Leer A Pessoa

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LEER A

PESSOA
JERÓNIMO PIZARRO

BREVIARIOS
Fondo de Cultura Económica
BREVIARIOS
del
Fondo de Cultura Económica

613
Obra publicada con el apoyo de
DGLAB / Cultura y Camões, IP - Portugal

Traducción de
Mario Rodríguez

Con el apoyo del


Centro de Investigación y Creación CIC
Facultad de Artes y humanidades
Universidad de los Andes
Jerónimo Pizarro
Profesor asociado de la Universidad de los Andes

Leer a Pessoa

FONDO DE CULTURA ECONÓMICA


Primera edición en portugués, 2018
Primera edición en español, 2021

_____________________________________________
Pizarro, Jerónimo
Leer a Pessoa / Jerónimo Pizarro ; trad. de
Mario Rodríguez. – Bogotá : fce, 2021
196 p. ; 17 × 11 cm – (Colec. Breviarios ; 613)
ISBN 978-958-5197-08-4

1. Pessoa, Fernando – Crítica e interpretación


2. Poesía portuguesa – Historia y crítica 3. Literatura
portuguesa I. Rodríguez, Mario, tr. II. Ser. III. t.

LC PQ9261.P417 Dewey 082.1 B842 V.613


_____________________________________________

Distribución mundial

© 2021, Ediciones Fondo de Cultura Económica SAS


Calle 11 No. 5-60, Bogotá, Colombia
www.fce.com.co
(571) 283 2200

Fondo de Cultura Económica


Carretera Picacho-Ajusco, 227; 14738 Ciudad de México
www.fondodeculturaeconomica.com

Coordinación editorial: Fondo de Cultura Económica Colombia


Imagen de portada: Futbolín creado por João José Brito.
Fotografía de Susana Figueiredo

Se prohíbe la reproducción total o parcial de esta obra, sea cual fuere


el medio, sin la anuencia por escrito del titular de los derechos.

ISBN 978-958-5197-08-4
Impreso en Colombia • Printed in Colombia
ÍNDICE

Nota del traductor . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .9


Nota previa del autor . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11
Agradecimientos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13

i. Pluralidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15
ii. Unidad. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 34
iii. Interpretación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 55
iv. Heteronimismo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 72
v. Alberto Caeiro . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 95
vi. Álvaro de Campos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 117
vii. Ricardo Reis . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 139
viii. Libro del desasosiego . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 157

Bibliografía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 179
CONVENCIONES

◊ espacio en blanco
* lectura hipotética
† palabra ilegible
< > segmento tachado
< >/ \ superposición: <debajo>/encima\
[↑ ] añadido arriba
[↓ ] añadido abajo
[→ ] añadido a la derecha
[← ] añadido a la izquierda
NOTA DEL TRADUCTOR

Para las citas de los textos de Fernando Pessoa, siempre que


me fue posible, utilicé las traducciones en español realizadas
por el propio Jerónimo Pizarro o que aparecen en libros
editados por él, aunque me tomé la libertad de, en un par
de ocasiones, realizar ligeros cambios. En solo dos casos,
cito otras traducciones, haciendo mención explícita de su
autoría. De todas las demás citas de Pessoa ofrezco mi pro-
pia traducción. De los textos de otros autores en lengua
portuguesa (la gran mayoría de los cuales no han sido pu-
blicados en español), la traducción también es mía. De los
textos escritos en otras lenguas, cité traducciones existentes
en español cuando las encontré y me parecieron adecuadas.
En los otros casos, que se limitan a textos escritos original-
mente en inglés, realicé la traducción a partir de la traduc-
ción al portugués ofrecida por el autor, pero siempre reali-
zando un cotejo con los textos originales.
Una versión del capítulo 8 del presente libro ya había
sido publicada en español, por el autor, en la revista Abriu,
n. 5, con el título “Narciso ciego, iluminado por Lisboa (de
Cesário Verde a Fernando Pessoa)” (2016). Así que en este
caso, me limité a cotejar ese texto con la versión en portu-
gués y a hacer los ajustes que consideré necesarios.
En repetidas ocasiones el autor remite a documentos del ar-
chivo de Fernando Pessoa, los cuales cita usando las siglas
“bnp”, “E3” y “r” o “v”. “bnp” significa Biblioteca Nacional
de Portugal; “E3”, espólio n.o 3, se refiere al tercer fondo del
9
10 NOTA DEL TRADUCTOR

