Texto Academico Semana 3

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TEXTO ACADÉMICO

(Semana 3)

ESPECIALIDAD EN CIENCIAS SOCIALES PARA


EDUCACIÓN SECUNDARIA COMUNITARIA
PRODUCTIVA

Módulo 2: ORÍGENES DEL DESARROLLO HISTÓRICO SOCIAL

Bolivia
2023
INDICE

INTRODUCCIÓN ......................................................................................................................... 1

Unidad temática 3 .................................................................................................................... 2

La Configuración del Ser Humano en Sociedad ........................................................................ 2

Lectura reflexiva........................................................................................................................... 2

1. GÉNESIS Y EMIGRACIÓN AFRICANA ................................................................................ 2

¿Por qué y cómo emergieron los estados? ....................................................................... 5

2. ÁREAS SIN SOCIEDADES PRIMITIVAS ................................................................................ 5

3. MIGRACIÓN PLEISTOCÉNICA DE AUSTRALIA Y ABYA YALA AMÉRICA ........................ 6

4. LOS MODOS DE VIDA Y LA ORGANIZACIÓN DEL TRABAJO EN LA ESTRUCTURA


AGRARIA..................................................................................................................................... 8

LA CUESTIÓN AGRARIA Y LA ORGANIZACIÓN POLÍTICA ............................................... 10

5. SOCIEDADES AGRARIAS TEMPRANAS ........................................................................... 11

Características de una sociedad agrícola ..................................................................... 12

6. EL PAPEL DE LA ESTRUCTURA AGRARIA EN LA EXPLICACIÓN DEL DESARROLLO


HISTÓRICO-SOCIAL .................................................................................................................. 12

Bibliografía................................................................................................................................ 17
INTRODUCCIÓN

Abordar la reflexión acerca de la conformación de la sociedad es adentrarse en la


discusión misma de la configuración de los seres humanos, en la definición de sus
imaginarios sociales. Las convenciones en que esta facilita a las personas y grupos
sociales sus identidades, está en directa relación con su tradición y su historia, con los
contextos y relaciones de fuerza, pero también con las formas particulares de
ser/hacer, decir y sentir en el mundo.
La sociedad está atravesada por los acuerdos, donde se genera una reflexión en
torno al hecho de que la práctica social es ante todo una expresión de humanidad
desde sus imaginarios sociales; lo anterior sustentado en que los acuerdos sociales se
configuran desde las significaciones que las comunidades tienen sobre el mundo, el
ser humano, la vida y la muerte y que definen las formas de ser/hacer,
decir/representar de los actores de un grupo socia y su forma de vida en todo ese
espacio geográfico e histórico.
Efectivamente, en una perspectiva que configura una forma diferente de ver la
práctica social se ubica la teoría de los imaginarios sociales, teoría central desde la
cual se asume el presente texto; en primer lugar, porque además de reconocer la
práctica social como acuerdo social, la fundamenta como la expresión de todo ese
cúmulo de sentimientos, creencias y convicciones que están en la base de la acción
realizada y que dinamizan formas particulares de justificarla. Estas convicciones y
creencias se condensan en significaciones imaginarias sociales que finalmente
definen las fuerzas que determinan las formas de organización y los dispositivos para
que esas formas definidas puedan llevarse a cabo.
Unidad temática 3

La Configuración del Ser Humano en Sociedad

Lectura reflexiva

1. GÉNESIS Y EMIGRACIÓN AFRICANA

Hace unos 5000 años, ciudades, estados y sociedades comenzaron a formarse


en todo el mundo. Aunque sabían poco o nada de los humanos fuera de sus propias
regiones, estos desarrollos ocurrieron durante la misma franja estrecha de tiempo
cósmico.
Las primeras sociedades agrarias comenzaron a desarrollarse alrededor del
3300 a.c. Estas primeras sociedades agrícolas comenzaron en cuatro áreas: Para 1)
Mesopotamia, 2) Egipto y Nubia, 3) el valle del Indo y 4) las montañas de los Andes de
América del Sur. Aparecieron más en China alrededor del 2000 a.C. y en los actuales
México y América Central c. 1500 a.C. ¿Por qué las sociedades se formaron en estos
lugares?
Para su mayor comprensión primero, hemos de aclarar las definiciones de las palabras
ciudad, estado y sociedad.

