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Sobrevivientes de cáncer de mama logran cerrar esa etapa con procedimientos

reconstructivos, como los tatuajes de pezón y areola.

Los tatuajes no solo tienen un propósito decorativo, también pueden desempeñar un


papel terapéutico significativo en la vida de las personas. Para las sobrevivientes
de cáncer de mama, la reconstrucción de los pezones y las areolas con el arte de la tinta
puede simbolizar un poderoso proceso de resignificación y cierre de una etapa dolorosa.
En México, el cáncer de mama es el tipo de cáncer más común y la principal causa de
mortalidad relacionada con el cáncer. El doctor Jorge Enrique Monges Jones, jefe de
servicios médicos de la Fundación de Cáncer de Mama (FUCAM), advierte sobre la
importancia de un tratamiento personalizado en el cáncer de mama. Según el
especialista, no siempre es necesario hacer una mastectomía porque es una intervención
quirúrgica radical que puede afectar profundamente a la autoestima de las pacientes y
que en ocasiones incluye la extirpación de los pezones y las areolas.
La tinta de un tatuaje llega a lugares donde la cirugía no puede alcanzar, tocando el
alma y la autoestima de las mujeres que han enfrentado una mastectomía. Berenice
Vallejo, una valiente diseñadora gráfica que superó el cáncer de mama diagnosticado en
2010, se ha convertido en una artista de tatuajes especializada en recrear pezones y
areolas para quienes han vencido esta enfermedad.
Al principio, Berenice se dedicaba a crear tatuajes decorativos, pero su punto de vista
cambió después de pasar por una cirugía reconstructiva. La posibilidad de tatuar
pezones y areolas apareció como una forma de ayudar a otras personas a encontrar el
cierre emocional que necesitan después de superar el cáncer de mama. Para Berenice,
esta labor va más allá de la tinta en la piel; es un acto simbólico de cierre de un capítulo
en la vida de estas valientes mujeres.
Brenda Toski, otra tatuadora con una sensibilidad especial para este trabajo, comprende
la responsabilidad que tiene. Sus tatuajes no son simplemente decorativos, sino una
parte muy importante del proceso de recuperación de sus “pacientes”. Cada tatuaje
puede durar de una a cuatro sesiones, ya que la piel con cicatrices necesita un cuidado
especial. La satisfacción más grande para Brenda es ver la transformación en la cara de
las mujeres cuando se miran en el espejo después de su trabajo. Les devuelve la
autoestima y la sensación de completitud, marcando un gran momento en su
recuperación y empoderamiento personal.
El cáncer de mama presenta una serie de síntomas, siendo el nódulo en la mama el más
común. Otros síntomas graves incluyen dolor en la mama, cambios en la piel, secreción
sanguinolenta por el pezón, formación de úlceras o dolor general.
Existen factores de riesgo, como son: ser mujer (aunque también haya casos en
hombres), tener más de 40 años, que la menstruación empezara antes de los 9 años,
tener familiares con cáncer o ser una mujer mayor de 30 años que no haya tenidos hijos.
Además, en el desarrollo del cáncer de mama son también importantes los factores
como la obesidad, el alcoholismo, el sedentarismo, el tabaquismo y la mala
alimentación.
De acuerdo con el doctor Monges, la autoexploración de mamas se debe hacer una vez
al mes a partir de los 18 años, y una mastografía cada año después de los 40. Las
mujeres jóvenes con antecedentes familiares de cáncer deben comenzar las evaluaciones
a partir de los 30 años.

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