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Capítulo II Geologia

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CAPÍTULO II

GEOLOGÍA REGIONAL
Las características actuales del relieve en la región Ayacucho han sido moldeadas por procesos
geomorfológicos que están estrechamente ligados a eventos tectónicos que han afectado la
zona. Estos episodios de actividad tectónica han tenido un papel fundamental en la
configuración de las cuencas sedimentarias, proporcionando una perspectiva importante sobre
cómo han evolucionado a lo largo del tiempo.
Los fenómenos tectónicos, tales como la convergencia de placas y la actividad de fallas
geológicas, han sido responsables de las deformaciones y elevaciones que se observan en la
región. Estos movimientos de la corteza terrestre han impactado la topografía y la disposición
de las cuencas sedimentarias, influyendo en la manera en que los sedimentos aluviales y
volcánicos se han depositado a lo largo de millones de años.
Además, estos procesos tectónicos pueden haber tenido un impacto en la formación de
características geológicas específicas, como montañas, valles y depresiones. La interacción
entre la actividad tectónica y la erosión causada por fenómenos climáticos y fluviales ha
contribuido a esculpir el paisaje que vemos hoy en día.
La comprensión detallada de cómo los episodios tectónicos han influido en la evolución de las
cuencas sedimentarias puede arrojar luz sobre la historia geológica de la región. Al estudiar las
secuencias de sedimentación y las relaciones entre las diferentes capas de roca.
Geomorfología: La región explorada presenta un terreno notablemente irregular, donde se
observan diversas formas geomorfológicas que pueden ser categorizadas de manera específica.
Estos accidentes del relieve están estrechamente vinculados con la evolución de la topografía
andina en la zona.
Considerando las características excepcionales de la configuración topográfica que distinguen
la región bajo análisis, se puede identificar una marcada área de erosión que ha sido
meticulosamente esculpida en las rocas de la formación Ayacucho.
Este relieve accidentado es resultado de la interacción compleja entre procesos geológicos y
climáticos que han ocurrido a lo largo del tiempo. El entorno montañoso andino ha
experimentado una serie de eventos tectónicos, incluyendo plegamientos, fallas y
levantamientos, que han moldeado la topografía actual.
Particularmente, en el ámbito explorado, se destaca una superficie erosionada notoria, la cual
es un producto de la influencia de factores como la acción de ríos, glaciares y agentes
atmosféricos a lo largo de millones de años. Esta zona de erosión revela la persistente labor de
los procesos geomorfológicos en esculpir el paisaje, dejando huellas visibles en las rocas de la
formación Ayacucho.
El análisis detallado de estas características geomorfológicas puede proporcionar una valiosa
perspectiva sobre la historia geológica de la región y cómo los procesos naturales han dado
forma a la topografía actual.
2.1 ESTRATIGRAFÍA
En la provincia de Ayacucho, emergen diversas unidades litológicas, incluyendo tipos
sedimentarios, volcánicos e ígneos. Las edades de estas unidades varían desde el Paleozoico
superior hasta el Cuaternario reciente.
Las formaciones geológicas en la región de Ayacucho, particularmente en el área de recorrido,
se encuentran en depresiones antiguas que en el pasado fueron lagos y que ahora están llenas
de sedimentos aluviales y materiales volcánicos, incluyendo tanto piroclásticos como lavas. El
