Tesis Pullito
Tesis Pullito
Tesis Pullito
UNIVERSIDAD DE NARIÑO
FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS
PROGRAMA DE LICENCIATURA EN FILOSOFÍA Y LETRAS
SAN JUAN DE PASTO
2014
1
VOCES Y MEMORIAS DE PULLITOPAMBA
Asesor:
Mg. Gonzalo Jiménez Mahecha
UNIVERSIDAD DE NARIÑO
FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS
PROGRAMA DE FILOSOFIA Y LETRAS
SAN JUAN DE PASTO
2014
2
―Las ideas y conclusiones aportadas en el Trabajo de Grado son responsabilidad
exclusiva del autor‖.
3
Nota de aceptación
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Firma del Asesor
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Firma del jurado
______________________________________
Firma del jurado
4
AGRADECIMIENTOS
En primer lugar, a la vida, que me ha permitido mantenerme fuerte y firme ante las
dificultades que se presentan.
5
DEDICATORIA
6
RESUMEN
En uso primordial de las facultades que poseen, los seres humanos han ido
creando, en el trascurso del tiempo, formas de interacción entre sí, como
respuesta a la necesidad natural de expresarse y, así, posibilitar su ser cultural.
En este trabajo, se encuentran consignadas algunas recopilaciones de
manifestaciones culturales, expresadas por medio de la tradición oral, de la vereda
de Pullitopamba, que evidencian la resonancia recíproca con respecto a sus
alrededores, debido al constante encuentro por los trabajos diarios del campo y la
posterior migración.Por ende, la documentación de la memoria oral se hace
necesaria, con el fin de presentar la posibilidad de que se mantenga viva de una
forma alternativa al mismo discurso.
Palabras clave:
— Cultura
— Genoy (Nariño)
— Memoria oral
— Pullitopamba (Nariño)
— Relato popular
— Tradición oral
7
ABSTRACT
In primary use of the powers they possess, humans have been created in the
course of time, ways of interacting with each other in response to the natural need
to express and thus enable their cultural being.
In this paper are recorded some collections of cultural events, expressed through
the oral tradition, from the village of Pullitopamba, evidencing mutual resonance
with respect to its surroundings, due to the constant encounter by daily field work
and subsequent migration. Therefore, the documentation of oral memory is
necessary in order to present the possibility that keeps alive in an alternative form
of the same discourse itself.
The collections included in this study are of great importance to the community, as
they are full of knowledge, traditions, feelings, reflections on the past, present and
the importance of this town.
Keywords:
— Culture
— Folktale
— Genoy (Nariño)
— Oral memory
— Oral tradition
— Pullitopamba (Nariño)
8
CONTENIDO
Pág.
INTRODUCCIÓN ................................................................................................... 13
1. EN LOS CAMINOS DE PULLITOPAMBA ................................................. 15
1.1 LOCALIZACIÓN ........................................................................................ 15
1.2 PRIMEROS ENCUENTROS CON LOS POBLADORES .......................... 17
1.3 LOS SABERES DE LOS ANCIANOS: SIGNIFICACIÓN DEL ―MAYOR‖ EN
LA TRADICIÓN ORAL .............................................................................. 20
1.4 ORALIDAD Y CULTURA........................................................................... 23
1.5 ORALIDAD: TRANSMISIÓN EDUCATIVA DE GENERACIONES ............ 25
1.6 FOTO HISTORIAS .................................................................................... 27
2. RELATOS DE PULLITOPAMBA ............................................................... 35
2.1 PRIMEROS RELATOS, FRASES Y EXPRESIONES ............................... 35
2.1.1 Los relatos iniciales. .................................................................................. 36
2.1.2 Historia, pensamientos y reflexiones sobre Pullitopamba ......................... 38
2.1.3 Las frases y expresiones........................................................................... 41
2.1.4 Para un día cualquiera: ............................................................................. 44
2.2 TRAS LA COSECHA................................................................................. 45
2.2.1 Para la siembra y los trabajos del campo.................................................. 46
2.2.2 Llllna costumbre de la época ..................................................................... 46
2.2.3 Guachar, sembrar y cosechar ................................................................... 47
2.2.4 Siembra ..................................................................................................... 47
2.2.5 Reflexión. .................................................................................................. 48
2.2.6 Siembra y cosecha .................................................................................... 48
2.2.7 El pueblo enaltece y celebra lo que se cosecha. ...................................... 49
2.2.8 De los castillos y tradiciones, relación y vida con los demás pueblos. ...... 50
2.2.9 El fiestero en las Fiestas Patronales ......................................................... 51
2.2.10 Caminando y sembrando hacia el Galeras ............................................... 52
2.2.11 Las culebras de El Edén ........................................................................... 52
9
2.2.12 El zorro mión y los cultivos ........................................................................ 53
2.2.13 La luna en las labores: .............................................................................. 54
2.2.14 P’ al café. .................................................................................................. 55
2.3 CUANDO EL GALERAS HABLA ............................................................... 55
2.3.1 El Galeras de antaño................................................................................. 56
2.3.2 Hacia el Galeras ........................................................................................ 56
2.3.3 El Galeras, nuestra bendición ................................................................... 57
2.3.4 El Galeras y el misticismo que encierra y secretos que aguardan ............ 57
2.3.5 En una de las primeras erupciones. .......................................................... 58
2.3.6 Otra sobre el Galeras ................................................................................ 59
2.3.7 Galeras, respeto latente. ........................................................................... 60
2.3.8 En Erupciones. .......................................................................................... 61
2.3.9 Galeras, sentido de vida y pertenencia ..................................................... 61
2.3.10 El Jardín Botánico. .................................................................................... 62
2.3.11 Un milagro que del cielo cayó. .................................................................. 63
2.4 LOS GUARDIANES .................................................................................. 63
2.4.1 El duende .................................................................................................. 65
2.4.2 La Vieja: .................................................................................................... 70
2.4.3 Las huacas. ............................................................................................... 73
2.4.4 El cueche: ................................................................................................. 76
2.4.5 El diablo y otras historias .......................................................................... 77
3. CONCLUSIONES...................................................................................... 83
EPILOGO…………………………………………………. ………………………….. 85
BIBLIOGRAFÍA ...................................................................................................... 88
10
LISTA DE FIGURAS
Pág.
11
GLOSARIO
*
Parte de estos significados se tomaron de: Zambrano, Guillermo. El histórico de Genoy. 2000.
(Inédito).
12
INTRODUCCIÓN
La tradición oral se puede tomar como un principio dentro de la vida humana; uno
de los gestos primordiales, una comunicación para entablar una relación social
con otros seres, que a su vez, guardan el misticismo y la esencia de quien lo sabe
utilizar, en esta medida ―voces y memorias de Pullitopamba‖, da apertura a un
mundo ancestral por medio del discurso narrativo, el cual nos adentra a conocer
las experiencias inmersas en memorias recopiladas de esta comunidad, facilitando
de este modo una herramienta que permita su prevalencia en el tiempo.
13
trabajo de investigación como el desarrollado no cambiara los imaginarios de todo
un pueblo y que la difusión del trabajo está ligada en una relación directamente
proporcional al interés que las personas contempladas en él, sostengan por la
herramienta que esté representa.
Caminar por los senderos, las vías y, en fin, por el campo que Pullitopamba y sus
alrededores, proporciona una entrada a un incesante, constante encuentro con
preguntas y respuestas hipotéticas; los pobladores inspiran el enigma que surge
en este sector; la forma de hablar suscita cosas como las dichas, y sus paisajes
embriagan los sentidos.
Cada historia, experiencia, relato, contados por los habitantes, provoca, con éxito,
cerrar los ojos y viajar en el tiempo y el espacio, para llegar a comprender de
alguna manera sus prácticas y deseos de campo, el amor por lo suyo y lo
circundante, además del respeto por todo lo que da vida a sus imaginarios.
14
1. EN LOS CAMINOS DE PULLITOPAMBA
1.1 LOCALIZACIÓN
15
introdujeron las costumbres que establece el catolicismo. Actualmente se
reconoce a San Pedro como patrono y se le celebran fiestas cada veintinueve de
junio, con expresiones que comprenden: repique de campanas, procesiones,
castillos, vaca loca, fuegos artificiales, bandas musicales, danzas, entre otros.
16
Figura 2. Mapa de Genoy.
17
1.2 PRIMEROS ENCUENTROS CON LOS POBLADORES
Los pobladores de este territorio son personas que, en una primera instancia,
analizan al forastero, pues el tiempo y su diario vivir les han enseñado que es
necesario hacerlo, debido a las reservas que se tienen tras hechos políticos que
han estado a punto de perjudicarlos, al haber pretendido violentar su soberanía
como pueblo y expropiar sus tierras, fundamento detoda su trascendencia como
cultura; pero tras este proceso y con la verificación de la intención del visitante, se
despliega una amabilidad que embriaga de atenciones;cuando se gana la
confianza de los pobladores, la ―charla‖ no se deja esperar y su fluidez lleva a
desnudar la esencia del pueblo, un pueblo trabajador; en cada esquina se narra
una historia diferente; cada persona tiene un sinfín de historias en casa,
atesoradas allí por―el mayor‖.
Tras las conversaciones, las esquinas del pueblo suelen regresar en el tiempo
para entregar un momento de vida, de experiencia, que están a la espera de ser
escuchados por propios o extraños; todas ellas hablan, pero se debe intentar oír y
entender lo que dicen,pues desde que lo hacían con facilidad ha pasado ya
mucho;a estas personas, a estas ―paredes‖ parece que las han remplazado, y sus
experiencias y su educar, por instrumentos fríos que se incorporan en las
estancias de la nueva generación: ―Ya nada es, como lo fue antes…‖; los oyentes
sordos se propagan y dejan una sensación que abruma.
18
sea cosa de todos los días, sino porque la hermandad y la fraternidad están
siempre presentes en su vida.
Don Solón Rivera, y sus historias, que por tradición oral conoció, y aun otras que
vivió, parece haber aprendido la forma de envolver y hacer que agrade lo que
cuenta; de la misma manera que el señor Lisandro Martínez, que logra ligar una
historia tras otra, en que tiene muy presente lo que se ha perdido y lo que se
añora; así, también,don TeodulfoYaqueno, que con la amabilidad característica de
su pueblo guarda en sus recuerdos parte de la sabiduría de sus padres y cuenta
las historias con el ímpetu y la elocuencia de alguien que sabe lo que vale su
cultura. Y todos ellos precisan que, como acto mínimo, es necesario que se
guarde de alguna manera la historia que enmarcan sus palabras.
En algunas personas que se cruzan por lassendas del caminante, bien sea en la
búsqueda de las memorias o en el azar de la vida, se hace evidente que la
tradición oral ha migrado hasta ciertos puntos, hasta ciertas generaciones. Las
reflexiones y la nostalgia son aspectos que se generan cuando se toca el tema de
la tradición y se observa el desinterés actual; el señor Saturnino Genoy, el señor
José Erazo y el señor Pedro Criollo, logran captar la atención del oyente; se nota
en las historias que cuentan la añoranza y nostalgia de lo que se pierde y de lo
que se ha olvidado, mas exponen la esencia del amor a su tierra.