Una “ciudad” contiene decenas de miles de personas. Es más grande que una
ciudad, que normalmente contiene menos de diez mil personas. Una aldea suele
tener menos de mil habitantes. En las ciudades y aldeas, la agricultura era la
ocupación más común. La gente de las ciudades tenía una variedad más amplia de
ocupaciones, pero también vivían agricultores.

Un “estado” es una ciudad, o varias ciudades, más las aldeas y granjas


alrededor. Un estado podía incluir cientos de miles de personas, incluso millones. Las
personas que vivían en un estado tenían un estatus diferente según su rango social,
riqueza y poder. Además, algunas personas merecían un gran respeto como figuras
religiosas cuando se creía que podían comunicarse con los dioses o el mundo de los
espíritus. Unas pocas personas llamadas “élites” estaban en la cima. Las élites
generalmente no constituían más del 10 por ciento de la población, pero tenían más
riqueza y poder que el 90 por ciento inferior. La mayoría de los estados estaban
gobernados por estas élites, que mantenían el orden y recaudaban impuestos o
tributos1 mediante el uso de la fuerza, si era necesario. Y no acaba en los estados,
porque de los estados surgieron los imperios. Por lo general, un solo gobernante, que
controlaba grandes territorios de ciudades y tierras de cultivo, se ocupaba del control
del imperio. Estos grandes estados con frecuencia eran llamados “sociedades” o
“civilizaciones”.

Puesto que estas primeras sociedades siempre dependían de la agricultura a


su alrededor, las llamamos “sociedades agrarias”. La mayoría de estas sociedades
compartían ciertas características. Tienen poblaciones densas y son controladas por
las élites. Otros tipos de sociedades eran menos complejas, pero es importante señalar
que compleja no significa mejor, sino diferente.
Lugares de las primeras sociedades Cuatro de las primeras sociedades agrarias
se desarrollaron en fértiles valles fluviales. Dado que las personas ya habían
domesticado plantas y animales en esas áreas, las sociedades tenían una ventaja
inicial.
La primera de estas se formó en Mesopotamia, que actualmente se conoce
como Irak. Lo que hizo que esta área fuera tan fértil fue la tierra entre los ríos Tigris y
Éufrates. El fácil acceso al agua ayudó a la gente a cultivar más en estos valles, en
particular trigo y cebada. Los mesopotámicos también cultivaban lentejas y
garbanzos y pastoreaban ovejas y cabras. Los siguientes tres lugares en Eurafrasia
donde emergieron sociedades agrarias fueron en el valle del río Nilo en Egipto y Nubia,
el valle del río Indo en India, actualmente conocido como Paquistán, y el valle del río
Huang He (Amarillo) en China. El valle de cada río tenía sus propios tipos de plantas y
animales particulares, que habían sido domesticados a partir del ecosistema vecino.
Los egipcios y los nubios tenían trigo, cebada, ganado, pescado y aves. La gente del
valle del Indo criaba ganado y cultivaban algodón, así como trigo, cebada, lentejas,
ovejas, cabras y gallinas. En China, el trigo fue cultivado en el norte. El arroz fue
cultivado más tarde en el sur. Los cerdos, las gallinas y la soya también formaban parte
de los cultivos principales en China.

