Mino
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“ESTRATEGIAS DE SUPERVIVIENCIA Y
REPRODUCCIÓN SOCIAL: EL CASO DEL BARRIO SAN
ALFONSO DE PILAR - PARAGUAY”
C.E.R.I.
Asunción - Paraguay
2000
INDICE
BIBLIOGRAFÍA......................................................................................................................................
ANEXO METODOLÓGICO..................................................................................................................
"Estrategias de supervivencia y reproducción social: el caso del barrio San Alfonso de Pilar - Paraguay"
Ariel Miño Worobiej
Centro de Estudios Rurales Interdisciplinarios (CERI) - Paraguay
“ESTRATEGIAS DE SUPERVIVIENCIA Y
REPRODUCCIÓN SOCIAL: EL CASO DEL BARRIO SAN
ALFONSO DE PILAR - PARAGUAY”
Las décadas de los años 70 y en especial de los 80 fueron testigos del auge de las
investigaciones sociodemográficas en torno al concepto de “estrategias de supervivencia
familiares” en América Latina, donde fuera utilizado por primera vez por Duque y Pastrana
(1973), y posteriormente incorporado como elemento central en la orientación de un
conjunto de investigaciones realizadas en la región en el marco del Programa de
Investigaciones Sociales sobre Población en América Latina (PISPAL) (Torrado, 1980: 1)2.
3
Mientras por un lado ciertos investigadores del PISPAL se inclinaban a aplicar el
concepto a las sociedades globales (Torrado, 1980), otros sostenían que sólo existen
estrategias de supervivencia, propiamente dichas, en determinados grupos sociales cuyas
respuestas se hallan constreñidas por una peculiar situación estructural, de suerte que el
campo de aplicación del concepto se limitaría a aquellos grupos que soportan las
desigualdades sociales, soslayando a otros cuyas estrategias familiares apuntan a la
conservación o mejoramiento de sus logros económicos y de sus privilegios sociales
(Argüello, 1980: 2 y ss.).
posicionamiento de los agentes sociales, o lo que es decir, definen las diferentes clases y
fracciones de clase3.
[...] a pesar de que la clase [...] no es otra cosa que el conjunto de ocupantes de la misma
posición en el espacio, esos agentes están de tal forma afectados en su ser social, por los
efectos de la condición y de los condicionamientos correspondientes a su posición; están
definidas [definidos] intrínsecamente (esto es, por una cierta clase de condiciones
materiales de existencia, de experiencia primaria del mundo social, etc.) y relacionalmente
(esto es, de acuerdo a su relación con otras posiciones, como estando encima o debajo de
ellos, o entre ellos como en el caso de aquellas posiciones que están “en el medio”,
intermediarias, neutras, ni dominantes ni dominadas). (Bourdieu, 1994: 11-12)
[...] un conjunto de agentes que, por el hecho de ocupar posiciones similares en el espacio
social (eso es, en la distribución de poderes), están sujetos a condiciones de existencia y
factores condicionantes similares y, como resultado, están dotados de disposiciones
similares [habitus] que los dirigen a desarrollar prácticas similares. (Bourdieu, 1994: 12.
Cursivas añadidas)4
En cualquier caso, los habitus son también definidos por Bourdieu en términos
3 Clases teóricas, o al decir de Bourdieu, “clases en el papel”: “las clases sociales [...] son sólo clases lógicas,
determinadas en teoría y, si decirse se puede, sobre el papel, por la delimitación de un conjunto homogéneo
—relativamente homogéneo— de agentes que ocupan una posición idéntica en el espacio social; y sólo
pueden convertirse en clases movilizadas y actuantes, en el sentido de la tradición marxista, a costa de una
labor propiamente política de construcción, de fabricación [...], cuyo éxito puede ser propiciado, pero no
determinado, por la pertenencia a la misma clase socio-lógica.” (Bourdieu, 1997: 28). A más de ésta, otra
diferencia con el pensamiento marxista sobre clases sociales consiste en el sentido intrínsecamente
pluridimensional de la definición de Bourdieu —que implica posiciones en el espacio social en razón de la
disponibilidad de varias formas de capital—, y no sólo instituida en función a la inserción de los individuos y
grupos en las relaciones de producción.
