Aditivos Historia

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ADITIVOS HISTORIA

Contrario a lo que pudiera pensarse, el empleo de aditivos en el concreto no


es tan nuevo; pues el hombre ya adicionaba productos para la mejora de este
material desde la antigua roma, hace ya más de 2000 años.

Afirman diversas fuentes que los romanos agregaban sangre, tocino y leche a
sus concretos puzolánicos, posiblemente con el propósito de mejorar las
condiciones de colocación. De esta manera se considera como muy probable
que la durabilidad que han demostrado algunas de las estructuras de la
antigua roma ante la acción de agentes naturales, se deba precisamente a la
influencia que estos productos podrían haber tenido en el comportamiento del
concreto endurecido.

Los antecedentes más cercanos del empleo de aditivos químicos en el


concreto se remontan al siglo XiX, tiempo después de que aspdin patentara el
Cemento Portland en inglaterra, en 1824. la primera adición de cloruro de
calcio como aditivo al concreto se registró en 1873, cuya patente fue obtenida
en 1885. el yeso y el cloruro de calcio se utilizaron entonces hacia fines de
siglo, para controlar los procesos de endurecimiento, simultáneamente con el
empleo de algún tipo de cal y de materiales hidrófugos.

A principios del siglo XX se ensayó la incorporación de silicato de sodio y de


diversos jabones para mejorar la impermeabilidad. en ese entonces también
se comenzaron a añadir polvos finos para colorear el concreto. a partir de
1905 se comenzaron a utilizar los fluatos o fluosilicatos como endurecedores
de superficie. Desde 1909 comenzó a ser observada también la acción
retardadora del azúcar. asimismo, en 1929 se demostró que el óxido de zinc
también ejercía un efecto re.tardador; descubrimiento que resultó ser una
conclusión casual al mezclar morteros en mesas recubiertas con ese metal.

A principios de la década de los años 30 de este mismo siglo, se llevó a cabo


otro importante descubrimiento que marcó pautas para el desarrollo posterior
del empleo de aditivos para concretos. en los estados unidos comenzaron a
utilizarse en fábri.cas de cemento unas sustancias orgánicas de naturaleza
aceitosa, grasa o resinosa; mismas que eran empleadas como dispersantes
para mejorar el rendimiento de la molienda del clinker, y que además
modificaban la superficie del cemento obtenido. Cuando estos cementos se
utilizaron en la fabricación de concreto, se comprobó que este se comportaba
mejor ante la acción de las bajas temperaturas, que los elaborados según
técnicas y componentes habituales. al realizar investigaciones en torno a este
comportamiento, pudo comprobarse que los cementos que se habían
comportado mejor, provocaban en el concreto la aparición de pequeñas
burbujas de aire de tamaño uniforme y homogéneamente repartidas (ver
fotografía de la Fig. 2). He aquí la condicionante principal del surgimiento de
los aditivos incorporadores de aire. Por último, durante la segunda guerra
Mundial los alemanes utilizaron el ácido fosfórico como retardador del
fraguado para poder interrumpir el colado durante los bombardeos.

La introducción de los aditivos químicos en el mercado de la construcción


tuvo lugar en la década de los años cincuenta, de manera lenta pero
progresiva; debido entre otras cosas, a la actitud conservadora de muchos
organismos como el Buró de reclamaciones de los estados unidos. ya en la
década de los años 60 se inició el uso masivo de los aditivos plastificantes,
productos que hoy en día son de los más utilizados en todo el mundo; debido
a su capacidad para reducir el agua de mezclado y por lo tanto, para obtener
concretos más densos, resistentes, económicos y durables.

Aparejado al desarrollo de los aditivos químicos, fueron evolucionando las


norma.tivas. en europa, los primeros conjuntos de normas datan de 1958 en
españa, y 1963 en inglaterra. en 1962, astM extendió la normativa de
clasificación a otros tipos de aditivos. a partir de ese momento esta normativa
norteamericana refería a los cinco tipos de aditivos siguientes: reductores de
agua (tipo a), retardantes de fraguado (tipo B), acelerantes de fraguado y
resistencia temprana (tipo C), reductores de agua y retardantes (tipo D) y
reductores de agua y acelerantes (tipo e).

En ese momento, los aditivos normados atendían a mejoras en la resistencia,


tra.bajabilidad y economía (Ver Fig. 3).

Las normas astM, como otros, normaliza a estos productos de acuerdo a la


función que cumplen en el concreto. Por su parte, en la Comunidad europea
las normas Cen normalizan los aditivos químicos según sean aplicados a
pastas de cemento, morteros, concretos y concreto lanzados.
El empleo de aditivos en concretos y morteros es tan antiguo como el propio cemento u otros
aglomerantes hidráulicos. Según COUTINHO (1997), los romanos añadían clara de huevo,
sangre, manteca o leche a concretos y morteros rudimentarios para mejorar la trabajabilidad de
las mezclas. Más recientemente, a finales del siglo XIX, con la invención del cemento Portland,
la función de los aditivos químicos lentamente evolucionó debido a su beneficio a la
trabajabilidad y durabilidad de mezclas cementadas. Actualmente, en muchos países,
prácticamente todos los sistemas cementosos producidos industrialmente contienen algún tipo
de aditivo químico.