Don Vicente Criollo es como una personificación de las cosas que se esperan,
porque se han conocido;logra ligar las historias de tradición oral con el
conocimiento histórico que los testimonios y escritos dan, y así forma un tejido de
relatos que narran lo que ha oído y lo que ha visto. En cada paso que dan estas
personas, se muestran fuertes y firmes a pesar del olvido de los propios, pero sin
dejarse alcanzar por la febril guadaña del olvido que apura su paso en estos
tiempos ya de libertad comunicativa, de apresurados caminos que no llevan a
ningún lugar.
19
Los dueños de la vida aparente se regocijan porque mantienen una fría relación
humana, la que antes no se practicaba diariamente, pues en los linderos de cada
fogón crecía la vida con la necesidad de hablar, de comunicarse y expresarse,
más que con la de cocinar. El habla se expone así como medio de educación,
para la difusión de unossaberes que alimentaban el crecimiento en la vida.
Fuente:https://www.google.com.co/search?hl=es-419&site=imghp&tbm=isch&source=hp&biw=1024&bih=
667&q= tradicion+oral&oq=tradicion+&gs_l=img.3.0.0l10.3290.10095.0.11819.11.9.0.2.2.0.134.1032. 1j8.9.0
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[citado Diciembre de 2012
―El mayor‖ es la persona que encarna el viejo adagio popular que dice que: ―más
sabe el diablo por viejo, que por diablo‖, pues la experiencia,tras el error y el
20
triunfo, determina un saber que se comparte para enseñar a hacer cosas
determinadas; así,el ―mayor‖ es el encargado de dar a conocer, de difundir lo que
la experiencia le ha enseñado y lo que, a su vez, algunos otros ―mayores‖ le han
confiado, pero la responsabilidad no es sólo de él, pues en el ejercicio de la
migración se permite el término de estos conocimientos, en quepor necesidad
debe estar presente lo que se acepta y la remembranza por parte de las
generaciones menores y el interés por compartirlas a las futuras.
Lo áspero en las manos no suele estar o aparecer de una forma azarosa, pues
tiene historia, al responder el porqué de ser así; las arrugas, que dibuja el
transcurso del tiempo, son caminos recorridos que se llenan con el recuerdo y la
experiencia. El ―mayor‖ es la vertiente que puede alimentar la práctica, la
ejecución y llevar acabo algo. Todos tienen algo que contar, mas para poder
contar es necesario alguien que sepa oír, escuchar, ver, mirar, observar o apreciar
lo que se expresa.
La niñez es un periodo en la vida que todos llevan y guardan con celo y que
muchos suelen querer volver a vivir; es el asombro, la fantasía y la libertad de
imaginar sin mayor preocupación, pero también es el periodo en que se captan
cosas, se aprenden y perciben otras; todos han pasado por ahí, mas es inexorable
que se tiene que crecer o, por lo menos, envejecer; no sólo se pasa o espera la
vejez, sino se transforma y aprende,hasta cuando se da el último suspiro y
aprende de las personas que rodean al niño; la voz de la persona mayor es algo
que se oye y que tiene mayor peso en esta niñez;las historias contadas muchas
veces tienen trasfondos que buscan enseñar comportamientos adecuados, pero
parece que, en la actualidad, el valor de la palabra de la persona mayor se olvida
cuando se crece;es como si se olvidara que no sólo en la experiencia propia
radica la realidad y que la televisión, la ciencia y la Internet no siempre dicen la
verdad.
21
tanto extraño, perose reconoce que en los resultados se evidencia que se tiene
algo de razón; muchos hablan de la luna, del día específico para realizar labores
claras y sin dificultades; es una forma de planear y elaborar las cosas con un
orden y una organización muy específica, se determinan prioridades, se diferencia
lo importante de lo urgente, aspectos que ellos aseguran haber recibido, como
conocimiento, de sus padres, de sus abuelosy que parecen haber desaparecido
en la actualidad.
―Los seres humanos de las culturas orales primitivas, aquellas que no conocen la
escritura en ninguna forma, aprenden mucho, poseen y practican mucha
sabiduría, pero no ―estudian‖.1
1
ONG, Walter. Oralidad y Escritura: Tecnologías de la Palabra. México: FCE, 1987, p. 18.
22
se desarrollen de esa forma, son experiencias que crecen en comunidad, que
crecen y acrecientan conocimientos de todo un pueblo, de la cultura. En estos
casos, el aprendizaje suele llegar por la instrucción, por el ―discipulado‖, por
preparaciones que se posibilitan y son evidentes en el accionar del pasar de los
días y la práctica de las tradiciones que se vinculan con lo que se hace y lo que se
cree en relación con un conocimiento adquirido.
Para muchos, ha sido importante conocer lo que la historia tiene que decir,si se
refiere a la historia como el momento en que la escritura puede labrar o grabar lo
que ha sucedido, y así se ha llegado a pensar que la cultura se autentica a través
de la escritura y que fuera de ella sólo se pueden concebir las denominadas
―civilizaciones primitivas‖.
2
ROSALES, Jairo Rodríguez. Del saber académico a la sabiduría oral. En: Revista Mopa-mopa, N°
17. (Pasto, 2006), p. 21.
23
que al aire hanviajado, lo que así ha creado unas relaciones que argumentan un
―desarrollo‖ de una capacidad primaria existente.
Walter Ong, al citar a Saussure, expone la relación entre la escritura y el habla oral
así:
―Con todo, concibió la escritura como una clase de complemento para el habla
oral, no como transformadora de la articulación‖.3
―La lengua es por lo general un modo de acción y no sólo una contraseña del
pensamiento‖.4
3
ONG, Op. cit., Pp. 23-24.
4
Ibíd., p. 39.
24
de lo que contienen y que pueden testificar o narrar,escriben oralmente sin cesar
sobre lo que se cuenta, pero siempre conservando su esencia, conservando la
cultura.
Por medio de la tradición oral, a través del habla frecuente, se han posibilitado a lo
largo de los años, en las culturas, hechos educativos, de enseñanza, que han ido
dándose, generación tras generación, y que para muchos ha funcionado en
algunos puntos de una manera más adecuada y visible que si se tratara de una
instrucción o capacitación a través de las grafías. La memoria es algo que se
aprecia de una manera más activa en sociedades que poseen prácticas orales
vivas, ya que por medio de la memoria se consignan la ―historia‖ y las tradiciones
de los practicantes y se reiteran una y otra vez con el fin de no olvidarlas.
25
confunde o borra de la mente el contexto del cual surge el material que
estoy leyendo, es posible recuperarlo repasando selectivamente el texto
anterior. La vuelta atrás puede ser del todo fortuita, meramente ad hoc. La
mente concentra sus energías propias en adelantarse, porque aquello a lo
que vuelve yace inmóvil fuera de ella, en fragmentos siempre disponibles
sobre la página inscrita. En el discurso oral la situación es distinta. Fuera de
la mente no hay nada a que volver pues el enunciado oral desaparece en
cuanto es articulado. Por lo tanto, la mente debe avanzar con mayor
lentitud, conservando cerca del foco de atención mucho de lo que ya ha
tratado.‖5
5
Ibíd., p. 46.
26
1.6 FOTO HISTORIAS
Figura 4. Caminos.
27
Figura 5. Montañas
28
Figura 6. Senderos.
29
Figura 7. Paisajes.
30
Figura 8. Vegetación.
31
Figura 9. Árboles.
32
Figura 10. Cielos.
33
Figura 11. Familias
34
2. RELATOS DE PULLITOPAMBA
35
pena registrar. Se sabe que en épocas anteriores la palabra era el peso y el
contrato para cualquier diligencia; se ve que ya no es una tradición que continúe
en las nuevas generaciones, con lo que no se quiere afirmar que los contratos
escritos no tengan validez, pero es verdad que antes de la escritura fue la palabra,
y fue el primer momento de validez respecto a los otros seres.
Con el pasodel tiempo, la historia oficial se cuenta de una forma única, pero en la
memoria colectiva se consignan verdades que muchas veces se suprimen, porque
no se logra demostrar su total veracidad o porque no conviene divulgarlas
oficialmente, mas, cuando se conservan como un recuerdo que se cuenta, se hace
necesario mantenerlo vivo, para que las personas que lo han formado y lo han
contado no queden en el silencio, a pesar del tiempo y de la finitud natural del
hombre; así es como se llega a conocer un relato como el de Urcunina o
Shalanina, que dice que:
6
MARTÍNEZ, René. 33 años; Corregidor Municipio de Genoy, 2012.
36
también se certifica que este papel de la mujer es inherente a la identidad cultural
a la que se adhiere, pues se vive siempre con ella, como también con el recuerdo
de los primeros que llegaron a estas tierras:
Desde este relato, el señor Pedro Criollo da a conocer no sólo los sentimientos
frente a su hogar, a su tierra, sino que narra un fragmento de historia, que se
vincula indiscutiblemente con su identidad, como también puede ser el recuerdo
de tiempos pasados, de la forma como estos pobladores se relacionaban con sus
alrededores:
Así,don Vicente Criollo describe y cuenta lo que ocurría en uno de los tantos días
en que la gente salía a comerciar a la ciudad; el esfuerzo y la forma para que las
cosas, que generalmente se encuentran en un mercado, lleguen a él; o también se
puede imaginar, a partir de lo que relata don Quintín Mesías, como eran algunas
comidas de ―más antes‖:
7
CRIOLLO, Pedro Ignacio. 78 años; Habitante Municipio de Genoy, 2012.
8
CRIOLLO BENAVIDES, Vicente Agustín. 89 años; Municipio de Genoy, 2012.
9
MESÍAS LUNA, Quintín. 85 años; El Vergel, 2012.
37
El tiempo deja huellas de variación, no sólo en el calendario, que va cambiando,
pero que en esencia es el mismo, no sólo en los caminos que dan muestra de ser
transitados. Las formas de vida cambian y, con ellas, la comida; añoranza y
recuerdo tienen los que vivieron las comidas de ―más antes‖, como otros usos y
costumbres, como lo que se describe ahora:
Antes, los viejos, para conquistar la novia, llegaba el hijo y decía que iba a
traerla; bueno, entonces hay que ensayarla: tráigala; actual tengo pioncitos,
tráigala; la ponían a pelar mote, irse a moler la chicha en la piedra, moler
los envueltos en la piedra; entonces sí, pues sí, de ahí decían, pues, las
viejas, como era la vieja mi suegra, o vieja, mamá o abuela: ahí se ven las
buenas nueras; que diga la piedra que coge: ―jueves, jueves, jueves‖ [dicho
de manera muy rápida, en relación conel ritmo de la narración hecha], esa
sí está buena para ser mi nuera; pero que coja la otra y diga:luuuuuuunes,
luuuuuuunes, luuuu[dicho de manera lenta, en relación con el ritmo de la
narración hecha], esa no, esa no sirve.10
La vida del campo, la forma como percibeel hombre en el campo, que trabaja, que
guacha las tierras, procurando llevar comida siempre a su hogar, y la mujer
―hacendosa‖, como tenía que ser, con conocimientos sobre el hogar y que así le
permitía que se formara una buena pareja (dentro del contexto que se menciona).
