Chavez, C (2021) Las Fuerzas Militares Colombianas Durante El Frente Nacional Autonomia
Chavez, C (2021) Las Fuerzas Militares Colombianas Durante El Frente Nacional Autonomia
Chavez, C (2021) Las Fuerzas Militares Colombianas Durante El Frente Nacional Autonomia
Resumen
Este capítulo expone las principales características que determinaron el papel de las
Fuerzas Militares colombianas durante en el periodo del “Frente Nacional”. Se expondrán
las condiciones políticas internas que llevaron a los militares a aceptar de forma parcial el
predominio de las instituciones civiles, así como las razones que sirvieron al sector castrense
para contar con una autonomía en el manejo del orden público y la lucha contra las guerri-
llas, a través de políticas como el estado de sitio y la Doctrina de la Seguridad Nacional.
Autonomía que mantuvieron aún después de los dieciséis años del Frente Nacional y que
se reflejó en los principales planes y operativos antisubversivos.
Palabras clave: conflicto armado; Frente Nacional; seguridad nacional; Fuerzas
Armadas; guerrillas; Colombia.
1 Este capítulo hace parte de los resultados del proyecto de investigación “Relaciones civiles-mili
tares en Colombia: una aproximación a los roles de las Fuerzas Militares” del Grupo de Investigación en
Ciencias Militares de la Escuela Militar de Cadetes “General José María Córdova” categorizado en B por
Minciencias y con código de registro COL0082556. Los puntos de vista y los resultados de este artículo
pertenecen al autor y no reflejan necesariamente los de las instituciones participantes.
2 Historiador (Pontificia Universidad Javeriana). Magíster en Análisis de Problemas Políticos
Económicos e Internacionales Contemporáneos (Academia San Carlos-Universidad Externado de
Colombia). Profesional en Ciencias de la Información (Uniquindío). Especialista en Estadística Aplicada
(Los Libertadores). Profesor Facultad de Derecho en la Fundación Universitaria del Área Andina.
Investigador senior en el Centro Libertad y Pensamiento Otto Morales Benítez (Centotto). ORCID:
https://orcid.org/0000-0002-2726-4212 - Contacto: [email protected]
52 Relaciones civiles-militares. Una aproximación a los roles de las fuerzas militares en colombia
Introducción
En este capítulo se exponen las relaciones entre las instituciones civiles
y los militares en el periodo de la historia colombiana conocido como Frente
Nacional. Para entender estas relaciones se parte de la hipótesis según la cual
los militares se encontraron en una condición dual, en la que simultánea-
mente respetaron la institucionalidad y el mandato de los civiles, pero, a la
vez, contaron con libertad para el diseño de las estrategias de manejo del orden
público. ¿Cómo se llegó a esta situación dual de sometimiento y autonomía?
Intentar dar respuesta a interrogante es el objetivo central de este escrito.
Este análisis se estructura a través de la exposición de los factores internos
y externos que influyeron sobre el accionar de las Fuerzas Militares. En un
primer apartado se abordará el acuerdo político y la repartición burocrática del
poder que hubo mientras se mantuvo el Frente Nacional. Posteriormente, se
analizarán los efectos de la aplicación de la figura del estado de sitio, que llevó
a que el Ejecutivo contase con poderes extraordinarios y sin contrapeso alguno,
lo que le permitió ampliar las atribuciones y las funciones de los militares, los
cuales, cabe anotar, se mantuvieron en operación constante, como se mostrará
en un tercer apartado. Esas operaciones se sostuvieron contra las organiza-
ciones guerrilleras de primera generación, cuya aparición, origen y situación
durante el Frente Nacional es explicada en un cuarto lugar. Teniendo en cuenta
este marco, se expondrán las dos décadas claves del Frente Nacional: la década
de los sesenta en la que los militares se adaptaron y aceptaron el régimen
bipartidista, y, finalmente, la de los setenta, cuando los militares establecen la
Doctrina de la Seguridad Nacional como su pensamiento guía. En el apartado
final se compararán dos de las principales estrategias de seguridad creadas en
este periodo: el Plan Lazo y el Estatuto de Seguridad, teniendo en cuenta sus
principales características. De esta manera, se ilustrará el desarrollo histórico
de las relaciones entre civiles y militares, sobre las cuales se ha mantenido una
controversia hasta el día de hoy.
