10 Taller de Lectura

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TALLER DE LECTURA COMPRENSIVA

Nombre y Apellido: ___________________________________ Grado: ___________


Fecha: ___________________ Nota:

Perseo y Medusa
Adaptado por Laura Vélez
Héroes griegos hay muchos, pero los más antiguos fueron los que realizaron las hazañas más increíbles y maravillosas.
Perseo era uno de esos héroes fortachones y se hizo famoso por poner fin al terror impuesto por la Gorgona Medusa, que
convertía en piedraa todas las personas que la miraban.

Medusa era una Gorgona, un ser monstruoso que tenía el cuerpo cubierto de escamas, la cara toda arrugada y en el pelo,
en lugar de rizos, tenía serpientes enroscadas que jugueteaban en su cabeza. A Medusa no se la podía mirar a la cara, pero
no porque fuera horrorosa, sino porque en cuanto la mirabas te convertía en piedra. Así que todo el mundo tenía miedo
de ella.

Todo el mundo, menos Perseo, que para eso era un héroe griego. Así que un buen día decidió acabar con Medusa para
liberar a los habitantes del mundo de ser convertidos en estatuas de piedra. Pero el asunto no era fácil y Perseo tuvo que
pedir ayuda. Fueron los dioses griegos quienes ayudaron a Perseo haciéndole algunos regalos que necesitaría para vencer
a Medusa.

Atenea le dio un escudo que era a la vez un espejo, Zeus le dio una hoz con un filo muy cortante, Hermes le prestó sus
sandalias aladas y Hades le dejó su casco que le hacía invisible. Armado con todos estos regalos, Perseo se fue al encuentro
de la Gorgona.
Y allí se encontró a Medusa, paseando divertida mientras convertía en estatuas de piedra a todo aquel que se encontraba
por el camino.

Cuando Medusa se sentó a descansar, Perseo empezó su maniobra. No podía mirarla a los ojos porque se convertiría en
piedra, así que utilizó el escudo espejo para controlar los movimientos de medusa. En cuanto la vio sentada y descansando,
Perseo se puso su casco que le hacía invisible, se colocó sus sandalias de alas y salió volando con la hoz en la mano lista
para cortarle la cabeza a Medusa.

Fue todo un éxito, porque Perseo logró cortarle la cabeza a Medusa y guardarla en una bolsa opaca para que no pudiera
petrificara nadie más. Además, de la sangre de Medusa nació el famoso caballo Pegaso, un caballo que volaba y que Perseo
utilizó para llegar a casa cuanto antes.

Tomado de https://bit.ly/2Sk6NE7 (03/11/2018)


Laura Vélez. Escritora y periodista
TALLER DE LECTURA COMPRENSIVA
Nombre y Apellido: ___________________________________ Grado: ___________
Fecha: ___________________ Nota:

Yo te adoro...
Charles Baudelaire
Yo te adoro al igual que la bóveda nocturna,
oh, vaso de tristeza, oh, gran taciturna,
y te amo lo mismo, bella, cuando tú me huyes,
y cuando me pareces, ornamento de mis noches,
más irónicamente acumular las leguas
que separan mis brazos de las inmensidades azules.
Me adelanto al ataque, y trepo en los asaltos, como alrededor de un cadáver un coro de gusanos,
y quiero ¡oh, bestia implacable y cruel!
hasta esta frialdad por la que me eres más bella.

Tomado de https://bit.ly/2YcWUvN (20/12/2018)

Charles Baudelaire (1821-1867). Poeta, ensayista y traductor francés, reconocido por haber innovado la poesía del siglo
XIX. Entre sus obras destacan Las flores del mal, Los paraísos artificiales y Pequeños poemas en prosa
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Fecha: ___________________ Nota:

La cabaña de oro
Hugo Armando Troya
Había una vez un hombre muy pobre. Cansado de serlo, clamó al diablo por riqueza. Al instante, este apareció y le dijo:

—Te daré lo que tanto ambicionas a cambio de tu alma. El hombre, desesperado, aceptó el trato sin dudar. Entonces el
diablo le dijo:

—Ve al cerro más alto. Allí encontrarás una cabaña en la que he dejado una parte del oro que tenía el rey Atahualpa. El
hombre, apresurado, siguió las instrucciones. Al entrar en la cabaña, encontró el suelo repleto de piedras de oro y las
cogió. Una vez en el pueblo, comenzó a gastarlo masivamente, pero mientras más gastaba, más insatisfecho se sentía. No
había nada que pudiera complacerlo, ni siquiera la más lujuriosa compañía. Fue entonces cuando se dio cuenta de que
estaba maldito.

Desesperado por el error que había cometido, el hombre recuperó todas las piedras de oro y las devolvió a la cabaña. Una
vez allí, se volvieron ceniza y desaparecieron, junto con la cabaña y con el hombre. Nunca se volvió a saber nada de él.
Algunos dicen que está en el infierno, sufriendo por siempre, sin poder hallar la paz, por el error que cometió.

Hugo Armando Troya. Estudiante de tercer año de Bachillerato de la Unidad Educativa Selva Alegre. Este relato fue
seleccionado en el concurso “Nuestras propias historias”, organizado por el Ministerio de Educación en 2017-2018.

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