10
MESÍAS LUNA, Op. Cit.
38
ganado y, pues, prácticamente de la tierra; entonces, los fenómenos de
producción vacuna vienen con fuerza aGenoy y, como uno de los
corregimientos más fuertes está en Pullitopamba, pero no son ni de la gente
de Pullitopamba, ni de la gente de Genoy11.
Fue el equipo glorioso; cuentan que jugaban con las botas machas, las
recortaban en la parte superior y jugaban fútbol y eso era el recorrido
veredal; entonces, ellos eran los héroes, en los años 50s y 60s, y ellos
siguen siendo míticos, porque todo el mundo recuerda el Huracán, y
existen ciertas nostalgias con la muerte de don Audelo, ex jugador de los
huracanes, don Roberto Yaqueno, que fueron personas que vivieron un
fenómeno muy bonito, y creo que con la muerte de ellos mueren cosas
como la organización ciudadana, la participación, y con ellos también creo
que se fue lo que era la integración, porque gracias a ellos, esos
fenómenos del fútbol viajaban hacia otras veredas.13
11
MARTÍNEZ, Op. Cit.
12
SATURNINO, Serafín. 52 años; El Lindero, 2012.
13
MARTÍNEZ, Op. Cit.
39
puede serlo el recuerdo de una personal especial, por muchas razones, en otro
sector de la vida de la comunidad, como lo rememora René Martínez:
En los tiempos en que el maíz fue algo de fruto para nuestra tierra, y todo
eso, la ―loca‖ Marcela era la que generaba cantidad de empleo, y por ahí
fue llegando, no solamente el maíz, sino también la marihuana, porque
tenía dos hijos marihuanerísimos; entonces, la gente los recuerda mucho
porque se desnudaban y daban vueltas por los maizales; y don Macario
Villota, que es él quien le trabajaba fuerte a ella, entonces don Macario y mi
tío contaban la historia que, de todos los muchachos, doña Marcela era
muy enamorada; entonces, se llevaba a trabajar los chinos más guapos
para allá; ella fue una de las personas que de pronto cedió en algo en la
tierra; pero ya de ese fenómeno, estoy hablando 30 años atrás, 36 años
atrás.
14
CRIOLLO BENAVIDES, Op. Cit.
40
verlo a él y con ver a gente de la región, con ver a doña María, que es la
síndica de la iglesia, que es una educación, y un respeto por el otro,
tremenda, que es una diferencia tajante entre él, diciendo ―viejo‖ con todo
respeto, entre la comunidad de tercera edad que tenemos en Pullitopamba,
y la que tenemos en Genoy,hay una diferencia tremenda porque el respeto
que se tiene allá demuestra unos grados mucho más grandes; entonces,
uno dice: ¿Qué pasó?; lo que pasó fue que los fenómenos de arraigo
sirvieron mucho más metidos allá, sin salir, que los, que los fenómenos que
se mezclaron acá y que fueron fruto de socializarse y, bueno, llegaron fue a
dañarse.15
Frase que don Solón Rivera utiliza para referirse a la importancia que tienen los
relatos y la consecución histórica de conservar las tradiciones vivas, para que, de
esta manera, los pueblos mantengan viva la historia de su cultura y su
trascendencia en ella.
―Si la cultura de un hombre, si los modismos, si lo que viene, hace que la cultura
mengüe, se pierda con eso. Que se pierde, se pierde el hombre como tal.‖17
15
MARTÍNEZ, Op. Cit.
*
Se trata de Manuel Antonio Carreño Muñoz, que había nacido en Caracas en 1812; fue un músico,
pedagogo y diplomático, fallecido en París en 1874. Con la publicación de su Manual de
Urbanidad y Buenas Costumbres, en 1853, pasó a la historia.
16
RIVERA, Solón Jeremías. 57 años; Habitante Pullitopamba, 2012.
17
MARTÍNEZ, Op. Cit.
41
Este juicio se establece para dar a entender que el problema no está en aspectos
venideros que afecten la cultura, sino que la dificultad radica en que se permita
cambiar la identidad por vivir inmerso en lo forastero.
Don Pedro se refiere a la tradición oral, al conocimiento que ―los viejos‖ le han
legado con un gran respeto, y determina que todos estos relatos conforman
historia, parte de la que fue y parte de la que se construye día con día.
Sino uno, cuando no ve algo, uno dice: no, eso es mentira; pero, la verdad, sí
existe eso‖.19
―Y uno que le cuenten, más les hacía la conversa: a ver siga; siga,agüelito,
converse‖.20
Con esta expresión, don Lisandro Martínez permite asimilar el cariño con el que
guarda los recuerdos de las historias que los ―agüelitos‖ contaban, y lo envolvente
del discurso circundante de la época de su niñez; o, si no, cuando refiere:
No, pues, al ponerse a escucharle a ellos, se tenía, ellos sí tenían un relato
grande, uno, pues, porque ya no se le quiso quedar las cosas de ellos, porque
ellos sí eran jodidos para contar de antes.
“Ahorita las tradiciones ya no son como en el tiempo de antes; antes había más
respeto; ahora no, ahora la juventud ya no quieren ir ni a la misa; ahora uno les
dice: vayan a la misa, vagos, de aquí, hombre;¡mjum!, ni bolas le ponen, y antes
no, antes desde pequeñitos hasta grande era la misa”.
18
CRIOLLO, Op. Cit.
19
RIVERA, Op. Cit.
20
MARTÍNEZ, Lisandro. 62 años; Habitante Municipio de Genoy, 2012.
42
Asíexpresa que algunas de las tradiciones y costumbres inculcadas antes con
ahínco, se han ido perdiendo en el tiempo y se han desobligado un poco;
asimismo, cuando donVicente Agustín Criollo Benavides dice:
Así denota las enseñanzas y consejos que le daban sus ancestros, con el fin de
hacerlos más fuertes y de mostrarles la forma adecuada de vivir y contemplar un
futuro digno, con sus propios medios; o también cuando señala:
Rememorar y contar es una forma de hacer ver cómo eran las cosas, las
situaciones y las respuestas a determinadas acciones, y aquí queda consignada
una forma de llamado y de reacción que se efectuaba años atrás, donde don
Saturnino Serafín Genoy recuerda la unidad que sigue existiendo como pueblo,
pero que anteriormente se evidenciaba de una forma más clara.
“Para mí, es importante que mi pueblo conociera lo que está perdido, porque la
juventud ni siquiera sabe que lleva sangre de indígena, no tiene conocimientos;
estas cosas siempre es importante que esté escrita en un cidi[CD], en una historia,
un cuento, para que los hijos conozcan esto y sepan de dónde vienen, para dónde
van”.
Todos los avances que llegaron fueron como dejando a Pullitopamba como
una especie de Macondo, es un espacio un poco perdido en el tiempo…
…Tierra de historias perdidas en el tiempo y en nuestras memorias.
De Pullitopamba: es más la gente que sube que la que decide a bajarse.
43
Que no deje historia, no es nadies, nadies se acuerda de uno.
―Que nació, vivió y se murió, eso no sirve, hay que dejar algo que se recuerde‖.21
De nostalgia se llenan muchas veces los recuerdos, cuando se han conocido las
virtudes culturales que se amaban, pero que se van cambiando a través del paso
del tiempo, pero es necesaria esa añoranza y esa nostalgia para que, si bien no se
vuelva a lo mismo, por lo menos no se olvide dónde se encuentran muchas de las
raíces de lo que se es, como se puede percibir en el escrito que sigue.
Y dice un pueblo,
De sí mismo, sentirse orgulloso
Cuando con su propio accionar
Ha formado la trocha
Que en camino más tarde se ha de plasmar.
21
YAQUENO, Teodulfo. 72 años; Habitante Municipio de Genoy, 2012.
44
Pero venga, venga, hermano mío,
Vamos en minga a recoger ese choclo, que sarazo ya ha de ser;
Después, en la tarde, ya sea en la tulpa o el fogón,
Una buena poliada, y con ella el sazón.
Se debe recordar
Que no solo trabajo todo debe de ser;
El descanso y la dispersión
Su propio tiempo, con la chaza, ha de tener.
La pelotalista está,
En la jriga alistada la dejé,
Con un buen puro
Que, lleno de chicha, siempre he de tener.
Ya terminado el juego,
Yo lo invito a cenar;
Pa’ mi choza nos vamos
Y un purruz delicioso me deja invitar,
Aunque le advierto que un poco chirle me suele quedar.
(Francisco Mena)
2.2TRAS LA COSECHA
45
acto aislado de una enseñanza mayor, pues son la consecución de actos
planificados y argumentados como una filosofía de vida, que se practica día a día
y que se puede llevar acabo en otros aspectos, cuando la enseñanza ha sido
efectiva.
2.2.1 Para la siembra y los trabajos del campo. Así, dice don Solón Rivera:
2.2.2 La luna costumbre de la época. Sobre esto, don José Erazo dice:
22
ERAZO, José. 65 años; Habitante Castillo Loma, 2012.
46
El Almanaque Bristol siempre fue una ayuda, que mostraba épocas óptimas para
poder sembrar o cosechar; la posición y estado de la luna jugaba un papel
fundamental en las labores que se ejercían en el campo.
La música, que recuerdos trae, y el punto de trabajar entre amigos con ella, crea
vínculos entre las personas y recuerdos de momentos que se generaron en
complicidad con la melodía; se enfatiza en los recuerdos, pues es algo que genera
una necesidad de contar, la misma que gesta el discurso y el encuentro con los
que van a escuchar, los mismos que, con el tiempo, van a poder contar.
47
2.2.5 Reflexión.Y así sigue hablando don Lisandro:
V’usté, hasta no ver la luna, que estaba buena, no podía sembrar; así eran
los antiguos, y ahora no, ahora cogen y ¡mjuum!, le zumban el maíz, o la
papa, o lo quese sea; por eso es que no se da también, pues, porque no se
cogió lo mismo de los mayores; antes era comprar el [Almanaque] Bristol y
usted ya tenía que el Bristol, tal fecha, tal mes, ’tar listo con el terreno para
poderlo sembrar, ya ve, y antes no se perdía nada, y ahora, pues, como ya
no, ni el Bristol, ya no se coge, sino que dicen: no, la luna ya voltió no más,
listo a sembrar; entonces, parece que está qué bueno, y malo, se le daña al
final; ya no, ya no le paran bolas, ya los viejos ya se acabaron, y no se
cogió lo mismo de ellos; hay unito todavía, pero ya la juventud, ya no, la
juventud ya no quiere ni trabajar; por eso en el volcán p’arriba cómo está, y
usted ’biera visto más antes, eso de sembrado que era, aquí no se
conseguía gente, era toda p’arriba, eso era: papa, oca, olloco, haba,
repollo, col, vea, y ahora nada, todo es potrero no más, la gente ya no, no
sé cómo será que va a vivir más allá, ya están olvidados de todo; hasta uno
ya va dejando porque ya no hay gente pues, ya queda solo, uno solo, que
ya no hace nada; la gente ahora,pa’ trabajar, dice a construcción, a Pasto.