El desarrollo de aditivos específicos para la modificación de las propiedades reológicas de las


mezclas a base de cemento Portland data de principios de la década de 1930. La primera
patente para el uso de un aditivo plastificante a base de lignosulfonato se obtuvo en Inglaterra a
principios del siglo XX. La primera patente que contempló la fabricación y la utilización de
superplastificantes a base de naftaleno sulfonato fue aprobada en los Estados Unidos en 1938
(AÏTCIN, 1998). El primer aditivo químico sintético fue utilizado en 1930 en los Estados Unidos,
y consistió en un dispersante para negro de humo para aplicación de una pigmentación
uniforme en un pavimento de concreto. Los aditivos incorporadores de aire comenzaron a ser
desarrollados a partir de investigaciones en pavimentos de concreto en los Estados Unidos,
donde existían problemas de durabilidad debidos a ciclos congelación-deshielo. El
descubrimiento surgió a partir del uso de un agente de molienda que contenía surfactantes
para la producción de cemento, que resulto en burbujas de aire en el concreto, como se
muestra en la Figura 2.

Figura 2: Imagen del primer pavimento en concreto


con empleo de aditivo químico sintético, con vistas a la incorporación de aire. Rodovia 1930
Avon a Massachusetts (Archivo W. R. GRACE)
Los lignosulfonatos, que son un residuo industrial de la producción de pulpa de celulosa, fueron
los primeros aditivos reductores de agua o plastificantes comerciales introducidos a principios
de la década de 1960. En aquella época, esos aditivos contenían altos contenidos de azúcar en
su composición, lo que generaba gran retardo de fraguado e incorporación de aire en los
concretos. Actualmente, estos aditivos son sometidos a procesos de purificación para remoción
de esos azúcares por medio de ultrafiltración, tratamiento térmico con pH controlado e incluso
fermentación. Estos tratamientos reducen de forma significativa los efectos secundarios en los
tiempos de fraguado, el modo de repulsión de los aditivos lignosulfonato es por acción
electrostática, como se ve en la Figura 3.
Figura 3: Ilustración del efecto de repulsión
electrostática del lignosulfonato
Los reductores de agua (WR) de eficiencia normal y alta (plastificantes y superplastificantes),
que tienen requisitos de desempeño definidos, tienen otra clasificación comercial de
plastificantes conocidos como reductores de agua de media eficiencia o polifuncionales (Mid
Range Water Reducer – MRWR). Esta categoría de aditivos típicamente permite una reducción
de agua entre 5% y 18% para una determinada consistencia del concreto. Tales aditivos son
los más utilizados actualmente en centrales dosificadoras de concreto, pues las dosificaciones
pueden ser alteradas sin impacto importante en los tiempos de fraguado de acuerdo con el
revenimiento o reducción de agua requerida.

Las investigaciones realizadas a principios de la década de 1960 en Japón y Alemania llevaron


al desarrollo de los superplastificantes, que pueden proporcionar una gran reducción de agua
(hasta un 40%) o gran fluidez al concreto (baja tensión de fluencia y baja viscosidad plástica).
En Japón, los aditivos a base de naftaleno sulfonato formaldehído condensado (NSFC) se
comercializaron en 1964, resultando en una mayor reducción de agua y, por lo tanto, en
concreto con mayor resistencia. Los aditivos a base de NSFC vienen, desde entonces, siendo
utilizados en gran cantidad por la industria de concreto mundial (MALHOTRA, 1989). En la
Figura 4 se ve los monómeros de melamina sulfonato y naftaleno sulfonato.

Los condensados de formaldehído-sulfonatos de naftaleno (NSFC) y melamina (MSFC) fueron


los primeros tipos de aditivos superplastificantes, y resultaron en una mejora importante en la
durabilidad del concreto por haber permitido la producción y el lanzamiento de concretos con
baja relación agua / cemento menor que 0,40). Tales tecnologías fueron adoptadas por la
industria del concreto con aceptación relativamente alta.

 Figura 4: a) Monómero de la melamina sulfonato

 b) Monómero del naftaleno sulfonato (Rixan, 1999)

A finales de la década de 1980, una nueva familia de superplastificantes a base de poliéteres


de policarboxilatopoliéteres (PCE) fue desarrollada en Japón. Los PCEs, por ser diseñados
para aplicaciones específicas, se convirtieron en la tecnología dominante de superplastificantes
para concreto. A partir de la década de 1990, los policarboxilatos-poliéteres se convirtieron en
una importante tecnología de superplastificantes, a menudo sustituyendo el NSFC y el MSFC
en muchas aplicaciones. La norma ABNT NBR 11768: 2011 clasifica estos aditivos en
superplastificantes tipo II (SP II).