Mientras tanto en el continente americano, también comenzaron a surgir grandes


sociedades. El primero fue en Norte-Chico en el Perú actual alrededor del 3200 a.C.,
luego entre los olmecas fundados en el México actual alrededor del 1500 a.C. Por
supuesto, la producción de alimentos seguía siendo clave, pero el menú era bastante
diferente. Las personas en América Central aprendieron a cultivar maíz, pimentón,
tomate, calabaza, frijoles, cacahuete y algodón. Los únicos animales domésticos que
tenían eran perros y pavos. A lo largo de las montañas de los Andes en Sur América,
las personas utilizaban llamas y alpacas para obtener lana y transporte; y lograron
domesticar el algodón para usarlo en vestimentas y tapices. Para alimentarse
dependían principalmente de la papa y la quinoa, un cereal rico en proteína. Tenían
conejillos de Indias y pescado traído de la costa.
¿Por qué y cómo emergieron los estados?

Después de que las personas cultivaron plantas y domaron animales, poco a


poco aprendieron a utilizar animales para una gran variedad de cosas, además del
alimento. Al principio, usaban animales solo para obtener leche, lana, estiércol y
mano de obra. La población mundial pudo crecer dramáticamente a medida que
los humanos cultivaban más. En 8000 a.C., se situó en aproximadamente 5 millones.
Para el 3000 a.C., era alrededor de 14 millones.
2. ÁREAS SIN SOCIEDADES PRIMITIVAS

Algunas de las áreas del mundo no produjeron estados o ciudades completas


en sus primeras etapas. Aun así, la tendencia hacia la agricultura parece haber
estado presente en todas partes. En el África subsahariana, las personas fueron
separadas de la costa norte por el hostil desierto. Las selvas tropicales abarcaban gran
parte de la tierra. El pueblo Bantú, en la parte oriental de la Nigeria moderna,
cultivaba boniato, árboles de palma de aceite, mijo y sorgo, y pastoreaban ganado.
A la larga, los camellos reemplazaron a los caballos y burros para viajar a través del
Sahara. Los comerciantes árabes ahora podían cruzar el desierto hacia la costa oeste.
Emergieron reinos y estados regionales. Pero en esta región más desafiante tomó
algún tiempo antes de que se formara una sociedad agraria importante.

Las islas pequeñas en el Pacífico no tenían los recursos para crear civilizaciones
agrarias a gran escala. Pero sus pequeños estados y jefaturas tenían características
similares a aquel alrededor del mundo. En Australia, la agricultura nunca llegó a
materializarse. Esto se debió principalmente a la pobreza del suelo y al aislamiento de
la isla. Pero también había menos necesidad de agricultura a gran escala ya que las
técnicas utilizadas, como las quemas controladas y la recolección continua,
proporcionaban amplios recursos para alimentar a las personas que vivían allí.

Y no dejemos fuera a América del Sur. Los arqueólogos han considerado


durante mucho tiempo que la cuenca del río Amazonas no contenía los recursos para
sustentar a las densas sociedades humanas. Pero la evidencia reciente sugiere que
las personas allí encontraron formas de fertilizar el suelo añadiendo carbón.
Comparación de las primeras sociedades agrarias Los primeros estados
agrarios siempre tuvieron al menos dos cosas en común: un grupo de alto rango en el
control y la recaudación forzosa de impuestos o tributos. Parece que se requería de
un control estatal centralizado para reunir y sustentar a grandes poblaciones de
personas. Sin embargo, estas sociedades desarrollaron muchos rasgos similares más
allá de estos.

Entre las características comunes se incluyen:


• Almacenamiento de alimento excedente
• Desarrollo de una clase sacerdotal; una religión de estado basada en dioses
y diosas
• Autoridad central (un gobernante, tal como un rey, faraón o emperador)
• Trabajos especializados
• Rango social en base a la riqueza, linaje y trabajo
• Incremento en el comercio
• Sistemas de escritura o registro de información; aumento del aprendizaje
colectivo
• Ejércitos y aumento de las guerras
• Arquitectura pública monumental (templos, pirámides)
• Más iniquidad entre hombres y mujeres; tradiciones dominadas por hombres.