Esto de las partes de aquí de las faldas se veía negro, toditico negro de
sembrería; ahora ya no, ahora ya no, ahora ya directamente los terrenos
que hay los vendieron para el asunto del ganado; no tiene sino sus vacas
de leche, otros se fueron a Pasto a servir directamente en los carros, y
ahora ya no queda nada; la plata, en esos tiempos, barato los terrenos.
2.2.6 Siembra y cosecha. Así habla, sobre esto, don Quintín Mesías Luna:
48
encomendándonos a Dios; algunos, pues, de repente, sí, tenían su
oracioncita.
49
2.2.8 De los castillos y tradiciones, relación y vida con los demás
pueblos.Esto recuerda don Quintín Mesías Luna:
Lo demás sí, todo, esos cuyes asados, y todo, gallinas asadas, y todo eso lo
pasan ahí en el castillo, porque antes era pos que, por ejemplo, aquí
nosotros, yo recibía el castillo,’tonces me lo entregaban a yo el castillo cada
año, entonces, al año tenía que yo volverlo como lo encontré; yo lo recibía y
repartía a todos mis vecinos, amigos, todo, hasta Pasto llevaban los castillos
y, entonces, al año, ya para ser el veintinueve, vuelta San Pedro y San Pablo,
volvían; a mí, si me daban algo, el pollo, la gallina o el pan, tenía que yo
volverles, yo le volvía duplicado, multiplicado, digamos; me daban un pan, yo
volvía dos o tres, y eso lo ponían vuelta allá.
Costumbres de antes, eso era bonito. Y allá debajo del castillo hacían la
merienda de los danzantes, había una bateada de papa, olloco y cebolla
guisada encima, le echaban para comer, y comer de ahí; el capitán de eso,
del pueblo de Genoy, era un viejito Darío Criollo, y Juan Criollo; esos cogían,
se arremangaban y, con una cuchara, cogían el guiso de cebolla y todo y
echaban en los platos de papa y olloco y repartían a los amigos; era una
comunidad bien unida, y la música, pues, la música de vientos, que estaba,
que se soplaba, y los bailarines baile y baile, con mujeres y hombres.
50
Los viajes y las experiencias vividas marcan antaño un sentido diferente, el tiempo
y las formas de hacerlo son determinantes; los espacios que se generaban tras
dar cada paso y ver quizá las cosas de una manera más detenida; las expresiones
culturales existentes en la época dibujan en la mente, gracias al recuerdo, el
movimiento de la danza, el festín comunal, aspectos que vinculaban e incluían a
los habitantes dentro de una sola manifestación, el sonido y la música, la
contemplación del descanso y la festividad, que los patrones San Pedro y San
Pablo propiciaban.
Las Fiestas Patronales, aquí, las Fiestas Patronales: la de san Pedro y san
Pablo; oiga, qué fiesta tan grande que era esa; claro, pues ahorita la
situación económica también es dura, ahorita también la fiesta la pasamos
todo el pueblo, porque si no, no alcanza; diga, en esos tiempos un solo era
el fiestero, una sola familia, y ese se encargaba de banda, padre, boda,
baile, trago y todo. Y era lo más bonito que sembraba, por decir, el
veintinueve de junio, y coge la fiesta, para el otro veintinueve ya sembraba;
eso, decíamos, es para la fiesta, ya la papa, el olloco, y eso a ese fiestero,
claro, lo hacía con toda la fe; eso, no me ha de creer, tenía que ir a hacer
dos cosechas, sacar todo lo que se salía de la tierra, porque se enverdecía
con el sol, y después sacar lo propio ya; eso era regándose por encima el
olloco, la papa, el maíz; ¡calle!, eso le daba, era abundancia también; se
tenía esa fe, que el santo ayudaba al fiestero, que no lo dejaba solo. Y era
así; y hubo una época que esas casas eran de paja, y este fiestero no
quiso gastarle como era debido, al santo, unos ―cuhetes‖,¡a lo más que
nunca!, y se quemó la casa, le quemó la casa el día de la víspera; llegar un
―cuhete‖, llegar un ―cuhete‖ preciso donde estaba la casa del fiestero,
cuando menos pensaron fue echando llama; por ese motivo se le tenía
gran respeto a san ―Pedrito‖.
Las festividades de san Pedro y san Pablo en Genoy centro generan un encuentro
de todas la veredas, que se vuelcan para celebrar con sus santos patronos.
51
todos los gastos?: la fe y la fertilidad de los cultivos como gracias recibidas de los
santos eran una de las razones para ser el ―fiestero‖, pero jamás fue una ―carga‖,
era un honor que se solicitaba con cierta anterioridad y teniendo en cuenta el
compromiso de cumplimiento con esta festividad, los santos y el pueblo en
general.
El manto de sembríos que cubría las faldas del Galeras teníaincluido el esfuerzo
que cada campesino, que cada habitante imprimía para dar pasos sobre estos
tejidos; el esfuerzo y los conocimientos ancestrales que determinaban una técnica
y una forma de lograr, con dedicación, la cosecha para el sustento de sus
habitantes.
2.2.11 Las culebras de El Edén. Al respecto, esta historia la refiere don Quintín
Mesías Luna:
Cosechando, pues, allá abajo, en El Edén, las que siempre nos hacían
asustar siempre eran las culebras; lo que es, en esos tiempos, primero,
cuando yo trabajaba, había un viejo que trabajaba, viejo de allá, que los
papás lo habían tenido allá. Pero siempre era en las siembras de café o de
maíz, siempre nos pasaban siquiera sus cuatro culebras allá donde iba yo, y
largas más de una braza, y esas había que estar listos para que no lo vayan a
voltear y lo muerdan; esas son bravas, esas matan; esa culebra equis, esa es
matona.
52
Así éramos nosotros; mi papá nos hizo unas botas de cuero de vaca, así,
forrados, en la alpargatica de llanta que teníamos, bien amarrados pa’
protegernos; no ve que esas, en la hierba, de repente salían y ¡ta!, pero
nosotros esperando, la gente, se acomoda, se hace sortijas, sortijas, y de ahí
sí le suelta el bocado, hasta donde se arranca esas sortijas, porque si ella
corriera tras de nosotros, como el perro, no se escapa nadie.
Hasta comí culebra; buena la carne, buena. Habían viejos en Sandoná, unos
viejitos que la echaban al sancocho, la culebra, la desollaban, el todo es verla
que no se muerda, y la desollaban, y esos trocitos de carne al almuerzo.
El Edén muestra una realidad diferente para las personas que bajaban a trabajar a
este sector, pues hay una diferencia entre el clima de Genoy, el de Pullitopamba y
el de El Edén; el clima es, en un primer plano, un cambio y,por ende, los productos
y las formas de trabajar el campo son un tanto diferentes en relación con las cosas
a tener en cuenta; las culebras del sector obligaban a los trabajadores a trabajar
con un constante cuidado y sin dejar aspectos a la ligera.
El constante trabajo del campo, que llevaba a personas de las tierras bajas hasta
las altas y a las faldas del Volcán y viceversa, permitió un intercambio oral;
conocimientos,técnicas, vivencias, historias, pasaban de un lado al otro, sin
importar ―linderos‖, se creaba un saber oral más amplio, fortalecido por
experiencias adquiridas en percepciones diferentes.
2.2.12 El zorro mión y los cultivos. Ahora estas historias, relatadas por don
Vicente Agustín Criollo Benavides:
53
mión;’ton’s le tenían mucho cuidado, que habían muchos, estas partes de
ac’abajo, chiquito y grande era, y eso no se aguantaba el orine, que decían,
y tenía que taparse las narices uno para no aguantarse la fetidez, que era
brava, y tenía que correrse porque, o sino, lo fregaban, ahí lo dejaban
directamente y le tocaba a bañarse rápidamente.
Antes era claramente que, en este asunto, la luna no esté tierna; lo que
decían: la luna tierna, y la luna tierna no producía directamente las
sementeras del maíz o la papa, la zanahoria, el olloco, la cebada.En fin, el
maíztenía que esperar que pasen los cuatro días, ya llegaba vuelta de
creciente a sembrar ligeramente; ya pasaban los días, a sembrar, mi querido
amigo, vamos a sembrar en buena luna, porque si no se acaba y no florece
nada par’acá. Para lavar la ropa también, porque la ropa se tisaba, se tisaba,
la mala luna, no duraba; lavándola directamente en buena luna, la camisa le
duraba directamente mucho tiempo.
54
2.2.14 P’ al café. Sobre esto, dice don Quintín Mesías Luna:
En las labores del campo, la sencillez suele ser un don que se ignora en la
actualidad, todo se rodea de lo que se ―necesita‖, de lo que se debe comprar,
aspecto que era diferente años atrás, cuando lo que se necesita se salía a buscar,
se encontraba en el mismo campo, en guachar o en cosechar, en exprimir y ver
más allá de una ―necesidad‖ que otro suele crear.
El Galeras tembló duro fue en el año de mil novecientos treinta y seis, que
mandó una piedra a Popayán, y una, como de unas cuatro toneladas, ahí
atrás del Morasurco.
Esta es la relación que algunos de los pobladores tienen con la gran montaña; se
observa el sentimiento de gratitud con el volcán y el sentido de pertenencia al
sector; inclusive existe una vinculación de carácter estético con su actividad
volcánica.
55
2.3.1 El Galeras de antaño.Doña María Vallejos refiere:
El Galeras no era así como es, el Galeras era derecho, cuchillas bien;
dispués que reventó y empezó la gente con tanta cosa es que tiene eso
así, esos hundidos. De ahí no, el Galeras era cuchillas bien, bien paradito;
entonces, como empezó la gente con tanta cosa, entonces vino así; dijeron:
lo hicieron enojar.
La edad no sólo da fe de cosas que en años anteriores pasaron, sino que también
lleva consignada, en y con ella, imágenes que, a diferencia de una pintura o
fotografía, a través de la oralidad permite verla desde muchas perspectivas.
Fuente.https://www.google.com.co/search?q=volcan+galeras&espv=2&source=lnms&tbm=isch&sa=X&ei=abkHVKzmOcnJ
ggSn9oGgCA&ved=0CAYQ_AUoAQ&biw=1366&bih=667#facrc=_&imgdii=_&imgrc=1blZuZKr78vwYM%253A%3BNlgBzafrr
Ro8ZM%3Bhttp%253A%252F%252Fcontraloria-narino.gov.co%252Fapc-aa-files%252F495052435f534c4943455f30303
03134%252Fvolcan.jpg%3Bhttp%253A%252F%252Fwww.contraloria-narino.gov.co%252F%3B826%3B275 Fecha de
ingreso diciembre de 2012
56
al otro día y ya él simplemente le había alcanzado a decir a un compañero
que bajó un marrano y encendió esa máquina, y de eso ya lo bajaron para
el centro y había fallecido; eso es lo que conozco, cuando estuvimos en la
apertura p’allá.