Weber, según la cual las Fuerzas Armadas en representación del Estado son
quienes detentan el monopolio de la coacción física legítima, es decir, del uso la
violencia como recurso para mantener el orden. Al estar las Fuerzas Militares
sujetas a la ideología y defensa del Estado, la historia de cualquier Ejército
debe construirse teniendo en consideración el sistema de relaciones políticas
y sociales que caracterizan al Estado en un momento determinado específico
(Weber, 1964, pp. 1056-1057), para el caso de este estudio el periodo anali-
zado es el del Frente Nacional.
Tras la caída del Dictador Gustavo Rojas Pinilla, en 1957, se estableció
en Colombia un sistema político bipartidista conocido como Frente Nacional,
el cual fue aprobado por la ciudadanía en un plebiscito efectuado el 1 de
diciembre de 1957. Este sistema se sustentaba en la alternación del gobierno
de los dos principales partidos, el Liberal y el Conservador durante un periodo
de dieciséis años, a partir de 1958. De esta forma, las dos colectividades acor-
daron compartir el poder aplicando una repartición paritaria de los cargos
públicos.
Ha habido dos visiones frente a la dinámica política del Frente Nacional.
Para analistas como Jonathan Hartlyn (1993, pp. 26-27), el Frente Nacional
era un mecanismo restrictivo de la democracia en el que las dos colectividades
principales políticas aseguraron su poder, en desmedro de otros sectores. Esta
restricción obedecía al temor que tenían las élites de perder su posición domi-
nante por un recrudecimiento de la violencia en los campos. Sin embargo,
como señala Javier Ocampo López (1993, pp. 33), el Frente Nacional fue un
“sistema bipartidista controlado, con un tipo de democracia interna, cuyas
disputas se dirimían en busca de concordancias dentro de los partidos tradi-
cionales. Era indispensable para liquidar la Violencia y reconstruir el Estado
de Derecho, que había desaparecido”. Al margen de estas dos visiones sobre el
Frente Nacional como sistema de gobierno, esta búsqueda de consenso bipar-
tidista influyó sobre la estructura y los planteamientos de las Fuerzas Militares
en aquel entonces. Cabe anotar que esta influencia perduraría hasta después
de los dos gobiernos que siguieron al periodo de la alternación: el de Alfonso
López Michelsen y el de Julio César Turbay Ayala, incluso algunos analistas
consideran que el sistema político terminó imperando hasta la reforma cons-
titucional de 1991.
54 Relaciones civiles-militares. Una aproximación a los roles de las fuerzas militares en colombia
3 Alberto Lleras Camargo, del Partido Liberal (1958-1962); Guillermo León Valencia, del Partido
Conservador (1962-1966); Carlos Lleras Restrepo, del Partido Liberal (1966-1970); y Misael Pastrana
Borrero, del Partido Conservador (1970-1974).
4 Alfonso López Michelsen (1974-1978), Julio César Turbay Ayala (1978-1982), Belisario
Betancur (1982-1986) y Virgilio Barco (1986-1990). Todos ellos, salvo Belisario Betancur, fueron aval-
ados por el Partido Liberal.
Capítulo 3. Las Fuerzas Militares colombianas durante el Frente Nacional:
autonomía en el manejo de la seguridad 55
Por tales razones, se puede considerar que el verdadero objetivo del estado
de sitio era combatir las formas de oposición y la movilización de las clases
populares, con el pretexto de defender a las instituciones. Por tanto, el estado
de sitio permitía que los sectores de oposición fuesen considerados como
subversivos, o incluso como amenazas a la existencia misma de la sociedad, con
lo que su discurso y reclamaciones perdían legitimidad. Así, durante la vigencia
del estado de sitio las Fuerzas Armadas acrecentaban su poder y autonomía, ya
que eran las llamadas a defender el orden legítimo del Estado. En tal sentido,
los militares tuvieron una ampliación de sus competencias pudiendo juzgar
civiles, con el pretexto de garantizar la seguridad (Gallón, 1979, pp. 123-126).
