La transición a la democracia en España comenzó tras la muerte de Franco en 1975. El Rey Juan Carlos I restauró la monarquía y optó por reformas democráticas para asegurar su continuidad. Se legalizaron partidos políticos y sindicatos. En 1977 se celebraron las primeras elecciones democráticas desde 1936, ganadas por UCD. La Constitución de 1978 estableció un Estado social y democrático de derecho y un Estado de las autonomías descentralizado.
0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos)
18 vistas4 páginas
La transición a la democracia en España comenzó tras la muerte de Franco en 1975. El Rey Juan Carlos I restauró la monarquía y optó por reformas democráticas para asegurar su continuidad. Se legalizaron partidos políticos y sindicatos. En 1977 se celebraron las primeras elecciones democráticas desde 1936, ganadas por UCD. La Constitución de 1978 estableció un Estado social y democrático de derecho y un Estado de las autonomías descentralizado.
La transición a la democracia en España comenzó tras la muerte de Franco en 1975. El Rey Juan Carlos I restauró la monarquía y optó por reformas democráticas para asegurar su continuidad. Se legalizaron partidos políticos y sindicatos. En 1977 se celebraron las primeras elecciones democráticas desde 1936, ganadas por UCD. La Constitución de 1978 estableció un Estado social y democrático de derecho y un Estado de las autonomías descentralizado.
La transición a la democracia en España comenzó tras la muerte de Franco en 1975. El Rey Juan Carlos I restauró la monarquía y optó por reformas democráticas para asegurar su continuidad. Se legalizaron partidos políticos y sindicatos. En 1977 se celebraron las primeras elecciones democráticas desde 1936, ganadas por UCD. La Constitución de 1978 estableció un Estado social y democrático de derecho y un Estado de las autonomías descentralizado.
Descargue como DOCX, PDF, TXT o lea en línea desde Scribd
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 4
LA TRANSICIÓN
1.1- La transición a la democracia: la crisis económica mundial; las alternativas políticas al
franquismo, continuismo, reforma o ruptura; el papel del rey. Tras la muerte de Franco el 20 de noviembre de 1975 se inició una nueva etapa en la que gran parte del pueblo español no se concebía continuar con la dictadura. El príncipe Juan Carlos, tras ser proclamado rey de España conforme a la Ley de Sucesión el 22 de noviembre de 1975, se planteó asegurar la monarquía a través de cambios en el sistema político. De esta manera se inicia la llamada Transición. Se restauraba la monarquía. Franco había preparado la legislación para que el rey no tuviera mucho margen de maniobra, esto fue posible porque las instituciones del régimen se encontraban en manos de franquistas convencidos, denominados popularmente “el búnker”, que mantenían su fuerza. Esta situación hizo que existiera una expectación ante los primeros pasos del monarca, que se acabó transformando en desconfianza, tanto por parte del búnker franquista como de la oposición de izquierdas. Además, la muerte del dictador dejó dos opciones políticas que plantearse, el continuismo o el reformismo. El rey decidió entonces optar por la cautela y dispuso la continuidad de Carlos Arias Navarro como presidente de Gobierno. Esta etapa se inició con una gran conflictividad social: los acontecimientos forzaron un indulto para los presos políticos sin delitos de sangre, una amnistía general. Por otro lado continuaba la actividad terrorista de la banda ETA. El gobierno formado por Arias Navarro era un conjunto heterogéneo en el que participaban tanto reformistas como miembros fieles al franquismo. Arias diseñó entonces un tímido programa de reformas, pero su actitud poco decidida generó decepción en la sociedad española, pues esta lo identificaba con el inmovilismo del Búnker. El gobierno debía regular las estructuras de un nuevo Estado ante las exigencias de modernización política y social, dada las resistencias de los grupos defensores del franquismo. Se producían además, frecuentes enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas del orden público. El caso