La Competencia

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LA COMPETENCIA.

CONCEPTO
Según los autores Dr. Sergio Artavia y Dr. Carlos Picado, en la revista web “Master Lex”, competencia viene
de "competer", que significa corresponder, incumbir a uno alguna cosa, es decir la medida en que la
jurisdicción se distribuye entre las diversas autoridades judiciales, o también la facultad que tiene un
funcionario público de administrar justicia en un caso concreto. Es entonces, la medida o porción de la
jurisdicción que tiene asignada el Juez relativa a resolver y decidir un asunto sometido a su consideración y
es lo que constituye la llamada capacidad objetiva del Juez.
Estos mismos autores afirman que la competencia es el límite de la jurisdicción y que de aquí en más se
entenderá por competencia la aptitud que tiene una autoridad para procesar, juzgar y, en su caso, ejecutar la
decisión que resuelva un litigio; o como dice Mattirolo, es la medida como se distribuye la jurisdicción entre
las distintas autoridades judiciales.
Podemos considerar la competencia desde dos aspectos: el objetivo, como aquel conjunto de causas en
que, con arreglo a la ley, el juez ejerce su jurisdicción, y el subjetivo, como la facultad conferida a cada juez
para ejercer la jurisdicción dentro de los límites en que le es atribuida.
CLASES DE COMPETENCIA.
1. Por Razón del Territorio:
La regla general de competencia territorial de los Tribunales está establecida en el Art. 58 del COPP:
“La competencia territorial de los tribunales se determina por el lugar donde el delito o falta se haya
consumado. En caso de delito imperfecto será competente el del lugar en el que se haya ejecutado el último
acto dirigido a la comisión del delito.
En las causas por delito continuado o permanente el conocimiento corresponderá al tribunal del lugar en el
cual haya cesado la continuidad o permanencia o se haya cometido el último acto conocido del delito.
En las causas por delito o delito imperfecto cometidos en parte dentro del territorio nacional, será competente
el tribunal del lugar donde se haya realizado total o parcialmente la acción u omisión o se haya verificado el
resultado.”
Tenemos entonces que este tipo de competencia viene a estar justificada por razones geográficas o de
territorio en la que se hayan distribuidos los juzgados y tribunales superiores de cualquier país; esta clase de
competencia únicamente a los organismos de primera instancia, puesto que los tribunales superiores
intervienen solo en razón de su función.
Este tipo de competencia encuentra su fundamento en un principio, que consiste en el de facilitar a las partes
el proceso y defensa, al igual que su comodidad y facilitar el acceso a los tribunales más cercanos a su
domicilio o al lugar donde se encuentra el objeto de la controversia; y es por ello que es una competencia en
principio inderogable (salvo casos excepcionales, como, por ejemplo, que sea del interés del orden público y
el legislador lo disponga así expresamente).
La idea de la competencia por la materia es facilitar a las partes el acceso a los tribunales más cercanos a
sus domicilios o a los del lugar donde se encuentra la cosa objeto de la controversia, ya que en esos
tribunales es menos oneroso evacuar las pruebas sobre el asunto o dictar medidas sobre bienes objeto del
litigio.
Existe una regla en el artículo 59 del COPP que es aplicable en casos donde no conste donde fue el lugar de
consumación del delito, este artículo viene entonces a establecer el orden de la competencia:
ARTÍCULO 59. Cuando no conste el lugar de la consumación del delito, o el de la realización del último acto
dirigido a su comisión, o aquél donde haya cesado la continuidad o permanencia, el conocimiento de la
causa corresponderá, según su orden, al tribunal:
1. Que ejerza la jurisdicción en el lugar donde se encuentren elementos que sirvan para la investigación del
hecho y la identificación del autor.
2. De la residencia del primer investigado o investigada.
3. Que reciba la primera solicitud del Ministerio Público para fines de investigación.
También existe causal de declinatoria de competencia, establecida en el artículo 62 del COPP:
ARTÍCULO 62. El juez o Jueza que, conociendo de una causa, observare su incompetencia por razón del
territorio, deberá declararlo así y remitir lo actuado al tribunal que lo sea conforme a lo dispuesto en los
artículos anteriores.
Aunado a esto, el artículo 63 del COPP nos dice que dicha declaración de incompetencia por el territorio no
acarrea la nulidad de los actos procesales que se hayan realizado antes que esta haya sido pronunciada.