3. MIGRACIÓN PLEISTOCÉNICA DE AUSTRALIA Y ABYA YALA AMÉRICA

Desde el origen de los primeros homínidos en África hasta el asentamiento del


Homo sapiens en el continente americano, el ser humano ha sufrido una intensa
transformación que está marcada por el proceso de domesticación de plantas y
animales.
Se presentan las evidencias referidas al origen del hombre en el continente
africano, el proceso de migración durante el cuaternario, las rutas seguidas a través
del estrecho de Bering y su dispersión por el continente americano.
En América del Sur se establecen rutas migratorias vinculadas con la recolección y la
caza de flora y fauna pleistocénica. Los más antiguos lugares de hallazgo en el suelo
peruano son Pikimachay (14600 a. C.), Lauricocha (9200-3000 a. C.), Telarmachay
(7000-2000 a. C.) y Paiján (11000 a. C.). Posteriormente, durante el periodo Arcaico, se
crearon las bases para la sedentarización a partir de la domesticación de plantas y
animales. Se generó una sociedad cada vez más compleja con aprovechamiento de
recursos marinos y evidencias arquitectónicas de centros posiblemente de carácter
religioso, como el de Kotosh (2500 a. C.).

En 1981 se estableció el mapa del ADN mitocondrial y en 1990 Douglas C.


Wallace determinó que el 96,9% de los indígenas de América estaban agrupados en
cuatro haplo grupos mitocondriales (A, B, C, y D), lo que significa una notable
homogeneidad genética.

En 1994 James Neel y Douglas C. Wallace establecieron un método para


calcular la velocidad con que cambia el ADN mitocondrial. Ese método permitió
fechar el origen del homo sapiens, la famosa Eva mitocondrial, entre 100.000 y 200.000
años adP8 y la salida de África entre 75.000 y 85.000 años atrás. Aplicando este
método, Neel y Douglas estimaron en 1994 que el primer grupo humano en ingresar a
América lo hizo entre 22.414 y 29.545 años.
No existen pruebas serias de la llegada a América de seres humanos luego de
que se cerrara el Puente de Beringia hace 11 mil años, ni existen pruebas
contundentes que permitan concluir que los pueblos americanos tuvieron contactos
con pueblos de otros continentes. Otras hipótesis como la llegada de los fenicios,
egipcios, griegos, chinos, japoneses y Jawanes gracias a sus habilidades marítimas,
siguen siendo hipótesis de difícil demostración.
A. Que la población de América se hizo en varias olas migratorias, que el más viejo
alcanza según los más recientes estudios arqueológicos a 60. 000 Años.
B. Que estas migraciones vinieron de Asia, pero también de Europa (europoide del
tipo caucásico).

Desde la década de 1980 la investigación genética de Goicochea Méndez ha


ido ocupando un papel cada vez más destacado en las ciencias sociales y en
particular en las investigaciones sobre población y ascendencias, disciplina que lleva
el nombre de arqueología o antropología genética. Los genetistas utilizan el ADN
mitocondrial (mtADN) para seguir el linaje femenino y el cromosoma Y para seguir el
linaje masculino.

C. Que un australoide del origen (melanesiense o africano) se ha encontrado n los


esqueletos descubiertos en varios sitios prehistóricos de América del Sur (Brasil) y
Power estaciona a (México).

La investigación genética permitió clasificar el ADN mitocondrial o ADNmt en cuatro


haplogrupos de las poblaciones de América: A, B, C y D. Cada uno de estos
haplotipos está presente en el continente americano.

Seis mujeres dieron origen a la actual población americana y llegaron del Polo Norte
al continente americano hace unos 20.000 años, según la genética El 95% de la
población de América del norte, del sur y de Centroamérica procede de tan sólo seis
mujeres ―fundacionales‖ que llegaron procedentes del Círculo Polar Ártico hace unos
20.000 años, según una investigación que describió los diversos linajes de ADN
mitocondrial que hoy existen entre los americanos nativos.

