Profesorado Aat - Habilidades de Motivacion

Desarrollo de habilidades para enseñar
HABILIDADES DE MOTIVACIÓN.
“En el futbol no es lo mismo entrenar que enseñar. Hay muy buenos entrenadores, pero
pocos buenos maestros, hay entrenadores que consiguen resultados, pero es lo unico que
consiguen, en cambio otros dejan enseñanzas, legado, estilo.”
Johan Cruyff
La clave: Motivar
La motivación se puede definir como las intenciones, deseos, metas y necesidades que
determinan el comportamiento humano. En otras palabras, todo lo que hacen los seres
humanos, lo hacen por una razón. Es decir, una razón desencadena una respuesta. Dichas
razones pueden ser de naturaleza extrínseca o intrínseca. Es necesario que los entrenadores
de tenis puedan reconocer que razones los impulsan, no solo a ellos mismos sino también a
sus jugadores. Entonces, se pueden establecer metas y planear actividades para motivar mejor
tanto al entrenador como al jugador.
 Las razones del entrenador

La siguiente tabla enumera y clasifica una serie de razones intrínsecas y extrínsecas que
pueden justificar el trabajo de los entrenadores de tenis tanto dentro como fuera de la cancha.
Lograr alcanzar estas metas es importante para mantener el entusiasmo del entrenador en su
trabajo, así como para minimizar el riesgo de desgaste del entrenador.
De relativamente poca
Muy importante De importancia moderada
importancia
-La satisfacción del jugador. -Disciplina y ritmo de trabajo de -Ganar
-La satisfacción intrínseca. los jugadores. -Dinero
-Desarrollo de habilidades. -Reputación de su -Publicidad
-Diversión para los jugadores. entrenamiento.
El rol del entrenador como motivador.
Si bien muchos jugadores de tenis tienen una gran motivación intrínseca, es necesario que los
entrenadores exitosos posean habilidades de motivación. Ya sea motivando a los jugadores a
realizar un último saque (del canasto), o ayudarles a recuperar su entusiasmo después de una
derrota amarga, es necesario que periódicamente los entrenadores, cumplan un rol de
motivadores.
En palabras más generales, suele ser necesario que los entrenadores utilicen sus habilidades
de motivación para ayudar a que los jugadores:
• Mejoren su compromiso y los resultados.
• Mantengan su persistencia hacia sus metas personales.
• Mejoren su experiencia en el tenis y aseguren una participación continua.
Profesorado de Tenis AAT

Como ser un buen motivador
“Pequeños logros aumentan la motivación”
Existen tres estrategias principales para motivar a los jugadores:
 Establecer las metas adecuadas,

 Desarrollar climas de motivación adecuados,
 Utilizar los premios o recompensas sabiamente.
La investigación ha demostrado que la eficacia con la cual los entrenadores motivan a sus
jugadores está ampliamente relacionada con su capacidad para crear un clima de motivación
positivo durante las sesiones de entrenamiento. Estos ambientes no surgen por casualidad,
por lo cual aquí les damos algunas recomendaciones que ayudaran a los entrenadores a
fomentar a diario estos ambientes.
• Familiarizarse con las razones por las cuales los jugadores practican este deporte. El
entrenador les puede preguntar a los jugadores: ¿Qué te motiva a jugar al tenis? ¿Qué es lo
que hace que decaiga tu motivación? ¿Qué es lo que te gusta y lo que no te gusta de jugar al
tenis? ¿Qué prefieres: ganar o jugar bien?
• Comprender que algunos jugadores pueden participar en el tenis por más de una
razón. Las razones pueden variar mucho y generalmente son únicas para cada individuo y
pueden cambiar con el tiempo. Aceptar que los jugadores puedan estar motivados tanto por
sus necesidades y rasgos como por las características de la situación.
• Si es posible, adaptar las características de la situación a las necesidades de los

jugadores. Para lograrlo, quizás sea necesario que los entrenadores brinden posibilidades
adecuadas de competencia o recreación, individualicen el entrenamiento y la capacitación
(diferenciación) y sean creativos con los ejercicios para mantener la diversión y el desafió.
• Enfatizar los beneficios de jugar al tenis y ayudar a los jugadores a encontrar el lado
humorístico, mientras se los alienta a divertirse.
• Ser consciente de que sus comportamientos influyen en la motivación de los jugadores.

Aprender que tipo de retroalimentación es más eficaz y decirles a los jugadores que usted cree
en ellos.
• Recompensar a los jugadores si lograron lo que se habían propuesto.
• Intentar lograr un cambio en las razones de los jugadores para participar, si no son las
correctas. Esto se puede lograr por medio del uso adecuado de técnicas de modificación de
conducta.
• Llegar a conocer a sus jugadores: Mientras mejor conozca a sus jugadores, más fácil le
resultara darse cuenta de cuáles son las cosas que los motivan.
• Hacer que las sesiones sean agradables y divertidas: va a ser un trabajo muy arduo si
sus jugadores no disfrutan lo que hacen. La variedad puede ser un gran motivador,
presénteles nuevos estímulos en entrenamiento para hacer que las sesiones sean más
atractivas para los jugadores.