4 Si bien Marx no prestó mucha relevancia a este tópico, una idea aproximada al planteamiento de Bourdieu
acerca de la relación entre clase social y representaciones y conducta individual es referida en un pasaje del
18 Brumario: “En la medida en que millones de familias viven bajo condiciones económicas que las
distinguen por su modo de vivir, sus intereses y su cultura de otras clases y las oponen a éstas de un modo
hostil aquéllas forman una clase” (130. Cursivas añadidas).
5
relacionales, por cuanto a la vez que diferentes ponen en marcha principios de
diferenciación esencialmente concebidos como categorías sociales de percepción
(Bourdieu, 1997: 19-20).
[...] el conjunto de prácticas empíricamente diferentes a través de las cuales los individuos o
sus familias tienden, conciente o inconcientemente, a conservar o aumentar su patrimonio
y, correlativamente, a mantener o mejorar su posición en la estructura de las relaciones de
clase, constituyendo efectivamente un sistema [global de estrategias de reproducción
biológica, cultural y social]. (Saint Martin, 1983: 386. Mi traducción)
7
Con base en esta observación la mujer se constituye en informante clave, aunque no
exclusivo, a los objetivos de este ensayo, cual es el de identificar los diversos componentes
de las estrategias de supervivencia desarrolladas por las unidades familiares de la
comunidad de San Alfonso de la ciudad de Pilar. Específicamente, nos proponemos:
c) Señalar los tipos y subtipos de capital que operan en los campos económico y
social, cuáles son los más eficientes en cada uno de ellos y cuáles sus posibles
combinaciones.
7 De hecho en la región existe sólo una empresa del sector terciario de importancia por la magnitud de
absorción de mano de obra asalariada —Manufactura de Pilar S.A.—, que emplea a aproximadamente 1.500
personas.
8 Construcciones; electricidad, agua y servicio sanitario; transporte y comunicaciones; comercio; finanzas,
seguros y bienes inmuebles; hoteles y restaurantes; servicios varios.
9 Agricultura; ganadería; silvicultura, caza y pesca; explotación de minas y canteras.
10 Esta ha sido la única fuente disponible para una aproximación a la incidencia de la pobreza en la región.
Las cuatro variables utilizadas para medir las NBI fueron: a) la calidad de la vivienda, b) la infraestructura
sanitaria, c) el acceso a educación y d) la capacidad de subsistencia.
9
Pilar
San Alfonso
Río Ñeembucú
Rca. Argentina
representa el 12,72% del total, tiene dificultades para cubrir sus necesidades básicas.
Río Pareaguay
2.2.ORIGEN Y CARACTERÍSTICAS GENERALES DEL
BARRIO Residencia típica de la zona 1
c)
Cocina y
dormitorio
Pasillo
Obs.: 2 y 4
La urbanización San Alfonso fue planificada y construida por iniciativa de una corresponden a la
utilización del
espacio por parte
organización religiosa12 como respuesta ante la gran crecida del río Paraguay que afectó a de uno de nuestros
entrevistados.
Pilar en 1983 y 1984. En efecto, la mayor parte de las familias de la comunidad proviene
de zonas ribereñas a la sazón afectadas cíclicamente por las crecientes.
Las viviendas fueron concedidas con amplias facilidades de financiación: ínfimas
cuotas mensuales de G. 2.50013 a 10 años de plazo, ya fenecido. El hecho que la
2 3 4
urbanización haya sido asentada en tierras con una condición jurídica ambigua determinó
que sus habitantes no posean hasta el presente sus respectivos títulos de propiedad, siendo
los recibos de pago el único respaldo legal con que cuentan. La aludida ambigüedad
jurídica persiste y se refleja en las diferentes versiones que atribuyen la propiedad de las
tierras al Ministerio del Interior (o la Policía Nacional), a las Fuerzas Armadas o a
particulares.
El barrio está compuesto por unos 91 hogares que albergan a unas 450 personas.
Debemos aclarar que si bien en sentido estricto el barrio San Alfonso está integrado por 69
viviendas con características similares y ubicadas en propiedades de 11x22m (242m2)
(plano de las viviendas, a la derecha), a las que incluimos en la “zona 1”, hemos incluido
una fracción adyacente al barrio constituida por dos manzanas con terrenos cuyas
dimensiones, pese a ser más heterogéneas que en la zona 1, promedian los 350m2. A esta
zona asignamos el número “2”, y la incluimos en cualquier referencia al barrio San
Alfonso.