Una segunda investigación ha determinado por otro lado que, a medida que
la humanidad fue alejándose de África, de donde es originaria nuestra especie, fue
reduciéndose la diversidad genética.
4. LOS MODOS DE VIDA Y LA ORGANIZACIÓN DEL TRABAJO EN LA ESTRUCTURA
AGRARIA

Desde el ingreso de Max Weber al mundo académico con la disertación de su


tesis doctoral en 1889 se sucedieron, por una parte, un conjunto de textos sobre la
estructura agraria y, por otra, una serie de trabajos relacionados con los efectos del
derecho romano en la organización de la Europa medieval y posmedieval, temáticas
que no serán abandonadas en su ingente obra. Como lo refiere Giddens (1994), y a
diferencia de aquellos que sostenían que la agricultura romana tenía una "forma
específica singular", el autor demuestra que las explicaciones de aquélla podían
obtenerse de conceptos construidos bajo diferentes contextos.
El contexto no es precisamente un dato menor y permite comprender la
preocupación del sociólogo alemán desde dos miradas: la del profesional y la del
ciudadano (tema al que se volverá al finalizar el trabajo). En 1871, luego de la
unificación alemana bajo la hegemonía de Prusia, el capitalismo en ese país estaba
dando muestras de ciertas transformaciones que generaban cambios en la
agricultura tradicional hasta entonces practicada. La última década del siglo XIX
resultó una verdadera bisagra para el desarrollo del capitalismo en Alemania, puesto
que se delineaba la transformación de un país esencialmente agrario hacia otro de
carácter industrial, que incluso comenzaba a competir con Gran Bretaña.
Particularmente, el desarrollo agroindustrial, y especialmente, la producción del
cultivo de remolacha a manos de unos nuevos "empresarios agroindustriales" -como
el propio Weber los denomina-, marcaron el desarrollo de una nueva "burguesía
agraria", que ponía en duda la histórica presencia del junker, o lo que es lo mismo, de
la aristocracia terrateniente tanto del sur como en el este más fértil. No obstante, esta
clase mantuvo un fuerte peso en términos políticos e institucionales.
En este punto, es preciso mencionar, tal como lo hace Gianfranco Poggi, la
"gran admiración" que Weber sentía hacia los artífices de la unificación: Prusia, su
ejército y administración; Bismarck y la dinastía de los Hohenzollern. Precisamente,
Bismarck se retiró de la política en 1890, mientras que la agricultura se desarticulaba
en su modo tradicional, se tecnificó y modernizó y los junkers mantenían el poderío
político. Esto representó un aspecto central de la preocupación weberiana por esos
años. Weber cuestionaba críticamente la incapacidad de la burguesía alemana -de
la que formaba parte- para "desafiar el predominio no sólo político sino también
cultural del elemento junker, la excesiva incidencia de los intereses dinásticos, militares
y de corte de política exterior del imperio" (Poggi, 2005: 54; énfasis nuestro). Como lo
indica Mommsen (1984), Weber ubica en la figura del latifundio (latifundia), y en su
descomposición, la más importante causa de la "destrucción de la base social de la
república" y, asimismo, del declinar de la cultura antigua.
Es la estructura social de la sociedad antigua la que "determina" su
funcionamiento y evolución.
La cultura antigua, nos comenta Weber, surge en una sociedad esclavista.
Conviven allí el trabajo libre -urbano- y el no-libre -rural. Roma era un Estado de
ciudadanos agricultores y el latifundio la forma de producción básica del imperio. Por
esta razón, la explotación esclavista de la Antigüedad "devoraba" hombres,
requiriendo del mercado de esclavos.
De este breve relato se desprenden algunos supuestos que consideramos
relevantes para los estudios de las sociedades rurales y, particularmente, de la
estructura agraria. En primer lugar, el valor explicativo que tienen aquellos aspectos
orientados a la organización de la vida y el trabajo en la conformación de la
estructura agraria. Esto no es nuevo en los estudios sociales agrarios. Tanto los
marxistas, como los de la perspectiva del actor o los más funcionalistas han tenido en
cuenta, de distintos modos, estos aspectos. Sin embargo, la mirada weberiana sobre
los mismos presenta un telón de fondo que no debe desestimarse y que aporta
elementos novedosos. Weber es el primero de los autores de la sociología clásica que
ha diferenciado los contextos: la estructura agraria de la Antigüedad, y las sociedades
rurales: europea, alemana, argentina, etcétera. No lo hace, de acuerdo con la
sociología comprensiva, en términos de las propias sociedades, sino de los sujetos que
las caracterizan y sus consecuentes acciones y relaciones sociales: el esclavo, el
campesino, el trabajador permanente, el temporal, etcétera.
El segundo punto que creemos otorga gran validez a la perspectiva weberiana
es el análisis de la relación entre la estructura agraria y la organización política,
temática que, en ocasiones, no ha sido tomada demasiado en cuenta por los estudios
sociales agrarios.
LA CUESTIÓN AGRARIA Y LA ORGANIZACIÓN POLÍTICA