En torno al Volcán Galeras, las historias son frecuentes; el respeto que inspira ha
gestado un sinfín de relatos, que procuran dar muestra de los imaginarios que lo
circundan y que se han dado a lo largo de los años, como, en este relato, la
relación del poblador con la montaña y su efecto maléfico.
2.3.3 El Galeras, nuestra bendición. Así refiere don Quintín Mesías Luna la
relación de los pobladores con el volcán:
Eso es, bueno, teníamos una papa recién como para nacer, y eso quedó
blanco; entonces, dijo un viejito:arrinconémole la tierrita a la mata de papa, y
le arrinconamos, y eso después floreció ¡qué linda!, y dio papa, vea, que era
como regar una arroba de papa en cada mata; no gruesa, no gruesa, así, sino
medianita, de una papa que le decían antes la papa morada, que es pamba,
una papita planchita no más, y era como regar una arroba de papa en cada
mata, una producción buenísima, y eso había sido la bendición de Dios, pues.
El diablo, pues, decían que allá trabajó mucho, porque vinieron unos gringos
allá, a meterse por los lados de Consacá, que hay unas peñas así, y dizque
habían, pues, decían que habían dicho que por ahí le sentían la boca, el ruido
57
de que bramaba el horno allá abajo; entonces, pues se pusieron a taladrar; no
pudieron, se les quebraron los cinceles, las garaminas; se estuvieron tres
días, tres noches y los sacó, porque eso dizque reventárole las nubes, esos
rayos que bajaban,¡shu!, cerquita de ellos, y ellos dijeron: vámonos, mejor;
dejaron todo ahí, se jueron y no le pudieron entrar.
Hay un camino que pasaba a Consacá, que era antes, Consacá al lado de
Sandoná, y decía el finado papá que él era arriero de carga de allá;
compraban panelas, plátanos traían, y que saliendo por allí, por la vía
desiempre, salir a la loma, de aquí pegaron grito,’ton’s, en un ratico se
nublaba e iban a coger la bajada p’acá, ¡quéaguacerón!, y un granizo morado
que los dejaba muertos; allá murió un arzobispo, allá atrás, a la cabecera de
Consacá, ahí está la cruz, se murió entumido; venía en el caballo y un peón, y
le coge ese aguacerón, pues que al fin se bajaron a una piedra y se sentó ahí,
se ubicó bien, ahí amaneció muerto; eso pasa por allá,también.
Mucho respeto, mucho respeto; ellos decían: allá no se habla ni duro, ni echar
gritos; cuando habían los peones ahí trabajando, ya ve que se tomaban sus
copas, cualquiera pega su grito; pero:¡no griten, hombre; no griten!, porque se
vino el agua, y eso era que seguro se llovía.
58
Cuando recién había hecho la primera erupción, que eso había sido, pues,
inmenso; eso, hasta todo este sector había botado piedra grande; la vez
que más había botado el Galeras, la que más, eso habían seguido los
temblores; entonces, habían cogido una Virgen de estuata grande y la
habían ido a botar arriba a la boca; sobre eso, ya se había calmado.
Para nosotros, antes nos da un gusto verlo que echa candela; de allá, nos
ponemos aquí, sentados, a mirar toda esa paja que arde ahí; ¿por qué le
vamos a tener miedo?; si antes, diga,qu’ezque llegaba más acá abajo las
piedras; ahora, peor, llegan es al camino no más y hasta el otro día uno va
a mirar y no se ve, porque, de la fuerza de las piedras, apenas se ve el
boquetico que dentrapa’ dentro; nosotros, ese es el gusto de él; hasta el
domingo, subo, por ahí a eso de las ocho y media de la mañana, que yo
estaba arriba, pegó una explosión, y ya ve, y nadie, no le para bolas; pero
los pastusos,allá sí: ¡ay, que por dónde me meto, que por dónde me voy,
que no, que ya se va a terminar el Galeras!El Galeras nunca se acaba, él
tiene que desjogar aquí, porque si no es como uno; diga: usted, por
ejemplo, come demasiado, se agita; entonces, él, le cae esas piedras;
entonces, viene, se va acumulando, se va acumulando y de repente llega y
hace unas explosiones; toda esa piedra cae para el lado de Consacá; usted
llegara allá y viera qué bonito qu’ es eso.
El volcán Galeras, noestá lejos de ser algo ornamental; tiene la facultad, para
estas personas, de llenar todo de un carácter estético, que provoca la
contemplación y la inspiración.
Acá, antes, que era pura montaña; todo, pues, de palo natural, de palo; ese
motilón, era de ese cucharo, y ya ve, después empezaron a trabajar y ya lo
fueron botando todo eso y quedó potrero, limpio ya quedó, y después, que no,
que dijeron que eso no servía, trajeron eucalipto de otras naciones, y el picuy
también lo habían traído en aviones, y regaron y ahora eso es como mata,
maleza, que no da producto eso; el motilón por lo menos da fruta, y eso es la
59
mejor leña que hay acá; ese eucalipto es malo, y eso a uno le llega, se lo
corta y sale hasta diez, quince, y vuelve sale, y si se lo deja, viera.
El narrador habla sobre los cambios que se han producido con el correr del
tiempo y algunos de los errores que se han cometido al introducir algunos de
ellos.
De ahí, de El Placer, usted, sube a una planada hacia arriba, allá hay de esa
chicoria amarilla y ese es el que parece que fuera un jardín, y es bonito p’allá;
por eso le digo: yo quisiera, les digo, coger, llevarlos pa’ que vayan a ver que
allá ahora, en este tiempito que haga sol, hace una calor tremenda, será
porque de sofocado el Galeras, ¿no?; y ya ve, dicen: ¡ay, no, que el Galeras
es esa loma!, y esa no es; usted, de esa loma baja doscientos metros hacia
abajo, al plan, ’onde jugaban antes, como allá tenían una base los soldados,
allá hay un plan, y ellos jugaban allá fúlbol, y ahora, pues, como ya se acabó
esa base, ahí quedó. Usted baja allá abajo, y de ahí tiene que subir como
doscientos metros hacia ’onde están las bocas, a lo plano otra vez, y ahí
es’onde usted las mira, se agacha así y las mira, y son así, como horquetas,
son así, paradas hacia arriba y por ahí está desfogando el gas él, y uno va y
se la mira. Eso es bonito allá, por eso le digo yo.
Un man que salió del ejército, lo llevamos allá, y como lo llevó el sobrino, llegó
el sobrino y ya íbamos a empezar a coger la peña, y dijo: no, esto no es nada,
dijo; yo estuve allá en Ipiales,que allá sí es duro, dijo; le dije: no se ponga a
decir esa vaina aquí, le dije, aquí es una cosa sagrada; ¡quéva!,dijo, Lisandro,
usted no sabe;¡ah, bueno!, le dije; cuando empezamos ya a llegar arriba, a la
mitad, ¡pucha!, empezó así los vientecitos y empezó a botar agua; no,
¡’juepucha!,con los trancazos del agua no más lo entumió a uno, y llevaba uno
la Mamita del Rosario todavía, una muchacha la llevaba cargada, la volteo a
ver; Lisandro, dice: ¿usted dice vamos a bajar por aquí?; no, le dije, vamos a
mirar si hay otra entrada por allá; nos bajamos por allá, le dije, porque aquí
está peligrando; estaba morada, morada ya ella; es verraco, no vaya a creer
que, y no, que ya no, y cuando de repente dice el José Manuel, que llegaba
ahí, dice: don Lisandro, ¿cómo será que se me desató la toalla que llevaba
amarrada con guascas por ahí?, y cuando de repente se perdió y no la v’ían,
¿por dónde se fue la toalla?; no llegamos arriba a la, donde tenemos un cruz
enterrada, no, ya no aguantamos; le dije: pisémonos, vámonos de aquí,
porque no, aquí no se aguanta; ya todos estaba mariados, no se podía
60
caminar, y así se nubló y seguimos caminando; como eso es pura piedra,
vamos, baje y baje, y la queríamos convencer a la muchacha, le dije: ¿qué
pasó?; le dije: p’allá no es, regresáte,qu’ es por acá;¡que no y que no!, y
cuando pensamos, estábamos en un abismo feísimo, y de ahí cómo sería
para medio poder mirar; se aclaró otra vez, nos tocó regresarnos; dos horas
nos entundó feísimo allá; cosa que bajamos, por ahí hay un camino, llegamos
ahí, ahí nos sentamos a comer el fiambre y ahí ya nos fuimos desencogiendo.
Y la primera vez que subimos,¡quésolazo!, y bajamos, y ya ve, no nos pasó
nada; por eso les dije, otra vez, con niños no se puede llegar allá; si vamos a
venir es viejos; ahorita no hemos ido nadie;allá sí es de temerle.
Los caminos que se recorren en el Volcán Galeras son tantos, como las historias
que en él se relatan, tantos como las percepciones y maneras de hablar sobre él.
Mi volcán Galeras, lo dejó mi padre, que es Dios del cielo, aquí nos
dejaron, en este territorio, por lo cual nosotros amamos al Galeras, porque
de ahí vivimos, ahí tenimos nuestra agua, sinoque, de pronto, vinieron a
quererse tomar nuestras tierras, para poder ellos sacar los minerales que
61
existen en el volcán Galeras; pero ellos no respetaron así este territorio,
vinieron a violar nuestros derechos, lo cual nosotros no compartimos; este,
porque yo, de la edad de siete años, recorría las lomas de mi volcán
Galeras y nunca ha pasado nada; el volcán Galeras, siempre han pasado
temblores, pero no ha matado a nadie; por eso nosotros luchamos por
defender nuestra tierra y de aquí no nos vamos, aquí nos hemos de hacer
polvo, porque amamos nuestra tierra; aquí no hay violencia, aquí vivimos
en un paisaje muy bello y aquí todos nos conocimos, nadie de nosotros nos
odiamos. Sólo queremos vivir tranquilos, libres y en paz.
¡Miró!; dice que, que era como una plaza, todo hecho en surcos y en cada
surco había de distintas matas, unas con flores, otras con frutos, de toda
matica, y al final de cada surco un letrero, una varita y puesto un letrerito.
62
vamos; al otro día se madrugaron; no, no dieron a dónde fue, se perdieron del
camino a dónde fue.
El asombro es una capacidad que, con el pasar del tiempo, se suele perder; el
potencial ecológico que existe en estos lugares es enorme y la propuesta de vida
que la gente lleva la guía una buena intención, al aprovechar dichas riquezas,
pues no se gesta una idea de destruir o arrancar lo que tienen con el fin de sólo
sacar provecho. Además, se consigna en las historias una sutil forma de invitar a
respetar a cada ser vivo, de tomar lo necesario y de retribuir lo que ha servido.