En casos donde un delito se cometa por fuera del país pero el proceso pueda o es necesario que deba ser
seguido en la República, tenemos establecido en el artículo 60 del COPP que “será competente, si no existe
tribunal designado expresamente por ley especial, el que ejerza la jurisdicción en el lugar donde esté situada
la última residencia del imputado o imputada; y, si éste o ésta no ha residido en la República, será
competente el del lugar donde arribe o se encuentre para el momento de solicitarse el enjuiciamiento.” Esto
es lo que se conoce como la extraterritorialidad.
La práctica o promoción de pruebas está tipificado en el artículo 61 del COPP, que dice que, en casos
previstos anteriores a este mismo artículo, es tarea del Ministerio Público por medio de los órganos de policía
de investigaciones, deberá realizar la actividad necesaria para la adquisición y conservación de los
elementos de convicción, aun cuando el imputado o imputada no se encuentre en el territorio de la
República.
2. Por Razón de la Materia:
Este tipo de competencia viene a estar determinada por la entidad cualitativa y cuantitativa del hecho que se
juzga; este tipo de competencia se halla establecida en el COPP en los siguientes artículos:
TRIBUNALES DE PRIMERA INSTANCIA MUNICIPAL EN FUNCIONES DE CONTROL.
ARTÍCULO 65. Es de competencia de los Tribunales de Primera Instancia Municipal en Funciones de Control
el conocimiento de los delitos de acción pública, cuyas penas en su límite máximo no excedan de ocho años
de privación de libertad.
Quedan excluidas de la aplicación de esta norma, las causas que se refieran a la investigación de los delitos
de: homicidio intencional, violación; delitos que atenten contra la libertad, integridad e indemnidad sexual de
niños, niñas y adolescentes; secuestro, corrupción, delitos contra el patrimonio público y la administración
pública; tráfico de drogas de mayor cuantía, legitimación de capitales, contra el sistema financiero y delitos
conexos, delitos con multiplicidad de víctimas, delincuencia organizada, violaciones a los derechos humanos,
lesa humanidad, delitos contra la independencia y seguridad de la nación y crímenes de guerra.
TRIBUNALES DE PRIMERA INSTANCIA ESTADAL EN FUNCIONES DE CONTROL.
ARTÍCULO 66. Es de competencia de los Tribunales de Primera Instancia Estadal en Funciones de Control
el conocimiento de los delitos, cuyas penas en su límite máximo excedan de ocho años de privación de
libertad.
Igualmente, es competente para el conocimiento de los delitos exceptuados en el único aparte del artículo
anterior, indistintamente de la pena asignada.
COMPETENCIAS COMUNES.
ARTÍCULO 67. Son competencias comunes a los Tribunales de Primera Instancia Municipal en funciones de
control y de los Tribunales de Primera Instancia Estadal en funciones de control; velar por el cumplimiento de
las garantías procesales, decretar las medidas de coerción que fueren pertinentes, realizar la audiencia
preliminar, la aplicación del procedimiento por admisión de los hechos, y de las medidas alternativas a la
prosecución del proceso, así como cualquier otra establecida en este Código o en el ordenamiento jurídico.
También serán competentes para conocer la acción de amparo a la libertad y seguridad personal, salvo
cuando el presunto agraviante sea un tribunal de la misma instancia, caso en el cual el tribunal competente
será el superior jerárquico.
TRIBUNALES DE PRIMERA INSTANCIA EN FUNCIONES DE JUICIO.
ARTÍCULO 68. Es de la competencia del tribunal de juicio el conocimiento de:
1. La fase de juicio en las causas provenientes de los tribunales de primera instancia municipal en funciones
de control.
2. La fase de juicio en las causas provenientes de los tribunales de primera instancia estadal en funciones de
control.
3. Las causas por delitos respecto de los cuales pueda proponerse la aplicación del procedimiento
abreviado.
4. La acción de amparo cuando la naturaleza del derecho o de la garantía constitucional violado o
amenazado de violación sea afín con su competencia natural, salvo que el derecho o la garantía se refiera a
la libertad y seguridad personal.
TRIBUNALES DE PRIMERA INSTANCIA EN FUNCIONES DE EJECUCIÓN..
ARTÍCULO 69. Corresponde al tribunal de ejecución ejecutar o hacer ejecutar las penas y medidas de
seguridad, así como garantizar los derechos de los privados de libertad en los establecimientos
penitenciarios, asignándose por lo menos un juez o una jueza por cada centro penitenciario para cumplir
tales fines, conforme a lo dispuesto en este Código y la ley.