Archivo de Cultura Portuguesa Contemporánea de la bnp,


es decir, al de Pessoa; y “r” o “v” indica que el texto se en-
cuentra en el rostro o verso de una hoja.
Dejo registrado mi agradecimiento a Tatiana Pérez Co-
rrea, por la interlocución durante todo el proceso de tra-
ducción, así como al autor, Jerónimo Pizarro, que siempre
respondió con presteza y amabilidad mis dudas. A Jeróni-
mo, por supuesto, también le agradezco por haberme dado
la posibilidad de conocer más y mejor el múltiple universo
pessoano.

Mario Rodríguez
NOTA PREVIA DEL AUTOR

Tras haber editado y traducido a Pessoa, haber mantenido


una revista académica internacional dedicada a estudios so-
bre Fernando Pessoa (Pessoa Plural), haber organizado en-
cuentros y participado en eventos sobre temas de lengua y
cultura portuguesa, hoy siento, con gratitud, que leer a Pessoa
me llevó un día a descubrir “toda una literatura” (Pessoa,
2009b, pp. 296, 356, 576), sea la del propio Pessoa, que uti-
lizó esta expresión, sea la escrita en portugués. Leer a Pessoa
me llevó a leer más a Pessoa e incluso libros de su biblioteca
particular. Leer a Pessoa me llevó a leer a sus innúmeros
lectores, a sus más alquímicos críticos y a sus diversos bió-
grafos. Leer a Pessoa cambió mi vida y por eso acepté el tí-
tulo propuesto por Carlos Pittella para un libro reciente:
Cómo Fernando Pessoa puede cambiar su vida1. Para mí, leer
a Pessoa es entrar en un universo, o mejor, en un “universa-
zo” [universão], como Álvaro de Campos describió a Walt
Whitman (Pessoa, 2014c, p. 571). Espero que este libro les
invite a visitar y revisitar ese “universazo”. A leer y releer a
Pessoa. A entrar y salir de Pessoa.

1 Como Fernando Pessoa pode mudar a sua vida (Rio de Janeiro, 2016;
Lisboa, 2017).
11
AGRADECIMIENTOS

Este libro, al igual que O silêncio das sereias (2015), es tam-


bién un “depósito de dádivas y deudas” (Medeiros, 2015, p. 13).
Me basta con recordar algunos nombres, fuera de los que
están en la bibliografía, para esbozar un mapa de ese depó-
sito: Ricardo Viel, Rosana Zanelatto, Lilian Jacoto, Manuel
Portela, Michela Graziani, Beatrice Tottossy, José Correia,
Cláudia Sousa, Marta Gonçalves, Edvaldo Bergamo, Ana
Clara Magalhães, João Pignatelli, Sandra Ferreira, Isabel
Caldeira, Maria Irene Ramalho, Ana Falcato, Antonio Car-
diello, José Barreto, Vasco Silva, Manuel Borrás, Jorge
Wiesse, Mario Barrero, Daniel Balderson, Richard Correll,
João Cezar de Castro Rocha, Patricio Ferrari, Filipa de Frei-
tas, Piero Ceccucci, Giulia Lanciani, Joana Matos Frias,
Jorge Bastos da Silva, Gonçalo Vilas-Boas, Onésimo Almei-
da, Rodrigo Xavier, Jorge Uribe, Antonio Sáez Delgado,
Dinu Flamand, Carlos Reis, Leyla Perrone-Moisés y mu-
chos más. También debo hacer referencia a todo el equipo
de Tinta-da-china, al Fondo de Cultura Económica, a Ma-
rio Rodríguez y a tantos amigos. Este libro está más que
dedicado, in memoriam, a una amiga: Nandia Vlanchou.

