Clase de Mañana
Clase de Mañana
Clase de Mañana
como ha sido su viaje a cierto lugar. El relato no suele tratarse solamente de una
descripción fría, más bien al contrario: el periodista cuenta que sensaciones o
reflexiones le han provocado los diferentes puntos que ha visitado.
El 15 de abril del año 1912 tuvo lugar una de las mayores tragedias náuticas de la
historia; el hundimiento del Titanic.
Aquel viaje era el viaje inaugural del reluciente Titanic. El mismo debería atravesar
el océano Atlántico hasta arribar a las costas de América del Norte en Estados
Unidos.
Sin embargo otro sería el destino del magnífico barco: la noche anterior, el día 14
de abril de 1912, cerca de las 23:40 horas, el Titanic chocó contra un gigantesco
Iceberg que rasgó el casco de la embarcación de tal forma que, luego de unas
cuantas horas, el Titanic se hundió en el fondo del mar.
A pesar de los intentos de la tripulación por solicitar ayuda mediante radio, ningún
barco acudió a ellos. Así sin poder ver la madrugada (exactamente a las 02:20
AM) del 15 de abril el Titanic se encontraba ya sepultado en el fondo del mar.
El micro partió a las 17 horas del día 20 de febrero de este año. Los próximos 10
días los pasaríamos en la cordillera, en la ciudad de Bariloche, provincia de
Neuquén, Argentina.
Al llegar a las 12 horas del día 21 de febrero, nos dispusimos a tomar la habitación.
Luego de una cálida ducha fuimos al centro comercial para almorzar.
Allí llegamos a las 15 horas y, luego del ascenso, visitamos el museo y la confitería
giratoria. Por supuesto no pudimos evitar tomar un café en la confitería y observar
el magnífico Cerro Tronador (siempre nevado, siempre espléndido de admirar) a lo
lejos.
Más tarde visitamos el bosque que se encuentra de lado sobre el mismo cerro Otto.
El primer día
Desperté con el ruido del tránsito a las diez de la mañana. Había perdido mis
primeros rayos de sol y debía apurarme si quería aprovechar los tenues días de
invierno. Mi itinerario riguroso comprendía el café Ouro Preto, donde dicen que
Cortázar recibió una vez un ramo de flores -no sé de cuáles- después de que
participara de carambola en una manifestación. Es un lindo relato contenido
en Cortázar por Buenos Aires, Buenos Aires por Cortázar de Diego Tomasi.
También pretendía visitar la librería norte, donde solían dejarle paquetes, ya que la
dueña era amiga personal del escritor. En vez de eso, salí a buscar un desayuno
entre el maremágnum de cafés con medialunas y dulces en que consiste la
pastelería porteña. Al final, después de caminar y elegir por más de una hora, me
decidí a almorzar temprano, para tener energías y caminar. Di con un restaurante
peruano, verdaderas perlas gastronómicas en la ciudad de las que nadie o pocos
hablan, seguramente por tratarse de un elemento foráneo. Y todos saben lo
resistentes que son los argentinos con lo de afuera.