Como ya se mencionó, buena parte de


estos estudios considerados "rurales" le
permitieron a Weber realizar algunas
reflexiones sobre Alemania y
particularmente sobre su organización
política a finales del siglo XIX. Ello supone
pensar en torno al Estado en el contexto
de consolidación del capitalismo moderno burgués. Por ello, no es menor la
afirmación de que este sistema requiere un Estado racional, "único terreno sobre el
cual puede prosperar el capitalismo moderno. Dicho Estado se apoya en una
burocracia especializada y un derecho racional" (Weber, 1978: 285). El Estado
moderno se identifica con la administración burocrática y el proceso de
burocratización se replica en las explotaciones económicas, entre ellas las de tipo
agrícola. En términos concretos, tales procesos, sin embargo, no terminan de calar en
el predominio junker que, de algún modo, conserva el poderío político sostenido en
el vínculo patriarcal ya mencionado.

Esta era la gran preocupación que se relacionaba, en forma directa, con el


futuro del Estado alemán. Weber la mantuvo durante toda su vida y, considerando ya
sus últimos años de producción, es muy sugerente lo afirmado por Claus Offe (2006)
respecto del impacto que tuvo en él el viaje que realizó a Estados Unidos durante
trece semanas en 1904 (un año antes de la primera edición completa de La ética
protestante y el espíritu del capitalismo). Offe explica que el interés de Weber en ese
país fue "la búsqueda de un modelo alternativo y preferible de modernización
capitalista y democracia liberal" (Offe, 2006: 74) y se pregunta: ¿cuántos de sus
esfuerzos por "degradar" lo excepcional del caso estadounidense como algo
transitorio fueron motivados por la necesidad de preservar la coherencia de sus
construcciones teóricas
5. SOCIEDADES AGRARIAS TEMPRANAS

La sociedad agrícola es el tipo de sociedad que predomina a lo largo de la


historia, hasta la aparición de los grandes avances en el comercio y la posterior
llegada de la Revolución Industrial. Hasta que no se da la Primera Revolución Industrial,
dando paso a la aparición de las sociedades industriales, las sociedades agrícolas
estaban presentes en todos los territorios del planeta.
Sin embargo, una vez se industrializan los países, las sociedades agrícolas
quedan relegadas a un segundo plano, predominando en territorios donde los
recursos escasean, y donde el desarrollo es menor. En este sentido, con el paso del
tiempo, las sociedades agrícolas, basadas en la agricultura y la ganadería,
predominaron en economías emergentes y, como decíamos, economías en
desarrollo o poco desarrolladas.
Características de una sociedad agrícola

Entre las características que definen una sociedad agrícola, cabría resaltar las
siguientes:
 Son sociedades basadas en la agricultura y el sector primario en general.
 Los factores de producción en este tipo de sociedades son tierra, trabajo y
capital.
 Presentan una elevada dependencia de la producción agrícola.
 La principal fuente de riqueza, por tanto, es la tierra y su explotación.
 En este tipo de sociedades, la fuerza de trabajo está sobrerrepresentada por
hombres.
 Son sociedades que, con el paso de los años, han presentado un menor
desarrollo.