13
I. PLURALIDAD

La pluralidad de la obra de Fernando Pessoa —que tam-


bién puede ser entendida como la pluralidad de su crea-
dor— es responsable, en gran medida, por la atracción que
desde hace décadas viene desencadenando la obra pessoana,
como si de un abismo se tratara, como si, a través de ella,
nos asomáramos al abismo del ser. “Qué Dios detrás de
Dios la trama empieza”1, pregunta Jorge Luis Borges, sugi-
riendo la ausencia de un dios original responsable por la
creación. Y Pessoa, que podría haber sido esa instancia ge-
neradora en el caso de sus creaciones, parece responderle a
Borges al afirmar que “el dios que faltaba” no fue él, sino
Alberto Caeiro, concebido por él mismo2. Ahora bien, si
Caeiro, que fue inventado, es el “Dios detrás de Dios”, Pessoa,
su inventor, pasa a ser una creación de Caeiro y deja de ser
posible llegar a una instancia suprema, puesto que esta o no
existe o es apenas una invención de todas las otras. Así, Pessoa
afirma haberse vuelto un discípulo de Alberto Caeiro, tal
como Álvaro de Campos, otra creación de Pessoa, nos dice
1
Véase el final del poema “Ajedrez”, de El hacedor: “Dios mueve al
jugador, y éste, la pieza. /¿Qué Dios detrás de Dios la trama empieza / de
polvo y tiempo y sueño y agonías?” (Borges, 2005, tomo 2, p. 203).
2
En un valioso ensayo sobre Alberto Caeiro, “‘O deus que faltava’:
Pessoa’s theory of lyric poetry”, Maria Irene Ramalho (2013) recupera un
verso famoso del poema VIII de El guardador de rebaños: “Él es el Eterno
Niño, el dios que faltaba…”. Los manuscritos caeirianos pueden ser con-
sultados en la página de internet de la Biblioteca Nacional de Portugal
(bnp) http://purl.pt/1000/1/alberto-caeiro/index.html (cf. Pessoa, 2006b).
15
16 PLURALIDAD

que tanto él como Ricardo Reis y Alberto Mora solo se


transformaron en lo que realmente valía la pena que fueran
tras “pasar” por Caeiro, “por el tamiz de aquella interven-
ción carnal de los Dioses”3. En esta ocasión, no me interesa
discutir la verdad histórica de la ficción, sino admitir, con
Wallace Stevens, que la poesía es la ficción suprema, y acep-
tar la verdad poética de la génesis de los tres heterónimos de
Fernando Pessoa (Alberto Caeiro, Álvaro de Campos y Ri-
cardo Reis), pues creo que esta ficción, compuesta por cada
una de las ficciones individuales conocidas como heteróni-
mos, o “personas-libros”4 [pessoas-livros], es responsable de
esa atracción que ejerce la obra pessoana sobre todos noso-
tros.
De esta manera, lo que me propongo hacer es analizar
tres lecturas posibles de la obra en cuestión, tres formas crí-
ticas de abordarla que, en mi opinión, van a continuar tra-
zando los caminos por los cuales los lectores llegan a esa
obra. Evocando a Pirandello, diría que Pessoa puede ser vis-

3
Cf. “Alrededor de mi maestro Caeiro estaban, como se habrá dedu-
cido de estas páginas, principalmente tres personas: Ricardo Reis, Antonio
Mora y yo [Álvaro de Campos]. […] Y los tres le debemos lo mejor del
alma que hoy tenemos a nuestro contacto con mi maestro Caeiro. Los tres
somos otros —es decir, somos nosotros mismos de verdad— desde que
fuimos pasados por el tamiz de aquella intervención carnal de los Dioses”
(Pessoa, 2016c, pp. 799-800).
4
“En mi oficio, que es el literario, soy un profesional, en el sentido
superior que el término tiene; esto quiere decir que soy un trabajador
científico, que no se permite a sí mismo tener opiniones extrañas a la
especialización literaria, que es la suya. Y el que yo no tenga esta o aquella
opinión filosófica con respecto a la confección de estas personas-libros,
tampoco debe inducir a creer que soy un escéptico”. (Pessoa, 2012a,
pp. 799-800).
PLURALIDAD 17