COMPETENCIA POR CONEXIÓN
Los delitos conexos, según Gianni Egidio Piva y Alfonso Granadillo, son aquellos que están tan íntimamente
vinculados que los unos son consecuencia delos otros. Dando un ejemplo, el caso de una persona que está
robando y se entera que existe la presencia de un individuo que está observando el hecho y por este motivo
le da muerte a esa persona, que califica como testigo accidental, con la intención de evitar que estelo delate.
Y en este caso, el robo inicial y el homicidio que se perpetró para encubrir dicho robo son delitos conexos.
DELITOS CONEXOS.
El Art. 73 COPP establece que son delitos conexos:
1º. Aquellos en cuya comisión han participado dos o más personas cuando el conocimiento de las
respectivas causas corresponda a diversos tribunales; los cometidos por varias personas, en tiempos o
lugares diversos, si han procedido de concierto para ello, o cuando se hayan cometido con daño recíproco
de varias personas;
2º. Los cometidos como medio para perpetrar otro; para facilitar su ejecución, para asegurar al autor o a un
tercero el pago, beneficio, producto, precio ofrecido o cualquiera otra utilidad;
3º. Los perpetrados para procurar la impunidad de otro delito;
4º. Los diversos delitos imputados a una misma persona;
5º. Aquellos en que la prueba de un delito, o de alguna circunstancia relevante para su calificación, influya
sobre la prueba de otro delito o de alguna de sus circunstancias.
TRIBUNAL COMPETENTE.
Conforme a lo disciplinado en el Art. 74 COPP, el conocimiento de los delitos conexos corresponde a uno
solo de los Tribunales competentes.
En tal sentido, son Tribunales competentes según su orden para el conocimiento de las causas por delitos
conexos:
1. El del territorio donde se haya cometido el delito que merezca mayor pena;
2. En el caso de los delitos que tengan señalada igual pena, el que debe intervenir para juzgar el que se
cometió primero.
Por conexidad entendemos entonces que se trata la relación que se encuentra entre varios delitos y que por
alguna de las causas que con arreglo a la Ley impiden su separación aislada e independiente. La finalidad, o
fundamento, de este concurso es evitar que se pronuncien las sentencias que puedan ser contradictorias
entre sí mismas, o que se quiebre la continencia del proceso, de acuerdo a lo contenido en el artículo 76
COPP:
“Por un solo delito o falta no se seguirán diferentes procesos, aunque los imputados o imputadas sean
diversos, ni tampoco se seguirán al mismo tiempo, contra un imputado o imputada, diversos procesos,
aunque haya cometido diferentes delitos o faltas, salvo los casos de excepción que establece este Código.
Si se imputan varios delitos, será competente el tribunal con competencia para juzgar el delito más grave”.
MODO DE DIRIMIR LA COMPETENCIA.
Los asuntos penales deberán sustanciarse y dirimirse conforme a lo previsto en el capítulo V del COPP,
específicamente en los artículos 80 al 87 del COPP.
ARTÍCULO 80. En cualquier estado del proceso el tribunal que esté conociendo de un asunto podrá
declinarlo, mediante auto motivado, en otro tribunal que considere competente.
Según la opinión de Gianni Egidio Piva y Alfonso Granadillo, las normas de este capítulo están destinadas a
regular la forma de dirimir los conflictos de competencias, tanto por razón de la materia como del territorio y
por ello siempre hay que hacer la distinción respecto a la categoría de conflicto de que se trate. En el caso
de la declinatoria de la competencia por razón del territorio la competencia territorial solo podrá ser declinada
hasta antes de comenzado el juicio oral, sin embargo, en el caso de la competencia por razón de la materia,
la declinatoria es pronunciable en todo estado y grado del proceso en razón de su carácter de orden público.
Tampoco debe de olvidarse que la competencia por razón de la materia se establece en función de la
seguridad jurídica y de ahí que su inobservancia conduce a la nulidad de lo actuado.
ACEPTACIÓN.
ARTÍCULO 81. Cuando de acuerdo con el artículo anterior, se hubiere declinado el conocimiento del asunto
y el tribunal en el cual haya recaído la declinatoria se considere competente, la causa será conocida por éste
sin que haya necesidad de resolución alguna acerca de la competencia de los tribunales intervinientes como
consecuencia de la declinatoria. En este caso las partes podrán, en la oportunidad correspondiente, oponer
como excepción la incompetencia del tribunal.
CONFLICTO DE NO CONOCER.
ARTÍCULO 82. Si el tribunal en el cual se hace la declinatoria se considera a su vez incompetente, así lo
declarará y lo manifestará inmediatamente al abstenido expresando los fundamentos de su decisión. En la
misma oportunidad expondrá ante la instancia superior común, que deba resolver el conflicto, las razones de
su incompetencia, y acompañará copia de lo conducente.