• Vincular el esfuerzo con el resultado: deja claro que, para el entrenador, el esfuerzo de
los jugadores es tan importante (si no mas) que el resultado. Diferenciar éxito de victoria y
fracaso de derrota.
• Programar sesiones con regularidad: Si se cancelan sesiones, la motivación tambalea

rápidamente. Si esto ocurre a menudo, se pone en juego la continuidad, se reducen las
mejoras y los jugadores terminan desilusionados.
• Ayudar a los jugadores a establecer metas: tal como se mencionó anteriormente, las
metas pueden ayudar a que los jugadores aprecien mejor las mejoras de rendimiento y por lo
tanto aumenten la confianza en sí mismos. Las metas deben estar orientadas al rendimiento,
ser realistas, mensurables, especificas, alcanzables, acordadas, escritas y con tiempo
determinado.
• Garantizar que la ética del grupo sea positiva: La atmósfera del entrenamiento debe ser
alentadora para todos los integrantes del grupo. Nadie se debe sentir intimado. Trate de
detectar señales tempranas de que alguien se está excediendo con comentarios “sarcásticos”
o “negativos”. Intente garantizar un ambiente relajado en el que los jugadores pongan mayor
énfasis en mejorar sus fortalezas personales que en derrota a los jugadores.
• Utilizar la competencia de manera adecuada: Organice competencias de forma que

todos los jugadores experimenten el éxito.
• Utilizar una estructura estándar de comienzo/entrenamiento/fin: Todos, en cierta

forma, tememos lo desconocido, por lo cual es posible que los jugadores se sientan más
cómodos y más confiados si pueden seguir una rutina.
• Utilizar las recompensas sabiamente:
- Establecer mutuamente un estándar o meta de rendimiento basándose en el

rendimiento previo de los jugadores para que, una vez que se alcance, garantice una
recompensa.
- Dar recompensas por esfuerzo, rendimiento y también por resultados de manera

consistente y justa.
- Evitar las comparaciones sociales con otros jugadores
- Cuando sea posible, utilizar elogios verbales o retroalimentación positiva en lugar de

recompensas tangibles (trofeos, medallas).
• Desarrollar una filosofía de “enchufarse y desenchufarse”: Charlar o ir a tomar algo

entre repeticiones y/o series de entrenamientos. Sin embargo, cuando es el momento de
entrenamiento, los jugadores deben recibir plena atención.
• Comprometerse: Sin compromiso, los jugadores a su cargo nunca aprenderán a

profundizar” verdaderamente en el deporte. Será mucho mas fácil rendirse cuando las cosas se
pongan difíciles”.
• Utilizar ejemplos y modelos: Todos los competidores, especialmente los jóvenes, se

pueden inspirar en las acciones o hazañas de sus ejemplos. Organizar visitas de los jugadores a
torneos importantes en los cuales compitan jugadores de elite, invitar a ex profesionales a que
visiten los entrenamientos o simplemente decirles a los jugadores que miren por televisión los
partidos de su jugador profesional preferido.

• Aprender y estudiar más: Los buenos entrenadores continúan aprendiendo y mejorando
sus habilidades de entrenamiento. Quizás incluso intenten mejorar su comprensión de ciertas
áreas especiales del deporte. Y de hecho, para lograrlo, no se pueden confinar únicamente a la
cancha, sino que deben esforzarse por asistir a conferencias y/o cursos específicos.
Dar retroalimentación y recompensas
La retroalimentación y las recompensas son algunas de las herramientas más importantes de

motivación que pueden emplear los entrenadores. Su uso adecuado puede aumentar la
intensidad de un comportamiento dado o facilitar su modificación. Las recompensas, en
especial, pueden ser eficaces en este sentido. Las recompensas pueden ser positivas o
negativas, extrínsecas o intrínsecas. Las recompensas positivas son estímulos que facilitan
ciertos comportamientos, mientras que las recompensas negativas pueden ayudar a eliminar
comportamientos cuando se las utiliza de manera eficaz (es decir, aplicadas al
comportamiento y no al jugador). Las recompensas extrínsecas, como trofeos y premios,
pueden ser útiles para hacer que los jugadores inicialmente se interesen en el deporte, pero se
considera que las recompensas intrínsecas (p.e. mejoras y auto-estima) son más eficaces para
motivar a los jugadores a largo plazo. Sin embargo, las recompensas extrínsecas que son auto-
administradas, oportunas y relacionadas con la calidad del rendimiento y no con el resultado,
pueden de hecho ayudar a mejorar una motivación intrínseca. Más allá del tipo de
recompensa, está siempre debería ser lo suficientemente flexible como para cambiar de
acuerdo con el tiempo y las circunstancias, y de un individuo a otro.
La retroalimentación intrínseca se da cuando los jugadores sienten, ven u oyen las

