Las Ecorregiones - DEL PERU - HISTORIA - SECUNDARIA

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Las ecorregiones:

Durante mucho tiempo los especialistas dividieron al Perú en sólo tres grandes regiones naturales: costa, sierra y selva. Si bien esta
sencilla división refleja -en un nivel preliminar- la apariencia general de la geografía peruana, la realidad es bastante más compleja.

Debido a condiciones especiales, como la presencia de grandes macizos montañosos, vientos procedentes de lejanas regiones o cercanía
a gran-des fuentes de agua, la naturaleza adoptó características particulares que convirtieron a determinadas regiones del país en hábitats
únicos y bien diferenciados del resto.

El Dr. Antonio Brack Egg, especialista en biogeografía, llegó a identificar 11 diferentes ecorregiones en el Perú. Estas van desde el océano
hasta las montañas y la selva tropical, pasando por los desiertos y los valles, los pantanos y bosques de altura.

Vistas por separado, algunas de estas zonas podrían ser consideradas pobres o carentes de una gran diversidad, pero unidas constituyen
un verdadero portento de la naturaleza. La riqueza natural del Perú se basa, pues, en su extraordinaria diversidad de ambientes y criaturas.

El Mar Tropical

La corriente cálida o mar tropical se encuentra presente en una pequeña porción de la costa norte del Perú. Sus aguas, considerablemente
más cálidas que las del resto del país, favorecen la formación de grandes nubes que se convierten en las lluvias que cada año caen sobre
la costa de Tumbes y parte de Piura. De ahí que en estos lugares la vegetación sea abundante, incluso en el desierto cercano al mar.

Las aguas cálidas permiten, asimismo, la existencia de un conjunto de plantas y animales totalmente diferentes de los que habitan en
aguas frías. Uno de los ecosistemas más hermosos y singulares del mundo debe su origen al mar tropical: los manglares. Formados
gracias a la mezcla del agua dulce y cargada de sedimentos de los ríos con las aguas saladas del mar, los manglares crecen en la misma
orilla marina y forman una apretada selva que bulle de vida y proporciona alimento y refugio a centenares de especies de animales y
plantas. Algunas de ellas son muy raras, como el mapache u osito manglero y el cocodrilo americano.

Habitantes comunes de esta zona son las tijeretas o aves fragata, el piquero de patas azules o camanay, las aves del trópico, varias
especies de tortugas marinas y hasta una serpiente de mar. Los peces son abundantes y muy variados: desde los tiburones y atunes, hasta
los grandes congrios, meros y merlines.

Los moluscos y crustáceos merecen una mención especial: decenas de variedades de conchas, almejas y cangrejos, además de las
conocidas langostas y langostinos, requieren de las aguas cálidas para sobrevivir.

El Mar Frío

La Corriente Peruana, conocida también como Corriente de Humboldt, baña con sus aguas las costas de nuestro litoral desde Tacna (límite
con Chile) hasta Punta Pariñas, en el norteño departamento de Piura. Sus aguas son bastante frías debido a que provienen del extremo sur
de América y la Antártida.

Su influencia sobre esta parte del continente es tan fuerte que impide que se produzcan lluvias en la costa, lo que favorece la formación de
neblinas invernales. Sin embargo, sus aguas son extraordinariamente ricas; tanto, que algunos científicos la han definido como una
verdadera «sopa de plancton». Ello, unido a la presencia de afloramientos subacuáticos, permite el desarrollo de una variada vida animal y
vegetal, compuesta por algas de muchos tipos, grandes mamíferos como las ballenas, cachalotes y delfines, dos especies de lobos de mar
y una rara nutria o gato marino, conocida con el nombre de chingungo.

Acompaña a los grandes habitantes del mar una legión de aves marinas (entre ellas las aves guaneras) y más de 300 variedades diferentes
de peces, entre los que destacan la anchoveta y la sardina, fuente de una importante industria en el Perú.

El Desierto del Pacífico

El desierto del Pacífico es la formación natural más extendida a lo largo de la costa peruana. Se le encuentra desde el departamento de
Piura, al norte, hasta Tacna, en el extremo sur del país. Su clima es cálido en el verano y húmedo durante el invierno, época en que son
frecuentes las garúas y una espesa capa de nubes impide el paso del sol.
En ciertos lugares, donde las nieblas chocan contra las colinas, se forman unos singulares ambientes conocidos como «lomas»: verdaderos
oasis de vida en medio del desierto que sirven como refugio a una abundante y variada flora y fauna silvestres. Los vientos son también
importantes en esta región, y llegan a alcanzar su mayor intensidad en la costa del departamento de Ica, donde se les conoce como
paracas.

El relieve desértico es mayormente plano, con extensas pampas, zonas de dunas y colinas que raramente superan los 700 metros de
altura. La vida animal y vegetal en esta región es escasa; sin embargo, la monotonía de las pampas de arena y roca es interrumpida de
tramo en tramo por los fértiles valles costeros. Un total de 52 ríos cruzan el desierto del Pacífico en su camino final hacia el océano, dando
vida a las tierras que bañan. Aquí la flora es representada por algarrobos, huarangos, cactus y tillandsias. Entre los animales característicos
destacan el zorro costeño, el guanaco (una de las dos especies de camélidos silvestres del Perú) y varias decenas de especies de aves.
Los ríos de la costa son pródigos en camarones y varias especies de peces.