Foto 1 Foto 2
La pirámide muestra una población bastante joven: cerca del 54,5% está por debajo
de los 20 años de edad y casi el 63% cuenta con menos de 30 (Gráfico 1), situación que se
corresponde ciertamente con la estructura demográfica del Paraguay14. La edad promedio
en el barrio es de 25,8 años y 18 la edad mediana.
Sin embargo, puede notarse una desproporción entre los grupos menores y mayores
de 20 años, la cual presumiblemente responde a un proceso de expulsión de población de
este último grupo, que eventualmente conforma familias neolocales ante el efecto de la
presión demográfica sobre las viviendas familiares. Sobre el punto Liza15 afirma:
14 En 1990 la población menor a 15 años representada al 40,4%. De hecho, el Paraguay se encuentra en los
primeros tramos de la transición demográfica, con un descenso de la mortalidad aunque con aún
relativamente elevados niveles de fecundidad.
15 En este y todos los casos se utilizan seudónimos.
11
de masculinidad es de 113 varones por cada 100 mujeres.
Un total de 6 familias indicaron que al menos uno de los miembros que actualmente
reside en la misma vivienda se trasladó temporalmente a otras ciudades por motivos
laborales (3 a Asunción, 5 a Buenos Aires y 1 a Corrientes), afectando esto a 9 personas —
4 de ellas de una sola familia que se trasladó íntegramente a Buenos Aires por espacio de 5
meses—. La duración de estas migraciones fluctúa entre 1 mes y casi 3 años. De hecho,
puede notarse una baja prevalencia de este tipo de migraciones, lo cual indicaría la poco
difundida práctica de las migraciones laborales temporales, al menos en los últimos 10
años (período cubierto por la encuesta). Por otro lado, 15 familias —16,5% de las familias
encuestadas— poseía al momento de la encuesta al menos 1 miembro en otras ciudades por
motivos laborales. El destino más frecuente de estas personas lo constituyen: Asunción
(19), Buenos Aires (12) y otros (3) —Ciudad del Este, Caaguazú y Corrientes (Argentina),
con 1 caso respectivamente—. La duración de estas migraciones oscila entre los 2 y 9
meses —en los cuales no se puede asumir la calidad de migración, temporal o permanente
—, hasta los casos, mayoritarios, de entre 3 y 42 años (66% de los migrantes actuales). La
duración de estas últimas hace suponer que se trataría de migrantes de carácter permanente.
De estas 15 familias con familiares migrantes, 12 reciben remesas que pueden ser
esporádicas o, como sucede en la mayoría de los casos, regulares. Los montos de estas
remesas, pese a variar de una a otra de acuerdo a las posibilidades del remitente,
normalmente rondan los G. 150.000 y en ningún caso supera los G. 500.000. En algunos
casos, las remesas de los familiares migrantes constituyen la principal fuente de ingresos
familiar. De cualquier manera, la migración no implica la desvinculación económica de los
actores con la unidad familiar original, y por tanto no alude a una opción exclusivamente
individual sino que responde a una estrategia elaborada en el ámbito de la unidad familiar.
Cuadro 3
Ingreso persona total — San Alfonso, Pilar — 1999
Cuadro
Ingresos (En4 G.)
Ingreso familiar per c?pitaAbs.
— San Alfonso, Pilar — 1999
Ingresos% (en G.)
Cuadro 5 % Abs.
acum.
%
mano de obra seg?n sector de actividad – San Alfonso,1 Pilar — 1999 % acum.
Menos de 100.000
Menos de 100.000 18,7
Abs.