desarrollo de la topografía actual en el área de Ayacucho está vinculado a eventos tectónicos
que han afectado la región, lo que conlleva a interpretar la forma y evolución de la cuenca
sedimentaria. Esta cuenca se extiende hacia el este hasta la penillanura de Quinua, donde los
sedimentos lacustres se encuentran contra una cadena montañosa.
Considerando la ubicación de Ayacucho y los materiales presentes en la zona, es plausible
suponer que la región fue en un principio un extenso lago continental que con el tiempo
experimentó cambios. A lo largo del recorrido, se observan unidades litológicas de tipo
sedimentario, volcánico e ígneo, cuyas edades abarcan desde el Paleozoico superior hasta el
Cuaternario más reciente. En el área se pueden observar secuencias de rocas desde el
Precámbrico hasta acumulaciones recientes de morrenas glaciares y depósitos aluviales.
En la provincia de Huamanga, se presentan afloramientos de unidades litológicas de tipo
sedimentario, volcánico e ígneo. Las edades de estas rocas varían desde el Paleozoico superior
hasta el Cuaternario reciente. Las rocas más antiguas están representadas por el Complejo
Granítico de Querobamba y el Grupo Pucara. Las rocas del periodo terciario tienen una
presencia destacada, incluyendo formaciones como Socos, Huanta, Ayacucho, Volcánico
Atunsulla, Grupo Barroso, la Formación Rumihuasi, la Formación Ticllas y la Formación
Molinoyoc, además de la Formación Acobamba (Sedimentos Volcánicos), abarcando tanto
rocas volcánicas como plutónicas. Además, se verán los depósitos glaciofluviales, los depósitos
coluviales y los depósitos aluviales. Todas estas formaciones ya mencionadas serán estudiadas
y analizadas en el capítulo respectivo del presente ensayo académico.
2.2 FORMACIONES GEOLÓGICAS DE LA REGIÓN
2.2.1 Complejo Granítico Querobamba:
Esta formación representa la más antigua entre estas unidades y abarca una extensión de
alrededor de 50 km2. Tiene una tonalidad gris rosada y una textura granular. En su superficie,
muestra signos de fracturamiento y alteración, aunque en fragmentos se revela un Granito
Blanco Rosado con textura granular, que exhibe fenocristales de ortosa, plagioclasa, cuarzo y
hornblenda. Esta zona expone extensos afloramientos de granito, donde se pueden observar
numerosas exploraciones y trabajos antiguos, los cuales siguen vetas de cuarzo blanco y
limonitas.
A nivel macroscópico, la roca presenta colores claros, mayormente en tonos grisáceos, con
algunas áreas en los bordes mostrando tonos parduzcos y rojizos como resultado de la
oxidación. La configuración de los granos puede ser descrita como subhedral. En algunos
sectores, se hace evidente la presencia de fracturas como consecuencia de la actividad
tectónica regional. Estos afloramientos también exhiben áreas meteorizadas en tonalidades
pardo-amarillentas.
En ciertas partes, se nota una superficie de erosión compuesta por sedimentos limosos y
pequeños fragmentos graníticos. Esta zona de transición se conecta con los depósitos del
Grupo Mitu. Dentro del contexto de la región de estudio, esta unidad constituye la base de la
secuencia litológica presente. La edad de estos granitos se ubica en el sistema Pérmico y ha
sido datada hacia el Paleozoico superior. Su distribución regional es amplia y se presenta como
una franja ancha con orientación noroeste a suroeste.
-Descripción y edad: Granito blanco rosado de textura granular, hipidiomorfa con fenos de
ortosa plagioclasas, cuarzo y hornablenda, de la eratema paleozoica, sistema pérmico.