De igual manera, el abstenido informará a la referida instancia superior una vez que haya recibido la
manifestación del tribunal en que declinó. Entre tanto, se suspenderá el curso del proceso en ambos
tribunales, hasta la resolución del conflicto. Si no hubiere una instancia superior común conocerá el Tribunal
Supremo de Justicia.
Lo actuado en contra de la regla referente a la suspensión del proceso será nulo.
CONFLICTO DE CONOCER.
ARTÍCULO 83. Si dos tribunales se declaran competentes para conocer de un asunto, el conflicto se
resolverá en la forma dispuesta en el artículo anterior.
PLAZO.
ARTÍCULO 84. La declaratoria sobre la competencia del tribunal ante el cual se ha declinado el conocimiento
de un asunto o hubiere sido requerido para ello deberá pronunciarse dentro de los dos días siguientes a la
solicitud respectiva.
PLAZO PARA DECIDIR.
ARTÍCULO 85. En las controversias de conocer, la instancia a quien corresponda dirimirlas procederá dentro
de las veinticuatro horas siguientes al recibo de las actuaciones de los tribunales, con preferencia a cualquier
otro asunto.
FACULTADES DE LAS PARTES.
ARTÍCULO 86. Las partes podrán presentar, a los tribunales en conflicto, escritos, documentos y datos que
consideren conducentes para apoyar las diferentes posiciones en cuanto a la competencia. En ningún caso
el ejercicio de tal derecho paralizará el curso de la incidencia.
DECISIÓN.
ARTÍCULO 87. La decisión sobre la incidencia se dictará ateniéndose únicamente a lo que resulte de las
actuaciones remitidas por los tribunales, salvo que falte algún dato indispensable para decidir, en cuyo caso
la instancia superior podrá pedir se le remita dentro de las veinticuatro horas siguientes.
La decisión se comunicará a los tribunales entre los cuales se haya suscitado la controversia. Corresponde
al tribunal declarado competente la notificación inmediata a las partes de la continuación de la causa.
Resuelto el conflicto, las partes no podrán oponer como excepción la competencia del tribunal por los
mismos motivos que hayan sido objeto de la decisión.
RESOLUCIÓN DEL CONFLICTO:
La incidencia surgida en ocasión al conflicto de no conocer o de conocer deberá ser dirimida por la instancia
superior común, dentro de las veinticuatro (24) horas siguientes al recibo de las actuaciones de los
Tribunales, con preferencia a cualquier otro asunto y la decisión que se dicte se comunicará a los tribunales
entre los cuales se haya suscitado la controversia, correspondiéndole al declarado competente la notificación
inmediata a las partes de la continuación de la causa.
POSIBLE SENTENCIA PARA EL CASO PRÁCTICO:
De conformidad con el artículo 79 del Código Orgánico Procesal Penal, corresponde a la Sala Penal del
Tribunal Supremo de Justicia dirimir el conflicto de competencia de no conocer planteado por la Corte de
Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Estado Miranda a la declinatoria de competencia efectuada por la
Sala 6 de la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas respecto al
recurso de apelación presentado por el abogado ERNESTO ROSALES ARELLANO, defensor de los
ciudadanos Rolando Antonio Macea y Michael Antonio Aponte, a quienes se les sigue el proceso penal
correspondiente por la presunta perpetración del delito de Robo Agravado de Vehículo Automotor,
contemplado en el artículo 5 en concordancia con el artículo 6 de la Ley Sobre el Robo y Hurto de Vehículos.
El 09 de julio de 2003 se recibió el expediente en este Tribunal, se dio cuenta en la Sala Penal el 18 de
septiembre del mismo año y se designó ponente al Magistrado Doctor ALEJANDRO ANGULO
FONTIVEROS. Producida la incorporación del Magistrado suplente BELTRÁN HADDAD, le correspondió
esta ponencia.