6. EL PAPEL DE LA ESTRUCTURA AGRARIA EN LA EXPLICACIÓN DEL DESARROLLO


HISTÓRICO-SOCIAL

La intención reflexiva en esta semana para por clarificar dos puntos centrales
en el pensamiento sociológico en su relación con la estructura agraria, a saber: la
explicación de lo que constituye la vida agraria en la constitución de una estructura
significativa en la historia y el nexo con el aparato político. Evidentemente este punto
de partida representa una abstracción reduccionista si tomamos en cuenta procesos
anteriores a los que marcan las Ciencias Sociales o la Sociología en particular con
pensadores como Max Weber y la teoría de la racionalización expuesta para el caso
europeo, pero consideramos que son aspectos significativos de gran influencia en
América Latina y en la Sociología de esta región.

Entonces una de las consignas será también asumir el pensamiento weberiano,


y no porque anide especialmente en Europa, sino por dos razones importantes para
nosotros: primero, porque su postura generalmente tiende a no vincularse
explícitamente a lo subjetivo u objetivo, dando como resultado una consideración
importante de lo racional (que por cierto es un rasgo latinoamericano muy fuerte en
nuestros días) pero tampoco deja de lado la subjetividad y el comportamiento
asociado a lo irracional como la pasión, los intereses, las motivaciones y deseos.
Segundo, porque esta reflexión parte de la Sociología que, como sabemos, también
será un referente para las Ciencias Sociales en general, lo cual nos interesa.

Partamos entonces de la influencia de la estructura agraria porque su


nacimiento viene de la mano con la constitución de los Estados modernos, rasgo
muchas veces confundido con lo indígena originario, siendo estos segundos de base
anterior y esencialmente desvinculados en principio del mercado. El pensamiento de
Weber para abordar estos detalles comienza muy lejos de lo que pensaríamos, pues
los primeros ensayos proponen una discusión con la estructura agraria romana, que
se sostenía hasta ese momento era singular al punto que no podíamos rescatar mucho
de ella, pero que Weber encuentra puntos de convergencia que bien podrían ser
generalizados.

Lo destacable para nosotros como participantes en la Universidad Pedagógica


no es caer en los aspectos pormenorizados de entrada, sino en percibir una doble
preocupación del autor: el trabajo explicativo realizado como profesional y la
preocupación por la construcción del ciudadano bajo un sistema de relaciones. Este
detalle tampoco debe pasar indiferente para nosotros:

El concepto de estructura agraria nos remite a una regulación de las formas de


apropiarse y de producir sobre un territorio. Un primer problema es entonces el
papel de los distintos agentes sociales en la formulación de ese conjunto de
normas, y en su aplicación a un territorio concreto. En cuanto a su estructura
de pensamiento, en la elaboración y sistematización de estas normas […] para
sacar partido de las peculiaridades ecológicas. (Arroyo, 1990, pág. 89)

Es sabido para nosotras y nosotros como maestros de Ciencias Sociales que la


última década del siglo XIX marca un desarrollo significativo para Europa y Alemania
(donde se ubica Weber) en lo concerniente a la transformación de una sociedad
esencialmente agraria a una industrializada.

Este nacimiento marca por consiguiente una nueva burguesía agraria, pero lo
significativo para nosotros es que en los siguientes años logra tener una gran
relevancia e influencia en las esferas de decisión. Es el peso político e interinstitucional
lo que nos interesa analizar. En nuestro caso la estructuración misma del sector agrario
pasa a constituirse de alguna manera en una nueva estratificación susceptible
de explotación, lo que weber denomina como “proletario rural”. Esto significa una
destrucción de modo de vida tradicional en pro de una nueva forma de
administración y explotación por parte del poder.