2.2.2 Grupo Pucará


El Grupo Pucará ha sido objeto de estudio en el área central del Perú, investigado tanto por
McLaughlin (1924) como por Mégard (1968). La clasificación de Mégard divide esta unidad en
tres partes litoestratigráficas distintas: la Formación Chambará, correspondiente al Triásico
superior (Noriano - Retiano), la Formación Aramachay del Liásico inferior (Hetangiano -
Sinemuriano), y la Formación Condorsinga abarcando desde el Sinemuriano al Toarciano. En un
cuadrángulo cercano, Paras, en el sector noreste, O. Palacios (1994) estudió una secuencia
mayormente compuesta por calizas, areniscas y en menor proporción lutitas, asignándola a
este mismo grupo.
Dentro del cuadrángulo de Ayacucho, las calizas del Grupo Pucará se manifiestan en el extremo
suroeste, en los alrededores de Tuco, donde exhiben farallones y barrancos debido a su
pronunciado buzamiento y a su disposición plegada. Estas calizas presentan una tonalidad gris
claro en etapas intermedias y muestran una estratificación ondulada.
Litológicamente, estas calizas están compuestas por materiales micríticos y adquieren un tono
gris claro. Se localizan en discordancia paralela sobre el Grupo Mitu y están por debajo de las
tobas de la Formación Atunsulla, como se observa en el cerro Jellohuayta. Estos afloramientos
extienden su presencia de manera más amplia en términos de grosor y extensión horizontal
hacia las áreas representadas en las hojas de Paras y Huancapi.
En el contexto del centro del Perú, McLaughlin (1924) asignó el nombre de Pucará a una
secuencia calcárea de considerables dimensiones y con edades abarcando desde el Triásico
superior hasta el Jurásico. Este grupo suele presentar la inclusión de evaporitas en su base y
está principalmente compuesto por calizas en su parte superior. Generalmente se encuentra
por encima del Grupo Mitu, aunque también puede yacer directamente sobre los esquistos del
Complejo Marañón debido a fallamientos de bajo ángulo.
La composición litológica del Grupo Pucará se caracteriza por la presencia de calizas grises que
forman bancos gruesos, intercalados ocasionalmente con capas delgadas de evaporitas. Estas
calizas pueden presentarse compactas o estratificadas, con una tonalidad de alteración que
tiende a ser gris blanquecino, mientras que el corte fresco muestra un tono oscuro,
mayormente gris y grueso. Estas calizas tienden a ser de origen detrítico.
Litológicamente, esta unidad se distingue por sus calizas que han sido influenciadas de manera
notable por procesos de meteorización y erosión cárstica, lo que resulta en la presencia de
costras de tonos amarillentos y pardos con inclusiones de óxidos de hierro.
-Descripción y edad: presencia de calizas gris claras, mitricas. Forman bancos gruesos con
capas delgadas de evaporitas de la eratoma mesozoica, sistema jurásico y triásico. Presenta
una capa mayor a los 800 metros.

2.2.3 Formación Ticllas


Se le da esta denominación a una secuencia de mas o menos 500 metros. De tobas, lavas y
brechas de composición andesítica hasta riolítica. Las tobas soldadas, de tonos claros, junto
con las lavas grises con matices azulados y rosados, exhiben una textura porfirítica fluidal en
bancos tanto delgados como gruesos. Se encuentran en forma de capas de aproximadamente
500 metros de espesor, cubriendo la Formación Socos y el Granito Querobamba. Estas forman
las cimas más elevadas entre Ticllas y Socos. Las rocas presentan una coloración gris azulada y
rosada, son compactas y duras, con textura porfirítica fluidal, mostrándose en bancos de
distintos grosores, llegando a alcanzar hasta 3 metros, así como también en formas masivas.
Las tobas contienen fragmentos de cristales quebrados de cuarzo y plagioclasas con una leve
alteración albitizada. Estas rocas son generalmente clasificadas como tobas cuarzo latíticas. En
términos generales, estas rocas se fracturan en fragmentos de varios centímetros y bloques, lo
que puede dar lugar a deslizamientos o derrumbes del material suelto. Esto puede ser
observado claramente en el camino hacia Ticllas. A este vulcanismo ácido, debido a su posición
estratigráfica.
-Descripción y edad: Se encuentran tobas soldadas con tonalidades claras y lavas de color gris
con matices azulados y rosados, con una textura porfiritica fluidal en bancos delgados y
gruesos. Estas formaciones corresponden a la era Cenozoica, específicamente al sistema
paleógeno y a la serie oligocena.