Cumplidos como han sido los trámites procedimentales del caso, la Sala pasa a resolver en los términos
siguientes:
DEL PROCESO PENAL QUE SE SIGUE
El día 08 de abril de 2003 funcionarios policiales adscritos al Instituto Autónomo de Policía del Estado
Miranda, Sección Número 7, practicaron la detención de los ciudadanos MICHAEL ANTONIO JIMÉNEZ
APONTE y ROLANDO ANTONIO MACEA, cuando realizaban funciones inherentes a su cargo en el sector
Barrio la Parrilla, Guatire, Estado Miranda, en el momento en que los mismos se desplazaban en un vehículo
automotor que se señalaba como robado por parte de empleados de la empresa Transporte Pacaraima. Este
hecho implicó que los mencionados detenidos fueran puestos a la orden de la Fiscalía Décimo Octava del
Área Metropolitana de Caracas cuyo representante fiscal los presentó ante el Tribunal Vigésimo Tercero de
Primera Instancia en Funciones de Control, según consta del acta de presentación de detenidos del
mencionado Juzgado realizada el día 10 de abril de 2003:
“...en virtud de haberse cometido los hechos en Jurisdicción del Estado Miranda, específicamente en
MAMPOTE, se sirva este Tribunal declinar la competencia en un Tribunal de la Jurisdicción (sic) ello
conforme a lo establecido en los artículos 57, encabezamiento, 61 y 62 del Código Orgánico Procesal Penal.
Precalifica esta representación fiscal este hecho como el delito de ROBO DE VEHÍCULO AUTOMOTOR
previsto y sancionado en el artículo 5 en relación con el artículo 6 de la Ley Sobre el Robo y Hurto de
Vehículos...igualmente solicita esta fiscalía que se decrete una medida de privación judicial preventiva de
libertad, conforme a los artículos 250, 251 y 252 del Código Orgánico Procesal Penal...”
Una vez escuchada la solicitud fiscal y al término de la Audiencia de presentación de los detenidos el
Juez Vigésimo Tercero de Primera Instancia en Funciones de Control decidió así:
“(...) CUARTO: En relación a la solicitud del Fiscal del Ministerio Público, en el sentido de que se decline la
competencia, este Tribunal acuerda remitir las actuaciones al Presidente del Circuito Judicial Penal de la
Ciudad de Guarenas (sic) a fin de que sea distribuido a un Tribunal de Control de ese Circuito Judicial, de
conformidad con lo establecido en los artículos 57, 61 y 62 del Código Orgánico Procesal Penal.
QUINTO: En relación a la solicitud hecha por la defensa, en el sentido de que se le otorgue a los imputados
de autos Medida Cautelar Sustitutiva (sic) de libertad...este Juzgado advierte que estamos en presencia de
un hecho punible de acción pública, cuya acción penal no se encuentra evidentemente prescrita y existen
elementos de convicción que hacen presumir que los referidos imputados han participado en la comisión del
presente hecho ilícito, el cual es de los denominados pluriofensivos...existe una presunción razonable por la
apreciación de las circunstancias del caso en particular de peligro de fuga o de obstaculización en la
búsqueda de la verdad en las investigaciones...y decreta Medida de Privación Judicial Preventiva de la
Libertad...” (subrayado de origen)
Consta de igual forma en las actuaciones procesales escrito consignado por la defensa de los
imputados mediante el cual se apela de la decisión de medida privativa de libertad así mismo alegando
causales de nulidad absoluta de las previstas en el artículo 190 del Código Orgánico Procesal Penal,
apelación ésta por la que en fecha 22 de abril se emplazó al Fiscal Décimo Octavo del Ministerio Público y
que posteriormente fue distribuida correspondiéndole conocer a la Sala 6 de la Corte de Apelaciones del
Circuito Judicial Penal de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas.
DEL CONFLICTO DE NO CONOCER
Una vez recibidas las actuaciones procedentes del Juzgado Vigésimo Tercero de Primera Instancia en
Funciones de Control, la referida Sala 6 de la Corte de Apelaciones pasó a pronunciarse como sigue:
“...conforme a lo preceptuado en el artículo 57 del Código Orgánico Procesal Penal la competencia territorial
de los tribunales se determina por el lugar donde el delito o falta se haya consumado.
A los ciudadanos MACEA ROLANDO ANTONIO y MICHAEL ANTONIO APONTE se les imputa la presunta
comisión del delito de ROBO DE VEHÍCULO AUTOMOTOR...el cual según los elementos que surgen de las
actas procesales se presupone perpetrado en el sector Mampote del Estado Miranda, mediante un ataque a
la libertad individual de los ciudadanos CARRION MARQUEZ JOSE NATIVIDAD, PEREZ GARCIAS
WILMAR JOSE Y MOSQUEDA ALEXIS RAFAEL, quienes fueron liberados en el sector industrial de la
empresa AVON ubicada en Guatire Estado Miranda.