% 18,7 13
2 28,9
1
Entre 100.000 y 300.000 28,9
do
2 32
4 Entre 100.000 y 300.000 35,2
4,0
2 53,9 25
"Estrategias de supervivencia y reproducción
3 social: el caso del barrio San Alfonso de Pilar
55,6 - Paraguay"
Entre 300.001 y 500.000 84,5
Ariel Miño Worobiej
7 3 17
Centro de Estudios Rurales Interdisciplinarios (CERI) - Paraguay
6,9 Entre 300.001 y 500.000 18,7
3
72,5 6
4 13,3
14 97,8
2.4.EL
13,9 CAMPO ECONÓMICO: 4
Entre 500.001 y 700.000 LAS ESTRATEGIAS 12
4
OCUPACIONALES Y DE Entre 500.001 y 700.000 SATISFACCIÓN DE 13,2
85,7 0
1
1,0
NECESIDADES
001f010000200100002101000022010000230100002401000025010000260100002701000028010000290100002a0100002b0100002c0100002d0100002e0100002f010000300100003
5 0,0
Entre 700.001 y 900.000 97,8
5
b3b34cfedc4c042c25b3feb3874c87875f4c6bb3dcb3feb32525fe4ca1b34cb3b3a1a1a1a1a14c0404a1b3fe4c252cb3a1b3b3fea1044cb34c25b3b3feb34c4cb3fe25b3b3b3b3b34c4c4
5 9
En este punto presentamosM?s de 700.000
una aproximación a la dinámica del campo económico en
9,9
12
dc6b4c4ca1b3a1a14cb3b34cb3fe6bb387b34c6ba1b3b3a16bb3b3b3a1a1a1feb3b3a14ca1a1a16ba14c6bb3b3dca1a1a1b3dc6bb3b3b3dc4c4cb36bb3b3b36b4c254ca1b30425a1fe
95,6 1
el barrio San Alfonso, referida al
11,9
6 ingreso de las unidades familiares, a las condiciones 2,2 de
6
b3a1a1b3b3a14c4c4c6bfe4cb3b3feb3feb36bb3feb3b3b3a12125fea1046ba1a1fe25feb3dc4ca14c6b0404b3b36ba1feb3fe2504fefefe2ca1b3a16bb3b3a1a1a1fedca1feb34cfefea1
trabajo, y particularmente a la discriminación
Entre 900.001 y analítica
1.100.000 de los tipos de 100,0
capital que se
n
Totales 2
presentan como eficientes a la hora de la búsqueda de soluciones a las 2,2
0 dificultades
45 de
0,0
obtención7 de recursos satisfactores de necesidades básicas. 100,0
97,8
nta propia 7
48 Entre 1.1000.001 y 1.500.000
En
47,5
lo concerniente a los niveles de ingreso (Cuadro 3), el 72,5% de los1 encuestados
16 1,1
ocupados 8 manifestó que su ingreso mensual no supera los G. 500.00098,9 mensuales (el
o
sueldo15 mínimo legal, establecido 8 según índices de precios de la canasta familiar, es
actualmente
14,9 M?s de 1.500.000
de G. 680.162), y un 53,9% recibe menos de G. 300.000. 1
Totales 1,1
99Entretanto, el 23,1% percibe entre G. 500.001 y 900.000 y sólo el100,0 4,3% supera los
Totales
G. 1.500.000 mensuales.
100,0
91
100,0
Una apreciación más ajustada de las condiciones de existencia de estas familias
resulta del análisis del ingreso familiar total per cápita, es decir, el total del ingreso
mensual de las unidades familiares dividido la cantidad de sus miembros (Cuadro 4).
Así, el 84,5% de las familias percibe un ingreso que no supera los G. 300.000 por
persona: el 28,9% percibe menos de G. 100.000 y el 55,6% entre 100.000 y 300.00017. Por
su parte, un 13,3% entre G. 300.001 y 500.000 y sólo una familia (2,2%) recibe más de G.
700.000 mensuales por cada miembro, lo cual indica un nivel de vida relativamente
bastante elevado.
16 El 11% de ellos manifestó poseer más de una ocupación, en cuyo caso se sumaron los ingresos.
17 Señalemos que este estudio se ha concentrado en aquellas unidades familiares con ingresos per cápita
inferiores a los G. 300.000, que engloba al 84,5% de las familias encuestadas, asumiendo que en virtud de los
recursos financieros disponibles en ellas se ponen en práctica estrategias que difícilmente se hallen orientadas
al ascenso social o la acumulación.
13
En contrapartida, existe una alta prevalencia de ocupaciones vinculadas con lo que se
da en llamar sector informal (Trabajador por cuenta propia), que afecta al 47,5% de la
mano de obra18. La percepción de la precariedad laboral y la inseguridad que ella reviste es
vivamente retratada por Ana19 al referirse a su marido ya fallecido:
P: ¿Por qué trabajas como empleada doméstica, porque es lo que sabés hacer o porque o es
lo único que hay?