2.3.11 Un milagro que del cielo cayó.Y ahora un recuerdo de don José Erazo:
Esta memoria conserva, en sí, las vivencias de las personas de la época, con un
desenlace que parece estar rodeado por la fantasía, pero de un verdadero y
contundente sentido real; el contenido de aquel ―buen samaritano‖ permite
evidenciar el carácter de respeto que poseen sus pobladores frente a la vida, a los
niños.
63
natural, de imaginarios llenos de vivencias cotidianas que envuelven el vivir de los
habitantes de un sector en particular.
Las circunstancias actuales han hecho que a estos guardianes los reemplacencon
avisos de ―cuidado‖ o de ―peligro‖; un cartel ha hurtado el imaginario, el misticismo
de una quebrada, un río o un pequeño puente; ya los guardianes han dejado de
causar temor a ser cazados, por el simple hecho de confrontar la verdad de su
existencia. Ya el respeto hacia lo místico se ha ido perdiendo en el ámbito
comprobacional de la ciencia.
Y, así, don Pedro Ignacio Criollo comienza a hablar y dice: ―Ellos existen en las
chorreras‖, lo que lleva a evocar al poeta que escribió:
23
GARCÍA LORCA, Federico. La sangre derramada. Disponible en Internet: http://www.poemas-
del-alma.com/la-sangre-derramada.htm fecha de ingreso septiembre de 2014.
64
Así se abre la puerta a los relatos sobre estos seres particulares.
Del duende,sí, la niña que la curé porque estaba arrancándose los pelos de
la cabeza, entonces decían que era la niña, ’tonces les dije yo: que no, que
hagan el favor y me retiren esa guitarra, y no es que ella se arranque, sino
que le arranca el duende;’tonces le quitaron la guitarra, hicimos un secreto
–porque,eso, hay secretos– y no volvió más.
65
Otra vez, llego al chorro y nada;¡claro!, dije, eso es la fuerza del agua, se las
lleva; ahora verá lo que hago; como pude, habían unas piedras pesadas,
como pude subí las piedras y las puse encima a la penca de cabuya; a ver,
ahí que se las lleve, dije, a ver ahí, y quedaron bien aplastadas, y quedó el
chorro. ¡Nooo!, eso no pude, no pude, me tocó en el pozo, hasta que me vine,
y ya le venía a contar a mi papá;¿que por qué me había demorado
tanto,qu’es que te demorastes tanto?; en esos tiempos, como eran bravos; y
le dije: vea, es que hice el chorro y no me podía bañar, se me iban las pencas
de cabuya, le conté; dijo: no, ¿cómo se te ocurre, ir par’allá?Si ese es el
guardián de la chorrera, ahí mantiene el duende, no vaya más; ahí ha hecho
correr a harta gente, ¿cómo se va ir a meter ahí?Yo no vi nada.Usted no vio
nada, pero estaba con usted. No, ¡qué miedo!; y uno, muchacho, no más
volver a esos chorros de ahí.
Fuente.https://www.google.com.co/search?q=duendes&espv=2&biw=1366&bih=667&source=lnms&tbm=isch&
iIDAAg&ved=0CAYQ_AUoAQ#tbm=isch&q=duendes+andinos&facrc=_&imgdii=_&imgrc=YwwVdNQkuEcbGM
%253A%3BEneYKfyNr77YbM%3Bhttp%253A%252F%252Fwww.folkloredelnorte.com.ar%252Fleyendas%25
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os-y-leyendas-argentinas-entra-y-conocelas.html%3B801%3B907 Fecha de ingreso diciembre de 2012.
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empezó a dimorarse, dimorarse; al fin, un día le dijo el abuelo, pues,¿qué era
que le pasaba?¡Ah, no!,’ezque le dijo, que allá me sale un jovencito.¿Qué
clase de joven es, qu’ezque me la entretiene?No, nada malo, no estamos
haciendo nada, sino juegue y juegue y juegue por ahí; nosotros jugábamos, le
dijo, no es más.¡Ah, bueno, bueno!
Una chorrera, para allá arriba p’al Galeras, allá, ese sí tocaba bombo, eso era
hermoso oírlo tocar bombo, pero también nos tenían advertido que no lo
escuchemos, porque si uno lo escuchaba lo iba atrayendo y lo llevaba hasta
donde él estaba; entonces, había que oír nada más, y vuélese, porque a uno
sí ya lo había atrapado. Llegó a encima de la chorrera, se pasaba el caminito,
a oírlo al duende, pero ya no le tocó el bombo, nada. ¿Qué hizo el duende?,
jalarle una piedra; cuando menos pensó, ¡tas! En el agua, le hizo mojar las
rodillas;’tonces, él miró:¡uh!, dijo, de allá viene la piedra; él creyó que era un
amigo, ’tonces cogió una piedra y también se la respondió allá, y así estaban,
piedra p’allá, piedra p’acá, tirando piedras p’allá, y el otro al agua y él al
monte; cuando menos piensa, estaba el duende bailando en los troncos y lo
vio, y la emoción de ver… ¡es un ángel!, que era como la Virgen del Rosario
chiquita; a cada tronco que daba el baile ya iba cambiada de vestido, unos
vestidos lindísimos, ¡rojos!, ¡verdes!, ¡amarillos!, de distintos colores, y el
hombre, emocionado al verlo, hasta que se le arrimó y lo tenía ahí bailando, y
ya no bajóa la casa, esa noche ya se quedó; los papás, preocupados por el
muchacho, se fueron a verlo a donde él fue a dar agua a los bueyes.
Allá, los bueyes comiendo y él desnudo bañándose -¡qué frío en ese río!-, lo
trajieron esa noche y al otro día no amaneció; fueron otra vez allá mismo y
allá estaba otra vez bañándose, y así lo tuvo, pero hartos días;’tonce, él me
cuenta que cuando él se lo traían, el duende venía a darle serenata, pero una
serenata hermosa, que cuando sentía trinar ese instrumento, ¡calle!, ella sólo
esperaba, ’bía sido duenda la bandida, era hembra, y espere a que dentre, y
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dice que entraba y se acostaba con él y él era feliz con su duenda, una mujer
hermosísima; y se acostaba y al otro día se iba y así lo mantenía; y
encontraban cagajones de suciedades de estiércoles en las tacitas que le
llevaban los remedios; y dice: yo no veía que ella ponía nada, sólo llegaba y
sentaba la guitarra en un banquito que me pusieron, pero nada de lo de esas
suciedades. Y nada de poderlo quitar (la duenda), ya estaba hasta perdiendo
la razón; al fin le dieron el remedio de podérselo quitar este espíritu; y ¿cuál
era el remedio?; le dijieron que tenía que conseguir un ovejo que sea virgen,
que no haya usado ovejita todavía, pero de color negro; que lo pelen, que le
saquen la piel y esa noche se lo envuelvan así, calientico como salió. Dice, la
serenata me dio; cuando entró, ya iba a poner la guitarra sobre el banco,
cuando la quitó, y se agarra, en qué llanto esa duenda, a llorar, pero como
niño chiquito, y qu’ezque le dijo: ¡Ingrato, ni más te vengo a ver!, y se fue. Esa
fue la curación de él, pero quedó medio embestializado; eso no queda bien, y
saltado, como asustado; por eso, esos espíritus los hay y son guardianes de
esas partes.
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Aquí hay una señora, de ac’abajo, ella no es de aquí, pero ya está
viviendo como catorce años; a ella qu’ezque la tiene enduendada el
duende, a ella la tiene jodida; ella, tienen que conjurarla o hacer algo.
Ella qu’ezque se fue a hacer leña p’allá ’bajo, al río, y por allá se
encontró con una niña qu’ezque la llamaba y la llamaba, hasta hora
qu’ezque la llama y eso que la lleva allá’bajo, qu’ezque le hace juego
y eso, qu’ezque le deja flores, bananos, y cuando ya va a llegar ahí,
que son cacana de ganado; así, ¡tonteras!, no ve lo que ve de lejos.
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2.4.2 La Vieja:
Fuente.https://www.google.com.co/search?q=duendes&espv=2&biw=1366&bih=667&source=lnms&tbm=isch&sa=X&ei=1i
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ot.com%252F2013%252F06%252Fseres-fantasticos-costarricenses.html%3B420%3B560 Fecha de ingreso mayo 2013.
Pensar en la Vieja es tener la imagen de una mujer que lleva una errante
existencia, que camina y pasa por muchos lugares y que busca a hombres que
deambulan a altas horas de la noche o de madrugada, horas en que normalmente
deberían estar en casa con sus esposas o sus familias.
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Al respecto de la Vieja, María Vallejo y José Ignacio Rivera comentan:
Esa se engañaba a los jóvenes y se los llevaba. La Vieja, para que se quite
de aquí, porque siempre venía, entonces que le decían: ―Vos fuiste ángel, y
¿por qué andas en este mundo?‖; entonces, se quitó y se largó para la
chorrera, lejos. Como ellos habían sido ángeles, el duende ángel, la Vieja
ángel, y como quisieron ser más que Dios, nuestro Señor, él echó del cielo
al mundo, unos quedaron en el aire y otros cayeron al suelo; por lo de
menos, la Vieja cayó, el duende cayó; entonces, como algunos se fueron
acordando, les jueron diciendo así: ―Vos fuiste ángel y ¿qué andas
haciendo en este mundo?‖, ’ton’s se jueron retirando, y si no aquí era
parejo, por acá arriba no más venía la Vieja. La Vieja se llevaba a los
jóvenes y amanecían en la chorrera, y cuando eran débiles: como tontos,
como locos aparecían; un hermano mío, así, el duende, porque le había
sabido gustar el nombre, entonces se lo había llevado a la chorrera, ¡uuuh!,
y él, mis papases gastaron harto en curarlo, porque lo dejó tonto el duende,
se lo llevó a la chorrera; pero, entonces, vea, ya salió la historia que ellos
fueron ¡ángeles!, y que por qué andaban en este mundo; entonces, esa
Vieja dizque se tapaba la cara y volteaba llorando, y el duende lo mismo;
así, así, los corrieron, y como ellos fueron ángeles, cierto, como quisieron
ser más que Dios, nuestro Señor los echó al mundo.
Entre los múltiples relatos sobre este personaje atractivo y atemorizante, también
se encuentra el de don Solón Rivera:
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O este otro, referido por don Quintín Mesías Luna:
Y como unúltimo relato, sobre este ser, que hechiza y que atemoriza,don Lisandro
Martínez Genoy refiere:
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que ¡esa hijueputaViuda no me quiere soltar!,decía; y ahí tocó hacer conjurar
eso ahí y los alza montañas, ’tonces ya lo dejó; eso jodía antes, ahora ya no;
¡qué raro eso!, antes sí, tonteras qu’ezque salían; ahora, pues, todo es limpio;
antes todo monte que era esto pues, antes tres casas también, pues era;
ahora ya no, ya está poblado.