...y por cuanto los hechos imputados a los ciudadanos MACEA ROLANDO ANTONIO y MICHAEL
ANTONIO APONTE, ocurrieron dentro de los límites territoriales del Circuito Judicial Penal del Estado
Miranda con sede en Guarenas, juzga la Sala que el Tribunal competente según lo previsto en el artículo 57
del Código Orgánico Procesal Penal lo es un Tribunal del Circuito Judicial Penal de la Circunscripción
Judicial del Estado Miranda con sede en Guarenas y por encontrarse la presente causa en estado de
conocer y decidir el recurso de apelación...lo procedente y ajustado a derecho es DECLARARSE
INCOMPETENTE EN RAZON DEL TERRITORIO Y DECLINAR el conocimiento y decisión del asunto en la
Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal de la Circunscripción Judicial del Estado Miranda con sede
en Guarenas conforme a lo preceptuado en el artículo 77 del Código Orgánico Procesal Penal en relación
con los artículos 57 y 62 ejudem...”
Producto de la decisión de la Corte de Apelaciones del Área Metropolitana de Caracas, se distribuyeron las
actuaciones a la Corte de Apelaciones del Estado Miranda quien sobre el caso planteó:
“(...) De los preceptos jurídicos transcritos, se infiere el criterio atributivo de competencia de la Corte de
Apelaciones como Tribunal natural para conocer y decidir los recursos de impugnación contra las decisiones
de los Juzgados de Primeras Instancia (sic) de los Circuitos Judiciales.
En atención al criterio aducido consideramos que la Corte de apelaciones competente para conocer el
presente recurso de apelación debe ser de la misma jurisdicción territorial del Tribunal de Primera Instancia
que dictó la decisión impugnada, por ser un órgano jerárquico superior, sin que sea óbice para ello, que el
hecho punible ocurriera en otra jurisdicción...
En consecuencia en base (sic) a las normas invocadas y la Jurisprudencia señalada, esta Corte de
Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Estado Miranda , de conformidad con lo establecido en el artículo
77 del Código Orgánico Procesal Penal, se declara incompetente para conocer el recurso de apelación
interpuesto contra la decisión dictada por el Tribunal Vigésimo Tercero de Primera Instancia en Funciones de
Control del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas, en fecha 10 de abril de 2003...y platea
conflicto de no conocer de conformidad con lo dispuesto en el artículo 79 del Código Orgánico Procesal
Penal...”
Por su parte la Corte de Apelaciones del Área Metropolitana de Caracas, conforme a lo que dispone el
artículo 79 de la norma adjetiva, una vez planteado el conflicto de no conocer, pasó a rendir informe en los
términos siguientes:
“...Juzga la Sala que las reglas sobre competencia son de orden público y las mismas determinan cual (sic)
es el Tribunal competente para conocer y decidir en primer grado y en segunda instancia de aquellas
conductas que lesionan o ponen en peligro un bien jurídico objeto de tutela penal, estando determinada la
competencia territorial de los tribunales por el lugar donde el delito o falta se cometió; se ejecutó el último
acto dirigido a la comisión del mismo; cesó la continuidad o permanencia, o se cometió el último acto
conocido de delito...
En base a la competencia territorial el desarrollo del proceso en sus diversas etapas o fases e instancias ha
de efectuarse por ante el Tribunal competente en razón del territorio, y en caso que un juez incompetente se
encuentre conociendo un asunto, al advertirlo declara su incompetencia y declina el conocimiento en aquel
(sic) que considere competente, sin que tal declaratoria de incompetencia acarree la nulidad de los actos
procesales que se hayan realizado antes de que ésta haya sido pronunciada, según lo preceptuado en el
artículo 62 del Código Orgánico Procesal Penal....
...al tratarse de un conocimiento en segundo grado, debe examinar su competencia territorial que le viene
establecida con base al lugar a donde se cometió el delito. En el caso de autos la Sala considera que es la
Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Estado Miranda la que debe conocer del recurso de
apelación planteado pues el delito se perpetró en el territorio de la Circunscripción Judicial al que pertenece
tal Corte de Apelaciones...:”
CONSIDERACIONES PARA DECIDIR
Las reglas para la determinación de la competencia por el territorio han sido desarrolladas con absoluta
claridad en el Código Orgánico Procesal Penal, convirtiéndose en una regla de procedibilidad dentro del
proceso penal venezolano, con lo que no queda duda de cuál tribunal penal es competente cuando se
perpetra un hecho punible y además de ello se produce una aprehensión del sujeto activo de ese hecho.
El Código Orgánico Procesal Penal determina las reglas de la Competencia en los artículos 57 al
63 bajo el título “De la Competencia por el Territorio”, artículos éstos que debieron ser cuidadosamente
analizados por cada uno de los jueces que participaron en el planteamiento del conflicto, en aras de proteger
una administración de justicia sin dilaciones indebidas, toda vez que un Juez que se ha declarado
incompetente no debe seguir actuando en ese proceso.