La estructura química genérica de los PCEs se muestra en la Figura 5. La diferencia de los


polímeros NSFC y MSFC, es que la estructura del PCE puede presentarse de varias maneras
diferentes dependiendo de la aplicación. Las propiedades de los PCEs se determinan por
parámetros moleculares, tales como la longitud de la cadena molecular, y la frecuencia, tamaño
y composición de las cadenas laterales anexadas a la cadena principal. Algunos PCEs
contienen ambos grupos carboxilato y sulfonato (SO3). La dispersión y la defloculación de las
partículas de cemento pueden ser controladas por el cambio de la longitud de esas cadenas y
por el cambio de la longitud de la cadena central de estos polímeros.

Figura 5: Monómero de un policarboxilato (Rixan,


1999)
Los superplastificantes del tipo PCE son conocidos por proporcionar un mejor mantenimiento
de la trabajabilidad y por ser más previsibles en cuanto al efecto sobre los tiempos de fraguado,
en comparación con los aditivos de base NSFC y MSFC.

Las diferentes moléculas de aditivos dispersantes causan diferentes efectos de dispersión y


dependen del tipo de cemento. Los aditivos basados en policarboxilatos son más eficientes que
los basados en naftaleno sulfonatos, que a su vez son más eficientes que los aditivos basados
en lignosulfonatos, como se muestra en la Figura 6, en una representación esquemática de
pruebas de revenimiento.
Figura 6: Representación
esquemática de una prueba de revestimiento con diferentes agentes dispersantes (Romano et
al, 2012)
Las partículas de cemento tienen una tendencia natural a aglomerarse cuando se mezclan con
agua debido a su polaridad y la fuerza de atracción de Van Der Waals entre estas partículas de
cemento. El agua queda atrapada entre ellos, lo que reduce la fluidez/ tensión de fluencia del
hormigón (Uchikawa, 1997). Los aditivos confieren varios efectos al concreto, la cadena
principal del policarboxilato se deposita / adsorbe en la superficie de las partículas del cemento,
mientras que las cadenas laterales se extienden desde la superficie, separando las partículas lo
que reduce las fuerzas interparticulares responsables por la tensión de fluencia del concreto o
de la pasta. El aditivo causa una repulsión estérica entre las partículas de cemento, una barrera
física junto con un efecto de fuerzas repulsivas que resulta en la dispersión de las partículas y
libera agua para fluidificar la mezcla, como se demuestra en la Figura 7 (Jolicoeur y Simard,
1998). Los superplastificantes interactúan en la superficie o se combinan químicamente con las
fases de cemento o los componentes de cemento hidratado (Ramachadran, 1995).

Figura 7: (Izquierda)
Aglomeración de partículas de cemento sin aditivo (Derecha) Simulación de dispersión de las
partículas de cemento por efecto electro-estérico de la adsorción del aditivo policarboxilato
(Figura de GCP Applied Technologies)
Otro de los grandes avances de la tecnología del concreto fue el desarrollo de aditivos
incorporadores de aire a finales de la década de 1930. De acuerdo con la ABNT NBR 11768:
2011, los aditivos incorporadores de aire se clasifican como IA y se utilizan intencionalmente
para introducir, en morteros y concretos, un sistema de burbujas de aire microscópico que sea
estable y uniforme. Los materiales a base de cemento con una adecuada incorporación de aire
presentan una resistencia mayor al deterioro causada por ciclos hielo-deshielo, en el estado
fresco, los incorporadores de aire pueden mejorar el comportamiento reológico del concreto de
forma significativa en mezclas con bajo consumo de cemento (menos de 300 kg / m³) o en
diseños que contengan agregados de graduación pobre y falta de finos. Los incorporadores de
aire, en estos casos, pueden mejorar la trabajabilidad del concreto en lo que se refiere al
revenimiento y a la fluidez, pueden aumentar la cohesión de la mezcla y reducir la segregación,
y pueden reducir la exudación. Además, otras propiedades del concreto se mejoran con la
incorporación de aire, como el rendimiento térmico y acústico que se obtienen cuando se
obtiene una incorporación de aire suficiente.

Todos los aditivos incorporadores de aire son agentes tensoactivos (o surfactantes), lo que
significa que estos materiales poseen grupos hidrofóbicos (“hidrocarburo” no polar) e
hidrofílicos (“aniónico” polar). Cuando se agregan a morteros y concretos durante el proceso de
mezcla, estos agentes se concentran en la interfaz de agua y reducen la tensión superficial,
promoviendo la formación y estabilización de burbujas de aire microscópicas por la formación
de micelas (es una estructura globular formada por un agregado de moléculas anfipáticas, es
decir, compuestos que tienen características polares y apolares simultáneamente, dispersas en
un líquido que constituye una de las fases de un coloide) para formación de la burbuja de aire,
como ilustrado en la Figura 8.