18 Son inusitadamente diversas las actividades incluidas en este sector. Pueden citarse, entre otros:
pescadores, albañiles, costureras, “changadores”, mecánicos automotrices y de bicicletas, hojalateros,
peluqueras, zapateros, recolectores y vendedores de hierbas medicinales, fabricantes y vendedores de
alimentos, así como vendedores de artículos de variada índole.
19 50 años, viuda y con 6 hijos. Vive con dos de ellos y dos nietos, cuya madre se encuentra hace casi seis
meses trabajando en Buenos Aires como empleada doméstica. Ella también desempeña ésta actividad, por el
ínfimo salario de G. 40.000. (En este y todos los casos se utilizan seudónimos).
20 En el Paraguay la cobertura del sistema de seguridad sólo alcanza aproximadamente al 19% de la
población, restringida al sector formal y principalmente al medio urbano.
21 31 años, casada y con dos hijos. Silvia percibe un salario aproximado a los G. 100.000.
"Estrategias de supervivencia y reproducción social: el caso del barrio San Alfonso de Pilar - Paraguay"
Ariel Miño Worobiej
Centro de Estudios Rurales Interdisciplinarios (CERI) - Paraguay
R: Por un lado es lo único que sé hacer, porque tengo pocos estudios. Para ayurdarle a mi
marido, porque eso es lo que me corresponde [...]. (T22)
R: [...] Hace poco nomás que yo trabajé, cuando él [su hijo] estudiaba, para ayudarle porque
el estudio es caro. El sueldo de mi marido no da para que uno estudie, comida...
Así, el trabajo del jefe de familia varón, de la esposa y del o los hijos, es decir, los
ingresos provenientes de la estrategia consistente en la utilización intensiva de mano de
obra familiar se integran el capital mínimo indispensable para la supervivencia cotidiana de
la unidad, y claramente no responde a una estrategia orientada a la acumulación. No
obstante, cierta percepción de extraordinariedad del ingreso de la utilización de mano de
obra femenina y menor se corresponde con la tradicional atribución del rol de proveedor
exclusivo al jefe de familia varón.
P: ¿No tienes a alguien que atienda a tus hijos? ¿Alguien que te ayude?
R: No, yo sola. El otro trabaja para estudiar, mi hija desde los 9 años ya trabajaba. Fue de
niñera y después entró en el colegio [escuela] y terminó el sexto grado. Después trabajó
para ir al colegio, hasta ahora trabaja. (Cristina25. T)
R: [...] yo valoro el estudio. Yo antes no quería estudiar para ser modista, pero ahora veo la
15
realidad, la modista, la peluquera, vale también. Ellos ganan plata, pero yo antes no me
había dado cuenta. (T)
27 Jorge, de 51 años, es separado y vive con 9 de sus 12 hijos y con una nieta. Jorge se dedica a la
recolección y venta de hierbas medicinales (“pohá ñaná” en guaraní, utilizados para el consumo de tereré y
mate). Uno de los hijos lo asiste en la extracción de las hierbas y tres de ellos se dedican a su venta en la
ciudad de Pilar. El caso de esta persona es sumamente interesante, ya que nos da cuenta de múltiples
prácticas de superviencia.
"Estrategias de supervivencia y reproducción social: el caso del barrio San Alfonso de Pilar - Paraguay"
Ariel Miño Worobiej
Centro de Estudios Rurales Interdisciplinarios (CERI) - Paraguay
en una propiedad de la Policía Nacional. Sin embargo, puede notarse que estas prácticas no
siempre resultan efectivas:
R: Y claro, el jefe de policía, que me fui dos [o] tres veces . Yo me fui y le hablé bien...