Con relación al artículo 57 sobre la competencia territorial:
“La competencia territorial de los tribunales se determina por el lugar donde el delito o falta se haya
consumado.
En caso de delito imperfecto será competente el del lugar en el que se haya ejecutado el último acto dirigido
a la comisión del delito.
En las causas por delito continuado o permanente el conocimiento corresponderá al tribunal del lugar en el
cual haya cesado la continuidad o la permanencia o se haya cometido el último acto conocido del delito.
En las causas por delito imperfecto cometidos en parte dentro del territorio nacional, será competente el
tribunal del lugar donde se haya realizado total o parcialmente la acción u omisión o se haya verificado el
resultado.”
De la norma del artículo citado y observando el contenido de las actuaciones procesales se observa que los
imputados MICHAEL ANTONIO JIMÉNEZ APONTE y ROLANDO ANTONIO MACEA, fueron detenidos por la
Policía del Estado Miranda en el Barrio la Parrilla, ubicado en la ciudad de Guarenas, Jurisdicción del Estado
Miranda a poco de presuntamente haber cometido el delito de Robo Agravado de Vehículo Automotor. De
manera que, con base en el contenido del artículo 57 de la norma adjetiva, aplica la disposición que
encabeza dicho artículo al considerarse un delito consumado y por ende sería competente el tribunal de la
jurisdicción donde éste se realizó, siendo esa jurisdicción la del Estado Miranda y no la del Área
Metropolitana de Caracas, como inicialmente indicó el Juzgado de Control Vigésimo Tercero del Circuito
Judicial Penal de esta última jurisdicción.
Ahora bien: se observa que el Juez Vigésimo Tercero de Control se pronunció sobre su incompetencia
ordenando remitir las actuaciones a un tribunal de control de la Jurisdicción del Estado Miranda, pero
materialmente no ejecutó su decisión, siendo que desde el día 10 de abril de 2003, cuando se realizó la
audiencia de presentación del imputado, hasta el día 22 de abril de 2003, no remitió las actuaciones al
Tribunal que consideró competente, generando un retraso injustificado en la causa en perjuicio de los
detenidos, toda vez que, visto el transcurso del lapso, la defensa de los mencionados imputados recurrió en
contra de la decisión del Juez Vigésimo Tercero de Primera Instancia en Funciones de Control y éste
habiéndose declarado incompetente, e inclusive habiendo ordenado la remisión de las actuaciones a la
Presidencia del Circuito Judicial Penal del Estado Miranda, tramitó la apelación, emplazó al Fiscal del
Ministerio Público y además de ello ordenó la distribución de las actuaciones a una Corte de Apelaciones del
mismo Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas, que a todas luces era incompetente al
igual que lo era el Tribunal de Control para tramitar cualquier incidencia posterior a esa declaratoria de
incompetencia.
La Corte de Apelaciones en Sala 6 obró conforme a las disposiciones de la incompetencia por el territorio y
ordenó la remisión a una Corte de Apelaciones del Estado Miranda la cual, con el conflicto planteado, obvió
las reglas adecuadas de la competencia por el territorio, pues si bien es cierto que la apelación se formula
contra una decisión de un Tribunal del Área Metropolitana de Caracas no es sino una apelación en contra de
la privación de libertad que se decretó en perjuicio de los imputados y por ende debió ser resuelta por la
Corte de Apelaciones del Estado Miranda, única competente por el territorio para conocer de dicha
detención, si los trámites procesales se hubieran cumplido conforme a las normas adjetivas, asunto que aquí
no se cumplió.
No debió el Juez de Control del Área Metropolitana de Caracas realizar ninguna actuación jurisdiccional
posterior a la declinatoria de competencia que decidió el 10 de abril de 2003 y, en consecuencia, sólo podía
recibirse la apelación ante el Juez de Control competente que resulta ser el del Estado Miranda,
específicamente la extensión Guarenas de ese Circuito Judicial Penal.
El Código Orgánico Procesal Penal en el artículo 62 dispone:
“Efectos. La declaración de incompetencia por el Territorio no acarrea la nulidad de los actos procesales que
se hayan realizado antes de que ésta haya sido pronunciada”
Esto significa que todos los actos que se efectuaron antes del pronunciamiento del Juez Vigésimo Tercero
de Control son válidos y no sujetos a nulidad por razón de la incompetencia territorial. Por ello, de la
interpretación del artículo 62 debe deducirse que si sólo mencionan los actos anteriores al pronunciamiento
sobre la incompetencia, todos aquellos actos que se efectuaron posterior al pronunciamiento de
incompetencia deben ser nulos de nulidad absoluta toda vez que violan el debido proceso, debido proceso
que en este caso en concreto precisa que los recursos procesales y el resto de las actuaciones que
impliquen sujeción a la constitucionalidad y la legalidad deben ser efectuadas por la jurisdicción competente
por el territorio, como lo es la del Estado Miranda, lugar donde se consumó el hecho punible presuntamente
realizado por los imputados, pues de lo contrario esos actos están viciados de nulidad absoluta no
convalidable.