La aplicación del estado de sitio en Colombia generaba una confusión en
las funciones de la Policía y los militares, ya que al quedar en manos de estos
últimos el manejo del orden público, contaban con una especie de derecho a
ejercer acciones represivas, en aras de obtener la victoria contra los enemigos
del Estado. Como señala Iván Orozco Abad (1992, pp. 191-192), existen dos
clases de estado de sitio, por un lado el estado de sitio militar-político, el cual
está pensado para situación de guerra y/o conflicto armado, en él se reconoce
una cierta “simetría” en las relaciones entre el Estado y los alzados en armas
contra este; al existir dicha simetría, que implica la imposibilidad de derrota
de cualquiera de los bandos, ambos actores, rebeldes y Estado, deben negociar
entre sí como alternativa para solucionar el conflicto.
Sin embargo, en Colombia ha imperado el estado de sitio policivo-puni-
tivo, en el cual el Estado determina que no hay problema alguno y que el país
vive una situación de paz, la cual corre el riesgo de ser perturbada por una serie
de amenazas que deben ser combatidas por la fuerza. En vigencia de este tipo
de estado de sitio se permite a los gobernantes suspender las libertades y garan-
tías constitucionales de los ciudadanos, con el fin de obtener herramientas
para luchar contra tales amenazas, por lo cual se puede recurrir a todo tipo de
arbitrariedades para obtener la victoria (Orozco, 1992, pp. 196-197). Puede
afirmarse que, en Colombia, el estado de sitio se utilizó para cambiar la visión
del derecho civil interno y convertir a los combatientes rebeldes o delincuentes
políticos en terroristas, contra los cuales se debía luchar por todos los medios,
aun cuando esto implicase pasar por encima de la Constitución.
56 Relaciones civiles-militares. Una aproximación a los roles de las fuerzas militares en colombia
el ELN, este grupo fue diezmado por las luchas ideológicas internas, en espe-
cial por los reiterados conflictos que sostenían con las tendencias comunistas,
mucho más cercanas a la Unión Soviética que al modelo chino. A estas estas
disputas internas se sumaron poderosos cercos militares realizados entre 1967
y 1969 (Pizarro, 1989, p. 251). Lo que llevó a que el EPL optase por la acción
en los núcleos urbanos.
Ha habido una amplia discusión sobre el origen de las FARC, para analistas
como Eduardo Pizarro (2004, p. 85) esta guerrilla tiene su origen en los grupos
de autodefensa campesina, que fueron apoyados por el Partido Comunista
Colombiano, en respuesta al accionar represivo desatado desde 1946. Como
señala Alfredo Molano (2014), tras esta persecución, estos grupos iniciaron
una serie de colonizaciones armadas en las regiones de El Pato, Guayabero y
Ariari. Estos grupos quedaron activos después de la caída de la dictadura de
Rojas Pinilla. Tras el establecimiento del Frente Nacional, se buscó la reinte-
gración de estos grupos por medio de programas de rehabilitación impulsados
por la Administración de Lleras Camargo, que pretendían mejorar las condi-
ciones de los territorios. Finalmente, aunque los grupos de autodefensa no
se desarmaron, optaron por la vía política y pretendieron convertirse en un
movimiento agrarista, que no logró consolidar capacidad de poder.
Sin embargo, con la llegada del gobierno de Guillermo León Valencia,
las cosas cambiaron, pues simultáneamente el líder conservador Álvaro Gómez
Hurtado asumió una retórica reaccionaria, en la que afirmaba que en algunos
territorios del país se habían creado unas “repúblicas independientes al servicio
del comunismo internacional”. Dichas repúblicas, que escapaban al control del
Estado, según Gómez, se encontrarían ubicadas precisamente en terrenos de
Marquetalia, Riochiquito, El Pato, Guayabero, Sumapaz y el Ariari. El presi-
dente Valencia sucumbió ante la presión del alvarismo y optó por iniciar una
operación militar, con el fin de llevar a cabo una guerra de exterminio contra
estos enclaves comunistas. Como se señaló, estos grupos funcionaban, en prin-
cipio, bajo la lógica de la “autodefensa”, es decir, como grupos que tenían,
según Jaime Guaracas, “la misión de estar patrullando, previendo cualquier
peligro para trabajar más tranquilo” (Molano, 2014), sin que se efectuaran
ataques contra la Fuerza Pública.