Historias de otros tiempos, con todo el encanto de lo pasado, pero que, a través
del ejercicio de la memoria y la palabra, se vuelve tan presente como lo
relacionado con otro tipo de cosas antiguas.
Al entender a las huacas como un entierro de riquezas, que alguien ha dejado ahí
para beneficiar alque sus dueños decidan, generan un sinfín de búsquedas que,
dentro del imaginario, suelen ser fallidas y que también suscitan que a algunas
personas las ―llamasen‖ dichas huacas, sus dueños, para que las abriesen.
Existe una serie de fenómenos que se generan alrededor de las huacas, como el
fuego azul que, se dice, suele verse y que se explica físicamente por los vapores
que salen del metal enterrado; también, sonidos inexplicables de animales o de
seres que resguardan dichos entierros; el solimán, quees una especie de reacción
que le da a las personas que logran acceder a las huacas, pero que las
desentierran mal y los afectan con algo que los termina matando, ―que los seca
desde adentro‖.
Así, dentro de los relatos sobre este fenómeno, se encuentra, por ejemplo, el que
comparte don Solón Rivera, en el que señala que:
¿Sobre huacas?, acá hay hartas, o habían, porque ahora ya han sacado las
más; siempre, pues, habían, y donde hay una huaca es miedoso, menos acá
en la escuela nuestra, ahí existía una; entonces, uno se iba a dormir ahí y,
tipo una de la mañana, llegaba como especie de un caballo mascando freno y
hasta que no cantaban los gallos no se iba de ahí; mantenía, pues, adentro,
lleno de miedo, con sonido de animales afuera, y al otro día uno iba a mirar y
no había rastro de nada; entonces, uno piensa que sí existen cosas como de
espantos; son, entonces, verdaderas; cuando a uno no le ha pasado, uno
cree, ¿no?, es cuento de la gente; pero esas cosas sí pasan de verdad.
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Figura 17. Entierro, huaca.
Fuente.https://www.google.com.co/search?hl=es-419&site=imghp&tbm=isch&source=hp&biw=1024&bih=667&q=
cueche&oq=cueche&gs_l=img.3.0.0.6284.7203.0.8976.6.6.0.0.0.0.122.427.3j3.6.0...0.0...1ac.1.8.img.XBFavp52a6A#hl=es-
419&site=imghp&tbm=isch&sa=1&q=entierros+de+oro&oq=entierros&gs_l=img.3.2.0l10.41790.43572.16.46420.9.7.0.2.2.0.
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oro.html%3B1600%3B1200 Fecha de ingreso diciembre de 2012.
Y, como dice, el relato, que esas cosas pasan, pues pasan, como lo ratifica, a su
vez, don Pedro Ignacio Criollo, en su narración:
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habían hallado un huacal grande, habían ’tado trillando, trillando, cuando él la
señaló; a los dos días directamente entró a misa, a las cuatro se fue a hacer
el hueco y la sacó directamente, en un cuero, directamente, pues bien puesto,
bien amarrado, de ganado, y la sacó toda la plata; pero eso, amarilla,
directamente, oxidada;’tonces viene, qu’ezque dijo: Yo me la voy a llevar, no
la vayan a encontrar, me la voy a llevar. Se murió, le dio solimán y se murió;
se murió; finalmente, lo mató.
Entonces, según esta historia sobre las huacas, así como dan quitan; pueden ser
una buena oportunidad para salir de una situación difícil, pero también pueden
llevar a esa difícil situación de luchar para sobrevivir, pues se trata de cosas de
tiempos idos, como aquellos a los que se refiere el relato de don Saturnino
Serafín Genoy, que dice que:
De modo que, al fin y al cabo, se trata de ser un elegido, de haber sido llamado
para salvar al dueño del entierro y, para que no le suceda algo indeseado a ese
elegido, debe aprender a desenvolverse ante la situación; esa es la importancia
de saber, pues el que sabe pude enfrentarse a muchas cosas; por ejemplo, a un
fenómeno natural como el cueche.
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2.4.4 El cueche:
Fuente.https://www.google.com.co/search?hl=es-419&site=imghp&tbm=isch&source=hp&biw=1024&bih=667&q=
cueche&oq=cueche&gs_l=img.3.0.0.6284.7203.0.8976.6.6.0.0.0.0.122.427.3j3.6.0...0.0...1ac.1.8.img.XBFavp52a6A#facrc=
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mp%3Bhttp%253A%252F%252Felcueche.blogspot.com%252F%3B300%3B248
La cautela que se debe tener en cada paso que se da es algo que la existencia del
cueche genera, para que procure ser responsable al ver en qué lugar se encuentra
cada persona cuando efectúa las labores o recorre los caminos.
Este hecho genera varios relatos, en los que se da cuenta del cueche como un
fenómeno significativo dentro de la comunidad, como el que proporciona don
Solón Rivera, en el que señala que:
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Cuando todavía no había carretera p’ acá, veníamos con un tío, y a él lo
perseguía mucho la Vieja, y apenas se empezaba a andar en parte oscura, ya
decía: a mí, ya esa Vieja maldita, se lleva conmigo, pero, pues, uno no veía
nada, pero él sí ya sentía que iba con él; cuando venía ya unos 50 metros del
pueblo p’acá, cuando empezó una agüita detrás de nosotros, como decir
normalmente el agua corriendo, pero no estaba lloviendo, ni había agua por
ahí cerca, nada, y seguía, pero la miraba era yo, que yo era niño todavía,
tenía unos nueve, diez años, cuando ya veníamos acá, cuando ya coge una
media cuesta y yo le dije: vea, tío, esa agua viene de cuesta; cuando dijo mi
tío: no, eso es esa bendita Vieja que viene conmigo, y el cueche que también
viene ahí, y sacó el machete y pegó el machetazo en cruz, y ahí se nos cortó
el agua, ya no nos persiguió más.
Extraños fenómenos que enfrentan las personas cuando van por esos caminos,
que los acompañan y los hacen sentirse vivos y asustados, que tengan cuidado,
como lo refiere don Vicente Agustín Criollo Benavides:
Dicen que es peligroso, pero, pues, en la Ciénega, que ’onde lo pisen se les
inflan los pieses,decían: eso sí es jodido. Pues, a una cuñada, dicen que ’bía
pisado el cueche, por all’arriba en la toma, y ella sufre con una morada es, y
no la pueden curar; dicen qu’es el cueche; pues, le digo: jodido,’ton’s, esa
vaina.
Resulta difícil transitar por esos caminos; una persona debe estar con sus cinco
sentidos bien despiertos y dispuesto a recurrir a su saber para enfrentar las
situaciones difíciles, como lo señala don Vicente:
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tradición, siempre se temerá y será débil ante la devoción y la fe del ser al que se
tienta, como en la narración que hace don Lisandro Martínez Genoy.
Fuente https://www.google.com.co/search?hl=es-419&site=imghp&tbm=isch&source=hp&biw=1024&bih=667&q=c
ueche&oq=cueche&gs_l=img.3.0.0.6284.7203.0.8976.6.6.0.0.0.0.122.427.3j3.6.0...0.0...1ac.1.8.img.XBFavp52a6A#hl=es-
419&tbm=isch&q=el+diablo+jugando&facrc=_&imgdii=_&imgrc=me6rxjqjtc-8RM%253A%3Bk9PjRANpz6W9WM%
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terico.blogspot.com%252F2013%252F03%252Fdaniel-estulin-la-decision-del-papa-es.html%3B400%3B320 Fecha de
ingreso mayo 2013.
Que antes llegaban allá, al puente de Rumichaca, y ahí, pues, era altísimo
eso, habían hecho un puente de un chasis, y allá, pues, el que iba p’allá en
veces qu’ezque llegaban dos, se quedaba uno y se perdían, pues; si iban
diez o cinco, se perdían tres y ya no llegaban acá, que se los tragaban;
decían que era el Coco, pues, allá, el diablo, y más allacito, en El Placer,
ahí era en donde qu’ezque jugaba, todos los domingos, chaza el diablo, y
ahí, ahí qu’ezque había ido un padre a conjurar y ahí ya se retiróél; ahora
no, ahora no hay nada. No ve qu’ezque por ahí que era el camino de bajar
a Consacá, a los pueblos; como antes no había carros, sino que todo era a
pata.
El diablo, ese ser vinculado a los temores de la infancia, pero un diablo que juega
uno de los juegos tradicionales de estos lados, un diablo jugador; pero existe otro
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relato, referido por don Saturnino Serafín Genoy, en el que las cosas son a otro
precio.
Hubo un señor que iba a Consacá, a traer hojas; un día se jue a la una de
la mañana, ya iba por el lado de Paramillo, él se ponía una ruana y un
sombrero; cuando él iba subiendo, se encontró un niño chiquito, llorando, y
él dijo:¡Pobrecito, dijo, este niño lo han dejado botando!; lo cogió, lo
envolvió en la ruana y se jue, conversando con el niño; al salir, en El
Salado, le habló el niño:¡Papacito, le dijo, yo ya estoy grande!; él siguió
caminando, él no le paró bolas, salió al camino, y que arriba, cuando le
dijo:¡Papacito, ya tengo cachos!; entonces, dijo el señor: Esta puede ser la
diabla; a lo que él dijo así, dijo, ¡Virgen Santísima!, reventó, y el señor
quedó tonto, y el quedó así; y este señor conversaba solo, caminaba y
conversaba solo; él murió así.
Estos relatos incluyen situaciones en las que el factor sorpresa está a cada paso,
la cotidianidad de pronto da paso a lo inesperado, a lo sorprendente, como ocurre
en la historia que relata don José Erazo:
Mi papá había sido cuhetero, había sabido; antes, como no habían las
químicas, como ahora hay en Pasto, sino que resultaba que él, para hacer
los cuhetes iba a traer el azufre arriba:¿con qué sería que iba, pues, a
golpiar?, porque dice que eso rebotaba; antes, como no había sido
ordinario, ahora es que está ordinario; que rebotaba, y ese ’bía sido el
azufre y él iba a traer el azufrey, entonces, que la primera vez no le pasó
nada, pero que la segunda vez se encontró, porque se había ido por otro
camino, se encontró con un juego de unos huecos, y en un hueco una bola
grande de hierro pesadísima; entonces, dice que, pues, de verla bonita,
pues la agarró y la bajó y, dice, y cuando que la iba a mostrar al otro día,
porque bajó tarde, al otro día la iba a mostrar a los curiosos, al otro día no
la encontró, no se acordó dónde la había dejado, pero cuando fue a otro
viaje, la bola ’bía estado arriba.
Cosas que, en el relato, aparecen y desaparecen, que se traen, que se llevan, que
ahora están allá y luego están otra vez allá, sin saber muy bien cómo ha podido
ocurrir el hecho. Historias y más historias, como esta, con unos personajes muy
conocidos, que cuenta don Lisandro Martínez Genoy:
Una vez, que mi papá, siempre íbamos a cuidar, a hacer comer el ganado,
salíamos por la calle de abajo, la última, y mirábamos unas velitas que
iban, y había sido que ya a las cinco de la mañana salían y cogían p’abajo,
al cementerio, y yo le preguntaba a mi papá: ¿Yquées eso?Son las ánimas,
que ya van con la velita p’abajo.