He aquí un primer elemento que debemos resaltar: encontramos dos


estructuras agrarias diferentes, aquella que se mantiene bajo un orden comunitario
en esencia (correspondiente a una etapa pre - republicana y popular, y una nueva
que destruye esta estructura para vincularse directamente con el mercado,
plateando una nueva forma de vida ligada a su explotación.

Aquí podemos identificar un dato que amerita reflexión para nosotras y


nosotros como maestros: ¿Este es el ingreso del racionalismo en América Latina y en
nuestra sociedad en particular? Tomemos en cuenta que hablar de racionalismo
como movimiento es plantear la tendencia creciente a proyectar nuestros objetivos
y los medios necesarios para alcanzarlos sin la necesidad de pasar por una
apreciación de tipo emocional o ética, lo cual tendrá sus repercusiones en el medio
ambiente (recordemos la definición sobre las “formas de producir en un territorio”).

El cambio se asocia también a las condiciones que el lugar puede ofrecer y la


condición de las personas que realizan el trabajo, por lo tanto, esto puede llegar a
explicar la prosperidad agraria en ciertos territorios mientras que es reemplazada por
una industrialización creciente en otros, generando su decadencia como el caso
alemán. La cultura, concentración de población, fertilidad de la tierra y la tradición
tendrán un papel esencial, las condiciones de vida y la organización del trabajo nos
sirve para explicar las transformaciones económicas en la estructura agraria que
tendrán, necesariamente, efectos en las formas de organización política como el
caso nuestro y que posicionan junto con aquellas provenientes de los pueblos
indígena originarios.

La radical diferencia está en que la explicación de la transformación social e


histórica ya no solo tiene que ver con la estructura económica y las nuevas relaciones
de la burguesía frente a un feudalismo en decadencia, sino que las formas de producir
y de vivir también corrieron un papel fundamental en esa transformación.

Weber sostiene que la caída del mundo antiguo no sólo puede explicarse con
la expansión del comercio. Su descomposición se vincula con causas
"endógenas" del modo de producción esclavista que, como lo explica Valdés
Villanueva (2009): 1) diezmó la existencia del trabajo libre; y 2) generó la
interrupción de los intercambios comerciales en un régimen económico no
monetarista. (Villanueva citado en Nogueira, 2013)

Tal y como mencionamos hace un momento, buena parte de estos estudios,


digámosles rurales, permiten que Max Weber reflexione sobre cómo la organización
política va cambiando bajo la influencia de la estructura agraria que conlleva formas
de vida más que una relación únicamente guiada por lo económico. Ello supone
pensar en torno al Estado en el contexto de consolidación del capitalismo moderno
burgués. Aquí surge otra cuestión de reflexión: para el autor la única forma en la que
puede prosperar el capitalismo burgués es sobre la base de un comportamiento
racional, lo cual en su forma ideal se constituye como una burocracia. “Dicho Estado
se apoya en una burocracia especializada y un derecho racional" (Weber, 1978: 285).
¿Es nuestro caso también un Estado moderno que se identifica con la administración
burocrática? Pues esto implicaría que en el proceso de burocratización también se
organizan las formas de explotación del sector agrícola al mismo tiempo que muta su
estructura.

Entonces, para aquellos que nos interesan las Ciencias Sociales, el estudio de
la estructura agrícola constituye también un objeto complejo y amplio de analizar, lo
cual puede caracterizar de manera muy particular la forma de vida que producimos
y reproducimos también en educación, ya que este segundo fenómeno también está
presente en contextos de alta demanda agrícola, así como en espacios urbanos
tendientes a la industrialización y, sobre todo, a la burocratización extremas.

Max Weber fue hombre de ciencia y no hombre político ni hombre de Estado [...].
Estuvo, sin embargo, apasionadamente preocupado por la cosa pública durante
toda su vida y no dejó nunca de experimentar una especie de nostalgia de la política,
como si la finalidad última de su pensamiento hubiera debido ser la participación en
la acción (Aron, 1998)
Bibliografía

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