El Bosque Seco Ecuatorial

Se conoce como bosque seco a una formación natural típica de la costa norte en la que predominan especies vegetales adaptadas a las
duras condiciones del desierto: los algarrobos y ceibos, comunes en los departamentos de Tumbes, Piura y Lambayeque, y vitales para la
supervivencia de los pobladores de esta región, pues les proveen de forraje animal, materiales de construcción, aplicaciones medicinales,
licores y productos alimenticios.

Su clima es cálido y seco, con lluvias durante el verano que permiten el desarrollo de una vegetación abundante y singular. El bosque seco
se extiende desde el borde del mar hasta una distancia de 100 a 150 km tierra adentro. Su relieve es generalmente plano, con extensas
llanuras y colinas bajas en la zona costera y pequeñas cadenas de montañas hacia el interior.

mulan agua en sus gruesos troncos, y de árboles de madera dura y fina, como el hualtaco y el guayacán. También es el hogar del venado
gris, el zorro costeño, la pava aliblanca y el oso hormiguero; animales que comparten el bosque seco con grandes bandadas de bulliciosos
pericos esmeralda y cotorras de frente roja.

El Bosque Tropical del Pacífico

Existe en el Perú una pequeña zona poblada por árboles enormes y selvas exuberantes; jaguares, cocodrilos y monos aulladores, pero
curiosamente ubicada muy cerca del mar. Es el bosque tropical del Pacífico, un lugar muy especial enclavado en el corazón del
departamento de Tum-bes.

El clima en esta zona es muy húmedo, con una temporada de lluvias bien marcada entre diciembre y marzo, y una larga estación seca
durante el resto del año. En esta parte de la costa llueve más que en ninguna otra zona del litoral peruano, por lo que la vegetación es
abundante.

Muchas de las criaturas que habitan este bosque tienen su origen en otras regiones naturales, como el jaguar, el perezoso y el venado
colorado, provenientes de las selvas amazónicas; o el zorro costeño y el venado gris, también presentes en el bosque seco ecuatorial.

Otras, sin embargo, son propias de este peculiar ambiente y no se encuentran en ningún otro lugar del país. Es el caso del mono coto o
aullador de Tumbes, la nutria del noroeste, el loro de alas bronceadas y muchas otras especies más. Contribuyen a realzar la belleza del
paisaje las abundantes orquídeas y los grandes ceibos, árboles «barbudos» decorados por largos jirones de una planta llamada salvajina.

La Serranía Esteparia

Abarca los territorios del lado occidental de la Cordillera de los Andes, y se inicia alrededor de los 1.000 metros de altura, justo por encima
de la capa de nubes que generalmente cubre la costa. Esta es una tierra de grandes montañas y precipicios; de fértiles valles y ríos
torrentosos que han modelado el paisaje durante millones de años formando profundos cañones. Su clima es seco y muy soleado, pero frío
durante las noches. Las lluvias son frecuentes en las zonas más altas, cercanas a la puna, pero disminuyen con-forme se desciende hacia
el desierto. Son comunes

Esta es la tierra de los ceibos barrigones, que acuen estas montañas varios tipos de cactus y algunos arbustos de flores muy coloridas,
como la chinchircuma y la cantuta, la flor nacional del Perú.
La serranía esteparia es también el hogar del puma y el venado gris; del guanaco y el gato montés; de la vizcacha, el zorrino o añás y el
zorro andino. En sus cielos abundan las aves: picaflores, águilas y halcones, loros y pericos, además de una gran variedad de pequeños
pajarillos comedores de semillas.

La Puna

La puna se ubica sobre los territorios andinos por encima de los 3.800 msnm. Posee un clima muy duro, caracterizado por grandes
variaciones de temperatura: frío intenso en las noches y calor durante el día. Cuenta con una temporada de lluvias, conocida como
«invierno» en la sierra, que se inicia en diciembre y se prolonga hasta marzo, aunque fuera de ella no son poco comunes los aguaceros.

Su relieve es mayormente plano, con grandes planicies o pampas coronadas por escarpadas cordilleras. Es en estas últimas donde se
ubican los glaciares y nevados, imponentes moles de hie-lo y nieve que a menudo sobrepasan los 6.000 metros de altura. Allí abundan las
lagunas color esmeralda, los grandes salares, y se forman gran parte de los ríos que recorren nuestro país.

La puna es, ante todo, una tierra de extremos. Un lugar donde las inclemencias del clima y la escasez de oxígeno han limitado el desarrollo
de la vida, y donde sólo algunas criaturas especial-mente adaptadas han logrado sobrevivir soportando el frío y aprovechando los pocos
recursos que el medio les provee: el kolle y el queñual, especies que forman los bosques a mayor altura del mundo; los bofedales y tolares,
los enormes pastizales de ichu y los rodales de puya Raimondi. Este es el reino del majestuoso cóndor andino y las esbeltas parihuanas o
flamencos andinos; de las gráciles vicuñas y el poderoso puma; de las juguetonas vizcachas, roedores emparentados con los conejos, y la
bella taruca, el ciervo más grande de los Andes.