Capítulo 3. Las Fuerzas Militares colombianas durante el Frente Nacional:
autonomía en el manejo de la seguridad 61
Por tanto, como señala Francisco Leal Buitrago (1994, p. 70) existió una
subordinación de los militares, no a los partidos políticos sino al Estado y al
conjunto de sus instituciones, sin importar la colectividad que se encontrase
en el poder. Sin embargo, esta subordinación llevó a un desentendimiento
por parte de las autoridades civiles con respecto al diseño de las estrategias de
seguridad y defensa, quedando estas últimas, de manera exclusiva, en manos
de las Fuerzas Militares.
Ese desinterés por parte de las instituciones civiles con respecto a los
problemas de seguridad llevó a que en las Fuerzas Armadas surgiera la idea de
defender al Estado, iniciativa que se hizo extensiva al hecho de que los posibles
espacios críticos al Gobierno, como huelgas o movilizaciones políticas, fuesen
percibidas como problemas de orden público que debían ser enfrentados por la
vía militar. De esta manera, las instituciones civiles, que en algunas ocasiones
se mostraron incapaces de resolver problemas políticos y sociales, optaron por
llamar al Ejército en defensa de la institucionalidad, sin importar que este
incurriera en acciones de orden represivo (Blair, 1993, pp. 91-92). Es más,
la confianza del Estado en el manejo militar para la solución de problemas
sociales permitió que la autonomía militar se viese acrecentada.
Aun así, aunque las Fuerzas Militares de la década de los sesenta vieron
aumentado su poder, el Estado impuso un límite a las opiniones y posiciones
de los militares que se mostrasen cercanas a los sectores que manifestasen
oposición al Gobierno. Por ejemplo, en 1964 el general Alberto Ruiz Novoa
escribió en la Revista de las Fuerzas Armadas las siguientes líneas: “No es difícil
probar que en Colombia existe un estado de injusticia en torno a la posición de
la tierra y que esta situación es la responsable de la pobreza y el atraso del país”.
Esta posición en favor de una mejor distribución de la propiedad fue rechazada
de plano por sectores que consideraron la acción del ministro como una inter-
vención indebida en política, a su vez, altos oficiales, como el general Reveiz
Pizarro, afirmaban que esta posición era favorable a los enemigos del entonces
presidente Guillermo León Valencia (Blair, 1993, pp. 92-93). Hay que consi-
derar que, en esta década, surgieron numerosas voces desde el Partido Liberal
y la izquierda en favor de una reforma agraria, siguiendo los lineamientos de la
Alianza para el Progreso, propuesta por John F. Kennedy, de ahí que la opinión
del general suscitase tal polémica.
Capítulo 3. Las Fuerzas Militares colombianas durante el Frente Nacional:
autonomía en el manejo de la seguridad 63
El Plan Lazo fue una estrategia militar diseñada por el General Alberto
Ruiz Novoa5, que buscaba una pacificación del país a largo plazo. El objetivo
principal del plan era llevar a cabo una “acción cívico-militar” que, ante todo,
pretendía invertir la relación de apoyo entre la guerrilla y el campesinado, o
como el propio General Ruiz Novoa lo definió: “quitarle el agua al pez”. Sin
embargo, como señala Leal Buitrago (2002, pp. 43-44), el Plan estaba articu-
lado con las teorías desarrollistas de W. W. Rostow. Dentro del Plan se incluían
proyectos como procesos de alfabetización, construcción de infraestructura y
atención en salud, orientadas por las Fuerzas Militares, con el objeto de ganarse
el apoyo de la población. No obstante, aunque estos proyectos formaban parte
de los componentes del Plan, en su ejecución terminaron primando las estra-
tegias de guerra psicológica contra la subversión (Gallón, 1983, pp. 24-25). En
este tipo de operaciones, el propósito se centraba en lograr la cooperación y el
apoyo de la población civil, por medio de métodos de amenaza y, en ocasiones,
de terror, que limitasen el potencial apoyo a la guerrilla.