to como uno, ninguno o cien mil5. ¿Quién ha construido


un Pessoa más indivisible? ¿Quién ha militado a favor de
uno más vacío? Y ¿quién defiende un poeta más múltiple?
Las páginas que siguen estarán dedicadas a responder estas
preguntas. Hoy, que continuamos debatiendo el número
total de dramatis personæ inventadas por Pessoa, creo que
nos conviene retomar la célebre cuestión planteada por Ja-
cinto do Prado Coelho: ¿unidad o diversidad?
Retomando esta interrogación, que no creo que vaya a
perder vigencia mientras existan los estudios pessoanos, voy
a atenerme a tres obras clásicas que, en mi opinión, repre-
sentan bien las tres perspectivas críticas mencionadas ante-
riormente: Diversidade e unidade (1949), que presenta a un
Pessoa más unitario; Aquém do eu, além do outro (1982), que
defiende un Pessoa con menos existencia; y Pessoa por
conhecer (1990), que revela a un poeta más diverso. Natural-
mente, me remito solo a estas tres obras, y no a muchas
otras posibles, con miras a simplificar el análisis, pero tam-
bién porque cada una de ellas se afirmó como un marco
crítico en su momento histórico. Hoy, es justo recordarlas y
proponer un esquema de lectura basado en sus presupues-
tos, que incluso podría ser mucho más complejo, pero que,
para los objetivos de este ensayo, no es absolutamente nece-
sario que lo sea. Al fin y al cabo, el punto de partida está
constituido por tres vectores —uno, ninguno y cien mil—,
que definen un conjunto de coordenadas bastante amplio.
Ya Antonio Tabucchi, por ejemplo, para referirse a Pessoa,
solía hablar, como tantos otros críticos, a través de oxímo-

5
Recordemos una de sus novelas más famosas: Uno, nessuno e cento-
mila (1926).
18 PLURALIDAD

ros: Una sola multitudine (1979) o Un baule pieno di gente


(1990)6.
Comencemos por analizar el libro de Jacinto do Prado
Coelho, que inicialmente fue publicado como un suple-
mento de la revista Ocidente, en 1949, y que, todavía, a
principios de la década de 1980, era considerado por Leyla
Perrone-Moisés como “la mejor introducción a la lectura de
Pessoa” (1982, p. 6).
En Diversidade e unidade em Fernando Pessoa, escrito
entre 1947 y 1949, Prado Coelho traza un retrato de las seis
individualidades poéticas de Fernando Pessoa (Alberto
Caeiro, Ricardo Reis, Fernando Pessoa lírico, Fernando
Pessoa autor de Mensaje, Álvaro de Campos y Bernardo
Soares), propone cinco temas o motivos centrales para esas
seis individualidades y busca “sorprender la unidad esencial
implícita en la diversidad de las obras ortónimas y heteróni-
mas” ([1949] 1991, p. 11), teniendo en cuenta, fundamental-
mente, cuestiones estilísticas y la existencia de un drama
total, caracterizado por el deseo de lo absoluto y el escepti-
cismo inexorable que, en su opinión, convergen en Fernan-
do Pessoa. Prado Coelho imagina un eje y describe cada in-
dividualidad como una línea axial, que, temática y
estilísticamente, estaría unida a ese eje. El Pessoa de Prado
Coelho es un Pessoa radiante, pleno, luminoso como un
cuerpo celeste. No es un astro entre astros ni un planeta
aislado, sino el propio sol de un determinado universo; de
ahí que el crítico portugués pueda corroborar, a modo de
conclusión, “la existencia de una personalidad única, verda-