1. Anclaje de las micelas de Incorporador de aire (IA) en las partículas de cemento en suspensión.
2. IA libres, sin formarse micelas.
3. Micelas libres en la pasta (sin anclaje).
4. IA ancladas en la partícula de cemento
5. Micelas alrededor de las partículas de cemento.
6. Micelas ancladas.
7. Micelas libres.
Figura 8: Ilustración del efecto del uso de incorporador de aire en la pasta de cemento
(Romano, 2013)
En el año de 2018, después de más de 5 años de estudios, fue lanzado una nueva clase de
aditivos para una nueva clase de concretos fluidos llamado de Concreto de Fluidez Controlada.
Ese nuevo concreto utiliza diseños de mezcla de concreto convencional, con menor contenido
de finos (que los concretos autocompactantes) y permite el uso de agregados más grandes,
reduciendo aún más los costos de materiales. El aditivo especial para esos concretos, es un
tipo de policarboxilato con efecto modificador de viscosidad que permite llevar el concreto
convencional a concreto fluido sin presentar segregación como lo ilustrado en la Figura 9.

 Figura 9: a) Concreto con diseño convencional con


aditivo reductor de agua base lignosulfonato.

 b) Concreto con diseño convencional con el nuevo


aditivo policarboxilato con efecto moderador de viscosidad desarrollado en 2018.

Además de los aditivos dispersantes y policarboxilatos modificadores de viscosidad, también se


desarrolló recién una nueva familia de aditivos que son conocidos como lubricantes para
agregados. Son polímeros que se adhieren en la superficie de los agregados (arena y piedra),
de manera que al recubrir la superficie rugosa del agregado, se reduce la fricción interna del
concreto durante el bombeo. Una representación de la lubricación de los agregados por los
aditivos lubricantes se visualiza en la Figura 10.
Figura 10: Representación de la lubricación de los agregados
por los aditivos lubricantes.
El uso de los lubricantes de agregados, permite que el concreto tenga una reducción de la
presión de bombeo, sin afectar la viscosidad del agua, eso permite que la mezcla contenga
mayor cantidad de finos con baja viscosidad durante el bombeo, además permite implementar
el uso de agregados angulares sin cambiar o con poco cambio en el diseño de mezcla original.
Los agregados ocupan el mayor volumen del concreto y, cuanto más angular es mayor la
cantidad necesaria de pasta para lubricarlos, siendo así mayor el costo del concreto.

Referencias

(1) AÏTCIN, P. C. High performance concrete. London: E&FN SPON, 1998, 569p.
(2)COUTINHO, A. de S., Fabrico e propriedades do betão. Lisboa: LNEC editora. v.1. 1997.
610p.
(3) MALHOTRA V.M, Ed. International conference of superplasticizers nd other chemical
admixtures in concrete.Proceedings. Ottawa, 1989. p.1-18.
(4)YAMADA, K., et al. Effects of the chemical structure on the properties of
polycarboxylate-type superplasticizer. Cement and Concrete Research, v. 30, 2000, p. 197-
207.
(5)ROMANO,R.C.O , Incorporação de ar em materiais cimentícios aplicados em
Contrução Civil. Universidade de São Paulo, 2013. p. 44.
(6)Jolicoeur, C., Simard, M-A., Chemical admixture-cement interactions: Phenomenology
and physico-chemical concepts. Cement and Concrete Research, 1998.
(7)Ramachadran,V.S.; Concrete. Admixtures Handbook, Properties, Science and
Technology.Institute of Research in Construction National Research Council Canadá, Ottawa.
2nd edition.
(8)Uchikawa,H., Hanchara,S.; Sawaki,D.; The role of steric repulsive force in the dispersion
of cement particles in fresh paste prepared with organic admixture. Cement and Concrete
Research, Vol27,1997.
(9)Romano, R. C. O., Pileggi, R. G.; Use of rheological models for the evaluation of cement
pastes with air-entraining agent in different temperatures. In: 26th Nordic Rheology Society,
v. 25. p. 341-348. Copenhagen (2017).
(10)Rixon, R., Mailvaganam, N., Chemical admixtures for concrete. London: E&FN SPON,
3rd edition. 1999.
(11)Lyra, J.S., Romano R.C.O., Pillegi, R.G., Golvea,D.; Consolidação de pastas cimentícias
contendo policarboxilatos um estudo calorimétrico e reológico. Associação Brasileira de
Cerâmica, ano LVIII – vol. 58, 346 . 2012.

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