2.2.4 Formación Molinoyoc


Se asigna este término a una secuencia mayormente de flujos de lava en tonos oscuros que se
originan en los centros volcánicos cercanos a la indicación Molinoyoc, identificados como los
volcánicos Molinoyoc.
Los afloramientos más notorios se observan en ciertos cortes de la carretera que conecta
Ayacucho y Huanta, así como en la margen derecha río abajo del Cachi. Estos constituyen un
elemento geomorfológico muy destacado, actuando posiblemente como un obstáculo en la
cuenca de Ayacucho.
Dichos elementos conforman un campo volcánico caracterizado por conos volcánicos bien
definidos, con pendientes que varían de 20° a 40°. Están conformados principalmente por
flujos de lava alternados con fragmentos de brechas, escorias, lapilli y cenizas, indicativos de
posibles estratovolcanes que posiblemente han tenido múltiples fases de actividad volcánica.
Se detectan también rocas blancas y tobas entre los flujos, localmente. Hacia el este (en
dirección a la carretera Ayacucho - Huanta) se ubica un considerable depósito de material
piroclástico de tonos grises-amarillentos, bien estratificados y de tipo ondas basales, así como
capas piroclásticas retrabajadas.
Un análisis petrográfico expone la presencia de lavas en tonos grises hasta gris oscuros, con
estructura afanítica que contiene plagioclasas, lavas con minerales como plagio - hbl - biotita -
feldespato, y un evidente contenido de apatito. En términos geoquímicos, su composición
confirma las observaciones petrográficas, revelando un conjunto notablemente coherente de
traquiandesitas (latitas a cuarzo latitas con biotita, de acuerdo a Mégard. Esto contrasta con las
lavas calcoalcalinas predominantes en la región y sugiere la existencia de un segundo enfoque
magmático independiente.
Al oeste del río Cachi, yaciendo en discordancia, se encuentra la Formación Ayacucho, que al
dirigirse a Huanta pasando por Pacaycasa, sobrepasa las lavas Molinoyoc.
-Descripción y edad: Las edades de estas lavas se han establecido mediante dataciones
radiométricas realizadas por Mégard y su equipo (1984). Las cuarzolatitas han proporcionado
dos edades en biotita, que son aproximadamente 9.4 ± 0.5 millones de años y 9.9 ± 0.5
millones de años, respectivamente. Las lavas con composiciones más shoshoníticas han dado
edades alrededor de 7.5 a 8 millones de años. Debido a su posición por encima del miembro 3
de la Formación Ayacucho, se considera que tiene una edad superior del Terciario. Con
Derrames lávicos alternados con brechas y estratos de lapilli y ceniza. Esta formación pertenece
a la era Cenozoica, dentro del sistema Neógeno y la serie Miocena. Presenta una capa mayor a
los 400 metros.

2.2.5 Formación Rumihuasi


Recibió este nombre debido a una secuencia mayormente compuesta por tobas que varían en
tonalidad desde claras hasta rosadas. Mégard, en la hoja de Huanta, identificó esta unidad, que
se extiende hacia el noroeste en el cuadrángulo de Ayacucho.
Los afloramientos son evidentes en los alrededores de la localidad de Julcamarca, donde
muestran una forma suavizada, con capas casi horizontales. En la zona de Julcamarca, esta
secuencia se caracteriza principalmente por tobas predominantemente blancas con matices
rosados, de composición riodacítica. Estas tobas contienen fragmentos de pómez y líticos, que
pueden llegar a medir hasta 50 cm en su dimensión más grande. Estas rocas se encuentran en
unidades gruesas de más de 10 metros de espesor.
En la parte superior de estas tobas, se superponen capas de limoarcillitas con tonalidades gris-
marrón y plomizas, junto con intercalaciones de capas de arcillitas de alrededor de 10 a 15 cm
de grosor.
Entre Laramate y Julcamarca se encuentra la Formación Rumihuasi, que se posiciona sobre la
Formación Huanta en un proceso de discordancia. Similarmente, poco antes de llegar a
Cuticsachico, esta secuencia se superpone de manera angular al Grupo Mitu. Aparentemente,
existen al menos dos centros de erupción (coetáneos) en ambos lados del valle del río
Huaranccayocc. Esto se deduce a partir de las características cercanas a la fuente que
presentan los grandes fragmentos de pómez y líticos dentro de la roca circundante del
conducto de erupción.
-Descripción y edad: Se trata de tobas con una composición riolítica, acompañadas de
limoarcillitas. Estas rocas son equivalentes a la Formación Ayacucho y pertenecen a la era
Cenozoica, específicamente al sistema Neógeno y a la serie Miocena. Narváez y Guevara (1968)
le dan una edad pio-pleistocénica. Sin embargo según los mismos autores estas tobas no
pertenecerían a la Formación Rumihuasi ya que según las mediciones radiométricas habrían
datado edades de 4.9 ± 0.4 y 6.7 ± 0.6 m.a y así corresponderían a la Formación Ayacucho.
Presenta una capa mayor a 200 metros.