primero me fui junto al gobernador, le conté. Me dice que no estaba a su alcance pero
que el me quería ayudar. Yo le conté bien como, qué era lo que quería hacer y me dijo
que está muy bien, que le gusta lo que yo le digo pero que no está a su alcance, que está
al alcance del jefe de policía. Andate junto a él y decile que me había dicho así, así
como vos me contaste andá a contarle, es un señor de bien, te va a ayudar, no va a haber
problema. Me fui y no pasa nada. Pero él mismo [el gobernador] si me quería ayudar
tenía que dar un telefonazo y le hubiese dicho: “mirá, acá se va un ‘esto y aquello’ y a
ver si le podía hacer una ‘gauchada’, una mano”, qué se yo. El mismo si me quería
hacer esa gauchada me podía hacer, pero el me dijo “andá y hablá con él”, y me fui pero
no pasa nada, ese es el problema [...] y eso que le conté bien cuántos hijos tengo, y le
conté en qué trabajaba, cuál es mi problema y por eso que me voy a molestarle, que yo
soy un tipo que nunca he amenazado a nadie porque sí nomás, y ahora que necesito y
por eso nomás que me voy, para plantar esto y esto y aquello. Y le gustó, pero ahí
terminó, no pasa nada.
28 Se refiere a la destitución del presidente Raúl Cubas en marzo de 1999 a consecuencia del asesinato del
vicepresidente de la República Luis María Argaña.
29 Administración Nacional de Electricidad.
30 Corporación de Obras Sanitarias, proveedora estatal de agua potable.
17
R: Nada, nadita.
P: ¿Y han solicitado alguna ayuda?
R: Ahora no. Antes le pedía algún trabajo, un puesto, de limpiadora aunque sea en
cualquier lado. En tiempo de elecciones pues siempre prometen, hay lugar para todos y
entonces yo solicité un trabajo y nada.
P: ¿Y usted hace algún trabajo de ayuda, para los más pobres o para los enfermos?
R: No hay trabajo, no hay compromiso pero ayer fuimos a rezar y llevamos un aporte a
voluntad. Entonces, eventualmente hay necesitados de ayuda. Eventualmente estás
enfermo y no tenés [dinero] ni para el taxi, entonces en esos casos se habla. Es muy útil,
están los fallecidos, los que se internan y se les da a ellos para que salgan también. (T)
Puede notarse que las citas refieren el carácter no obligatorio de las donaciones, lo
que sugiere que la participación o colaboración voluntaria en dichas iniciativas del grupo
constituye una forma de inversión. En otros términos, al participar en el “juego” como
donante se busca el reconocimiento como tal y, eventualmente, ser favorecido por prácticas
similares: Rosa nos dice: “yo también no sé si mañana qué me puede pasar y voy a querer
salir y pedir”.
Otra práctica frecuente está dada por la utilización del seguro médico del Instituto de
Previsión Social (IPS) en la provisión de medicamentos a terceros, es decir, no titulares. El
mecanismo utilizado es descrito por Ana:
19
Sin embargo, es de notar que estas prácticas son menos frecuentes que en el pasado,
lo cual responde al sensible empeoramiento de las condiciones de vida, como nos afirma
Elena:
R: Y antes antes nos convidábamos con cualquier cosa, pero ahora recelamos ya también
para dar
P: ¿Y por qué eso, por qué puede ser eso?
R: Está más difícil la vida
Las diversas organizaciones que a nivel barrial responden a esas demandas pueden
ser clasificadas en:
De hecho, el líder político colorado de referencia nos hizo notar que si bien
inicialmente existía en el barrio una cantidad considerable de adherentes de otros partidos,
ésta se redujo sustancialmente:
R: Entonces, ese fue lo que nos llevó a nosotros, yo como presidente de seccional, afiliarle
a casi la mayoría de... cuando nosotros habíamos llegado acá había 36 liberales, de los
cuales han quedado 3, verdad, después toditos fueron afiliándose al partido colorado,
porque al fin y al cabo el partido es el que le está dando solución a los problemas
que ellos...
Aquí encontramos una contradicción, más aparente que real: por un lado señalamos
que la acción solidaria a nivel formal se halla condicionada por el campo político-
partidario; sin embargo, Elena nos señaló la indiscriminación partidaria de parte del señor
González. Esto, en palabras de Jorge se debe a una táctica política orientada a la
cooptación de actores de otras nucleaciones:
R: [...] Ellos [los colorados] brindan preferencia a los liberales porque dicen “hay muchos
liberales y por eso hay muchos colorados que se enojan. Hay que dar a los opositores para
que voten por nosotros”. (T)
21
2.6. LA ARTICULACIÓN CONTROL SOCIAL Y
REPRODUCCIÓN DE LAS RELACIONES SOCIALES
Una conducta típicamente percibida como desviada tiene que ver con la sexualidad y
la reproducción: la promiscuidad y la maternidad fuera de uniones. Esto es lo que nos
señala Juana al comentarnos su experiencia con algunos vecinos:
Por otro lado, hemos señalado que el control social también es aplicado en casos de
que los agentes presenten señales de alteración de las condiciones de vida. En efecto, el
acceso de niveles relativamente superiores de consumo es reconocido como indicio de
movilidad social. En esas circunstancias también se ponen en marcha los mecanismos de
control social.