6
De este último libro existe traducción al español: Un baúl lleno de
gente: escritos sobre Pessoa (1997).
PLURALIDAD 19

deramente inconfundible” ([1949] 1991, p. 12), y hacer pa-


tente su genialidad7.
Prado Coelho pretendió, en suma, “descubrir la unidad
psíquica en la polimorfia” ([1949] 1991, p. 73); insistió, en
un acto de fe, en la existencia de “un núcleo de personali-
dad una”, “un denominador estilístico infalseable” ([1949]
1991, p. 122), oponiéndose a las invectivas de Campos con-
tra el dogma de la personalidad en Ultimatum (1917) y, fi-
nalmente, rechazando la veracidad de algunas afirmaciones
de Pessoa, el “insincero verídico” (Monteiro, 1954), en las
que el escritor buscó distinguirse a sí mismo de sus figuras
soñadas. Mientras Leyla Perrone-Moisés, como veremos, se
dejó llevar por la corriente de algunas imágenes pessoanas
que se acoplaban bien a las investigaciones sobre el sujeto
poético en la década de 1970, Prado Coelho se resistía a
aceptar la ficción de las ficciones pessoanas y, aunque Pessoa
haya dicho que era el menos existente de su creación, el crí-
tico se aferraba al puerto seguro o a la tierra firme de “una
unidad psíquica básica” ([1949] 1991, p. 73), a la cualidad
misteriosa de un mundo único y original, propio del genio,
y a los “rasgos lingüísticos comunes” ([1949] 1991, p. 152) de
la obra pessoana, que, inclusive, fueron corroborados en un
ensayo de estilística léxica, en 1969, a través de un análisis
computacional.
Confieso que comprendo bien la actitud de Jacinto do
Prado Coelho, aunque la considere excesiva. A veces, nos
7
Es interesante notar que Prado Coelho desdobló a Pessoa en Fer-
nando Pessoa lírico y Fernando Pessoa autor de Mensaje, lo que nos permi-
te sospechar que podría haberlo desdoblado también, más allá de la lírica y
de la épica, en Fernando Pessoa autor de Fausto, por ejemplo, si Fausto
hubiera sido publicado antes de 1949. Véase la edición de Fausto preparada
por Carlos Pittella (Pessoa, 2018a).
20 PLURALIDAD

parece que Fernando Pessoa es algo volátil, o algo que mu-


chos críticos volatizan, y es como si todo lo que es sólido se
desvaneciera en el aire, para glosar a Marshall Berman
(1982). Pessoa deja de ser Pessoa, alguien que existió —voy
a abstenerme de decir que “realmente existió”— entre 1888
y 1935, y se convierte en una miríada de figuras, en una gran
puesta en escena y en el nombre de una nueva galaxia.
Como poeta proteico o poseído, Pessoa deja de ser el pa-
ciente artesano de una obra para dar lugar al médium de fi-
guras, no por entero suyas, que lo usaban como vía de acce-
so al mundo. Prado Coelho, con cierta irritación (cf.
“Pessoa habría gestado a Campos como las hembras dan a
luz los hijos”, [1949] 1991, p. 159), insiste en una visión dife-
rente de la poesía y del poeta, no como inspiración y arre-
batamiento de un ser excepcional, de origen platónico, sino
como el artífice de un ser uno y único. Proteger a Pessoa de
la desagregación fue la fórmula de Prado Coelho para amu-
rallar el genio pessoano; genio más por su unidad que por
su capacidad de despersonalización, la cual sería considera-
da por el crítico como “muy relativa” ([1949] 1991, p. 165).
Como dije, comprendo la postura de Prado Coelho, a pesar
de que esta raye, a veces, en el esencialismo (cf. “afinidades
que dejan adivinar una unidad esencial”, [1949] 1991, p. 165)
y de que ya contenga su antítesis, que, de cierta forma, fue
propuesta más por quienes defendieron un Pessoa nulo que
por los partidarios del poeta múltiple. Pasemos al segundo
libro, el de 1982.
(Paréntesis: pensemos en el llamado disco de Newton,
quien descubrió que la luz blanca del sol está compuesta
por los colores del arcoíris y, para demostrarlo, hizo girar
velozmente un disco con esos colores, que, pasados algunos
segundos, formaron, juntos, el color blanco. Mientras el co-
PLURALIDAD 21

lor negro es la ausencia de todos los colores cuando no hay


luz, el blanco contiene todos los colores que logramos ver,
pues está constituido por todas las longitudes de onda del
espectro visible. Una doble posibilidad: podemos ver a Pessoa
dividido en muchos colores o indivisiblemente blanco, de-
pendiendo de si el disco está fijo o en rotación; pero se trata
de una ilusión. Otra posibilidad: podemos imaginar a Pessoa
como un prisma que refracta, refleja y descompone la luz
en los colores del arcoíris; pero, en este caso, él no sería una
fuente de luz, sino un medio transparente).