2.2.6 Formación Acobamba


En el cuadrángulo de Huancavelica, Narváez y Guevara (1968) describieron una serie de
limolitas, areniscas y tobas. Posteriormente, Mégard y Paredes (1972) identificaron la misma
secuencia en el cuadrángulo de Huanta, y esta se extiende hasta la hoja de Ayacucho.
En la zona norte, en la Quebrada de Chincho, se pueden ver partes de una secuencia
estratificada que incluye limolitas blancas, areniscas volcánicas y capas de tobas. A nivel
litológico, se asemeja a la porción superior de la Formación Ayacucho, aunque las capas de
tobas son más delgadas y frecuentes. La Formación de Acobamba ha experimentado
plegamientos suaves con un eje de inclinación de norte a noroeste. Se encuentra en la
Quebrada Chincho, superponiéndose en discordancia a la Formación Huanta.
-Descripción y edad: Se encuentran limolitas de tonalidad clara, lodolitas y areniscas con una
textura de grano fino, y algunas ocasionales intercalaciones de tobas. Estas rocas pertenecen a
la era Cenozoica, específicamente al sistema Neógeno y a la serie Miocena. Además, se observa
una capa que supera los 300 metros de espesor.

2.2.7 Grupo Barroso


Se pueden identificar al menos tres etapas de actividad volcánica que dieron lugar a la
formación de múltiples centros de erupción. Aunque los focos principales se encuentran fuera
del cuadrángulo de Ayacucho, sus extensos derrames de lavas y flujos piroclásticos abarcan una
gran área en la parte sur de dicho cuadrángulo. Se estima que esta actividad volcánica tuvo
lugar en el período de transición entre el Terciario y el Cuaternario. Esta formación se compone
de rocas andesíticas tanto masivas como estratificadas, con la presencia de tufos y
aglomerados volcánicos que se asemejan a capas, aunque no lo sean en realidad. Las andesitas
muestran fisuras de enfriamiento, mientras que el aglomerado puede volverse menos cohesivo
cuando entra en contacto con el agua. Esta formación es ampliamente distribuida en áreas
como Lambrahuaycco, Chiara, entre otras. Está compuesta por varias subformaciones.
2.2.7.1 Volcánico Yanamachay: Se encuentran estratos de tobas riolíticas en tonos
blancos, con capas gruesas, así como tobas soldadas de color negro y capas delgadas de limo
arcillitas y arcillitas. Estas rocas pertenecen a la era Cenozoica, específicamente al sistema
Neógeno y a la serie Miocena. Se enmarcan en el Grupo Barroso y presentan un espesor
superior a los 100 metros.
2.2.7.2 Volcánico Tutayacc Orcco: Se observan rocas de lavas andesíticas de tonalidad
oscura, con inclusiones de clinopiroxenos de textura fluidal. Estas rocas datan de la era
Cenozoica, específicamente del sistema Neógeno y la serie Miocena. Se enmarcan en el Grupo
Barroso inferior y se presentan con un espesor superior a los 500 metros.
2.2.7.3 Volcánico Lucho Jahuana Pampa: Se pueden observar lavas y brechas de erupción
andesíticas que varían en tonos desde gris oscuro hasta negro. Estas rocas son de textura
afanítica y muestran una disposición en capas subhorizontales, además de presentar una
textura fluidal. Estas formaciones pertenecen a la era Cenozoica, específicamente al sistema
Neógeno y la serie Miocena. Se inscriben en el Grupo Barroso y exhiben un espesor superior a
los 300 metros.

2.2.8 Volcánico Atunsuya


Las ignimbritas lapíllíticas, conocidas como "Tobas Atunsulla," en el cuadrángulo de Ayacucho,
tienen su origen en la caldera del volcán "Nevado Portugueza" en Huachocolpa. Distribuidas y
orientadas en dirección a la caldera, su localidad típica es Apacheta. Estas tobas provienen de
la actividad piroclástica de esta caldera y han cubierto una topografía moderna, siguiendo el
curso del antiguo río Cachi. Se han identificado al menos 4 capas de flujos piroclásticos que se
superponen de manera concordante, disminuyendo en espesor de abajo hacia arriba. La base
consta de una brecha de erupción, seguida por capas estratificadas de cenizas y tobas. A lo
largo del río Apacheta, el espesor de estos depósitos varía y se observan solo 2 unidades aguas
abajo de Vischongo. Estas tobas sobreyacen discordantemente al Grupo Mitu y, en dirección a
Vinchos, al granito de Querobamba, aunque el contacto no es visible debido al suelo que las
cubre.
-Descripción y edad: Se observa una brecha de erupción en la parte inferior, seguida por tobas
de tonalidades blancas a rosadas con composición riolítica y textura porfírica. Estas rocas
pertenecen a la era Cenozoica, sistema Neógeno, serie Plioceno, y tienen un espesor inferior a
los 400 metros.

