contacto: catalán y castellano, gallego y
asturiano, etc.
Las invasiones germánicas:
(die Volkswanderung)
Los visigodos
Los visigodos arrebatan la Dacia (275) al Imperio, iniciando así
un aislamiento del romance de los Balcanes. Después
ocuparían su lugar varias tribus eslavas, mientras que los
godos se desplazaron hacia el sur de la galia (hasta el Loira),
donde se asentaron al principio del siglo V, extendiéndose
después hacia la Península Ibérica (mediados del siglo V). Del
sur de la Galia fueron expulsados en el 507 por los francos y de
Hispania en el 711 por los árabes.
Tanto en España como en el sur de Francia dejaron una serie
de topónimos y palabras, pero tuvieron mínima influencia sobre
el idioma aparte del léxico. La fisonomía de estas lenguas, el
español, el catalán y el occitán parece ya estar formada en la
tarde época imperial.
Los dominios de los godos
Los godos llegaron a la Península ya cristianizados,
aunque arrianos, y hasta cierto punto alfabetizados.
La evangelización de los godos comenzó a partir del
siglo IV, y con tal propósito el obispo arriano Ulfilas
creó un alfabeto a fin de registrar la lengua gótica.
La traducción de la Biblia de Ulfilas es el testimonio
escrito más antiguo de cualquier lengua germánica.
Se latinizaron pronto y en el 578, el rey Recaredo
abandonó el arrianismo y aceptó el catolicismo.
una hoja del Codex Argenteus
de la Biblia de Ulfilas
Los nombres godos.
g. alls "todo" + g. wars "prevenido" = Alvaro
g. frithu "alianza, paz" + g. nanth "atrevido" =
Fridendandus > Fernando
g. hroths "fama" + g. sinths "dirección" = Rudesindus >
Rosendo
g. gails "alegre" + g. wêrs "fiel" = Gelovira > Elvira
g. gunthis "lucha” + lat. salvus ‘salvo’ Gundisalvus >
Gonsalvo > Gonzalo
g. alls "todo" + g. funs "preparado" = Adilfonsus >
Alfonso
g. hilds "lucha" + g. funs “preparado” = Idelfonso
Los arabismos:
Desde los siglos VIII hasta finales del XV, al menos, el árabe
fue lengua oficial de gran parte de Al-Andalus. Frutos de una
lengua progresivamente reducida hasta su desaparición, los
préstamos léxicos del árabe en el castellano son abundantes y
le confieren un cierto tinte oriental.
El número de arabismos castellanos simples, de transmisión
directa, fluctúa entre 850 y 1.000. Esta cifra, incrementada por
la derivación, alcanza un cómputo total de unas 4.000 voces, lo
que supone un 8% del inventario léxico global del español.
Sin embargo, de estas 4.000 voces, una gran parte de estos
préstamos léxicos árabes ha desaparecido del uso lingüístico
corriente del castellano, sin que hayan desaparecido de los
diccionarios.
Según: http://web.usal.es/~joluin/historiadelalengua/apelativos.htm
La expansión musulmana
El ritmo de la invasión
España: s. X
España: s. XII
España s. XIV
Expansión del castellano
La influencia del árabe se percibe
fundamentalmente en el léxico y en la
fraseología, con escasísimos elementos
morfológicos (el más significativo es el sufijo
–í, como en la palabra alfonsí).
Es preciso tener en cuenta que los arabismos
españoles no están tomados del árabe
clásico, sino del árabe andalusí,
estrechamente emparentado con los
dialectos norteafricanos.
El árabe occidental
Así se explica que ojalá (portugués oxalá) no está tomado del
clásico in šâ’ Allâh, sino del dialectal ušâ’ Allâh.
res y fez no provienen de los clásicos râ’s y fâ’s
respectivamente, sino de los dialectales rês y fês, que
presentan dos ejemplos clarísimos de imala (elevación de la
vocal), fenómeno normal en el árabe dialectal occidental, al que
pertenecía el andalusí.
Una muestra del cambio de significado entre el árabe occidental
y el oriental es la palabra wâdî, que en árabe clásico y oriental
significa “valle”, mientras que en árabe occidental es “torrente”
o “río”, y como tal aparece en los numerosos topónimos
ibéricos que llevan el elemento Guad(i)-.
PECULIARIDADES DE LOS ARABISMOS PENINSULARES
interior de la iglesia
mozárabe de San Miguel de
Escalada (León, c. 913)
interior de la iglesia
mozárabe de San Cebrián
de Mazote (Valladolid, s. X)
Codex Legionensis, Biblia
mozárabe (León, c. 960)
El mozárabe
Se llama lengua mozárabe –o romance andalusí- a
unos dialectos romances hablados en la Península
que se desarrollaron bajo el dominio musulmán. No
había unidad entre ellos. Los conocemos mejor por
las jarchas de los poetas andalusíes que usan
estribillos en mozárabe en sus poemas árabes y
hebreos (moaxajas).
Se atribuyen al sustrato mozárabe algunas de las
diferencias entre el valenciano y el catalán de
Cataluña, el portugués respeto del gallego, y
características de las hablas sureñas del castellano
como el panocho (el dialecto de Murcia) o el andaluz.
La jarchas mozárabes
una estrofa (qufi) de una
moaxaja de Ibn Suhayd
Yehuda Halevi (c. 1075. - c.1140)
b'n sydy b'n Ven sidi veni
transición a ⇛
variantes atlánticas
español canario
español caribeño
Cuba
Puerto Rico
Venezuela
República Dominicana
México caribeño
español rioplatense
español porteño
variantes americanas
continentales
español de México y Centroamérica
variante del D. F.
español andino del interior
Colombia
Perú
Ecuador
Bolivia