consecuencias de su acción, mientras que la información que el entrenador presenta con un
grado diferente de detalle representa una retroalimentación en su forma extrínseca. Mientras
que algunos entrenadores tienden a dar retroalimentación que carece de especificidad, otros
pecan por dar demasiada retroalimentación y demasiado frecuentemente. De hecho, una
cantidad excesiva de retroalimentación extrínseca puede perjudicar la capacidad del jugador
de procesar y evaluar la información de forma independiente, lo cual se manifiesta dentro de
la cancha cuando se ve a los jugadores confusos al tener que resolver un problema sin la guía
directa de su entrenador.
Al prolongar el intervalo entre el final de la acción y la retroalimentación, se les da más

oportunidades a los jugadores para que evalúen intrínsecamente su propio rendimiento,
mientras que también se reduce el posible desarrollo de una dependencia indeseable. En todo
momento, el uso de preguntas por parte del entrenador puede alentar aún más a los
jugadores a realizar una revisión de partes específicas de su rendimiento.
Si bien una retroalimentación eficaz puede facilitar el aprendizaje, guiar el desarrollo de

habilidades y mantener o mejorar la motivación de un jugador, es necesario que los
entrenadores tengan en cuenta el equilibrio entre dar excesiva o muy poca cantidad de
detalles. Con este objetivo, la retroalimentación se debe dar con mayor regularidad para los
jugadores iniciantes o cuando los jugadores aprenden tareas complejas, pero con menor
frecuencia a medida que se desarrollan las habilidades, mientras que el rol de la
retroalimentación intrínseca debe ser más prominente. Asimismo, debe haber un cambio en el
contenido y en la precisión de la retroalimentación, que acompañe el desarrollo del jugador,
por ejemplo, que la retroalimentación sea cada vez más descriptiva, (es decir, se les informa a
los jugadores acerca del error cometido, en lugar de decirles como corregirlo) y más precisa, a
medida que mejora el rendimiento y/o el aprendizaje. Es probable que esta evolución facilite

la aptitud de los jugadores de tenis para resolver problemas y para mejorar la adquisición de
habilidades.
Establecer metas también es una estrategia de motivación muy importante que la pueden usar
tanto los entrenadores como los jugadores.
BIBLIOGRAFIA
 Crespo, M. y Miley, D. (1998). Manual para Entrenadores avanzados. Federación

Internacional de Tenis.
 Crespo, M., and Machar Reid (2009). Entrenamiento de tenistas iniciantes e intermedios:
manual del programa de formación de entrenadores de la ITF. International Tennis
Federation.
 Bargh, J. (2018). ¿Por qué hacemos lo que hacemos? Ed. Ediciones B.
 Nadal, T. Todo se puede entrenar (2015). Colección Alienta.
 Elderton, W. (2001). "21st Century Coaching: Learner-centred principles for the
Gamebased approach", www.acecoach.com
 Cayer, Louis. (1987). The Actions Method. Presentation at the ITF Worldwide coaches
Conference. Mallorca, Spain.
 Cox, R. H. (2009). Psicología del deporte: Conceptos y aplicaciones (6a ed.). Madrid:
Editorial Panamericana.
 Crespo, M., Reid, M., & Quinn, A. (2006). Tennis Psychology. London: ITF Ltd.
 Yukelson D. (2010). Communicating effectively. In J. M. Williams (Ed.), Applied sport
psychology: Personal growth to peak performance (6th ed.). New York: McGraw-Hill,
149-165.

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Existen tres estrategias principales para motivar a los jugadores:

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• Si es posible, adaptar las características de la situación a las necesidades de los

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• Programar sesiones con regularidad: Si se cancelan sesiones, la motivación tambalea

• Utilizar la competencia de manera adecuada: Organice competencias de forma que

• Utilizar una estructura estándar de comienzo/entrenamiento/fin: Todos, en cierta

• Utilizar las recompensas sabiamente:

- Establecer mutuamente un estándar o meta de rendimiento basándose en el

- Dar recompensas por esfuerzo, rendimiento y también por resultados de manera

- Evitar las comparaciones sociales con otros jugadores

- Cuando sea posible, utilizar elogios verbales o retroalimentación positiva en lugar de

• Desarrollar una filosofía de “enchufarse y desenchufarse”: Charlar o ir a tomar algo

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Dar retroalimentación y recompensas

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