más significativo fue el suceso de Montejurra (enfrentamiento entre grupos carlistas). El marco legal franquista tampoco servía para una sociedad moderna: hubo manifestaciones exigiendo que se ejecutasen esos cambios en aspectos como los relativos a la familia, el papel de la mujer… Además, los tradicionales pilares del franquismo también mostraban signos de resquebrajamiento: -La Falange, perdió ya el control social. -El ejército, mayoritariamente fiel al legado franquista, existían grupos más aperturistas como los que habían fundado la UMD (Unión Militar Democrática) -La Iglesia, había ido dando pasos en la defensa de cambios políticos para facilitar una transición pacífica hacia la democracia. En ese papel destacó la figura del cardenal Tarancón. Desde el punto de vista económico, la crisis del petróleo de 1973 provocó una grave crisis internacional. En España, originó un incremento de los precios, una paralización del consumo y de la producción industrial y un aumento del paro. Cada vez se hacía más evidente la incapacidad de Arias Navarro para transformar el régimen. Además, la oposición al régimen comenzó a unirse entre sí y organizarse, uniéndose las dos plataformas opositoras en la llamada Platajunta Arias Navarro se vio forzado a dimitir el 1 de julio de 1976. Días después, Juan Carlos I eligió como nuevo presidente de gobierno al joven Adolfo Suárez, quien decidió impulsar la transformación de España. Su gobierno debía hacer frente a la grave crisis económica y a dos importantes aspiraciones de los españoles: 1. Conseguir una democratización profunda, que conllevaba dotar a España de una Constitución. 2. Responder a las aspiraciones autonómicas de las llamadas nacionalidades históricas y de otras regiones. Tomó diversas iniciativas. A los pocos días de su nombramiento legalizó los derechos de reunión, manifestación y asociación, aprobó una amnistía que permitió la excarcelación de presos políticos y estableció contactos con los sindicatos y los partidos políticos de la oposición. Pero lo más destacado fue la proposición de una Ley para la Reforma Política. 1.2.- La Ley para la Reforma Política. Las primeras elecciones democráticas. En de 1976, Suárez presentó el proyecto de Ley para la Reforma Política que, tras un tenso debate, fue aprobada por las Cortes franquistas en noviembre de 1976. Sometida a referéndum el 15 de diciembre, se aprobó con el 94 % de los votos. El contenido era el siguiente: -Establecía un sistema bicameral (Congreso y Senado) elegido democráticamente. -Elaboración de una Constitución por las nuevas Cortes. -Permite la existencia de partidos políticos, con excepción del PCE, legalizado un poco más tarde. La actividad política se vio entorpecida por el terrorismo de ETA y GRAPO y por la acción de la extrema derecha. Se empezaron a dar con Adolfo Suárez como presidente los primeros pasos para instaurar la democracia. En 1977 se celebraron las primeras elecciones democráticas desde 1936, y los principales partidos políticos fueron: 1. Unión de Centro Democrático (UCD): liderada por Adolfo Suárez. Defendía una sociedad liberal, democrática y de economía de mercado. Este partido ganó las elecciones. 2. PSOE, liderado por Felipe González. Este partido se definía como socialista y democrático 3. Partido comunista español (PCE): dirigido por Santiago Carrillo, como secretario general. 4. AP, dirigida por Manuel Fraga, de partidos de ideología católica, conservadora y defensora de la economía del mercado. Además de los nombrados, hubo un conjunto de partidos menores, de los cuales destacaban los partidos nacionalistas vascos y catalanes. Los resultados electorales pusieron de manifiesto el bipartidismo entre UCD (vencedor) y PSOE (principal partido de la oposición). 