El trabajo del día a día y el hecho inesperado; ante la pregunta inevitable, surge la
respuesta, desde un saber de mucha experiencia, como la que se relaciona con la
Virgen, que relata don Lisandro:
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La mamita del Rosario, pues tiene el cuento que ella, pues, como no ha
sido de aquí, ella ha sido permanecida pu’allá, en Sachapamba, contaban
los agüelos que allá la habían hallado y la habían traído acá a la iglesia, y
acá, que al otro día nada, se desparició y ya, pues, que cuando como, se
fueron otra vez a mirarla allá, y allá, sentadita allá, y de allá que la habían
traído acá, y no me acuerdo qué padre, sería el padre Meza,
qu’ezquedijieron que la quemen a la Mamita, y la ’bían quemado, y, fíjese, y
no se quemó la Mamita y ahí está hast’hora; por eso ella, ella es
permanecida allá en Sachapamba, allá la bajaron, y el padre Meza había
mandado que la quemen, y a ella la quemaron, pero, vea, no se negrió
nada, y ahí está, y ella, por eso, ella es la patrona; nosotros aquí le
decimos la patrona del pueblo, y ella, cualquier cosa, nosotros es a la
patrona; por eso a ella se le hacen las fiestas, todo, ella recoge la limosna
para cualquier trabajo de ella, a ella sí le tienen fe y hasta ahora no se ha
vuelto a ir.
Relatos de milagros que se repiten, pero que, narrados con esa sencillez, ya ni
parecen milagros, sino cosas de la vida diaria, como esta que narra don Vicente
Agustín Criollo Benavides:
Otra vez, que les dio por traer otro san Pedrito; lo hicieron, no sé si lo hicieron
hacer en el Ecuador, pero, bueno, de por allá vino, y entonces lo trajieron
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también ya para la víspera, hicieron ya una convocatoria del pueblo. ¿Y qué
opinaron?;dijieron: No, pues, para que nos lo deje quieto al patrón, este san
Pedro hay que expulsarlo de acá de la iglesia, no lo podemos dejar porque
nos lo vuelve a ―cagar‖ al otro;’tonces al síndico le tocó llevárselo a la casa, y
el síndico se lo llevó a la casa, que era un viejito llamado Darío, un viejito bien
alto él y devoto de su santo, le tocó llevárselo a la casa, y esa noche ya
pusieron centinelas, quien vea, no vaya a ser que se venga de allá de la casa
el san Pedro chicorio y venga a molestarnos otra vez al grande, y entonces
todo eso sucedió y ya no pasó nada, y ahora sí nos lo va a dejar tranquilo al
grande, y con él estamos hasta ahora, el que remplazó al san Pedrito,
después del otro, claro está, el otro sí lo destruyó completamente, y este sí ha
durado y está hasta ahora.
¡Qué historia esta!, donde se destaca la habilidad para referir unos hechos
aparentemente cotidianos, pero que giran en el ámbito de lo extraordinario, con
una calidez, con un talento en verdad destacado, del que hacen gala doña María
Vallejos y don José Ignacio Rivera cuando refieren lo siguiente, relacionado con
un personaje denominado la Pantasma:
Esa daba buenos aires a la gente, era pequeña e iba criando, iba criando,
iba criando, se la va viendo grandotota, y se la veía hasta arriba. Esa daba
cualquier enfermedad, cualquier aire, y no se podían hacer curar; eso era
duro.
Estas historias de espíritus que adoptan diversos tamaños para encantar a las
personas, para impresionarlas y producirles consecuencias indeseables, con una
atmósfera particular, en un entorno que bien pudiera ser parecido al que refiere el
relato de don Solón Rivera.
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Figura20. Bruja, la Pantasma.
Fuente. http://www.google.com.co/imgres?start=229&hl=es-419&biw=1024&bih=624&tbm=isch&tbnid=7Id2Ex6BvVQ4QM:
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0&tx=60&ty=131 Fecha de ingreso diciembre de 2013
82
3. CONCLUSIONES
La devoción que se expresa por la Virgen del Rosario siempre se resalta, pues no
sólo es la ―Mamita‖ que cuida día a día delas labores de los pobladores, sino que
también ejerce un papel que enmarca el ―milagro‖, que apacigua los males e
intercede porque nada malo tenga un advenimiento sobre el sector.
Los seres fantásticos que con insistencia hacen su aparición en las historias
recopiladas permiten observar el carácter de control social y moral que
representan, ya que forman la restricción de algún tipo de comportamiento
indebido, como puede ser: dejarse coger de la noche cerca de un arroyo o
quebrada o chorrera, lugar donde en la oscuridad nadie podría socorrer a un niño;
sobrepasar la hora en que los adultos deambulan en la calle fuera del hogar,
aspectos que,como estos, develan el carácter que poseen estos seres para el
comportamiento adecuado dentro del núcleo familiar y social.
83
Durante el proceso de investigación realizado, se observó un fenómeno
inesperado, representado por la enorme migración de las personas de
Pullitopamba que, en busca de trabajos diferentes a los del campo, vivían en
lugares más cercanos al casco urbano; por otra parte, los trabajos que tenía la
juventud de las veredas aledañas y del mismo corregimiento de Genoy eran
diferentes a los que antaño se realizaban; los trabajos del campo se han
abandonado en gran parte, al punto de que, en la actualidad, existe una fuerte
fuerza de trabajo para labores como la construcción.
Una frase de Gabriel García Márquez dice: ―La muerte no llega con la vejez sino
con el olvido‖, frase que alimenta el hecho de que es de vital importancia mantener
vivos los relatos, las tradiciones orales, las historias, la cultura; olvidar aspectos
como los mencionados sólo puede manifestar que un pueblo deja de serlo, por lo
menos en lo que en cultura representa.
La memoria oral también actúa como un vínculo que incluye a diversas personas
de la comunidad en un proceso de integración y de educación, además de su
carácter lúdico, lo que para el sector de Pullitopamba se vio evidenciado en los
gestos de intercambios de conocimiento que se vivían entre las personas de las
tierras altas, donde los cultivos eran diferentes, y viceversa.
Para finalizar, se debe hablar del carácter sociopolítico de los relatos, ya que,
inmersas en ellos, existen reflexiones que dan argumentos de crítica social y,
claro, de una organización política como comunidad, pues los símbolos e
imaginarios que se incluyen no sólo están de manera fortuita;por el contrario,
permiten ver las cosas en retrospectiva y generar reflexiones dentro del contexto,
y de igual forma críticas.
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EPILOGO
Uno de las formas que se implementó para su desarrollo fue establecer relaciones
afectivas, que ayudaron a romper con mecanismos de defensa que los pobladores
habían construido frente al forastero; dicha problemática se presentó sobre todo
en la obtención y recopilación de datos iniciales, debido a la desconfianza que
muchos de los pobladores tenían debido a la experiencia vivida años atrás con la
posible reubicación territorial, hecho que ha marca, en gran manera, la vida de
muchos de los habitantes y que ha hecho en un principio difícil el acceso a la
información.
Después de transitar por los diferentes caminos del lugar y perseguir las historias
en su movimiento, se vio como una necesidad de hablar, de contar las historias,
hecho que, en el análisis del trabajo, fue muy importante para decidir abarcar el
ámbito de lo literario, que en esta etapa del proceso investigativo se tornó decisiva
puesto que el texto se construyó en comunidad. Con la sabiduría contenida en los
relatos y con las personas que proveyeron dichos conocimientos, se escribió el
texto; la necesidad que se presentó era la de contar y que los oyeran en un plano
de vida, por encima de nociones de que llevaran a que los interpretaran en hondas
y sesudas categorías de la academia.
Una de las primeras dificultades que se enfrentó fue la inocencia con la que se
llega y se afronta este hecho investigativo; el pasar de lo teórico a lo práctico
constituye un choque con la realidad, lo que implicó cierto impacto con la
población ya que, de una u otra forma, se violenta la cotidianidad de la comunidad;
además, debido a una de las problemáticas de este sector, las personas se
muestran prevenidas frente a estos procesos; sin embargo, ese ha sido el reto de
esta investigación, entablar relaciones con los habitantes que, más adelante,
desencadenen una serie de sentimientos encontrados, hasta llegar a un punto de
amistad y de reconocimiento con el otro y con el trabajo.
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La selección de la información fue otro paso grande, pero delicado, ya que el tener
la responsabilidad del manejo adecuado que se le debe dar a las compilaciones
realizadas y decidir su inclusión es de gran peso, además de que los juicios
siempre son muy subjetivos, a pesar del carácter objetivo que se les pretendiera
dar; no obstante, lo que se intentó siempre, alrededor del texto, fue abarcar, de la
mejor manera posible, lo que la población brindaba, de ahí que la intención más
relevante del texto es dejar que hable esa voz que ha enunciado su sabiduría y
que sea ella con su historia, su relato, su vida, su anécdota, etc., la que cuente la
historia y encamine al lector.
Una vez superada esta etapa, presente en muchas investigaciones de este tipo,
la empatía y la hospitalidad de la población se hace visible y con ello la
recopilación oral comienza a tener un carácter más dinámico, que no solamente
culmina con una información obtenida, sino, más allá de ello, sostiene una voz
latente en el texto que, hasta el día de hoy, pretende seguir hablando para las
generaciones futuras; de esta manera, la intención del texto se hace visible
respecto al lector, puesto que se busca, a partir de ahí, mantener de la mejor
manera posible la fidelidad tanto a la forma de pronunciación y de sentido de las
diferentes expresiones orales consignadas en el texto y que, de una u otra forma,
dan muestra de una identidad cultural, que se entiende como todo ese conjunto de
valores, símbolos y creencias propios de una población, los que propician las
diferencias frente a otras, les permite identificarse entre sí y conjugar aquellas
identidades individuales en un juego de comunión y fraternización. Ahora bien, el
papel que desempeña la memoria cultural tiene que ver con la reafirmación
constante de la identidad y con el patrimonio tangible e intangible que se deja
como legado para tiempos y personas venideras.
Uno de los hechos que marcaron el desarrollo investigativo tiene que ver con el
carácter cognitivo que se presenta en las formas artísticas orales o lo que, para
Cornejo Polar, sería la oralitura, donde, a través de este medio, se abre paso a
una enseñanza que no se basa en ninguna forma de escritura materializada en
letras, sino, por el contrario, parte desde la voz y se articula con la simbología de
la comunidad, para cumplir, de esta manera, no sólo una función estética, sino
también epistémica y folclórica, que se presenta como preservadora de la
memoria colectiva.
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manifieste para los demás como una herramienta para lograr la difusión y
conservación del conocimiento ancestral y tradicional.
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NETGRAFIA
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