El Páramo

El páramo es una suerte de puna húmeda. Una tierra de clima frío y muy lluvioso, generalmente cubierta por un manto de neblina que
confiere al paisaje un toque de misterio. Se le encuentra sólo en algunos lugares del Perú, principalmente en Cajamarca y la sierra de
Piura.

Ubicados a más de 3.000 metros de altura, don-de el aire suele ser helado, crecen amplios pajonales que se alternan con curiosos bosques
de árboles en miniatura: los bosques enanos. Sus troncos, retorcidos y siempre cubiertos de un grueso abrigo de musgo, son el hogar de
las más extrañas criaturas. Una de ellas es el pudú o sachacabra, un venado de apenas 30 centímetros de altura.

Son habitantes de este lugar también el raro tapir lanudo o pinchaque, varias especies de murciélagos, el oso de anteojos o ucumari, el
venado del páramo y una pequeña musaraña, el único mamífero insectívoro del Perú, descubierto recientemente por los científicos.

La Selva Alta

Los territorios de la selva alta o yunga se extienden a lo largo del flanco oriental de la Cordillera de los Andes, justo sobre la llanura
amazónica. Su clima es cálido y muy húmedo, haciéndose frío a medida que se acerca a las alturas andinas. Aquí llueve más que en
ningún otro lugar del país (has-ta 5.000 mm anuales), lo que permite que se for-men numerosos torrentes y cascadas de agua cristalina.

Su relieve es montañoso y complejo, con valles angostos y profundas quebradas, siempre cubiertos por una selva impenetrable. En sus
partes más altas, generalmente envueltas en niebla y lloviznas, se ubican los bosques de nubes, mientras en las zonas más bajas se
encuentran las colinas que forman la llamada «ceja de montaña».

La vegetación en las yungas es quizás la más exuberante de los trópicos, con muchas orquídeas, begonias gigantes y helechos arbóreos.
Este es también el hogar del gallito de las rocas, el ave nacional del Perú; el oso de anteojos, única especie de oso sudamericano; el mono
choro de cola amarilla, que hasta hace poco se creía extinto; los quetzales, el pato de los torrentes, más de veinte variedades de picaflores
y varias docenas de especies de aves fruteras.

La Selva Baja

La selva baja o bosque lluvioso tropical, el hábitat más diverso del planeta, cubre dos tercios del territorio peruano. En él vive la mayoría de
las especies de plantas y animales del mundo. Posee un clima caluroso y muy húmedo, con lluvias entre diciembre y marzo, y frecuentes
chaparrones a lo largo de todo el año. Aquí abundan los grandes ríos (Amazonas, Ucayali, Madre de Dios), fuente de alimento y de
comunicación entre los pueblos. También hay numerosas cochas o lagos, además de pantanos o aguajales.
La flora de esta región está compuesta por más de 20.000 especies de plantas (árboles de madera fina, frutos útiles al hombre y plantas
medicinales). La fauna, por su parte, es extraordinariamente rica y variada.

Entre los habitantes más conspicuos del bosque tropical están los monos, como el maquisapa y el coto; los felinos como el tigrillo, el puma
y el jaguar; la sachavaca o tapir, y el roedor más grande del mundo: el ronsoco. Sus aguas están pobladas de grandes peces como el
paiche y el zúngaro, dos tipos de delfines de río y varias tortugas acuáticas.

La selva baja alberga cerca de mil variedades diferentes de aves: desde la imponente águila arpía hasta los minúsculos colibríes; grandes
reptiles como el caimán negro y la anaconda; y números todavía desconocidos de ranas, arañas e insectos.

La Sabana de Palmeras

En el extremo oriental del departamento de Madre de Dios, justo en la frontera con Bolivia, existe una pequeña región de características
muy especiales. Su apariencia es la de una enorme llanura de pastos altos y palmeras que llama la atención en medio de los bosques de la
selva tropical. Se le conoce con el nombre de Pampas del Heath, debido al río que las recorre y sirve de límite entre los dos países.

El clima es aquí muy cálido y húmedo, con una marcada estación lluviosa durante el verano. En ocasiones las lluvias son tan intensas que
llegan a inundar grandes extensiones de sabana hasta convertirla en un enorme lago; sólo las copas de las palmeras y los termiteros
quedan como refugio para las criaturas más pequeñas.

Muchos de los animales y plantas que viven en esta región son únicos y están adaptados para sobrevivir sin problemas en el gran pastizal:
el ciervo de los pantanos, el mayor de los cérvidos del Perú; el raro lobo de crin, que asemeja un zorro de patas largas; el tucán de pico
amarillo (el mayor del país), y el elusivo carpintero blanco.

También cohabitan en esta ecorregión la sachavaca, el jaguar, el oso hormiguero gigante y los coloridos guacamayos.

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