2.3 DEPÓSITOS CUATERNARIOS


Durante el Cuaternario reciente, la región experimentó intensos procesos de degradación y
agradación debido al intemperismo y la acción del agua, bajo condiciones climáticas
cambiantes. El intemperismo se debe a variaciones de temperatura que generan la
descomposición de las rocas y su oxidación. El agua, un agente clave, ha modelado la superficie
a través de su flujo en valles y quebradas, creando terrazas y valles glaciares con morrenas. En
el área estudiada, se han formado depósitos elásticos, como morrenas, fluvioglaciares,
coluviales y aluviales, datando entre el Pleistoceno y Holoceno. De los cuales solo se describirá
las últimas tres.

2.3.1 Depósitos Glacio-fluviales


Estos depósitos se encuentran en áreas cercanas a pueblos como Chupas y Chiara, y también
se aprecian parcialmente en el cerro Choccehuacqra. Están formados mayormente por cantos
rodados y guijarros con superficies sub - redondeadas y ocasionalmente subangulares,
encajados en una matriz de arena y limo de tono rojizo. Su consistencia varía de regular a
sólida debido a la presencia de partículas granulares.
-Descripción y edad: Se trata de depósitos formados por limo arcillitas y gravas que están
ligeramente compactados. Estas formaciones dan lugar a colinas alargadas, que marcan las
rutas de los ríos internos de un antiguo glaciar. Estos sedimentos corresponden a la era
Cenozoica, específicamente al sistema Cuaternario y la serie Pleistoceno.

2.3.2 Depósitos Coluviales


Se formaron en las laderas de valles y quebradas debido a procesos de meteorización, erosión
y un transporte mínimo hacia los canales principales. Estos depósitos son inclinados y tienen
una forma lenticular, con su mayor grosor en la base de las pendientes. Están compuestos por
arena, guijarros y cantos que tienen un diámetro de 2 a 30 cm, y en ocasiones, aún más
grandes. Estos materiales están poco cohesionados y se mantienen juntos por una matriz de
arena, limo o limo arcilla. Estos depósitos se encuentran en toda el área estudiada.
-Descripción y edad: Estos sedimentos son típicamente encontrados en las áreas inferiores de
laderas empinadas. Están formados por material que carece de consolidación o tiene una
consolidación débil. En su composición se encuentran clastos angulosos de varios tamaños,
inmersos en una matriz limosa. Su acumulación es principalmente el resultado de la influencia
de la gravedad. Pertenece a la era cenozoica, específicamente al sistema cuaternario y la serie
Holoceno.
2.3.3 Depósitos Aluviales: Son depósitos que han sido transportados por la acción de los
ríos, flujos de agua y corrientes suaves generadas por precipitaciones pluviales. Desde el punto
de vista de su composición litológica, están conformados por capas intercaladas de arenas,
limos, arcillas y conglomerados que contienen una variedad de fragmentos polimícticos y
heteromícticos. Estos depósitos presentan formas lenticulares y patrones de entrecruzamiento.
Sus exposiciones más notables se encuentran en las terrazas fluviales ubicadas en los bordes
de los valles, con un grosor que oscila entre 40 y 60 metros, y también ocupando el lecho de
diferentes ríos y quebradas. Su presencia es especialmente reconocible en los cuadrángulos de
Huancapi y Chincheros, a lo largo de la red de drenaje de la cuenca del río Pampas.
-Descripción y edad: Presentan gravas redondeadas de tamaño variable en una matriz arena-
limosa. Capas intercaladas de arena, limo, arcilla y conglomerados. Su edad es de la era
Cenozoica, sistema cuaternario y específicamente pertenece a la serie Holocena.

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