Fig. 1. Dispersión óptica (o cromática)

Esta imagen fue la portada del álbum


The Dark Side of the Moon (1973), de Pink Floyd
RICARDO REIS 141

Fig. 31. Casa-poema | Casa Fernando Pessoa

Fuente: CFP

Sea como sea, y para acercarnos al tema, veamos el poe-


ma en cuestión, a saber, la transcripción que figura en el
volumen Obra completa de Ricardo Reis (2016) y las respecti-
vas notas:

Pese la sentencia igual de la ignota muerte


En cada breve cuerpo, es carnaval y ríen,
Felices, porque en ellos piensa y siente
La vida, que no ellos.

De rosas, aunque sean falsas, tejan


Capillas veraces. Escaso, corto es el espacio
Que les es dado, y en buen caso en todos
Breve ni vano sentido.
142 RICARDO REIS

Si la ciencia es vida, sabio es solo el necio.


Cuán poca diferencia la mente interna
¡del hombre de la de los brutos! ¡Sus! ¡Dejad
Vivir los moribundos!1. (bnp/E3, 51-62r)

Una hoja de papel de máquina de escribir con tinta negra le sirve


de soporte a este poema y a los tres siguientes, siendo que los dos
últimos (“Dos es el placer” y “Dulce es el fruto a la vista”) fueron
manuscritos a lápiz, el mismo lápiz con el cual el autor hizo alte-
raciones en los dos primeros (“Pese la sentencia igual de la ignota
muerte” y “Voy a dormir, dormir, dormir”). Véanse Poemas de
Ricardo Reis (1994, pp. 160 y 337-338) y Ricardo Reis. Poesía
(2007, pp. 163 y 325).

1
Pese a sentença egual da ignota morte
Em cada breve corpo, é entrudo e riem,
Felizes, porque em elles pensa e sente
A vida, que não elles.

De rosas, inda que de falsas, teçam


Capellas veras. Scasso, curto é o spaço
Que lhes é dado, e por bom caso em todos
Breve nem vão sentido.

Se a sciencia é vida, sabio é só o nescio.


Quam pouco differença a mente interna
Do homem da dos brutos! Sús! Leixae
Viver os moribundos!
RICARDO REIS 143

NOTAS

1 Pesa el decreto atroz [↑ igual] del fin certero [↑ diverso]


|[↓ Pesa {← Pese} la sentencia atroz {↑ igual} del verdugo
{↑ juez} ignoto {→ de la ignota suerte ↑ muerte}]
2 en cada cerviz necia [↑ viva] [←inciente] [← sierva]. [,]
[↑ En cada mortal {↑ breve} cuerpo,] Es antruejo y ríen(.)(,)
3 felices, porque en ellos (en ellos) piensa y siente
6 capillas veraces. Breve [↓ Hueco] y van[o] [← Nada sola-
mente es]
[→ Escaso, corto] es <la>/el\ <hora> tiempo [↓ espacio]
7 que les es dad<o>/a\, y por misericordia [→ buen caso a
{↑ en} todos]
8 <Ni><b>/B/reve ni van[o] sentid<a>/o\.
10 cuán poca diferencia <estos> a la mente interna
11 Del hombre [↑ de la] de los brutos<.>/!\ Sus! Dejad [→
Leijad]
12 <Sonreír> [↓ Jugar] [← Vivir] los moribundos!

Fig. 32. Pesa el decreto/pesa [←pese] la sentencia

Fuente: BNP/E3, 51-62r.