5 El General Ruiz Novoa tuvo una ascendente carrera dentro de las Fuerzas Militares, después de
su regreso de Corea, donde participó como uno de los comandantes del Batallón Colombia. Había sido
funcionario de Rojas Pinilla, por lo que era consciente del contesto de la Guerra Fría, y el anticomunismo
como política de Estado. Luego fue comandante del Ejército en el gobierno de Alberto Lleras, donde
conservó un grado de autonomía en el desarrollo de políticas de seguridad, a pesar de lo cual mantuvo su
posición en el respeto institucional, tal como Lleras lo había planteado en su discurso en el Teatro Patria,
en el que abogaba por la no deliberación de los militares en los asuntos políticos. Si bien, el Plan Lazo fue
propuesto en el gobierno Lleras, sería en el gobierno Valencia en el que Camacho Leiva fue ministro de
Guerra (hoy, Defensa), fue donde empezaría a implementarse.
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autonomía en el manejo de la seguridad 67
6 Como anota Rangel: “En Malasia, los insurgentes lograron conformar durante la ocupación
japonesa un poderoso ejército y tomar una zona bajo control guerrillero. En el momento en que el
gobierno declaró el Estado de Emergencia, luego de los intentos frustrados de los rebeldes para provocar
una insurrección urbana y derrocar al gobierno, éste no tenía una evaluación objetiva de la fuerza real de
las guerrillas ni de su apoyo entre la comunidad china. Las primeras medidas del Estado de Emergencia
parecían más adecuadas para controlar los brotes de delincuencia organizada que en forma de bandas
criminales aprovechaban el desorden de la postguerra, que para confrontar la amenaza político militar que
representaba la insurgencia.”
68 Relaciones civiles-militares. Una aproximación a los roles de las fuerzas militares en colombia
7 Como señala Leal Buitrago (2002, p. 58), el General Camacho Leyva pertenecía a otra gener-
ación de militares que ya había dejado atrás la visión desarrollista y, por el contrario, sostenía la visión
anticomunista que veía en la represión la única forma válida para enfrentar a los grupos insurgentes.
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autonomía en el manejo de la seguridad 69
Conclusión
Durante el Frente Nacional, las Fuerzas Armadas colombianas presen-
taron una dualidad en su estructura, pues, por un lado, se sometió a la insti-
tucionalidad y se buscó el acceso directo al control absoluto por parte de los
poderes políticos. Tal sometimiento implicó que los militares no tuviesen posi-
ciones críticas ante el orden socioeconómico, y las pocas intervenciones que
hubo en este sentido fueron rechazadas por los sectores políticos civiles, que
vieron en esas posiciones una indebida intromisión en política.
Por otro lado, de forma paralela al reconocimiento del poder de las auto-
ridades civiles, los militares contaron con un alto grado de libertad y auto-
nomía en el manejo del orden público. De esta manera se gestó un pacto no
escrito entre el poder civil y el poder militar en Colombia, en el que los mili-
tares no intervendrían en los temas políticos, y en contraprestación los civiles
se desentenderían del diseño de estrategias de seguridad, las cuales estarían en
manos de los militares.
El periodo del Frente Nacional se caracterizó por la presencia de dos
elementos claves. Por un lado, la puesta en práctica de forma constante del
estado de sitio, facultad que podía declarar perturbado el orden público en
determinado lugar o en la totalidad del territorio nacional, lo que justificaba
que el Gobierno adquiriese poderes y atribuciones especiales para gobernar,
sin contrapeso del Poder Legislativo o del Judicial. Muchas veces, el estado de
sitio era proclamado en los momentos en que había reclamaciones ciudadanas,
como huelgas laborales, campesinas y estudiantiles, las cuales, al ser conside-
radas como problemas de seguridad, podían ser combatidas con dureza. En el
uso de esas facultades, los militares veían acrecentada su autonomía y llevaron
a cabo acciones represivas con el pretexto de restaurar el orden.
Capítulo 3. Las Fuerzas Militares colombianas durante el Frente Nacional:
autonomía en el manejo de la seguridad 71
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