1.3. El periodo constituyente: los Pactos de la Moncloa; las preautonomías de Cataluña y el País Vasco; la Constitución de 1978 y el Estado de las autonomías. Los Pactos de La Moncloa: La crisis económica afectaba gravemente a España, ante lo cual Suárez convocó a partidos, sindicatos y patronal para crear un ambicioso proyecto, que se concretó, en la firma de los Pactos de la Moncloa. El vicepresidente y ministro de Economía, Fuentes Quintana, propuso un Plan de Saneamiento y Reforma que se basaba en: -Reforma fiscal, control de presupuestos, una política de precios y monetaria y una actuación sobre distintos aspecto sociales, políticos y asuntos judiciales. El periodo constituyente: La Constitución de 1978. Al no obtener la mayoría, UCD tuvo que gobernar en minoría, en una situación de cierta inestabilidad. La Constitución de 1978 nace del acuerdo entre las fuerzas políticas que participan en su redacción, ponencia nombrada por siete personas miembros de UCD, PSOE, PCE, CDC y AP. Esto fue así porque el nuevo gobierno continuó con la actitud de acuerdo entre los partidos para acabar con los problemas del país. La redacción del texto constitucional asumió, de forma implícita, que la forma del Estado sería la monarquía parlamentaria. Fue aprobado por el Pleno de las Cortes Españolas el 31 de octubre de 1978, se sometió a referéndum el 6 de diciembre y quedó aprobado con un 87% de votos afirmativos. La Constitución presenta 11 Títulos y 109 artículos. El título primero fue el más discutido por los constituyentes: España se define como un Estado social y democrático de Derecho, en el que no sólo se reconocen derechos y libertades, sino que además es el Estado quien se compromete a defender y a poner en práctica esos derechos y libertades de los españoles. En este título primero se establece además la aconfesionalidad del Estado, hubo fuertes discrepancias en tres puntos importantes: La pena de muerte, el aborto, y la libertad de enseñanza. El título segundo hace referencia a la Monarquía. Se define como una monarquía parlamentaria, moderadora y arbitral, con funciones de representación del Estado y de carácter simbólico y sin responsabilidades políticas concretas. Los títulos tercero y cuarto se refieren al poder legislativo y al poder ejecutivo: El poder legislativo es bicameral, aunque el Congreso de los Diputados tiene una mayor relevancia que el Senado. Ambas cámaras son elegidas por sufragio universal para los mayores de 18 años. El poder ejecutivo, representado por el Presidente de Gobierno y los ministros, debe dar cuenta de su gestión ante el Congreso de Diputados y puede ser derribado por uno mismo. El título octavo de la Constitución hace referencia a la organización territorial del Estado: España queda dividida en comunidades autónomas con importantes diferencias entre ellas en función de sus respectivas tradiciones nacionalistas: Así Cataluña, País Vasco y Galicia son definidas como nacionalidades. Andalucía alcanza esta identidad nacional por la vía del referéndum, y más tarde, la Comunidad Valenciana. La Constitución establece un Estado de las Autonomías, esto significa que España es un estado unitario pero descentralizado, articulado en autonomías, provincias y municipios, donde el Gobierno central se reserva la exclusividad de ciertas competencias y las comunidades autónomas asumen otras, recogidas en sus respectivos estatutos de autonomía. La Constitución establecía dos vías para acceder a la autonomía: La llamada vía rápida, prevista en el artículo 151, para las nacionalidades históricas, a las que se unió Andalucía, y otra vía general más lenta, conforme al artículo 143, para el resto de regiones. Finalmente, en 1995 se constituyeron las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla. Con ello quedó configurado el mapa territorial de España, compuesto por 17 comunidades autónomas y 2 ciudades autónomas. Finalmente, el sistema de libertades queda protegido por tres instituciones: El Tribunal Constitucional, el Consejo General del Poder Judicial y el Defensor del Pueblo. A pesar de la aprobación de esta Constitución, el gobierno de Suárez siguió siendo inestable. Lo que unido a los problemas económicos y sociales de España, provocaron que a principios de 1981 Suárez dimitiera de la presidencia del gobierno. Cuando se iba a hacer la investidura de su sucesor, Calvo Sotelo, el 23 de febrero de 1981, se produjo un intento de golpe de Estado que, al fracasar, supuso la consolidación del sistema democrático español