Así, según el contenido del artículo 190 del Código Orgánico Procesal Penal:
“Principio. No podrán ser apreciados para fundar una decisión judicial, ni utilizados como presupuestos de
ella, los actos cumplidos en contravención o con inobservancia de las formas y condiciones previstas en este
Código, la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, las leyes, tratados, convenios y acuerdos
internacionales suscritos por la República, salvo que el defecto haya sido subsanado o convalidado”
Como complemento del artículo 190, señala la norma del artículo 191:
“Nulidades Absolutas. Serán consideradas nulidades absolutas aquellas concernientes a la intervención,
asistencia y representación del imputado, en los casos y formas que este Código establezca o las que
impliquen inobservancia o violación de derechos y garantías fundamentales previstos en este Código, la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, las leyes y los tratados, convenios o acuerdos
internacionales suscritos por la República”
Analizados como han sido los argumentos de la Corte de Apelaciones del Estado Miranda, así como los de
la Corte de Apelaciones del Área Metropolitana de Caracas, esta Sala considera que resulta competente
para continuar conociendo de la causa seguida a los ciudadanos MICHAEL ANTONIO JIMÉNEZ APONTE y
ROLANDO ANTONIO MACEA la jurisdicción penal del Estado Miranda, extensión Guarenas, y por cuanto la
actuación fuera de su competencia del Juzgado Vigésimo Tercero de Primera Instancia en funciones de
Control del Área Metropolitana de Caracas viola el debido proceso previsto en el artículo 49 ordinal 1º de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, así como las reglas de la competencia por el
territorio desarrolladas en los artículos 57 y siguiente del Código Orgánico Procesal Penal, se ANULAN las
actuaciones posteriores a la recepción de la apelación de fecha 22 de abril de 2003, siendo estas
actuaciones aquellas relativas a: emplazamiento del fiscal del Ministerio Público para dar contestación al
recurso de apelación, boleta de notificación al Fiscal Décimo Octavo del Ministerio Público, auto de remisión
de actuaciones de fecha 29 de abril de 2003 a la Oficina Distribuidora de Causas Penales del Circuito
Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas y las actuaciones de las Cortes de Apelaciones en Sala
Número 6 del mismo Circuito Judicial Penal, así como la de la Corte de Apelaciones del Estado Miranda,
ordenándose en consecuencia la remisión de las actuaciones a la Presidencia del Circuito Judicial Penal del
Estado Miranda para que proceda a la distribución de la presente causa ante un Tribunal de Control de la
extensión de Guarenas, quien emplazará al fiscal competente del Estado Miranda para que de contestación
al recurso de apelación interpuesto por los defensores de los imputados y continúe con el trámite procesal
que corresponde. Así se establece.
DECISIÓN
Por las razones antes expuestas, el Tribunal Supremo de Justicia en Sala Casación Penal, administrando
Justicia en nombre de la República y por autoridad de la ley, ANULA las actuaciones mencionadas a partir
de la presentación del recurso de apelación presentado por la defensa de los imputados y declara
competente a un Tribunal de Primera Instancia en funciones de Control del Estado Miranda, extensión
Guarenas, para que realice todos los trámites necesarios para conocer de la mencionada apelación y las
consecuentes actuaciones que se deriven de ésta. En consecuencia remítase el expediente al Circuito
Judicial Penal del Estado Miranda. ASÍ SE DECIDE.
Se ordena remitir copia certificada de la presente decisión al Tribunal Vigésimo Tercero de Primera Instancia
en Funciones de Control del Área Metropolitana de Caracas, a la Sala Número 6 de la Corte de Apelaciones
de ese mismo Circuito Judicial Penal y a la Corte de Apelaciones del Estado Miranda.
Publíquese, regístrese y remítase el expediente. Ofíciese lo conducente.
Dada, firmada y sellada en el Salón de Audiencias del Tribunal Supremo de Justicia, en Sala de
Casación Penal, en Caracas a los NUEVE días del mes de DICIEMBRE de dos mil cuatro. Años 194° de la
Independencia y 145° de la Federación.

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