P: ¿Cómo se lleva usted con sus vecinos, en general así, hay problemas, conflictos?
R: Con mis vecinos, más o menos nomás también porque...
P: Ahá
R: No me suelo luego ir en la casa de mis vecinos, muy cerca pues tengo la casa de mi
mamá y ahí nomás suelo ir
P: Ah, ya. ¿No hay mucha relación, digamos, con sus vecinos?
R: Yo no tengo tanto, no me gustan parece
P: ¿No le gustan ellos?
23
R: Eh, no me gustan porque demasiado chismosos son
P: Ah
R: Eso es lo que tienen
P: ¿Hablan así de la gente?
R: Hablan...
P: Usted se enteró de que dijeron algo de usted o algo
R: Si... muchas veces, de otras vecinas así que hablan, cada vez que nos encontramos ya
hablan de otra vecina, igual co va a hablar por mí también
R: Entonces prefiero evitar nomás luego, no le saludo. La señora de acá antes llegaba a mi
casa, no salía de ahí y por ahora empieza a hablar de nosotros. Mi hermana tuvo su
bebé recientemente y se fue a traer leche, le llevó a mi hija. De venida le derramó una
latonada de agua en la calle, se cayó mi hermana con la criatura y todo. Nosotros nunca
le maltratamos a su hijo, siempre viene acá, aún después ella de haberse enojado. No sé
por qué se enojó con nosotros y empezó a salir a hablar por nosotros. Cosas dice que no
tiene pie ni cabeza... al principio me callé porque no soy muy ignorante, pero después
ya me dio bronca porque ella también hizo cosas que yo veía y entonces le canté todito
también. Uno se ataja pero después no aguanté mas y le dije y nunca mas hablamos. Es
mala luego. Después que nosotros le dábamos para comer y eso, para su hijo. Ahora
empieza a hablar por nosotros. Cortamos nomás luego, abrimos una puerta otro lado y
la puerta de ahí clausuramos luego, para evitar problemas.
3. CONCLUSIONES
25
C.RS S.RP.
C.E.
1 E.S.
Habitus
aquellas más restringidas que comprenden a los agentes individuales y unidades familiares,
tienden a debilitarse. Así, la agudización de la pobreza reduce la potencialidades de las
relaciones sociales tradicionales y con ellas las fortalezas organizativas de la comunidad,
ante la atomización social. Esta situación, por su parte, induce a los actores a vincularse
con formas más organizadas y globales de asociación, entre las cuales destacan los partidos
políticos (en este casos, esencialmente el partido en el poder en Paraguay hace varias
décadas), con su consabida carga de clientelismo.
Señalemos finalmente que junto con las estrategias de supervivencia cotidiana de los
agentes coexisten procesos tendientes a la reproducción del grupo, fundamentalmente
orientados por el control social ejercido por los agentes ante amenazas de desintegración,
tanto en el nivel de la conducta como de la coparticipación en las mismas características
económicas. Justamente estos factores son los que informan la homogeneidad (relativa) del
grupo y permiten su reproducción. Sin embargo, recíprocamente el control social ejercido a
través de la censura ejerce de generador de conflictos en la medida que la sanción,
devenida por la violación de la privacidad, es reconocida por los afectados como
indeseable.
27
BIBLIOGRAFÍA
ARGÜELLO, Omar 1980. Delimitación del concepto “estrategias de supervivencia” y sus vínculos
con la investigación socio-demográfica. Documento presentado al Taller sobre Estrategias de
Supervivencia, 13 y 14 de marzo de 1980, PISPAL.
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solución. (Asunción: CEPAG. pp. 11-23).
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Ariel Miño Worobiej
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ANEXO METODOLÓGICO