144 RICARDO REIS

Tal como el proprio Reis, este poema puede ser uno o


múltiple. Fuimos educados en la escuela de la unidad de la im-
prenta de Gutenberg, y podemos, optando ya sea por la ul-
tima variante (como lo hizo Fagundes Duarte) o por la pri-
mera (como lo hizo Parreira da Silva), extraer un “poema en
línea recta”, para evocar el título de un poema de Álvaro de
Campos (Pessoa, 2016c, p. 533). Sin embargo, nótese que el
poema ricardiano del 20 de febrero de 1928 no es lacunar,
como lo son otros, y que no se trata de un testimonio inter-
medio, es decir, no existe ningún testimonio anterior o pos-
terior, ya que no se conoce ningún borrador previo ni fue
pasado a limpio el texto. Lo que hay es lo que existe: un
determinado número de versos —12, en total— con algu-
nas vacilaciones y muchas intervenciones.
Ahora, ¿este texto cuenta o no cuenta? Esa es la cues-
tión.
En mi opinión, lo hace. Por eso, en la Obra completa de
Ricardo Reis (2016) encontramos 219 poemas —y no solo
28—, sin contar con los anexos. Pero admitir un canon ri-
cardiano que se extiende más allá de los 200 poemas impli-
ca reconocer que no hay un Reis, sino múltiples Reis, que la
pluralidad pessoana es intrínseca y extrínseca, que la sensa-
ción de acabamiento puede ser solo aparente y resultar de la
intervención editorial, y que un testimonio mecanografiado
o manuscrito no tiene que tener, necesariamente, menos
valor que uno impreso. De hecho, Belkior presentó como
modelos de perfección formal las odas publicadas en la re-
vista Athena, pero no llegó a conocer el ejemplar de la revis-
ta que Pessoa guardó para sí y en el cual hizo innúmeras
RICARDO REIS 145

correcciones y alteraciones a mano, reformulando, así, lo


que aparentemente estaba cerrado2.
En fin. Desde mi perspectiva, este poema cuenta (“Pese
la sentencia igual de la ignota muerte”) y cuentan todos los
textos atribuidos o atribuibles a Reis. ¿Por qué? Porque Reis
es mayormente inacabado, no impreso y variable —tal
como Pessoa, por lo demás—; y porque interesa más estu-
diar un conjunto extendido —todo lo que se conservó de lo
que podría haber sido de Reis— que un conjunto restringi-
do de pocos textos (esas pocas odas presuntamente irrepro-
chables en términos formales).
En el caso de la obra ricardiana, es importante percibir
el carácter abierto de la mayor parte de los textos que la
componen y la mediación editorial de la que esta obra ha
sido objeto. Al fin y al cabo, nuestro Reis es casi diez veces
más extenso que el Reis que Pessoa dio a conocer en vida, y
las variantes de autor son partes constitutivas, y no desde-
ñables, de ese Reis. Una de mis mayores sorpresas al editar a
Reis fue descubrir que el propio Pessoa —y no un filólogo,
en una clase dedicada a la variantística italiana— había es-
crito, casi en forma de didascalia textual o indicación escé-
nica, que dos versos eran variantes del último verso de una
estrofa (ver fig. 33).
Si el proprio Pessoa, en el caso de Reis, trabajó cons-
cientemente con variantes, y no escogió entre ellas, ¿cómo
podemos nosotros, póstumamente, editar a Reis? Dejo la
pregunta general sin respuesta y me limito a citar la forma
como fueron editados los versos del facsímil arriba:

2
Ejemplar ya referido en el capítulo sobre Alberto Caeiro; ver fig. 18.
Leer a Pessoa, de Jerónimo Pizarro
se terminó de imprimir y encuadernar en octubre de 2021
en Editorial Nomos S.A., Diagonal 18 Bis No. 41-17, Bogotá.
La edición consta de 1 000 ejemplares.
T ras haber editado y traducido a Pessoa, tras
haber mantenido una revista académica inter-
nacional dedicada a los estudios pessoanos, Pizarro
descubrió un día, gracias a Pessoa, «toda una literatu-
ra», sea la del propio Pessoa, que utilizó esta expresión,
sea la escrita en portugués. Leer a Pessoa suele llevar
a leer más a Pessoa, a leer los libros de su biblioteca
personal, a leer a sus más alquímicos críticos y a sus
diversos biógrafos. Esperemos que este libro invite a
esas lecturas y a nuevas relecturas. A entrar y salir de
ese gran universo.

Jerónimo Pizarro es profesor, traductor, crítico y editor, es


el responsable de gran parte de las nuevas ediciones de tex-
tos de Fernando Pessoa publicadas en Portugal desde 2006.
Profesor de la Universidad de los Andes, Pizarro es también
el editor-in-chief de la revista Pessoa Plural.

www.fondodeculturaeconomica.com
ISBN 978-958-5197-08-4

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